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Jorge E.

Moreno Collado
Carlos F. Quintana Roldán
Elssie Núñez Carpizo
Norma D. Sabido Peniche

Enciclopedia Jurídica:

Sociología General y Jurídica

Universidad Nacional Autónoma de México


Facultad de Derecho
México, 2015

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PRESENTACIÓN

El libro de texto que el lector tiene en sus manos, desarrolla didácticamente los
aspectos básicos de la ciencia social por excelencia que es la sociología, dirigido
a quienes no serán profesionales de ésta, sino del derecho y las ciencias
jurídicas.

En consecuencia, el libro que se presenta es un manual para profesores y


alumnos de las escuelas de derecho y en particular de la Facultad de Derecho de
la Universidad Nacional Autónoma de México, de quienes somos profesores
quienes colaboramos en la autoría de las cinco unidades de que se compone el
texto. Se trata de los maestros, Dr. Carlos Quintana Roldán, quien desarrolla la
Unidad 1, Fundamentos históricos de la sociología; Dra. Norma Dolores Sabido
Peniche, a quien correspondió la Unidad 2, Sociedad y población, grupos y
cultura; Dra. Elssie Núñez Carpizo, a cuyo cargo corrió la redacción de la Unidad
3, Instituciones; y, quien esto escribe, responsable de las Unidades 4 y 5, que
versan respectivamente sobre Sociedad y derecho, y, Las instituciones jurídicas
de la sociedad.

Los autores somos profesores de carrera, titulares y definitivos, de la Facultad de


Derecho de la UNAM, institución en la que se incorporó por vez primera, a nivel
de licenciatura, la materia “Sociología”, en 1907, tal como lo reseña el Dr. Carlos
Quintana en su “Esquema del desarrollo del pensamiento social en México” (1.3
del texto). Los cuatro formamos parte del Colegio de Profesores de Sociología
General y Jurídica; el que esto escribe como su Presidente y el Dr. Quintana
como Vice-presidente; la Dra. Elssie Núñez Carpizo es la directora del Seminario
de Sociología general y Jurídica y la Dra. Norma Sabido Peniche, muy ameritada
maestra, autora con el Dr. Quintana de un valioso texto de Derechos Humanos en
el que estudian la materia los alumnos de la Facultad.

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Como una peculiaridad del libro que presento, resalta el hecho de que es el texto
que desarrolla el Programa y temario oficial de la materia, si bien las Unidades
están presentadas y desagregadas a manera de capítulos, incisos y subincisos
numerados, para facilitar su consulta y estudio. En ellos se imprime el antiguo
proyecto de los profesores de la materia, en particular de los profesores
integrantes del Colegio, de tener un libro de texto que da cierta uniformidad al
desarrollo de los temas del programa, por lo que este libro incorpora sus valiosas
sugerencias. Mención especial merece la contribución original que a este respecto
hizo el finado maestro Pablo Roberto Almazán Alanís, cuyos apuntes fueron
aprovechados debidamente.

Gracias a la feliz iniciativa del Rector Dr. José Narro Robles y de la Directora de la
Facultad de Derecho, Dra. María Leoba Castañeda, de producir y publicar como
Enciclopedia los libros de texto de las disciplinas obligatorias del Plan de Estudios
de la carrera de Licenciado en Derecho, el presente texto servirá de referencia
para el desarrollo en clase del Programa de la materia, pues ajustado al temario
puede facilitar, sin constreñir, el trabajo pedagógico de los profesores y la
consulta y estudio de los alumnos, en un marco jurídico de simetría y unificación
de los contenidos de enseñanza y aprendizaje y en un contexto de plena libertad
de cátedra e investigación.

Este libro contiene los temas centrales y básicos de la materia: En la Unidad 1, el


Dr. Quintana no sólo expone los fundamentos históricos de la sociología, sino que
hace una síntesis muy ilustrativa y accesible de los principales problemas teóricos
y escuelas de sociología a lo largo del desarrollo de ésta, así como las
aportaciones de intelectuales mexicanos en este campo, que ayudarán a los
estudiantes a comprender y explicar su propio contexto y el de la sociedad en la
que actúan.

La Dra. Norma Sabido resume en la Unidad 2 los temas con los que parte la
sociología para sus estudios, que son precisamente los de sociedad y cultura,

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población y grupos, y las relaciones de ambos hechos con el individuo, los
factores del cambio social y cultural, así como el fenómeno de la actual
globalización que nos acerca al concepto de sociedad como universalidad
humana única, manifestada en una rica diversidad cultural.

La Dra. Elssie Núñez Carpizo explica en su texto de la Unidad 3, las instituciones


estructurales de las sociedades, como la familia y el parentesco, la estratificación
social y las clases sociales, que contrasta las diferencias en materia de riqueza y
las penurias en materia de pobreza y los factores que las acompañan como
causas y efectos o como correlaciones empíricas, así como capítulos sobre
política, burocracia y educación.

Las Unidades 4 y 5 se refieren a la sociología jurídica o sociología del derecho,


que constituye la nueva visión de la enseñanza sociológica a quienes hacen del
derecho su profesión y especialidad; es decir, son temas torales para los
abogados y juristas que permiten incursionar en el espacio donde las leyes se
gestan como necesidad, regulación, control, arreglo o conflicto y que tiene que ver
con las fuentes reales y la interpretación del derecho.

La Unidad 4 recorre la rica temática de las relaciones entre sociedad y derecho,


entendiendo que aquélla significa vida colectiva regulada. Así, luego de precisar el
objeto de la sociología del derecho y algunas líneas sobre el método, el temario
toma de los autores más sobresalientes de la disciplina sus concepciones
sociológicas del derecho, para abordar enseguida el componente jurídico de la
convivencia y las relaciones sociales.

En esta Unidad destaca la propuesta teórica que hago de distinguir dentro de la


teoría de la acción social en general, la que denomino acción sociojurídica con
sus componentes específicos, de manera que puede identificarse, más allá del
comportamiento social humano en relación con las leyes, como acción colectiva

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que mueve las instituciones con referencia al derecho y no sólo a la ley, es decir,
tanto al derecho del Estado como al derecho vivo y libre y al derecho social.

Como temas ineludibles de esta Unidad 4, abordo las teorías sociojurídicas de la


coacción, para advertir que las instituciones alrededor de ésta (cárceles, policías,
fiscales y jueces), incrementan su función de control y preponderancia
burocrática, en la medida en que decae la función orientadora y persuasiva de la
educación y de las instituciones éticas, cuyo fracaso queda al descubierto por el
incremento imparable del crimen y la violencia. En este marco, el texto desarrolla
el tema de las funciones sociales del derecho, que requiere ser ubicado dentro del
análisis estructural funcionalista, como se plantea en el texto.

Otro tema infaltable de esta Unidad es el de los roles o papeles sociojurídicos de


los principales agentes de la organización o la cultura jurídica de la sociedad: el
rol del abogado, del juzgador (incluyendo en este concepto no sólo a jueces,
magistrados o ministros o consejeros, sino también a quienes inician la carrera
judicial y son la base estructural del aparato judicial: oficiales, actuarios y
secretarios), así como de la policía y de quienes participan en los procesos,
procedimientos y litigios.

Concluyo esta unidad, una vez conocido el perfil del rol del abogado, con
aspectos básicos de la deontología de esta categoría social, vinculada
directamente con el tema de la colegiación obligatoria y el ejercicio de la
profesión, en el entendido de que la ética juega un importante papel en la
interacción de abogados, personas físicas y morales y servidores e instituciones
públicas.

La Unidad 5, está dedicada precisamente a las instituciones jurídicas, tanto en su


carácter estructural cuanto en su expresión normativa que las ubica en el marco
de la cultura, como un elemento de ésta. Por tal razón esta Unidad desarrolla los
temas de cultura y subcultura jurídica, el pluralismo y el derecho indígena como

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expresión de éste, sin dejar de lado la noción sociológica de institución aportada
por las diversas escuelas y corrientes.

En ese marco, la Unidad pretende explicar la noción de sociología de la


Constitución y el vínculo ineludible de ésta con el Estado, entendiendo que
aquélla o éste son dos instituciones jurídico-políticas fundamentales de las
sociedades nacionales. Así, explico el nacimiento y desarrollo del
constitucionalismo y su correlación con el surgimiento de la sociedad civil y del
liberalismo político y económico.

El alumno podrá encontrar en esta Unidad del texto la explicación de los factores
reales o sociológicos de la aparición de las constituciones, de sus cambios y
mutaciones, así como de sus quebrantamientos desarrollados a partir de lo que el
autor denomina “los procesos políticos fundamentales”, todo lo cual es objeto y
materia de la sociología de la Constitución, que se plantea como disciplina
especializada de la sociología del derecho.

Finalmente, la Unidad aborda el tema del aparato judicial, en el que se opera la


administración e impartición de la justicia, la coerción, la solución pacífica de los
conflictos y el crecimiento y especialización del propio aparato como Poder y
como función, para culminar con el estudio de las funciones sociales de la
jurisprudencia y la influencia de las fuerzas sociales en la creación y aplicación de
la ley.

Adviértase que la sociología jurídica es el campo es el que radica la calidad


científica del estudio del derecho y por ello merece la consideración de una
especialidad académica en los planes de estudios de las facultades y escuelas de
derecho.

Los coautores expresamos con reconocimiento y elevado aprecio, muestra


gratitud al equipo que nos ha auxiliado en la formación e integración del texto y en

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el acopio de informaciones documentales y bibliográficas, particularmente a
Guillermo Tapia González, Marineyla Cabada Huerta, Ulises Bonilla Constantino,
Jesús Quintana Valtierra, Fernando González Gutiérrez y la Maestra Amparo
Apolinar de Jesús, sin cuya colaboración este breviario no hubiere llegado a ser
puesto en condiciones su publicación.

Dr. Jorge E. Moreno Collado

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UNIDAD 1
FUNDAMENTOS HISTÓRICOS DE LA SOCIOLOGÍA

Dr. Carlos F. Quintana Roldán

Objetivo particular: Comprender el desarrollo del pensamiento sociológico;


analizar los antecedentes y el origen de la sociología como ciencia, sus principales
escuelas y exponentes. Tener una visión actual de la metodología propia de ésta;
así como explicar la relación que guarda con otras disciplinas.

1.1. Origen y desarrollo de la sociología.

La preocupación humana por conocer el entorno social en el que vive se ha


manifestado desde la más remota antigüedad, como se puede observar de las
aportaciones que nos brinda la Historia Universal. En efecto, las investigaciones
antropológicas y arqueológicas más aceptadas afirman que el homo sapiens
apareció en África hace unos 150,000 años. Se cuenta con mejores datos que
explican que nuestra especie biológica definida con sus características distintivas,
data de alrededor de 60,000 años, según se calcula para los restos del hombre de
Grimaldi o el de Cro-Magnón. De aquellas lejanas épocas proto-históricas, la
aventura evolutiva de los grupos humanos ha generado un acervo importante de
experiencias, conocimientos, ideas e instituciones.1

El sentido de sociabilidad, innato en nuestra especie, propició que las primeras


tareas organizadas de aquellas ancestrales civilizaciones se dieran en orden a
satisfacer sus necesidades de alimentación, de seguridad y de reproducción,
dando origen a las primigenias organizaciones humanas, como las hordas, los
clanes y las tribus, que habrían de ser el germen de la sociedad que hoy
conocemos.

1 Quintana Roldán, Carlos F. Derecho Municipal; Ed. Porrúa, 10ª edición, México, 2011, p. 25.

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Si bien esa antigua inquietud por reflexionar sobre la vida en colectividad es
connatural a la razón y al espíritu humano, sería tardíamente, esto es hasta
mediados del siglo XIX, cuando se ubique de forma científica el estudio de los
fenómenos sociales, bajo principios teóricos y metodológicos de análisis objetivo.
A decir del gran sociólogo mexicano Don Lucio Mendieta y Núñez, se pueden
encontrar precedentes del pensamiento sociológico “… en las obras de aquellos
autores que tratan sobre cuestiones sociales y se refieren en ellas a los hechos y
a las instituciones que se dan en las sociedades humanas; pero sólo de una
manera incidental o general, sin hacerlos objeto de una ciencia nueva, sino
incluyéndolos o tratándolos marginalmente en sus especulaciones históricas,
filosóficas o de otra índole.”2

En dicho contexto, los antecedentes del pensamiento sociológico pueden


encontrase, en primer término, en las aportaciones de pensadores antiguos que
trataron el tema social bajo un enfoque propio de la filosofía o de la política.
Posteriormente vendrían otros autores más cercanos a la época del surgimiento
de la sociología, sobre todo en los siglos XVII y XVIII, cuyas ideas enmarcaron en
buena medida las teorías iniciales de nuestra disciplina. El sociólogo colombiano
Benigno Mantilla Pineda señala al respecto, que “…en el estudio del origen de la
Sociología conviene distinguir dos especies de precedentes: remotos y próximos.
Los primeros comprenden lo que se ha llamado el pensamiento social (mundo
antiguo y medieval), y los segundos el proceso histórico y científico de Europa en
la época moderna.3

Cabe precisar que las características del pensamiento social se fueron marcando
de acuerdo a las distintas épocas históricas. En la antigüedad las ideas se
basaron principalmente en especulaciones de orden filosófico y de tipo naturalista.
Grecia y Roma fueron el centro del desarrollo cultural de aquellos siglos. En la
Edad Media habrían de predominar las ideas de tipo religioso, a más de que la

2 Mendieta y Núñez, Lucio. Breve Historia y Definición de la Sociología; Ed. Porrúa; 2ª edición,
México,1977, p. 14.
3 Mantilla Pineda, Benigno. Manual de Sociología; Ed. Bedout, Medellín, Colombia, 1976; p. 13.

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hegemonía de la Iglesia la hacía estar presente en todos los asuntos culturales y
sociales. A su vez, importantes acontecimientos históricos como las Cruzadas y
posteriormente el Renacimiento y la Reforma protestante, propiciaron impactantes
cambios en la vida de las sociedades de esas épocas, que finalmente
desembocarían en el surgimiento del mundo moderno. Igualmente los ajustes
económicos que propicio la Revolución industrial y las nuevas ideas políticas de la
Revolución francesa, serían determinantes en aquellas transformaciones de la
vida de la sociedad europea. Bajo esa tendencia renovadora se elaboraron nuevas
metodologías de investigación, que incluyeron rigurosas reglas para la búsqueda
del conocimiento y, de esa forma, fueron formándose las modernas ciencias, tanto
las físico-naturales, como las sociales. Sería este panorama de impulso renovador
y de espíritu progresista, el campo propicio para que fuera posible el surgimiento
de la sociología como aquella disciplina encargada del estudio científico de los
fenómenos sociales.

En los cuadros siguientes se aprecian algunos rasgos del pensamiento de los


principales precursores de la sociología, tanto de los de la antigüedad y la Edad
Media, como los que corresponden al mundo moderno, de quienes, además, se
proporciona la denominación de sus textos. Los datos han sido tomados,
principalmente, de las siguientes obras: Historia de las ideas políticas, de
Raymond G. Gettell; Historia de la teoría política, de George H. Sabine; Breve
historia y definición de la sociología, de Lucio Mendieta y Núñez; La teoría
sociológica, de Nicholas S. Timasheff; y, Las etapas del pensamiento sociológico,
de Raymond Aron.

PRECURSORES DEL PENSAMIENTO SOCIAL EN LA ANTIGÜEDAD


GRECIA CLÁSICA IDEAS

No tienen obra escrita y se le conoció por los escritos de sus discípulos,


Sócrates especialmente de Platón. Planteó un racionalismo ético. La vida social la
(469-399 a.C.) funda en un pacto tácito de ciudadanía. Fue ejecutado por la defensa de
sus ideas.

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Discípulo de Sócrates. Filósofo de orientación idealista (en las ideas está
la verdad). Autor de numerosos Diálogos, destacando para nuestro curso:
La República; El Político; y, Las Leyes. Como precursor de la Sociología,
Platón expuso ideas en torno a la génesis y fundamentación de la sociedad y del
(427-347 a.C.) Estado, como un producto natural. Planteó una teoría de clases sociales:
hombres de oro o filósofos, quienes debían tener a su cargo el gobierno
social; hombres de plata o guerreros, para la defensa de la sociedad; y,
hombres de bronce, trabajadores, comerciantes y demás, para llevar a
cabo el abasto y los servicios de la sociedad. Fue el fundador de la
Academia, lugar donde impartía sus lecciones.

Fue discípulo, a su vez, de Platón. Se le considera el más importante


filósofo de la antigüedad. Fue autor de muchos textos, destacando para
nosotros: La Política, y La Moral a Nicómaco. Su posición filosófica fue
realista (la verdad está en los hechos). Expuso sus ideas sobre el origen
de la sociedad, la familia, la polis (Estado), las clases sociales, los
agrupamientos sociales y las revoluciones. Señaló que el hombre es un
Aristóteles ser social (zoon politikón), porque su naturaleza y esencia lo llevan a vivir
(384-322 a.C.) en comunidad. Su teoría de clases sociales parte de la idea naturalista de
que “unos nacen para mandar y otros para obedecer.” Expuso una
interesante teoría de formas de gobierno puro y degenerado, según se
atiendan o no las necesidades del pueblo. Así tenemos: monarquía
(gobierno de uno) que degenera en tiranía; aristocracia (gobierno de un
grupo selecto) que se transforma en oligarquía (gobierno arbitrario de un
grupo); y, democracia (gobierno de representantes del pueblo) que
degenera en demagogia o timocracia. Fundó el Liceo en donde enseñaba
a sus discípulos.
DECADENCIA DE
GRECIA.ESCUELAS IDEAS
ETICAS

Iniciador de la corriente del Estoicismo en la que se plantea el principio de


la hermandad universal humana por ser todos seres racionales, que los
lleva a integrar una república común. Los estoicos profesan una filosofía
ética de tolerancia y soporte de las circunstancias adversas que
enfrentaba la civilización griega. Se debe a ellos el concepto de ley
Zenón de Citio
natural. Tuvieron vigencia sus ideas filosóficas a lo largo de los siglos II y I
(337-264 a.C.)
antes de nuestra era. Sin embargo su pensamiento ha trascendido en las
ideas sociales de igualdad, y sobre todo en la visionaria concepción de lo
que ahora llamamos derechos humanos.

La filosofía epicúrea se basa en una concepción hedonista de la vida


humana. Defienden la satisfacción moderada de todos los deseos y
aconsejan la supresión de las emociones y la subordinación de los
apetitos ilícitos e inmorales a los postulados de la razón. Definen a la ley
como un acuerdo útil para defenderse de la violencia y la injusticia. Miran
Epicuro
al Estado con recelo y como un producto de la fuerza de los que dominan
(341-270 a.C.)
a la sociedad. Estas ideas han trascendido al plantear la búsqueda de la
felicidad individual aunque se vivan dificultades y atropellos.

ANTIGUA ROMA IDEAS


Polibio
(204-122 a.C.) Filosofo de origen griego quien llega a Roma por la caída de Grecia frente
los romanos. Pronto se destaca por su sabiduría y se ocupa de la

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educación de los hijos de importantes patricios. En su obra: Historia de
Roma expone que el poderío romano se debe a que la constitución
republicana supo combinar las tres formas aristotélicas de gobierno puro.
En los dos cónsules está el principio monárquico, el senado es de
naturaleza aristocrática y las asambleas populares tienen un carácter
democrático. Señala que se crea así un sistema de frenos y balanzas que
brindan equilibrio político al Estado. Por todo ello, Polibio puede ser
considerado como un notable precursor de la sociología política.

Nació en la ciudad de Arpino, región del Lacio. Se le considera el más


importante filósofo de Roma, a más de haber incursionado de manera
destacada en las actividades políticas de la Republica. Es, también, el
máximo exponente de la oratoria latina. Sus ideas filosóficas son de orden
ecléctico por estar fundamentadas en varias orientaciones doctrinarias.
MarcoTulio
Sus principales obras en los temas de nuestra disciplina son: De la
Cicerón
república; y Las leyes. Cicerón dio a la concepción estoica del derecho
(106-43 a.C.)
natural el sentido y la formulación en que ha sido universalmente conocido
desde su época hasta el siglo XIX. Entendió a la sociedad como el
resultado de una serie de procesos que unen a los seres humanos, como
las costumbres, la raza, la religión, el idioma y la cultura. Igualmente
expuso interesantes ideas en torno a los conflictos y la guerra. A todo ello
se debe que sea considerado como un importante precursor de la
sociología, sobre todo de la sociología jurídica.

Filósofo de origen español, nacido en Córdoba. Es considerado como un


gran moralista por haber escrito un sin número de obras de ese corte. Sus
textos más conocidos son: Epístolas morales, conocido también como
Lucio Anneo Cartas a Lucilo.; igualmente De la clemencia; y, De la felicidad. Indica que
Séneca la humanidad vivió un estadio primitivo en que llevaba su existencia de
(4-a.C.-65d.C.) acuerdo a la naturaleza, en armonía y solidaridad, denominándola: Edad
de Oro. Sin embargo, dice, la avaricia que originó la propiedad privada y el
lujo, enfrentaron a los hombres y se produjo la lucha y la pobreza. Es un
precursor de la sociología en cuanto que nos habla de la solidaridad
humana. Igualmente sus ideas en torno a la propiedad privada de los
bienes son de interés para la sociología económica.
CONCLUSION DEL
MUNDO ANTIGUO. LA IDEAS
EDAD MEDIA
Nació en Tagaste, Africa, murió en Hipona, ciudad de la que fue obispo.
Se le considera el más importante pensador de la escuela patrística, en la
que se agrupa a los primeros filósofos y teólogos de la iglesia cristiana,
como el propio San Agustín, al igual que a San Cipriano, San Ambrosio y a
San Gregorio Magno. Siguió la filosofía platónica de orden idealista,
igualmente conoció bien las doctrinas de Cicerón, mezclándolas con la
nueva teología cristiana. San Agustín marca así la transición entre el
mundo clásico y el naciente mundo cristiano.
San Agustín Su obra más importante como precursor del pensamiento sociológico es:
(354-430 d.C.) La ciudad de Dios. Entiende este pensador que la sociedad está dividida
en dos grupos: los buenos y los malos, que a la vez forman místicamente
dos ciudades, la de Dios y la del hombre, al hacer alusión a la lucha ente
el bien y el mal. Por ello deberá prevalecer el bien, que pronto las ideas
posteriores identificarán con la Iglesia, frente al Estado, que por ende éste
se le debe someter, doctrina conocida como teoría de las dos espadas,
una espiritual y la otra temporal o mundana.
Otras importantes obras de San Agustín son: Las confesiones; y, Del
libre albedrío.

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Nació en la población de Roccaseca, Italia; murió en la ciudad de Priverno
de ese propio país. Se le considera el más importante teólogo cristiano y el
principal exponente de la corriente de la Escolástica. Santo Tomás sigue
ampliamente las ideas de Aristóteles, al igual que las de Cicerón, tratando
de aplicar un sistema racional y lógico a la interpretación de los textos
sagrados. Su obra denota un agudo sentido histórico y construye
importantes teorías sobre los hechos y las instituciones políticas de su
Santo Tomás de época. Si bien la obra más conocida de Santo Tomás, y seguramente la
Aquino más importante, es La suma teológica, sin embargo es en su libro Del
(1225-1274 d.C.) régimen de los príncipes en donde expone sus ideas políticas y sociales.
Entiende a la autoridad como producto de la naturaleza social del hombre,
y precisa como fines del Estado: la protección y conservación de la
población, el establecimiento y arreglo de las comunicaciones, la
acuñación de moneda, las pesas y medidas, y la protección de los pobres.
En la obra en cita da una interesante idea sobre la revolución legítima
como derecho del pueblo cuando el príncipe no sigue los dictados de la ley
y desacata las doctrinas de la religión.
Es precursor de la sociología en cuanto a que expuso una verdadera
teoría del Estado, al hablar de los fines del poder público.

Ibn Jaldún, conocido también como Abenjaldun, nació en Túnez y murió


en el Cairo. Se trata de un caso muy especial de un historiador, filósofo,
economista y geógrafo musulmán de una amplísima cultura y que dejó
obras de gran trascendencia para el pensamiento social. Jaldún fue
conocido en España en donde vivió por un largo tiempo. Es catalogado
como un filósofo de la historia especialmente en su obra principal: Historia
universal, en la que propone varias etapas de la evolución humana,
Ibn Jaldún
(1332-1406 d.C.)
entendiéndolas, como un proceso de cambios sociales. Explicó la
influencia del medio físico sobre la organización social y entendía la
necesidad de una disciplina con objeto especial de estudio centrado en los
acontecimientos sociales. El pensamiento de este filósofo e historiador
trascendió al mundo europeo por distintas versiones que se conocieron en
su traducción al español. Igualmente ha trascendido el pensamiento del
pensador árabe porque entendió a los fenómenos sociales con un criterio
libre y secular ajeno a cualquier prejuicio religioso y con un espíritu
marcadamente científico.
EL RENACIMIENTO Y
EL SURGIMIENTO DE IDEAS
LA EDAD MODERNA
Nació en Florencia, Italia; murió en la misma ciudad. Filósofo, político,
jurista y diplomático del Renacimiento. Se considera a Maquiavelo el más
grande politólogo de esa época de grandes transformaciones en todos los
órdenes del acontecer humano. Su obra principal, que es sumamente
conocida, es: El Príncipe. Fue conocedor del poder y colaborador cercano
de la dinastía Borgia. Con rigor técnico y con profundo conocimiento
histórico explicó la fría realidad encarnada en los fenómenos políticos de
su tiempo. Se le considera un pionero y precursor del conocimiento social
Nicolás Maquiavelo en cuanto que su obra es todo un compendio acerca de la naturaleza del
(1469-1527 d.C.) hombre frente al poder. Su principal preocupación en esta materia política
fue la unificación de Italia, al pensar que requería de un príncipe fuerte que
uniformara la división que presentaba la península en principados,
repúblicas y protectorados, a más de los estados pontificios. Trató en su
obra a la política bajo una interpretación autónoma, ajena a las ideas

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religiosas, éticas, o de la filosofía tradicional.

Nació en Nápoles y murió en la misma ciudad. Cursó la carrera de


derecho. Escribió varias obras, siendo las más importante, como precursor
de nuestra disciplina, la denominada Principios de una ciencia nueva en
torno a la naturaleza de las naciones, mejor conocida como Ciencia nueva,
edición que data de 1725, y que fue conocida en la sociología alemana por
la traducción que en su momento hizo Max Weber. Vico fue el primer
pensador que entendió la necesidad de crear una ciencia que
expresamente se encargara del estudio de las sociedades humanas para
Juan Bautista Vico hallar principios generales que sirvan para su perfeccionamiento. Habló
(1668-1744 d,C.) del derecho natural de gentes; del origen de la sociedad; del origen de la
propiedad; de las clases sociales y del Estado. Dio especial importancia a
los factores culturales que dan cohesión a la sociedad, como el lenguaje,
la religión y las costumbres. Propuso una división de las etapas de la
evolución humana, en tres edades: de los dioses, de los héroes y de los
hombres, que corresponden a la vez don tres tipos de gobiernos: divinos,
heroicos y humanos. Las ideas de Vico influyeron en pensadores
posteriores como Saint Simón y el propio Comte.

Charles Louis de Secondant, Barón de Montesquieu, nació en La Brède,


Francia; murió en París. Se ha considerado como el más importante
precursor de la sociología del derecho. Su principal obra es: El espíritu de
las leyes (1748). Da una definición de ley como la relación necesaria que
se deriva de la naturaleza de las cosas, afirmando que la divinidad, los
Montesquieu animales y el hombre tienen sus leyes. Para los seres humanos la primera
(1689-1755 d.C.) ley natural es el deseo de vivir en paz; la segunda es la necesidad de
alimentación; y la tercera la atracción recíproca de los sexos. Analiza una
multiplicidad de factores que configuran a las sociedades y les dan sus
características diferentes a cada una, como el clima, la religión, la
economía, la demografía y la cultura. A Montesquieu se atribuye, en
materia de teoría política, haber propuesto de manera moderna la
exigencia de la división de los poderes del Estado en la búsqueda de su
equilibrio; entiende así que debe existir un poder ejecutivo, un legislativo y
un judicial.

Nació en París, Francia; murió en esa propia ciudad. Se le considera un


importante exponente de la filosofía de la historia; se le reconoce como
uno de los más claros precursores de la sociología, toda vez que influyó
de manera muy notable en el pensamiento de Augusto Comte. En su obra
titulada: De los sucesivos avances de la mente humana (1750), expone
sus ideas sobre el progreso, diciendo que todas las épocas históricas
están ligadas por una cadena de causas y efectos que enlazan al mundo
actual con el que ha existido anteriormente. Turgot es el antecedente
inmediato de la ley de los tres estados, que tiempo después habría de
Roberto Jacobo Turgot formular Augusto Comte. Afirma Turgot que el hombre primitivo al
(1727-1781 d.C.) desconocer las causas de los fenómenos los atribuye a seres inteligentes
e invisibles; posteriormente los filósofos reconocieron lo absurdo de esta
fábulas y propusieron la explicación de las cosas bajo principios y
potencias; tiempo después la humanidad se hizo hipótesis en base a la
acción mecánica de los cuerpos como causas que les dan su realidad.
Como antes hemos dicho, es de notar la cercanía de esta propuesta con
las ideas de Augusto Comte.

Nació en la población de Rivemont, Francia; murió en Bourg – la Reinè, de


ese propio país. Filósofo, matemático y político francés, cuyo pensamiento

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Nicolás, Marqués de se ubica en la filosofía de la historia, al afirmar que el progreso de las
Condorcet facultades del hombre es ilimitado y tienden a la perfección indefinida.
(1743-1794 d.C.) Redactó diversos artículos para la Enciclopedia de Diderot. En su texto
denominado: Bosquejo de un cuadro histórico del progreso del espíritu
humano (1793), que fue escrito en prisión al haber caído en desgracia con
los líderes de la Revolución triunfante, detalla una serie de etapas a través
de las cuales ha evolucionado la humanidad catalogándolas en diez
grandes períodos, que van desde la época primitiva de cazadores y
pescadores, hasta el surgimiento del mundo moderno. A la décima época,
posterior a la Revolución, la describe con extremo optimismo, pues
asegura que daría origen a épocas felices de paz, de abundancia y
longevidad para los seres humanos. Se le considera precursor cercano de
la sociología por el énfasis de orden evolucionista que tiene su obra,
característica que, a la vez, vendría de marcar a la sociología inicial.

Claudio Enrique de Rouvroy, Conde de Saint-Simón, nació en París,


Francia; murió en esa propia ciudad. Fue un filósofo y teórico francés cuyo
pensamiento lo ubica en el socialismo utópico. Estudió y dio cursos en el
Politécnico de París, en donde entabló una cercana relación con Augusto
Comte, quien fuera su asistente académico, si bien a lo largo de los años
tuvieron serias diferencias e inclusive problemas legales. Sus obras más
Saint Simón destacadas son: Cartas de un habitante de Ginebra; y, El nuevo
(1760-1825 d.C.) cristianismo. Bajo las ideas de la filosofía de la historia habla de una serie
sucesiva de etapas del progreso humano, que se marcan por períodos
críticos y otros de avance en la sociedad, afirmando que en la historia
cada período de crisis es seguido por otro de organización social, al que
sucede una nueva crisis; estas ideas resultan interesante como forma
dialéctica de pensamiento. Se considera un Saint Simón un gran defensor
de la organización industrial como nuevo sistema social y político, al
afirmar que el industrialismo llevaría a Europa a una nueva fraternidad,
esto es a un nuevo cristianismo.

Pasando al tema del surgimiento de la sociología como disciplina independiente,


expone Armando Cuvillier, 4 que correspondió a Augusto Comte (Francia, 1798-
1857) el mérito de haber hecho aceptar la idea de una ciencia positiva de los
hechos sociales. Fue Comte en su obra Curso de Filosofía Positiva quien a partir
del quinto tomo de dicho texto (1839) otorgó a esta nueva ciencia el nombre de
“Sociología”, para denotar el estudio positivo del conjunto de las leyes
fundamentales propias de los fenómenos sociales. Comte pretendía llamarla,
inicialmente, física social. Sin embargo como este nombre ya había sido utilizado
en varios textos, especialmente por el sabio belga Adolfo Quetelet, la denominó
con un vocablo integrado con una raíz latina (societas: sociedad) y otra griega
(logos: estudio o tratado), cuestión que se le impugnó de inmediato, argumentando

4Cfr. Cuvillier, Armando; Manual de Sociología; Ed. El Ateneo; tercera edición; Argentina, 1963;
pp. 35 y siguientes.

15
sus críticos que se trataba de un barbarismo por ser una palabra híbrida, lo que la
buena sintaxis de un idioma no lo acepta.

Pese a ello, existe unánime opinión de que una de las principales contribuciones
de Comte a la nueva disciplina fue precisamente la de haberla creado, dándole el
nombre que la colocó definitivamente entre las ciencias.5 A finales del siglo XIX y
en los primeros años del XX, la sociología se había introducido de manera
consistente en los principales centros académicos europeos, por lo que surgieron
un conjunto de pensadores clásicos de la disciplina, quienes fueron multiplicando
los trabajos teóricos y enriqueciendo a la naciente ciencia. El pensamiento de
Comte, al igual que el de aquella pléyade de clásicos de la sociología, sigue
siendo altamente válido hasta nuestros días.

Resulta conveniente, para una mejor comprensión del origen de la sociología,


considerar las diversas circunstancias de orden intelectual y de carácter social o
moral que acontecían en la Europa de aquella época y que propiciaron su
nacimiento. El autor inglés Thomás Bottomore al abordar este punto afirma que no
es difícil identificar los principales antecedentes intelectuales de la sociología,
indicando que éstos fueron:6 a) la filosofía política; b) la filosofía de la historia; c)
las teorías biológicas de la evolución; y, d) los movimientos de reforma social y
política. A su vez, entiende Bottomore que las circunstancias sociales que
condicionaron el surgimiento de la nueva ciencia se dieron con la Revolución
industrial en Inglaterra y la Revolución francesa.

Bajo las ideas de la filosofía política y de la filosofía de la historia (El Abad de


Saint-Pierre, Vico, Montesquieu, Russeau, Votaire, Hegel, Herder, Ferguson, entre
otros) se pretendió encontrar el sentido del acontecer histórico y político, así como
entender la trascendencia de los acontecimientos y fenómenos sociales que
entonces se vivían, en un mundo azaroso y conflictivo, que si bien estaba

5Cfr. Mendieta y Núñez, Lucio; ob. cit. p. 103


6Cfr. Bottomore,T.B. ; Introducción a la Sociología; ediciones Peninsular,4ª. Edición; Barcelona,
España, 1968; pp. 17-23

16
impresionado con un sin número de deslumbrantes avances propios del Siglo de
las Luces, también se encontraba viviendo en una profunda crisis. De esta
manera, esos pensadores nos dejaron como contribuciones para el análisis social,
la nociones de desarrollo y progreso, así como lo conceptos de periodos históricos
y de tipos sociales.

En lo referente a la economía y las formas de producción, la Revolución industrial,


especialmente en Inglaterra y Alemania, desembocó en cambios radicales en las
relaciones sociales y la forma de vida y de ocupación de grandes contingentes
poblacionales. El aprovechamiento de la fuerza mecánica de las máquinas para la
producción de mercancías y la prestación de servicios, dio por resultado el
surgimiento de nuevos y más amplios mercados, así como renovadas formas de
organización económica que hicieron nacer a las modernas clases sociales: la
burguesía y el proletariado. A su vez la Revolución francesa, trajo como
consecuencia todo un conjunto de cambios en torno al ejercicio del poder público,
al gobierno y al Estado, que trasformarían profundamente la vida de las
comunidades humanas, especialmente bajo los principios de soberanía popular,
representación política y derechos ciudadanos.

Las circunstancias intelectuales y sociales así planteadas, marcaron a nuestra


disciplina en sus contenidos iniciales, dándole un carácter: a) evolucionista,
porque las primeras aportaciones de esta ciencia trataron de hacer palpables las
diversas etapas y condiciones en que se han dado las trasformaciones de las
sociedades, siguiendo los modelos de la biología en los seres vivos; b) positivista,
porque aquellos primeros estudios sociológicos tuvieron la intención de aplicar
métodos empíricos o históricos, dejando atrás al antiguo dogmatismo, o a las
simples deducciones teológicas o filosóficas; c) enciclopédica, porque esas
primigenias teorías y sus autores, se ocupaban de estudiar toda la vida social
humana y todos sus procesos de convivencia.

17
La formación inicial de la sociología quedaría sellada por las características
enunciadas, como lo podemos observar en las aportaciones de muchos de los
primeros exponentes de esta ciencia. En tal sentido, a más del propio Comte,
debemos considerar como fundadores de esta disciplina a otros filósofos y
pensadores, como son: el Claude Henri de Rouvroy conde de Saint-Simón, quien
fuera maestro de Augusto Comte; así como a Carlos Marx; Leopoldo Von Stein y
Heriberto Spencer; pues si bien se podrían mencionar otros nombres, estimamos
que se trata de los más destacados tratadistas de esta etapa fundacional de la
sociología. De ellos daremos una mayor explicación de sus aportaciones al
referirnos a las distintas escuelas o corrientes sociológicas que fueron
apareciendo a finales del siglo XIX y principios del XX.

1.1.1.- El problema de la definición de la sociología. Su objeto de estudio.

Existe un amplio número de definiciones que se han propuesto para nuestra


disciplina, con muy diversas orientaciones y perspectivas según sea el autor de
cada una de ellas, o según sean las tendencias ideológicas de sus teorías. Es por
ello que enseguida detallamos algunas que pueden resultar de utilidad para el
curso.

En primer término, hay una serie de definiciones que por la amplitud de sus
expectativas las hemos catalogado como de tipo general o panorámico. En ese
sentido se ha propuesto que la sociología es:”…la ciencia que trata de las
condiciones de existencia y desenvolvimiento de las sociedades humanas.”7 A su
vez René Maunier define también a la sociología de forma panorámica, como:”…el
estudio descriptivo, comparativo y explicativo de las sociedades humanas.”8

Se cuenta, también, con otras definiciones que resaltan aspectos analíticos o


descriptivos, como, entre otras, la que nos da Don Luis Recasens Siches, al

7 Voz: sociología; en Enciclopedia del Idioma, de Martín Alonso; Ed. Aguilar; Madrid; 1968
8 Maunier, René. Introducción a la sociología; Ed. Luz; Santiago de Chile; 1933; p. 68

18
afirmar que: “La sociología es el estudio científico de los hechos sociales, de la
convivencia humana, de las relaciones interhumanas en cuanto a su realidad o ser
efectivo.”9 En esta orientación tenemos, igualmente, la propuesta de definición del
autor argentino Felipe Fucito, quien entiende que: ”La sociología es una
perspectiva científica para la descripción, explicación y predicción de la vida
humana en sociedad por lo que implica la búsqueda de leyes generales.”10 Con
tendencia similar el destacado sociólogo norteamericano Ely Chinoy señala que:
“…podríamos definir a la sociología como el estudio de los grupos humanos, de
las relaciones sociales y de las instituciones.”11

Por lo que hace a algunas definiciones que toman como base de su explicación el
concepto de “acción social”, podemos citar la de Max Weber, quien nos dice que:
“La sociología es una ciencia que pretende entender e interpretar la acción social
para explicarla causalmente; entendiendo por acción social una conducta humana
donde el sentido subjetivo del actor está referido a la conducta de otros,
orientándola en su desarrollo y efectos”.12 En esta propia dirección tenemos, de
igual manera, la definición de Talcott Parsons, quien entiende por sociología: ”…la
ciencia que trata de desarrollar una teoría analítica de los sistemas de acción
social, en tanto éstos pueden ser entendidos en términos de la propiedad de
valores comunes integrados.”13

Como puede observarse de las definiciones que se citan, si bien éstas son
distintas, confluyen en el esfuerzo común de enmarcar a nuestra ciencia como una
forma válida de explicar a los fenómenos sociales bajo estricto rigor científico. En
tal sentido, por nuestra parte entendemos que la sociología es: “Aquella ciencia
social que estudia la vida grupal de los seres humanos y los fenómenos que son

9 Recaséns Siches, Luis. Sociología; Ed. Porrúa; Novena edición; México, 1998; p. 4
10Fucito,Felipe. Sociología General; Ed. Universidad; Buenos Aires, Argentina, 1995;p. 67
11 Chinoy Ely. La sociedad. Una introducción a la sociología; Ediciones del Fondo de Cultura

Económica; México- Buenos Aires, 1966; p. 19


12 Tomada de la obra La sociología; Colección Ideas-Obras-Hombres ; Tema: Weber (Max);

Ediciones Mensajero; Bilbao, España; 1974;pp.542 y 543


13 Parsons, Talcott. The estructure of Social Action; Ediciones McGraw-Hill; Nueva York,1937;

p.768

19
consecuencia de ella, especialmente el surgimiento, transformación y desarrollo
de las sociedades, así como las instituciones que han creado las colectividades;
con el fin de describir, generalizar, observar tendencias o integrar leyes, que nos
expliquen con objetividad y certeza la realidad del acontecer social”.

La definición que aquí proponemos, de hecho implica la descripción misma de lo


que es el objeto de estudio de nuestra disciplina, al hacer énfasis en las
preocupaciones esenciales que conforman el análisis sociológico. Desde luego
debemos resaltar que la base de todo análisis y explicación sociológica es la
conducta y el comportamiento de los individuos en su relación con los demás, esto
es como integrantes de los distintos grupos sociales; igualmente afirma la
definición que la sociología cumple también una serie de expectativas de
investigación al abordar la naturaleza, la evolución y el funcionamiento de un sin
número de instituciones que han sido creadas por la inteligencia humana para que
sirvan de pautas y reglas a seguir en la vida de las sociedades; en este propio
sentido, se indica en la definición que el objetivo final de tales estudios no será
otro que la explicación objetiva de los fenómenos que se suceden en los
comunidades humanas como consecuencia de la actividad de sus integrantes.

En este orden de ideas, refiriéndonos al objeto de estudio de la sociología es


posible afirmar que nuestra disciplina se dedica a estudiar lo que es común a
todos los fenómenos sociales, y de qué manera éstos se encuentran relacionados
entre sí. Nos queda claro que este enfoque general no lo tiene ninguna otra
ciencia social, por lo que tal característica es una nota distintiva de nuestra materia
de estudio. Al respecto Mendieta y Núñez expone, que: “ … el objeto propio de la
sociología es el estudio: a) de lo que es común a todos los fenómenos sociales; b)
de las relaciones entre los distintos fenómenos sociales y sus mutuas influencias;
c) de la influencia del medio externo sobre los fenómenos sociales y de los
sociales sobre ese medio; d) de la estructura social integrando instituciones y
asociaciones, grupos y cuasi grupos sociales; y, e) para llegar a comprender a la

20
sociedad como un todo, en su estructura, en su funcionamiento y en sus
cambios.”14

De la manera anterior quedan expuestos los rasgos más relevantes de los temas
que como objeto de estudio aborda la sociología, para de allí partir al análisis
particular de los distintos fenómenos sociales

1.2. Principales escuelas sociológicas y sus exponentes teóricos.

El sentido que damos aquí al concepto de “escuela sociológica” no es otro que el


de agrupar un conjunto de doctrinas, teorías, sistemas, propuestas metodológicas,
tendencias e interpretaciones que resultan afines entre diversos autores y
corrientes de pensamiento, que de esa manera nos presentan elementos comunes
para la explicación y análisis de los fenómenos sociales. La sociología, como
todas las ciencias, ha logrado configurar una serie importante de escuelas, tanto
las que se originaron en sus primeros años, como otras que se fueron adicionando
a lo largo de su desarrollo y crecimiento. Por ello tratamos las escuelas que son
más significativas para una adecuada concepción del contenido de nuestra
disciplina.

Por otra parte, antes de abordar de manera más amplia el contenido de las
principales escuelas sociológicas resulta de interés detallar los datos biográficos y
las principales aportaciones a la disciplina por parte de sus fundadores más
connotados, como son: Augusto Comte, Carlos Marx, Emilio Durkheim y Max
Weber, en el entendido que a los dos primeros se debe propiamente la fundación
de la sociología, y a los otros dos se les considera como los indudables
consolidadores y modernizadores de la disciplina, especialmente en los años
finales del siglo XIX y en las primeras décadas del XX.

14Mendieta y Núñez , Lucio. Breve historia y definición de la sociología; Ed. Porrúa; segunda
edición, México, 1977; p.136

21
Para este fin, contamos con los siguientes cuadros que contienen datos
biográficos, detallando, además, algunos puntos relevantes de sus principales
textos, así como de sus más significativas aportaciones a la disciplina.

AUGUSTO COMTE
(1798-1857 d.C.)

Pensador francés, nació en Montpellier y


murió en París. Estudió en el Politécnico de
París y sobresalió por sus conocimientos
matemáticos y de física; posteriormente
estudiaría filosofía. Fue discípulo y
asistente académico del Conde Enrique de
Saint- Simón. Se le considera el fundador
de la sociología, habiéndole dado este
nombre a nuestra disciplina, a la que
inicialmente quería llamar: física social. Con
la publicación de su Curso de filosofía
positiva (1830-1842) inició un nuevo movimiento cultural: el
positivismo, corriente de pensamiento que dominaría
académicamente todo el siglo XIX y parte del XX. La influencia del
positivismo fue muy amplia en Europa y en otras regiones del
mundo, tanto por sus ideas académicas como políticas.
En el inciso dedicado a la escuela positivista en esta Unidad, se
detallan diversos aspectos de su obra y de sus principales
aportaciones al conocimiento de la sociedad. Definió a la sociología
como: “una parte complementaria de la filosofía natural que se
refiere al estudio positivo de todas las leyes fundamentales de los
fenómenos sociales. Dividió a la disciplina en sociología dinámica
(cambio y transformación) y sociología estática (orden y
permanencia). Su lema académico fue: amor orden y progreso.
Propuso la ley de los tres estados por los que ha transitado la
evolución de la humanidad debido a la sucesiva acumulación de
conocimiento, siendo la primera de estas etapas la teológica, la
segunda la metafísica y la tercer la positiva o científica.
A este pensador se debe, a más de la denominación de la
sociología, haber establecido sus fines y contenido, así como sus
bases estructurales y un método a seguir para dar objetividad a las
investigaciones sobre los fenómenos sociales. Las aportaciones de
Comte son unánimemente reconocidas, pues dieron a la sociología
las bases científicas iniciales que le habrían de servir para su
desarrollo posterior.
Otras obras de este autor son: Sistema de filosofía positiva, conocido
también como Catecismo positivista; y, Discurso sobre el espíritu
positivo.

22
CARLOS MARX
(1818-1883 d.C.)

Nació en Tréveris, provincia del Rin, en


Prusia (Alemania), murió en Londres.
Pensador socialista y activista
revolucionario, procedía de una familia
judía de clase media; su padre fue un
abogado de cierto éxito. Estudió en las
universidades de Bonn, Humboldt de
Berlín, y Jena, doctorándose en filosofía
por esta última en 1841. Desde esa época
el pensamiento de Marx quedaría marcado
por la concepción de la dialéctica de Hegel,
si bien sustituyó el idealismo hegeliano por una concepción
materialista. Manifestó marcado interés por las doctrinas
racionalistas de la Revolución francesa y por los primeros
pensadores socialistas. Marx trabajó algún tiempo como profesor y
periodista; pero sus ideas políticas le obligaron a dejar Alemania e
instalarse en París (1843).
Desde esos años surgió una duradera amistad con Federico
Engels, a más de una estrecha colaboración intelectual y política. En
1845 fue expulsado de Francia y se refugió en Bruselas; tras una
breve estancia en Colonia para brindar apoyo a la Revolución
alemana de 1848, pasó a llevar una vida más estable en Londres,
en donde desarrolló, desde 1849, la mayor parte de su obra escrita.
Su dedicación a la causa del socialismo le hizo sufrir grandes
penurias materiales, superadas gracias a la ayuda económica de
Engels. Las ideas de Marx se fueron reafirmando por la profunda
crítica que hizo al pensamiento de los socialistas anteriores, a
quienes calificó de “utópicos”, si bien tomó de ellos muchos
elementos de su pensamiento, particularmente de autores como
Saint-Simón, Roberto Owen, o Carlos Fourier. Marx y Engels
pretendían hacer un “socialismo científico”, basado en la crítica
sistemática del orden establecido y el descubrimiento de las leyes
objetivas y dialécticas que conducirían a su superación; proponiendo
que sólo la fuerza de la revolución sería la forma de acabar con el
poder de la burguesía, para instaurar una dictadura del proletariado.
En 1848, a petición de una liga revolucionaria clandestina formada
por emigrantes alemanes, Marx y Engels plasmaron tales ideas en
el Manifiesto Comunista, un discurso de retórica incendiaria situado
en el contexto de las revoluciones europeas de esos años.
Durante su estancia en Inglaterra, Marx profundizó en el estudio de
la economía política clásica y, siguiendo un tanto el modelo del
economista David Ricardo, construyó su propia doctrina económica,
que plasmó en El capital; de esa obra monumental sólo llegó a
publicar en vida el primer volumen (1867), mientras que los dos
restantes los editaría posteriormente su amigo Engels. La idea
central del texto la hace consistir en que el proceso de explotación
de los trabajadores se da por el hecho de que la burguesía tienen en

23
sus manos la propiedad privada de los medios de producción.
Se considera a Marx uno de los fundadores de la sociología porque
a través de su pensamiento brindó una alternativa científica para
entender a la sociedad en su conjunto, pero también, de manera
particular, ubicó como motor de todos los fenómenos sociales a los
de orden económico, dando origen a una teoría sociológica
determinista basada en ellos. Igualmente sus concepciones de una
permanente e inevitable lucha entre las clases sociales, ha dado
cabida en nuestra disciplina al surgimiento de importantes estudios
sobre la sociología del conflicto. De esta manera Marx formula una
teoría sistemática de la estructura social y del cambio que las
colectividades humanas enfrentan. Se trata de una visión
sociológica basada en el conflicto y en los factores económicos que
lo provocan. La forma en que utiliza el método histórico para el
análisis social es, igualmente, una interesante aportación marxista a
nuestra materia. Esta corriente teórica ha sido de enorme influencia
universal tanto en el orden académico como en el político.
Entre otras de las obras importantes de Marx, a más de las citadas,
tenemos las siguientes: Crítica de la economía política; La ideología
alemana; La miseria de la filosofía; y, El 18 Brumario de Luis
Bonaparte.

EMILIO DURKHEIM
(1858-1917 d.C.)

Nació en la población de Epinal,


Francia; murió en París. Se considera a
Durkheim como uno de los más
importantes modernizadores de la
sociología a finales del siglo XIX y los
primeros años del XX. Al él se debe
haber introducido a la sociología como
una disciplina académica universitaria.
En 1895, fundó el primer departamento
de sociología en la Universidad de
Bordeaux. Igualmente inició en 1896 la
edición de la primera revista dedicada a la investigación de temas
sociológicos, denominada: L’ Année Sociologique (Anales
sociológicos).
Durkheim perfeccionó el positivismo ideado por Augusto Comte.
Para este pensador la sociología era la ciencia dedicada al estudio
de los hechos sociales observables como fenómenos externos al
individuo, y que no pueden atribuirse a conductas internas o a la
conciencia individual. Entiende que el estudio de “los hechos
sociales” parte de la idea de tratarlos como cosas, con perfiles
objetivos que pueden ser percibidos para su estudio. Durkheim fue
pionero en proponer la orientación teórica del funcionalismo
estructuralista, que después tanto impactaría en la sociología, como
en la antropología. Las principales aportaciones de este autor a la
teoría sociológica las encontramos en las siguientes obras: De la
división del trabajo social, que fuera su tesis doctoral (1893); Las

24
reglas del método sociológico (1895); El suicidio (1897); y, Las
formas elementales de la vida religiosa (1912).
Los estudiosos de nuestra disciplina consideran de manera
unánime a Emilio Durkheim como uno de los más trascendentes
sociólogos. Sus aportaciones han tenido repercusiones de enorme
trascendencia para esta ciencia que iniciaba su principal impulso de
modernización en las primeras décadas del Siglo XX. Las
concepciones metodológicas que Durkheim aportó a nuestra
materia, siguen siendo válidas y en buena medida son utilizadas
hasta nuestro días. Por ello Durkheim es uno de los grandes
exponentes de la sociología.

MAX WEBER
(1864-1920 d. C.)

Maximilian Carl Emil Weber


nació en Érfurt, Turingia, Alemania;
murió en la ciudad de Múnich. Filósofo,
economista, jurista y sociólogo, es
considerado como uno de los más
destacados modernizadores de los
estudios sociológicos bajo nuevas
perspectivas, sobre todo por la crítica a
la visión positivista que predominaba en
esos años. Su obra es amplia y diversa.
En algunas de sus investigaciones se
valió del método histórico,
especialmente al estudiar los cambios
que llevaron a la implantación de la moderna sociedad industrial en
Europa, concluyendo que las sociedades preindustriales se manejan
desde las tradiciones, mientras que las sociedades modernas
piensan en función de la racionalidad. Weber considera a la
sociología como una ciencia de la conducta humana en la medida
que esta es social, utilizando el concepto de acción social como
centro de su explicación.
La acción social es, así, la conducta humana de un sujeto
orientada y referida a la conducta de otros. A la sociología
corresponde comprender e interpretar el sentido de la acción social
y sus manifestaciones de orden estructural en la sociedad. De igual
manera se debe a Weber la utilización del método tipológico o de los
tipos ideales, entendidos como modelos a seguir para entender y
explicar algún fenómeno en análisis, mediante su comparación y
exposición frente al tipo ideal creado. Son clásicos sus estudios en
torno al fenómenos de la burocracia, sus características y sus
manifestaciones. Elaboró una interesante teoría alternativa a la
explicación marxista sobre el surgimiento del capitalismo en varios
países europeos de credo protestante.
En materia de sociología política, nos habla de tres tipos de
dominación que se imponen en la sociedad: a) el tradicional, basado
en la creencia del carácter sagrado de las antiguas tradiciones; b) el
carismático, basado en la aceptación de la fuerza heroica o del gran

25
impacto de una persona, y del orden rebelado o creado por ella; y c)
el racional, basado en el creencia de la legitimidad de las normas,
así como de los titulares de los órganos del poder público que
ejercen dicho dominio.
Las obras más importante de este autor son: La ética protestante y
el espíritu del capitalismo (1904); Ensayo acerca de algunas
categorías de la sociología comprensiva (1913); Sociología de la
religión (1917); El político y el científico (1918), Economía y
sociedad, publicación póstuma (1922).
Weber brindó a la sociología una visión muy renovada, propuso
nuevas explicaciones como objeto de estudio de la disciplina,
planteó nuevos métodos para la investigación de los fenómenos
sociales, y por todo ello cuenta con un lugar muy especial como
modernizador de esta ciencia.

1.2.1.- El positivismo.

Esta corriente teórica de la sociología, como ha quedado especificado, surge


principalmente con las aportaciones de Saint-Simón, y especialmente con los
trabajos de Augusto Comte.. La Escuela Positivista de sociología partía de la idea
que el único conocimiento auténtico es el que deriva de la ciencia y que se obtiene
a través de un riguroso método científico. Sostiene esta corriente teórica que los
hechos corroborados con la experiencia deberán ser la base de todo
conocimiento, debiéndose dejar a un lado las preocupaciones metafísicas o
especulativas, o las teorías abstractas de tipo filosófico o religioso, para entender
los fenómenos sociales bajo principios similares a los que se apegan las ciencias
naturales y las matemáticas.

El propio Comte al referirse al término “positivo”, que utiliza profusamente en sus


escritos, indica que dicho vocablo denota lo que es real, en contraste a lo que es
quimérico, lo que es útil frente a lo que es inútil, lo que es racional frente a lo que
es dogmático y negativo. Por ello, concluye, que la investigación científica debe
asumir un método positivista para que sus conclusiones sean efectivamente
racionales y verdaderas. El afán positivista del pensamiento comtiano llevó al
fundador de la sociología a tratar de descubrir aquellas “leyes inmutables” que
rigen a la sociedad y sus fenómenos, de la misma manera que las leyes físicas

26
explican la realidad material y el orden del universo. De esta forma los problemas
sociales y morales serían analizados bajo una visión científica positiva
fundamentada en la observación empírica, para lograr que se descubra y se
explique el comportamiento social en términos de leyes universales susceptibles
de ser utilizadas en beneficio de la humanidad.

Bajo esta tendencia positivista, Comte establece una clasificación de las ciencias,
ubicando a la sociología como la disciplina más compleja y acabada del
conocimiento. Igualmente expone que la evolución social está determinada por el
avance intelectual del espíritu humano, que aparece en tres fases, cuestión que
conocemos como “la ley de los tres estados o estadios”. La primera de estas
etapas es la teológica, en la que los seres humanos explican todos los fenómenos
naturales y los acontecimientos sociales atribuyéndolos a una voluntad superior
propia de la divinidad, bajo principios teológicos y religiosos, así predominaban en
aquellas sociedades las decisiones de sacerdotes y de magos; en el segundo de
estos estadios, que denomina “metafísico” los fenómenos y acontecimientos son
explicados bajo principios y fuerzas o potencias abstractas, en ella predominan los
filósofos y los juristas; finalmente, la tercera etapa es la “positiva”, en la que la
ciencia nos explica la realidad de los fenómenos, al descubrir las leyes que los
rigen de forma regular y constante; en ella predominan los científicos y los
industriales.

Comte dividió en dos grandes apartados a la nueva disciplina: la sociología


estática y la sociología dinámica, de manera similar a los apartados de la física,
pues no hay que perder de vista, como antes hemos dicho, que este autor
pretendió inicialmente denominar a la sociología como física social. A la sociología
estática corresponde lo relativo a los fenómenos del orden y la estabilidad social,
esto es la búsqueda de la armonía social. A la sociología dinámica toca analizar el
cambio y las trasformaciones sociales que surgen en la sociedad para mejorarla y
superarla. Los conocidos lemas comtianos de “orden y progreso” y “saber para
prever y prever para obrar” reflejan con claridad esta división teórica que dicho

27
pensador planteó en la configuración de la naciente ciencia de la sociología,
refrendando el carácter pragmático de la disciplina, que habría de servir para
lograr la solución de los problemas sociales.

El valor del positivismo y las aportaciones de Comte lo podemos apreciar, en


primer término, en el hecho de que dicho pensador fue quien denominó a esta
ciencia como “sociología”, a más de haber sido el primero en sistematizar y
exponer una sociología científica como disciplina autónoma. También debemos
considerar que la metodología planteada por Comte, bajo una visión positivista y
científica, propuso una serie de pasos para obtener resultados científicamente
válidos, como son: la observación, la experimentación, y la verificación de los
hechos analizados.

Sin duda el pensamiento de Comte y sus teorías han sido superadas ampliamente
por el propia desarrollo que ha tenido, nuestra materia de estudio, pero nunca
deberemos desconocer el papel pionero que Comte tuvo en la creación de esta
disciplina científica. Dentro de los seguidores y continuadores de esta corriente de
pensamiento positivista encontramos de manera muy destacada al pensador
francés Emilio Durkheim, de quien en otra parte del texto se analizan sus
aportaciones.

1.2.2.- Formalismo Sociológico.

Las primeras críticas serias que se hicieron a la visión positivista y sobre todo de
orden enciclopédico de la sociología comtiana, se deben a varios autores
alemanes, como Jorge Simmel y su discípulo y seguidor Leopoldo Von Wiese,
quienes a finales del siglo XIX y en las primeras décadas del XX, propusieron otra
formulación teórica que centra el objeto de estudio de nuestra disciplina en el
análisis y comprensión de las “formas”, “procesos” y “ relaciones” en las que se
presentan los distintos fenómenos sociales, haciendo abstracción de sus

28
contenidos particulares, cuyo estudio corresponderá a otras disciplinas sociales,
como la historia, la economía, la ciencia política o el derecho.

El propio Simmel en su texto de Sociología afirma que ésta “…es la ciencia de las
formas o modos de asociación, o bien la ciencia de las formas sociales,
abstracción hecha de su contenido”15 Bajo esta perspectiva este autor entiende
que la sociedad existe allí en donde varios individuos entran en acción reciproca
con otros integrantes del conglomerado humano, cuestión que habría de influir de
manera importante en los planteamientos sociológicos de Max Weber. Esta acción
da origen a formas y procesos de relación como son: la dominación, la
subordinación, el acercamiento y la cooperación, o el distanciamiento y la lucha,
entre otras muchas formas de interactuar de los seres humanos. En dicho
contexto, afirma Simmel que el objeto de la sociología no es otro que establecer
una clasificación sistemática de tales relaciones interhumanas

Simmel considera que los fenómenos de la realidad se divide en dos categorías, a


saber:16 los naturales: cuando no interviene la voluntad humana, y los culturales o
sociales: cuando éstos dependen de las decisiones de los individuos, como son
los relativos a la estructura política, a la económica o la esfera jurídica de una
sociedad. Para analizar dichos fenómenos de carácter social el estudioso debe
abstraerse del contenido específico de los mismos, para dedicarse a observar las
formas comunes en que se presentan en la realidad social, y de esa manera
proponer explicaciones de alcance general y no solamente parcial basadas en los
contenidos particulares de ellos.

