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Sociedades de economía mixta

Se encuentran reguladas en el decreto ley 15.349/46, ratificado por la ley 12.962.

Que en su artículo 1º establece que: “Se denominan sociedades de economía mixta las que forma
el Estado Nacional, los Estados provinciales, las Municipalidades o las entidades administrativas
autárquica dentro de sus facultades legales, por una parte, y los capitales privados por la otra, para
la explotación de empresas que tengan por finalidad la satisfacción de necesidades de orden
colectivo o la implantación, el fomento o el desarrollo de actividades económicas”

Es decir, la que forma el estado, con los particulares, para la explotación de actividades industriales
o comerciales, servicios públicos u otra actividad de interés general, cuya administración se realiza
mediante un órgano colegiado en el que están representadas las dos categorías de socios.

Régimen jurídico
Este modelo societario se rige por el decr. Iey 15.349/46 ratificado por la ley 12.962 y
supletoriamente por la LSC y sus modificatorias.

Y aunque el art. 2º establece que “la sociedad de economía mixta puede ser persona de derecho
público o de derecho privado, según sea la finalidad que se proponga su constitución”, Dromi
sugiere que, puede ser persona de derecho público en todos los casos en que el Estado tenga
participación patrimonial mayoritaria y en los que se le hayan conferido prerrogativas de poder
público.

Por lo demás, tiene valor jurídico la supletoriedad privada del art. 3º que establece que se regirán
para las sociedades de economía mixta, las disposiciones contenidas en el Código de comercio,
relativas a las sociedades anónimas.

Socios
Debe haber, por un lado, sujetos estatales (Estado Nacional, Estados provinciales, Municipalidades
y entidades autárquicas) y por el otro, sujetos no estatales (personas físicas, jurídicas privadas o
personas jurídicas públicas no estatales).

El art. 6º establece que podrán ser constituidas por cualquier número de socios. Puede haber más
de una entidad estatal asociada, pero, es necesario que haya otra u otras personas privadas o
públicas no estatales participantes. De lo contrario, se configuraría una corporación estatal o
asociación de entidades estatales y no una sociedad de economía mixta.

La participación de los socios


Las sociedades de economía mixta se caracterizan por tener entre los socios:

 Coparticipación económica: Que son los aportes mixtos de capital, por entes estatales y
no estatales.
 Coparticipación administrativa: Que es la administración conjunta o compartida del ente,
por ambas categorías de socios.

La ley exige que la participación sea de carácter estatutario, y exige la coparticipación


administrativa en el gobierno societario, que al menos el presidente de la sociedad, un tercio del
directorio y el síndico, representen a la Administración y sean nombrados por ésta (por lo que, si el
Estado adquiere una porción controlante de acciones de una sociedad anónima ya constituida y
nombra un tercio del directorio, más el síndico y el presidente, no se transformaría en una
empresa de economía mixta).

Naturaleza

La sociedad de economía mixta, según el art. 1º de la ley, puede ser constituida “para la
explotación de empresas que tengan por finalidad la satisfacción de necesidades de orden
colectivo o la implantación, el fomento o el desarrollo de actividades económicas.” Esto se
encuentra obviamente relacionado con el art. 2º, cuando señala que “La sociedad de economía
mixta puede ser persona de derecho público o de derecho privado, según sea la finalidad que se
proponga su constitución,” si la sociedad persigue fines “de orden colectivo,” será pública, y si se
dedica a “actividades económicas,” será privada. Sin embargo, la doctrina nacional se ha ocupado
de señalar que en el segundo caso, la actividad económica de la sociedad debe también ser hecha
con fines generales, pues “es de presumir juris et de jure que cuando el Estado o cualquier otra
entidad administrativa apoya la realización de actividades económicas, aunque no constituyan
éstas un servicio público propiamente dicho, lo hace en interés de la colectividad.” Tal intervención
del ente público en las empresas económicas denota siempre una finalidad: Asegurar el interés
público o las conveniencias de la economía nacional. No es legítimo este procedimiento cuando el
objetivo es simplemente una participación en las utilidades aunque sea a manera de recurso
financiero. Lo fundamental es, pues, que la sociedad de economía mixta persiga un fin de utilidad
general (mediato o inmediato), ya que por su naturaleza no puede oponerse jamás al interés
público.” A pesar de que estas aclaraciones no dejan de tener un gran margen de acierto, la
verdad es que la distinción se hace de todos modos conveniente, por lo menos con el alcance de
establecer que la sociedad en ciertos casos podrá perseguir un fin público inmediato, tal como la
prestación de un servicio público, o que podrá en cambio dedicarse a la realización de actividades
económicas en sentido amplio, sirviendo en tales casos más bien indirectamente a la utilidad
común.