A su vez Von Wiese, siguiendo esta tendencia formalista, en su obra más


relevante denominada: Sistema de Sociología General, define a lo social como:
“…una red complicada de relaciones entre los hombres”, pretendiendo elaborar un
método muy parecido al de la física, al entender que al igual que la geometría nos

15Simmel, Jorge; Sociología; Tomo I, Ed. Revista de Occidente, Madrid, 1927; p. 22.
16Cfr. Sánchez Cordero de García Villegas, Olga y otros; Sociología General y Jurídica; Ed.
Porrúa; México, 2013; p. 100.

29
da las formas propias de las relaciones matemáticas, la sociología habría de dar
cabida a las formas que todo fenómeno social adquiere. Agrupa a estos procesos
en tres formas organizacionales, como son: las masas, los grupos y los colectivos
abstractos. Señala, igualmente, que la manera en que se manifiestan los procesos
en los grupos, pueden ser de unión, de separación, y de unión y separación
simultáneos.

El formalismo sociológico tuvo una amplia acogida en los centros académicos de


Alemania y otros países europeos. En América Latina y en nuestro país también
se ha contado con importantes estudios teóricos sobre esta corriente y sus
principales divulgadores. Podemos citar, por ejemplo, el documentado trabajo que
sobre Von Wiese publicó en 1943 Don Luis Recasens Siches.17 De igual manera
debo citar la publicación que sobre el Formalismo Sociológico realizó Don Leandro
Azuara Pérez18 en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, en la que
hace un amplio estudio de esta corriente sociológica y de sus principales
expositores.

1.2.3. Organicismo y escuelas psicológicas.

El organicismo, como corriente sociológica, enfoca el estudio de la sociedad como


si ésta contara con características iguales a las de los seres vivos. Afirma esta
orientación que la sociedad comparte muchas características de las entidades
vivientes, como el aumento de tamaño y volumen a medida que toma una
estructura más compleja. Entiende, igualmente, que la sociedad como todo cuerpo
vivo, cuenta con “órganos”, “sistemas” y “movimientos”, que cumplen una serie de
funciones para hacer posible su existencia y su desarrollo, o en su caso, de no
llevarse a bien esas funciones vitales habrá de sobrevenir su decadencia y su
muerte. Como es evidente, esta escuela del pensamiento sociológico está ligado

17
Recasérns Siches, Luis; Leopoldo Von Wiese; Fondo de Cultura Económica; México, 1943.
18
Azuara Pérez, Leandro; El Formalismo Sociológico; Instituto de Investigaciones Sociales de la
UNAM; México, 1950.

30
de forma muy cercana con las ideas biológicas de la evolución expuestas por
Carlos Darwin.

El exponente más destacado del organicismo sociológico es el pensador inglés


Heriberto Spencer (1820- 1903) quien en una de sus obras denominada:
Principios de Sociología, integrada en cuatro tomos, expone una teoría general de
la evolución de la sociedad. Enuncia una ley que denomina de “ley de la evolución
universal”, indicando que este proceso trasformador deriva en una constante
integración de la materia, que pasa de una homogeneidad indefinida e incoherente
a una heterogeneidad coherente y definida. Igualmente entiende que esta
evolución de orden universal se da en el paso de lo inorgánico a lo orgánico, y de
éste a lo súper orgánico, como forma más acabada del proceso evolutivo, en
donde están los conglomerados humanos que forman la sociedad.

Spencer divide los factores de los fenómenos sociales en internos y externos. En


los de orden interno están las capacidades psicológicas y emotivas de los
integrantes de la sociedad, así como sus ideas y comportamientos que los llevan a
aceptar la estabilidad o generar cambio en la sociedad. En los externos hace un
amplio estudio de factores como el clima, la superficie del suelo, la producción
agraria, el comercio y la industria, así como otros de este carácter.

Por lo que hace a las formas integrativas y organizativas de la sociedad, Spencer


clasifica de manera muy detallada y con un profundo conocimiento de la historia,
las características de las sociedades primitivas, las de orden teocrático o religioso,
hasta llegar a las de tipo militar e industrial del mundo de su época, afirmando que
en la forma de organización industrial la individualidad del ciudadano en vez de ser
sacrificada por la sociedad, debe ser protegida por el propio conglomerado
humano, anticipándose de manera llamativa a los principios que tiempo después
sostendría el derecho social.

31
El autor en análisis señala también que la sociología debe ocuparse del estudio de
cuestiones como la familia y su desarrollo, el nacimiento y trasformación de la
organización política, el desarrollo de las religiones, las instituciones ceremoniales,
las reglas de comportamiento como la costumbre y el derecho, los procesos
industriales, así como toda una amplia gama de actividades humanas del
acontecer social. La gran erudición de Spencer lo ha caracterizado como uno de
los exponentes más destacados del enciclopedismo sociológico, propio de
aquellos primeros iniciadores de nuestra disciplina en estudio.

Siguiendo a Mendieta y Núñez,19 podemos afirmar que es indudable que la obra


de Spencer en materia sociológica se basa y se inspira en la de Augusto Comte,
del que tomó la denominación de la disciplina y los lineamientos fundamentales de
la misma. Spencer dio con sus numerosas publicaciones un gran impulso a la
sociología. Su metodología altamente precisa, analítica y profusamente
documentada, sirvió de mucho al desarrollo de la moderna sociología. La
influencia de la escuela organicista y del propio Spencer se ha visto reflejada en
otras corrientes más actuales de nuestra materia de estudio, especialmente en la
teoría funcionalista que adelante analizamos.

Pasando a las denominadas Escuelas Psicologistas de la sociología, son aquellas


que resaltan como un elemento de primer orden para el estudio de los fenómenos
sociales las características del pensamiento y el razonamiento que es propio de
los seres humanos, considerando que dichos elementos psicológicos otorgan al
individuo un papel activo como el agente que actúa en la sociedad y que es el
creador de las transformaciones sociales.

El fundador e impulsor de esta visión de psicología social es el pensador francés


Gabriel Tarde (1843-1904) quien en diversas de sus obras, como son: “Las Leyes
de la Imitación” y “Las Transformaciones del Derecho”, plantea que todo fenómeno
social está basado en interacciones psicológicas entre individuos, siendo la fuerza

19 Mendieta y Núñez, Lucio. Op. cit., pp. 120 y 121.

32
fundamental que los integra la imitación y la innovación o invención. Tarde ocupó
por más de 25 años el puesto de juez de instrucción en materia penal, por lo que
tuvo la oportunidad de estudiar múltiples casos que le dieron material para sus
teorías psicosociales.

Expone que en toda la vida social y los fenómenos que ella produce persisten tres
grandes procesos: repetición, oposición y adaptación. Para Tarde todas las
semejanzas que se dan en la existencia real de los fenómenos se deben a la
repetición como producto de una ley cósmica. Sigue afirmando este autor que la
repetición aparece en varias formas: en el mundo físico se presenta como
ondulación, en el mundo biológico se da en la herencia, y en la esfera psicológica
y social es resultado de la imitación.20 La imitación puede obedecer a principios
por los que el individuo y los grupos juzgan útil y conveniente tal proceso, por lo
que Tarde la cataloga como “imitación lógica”, pero a más de ello se da también
en la sociedad la “imitación extralógica” cuando el consiguiente proceso no deriva
de un valor objetivo para su adopción, sino de otros factores, como la propaganda
o el simple afán de novedad.

Resalta este autor que otra importante gama de fenómenos sociales tienen su
origen en la actitud innovadora de algunos de los integrantes del conglomerado,
quienes asumen propuestas de “invención”, que una vez aceptadas propician los
cambios y las transformaciones sociales en la continua evolución de la sociedad.
Sin embargo, dice, son muy contadas estas actitudes en las sociedades antiguas
por lo que éstas no se trasformaban con celeridad, contrariamente, en las
sociedades industriales las conductas de invención se multiplican, lo que explica
por ello la forma mas rápida en que se realizan y se aceptan los cambios sociales.

La perspectiva psicosocial a la que dio inicio Gabriel Tarde pronto adquirió otros
importantes seguidores, como Gustavo Le Bon (1841-1941) psicólogo y sociólogo

20Cfr. Timasheff, Nicolás S.; La Teoría Sociológica; Fondo de Cultura Económica, México, 1977, p.
137

33
francés, quien fue autor de numerosos trabajos sobre el comportamiento de las
colectividades humanas. Sus obras más destacadas en esta materia son: “La
Psicología de las masas” y “Las Leyes psicológicas de la evolución de los
pueblos”. Explica Le Bon que el comportamiento psicológico de los seres humanos
dentro de la masa difiere esencialmente de la psicología individual. De esa
manera, dice, el hombre-masa se convierte en un nuevo ser, con un nuevo espíritu
que es la esencia del inconsciente colectivo. Precisa también que los hombres se
transforman en masa a través de dos fenómenos: el contagio mental y el impulso
de los líderes o agitadores.

El inconsciente colectivo puede llevar a los integrantes de una masa a realizar


acciones extremas de intolerancia y de violencia, al perder el control individual de
sus comportamientos, bajo un sentimiento nuevo resultante del anonimato y de la
fuerza colectiva que la propia masa genera y que tiende a subordinar al individuo.
De esta forma el comportamiento de las masas suele ser impulsivo, inconsciente,
intolerante y provoca sentimientos exaltados para la acción.

Pasando a otra importante corriente teórica propia de la psicología social, resulta


importante resaltar los trabajos que derivaron de las teorías del psicoanálisis de
Sigmund Freud (1856-1939) especialmente a través de varios de sus seguidores,
que las adaptaron para entender los comportamientos colectivos y no sólo los de
tipo individual. Destaca sobre todo en esta corriente el psicólogo, psicólogo social
y filósofo humanista de origen alemán Erich Fromm, quien vivió en México durante
una buena cantidad de años a mediados del siglo XX. El propio Fromm impartió
cátedras en la Facultad de Medicina de la UNAM sobre psicoanálisis y fue uno de
los fundadores del Instituto Mexicano de Psicoanálisis. En esta tendencia se
pueden citar varias obras de Fromm, como son: “Miedo a la libertad” y
“Sociopsicoanálisis del campesino mexicano”, esta última en coautoría con
Michael Maccoby, publicada en nuestro país por el Fondo de Cultura Económica
en 1973.

34
Las teorías de contexto psicológico, unidas a las orientaciones sociales, han sido
muy fructíferas en el desarrollo de nuestra disciplina por lo que debemos otórgales
un lugar destacado en el análisis de los fenómenos sociales de la sociedad
contemporánea.

1.2.4. Materialismo histórico.

La concepción materialista de la historia o materialismo histórico, es una


propuesta teórica creada y aplicada de manera original por Carlos Marx (1818-
1883) y Federico Engels (1820-1895), para investigar y obtener conclusiones
sobre el devenir histórico de la sociedad y de las transformaciones dialécticas que
ésta ha tenido a lo largo de su existencia. La denominación de “materialismo
histórico” se debe al filósofo, pensador, político y activista revolucionario de origen
ruso Georgy Plejánov, quien así calificó a esta interpretación marxista de la
evolución social, en su obra denominada “La concepción materialista de la
Historia” publicada en 1897. Para el materialismo histórico las causas esenciales
de los fenómenos sociales están determinadas por los factores materiales de la
realidad, especialmente los de orden económico, dejando a un lado cualquiera
otra interpretación que esté soportada en principios sobrenaturales o abstractos.

Es muy amplia la obra bibliográfica de Marx, tanto en sus escritos unitarios o en


otros realizados con su seguidor, amigo personal y protector Federico Engels. Al
efecto, los textos de Marx que tienen que ver con cuestiones sociológicas son de
tan amplia trascendencia que es considerado justamente como uno de los
indudables fundadores de nuestra disciplina. En primer término debemos citar: “El
Manifiesto Comunista”, en coautoría con Engels, que se considera una obra
maestra de la literatura sociológica de propaganda política. Igualmente su obra
más profunda y trascendente como lo es: “El Capital”, en el que da su visión de los
fenómenos económicos de la producción y del trabajo, que han caracterizado a las
distintas sociedades. Otro de sus textos que resulta clave para entender su
pensamiento sociológico, es: “Contribución a la crítica de la economía política”. A

35
partir del contenido de estos tres documentos en seguida detallamos algunos
puntos sobre la forma en el que el materialismo histórico analiza los procesos
sociales para brindarnos su interpretación sociológica.

En primer término, debo precisar que esta teoría establece un determinismo


económico, al explicar que los hechos económicos son fundamentales en la
formación de la estructura y del desarrollo de la sociedad. Timasheff, 21 al hablar de
esta corriente sociológica, señala que los seguidores de la misma destacan que el
factor económico, constituido esencialmente por los medios tecnológicos de
producción, determinan las relaciones en que entran los individuos para producir
los bienes que requieren para su existencia. Estas relaciones económicas, por
ende, moldean toda la superestructura de una sociedad en lo que corresponde a
la vida política, al derecho, la religión, la ciencia y la moral misma.

Una segunda apreciación de esta corriente sociológica esta referida a la manera


en que considera el proceso en que se da el cambio social, al entenderlo bajo los
principios de la dialéctica hegeliana, transformada en el marxismo como
explicación materialista, que implica tres etapas: la afirmación o tesis, la negación
o antítesis, y la conciliación de los opuestos o síntesis. Ello se desprende de forma
clara de la afirmación que hacen Marx y Engels en el Manifiesto Comunista , al
señalar que la historia de la humanidad no es otra cosa que la historia de la lucha
de clases, que se ha manifestado en las sucesivas etapas del desarrollo de la
sociedad, entre hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, feudales y siervos,
y burgueses y proletarios. Afirman, igualmente, que en toda etapa histórica existen
dos clases dominantes, una que representa al sistema de producción antiguo y
otra que da cabida al orden económico y de producción que está naciendo,
concluyendo que en esta lucha habrá de triunfar de forma inexorable la nueva
clase, surgiendo de esta forma la “dictadura del proletariado” para tomar en sus
manos todo poder político y social.

21 Cfr.Timasheff, Nicolás; Op. Cit. ; pp. 68y 69

36
En base a lo planteado, podemos resumir estos puntos precisando que el
materialismo histórico ha sido de indudable importancia en el análisis sociológico,
al formular una teoría sistemática de la estructura social y del cambio que la
sociedad enfrenta de manera permanente. Se trata de una sociología centrada en
el análisis del conflicto y del cambio social, que ha sido útil para entender
importantes fenómenos de las colectividades humanas, como las clases sociales,
los procesos productivos, el trabajo humano y su valor, así como la dependencia
de múltiples formas culturales de la vida social que están enraizadas en los
factores económicos.

La influencia del materialismo histórico como corriente de pensamiento ha sido de


gran alcance a nivel universal. Baste decir que los postulados de esta doctrina
dieron base a profundas transformaciones de muchos sistemas políticos.
Surgieron así Estados y agrupaciones de Estados de tipo socialista o comunista.
Igualmente en los ámbitos académicos las repercusiones del materialismo
histórico han tenido un alcance universal en destacados centros universitarios de
Europa y de América. Son muchos los pensadores que han seguido estas
doctrinas en sus textos e investigaciones. Entre ellos se puede citar al intelectual y
literato húngaro Georg Lukács quien expuso sus ideas en torno al materialismo
histórico en varias de sus obras, como son: Historia y consciencia de clase, y
Sobre Marx y el marxismo. A su vez la polaca nacionalizada alemana Rosa
Luxemburgo escribió sobre el tema, en su libro: Reforma o revolución. En Italia
Antonio Gramsci, intelectual, político y revolucionario, aportó importantes ideas
sobre el materialismo histórico, de su amplia obra publicada, podemos citar:
Cartas de la Cárcel, y El Estado y el Socialismo. En Francia siguió esta tendencia
materialista el filósofo y sociólogo Henri Lefebvre, especialmente en su libro: El
Materialismo dialéctico.

En América Latina la influencia de la teoría marxista también fue de gran alcance,


tanto en los medios académicos como en los sectores políticos. En efecto, esta
influencia se acentuó de manera determinante en los años posteriores a la

37
Segunda Guerra Mundial. Importantes universidades de los países
latinoamericanos introdujeron en esa etapa una visión marcadamente marxista en
los planes de estudio de las carreras de filosofía, ciencia política y sociología, así
como en la de economía. La teoría marxista dio base, inclusive, a históricos
movimientos sociales de corte revolucionario, como fue el caso de Cuba.

Han sido numerosas las publicaciones de textos sociológicos que bajo esta
tendencia se editaron en nuestros países. Entre ellos cabe resaltar el libro de la
socióloga chilena Martha Harnecker: Los conceptos elementales del materialismo
histórico. Igualmente citamos el texto de Adolfo Sánchez Vázquez: El marxismo en
América Latina.

1.2.5. Funcionalismo.

El enfoque funcionalista de sociología surgió como una reacción contra los


métodos y las pretensiones de los evolucionistas, criticando la utilización
superficial del método comparativo y del análisis histórico que con frecuencia se
apoyaba en fuentes poco consistentes y no siempre probadas.22 Esta orientación
sociológica tiene como eje de sus apreciaciones el concepto de función social, que
desde las décadas finales del siglo XX había sido expuesta por Spencer, en la
analogía que equipara a la sociedad con un organicismo vivo, como lo expusimos
en puntos anteriores. Sin embargo habría de ser Emilio Dukheim quien utilizó de
manera más apropiada ese concepto, al definir a la función de una institución
como la correspondencia de ella con las necesidades del todo social, como se
desprende de sus clásicos textos: Las reglas del método sociológico y De la
división del trabajo social.

El funcionalismo encuentra también sus raíces en las aportaciones de los


antropólogos sociales Radcliffe-Brown y Bronislaw Malinowski, quienes abordaron
el estudio minucioso de las instituciones y sus funciones en sociedades concretas.

22 Cfr. Bottomore, Thomás; Op. cit.; pp. 60 y siguientes.

38
Estiman estos pensadores que la integración funcional de toda la sociedad debe
pasar en su análisis por el desglose particular de las principales instituciones y
grupos sociales, a fin de determinar el papel que cada uno de ellos juega en la
armonía del todo social, o en su caso de la propia distorsión que algunas de ellas
pueden presentar en el contexto general analizado.

Correspondió a la sociología de los Estados Unidos dar un enfoque moderno al


funcionalismo, especialmente con los trabajos de Talcott Parsons (1902-1979) y
de Robert K. Merton (1910-2003). Sus textos principales se denominan,
respectivamente : El sistema social; y, Teoría y estructura sociales. Parsons
sistematiza en un gran trabajo teórico el concepto de acción social que
anteriormente habían tratado Emilio Durkheim y sobre todo Max Weber. Afirma
este pensador que el sistema social está integrado por la suma de las acciones de
los individuos, por lo que su punto de partida es la interacción de los integrantes
de los conglomerados humanos, que encuentran una variedad de opciones sobre
su propia actuación, misma que estará influenciada por una serie de factores
físicos y sociales. La idea de sistema social en Parsons es interpretada como un
entramado de la propia acción social en la medida en que dichos sistemas pueden
ser comprendidos por sus propiedades de integrar valores comunes y símbolos
organizados por la cultura en que participan. Parsons aportó a la sociología
moderna la concepción y el entendimiento analítico del concepto de sistema
social y de su funcionamiento estructurado.

A su vez Robert K. Merton, es considerado también como uno de los grandes


exponentes del funcionalismo sociológico y del estructural funcionalismo. Su obra
más notable se denomina: Teoría y estructura sociales (1949). Siguiendo el
pensamiento antropológico de Malinowski, las ideas de la acción social de Weber
y los postulados culturales y sistémicos de Parsons, propone un renovado análisis
funcional. Detalla en sus teoría una serie de paradigmas del análisis funcional a fin
de evitar la dispersión de esta forma de investigar y del método sociológico
resultante. A Merton se debe la conocida clasificación de funciones manifiestas y

39
funciones latentes de amplio uso en este tipos de análisis de los fenómenos
sociales, entendiendo por las primeras las que resultan con consecuencias
objetivamente deseadas y observadas por los miembros de una sociedad o
sistema social, esto es que se está cumpliendo con el objetivo que corresponde
hacer a una institución o proceso social, por lo que se le entiende como funcional
o eufuncional, contrastando con lo disfuncional cuando no se obtiene el resultado
que la institución o proceso social determinado debe cumplir en el esquema del
sistema social enfocado. A su vez, dice este autor, las funciones latentes son
aquellas que contribuyen a la adaptación social, pero que no son patentes ni
altamente objetivas, sino que operan bajo premisas subyacentes de valores
sociales que deben de ser decodificados mediante apreciaciones de usos,
prácticas, costumbres e inclusive requerimientos sociales o necesidades propias
de cada sociedad particular.

El pensamiento de Merton ha tenido una profunda influencia en la sociología, tanto


por sus teorías renovadoras del enfoque funcionalista, como porque sus textos
han dado cabida a la integración de un método de investigación social que es muy
reconocido en los medios académicos especializados del análisis sociológico.

Es importante precisar, además, que tanto Parsons como Merton dieron cabida a
una interesante y provechosa integración de dos corrientes sociológicas, como lo
son la funcionalista y la estructuralista, misma que abordamos en el siguiente
inciso, dando origen a la corriente estructural- funcionalista, que es la
prevaleciente en la actualidad en los principales centros de investigación social de
los Estados Unidos e Inglaterra.

No obviamos citar también como un destacado expositor del funcionalismo, al


sociólogo canadiense Guy Rocher, quien en su texto de Introducción a la
sociología general, expone con amplitud los elementos teóricos de esta corriente
sociológica, dándole un alcance de explicación sencilla y bien lograda.

40
1.2.6. Estructuralismo.

Esta corriente de análisis sociológico que tuvo sus principales aportaciones por la
mitad del siglo XX, encuentra sus precedentes teóricos, a la par que el
funcionalismo, en las concepciones organicistas de finales del siglo XIX,
especialmente en el pensamiento de Spencer. Igualmente las ideas de
connotados antropólogos y lingüistas fueron otorgando a esta corriente del
pensamiento filosófico y social su configuración y sus contenidos específicos.
Como expusimos en el inciso anterior en relación al funcionalismo, podemos
afirmar aquí que en la visión social del estructuralismo contó de manera
sobresaliente el pensamiento y los estudios del antropólogo inglés Radcliffe-
Brown. El estructuralismo parte de la apreciación de que la sociedad es un todo
complejo integrado por partes que están unidas y sostenidas por una serie de
reglas, de valores, de relaciones y de funciones que le dan integralidad e
identidad. Bajo esta perspectiva estructuralista se entiende que las partes sólo
adquieren sentido en función del todo, ya que de manera aislada y por separado
no producen ninguna consecuencia socialmente evaluable.

El estructuralismo tomó sus principales instrumentos de análisis de las


aportaciones del suizo Fernando de Saussure (1857-1913) quien introdujo el
método estructural en su obra Curso de lingüística general, al analizar los
procesos de formación de los fonemas y palabras, que como partes unidas bajo
reglas y significados específico dan por resultado una totalidad como lo es un
idioma. A su vez se considera al gran antropólogo francés Claude Lévi-Strauss
(1908-2009) como el principal introductor de este método al estudio de fenómenos
sociales propios de las sociedades primitivas, para entender los símbolos que dan
cohesión a sus formas de organización, como lo expone en sus obras: Las
estructuras elementales del parentesco, La antropología estructural, y El
pensamiento salvaje. Levi-Strauss afirma que el sentido de esa cohesión social,
como manifestación de un proceso o juego estructural, debe explicarse en un nivel
distinto al empíricamente percibido, esto es que la tarea del investigador social

41
debe ser la de desentrañar los significados que la cultura impregna y hace propios
y singulares en cada estructura analizada como sociedad diferenciada.

En Francia destacaron también los trabajos de orden estructuralista del filósofo y


sociólogo marxista Luis Althusser (1918-1990), quien siguió muchas de las
premisas de Levi-Strauss, impregnándoles una perspectiva propia del
materialismo histórico; los textos más conocidos de este sociólogo son: Para leer
El Capital, y La revolución teórica de Marx. Debo citar también a otro destacado
sociólogo francés, si bien de origen ruso, que utilizó en varias de sus obras e
investigaciones la orientación estructuralista bajo una vertiente polifacética y
pluralista, como lo fue Georges Gurtvitch, de quien podemos citar los siguientes
textos: Tratado de sociología, El concepto de clases sociales, Dialéctica y
sociología, y Sociología del derecho.

Si bien la perspectiva y orientación estructuralista en sociología encuentra a


algunos de sus principales seguidores en los pensadores antes citados, debo
reiterar que la visión actual del estructuralismo sociológico no puede separarse de
su asociación con el funcionalismo, que ha dado surgimiento a la escuela
estructural funcionalista, a la que antes nos hemos referido y que ha tenido una
influencia determinante en la configuración de la moderna sociología de los
Estados Unidos.

1.2.7. Tendencias sociológicas contemporáneas.

Los estudios sociológicos posteriores a la Segunda Guerra Mundial se


caracterizaron por el rápido desarrollo de novedosas teorías, que en las últimas
décadas del siglo XX se vieron incrementadas con valiosas aportaciones de muy
diversas orientaciones doctrinarias. En este orden de ideas, podemos citar
algunas de las más significativas de ellas, como son las siguientes: la
Etnometodología (Garfinkel); la Sociología conductista (Skinner); la Sociobiología
(Wilson). En Francia son significativas las aportaciones de Pierre Bourdieu en

42
temas sobre diversidad de la cultura, la educación y el trabajo. En esta reseña de
las corrientes actuales de sociología encuentran un lugar central los alemanes
Habermas con su Teoría de la acción comunicativa, y la Teoría de la democracia
deliberativa; así como Luhmann con la Teoría de los sistemas sociales. En la Gran
Bretaña tenemos a Giddens con la denomina Teoría de la estructuración. A estos
autores los abordamos adelante, si bien de manera resumida.

La Etnometodología 23 como una corriente de análisis sociológico surgió en los


años sesentas del siglo XX, a raíz de la publicación del conocido texto de Harold
Garfinkel (1917-2011) profesor en Harvard y maestro emérito de la Universidad de
California, denominado: Estudios de etnometodología. Esta corriente sociológica
se basa en la apreciación de que los integrantes de toda sociedad cuentan con un
sentido práctico con el que se conducen en sus actuaciones y no necesariamente
siguen de manera irracional los dictados normativos que el propio conglomerado
ha establecido. Es una orientación teórica que hace énfasis así en los aspectos
cotidianos del acontecer social y en sus manifestaciones del “día a día”, como lo
afirma Garfinkel, ubicando en un primer plano del análisis sociológico a las
personas con sus valores, sus tendencias y sus intereses. De esta forma se
procura entender el fenómeno social “desde adentro” y trata de transmitir el
sentido que las personas tienen de las cosas, e identificarlo a través de este
proceso con el orden social.

Siguiendo lo que sobre el tema comenta Heritage, al que hacemos alusión a pie
de página, se puede concluir que “…los escritos teóricos de Garfinkel representan
un logro extraordinario; en ellos se integran los fundamentos de la acción social, el
entendimiento intersubjetivo y la organización social en un único fenómeno
esencial: el carácter metódicamente explicable de la actividad social ordinaria.” La
influencia de estas teorías se hizo sentir de manera muy amplia en múltiples
estudios sociológicos de aquellos años en los Estados Unidos y en distintos

23Se puede ver el texto Etnometodología, de Jhon C. Heritage, que aparece en la obra La teoría
social, hoy; coordinada por Anthony Giddens y Jonathan Turner; Alianza Ed. -CONACULTA;
México, 1991.

43
países europeos, orientados a la investigación del actuar cotidiano propio de
grupos y sociedades particulares.

Por lo que hace a la Sociología conductista, ésta tuvo su florecimiento en los años
cuarentas y cincuentas del siglo XX. Parte de una perspectiva psicológica, al
resaltar la importancia de las motivaciones y el comportamiento individual en la
integración de la organización social. El principal exponente de esta corriente
teórica es Burrhus Frederic Skinner (1904-1990)24 a quien se considera uno de los
más importantes psicólogos de los Estados Unidos, a más de que su teorías
también impactaron de manera relevante en los estudios sociológicos de su
época. Su afamado texto La conducta de los organismos: un análisis
experimental, 25 publicado en 1938, marcó un hito en la apreciación de la
perspectiva psicológica correlacionada con la investigación social, surgiendo de
esta manera una visión moderna del conductismo, tendencia que ya antes habían
planteado, si bien en otros sentidos, Iván Pavlov, Edward Thorndike y John B.
Watson. Skinnner experimentó de manera profusa sus teorías del control de la
conducta en seres vivos, por ejemplo amaestrando palomas y roedores para lograr
comportamientos ciertamente asombrosos. En tal sentido, bajo una visión
holística, expuso que también la conducta humana obedece en alto grado a
incentivos y refuerzos, así como a rechazos y frustraciones que van estableciendo
los grupos sociales, cuestión que habría de influir altamente en las teorías
aplicadas a los procesos de planeación educativa y en la definición de los
contenidos de los programas educacionales.

Los tres principios fundamentales que incentivan los comportamientos de los seres
humanos, señala Skinner, son: el principio del éxito, el principio del estímulo y el
principio del valor. A su logro se orienta la conducta de los integrantes de la

24 Los datos sobre esta corriente sociológica han sido tomados principalmente del artículo de Louis
M Smith: “B.F. Skinner”; en la revista “Perspectiva”; publicación trimestral sobre educación
comparada; UNESCO, Oficina Internacional de Educación; París; Volumen XXIV, número 3-4,
1994; pp. 529 a 542.
25 Existe versión de la obra en castellano, publicada por la Ed. Fontanella, Barcelona, España;

1979.

44
sociedad y por ende el conglomerado impone reglas y normas, establece
instituciones y marca procesos válidos que legitiman estos anhelos y las
consiguientes acciones tendientes a lograr esos objetivos.

La influencia de las teorías conductistas del autor que se analiza, se vieron


reflejadas en las tendencias psicológicas y sociológicas de múltiples países de
Europa y de América. Como señalamos antes, en materia educativa esta manera
de pensar ha influido sensiblemente en el diseño de importantes políticas
educativas. Skinner impartió cursos y conferencias en un buen número de
universidades, como, en el caso de México en la Universidad Veracruzana y en la
UNAM. A su influencia se debe la fundación de importantes centros de estudio
sobre el comportamiento humano. Ejemplo de ello lo tenemos en el Centro de
Estudios e Investigaciones en Conocimiento Humano(CEICAH) de la citada
Universidad Veracruzana, institución de alta especialidad en el tema de la
conducta humana y sus explicaciones más profundas.

Otra interesante y muy difundida corriente de análisis sociológico contemporáneo


la encontramos en las aportaciones de Edward O. Wilson,26fundador y principal
exponente de la Sociobiología. Dicho pensador precisa que esta corriente teórica
trata de entender el comportamiento humano no solamente como producto de
reglas y mecanismos derivados de factores culturales, sino que para apreciar a
profundidad la conducta de los seres humanos, ésta debe ser analizada tomando
en cuenta los orígenes de nuestra especie, como parte de una cadena evolutiva
mucho mayor de los seres vivos. La idea de selección natural, de tendencias
sexuales, de comportamientos heredados de generación en generación, de
conductas ya violentas o altruistas, de conductas instintivas o intuitivas, de
satisfacción de necesidades básicas, a más de otras de este corte naturalista,
campean en las explicaciones y en los enfoques de esta línea de pensamiento. Se
trata sin duda de una corriente neo darwinista, ya que tiene toda una serie de

26Se puede consultar el texto de este autor: Sobre la Naturaleza Humana; Fondo de Cultura
Económica, sede España; Madrid, 1980.

45
similitudes con las teorías evolucionista que en el siglo XIX dio a conocer el
biólogo inglés de Carlos Darwin.

La vigencia de esta corriente sociológica ha sido muy cuestionada, sobre todo por
el énfasis que da a los procesos biológicos que marcaron el origen de nuestra
especie, otorgándoles un peso que seguramente ya no tienen en la conducta del
ser humano moderno, que ha tenido la capacidad de crear valores superiores,
normas, procesos racionales y éticos que han superado plenamente los estados
naturales del comportamiento humano, como lo demuestran otras teorías y
corrientes sociológicas más consistentes.

Por lo que hace a la modernización de los estudios sociológicos en Francia,


después de las aportaciones de los clásicos como Saint-Simon, el propio Comte,
Gabriel Tarde y Emilio Durhkeim, fueron surgiendo toda una serie de importantes
teóricos de la sociología, quienes aportaron sus ideas en áreas muy diversas de la
disciplina, tanto en las orientaciones generales de la materia, como en cuestiones
políticas, económicas y jurídicas. De entre ellos citamos a los siguientes: Lucien
Levy-Bruhl (1857-1939) y su hijo Henri Levy-Bruhl (1884-1964; René Maunier
(1887-1951); Georges Gurvitch (1894-1965) de origen ruso y nacionalizado
francés; Raymond Aron (1905-1983); Jean Carbonnier (1908-2003); Maurice
Duverger (1917-2014); Louis Althusser (1918-1990); y, Alain Touraine (1925)

Mención especial nos merece en Francia Pierre Bourdieu (1930-2002), quien fuera
asistente académico de Raymond Aron en la Universidad de París. A Bourdieu se
le ha reconocido como el sociólogo más influyente de la posguerra en ese país.
Las aportaciones de Bourdieu han sido ampliamente conocidas en los temas de la
diversidad de la cultura, cuando afirma que las clases sociales se diferencian por
sus relaciones de producción, por la propiedad de ciertos bienes, pero también por
los aspectos simbólicos del consumo que diferencian a sus integrantes y los
distinguen en los distintos contextos humanos por sus estilos de vida propios.
Sobre la educación llevó a cabo una amplísima investigación en diversos países

46
europeos, concluyendo que este proceso formador hace que las instituciones
pedagógicas cumplan su función ideológica transformando las diferencias innatas
y de clase para cambiarlas por diferencias de aptitudes y capacidades, dando
cabida así a una igualdad social propia de la democracia.

Sus aportaciones en la investigación empírica fueron notables, como la


publicación que llevó a cabo sobre El Trabajo y los trabajadores de Argelia. Otras
de sus obras de mayor alcance e influencia en nuestra disciplina es El oficio de
sociólogo, publicada en 1968; igualmente es muy conocido su texto El sentido
práctico, que salió a la luz en 1980; también son ampliamente leídos en nuestra
materia sus libros Poder, derecho y clases sociales; y Sociología y cultura.

En Alemania surgieron también en la parte media del siglo XX nuevas e


importantes orientaciones del análisis sociológico, como lo son entre otras, los
trabajos de Jünger Habermas, quien naciera en la Provincia del Rin en 1929, y de
Niklas Luhmann (1927-1998) nativo de la Baja Sajonia. Habermas es considerado
como el más destacado integrante de la segunda generación de la Escuela de
Frankfurt o de la teoría crítica. Se formó en esa tendencia y llegó a ser auxiliar y
colaborador académico de Teodoro Adorno en el Instituto de Investigación Social
en Frankfurt, pensador a quien se considera como el fundador de la orientación
crítica en sociología. A su vez Habermas en su primera obra de importancia,
intitulada Historia y crítica de la opinión pública 27 lleva a cabo una novedosa
integración de una visión filosófica con la ciencia social, bajo una teoría crítica del
acontecer societario; orientación ésta que caracteriza toda su extensa bibliografía.
Bajo estos parámetros, expone sus argumentos en torno a lo que se entiende
como público en la sociedad, de manera especial en la integración de los
consensos colectivos que forman la opinión pública, que son la base misma del
sentido democrático que van logrando los distintos conglomerados humanos.
Distingue así entre opinión pública manipulada y opinión pública crítica, siendo

27La versión en español ha sido publicada por la Ed. Gustavo Gili; Serie Mass Media; Barcelona,
España;2004

47
esta última la que en realidad provoca el sentido participativo en la democracia
moderna. De esta manera surgió también otro de los conceptos que son clave en
las explicaciones de Habermas, como lo es el de la acción comunicativa, al
precisar que es el intercambio de ideas, producto de la comunicación humana la
que logra el desarrollo de toda sociedad, proceso al que llama colonización del
mundo de la vida.

Para entender de mejor manera a Habermas es importante tener en cuenta que en


muchos de sus trabajos, sobre todos los de su producción temprana, estuvieron
dedicados a examinar las teorías marxistas. A decir de George Ritzer “… la
cuestión clave que alejó a Habermas de Marx es su idea de que la acción
comunicativa, no la acción racional intencional(el trabajo), es el más característico
y generalizado de los fenómenos humanos. Esa acción y (y no el trabajo)
constituye el fundamento de toda vida sociocultural, así como de todas las
sociedades humanas. Mientras Marx se centró en el trabajo, Habermas lo hizo en
la comunicación”28.

A su vez al analizar los alcances de la teoría crítica, el autor Axel Honneth afirma
que: “Habermas justifica la introducción del concepto de sociedad articulando en
dos planos al que conduce su construcción por la desvinculación histórica del
sistema y el universo vital. También considera que el proceso de consecución del
entendimiento comunicativo es el mecanismo fundamental de reproducción de las
sociedades modernas, pero, al mismo tiempo, se presupone como producto
histórico la existencia de estas esferas de acción accesibles sólo mediante el
análisis de la teoría de los sistemas.”29 Siguiendo esas ideas, podemos concluir
que Habermas entrelaza la teoría de la comunicación y el concepto de sistema,
para integrarlos como componentes esenciales de su teoría sociológica de la

28Ritzer, George. Teoría Sociológica Contemporánea; Ediciones McGraw-Hill; Madrid; 1993; p.173
29Honneth, Axel. Teoría Crítica; en la obra La Teoría Social ,Hoy; coordinada por Anthony Giddens
y Jonathan Turner; Alianza Ed. /CONACULTA; México; 1987; p.479

48
modernidad, cuestiones que expone en otra de sus obras centrales denominada:
La teoría de la acción comunicativa.30

La influencia de Habermas en el pensamiento sociológico moderno es de enorme


alcance e importancia, al desarrollar una nueva visión de la teoría crítica, que
había quedado muy enmarcada en las ideas del neo-marxismo, para otorgar a
esas posturas una serie de nuevas dirección con elementos muy distintivos e
inéditos, propios del pensamiento de Habermas, a fin de explicar, de otra manera,
los procesos de desarrollo de los conglomerados humanos hasta lograr las
características modernas de las sociedades actuales.

El otro gran exponente de la sociología alemana de la posguerra es, sin duda,


Niklas Luhmann, quien fuera alumno de Talcott Parsons en la Universidad de
Harvard. En el XVI Congreso Alemán de Sociología, en 1968, sostuvo un debate
teórico con Habermas sobre las perspectivas y alcances de la teoría de los
sistemas sociales, que daría a ambos una indudable presencia y relevancia en los
medios académicos europeos. Luhmann asumió una postura sumamente radical
sobre la importancia del concepto de “sistema social” considerándolo como la
base de “la gran teoría” que habría de apuntar a dirigir cualquier aspecto de la vida
social dentro de un marco de validez universal. Sus textos abundan en conceptos
muy abstractos y polémicos, lo que reflejaba su compleja personalidad. Ejemplo
de ello lo relatan sus biógrafos al comentar que cuando Luhmann inicio sus
cátedras en la Universidad de Bielefeld, en 1969, al presentar su proyecto de
investigación lo hizo de manera muy peculiar, de la siguiente forma: Proyecto:
Teoría de la Sociedad. Duración 30 años. Costo, ninguno. Algunas de sus obras
más conocidas son: Sistemas sociales: lineamientos para una teoría general
(1992), Introducción a la teoría de los sistemas (1996) y, La ciencia de la sociedad
(1996).

30 Existe versión en español, publicada por la Ed. Taurus; Madrid, 2010

49
Concluimos esta breve exposición de las corrientes de la sociología más actual
con el pensamiento del británico Anthony Giddens, quien nació en Londres en
1938 y quien de 1977 a 2003 fuera director de la London School of Economics and
Political Science. Hoy en día es uno de los más reputados docentes de la
sociología. Sus investigaciones, tanto en sociología como en economía, le han
dado un indudable prestigio al ser considerado el científico social más conocido
del Reino Unido en las décadas iniciales del siglo XXI.

Giddens centra sus preocupaciones sociológicas en la formulación de novedosas


teorías sobre el desarrollo y sobre la modernidad, especialmente enmarcadas en
los efectos que tienen en la sociedad los avances tecnológicos . Su teoría de la
estructuración tiende a sepáralo de las posturas estructuralistas norteamericanas,
las que había estudiado en Harvard, puesto que la idea de sistema es
notablemente diferente a las sostenidas por los funcionalistas. Para Giddens los
sistemas consisten y están configurados en las relaciones sociales que se
organizan como prácticas comunitarias ordenadas y regulares. En dicho contexto
esas prácticas determinan la continuidad de las estructuras, los que a su vez
forman los sistemas e influyen en la acción individual pero no la condicionan
inexorablemente, pues, en última instancia, el individuo tiene la capacidad de
decidir su destino.

En su conocido texto de Sociología, expone Giddens que esta disciplina: “…es el


estudio de la vida social humana, de sus grupos y sociedades. Es una empresa
cautivadora y atrayente, al tener como objeto nuestro propio comportamiento
como seres sociales. El campo de la sociología es extremadamente amplio, y va
desde el análisis de los encuentros efímeros entre individuos en la calle hasta la
investigación de los procesos sociales globales”31.

31Giddens Anthony. Sociología; Alianza Ed. ; versión castellana de Jesús Cuéllar Menezo; 4ª
edición; Madrid, 2001; p. 27

50
Una de las más notables aportaciones de Giddens a las ideas sociales y
económicas, ha sido su teoría de la Tercera Vía como un intento de nuevos
planteamientos para los movimientos políticos de la socialdemocracia. La
propuesta entiende que los esfuerzo del desarrollo resultan ineficaces si se
soportan en posturas ideológicas extremas, ya de tipo privatista, como de otra
parte, estatista. Por ello se debe promover, dice esta nueva visión teórica, una
profundización democrática de los países y enfatizar la aplicación de las modernas
tecnologías, elevar los niveles educativos y de salud, para que de esa manera la
propia sociedad acomode sus procesos y sus esfuerzos de progreso. Se entiende
a esta tercera vía como una especie de síntesis de las ideas capitalistas y las
socialistas, bajo un proceso profundamente democrático al que tenderá la
sociedad futura.

1.3. Esquema del desarrollo del pensamiento social en México.

En nuestro país los primeros estudios e investigaciones de orden sociológico


estuvieron, marcados por la influencia del pensamiento positivista comtiano 32
Afirma Mendieta y Núñez, que "...la sociología aparece en México, del propio
modo que en las universidades europeas, como disciplina académica,
tardíamente, pues el artículo IX de la Ley Orgánica de Instrucción Pública del 2 de
diciembre de 1867, que se refiere a la Escuela Nacional de Jurisprudencia,
enumera materias que deben ser objeto de sus enseñanzas y entre ellas no figura
cátedra alguna de carácter sociológico"33.

La afirmación del maestro Mendieta es cierta, no obstante es importante aclarar


que, efectivamente, como asignatura con el nombre especifico de sociología

32 Sobre este inciso se han aprovechado distintos temas que aparecen en el artículo La sociología
general y jurídica en la formación de los juristas, de los profesores Jorge Moreno Collado y Carlos
F. Quintana Roldán, en libro de homenaje a la Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas;
publicación de la Facultad de Derecho UNAM; actualmente en prensa. Igualmente de la tesis de
maestría: La enseñanza de la sociología en la Universidad Nacional Autónoma de México, de
Carlos F. Quintana Roldán; Facultad de Derecho; UNAM; México, 1993.
33 Mendieta y Núñez, Lucio. "Origen y desarrollo de la Sociología Académica en México"; Revista

Interamericana de Sociología, Año 4, Vol. IV - V; números. 13-4; mayo - diciembre de 1984; p. 13.

51
aparecerá la disciplina en forma por demás tardía, pero esto no quiere decir que
hasta los primeros años del siglo XX se haya tenido conocimiento académico de la
materia, toda vez que desde la Ley Orgánica de Instrucción Pública del 2 de
diciembre de 1867, se institucionaliza la enseñanza positivista en la naciente
Escuela Nacional Preparatoria, bajo la influencia de Don Gabino Barreda, teniendo
como base el pensamiento de Augusto Comte. Sin duda fue Barreda el introductor
del positivismo y de la sociología en nuestro país.

Barreda nació en la ciudad de Puebla el 19 de febrero de 1818. Sus primeros


estudios los cursó en su ciudad natal, llegando posteriormente a la ciudad de
México, iniciándose en la carrera de abogado, misma que no concluyó. Después
cursó estudios de minería, y finalmente estudió la carrera de medicina, en la que
se graduó en forma destacada. De 1848 a 1851 estudió en Francia, en donde
escuchó personalmente las lecciones de Augusto Comte, quedando vivamente
impresionado del pensamiento comtiano.

Al regresar a México atendió su profesión de médico. Debido a la guerra civil que


enfrentaba el país, decidió abandonar la capital y radicar en la ciudad de
Guanajuato, en donde vivió de 1863 a 1867. Su cuñado, el Ingeniero Francisco
Díaz Covarrubias, cercano colaborador del Presidente Juárez influyó para que
Barreda se integrara al grupo juarista, primero como médico personal de la familia
del presidente, y, posteriormente, como miembro de la Comisión que estructuraba
el programa de instrucción pública de Juárez. Más tarde sería diputado, maestro,
fundador y primer director de la Escuela Nacional Preparatoria, encabezando a la
institución de 1867 a 1878, en donde impartió sus cursos de lógica, siempre bajo
los principios y premisas positivistas. En 1878 Porfirio Díaz lo separó de la
Nacional Preparatoria enviándolo como diplomático a Francia y a Alemania Al
regresar a México enfermó de gravedad y murió el 10 de marzo de 1881. De sus
escritos los más conocidos son: Oración Cívica (1867); Carta al General Mariano
Riva Palacio (1870); Al Barón de Humboldt (1869), entre otros.

52
El inicio del positivismo mexicano está estrechamente unido a la fundación de la
Escuela Nacional Preparatoria que, como hemos señalado, fue creada por la Ley
de Instrucción Pública del 2 de diciembre de 1867. El lema de la Nacional
Preparatoria: amor, orden y progreso, está inspirado en las ideas y lemas
comtianos. Barreda explicó siempre su cátedra de lógica bajo premisas
positivistas, teniendo notable éxito entre sus alumnos por su erudición y
profundidad. Esas lecciones, sin duda, fueron las primeras aportaciones del
pensamiento sociológico comtiano en México.

Otros destacados pensadores e intelectuales mexicanos se agruparon con


Barreda en la defensa del pensamiento positivista. Para ello integraron una
agrupación denominada: La Sociedad Positivista, misma que estuvo formada,
entre otros, por personalidades de la talla de Ignacio Ramírez, Leopoldo Río de la
Loza, Manuel Paynó, Francisco y José Díaz Covarrubias, Juan Sánchez Azcona,
Protacio Pérez de Tagle, Miguel y Pablo Macedo, Francisco Bulnes, Manuel María
Contreras Jacinto Pallares y Horacio Barreda, quienes durante catorce años
editaron en esa sociedad la importante publicación: Revista Positiva34.

Afirma, con toda razón, Leopoldo Zea, que "...el positivismo no llegó a México
como una doctrina nueva a la que había que estudiar para estar al tanto de las
expresiones culturales. No fue una doctrina para discutir en círculos culturales sino
una doctrina que se discutió en la plaza pública. Se trata de una doctrina filosófica
puesta al servicio de un determinado grupo político y social en contra de otros
grupos. El positivismo fue una filosofía utilizada como instrumento por un
determinado grupo de mexicanos"35.

El variado carácter político que adquirió la filosofía positivista mexicana, pronto


encontró serios y profundos impugnadores de las más diversas tendencias. Los

34 Cfr. Larroyo, Francisco. Historia Comparada de la Educación en México; Ed. Porrúa; Cuarta
edición; México, 1956; p. 283.
35 Zea, Leopoldo. El Positivismo y la Circunstancia Mexicana. Fondo de Cultura Económica;

México, 1985; pp. 29-29.

53
católicos, por ejemplo, en materia pedagógica, lucharon duramente contra las
nuevas ideas positivistas que habían suprimido las tradicionales enseñanzas
clásicas y religiosas. Apareció también otro grupo de impugnadores más
calificados académicamente, que se agruparon en el Ateneo de la Juventud,
encabezados por Don Justo Sierra. Estuvo integrado por personalidades como
José Vasconcelos, Antonio Caso, Alfonso Reyes, Diego Rivera, Alfonso Cravíoto,
Pedro Henríquez Ureña, entre muchos más. Aquel grupo de jóvenes brillantes,
formados, como dice Leopoldo Zea, dentro del propio seno del positivismo y
dentro de sus formas educativas, se sintieron estrechos por la filosofía que se les
había inculcado, que hacía a un lado el pensamiento humanista.

"El positivismo de Comte y Spencer —afirma Vasconcelos— nunca pudo contener


nuestras aspiraciones; hoy, que por estar en desacuerdo con los datos de la
ciencia misma se halla sin vitalidad y sin razón, parece que nos libertamos de un
peso en la conciencia y que la vida se ha ampliado''36. A su vez Antonio Caso, que
fuera el más importante y brillante impugnador del positivismo, consideró a esa
doctrina como "una filosofía de mediocres y de irresponsables". El maestro Caso,
llegó a ser, posteriormente, el creador de una naciente sociología mexicana,
gracias a sus obras Sociología Genética y Sistemática (1927) y más tarde su
Sociología, las que dedicó a la memoria de los ilustres sociólogos René Worms y
Mariano H. Cornejo, y del historiador Carlos Pereyra, primer profesor de la cátedra
de Sociología en la antigua Escuela Nacional de Jurisprudencia.

El positivismo jugó un papel central en la vida académica y política de México. En


los años finales del siglo XIX, fue la doctrina que justificó el poder de una
burguesía en constante ascenso, producto de una incipiente industrialización que
reflejaba el espíritu positivo. Esta doctrina justificó, sin duda, la dictadura
porfiriana, bajo las premisas de Orden y Progreso que caían justamente a las
necesidades ideológicas de Díaz y sus circunstancias sociales. Sin embargo, la
generación que siguió al auge positivista, la generación de jóvenes no

36 Citado por Leopoldo Zea; Op. cit. p. 30.

54
comprometidos espiritualmente con el dictador, mostraría amplia inconformidad
con el cartabón positivista. "Samuel Ramos ha mostrado con acierto —señala
Leopoldo Zea— que lo que no pudieron hacer los jacobinos y los católicos contra
el positivismo, lo hizo la generación del Ateneo. En el fondo se trata de la
generación que haría la revolución contra una forma social y cultural llamada el
porfirismo"37.

Por lo que hace a los estudios de sociología en la formación de los profesionales


del derecho, de acuerdo a lo reseñado por Don Lucio Mendieta y Núñez, fue el
eminente jurista Miguel S. Macedo quien propuso que entre las materias iniciales a
cursar en la profesión de abogado estuviese esta disciplina. Macedo la consideró
como "…el estudio específico de las formas características de las instituciones
sociales y de las etapas cardinales de su evolución para comprender, así, la
estática y la dinámica relativas 38 . En efecto, fue Don Miguel S. Macedo quien
propuso por primera ocasión a la sociología como materia de iniciación para los
futuros abogados. Esto sucedió en 1897 en que la Secretaría de Justicia e
Instrucción Pública pidió a la junta de profesores de la Escuela de Jurisprudencia
que reorganizaran el plan de estudios. La junta nombró a los profesores Jacinto
Pallares, Tomás Reyes Retana y Miguel S. Macedo para que redactaran y
propusieran las reformas que ameritaban los estudios jurídicos. El criterio de
Pallares y Reyes Retana se inclinó por la tradición, frente al pensamiento
novedoso de Macedo, por ende su propuesta no prosperó. "La Junta de
Profesores -dice Mendieta y Núñez- no aprobó el plan del licenciado Macedo, sino
el del licenciado Pallares y por ese motivo la Secretaría de Justicia concedió
también su aprobación a este último"39Por dicha circunstancia la sociología como
materia a cursar no se incluyó en el plan de estudios de 1899. Sin embargo, varios
profesores en sus cátedras de filosofía del derecho abordaban múltiples temas
bajo la ideas de autores de sociología. Esa corriente que favorecía la inclusión de

37 Zea, Leopoldo. Op. Cit.; p. 32


38 Citado por Mendieta y Núñez Lucio. Op. cit.
39 Mendieta y Núñez, Lucio. Historia de la Facultad de Derecho; Ediciones UNAM. Segunda

Edición. 1975; p. 135.

55
la sociología, de nueva cuenta tomó auge en los años de 1906 e inicios de 1907,
en que se debatió un nuevo plan de estudios.

Don Miguel Macedo y don Pablo Macedo fueron reiterados y comprometidos


defensores de tal corriente, y gracias a sus gestiones se incluyó nuestra materia
en el mencionado plan. Así, por Decreto del Presidente Porfirio Díaz, del 19 de
enero de 1907, siendo Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes Don Justo
Sierra, se introdujo la sociología como asignatura formativa de los profesionales
del derecho, quedando ubicada en el primer año y con tres clases por semana.
Como antes señalamos, correspondió al ilustre historiador Don Carlos Pereyra ser
el primer profesor de sociología en aquella antigua Escuela Nacional de
Jurisprudencia.

En los primeros años la asignatura se impartía mediante consulta a textos


europeos, que según la lista de autorización de la Secretaría de Instrucción
Pública y Bellas Artes, para 1910-1911, estaban: Filosofía de las Ciencias
Sociales, del ilustre sociólogo francés René Worms, fundador del Instituto
Internacional y de la Revista Internacional de Sociología; dicho texto, escrito desde
luego en francés, constaba de tres tomos. Se encontraban también autorizados los
libros de Greef Leyes Sociológicas y de Richard Compendio de Sociología40. Para
1915 la Escuela Nacional de Jurisprudencia adoptó el texto del eminente sociólogo
peruano Don Mariano H. Cornejo: Sociología General, publicado en 1908 y que
por largo tiempo fue libro de consulta en la casi totalidad de las universidades
iberoamericanas.

Sin embargo, no hay duda de que el gran iniciador de la sociología mexicana fue
Don Antonio Caso quien publicó en 1927 su texto de Sociología Genética y
Sistemática, al que más tarde, en 1940, con diversas adaptaciones lo denominó
simplemente: Sociología. Las obras de Caso representaron para la sociología de

40 Cfr. Mendieta y Núñez, Lucio. Op cit.; p. 197.

56
nuestro país el primer intento serio por elaborar una teoría propia. Su valor está
ahora por ser redescubierto en muchos de sus profundos enunciados.

Además de Caso fueron surgiendo otros grandes maestros de la materia que


impartieron sus cátedras a los estudiantes de leyes. Cabe destacar, entre ellos, a
Daniel Cosío Villegas, quien publicó múltiples obras de temas sociológicos; a
Samuel Ramos, a José Medina Echevarría, quien publicó en 1941 su libro:
Sociología: Teoría y Técnica, en el Fondo de Cultura Económica de México; a
Carlos Echánove Trujillo, quien publicó en 1948 su texto: Sociología Mexicana, a
Lucio Mendieta y Núñez quien fue autor de innumerables obras sociológicas, a
Luis Recasens Siches quien publicó en 1948 sus Lecciones de Sociología, libro
que debidamente actualizado tomó el nombre de Sociología a partir de la edición
de 1956; a Antonio Armendáriz, a Juan Pérez Abreu y de la Torre, quien fuera el
primer director del Seminario de Sociología General y Jurídica de la Facultad, y a
Alberto F. Sénior, quien en 1956 publicó su texto de Sociología.

Don Daniel Cosío Villegas expresa en sus memorias, en torno a estos años, lo
siguiente:

Como Antonio Caso se consideraba viejo amigo y compañero del Rector


Vasconcelos, se resolvió a plantearle un problema que hasta entonces se había
guardado. El curso de Sociología en la Escuela de Derecho lo había compartido
tradicionalmente con Carlos Pereyra; pero como éste sirvió a Huerta, al triunfar
el constitucionalismo resolvió radicarse en España, donde vivió los veintiocho
años que le quedaban. Entonces, toda la carga del grupo recayó en Caso, y la
había soportado durante cinco años. Claro que Vasconcelos no puso reparo a
nombrar un nuevo profesor, pero le dejó a Caso proponerle candidatos. Y desde
luego Caso los buscó entre sus antiguos discípulos, ya graduados. Debió hacer
un sondeo, del que yo no me enteré, y como no tuviera una reacción definida, le
pidió a Vasconcelos que los convocara a una reunión amistosa a la que fui
invitado. Vasconcelos expuso el problema y añadió que no podía pensarse en
gente vieja ajena a una disciplina que, por lo demás, no atraía mucha atención;
entonces el candidato debía salir de los jóvenes que en derecho habían pasado
ya por el curso de sociología. Gómez Morín, Lombardo Toledano, y quizás
alguno otro, guardaron silencio, y a la vista de ese pobre resultado, me atreví a
decir que no me proponía a mí mismo por ser demasiado joven, pues resultaría
que un estudiante del segundo año sería profesor de los de primero. Caso trató
de acallar mis temores arguyendo que el estudiante no respetaba la edad, sino la
devoción del profesor a su trabajo, además, yo figuraría por de pronto como

57
profesor ayudante suyo, a reserva de que más tarde se me diera la titularidad del
puesto. Di ese curso de Sociología durante cuatro años continuos sin que
hubiera ningún incidente que denotara desconsideración de mis alumnos, y eso
que entre los primeros que tuve hubo gente tan "salidora", según se decía
entonces, como Ramón Beteta, que ya se movía con una completa seguridad en
sí mismo. Pero en 1925 llegó a la dirección de la Escuela de Derecho Manuel
Gómez Morín, y me pidió con muy buen sentido que cambiara yo el curso de
Sociología Teórica, llamémosla así, por una Sociología aplicada a los problemas
de México. De allí salió el curso que disparatadamente llamé Sociología
Mexicana, y del cual se publicó la versión taquigráfica de algunas lecciones. Sin
que yo lo advirtiera entonces, a ese curso asistieron unos jóvenes que con los
años serían grandes figuras: Miguel Alemán, Antonio Carrillo Flores, Andrés
Serra Rojas, entre otros. En todo caso, no lo concluí, pues a fin de ese año me
trasladé a Cambridge para iniciar en la Universidad de Harvard mis estudios de
Economía41.

Dentro del presente análisis merecen especial mención dos grandes y singulares
expositores de la sociología de nuestro país en las décadas de los cuarentas a los
sesentas del siglo XX. Nos referimos al doctor Lucio Mendieta y Núñez y al doctor
Luis Recasens Siches ( 1903-1977). Mendieta y Núñez (1895-1988) hombre
prolífico con múltiples y muy valiosas publicaciones de sociología y derecho
agrario. Su texto: Breve Historia y Definición de la Sociología, es ampliamente
utilizado por los maestros y estudiantes de nuestra Facultad. Otros textos de
Mendieta de uso en los cursos de la materia son: Las Clases Sociales, la que
cuenta con un extraordinario prólogo del connotado sociólogo estadounidense de
origen ruso Pitirim Sorokin; igualmente Teoría de los Agrupamientos Sociales, así
como Sociología de la Universidad.

Recasens, guatemalteco de nacimiento, se formó en España en donde llegó a ser


catedrático de la Universidad de Madrid, institución en la que dictó cursos hasta
1936. Posteriormente emigró a México e impartió sus doctas cátedras en la
Facultad de Derecho. Recasens publicó en 1948 sus Lecciones de Sociología y
ocho años más tarde, en 1956, la edición actualizada adoptó el nombre de
Sociología, obra que resulta de consulta obligada para maestros y estudiantes de
la disciplina.

41Cosío Villegas, Daniel. Memorias, colección lecturas mexicanas. No. 55, Segunda Serie SEP;
Joaquín Mortiz, México, 1986; pp. 59-62.

58
También merece nuestro reconocimiento académico el maestro Leadro Azuara
Pérez (1923-1978) quien fuera de 1963 y hasta su fallecimiento director del
Seminario de Sociología General y Jurídica de la Facultad de Derecho. Azuara
publicó, en 1977, un importante texto de Sociología, que es ampliamente utilizado
como libro de consulta en los cursos correspondientes. Igualmente mencionamos
su obra El Formalismo Sociológico, libro editado en 1950 por el Instituto de
investigaciones Sociales de la UNAM.

En 1946 se estableció en la entonces Escuela Nacional de Jurisprudencia el


Seminario de Filosofía del Derecho y Sociología Jurídica, mismo que en 1955 se
separó en dos, uno para atender las cuestiones de filosofía y el otro relativo a
sociología, como hasta la fecha operan en la Facultad de Derecho,
denominándose el de nuestra disciplina: Seminario de Sociología General y
Jurídica.

Finalmente en cuanto a este punto relativo a la difusión del pensamiento


sociológico en México, debemos agregar que la creación del Instituto de
Investigaciones Sociales en la UNAM en el año de 1930, bajo el rectorado de
Ignacio García Téllez, marcó un lindero importante de la investigación profesional
de tipo sociológico en nuestro país. Este instituto universitario ha contado con
preclaros directores como, entre otros: Alfonso Caso, Vicente Lombardo Toledano,
Narciso Bassols, Manuel Gamio, Lucio Mendieta y Núñez, Pablo González
Casanova, Raúl Benítez Zenteno, Julio Labastida y Carlos Martínez Assad. Son
incontables las publicaciones de temas sociológicos que ha producido el Instituto,
resaltando de manera especial la larga permanencia de la Revista Mexicana de
Sociología que desde 1939 se edita con regularidad y que es de las más
prestigiadas del tema en todo el Continente Americano.

A su vez la creación, en 1951, de la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y


Sociales de la UNAM, siendo rector el distinguido abogado y filósofo doctor Luis

59
Garrido Díaz y bajo el impuso y diseño académico encomendando a Don Lucio
Mendieta y Núñez, marcó el inicio de toda una época en el estudio y en la
profesionalización de la sociología en México. Sobre dicho pasaje el propio
Mendieta escribió: “…me pareció más conveniente intentar, al propio tiempo que la
fundación de las Asociaciones Mexicanas de Ciencia Política y Sociología, la
creación de una Escuela de Ciencias Políticas y Sociales dentro de la Universidad
Nacional, en donde se forman sucesivas generaciones de estudiosos de estas
disciplinas que fueron creando el medio y el clima propicio a su comprensión y
desarrollo”42 Esta institución, que en 1968 alcanzó el nivel académico de Facultad,
ha sido uno de los centros de docencia sociológica de mayor relevancia en México
y en América Latina. En ella existe la licenciatura en sociología, así como las
especialidades, maestrías y doctorado, propios de esta rama del conocimiento
social.

1.4. La Sociología en el marco de las ciencias sociales.

Hemos afirmado antes que nuestra disciplina tuvo un surgimiento tardío en


relación a las otras ciencias sociales, como la economía, la ciencia política, la
antropología social y la demografía, que vieron su nacimiento en el siglo XVIII. La
sociología estaría surgiendo hasta prácticamente la mitad del XIX, como lo vimos
en incisos anteriores. Sin embargo la sociología a lo largo de las últimas décadas
de aquel siglo y en las primeras del XX, fue consolidando una vigorosa integración
teórica, con certeras conclusiones científicas de la vida social. En este orden de
ideas encontramos como principales aportaciones que nos ha dado la teoría
sociológica, las que adelante resumimos en las siguientes incisos: a) en la
formulación de conceptos en torno a los fenómenos que estudia; b) la elaboración
de esquemas de clasificación: de relaciones sociales, de grupos, de tipos de
sociedades particulares y globales; c) en la integración de un conjunto de métodos
que les son propios y que le sirven para llevar a cabo sus investigaciones; y, d) en

42 Mendieta y Núñez ,Lucio. Origen, organización, finalidades y perspectivas de la Escuela


Nacional de Ciencias Políticas y Sociales; en Revista Ciencias Políticas y Sociales, año I octubre-
diciembre 1955,número 2, p 35

60
la elaboración de un buen número de teorías explicativas particulares de los
fenómenos que estudia.43

1.4.1. Los métodos científicos y la sociología.

En materia de metodología nuestra ciencia ha aportado una serie de


conocimientos de gran profundidad, que le han servido para llevar adelante sus
investigaciones. Si bien ello es cierto, no podemos negar que en no pocas
ocasiones se ha cuestionado que la investigación que lleva a cabo la sociología es
muy dispersa en los métodos que sigue. El propio Bottomore, haciéndose eco de
estas críticas, cita al matemático francés Henri Poincaré cuando éste catalogó a la
sociología, como “…la ciencia que cuenta con más métodos y con menos
resultados.” 44 No obstante esas voces críticas, lo cierto es que en materia de
métodos y su aplicación en trabajos de investigación científica relativos a los
fenómenos sociales, nuestra disciplina ha creado una amplia doctrina y
consistentes teorías que son eficaces instrumentos para lograr la obtención de
resultados de alta confiabilidad.

El vocablo “método” tiene su origen en dos raíces del idioma griego: metá, que
significa a través de; y odós, que hace alusión a la vía, camino, sendero o pasos
que se tienen que seguir en un procedimiento dado. En tal sentido, ya desde la
mera interpretación etimológica de esta voz, podemos apreciar que por método se
entiende un camino o vía necesaria para obtener resultados en un proceso de
investigación, o sea que se trata de un plan sistemático para llevar adelante dicha
indagación. Si bien es cierto que la utilización de los distintos métodos del
conocimiento encuentra su origen desde las sociedades antiguas, recordemos en
ello a los grandes filósofos clásicos de Grecia, también lo es que el método
científico fue surgiendo con sus propios y particulares perfiles en el siglo XVII con
las investigaciones astronómicas realizadas por Galileo Galilei e Issac Newton

43En relación a estos temas se puede confrontar lo expuesto por T. B.Bottomore en el capítulo II
de su texto ya citado en otra parte de este capítulo; pp.31 a 49
44Bottomore, T.B. Op. Cit.;P. 51

61
para entender la mecánica que rige al universo. En ese mismo siglo se habrían de
consolidar las ideas en torno al método científico con las obras de Francis Bacon,
principalmente: El Nuevo Organón (Nuevo Método); y de René Descartes: El
Discurso del Método, textos que resultan fundamentales para entender la
transición de las antiguas formas de utilización de la metodología, a las nuevas y
modernas acepciones de estos procesos de investigación con un genuino rigor
científico.

Con ese bagaje metodológico habrían de surgir en el siglo XVIII muchas de las
modernas ciencias, tanto las de tipo físico-natural y las biológicas, así como otras
de carácter social, sin que perdamos de vista que la sociología, como ya se ha
dicho, habría de surgir hasta la mitad del XIX. Con las aportaciones de Wilhelm
Dilthey, a finales del siglo XIX y principios del XX, quedarían marcadas las
principales características de distinción entre la metodología propia de las ciencias
naturales, con la que se aplica a las ciencias humanas, toda vez que se trata de
esferas distintas del conocimiento, si bien ambas cuentan con sus propia
expectativa de investigación y explicación bajo estricto rigor científico. En efecto,
resulta importante comentar que el entendimiento de los fenómenos de la
naturaleza obedece a una explicación meramente causal, o sea en torno a las
circunstancias y procesos que los provocan. En la esfera de los fenómenos
sociales no habrá de bastarnos una mera explicación de las causas que los
originan, toda vez que al intervenir en todos ellos el elemento de la voluntad
humana, su explicación implica, necesariamente, entender puntualmente esas
causas, pero además de ello también es necesario dilucidar los objetivos y fines
que tales fenómenos tienen en la vida grupal, por lo que se tratará, en este caso,
de una explicación causal teleológica.

La sociología surgió como disciplina científica con una marcada exigencia


metodológica, que su fundador Augusto Comte trató de imprimir en ella a través
del método positivo. La obra central con la que nuestra materia integró los más
serios planteamientos de su rigor metodológico, lo es el texto de Durkheim: Las

62
reglas del método sociológico publicado en 1895. Por cuanto a nuestro medio
académico, podemos citar en este tema de metodología del conocimiento, a la
obra clásica de los filósofos Francisco Larroyo y Miguel Ángel Cevallos: La lógica
de las ciencias, que cuenta con un amplio apartado sobre estos temas. En
América Latina se han distinguido de manera notable los textos sobre metodología
científica del profesor argentino Mario Bunge, de los que podemos citar, entre
otros, los siguientes: La ciencia, su método y su filosofía; Las ciencias sociales en
discusión: una perspectiva filosófica; y, La relación entre sociología y filosofía.

De esta manera han surgido importantes ideas en torno a las características que
el método científico debe tener para que sea un adecuado instrumento en el logro
de resultados validos. Tales características son: a) objetividad, porque debe
basarse en el análisis de la realidad como ésta se presenta y no en las
apreciaciones subjetivas del investigador; b) imparcialidad, porque el investigador
en la búsqueda de la verdad debe actuar sin prejuicios y sin tomar partido o
preferencia hacia sus creencias o su propia ideología; y c) rigor en la selección de
las fuentes de información, porque el investigador debe valorar la idoneidad de las
pruebas y fuentes que le aporten certidumbre en la comprobación de las hipótesis
planteadas, ordenándolas y clasificándolas bajo estrictos parámetros de calidad en
cuanto a la evidencia que presenten.

Resulta importante ahora referirnos brevemente a los métodos generales del


conocimiento, o sea aquellos que son aprovechados por todas las disciplinas
científicas, como en nuestro caso la sociología. Contamos así con los siguientes
métodos, de los que a la vez damos una somera explicación: a) deductivo:
proceso de investigación que obtiene sus conclusiones partiendo de la
observación de principios o bases generales para aplicar éstos a situaciones o
casos concretos, esto es se pasa de lo general a lo particular; b) inductivo:
proceso de investigación que obtiene sus conclusiones observando los aspectos
particulares de los fenómenos analizados y de esta manera generalizar sus
resultados, o sea que va de lo especifico y concreto para llegar a una explicación

63
general; c) análisis: proceso metodológico que consiste en llevar a cabo la división
o desagregación de los distintos elementos constitutivos del fenómenos estudiado,
observando éstos para obtener explicaciones generales; c) síntesis: procedimiento
metodológico que consiste en llevar a cabo la agregación de un conjunto de partes
separadas del algún fenómeno, para observarlas de manera conjunta y así
obtener conclusiones que lo expliquen; y, d) dialéctico: proceso metodológico de
raciocinio a través del cual nos explicamos los fenómenos estudiados ubicándolos
en un plano de oposición con sus elementos contrarios o reactivos y de esa forma
obtener conclusiones. Se plantean en el proceso dialéctico varias fases o
momentos (Hegel): tesis (ser), antítesis (no ser o contrario), y síntesis, como la
fusión o integración de los anteriores elementos enfrentados, lo que nos da origen
a una nueva tesis, que seguirá en la secuencia permanente de este proceso
dialéctico.

Por muchos siglos las explicaciones del mundo natural y de la vida social
estuvieron apegadas a formas eminentemente deductivas, como fue característico
de las sociedades antiguas. La existencia de cualquier fenómeno por complejo
que fuera se entendía a la luz de grandes principios religiosos o filosóficos,
tomando como base, por una parte la Biblia, las encíclicas papales o los escritos
de los santos padres; o por la otra, los tratados de los filósofos clásicos de Grecia
o de los juristas romanos. Como antes señalamos, sería a partir del siglo XVII que
se daría cabida a la explicación inductiva para verificar la realidad de los
fenómenos a través de las causas que los producen y los efectos que ellos tienen,
como ha sido característica de la ciencia moderna.

A su vez nuestra disciplina ha elaborado una serie de métodos que si bien no le


son totalmente exclusivos, les ha impregnado una serie de elementos teóricos y
de orden académico que los distinguen con precisión como métodos sociológicos.
Siguiendo principalmente las aportaciones que en este apartado nos dan autores
como Durkheim, Weber y Bottomore, definimos y damos una breve explicación de
los principales métodos que tienen este carácter:

64
a) método comparativo, es una forma o procesos de investigación que obtiene
sus conclusiones observando las correlaciones, similitudes, diferencias o
modificaciones que se presentan entre el fenómeno estudiado y las
manifestaciones que uno o varios fenómenos similares presentan, a su vez, en
otros ámbitos sociales de características semejantes. A este método se le conoce
también como: de la investigación indirecta, pues suele utilizarse ante la dificultad
casi insalvable de llevar a cabo experimentación directa en el estudio de los
fenómenos sociales. El métodos comparativo fue el método por excelencia de los
primeros estudios sociológicos para recoger y valorar evidencias empíricas de
análisis. Este método se aplica de manera relevante en los estudios e
investigaciones de orden descriptivo de la sociología.

b) método histórico, lo entendemos como la forma o procesos de investigación


que obtiene sus conclusiones enfocando el fenómeno en estudio hacia las
diversas manifestaciones que éste ha tenido en el tiempo, en uno o en diversos
ámbitos sociales históricamente observables. Este método ha sido aprovechado
de manera principal por las corrientes marxistas de sociología, que lo han
privilegiado en sus investigaciones y sus planteamientos teóricos. También
diversos trabajos de Max Weber están basados en apreciaciones de orden
histórico. Igualmente podemos observar esta tendencia metodológica en las
aportaciones de Charles Wright Mills y de Raymond Aron, entre otros destacados
sociólogos.

c) método formal o sistemático, propio de la sociología formalista, es una


forma o proceso de investigación que obtiene sus conclusiones observando las
características o perfiles con los que se presentan los fenómenos sociales
haciendo abstracción de los contenidos particulares que estos conllevan. Esté
método fue una aportación original de Jorge Simmel, quien lo entendió como una
especie de lógica de lo social. El formalismo fue seguido de manera importante
por la sociología alemana de las primeras décadas del siglo XX. A esta manera de

65
análisis sociológico se deben importantes aportaciones, tanto en la clarificación
temprana del objeto de estudio de nuestra disciplina, como en la superación de la
visión altamente enciclopédica que caracterizó a los trabajos de los primeros
sociólogos. Los conceptos propios de la sociabilidad se vieron enriquecidos por
esta tendencia de nuestra materia de estudio, así aparecen, entre otros:
acercamiento y cooperación social; distanciamiento y lucha social; armonía social
y desorganización. Como se observa de lo anterior, esta manera de investigación
procura entender los fenómenos que acontecen en la sociedad mediante una
determinación de las formas de la interacción humana segregadas de sus
contenidos concretos.

d) método funcional, que consiste en una forma o proceso de investigación


que obtiene sus conclusiones relacionando el fenómeno en estudio como una
parte de la totalidad de un sistema social (estructura) y de esa manera determinar
el papel u objetivo que de manera interrelacionada cumple cada una de esas
partes en función a la unidad social que las sustenta. Este método ha sido
utilizado de manera significativa por las principales escuelas sociológicas de los
Estados Unidos y de Inglaterra. Se parte en estos análisis funcionales de la idea
de que la sociedad y los grupos que la forman operan bajo una serie de reglas
institucionales que les dan cohesión para sostener su vida y su desarrollo. Tales
funciones pueden ser manifiestas o latentes, ya sea que se aprecien con facilidad
en ese contexto en el que se dan, o que estén un tanto difusas en sus perfiles y
evidencias. Igualmente, se habla de la funcionalidad de esos procesos, cuando las
partes llevan a cabo de manera adecuada y correcta las funciones que de ellas se
espera, pero serán calificadas como disfuncionales cuando las partes integrantes
del sistema no cumplen con las funciones previstas por el modelo del sistema.

e) método tipológico, elaborado y utilizado por Max Weber. Lo entendemos


como la forma de investigación que obtiene sus conclusiones mediante un proceso
que consiste en resaltar las características, elementos constitutivos y requisitos
más relevantes del fenómeno estudiado, elaborando así un modelo o tipo ideal,

66
para compararlo con la realidad en la que dicho fenómeno se presenta en los
diversos ámbitos sociales. Weber aprovechó este método en varias de sus
investigaciones en torno a modelos de autoridad, modelos de legitimidad social,
prototipos de formas de dominación e, inclusive, en la formulación de modelos de
análisis de los distintos tipos de derecho y de sistemas jurídicos. Como se
observa, este pensador dio al método en cita un amplio manejo académico, con
resultados muy certeros en el análisis de múltiples fenómenos sociales.

f) método prospectivo o de la prospectiva social, que si bien es una derivación


del método tipológico, pasando por el método de escenarios, ha sido integrado y
enriquecido por las corrientes más actuales de la sociología, y consiste en enfocar
el fenómeno en estudio hacía las manifestaciones que podrá tener éste en el
futuro. La novedad de esta forma de análisis se encuentra en el planteamiento de
que no sólo el pasado nos puede ayudar a entender la realidad de los fenómenos,
sino también para comprender su proyección futura, basada en cálculos de alto
rigor, utilizando los más modernos adelantos tecnológicos para este análisis, que
toma en cuenta las variables cambiantes que habrán de influir en ello. Se ha
utilizado esta metodología en importantes estudios de orden demográfico, de
planeación económica y social, así como en la proyección del abasto futuro de
servicios públicos y planificación urbana, entre otros temas.

Por otra parte, para concluir el tema de los métodos, resulta importante hacer una
somera alusión a las denominadas técnicas de investigación, que son
instrumentos o herramientas que auxilian en la indagaciones a seguir, a fin de
complementar las aportaciones y logros de la metodología aplicada. De esta
manera encontramos las siguientes:

a) la estadística, que nos proporciona de manera ordenada una serie de cifras,


porcentajes, tendencias, representaciones graficas y proyecciones sobre
determinados fenómenos estudiados. De esta manera la estadística nos auxilia de

67
forma importante al entendimiento, análisis e interpretación de la problemática
social;

b) la encuesta, que es una técnica de investigación que tiene por objeto la


obtención de información que será el soporte de nuestro estudio sobre algún
fenómeno en análisis y se hace mediante cuestionarios y listados que se preparan
para dicho efecto. Las preguntas pueden ser de formato cerrado cuando sólo se
permite al encuestado elegir sobre una serie de respuestas dadas, o de formato
abierto cuando se admiten hasta cierto grado respuestas que el propio encuestado
decide. Las encuestas son valiosas en cuanto que auxilian al investigados a
compilar datos en muestras muy amplias de la población, toda vez que
actualmente éstas se pueden trabajar tanto de manera directa con encuestadores
que pasan a los domicilios o también a través de los modernos medios de
información, como la internet y las redes sociales, por teléfono o por correo.

Bajo este procedimiento se suelen hacer encuestas en materia de preferencias


políticas, de penetración de los medios de información, de la aceptación de
productos comerciales, de propuestas de solución a problemas urbanos, y de
otros temas de este tipo;

c) la entrevista, esta técnica de investigación cuenta con semejanzas y cercanía


con la encuesta por los elementos y cuestionarios que se suelen utilizar, sin
embargo en la entrevista se requiere que el entrevistador haga las preguntas
directamente, siguiendo un guión preparado de antemano y generalmente se
permite que el entrevistado se explaye con más libertad, procurando que la
conversación no se desvíe hacia otros temas que no son los requeridos por el
propio entrevistador. Se trata de una herramienta de investigación valiosa por la
amplitud de la información que puede brindar al investigador, quien requiere de
esos datos para su estudio y valoración en la corroboración del fenómeno
analizado;

68
d) la observación participante, esta técnica de investigación es muy empleada en
lo que se conoce como trabajo de campo, con la idea de observar de manera
sistemática al fenómeno en estudio, no desde fuera sino desde dentro del grupo o
formación social en la que se presenta, o sea se participa de esta manera en la
vida, las costumbres y prácticas de las personas que integran esas agrupaciones;

e) el panel, que consiste en la reunión de varias personas (panelistas) que suelen


ser expertos en ciertos temas de la investigación que nos ocupe, quienes exponen
sus opiniones y puntos de vista sobre la materia a tratar. De esta manera el
investigador responsable del estudio específico se allega de importantes
informaciones que habrán de auxiliarle en la elaboración de su trabajo; y,

f) la selección de casos, se trata de una técnica de investigación conocida también


como sociodrama, que tiene por objeto la búsqueda de experiencias relevantes en
torno a algún fenómeno en estudio con el fin de reproducirlo artificialmente en sus
aspectos teóricos y, hasta donde sea posible, representando sus factores
concretos, para de esa manera llegar a conclusiones que expliquen una serie de
variables del fenómeno de que se trate. Un ejemplo relevantes de este tipo de
análisis lo encontramos en las experiencias de la formación y funcionamiento de
las comunidades colectivistas en Israel conocidas como kibutz; así como en la
integración de las granjas colectivas de la era soviética denominadas koljós.

Desde luego que existen otras técnicas y herramientas auxiliares de la


investigación social, sin embargo estimamos que las antes reseñadas son las más
usuales y las más relevantes en la elaboración de trabajos de carácter sociológico.

1.4.2. La sociología y las ciencias sociales.

Como en puntos anteriores se ha expresado, nuestra disciplina tiene el carácter de


ciencia social, con un objeto de estudio bien preciso al que ya antes nos hemos
referido. En este contexto es importante observar la relación de nuestra materia de

69
estudio con las demás ciencias sociales, e inclusive con las ciencias naturales. Es
evidente que la relación mencionada es mucho más cercana con las ciencias de
tipo social, toda vez que todas ellas enfocan una amplia gama de fenómenos que
son producto de la actividad humana. Es por ello que debemos entender de qué
manera se da esta relación con aquellas.

Iniciamos con su relación con la historia, quedándonos claro, como lo dice


Bottomore,45 que el historiador suministra frecuentemente el material que utiliza el
sociólogo, aportando datos que sólo la historia contiene sobre los hechos del
pasado; pero también sucede que el historiador requiere muchas veces de las
aportaciones teóricas de la sociología para integrar adecuadamente sus estudios.
Esta relación tan estrecha entre ambas disciplinas ha dado como resultado el
surgimiento de una escuela sociológica que privilegia la concepción histórica del
acontecer social, como lo es la corriente del materialismo histórico, de la que
surge la sociología marxista, la que en incisos anteriores ya tratamos.

Con la economía nuestra disciplina cuenta también con una relación cercana que
la podemos constatar en varios aspectos, como son, en primer término, los
estudios de las características de los sistemas económicos tomando en cuenta los
grupos e instituciones que les dan estructura y cohesión; de acuerdo a ello
tenemos, por ejemplo, el fenómeno de clases sociales, que si bien para entenderlo
requerimos necesariamente de un enfoque económico, pero, en cuanto a su
integración, funcionamiento y fines, son los estudios sociológicos los que nos
aclaran su realidad y sus alcances en el actuar social. Muchos estudios sobre
mercados, sobre la propiedad o sobre las modernas formas de intercambio global
de bienes económicos, son abordados actualmente no sólo por las teorías
económicas, sino también a través de profundas investigaciones sociales, en los
que participan profesionales de la economía y de la sociología, dando cabida a
una rama especial del conocimiento denominada sociología económica.

45 Cfr. T. B. Bottomore. Op. cit., p. 78.

70
Con la ciencia política la sociología está estrechamente conectada pues ambas
comparten el análisis de toda una serie de fenómenos que les son comunes, de
esta manera tanto nuestra disciplina como aquella ciencia tratan de aportarnos
conocimientos y explicaciones sobre integración de agrupaciones políticas, como
son los partidos políticos, al igual que sobre tendencias ideológicas,
comportamiento político, formas de gobierno, legitimidad política, a más de otros
temas similares. Son abundantes los textos de sociología política que existen hoy
en día, escritos por destacados sociólogos y por eminentes profesionales de la
ciencia política, cuestión que nos da consistente evidencia de esta relación entre
ambas ciencias.

En cuanto a la cercanía de nuestra disciplina con la psicología encontramos,


desde luego, que sí la tienen. En incisos anteriores explicamos algunas tendencias
de la sociología bajo enfoques de tipo psicológico, como las aportaciones de
Gabriel Tarde en cuanto a la imitación, también los planteamientos de Gustavo Le
Bon al analizar el comportamiento de las multitudes, de similar manera en esta
tendencia se formó toda una importante corriente sociológica conocida como
conductismo. Podemos concluir que ambas ciencias tienen como materia de
estudio la conducta humana, la que vista como un proceso interno de
motivaciones, complejos y juicios de conciencia individual, es analizada por la
psicología, pero esta propia conducta observada en sus manifestaciones
exteriores y en sus intenciones hacia la colectividad, es estudiada por la
sociología. Son muy significativas las aportaciones que de manera común nos
brindan estas dos disciplinas, que han integrado una particular área de estudio
denominada psicología social.

Otra de las disciplinas sociales que presenta una cercanía muy estrecha con la
sociología es la antropología, que tiene por objeto el estudio del ser humano en el
contexto social y cultural del que forma parte, analizando cuestiones de su origen
y su desarrollo como especie social, a la vez que estudia también los cambios en
su comportamiento a lo largo de la historia. Se atribuye al pensador francés

71
Georges-Louis Leclerc, conde de Buffón, haber establecido en 1749 las bases de
esta ciencia mediante sus extensos trabajos de historia natural. Sería a finales del
siglo XIX y principios del XX, cuando la confluencia de las teorías sociológicas y
las de la antropología darían cabida al surgimiento de la antropología social, la que
ha dado un enfoque particular a múltiples temas de ambas disciplinas. En este
contexto, la antropología social nos brinda una visión integradora del ser humano
en el marco de la sociedad y la cultura a la que pertenece, al explicarnos de qué
manera la cultura y la organización social influyen en el propio comportamiento
humano. Ejemplos de estas investigaciones los encontramos en las textos clásicos
de Heriberto Spencer que están claramente marcados por su carácter
evolucionista y organicista; igualmente en las aportaciones de Lewis Henry
Morgan en sus estudios sobre las sociedades primitivas y antiguas, y sobre todo
en el análisis de las estructuras y funciones del parentesco, que hasta nuestros
días son ampliamente consultados en las investigaciones que se realizan sobre
estos temas.

Nos corresponde abordar ahora el tema de la relación de la sociología con el


derecho, lo que hacemos de manera cuidadosa por la trascendencia que la misma
tiene en la formación de los estudiantes de la carrera jurídica, si bien advertimos
que las unidades 4 y 5 del presente texto se refieren de manera extensa a la
sociedad y el derecho, así como a las instituciones jurídicas de la sociedad, por lo
que será en aquellos apartados en donde se cuente con un análisis más amplio de
estos temas. No obstante, de manera preliminar afirmamos que la relación entre
ambas disciplinas es cercana y complementaría en múltiples aspectos, pues
podemos afirmar válidamente que todos los fenómenos jurídicos son fenómenos
sociales, pero no todos los fenómenos sociales son fenómenos jurídicos ya que
los hay de otra muy diversa naturaleza que la legal. En este contexto nos
explicamos el surgimiento y desarrollo de una materia especialmente dedicada a
este tipo de fenómenos sociales, que es precisamente la sociología jurídica
también denominada sociología del derecho.

72
El destacado filósofo y jurista brasileño Miguel Reale 46 (1910-2006) para
explicarnos el tema que analizamos nos propone una tesis a la que denomina:
“teoría tridimensional del derecho”, señalando que el estudio del fenómeno jurídico
tiene que ser abordado bajo tres aristas, una que vea su dimensión normativa o
sea su estructura y formación interna, cuestión que corresponde hacer a la ciencia
jurídica; otra segunda dimensión sería la que analiza los aspectos valorativos o
axiológicos del derecho, cuestión que estará a cargo de las disciplinas filosóficas,
como la propia filosofía del derecho, así como de la ética y la deontología
jurídicas; la otra tercera de estas dimensiones de observación del derecho estará
dedicada al análisis de los aspectos fácticos que presenta todo fenómeno jurídico,
en sus manifestaciones como realidad social concreta y determinada,
correspondiendo este tipo de estudio al campo de la sociología jurídica. Sin duda
esta manera de entender al derecho nos brinda una visión muy completa del
fenómeno jurídico en toda su complejidad, pero también nos da la oportunidad de
entender en qué sentido la sociología jurídica tiene una especial aplicación en la
comprensión de las actividades de los conglomerados humanos.

Don Lucio Mendieta y Núñez define a la sociología jurídica diciendo, que: “…es
aquella parte de la Sociología General que trata de las causas y efectos sociales
del orden jurídico y de su evolución, desviaciones y transformaciones.” 47El propio
Mendieta en la obra que a pie de página se cita, precisa sobre el tema, que la
sociología del derecho aparece como conocimiento fundamental en la carrera de
leyes, porque obliga, a quienes la cursan, a establecer la necesaria relación que
debe existir entre normas legales y la sabiduría de los teorizantes, con la realidad
social; dice, igualmente, aludiendo a Gurvitch que la comprensión de la sociología
del derecho lleva al jurista a salir de la “torre de marfil” que lo lleva a despreciar
todo lo que tiene que ver con la realidad social del derecho; agregando, que el
divorcio entre la vida humana y el derecho erudito, se hace todavía más patente

46 Se puede ver del autor en cita su texto: Teoría tridimensional del Derecho: una visión integral del
derecho. Técnos Ed. ; Madrid,1997
47 Cita del autor en: Programa de sociología del Derecho a nivel del doctorado; Cuadernos de

sociología; publicación de la Asociación Mexicana de Sociología; México, 1975; p.13

73
en aquellos países llamados del tercer mundo cuyas leyes son, a menudo, copia
extralógica o adaptación más o menos fiel de legislaciones extranjeras. 48 Con
estos párrafos se da una visión general de la importancia de nuestra disciplina
especial de estudio, que , como antes señalamos, será abordada de manera más
amplia en otras unidades de este libro.

1.4.3. La sociología general y las ramas especiales.

La sociología como disciplina social que explica los fenómenos que de manera
común se dan en los conglomerados humanos, adquiere una serie de
concepciones específicas en cuanto a su propia esencia y sus manifestaciones
particulares cuando se dedica a explicar aspectos concretos que se manifiestan en
la propia sociedad. De esta manera se habla de sociología teórica y de sociología
aplicada, aludiendo al tipo de análisis que nuestra disciplina puede llevar a cabo,
en el primer caso, como ciencia básica o de mero alcance teórico, al tratar de
integrar una serie de conocimientos que no tienen como finalidad la experiencia
concreta de algún apartado de las vivencias sociales, sino de establecer
conceptos, métodos y parámetros científicos que den cuerpo y estructura a esta
disciplina en sus alcances académicos, de investigación y de divulgación del
conocimiento sociológico; en cuanto a la sociología aplicada, este tipo de
conocimiento tendrá como finalidad la descripción, análisis y explicación de algún
tipo particular de fenómeno o fenómenos sociales, con el fin de proporcionar los
conocimientos necesarios que puedan ser aprovechados en la búsqueda de
soluciones a problemas que de ellos se deriven, o que contribuyan cuando menos
a su mejor entendimiento práctico.

Bajo otra perspectiva, la sociología también se ha clasificado en orden a la


tendencia de tipo ideológico y metodológico en el que se lleven a cabo sus
aportaciones teóricas y sus investigaciones específicas. En este sentido
encontramos, entre otras, las siguientes denominaciones: sociología positivista,

48 Ibidem; p. 8

74
sociología formalista, sociología marxista, sociología funcionalista, sociología
estructuralista, entre otras.

Sin embargo las más frecuente división de la sociología en una serie de disciplinas
especiales se lleva a cabo en cuanto el aspecto temático que éstas abordan, al
tratar de profundizar en algún área particular de fenómenos a estudiar. Bajo esta
orientación aparece, por una parte, la sociología general que aportará una amplio
bagaje de teorías generales, de conceptos, de definiciones, de líneas
metodológicas, de esquemas clasificatorios y cuadros referenciales, que habrán
de servir de marco propicio para el estudio de fenómenos concretos propios de las
sociologías especializadas. En este orden de ideas, encontramos estas disciplinas
de corte especial, como son, principalmente: la sociología jurídica o del derecho, la
sociología política, la sociología económica, la sociología criminal o criminología,
la sociología de las relaciones internacionales, la sociología de la educación, la
sociología de la familia, la sociología de la salud, la sociología de la población, la
sociología del trabajo, la sociología urbana, la sociología rural, la sociología
industrial, la sociología de la religión, la sociología del arte, la sociología de la
cultura, la sociología de la ciencia, así como la psicología social y la antropología
social.

Como se puede observar, actualmente los estudios y análisis sociológicos son


muy ricos en su temática y han logrado aportaciones muy relevantes al
conocimiento de toda una amplia serie de temas que preocupan a las sociedades
para entender mejor la realidad que enfrentan.

1.4.4. Los conceptos sociológicos fundamentales.

Señalamos puntos atrás que una de las más importantes aportaciones que nos ha
dado la teoría sociológica es la elaboración de un amplio apartado de conceptos
propios de nuestra disciplina. En efecto, la designación conceptual de una gran
cantidad de fenómenos que se dan en la sociedad y dentro de sus formaciones

75
colectivas sirve para que de manera ágil se cuente con un lenguaje accesible al
conocimiento de nuestra disciplina. Por otra parte, los conceptos nos dan la
oportunidad de no confundir a unos fenómenos con otros, a más de tener una
definición de cada uno de ellos.

Sobre este tema Ely Chinoy señala de manera muy clara que: “…el primer paso
hacia la comprensión de la sociología, como de cualquier otra disciplina es el
dominio de sus conceptos básicos;…los conceptos de la sociología proporcionan
así los instrumentos intelectuales con los que trabaja el sociólogo. Ellos definen
los fenómenos a estudiar y diferencian a la sociología de las demás ciencias
sociales, cada una de las cuales posee su propio cuerpo de conceptos y enfocan
la atención sobre aquellos aspectos seleccionados de la realidad que nos
conciernen y proporcionan los términos en que los problemas se formulan y
resuelven.”

Con estas ideas sobre lo que son los conceptos y su destacada utilidad en nuestra
materia, aparece en seguida un cuadro con aquellos que consideramos como los
más usuales en los distintos trabajos sociológicos.

LOS CONCEPTOS SOCIOLOGICOS FUNDAMENTALES 49

 Acción social.- Conducta humana cuyo  Evolución social.- Transformación


sentido subjetivo está referido a la paulatina y rítmica de la estructura de una
conducta de otros, orientándose por ésta sociedad en sus instituciones, relaciones,
en su desarrollo. grupos u otras formaciones sociales.

 Alienación.- Pérdida de los valores de la  Grupo social.- Conjunto de individuos


personalidad individual frente al con status y papeles interrelacionados,
fenómeno social. Es un fenómeno que con creencias y valores comunes, que
implica una determinada inconsciencia de tienen conciencia de pertenecer a esa
los individuos en su actuación social, ya formación social y que cuentan, por ello,
sea como producto de las ideologías o de con un principio de organización.

49Los conceptos citados fueron obtenidos principalmente de las obras siguientes: Prattt Fairchild.
Diccionario de Sociología. Fondo de Cultura Económica; México. Azuara Pérez Leandro.
Sociología. Ed. Porrúa. México 1983. Chinoy Ely. La Sociedad. Una Introducción a la Sociología.
Fondo de Cultura Económica; México, 1983.

76
otras influencias exteriores, como la
publicidad, la propaganda, etc.  Lo Profano o lo Secular.- Son las cosas
y fenómenos cotidianos, que no revisten
 Autoridad.- Relación legitimada de las cualidades sagradas.
poder, o sea la aceptación de dicha
acción por los sujetos a quienes va  Lo Sagrado.- Cualidad de orden
dirigida. sobrenatural que la sociedad atribuye a
determinados individuos, grupos,
 Cambio social.- Son las creencias, prácticas, cosas o fenómenos.
transformaciones, variaciones o
modificaciones que se suceden en la  Organización Social.- Es la articulación
estructura social, y que afectan a las o unión de los grupos integrantes de una
instituciones, grupos y relaciones sociedad, o de la sociedad en su
sociales, o a la sociedad en su conjunto. conjunto, siguiendo valores, normas y
comportamientos expresamente definidos
 Civilización.- Es el aspecto material de y que adquieren, por ello características
la cultura. Son los objetos materiales que de permanencia.
produce la sociedad, que caracteriza el
estado de desarrollo de los diversos  Papel o rol.- Actividad o actividades que
conglomerados sociales. desarrollan los individuos dentro de la
sociedad.
 Clase social.- Conjunto de individuos
que comparten una situación económica  Poder.- Oportunidad o probabilidad de
y cultural similar, o que ocupan una imponer la voluntad propia en una acción
situación semejante en los sistemas de común, aún en contra de la voluntad de
producción. otros que participen en esa acción.
(Weber).
 Comunidad.- Formación social, cuyos
individuos cuentan con papeles y status  Proceso social.- Aspecto dinámico de
implícitos, cuyas relaciones se las relaciones sociales cuyas acciones
caracterizan por ser personales y adquieren determinada dirección para
afectivas, que cuentan con gran producir resultados específicos, como
capacidad de autosuficiencia y que es asimilación, acomodación, cooperación,
generalmente de dimensiones no muy competencia, conflicto, lucha, etc.
amplias.
 Progreso social.- Es aquel tipo particular
 Conflicto social.- Fenómeno social que de cambio que se orienta bajo la idea de
consiste en la resistencia, competencia o superación o mejora intelectual, moral o
lucha que surge entre los diversos económica de grupos o sociedades. El
integrantes de la sociedad, al tratar de progreso social tiene un sentido
alcanzar objetivos que resultan contrarios acumulativo, como avance del acervo
a sus intereses. cultural de la sociedad.

 Cooperación social.- Actividad conjunta  Relación social.- Conducta plural, esto


de los individuos con la finalidad de es de varios individuos, que se presenta
realizar acciones tendientes a alcanzar en forma recíprocamente referida y
intereses comunes. orientada por los sujetos que en ella
intervienen, provocando respuestas de
 Cultura.- Complejo que incluye la interacción social.
religión, el arte, el derecho, la costumbre,
la moral, y cualquier otra capacidad o  Revolución social.- Transformación
hábito que el hombre adquiere por el súbita y generalmente conflictiva o
hecho de vivir en sociedad. violenta de las estructuras sociales, que
conllevan transformaciones radicales en
 Desarrollo social.- Es el cambio que se sus instituciones, relaciones, grupos u

77
da en la sociedad, que se observa otras formaciones sociales.
haciendo énfasis en las etapas o ciclos
en que se da éste. Generalmente se  Sociedad.- Formación social, cuyos
utiliza con mayor frecuencia para individuos cuentan con papeles y status
designar la progresiva acumulación explícitos, con relaciones de tipo
material y tecnológica de las sociedades. secundario, con notoria dependencia de
otros grupos o sociedades y cuyas
 Desorganización social.- Es la dimensiones son generalmente extensas.
desarticulación o desunión de los grupos
sociales, o de la sociedad en la totalidad,  Solidaridad social.- Particular tipo de
resultante del desacatamiento o relaciones sociales que responden a
rompimiento de las pautas institucionales procesos de cohesión entre individuos y
ya sea en forma total o parcial. grupos, tendientes al logro común de
metas que se definen, ya
 Elite.- Conjunto de individuos que espontáneamente (solidaridad mecánica)
destacan dentro de un conglomerado o ya racionalmente (solidaridad orgánica).
social por el prestigio de que gozan
(élites intelectuales), por el poder de que  Status (estatus).- Posición socialmente
disfrutan (élites políticas), o por la riqueza identificada y reconocida de los
que poseen (élites plutocráticas). individuos en una sociedad. Pueden ser:
a) atribuidos, cuando se otorgan a priori
 Estratificación social.- Clasificación de por la sociedad; y b) adquiridos porque
los integrantes de una sociedad que se requieren de características o requisitos
hace agrupándolos en niveles fijados por la sociedad.
superpuestos y jerarquizados según su
riqueza, poder y prestigio. Así resultan
estratos que van de un menor grado de
ellos, hasta estratos de un mayor nivel de
riqueza, poder o prestigio.

78
UNIDAD 2
SOCIEDAD Y POBLACION. GRUPOS Y CULTURA

Dra. Norma Dolores Sabido Peniche

Objetivo particular: Identificar las diferentes formas de relación que existen en la


estructura social; así como el análisis de lo social y los factores que lo integran.
Analizará las principales instituciones dentro de esa estructura, así como la
población y los grupos que la conforman; al igual que la cultura, sus elementos y
sus transformaciones.

2.1. Lo social y sus factores.

Ha sido un cuestionamiento constante en nuestra disciplina determinar en qué


consiste lo social, o sea a qué hechos o fenómenos se les puede denominar que
tienen ese carácter, por ello resulta de indudable importancia adentrarnos en el
análisis de este tema para deslindar sus
perfiles y características generales. Al
respecto, Emilio Durkheim en su texto Las
reglas del método sociológico, da una
definición de lo social, de la siguiente forma:
“…(lo social) es un hecho reconocible por el
poder de coerción externa que ejerce o que
es susceptible de ejercer sobre los
individuos, cuya presencia se manifiesta por
contar con una sanción determinada o por la
simple resistencia o rechazo que este
fenómeno opone a quien trate de

79
contravenirlo” 50. En este sentido los hechos sociales debemos verlos y analizarlos
como si fueran cosas, aunque no necesariamente sean tangibles, de esta forma
apreciamos lo que tiene carácter social por la repercusión y efectos que esos
fenómenos tienen en la vida colectiva; especialmente los podemos identificar por
los perfiles de coerción externa que siempre llevan aparejados. En el derecho esta
característica resulta muy evidente, puesto que quien desobedece la norma legal
enfrenta una sanción precisa y clara prevista en la ley. Por lo que hace a otros
tipos de hechos sociales o fenómenos de esta naturaleza, como serían los
hábitos, los usos, las costumbres así como la moral o la religión, si bien no
cuentan con una sanción coercitiva del Estado, ello no implica que la sociedad no
reaccione ante su desacato o incumplimiento, pues también resultará muy claro y
evidente un rechazo a tales actitudes, ya sea desde el ridículo que hace quien no
sigue las prácticas de la moda en el vestir, como la exclusión de algún grupo o
club, e inclusive, para los seguidores de una religión las sanciones de orden
espiritual que su propia creencia catalogue.

Lo social cuenta, por ello, con una serie de características tanto externas como
internas, que en seguida detallamos, siguiendo lo que expone sobre este punto el
distinguido sociólogo brasileño Paulo Dourdado de Gusmào en el texto que
estamos citando a pie de página. Desde el punto de vista interno o intrínseco lo
social es: a) significativo, porque cada hecho social representa algo que puede ser
captado por nuestro sentidos y de esa manera podemos desentrañar y entender
sus contenidos; b) comprensible, porque al desentrañar los significados que llevan
implícitos los hechos sociales, los podemos entender, analizar y observar en sus
partes y en el todo que lo componen; y c) provoca la interacción porque los hechos
sociales nos conducen a actuar en relación a ellos brindando respuestas,
acatándolos, siguiéndolos o rechazándolos en los procesos socialmente
compartidos de las colectividades. Por lo que hace a las características externas o
extrínsecas de lo social, el autor que mencionamos, precisa que lo social es: a)

50Citado por Dourado de Gusmào Paulo. Manual de Sociología; editorial Forense-Universitaria;


Río de Janeiro, Brasil. 5ª. Edición p. 51

80
fáctico o real, porque se presenta como un hecho concreto; b) objetivo porque
presenta perfiles que podemos captar y entender en sus manifestaciones; y c)
general porque es válido para todos los miembros del conglomerado social donde
se manifiesta.

Lo social se va formando dentro de las comunidades humanas por un conjunto de


factores que le van dando realidad y existencia, como son a) biológicos, en cuanto
que el ser humano tiene una serie de características biológicas que determinan su
actuar social, el nacimiento y la muerte, las características étnicas y raciales de los
grupos, la vulnerabilidad humana, las necesidades naturales de supervivencia
como son la alimentación y la vivienda, etc., todo ello que tiene sus bases en
nuestra característica biológica repercuten constantemente en hechos sociales; b)
psicológicos, ya que lo que nos distingue de otras especies animales es la
evolución que hemos tenido en cuanto a los procesos de mayor capacidad de
entendimiento intelectual, que integra una voluntad de actuar en diversos sentidos
y que nos lleva a realizar las conductas sociales que el grupo al que se pertenezca
determina, debemos recordar la obra pionera en esta materia de Gabriel Tarde:
Las leyes de la imitación, en donde establece una serie de principios psicologistas
que caracteriza a la conducta social a través de ciertos procesos intelectuales; d)
económicos, porque la actividad productiva, comercial y de intercambio de
productos tienen que ver con la vida social en cuanto a que se requiere de
satisfactores muy diversos para la sobreviviencia, la corriente marxista de
sociología ha dado especial relevancia en la configuración de lo social; e) políticos,
en cuanto que las actividades del poder, como es la actuación del Estado, y la
organización administrativa del gobierno, configuran instituciones, normas y
procesos a seguir en la sociedad, estableciendo, en ese sentido, condicionantes
del actuar humano y derivándose de ello un sinnúmero de hechos sociales; f)
educativos, toda vez que el ser humano requiere de constante formación y
capacitación para adquirir conocimientos, habilidades y formas de comportamiento
que le sean útiles en la vida social, la educación produce efectos transformadores
en los hechos sociales al buscar la superación humana g) demográficos, en

81
cuanto que las características poblacionales de cada sociedad, su evolución y
crecimiento, su distribución y sus formas de vida dan consecuencias en una
multiplicidad de conductas y hechos propios de cada grupo y de la sociedad en
general h) jurídicos, pues toda sociedad define reglas obligatorias para el
comportamiento de sus integrantes, las que deben seguirse en busca del orden, la
seguridad, la justicia y otros fines colectivos, el derecho es una fuente muy
importante en la configuración de los hechos sociales, porque es un instrumento
de cohesión social, y sobre todo porque las normas legales rigen a los grupos
humanos con un carácter obligatorio y con la garantía coactiva de su
cumplimiento; y, i) otros diversos factores de orden cultural, así como la religión,
las costumbres, la moral, e inclusive los de carácter natural como la geografía de
cada país, todos ellos son campo fértil para producir hechos sociales a través de
los cuales se van plasmando creencias, prácticas, reglas de comportamiento, etc.,
que dan perfiles específicos y particulares a cada sociedad.

2.2. Sociedad y población.

Resulta evidente que la sociedad está constituida por todo un conjunto de


individuos que, podemos decir, son el elemento sine qua non, de la misma, toda
vez que sin personas que la formen no existiría la propia sociedad. En este sentido
la población resulta el elemento primordial y constitutivo de la sociedad y de sus
grupos, de ello deriva el interés que la sociología tiene por analizar los fenómenos
que se producen en torno a ella, para entender y explicar diversas variables que
se insertan en los aspectos demográficos de los conglomerados humanos.

Debemos entender, de esta manera, por población el conjunto de individuos que


forman una sociedad. La población es un hecho dinámico que se encuentra en
permanente movimiento, ya de orden natural como son el nacimiento y la muerte,
o de orden social o artificial producto de las migraciones (inmigraciones y
emigraciones).

82
Existe amplio consenso en afirmar que dos son las principales disciplinas sociales
que se encargan del estudio e investigación de los asuntos poblacionales, esto es,
por una parte la demografía y por la otra la sociología de la población. A la
demografía corresponde, sobre todo, el análisis y los planteamientos que tienen
contenido cuantitativo, pues nos da cifras, gráficas, cuadros estadísticos, así como
esquemas y resúmenes comparativos sobre el fenómeno población, en torno a
sus dimensiones, distribución y tendencias de crecimiento o disminución de ella.

A su vez la sociología de la población nos brinda explicaciones que inciden más


en la comprensión cualitativa del fenómeno demográfico, al hacer énfasis en las
causas y las consecuencias que se derivan de las transformaciones demográficas
de las colectividades, al igual que las formas de vida que se desprenden de tales
fenómenos y que van caracterizando a las diversas naciones o pueblos. De igual
manera, corresponde a la sociología de la población brindarnos explicaciones en
torno a la relación que existe entre la población y la estructura social. Así lo
señala Bottomore, cuando afirma que a esta parte especial de la sociología le
compete brindarnos teorías que nos ayude a entender de qué manera la
estructura de una sociedad influye en los cambios demográficos y, a su vez, que
consecuencias tienen para la estructura y organización social las trasformaciones
demográficas que se dan en determinadas etapas de su evolución como
sociedades organizadas.51

En este orden de ideas, podemos preguntarnos sobre las causas y variables que
han traído como consecuencia, por ejemplo, el descenso de los índices de
natalidad o de mortalidad en los países modernos; igualmente entender muchas
de las causas que han propiciado las actuales migraciones, cada vez mayores, de
grandes contingentes poblacionales en los distintos continentes del mundo. Así
reafirmamos que la sociología de la población tiene como tarea principal

51Cfr.T. B.Bottomore. Introducción a la sociología; Ed. Peninsular; Cuarta edición; Barcelona,


España; 1968; p. 88.

83
brindarnos explicaciones en torno a los aspectos cuantitativos del fenómeno
poblacional.

Importantes sociólogos han incursionado en los temas poblacionales


brindándonos interpretaciones muy certeras de la realidad que viven las
sociedades en sus variables demográficas. Un ejemplo de ello lo tenemos en los
estudios que Emilio Durkheim llevó a cabo y a los que denominó morfología social,
al señalar que las sociedades deben ser clasificadas según su volumen y su
densidad; entendiendo por volumen el número de unidades sociales (individuos), y
por densidad el número de relaciones sociales, que al la vez subdividió en
densidad material influida por la concentración de la población, el crecimiento de
las ciudades y el desarrollo de los medios de comunicación; la densidad moral, la
entiende Durkheim como la medida del número de individuos que mantienen
efectivamente relaciones mutuas de tipo económico, cultural, político, etc. El autor
en cita agrega que el incremento en el volumen de la sociedad genera también el
incremento de la densidad, y ambas producen necesariamente variaciones en la
estructura social. En su obra De la división del trabajo social quiso demostrar
Durkeim que el aumento de la población produce, a través de la propia división del
trabajo, el paso de una sociedad basada en la solidaridad mecánica a otra basada
en la solidaridad orgánica. Hacemos la observación que estos conceptos han sido
expuestos en la unidad anterior a la que remitimos al lector.

Bajo estas premisas, entendemos que el análisis


sociológico de la población ha implicado una serie de
planteamientos, que para efectos de nuestro curso,
agruparemos en los siguientes incisos: a) análisis de
teorías generales en torno a la población; b) explicaciones
sobre el crecimiento y el decrecimiento de los grupos
poblacionales; c) la distribución de la población y los
movimientos migratorios; d) análisis en torno a la calidad
de vida de la población, conocidos también como índices de desarrollo humano y

84
medidas eugenésicas; e) explicación general en torno a la población en el mundo
y, f) explicación en torno a la población en México.

Desde luego que sería difícil abordar a profundidad cada uno de estos aspectos,
por lo que se exponen exclusivamente sus linderos generales y sus principales
aspectos de trascendencia social. En este sentido, puede observarse que desde la
más remota antigüedad se vislumbran evidentes preocupaciones en torno a los
aspectos poblacionales de aquellas civilizaciones. Baste recordar que los antiguos
imperios chino, indio o romano hacían censos periódicos para saber el número de
integrantes de sus pueblos, principalmente para los el cobro de los tributos y para
llevar a cabo levas para integrar los ejércitos que les dieron poderío y fuerza. Sin
embargo, habría de ser hasta el siglo XVIII cuando el clérigo y economista inglés
Thomas Robert Malthus (1766-1834) formularía una novedosa teoría para explicar
el amplio crecimiento poblacional que se estaba dando por aquellos años en
Inglaterra y otros países europeos. En efecto, en una publicación de este
pensador, denominada: Ensayo sobre el principio de la población, exponía que el
crecimiento demográfico se da bajo un incremento de proporción geométrica, es
decir multiplicándose por sí misma sucesivamente en una serie de 2, 4, 8, 16, 32,
etc.; mientras que el crecimiento de los satisfactores y alimentos que son
necesarios para la existencia de la vida humana y de la sociedad, solamente
aumenta en una progresión aritmética, esto es en una serie 2, 3, 4, 5, 6, 7 etc., no
obstante que la tecnología agrícola y las técnicas de cultivo habían mejorado en
Inglaterra, concluyendo, de esta forma, que cada día se abriría una distancia
mayor entre los satisfactores y el crecimiento poblacional, y que, como
consecuencia fatal, el mundo podría enfrentar períodos de hambrunas
catastróficas y de conflictos entre naciones por la lucha de sobrevivencia.

A partir de Malthus se llamó la atención social y académica en torno a los


fenómenos poblacionales, especialmente sobre el desmedido crecimiento
demográfico, al que se denominó tiempo después con el término de explosión
demográfica. En este contexto, refiriéndonos al inciso a) al que se hace alusión al

85
inicio de esta unidad, se vinieron formulando un conjunto de teorías para explicar
el fenómeno poblacional, catalogándose algunas de ellas como de tipo optimista o
poblacionista, y otras se orientan bajo una visión pesimista de este fenómeno. Las
de tipo optimista fueron derivadas, principalmente, de los antiguos textos religiosos
como la Biblia hebrea o el libro de los Vedas en la India, en donde, bajo estas
creencias, el crecimiento poblacional era considerado como algo deseable y
catalogado como una bendición divina, bajo la sentencia de creced y multiplicaos.
Muchas religiones consideraron este crecimiento como benéfico ya que daría más
creyentes y feligreses a sus corporaciones e iglesias, cuestión deseable bajo
aquellos puntos de vista. Igualmente los países de tipo militarista de la antigüedad,
e inclusive del mundo moderno, fomentaron un amplio crecimiento poblacional con
el fin de engrosar sus crecidos ejércitos de combate. Así sucedió en el tratamiento
y reconocimiento que la Alemania Nazi daba a las madres de crecidas familias, o
el Imperio japonés de la 2nda. Guerra Mundial que también premiaba ese
incremento en el número de hijos.

De manera más técnica, desde los inicios del siglo XX se fueron formulando otras
teorías que trataban de explicar bajo principios económicos, sociológicos y
políticos el fenómeno poblacional, tratando de ser más imparciales en las visiones
optimistas o pesimistas que antes hemos anotado, aunque debemos precisar que
tanto el malthusianismo como el neomalthusianismo siguieron privilegiando las
visiones pesimistas en torno al crecimiento demográfico. Dentro de estas teorías
de orden técnico tenemos la conocida como la del Optimo de Población, y sobre
todo la que se ha intitulado Teoría del Ciclo de Transición Demográfica.

La teoría del óptimo de población ha sido manejada por varios sociólogos y


demógrafos, según lo expone Alfredo Sauvy en diversas de sus obras como son
Sociología Demográfica, y, Teoría General de la Población, precisando que la
población de las sociedades modernas o desarrolladas tiene que entenderse en
función de la población óptima, concepto que sólo puede ser comprendido una vez
que se formule el de población mínima.

86
La población mínima supone las nociones de mínimo biológico, mínimo
económico, y mínimo social, que en conjunto forman lo que Sauvy denomina
mínimo vital, que se conforma tomando en cuenta los siguientes factores: el
entorno o medio bioecológico, el grado de cultura, los niveles de tecnología, los
medios de comunicación, las necesidades sociales y los recursos indispensables
para la satisfacción de éstas. El mínimo biológico corresponde al número menor
de individuos que es indispensable para sostener dicho medio y su entorno; el
mínimo económico implica a los recursos que posibiliten la producción de riqueza
y su distribución; y para obtener el mínimo social es imprescindible la seguridad de
todos, tanto contra ataques externos, cuanto a conflictos internos. Partiendo de
estas ideas, a contrario sensu, cada sociedad y cada colectividad, en función de
sus objetivos básicos tenderá a formar su población óptima, que será aquella
capaz de alcanzar de la mejor manera los fines planteados. De esta forma, tanto el
mínimo de población, como la población óptima son nociones relativas a cada
sociedad, a cada etapa de su desarrollo y a los propios objetivos y fines que esta
se haya fijado.

Se aprecia que este tipo de teorías que nos hablan de un óptimo de población
tienen como fundamento común una serie de apreciaciones económicas y de
sustentabilidad poblacional, especialmente en la idea de procesos de producción
de satisfactores. Se parte del supuesto de que el fenómeno poblacional es distinto
en cada país o sociedad, pues enfrentan retos diferenciados y expectativas que no
son iguales de unos a otros. Por ello, lo que puede ser benéfico o perjudicial
demográficamente para unos, para otros habrá de traer consecuencias
indeseables en su desarrollo. Ante dichas expectativas se asocia el crecimiento
poblacional a los índices de crecimiento económico en determinados períodos de
tiempo en que se lleva a cabo la observación y las proyecciones consecuentes. De
manera resumida esta teoría señala que el óptimo de población habrá de
alcanzarse si el producto nacional bruto (PNB), o sea el valor de todas las
mercancías y servicios que produce un país, es superior cuando menos dos

87
puntos porcentuales al crecimiento poblacional en períodos sostenidos no
menores de diez años.52 Como se observa, se trata de una teoría que integra una
verdadera fórmula matemática de economía, que interrelaciona el PNB con la
población económicamente activa (PEA) al determinar los óptimos de población,
cuestiones que en la realidad no han sido suficientemente comprobadas, por las
dificultades de concretar de manera clara estas variables y trabajar con ellas para
obtener proyecciones reales y científicas. Sin embargo este tipo de teorías no
dejan de tener un interesante valor explicativo formal en el planteamiento
económico y demográfico que establecen.

Por otra parte, ha sido mucho más


aceptada por los sociólogos de la
población y los demógrafos, la
explicación conocida como: Teoría
del ciclo de transición demográfica,53
denominación que le asignó el
demógrafo estadounidense Warren
Thompson en 1929. Este pensador observó los cambios que habían
experimentado varios países industrializados en los últimos doscientos años de su
desarrollo, respecto a las variables que se daban en las tasas de natalidad y de
mortalidad. De acuerdo a dichas observaciones se plantearon cuatro fases de
transformación poblacional que caracteriza a las sociedades preindustriales y a las
propias sociedades industrializadas. En la primera etapa, típica de las sociedades
antiguas o preindustriales, se observó que las tasas de natalidad y de mortalidad
son muy altas, teniendo como consecuencia un equilibrio del crecimiento
poblacional denominado natural o vegetativo, que se sucede de manera muy lenta
y pausada; se afirma que esta larga etapa demográfica de la humanidad fue
característica de las sociedades antiguas y en Europa así sucedió hasta el siglo

52 Cfr. Macionis, John J. y Plummer, Ken. Sociología; editorial Prentice Hall; Madrid, 1999; pp 580-
597
53 Se puede consultar a este respecto el texto de Thompson Warren y David T. Lewis. Problemas

de población; ediciones Prensa Médica Méxicana, México, 1969

88
XVIII. El propio Thompson detallaba en sus estudios que, por ejemplo, en la Edad
Media las tasas de natalidad y mortalidad se situaban cerca del 40% o 50%, es
decir había muchos nacimientos, pero al mismo tiempo la mortalidad era muy
elevada y a veces catastrófica por las guerras, pestes y hambrunas que solían
ocasionarse en aquellos siglos.

Una segunda etapa de esta transición se caracteriza por pasar a una baja tasa de
la mortalidad, como se observó en los países que fueron iniciando su
industrialización y modernización, tanto por las mejoras en las técnicas de
producción de alimentos, las mejores tecnologías para el trabajo, la educación que
iba alcanzando a grandes contingentes de la población y los avances en la
medicina y el control de las enfermedades, cuestiones que contribuyeron a alargar
la esperanza de vida de las personas, y, como antes se señaló, a reducir la
mortalidad. Sin embargo se conservaban, en esa segunda fase de la transición
demográfica, altas tasas de natalidad, que al disminuir las de mortalidad fueron
propiciando un crecimiento acelerado de la población. De manera resumida
señalamos que en esta etapa la tasa de mortalidad desciende, la tasa de natalidad
se mantiene elevada y como consecuencia se da un crecimiento rápido y en
ocasiones explosivo de la población, formando sociedades con poblaciones muy
elevadas.

En la tercera etapa de esta transición, que es característica de los países


industrializados y de amplio desarrollo económico y social, se observa que los
índices de natalidad inician un acelerado descenso por los controles voluntarios de
las parejas en la procreación del número de hijos, cuestión que se logra por la
utilización de modernos elementos médicos como son los anticonceptivos u otras
medidas de este tipo, igualmente por la incorporación de la mujer al mercado
laboral, la elevación de los índices de educación y conocimientos culturales, la
menor aceptación de creencias religiosas sobre prohibiciones de control natal, el
acceso a las instituciones de bienestar social y de seguros médicos, el proceso de
urbanización, junto con otros cambios sociales. En esta tercera etapa bajan muy

89
notablemente los índices de natalidad, y también se conservan bajos los índices
de mortalidad, lo que ha propiciado un alargamiento de la vida humana, pero
también muchas veces el rápido envejecimiento de la población en los países que
muy temprano iniciaron esta transición a finales del siglo XIX y principios del siglo
XX, como son los del Continente europeo, así como Japón en las áreas asiáticas.

Se suele dar cabida a una cuarta fase de esta transición, a la que se ha


denominado como: régimen demográfico moderno o fase de crecimiento cero, que
es característico de las sociedades post-industriales y de muy alto desarrollo
económico, en donde se ha notado que las expectativas de vida se alargan muy
ampliamente en comparación con otros países, sin embargo se observa que la
natalidad ha bajado en ocasiones a cifras negativas, como es el caso de Francia y
Holanda, y con ello se viene dando un acelerado envejecimiento poblacional, con
las consecuencias que en el futuro estas características demográficas tendrán en
aquellos países por la falta de población joven.

Pasando a otra de las preocupaciones de la sociología de la población, ésta ha


sido en torno a brindarnos descripciones y explicaciones sobre el crecimiento y el
decrecimiento de los grupos poblacionales, así como la distribución de la
población y los movimientos migratorios, cuestiones que podemos insertar, en
buena medida, en las explicaciones que hemos dado en los incisos anteriores, si
bien tanto el crecimiento como el decrecimiento demográfico tienden a ser
entendidos en función de factores muy concretos de orden social, ya que las
variables en torno a ello, en materia de distribución y movimientos migratorios
tienen que ver con temas económicos, políticos, educativos y culturales, entre
otros factores que los condicionan. La forma de vida rural o urbana se explica en
mucho por los aspectos geográficos, los sistemas de producción, los adelantos
tecnológicos y los estilos de vida de cada sociedad.