Actos y contratos
Si la sociedad de economía mixta tiene participación estatal mayoritaria, el régimen de derecho
público será prevaleciente, y en ciertos casos emitirá actos administrativos y celebrará contratos
administrativos, haciendo uso, precisamente, de las prerrogativas públicas que se le han conferido

Si la participación estatal es minoritaria, en principio, los actos y contratos serán privados, aunque
por excepción, si desempeña la entidad actividades o gestiones de servicios públicos, las normas
de derecho público serán aplicables, en tanto ejecute actividades o funciones administrativas por
delegación estatal contractual o legal.

Responsabilidad
El art 14, establece que, “la responsabilidad de la Administración Pública se limitará
exclusivamente a su aporte societario”, fuera de dicho aporte, el Estado no tiene la obligación de
contribuir al pago del pasivo que resulte, aunque por excepción, en algunos casos, los entes
estatales se constituyen como obligados subsidiarios de las obligaciones que contraiga la sociedad
de economía mixta.

En lo atinente a los socios no estatales, su responsabilidad personal resultará de lo establecido en


los estatutos sociales.

No pueden ser declaradas en quiebra, pero pueden ser disueltas por las causales legales y de
conformidad al régimen que prevean a tal efecto los estatutos o su ley de creación. (art. 11).

Personal
La gestión de la empresa está a cargo de un directorio en el que legal y estatutariamente el Estado
debe tener cierta participación. El art. 7º establece que: “El presidente de la sociedad, el síndico y
por lo menos un tercio del número de los directores que se fije por los estatutos representarán a
la Administración Pública y serán nombrados por ésta”.

Los directores que representan al Estado se designan por decreto del Poder Ejecutivo, resolución
ministerial, decisión por autoridad superior al ente descentralizado, o en la forma que la norma
estatutaria y la plenitud del ordenamiento jurídico lo haya previsto.

Los directores que representan a los socios no estatales son designados por la asamblea de
accionistas.

El personal subalterno de la sociedad no puede ser considerado funcionario o empleado público.

Pero por su parte, el personal directivo, que representa a los socios estatales, posee calidad de
agente público. Su vínculo jurídico no es de derecho laboral, sino de estricto derecho
administrativo.

Los representantes del Estado son nombrados directamente por la Administración Pública, al
margen de la decisión asamblearia.

Contralor
Control parlamentario
El Congreso de la Nación ejerce control externo sobre la gestión administrativa, contable,
económica y financiera de estas sociedades, a través de la Auditoría General de la Nación.

Capital social y bienes


El artículo 4º establece en cuanto a la participación económica o aportes de capital que: el aporte
de la Administración Pública puede consistir en cualquier clase de aportación, y en especial, las
siguientes:

a) concesión de privilegios de exclusividad o monopolio, extensión de impuestos, protección fiscal,


compensación de riesgos, garantías de interés al capital invertido por los particulares;

b) primas y subvenciones, aporte tecnológico;

c) anticipos financieros, y

d) aportes de carácter patrimonial, en dinero, en títulos públicos o en especie, concesión de bienes


en usufructo”.
La representación del capital tiene lugar a través de acciones. Se debe asegurar la participación
estatutaria de los entes estatales durante la vigencia del contrato societario.