El cambio de las sociedades agrarias a las industriales propició la migración de


muchos contingentes poblacionales a las áreas urbanas en donde se encontraban

90
las factorías, talleres y comercios de la nueva economía de orden moderno,
dejando atrás el trabajo del campo, la ganadería o la explotación primaria de
recursos territoriales.

Por una parte la población creciente necesitaba empleo y por la otra la industria y
el comercio modernos iban requiriendo mucho más mano de obra para su
crecimiento. Este fenómeno económico en los cambios del modo de producción
generó, a lo largo del siglo XIX en Europa y de los siglos XX y XXI en países en
vías de desarrollo como México, que el porcentaje de población que vive
actualmente en ciudades sea más alto que el que vive en las áreas rurales del
campo. También generó un cambio de estilo de vida por las nuevas condiciones
que enfrentan los pobladores de las grandes urbes en materia de vivienda, de
empleo, de seguridad, de educación y de acceso a los servicios públicos.

La sociología de la población ha aportado


serias investigaciones en torno al fenómeno
que se conoce como fecundidad diferencial, a
fin de explicar el hecho de que partiendo de
similar capacidad reproductiva humana, en la
realidad existe una notable diferencia en el
número de hijos que se tienen por mujer ya
sea porque se pertenece a ciertos estratos o
clases sociales, a ciertas regiones o países, e
inclusive cuestiones de creencias religiosas u otros aspectos culturales propios de
los grupos humanos. Ciertamente, se ha comprobado que el número efectivos de
hijos por mujer obedece a estos factores, pues, como antes hemos indicado, la
capacidad reproductiva es común a nuestra especie, pero son los factores
sociales los que llevan a que se den estas diferencias en la fecundidad. Se ha
observado, en este sentido, que, en una misma sociedad, como la nuestra, ha
disminuido de manera más rápida y notable la fecundidad de los integrantes de las
clases medias y de las adineradas, contrastándose con una mucho más lenta

91
disminución de la natalidad en las clases bajas y deprimidas; ello tiene como
consecuencia, que el número de pobladores sea mayor en esas clases,
requiriendo subsidios en la manutención, en la educación, en el acceso a los
bienes culturales, etc.

De igual manera, la sociología de la población


nos brinda estudios muy relevantes sobre las
migraciones, tanto las internas como las

ción y
internacionales que se dan entre países. A nivel
conómicas
internacional son notables la existencia de
varios polos de atracción demográfica en
Europa, en América y en regiones de otros
continentes. En este contexto, se observa que los países más desarrollados o
industrializados tienden a atraer a numerosos contingentes de migrantes que
salen de sus países de incipiente o muchas veces mediano o nulo desarrollo. El
ejemplo más palpable lo tenemos con nuestro país y los países de
centroamericanos donde se originan permanentes corrientes migratorias hacia los
Estados Unidos, tanto de manera legal, pero muchas veces también en forma
ilegal que viola las normas de aquel país. En igual sentido, la sociología de la
población analiza las migraciones internas,
que son las que suceden dentro de cada país,
las que también tienen causas y
consecuencias sociales, por el desigual
desarrollo de muchas zonas y regiones de
cada nación, así como la falta de
oportunidades en empleo y en educación que
condicionan estos movimientos de las
personas que buscan un mejor nivel de vida.

En las últimas décadas los estudios demográficos y sociológicos han venido


configurando nuevas visiones en torno al fenómeno poblacional, como es la

92
formulación de indicadores del nivel de vida de la población, a los que también se
denomina índices de desarrollo humano, a través de los cuales se explican una
serie de medidas de orden eugenésico que se van implementando en los distintos
países para mejorar la vida de sus pobladores. Existen instituciones, tanto
nacionales como internacionales, que catalogan estos índices de bienestar y de
tipos de vida de los grupos humanos, considerando elementos como el ingreso per
cápita y familiar, tipo de vivienda que se habita, satisfactores básicos con los que
se cuenta, como son agua potable, electricidad, servicio de gas, etc., grados de
educación que se alcanzan desde la básica hasta la profesional, acceso a los
bienes culturales y de entretenimiento, marcos normativos que garanticen
derechos fundamentales, sistemas de seguridad pública y de seguridad social,
entre otros diversos elementos.

A nivel nacional, en México se cuenta con el Consejo Nacional de Evaluación de la


Política de Desarrollo Social (CONEVAL), que publica con regularidad informes
sobre índices de desarrollo de nuestro país. En el orden internacional la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) publica anualmente un listado muy
bien estructurado del índice de desarrollo humano de todos los países miembros
de esa agrupación, detallando el lugar que cada nación ocupa y las características
de su particular desarrollo.

Otro aspecto de importancia en la comprensión de los procesos demográficos de


la sociedad es el relativo al papel que el Estado asume frente a este tipo de
cuestiones poblacionales. En efecto, tradicionalmente se aceptaba que al Estado
no le competía intervenir en la regulación y control del fenómeno demográfico,
afirmándose que el número de hijos, y en general el crecimiento poblacional, es el
resultado de decisiones personales, que deben tomarse en base a apreciaciones
religiosas, éticas y morales, que sólo competen a las familias en su valoración más
íntima.

93
No obstante, en el mundo moderno esta visión ha cambiado, tanto desde el punto
de vista académico como jurídico, por lo que ahora se acepta que el Estado debe
asumir un papel activo frente a las cuestiones poblacionales. En este orden de
ideas, se asigna al Estado un papel central pero matizado según cada país,
ideología o tendencia. Una corriente indica que corresponde al orden público
solamente un papel orientador y de planeación del crecimiento y distribución de la
población, sin que deban tomarse medidas obligatorias para lograrlo. Contrasta lo
anterior con otras formas de actividad del Estado en estas tareas, en donde se le
asignan facultades jurídicas mucho más drásticas para regular el crecimiento
poblacional, como es el caso de China, en donde existen leyes que determinan el
número de hijos, e inclusive de un hijo único en algunas regiones, y en caso de
violarse éstas disposiciones, quienes incurran en ello pueden enfrentar severas
sanciones administrativas.

En México el texto constitucional vigente precisa que toda persona tiene el


derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y
espaciamiento de sus hijos (artículo 4º. de la Constitución). A su vez se cuenta
con una Ley General de Población, que fue publicada en el año de 1974, y que ha
tenido toda una serie de reformas, precisando la misma que corresponde al Poder
Ejecutivo, a través de la Secretaría de Gobernación, intervenir en los fenómenos
demográficos. El artículo 3º. del ordenamiento en cita detalla las principales
atribuciones de la autoridad administrativa en esta materia, por lo que es
conveniente detallar su contenido:

I.- Adecuar los programas de desarrollo económico y social a las necesidades que
planteen el volumen, estructura, dinámica y distribución de la población; II.- Realizar
programas de planeación familiar a través de los servicios educativos y de salud
pública de que disponga el sector público y vigilar que dichos programas y los que
realicen organismos privados, se lleven a cabo con absoluto respeto a los derechos
fundamentales del hombre y preserven la dignidad de las familias, con el objeto de
regular racionalmente y estabilizar el crecimiento de la población, así́ como lograr el
mejor aprovechamiento de los recursos humanos y naturales del país; III.- Disminuir
la mortalidad; IV.- Influir en la dinámica de la población a través de los sistemas
educativos, de salud pública, de capacitación profesional y técnica, y de protección
a la infancia, y obtener la participación de la colectividad en la solución de los
problemas que la afectan; V.- Promover la plena integración de la mujer al proceso

94
económico, educativo, social y cultural; VI.- Promover la plena integración de los
grupos marginados al desarrollo nacional; VII.- Sujetar la inmigración de extranjeros
a las modalidades que juzgue pertinentes, y procurar la mejor asimilación de éstos
al medio nacional y su adecuada distribución en el territorio; VIII.- Restringir la
emigración de nacionales cuando el interés nacional así lo exija; IX.- Procurar la
planificación de los centros de población urbanos, para asegurar una eficaz
prestación de los servicios públicos que se requieran; X.- Estimular el
establecimiento de fuertes núcleos de población nacional en los lugares fronterizos
que se encuentren escasamente poblados; XI.- Procurar la movilización de la
población entre distintas regiones de la República con objeto de adecuar su
distribución geográfica a las posibilidades de desarrollo regional, con base en
programas especiales de asentamiento de dicha población; XII.- Promover la
creación de poblados, con la finalidad de agrupar a los núcleos que viven
geográficamente aislados; XIII.- Coordinar las actividades de las dependencias del
sector público federal estatal y municipal, así como las de los organismos, privados
para el auxilio de la población en las áreas en que se prevea u ocurra algún
desastre; y XIV.- Las demás finalidades que esta Ley u otras disposiciones legales
determinen.

La Ley General de Población establece, igualmente, la existencia de un órgano del


Estado que se encargue de analizar y proponer programas de planeación en torno a
las cuestiones demográficas, como lo es el Consejo Nacional de Población
(CONAPO) que tiene a su cargo estas tareas. El CONAPO publica con regularidad
una serie de ediciones muy especializadas en materia poblacional, en las que se
destacan las variables demográficas nacionales, sus tendencias y las causas que
originan este tipo de asuntos sociales. Dentro de dichos estudios resulta importante
resaltar el fenómeno que se conoce como bono demográfico o ventana de
oportunidad, que tanto la oficina de población de la ONU, como el CONAPO, lo
definen como el fenómeno que se da dentro del proceso de la transición
demográfica en que la población económicamente activa (PEA), guarda una de
proporción mayoritaria con la población no productiva, al considerar que en cierto
momento los niños y jóvenes menores de 15 años tienen una proporción por debajo
del 30% y la de adultos mayores de 65 años se sigue conservando inferior al 15%,
esto es la que está en edad de trabajar (15 a 64 años) es mayor que la población
dependiente, lo que implica que en esos períodos de la transición demográfica de
los países, la mayor parte de la población esta en edad productiva, dando por
resultado una potencialidad trascendente en su desarrollo económico.

95
En México este bono demográfico tiene una clara vigencia en las presentes
décadas ante la disminución de la natalidad y que, además, la población en edad
muy avanzada todavía no es porcentualmente significativa. Sin embargo, la
vigencia del bono demográfico en nuestro país, calcula el CONAPO, podría seguir
vigente hasta la década de los años 30s del presente siglo, cuando nuestro país
este en proceso de cerrar la tercera etapa de su transición poblacional. Resulta
también importante precisar que el aprovechamiento del bono demográfico por los
países que se encuentran en esa situación requiere de condiciones adecuadas para
ello, como educación y capacitación para el trabajo, empleo a nivel generalizado y
con emolumentos remuneradores, así como una adecuada planeación
gubernamental en la sustentabilidad ecológica y seguridad en el orden social.

Por otra parte, enseguida se detallan varios cuadros que nos explican los rasgos de
la población en el mundo e igualmente de la población en México. Debiendo
advertir, que los datos que se proporcionan están actualizados a la fecha de
publicación de este texto, pero en años subsiguientes podrá ser un ejercicio
académico y docente el ponerlos al día para una mejor comprensión de la evolución
demográfica general y de nuestro país.

96
RASGOS DE LA POBLACION MUNDIAL54

1.- Población mundial. La Oficina de Población de la ONU estimó la población mundial, para junio del 2014,
en 7,370 millones de habitantes. Por lo que hace a los siguientes cuadros de distribución de población, éstos
parten de la cifra de 7,000 millones que había en octubre de 2011, por ser la estadística más consolidada

POBLACIÓN MUNDIAL
ASIA 4,236
ÁFRICA 1,009
EUROPA 732
OCEANÍA 38
AMÉRICA 973 NORTE 463
CENTRO Y CARIBE 93
SUR 417

2.- ASIA.- Población total 4,274 millones de habitantes

PAÍSES MÁS POBLADOS


CHINA 1,345
INDIA 1,226
INDONESIA 238
PAKISTÁN 179
BANGLADESH 143
JAPÓN 128

En este Continente se encuentran los países más densamente poblados del mundo. En general, el promedio
de crecimiento poblacional sigue siendo alto, lo que les representa graves problemas de orden económico y
social, con excepción de países como Japón y Corea que han alcanzado grados muy notables de desarrollo
social, con ingreso elevado per capita. China se encuentra en una fase de desarrollo muy acelerado.

Se explican estas numerosas poblaciones por virtud de que las civilizaciones asiáticas son las más antiguas
como comunidades organizadas.

Por ejemplo, las culturas de China e India datan de más de cinco mil años antes de la era cristiana.

3.- ÁFRICA.- Población total 1,009 millones de habitantes

54 Los datos que aparecen en los cuadros han sido tomados de los diversos reportes de la ONU a
junio de 2011, y únicamente la referencia del total de población a junio de 2014 (especialmente del
Demographic Yearbook). Las cifras se exponen en millones de habitantes. Cfr. Enciclopedia
Internacional de las Ciencias Sociales y Demographic Yearbook; ONU censo 2010, e informes
parciales 2013 y 2014.

97
ÁFRICA
NIGERIA 155
EGIPTO 82
REP. DEM. DEL CONGO (Zaire) 68
SUDÁFRICA 51
TANZANIA 43
ARGELIA 36
SUDAN 31

En este Continente existen poblaciones muy antiguas sobre todo de población negra, sin embargo su bajo
crecimiento demográfico se debe a los muy elevados índices de mortalidad y morbilidad que caracteriza a
prácticamente todos los Estados africanos.

Sudáfrica que cuenta solamente con el 20% de población blanca, ha sido foco de constantes problemas
raciales por el llamado “apartheid” o separación de culturas, en el orden político, social e institucional.

4.- EUROPA.- Población total 732 millones de habitantes.

EUROPA
RUSIA 147
ALEMANIA 82
REINO UNIDO DE LA GRAN 63.5
BRETAÑA
FRANCIA 63
ITALIA 61
UCRANIA 49
ESPAÑA 47
POLONIA 39

El Continente Europeo tiene como principal característica demográfica la estabilidad de su crecimiento


poblacional, por lo que sus índices de incremento son a la fecha notablemente equilibrados.

La unificación de Alemania trajo como consecuencia que dicho país sea el segundo más poblado de Europa.
A su vez, la desintegración en 1991 de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) que en
su conjunto contaba con una población de 284 m., tuvo como consecuencia, en esta materia poblacional, que
surgieran 11 repúblicas de dimensiones menores en su población. La Federación rusa sigue siendo el país
más poblado de Europa y se destaca también Ucrania que ocupa el sexto lugar de población en Europa.

Llama la atención el similar número de pobladores de países como el Reino Unido de Gran Bretaña, Francia
e Italia.

De los países que formaron el bloque de “Europa del Este” de tipo socialista y que han sufrido
transformaciones políticas radicales en estos años hacia sistemas de carácter democrático occidental, el más
poblado es Polonia.

5.- AMÉRICA.- Población total 973 millones de habitantes.

5.1. AMÉRICA DEL NORTE: total 463 millones de habitantes.

98
AMÉRICA DEL NORTE
ESTADOS UNIDOS 315
MÉXICO 113
CANADÁ 35

(Para México el CONAPO estimó, para el año 2014, la cifra de 119,7 m. de habitantes)

5.2. AMÉRICA CENTRAL Y CARIBE: total 93 millones de habitantes.

PAÍSES MÁS POBLADOS


GUATEMALA 15
CUBA 13
REP. DOMINICANA 10
HONDURAS 9
EL SALVADOR 7.5
NICARAGUA 6
COSTA RICA 4.7
PANAMÁ 3.5

5.3. AMÉRICA DEL SUR: total 417 millones de habitantes.

PAÍSES MÁS POBLADOS


BRASIL 238
COLOMBIA 47
ARGENTINA 41
VENEZUELA 31
PERU 29
CHILE 17.5

El Continente Americano presenta, a su vez, importantes contrastes poblacionales, ya que Estados Unidos y
Canadá cuentan con poblaciones de índice estandarizado, frente a otros países con crecimientos rápidos,
como es el caso de Brasil, México y Perú.

El país más poblado de América es Estados Unidos, le sigue Brasil y el tercer sitio lo ocupa México. México, a
su vez, ocupa el lugar 11° del mundo en cuanto a población.

Por otra parte, existen particularmente en Centro América y el Caribe, países de población muy reducida, lo
que les ha generado importantes problemas en su vida institucional, como es el caso de Nicaragua, Panamá,
Haití u Honduras.

Diversos fenómenos de orden económico, político y social han sido factores que propician grandes
migraciones en el Continente Americano, particularmente hacia los Estados Unidos. Es notable también la
migración de países de Centroamérica hacia México.

99
6.- OCEANIA.- Población total 38 millones de habitantes.

PAÍSES MÁS POBLADOS


AUSTRALIA 23
PAPUA (NUEVA GUINEA) 7
NUEVA ZELANDIA 4.5

El Continente de Oceanía que cuenta con una amplia extensión territorial de 8’500,000 km2 no
obstante es el menos poblado, por lo que su densidad demográfica es de apenas 3.2 habitantes por kilómetro
cuadrado.

Existe una variada población indígena de tipo polinesio. Este Continente fue colonizado por
Inglaterra y destinado a colonias de tipo penitenciario, hasta que obtienen su independencia los diversos
Estados que actualmente lo integran.

7.- APRECIACIÓN HISTÓRICA.

Se estima que a principio de la Era Cristiana la población mundial tendría 300 millones de personas.
Al final del primer milenio (año 1000) se calcula que la población del mundo fue de 400 millones. Con datos
más ciertos se estima que en 1650 la población mundial andaba en los 545 millones y en 1750 en 720
millones de personas.

En 1800 la población mundial se estimaba en 906 millones; en 1900 la población del mundo era de
1,608 millones. Al finalizar el siglo XX (1999) la población mundial era en cifras cerradas de 6,000 m. de
habitantes. La tasa de crecimiento de la población mundial es del orden 1.2%, lo que implica que de
mantenerse constante la población de la tierra se duplicará cada 70 años.

100
8.- AREAS METROPOLITANAS MÁS POBLADAS (en miles)

Proyección Oficina de Población ONU


(2014)

AREAS METROPOLITANAS MÁS POBLADAS


1.- TOKIO, Japón 36,000
2.- MÉXICO, D.F. (Metropolitana) 23,400
3.- SEUL, Corea del Sur 23,200
4.- CANTON, China 23,100
5.- NUEVA YORK, EU 22,200
6.- BOMBAY, India 22,200
7.- SAO PAOLA, Brasil 20,900
8.- SHANGAI, CHINA 18,400
9.- CALCUTA, INDIA 16,300
10.- BAIJIN, China 13,600

9.- SITUACIÓN ACTUAL.

De acuerdo con la ONU la población mundial para octubre de 2011 fue de 7,000 millones. También este
organismo internacional ha estimado que para 2015 la población mundial es de 7,370 millones, distribuida en
los 193 países de la tierra. Esta se encuentra mayoritariamente asentada en el Continente Asiático, pues en
dicha área del mundo habitan un poco más de las 3/5 partes del total mundial. En Asia están ubicados los
países más poblados, como son China y la India. Los Estados Unidos es el tercer país más poblado del
planeta, siguiéndole Indonesia en cuarto lugar y en quinto Brasil. México ocupa el lugar número once.

Se aprecia también que los países europeos tienen poblaciones muy estandarizadas, al haber cubierto casi
todos ellos su ciclo de transición demográfica. Por otra parte, los países de más rápido crecimiento
poblacional se encuentran en Asia y en América.

Por lo que hace a las naciones de África, en general no tienen problemas de explosión demográfica por el
elevado índice de mortalidad que conservan, tanto a nivel infantil como de adultos, por las difíciles
condiciones de sanidad que enfrentan, así como enfermedades epidémicas, inclusive los altos índices de
desnutrición y de hambre que se presentan en esos países.

Los 15 países de mayor población actual en el mundo son: 1. China; 2. India; 3. Estados Unidos; 4.
Indonesia; 5. Brasil; 6. Pakistán; 7. Nigeria; 8. Bangladesh; 9. Rusia; 10. Japón; 11. México, 12. Filipinas; 13.
Vietnam; 14. Etiopía y 15. Alemania.

Se estima, por otra parte, que aproximadamente en poco más de una década el país más poblado de la tierra
será la India, quedando por encima de China, ya que China cuenta con un sistema muy rígido de control
natal.

101
RASGOS DE LA POBLACION EN MÉXICO55

1.- Antecedentes.

Se estima que en el siglo XVI la población que existía en el territorio de lo que ahora es nuestro país, era
aproximadamente de 3 millones de habitantes. Para 1790 el censo de Revillagigedo arrojó la cifra de
4’636,000 habitantes. Se calcula que por los años de la guerra de Independencia (1810-20) el Primer
Congreso Mexicano estimó la población en 6’204,000. En 1850 la República contaba con 7’500,000
habitantes. Para 1870 se calculó la población mexicana en 8’782,000 habitantes. El primer censo formal
moderno que se efectuó en México en 1895 dio el resultado de 12’632,000 habitantes. Este primer censo
hecho en la época de Porfirio Díaz cerró el siglo XIX en esta materia poblacional.

2.- Resultados de los censos (en miles de habitantes):

RESULTADOS DE LOS CENSOS


1895 12’632
1910 15’160
1921 14’324
1930 16’552
1940 19’653
1950 25’791
1960 34’522
1970 50’694
1980 66’846
1990 81’200
2000 97’483
2010 112’336
2014 119,713
(EstimaciónCONAPO)

55Fuente: Censo Nacional de Población 2010. INEGI y CONAPO: Conteo Nacional de Población;
proyecciones 2014. México.

102
3.- Distribución por sexo (estimación 2014)

Mujeres 61’277,304
Hombres 58’435,900

103
4.- Entidades federativas más pobladas de México (censo 2010):

ENTIDADES FEDERATIVAS MÁS POBLADAS


Estado de México 15,175 miles de habitantes
Distrito Federal 8,851
Veracruz 7,643
Jalisco 7,350
Puebla 5,779
Guanajuato 5,486

5.- Las Entidades menos pobladas (censo 2010):

ENTIDADES FEDERATIVAS MENOS POBLADAS


Baja California Sur 637,026 habitantes
Colima 650,555
Campeche 822,441
Nayarit 1’084,979

6.- Proyección actual y futura de la población mexicana:

De acuerdo a los resultados del censo, nuestro país contaba en 2010 con 112,3 millones de habitantes. Se
llevaron a cabo ajustes demográficos a esta cifra censal que arrojó para 2013 una población de 118.3
millones de habitantes. La estimación para 2014 es de 119,7 millones

Por otra parte, se estima también que de seguir bajando las tasas de crecimiento poblacional, según la
tendencia actual (1.9%) que se contrasta con el crecimiento de los años 60-70 (3.5%), la población mexicana
ira cerrando su tercera etapa del ciclo de transición demográfica, y se estandarizará la población en los años
2040 al 2050 en aproximadamente de 140 a 146 millones de habitantes, que será la tendencia de la
constante poblacional del país.

7. Distribución de la población mexicana:

Según las tendencias de las últimas cinco décadas la población mexicana tiende a vivir en ciudades.
Actualmente viven en áreas urbanas el 85% de los habitantes del país; contrastando con la situación de
principios del siglo XX en que solamente radicaban en ciudades el 19% de la población.

De acuerdo con cifras del censo de 2010 el área más poblada de la República es la zona metropolitana del
Distrito Federal y los municipios conurbados del Estado de México, que cuenta con 19’159,270 habitantes.

La segunda área más poblada es la zona de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá; ésta en su
conjunto tiene 4’125,250 habitantes. (2010).

La tercera área en población es la de Monterrey, Apodaca, Guadalupe, San Nicolás de los Garza y Garza
García, contando con 3’950,240 habitantes. (2010).

Finalmente, la cuarta área en pobladores es la zona de Puebla y Cholula con 2’320,280 habitantes. (2010).

8.- Distribución por edad.

La población mexicana está constituida fundamentalmente por jóvenes, toda vez que más de 53 millones son
menores de 27 años. Existen actualmente un poco más de 6 millones de adultos mayores de 65 años. Esto

104
refleja la elevada problemática del país en la atención de un número creciente de jóvenes que demanda
educación, atenciones de salud, trabajo, vivienda, etc.; pero también refleja que pronto nuestro país tendrá
severos problemas por el envejecimiento de su población y por la atención que se debe proporcionar a las
personas en ancianidad.

La expectativa de vida del mexicano se ha incrementado hasta alcanzar la edad actual promedio de 73.2
años para los varones y 77.9 para las mujeres (2010), cuando en 1920 era de sólo 38 años, en 1940 de 45
años, en 1960 de 57 y en 1970 de 62 años.

En los últimos 25 años se disminuyeron en México las tasas de mortalidad general en más de un 50%, y las
de mortalidad infantil un 45%, comparativamente a las dos décadas anteriores, cuestión que ha propiciado el
rápido crecimiento de la población nacional. La tasa de mortalidad infantil es actualmente de 14.1 por cada
mil nacimientos.

9.- La migración de mexicanos.

Según las cifras y proyecciones del CONAPO a finales del año 2010 la población nacida en México y que
ahora habita en los Estados Unidos es de 13 millones, de los cuales 7.5 millones
son indocumentados. Se puede agregar también que los nativos de aquel país, pero de padres mexicanos,
son del orden de 15 millones de personas, por lo que en total se puede válidamente hablar de 26 millones de
mexicanos en dicho país. En el año 2010 fueron deportados 405 mil mexicanos indocumentados por parte de
Estados Unidos.

2.3. Sociedad y grupos.

2.3.1. Tipos de relaciones sociales y clasificación de grupos.

Cuando se observa a cualquier sociedad se denota que ella está integrada más que
por una serie aislada, de individuos por formaciones grupales en las que intervienen
varias personas. Por ello, resulta de primordial importancia para la sociología el
estudio de las agrupaciones humanas y de las relaciones que se presentan en la
vida colectiva. Los estudios sociológicos han sido ricos en estas observaciones y

105
nos brindan clasificaciones y explicaciones abundantes sobre los distintos tipos de
grupos que existen, así como de las distintas características que presentan las
relaciones que los unen. Se aprecia que las relaciones sociales son muy disímiles
en cuanto a los lazos que unen a los integrantes de los grupos, al igual que los
objetivos que se pretenden alcanzar en esas organizaciones humanas, las que
pueden ser de tipo religioso, político, económico, cultural, etc., en ese sentido tanto
la idea del grupo social, como de la relación que vincula a sus integrantes, es un
campo muy fértil para la investigación y análisis sociológico.

La teoría sociológica ha insistido en estudiar los distintos tipos de relaciones que se


presentan en las colectividades y por ende en los grupos que las integran. Este
concepto de relación social se basa en el hecho de que la conducta humana está
orientada en numerosas formas hacia otras personas, lo que determina la
naturaleza de dichas relaciones. Las relaciones humanas tienden a compartir
opiniones, valores, hábitos comunes, creencias y expectativas de acción entre los
individuos, propiciando la interacción que es la respuesta de la conducta dirigida a
otros, que toma en cuenta las expectativas individuales pero también las colectivas.
Fernando Tönnies, importante sociólogo alemán, estableció una distinción entre dos
tipos de colectividades considerando las características de la sociabilidad humana,
o sea las formas en que se relacionan los integrantes de esos grupos. Es clásica la
obra de Tönnies denominada Comunidad y Sociedad, en donde afirma que el tipo
de vida comunal se manifiesta con relaciones de tipo personal y afectivo, en donde
los individuos ocupan papeles y status que obedecen a tradiciones y costumbres, y
existe entre los integrantes del grupo un alto grado de solidaridad interna, y de
autosuficiencia hacia el exterior. Este tipo de sociabilidad se puede observar en la
sociedad rural integrada por formaciones reducidas de individuos, en las que
predomina el conocimiento personal y directo de cada uno de ellos, lo que genera
una forma de vida muy cohesionada en sus diversas actividades. De manera
diferente las relaciones de tipo asociativo o de sociedad, señala Tönnies, se
vuelven impersonales, indirectas, predominando algún tipo de interés que es con
frecuencia económico o político; en estas relaciones se manifiesta una gran

106
dependencia de unos con otros, como es característica de las sociedades
modernas de tipo urbano. A su vez Durkheim, siguiendo estas ideas, formuló los
conceptos de solidaridad mecánica y solidaridad orgánica a los que ya nos
referimos con anterioridad. En este mismo sentido podemos ubicar las ideas de
Charles Horton Cooley, quien elaboró la conocida clasificación de grupos primarios
y grupos secundarios, a la que adelante haremos mención.

Por ende, uno de los conceptos centrales de la sociología es, sin duda, el de grupo
social, que ha sido definido de diversas formas para resaltar sus características y
sus elementos propios. El sociólogo francés Georges Gurvitch da una definición del
concepto de grupo social, afirmando que: “el grupo es una unidad colectiva real,
directamente observable y fundada sobre actitudes colectivas, que tienen que
realizar una labor común, que constituye un cuadro social estructurable tendiente
hacia una cohesión relativa de las manifestaciones de la sociabilidad” 56. De nuestra
parte, tomando en consideración lo que expone Bottomore en su texto de
Introducción a la Sociología, entendemos por grupo: un conjunto de personas con
papeles y status interrelacionados, que asumen valores y creencias comunes, que
además, tienen conciencia de pertenecer a esa formación social, y por ello cuentan
con principios de organización. Este concepto nos detalla aquellos elementos o
requisitos que son indispensables para que una formación social de individuos
pueda ser considerada como un verdadero grupo, y que son los siguientes: a) que
éste se forme por dos o más individuos, resultando así, con frecuencia, grupos
pequeños, pero también grupos muy numerosos o globales; b) que dichos
individuos se encuentren interrelacionados por papeles y roles compartidos, o sea
actividades y objetivos comunes, como son creencias y valores compartidos, así
como posiciones sociales identificadas en este tipo de relación social; c) que surja
un sentido de identidad al grupo, es decir que las personas que lo forman se sientan
parte de la existencia de ese grupo y no fuera del mismo; d) en ese sentido, debe

56Gurvitch Georges. Tratado de Sociología; editorial Kapelusz, Tomo I; Buenos Aires, Argentina,
1962 p. 213

107
existir un principio de organización, que implica el establecimiento de reglas, que
pueden ser elementales o complejas, para alcanzar los fines que se persigan.

Encontramos en toda sociedad otras diversas formaciones de individuos que se


encuentran reunidos pero que no reúnen el total de las características para formar
un verdadero grupo; en este sentido se habla en la teoría sociológica de los
denominados cuasigrupos, en los que tenemos los agregados estadísticos, que
están integrados por personas que poseen algún atributo social semejante a través
del cual pueden ser agrupados bajo ciertos parámetros lógicos, como serían los
lectores de algún diario, los seguidores de algún equipo deportivo, etc.; tenemos
también a las denominadas agrupaciones de status, formadas por individuos que
tienen posiciones similares en la sociedad o que desempeñan actividades
identificadas de manera semejante, tendríamos, entre otros, a los abogados, los
banqueros, los estudiantes, los trabajadores públicos, etc. La importancia de los
cuasigrupos se centra en que por el constante intercambio que los obliga a
enfrentar su característica común, son campo fértil para el nacimiento de
verdaderos grupos con todos sus elementos. Así, por ejemplo, de los seguidores de
algún equipo deportivo, se pueden dar organizaciones formales, como son
patronatos de apoyo o las denominadas porras que lo siguen en sus encuentros
deportivos y que, al quedar formalizados, contarán con personal directivo, cuotas u
otras prestaciones que se fijen en su favor.

Por lo que hace a la clasificación de los grupos, debemos considerar, en primer


término, la que es muy conocida y que detalló Cooley, de quien hicimos referencia
en líneas anteriores, distinguiendo al grupo primario del grupo secundario. El grupo
primario, a su decir, se caracteriza por un tipo de relación cercana y generalmente
de orden afectivo, se observa que las relaciones que unen a sus integrantes son de
carácter personal, cara a cara y directo. Refiriéndose a estos grupos primarios el
autor en comentario nos dice que quizá el modo más sencillo de describir esta
unidad primaria es definirla como un “nosotros”, al implicar aquella simpatía
particular e identificación mutua que se expresa naturalmente en este vocablo; por

108
todo ello los grupos primarios son de muy alta importancia, tanto para el individuo,
como para las instituciones sociales, pues baste dar el ejemplo de que en este tipo
de agrupación se encuentra la familia, considerada como institución fundamental y
básica de cualquier sociedad.

Aludiendo a los grupos secundarios, este autor nos indica que su principal tipo de
relación se basa en alguna forma de interés y de objetivos que trascienden a las
meras cuestiones afectivas; sus dimensiones suelen ser más amplias; están
regulados por normas y dictados que adquieren alto nivel de formalidad y de
racionalidad; la comunicación interpersonal entre los miembros se realiza a niveles
poco profundos, sin implicar, normalmente, sentimientos o afectos de carácter
cercano. Ejemplos de este tipo de grupos los encontramos en una fábrica, una
empresa, los sindicatos, o las propias instituciones educativas.

Considerando otras perspectivas, se han elaborado, también, múltiples


clasificaciones de los grupos que se presentan en la sociedad, como la que nos
expone Gurvitch en la obra antes mencionada, quien enlista quince maneras de
clasificación de estas unidades grupales, de las cuales seleccionamos algunas,
como son las siguientes: a) por el contenido del grupo: unifuncionales,
multifuncionales y suprafuncionales; b) por el tamaño o número de participantes:
reducidos, medianos y extensos; c) por la duración del grupo: temporales,
periódicos y permanentes; d) por la presencia o no de sus miembros: reunidos de
identificación permanente (familia), de reunión periódica, y a distancia; e) en base a
la formación del grupo: voluntarios, de hecho o circunstanciales, impuestos u
obligatorios; f) por el modo de acceso al grupo: abiertos, de acceso condicionado y
cerrados; g) por su finalidad: económicos, políticos, religiosos, académicos, etc.

Bajo estas perspectivas, el Doctor Lucio Mendieta y Núñez expone un amplio


apartado de clasificación de grupos en su texto: Teoría de los Agrupamientos
Sociales 57 . Los divide, en primer término, en grupos estructurales: la horda, la

57 Se puede consultar el texto citado, publicación de Editorial Porrúa; México, 1974

109
familia, el clan, la tribu, la confederación de tribus y el Estado; grupos estatales: la
burocracia y el ejército; grupos ocasionales: las masas y las clases sociales, las
multitudes y los auditorios, y, finalmente, los grupos artificiales: religiosos, políticos,
económicos, académicos o educativos, y hasta los delincuenciales. De esta manera
Mendieta nos brinda una visión muy integral de todas las formaciones grupales que
se pueden presentar en una sociedad, ubicándolos de acuerdo al tipo de estructura
que tienen o los fines que persiguen.

2.3.2. Estructura y organización social.

La existencia de cualquier sociedad cuenta con una serie de elementos que le dan
vigencia, podemos decir que la soportan y le dan vida, a través de un conjunto de
partes que dan singularidad a cada sociedad concreta, por lo que es importante
identificar esas partes estructurales. El concepto de estructura social es
fundamental para la sociología, como lo han destacado a lo largo del desarrollo de
nuestra disciplina pensadores como Spencer y Durkheim. Spencer habló del
organicismo social, entendiendo a la sociedad como un ente vivo que cuenta con
sistemas, órganos y aparatos, indicando también que algunos de estos órganos o
sistemas son fundamentales y por ende estructurales. Emilio Durkheim, sobre este
mismo tema afirma que, la estructura social se encuentra depositada en una serie
de instituciones a través de las cuales la sociedad define sus valores y principios,
por ello éstas forman la estructura de la sociedad. El enfoque marxista, con su
visión unilateral económica, distingue entre estructura e ideología, al estimar que
debemos entender como estructura a los procesos productivos: la estructura es la
economía, y la ideología pasa a ser la superestructura. En la sociología
norteamericana el estudio de la estructura tuvo importantes expositores, como los
son, Talcott Parsons y Robert Merton, con obras de gran importancia en el tema
denominadas: La Estructura de la acción social; y el Sistema Social, de su
respectiva autoría.

110
A su vez, el sociólogo inglés Morris Ginsberg considera a la estructura social como
el conjunto de los principales grupos y de las principales instituciones que dan vida
a una sociedad, agregaríamos nosotros que también se deben incluir las principales
relaciones que se presentan en los conglomerados humanos. Cabe resaltar que
existen en las sociedades múltiples grupos, instituciones y relaciones, más no todas
ellas son estructurales o fundamentales. Las que forman la estructura son aquellas
que si fueran cambiadas en un conglomerado social, ésta sufriría una
transformación radical, a tal grado que estaríamos frente a una muy distinta
sociedad. Bajo estas ideas el significado de lo que es la estructura social hace
alusión a aquellos grupos que son permanentes, importantes y que tienen en su
poder las decisiones de mayor trascendencia para una sociedad concreta, como el
Estado, las grandes corporaciones económicas, los partidos políticos, el sistema
jurídico, etc., las que a su vez integran instituciones que indican las pautas a seguir
en las organizaciones sociales. Afirma Bottomore que “en la estructura social reside
el principio de continuidad de la sociedad; en la organización social reside el
principio de variación o de cambio al permitir la evaluación de la elección
individual”58; el propio autor que estamos citando concluye que: “… de todas las
concepciones que se han examinado la más útil es la que considera la estructura
social como el complejo de las principales instituciones y de los principales grupos
de la sociedad”. Indica, además, que no es muy difícil identificar esas instituciones y
esos grupos, pues la existencia de la sociedad humana requiere un mínimo de
ordenamientos o procesos para que ella exista y opere en el cumplimiento de las
metas sociales.

De manera entrelazada a las ideas anteriores, encontramos el concepto de


organización social, que hace alusión a los elementos variantes y de transformación
más visible de la sociedad. Cuando sufren alteraciones o cambios estos elementos
organizativos la sociedad sigue siendo la misma estructuralmente, pero con
cambios en su operación, en su funcionamiento, en sus normas y en sus grupos.
Los cambios de organización dan una nueva cara a la sociedad, probablemente

58 Bottomore, T. B. Op. cit., p. 116.

111
nuevas orientaciones y metas, pero se conservan otros elementos esenciales que
son de orden estructural. Un ejemplo de esto sería la alternancia de partidos
políticos en el gobierno, cuestión que no da un cambio radical o de fondo en la
estructura, sino que trae aparejado nuevos ajustes, principalmente de tipo
ideológicos, u otros objetivos y metas sociales, cuyos elementos de sostén siguen
siendo los mismos.

2.3.3. Desorganización y control social.

Los comportamientos de los individuos y de los grupos en la sociedad obedecen de


manera normal y regular a pautas que se aceptan, a valores que se cumplen y a
actividades que se actualizan día a día. Esta regularidad de la conducta humana
hace pensar que existen motivaciones para seguirla, así como aceptación de ellas y
justificación personal y grupal para apegarse a lo que se denomina statu quo, o sea
el estado de las cosas como se encuentran presentes. De lo anterior se deduce que
los conglomerados humanos tienden al orden en su comportamiento grupal, lo cual
no implica que algunos de los integrantes de la sociedad, e inclusive contingentes
amplios, no acepten las reglas a seguir, ni cumplan con los extremos que las
creencias y valores de cada sociedad indican. Surgen así los fenómenos de control
social y desorganización social, que han sido ampliamente estudiados por la
sociología y que han sido expuestos en interesantes teorías. Debemos recordar que
desde el inicio de nuestra disciplina Augusto Comte dividió esta materia en dos
apartados: la sociología estática y la sociología dinámica, correspondiendo a la
primera de ellas el estudio de las partes que dan estabilidad, orden y permanencia a
la sociedad; la segunda, a lo que es cambiante y provoca la transformación de los
grupos organizados. Deja entrever Comte la idea de orden y de progreso, que sería
su lema académico, pero también se derivan de sus explicaciones una serie de
concepciones relativas a lo que se acepta y a lo que no se acepta en la vida social
por parte de los individuos que integran los conglomerados humanos. Debemos
recordar también, sobre este tema, que la corriente marxista de sociología basa
muchas de sus explicaciones en el conflicto social, al otorgar a los fenómenos de

112
enfrentamiento y lucha un significado estructural en la vigencia de cualquier grupo
socialmente organizado.

Queda patente, de los planteamientos anteriores, la indudable preocupación de


nuestra disciplina por entender tanto al orden y al desorden que son una realidad en
toda sociedad. Igualmente, el control social y la desorganización se insertan en este
tipo de ideas, por lo que es importante dejar en claro cada uno de estos procesos y
fenómenos de la realidad de las sociedades. El concepto de desorganización social
abarca, por lo tanto, una serie de fenómenos muy variados, como el conflicto social,
el desajuste entre los medios y los fines socialmente aprobados, el conflicto de
culturas y otras incompatibilidades o contradicciones que se viven en los grupos
humanos. 59 La desorganización social puede ir desde el incumplimiento de
pequeñas reglas de tradiciones o de costumbres, hasta la violación de la ley, las
situaciones de rebeldía, e inclusive, una revolución, ya que en todas ellas se
aprecia una inconformidad ya sea de tipo incipiente o profunda, y de efectos
reducidos o de alcance completo para una sociedad.

Estas conductas desviadas pueden catalogarse, como lo hace Robert Merton, 60 en


distintos tipos, como son: a) el ritualismo, que es la conducta que algunos individuos
siguen en la sociedad por mera práctica cotidiana sin estar convencidos del valor
del objetivo a cumplir; b) el retraimiento, que se diferencia del ritualismo en cuanto
que es una conducta basada en la apatía o en el desprecio de las instituciones y de
las normas, pero que se cumplen éstas para no enfrentar otras dificultades en la
vida social, esto es el no querer problemas y seguir atendiendo las reglas de la vida
colectiva; c) la innovación, que es un tipo positivo de desviación social puesto que
implica el alejamiento de las reglas ordinarias para crear otras, o establecer otros
comportamientos distintos a los tradicionales; en la innovación se da un ajuste entre
lo anterior y lo nuevo, entre lo conservador y lo moderno, y generalmente con el
transcurso del tiempo la conducta innovadora se va aceptando e institucionalizando

59 Cfr. Chinoy, Ely. La sociedad. Una introducción a la sociología; Fondo de Cultura Económica;
México, 1966; p.372
60 Citado por Ely Chinoy, Op. cit.; pp. 278-282.

113
en la sociedad; y, finalmente, d) el resentimiento o rebelión, que comprende
conductas de enfrentamiento abierto a las reglas, a las instituciones y a los grupos
estructurales de una sociedad. Del resentimiento se puede pasar a la lucha, debido
a la profunda desavenencia social, que no admite acuerdos o arreglos, o algún otro
tipo de transacción institucional para resolver el conflicto.

En la sociología clásica estas desviaciones del comportamiento social se


consideraron como patologías sociales, haciendo alusión a algún tipo de
enfermedad o de mal social, como pueden ser las actividades delictivas, los
conflictos u otras formas similares de enfrentamiento a lo que es permanente y
aceptable en la sociedad. Actualmente se utiliza poco este término pero todavía lo
podemos encontrar en alguna literatura tradicional de la materia.

Por otra parte, el análisis en torno al control social cuenta en nuestra disciplina un
numeroso apartado teórico y de análisis empírico. Por control social debemos
entender un conjunto de instituciones, de reglas y de procesos que hacen posible la
regularidad de las conductas de los individuos en la sociedad, al igual que de los
grupos como formas organizadas de la sociabilidad. Gracias a esas instituciones y
a esas reglas existe uniformidad en los comportamientos, coincidencia en los
valores a seguir y aceptación de las metas a cumplir. También dentro del control
social se dan procesos sancionadores hacia aquellas conductas que se apartan de
lo establecido, que van desde el simple rechazo de quien no cumple un formalismo
social o un hábito, hasta las penas de carácter coercitivo del derecho criminal que
puede privar de la libertad a un individuo y hasta la aplicación de la pena de muerte
en aquellos países en los que aún exista esta práctica.

Las instituciones y mecanismos de control social a los que en general alude la


sociología son los siguientes: a) tradiciones y costumbres; b) la opinión pública; c) la
moral; d) la educación, y e) el derecho. Cada uno de estos mecanismos y sistemas
que operan como instituciones del control social tiene sus propios procedimientos y
lo que se ha denominado agentes que intervienen en los mismos. En la sociedad

114
antigua los principales instrumentos de control obedecían a formas tradicionales a
través de las costumbres y las tradiciones, así como la religión, por ello fueron los
sacerdotes y magos los que tomaban las principales decisiones en torno a ellas. De
manera contrastante, la sociedad moderna, ha creado nuevos instrumentos y
agentes del control, las decisiones inherentes a ella y manejan las actividades a
seguir, como son los comunicadores y periodistas en torno a la opinión pública, los
maestros, investigadores y demás académicos en los temas de la educación, así
como los abogados y jueces en el mundo jurídico.

En el siguiente cuadro se explica, de manera resumida, el contenido de estas


instituciones y de estos mecanismos del control social.

El control social y sus instituciones

Las entendemos como un conjunto de prácticas sociales de


aceptación reiterada, que se transmiten de generación en
generación. Las tradiciones, hacen énfasis sobre los procesos
La tradición y la
históricos y evolutivos que ha vivido los grupos sociales. Las
costumbre costumbres, a su vez, suelen contener un fuerte elemento moral
arraigado en el grupo.

Opera como un mecanismo de control social poco formal, pero de


gran trascendencia para los conglomerados humanos. Se puede
definir como el juicio o consenso colectivo que se tiene en una
sociedad sobre algún hecho, conducta o fenómeno social.
La opinión
Encontramos en la sociedad mecanismos formales y otros no
pública formales de opinión pública. Entre los formales están los medios
de comunicación, como: radio, televisión, periódicos, revistas,
libros, etc. En los no formales, tenemos al rumor, al chiste, la
caricatura, el chisme, etc.

De acuerdo a Emilio Durkheim, la religión es el conjunto de


prácticas y creencias relativas a las cosas sagradas, que se
derivan de una entidad divina. La religión es un importante
sistema de control social, toda vez que su doctrina define
múltiples comportamientos que el hombre debe llevar en
sociedad.
La religión Las ideas religiosas tienen también un fuerte elemento de
valoración moral, al catalogar las conductas bajo las ideas de los
bueno y lo malo, lo aceptable y lo reprobable para la creencia de
que se trate. Existen múltiples confesiones religiosas, pero en la
sociedad occidental ha prevalecido el Cristianismo como la
principal práctica religiosa.

115
Opera como mecanismo de control social en cuanto que define lo
que es bueno y lo que es malo en el comportamiento del hombre
como ser racional, cuya conciencia entiende lo que es correcto o
La moral incorrecto, tanto en su actuar individual, como en el colectivo. La
moral otorga al ser humano las bases y elementos de la dignidad
valorativa de su vida y de su conducta.

El propio Emilio Durkheim define a la educación como la acción


que ejercen las generaciones adultas sobre las generaciones
jóvenes, para transmitir e inculcar conocimiento, aptitudes,
prácticas y conductas que les serán necesarias para la realización
de la vida social. La educación cumple la trascendente función
social de preparar a las nuevas generaciones para asumir sus
La educación responsabilidades sociales.

Existen mecanismos educativos formales, como son: la escuela,


la universidad, las academias, etc. A su vez hay mecanismos no
formales de tipo educativo como la familia, los centros de trabajo y
empresas, los grupos de artesanos, etc.

El derecho es la institución más acabada del control social, ya


que la norma jurídica cuenta con la garantía de su cumplimiento a
través de la coacción, esto es que sus dictados pueden
imponerse por la fuerza.

El sociólogo norteamericano Roscoe Pound define al derecho


como la institución que tiene a su cargo la aplicación sistemática
de la fuerza para conducir los comportamientos sociales definidos
como legítimos.

El derecho se distingue de otros mecanismo de control social


El derecho porque las reglas jurídicas están respaldadas por la fuerza
coactiva del Estado, para inducir y garantizar su cumplimiento. De
esta manera el derecho opera como el sistema de control social
que tiende a lograr la justicia, el orden, la seguridad y el
desarrollo de las sociedades.

Por otra parte, debe entenderse que la vigencia del derecho en la


sociedad, se explica, en alta medida, por las funciones básicas y
trascendentales que éste sistema de control social cumple para
todo conglomerado humano.

Por cuanto al derecho como un sistema de control social del que se derivan
instituciones legales, aparatos de producción de la ley, sistemas de aplicación de la
misma, así como procesos de práctica profesional, todo ello es, sin duda, un tema
de primordial importancia en nuestro curso en la formación de los profesionales del
derecho. Dada esta importancia, diversas unidades del programa, se dedican al
análisis y explicación pormenorizada de los fenómenos jurídicos de la sociedad.
Baste decir ahora, de manera preliminar, que si bien todos los fenómenos jurídicos

116
son fenómenos sociales, no todos los fenómenos sociales son fenómenos jurídicos.
A esto se debe que nuestra disciplina no solamente estudie las cuestiones legales
como procesos de intercambio de relaciones sociales, sino que se cuente con
apartados concretos para otros hechos de la realidad social, como son los de orden
político, económico, antropológico, etc.

Finalmente, dejamos por ahora este punto afirmando que la sociología del derecho
o sociología jurídica es: la parte especializada de la sociología general que tiene a
su cargo el estudio y explicación de los fenómenos jurídicos y su correlación con la
estructura social.

2.4. Sociedad, Cultura y Civilización.

Antes señalamos que la sociedad está formada por individuos que se relacionan
entre ellos y que de esta manera forman distintos grupos al profesar valores,
creencias y sistemas de unión que les dan vida. La sociología, partiendo de estas
premisas, nos lleva a entender que las instituciones, las reglas a seguir, los valores
y las metas a cumplir, forman parte de un todo colectivo al que se ha denominado
como cultura. Al iniciar el desarrollo de este tema en su texto de Sociología, el
distinguido maestro de muchas generaciones de nuestra Facultad, como lo fue Don
Luis Recasens Siches, de manera muy expresiva señala lo siguiente: “… hay en el
mundo una serie de objetos que no son hechos ni cosas producidos por la
naturaleza, sino que son creados por los hombres, o resultados de actividades de
estos, por ejemplo: utensilios, máquinas, estatuas, cuadros, leyendas, mitos,
plegarias, poemas, libros (con múltiples y variados contenidos: científicos,
filosóficos, técnicos, literarios, etc.), recetarios, máximas y reglas de conducta
(morales, sociales, jurídicas), modos consuetudinarios de comportamiento (usos,
hábitos), valoraciones, instituciones, etc.”; indicándonos que se trata precisamente
de la cultura a la que denomina vida humana objetivada, al integrar en este
concepto no solamente las manifestaciones preclaras de la producción humana,

117
sino también las actividades cotidianas de los grupos, los convencionalismos, las
creencias y todo tipo de comportamientos.

Los conceptos de cultura y civilización cuentan con diversos significados, como se


observa en la literatura sociológica y de la antropología, pero confluyen las distintas
definiciones en resaltar la forma en que se producen los llamados bienes culturales
característicos de la especie humana. El antropólogo social Bronislaw Malinowski,
de origen polaco, señala por cultura: “… aquella entidad que comprende toda la
herencia de artefactos, mercancías, procesos técnicos, hábito y valores.” Citando a
Raymond Firth, Thomas Bottomore nos da la definición de cultura entendiéndola
como “…. todo comportamiento aprendido que ha sido socialmente adquirido”. Ha
sido muy popular en nuestra disciplina el concepto de cultura dado en 1871, por el
antropólogo inglés Edward Burnett Tylor (1832-1917), quién la entendió como: “…
un complejo total que incluye conocimientos, creencias, arte, moral, derecho,
costumbres y otras capacidades y hábitos que los seres humanos adquieren por el
hecho de vivir en sociedad”61.

Las anteriores definiciones y conceptos nos ubican en el entendimiento de que el


proceso cultural de una sociedad incluye cualquier comportamiento aprendido, ya
que la conducta humana encuentra para su realización dos fuerzas que la llevan a
su realización, por una parte los instintos propios de nuestra especie (conservación,
alimentación, reproducción, etc.) que los heredamos biológicamente; y por la otra el
aprendizaje de conocimientos, habilidades y actitudes que se graban en nuestra
inteligencia, a través del lenguaje, la educación y demás procesos de socialización.
De ahí se derivan las características de la cultura, que son: a) esta es aprendida,
porque se adquiere por un esfuerzo individual, toda vez que no se nos transmite
instintivamente; b) es compartida, porque los elementos culturales no son
patrimonio individual de alguien o de un sector, sin son propios de las colectividades

61 Citado por Baldridge, J. Víctor. Sociología (Estudio de los problemas del poder, de los conflictos
y los cambios sociales) ; editorial Limusa, México, 1979. P. 86

118
a las que pertenecen los individuos, y, c) es general porque es válida para toda una
sociedad y no se puede dividir en sus alcances para sectores o grupos aislados.

Por cuanto hace al concepto de civilización, con frecuencia se le equipara al de


cultura, en ese sentido hay teóricos que así lo hacen. El diccionario de la Real
Academia Española, entiende por civilización al conjunto de ideas, creencias
religiosas, ciencias, artes y costumbres que forman y caracterizan el estado social
de un pueblo o de una raza. Como se nota, esta manera de considerar a la
civilización en nada se distingue de las definiciones de cultura. No obstante,
entendemos que la literatura más aceptada en la materia, distingue los rasgos de
un fenómeno y el otro de manera muy precisa, así lo hace Alfred Weber en su obra
Historia de la Cultura62, quien diferenció tres procesos en la historia humana: el
proceso social, la civilización y la cultura; este autor entendía por civilización,
esencialmente el conocimiento científico y técnico, así como el poder que estos
conocimientos dan al hombre sobre los recursos naturales y ubicaba en la cultura a
los productos artísticos, religiosos, filosóficos, etc., de una sociedad.

En las teorías más incluyentes de la cultura, o sea, las que identifican a ésta no sólo
con las manifestaciones más elevadas del espíritu, sino como el complejo total de
los productos humanos y los comportamientos de los individuos que integran la
sociedad, se entiende por civilización la parte material de la cultura, o sea los
productos que el hombre ha generado para llevar a cabo su vida en colectividad. El
término de civilización también ha sido utilizado para referirse a un conjunto más
amplio de culturas particulares que se caracterizaron por ciertos elementos
comunes, en ese sentido se habla de civilización antigua o civilización moderna. En
resumen, podemos concluir, que estos conceptos, cultura y civilización, son
multívocos por sus distintos significados, pero, no obstante ello si se pueden
determinar una serie de diferencias bien marcadas que le dan a cada uno sus
particulares características y sentido.

62La versión en español de este texto fue publicada por el Fondo de Cultura Económica, México,
7ª. edición, 1963.

119
El análisis sociológico de la cultura también ha insistido en una serie de fenómenos
ligados a ésta, como son los cambios culturales a los que se ha clasificado como
cambios endógenos y exógenos, en el primer caso las transformaciones y
modificaciones se producen en el seno mismo de la sociedad de que se trate, como
los cambios por cuestiones generacionales, el uso especifico de técnicas o
instrumentos, etc.; el cambio exógeno es aquel que llega de fuera de una sociedad
concreta, cuestión que es frecuente en el mundo moderno que por los avances de
los medios de comunicación y la tecnología se ha globalizado en muchos de sus
conocimientos. El cambio endógeno cultural ha sido propio de las sociedades
antiguas y tradicionales, y el cambio exógeno obedece a las formas de vida de las
sociedades contemporáneas de tipo global en sus procesos de civilización.

A estos conceptos culturales, en ocasiones se les da un alcance muy singular en su


utilización de análisis sociológico e inclusive de expresiones cotidianas. Así
encontramos la idea de etnocentrismo cultural que es característica de ciertas
sociedades que otorgan una valoración exagerada a los componentes y elementos
de su propia cultura, sobre todo en sus valores étnicos, de tradiciones y de raza.
Tenemos también el concepto de xenofobia, que implica una actitud cultural de
rechazo de lo ajeno y de lo extraño, suele ser un rechazo irracional a lo que no es
propio, por el simple hecho de no haberse producido en el grupo al que se
pertenece. Contrastando a lo anterior aparece el concepto de malinchismo, término
aceptado actualmente por la Academia de la lengua, que consiste en la aceptación
irracional e impensada de lo ajeno por el simple hecho de llegar de otra parte, esto
es, por la circunstancia de ser extraño. El chovinismo o chauvinismo, es un
concepto que entró a las ideas sociológicas a principios del siglo XX, haciendo
alusión al personaje francés Nicolás Chauvin, y que significa una valoración
exagerada de las maneras y comportamientos nacionalistas, sobre todo en aquellas
de carácter político propias de un país. Otro concepto de este orden es el de
maniqueísmo, que implica un comportamiento cultural por el que solamente se
entienden como válidas y correctas las ideas propias, particularmente del orden

120
político, rechazando como malas e indeseables todas las demás concepciones que
no concuerdan con las propias. El sincretismo cultural, se conoce, a su vez, como
un proceso de transculturación mediante el cual los elementos de una cultura se
van incluyendo en otra, sin que necesariamente pierdan su valor anterior, sino que
se complementan y suelen producir lo que se conoce también como mestizaje
cultural.

Mayor espacio se ha dado en los estudios sociológicos a los fenómenos de las


subculturas, al considerarse que dentro de una sociedad, esto es, de una cultura, se
van generando y produciendo otras culturas de menor alcance, pero de igual
trascendencia. En este sentido, encontramos en nuestro país, por ejemplo a las
culturas propias de los pueblos indígenas, que han conservado por siglos sus
tradiciones, sus costumbres, sus ceremonias y sus formas de vida, lo que los hace
con frecuencia reacios a integrarse a la cultura general de la sociedad nacional, y
que a menudo los aísla y los deja en situación de menor desarrollo en sus regiones.
De igual manera, dentro de este apartado, tendríamos a las subculturas que se
conocen como desviadas, como son las que integran los grupos delincuenciales,
que se organizan para formar una especie de cultura propia, con sus valores, sus
reglas, sus dirigentes y sus sanciones aplicables a quienes no se comportan con
base en esas estructuras; dichas sanciones o venganzas suelen ser
verdaderamente violentas y deshumanizadas.

Adicionalmente a lo anterior, encontramos el concepto de contracultura que se ha


venido manejando en la literatura sociológica, para hacer alusión a los procesos de
no aceptación de una cultura concreta, pero también a la actitud de los integrantes
de estos grupos para generar nuevos elementos culturales que vengan a sustituir a
aquellos que consideran anacrónicos, pasados de moda o desactualizados, como
suele pasar en los grupos de jóvenes, por ejemplo, que no aceptan las reglas de los
adultos por considerarlas propias de los viejos y no de ellos.

121
En los incisos siguientes pasamos a desglosar los elementos que son propios de la
cultura y que le dan contenido, como son: las instituciones, las creencias y los
valores (ideas).

2.4.1. Instituciones.

Las instituciones, como parte integrativa de la cultura, las entendemos como


patrones o pautas normativas de comportamiento que establecen lo que se
considera correcto y deseable para una sociedad, y establecen lo que se quiere
alcanzar u obtener en el correspondiente conglomerado al que se pertenezca. Las
instituciones, por lo tanto, nos sirven como referencia valorativa, como proceso de
organización, o como mecanismo de legitimación de los comportamientos sociales.
En este sentido decimos que la familia es una institución, que el derecho también lo
es, al igual que la religión u otros dictados normativos que nos llevan a lograr
comportamientos deseables en la sociedad. También se ha utilizado el concepto de
institución para hacer referencia a las propias estructuras organizacionales que
tienen a su cargo el manejo de los procesos institucionales, de esta manera se
puede decir que la Suprema Corte es una institución, que la Universidad también lo
es, refiriéndonos en el fondo a la aplicación del derecho o a impartición de la
educación superior.

Señalamos antes que las instituciones son, fundamentalmente, definiciones


normativas de comportamiento a seguir y han sido catalogadas según el grado de
penetración que tienen para inducir los comportamientos deseados. Tenemos como
instituciones, bajo esta concepción, a las siguientes: a) hábitos, que son prácticas
reiteradas que se siguen en la sociedad que tienen una marcada referencia
individual, como lo es el aseo personal; b) usos, que son prácticas de
comportamiento que cuentan con una aceptación más generalizada hacia el
consenso del grupo social, esto es, su influencia en la sociedad es más amplia y su
sentido colectivo más preciso, ejemplo de ello lo tenemos en la moda que fija una
serie de parámetros en el vestir de acuerdo a la época y la sociedad de que se

122
trate; c) costumbres y tradiciones, reiterando que se trata de comportamientos que
se encuentran respaldados por sus raíces históricas y culturales, así como de otros
valores que se han seguido a lo largo de diversas épocas en los conglomerados
sociales, y que suelen dar amplia cohesión a los grupos humanos; d) la moral y la
religión, que son manifestaciones institucionales que comprenden un conjunto de
principios valorativos insertos en la ética, o en creencias sobre principios de
carácter sagrado o metafísico que establecen las religiones de que se trate; y, e) el
derecho, considerando a las normas legales y al aparato que las opera como
institución social, porque nos imponen reglas a seguir, que no están basadas
solamente en la aceptación o creencia individual, sino que una vez aprobadas por
los órganos respectivos, se nos podrán imponer a todos de manera coactiva.

El derecho vale también como institución, porque contiene una serie de funciones
sociales deseables para la vida colectiva, como es el logro del orden, la justicia, la
seguridad y la adecuada organización de los grupos. El derecho es, por ello una de
las instituciones fundamentales que sostienen a la sociedad.

2.4.2. Creencias.

La cultura cuenta en su integración y su formación con una multiplicidad de ideas


que son concepciones e interpretaciones cognoscitivas sobre los fenómenos de tipo
natural o social que enfrenta el hombre y que las aplica para resolver su vida
individual y colectiva. Las ideas, por lo tanto, adquieren un significado determinante
para cada cultura y para cada pueblo. Dentro de las ideas encontramos a las
creencias, al conocimiento científico y a los valores. Podemos definir a las creencias
como apreciaciones que se tienen sobre las cosas, sin que necesariamente se
cuente con un fundamento racional y que generalmente están derivadas de
tradiciones, costumbres o dogmas. Las creencias, como indicamos, pueden tener
fundamentos más o menos ciertos, o ser especulaciones sobre ciertos temas o
actividades. Son múltiples las creencias que se dan en cualquier conglomerado
humano, que van desde las muy simples consejas populares, hasta cuestiones de

123
carácter general basadas en conceptos religiosos, prejuicios, fanatismos, etc. Lo
anterior no implica que todas ellas tengan un valor significativo para la vida de las
sociedades. Las creencias en muchas ocasiones son fuente de solidaridad, de
cooperación y de cohesión, en ocasiones mas fuertes que otros conocimientos de
mayor soporte técnico o científico.

Especial significado se ha dado en la investigación sociológica al análisis de las


creencias religiosas y el impacto que estas van teniendo en las sociedades. Emilio
Durkheim, por ejemplo, expone sus puntos de vista sobre este tema, analizando la
evolución y transformación de este tipo de creencias, en su obra: Las formas
elementales de la vida religiosa. Max Weber observó la clara relación que las
creencias religiosas de tipo protestante tuvieron en el surgimiento del capitalismo
moderno en su texto La ética protestante y el espíritu del capitalismo, mostrando el
papel de la ética y comportamiento calvinista en la manera de actuar de sus
seguidores bajo la idea de predestinación, sobriedad de comportamiento y
acumulación de bienes, que en el fondo son las bases individuales para integrar la
organización capitalista de producción.

Las creencias son motivo constante de intercambio de relaciones sociales, al


seguirlas se busca la integración, la cooperación en la búsqueda de fines sociales;
pero también las creencias suelen ser motivo de conflicto y de desacuerdo, por
ejemplo, en materia política se han dado ideologías muy contrastadas, que bajo sus
propias creencias entienden de una u otra manera los fenómenos sociales.

Por otra parte, existen un tipo particular de creencias y conocimientos que van
adquiriendo veracidad al estar investigadas mediante procesos técnicos y
metodológicos, surgiendo así el conocimiento científico, que si bien no deja de ser
un tipo de creencia, sus efectos transformadores de la vida de las colectividades
tienen como resultado su aceptación y su aplicación. Los avances de la medicina,
las nuevas tecnologías, etc., al estar comprobadas y verificadas rigurosamente, nos
han brindado elementos como las vacunas, los antibióticos, u otros instrumentos

124
que han hecho posible gozar de mejor salud y ampliar los márgenes de vida. El
conocimiento científico ha dado cabida a que las sociedades modernas estén
organizadas para su transmisión, su investigación y su capacitación. Han surgido,
así, las escuelas, las universidades, los laboratorios, los centros de investigación,
etc., que van generando nuevos conocimientos científicos para el desarrollo social.

2.4.3. Valores.

La sociedad ha dado a ciertas ideas un especial significado, considerándolas como


superiores y ubicándolas como verdaderas guías y metas a alcanzar. De esta
manera se forman los valores sociales, que en nuestra materia debemos
distinguirlos de aquellos que estudia la filosofía, ya que muchas veces son
coincidentes en sus apreciaciones y en sus contenidos, pero a veces no tienen los
mismos significados y alcances. Los valores sociales se van formando por la
actividad de los grupos humanos y por que éstos van otorgando valor a diversos
objetos o situaciones, como son instituciones, conocimientos, reglas, y procesos.
Con significado superior Ely Chinoy 63 afirma que los valores representan juicio
sobre lo bueno o lo malo, lo deseable o lo indeseable, o la apreciación de diversas
personas, cosas o situaciones y acontecimientos. De esta manera se suele dar un
valor especial, a la acumulación del dinero, al éxito, al ejercicio del poder, a la fama
y a la buena vida, cuando en otras, sobre todo las tradicionales, sus valores siguen
siendo más del orden espiritual o religioso. Como se observa, la idea de valor bajo
una perspectiva sociológica adquiere relatividad, lo que no descarta su
trascendencia en el análisis de esta disciplina.

Muchas de las instituciones sociales se constituyen teniendo como base ciertos


valores, como es el caso del derecho, que toma en cuenta el valor de la justicia, del
orden y de la seguridad de todos. Ninguna sociedad contraviene estos principios
valorativos y, por lo contrario, trata de fomentarlos, ampliarlos y hacerlos cada día

63 Cfr. Chinoy, Ely. Op. cit., p. 43.

125
más efectivos. Como lo afirma Bruce J. Cohen 64 en su obra: Introducción a la
sociología, al preguntase qué son los valores, nos dice que: “son un tipo de
creencias enraizadas en un grupo, que éste tiene en cuenta cuando se enfrenta a
cuestiones acerca de lo que es bueno, preferible o deseable. Un grupo puede
valorar cualquiera de los siguientes elementos: educación universitaria, vida
familiar, bienes materiales, éxito profesional, pulcritud, obediencia a la autoridad,
curiosidad, religión, o aptitud física. Por extensión, un grupo podrá asignar valores
negativos a la costumbre de soñar despierto, de llegar tarde, desaliño personal, a la
pereza, a la violación de la ley, etc.”

Los valores a los que la sociedad da este carácter, señalamos antes, con frecuencia
no tienen una referencia o coincidencia con aquellos establecidos en principios
éticos o filosóficos, puesto que ese tipo de valores obedecen a expectativas ideales
y no a realidades concretas. Lo anterior no implica que los valores sociales tengan o
deban alejarse de los éticos o filosóficos, por lo contrario, en la medida en que los
grupos humanos vayan procurando que sus valores de convivencia social estén
revestidos de los objetivos éticos deseables, se podrá estar frente a sociedades
más integradas y cohesionadas. Actualmente se han hecho esfuerzos en muchas
instituciones, tanto en el orden normativo como en el organizativo, por procurar que
además de las reglas legales que les dan vida, se vayan también internalizando
valores éticos y filosóficos, ejemplo de ello lo tenemos en los códigos de ética que
vienen emitiendo las organizaciones gubernamentales, los clubes privados, las
instituciones académicas y, en general, cualquier tipo de organización social.

2.5. Cultura, sociedad e individuo.

Partiendo del hecho evidente de que la sociedad está formada por individuos, pero
que éstos no se encuentran nunca aislados, sino que viven en grupos, en
organizaciones y bajo procesos y reglas sociales, la sociología ha incursionado en
el análisis de los lazos que los unen con la sociedad. Un marco inicial para entender

64 Obra del autor citado, p. 31.

126
esta cuestión nos lleva a retomar lo que antes expusimos sobre cultura y sociedad,
pues son precisamente los elementos de la cultura y la civilización la trama del
comportamiento individual. El ser humano no puede estar aislado y separado de los
demás, sin embargo al ir haciendo propios aquellos elementos culturales, como la
educación, los valores sociales, las normas legales, va formando su personalidad
que lo identificará en el grupo al que pertenece. La psicología social ha sido fértil en
el estudio de este tipo de fenómenos, aportando teorías para explicarlos. La actitud
con que cada individuo considera su propio carácter y su status o posición social,
puede cambiar sustancialmente ante la actitud de los demás. Por naturaleza el ser
humano busca la aprobación de sus acciones y de sus ideas, el entorno en el que
se desenvuelve en ocasiones manifiesta signos de dicha aceptación, pero en otras
de rechazo. En la actualidad, por ejemplo, tenemos el fenómeno del bullying que
lleva implícito procesos y actitudes psicológicas, pero también sociales.

La estrecha relación que existe entre el individuo y el medio social, por lo tanto,
tiene que ser explicada de manera multidisciplinaria, siendo la sociología una de las
materias más relevantes en esta tarea. Cada individuo juega en la sociedad una
serie de roles o papeles que marcan su actividad y las tareas a cumplir, al igual que
disfruta de ciertas posiciones sociales denominadas status, que son reconocidas
por los demás y que da la oportunidad a cada uno de saber como comportarse en
los grupos y en el conglomerado general de la sociedad. Los elementos culturales,
las ideas y los valores, correlacionados con el rol y el status individual, son los
vínculos que nos explican este tipo de relaciones que parten de lo individual pero
que en suma van formando lo colectivo y dando especial perfil a la sociedad.

La socialización del individuo se va llevando a cabo a lo largo de toda su vida,


desde las primeras conductas que va aprendiendo en el seno de la familia, los
conocimientos en la escuela, sus prácticas laborales y en su caso, su desempeño
profesional, le hacen propicia su ubicación en la sociedad, otorgándole su propia
personalidad y su carácter con el que se desenvolverá en la vida colectiva. En este

127
sentido la relación que se da entre individuo y sociedad, como lo dice Ely Chinoy65
no es solo de interés para los especialistas sino que es un problema que
persistentemente ha preocupado a la historia humana. Agrega Chinoy que se trata
de un problema de particular importancia para el mundo contemporáneo donde las
organizaciones en gran escala y los regímenes autoritarios amenazan
despiadadamente con subordinar al individuo frente a los propósitos del grupo, para
controlar y manipular sus actividades diarias, sus creencias y sus actitudes. Tiene
evidente razón el autor que comentamos, pues este problema de la vinculación de
cada individuo a su sociedad y a la sociedad global que ahora se vive, van haciendo
cada día más endebles los valores personales, debilitando el carácter y la
personalidad propia, que se va enajenando frente a la contundente imposición del
fenómeno social.

2.6. El cambio social y cultural; desarrollo y progreso.

Desde el inicio de nuestra disciplina, los primeros sociólogos consideraron que la


vida colectiva no es estática, sino que ésta va evolucionado y transformándose, en
ese sentido hemos hecho referencia a Comte quien habla de la estática y la
dinámica social, al igual que de Spencer cuando detalla las leyes de la evolución, o
de las teorías marxistas que entienden a las transformaciones sociales como
producto del cambio en los modos de producción económica y el enfrentamiento de
las clases sociales. Se aprecia, en esas concepciones, que la sociología siempre ha
tenido una preocupación muy precisa por entender y explicar el cambio social y las
causas que lo provocan. Se han propuesto múltiples teorías sobre este tema que
analizan tales transformaciones, bajo novedosas metodologías e inéditos puntos de
vista. El desarrollo de las modernas tecnologías, el índice creciente de la educación
a nivel general, los descubrimientos científicos, etc., han hecho que sea más rápido
cualquier cambio de la sociedad, cuestión que es una condicionante indispensable
de tomar en cuenta para abordar este punto.

65 Cfr. Chinoy, Ely. p. 82.

128
Los sociólogos Hans Gerth y Charles Wright Mills 66 , en su texto Carácter y
estructura social, detallan seis preguntas para entender de manera completa el
fenómeno del cambio social, como son las siguientes: a) qué es lo que cambia; b)
cómo cambia la sociedad; c) cuál es la dirección del cambio; d) cuál es el ritmo del
cambio; e) por qué ocurrió el cambio o por qué fue posible éste; y, f) cuáles son los
factores principales del cambio social. En cuanto a qué cambia y cómo cambia la
sociedad, se consideran para su comprensión, aquellas transformaciones
sustantivas a las se ha denominado cambios estructurales, al igual que otras que no
tienen ese alcance y que se denominan cambios de organización o de distribución
de los elementos integrativos de la sociedad.

En lo que se refiere al modo, dirección y ritmo del cambio, encontramos que hay
transformaciones que se van dando muy paulatinamente en los grupos humanos,
frente a otras que son aceleradas y en ocasiones violentas; en las sociedades
antiguas y pasadas el ritmo del cambio fue sumamente pausado y poco perceptible,
contrariamente, en la sociedad actual este ritmo se ha acelerado vertiginosamente y
en unos cuantos años o décadas el perfil de las sociedades es notablemente
distinto. En igual sentido, podemos afirmar que los motivos por lo cuales ocurren los
cambios o porqué son posibles estos son plurales y distintos de sociedad a
sociedad, teniendo sus bases en nuevas aspiraciones sociales, transformación de
objetivos y fines, ascenso o descenso de grupos dominantes, y hasta en eventos de
tipo natural, como terremotos, inundaciones u otros de esta índole, que provocan
transformaciones que en muchas ocasiones no estaban previstas.

Seguramente el punto de estos cuestionamientos que más se ha explorado es el


relativo a los factores que son la causa del cambio social, que en las sociedades
actuales se han vuelto complejos y difíciles de analizar, ya que obedecen a
procesos que pueden ser endógenos o exógenos; en primer lugar se ubica como
factor principal del cambio de las modernas sociedades el aumento de los

66 Se puede consultar la versión de este texto publicada por la Editorial Paidós, Colección
Biblioteca de psicología y sociología, Barcelona, España, 1985.

129
conocimientos que ha propiciado el descubrimiento y creación de nuevas técnicas y
de avanzadas tecnologías que impactan en las formas de vida cotidianas de la
sociedad, como son los instrumentos de la comunicación, las redes sociales, la
radio, la televisión, etc.

Desde otra perspectiva, también debemos plantear que otros de los factores que
propician el cambio social se encuentra en los conflictos que los propios grupos
humanos enfrentan, estos pueden ser internos, que dan cabida al enfrentamiento
de grupos y organizaciones de un mismo pueblo o nación por cuestiones políticas,
religiosas, económicas, etc.; el conflicto aparece, igualmente, con carácter
internacional ante la disputa de mercados, de áreas de influencia, de ideologías y
hasta de ideas religiosas, que dan como resultado enfrentamientos comerciales,
luchas tecnológicas y de manera extrema luchas armadas, como revoluciones o
guerras entre países.

En este apartado debemos también analizar los conceptos de desarrollo y progreso


que han caracterizado al cambio social de las sociedades modernas. Se trata de
conceptos que elaboró principalmente filosofía de la historia al hacer alusión a los
cambios que enfrentaba la sociedad del s. XVIII. Spencer lo utilizó ampliamente, al
igual que Leonard T. Hobhouse, dándole el significado de una acumulación de
conocimientos, pero también de productos materiales de la civilización. Siguiendo
estas tendencias el desarrollo social se entiende como el tipo de cambio que se da
en la sociedad, que se observa haciendo énfasis en las etapas o ciclos en el que se
da este. Generalmente se utiliza para designar la progresiva acumulación material y
tecnológica de las sociedades. A su vez el concepto de progreso social, parte de la
idea de que el cambio es acumulativo y que no es reversible, y que se da a través
de la superación o mejora intelectual, moral o económica de los grupos y
colectividades. Se habla así, que las sociedades desarrolladas o industrializadas
cuentan con un mayor progreso social que aquellas que aún viven en etapas de
incipiente crecimiento.

130
2.7. La globalización y los procesos sociales.

Si quisiéramos denotar cuál es el cambio más notable que viven las sociedades
actuales, seguramente llegaríamos a la conclusión que estas transformaciones son
las que han propiciado un profundo intercambio de relaciones de todo tipo:
comerciales, políticas, tecnológicas, de orden ecológico, etc. Se dice, en este
sentido, que el mundo se ha vuelto una aldea global, entendiendo por ello que esas
marcadas interrelaciones hacen posible que lo que sucede en alguna parte del
planeta en unas cuantas horas, y a veces en forma prácticamente directa, sean
conocidas por todas las demás regiones de la tierra. A este fenómeno, sobre todo
en su carácter comercial y económico, se le conoce actualmente como la
globalización, que tiene, por una parte, una serie de consecuencias positivas pues
intensifican todo tipo de relaciones sociales y de interdependencia a escala
planetaria. Pero por otra, también hay consecuencias negativas al irse perdiendo
muchas particularidades de identificación y de la cultura de cada sociedad. La
globalización es un fenómeno humano de enormes consecuencias y que ha sido
inédito en otras épocas de la historia, en las que los grupos sociales vivían aislados,
sin un intercambio tan intenso en todas sus formas de actuar.

Hoy en día la cultura va adquiriendo rasgos uniformes hasta los más recónditos
lugares y los más lejanos continentes, de esta manera los gustos en el vestir, los
grupos musicales, la literatura, el cine, etc., pronto aparecen en un lado y en el otro
de la tierra. En el orden normativo poco a poco se van imponiendo reglas comunes
a todos los países en cuestiones tan sensibles como los derechos humanos, al
contar hoy en día con una Declaración Universal de la materia, aprobada en 1948
por la ONU. Igualmente, en materia comercial, existen tratados y prácticas de
aplicación general a todos los países. Como se observa la globalización es un
fenómeno de cambio universal que se ha iniciado a mediados del s. XX y que se irá
incrementando en sus alcances y en su velocidad hacia las décadas siguientes.

131
El importante sociólogo inglés contemporáneo Anthony Giddens, ha sido uno de los
más importantes estudiosos de este fenómeno, como lo demuestran varias de sus
obras, entre otras su texto de Sociología67, en donde destaca que a la globalización
no debe entendérsele únicamente como un fenómeno económico, sino que su
impacto y alcances va mucho más allá de los proceso del mercado con
consecuencias muy claras en el orden político y en el orden cultural de todo el
planeta. La globalización es un fenómeno irreversible que no podrá echarse atrás,
no obstante los riesgos que ella conlleva que son difíciles de predecir y de controlar.
Cuestiones como el calentamiento global y el deterioro atmosférico, el terrorismo
internacional, el valor de las monedas a nivel internacional, los crímenes y la
delincuencia internacional y otros fenómenos de este tipo son producto de estas
intensas relaciones globales entre países. El uso de un sólo idioma universal en los
negocios, como lo es el inglés, va deteriorando a otras lenguas en las que se
insertan nuevos vocablos que le son ajenos.

Podemos concluir de forma general, que estos procesos van uniformando hacia un
solo estilo de vida a todos los países que formamos la sociedad global, cuestión
que en sí misma no es negativa y que muchas veces ha logrado avances dignos de
resaltar; más no todas las consecuencias de estos procesos globalizadores son
deseables y positivas, como antes se ha dicho, se deberá insistir en la reafirmación
de los valores culturales propios de cada país y de cada región, a fin de que éstos
no se pierdan como patrimonio histórico y universal, sino que, por el contrario,
convivan de manera firme con las nuevas maneras de coexistir entre las
sociedades.

67 Publicación en su versión española, por Alianza editorial, Madrid, 4ª edición, 2004.

132
UNIDAD 3
INSTITUCIONES
Dra. Elssie Núñez Carpizo
Objetivo.
3.1 Familia y parentesco.
3.2 Estratificación y Clases sociales.
3.3 Política y sociedad.
3.4 Burocracia.
3.5 Educación.

Objetivo: el alumno analizará las principales instituciones sociales que integran a


la sociedad, identificará las características de cada una así como la estructura y
función que tienen dentro de la sociedad y su relación con el entorno social.

3. INSTITUCIONES.

Las relaciones sociales, que forman y proporcionan soporte a la sociedad,


constituyen la estructura social.

Radcliffe Brown describe a la estructura como un conjunto de relaciones entre


entidades singulares, “serie de relaciones existentes en un momento dado, que
ligan entre sí a ciertos seres humanos”, aunque también se refiere a “una
ordenación de personas que mantienen entre sí relaciones institucionalmente
controladas definidas…”68

Anthony Giddens indica que se refiere al hecho de que las sociedades no están
formadas por acciones aleatorias, sino que tienen un carácter estable, organizado,

68 Brown Radcliffe, “La estructura social” en Lucas Marín Antonio (coord.), Estructura social. La
realidad de las sociedades avanzadas, Madrid, Pearson-Prentice Hall, 2006, p. 6.
http://www.pearsonbv.com/integracionIP/?stisbn=9788483223130, Fecha de consulta 11 de junio
de 2014.

133
tienen pautas de organización distintas en tanto la gente repite regularmente
actividades en diferentes contextos de la vida social.69

Para Raymond Boudon “quien dice estructura quiere decir sistema, coherencia,
totalidad, dependencia de las partes con respecto al todo, sistema de relaciones,
totalidad no reducible a la suma de sus partes.”70

Ginsberg identifica a la estructura social como el complejo de los principales


grupos e instituciones que constituyen las sociedades.71

Marta Harnecker establece que la estructura es un todo en el que los elementos


no están yuxtapuestos, sino distribuidos según una organización de
conjunto…(que) determina la función que desempeña cada elemento dentro de la
totalidad.72

Por su parte, Salvador Giner de los Ríos, explica la estructura social como “el
conjunto relativamente estable de las interrelaciones entre las diversas partes de
una sociedad, más la distribución de estas partes según un orden dinámico. Estas
interrelaciones poseen un grado considerable de permanencia que muy
frecuentemente trasciende la duración de la vida de los individuos.” 73 En este
tenor, Antonio Lucas Marín afirma que es fácil deducir que la estructura social se
define a partir de seis características: 74

❖ Totalidad.
❖ Interdependencia.

69 Giddens Anthony, con la colaboración de Philip W. Sutten, Sociología, 6ª edición, Madrid,


Alianza Editorial, 2010, pp. 31 y 861.
70 Boudon, Raymond, ¿Para qué sirve la noción de estructura? Ensayo sobre la significación de la

noción de estructura en las ciencias humanas, traducción de José Antonio Miguez, Madrid, Aguilar,
1973, p. 14.
71 Ginsberg en Bottomore, T. B., Introducción a la Sociología, Barcelona, Península, 1992, p. 115.
72 Harnecker, Marta en López Durán Rosalío, Sociología General y Jurídica, México, Iure Editores,

2005, Colección Textos Jurídicos, p. 103.


73 Giner de los Ríos Salvador, Sociología, Barcelona, Ediciones Península, 2010, p. 272.
74 Lucas Marín Antonio, “La estructura social” en Lucas Marín Antonio (coord.), op. cit., p. 6.

134
❖ Permanencia.
❖ Constricción.
❖ Desigualdad.
❖ Realidad.

Herbert Spencer precisa: la sociedad es una estructura formada por unidades con
funciones y movimiento, en este sentido, las estructuras sirven para desempeñar
funciones esenciales de la sociedad, a saber:75

❖ Afrontar el entorno.
❖ Organizar las actividades internas.
❖ Permitir el intercambio entre las partes diferenciadas.
❖ Generar un sistema regulador que facilite la cooperación entre las partes.

Richard Gelles y Ann Levine indican que la estructura social se refiere a “los
patrones relativamente estables y perdurables que organizan las relaciones
sociales y mantienen el armazón básico de lo que llamamos “sociedad”. La
estructura es esencial en la interacción social cotidiana para el funcionamiento de
pequeños grupos…que mantienen a una sociedad unida.”76

Actividad: identifica algunas instituciones de la sociedad mexicana y


comenta por qué se les considera así.

Los elementos básicos de la estructura social son:77


❖ Estatus y roles.
❖ Relaciones sociales.
❖ Grupos

75 Spencer Herbert en Giner, Salvador, Lamo de Espinosa Emilio, Torres Albero Cristóbal,
Diccionario de Sociología, Madrid, Alianza Editorial, 1998, p. 272.
76 Gelles, Richard J. y Levine, Ann, Sociología, con aplicaciones en países de habla hispana, 6ª

edición, México, Mc Graw Hill- Interamericana de México, 2001, p. 168.


77 Gelles, Richard J. y Levine, Ann, op. cit., p. 171.

135
❖ Organizaciones formales.

Es importante destacar que los roles limitan la libertad de actuar pero habilitan el
coordinar las acciones con otras personas para lograr metas individuales y
colectivas, permite prever cómo actuarán otras personas. Los individuos
interactúan por el rol, que son las expectativas de actuación.

La sociedad se mantiene no sólo por las relaciones sino también por las
instituciones.

Las instituciones sociales son “conjuntos estables y perdurables de normas y


valores, estatus y roles y grupos y organizaciones con una estructura para la
conducta en un área particular de la vida social. Son arreglos sociales aceptados,
honrados ampliamente, y que las personas consideran como vitales para su
bienestar.”78

Una institución es, en palabras de Horton y Hunt, un sistema organizado de


relaciones sociales que entraña ciertos valores y procedimientos comunes y
satisface ciertas necesidades básicas de la sociedad.79

R. M. Mac Iver y Charles H. Page expresan que las instituciones son “las formas o
condiciones de conducta establecidas que caracterizan la actividad de un grupo.”80

Para Jay Rumney y Joseph Maier las instituciones trascienden a la experiencia


social, son “conjuntos de usos aceptados e impuestos que rigen las relaciones
entre los individuos y los grupos.”81

78Ibidem,p. 188.
79 Horton Paul y Hunt Chester L., Sociología, 2ª edición, México, Mc Graw Hill, 1990, p.136.
80 Mac Iver, R.M. y Page, Charles H., Sociología, Madrid, Tecnos, 1960, p. 16.
81Rumney, Jay y Maier, Joseph, Sociología. La ciencia de la sociedad, Buenos Aires, Paidos, 1957,

p.117.

136
Para resolver las necesidades del individuo, la sociedad tiene como instituciones
sociales principales:

❖ Economía: organiza la producción, distribución de mercancías y


servicios.
❖ Política: mantiene el orden social, protege de invasiones externas, el
derecho proporciona los medios para resolver los conflictos de intereses.
❖ Familia: criar y cuidar hijos, reemplazar los miembros de la sociedad.
❖ Educación: asegura que normas y valores culturales pasen de una
generación a otra, así como los conocimientos y habilidades para los
roles de adultos.
❖ Religión: refuerza valores compartidos, dando significado y propósito a
la vida.

Las instituciones de un pueblo, afirma Ginsberg, deben reflejar el carácter de los


individuos que lo forman, pero éste a su vez es moldeado por las instituciones.82

Como conjunto de instituciones la sociedad se considera un sistema estable y


ordenado, en el que los cambios son de escasa intensidad, de manera que la
continuidad del propio sistema está asegurada.83

Maurice Hauriou en la Teoría de la Institución afirma que los factores sociales se


clasifican en:

❖ Subjetivos: voluntades individuales.


❖ Objetivos: instituciones.

82Ginsberg en Sprott, Walter John Herbert, Introducción a la Sociología, 2ª edición, México, Fondo
de Cultura Económica, 1993, Colección Popular, p. 212.
83 Moreno Collado Jorge, Teoría Constitucional y Procesos Políticos fundamentales, México,

Porrúa, 2014, p.18.

137
Define a la Institución como “una idea de obra o empresa que se realiza y dura
jurídicamente en un medio social”, son: 84

❖ Personificadas: se convierten en persona moral.


❖ No se personifican: permanecen como idea.

Es un hecho social que vive y se desarrolla con independencia de las voluntades


individuales. Es un sistema de normas para alcanzar un fin. Surgen como
productos, en gran parte no planeados, las personas se unen para lograr un fin
común, para satisfacer sus necesidades, conforme pasa el tiempo van adquiriendo
solidez, se basan en la tradición, creencias y costumbres.

La institucionalización consiste en establecer normas determinantes para el status


y el rol, base del comportamiento. Una institución se da a partir de un conjunto de
normas que regulan la forma, estructura y funcionamiento.

Son “pautas normativas que definen lo que se considera…adecuado, legítimo o


como expectativas de acción o de relación social.”85

Ginsberg reconoce que son “usos reconocidos y consagrados que gobiernan las
relaciones entre individuos y grupos.”86

Talcott Parsons afirma que una institución es un complejo de integraciones de rol


institucionalizadas que tienen significación estructural en el sistema social. 87

Las instituciones tienen las siguientes funciones:

84 Hauriou, Maurice en
http://www2.senado.leg.br/bdsf/bitstream/handle/id/180579/000345170.pdf?sequence=1 Fecha de
consulta 10 de junio de 2014.
85 Parsons, Talcott en Moreno Collado, Jorge, op. cit., p. 71.
86 Ginsberg en Sprott, Walter John Herbert, op. cit., p. 190.
87 Parsons, Talcott, El sistema social, Revista Occidente, Madrid, 1966, p. 57.

138
❖ Manifiestas: los objetivos declarados, por ejemplo en la economía que
exista un desarrollo de los factores de la producción.
❖ Latentes: son esperadas y a veces pueden no ser reconocidas, así la
economía genera desigualdad, desempleo.

La institución es un sistema de normas para alcanzar un fin, tiene seguidores, que


son el conjunto de personas que se adhieren a esas pautas. Por ejemplo, el futbol
es un juego con una serie de normas que cumplen los jugadores.

En ocasiones la institución tiene manifestaciones exteriores-culturales, v.g. el


matrimonio se representa con el anillo-argolla o el traje de novia.

Todas y cada una de las instituciones se mantienen ligadas, nunca actúan


independientemente. Bronislaw Malinowsky se muestra más interesado en las
funciones de las instituciones sociales: la correspondencia entre ellas y las
necesidades del organismo social. La vista funcional de la cultura coloca el
principio que en cada tipo de civilización, cada objeto material, idea y creencia
satisface una función vital, tiene cierta tarea que lograr, representa una parte
imprescindible del funcionamiento entero.

Jorge Moreno Collado expone que tres hechos dan estabilidad a las instituciones
sociales:88

❖ Los valores y objetivos que las inspiran.


❖ El conjunto de reglas de conducta que, de manera implícita o explícita,
orientan el comportamiento de los miembros del grupo social que conforma
a la institución.
❖ La convicción de los miembros de orientar su conducta conforme a las
reglas previstas por el grupo o a la suscripción objetiva de las mismas.

88 Moreno Collado, Jorge, op. cit., p. 69-70.

139
W. J. H. Sprott destaca entre las instituciones las siguientes:89
❖ Relativas al casamiento y al cuidado de los niños.
❖ Relativas al acceso a los artículos de consumo.
❖ Relativas a la adaptación de los jóvenes para desempeñar un papel en
la sociedad de los adultos.

3.1. Familia y parentesco.

La familia es un grupo que surge naturalmente, inicia en las sociedades primitivas,


es la institución más antigua.

Aristóteles la reconoce como forma primaria de asociación, es natural y estructura


a la sociedad. Su objeto es proveer a la satisfacción de las necesidades
cotidianas.

Para Augusto Comte, la familia es la verdadera unidad social y de ella nace la


sociedad, está unida naturalmente por el afecto y lleva en sí misma la facultad de
perpetuarse. Es la institución básica, central, cualquier cambio en ella influencia
profundamente tanto sobre el individuo como sobre el conjunto de la sociedad.90

Talcott Parsons91 identifica a la familia como la única institución social dentro de


las sociedades primitivas; en la sociedad moderna, en cambio, se reconocen
cinco: familia, religión, sistema político, economía, sistema educacional.

Conviene resaltar algunas definiciones a efecto de integrar un concepto de


Familia:

89Sprott, Walter John Herbert, op. cit., p. 192.


90 Cfr. Ritzer, George, Teoría sociológica clásica, traducción de María Teresa Casado Rodríguez,
3ª edición, México, Mc Graw Hill, p. 121.
91 Parsons Talcott en Gilbert Ceballos, Jorge, Introducción a la Sociología, Chile, LOM ediciones,

1997, p. 136.

140
Mirta Maggiore Muro expone a la familia como el conjunto de “personas unidas por
vínculo de parentesco que viven bajo un mismo techo y dependencia de una
persona.”92 A partir del parentesco, destaca que las personas así unidas pueden
incluso vivir en lugares distintos siempre que todos sean descendientes de un
tronco común.

MacIver expresa que “la familia es un grupo, definido por una relación sexual
suficientemente precisa y duradera, para proveer a la procreación y crianza de los
hijos.” 93

Para Anthony Giddens “es un grupo de personas directamente ligadas por nexos
de parentesco, cuyos miembros adultos asumen la responsabilidad del cuidado de
los hijos.”94

El Maestro Luis Recasens Siches afirma “la familia constituye el caso por
excelencia de formación o grupo social suscitado por la naturaleza, por los hechos
de la generación y los subsecuentes a ésta” 95 Es una institución creada y
estructurada por la cultura.

Tiene como características:96


❖ Una relación sexual continuada.
❖ Una forma de matrimonio o institución equivalente.
❖ Deberes y derechos entre los esposos y entre los padres y los hijos.
❖ Un sistema de nomenclatura que comprende modo de identificar a la
prole.
❖ Disposiciones económicas entre los esposos y con especial referencia a
las necesidades relativas a la manutención y educación de los hijos.

92 Maggiore Muro, Mirta Hebe, Derecho de Familia. Familia y Proceso de Estado, Argentina, Centro
de Publicaciones, Secretaría de Extensión, Universidad Nacional del Litoral, 2000, p. 23.
93 MacIver, R. M. en Recasens Siches, Luis, Sociología, 30ª edición, Porrúa, México, 2004, p. 470.
94 Giddens Anthony, op. cit., p. 363.
95 Recaséns Siches, Luis, op. cit., p. 466.
96Ibidem, p. 470.

141
❖ Generalmente un hogar, aunque no es indispensablemente necesario
que éste sea exclusivo.

La familia es, para Alfredo Poviña, un grupo primario que reúne a individuos que
llevan funciones diferentes y que tienen jerarquía distinta, y se hallan unidos entre
sí por vínculos de parentesco, ya sea de consanguinidad, ya sea de afinidad.97

Para Lamo de Espinoza 98 , es el grupo social que se constituye por personas


vinculadas por la sangre, el matrimonio o la adopción. Este tipo de unión tiene
como características:

❖ Residencia común.
❖ Cooperación económica.
❖ Reproducción y cuidado de la descendencia.

El Doctor Julián Güitrón Fuentevilla en su Proyecto de Código Familiar Tipo para


los Estados Unidos Mexicanos precisa: “la familia es una institución social,
permanente, compuesta por un conjunto de personas unidas por el acto jurídico
solemne del matrimonio o por el hecho jurídico del concubinato, por el parentesco
de consanguinidad, adopción plena o afinidad, que habitan bajo el mismo techo.”99

La familia es un grupo social que se constituye sobre todo por relaciones, hay un
elemento emocional único, tiene un período de tiempo de duración mayor que
otros grupos; los individuos mantienen siempre la idea de permanencia, da una
historia y una tradición; derechos y responsabilidades reconocidos jurídica y
culturalmente; la crianza establece vínculos emocionales intensos entre padres-
hijos; roles familiares: esposo, padre, proveedor, esposa, madre, ama de casa.
Relaciones estructuradas con base en el sexo y la edad.

97Poviña, Alfredo, Sociología, 6ª edición, Astrea, Buenos Aires, 1978, p. 351


98Giner, Salvador et. al., op. cit., p. 305.
99 Güitrón Fuentevilla, Julián, Proyecto de Código Familiar Tipo para los Estados Unidos

Mexicanos, México, Porrúa, 2004, p. 45.

142
Se reconocen dos tipos de familia:
❖ Orientación: se integra por padres e hijos.
❖ Procreación: la que forman los hijos.

En la familia se presentan dos sistemas de parentesco:


❖ Consanguinidad: el vínculo de unión es por sangre, (padres-hijos,
hermanos), es adscriptivo.
❖ Afinidad: el que se establece mediante el matrimonio entre cada cónyuge.

López Durán puntualiza que “la importancia de los sistemas de parentesco radica
en primer lugar en que son una forma de crear vínculos más o menos estables y
firmes entre los miembros de una comunidad; por extensión conforman a la
comunidad y generan una serie compleja de obligaciones y deberes, muchos de
los cuales han trascendido hasta el ámbito del derecho.”100

Del estudio que realizó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe,
Panorama Social de América Latina 101 , clasifica a la familia de acuerdo a los
siguientes criterios:
❖ Por su tamaño: nuclear o extensa.
❖ Por su composición: monoparentales, con un padre o una madre; biparental
cuando están presentes ambos.
❖ Organizadas y no organizadas.
❖ Integradas y no integradas.
❖ De orientación o de procreación.
❖ Rural o urbana.

Se reconocen como tipos de familias los siguientes:


❖ Nucleares: padre y madre, con o sin hijos.

100
López Durán Rosalío, op. cit., p. 115.
101Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Panorama Social de América Latina,
Organización de las Naciones Unidas, 2004, p. 199.

143
❖ Extendidas: padre o madre, ambos, con o sin hijos y otros parientes.
❖ Compuestas: padre-madre con una nueva pareja, con o sin hijos.
❖ Monoparentales: sólo la madre o sólo el padre con hijos.

La familia tiene en el presente cambios importantes, para Anthony Giddens son:102


❖ La influencia de los grupos de parentesco disminuye.
❖ Tendencia general hacia la libre elección del cónyuge.
❖ Más participación de la mujer en las decisiones familiares.
❖ Mayores niveles de libertad sexual.
❖ Ampliación de los derechos del niño.
❖ Aceptación de las relaciones entre personas del mismo sexo.

La familia es un laboratorio de transformación porque las circunstancias son


diferentes en cada época y sociedad.

La cultura repercute directamente en las formas de organización social. El


progreso humano se verifica dentro de un orden social que implica un gobierno y
dominio de las pasiones contrarias a la paz y cooperación. Para Recasens Siches,
el progreso no hace otra cosa que perfeccionar las estructuras permanentes de
toda sociedad, entre otras, la familia.103

La familia hoy se integra de forma diferente, las uniones de hecho se caracterizan


por la “existencia de un proyecto de vida en común que se sustancia tanto en la
convivencia en una misma vivienda con todo lo que ello implica de compartir
tiempos y actividades, como en la tenencia de relaciones sexuales y de una
economía común, añadiendo la conciencia de formar una pareja frente a los
demás.”104

102 Giddens Anthony, op. cit., p. 370.


103 Recasens Siches, Luis, op. cit., p. 44.
104 Murillo Muñoz, Mercedes, Matrimonio y convivencia en pareja en el ámbito de la Unión Europea.

Hacia un nuevo modelo de matrimonio, Madrid, Dykinson, 2006, p. 540.

144
Las familias reconstituidas son también un nuevo tipo, se crean tras la ruptura de
una unión anterior, “pueden formarse a partir de un solo progenitor no casado, de
un divorcio, del rompimiento de una convivencia anterior o como consecuencia de
una muerte”105

Las nuevas familias pueden integrarse por:


❖ Soltero-soltera.
❖ Soltero (a) – viudo (a)
❖ Soltero (a) – divorciado (a).
❖ Divorciado(a) –divorciado (a).
❖ Divorciado (a) – viudo (a)
❖ Viudo (a) – viuda (o)

Las diferencias entre la familia inicial y la reconstruida se exponen en el siguiente


cuadro:
Familia inicial Familia reconstruida
1. Pareja e hijos aparte 1. Pareja + hijos
2. Educación padres 2. Educación?.- Nueva pareja
3. Vínculos consanguíneos 3. No vínculos consanguíneos
4. Alianzas 4. No alianzas
5. Padres = derechos legales sobre 5. La pareja no derechos legales
los hijos sobre los hijos
6. Desprenderse de padres 6. Desprenderse de todo
7. Similitud en casi todo 7. Asimetrías (edad, religión)
8. Ciclo vital (kinder–primaria– 8. No ciclo vital
secundaria-preparatoria-
universidad. Hijos)
9. Vínculos progresivos 9. Vínculos superando obstáculos
10. Desprendimientos normales 10. Desprendimiento no esperado
11. Familia política progresiva 11. No aceptación familia política

105 Maggiore Muro, Mirta Hebe, op. cit., p. 60

145
12. Hijos misma casa 12. Hijos diferente casa
13. Misma información 13. Más información
14. Problemas por qué hacer 14. Problemas por el qué hacer
15. Proyecto común 15. Entusiasmo por la pareja pero no
los hijos.
16. Aprobación de todos 16. No aceptación general

La familia reconstruida debe, en principio:

❖ Tratar con pérdidas y reparar duelos.


❖ Establecer vínculos de pareja sólidos.
❖ Resolver algunos problemas: territorio (en qué casa), cuartos, televisión,
computadora, como pareja cuál habitación, los hijos, niños – niñas, muebles
nuevos, niños pueden entrar al cuarto de la pareja, autoridad, dinero, decide el
padre biológico sobre los hijos, horarios (comer – dormir), disciplina, legales,
económicos, educación, médicos, testamento, sociales.
❖ En caso de los afectos: la contención, habilidades para acuerdos, trabajar en
subsistemas, que convivan abuelos ex yerno/ ex nuera.

Una nueva forma son los Matrimonios de fin de semana, se definen como:

Matrimonios que viven separados la mayor parte de la semana y


únicamente residen juntos algunos días durante los fines de semana. El
elemento clave de estas parejas es la residencia separada, pero
siempre y cuando, como característica peculiar de este matrimonio,
esta separación se deba a motivos laborales. La separación está
determinada por tener trabajo en lugares lo suficientemente alejados
como para no poder pernoctar juntos cotidianamente.106

106
Ruiz Becerril Diego en Portularia. Revista de Trabajo Social, España, Universidad de Huelva,
2003, Vol. 3, p. 180.

146
La familia monoparental, es la convivencia de un menor con uno solo de sus
progenitores. Por lo general mujeres jóvenes, por lo que presentan un especial
riesgo de feminización e infantilización de la pobreza.

La familia se rompe por:


❖ Viudez
❖ Divorcio
a. Impulsivo
b. Reflexivo (por qué/ para qué el divorcio)

Los motivos de ruptura son: infidelidad, problemas familiares (familia política),


violencia física, mala comunicación, ya no hay amor, alcoholismo, problemas
emocionales, financieros, sexuales, entre otros.

Las estadísticas muestran que aproximadamente el 75% de quienes se divorcian


vuelven a casarse, la mayoría son hombres.

La familia es una unidad sistemática, cada una particular en su estructura tiene la


función de educar, cubrir las necesidades básicas, económicas y psicológicas.
Cumple diversas funciones:

George Peter Murdock delimita que “en la familia nuclear se agrupan cuatro
funciones fundamentales de la vida social humana: la sexual, la económica, la
reproductiva y la educativa.”107

Para Kingsley Davis las funciones son: reproducción, mantenimiento de los hijos
menores, colocación y socialización.108

Gelles y Levine describen las siguientes:109

107 Murdock en Chinoy, Ely, op. cit., p. 143.


108 Kingsley Davis en Bottomore, T.B., op. cit., p. 167.
109 Gelles, Richard J. y Levine, Ann, op. cit., p. 386.

147
❖ Regulación de la actividad sexual.
❖ Reproducción: responsable del reemplazo de los individuos.
❖ Socialización de los hijos.
❖ Economía.

Spencer reconoce que las instituciones familiares cumplen importantes


funciones:110

❖ Contribuyen a la preservación de los agregados sociales a los que


pertenecen.
❖ Proporcionan a la sociedad la máxima cantidad posible de miembros sanos
y criarlos hasta que alcancen la madurez.
❖ A medida que la estructura familiar evoluciona, los hijos fomentan y hacen
menos gravosos los intereses de sus padres.

Mac Iver distingue tres funciones generales de la familia:111

❖ La perpetuación de la especie.
❖ La satisfacción regular del instinto sexual.
❖ La creación de un hogar.

La necesidad básica que cumple la familia es la convivencia, cuyos principios


básicos son:

❖ Ofrecer estabilidad.
❖ Firmeza, mano de hierro-guante de seda.
❖ Clima armónico.

110 Cfr. Ritzer, George, op. cit., p. 162.


111 Mac Iver en Sprott, op. cit., p. 193.

148
El fin de la familia es lograr que sus miembros integren una conciencia moral, la
escala de valores, el respeto a sí mismo y a los demás.

Las etapas en que se desenvuelve la familia conyugal son:112

❖ Prenupcial: elección del futuro cónyuge.


❖ Celebración del matrimonio: establece la sociedad conyugal.
❖ Nupcial: creación de la vida familiar antes de la descendencia.
❖ Crianza de los hijos.
❖ Madurez: los hijos se independizan. Actualmente se identifica como etapa
de “nido vacío”.

La selección de pareja hoy en día se realiza de forma libre a diferencia de lo que


sucedía en otros tiempos en que intervenían los padres o los abuelos.

En la elección de pareja, la identidad del otro se percibe en diferentes aspectos:


❖ Lo que se ve en el cortejo.
❖ Lo que no se ve.
❖ Lo que no se conoce.

La selección se lleva un período de tiempo más o menos largo. En el cortejo se


perfilan los roles de cada uno, se acomodan implícitamente el poder y el control.
Se establece un compromiso mutuo en condiciones de simetría o
complementariedad empatada, la separación de los padres, se integra una
comunicación funcional y se inicia el proceso para solucionar problemas.

En la crianza de los hijos hay un deseo mutuo de tener descendencia a través de


la reproducción planificada y libre. La pareja debe aprender el rol de padres con la
ayuda y apoyo mutuo, establecer las pautas de formación, en la adolescencia hay

112Recaséns Siches, Luis, op. cit., p. 473

149
que precisar límites flexibles, se preludia la despedida de los hijos, se dan cambios
biológicos y sociales.

En la madurez o “nido vacío” se dan cambios importantes en la estructura y


dinámica familiar; puede representarse de la forma siguiente:

Rol de abuelos

Nuevo contrato conyugal con la pareja Nuevos parientes políticos

Nido vacio

Etapa final del duelo Afrontar pérdidas

Enfrentar la soledad y la vejez

Los padres deben tomar determinadas decisiones en relación a los hijos, que
pueden clasificarse en:

❖ Centrales en todas las etapas. Ejemplo alimentación, descanso.


❖ Particulares. Cuando ocurren situaciones especiales que ameritan solución:
elegir escuela.
❖ Anticipadas para las próximas etapas, acciones: en relación a la salud, en
lo económico.

Las familias funcionales son aquellas en donde todos los integrantes cumplen los
roles en forma adecuada, se caracterizan por:

❖ Clima emocional propicio. El ambiente es agradable, el querer estar en el


“hogar dulce hogar”.

150
❖ Capacidad de cambio.
❖ Estrategias para resolver problemas. Capacidad para buscar la solución
dentro y fuera del hogar.
❖ Límites flexibles.

Los conflictos ejercen un efecto potencial positivo, un poder de negociar con


flexibilidad a un cambio. La crisis es un reto y la familia se robustece y se hace
más fuerte. Los miembros aprenden a resolver problemas.

Por otra parte, las familias disfuncionales ante problemas:

❖ Son negadoras. El principal problema es negar, no ver, no darse cuenta de


la realidad. Los ciclos, sin embargo, continúan. Los padres se niegan a que
los hijos salgan del hogar, lo que puede provocar que se escapen o las
hijas se embaracen.
❖ Tienen estrategias ineficaces. Las repiten aunque no les funcionen.
❖ Culpan a alguien.
❖ Extremistas y explosivos. Van a un extremo u otro.

Actividad: Reflexiona con tu grupo respecto de los tipos de familia actual,


sus características, ventajas y desventajas.

3.2. Estratificación y clases sociales.

En toda sociedad se presentan una diversidad de factores: v.g. la riqueza material,


el poder y prestigio, que tienen el efecto de producir una diferencia entre los
individuos. El grado de desigualdad, o los criterios a partir de los cuales se

151
estructura, se encuentran sometidos a una enorme diversidad social y cultural.
Pero el hecho indudable es que es un fenómeno universal.113

La división de la sociedad en grupos o subgrupos, se conoce como estratificación


social.

Richard J. Gelles y Ann Levine refieren que la estratificación social “se refiere a la
división de una sociedad en capas (o estratos), cuyos individuos tienen acceso
desigual a las oportunidades y gratificaciones sociales… Ciertos individuos y
grupos ejercen más influencia, tienen mayor respeto y gozan de mayor acceso a
bienes y servicios que otros.”114

Para Luis Recaséns Siches “algunos grandes grupos…se hallan estratificados en


varios niveles o capas, cada uno de ellos diferenciado de los otros por
características específicas: situación, posición, modos de vida y posibilidades de
sus miembros.” 115 Expone que son ejemplos de estratificación social los
siguientes:

❖ Castas: la división es muy rígida, la pertenencia a cada capa está


determinada por el nacimiento.
❖ Estamentos: estratos relativamente rígidos, las posiciones están
determinadas por el Derecho o por costumbre.
❖ Clases sociales: la estratificación no es muy rígida, las divisiones no afectan
esencialmente a los derechos básicos del hombre y existe la posibilidad de
pasar de una capa a otra. Implica formas de vida comunes, coincidencia de
intereses, conciencia de las concordancias y diferencia colectiva frente a las
otras clases.

113http://www.uovirtual.com.mx/moodle/lecturas/sociedu/14/14.pdf, fecha de consulta 26 de agosto


de 2014.
114 Gelles, Richard J., Levine, Ann, op. cit., p. 288.
115 Recaséns Siches, Luis, op. cit., pp. 449-450.

152
Kerbo declara que la clase social es “un grupo de individuos que ocupan estatus o
posiciones similares en la jerarquía social y por tanto comparten intereses políticos
y económicos similares.”116

Olga Sánchez Cordero precisa que la clase social “puede considerarse como un
conjunto de individuos con características comunes que los identifican entre sí y
los diferencian de otros conjuntos de individuos en cuanto a diversos criterios de
valoración y los interrelacionan de acuerdo a la función que desempeñan en la
estructura global social”.117

Lucio Mendieta y Núñez argumenta: “las clases sociales son grandes conjuntos de
personas, que se distinguen por los rasgos específicos de su cultura y de su
situación económica.”118

Hans Freyer establece que son “vinculaciones basadas en la igualdad de interés


económico o más concretamente, vinculaciones basadas en una misma situación
económica que se halla determinada necesariamente a su vez por el mercado.”119

Gerth y Mills determinan que “la clase social está basada en la economía, la cual
incide en gran medida en las oportunidades de vida de la gente: cómo viven, qué
tan saludables son e incluso cuánto tiempo viven.”120

Anthony Giddens especifica que son grandes agrupamientos de personas que


comparten los mismos recursos económicos, los cuales influyen poderosamente
en su estilo de vida.121

116 Kerbo, H. R. en Gelles, Richard J., Levine, Ann, op. cit., p. 288
117 Sánchez Cordero Olga, Sociología de la Población y de los grupos sociales, en
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/facdermx/cont/119/dtr/dtr5.pdf, fecha de consulta 24
de agosto de 2014.
118 Mendieta y Núñez Lucio, Teoría de los agrupamientos sociales. La mecanización social, 3ª

edición, México, Porrúa, 1974, p.147.


119Freyer, Hans en Sánchez Cordero Olga, op. cit.
120 Gerth, H. C. y Mills C. W. en Gelles, Richard J., Levine, Ann, op. cit., p. 288
121 Giddens Anthony, Sociología, Madrid, Alianza Editorial, 1990, p. 240.

153
Las clases sociales son: 122

❖ Grupos nominalmente abiertos, la pertenencia a ellas no se establece por


ley o por costumbre.
❖ Estratos muy permeables, que permiten la circulación entre ellos.
❖ Agregados sociales con un componente eminentemente económico y las
diferencias económicas representan un papel decisivo en la configuración
de las clases.
❖ La conexión entre los miembros de clases distintas adopta la forma de
vínculos impersonales y anónimos, que a menudo son de tipo puramente
contractual.

Respecto a la división de clases sociales, actualmente se usa con frecuencia las


divisiones tripartitas en las modernas sociedades occidentales. Tales
segmentaciones llevan a dibujar “mapas de clases” que distinguen tres estratos
jerárquicamente dispuestos en la estructura social:123

❖ Clase alta: constituida por aquellos que disfrutan de las mayores


ventajas materiales.
❖ Clase media: heterogéneo conglomerado, integrado por los
profesionales y los empleados de cuello blanco.
❖ Clase obrera: compuesta por quienes realizan trabajos manuales y
tienen poca o ninguna cualificación laboral.

Lucio Mendieta y Núñez explica que las características de cada una de las clases
sociales son:124

❖ Clase Alta:

122http://www.uovirtual.com.mx/moodle/lecturas/sociedu/14/14.pdf, fecha de consulta 26 de agosto


de 2014.
123Idem.
124Cfr. Mendieta y Núñez, Lucio, Op cit., pp.152-154.

154
o Posesión de riqueza, prestigio y ocio.
o Alto nivel de vida material y social.
o Generalmente, un sentimiento de orgullo de su linaje.
o Costumbres y convenciones sociales “refinadas”.
o Orgullo, seguridad.
o Espíritu reaccionario y conservador.

❖ Clase Media: tienden a:

o Imitar las costumbres de la clase alta, especialmente en aspectos


relativos a los niveles de vida, incluye: vestido, alojamiento,
mobiliario, diversiones y convencionalismos sociales.
o Obtener sus ingresos mediante el trabajo.
o Requerir, generalmente, de cierto nivel de educación, conocimiento
técnico o capacidad administrativa.
o Mantener las apariencias sociales y observar las mismas formas,
aunque esto represente sacrificio.
o Contradictoramente conservadora y revolucionaria

❖ Clase Baja: se identifican por:


o Trabajo manual.
o Niveles de vida por debajo de la clase media en cuanto a educación,
alojamiento, mobiliario doméstico, vestido, alimentación y
diversiones.
o Estar expuestos a enfermedades y a una mortalidad más elevada,
especialmente infantil.
o Tener una participación social limitada en organizaciones formales.

Pablo Dalle aclara que “las clases sociales dan cuenta de colectivos poblacionales
que se diferencian entre sí por sus condiciones materiales de vida y poder, sobre
la base del control o exclusión de recursos que generan una inserción diferencial

155
en la estructura económica. Las mismas brindan oportunidades desiguales de vida
para sus miembros y constituyen campos de interacción social sobre los que se
cimientan experiencias comunes, formas de sociabilidad, consumos y gustos que
contribuyen a delinear estilos de vida. Asimismo, son bases posibles sobre las que
se desarrollan organizaciones y acciones políticas, para influir sobre el
direccionamiento del conjunto del orden social.”125

La relación del individuo con la sociedad se da principalmente por el papel y el


status que se tiene. El papel es el patrón de conducta aplicable a las personas que
ocupan un status particular. El status es la posición socialmente identificada.
Algunos hechos biológicos sirven para diferenciar ciertos papeles y status como la
edad, el sexo, la división del trabajo.

Los status se dividen en:126

❖ Adscrito: la persona no lo determina.


❖ Adquirido: por acción directa o positiva del individuo.

El Maestro Leandro Azúara Pérez manifiesta que la movilidad social está


vinculada a la teoría de las clases sociales y consiste en los movimientos que
efectúan los individuos o los grupos dentro de un determinado Sistema Social.

Hay dos clases de movilidad social: la horizontal y la vertical.

La movilidad social horizontal es el paso de los individuos de un círculo a otro o de


un lugar a otro distinto, sin que ello implique la alteración del status social.

125 Dalle, Pablo, Clases sociales, estratificación y movilidad en las sociedades latinoamericanas del
siglo XXI. El cambio social en cuestión, en
http://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/entramadosyperspectivas/article/viewFile/42/44,
fecha de consulta 28 de agosto de 2014.
126 Gelles, Richard J., Levine, Ann, op. cit., p. 174.

156
En la movilidad social vertical efectivamente se produce el cambio de clase social,
puede ser ascendente o descendente.

Actividad: identifica las características de las clases sociales en México.


¿Qué porcentaje de la población consideras que constituye a cada una?

3.3. Política y sociedad.

El Estado es la expresión del instinto de poder condicionado por el derecho, da


origen a las instituciones políticas. Se reconoce como el más importante
socialmente porque está al servicio de la comunidad.

Las disciplinas que estudian al Estado son:

❖ Ciencia Política o Derecho Político: se ocupa del Estado como un todo.


❖ Filosofía de la Política: determina el tipo ideal del Estado y la mejor forma
del gobierno.
❖ Teoría del Estado: se entiende como “el arte de gobernar".
❖ Sociología Política: investiga al Estado como un hecho social, en cuanto
forma de vida humana, como realidad social.
El objeto de conocimiento es el Estado y el Estado es la sociedad en
acción, según la frase de Marx.

Para el adecuado desarrollo del tema es importante establecer los conceptos de


Política, Sociedad, Población, Pueblo, Nación, Poder y Estado.

❖ POLÍTICA

Es la actividad social que se ocupa de los medios que tiene el Estado para
alcanzar determinados fines. Es la ciencia del poder legitimado por el derecho.

157
La Política es la actividad encaminada a dirigir a la sociedad de tal forma que se
desarrolle en todos sus aspectos.

Para Robert Dowse y John Hughes, el concepto hace referencia al “ejercicio del
poder en situaciones sociales. Por ello el estudio de la política se ocupa de la
comprensión de todos los problemas relacionados con el poder y con el uso que
de él se hace en contextos sociales, de las cantidades relativas de poder, de su
estructuración y legitimación.”127

Hartman define la Política como el arte de transformar las tendencias sociales en


formas jurídicas.

Aurora Arnaiz comenta que es el arte de transigir.

Adolfo Posada describe que la política estudia el fundamento, naturaleza,


composición y función del Estado. 128

Bendix la refiere como “algo socialmente definido en relación con el Estado, como
único centro legítimo de autoridad.”129

Para Lorenzo Meyer es el arte de seguir la guerra por otros medios.

Paul Valery declara que la Política es el arte de impedir a la gente mezclarse en lo


que les importa.130

127 Dowse, E. y Hughes, John A., Sociología Política, traducción José María Rolland Quintanilla,
Madrid, Alianza Editorial, 1999, Ciencias Sociales Ensayo, p. 22.
128 Posada, Adolfo en Poviña, Alfredo, op. cit., p. 409.
129 Bendix, R., en Dowse, E. y Hughes, John A., op. cit., p. 21.
130 Murillo, Francisco, Estudios de Sociología Política, Tecnos, Madrid, 1979, Colección de Ciencias

sociales, Serie Sociología, p. 35.

158
La política, asegura Weber, es la “lucha por obtener el poder o de influir en su
distribución.”

❖ SOCIEDAD

Del latín “societas" que a su vez deriva del sanscrito “sacitas", que significa unido.

En términos generales se define como “Reunión mayor o menor de personas,


familias, pueblos o naciones…Agrupación natural o pactada de personas, que
constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir,
mediante la mutua cooperación, todos o cada uno de los fines de la vida.”131

El Dr. Jorge Moreno Collado presenta que el término sociedad tiene múltiples
acepciones:132

❖ Como conjunto de relaciones.


❖ Como conjunto de instituciones, y
❖ Como conjunto de grupos.

Luis Recaséns Siches, esclarece que: “es el conjunto de las formas, de las
interacciones, y de los procesos que se dan entre los hombres.”133

Ely Chinoy hace constar que la sociedad es “el hecho básico de la asociación
humana, en el que se incluyen todo tipo de tejido de las relaciones humanas y no
tiene límites o fronteras definidas.” Señala que se pueden distinguir dos tipos de
sociedad: 134

131 Real Academia de la Lengua Española, www.rae.es, fecha de consulta 30 de julio de 2014.
132 Moreno Collado, Jorge, op. cit., p. 17
133Recaséns Siches, Luis, Sociología, 33ª edición, México, Porrúa, 2010, p. 109.
134 Chinoy, Ely, La Sociedad: Una introducción a la sociología, 24ª reimpresión, México, Fondo de

Cultura Económica, 2006, p. 45-47.

159
• Grupo: conjunto de cierto número de individuos, dentro del cual el hombre
vive comúnmente, bajo una organización limitada a algún propósito o
propósitos específicos.
• Conjunto de instituciones: en el cual los patrones de interacción y de
relación social se definen por las normas que rigen la conducta y son
afectados por los valores y creencias que comparten los miembros de esta
sociedad.
Dentro de esta concepción se encuentran las instituciones principales
como: familia, religión, economía, política, educación, entre otras.

Mario Gerlero, menciona que la sociedad esta “conformada por la totalidad de


personas que actúan entre sí y que están cristalizadas en unidades o grupos
sociales...Las relaciones se encuentran definidas por normas que son
consideradas efectivas, obligatorias y, en su caso necesario, impuestas por el
gobierno de las personas que actúan y reaccionan entre sí…”135

Para Harry M. Johnson una sociedad es un grupo cuyos miembros no interactúan


con extraños; esto significa que en una sociedad todos sus miembros encuentran
su modo de vida, su plenitud social.136

Ralph Linton señala que sociedad es “todo grupo de gentes que han vivido y
trabajado juntos durante el tiempo suficiente para organizarse y considerarse
como una unidad social, con límites bien definidos.”137

Una sociedad es una colectividad organizada de personas que viven juntas en un


territorio común, cooperan en grupos para satisfacer sus necesidades sociales

135 Gerlero,Mario Silvio, Introducción a la sociología jurídica, David Grinberg editor, Argentina,
2006, p. 79.
136 Moreno Collado, Jorge, op. cit., p. 18
137 Idem.

160
básicas, adoptan una cultura común y funcionan como una unidad social
distinta.138

La sociedad se entiende como el conjunto de las formas o tipos de la interacción


social. También como la suma total de las instituciones.

❖ POBLACIÓN

Es el conjunto de individuos que habitan en un territorio.