Los bienes de la sociedad de economía mixta no se califican, como bienes del dominio público,
pero el art. 12 establece que, cuando se trata de sociedades que explotan servicios públicos,
vencido el término de duración de la sociedad, la administración pública puede tomar a su cargo
las acciones en poder de los particulares y transformar la sociedad de economía mixta en una
entidad autárquica administrativa, continuando el objeto de utilidad pública, para el cual la
sociedad hubiese sido creada.

Control administrativo y contable


La fiscalización estatal sobre este tipo de sociedades puede incluir

 Control general, ejercido por la Inspección de Personas Jurídicas sobre todas las
sociedades a fin de asegurar el cumplimiento de las disposiciones legales.
 Control especial, que a su vez puede comprender:
1) el ejercido por el síndico representante de la Administración Pública,
2) Y el que se ejerce por medio de los representantes estatales (presidente, y un
tercio de directores) que se instrumenta por la vía del veto de las resoluciones del
directorio o de las asambleas (art. 8º).

Control judicial
Los conflictos jurisdiccionales en que participe una sociedad de economía mixta en principio los
dirime la justicia ordinaria.

Dromi estima que también en la medida en que el derecho público es aplicable y tales entidades
hayan recibido prerrogativas de poder público, los conflictos contenciosos que de ellas resulten
deberán dirimirse por la vía procesal administrativa.

Veto estatal
Los socios estatales están representados en el directorio y en la sindicatura, como lo dispone el art.
7º, aunque su participación puede ser minoritaria, ya que la ley exige que el presidente, un síndico
y un tercio del número de directores representen al Estado.

La ley, para asegurar esa prevalencia estatal, le confiere al presidente de la sociedad, (y en su


ausencia a cualquiera de los directores nombrados por la Administración Pública estatal), la
facultad de vetar las resoluciones del directorio o las de la asambleas.

Esta facultad de especial control administrativo a través del veto se justifica en la existencia de la
participación financiera del Estado, y las prerrogativas de poder público que suele conferírseles.

El veto se puede fundar en razones de legalidad, es decir, de ilegitimidad del acto (violación de la
ley de que se trate, la de creación, los estatutos, etc.), y en razones de inoportunidad (contrario a
los intereses del Estado). Dentro del control de legitimidad hay que incluir también los límites
jurídicos elásticos de la discrecionalidad: razonabilidad, buena fe y no desviación de poder.

El veto produce la suspensión de la resolución observada. Pero, si el directorio desatiende el veto y


ejecuta la resolución, la nulidad de esa ejecución es incluso oponible a terceros por haberse
violada las formas sustanciales en la preparación o elaboración de la voluntad social.
Se puede recurrir judicialmente cuando el veto se fundamenta en la violación de la ley o de los
estatutos (ilegitimidad), no en razones de mera oportunidad. La titularidad de esas acciones
corresponde a los representantes de los socios no estatales (por aplicación de los principios
generales en materia de sociedades comerciales previstos para la impugnación de decisiones
asamblearias).

Disolución y transformación
En artículo 9º establece que los estatutos deberán determinar la fecha en que ha de empezar y
acabar la sociedad. Por lo que la causal de extinción de la sociedad está prevista en los propios
estatutos por vencimiento del término de duración.

El artículo 11 establece que también “podrán ser disueltas en las demás circunstancias previstas
por los arts. 369, 370 u 371 del Cód. de Comercio”

El art. 12 establece que si la sociedad explota servicios públicos, vencido el término de duración de
la sociedad, el Estado puede tomar a su cargo las acciones en poder de los particulares y
transformar la sociedad de economía mixta en entidad autárquica, continuando el objeto de
utilidad pública para el cual había sido creada la sociedad.

Las decisiones de disolución, transformación, etc., deben tomarse por acuerdos societarios de
partes (es decir, de los socios estatales y los socios no estatales), cuando se trata de las causales
ordinarias de disolución y no se hubiere convenido ningún procedimiento estatutario especial.

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