❖ PUEBLO

Aurora Arnaiz señala que es la sociedad política establecida tradicionalmente en


un territorio que posee los principios generales del derecho público y organiza su
vida política de acuerdo a esos principios.

Herman Heller precisa que es aquella parte de la población que posee derechos
civiles y políticos plenos.

❖ NACIÓN

Es un estilo de vida común. Hecho social que surge naturalmente en virtud del
impulso de socialización.

José Antonio Primo de Rivera la define como la unidad de destino en lo universal.

Para Max Weber es “la posesión por ciertos grupos humanos de un sentimiento
específico de solidaridad interna frente a otros grupos humanos”139

138
Fichter, Joseph, Sociología, Herder, Barcelona, 1993, p. 154.
139
Weber Max, Economía y Sociedad. Esbozo de Sociología Comprensiva, 15ª reimpresión,
México, Fondo de Cultura Económica, 2004, p. 49.

161
Recasens afirma que la nación es una comunidad de vida producida por la historia
y no por la naturaleza.140

Jorge Sánchez Azcona puntualiza que para que el conjunto de normas jurídicas
vigentes se cumplan por los miembros de la comunidad, se requiere que estén
apoyadas en un poder social. Poder social que es la objetivación de las fuerzas
sociales que hacen nacer un orden jurídico.141

❖ PODER

Maurice Hauriou en “Principios de Derecho Político y Constitucional” afirma que el


poder es “una libre energía que, gracias a su superioridad, asume la empresa del
gobierno de un grupo humano por la creación continua del orden y del
Derecho.”142

Poder para Henry Pratt Fairchild es “la capacidad o autoridad para dominar a los
hombres, refrenarlos y controlarlos, obtener su obediencia, coartar su libertas y
encauzar sus actividades en direcciones determinadas.”

Lucio Mendieta y Núñez advierte que poder “es la posibilidad de una persona,
excepcionalmente de reducido número de personas, en cada país, de actuar sobre
los elementos del Estado por medio de la organización política, jurídica,
burocrática y militar del mismo, con objeto de realizar los fines estatales.” 143

Los atributos esenciales del poder son: la fuerza, la dominación, la influencia, el


control.

140 Recasens Siches, Luis, op. cit., p. 496.


141 Mc Iver, Robert y Page H., Charles cita en Sánchez Azcona Jorge, Derecho y poder. Ensayo de
Sociología Política, Revista de la Facultad de Derecho de México, Tomo XVI, julio-diciembre, 1966,
Números 63-64, p. 847.
142 Hauriou, Maurice en Mendieta y Núñez, Lucio, Sociología del Poder, México, Instituto de

Investigaciones Sociales, 1976, p.15.


143 Mendieta y Núñez, Lucio. Op. cit., p. 18.

162
José Ortega y Gasset argumenta que el poder “es una especie de emanación
activa, energética de la opinión pública en la cual afloran los demás usos y
vigencias que de ellas se nutren. Un hecho social producto de interacciones
individuales y grupales; y como tal, aparece dotado de vigencia: tiene posibilidad
coactiva. Es potencia que se impone. Es la más alta expresión de control
social.”144

Sánchez Azcona presenta las características de las comunidades de acuerdo a la


estructura de poder:145

❖ Estructuras sólidas, se caracterizan por:


o La centralización del poder en un cuadro dominante.
o La falta de tolerancia para la creación de asociaciones
independientes.
o Movilidad social casi nula.

❖ Estructuras flexibles, presentan:


o Una separación y cierta autonomía de las estructuras segmentarias
de poder.
o Tolerancia para la formación de asociaciones voluntarias.
o Una gran movilidad social.

❖ ESTADO

Aristóteles precisa que “el Estado es la comunidad perfecta o soberana, donde el


hombre encuentra lo suficiente y necesario para vivir bien y donde se alcanza, por
tanto, la finalidad natural para la que fue creado.”

144 Ibidem, p. 16.


145 Sánchez Azcona, Jorge. Op. cit., p. 850.

163
Adolfo Posada reconoce al Estado como “la sociedad constituida de una manera
permanente y organizada para hacer que el derecho reine en las relaciones
humanas”146

Max Weber detalla que es una comunidad humana que reclama con éxito el
monopolio del uso legítimo de la fuerza física dentro de un territorio determinado.
147

Luis Recaséns Siches, apunta como características del Estado:148


❖ Ser una organización pública.
❖ Órgano establecedor y aplicador del Derecho.
❖ Facultad coercitiva.
❖ Medio al servicio de los individuos.
❖ Unidad de decisión política: la unidad del ordenamiento normativo, que
se obtiene en virtud de la organización de las instancias o competencias
estatales, según lo determinado por el Derecho, produce una unificación
de voluntad política.

George Jellinek define al Estado como “la unidad de asociación dotada


originariamente del poder de dominación y formada por hombres asentados en un
territorio.” Establece como elementos básicos:
❖ Territorio.
❖ Población.
❖ Poder.

Poviña expone que las teorías sobre el origen del Estado pueden clasificarse de la
siguiente forma:149

146 Poviña Alfredo, op. cit., p. 411.


147 Bottomore, T. B., op. cit., p. 151.
148 Recaséns Siches, Luis, op. cit., pp. 502-503.
149Cfr. Poviña, Alfredo, op. cit., pp. 417-418.

164
❖ Teológica o Religiosa: Obra de Dios como creador directo de todas las
cosas.
❖ Contractual: en razón de un pacto, cualquiera que sea el origen del pacto:
agresividad, colaboración, satisfacer necesidades.
❖ Natural o Histórica, no se puede precisar su origen al igual que el de la
sociedad.

El Estado como figura sociológica, de acuerdo a la definición de Alfredo Poviña es


“la superestructura de la sociedad que, mediante el ordenamiento jurídico del
instinto de poderío, satisface las funciones socio-políticas de la vida del grupo.”150

El análisis lo integra con los siguientes elementos:151


I. Constitutivos.
II. Atributivos.
III. Funcionales.
I. Constitutivos: el Estado forma parte de la estructura, es la sociedad hecha
institución. El supuesto del Estado es la sociedad.

II. Atributivos: son los elementos esenciales del Estado:


o Derecho: elemento supremo.
o Poder: expresión de la voluntad de dominación propia del grupo.
Puede darse el análisis a partir de tres enfoques distintos:
▪ Son equivalentes, absoluta identidad, tienen el mismo objeto, el poder
se desprende de la propia naturaleza de la norma jurídica: Kelsen.
▪ Cada uno tiene sus propias funciones, el derecho condiciona al estado:
Stammler.
▪ El estado tiene dos facetas: una jurídica y otra sociológica: Jellinek y
Max Weber:

150 Poviña, Alfredo, op. cit., p. 411.


151Cfr. Poviña, Alfredo, op. cit., pp. 411-415.

165
III. Elementos activos o funcionales: son fines-funciones que deben cumplirse:
o De autoridad o políticas:152
▪ Funciones Jurídicas: buscan la realización del Derecho en la sociedad,
son el fundamento de la división de poderes: legislativo, ejecutivo,
judicial.
▪ Funciones Administrativas: propias para poder realizar las tareas
encomendadas, determinan la forma y modo del cumplimiento.
▪ Funciones Extranacionales: las relaciones con otros estados soberanos,
con otras provincias o estados internos, municipios, paz interior,
diplomacia y guerra.
o De actividad: corresponde a las funciones de actuación social:

La organización y cooperación efectiva, son expresión de la unidad estructural y


funcional del vivir colectivo.

El Estado como elemento ordenador de la vida del grupo, busca la organización


armónica y la cooperación efectiva de las distintas instituciones sociales.

El Estado como complejo social tiene las siguientes características:153


❖ Mando supremo.
❖ Regula la conducta externa.
❖ Considerado legítimo.
❖ Pretende ordenar y asegurar la convivencia.
❖ Se relaciona con la justicia.

El Estado, para Recaséns Siches, es un conjunto de formas de vida humana, pero


la realidad del Estado no consiste únicamente en esa forma, sin en el hecho de
que tales formas sean vividas efectivamente por los hombres.154

152 Poviña, Alfredo, op. cit., p. 417.


153 Sánchez Azcona, Jorge, op. cit., p. 867.
154 Recasens Siches, Luis, Panorama del pensamiento jurídico en el siglo XX, p. 220.

166
El Estado tiene siempre un poder, uso de la fuerza física, para que ésta sea
legítima se requiere la obediencia sin necesidad de recurrir a la fuerza, de la
aceptación espontánea.

En este sentido, Francisco Murillo señala “para el sociólogo de la política un poder


es legítimo en tanto que obtienen obediencia sin necesidad del recurso a la fuerza,
de una manera institucionalizada y normalizada. Lo cual supone que los hombres
los obedecen por referencia a algún valor comúnmente aceptado, que forma parte
del consensus del grupo.”155

Weber indica que las relaciones en la sociedad son de dos tipos:156


❖ Poder: probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación
social en contra de toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de
esa probabilidad.
❖ Dominación: probabilidad de encontrar obediencia a un mandato de
determinado contenido entre personas dadas.

Toda forma de dominación procura fomentar la legitimidad. Los tipos puros de


dominación legítima son: 157
❖ Carismática.
❖ Tradicional.
❖ Legal-racional.

❖ CARISMÁTICA.
Deriva de carisma, voz que introduce Rodolfo Sohm, en "Derecho eclesiástico"
empleó este concepto con el significado de "donativo de gracia".

155 Murillo, Francisco, Estudios de Sociología Política, 4ª reimpresión, Madrid, Tecnos, 1990, p.
136.
156 Weber Max, op. cit., p. 43
157Ibidem, pp. 172-203.

167
Cualidad extraordinaria o sobrenatural que posee una persona, por cuya virtud se
considera en posesión de fuerzas sobrenaturales-sobrehumanas, y no asequibles
a otro, sólo las tiene un individuo en el grupo y debe ser reconocido por los demás.

Presenta las siguientes características:


o Axiológicamente neutro. No está valorado previamente, puede interpretarse
en sentido positivo o negativo.
o La validez depende del reconocimiento psicológico por parte de los
individuos. El líder no busca serlo, el grupo le otorga el poder
voluntariamente. Establece normas que él mismo debe obedecer.
o Se da un grupo intermedio entre el líder y el grupo, que recibe el nombre de
cuadro administrativo. Son los hombres de confianza, séquito, seguidores o
discípulos, se integran totalmente al líder, no existe jerarquía, entre ellos, en
ocasiones rompen totalmente con su pasado.

Se busca a la muerte del líder continuar la estructura carismática, a esto se le


llama la “rutinización del carisma", en realidad se convierte en dominación racional
o legal o tradicional. Se busca un nuevo portador del carisma, a través de:
o Carisma hereditario: cualidad de sangre.
o Revelación.
o Designación por el líder del sucesor.
o Cuadro administrativo elige al nuevo portador dentro de ellos.

❖ TRADICIONAL.
Se apoya en las tradiciones o en la costumbre. Se obedece porque siempre ha
sido así, por lo que es inestable, los poderes de mando son heredados de tiempos
lejanos, el soberano no es un superior.

El cuadro administrativo está constituido por servidores, súbditos. Las relaciones


se determinan por la fidelidad personal.

168
Los ejemplos históricos son:
o Gerontocracia: gobierno de los viejos, esta forma no tiene el cuadro
administrativo.
o Patriarcalismo: entre los ancianos se elige uno que identifica como líder, no
hay cuadro administrativo.
o Patrimonialismo: aparece el cuadro de administración y los súbditos, se
ejerce por derecho propio. Determinados poderes de mando se ejercen por
el cuadro administrativo. El servidor obtiene sus recursos:
▪ Por manutención del señor.
▪ Por asignación de dinero, bienes o en especie del señor.
▪ Mediante "tierras de servicio".
▪ Apropiación de rentas o atributos.
o Estamental: determinados poderes de mando y económicos están en el
cuadro administrativo.
o Feudalismo: pacto entre libres y siervos. Relaciones de fidelidad.

❖ LEGAL-RACIONAL.
Se manifiesta en las leyes o normas, reglas previamente establecidas que obligan
a todos. Se obedece a órdenes impersonales y objetivas, las personas son
designadas para desarrollar las actividades por sus capacidades.

La dominación legal se caracteriza:


o Todo derecho es pactado u otorgado, es un conjunto de reglas abstractas.
o El que obedece solo lo hace en cuanto a miembro de la asociación, están
obligados dentro de una competencia limitada.
o Actividades o funciones de los líderes previamente establecidos.
o Responsabilidades y competencias precisas.
o Tiene ámbito material de validez.
o Orden unipersonal: se obedece al derecho.
o Hay una jerarquía funcional, administrativa.
o Existen medios coactivos para su cumplimiento.

169
o Los miembros reciben el nombre de funcionarios.
o No existe apropiación del cargo.
o El patrimonio de los individuos es independiente del grupo.
o El principio administrativo básico es el expediente.
o El ejemplo clásico es la burocracia.

Actividad:
1) Identifica las principales disciplinas que estudian el Estado y de qué
se ocupa cada una.
2) Establece brevemente la relación que tienen los conceptos de Política,
Sociedad, Pueblo, Nación y Estado.

3.4. Burocracia.

Burocracia: “dominación por el saber", de acuerdo a Robert K. Merton es “una


estructura formal, racionalmente organizada, que implica normas de actividad
definidas con claridad en las que, idealmente, cada serie de acciones está
funcionalmente relacionada con los propósitos de la organización.”158

Weber define a la burocracia como el sistema jerárquico funcional de relaciones


impersonales entre sus miembros, reguladas por normas fijas, es el instrumento
de racionalización del mundo moderno. Es el medio de transformar la “acción
comunitaria” en una “acción societal” organizada racionalmente.159

En síntesis, es una estructura formal que coordina las actividades de un gran


número de personas dedicadas a una actividad en común.

La Burocracia parece no sólo como un instrumento de poder, sino como el poder


mismo.

158
Merton, Robert K. en Chinoy Ely, op cit., p. 198.
159
Weber Max, ¿Qué es la Burocracia?, traducción de Rufino Arar, México, Ediciones Coyoacán,
2001, p. 79.

170
Un burócrata es un miembro de una organización formal a quien se le han
asignado tareas especializadas confiando que se realizarán en conformidad con
ciertas normas de conducta detallas y aprobadas por una autoridad superior.
Weber afirma que el burócrata profesional está encadenado a su actividad a
través de toda su existencia material y espiritual.160

El cuadro administrativo se caracteriza en razón de:


❖ Los integrantes se denominan: burócratas o funcionarios.
❖ Se responde solo a los deberes objetivos de su cargo.
❖ Jerarquía administrativa.
❖ Competencias rigurosamente fijadas.
❖ Calificación profesional que fundamenta su nombramiento.
❖ Retribuidos en dinero con sueldos fijos.
❖ Con derecho a pensión, en relación con el orden jerárquico la
responsabilidad del cargo.
❖ Ejerce el cargo como única o principal profesión.
❖ Tiene perspectiva de ascensos y avances según juicio de superiores.
❖ Trabajan con completa separación de los medios económicos y sin
apropiación del cargo.
❖ Sometidos a rigurosa disciplina y vigilancia administrativa.

Son ejemplos históricos para Weber: 161


❖ Egipto en el nuevo imperio.
❖ Principado romano tardío.
❖ Iglesia católica a fines del siglo XIII.
❖ Estado moderno occidental.
❖ Gran empresa capitalista.

160Idem.
161 Weber Max, ¿Qué es la burocracia?, op. cit., p. 25.

171
La burocratización es el contacto cada vez más estrecho con estructuras formales,
y de alguna forma puede entenderse como fenómeno moderno. Se provoca por el
aumento intensivo, cualitativo y el desarrollo interno de las tareas
administrativas.162 Francisco Murillo señala que es la forma de ver la vida.163

El estudio de la burocracia se hace generalmente en la propuesta del tipo ideal de


burocracia de Weber, cuya base fue el ejército Prusiano. Los elementos del tipo
ideal de burocracia son:164
I.- Bases
Planificación.
Reclutamiento.
Mando.

II.- Jerarquía Funcional


Subordinación.
Tramitación jerárquica.
Procedimiento escrito.

III.- Personal
Aprendizaje.
Reglamento.
Profesión.

I.- Bases: se integran por:

❖ Planificación: se requiere de una serie de actividades para lograr el fin, se


debe saber con anticipación lo que se va a hacer, son deberes.

162Ibidem,p. 43.
163Ibidem,p. 154
164Cfr. Weber Max, ¿Qué es la burocracia?, op. cit., p. 9-21.

172
❖ Reclutamiento: las personas son independientes de los cargos, no existe
apropiación del mismo, deben tener los conocimientos adecuados por las
funciones que van a desempeñar.
❖ Mando: predeterminado para cumplir con los deberes y aplicar las
sanciones.

II.- Jerarquía Funcional: exigencia de la dinámica de la organización, se integra


por:

❖ Subordinación: permite la inspección de los superiores a los inferiores.


❖ Tramitación jerárquica: pautas rígidas para las decisiones de los asuntos
que están en una misma posición en la estructura con relación a los
funcionarios. A mayor jerarquía mayor trascendencia.
❖ Procedimiento escrito: medio de comunicación entre varias estructuras
formales, el aspecto negativo es el papeleo, atenerse al expediente. Tiene
dos ventajas: determinar la responsabilidad y continuidad.

lII.- Personal.

❖ Aprendizaje: se requiere de calificación profesional, para incorporarse al


sistema.
❖ Reglamento: el burócrata tiene una estrecha vinculación con las normas,
por lo que cuando se requiere establecer otro modelo de reglamento hay
reticencia al cambio.
❖ Profesionalización: vinculación al cargo, hacen de su actividad una
profesión, se da por varias razones: retribución por salario, plena
identificación con su trabajo, fidelidad, Ingreso por medios objetivos,
seguridad en el empleo, cierto prestigio social inherente al cargo.

La burocracia está al servicio de órganos políticos, a quienes corresponde tomar


decisiones, las capas altas tienen generalmente el monopolio del poder. En esto

173
radica la superioridad técnica del sistema, se traduce en precisión, rapidez,
continuidad y discreción. Intenta incrementar su saber profesional por medio del
secreto de sus procedimientos.

El poder potencial es un beneficio que las personas obtienen al integrarse a la


estructura formal, todos tienen la posibilidad de ejercer determinado poder que no
va en relación a la posición en la jerarquía. A veces el funcionario de menor
jerarquía tiene mayor facilidad para ejercerlo, se manifiesta en: 165

❖ Sabotear las decisiones políticas.


❖ Ejecutarlas según su propio criterio.

El poder potencial permite no cumplir las normas y no se aplican las sanciones, en


razón de la llamada “institucionalización de las recomendaciones”, en la que no
hay sentimiento de corrupción, son toleradas, pueden producir disfunciones.

Toda burocracia intenta acrecentar la superioridad de los profesionalmente


informados conservando en secreto sus conocimientos y propósitos.166

Alvin Gouldner clasifica, en relación al cumplimiento de las normas, a la burocracia


de la siguiente forma: 167

❖ Burocracia Bufa: las normas se dan, pero no se cumplen, acuerdo tácito,


por lo que no se aplican las sanciones: por ejemplo no fumar.
❖ Burocracia Representativa: cumple con las normas porque los sujetos se
convencen de su utilidad: v.g. medidas de seguridad.
❖ Burocracia Punitiva: se requiere de la sanción para obtener obediencia.

165 Murillo, Francisco, op.cit., p. 153.


166 Weber Max, ¿Qué es la burocracia?, op. cit., p. 92.
167 Murillo, Francisco, op. cit., p. 155.

174
Actualmente existen dos tipos de burocracia: pública y privada, se explica el origen
de la distinción de la forma siguiente:168

❖ La burocracia privada tiene un crecimiento exagerado que provoca la


creación de la burocracia pública, surge por la necesidad de controles
gubernamentales.
❖ La burocracia pública al tener mala administración, políticas erróneas da
origen a la burocracia privada, a la intervención de los particulares.

Las disfunciones de la burocracia, de acuerdo a Parsons son: 169

❖ La estructura burocrática ejerce presión constante sobre el burócrata, para


lograr el comportamiento requerido.
❖ Se reduce al mínimo la competencia interior: el ascenso y la remoción
están previamente establecidas.
❖ Existe un tratamiento impersonal hacia los usuarios.
❖ Gran rigidez e incapacidad para ajustarse con facilidad a situaciones
distintas, al cambio, esto como consecuencia de la adherencia total a los
procedimientos formales.

Actividad: elabora un mapa mental en el que identifiques los elementos del


tipo ideal de democracia y en qué consiste cada uno.

3.5. Educación.

La educación permite a los miembros de una sociedad establecer una serie de


pautas que guiaran la formación de cada individuo, y a su vez la manera de

168 Cfr. Murillo Francisco, op. cit., p. 150.


169Cfr. Murillo, Francisco, op. cit., p. 156-158.

175
interrelacionarse con sus semejantes. En este proceso de aprendizaje la
socialización del ser humano tiene un papel muy importante, se fortalecen las
actitudes positivas que permitirán al hombre organizar y cumplir su función social.

La educación formal se encuentra estrechamente vinculada con las actividades


que proyecta el ser humano en sociedad, así para Antonio Mora170, la sociología
de la educación estudia las relaciones entre la educación, principalmente desde el
punto de vista formal, y la sociedad. Este tipo de relaciones se presenta en tres
niveles distintos:

• La influencia de la sociedad sobre la educación.


• Las funciones de la educación sobre la sociedad.
• La educación desde el punto de vista de su carácter social.

La influencia de la sociedad sobre la educación ubica a ésta como un subsistema


social. La escuela reproduce las funciones externas de la sociedad en el plano
cultural, político, económico y social.

En el mismo sentido, las funciones de la educación se reflejan en la sociedad:

• Permite cambiar las formas de orden social y cultural.


• Crea estructuras colectivas de identidad.
• Facilita los procesos de integración social.

Existen dos tipos de funciones de la educación: internas y externas.


Las funciones internas son:

• Reconstrucción: las estructuras simbólicas generales se precisan dentro del


espacio escolar por medio de la relación pedagógica.

170Mora Maynor, Antonio, Sociología de la Educación, en www.academia.edu, Fecha de consulta


20 de enero de 2015.

176
• Subjetivización: una vez reconstruidas las estructuras simbólicas, el sujeto
inicia un proceso de construcción de determinados conceptos, es la parte
más significativa que se verá reflejada en las funciones externas de la
educación.
• Auto producción: es la producción y reproducción de las interrelaciones
entre los sujetos que intervienen en el proceso educativo y el contexto
mismo.

Dentro de las funciones externas de la educación, se pueden mencionar:

• Reproducción social global: a partir de la exteriorización de los procesos de


subjetivización, el sujeto puede producir y reproducir formas específicas de
orden social: estructuras, sistemas sociales globales.
• Reproducción social parcial: está enfocada a un campo subsidiario
específico: económico, político, religioso.

De conformidad con Muñoz Vidal171, la socialización es “un proceso mediante el


cual el individuo se convierte en un miembro del grupo y llega a asumir las pautas
de comportamiento de ese grupo (normas, valores, actitudes, etc.)” Debemos
agregar que el ser humano no es un simple receptor de normas, valores y
actitudes dentro de la sociedad; por una parte el individuo recibe un influjo de su
entorno, y a su vez emite una respuesta hacia la sociedad.

De ahí que el proceso de socialización se concibe como “enseñanza de la función


o de la participación social. Esta perspectiva relaciona el proceso de socialización
con la consecuencia de la conformación social. De esta disciplina el objetivo del
proceso es la aceptación del papel que el sujeto debe desempeñar en la
estructura social”.172

171 Muñoz Vidal, José María, Educación en Valores, en Revista Innovación y Experiencias
Educativas, Número 14, Enero 2009, p. 1.
172 Muñoz Vidal, José María, op. cit., p. 3.

177
Para lograr los objetivos de la educación, es muy importante la etapa de
socialización del individuo. La socialización es “el proceso mediante el cual el ser
humano aprende e interioriza, en el transcurso de su vida, los elementos
socioculturales de su medioambiente, los integra a la estructura de su
personalidad, bajo la influencia de experiencias y de agentes sociales
significativos, y se adapta así al entorno social en cuyo seno debe vivir” 173 .
También, es la asunción o toma de conciencia de la estructura social en la que un
individuo nace, y aprende a diferenciar lo aceptable de lo inaceptable en su
comportamiento.

Dentro de los agentes socializadores más importantes destacan:

• La familia: a través de valores provenientes de diversas fuentes. Es un


agente transmisor de afectos. De conformidad con Morales y Navarro la
familia adquiere relevancia en el proceso de socialización por los siguientes
aspectos:174

• La familia es la primera que recibe al niño y en ella se inicia el


proceso.
• La influencia de la familia es profunda también porque es el elemento
persistente.
• Es el grupo más íntimo que actúa en la socialización.
• Está vinculada a la satisfacción de necesidades materiales y
espirituales.
• Proporciona relaciones autoritarias e igualitarias.
• La comunidad general identifica a los miembros de la familia entre sí.

• El sistema educativo.- Dentro del grupo secundario de socialización


destacan las instituciones educativas, que constituyen el ámbito formal para

173 Calderón Astorga, Natalia, La socialización como elementos fundamental de la vida, Madrid,
Fontanar, 2011, p.11.
174 Morales Navarro, Julián, Introducción a la sociología, Madrid, Tecnos, 2012, p. 3.

178
la transmisión de conocimientos entre generaciones. La socialización se
efectúa en contexto y con medios y órganos especiales, destacando tres
elementos fundamentales:175

• El currículum: a través de las asignaturas impuestas, el contenido de


los programas y diversos materiales didácticos, incluidos los libros de
texto.
• Valores y competencias: la escuela es el primer ámbito en donde los
individuos experimentan la competitividad, la productividad y el
rendimiento, ritmos, horarios y responsabilidades.
• Personal docente: constituye el modelo de autoridad, apoyado en
conocimientos específicos y el principal transmisor de valores.

Asimismo, actúan como agentes socializadores, los grupos de iguales y los


medios de comunicación masivos.

La socialización se puede clasificar en tres etapas:


• Primaria
• Secundaria
• Terciaria

Socialización primaria.- el menor adquiere las primeras capacidades


intelectuales y sociales, es crucial en la constitución de la identidad. La infancia es
el período en el que se da el proceso más intenso. Durante esta etapa los niños
aprenden a través de la imitación o a través de un proceso de premios y castigos.

En los primeros años de vida se interiorizan valores provenientes del núcleo


familiar, posteriormente se centran prioritariamente en las instituciones educativas
quienes llegan a convertirse en la principal fuente de valores y normas, las

175 Morales Navarro, Julián, op. cit., p. 4.

179
relaciones sociales se amplían y los procesos de comunicación se hacen más
complejos.

Los diversos aspectos del desarrollo durante la infancia abarcan desde el


crecimiento físico, los cambios psicológicos, emocionales, y la adaptación social.
Las relaciones sociales en esta etapa suponen interacción y coordinación de los
intereses mutuos, en las que el niño adquiere pautas de comportamiento social a
través de los juegos, especialmente dentro del grupo familiar y posteriormente en
la etapa de escolarización a través de la interrelación con su grupo de pares.

De esta manera el proceso socializador inicia en los primeros días de vida del ser
humano y continúa con un desarrollo progresivo en donde influyen valores y
comportamientos futuros. Esta transición hacia la vida adulta se apoya a través de
valores como son la solidaridad, la cooperación y la equidad, lo cual le permitirá
una mayor o menor integración al grupo social y conseguir objetivos colectivos y a
resolver conflictos entre individuos.

El comportamiento social del individuo, debe aprenderse en las primeras etapas


de vida y continuar reforzándose en un aspecto positivo durante el crecimiento,
aunque sus manifestaciones entre los adultos sean menos obvias. Entre mayor
interacción, relaciones sociales o socialización, mayor será el grado de integración
y adaptación al grupo social.

El proceso de enseñanza de los primeros años de vida del ser humano continua
con el propósito de procurar que el educando adquiera en su trayecto educativo
los valores adecuados y los interiorice para traducirlos en un proyecto personal de
vida que guíe sus obras como individuo y como miembro de una colectividad.

La socialización va muy ligada a establecer buenas y sanas relaciones


interpersonales, ayuda a formar la personalidad. Es importante resaltar que, antes

180
de ponerse en contacto con los maestros se experimenta ampliamente la
influencia educativa del entorno familiar y del medio social, que son determinantes.

En la familia el niño aprende, las aptitudes fundamentales: hablar, asearse,


vestirse, obedecer a los mayores, proteger a los más pequeños, compartir con
quienes les rodean, respetar las normas, distinguir lo que está bien de lo que está
mal, de acuerdo a las pautas de la comunidad a la que pertenece, la realidad
humana es el individuo socializado.

Todo ello forma parte de la socialización primaria, lo que ayuda a convertirse en


un miembro más o menos estándar de la sociedad. Es la influencia del medio
social, padres, abuelos, tíos, vecinos, amigos, proporciona los elementos
necesarios que fortalecen la formación del individuo, afirma Ashley Montagu: “La
mayor parte de lo que los seres humanos, en tanto humanos, piensan y hacen lo
han aprendido de otros seres humanos.”176

Socialización secundaria: es un proceso posterior al aprendizaje adquirido en el


seno familiar, en este confluyen las instituciones educativas como principales
agentes socializadores.

De acuerdo con Morales Navarro 177 , la socialización secundaria es “cualquier


proceso posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores del
mundo objetivo de una sociedad. Es la internalización de submundos
institucionales (realidades parciales que contrastan con el mundo de base
adquirido en la socialización primaria) o basados sobre instituciones”. El
aprendizaje en esta etapa se caracteriza por la adquisición de nuevos recursos al
repertorio de respuestas del individuo y en este sentido su alcance es más amplio,
no todo aprendizaje supone un factor socializante.

176 Montagu Ashley en Recaséns Siches Luis, Tratado General de Sociología, 30ª ed., México,
Porrúa, 2004, p.304.
177 Morales Navarro, Julián, op. cit., p. 5.

181
En el proceso de socialización secundaria, la escuela como institución,
proporciona competencias específicas y se producen los primeros intercambios
con sujetos que no pertenecen al entorno familiar.

La socialización a través de la enseñanza se convierte en un proceso


transformador del individuo biológico en un individuo social que asimila su entorno
mediante el aprendizaje de la cultura predominante. Permite la convivencia social
y el desarrollo de la comunidad mediante la continua aceptación de los roles
individuales y sociales del ser humano lo que lo ubica en función del lugar que
ocupa en el contexto social.

Existe una mayor comprensión de las normas sociales, una mayor aceptación y
vivencia de los roles asignados y se construye lo que algunos autores denominan
como personalidad social.

No debemos dejar de lado el hecho de que el ser humano está sometido a un


proceso de desarrollo constante en donde el papel de los agentes socializadores
resulta fundamental para una buena o mala integración al grupo social.

La socialización secundaria está ligada a la capacidad de relacionarse con los


demás, esto permite que el individuo interiorice valores, pautas, normas y
costumbres sociales. El individuo descubre que el mundo de sus padres no es el
único. La carga afectiva es reemplazada por pedagógicas que facilitan la
integración social.

Socialización terciaria: es el proceso de “transculturación, cuando un individuo


se incorpora a otra sociedad, con patrones culturales distintos a los aprendidos”178
Se caracteriza por la ausencia en el seguimiento de las pautas aprendidas en una
edad temprana, aislamiento del grupo social, restricción del mundo social del

178 Morales Navarro, Julián, op. cit., p. 2

182
individuo, el inicio de un nuevo aprendizaje para adaptarse a un entorno social
nuevo.

La educación formal demanda nuevos procesos en donde los individuos retomen


los valores afectivos aprendidos en el seno familiar y sean retransmitidos en sus
distintos roles de manera que les permitan ampliar su experiencia social.

Cada sociedad en un momento determinado, selecciona el sistema educativo que


considera más adecuado para satisfacer las necesidades sociales.

Las instituciones educativas cumplen un papel forjador y formador del individuo


toda vez que la instrucción formal refleja los ideales de una sociedad. Desde los
primeros contactos se adquieren los conocimientos y habilidades para realizar
roles de adulto. La educación es, por tanto, “aquella actividad cultural que se lleva
a cabo en un contexto intencionalmente organizado para la transmisión de los
conocimientos, las habilidades y los valores que son demandados por el grupo
social”179.

Las instituciones educativas, proporcionan conocimientos específicos que


permiten enfrentar la realidad social desde otra perspectiva, se da una
diferenciación funcional en relación con los primeros aprendizajes, se constituye
en una actividad separada, especializada, lo que en conjunto se denomina
educación.

El término educación, proviene del latín educatio. Compuesto por: a) E que


significa “de”; y b) ducere, que significa “conducir, guiar”. La educación puede
entenderse como: Aflorar la potencialidad interna del hombre. Convertir una cosa
buena en otra mejor.

179
Parra Ortiz, José María, La Educación en valores y su práctica en el aula, Universidad
Complutense de Madrid, Tendencias Pedagógicas 8, 2003, p. 69.

183
La trascendencia social de la educación propicia que los pensadores se ocupen de
su análisis, y de determinar su contenido. Para Jacques Delors,180 los fines de un
sistema educativo son:
• El pleno desarrollo de la personalidad del alumno.
• La formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y de
los principios que rigen la convivencia en sociedad.
• La adquisición de hábitos intelectuales, de técnicas de trabajo y de
conocimiento.
• La capacitación para el ejercicio de actividades profesionales.
• La formación en la pluralidad lingüística y cultural.
• La formación para la paz, la cooperación y la solidaridad entre las
sociedades.

Un sistema educativo debe centrarse en la formación permanente del alumno,


partiendo de que la formación del individuo se extenderá a lo largo de la
trayectoria de su vida. Así, el esquema educativo estará orientado a que el alumno
se pueda adaptar a los cambios culturales, tecnológicos y productivos que se
producen de forma continua en la sociedad en la que vive.

La educación tiene la misión de permitir a todos sin excepción hacer fructificar


todos sus talentos y todas sus capacidades de creación, lo que implica que cada
uno puede responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto personal.

Por medio de la educación, el grupo social tiende a cohesionarse, el fomento y


promoción de ciertos valores contribuye al proceso de socialización de las
generaciones más jóvenes. La educación permite al ser humano: pensar, sentir, y
actuar con miras a un objetivo común. El ser humano pasa de un contexto
generalmente individualizado a uno más complejo en donde las instituciones de

180Delors, Jacques, “La educación o la utopía necesaria”, en Delors, Jacques, et. al., La educación
encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el
siglo XXI, UNESCO-DOWER, 1997, p. 13.

184
enseñanza le va a permitir actuar hacia las nuevas generaciones, favoreciendo
con ello la continuidad social.

En los primeros contactos con las instituciones educativas se amplían las


relaciones sociales, así como los conocimientos del mundo y se adquieren de
manera formal hábitos y comportamientos sociales, ofreciendo a los alumnos
experiencias sociales más ricas y variadas.

Al ser más frecuentes los intercambios que se generan en las instituciones


educativas con el entorno sociocultural, las posibilidades de socialización que
éstas ofrezcan y su papel como agentes de educación social consecuentemente
se ampliarán.

Canto Ortíz181, considera tres ejes de socialización en las instituciones educativas:

• La escuela como institución: proporciona a través de las funciones de la


socialización, oportunidades de adquisición y consolidación del sentido de
autoestima, de integración como miembro activo de la comunidad escolar y
de mantener relaciones sociales en diferentes niveles de convivencia.
• Los docentes de acuerdo a su profesión, personalidad y competencias en
sus relaciones, actúan como modelo y reforzadores de las conductas
sociales.
• El grupo de clase, dentro del cual se establecen relaciones más estrechas y
permanentes, facilita la ruptura de la exclusividad familiar y proporciona un
cambio del medio y del contexto de las relaciones. Dentro del grupo se
aprende e interiorizan relaciones de dependencia, de dominio, de igualdad,
de competitividad. Asimismo, se ven reflejados los valores adquiridos
dentro del seno familiar.

181 Canto Ortíz, Jesús María, Psicología Social, Granada, Pirámide, 2003, p. 6.

185
De acuerdo con el proceso socializador, el objetivo de la educación es que el ser
humano sea un miembro activo y que participe en la sociedad en la que vive.
Además de éste, la educación social cumple los siguientes objetivos:182

• Educar al ser humano para la convivencia, para ello se pretende desarrollar


actitudes como la participación, la tolerancia, la comprensión y la
solidaridad en las relaciones de manera que se logre minorizar los
conflictos.
• Promover la educación cívica del ser humano. La finalidad es formar para la
participación en la comunidad, se concreta en las siguientes capacidades:
- Conocer y comprender el entorno social y cultural próximo y
lejano.
- Conocer y ejercer los derechos y deberes.
- Respetar los puntos de vista de los demás miembros de la
comunidad.

Todos los seres humanos tienen derecho a una educación que desarrolle las
potencialidades y les permita hacer frente al acontecer social. En consecuencia,
algunos de los principios que deben orientan la actividad educativa son:

• La formación personalizada del alumno, que permita su


educación integral.
• La participación y colaboración de la familia en la educación
escolar de los hijos.
• La igualdad de derechos entre los sexos y el respeto a la
individualidad.
• El desarrollo de las capacidades creativas y del espíritu crítico.
• El fomento de valores fundamentales que permitan la convivencia
armónica de los individuos en la sociedad.

182Pérez Serrano Gloria, “Educación Social”, Revista de Educación, Número 336, Enero-Abril
2005, Ministerio de Educación y Ciencia, Madrid, pp. 10 y 11, en www.revistaeducacion.mec.es,
Fecha de consulta 10 de febrero de 2015.

186
• Puesta en práctica de una metodología activa que asegure la
participación del alumno en los proceso de enseñanza-
aprendizaje.
• La relación de las instituciones educativas con el entorno social y
cultural en el que se desenvuelven los alumnos.

La educación tiene que adaptarse en todo momento a los cambios de la sociedad,


sin por ello dejar de transmitir el saber adquirido, los principios y los frutos de la
experiencia. 183 Para que el proceso educativo tenga éxito deben participar en
forma conjunta la comunidad, las autoridades públicas y la comunidad
internacional.

Para Quintana Cabañas 184 una propuesta metodológica integradora capaz de


superar las limitaciones de esquemas actuales de educación, debería tener en
cuenta los principios siguientes:

• La objetividad y consistencia intrínseca de los valores ideales de una


sociedad.
• La autoridad educativa del educador en la propuesta de valores ideales.
• Valoración interdisciplinaria.
• Habituación práctica y sistemática en los valores.
• Reforzar la voluntad del individuo para que sea capaz de adquirir los
valores con su esfuerzo personal.
• Utilización conjunta de métodos tradicionales y modernos para educar en
valores.

El sistema educativo capacita y motiva a los individuos más hábiles para


desempeñar actividades importantes para la colectividad, no se debe olvidar que
es un medio de control social, en palabras de Gómezjara: “Las instituciones

183
Delors, Jacques, op. cit., p. 17
184Quintana Cabañas, José María, La educación en valores y otras cuestiones pedagógicas,
Barcelona, Promociones y Publicaciones universitarias, 2005, p. 85

187
sociales primarias como la familia y la escuela son el primer sitio de entrenamiento
y adaptación del individuo a las normas legisladas”.185

La educación es uno de los pilares fundamentales de los derechos humanos, la


democracia, el desarrollo sustentable y la paz. Refleja, de una manera notable, la
escala de valores de la sociedad en un momento determinado, a tal punto que es
posible conocer la estructura colectiva, al analizar el sistema educativo.

La educación es una función del Estado, correlativa, con el derecho y deber del
individuo para recibirla y exigirla, se fundamenta en lo que establece la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El artículo 3º establece:

Artículo 3o. Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado


- Federación, Estados, Distrito Federal y Municipios-, impartirá
educación preescolar, primaria, secundaria y media superior. La
educación preescolar, primaria y secundaria conforman la
educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias.
La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar
armónicamente, todas las facultades del ser humano y fomentará en él,
a la vez, el amor a la Patria, el respeto a los derechos humanos y la
conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la
justicia.
El Estado garantizará la calidad en la educación obligatoria de manera
que los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la
infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y los directivos
garanticen el máximo logro de aprendizaje de los educandos. (…)

La Ley General de Educación en el Artículo 7º establece los fines de la educación


en México:

185 Gómezjara, Francisco A., Sociología, 32ª ed., México, Porrúa, 2000, p. 441

188
• Contribuir al desarrollo integral del individuo.
• Favorecer el desarrollo de sus facultades.
• Fortalecer la conciencia de la nacionalidad y de la soberanía.
• Promover el conocimiento de la pluralidad lingüística de la Nación.
• Infundir el conocimiento y la práctica de la democracia.
• Promover el valor de la justicia y observancia de la Ley.
• Estimular la investigación y la innovación científicas y tecnológicas.
• Impulsar la creación artística.
• Fomentar la educación en materia de nutrición.
• Desarrollar actitudes solidarias.
• Inculcar los conceptos y principios fundamentales de la ciencia ambiental.
• Fomentar actitudes solidarias y positivas hacia el trabajo.
• Fomentar los valores y principios del cooperativismo.
• Fomentar la cultura de la transparencia y la rendición de cuentas.
• Promover y fomentar la lectura y el libro.
• Difundir los derechos y deberes de niños, niñas y adolescentes.
• Realizar acciones educativas y preventivas a fin de evitar que se cometan
ilícitos.

La educación en México ha tenido avances importantes en las últimas décadas en


la cobertura y en el aumento de la escolaridad promedio de la población. Sin
embargo, aún enfrenta grandes desafíos, principalmente los siguientes:186

• Acceso y egreso en educación medio superior.


• Bajos niveles de aprendizaje en todos los niveles educativos.
• Inequidad en el acceso y aprendizaje de los alumnos.
• Baja calidad y escasez de opciones educativas.
• Mayor inversión dentro de un nuevo marco de financiamiento.

186López-Córdova Ernesto, México. Retos para el Sistema Educativo 2012-2018, México, 2012,
pp. 5-14.

189
Actividades: En equipo, identifiquen los aspectos positivos y negativos del
sistema educativo de México. Hagan propuestas de cómo mejorar la calidad
de la educación.

CUESTIONARIO

1.- ¿Qué son las instituciones sociales?


2.- ¿Cuáles son las principales instituciones de la sociedad? Identifícalas y
explica brevemente para qué sirve cada una de ellas.
3.- ¿Por qué consideras que se ha modificado la familia tradicional en la
época actual?
4.- ¿Qué relaciones tiene la Política con la sociedad?
5.- ¿Qué ventajas y desventajas representa la burocracia para la
organización y funcionamiento del Estado?
6.- ¿Por qué la educación es pilar fundamental de un país?

190
UNIDAD 4.
SOCIEDAD Y DERECHO
Dr. Jorge E. Moreno Collado

Objetivo particular.

4. Sociedad y Derecho
4.1. El objeto de la sociología del derecho.
4.2. El método.
4.3. Origen y desarrollo de la sociología del derecho.
4.4. Corrientes de la sociología jurídica: Factores sociales y culturales.
4.4.1. Emilio Durkheim, Max Weber y Georges Gurtvich.
4.4.2. Talcott Parsons y los funcionalistas−estructuralistas−
sistémicos.
4.4.3. Lawrence M. Friedman.
4.4.4. Niklas Luhmann.
4.4.5. Corrientes críticas al funcionalismo.
4.4.6. Jürgen Habermas.
4.4.7. Principales corrientes de la sociología jurídica.
4.5. Doble enfoque: Sociología del derecho y Sociología jurídica.
4.6. Vida social y vida jurídica.
4.6.1. Vida social: sociedades comunitarias, sociedades asociativas y
derecho.
4.6.1.1. Grupos sociales e interacción regulada.
4.6.1.2. Colectividades, roles y regulación.
4.6.2. Componente jurídico de la vida social regulada.
4.6.2.1. Regulación legislada de la vida social.
4.6.2.2. Poderes fácticos y vida social regulada.
4.6.2.3. El derecho vivo en la regulación social.
4.6.3. La acción sociojurídica.

191
4.6.3.1. La acción sociojurídica como vinculación entre norma y
realidad: derecho y hechos.
4.6.3.2. La acción sociojurídica y el “derecho libre”.
4.6.3.3. La función jurisdiccional y la relación jurídica como
acción sociojurídica.
4.6.3.4. La función jurisdiccional como creadora de derecho.
4.6.3.5. La naturaleza pluridimensional de la acción sociojurídica
y el consenso.
4.6.3.6. La coacción y la sanción, elementos estructurales del
derecho y la acción sociojurídica fundada en las
expectativas.
4.6.3.7. Teorías sociojurídicas de la coacción y la sanción: sus
exponentes.
4.7. Funciones sociales del derecho.
4.7.1. El derecho en el análisis estructural funcionalista.
4.7.2. Diversas posturas funcionalistas.
4.7.3. Las funciones específicas del derecho.
4.7.3.1. La función de organización.
4.7.3.2. La función orientativa-persuasiva.
4.7.3.3. La función de control social.
4.7.3.4. La función de resolución de los conflictos.
4.7.3.5. La función legitimadora del poder.
4.7.3.6. La función distributiva.
4.7.3.7. La función promocionadora.
4.7.4. Conclusiones.
4.8. Los roles jurídicos, componentes estructurales de la vida jurídica.
4.8.1 El rol del abogado.
4.8.1.1. Cambio social y cambio del rol del abogado.
4.8.2. La formación de los abogados y la abogacía.
4.8.3. Género y abogacía.
4.8.4. La abogacía como actividad asalariada.

192
4.8.5. Abogacía y especialización.
4.8.6. Resumen de las notas sobre el rol del abogado.
4.8.7. El Rol del juzgador.
4.8.7.1. Rol, realismo y conductismo judicial.
4.8.7.2. Orientaciones social y cultural del rol de juzgador.
4.8.7.3. Los contextos y expectativas del rol de juzgador.
4.8.7.4. Principios constitucionales del diseño del rol de juzgador.
4.8.8. El rol de la policía
4.8.9. Roles y partes en los procesos jurídicos (fiscales, actores,
demandados y víctimas).
4.8.9.1. Litigio, proceso y procedimiento.
4.8.9.2. El rol de fiscal o ministerio público.
4.8.9.3. El rol de actor y el rol de demandado en el juicio.
4.8.9.4. El rol de la víctima.
4.9. Deontología de los abogados y la abogacía.
4.9.1. Decálogo del abogado

Objetivo particular: estudiar la relación sociedad-derecho, destacando las


funciones del derecho en la sociedad y los factores sociales que influyen en la
eficacia o ineficacia.

4. SOCIEDAD Y DERECHO187

4.1. El objeto de la sociología del derecho.

Como enseña Renato Treves, los dos problemas fundamentales de los que debe
ocuparse la Sociología del derecho, son: “por un lado, el problema del Derecho en
la sociedad, y más exactamente, de la posición, la función y el fin del Derecho en

187
Es importante que para estos y otros temas se consulte el libro de Olga María del Carmen
Sánchez Cordero de García Villegas, et al, Sociología General y Jurídica, Edit. Porrúa, 1ª edición,
México, 2013.

193
la sociedad considerada en su conjunto; por otro, el problema de la sociedad en el
Derecho, es decir, el de las conductas sociales conformes o no conformes a las
normas, conductas de las cuales puede derivar un Derecho libre, vivo, latente, o
en formación”, todo lo cual es denominado por Renato Treves “el objeto de una
única disciplina: la sociología del Derecho”188

La sociología del derecho, entonces, se ocupa básicamente de describir y explicar


las relaciones entre la sociedad y el derecho, la interdependencia entre la regla
jurídica y la vida social y más específicamente, del análisis e investigación
científica de los factores estructurales y culturales que condicionan la creación de
normas jurídicas legisladas o convenidas por la sociedad o por grupos e individuos
de ella, y la adopción o preservación de una noción de justicia y otros valores
vinculados con el orden jurídico, así como de aquellos otros factores de toda
índole que inducen, promueven o crean y determinan los cambios en los
ordenamientos legales y en la cultura jurídica.

A este respecto, el derecho como en su ámbito la religión, la moral y los


convencionalismos, imponen en la sociedad elementos simbólicos que comunican
e identifican y que en conjunto integran un lenguaje propio, no exclusivo del
contexto interno de los especialistas, sino también del ámbito exterior de la vida
social que hace del lenguaje y la cultura jurídica un elemento transversal de la
sociedad.

• El derecho ocupa un lugar básico en los procesos de conflicto y consenso que


distinguen a las sociedades. El derecho y la cultura jurídica arreglan los conflictos,
pero muy a menudo el derecho mismo es el motivo de las confrontaciones, de lo
que hay que hacer algunas precisiones: Los ataques y defensa de las instituciones
jurídicas son ataques y apoyos indirectos a las políticas, a las prácticas sociales, a
los valores y concepciones ideológicas (la cultura, en general), a las demás
instituciones prevalecientes de orden político, económico (tratándose de

188 Treves, Renato. La sociología del Derecho, Ariel, Barcelona, 1988, p. 6.

194
adquisición y distribución respectivamente del poder y la riqueza) y al sistema
social en su totalidad. Sólo tratándose de los aspectos procedimentales podríamos
decir que existen conflictos o consensos sociojurídicos autónomos, pues las
normas sustantivas están siempre vinculadas a los aspectos materiales de la
realidad social.

• El derecho, en consecuencia es el mecanismo o el instrumento mediante el cual


se manifiestan y resuelven los conflictos, o mediante el que se establecen y en
ocasiones se rompen los consensos, por lo que estos procesos que implican
conflicto-consenso, cooperación-disenso, cambio-estabilidad, parejas
conceptuales todas ellas producto del enfoque formalista, son parte fundamental
de la sociología del derecho.

• Oponer el derecho al conflicto es una falacia, o un error, pues no todo conflicto


es necesariamente acto jurídico (considérense los conflictos laborales,
especialmente la huelga y el paro), ni el derecho es siempre un factor de
cooperación o consenso, o sea, de integración como lo postula el funcionalismo
parsoniano, sino que el derecho mismo es factor o expresión del conflicto. El
derecho integracional y el derecho conflictivo forman parte igualmente del objeto
de la sociología del derecho.

• Sociológicamente el derecho es considerado una técnica de regulación y de


control social a través de cierto tipo de normas, cuya obediencia es a la vez
consensual (p. e. el contrato) y coercitiva (p.e. la ley o la sentencia).

• Corresponde a la sociología del derecho, en cuanto que la mayor expresión del


orden jurídico, sobre todo del ordenamiento constitucional, es el Estado, estudiar
la conexión entre derecho y política, que implica el análisis político de la función
del derecho en la integración de las instituciones y regímenes políticos y en la
organización, limitación, control y legitimación del poder.

195
• También es parte del objeto de la sociología jurídica investigar “las
consecuencias socioculturales de las normas emanadas, previstas y no previstas
por los legisladores, en diferentes sectores de la sociedad”189. A esto le llamamos
estudio del impacto legislativo, que se vincula, con el análisis del derecho como
factor de consenso, de conflicto, de control, de igualación, de diversificación o
estratificación, de solución de conflictos y controversias, de conformidad y de
cambio social. Igualmente, le corresponde estudiar las funciones de los distintos
tipos de derecho en la sociedad y en ciertos sectores y clases sociales.

• Corresponde asimismo a esta disciplina la investigación del aparato de justica


de la sociedad, de la estructura y organización de los órganos judiciales; del
comportamiento de tales estructuras; de los roles y estatus de los jueces y
magistrados, su origen social, su comportamiento intra y extrajurisdiccional, y, “la
organización y la ideología de las profesiones y de las asociaciones que tienen
como fundamento el ejercicio de actividades conectadas con el derecho, tales
como los magistrados y abogados”190.

• Toca asimismo a la sociología jurídica, el estudio, desarrollo y función social de


la jurisprudencia, en cuanto conjunto de sentencias y resoluciones y en cuanto
interpretación y creación de la ley y el derecho, y la correlación entre cambio social
y cambio jurisprudencial, o sea, el estudio de la jurisprudencia sociológica. El
derecho como norma social frente a otras normas, en particular morales y
religiosas, su interdependencia, confrontación y refuerzo mutuo en la función de
control social, son parte importante de la sociología jurídica.

• En síntesis, la acción social dotada de sentido jurídico es el objeto de la


sociología del derecho; es decir, tanto “el derecho en acción” como lo explica
Ferrari, como la “acción sociojurídica” en los términos de este texto (Véase el

189 Gallino, Luciano. Op. cit., p. 279.


190 Idem.

196
apartado 4.4.3.), son parte fundamental del contenido y objeto de nuestra
disciplina.

4.2. El método.

La elevación de la sociología del derecho a la calidad de ciencia y no únicamente


de conocimiento de la realidad del derecho, significa que es capaz de elaborar
teorías, las cuales implican afirmaciones o generalizaciones acerca de
correlaciones empíricas entre fenómenos concretos. Una teoría acumula una serie
de confirmaciones de hipótesis propuestas en el punto de vista de partida, o de
dudas de teorías previas que pueden ser complementadas, desechadas o
superadas. Así ha ocurrido en las ciencias naturales, desde la astronomía, la
física, la química o la biología, pero ocurre igualmente en el campo de las ciencias
humanas y sociales, en este caso, en la sociología.

Toda teoría es una propuesta explicativa y no una respuesta definitiva; por ello se
dice que la ciencia procede mediante el método del ensayo y el error, hasta llegar
a generalizaciones con un grado aceptable del certidumbre. Éstas sin embargo,
quedan nuevamente sujetas a la prueba del ensayo y error, pero mientras esto
ocurre sirven para dar a nuestras observaciones el carácter de conocimiento o
base teórica de nuestro campo de interés.

La teoría sociológica, como cualquiera otra, es una teoría inestable, siempre


puesta a juicio y a revisión, como lo es la física o la biología. Sin embargo, las
ciencias sociales han desarrollado tantos métodos como investigadores dedican
su interés al campo de la vida en sociedad, pues cada sujeto tiene un punto de
vista respecto de la realidad que lo rodea o en el que está inmerso. La objetividad
en materia del existencia colectiva es más difícil de alcanzar que en relación, por
ejemplo, al clima: se puede tener o no frío o calor, pero la temperatura es un dato
para que se pueda medir y probar indiscutiblemente, con independencia de
nuestra sensación.

197
El conocimiento científico de lo social es mucho más que el relativismo del sentido
común; no se investiga en sociología para probar lo que todo mundo sabe, sino
descubrir por qué o cómo “todo mundo” cree saber lo que “realmente” ocurre en su
contexto.

La ciencia social nos puede dar pistas acerca de las convenciones o acuerdos
tácitos o deliberados que hacen que las personas afirmen con plena seguridad
qué son ellas y qué hacen, cómo funcionan y cómo padecen su entorno, o cómo
se relacionan con los demás y observan conductas más o menos regulares, es
decir, manifiestan la existencia de roles e instituciones que son objeto del interés
de la sociología, pero desde otros observatorios.

La sociología del derecho está inmersa en ese universo epistemológico, que le


obliga a describir y entender los fenómenos sociojurídicos y descubrir las leyes
causales que los rigen olas leyes de tendencias a las que se refiere el filósofo Karl
Popper. En la medida en que un sociólogo se inmiscuye en la realidad, va
descubriendo fenómenos y circunstancias inimaginables; Como afirma Vincenzo
Ferrari, “la investigación social es, sobretodo, aprendizaje.”

Para aprender y aprehender la realidad social del derecho, la sociología jurídica se


vale de los métodos de la propia sociología, básicamente el método empírico y la
observación, el método comparativo, el método histórico, el formalismo, el
marxismo, el método comprensivo, el método funcional, el método fenomenológico
y la gran variedad que ofrece la teoría sociológica, según veremos adelante al
estudiar las corrientes de la sociología jurídica, cada una de las cuales ofrecen su
propio repertorio al respecto.

Se ha acusado a la sociología de ser “las ciencias que cuenta con más métodos y
menos resultados”, según lo afirma el matemático francés Henri Poincare, juicio de
Bottomore considera “excesivamente duro”, pero que se basa en las pretensiones de

198
los primeros sociólogos de encontrar las leyes universales el desarrollo social y su
poca efectividad. A este respecto quedémonos con la propuesta de Robert K. Merton,
de que la sociología debe conformarse con elaborar “teorías de alcance medio”.

Sin embargo, los métodos en sociología (incluida desde luego en la sociología del
derecho), nos deben llevar a responder, según Vincenzo Ferrari, “a la pregunta
sobre las tareas de la sociología, sintetizándolas en cinco verbos: a) averiguar; b)
comprender; c) explicar; d) teorizar; e) predecir.”191

4.3. Origen y desarrollo de la sociología del derecho.

a) Los precursores.

Los precursores de la sociología del derecho, coinciden en realidad con los


precursores de la sociología, aunque de ellos nos interesan sus afirmaciones
acerca de las relaciones entre el derecho y la sociedad, como quedó apuntado
arriba.

• Tanto sociólogos como juristas coinciden en que Aristóteles fue de los primeros
que observó que a cada grupo o asociación importante de la colectividad, le
corresponde una regulación jurídica diferenciada, distinguiéndose así el derecho
de la familia, el derecho de las aldeas, el derecho de la ciudad y el de las
diferentes fratrías, distintos del derecho del Estado, o sea, del gobierno de la polis.

191 Ferrari, Vincenzo. Primera lección de sociología del derecho, presentación, traducción e índice
analítico de Héctor Fix-Fierro, edición del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM,
México, 2015, p. 91.- Es muy recomendable la lectura de esta obra de apenas 150 páginas, la que
según Fix-Fierro sirve “al conocimiento inicial de la sociología del derecho” y al mismo tiempo
“ofrece una división de estudio muy sencilla: la primera parte se refiere al objeto de la disciplina, y
la segunda al método.” El libro se presenta,—dice Fix-Fierro— con el acierto de la oportunidad,
pues no solamente aclara lo que dice su autor: “no se puede hacer sociología del derecho sin
derecho”, lo que reta a los sociólogos a incursionar en el mundo jurídico, e invita a los juristas a
valerse de las ciencias sociales para comprender mejor la relaciones entre sociedad y derecho,
pues hoy “el orden jurídico desempeña una función mucho más prominente en la vida social de la
que desplegaba anteriormente” (página 15 de la Presentación). Aunque posee carácter polémico,
la obra es excepcional y por ello recomendable.

199
• En el siglo XVII Althusius acepta la idea de que el derecho de las colectividades
intermedias (consociaciones) se sujetan al principio de subordinación al derecho
estatal, mientras que otro precontractualista, Hugo Grotius, se refiere al derecho
de las comununitates, dentro de un pluralismo “en cuyo ámbito el estado es una
comunidad particular en la que no hay razón para subordinar a otros”.192

• Gianbattista Vico (1668-1774), filósofo de la historia y precursor de la


sociología, distingue entre el derecho natural de las gentes, “que nace con las
costumbres comunes de las mismas”, del derecho “razonado por la secta de los
filósofos morales”, lo que se relaciona con el planteamiento de su obra maestra,
La scienza nuova, en la que explica el desarrollo del derecho en el curso de la
historia, o sea en las tres edades o tres épocas: la divina, la heroica y la humana o
de la razón; a cada una de éstas corresponde un tipo especial de derecho natural;
“el Derecho natural divino, esto es, el Derecho de los hombres primitivos que
‘pensaban que ellos y sus cosas estaban todas en razón de los dioses (…)’; el
Derecho natural heroico, ‘o bien de la fuerza (…)’; finalmente, el Derecho natural
humano, ‘dictado por la razón humana completamente desarrollada’ en la que se
considera la igual naturaleza de todos los hombres.

Véase la similitud de las tres edades de Vico con la “ley de los tres estadios” de
Augusto Comte, considerado el padre fundador de la sociología: el estadio
teológico, el estadio metafísico y el estadio positivo o científico. En Vico, a las tres
especies de derecho natural corresponden tres especies de gobierno: divino o
teocrático; heroico o aristocrático; y humano, de iguales, al que corresponden las
repúblicas libres o populares y las monarquías, que igualan a todos con sus
leyes193 (sistema preferido por Vico).

• Otro punto de coincidencia entre juristas y sociólogos es que “la sociología del
derecho empieza con la obra de Montesquieu: De l’Esprit des Lois (1748)”, o sea,

192 Gallino, op. cit., p. 280.


193 Treves, Renato. Op. cit., pp. 22-25

200
cien años antes de la aparición de la obra completa de Augusto Comte sobre la
filosofía positiva y la Sociología. “El análisis de Montesquieu se basa todavía en el
esquema del ‘derecho natural’, pero también describe y compara el derecho de las
diferentes sociedades y relaciona las diferencias con la diversidad de condiciones,
tanto geográficas como sociales, de estas sociedades”.194

Montesquieu pone las bases de “una ciencia empírica de la sociedad”; afirma que
las leyes deben adecuarse al espíritu, o sea, a las condiciones reales de los
países a que se aplican; e intenta poner de manifiesto la armonía de tales leyes
“con el grado de libertad que la constitución está en condiciones de asegurar, con
la religión de los habitantes, con sus disposiciones, sus riquezas, su número, su
comercio, costumbre o maneras”.

Analiza Montesquieu las relaciones reciprocas de las leyes “con su origen, con el
fin del legislador, y con el orden de las cosas sobre las que han sido
establecidas”. 195 Como precursores, Vico y Montesquieu, son verdaderos
sociólogos del derecho, en los que se inspiraron muchos de los estudiosos
posteriores.

• F. K. Savigny y J. Bentham, son precursores también, quienes reciben la


influencia del iluminismo del siglo XVIII, de Vico y Montesquieu, pero avanzan en
sus concepciones en el marco del romanticismo y el historicismo propios del siglo
XIX.

• Friederich Karl von Savigny (1779-1861) es muy conocido como fundador de la


escuela histórica alemana. Aunque influido por Montesquieu, su concepción de las
relaciones entre derecho y sociedad es sustancialmente opuesta a la del derecho
natural. Para Savigny el derecho no coincide con la ley, no exalta el culto a la ley
sino lo considera un producto social, un conjunto de reglas que nacen

194 Bottomore, T.B. Introducción a la sociología. Ed. Península, Barcelona, 11ª ed., 1992, p. 245.
195 Idem.

201
espontáneamente de la sociedad y no son impuestas por la voluntad de los
legisladores.

Para la Escuela del derecho natural la legislación debe ser considerada como la
fuente suprema y exclusiva del derecho, endiosando así la presencia del Estado-
legislador; a esto se opone Savigny, quien explica que el derecho es un hecho
espontáneo y natural que vive en la conciencia del pueblo y expresa el carácter de
éste, igual que el lenguaje, las costumbres o la constitución. Sin embargo afirma
que en etapas primitivas el derecho crea su propio lenguaje y que con el
crecimiento de la cultura las actividades del pueblo se diferencian cada vez más y
el trabajo realizado originariamente en común, se divide en ramas distintas en las
que sobresale la de los juristas.

• Según comenta Treves196 “La existencia del Derecho… se hace, pues, cada vez
más artificiosa y complicada en cuanto que tiene una doble vida, esto es, en
cuanto que por un lado vive como parte íntegramente de toda la vida del pueblo y,
por otro lado, sin dejar de vivir en la vida del pueblo, vive también en el ámbito de
una ciencia especial confiada a los juristas. Hay que distinguir, según Savigny, en
la vida del derecho, un “elemento político” que implica su dependencia de la vida
social, y un “elemento teórico”, que representa su vida separada y científica. El
pueblo o los juristas son la fuerza interior que crea el derecho, nunca el arbitrio de
un legislador.

La escuela histórica afirma que la sustancia del derecho está aportada por el
pasado de la nación en su conjunto, no es el resultado de un arbitrio individual;
sostiene también que la escuela no histórica es la que afirma, por el contrario, que
el derecho es creado en cada momento por las personas investidas de poder
legislativo, de manera arbitraria y con plena independencia “respecto al Derecho
del tiempo anterior”. Este contraste, de acuerdo con Wolfgang Friedman, expuesto
en el prefacio de su libro Law in a changing society, [hay una edición en español

196 Treves, Renato. Op. cit., pp. 26 y 27.

202
del Fondo de Cultura Económica (1966): “El derecho en una sociedad en
transformación.] es el que expresan los puntos de vista contrapuestos de Savigny
y de Jeremy Bentham (1748-1832), por lo que ahora resumiremos el punto de
vista de éste, según lo explica Treves197.

• Bentham afirma, al contrario de Savigny, que el derecho es un mandato o un


conjunto de mandatos que surgen del legislador, quien está investido de la función
legislativa, por el poder soberano del Estado. Según esta concepción, coincidente
en buena parte con las de los iusnaturalistas, el derecho es un sistema
independiente del sistema social y por lo mismo un instrumento de la potestad del
Estado para mantener o modificar el orden social existente.

Según el autor, los conceptos de ley natural, contrato social y recta razón son
únicamente ficciones que deben ser sustituidas por principios verificables en la
experiencia, como el principio de utilidad, “según el cual el fin de la legislación
debe ser esencialmente el de procurar la máxima felicidad para el mayor número
de individuos”. Según Friedman, el criterio de Bentham ubica el fin del derecho “en
objetivos sociales prácticos y no ya en posiciones abstractas”, con lo cual plantea
un relativismo jurídico cuya tendencia desemboca más tarde en la llamada
“jurisprudencia sociológica”.

Bentham también se interesa por problemas que todavía hoy preocupan a la


sociología de Derecho, como la organización judicial (número de tribunales y
cargas de trabajo, distribución territorial), la profesión judicial (selección de jueces,
promociones, inamovilidad), funciones de los abogados, los procuradores, los
jurados, etc., así como la modernización del sistema penitenciario (Panopticon), a
los que se suman sus análisis sobre los sofismas, falsas opiniones que se
manifiestan para apoyar u oponerse a la promulgación de leyes.

197 Ibidem, pp. 27-29.

203
Adviértase, pues, que los precursores mencionados serían hoy catalogados como
verdaderos sociólogos del derecho, si bien sus conclusiones están todavía más
cerca de la especulación inteligente que de la investigación científica.

• Todavía dentro de los precedentes, ubiquemos la obra jurídica de Charles


Comte (1782-1837) contemporáneo y amigo de Bentham, quien escribió una obra
de tintes positivistas, titulada Traité de législation. Dice que la ciencia de la
legislación, cuya tarea es descubrir las leyes que explican la prosperidad, inercia o
decaimiento de las sociedades, no debe estudiar las normas separadas de los
hechos, sino estudiar los hechos y las normas vinculadas a los hechos. Las
fuerzas que componen una ley, afirma, son aquellas “que actúan sobre un
gobierno y que lo empujan a ordenar ciertos comportamientos o a prohibir otros”.

El Traité de législation de Charles Comte (homónimo de Augusto Comte, el


fundador de la sociología) ejerció importante influencia en autores que orientaron
sus estudios de sociología del derecho hacia el naturalismo y el positivismo198,
como los italianos Gian Domenico Romagnosi, Carlo Cattaneo y Emerico Amari.

4.4. Corrientes de la sociología jurídica: Factores sociales y culturales.

Para el Diccionario de Gallino, la rigurosa sociología del derecho, que analiza


metódicamente en sentido sociológico la legislación, la jurisprudencia, las funciones de
las reglas de derecho, se inicia apenas a finales del siglo XIX y principios del XX,
debido entre otros factores sociales y culturales, a los siguientes:

1. El desarrollo del positivismo jurídico, que echó por tierra la hegemonía del
jusnaturalismo, descubriendo los nexos entre clases y élites dominantes y los
sistemas jurídicos vigentes.

198 Treves, Renato. Op. cit., p. 29.

204
2. El desarrollo del historicismo jurídico de Savigny (1834) y von Gierke (1868) que
aclaran variaciones y diferencias de los sistemas jurídicos en relación con la
cultura de las diversas sociedades.

3. El estudio comparado, etnológico y antropológico, del origen de los sistemas


jurídicos y su evolución, vinculados a la evolución de las sociedades.

4. La difusión de la doctrina marxista respecto de que el derecho, más que


regulador, es el instrumento de dominio de una clase social sobre otras.

5. La comprobación empírica de que la velocidad o ritmo del cambio social deja


atrás el sistema jurídico vigente, tal como lo explicó Ehrlich en 1913, en su teoría
conocida como del derecho vivo.199

6. La aparición de la jurisprudencia sociológica en Alemania, con el propio Ehrlich;


en Estados Unidos con Roscoe Pound y en Francia, con Leon Duguit, la que se
propuso, en oposición con el formalismo jurídico de Kelsen y sus seguidores, entre
ellos Bobbio, estudiar empíricamente las causas y consecuencias sociales de las
normas jurídicas y los efectos que sobre el derecho viviente ejercen el
comportamiento y decisiones de jueces, abogados, fiscales y otros actores o
ejecutores jurídicos.

4.4.1. Emilio Durkheim, Max Weber y Georges Gurtvich.

En la transición del siglo XIX al siglo XX, sobresalen Durkheim y Weber, aunque
éste, junto con Gurtvich, es un exponente de la verdadera fundación de la

199 Ehrlich afirma que la verdadera teoría científica del derecho, la verdadera ciencia del derecho,
es la sociología del Derecho. “Se trata, dice, de una ciencia que tiene el fin de conocer y describir
lo concreto y no lo abstracto, los hechos, no las palabras, y que tiene por tanto por objeto no sólo el
Derecho ‘válido para los tribunales y para los órganos dotados de autoridad’, sino también y
especialmente el Derecho vivo, no formulado en proposiciones jurídicas, [que] regula toda la vida
social.” Cfr. Treves, Renato. Op. cit., p. 86.

205
Sociología del derecho, mientras Durkheim sólo contribuye con la formulación del
concepto de hecho social, que permite ver al derecho en su expresión fáctica real.

a) Emilio Durkheim, sin embargo, hace aportaciones notables a la sociología


empírica, a los aspectos metodológicos y al estudio de la división del trabajo, la
solidaridad social y la explicación científica sociológica de fenómenos como el
suicidio, sin quedar atrapado en aspectos meramente psicológicos.

— Es precisamente en su obra De la división del trabajo social donde Durkheim


explica la relación entre tipo de sociedad y sistema de derecho que asegura esa
relación, particularmente al describir evolutivamente (siguiendo a Spencer) el
tránsito de la sociedad primitiva a la sociedad moderna.

— La sociedad más antigua se basa en una solidaridad mecánica, a la que


corresponde en forma dominante un derecho represivo, en tanto que a la sociedad
moderna, basada en la solidaridad orgánica, le corresponde un derecho
restitutorio. A este respecto dice Soriano:

En resumen, la sociedad primitiva y mecánica estaba guiada por la tradición,


los lazos de parentesco, los símbolos de lo sacro, la organización de la
propiedad colectiva y un derecho represivo. La sociedad moderna orgánica
se fundaba en la ley civil, las relaciones individuales abiertas, los símbolos de
los valores laicos, la organización de la propiedad privada y el derecho
restitutorio.200

— Durkheim advierte del peligro a que conlleva la solidaridad orgánica y


recomienda políticas para preservar los principios morales.

Gran parte de la sociología jurídica de finales del siglo XIX e inicios del XX, si bien
contiene observaciones penetrantes en relación a estructura social y derecho, es
más especulativa que empíricamente sostenible. Después de la Segunda Guerra
Mundial, Gurvitch, Treves y otros más, abrieron el camino a la objetividad

200 Soriano, Ramón. Op. cit., p. 96.

206
empírica, aquel con su idea del derecho social y éste con una gran obra histórica,
académica y empírica, de la sociología del derecho.

b) Max Weber (1864-1920), aporta la idea del derecho unida a su concepción de


la acción social y la relación social. Señala que el estudio sociológico del derecho
tiene por objeto los comportamientos o la acción de los individuos y colectividades
referidos a las normas y a la representación que de estas reglas se dan ellos
mismos. Afirma que la ciencia del derecho se ocupa del deber ser ideal y de la
validez ideal, mientras que la sociología del derecho se dirige al ser, a los hechos
materiales y concretos, al devenir real y por tanto a la validez empírica de las
normas.

— Weber analiza también el proceso de racionalización del comportamiento


humano, lo cual explica el paso de la costumbre a la convención y de ésta al
derecho:

i. El derecho material e irracional, fundado en el arbitrio del legislador y en el


sentimiento personal del juez sin apoyo en normas generales: es la justicia
del cadí o del juez musulmán sentado en el mercado, que decide según su
inspiración;

ii. El derecho material racional, que opera cuando el legislador o el juez


deciden con base en un libro sagrado (Corán, Biblia), o en imperativos
éticos, en máximas políticas, etc..

iii. El derecho formal e irracional, que se da cuando el legislador o el juez


deciden con normas fuera de la razón, surgidos por revelación, o fundadas
en oráculos o equivalentes.

iv. El derecho formal-racional que se presenta en las sociedades más


avanzadas, en las que los jueces y legisladores se fundan en el precedente,

207
refiriéndose a normas estatuidas y codificadas (legisladas por un poder
legítimo) y cuyas decisiones se basan en principios lógicos y filosóficos
creados por el pensamiento jurídico. Diríamos que son las normas jurídicas
surgidas del Estado de derecho.

— Los cuatro tipos ideales enunciados por Weber, identifican cuatro estadios o
etapas en el desarrollo del derecho y del proceso: el de la creación carismática; el
de la producción empírica de reglas por notables; el de la imposición por príncipes
o líderes religiosos; y, el del “Derecho estatuido sistemáticamente y de la
administración de justicia especializada a cargo de juristas de profesión que han
recibido una formación letrada de tipo lógico formal”.201

— Weber se ocupa de manera muy especial del comportamiento de los individuos


en los procesos sociales y como operadores del derecho, lo que contribuye a la
instauración de la sociología moderna del derecho y de la profesión jurídica. Éstos
técnicos especialistas, según Weber, contribuyen de manera decisiva a la
realización de un “Derecho desarrollado”, mismo que según el maestro alemán,
favoreció el desarrollo de la economía capitalista.

— Importa igualmente destacar la relación que Weber explica entre derecho


privado y economía y derecho público y política. A este respecto define al Estado
como “la comunidad humana que, en el ámbito de un determinado territorio …
pretende por sí, con éxito, el monopolio del uso legítimo de la fuerza física”. Esta
fuerza legítima se deriva efectivamente de la ley y el derecho, por lo que el tipo
más puro de poder legal “es aquel que se vale de un aparato administrativo
burocrático”.202

c) Georges Gurvitch (1894-1965), ruso de nacimiento, francés por adopción y


que también enseñó en New York durante los años de la Segunda Guerra

201 Cfr. Treves,Renato. Op. cit., p. 112.


202 Ibid, p. 115.

208
Mundial, tiene vínculos y se vale de las tres corrientes que según Treves fundan la
sociología del derecho: la de los sociólogos, la de los teóricos de la política y la de
los juristas.

⎯ Gurvitch es un exponente del pluralismo jurídico y coincide con


institucionalistas, por lo que rechaza a Kelsen y a los defensores del positivismo
jurídico. Tampoco acoge las ideas de Weber, complaciente a su juicio de las
ciencias dogmático-normativas. A la vez, se opone al estatalismo de Marx y
simpatiza con el pluralismo de Proudhom. Prefiere a Saint-Simón por encima de
Comte y reconoce la impronta de Durkheim. La sociología de Gurtvich se acerca y
a veces se confunde con la filosofía, particularmente a través del idealismo social
de Fichte, la intuición de Scheler y la experiencia metafísica de Bergson. Este
autor entiende la sociología del derecho como “la parte de la sociología del espíritu
humano que estudia en plenitud la realidad del Derecho”.

⎯ Las ideas fundamentales de su sociología jurídica, que expone en su obra


L’ideé du droit social (La idea del derecho social) son el pluralismo jurídico, la tesis
de los hechos normativos y la idea del derecho social. El pluralismo jurídico,
floreciente en la época del romanticismo y del historicismo, asegura que no es el
Estado la única ni la principal fuente del derecho, sino una entre varias, lo cual se
fundamenta en la autoría de los hechos normativos, la que hace residir el poder de
hacer el derecho, la fuente principal del derecho, en aquellas comunidades que
“crean su ser generando el derecho que les sirve de fundamento”. Podríamos
incluir aquí a la iglesia, los sindicatos, las universidades, los pueblos indígenas, los
municipios, las asociaciones, etc..

⎯ Los hechos normativos están relacionados con los valores: personales y


transpersonales, a los que corresponden respectivamente dos tipos de derecho, el
derecho individual y el derecho social, el primero se conjuga con los pronombres
yo, tú, él, mientras que el segundo se conjuga con el nosotros. El derecho social
es el derecho de integración y colaboración, es el derecho del transpersonalismo y

209
de la democracia, de allí que para Gurvitch socialismo y democracia sean términos
semejantes, sólo que el socialismo tiene que ser liberal y democrático: “La
democracia es el derecho social organizado”; también afirma: “El socialismo es el
aspecto económico de la democracia y la democracia no podrá aplicar su
verdadera esencia y sus múltiples fuerzas potenciales mientras permanezca
esclava del individualismo”.

— Para Gurvitch la sociología del derecho es la expresión del pluralismo jurídico, o


sea, de la concepción que une el derecho a la realidad social viva y es
incompatible con el positivismo jurídico y con toda posición que hace “depender la
positividad del Derecho de la voluntad del Estado y que afirma que el Estado es la
única fuente del Derecho”.

— En la concepción resumida de Gurvitch, “mucho derecho nos lleva a la


sociología y mucha sociología nos conduce al derecho”. En consecuencia, las
formas de sociabilidad: masa, comunidad y comunión, nos proporcionan, —
aunque suene tautológico— “las especies de Derecho en función de las diversas
formas de sociabilidad”. El derecho social corresponde a la forma de sociabilidad
comunitaria, que es la de integración del colectivo.

— Congruente con todo lo anterior, Gurvitch afirma que a cada clase social
corresponde un tipo dominante de derecho: a la clase agrícola, un ordenamiento
que afecta a la propiedad agraria, a la familia y al derecho sucesorio; a la clase
burguesa, el derecho mercantil, contractual individualista y el libre mercado; a la
clase proletaria, el derecho del trabajo, de libertad de huelga y sindical, y de
rechazo a la autocracia patronal.

— Debe criticársele a Gurvitch su rechazo y falta de aprecio a la investigación


empírica, aunque reconoce en algunos aspectos su utilidad, por ejemplo, respecto
de los criterios para la clasificación de los grupos sociales (que para él son
quince), con lo cual se puede lograr “una imagen completa y viva” de ellos.

210
4.4.2. Talcott Parsons y los funcionalistas−estructuralistas−sistémicos.

• “Talcott Parsons (1902-1979) es el autor más representativo del funcionalismo y


probablemente el sociólogo contemporáneo más seguido y criticado a la vez”, dice
Ramón Soriano en su obra Sociología del Derecho203. Con honradez y objetividad
podemos llamarlo el padre del funcionalismo, la teoría sociológica sistemática más
ambiciosa e integral del siglo XX, que mantiene seguidores y detractores por
doquier. Su teoría funcional se reconoce también como estructural-funcionalista o
como funcionalismo estructuralista, o bien como estructuralismo funcional, cuyo
concepto central es el de función.

Es verdad que la noción de “función social” ya había sido formulada en el siglo


XIX, especialmente por Herbert Spencer, y que fue Durkheim quien dio una
connotación rigurosa al concepto de función social en sus obras sobre la división
del trabajo y sobre las reglas del método sociológico, pero la antropología (con
Malinowsky a la cabeza) y la sociología más reciente, se sirvieron de esas
naciones y conceptos para elaborar un método de análisis que explique con la
mayor claridad la “idea de que en toda sociedad particular las diferentes
actividades sociales se hallan interrelacionadas”. La obra de Parsons, que más
adelante modulara Robert K. Merton 204 estuvo acompañada del rechazo y
condena del enfoque histórico y el método comparativo.205

— Algunos conceptos y términos centrales de Parsons, además del de función y


sistema social, son los de acción social y actor social, estatus, rol e institución, de

203 Soriano, Ramón. Op. cit., p. 142.


204 Merton, Robert K. Teoría y estructura sociales, Fondo de Cultura Económica, México, 1965, en
que introduce matices como la distinción entre funciones y disfunciones, que explican la posibilidad
del cambio social endógeno y cuya ausencia permite criticar la teoría de Parsons como ideología
política conservadora, así como el de las funciones manifiestas y latentes. También propone que la
sociología se “conforme” con “teorías de alcance medio”, moderando así la ambición original de la
sociología de hallar leyes generales y universales del desarrollo.
205 Bottomore, op. cit. p. 54-56.

211
los que ya hemos dado cuenta en este texto, pero que al relacionarse con la
acción sociojurídica cobran un carácter muy especial.

— El actor social debe ser captado en el marco de referencia del estatus-rol, o


sea, posición-papel, pues el actor ocupa una posición en el sistema y desde ella
se relaciona con otros actores. La posición es el estatus y la actuación es el rol o
roles desempeñados por el actor.

— Los roles, lo hemos dicho, son expectativas de acción y de relación social, así
como pautas o reglas de conducta esperadas de los actores en función de sus
estatus en el sistema. (La interacción del juez con las partes genera en éstas,
durante el juicio, la expectativa de que aquél actúe con imparcialidad: en el fondo
las partes esperan que la instancia los favorezca).

—El rol es la participación estructurada, esto es, regulada normativamente, de una


persona en un proceso determinado de interacción social con otros titulares de
roles determinados”, afirma Parsons.

— Los roles son las unidades básicas de las instituciones, pues una institución,
como afirman Gerth y Mills, no es sino un “racimo de roles”, o “modelos
normativos que definen las categorías de acción esperadas”. Para Parsons, la
institución es el elemento determinante de la integración y conservación del
sistema social.

— El sistema social, por su parte, “es un modelo de organización de los elementos


de la acción relativo a la persistencia o procesos ordenados de cambios de las
pautas interactivas de una pluralidad de actores individuales”, lo que expresado
más asequiblemente significa que es un todo formado de partes que contribuyen
entre sí para mantener la estabilidad y que responde a las presiones de su entorno
cumpliendo sus funciones, o realizando los ajustes o cambios necesarios para
asegurar su continuidad.

212
— Los elementos que contribuyen a su estabilidad los denomina Parsons
componentes y estos son: las colectividades, los roles (que definen los medios de
adscripción y participación de los individuos en las colectividades), las normas
(que regulan las relaciones dentro del sistema) y los valores (orientaciones del
sistema, a los que éste tiende). En un orden de jerarquía cibernética, en el que la
parte superior es más rica en información y la más rica en energía está en el
último escalón, quedan situados así: valores, normas, colectividades y roles.

— Las funciones que realizan el ajuste del sistema por las exigencias de su
entorno, son: a) función de estabilidad normativa, que consiste en asegurar el
conocimiento y aceptación de los valores y fines del sistema, también enunciada
como mantenimiento de pautas y manejo de tensiones; b) función de integración,
consistente en unir y coordinar los individuos y partes del sistema, asignándole a
cada uno de ellos el papel y responsabilidad, premios y sanciones a las que se
hagan acreedores; c) función de logros de fines o prosecución de objetivos, que
significa la definición y alcance de logros colectivos diferentes de los de carácter
individual de cada persona; y d) función de adaptación, referente a los medios de
que se vale el sistema para el logro de fines y objetivos, recursos que
racionalmente se usan para ello.

— Hay una relación de paralelismo entre los componentes estructurales y las


funciones: La estabilidad normativa corresponde al componente estructural de los
valores, definidos por la cultura; la función de integración, a las normas, ya sean
usos, costumbres o leyes; la función de logro de fines, a las colectividades, que
existen para apoyar a sus miembros en sus realizaciones; y, la función de
adaptación, a los roles, cuyo desempeño es el control a los sujetos en la búsqueda
de medios y mecanismos de sobrevivencia y convivencia.

— El sistema se descompone en cuatro dimensiones o subsistemas que forman


un “modelo de intercambio”, fácilmente comprensible: Adaptación, que es la

213
dimensión más próxima a la realidad empírica o material y se identifica con la
economía; el alcance de metas, que implica lo que Easton llama “la distribución
autoritaria de cosas de valor”, que se relaciona con la política; la integración, que
busca coordinación y solidaridad, se refiere a los órdenes normativos, entre ellos
el derecho; Mantenimiento de pautas, que se relaciona con los valores, adquiridos
culturalmente.

Independientemente de la abstracción y generalidad con las que aborda Parsons


la concepción del sistema social a partir de la teoría de la acción, en la que la
sociedad es presentada como un ente inconmutable, cuyas variaciones son tan
lentas que resultan imperceptibles y fácilmente arregladas mediante simples
ajustes, lejos de los sacudimientos provocados por el conflicto y los movimientos
sociales, la propuesta de Parsons ha servido para describir fenómenos específicos
del sistema social y ha sido adaptada a las explicaciones de los sociólogos del
derecho, pese a las graves críticas enderezadas al funcionalismo por los propios
juristas.

— Norberto Bobbio, por ejemplo, señala que el análisis funcionalista del derecho,
no hace sino largas listas de funciones del derecho: “son, por una parte, una
recopilación de cosas más bien obvias que poco o nada añaden a nuestro
conocimiento del fenómeno jurídico, además de que en la expresión “función del
derecho” hay interrogantes sin respuesta concreta: “¿Función respecto a qué?
¿Respecto a la sociedad como totalidad o respecto a los individuos que forman
parte de ella?” ¿Y qué se entiende por derecho, el privado, o el público, el
constituido por normas de convivencia, o el integrado por normas de
organización?

— Bobbio concluye que una teoría que busque la especificidad del derecho, no en
la estructura de la norma, como se ha hecho tradicionalmente, sino en la función,
es un trabajo que está todavía por realizarse. Propone Bobbio, agregando otro
concepto más a la “larga lista”, la función promocional del derecho.

214
— Vincenzo Ferrari propone una solución y considera que las funciones más
generales del derecho, que abarcan a las demás, son “la función de orientación
social, la de tratamiento de los conflictos declarados y la de legitimidad del poder”.

— Agrega Ferrari que hay una clara diferencia entre análisis funcional y
funcionalismo: mientras el primero es un método, el segundo es una filosofía.
Como método, es “quizás el único, que permite a las ciencias sociales proponer
explicaciones sin incurrir en apriorismos cognoscitivos”, mientras que como
filosofía “sería la apriorística apología de un orden social”.

— De esa manera, el análisis funcional puede aplicarse, según Ferrari, “a


condiciones incluso extremas de desequilibrio y de disgregación, 206 tal como lo
analizó, entre otros, Lewis A. Coser, al estudiar empíricamente las funciones
sociales del conflicto.

— Advertidos ya de que Parsons explica que la función de integración, propia del


subsistema de integración, trata de satisfacer las exigencias de la solidaridad
social y que se vale de los mecanismos de control social, comprendemos que para
este autor norteamericano “el Derecho no es sólo el conjunto de una serie de
reglas definidas abstractamente. Es también una serie de reglas conectadas con
ciertos tipos de sanciones, legitimadas de cierta forma y aplicadas de otra. Es
además —agrega Parsons— una serie de reglas que se encuentran en ciertas
relaciones bien determinadas con colectividades específicas y con los roles que
los individuos ocupan en su medio”207.

— Así, la función primaria del derecho —ya se dijo— es la integración, con lo que
se mitigan los potenciales conflictos y se lubrifica el mecanismo de las relaciones
sociales. Como dice Treves: “En efecto, sólo con la adhesión a un sistema de

206 Cfr. Treves, Renato. Op. cit., p. 205.


207 Ibidem, p. 207.

215
normas el sistema de interacción social puede funcionar sin degenerar en
conflictos abiertos o latentes”.

— Para que el sistema de interacción funcione debe ser “un sistema unitario y
relativamente coherente” y para alcanzar un sistema tal, dice Parsons, “existen
cuatro problemas principales que deben ser resueltos”. En forma resumida, el
primero es el de la legitimación del sistema, que responde al por qué debemos
conformarnos a las normas y satisfacer las expectativas de aquellos con los
cuales interactuamos, o sea, el que obliga a preguntarnos cuál es el fundamento
del derecho.

— El segundo problema es el del significado que la norma general tiene o puede


tener para nosotros en una situación o caso particular, que no es sino el problema
de la interpretación el derecho.

— El tercer problema es el de las consecuencias favorables o desfavorables del


comportamiento respecto a las normas, a la conformidad o no conformidad con
ellas, que es el tema de la sanción.

— El cuarto problema es el de los sujetos, y las circunstancias en las que una


norma o conjunto de normas “se aplica con sus interpretaciones y sanciones, que
es en la práctica el problema de la jurisdicción, bajo dos aspectos: el de la
autoridad que tiene jurisdicción sobre personas y actos por causa de la
determinación normativa, y el de la clase de actos, personas, roles y
colectividades a las que pueden aplicarse las normas jurídicas.

— Los ámbitos de la sanción y la jurisdicción conectan al sistema jurídico con el


sistema político, a la norma con el poder que la aplica, con la coerción fundada en
el uso legítimo de la fuerza física, que es lo que distingue al Estado. Siguiendo a
Bobbio, diremos que el problema de la sanción y su solución teórica funcional, es

216
el de la norma jurídica que requiere del poder para hacerse efectiva, y el del poder
que requiere del derecho para volverse legítimo.

— La función de legitimación, asienta Parsons, se refiere en gran medida, a la


relación y a la distinción entre derecho y ética.

— La función de interpretación cumple dos objetivos: uno se dirige a la integración


del propio sistema de normas y consiste en enfocarlas, lo que lleva
preferentemente al ámbito de la profesión del juez; y el otro se refiere a la relación
de las normas con los individuos, con los grupos y con las colectividades, que
conduce a la profesión del abogado.

— Combinados los dos problemas de la legitimación y de la interpretación se


advierte la importancia de la materia procedimental en el campo del derecho y por
qué Parsons considera éste como mecanismo de control social.

— Por último, según Parsons, “el Derecho adquiere una importancia especial en
un tipo de sociedad pluralista y liberal”, diríamos de democracia constitucional,
mientras que “en un tipo de sociedad totalitaria que tiene una gran urgencia por
solucionar algunos conflictos generales y fundamentales, en el campo político, el
Derecho tiende a ser dejado a un lado”208.

4.4.3. Lawrence M. Friedman.

• Lawrence M. Friedman, autor de una importante obra sobre el sistema jurídico


en la perspectiva de las ciencias sociales, es un seguidor heterodoxo del
funcionalismo de Parsons, pues atribuye al derecho funciones preferentemente
positivas y no sólo negativas como resolutor de conflictos, entendiendo que el
derecho se ubica en el complejo de formaciones, instituciones y comportamientos
que forman la “cultura jurídica”.

208 Cfr. Treves, Renato. Op. cit., p. 209.

217
— Para Friedman el sistema jurídico, al actuar efectivamente, “es un organismo
complejo dentro del cual interactúan los elementos de la estructura o forma, de la
sustancia o contenido, y de la cultura”. Así, por ejemplo, en el problema de
incidencia y de la realidad del divorcio, hay que tomar en cuenta, en primer lugar,
la sustancia, es decir, las normas jurídicas que lo instituyen y regulan; en segundo
lugar, la estructura judicial (si hay tribunales y jueces suficientes, procedimientos
judiciales poco complicados, reducido costo y gasto en los juicios, se tenderá a su
incremento, y viceversa); en tercer lugar, la cultura jurídica, o sea, las actitudes y
valoraciones de orden religioso, moral, económico y social en cuanto al divorcio y
sus efectos sobre los hijos, y los amigos de los hijos, etc.

— En tales contextos, el derecho no es una entidad independiente y autónoma,


sino sensible a la presión externa, que refleja además los deseos y el poder de las
fuerzas sociales que inciden sobre él”. Pero Friedman también analiza cuales son
las funciones que el sistema jurídico ejerce en la sociedad. Treves expone:

“Y a este respecto, después de haber tomado en consideración las distintas


funciones de las que generalmente se habla (resolución de las controversias,
control social, ingeniería social, registro de los casos, cambio de los
comportamientos, etc.), Friedman afirma que el Derecho es un sistema de
distribución de bienes y servicios y que, dado que los bienes y los
servicios son escasos, las decisiones y opciones jurídicas son por su propia
naturaleza decisiones y opciones económicas. Así, en este sentido, el
sistema jurídico es “un sistema de racionamiento. Lo que el sistema jurídico
hace, y lo que él es, refleja la distribución del poder en la sociedad: quién
está en la cúspide y quién está en la base; además, el Derecho contribuye a
que esta estructura social permanezca estable, o cambie solamente según
modos aprobados y previstos. El sistema emite mandatos, atribuye
beneficios y dice a la gente lo que se puede y lo que no se puede hacer; en
todo caso, la norma de Derecho, si se cumple, ha realzado alguna opción en
orden a quién debe tener, u obtener, o conservar algún bien”.209

— Además de la cultura jurídica externa (propia de toda la población y común a


toda la población) hay la cultura jurídica interna (propia de aquellos miembros de

209 Cfr. Treves, Renato. Op. cit., p. 213.

218
la sociedad que realizan actividades jurídicas especializadas), que sólo existe en
las sociedades que poseen especializaciones y profesiones jurídicas.

— Friedman explica el cambio jurídico con referencia al lugar de origen del propio
cambio (dentro o fuera del sistema jurídico) y a su lugar de impacto final (dentro o
fuera del sistema jurídico, y que puede iniciarse dentro y transitar a la sociedad,
fuera del campo propio del derecho. Con estas aproximaciones al cambio,
Friedman se aleja del análisis funcional clásico de Parsons.

4.4.4. Niklas Luhmann.

• Niklas Luhmann, yendo más allá de Friedman, desarrolla una teoría sociológica
del derecho completa y opone al estructuralismo funcional de Parsons su
funcionalismo estructural, que parte de la óptica de la teoría general de los
sistemas, entendiendo como sistema social “una conexión dotada de sentido de
acciones que se refieren unas a otras y están delimitadas frente a un medio”.

— El sistema no es un conjunto de personas, sino de acciones, por lo que las


acciones de un mismo individuo pueden insertarse en sistemas diferentes (o
subsistemas), según se realicen en el ejercicio de un rol u otro. Esto da lugar a
tantas posibilidades, que se generaría “una peligrosa inestabilidad” si no existieran
las estructuras, que seleccionan y traducen las potencialidades indefinidas en
expectativas previsibles.

— En ese marco, Luhmann define el derecho como la “estructura de un sistema


social que reposa sobre la congruente generalización de expectativas normativas
de comportamiento”. Por ello, además de ser un instrumento de cohesión social,
es también, para este autor, “un instrumento de instrumentos que coordina a un
nivel altamente generalizado y abstracto todos los mecanismos de integración y de
control”.210

210 Ibidem, p. 214-215.

219
— La sociología jurídica de Luhmann se desarrolla en tres planos: el pasivo, el
condicionamiento que la sociedad ejerce sobre el derecho; el activo, del
condicionamiento que el derecho ejerce sobre la sociedad; y el reflexivo, referente
a la relación entre el estudio del derecho y el estudio de la sociedad.

— En el primer plano (el pasivo) la creciente complejidad social determina una


transformación de las estructuras jurídicas que actúan para reducir dicha
complejidad. Esta transformación se manifiesta en el proceso evolutivo de la
positivación del derecho.

— En el segundo plano (el activo), del condicionamiento que el derecho ejerce


sobre la sociedad, se refiere en Luhmann a la eficacia del derecho positivo, que
depende no tanto de la adecuación al contenido de las leyes, a las exigencias
concretas de los particulares, sino de la adecuación de los modos de producción
de las normas mismas a las particulares exigencias de racionalidad y de control.

— Sobre la relación entre el estudio de la sociedad y el estudio del derecho, entre la


dogmática jurídica y la sociología teórica del derecho, Luhmann niega la tesis de la
identificación de las dos disciplinas. “A su juicio —dice Treves— la dogmática jurídica
recibe y elabora las informaciones que entran en el sistema (input) y se orienta hacia el
pasado, hacia las normas ya establecidas; la sociología teórica del Derecho se ocupa
del output de los sistemas normativos, es decir, de los efectos que estos sistemas
producen en el medio y se orienta por tanto hacia el futuro, hacia los problemas de
ingeniería social”.211

4.4.5. Corrientes críticas al funcionalismo.

• La crítica al funcionalismo de Parsons y a la concepción funcionalista de la


sociedad se extiende a la explicación sociológica del derecho. En esta posición

211 Idem, p. 215.

220
incorporamos los nombres de Charles Wrigth Mills, Alvin W. Gouldner y Ralf
Dahrendorf.

a) Mills, en su obra La imaginación sociológica, acusa la “gran teorización” de


Parsons, la oscuridad y prolijidad de la exposición de éste y el uso de un lenguaje
confuso y retorcido que impide comprender su pensamiento; la abstracción y el
formalismo de Parsons, dice Mills, impide descender de las generalidades
supremas a los contextos históricos y estructurales del problema, lo que permite
que eluda formular la idea del conflicto o de considerar los antagonismos
estructurales, rebeliones o revoluciones, o sea, la teoría del cambio. Además,
señala que el conservadurismo de Parsons le hace concluir que todo poder está
virtualmente legitimado, lo que induce a posiciones políticas autoritarias y a
ideologías de carácter conservador, cuando “la promesa moral e intelectual de las
ciencias sociales es que la libertad y la razón continuarán siendo valores
predilectos y que nos serviremos de ellos seriamente, concretamente,
imaginativamente, en la formulación de los problemas”.

b) Gouldner, por su parte, plantea la hipótesis de que para un teórico hay dos tipos
de mundos, los consentidos (o normales) y los no consentidos (o anormales), e
imputa a Parsons que, al comparar a los Estados Unidos con la entonces Unión
Soviética, califica al primero como consentido y no consentido a ésta; de hacer
inmoral al primero y de eliminar al segundo.

— A esa tendencia conservadora, Gouldner opone la exigencia de la sociología


reflexiva, que no sólo haga la crítica al orden social existente y de las estructuras
de poder que lo sostienen, sino también formule modelos de nuevas y mejores
sociedades. Tal sociología no sólo debe conocer, sino también transformar el
mundo desconocido, con lo cual se afilia al pensamiento marxista de que “los
filósofos interpretan el mundo, lo que hace falta es transformarlo”.

221
c) Ralf Dahrendorf critica los estudios de Parsons en términos más o menos
similares a los anteriores: por su extremada abstracción y semioscuridad, su
tendencia conservadora, y una interpretación de las instituciones sociales
“demasiado cultural y demasiado poco económica y política”.212

— Dahrendorf dice que la pretensión de Parsons de haber dado un paso adelante


en el desarrollo de un sistema teórico generalizado, “es falsa desde cualquier
punto de vista”, pues no todos los problemas sociológicos se pueden abordar con
el modelo del equilibrio social. Este autor acata la recomendación de Wright Mills
de aplicar la imaginación sociológica y afirma las equivocaciones de Marx, pero
sostiene que el conflicto entre las clases puede constituir una fuerza insustituible
de cambio y progreso.

• Las críticas a Parsons se pueden extender a Luhmann, tan abstracto y oscuro,


o más, como aquél. Como afirma Treves, “comparado con Luhmann, Parsons nos
parece un modelo de transparencia y claridad”.

— Luhmann sitúa “a niveles tan generales y abstractos la noción de Derecho, que


crea con ello “una suerte de teoría formal del ordenamiento jurídico”.

— Se critica a Luhmann su radicalismo al considerar el consenso de los


ciudadanos como “imposible e ilusorio”.

— La crítica a la sociología de Parsons y Luhmann se extiende a la sociología del


derecho que ellos tocan, por lo que los juicios vertidos se refieren también a
nuestra materia.

212 Ibidem, p. 218.

222
4.4.6. Jürgen Habermas.

• Jürgen Habermas pertenece a la llamada segunda escuela de Frankfurt; es


prácticamente el creador de la teoría de la acción comunicativa y es un crítico
brillante tanto del positivismo cuanto del funcionalismo y teorías de los sistemas,
de las que obtiene algunos puntos de apoyo a sus asertos. Hay en su obra una
vinculación entre teoría del lenguaje, teoría ética y teoría social.

— Para Habermas hay una identidad entre lo justo y lo fundado éticamente.


Nutrido por la ética kantiana, cuyo postulado indica: “actúa de manera que quieras
que tu principio de conducta pueda ser un principio universal”, Habermas lo
convierte en una máxima racionalidad fundada en el intercambio de propuestas, y
dice: “actúa de manera que tus propuestas racionales puedan ser susceptibles de
un consenso universal”.

— La enunciada es la ética del consenso o de la comunicación, de la que deriva el


siguiente postulado bajo el principio de universalidad: “una norma es válida
cuando todos pueden aceptar libremente las consecuencias y efectos colaterales
que se producirán previsiblemente del cumplimiento general de una norma
polémica para la satisfacción de los intereses de cada uno”.

— Para Habermas la justicia reside en el plano de la moralidad y de las reglas de


la argumentación, pero se complementa con la solidaridad, su otra cara. ”La
justicia se refiere a la igualdad de la libertad de los individuos; la solidaridad: al
bien o felicidad de éstos; ambas son complementarias”.213

— El marco de legitimidad del derecho, en especial de los derechos humanos se


encuentra en los elementos morales de la ética discursiva. Los derechos humanos
son los presupuestos de racionalidad del Estado de Derecho; y en el puente que
se traza “entre la ética discursiva y la democracia participativa, los derechos

213 Soriano, Ramón. Op. cit., p. 156.

223
humanos constituyen los pivotes de dicho puente” (Soriano). También afirma
Habermas “que las libertades y derechos adquieren la forma de principios y reglas
morales.”214

— Son numerosas las críticas que se le enderezan a Habermas (una “avalancha”,


resume Soriano) por su teoría “excesivamente formalista y utópica”. Desde la
sociología, Antony Giddens critica a Habermas: “1) el estilo demasiado taxonómico
y reiterativo; 2)la identificación de la verdad con las justificaciones de las
afirmaciones; 3) la falta de respuestas a las cuestiones principales filosóficas, y 4)
la no convincente conexión de lenguaje y racionalidad”.215

4.4.7. Principales corrientes de la sociología jurídica.


Principales
Corriente o escuela Aportación Obras principales
representantes
Méthode d´interpretation et sources en
Renovación de la metodología del droit privé positif.
derecho, a través de la ciencia y la
técnica, refiriéndose a lo “dado y lo (Método de interpretación y Fuentes en
construido”. Lo “dado” es un dato derecho privado positivo. 1925)
Escuela sociológica- Francois Gény
derivado de la naturaleza de las cosas,
jurídica francesa (1861-1938)
sobre lo cual trabaja después la técnica Science et technique en droit privé
jurídica, poniéndole orden y positif
sistematizándolo.
Ciencia y técnica en derecho privado
positivo. 1912-1924)
Eugen Ehrlich Pluralismo jurídico, basado en la Grundlegung der soziologie des rechts.
(1862-1922) investigación sociológica libre del
derecho. (Fundamentos de la sociología del
derecho. 1913)
Afirma que el centro de gravedad del
desarrollo del derecho no se encuentra La sociología del derecho (1922)
en la legislación, ni en la ciencia
jurídica, ni en la jurisprudencia, sino en Der Kampf um die rechtswissenchaft.
Movimiento del
la sociedad misma. La lucha por la ciencia del derecho.
Derecho Libre
Herman Kantrowicz Rompe la primacía de la ley como
(1877-1940) fuente del derecho y pone en primer
lugar las decisiones de los jueces (idea
parecida al realismo jurídico pero sin
tener ninguna conexión directa con
ellos).

214 Ibidem, p. 157.


215 Ibid., p. 158.

224
Principales
Corriente o escuela Aportación Obras principales
representantes
(americano) La norma jurídica es como una A realistic jurisprudence: the nex step.
predicción de las actuaciones de los (Una jurisprudencia realista: el paso
Karl. N. Llewellyn jueces al resolver las controversias siguiente. 1932)
Jerome Frank ante ellos planteadas.

On law and justice.


(escandinavo) (Sobre el derecho y la justicia. 1933).
Realiza una crítica de los conceptos
Hagerstrom (1868- jurídicos tradicionales. Trata de definir
1939) al derecho en términos de práctica
Karl Olivecrona social.
Realismo jurídico
(1897-1980)
Alf Ross (1899-1979) Incorpora la práctica jurídica a la norma
jurídica como parámetro de
interpretación y calificación de la
misma.

La validez del derecho y de las normas


se debe a la práctica social. Las
normas son válidas porque se aplican
por la sociedad que las considera
obligatorias.

Theodor Geiger Genera fórmulas matemáticas de la Vorstudien zu einer soziologie des


(1891-1952) sociología del derecho para explicar la rechts.
variedad de la realidad jurídica. (Estudios preliminares de sociología del
derecho. 1947)
Hace una reducción del concepto de
validez a la eficacia. El derecho es
válido u obligatorio en la medida que es
Sociología eficaz.
sistemática del
Derecho Georges Gurvitch L´idée du droit social.
(sociología formal) (1894-1965) Ordena y sistematiza los campos de la (La idea del derecho social. 1932)
sociología del derecho social, explica la
interconexión entre sociabilidad y Sociology of law.
derecho. (Sociología del derecho. 1942)

Clasifica la sociología en: a)


sistemática del derecho, b) diferencial
del derecho, y c) genética del derecho.
Teoría del sistema general de la acción The structure of social action.
social. Toda acción social puede ser (La estructura de la acción social. 1937)
analizada a través de cuatro
subsistemas: The social system.
Funcionalismo o
Talcott Parsons (El sistema social. 1951)
estructural-
(1902-1979) Cultural → Estabilidad normativa
funcionalismo
Social → Integración
Psicológico → Logro de fines
Bilógico → Adaptación

225
Principales
Corriente o escuela Aportación Obras principales
representantes
Sociología del poder. Las elites del The sociological imagination.
poder frente a una sociología (La imaginación sociológica. 1959).
tradicional de las clases sociales.
White collar.
Nueva sociología o Charles Wright Mills
Crítica los tópicos americanos de una (Cuello blanco. 1973)
sociología radical (1916-1962)
sociedad sin clases sociales, la
igualdad de oportunidades, el
liberalismo, la libertad de expresión
entre otros.
Realiza una interconexión entre las The theory of communicative action.
teorías del lenguaje, la ética y lo social. (Teoría de la acción comunicativa.
1984).
Creador de la ética del discurso o ética
de la comunicación, consistente en tres Teoría y praxis: Estudios de filosofía
Escuela de Frankfurt Jürgen Habermas
elementos esenciales: 1. Cognoscitivo, social. 2008.
(Teoría comunicativa)
2. Universalidad, una norma es válida
cuando todos aceptan libremente las
consecuencias, y 3. Formal, por
contener reglas de argumentación y
procedimiento.

Principales
Corriente o escuela Aportación Obras principales
representantes
El sistema social es inseparable de su Sistema social: Lineamientos para una
medio ambiente, el cual es complejo y teoría general. 1998.
cambiante.
Legitimation durch verhfaren.
El sistema busca mantener su unidad a (Legitimación por el procedimiento.
través de las funciones, tomando en 1969).
cuenta los estímulos del ambiente
(interior/exterior), así como la
Funcionalismo Niklas Luhmann complejidad y contingencia.
sistémico alemán (1927-1988) (complejidad, conjunto de posibilidades
existentes en el medio del sistema,
contingencia, inestabilidad en el
sistema).

El sistema global tiene una pluralidad


de sistemas donde cada subsistema
tiene a los otros subsistemas como
medio.

4.5. Doble enfoque: Sociología del derecho y Sociología jurídica.

En varias latitudes y distintas épocas, diversos autores han abordado el tema de lo


social y su vinculación con el derecho, generando múltiples definiciones e
intentando precisar por qué nuestra materia debe denominarse sociología del
derecho, o bien, sociología jurídica, si pertenece a un tipo especial de la sociología

226
o si es una disciplina dentro de la ciencia jurídica. Algunos investigadores usan
ambos términos sin hacer ninguna distinción, pero en ambos enfoques se ve al
derecho como hecho social 216, que tiene su origen en el mundo del acontecer
social.

El enfoque que incide en su denominación se relaciona con la forma en que es


abordada la interacción entre lo social y el derecho, no cambia su objeto de
estudio, ni las funciones del derecho, algunos aluden una diferencia desde el
punto de vista metodológico, debido a que el método sociológico es dirigido a un
ser determinado que es el acontecer social, mientras que el método jurídico se
dirige a un deber ser de la ficción del derecho, sin embargo, la manera de estudiar
la interrelación de lo social con lo jurídico, ya sea desde una óptica externa a
través de la sociología o desde su interior con un crisol jurídico, generan el doble
enfoque de una misma cosa.

• Tanto el sociólogo como el jurista, tienen como objeto de estudio el derecho,


que analizan desde diversas perspectivas, denominando sociología del derecho a
una rama que deriva de la sociología general, y sociología jurídica, a una disciplina
de la ciencia del derecho. Cabe destacar que lo importante para el desarrollo de la
sociología jurídica no depende de quién desarrolla el análisis, sino que se tenga
un profundo conocimiento del derecho y un buen manejo de la sociología, es decir,
la conjugación derecho-sociedad necesita del conocimiento profundo del derecho
y de la sociología. Como afirmaba Gurvitch: mucho derecho nos lleva a la
sociología y mucha sociología nos conduce al derecho. El primero es el enfoque
de la sociología jurídica, el segundo es el enfoque de la sociología del derecho,
que al final son una y la misma cosa.

216 Emile Durkheim consideraba como hechos sociales a los hechos cuyas características
“consisten en modos de actuar, de pensar y de sentir, exteriores al individuo, y están dotados de
un poder de coacción en virtud del cual se imponen sobre él. Las Reglas del Método Sociológico,
traducción de Ernestina De Champourcín, Fondo de Cultura Económica México, pp. 40 y 41.

227
La sociología del derecho corresponde al enfoque sociológico del fenómeno
jurídico, en tanto que la sociología jurídica corresponde al enfoque jurídico de los
fenómenos sociales; en el primer caso, se enfatiza el estudio de los fenómenos
sociales que inciden o influyen sobre las normas jurídicas y, en el segundo, el
estudio de las instituciones jurídicas que mantienen, transforman o condicionan la
vida social y sus estructuras.

• Con el mismo sentido, Jean Carbonnier aduce que la sociología jurídica se


distingue del derecho dogmático, no tanto por el objeto mismo de estudio, sino por
el ángulo de visión. “El mismo objeto que el derecho dogmático analiza desde
dentro, la Sociología del derecho lo observa desde fuera”, pues el sociólogo, a
diferencia del jurista dogmático, “se queda fuera del sistema que observa, aunque
este sistema sea el suyo, y la observación que hace él no influye para nada en su
funcionamiento.”217

• De esta forma todas las definiciones de sociología jurídica o sociología del


derecho contienen el elemento social con enfoque jurídico y el factor jurídico visto
desde un crisol social; así, George Gurvitch entiende a la sociología del derecho
como “aquella parte de (la) sociología del espíritu humano que estudia la realidad
plena del derecho comenzando por sus expresiones tangibles y externamente
observables en las conductas colectivas efectivas (organizaciones cristalizadas,
prácticas y tradiciones consuetudinarias o innovaciones de la conducta) y en la
base material (la estructura espacial y la densidad demográfica de las instituciones
jurídicas).”218

• Por otro lado, Renato Treves haciendo un análisis sociológico jurídico del
derecho en diferentes etapas, enfatiza la relación, el examen y los resultados, los
cuales corresponden a tres concepciones diferentes de la sociología del derecho,

217 Carbonnier, Jean. Sociología jurídica, Madrid, Editorial Tecnos, Colección de Ciencias
Sociales-Serie de Sociología, 1980, p. 19.
218 Gurvitch, George. La vocación actual de la sociología. Fondo de Cultura Económica, México,

1970, p. 68)

228
<<la primer concepción de 1966 (La sociología del derecho. Problemas e
investigaciones), estudia “las relaciones entre las estructuras jurídicas estatales y
el contexto social en continua formación, a través de investigaciones empíricas".
La segunda concepción agrega a la primera el examen de las teorías de los
sociólogos de una parte, y de los juristas de otra. La tercera concepción, es el
resultado de las inquietudes e investigaciones del autor, que se publicó en su libro
Sociología del Derecho. Orígenes, investigaciones, problemas. Ahí se define a la
sociología jurídica como "una disciplina que tiene la tarea de realizar dos clases de
investigaciones, conexas y complementarias; por una parte, aquéllas que tienen
por objeto la sociedad en el derecho, es decir, los comportamientos sociales
conformes o no conformes con los esquemas jurídicos formales; y por otra parte,
aquéllas que tienen por objeto la posición y la función del derecho mismo en la
sociedad vista en su conjunto" >>219.

• Otra forma de pensamiento surge en la literatura norteamericana, con la


influencia del jurista Oliver Wendell Holmes que motivó a Roscoe Pound a realizar
trabajos sociojurídicos muy importantes, dando lugar a la denominada
jurisprudencia sociológica para referirse a una nueva forma de abordar los temas
del derecho, tomando en cuenta los hechos sociales sobre los cuales el derecho
procede y con los cuales está implicado, dicha jurisprudencia sociológica consiste
en seis puntos programáticos: “1) Estudiar los efectos sociales del derecho; 2)
Enfocarse en los efectos del derecho con el fin de preparar y adecuar la
legislación; 3) Dada la función impositiva del derecho, hacer las reglas jurídicas
más efectivas; 4) Estudiar los efectos sociales del derecho históricamente; 5)
Contribuir a una aplicación equitativa del derecho en todos los casos; y6)
Promover el propósito último del derecho”220.

219 Treves, Renato. A la búsqueda de una definición de la sociología del derecho, artículo publicado
en Crítica Jurídica. Revista Latinoamericana de Política, Filosofía y Derecho, número 12, Sección
de Teoría, 1993, p.109
220 Deflem, Mathieu. Jurisprudencia Sociológica y Sociología del Derecho. Opinión Jurídica-

Universidad de Medellín, traducido por Botero Bernal Andrés, volumen 5, No. 10, julio-diciembre de
2006, Medellín, Colombia, p. 109.

229
• Por lo que respecta al objeto de estudio, Recaséns Siches asigna dos series de
temas a la sociología del derecho "1. El estudio de cómo el Derecho en tanto que
hecho representa el producto de procesos sociales. 2. El examen de los efectos que
el Derecho ya producido (de cualquier índole que sea) causa en la sociedad. Estos
efectos pueden ser de varias clases: positivos, de configuración de la vida social,
negativos, es decir, de fracaso; de interferencia con otros factores (económicos,
religiosos, etc.), produciendo combinaciones muy diversas, e imprevistas algunas
veces, de reacción, contribuyendo a formar corrientes adversas contra las normas
vigentes, para derogarlas y sustituirlas."221 Lo anterior hace notar la importancia de
las causas y efectos de la constante interacción entre norma y realidad.

Rene Barragán, en su obra Bosquejo de una Sociología del Derecho, menciona


que el objeto consiste en “el establecimiento de las conexiones que están
presentes siempre ante el Derecho y los demás fenómenos sociales” 222. Leandro
Azuara Pérez, al explicar el objeto de la sociología jurídica para el pensamiento
español señala que “la Sociología Jurídica se ocupa tanto de la estimación como
del conocimiento de la justicia o injusticia que se encuentra estructurada en las
relaciones jurídicas y de las funciones relevantes en la realización del Derecho,”223
las funciones a que alude y que son las más relevantes en la práctica, son:
“Analizar la relación que hay entre los factores sociales y el orden jurídico.
Investigar los efectos que produce el orden jurídico sobre la realidad social.”224

• Óscar Correas comenta que la sociología jurídica al ser una rama de la


sociología, “es una disciplina científica que intenta explicar las causas y efectos de
las normas jurídicas. En tanto ciencia, es un conjunto de enunciados que pretenden
describir plausiblemente —es decir pretenden ser “verdad”— tanto los fenómenos

221 Recaséns Siches, Luis. Sociología, trigésimo tercera edición, Editorial Porrúa, México 2010, p.
582.
222 Barragán, René. Bosquejos de una Sociología del Derecho, Cuadernos de sociología. Biblioteca

de ensayos sociológicos, editorial Biblioteca de Ensayos Sociológicos, Instituto de Investigaciones


Sociales, Universidad Nacional, California, 1965, p.33.
223 Azuara Pérez, Leandro. Sociología, decimoprimera edición, editorial Porrúa, S.A., México, 1991,

p. 268.
224 Ibídem, p. 296.

230
que pueden ser vistos como causantes o “determinantes” del ser así de las normas
jurídicas, como los fenómenos que pueden ser vistos como efectos de ellas.”225

• Por último, el jurista y sociólogo italiano Vincenzo Ferrari, en la conferencia


Primera Lección de Sociología del Derecho que se llevó a cabo el 25 de febrero de
2010 en la Facultad de Derecho de la UNAM, comentó que “la sociología jurídica
no forma parte de las ramas del Derecho, sino que pertenece a la Sociología
General y comparte con ella diversos paradigmas teóricos. No obstante, la
Sociología observa al Derecho desde fuera y, para ser un buen sociólogo jurídico,
es necesario conocer el Derecho por dentro, por lo que son necesarios juristas
preparados para enriquecer el mundo de la sociología jurídica”.

• En su obra del mismo nombre, Ferrari afirma: “En suma en la perspectiva


sociológica, el derecho aparece, no como sujeto de la acción, sino más bien
instrumento de la acción o como motivación de la acción. Es un modo —entre otros—
de actuar socialmente. Por ello, al definir nuestra disciplina, acostumbro decir que la
sociología del derecho “estudia al derecho como modalidad de acción social”.226

4.6. Vida social y vida jurídica.

La vida social es vida normada y vida normativa. La sociedad obedece


regularmente y sus miembros violan con mayor o menor frecuencia las normas,
tanto o más como son creadas. Al incorporarnos como miembros del grupo
humano en que nacemos, quedamos sujetos a unas reglas que no hemos creado,
pero es muy probable que a lo largo de nuestra existencia contribuyamos con
nuestras acciones a crear o modificar reglas de cualquier orden: usos,
costumbres, hábitos, derecho. En el primer caso observamos que nuestra

225 Correas, Óscar. La sociología jurídica. Un ensayo de definición, en Crítica Jurídica. Revista
Latinoamericana de Política, Filosofía y Derecho, número 12, sección de Teoría, 1993, p.23,
también en Introducción a la sociología jurídica, tercera edición, editorial fontamara, 2011, pp. 28 y
29.
226 Ferrari, Vincenzo. Primera lección de sociología del derecho. UNAM-INJ, con presentación,

traducción e índice analítico de Héctor Fix Fierro, México, 2015, p. 8.

231
conducta está normada; en el segundo, que como miembros de la sociedad,
aprendemos y transformamos la cultura normativa.

4.6.1. Vida social: sociedades comunitarias, sociedades asociativas y


derecho.

Las sociedades modernas son sociedades asociativas más que sociedades


comunitarias. Ya sabemos lo que significa cada una de estas conformaciones
colectivas, pero es necesario reafirmar que mientras la vida comunitaria se basa
en gran medida en la tradición y las costumbres y en ella dominan los lazos
familiares y de parentesco, en la sociedad asociativa prevalece la normación
jurídica, es decir, el mundo del derecho, de la ley, del contrato, es una sociedad en
la que el individuo se destaca por sobre los grupos; el individualismo se impone en
el arte, la religión, la economía y la política. Pero nuevamente hay que reconocer
que: a) la sociedad comunal o la vida comunitaria tiene expresiones jurídicas
notables y puede hablarse por ello de un derecho consuetudinario, un derecho
libre, o un derecho vivo, no tanto de las leyes o del derecho legislado; y b) la
sociedad asociativa conserva numerosas expresiones de la cultura comunitaria y
en ciertos sectores o clases populares, la hegemonía de la familia es notable; la
cultura popular le da un gran colorido a las sociedades modernas (el folklore) y por
ello se dan reglas jurídicas de gran fuerza, como las que rigen las fiestas y ferias,
los ritos matrimoniales, la represión colectiva (como ley del talión y el
linchamiento), el trato a las mujeres. En estos casos existe ambigüedad entre
reglas jurídicas y creencias religiosas, pero se dan al lado de la vida urbana, de los
contratos de adhesión y de las compras por internet, por ejemplo.

4.6.1.1. Grupos sociales e interacción regulada.

La vida en sociedad es convivencia en relaciones de diferente índole: familiares y


de parentesco, de simple contacto, de clase o sector, de solidaridad y consenso,
de conflicto y tensión, de interés y de afecto, de mando y obediencia, de

232
producción y consumo, de enseñanza y aprendizaje, de aceptación y rechazo, de
admiración y repudio, o sea, relaciones que vinculan a los individuos y
agrupamientos en un sin fin de posibilidades de encuentro entre los societarios,
para acercarlos o alejarlos, cuyo contenido, naturaleza o sustancia puede ser
política, económica, social y cultural, en términos generales.

Pero las solas relaciones, esporádicas o inestables, no completan toda la vida


social; ésta se expresa de manera constante, permanente, regular y estable dentro
de colectividades diversas, a las que genéricamente denominamos grupos. Según
Ely Chinoy los grupos sociales pueden definirse como “un número de personas
cuyas relaciones se basan en un conjunto de papeles interrelacionados, que
comparten ciertos valores y creencias, y que son suficientemente conscientes de
sus valores semejantes y de sus relaciones recíprocas, siendo capaces de
diferenciarse a sí mismos frente a los otros.” El grupo social se caracteriza, pues,
por tres atributos: interacción regulada*, valores y creencias compartidos o
semejantes, y, para usar la frase de Franklin H. Giddings, conciencia particular de
grupo.”227

Adviértase de la anterior definición de grupo social, que éste implica interacción


regulada, es decir, que las relaciones que se entablan en los grupos entre sus
propios miembros, o con otros grupos y los miembros de ellos, están sujetos a
normas, o sea, reglas de conducta que postulan deberes, los cuales pueden ser
usos populares o reglas de urbanidad y del trato social o de la decencia; o
costumbres (mores) de fuerte raigambre y amplitud; y desde luego normas
jurídicas y leyes, producto de la voluntad general representada por el Estado, o
por lo que se conoce como derecho vivo no legislado. Tanto los usos populares
(folkways), las costumbres (mores) y las leyes son instituciones que determinan lo
que según Talcott Parsons es bueno o justo, lo que se debe hacer o no hacer, es

* Negritas del autor.


227 Chinoy, Ely. Op. cit., p. 110.

233
decir, constituyen expectativas de acción y de relación social, siempre presentes
en la experiencia colectiva formal o informal.

4.6.1.2. Colectividades, roles y regulación.

La sociología contemporánea considera que la sociedad puede explicarse como el


entramado de todas las relaciones humanas, como un conjunto de grupos, o como
una urdimbre de instituciones, de manera que es fácil concluir que la vida social es
vida regulada o vida normada, y que esto puede observarse igualmente al advertir
que cada individuo forma parte de la sociedad a través de los grupos a los que
pertenece y de las relaciones que entabla con sus semejantes. La pertenencia a
grupos y las relaciones de cada individuo, implican el desempeño de papeles y la
ocupación de posiciones.

El rol de padre, madre, hijo, hija, hermano, hermana, se realiza en el seno del
grupo familiar, e implica deberes diversos con cada miembro de la familia y con
todos a la vez. El rol o papel es un conjunto de deberes que pueden ser morales,
sociales (según los usos) y también jurídicos. Pero asimismo implica prerrogativas,
gratificaciones, reconocimientos y derechos, que es lo que llamamos el status o
posición. Los elementos más irreductibles de la vida social son los roles o papeles
y los status o posiciones y ambos tienen dimensión normativa, en la que destaca
por su trascendencia la de orden jurídico.

Así, los derechos y obligaciones del ciudadano están en relación con su


pertenencia a un Estado-Nación; un trabajador de PEMEX, tiene obligaciones y
derechos conforme a las leyes del trabajo, el contrato colectivo que lo incluye y su
pertenencia al sindicato; un alumno de la UNAM tiene derechos claramente
establecidos en la legislación universitaria, pero también obligaciones diversas con
su Alma mater. Los miembros del equipo de futbol PUMAS tienen derechos
derivados de su contrato con la institución universitaria, pero desde luego la
obligación de entrenar, jugar con enjundia y en algunos casos de ganar los
partidos. Los profesores tienen la obligación de asistir a clases, de enseñar a sus

234
alumnos, de orientarlos y disciplinarlos en el estudio, así como otros deberes de
carácter moral y social que pueden ser sancionados legalmente, pero de igual
forma tienen derechos a una remuneración justa, a trato digno y considerado, a
estímulos diversos. Así, en general, a cada rol que se desempeña, de acuerdo con
el status o posición que se ocupa en los grupos, organizaciones e instituciones, le
corresponden normas permisivas, retributivas, sancionadoras, o promotoras y
programáticas.

4.6.2. Componente jurídico de la vida social regulada.

El derecho, en consecuencia, está presente en toda la vida social, junto con las
demás normas de observancia obligatoria. La vida social es vida regulada; tiene
un componente jurídico de primera magnitud, por lo que podemos afirmar que en
el mundo contemporáneo no hay sociedad sin ley y sin derecho, no hay cultura sin
normas y valores jurídicos.

4.6.2.1. Regulación legislada de la vida social.

Por lo demás, los principales acontecimientos de la vida personal y familiar de los


individuos están delineados, definidos y consagrados por el derecho, con tanta o
mayor relevancia que por la tradición o la religión: el nacimiento, la pubertad, el
matrimonio, la mayoría de edad y la muerte, se celebran y enaltecen conforme
usos, costumbres, tradiciones familiares y comunitarias, pero reciben una marca
jurídica, una consagración de la ley y el derecho que las institucionaliza y les da
perdurabilidad. Sin embargo, pueden existir prácticas u otras instituciones que
realicen funciones alternativas del derecho y la ley, de manera que estos últimos
son relegados o desconocidos por los grupos, las comunidades, o los individuos.
Así, sigue siendo frecuente en los pueblos que los padres omitan “asentar” o
registrar el nacimiento de sus hijos y en cambio los bauticen en ceremonias
religiosas y obtengan “la fe de bautismo”; la vida en común de parejas sin
matrimonio legal es una práctica vigente, aunque el derecho subsana ambas

235
“omisiones” dándole validez jurídica a un documento no oficial en el primer caso, y
creando la institución del concubinato en el segundo.

De igual forma, los asuntos de carácter público en la vida de las sociedades


nacionales y en comunidades menores, cobran carácter institucional, básicamente
a través del derecho. El Estado es una organización política y jurídica a la vez, y
junto con las demás instituciones políticas: partidos, parlamento, elecciones,
poderes públicos, etc., forman un régimen o sistema político, cuya Constitución se
expresa jurídicamente como Ley Fundamental. El Estado de Derecho es un
conjunto de instituciones políticas vistas en su estructura y funcionamiento al
trasluz de las leyes jurídicas. Todo el fenómeno permanente de las relaciones y
contrapesos entre poderes institucionales, y entre éstos y los ciudadanos,
obedece a reglas prácticas de ejercicio del gobierno y la política, pero su
legitimación proviene de la opinión pública y de su apoyo en la ley y el derecho.

4.6.2.2. Poderes fácticos y vida social regulada.

También existen poderes fácticos, aquellos que disputan al Estado el monopolio


de la fuerza física legitimada, pero son grupos o fuerzas que actúan al margen de
la ley y del derecho, aun cuando tengan la capacidad de dictar sus propios
códigos de comportamiento, o imponer “su ley” en comunidades o regiones. En
este caso se trata de poderes absolutos, pero no perpetuos, es decir, carecen de
las notas que Bodino asignó a la soberanía del Estado como un poder absoluto y
perpetuo, o sea un poder con pretensiones de supremacía y permanencia. El
poder de una “gavilla de bandoleros”, como sentenciaba San Agustín, puede
mostrar supremacía en cierto espacio, pero será temporal y efímero, porque
carece de legitimidad jurídica. Los poderes fácticos son antijurídicos y se
denominan así, porque se basan en la fuerza, en el temor que inspiran o en la
amenaza que acompaña su accionar, y no en el derecho: No ejercen la influencia
legítima, sino el poder de hecho o el poderío.

236
4.6.2.3. El derecho vivo en la regulación social.

El derecho no sólo se manifiesta o se crea en la ley, o en la legislación, ni sólo en


la jurisprudencia, ni tampoco en la costumbre únicamente; el derecho surge y
cobra vida en cada contrato, en cada asociación, en las normas adoptadas por las
asociaciones, desde las más complejas como los municipios, los pueblos
indígenas, las universidades, las fundaciones, las sociedades civiles y mercantiles,
los consorcios empresariales, la empresa privada y social (ejidos, comunidades,
sindicatos), las iglesias o asociaciones religiosas, los clubes sociales y deportivos,
los partidos políticos, los grupos de interés y de presión y tantas más de orden
político, económico, social, religioso y cultural, hasta en colectivos poco
numerosos, grupos intermedios y pequeños, pandillas, grupos de amigos, cine-
clubes, círculos de lectura, grupos de fans, amantes de diferentes artes y
prácticas, vecinos, compañeros de juegos, todos los cuales generan su propia
normatividad no sólo de trato, urbanidad o decencia, sino igualmente de orden
jurídico, inspirados desde luego en la legalidad, pero sin el formalismo de la
legislación. Pensemos por un momento en las reglas que rigen las fiestas y ferias
populares, la mayordomía, el carnaval, o los usos y prácticas mercantiles que
ocurren en los mercados de cada localidad. Se trata, en este caso, de lo que los
tratadistas clásicos denominan derecho vivo.

Las anteriores manifestaciones de vida jurídica, que genéricamente


denominaríamos el derecho social intrínseco u originario, podrían llevarnos a la
idea de que la sociología general se asimila a la sociología jurídica, o que la
sociología del derecho agota el objeto de la sociología general, pues las
relaciones, agrupamientos, instituciones y funciones que interesan a una, son los
fenómenos que mueven a la otra. A este respecto, hay que advertir del riesgo de
un excesivo formalismo sociológico, que hace proclive a la Sociología a un
reduccionismo legal o normativo, o afirmar que el conocimiento de la ley, o de la
Constitución, equivale a la descripción y explicación de la realidad.

237
Sin embargo, en la vida jurídica de las sociedades asociativas modernas y post-
modernas, hay numerosos fenómenos e instituciones que se pueden explicar
como acciones sociojurídicas, así como ciertos roles sociales que interesan a la
sociología del derecho describir y explicar, lo que constituye la materia de los
siguientes apartados.

4.6.3. La acción sociojurídica.

Designamos como acción sociojurídica aquellos comportamientos y procesos


colectivos que tienen como base la acción social y los movimientos sociales para
crear, modificar, extinguir, obedecer, transgredir, aplicar y ejecutar instituciones
jurídicas.

Las acciones sociojurídicas pueden manifestarse como relaciones e instituciones.


No toda relación jurídica es una institución, aunque puede presuponer la
existencia de cierta institución considerada por el derecho.

Toda acción sociojurídica está inspirada en la idea de que es el ejercicio de un


derecho y la aplicación legítima de la fuerza, o coacción; o bien, cualquier
conducta en la que dos o más sujetos prevean consecuencias que impliquen la
aplicación heterónoma de normas coactivas. Sin este grado de conciencia y
racionalidad, no existe ni puede existir una acción sociojurídica.

Aunque toda acción social puede vincularse con normas o instituciones jurídicas,
la Sociología del Derecho no puede tener como objeto el total de la vida colectiva,
pues entonces carecería de autonomía y especificidad, sin poderse distinguir de la
sociología general. El objeto de la sociología del derecho es, en términos
weberianos, la acción social dotada de sentido jurídico, aquella en que los sujetos,
voluntaria o involuntariamente, consciente o inconscientemente, quedan sujetos al
cumplimiento de obligaciones, a la obediencia de la ley, o al ejercicio de libertades
y derechos.

238
Lo anterior significa que la acción sociojurídica está enmarcada en lo que la teoría
del derecho denomina actos y hechos jurídicos; pero tanto los actos como los
hechos son jurídicos por las consecuencias que generan; y son sociales en la
medida en que repercuten en la coexistencia colectiva porque afectan o ponen en
movimiento a las instituciones. Un acto o un hecho que carece de trascendencia
institucional puede tener significación para un individuo, grupo o colectividad, pero
no involucra la vida institucional, de manera que aun cuando produce efectos
jurídicos, no interesa a la sociología del Derecho. Para mayor claridad, diríamos
que si un acto o hecho intrascendente o aislado, como el aquí supuesto, se repite
en condiciones similares y tiende a generalizarse por su persistencia, se vuelve
significativo para la sociología, pues estaríamos ante un proceso de
institucionalización del hecho, o frente a un fenómeno recurrente que se sujeta a
reglas institucionales, o las controvierte.

Algunos ejemplos pueden aclarar la afirmación hipotética que quedó expuesta:

a) El fenómeno del acoso escolar (el bullying) ha sido un hecho prácticamente


desapercibido a lo largo de la historia educativa, y no fue sino hasta fechas muy
recientes en México, que cobró una significancia social y jurídica de gran calado,
por su recurrencia, por la enorme difusión en los medios, por la fuerza de la
opinión pública, por su trascendencia en las redes sociales, por los casos de
violencia inaudita narrados, de manera que surgió la exigencia de legislar al
respecto, de normar las conductas de alumnos, profesores y autoridades
escolares y políticas alrededor de tal fenómeno; y por lo mismo, los hechos que
fueron inicialmente aislados e intrascendentes, produjeron instituciones jurídicas,
al mismo tiempo que pusieron en funcionamiento y afectaron a otras: Se
transformó, de simple hecho social, a acción sociojurídica.

b) Podemos advertir la presencia de fenómenos o acciones sociojurídicas, en


hechos que se asocian al nacimiento de instituciones, como la tolerancia a las

239
preferencias sexuales y al surgimiento del matrimonio entre personas del mismo
sexo; al respeto a la libertad de decidir sobre el propio cuerpo y destino y la
descriminalización del aborto; la recurrencia de asesinatos de mujeres y la
regulación del delito de feminicidio; el fenómeno de la contaminación y el
surgimiento del derecho humano al medio ambiente sano; la extensión de la
prostitución y la severidad de los castigos por la trata de personas. Estos y otros
muy numerosos fenómenos, que forman parte de las experiencias
contemporáneas, tienen tras de sí acciones sociales que trascendieron al derecho
por la vía institucional, exhibiendo su carácter de acción sociojurídica, que es el
objeto de la sociología del derecho.

c) De manera particular hay que referir como manifestación palpable de la acción


sociojurídica la que produce y se deriva del llamado derecho social, como derecho
de clase, como derecho de los sectores más oprimidos o vulnerables y que
conduce a acciones colectivas legitimadas. Este es el caso de las huelgas, de los
movimientos y manifestaciones populares, de la resistencia o “desobediencia” civil
y, para quienes son partidarios de los derechos fundamentales universales y
contrarios o adversos al positivismo, todas las libertades derivadas de los
derechos humanos, que se manifiestan como acción sociojurídica dotada de
sentido y significación libertaria.

4.6.3.1. La acción sociojurídica como vinculación entre norma y realidad:


derecho y hechos.

Una cuestión fundamental para el jurista y particularmente para la lógica es que la


norma jurídica debe preceder a los hechos, especialmente en derecho penal o
punitivo, donde se afirma: nullum crimen sine lege (no hay delito sin ley), o nulla
poena sine lege (no hay pena sin ley), positivismo formal que presupone que el
delito, conducta humana tipificada, sólo constituye delito si está prevista en un
supuesto legal (el tipo), o que la misma conducta no será punible o castigada si la
pena no está previamente considerada en un texto legal. Así lo prevén las normas

240
fundamentales, entre ellas la Constitución mexicana de 1917, cuyos artículos 14 al
23 señalan dentro del capítulo “De los derechos humanos y sus garantías”, reglas
precisas respecto de que la norma debe preceder a los hechos. Precisamente el
artículo 14, en su primer párrafo, determina:

“Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o


derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente*
establecidos, en los que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad* al hecho”.

Adviértase que la regla de la antelación de la norma al hecho, opera como una


limitante a la acción de los jueces y tribunales, y en general del Estado, en
defensa de la libertad (y sus garantías) de toda persona.

Sin embargo, la garantía para que no se viole dicho principio y derecho humano
universalmente reconocido, queda a cargo del propio Poder Judicial, a través de
Cortes supremas o tribunales de casación cuya función es velar al respecto de la
aplicación de las leyes por las jurisdicciones de todas las instancias y grados,
asegurando de esta manera la unidad del derecho y del orden jurídico. En materia
jurisdiccional, por lo tanto, operan principios en que los jueces y magistrados
desentrañan el sentido de las normas vigentes, en relación con hechos
individuales o colectivos que tienen el carácter de acciones sociojurídicas en dos
dimensiones: la de los individuos, personas físicas o morales que confrontan sus
intereses, y la de los juzgadores que deben arbitrar y resolver los conflictos y cuya
función constituye en sí misma una acción sociojurídica (o un conjunto de ellas, si
tomamos en cuenta todo el proceso y procedimiento judicial) en la que interactúan
jueces y tribunales con las partes y con la sociedad en su conjunto.

Como queda aclarado, la acción sociojurídica implica una vinculación entre


normatividad y realidad social, no a manera de una relación causal, es decir, no es
una relación en la que los hechos produzcan necesariamente normas jurídicas, ni

* Cursivas del autor.

241
que éstas sean el factor ineludible de los hechos o de ciertos hechos específicos.
Se trata más bien de una correlación empírica entre la norma y la realidad, que
permite realizar algunas generalizaciones acerca de la presencia frecuente o
constante de ciertos hechos junto a ciertas reglas o instituciones jurídicas.

Sin embargo, la norma jurídica, en cuanto ley, permite avizorar con certidumbre lo
que puede, podría o debe ocurrir si se actualizan sus hipótesis o supuestos, lo
cual no significan que ocurrirán éstos necesariamente. Al revés, dado que éstos
han ocurrido y ocurren con regularidad o frecuencia, es por lo que su regulación se
vuelve institucional. El derecho no hace a los hechos; son los hechos los que
condicionan la existencia y aparición de las normas e instituciones jurídicas; a
partir de entonces, la relación entre hecho y norma, entre realidad y derecho se
vuelve una relación dialéctica interactiva y mutuamente influyente, es decir, se
convierte o se manifiesta en una acción sociojurídica.

4.6.3.2. La acción sociojurídica y el “derecho libre”.

La acción sociojurídica no se manifiesta únicamente en relación al derecho


positivo y la ley, sino también y quizás con mayor intensidad, en el seno mismo de
su fuente real, de las interacciones colectivas contempladas y reguladas por el
“derecho libre”, que es, al decir de Julius H. von Kirchmann, “el Derecho tal como
vive en el pueblo y es realizado por cada uno en su propio ámbito”, y que es
“autónomo, libre e independiente”. O bien, como lo explica Hermann Kantorowicz,
al rechazar el dogma de que “no existe otro derecho que el reconocido por el
Estado”, existe “y presenta el Derecho libre como el derecho que vive
independientemente del Derecho del Estado y es más bien el terreno del que nace
el Derecho del Estado”.228

Es la misma convicción de E. Ehrlich, quien afirma: “Sin razón se cree por parte de
muchos (…) que todo el Derecho lo produce el Estado con sus leyes. La mayor

228 Cfr. Treves, Renato. Op. cit., p. 87.

242
parte del Derecho encuentra su origen inmediato en la sociedad, en cuanto que es
el ordenamiento interno de las relaciones sociales, del matrimonio, de la familia y
de las corporaciones, de la posesión, de los contratos y de las sucesiones, y
nunca se ha reducido a normas jurídicas”. La norma jurídica, afirma, “está
condicionada por la sociedad. No puede surgir si en la sociedad no han surgido las
instituciones a las que se reconduce…”.

En la misma línea hay que inscribir, a partir de la tradición impulsada por Ihering, a
F. Geny, Leon Duguit, Maurice Hauriou y otros más, incluidas la experiencia
jurisprudencial de Oliver W. Holmes, en la jurisprudencia sociológica e ingeniería
social de Roscoe Pound y sus herederos del movimiento del realismo jurídico
americano, de donde surge la concepción de Llewellyn de que el derecho es “el
resultado de la interacción entre normas jurídicas y normas tradicionales, por un
lado, y la producción y aplicación práctica de las mismas partes de los operadores
del Derecho” (quienes lo imponen y lo realizan: legisladores, jueces, abogados,
científicos del Derecho, o funcionarios de la Administración Pública).229

4.6.3.3. La función jurisdiccional y la relación jurídica como acción


sociojurídica.

a) El Poder Judicial es la institución y el mecanismo de la sociedad, y en particular


del Estado, que vincula los hechos con el derecho mediante la interpretación de la
ley, lo cual es una forma de interpretar también los hechos y señalar o determinar
su sentido, aun cuando en un juicio, las partes, o una de ellas, nieguen o afirmen
lo contrario. Así, por ejemplo, todos los juicios (civiles, laborales, administrativos,
penales, etc.) culminan con sentencias en las que las consideraciones, fundadas
en hechos, pruebas, jurisprudencia y leyes, determinan mediante la interpretación
de las normas, quién tiene la razón, lo cual implica la interpretación de hechos que
permitieron al juzgador inferir e intelegir su sentido, dirección, propósito o

229Véase a este respecto: Treves, Renato. La Sociología del Derecho, Ariel, Barcelona, 1988. pp.
81-98.

243
consecuencia. Significa esto: Quien interpreta el derecho, interpreta el hecho real;
quien interpreta el deber ser jurídico, descubre una faceta del ser social; quien
hace jurisprudencia, integra la norma a la realidad sociológica.

Lo anterior no significa, sin embargo, que la jurisprudencia sea un tratado de


sociología, así como tampoco la lectura de las constituciones y las leyes son
descripciones de la realidad. En todo caso, la jurisprudencia es un buen indicador
del funcionamiento de la sociedad y del Estado y no una radiografía de éstos.

b) La jurisprudencia, como obra de los jueces, tiene tras de sí la acción de los


legisladores. A primera vista, parecería que el legislador le da de antemano la
respuesta al juez sobre todas las cuestiones e incidentes que se le presentan.
Pero es evidente que el legislador está imposibilitado de prever todas las hipótesis
infinitamente numerosas y complejas que procrea la vida social. Sin embargo, los
jueces no pueden dejar de resolver ningún caso bajo el argumento de ausencia de
la ley, de omisión legislativa, o de lo que la hermenéutica jurídica denomina laguna
de la ley. Su labor es colmar esas ausencias u omisiones mediante la
interpretación de las normas y la aplicación de la jurisprudencia. En caso contrario,
violarían derechos fundamentales por denegación de justicia.

4.6.3.4. La función jurisdiccional como creadora de derecho.

Lo anterior nos conduce a plantear las siguientes cuestiones: ¿Cómo los órganos
judiciales pueden ser creadores del derecho? ¿En qué consiste, en efecto, la
función del juez, sino en la aplicación de un derecho preexistente? Parte de la
respuesta ya está dicha en el párrafo anterior, pero es necesario vincular a este
respecto la teoría del derecho con la teoría sociológica.

La teoría jurídica y la teoría sociológica coinciden en que el Derecho es una regla


de conducta obligatoria de carácter heterónomo (que es impuesta aun contra la
voluntad de los sujetos) y que implica la posibilidad de la coacción (o sea, el uso

244
legítimo y sistemático de la fuerza para asegurar su obediencia) a cargo de
autoridades públicas (el Estado).

Sociológicamente, sin embargo, debe tomarse en cuenta lo dicho en el apartado


anterior, pero se destaca la existencia del derecho a partir de cierta etapa
civilizada de la humanidad en la que la norma jurídica queda a cargo de
autoridades, tanto en su creación cuanto en su aplicación, separándose y
distinguiéndose de la religión y la moral. Roscoe Pound afirma que “el derecho es
el control social mediante la aplicación sistemática de la fuerza”, en una sociedad
políticamente organizada y territorialmente definida.

4.6.3.5. La naturaleza pluridimensional de la acción sociojurídica y el


consenso.

Henry Lévy-Bruhl afirma que para el sociólogo el derecho es ante todo un


fenómeno social, y lo define así: “El derecho es el conjunto de reglas obligatorias
que determinan las relaciones sociales impuestas en todo momento por el grupo al
cual se pertenece”. De esta definición, el autor destaca tres elementos, a saber:
“1º Se trata de reglas obligatorias; 2º Estas reglas son impuestas por el grupo
social; 3º Estas reglas se modifican sin cesar”.230

El carácter obligatorio, impuesto heterónomamente y dinámico del derecho,


explica la naturaleza pluridimensional de la acción sociojurídica, la que se realiza
integralmente en el seno de las instituciones sociales, según ya quedó expuesto.
No importa, desde luego, que la acción sociojurídica tenga como fundamento el
sentido y discurso ético que desarrolla Habermas; lo que sobresale es que la
acción sociojurídica, en el seno de las instituciones, obedezca a una
argumentación y discurso que exprese el consenso moral de la colectividad.

230 Sociologie du droit, “Que sais-je?”, Presses Universitaires de France,

245
El carácter obligatorio del derecho va acompañado de las sanciones que la
realización de sus supuestos impone. El carácter coercitivo de la norma jurídica es
la nota distintiva del derecho, que lo diferencian de la moral, de los
convencionalismos o reglas de urbanidad y de la misma religión.

La coerción es la posibilidad del uso legítimo de la fuerza para hacer cumplir al


sujeto obligado con lo que ordena la norma o disposición jurídica, es la
coercibilidad concomitante de la bilateralidad del derecho, lo cual significa que
éste, al mismo tiempo que impone obligaciones, otorga o reconoce derechos
(subjetivos) o facultades. Dicho de manera contundente: la relación jurídica es
bilateral, porque frente a todo obligado hay siempre un facultado para exigir el
cumplimiento de la obligación. A este respecto, la acción sociojurídica entraña el
consenso del discurso que moralmente lleva a cumplir el mandato jurídico
expresado por las normas y por la colectividad.

En la vía de los hechos, cuando nos encontramos con alguien obligado frente a
otro que le exige legítimamente el cumplimiento de la obligación, estamos ante
una acción sociojurídica. Si se recurre al uso de la fuerza o coacción, nos
hallamos también ante una acción sociojurídica.

Así, para que exista acción sociojurídica tiene que haber relación social; es decir,
un vínculo social humano que genere derechos y obligaciones con carácter
bilateral, ya sea en la colaboración o en el conflicto, en el orden o la agresión, en
la guerra o la paz, en el acuerdo o la violencia. La coercibilidad y la bilateralidad
del derecho, son características abstractas, de tipo formal, que distinguen a la
norma jurídica, aunque no se manifiesten en la realidad; forman parte no del ser,
sino del deber ser.

246
4.6.3.6. La coacción y la sanción, elementos estructurales del derecho y la
acción sociojurídica fundada en las expectativas.

La obligatoriedad, la bilateralidad, la coercibilidad, son notas distintivas y


características del derecho, pero en las tres, subyace la idea o noción de sanción,
a tal grado que Lévy-Bruhl considera al derecho “como un sistema de sanciones”;
pero como él mismo advierte, tenemos que descartar “de la esfera del derecho las
sanciones puramente religiosas y las sanciones puramente morales”.

Las sanciones jurídicas modifican las condiciones sociales de las personas o su


patrimonio; en ocasiones también su integridad personal (azotes, torturas, etc.,
desterradas en el moderno derecho represivo o punitivo) y hasta su vida (pena de
muerte).

4.6.3.7. Teorías sociojurídicas de la coacción y la sanción: sus exponentes.

Varios planteamientos vinculados con el tema de la naturaleza social del Derecho


son relevantes para el aprendizaje de la sociología jurídica, a saber: la teoría de la
coacción y la sanción, brevemente enunciada líneas atrás, y sus adversarios; el
del grupo que impone el derecho; el de la distinción entre las normas jurídicas y
otras normas sociales; el de las fuentes creadoras del derecho; el de los factores
que generan y crean cambios en los sistemas e instituciones jurídicas, así como la
función del derecho como factor de cambio social; y el del papel de la
jurisprudencia y el aparato judicial en la coordinación, estabilidad y armonía de la
vida social y la integración sistemática de la sociedad, entre otros muchos temas
de relevancia para juristas y sociólogos.

Werner Krawietz231 considera que Ihering, Max Weber, Theodor Geiger, Helmut
Schelsky y Niklas Luhmann está vinculados a la teoría de la coacción y la sanción,
para quienes la coacción, “es decir, la amenaza de la coacción y las sanciones

231 Krawietz, Werner. El concepto sociológico del derecho. p. 13 y siguientes.

247
formarían parte de los elementos estructurales del Derecho”, lo cual, afirma, es
una teoría “esencialmente incorrecta”. Para demostrar su aserto, explica
críticamente los planteamientos de Weber, Geiger y Luhmann, en los siguientes
términos:

a) Max Weber. Cuando este eminente tratadista expone en su obra Economía y


sociedad que: “Un orden habrá de ser llamado Derecho cuando está garantizado
externamente por la posibilidad de la coacción física y psíquica, a través de la
acción de un propio equipo especializado de personas, destinada a obligar su
cumplimiento o a castigar su violación”, no está apoyando la tesis del carácter
coactivo del Derecho como definitorio de los elementos estructurales de éste, pues
tendría que formar parte de la estructura jurídica el equipo judicial encargado de
imponer las sanciones. El criterio expuesto de Weber —dice Krawietz— no es una
definición del Derecho, sino una propuesta para diferenciarlo de la costumbre y las
convenciones.

Prueba de lo anterior, según Krawietz, es que Weber mismo aclara que el Derecho
podría “ser delimitado para otros fines de manera totalmente distinta”. Además —
prosigue Krawietz— Weber no analiza la estructura de la norma jurídica, sino sólo
la presupone. A Weber, entonces, le interesa la legitimidad de un orden,
justamente el del Derecho.

En consecuencia, para Weber no importa la coacción como elemento estructural


del Derecho, sino ante todo le interesan las “expectativas” normativas bien
específicas y socialmente “establecidas” que la norma jurídica contiene o supone.
Cuando las expectativas están institucionalizadas en las normas y además en el
comportamiento regular de los individuos y grupos, nos encontramos frente a una
acción sociojurídica.

La coacción, en todo caso, es la expresión del poder del Estado a través de sus
agentes, tanto del aparato judicial, como de policías y jueces. Es, en todo caso, la

248
manera de hacer eficaz la norma. La coacción se vincula con la noción de
legitimidad a través del derecho y éste se entrelaza con la noción de efectividad y
fuerza a través del poder. Esta relación podemos explicarla con las palabras del
maestro Norberto Bobbio, quien expone:

En cierto sentido se puede decir que Weber y Kelsen llegan a la misma


conclusión, que el poder legítimo se distingue del poder de hecho en cuanto
a un poder regulado por normas, pero partiendo de dos puntos de vista
opuestos, el primero de la noción del poder que tiene necesidad de ser
regulado para volverse legítimo, el segundo de la noción del ordenamiento
normativo que tiene la necesidad de la fuerza para volverse efectivo.232

Adviértase que la coacción es el instrumento del poder para hacer eficaz el


Derecho y por lo mismo el Derecho legitima al poder tanto como el poder
(coacción) hace eficaz a la norma jurídica, la que sociológicamente se distingue
por la precisión con la que genera expectativas de acción y relación socialmente
vinculatorias. Al respecto, Krawietz coincide con Weber cuando éste afirma que la
función decisiva de todas las reglas jurídicas socialmente establecidas e
institucionalizadas, consiste en que cada cual “puede orientar su propio
comportamiento a través de las expectativas inequívocas creadas por ellas”, por lo
que el elemento estructural decisivo de la regla jurídica no es la sanción o la
coacción, “sino la ‘expectativa’ normativa directamente expresada en la
prescripción jurídica”, que por su obligatoriedad debe ser cumplida. 233 Las
expectativas que crea la norma jurídica son expectativas de acción y de relación
social, con el ingrediente obligatorio y coercitivo.

b) Theodor Geiger tampoco puede ser considerado partidario de la concepción


estatista del Derecho, al decir de Krawietz, o sea, del positivismo jurídico y de la
sanción coactiva. También Geiger considera que la “proposición normativa”
[normas escritas, normas orales] contiene una “expectativa exigente” apoyada por
el “grupo portador del orden”, es decir, por el Estado o el poder equivalente a éste.

232 Bobbio, Norberto y Bovero, Michelangelo. Origen y fundamentos del poder político.
Enlace/Grijalbo Editores, México, 1985, pp. 19-36.
233 Krawietz, Werner. Op. Cit., p. 16.

249
Por lo tanto, lo significativo de la norma jurídica según Geiger, no es la “reacción
colectiva” en forma de “sanción y coacción”, sino la “expectativa normativa” en
cuanto “expectativa exigente”.

La noción anterior es sin embargo, confusa, pues toda norma: moral, convencional
y desde luego jurídica genera “expectativas exigentes” o exigibles; la diferencia
relativa consiste en que el Derecho genera expectativas que en todos los sujetos
que intervienen van acompañados de la confianza o el temor a la sanción, que
puede aplicarse por un poder legítimo.

Contrariamente a lo señalado, para Geiger el “mecanismo del orden” que es el


Derecho no supone estatismo o “apoyo por parte del Estado al orden socialmente
establecido, sino una forma de autocontrol social de la vida social del grupo”, por
medio del “respectivo sistema social”. La vinculación con el Estado, según Geiger,
es sólo un apoyo y garantías adicionales al orden jurídico de la vida ya
establecido.”

Lo que en el fondo plantea esta teoría alemana que incluye a Ihering, Max Weber,
Theodor Geiger y Schelsky, es que ni la sanción ni la coacción son elementos
estructurales del Derecho, sino únicamente “fenómenos secundarios de la
obediencia, mejor dicho, de la desobediencia del Derecho”.

No es lo mismo el derecho como norma que el derecho como relación jurídica; aquel
prevé o prescribe expectativas; éste las actualiza. Por otra parte, no podemos reducir
la sociología del Derecho a los procesos de obediencia y desobediencia del Derecho,
pues ambas poseen un alto contenido psicológico y subjetivo. Si bien es cierto que la
sanción y la coacción se manifiestan más palmariamente frente a la desobediencia,
también es hipotéticamente —y empíricamente— comprobable, que la obediencia
forma parte de las expectativas del Derecho, manifestada como se desprende de
Habermas, del discurso y argumentación socialmente aceptadas en el consenso.
Además, los procesos sociales de creación, aplicación e interpretación de las normas

250
de Derecho, son temas tan relevantes de la sociología jurídica, como aquellas
relacionadas con el binomio obediencia-desobediencia.

Podemos decir que las expectativas institucionalizadas por el derecho no son en


realidad acciones sociojurídicas, sino impulso motor de relaciones e instituciones que
constituyen acciones sociojurídicas relevantes para el estudio de la sociología jurídica.

c) Por lo que toca a los planteamientos de Luhmann, véase el punto 4.2., donde
se resume su funcionalismo sistémico y su idea de la relación sistema social-
sistema jurídico, que contribuye —hasta cierto grado— a la comprensión inteligible
de la acción sociojurídica.

En resumen, la acción sociojurídica es el comportamiento de los actores sociales,


en cuanto integrantes del sistema social en el que sus posiciones y papeles son
ocupados y desempeñados en relación a las expectativas generadas por las
normas jurídicas del subsistema social integrativo y coactivo.

4.7. Funciones sociales del derecho.

De acuerdo con la teoría funcionalista —ya lo vimos—, cuatro son los requisitos o
problemas funcionales de toda sociedad, los cuales presionan al sistema social.
Las respuestas de éste a esas presiones, que implican modos de asegurar la
propia estructura institucional e ideológica de dicho sistema, son las llamadas
funciones sociales, que no sólo aseguran la permanencia del sistema, sino que
también pueden contribuir a modificar los elementos estructurales, las reglas o
normas y la cultura en general, los fines u objetivos generales de la colectividad, y
los mecanismos para la asignación o distribución de las “cosas de valor” entre las
personas o grupos del ente social.

Lo anterior significa asimismo que a cada estructura o elemento estructural (rol,


colectividad, norma y valor) corresponde una cierta función manifiesta y probablemente

251
algunas otras funciones alternativas y latentes; cuando esas funciones se cumplen mal,
o no se cumplen, se dice por esta corriente, que tal parte de la estructura es
disfuncional y se requiere por lo tanto, no de un cambio, sino de un ajuste.

Como se advierte, el funcionalismo es necesariamente estructuralista, de manera


que se trata del análisis llamado estructural-funcionalismo, pues cada función es
asignada a determinada estructura, y toda o cada estructura tiene a su cargo una
o varias funciones.

4.7.1. El derecho en el análisis estructural funcionalista.

Ya expusimos antes que las cuatro funciones o requisitos funcionales a los que se
refiere el análisis estructural-funcionalista, son mantenimiento de pautas y manejo
de las tensiones; la integración; el logro de fines; y, la adaptación y que la función
de integración, propia del subsistema trata de satisfacer las exigencias de la
solidaridad social y que se vale de los mecanismos de control social.

En el marco anterior, el funcionalismo estructuralista ha ubicado al derecho en la


función integrativa de la solidaridad social, pero es notorio que las normas
jurídicas contenidas en la ley, la costumbre o los hábitos y prácticas populares
permean en todos los requisitos funcionales en forma más o menos
preponderante, asegurando el mantenimiento o control del sistema. Diríamos que
además de la función integrativa son funciones alternativas del derecho las
correspondientes a la adaptación (p. e., la definición de la propiedad y distribución
de la riqueza y la escasez), al logro de fines (p. e., las normas constitucionales que
distribuyen el poder, lo organizan y legitiman) y a la estabilidad normativa (p. e., la
determinación legal por conducto de los jueces y el aparato judicial).

Lo anterior es reconocido por el propio Parsons, quien en un ensayo en 1962, The law
and social control, explica que sociológicamente el derecho debería ser reconocido “un
mecanismo de control social que opera difusamente en casi todos los sectores del

252
sistema social”, aunque ratifica que de manera general “la función primaria de un
sistema jurídico es la de integración”, que mitiga factores de conflicto y hace posible las
relaciones sociales sin que degeneren en conflictos abiertos o latentes.234

Ya nos hemos referido a la crítica de la concepción funcionalista de la sociedad,


calificada de conservadora, falsa y engañosa, que nada explica sobre el cambio y
los aspectos “negativos” de las funciones y estructuras sociales. Es decir, que el
funcionalismo oculta el carácter conflictivo de la sociedad y lo califica con juicios
de valor como negativo o disfuncional, lo que le impide hacer el análisis del
cambio, “el de no ver, más allá del orden, el conflicto; el mantener y convalidar la
situación de hecho sin pensar en el cambio.”

4.7.2. Diversas posturas funcionalistas.

i) Norberto Bobbio dice que el tránsito del Estado liberal clásico al Estado social
está acompañado del correspondiente paso del derecho con una función
protectora-represiva, a la función promocional.

Bobbio enumera abundantes listas de funciones atribuidas al derecho: resolución


de conflictos, regulación de conductas, organización y legitimación del poder,
fomento de intercambios, distribución de recursos, y muchas más, y señala que
son recopilaciones de cosas obvias y de elementos heterogéneos que distorsionan
el significado de los conceptos derecho y función. Dice que una teoría que busque
la característica básica del derecho, no en la especificidad de la estructura, sino en
la de la función, “está todavía por hacer”.235

ii) Al retomar las ideas de Bobbio, Vincenzo Ferrari afirma que entre diversos
autores aparecen fundamentalmente tres funciones del derecho de carácter
general y que abarcan a todas las demás: “la función de orientación social, la de

234 Cfr. Idem, p. 207.


235 Treves, Renato. Ibid, p. 204.

253
tratamiento de los conflictos declarados y la de legitimación del poder” 236 ; las
otras funciones, son “conceptos subordinados”, y se resumen en las siguientes: a)
distributiva; b) organizativa; c) educativa; d)integradora; y e) represiva y
promocional.237

iii) Ramón Soriano238 responde a las preguntas de Bobbio y señala que el derecho
cumple diversas funciones, “positivas y negativas, de interacción social y de
generación de conflicto”, de manera que las normas jurídicas evolucionan y
cambian según los productores y usuarios del derecho.

4.7.3. Las funciones específicas del derecho.

Las funciones que considera Ramón Soriano resumen adecuadamente el


funcionamiento y trascendencia ideológica y práctica del derecho legislado y el
derecho vivo; estas son:

4.7.3.1. La función de organización, que explica así: “El derecho es un


instrumento de organización de la sociedad, ya que sin un mínimo de organización
la sociedad, colectivo de un siempre difícil equilibrio de voluntades, no podría
permanecer”. Agrega que: “El derecho lleva a cabo esta función organizativa en
dos ámbitos: en las relaciones jurídico-públicas y en las relaciones jurídico-
privadas”.

4.7.3.2. La función orientativa-persuasiva, que para Soriano corresponde a


todas las reglas sociales y que en el derecho se deriva de la función de control
social: “El control del derecho se realiza a través de la orientación, persuasión o
influencia activa y la exigencia de que sus normas se cumplan”. La orientación y la
persuasión no tienen la misma fuerza en todos los ámbitos del derecho, pues
depende del grado de abstracción y generalidad de las normas; así, la orientación

236 Ibidem, p. 205.


237 Cfr. Soriano, Ramón. Op. cit. p. 383.
238 Ibidem, pp. 384-399, de la que extraemos todos los conceptos de este apartado.

254
es mayor en el derecho privado que en el público y la persuasión domina en el
penal más que en el civil.

4.7.3.3. La función de control social del derecho es la “más desacreditada en la


opinión pública”, que es una entre las variadas formas de control como la religión,
la educación, la moralidad, la costumbre y la opinión pública. El carácter coactivo
del derecho y la amenaza del uso legítimo de la fuerza física para hacer cumplir
sus determinaciones, son elementos que explican y promueven la eficacia del
derecho como sistema de control social del comportamiento humano colectivo.

4.7.3.4. La función de resolución de los conflictos es la que logra, al decir de


Soriano, la mayor aceptación social, pues tanto el hombre de la calle como los
teóricos, ven en el derecho una respuesta clave a las confrontaciones y
controversias y, por lo tanto, la razón “genealógica” de las normas jurídicas:
“Quienes valoran especialmente la seguridad jurídica como un fin primordial del
derecho concederán destacado relieve a esta función del derecho frente a
aquellos otros que se fijan en otros fines y valores, como la justicia, la libertad, la
igualdad, etc.”

Socialmente el derecho afronta y puede resolver los conflictos de diversas


maneras y mediante procedimientos establecidos en la ley, o inducidos en la
conciencia colectiva por el hábito, las costumbres y la opinión. En el primer caso,
los jueces y tribunales y quienes asuman esas actividades concretizan las formas
de solución de conflictos mediante procedimientos que prevén diversos tipos de
derecho; en el segundo, se trata de formas difusas de influencia mediante el
discurso y la argumentación, o mediante el acuerdo y convención popular o
colectivos.

4.7.3.5. La función legitimadora del poder es un rasgo sobresaliente del


derecho. Todo poder, para no quedarse en simple poderío o acto de fuerza bruta,
requiere una norma que asegure su aceptación por su origen y también por su

255
ejercicio. Soriano dice al respecto: “Decía Max Weber que el poder debe ser
reconocido y aceptado por los súbditos para ser un poder estable; de esta manera
el poder se hacía legítimo; su teoría del poder es una teoría de los títulos en que
los poderosos se apoyan para ser aceptados como tales; el poder va unido a la
oportunidad de su acatamiento y a la obediencia de los súbditos. Indica [Max
Weber] los tres títulos de legitimidad del poder, que ya conocemos: el carisma, la
tradición y la norma preestablecida [la ley, el derecho]. Los dos primeros son
títulos o razones antiguas; el tercero es el título que se configura en el marco del
Estado de Derecho; es el título de nuestro tiempo”.

En relación con el poder político, el derecho no sólo lo legitima; también lo


organiza, o sea, lo distribuye y señala las competencias (la división de los
poderes), y lo limita, es decir, establece cuáles son los ámbitos de las libertades o
derechos humanos que no pueden ser invadidos o conculcados por el poder del
Estado.

4.7.3.6. La función distributiva del derecho implica que a través de las normas
jurídicas se determina cuáles bienes, regularmente escasos, se pueden distribuir
entre la población de una sociedad a través del Estado (y del mercado, en la
sociedad de economía liberal), y cuáles deben ser los criterios de esa distribución.
El derecho puede determinar cuáles bienes son intangibles e indivisibles y
pertenecen a todas las personas, pero esto es así aunque el derecho positivo no
lo contemple o regule. En este patrimonio se incluyen los derechos de la
personalidad y las libertades, tal como opinan entre muchos otros R. Dworkin y J.
Rawls. Estos bienes no son susceptibles de tráfico jurídico y el Estado no puede
actuar contra ellos. Cuando se da la colisión de una libertad con otra del mismo
rango, el Estado puede imponer una limitación, supuestos que son admitidos por
Dworkin o Rawls. Es el caso, por ejemplo, del derecho a la vida y la libertad de la
propia decisión de las mujeres en el caso del aborto.

256
Los criterios de la distribución de los bienes por la vía del derecho tienen que ver
con los conceptos y valores dominantes de la justicia, la igualdad, la equidad, la
oportunidad, la seguridad, etc. También puede operar el mérito y la capacidad,
pero hay que admitir que la competencia, la lucha económica de clases y la
explotación juegan en esto un papel importante que el derecho admite, rechaza o
modera.239

4.7.3.7. La función promocionadora del derecho lo saca de la visión formalista y


reparadora expuesta en los seis puntos anteriores, de acuerdo con Soriano. La
función promocionadora o promotora del derecho es propia del estado social
intervencionista, frente a la represora del Estado liberal abstencionista.

Esta función promocional va acompañada del crecimiento del derecho publico y “la
consolidación de los derechos sociales de los ciudadanos”. Se inscriben aquí
también varias otras políticas estatales como sanciones contra los atentados de
las empresas al medio ambiente y a la salud pública, “subvenciones a industrias
alimentarias básicas y deficitarias y conciertos con los sindicatos para garantizar
puestos de trabajo, que tienen como limitante los recursos del Estado y la voluntad
de sus agentes políticos”. La función promocional “es una función que entra en
juego, cuando otras funciones han sido atendidas. Por ello es lógico —dice
Soriano— que algunos juristas sigan todavía viendo al derecho desde el prisma de
sus funciones tradicionales”.

Entre los opositores de la función promocionadora del derecho ejercida por el


Estado social están: “el neoliberalismo radical de los partidarios del Estado
mínimo, representados por Roberto Nozick, y la llamada Escuela de Chicago, el
ala más radical del análisis económico del derecho…, representada por la figura
de R. A. Posner”.

239 Estos últimos conceptos no deben atribuirse a Soriano, sino al autor del texto.

257
• Nozik expone que el concepto de justicia no tiene un referente social, sino que
mira al individuo y a sus derechos naturales: propiedad, libre mercado, a la vida, a
la libertad y a la defensa de otros derechos contra sus infractores. Llevar el
concepto de justicia al marco de la distribución de los bienes sería “una violación
de los derechos naturales”, que da lugar a la incertidumbre.

Nozick opone por ello, a la teoría distributiva de la justicia su teoría de la justicia


retributiva; “cada uno de estos modelos de justicia exige un peculiar modelo de
Estado: el Estado extenso y el Estado mínimo, respectivamente”. La obra de
Nozick se dirige a justificar el concepto de justicia meramente retributiva y en
consecuencia un concepto de Estado mínimo, “limitado a las estrechas funciones
promocionales”.

Las críticas a Nozick abundan, pues propone un individuo desocializado, un


Estado que defiende enormes desigualdades sociales desde una supuesta
neutralidad, una economía cerrada y un criterio de reparto de la propiedad actual
que evita el proceso económico distributivo.

• El ala radical del Análisis Económico del Derecho (AED) está representada por
R. Posner, de la Escuela de Chicago, para quien el mercado tiene sus propias
reglas y únicamente cuando falle la competencia perfecta en el mercado, “debe
intervenir el derecho para reponer la situación ideal del mercado. Según Soriano:

“Los pilares del análisis económico del derecho son los siguientes: a) el principio
de la utilidad como principio antropológico; los individuos buscan la máxima
utilidad propia, incluso el altruismo o búsqueda de la utilidad ajena se hace porque
ésta revierte en la propia utilidad; b) el principio de maximización de la riqueza,
que se consigue con el respeto a los principios de equilibrio en el mercado y de
competencia perfecta, que se mantienen en tanto no reviertan en el mercado las
externalidades; el mercado por sí mismo, sin necesidad de agentes externos
intervencionistas, obtiene la maximización de la riqueza; c) el principio de la

258
eficacia (el mayor beneficio a través del menor coste) como principio de la justicia;
el economista, por otra parte, debe preocuparse por la eficiencia; no le
corresponde valorar si las reglas son o no buenas y justas, y d) el derecho es un
instrumento complementario del mercado, en el que no debe intervenir, salvo que
las leyes del mercado fallen, en cuyo caso intervendrá como un simulador del
mercado; Posner defiende en consecuencia una desregulación jurídica”.

Ramón Soriano emprende una crítica a este AED desde varios marcos: ideológico,
económico, jurídico y tecnócrata y defiende la función promocionadora del derecho
como una conquista histórica irreversible, por varias razones: “a) otras fórmulas
alternativas, de un crudo liberalismo o socialismo, han fracasado en el orden
económico y social; han traído pobreza y/o falta de libertades para la mayoría
social; b) el Estado social y la promoción de los derechos sociales representan la
fórmula histórica que (…) ha deparado una más armónica conjunción de los dos
valores del derecho, la libertad y la igualdad…; c) el Estado social y sus derechos-
prestación contienen un valor moral indiscutible para hacer posible la
solidaridad…; y d) igualmente el modelo de Estado social y derecho promocional
ejerce una importante función educativa, porque la defensa de los bienes sociales
de este modelo suscita un mensaje que,… sirve de incentivo y reflexión para
abonar miras altruistas frente al incentivo del propio interés del modelo del Estado
liberal”.

4.7.4. Conclusiones.

Las funciones sociales del derecho, como se advierte, conducen al mantenimiento


del orden y a la promoción del cambio, sea entendido éste como progreso,
evolución o desarrollo, o revolución e involución. Pero también se reconoce
sociológicamente que el derecho no sólo institucionaliza la evolución y el progreso,
sino la involución y la regresión cuando las fuerzas políticas así lo determinan. Por
ello la sociología del derecho debe analizar que, así como las normas jurídicas
dan un grado de certeza al comportamiento humano que ningún otro tipo de

259
control social puede alcanzar, el derecho sólo posee una autonomía relativa, es
decir, que depende en buena medida de los grupos de poder y de la política, por lo
que no conviene que sea la forma preeminente absoluta del control social.

Por otra parte, el estudio del derecho en el sistema de control social debe estar
acompañado del análisis del derecho y el cambio social, no sólo como instrumento
de institucionalización del cambio, así sea éste revolucionario, sino también como
mecanismo impulsor de las transformaciones sociales.

Finalmente, la visión jurídica de la sociedad nos orienta acerca de cómo debe o


debería ser ésta. La visión sociojurídica nos muestra cómo funcionan las
instituciones y cómo actúan los grupos e individuos en el marco del derecho.
También implica que no hagamos de lado que el derecho no sólo puede
solucionar conflictos, sino que él mismo es con frecuencia factor y objeto de
algunos de los más serios conflictos sociales. En una sociedad conflictiva, el
derecho es igualmente parte del conflicto social.

Orientación para trabajos de investigación empírica


en los temas sociojurídicos abordados en esta Unidad

En relación con los temas expuestos en esta unidad, se recomienda al alumno consultar las
siguientes páginas de internet, en donde encontrará indicadores e información estadística para
realizar análisis comparados, relacionada con tópicos relativos a:
1. Control del poder;
2. Corrupción;
3. Apertura gubernamental;
4. Derechos Humanos;
5. Orden y seguridad;
6. Mejora regulatoria;
7. Justicia civil;
8. Justicia penal;
9. Presupuesto destinado al poder judicial por habitante;
10. Tasa de litigiosidad procesal por cada cien mil habitantes;
11. Tasa de sentencias o resoluciones judiciales emitidas en relación al número de juicios
iniciados;
12. Tasa de fiscales (ministerios públicos) por cada cien mil habitantes;
13. Presupuesto por habitante destinado al ministerio público o entidades de persecusión penal
pública;

260
14. Tasa de defensores públicos por cada cien mil habitantes;
15. Presupuesto por habitante en defensorías o entidades de asistencia legal;
16. Tasa de policías por cada cien mil habitantes;
17. Comparación entre países de personas en situación de reclusión penitenciaria por cada cien
mil habitantes;
18. Comparación entre cantidad de presos y capacidad de la infraestructura penitenciaria;
19. Tasa de abogados por cada cien mil habitantes.

La información se presenta con una descripción sencilla de las atribuciones, funciones, estructura,
presupuestos y el quehacer de las instituciones que intervienen en la administración de Justicia, en
el continente americno.

El objetivo es que el alumno investigue y realice los ejercicios socio-jurídicos conducentes:

➢ http://www.cejamericas.org/reporte/2008-
2009/muestra_seccion39bb3.html?idioma=espanol&capitulo=ACERCADE&tipreport=REPORTE4&se
ccion=INST_232

➢ http://worldjusticeproject.org/

4.8. Los roles jurídicos, componentes estructurales de la vida jurídica.

Los roles o papeles son los modos de participación de los individuos en las
colectividades, instituciones y organizaciones. En el campo interno y externo de la
cultura jurídica, destacan los siguientes:

4.8.1 El rol del abogado.

Para triunfar en un litigio deben reunirse estas


condiciones: Tener razón, saberla exponer, encontrar
quien la entienda y la quiera dar y por último, un
deudor que pueda pagar.
— Piero Calamandrei —

Este rol o papel debe entenderse dentro del contexto económico, social y cultural
en que se desarrolla la actividad profesional de los especialistas en el manejo de
las normas jurídicas, particularmente de la legislación procedimental y sustantiva.
La economía de mercado imperante propicia un tipo de rol, ya sea como empleado
al servicio del Estado, principalmente dentro del Poder Judicial que va ganando

261
cada vez más terreno por la extrema judicialización de la política, la economía y la
defensa de los derechos humanos, donde el abogado puede desarrollar como
juez, defensor, personal técnico realizando actividades administrativas u otras
tareas no estrictamente jurídicas, o bien como abogado que presta servicios
profesionales a empresas y clientes particulares, cada vez más a través de
bufetes y no de forma individual.

La vida social en la que interactúa el abogado es, pues, compleja, dinámica y


demandante: la protección de los derechos humanos e intereses de todo tipo que
se confía a los juristas, suele darse en una relación directa y personal entre el
cliente y el abogado (intuito personae), mientras la prestación de servicios
profesionales implica una interacción con la sociedad y con cada uno de los
componentes de ésta; clases sociales, sectores, instituciones incluido el Estado,
empresas, sindicatos, etc., y, desde luego, familias y personas físicas y morales.
El abogado no trabaja aisladamente, su rol es multifacético, en contacto con los
fenómenos sociales, participando como un agente de cambio y control social.

Es en consecuencia importante destacar la sinergia de la abogacía en su contexto


social y su relevancia como refuerzo de los demás roles jurídicos, particularmente
de los jueces.

En torno a las interacciones de los abogados con el sistema de impartición


de justicia—afirma Luis María Aguilar—, quiero destacar que, para
garantizar el derecho humano de acceso a la impartición de justicia, o de
acceso a una tutela judicial efectiva, debe considerarse también… la
calidad profesional, la técnica, la ética y la argumentativa de los abogados,
resulta crucial para el buen desempeño de los jueces.240

Al mismo respecto, el Ministro Presidente Aguilar Morales destaca que: “la labor
de los abogados es parte fundamental del sistema de justicia, no es un elemento
ajeno y es parte sustantiva de la impartición de justicia. Lo reconoció el licenciado

240 Palabras del Sr. Ministro Luis María Aguilar Morales, Presidente de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, en la ceremonia del Día del Abogado,
el 9 de julio de 2015, p. 9.

262
Manuel G. Escobedo, presidente de la Barra Mexicana, en su discurso de 1963
cuando instó a todos los abogados a colaborar con los funcionarios judiciales,
considerándose, con ellos, como parte de la misma institución de justicia”.241

4.8.1.1. Cambio social y cambio del rol del abogado.

Así como el derecho en el siglo XX pasó del dominio de las normas de conducta,
al dominio de las normas de organización, que según F. A. Hayek implicó el paso
del Estado liberal clásico al Estado asistencial, hoy advertimos el paso del rol del
abogado de la comunidad y el Estado, al del abogado del mercado y de la
empresa privada, pública y social.

El rol de la abogacía dominado por el servicio, está siendo desplazado por el rol
del abogado inmerso en la competencia, lo cual es un signo de la sociedad
demoliberal del siglo XXI, aunque el Estado social de Derecho es también un
modelo que genera tipos de abogados que se vinculan a las causas populares y a
la asociación cooperativa y no sólo competencial.

El abogado actual, que se dedica al ejercicio de la profesión, es un abogado


corporativo, ya sea en el cuerpo de la burocracia estatal, ya sea en grandes y
medianas empresas comerciales, industriales y financieras, ya en el cuerpo mismo
de los grandes e importantes despachos de Wall Street o de Polanco. Según
Ramón Soriano, se ha pasado de los despachos individuales del abogado
tradicional a los despachos colectivos y asociados, fenómeno que en México está
en vías de expansión.

El propio Soriano se refiere a tres tipos de abogados: “a) el abogado modesto, que
se dedica a actividades de poca monta e incluso no propias de la profesión, con
las que consigue sobrevivir; b) el abogado tipo medio, que tiene una clientela

241 Ibidem, p. 10

263
sólida y ejerce los temas clásicos de la abogacía, y c) el abogado que dirige u
ocupa un puesto relevante en los grandes bufetes y firmas de abogados.”

Hay que reconocer que en los países desarrollados y de desarrollo medio, los
abogados ofrecen características similares. Así, mientras los abogados de las
grandes firmas y empresas legales pertenecen a las clases altas y acomodadas y
son egresados de escuelas privadas a las que asisten los hijos de ricos o de las
familias con ambiciones de ascenso social, los abogados modestos pertenecen y
son originarios de clases modestas y regularmente egresados de escuelas y
facultades públicas. Dice Soriano: “Los primeros se dedican con frecuencia a las
altas finanzas y administración. Los segundos se emplean en trabajos menores y
menos complejos: débitos, morosidad, casos criminales, pequeña propiedad,
etc.”.242 La relación entre estratificación social o profesión jurídica, según Ladinsky,
resulta primordial, pues “la extracción social preestablece dos fundamentales
factores condicionantes de la carrera: el nivel de habilidad técnica y el tipo de
clientela”243, es decir, nos ayuda a conocer qué tipo de actividad realizarán y los
clientes a los que ofrecían sus servicios.

Las anteriores deben ser considerados como “tipos ideales” en el sentido


weberiano y no como prototipos estratificados e inmutables: entre ellas hay sin
duda categorías intermedias o mixtas y orígenes yuxtapuestos en el orden
socioeconómico y geopolítico.

Aún los abogados llamados antiguamente “de oficio”, defensores de los más
pobres en materia penal, están organizados corporativamente en los institutos de
defensoría pública, que en México agrupan en materia federal a varios cientos de
defensores y asesores. El Instituto Federal de Defensoría Pública, organismo
autónomo auxiliar del Consejo de la Judicatura Federal, agrupa en 2015 a 806

242
Soriano, Ramón. Op. cit., pp. 428 y 429.
Ladinsky, Jack. “Carrers of lawyer. Law practice and legal intitutions”, en American Sociological
243

Review, XXVIII, 1963, p. 53.

264
defensores y 160 asesores, de los cuales 24 son bilingües, al servicio de los
pueblos indígenas del país.

En contraste —y como paradoja— el abogado inmerso en la tendencia a la


colegiación, se desempeña en la dispersión y la desarticulación anómica del
ejercicio profesional.

Los abogados que ejercen la profesión, según el Instituto Nacional de Estadísitica,


Geografía e Informática (INEGI), ascendían en 2004 a 191 mil profesionales del
derecho, aunque no necesariamente en el rol de litigantes, sino de poseedores del
título y/o especialidad y/o experiencia jurídica.

Para comprender de una mejor manera la dinámica del rol de abogados, es


importante plantearnos las siguientes preguntas:

1. ¿Qué lugar ocupa el papel del abogado dentro de los roles sociojurídicos?
2. ¿Es la función del abogado la respuesta a un problema funcional de la
sociedad?
3. ¿Son “los abogados” una categoría social (grupo de status) o un agregado
estadístico?
4. ¿Es la abogacía una técnica social o una profesión humanística?
5. ¿Es la profesión de abogado un requisito para las funciones públicas?
6. ¿Se puede hablar de abogados de cabecera, como en la profesión médica?
7. ¿Se puede afirmar que abogado y jurista son términos equivalentes o
sinónimos?
8. ¿Qué diferencia existe entre el abogado conocedor de la ley y el jurista
estudioso del derecho? ¿Ciencia jurídica y sociología del derecho son lo
mismo?
9. ¿El rol del abogado es siempre el mismo en una sociedad en transformación?
10. ¿Es uno solo el “rol de abogado” y por lo mismo es polifacético?
11. ¿Si cambia la sociedad, se transforma el rol del abogado?

265
12. ¿La diferenciación social de los abogados influyen en sus roles, su adquisición
y su desempeño?
13. ¿Es necesario conocer la historia de la abogacía para entender el rol actual
del abogado?
14. ¿Puede entenderse la existencia de los abogados sin los problemas que
generan la propiedad, los contratos, el poder y la ley?
15. ¿Qué implica la abogacía y el abogado en el litigio, la representación, los
juicios, la mediación, la obtención y la ejecución de la sentencias?
16. ¿Es el abogado hombre de leyes, creador de jurisprudencia y ejecutor del
derecho por su propia naturaleza profesional y especializada?
17. ¿La imagen social del abogado corresponde a la imagen y prestigio de la
administración, procuración e impartición de la justicia?
18. ¿Cuál es el efecto de la formación universitaria y/o profesional de los
abogados en instituciones públicas y privadas, de mayor a menor calidad
académica y prestigio?
19. ¿La colegiación obligatoria de los abogados contribuiría al control de su
función como defensores, asesores, litigantes, administradores y funcionarios?
20. ¿Cómo participan los abogados en las tasas de litigiosidad y en los índices de
impunidad y corrupción?244 ¿Existe la ética del abogado?

Los veinte cuestionamientos anteriores y muchos otros que pueden hacerse en


relación con el abogado, la abogacía y la sociedad post-moderna, post-industrial,
de la información y del conocimiento, forman parte de la agenda actual de la
profesión. Algunos de estos temas se tocan en los siguientes apartados.

Por lo que se refiere a cuál es el origen social de los abogados, dentro de los
estudios del siglo XX, encontraremos análisis realizados principalmente en la
sociedad norteamericana, en los que se menciona que los abogados tenían una
extracción social media o media alta, por ejemplo: los estudios efectuados en los

244Nota: El profesor y los alumnos deberán realizar investigaciones empíricas y documentales,


sociohistóricas y sociológicas en general, para dar respuesta a los cuestionamientos enumerados.

266
años ochenta en Estados Unidos de Norteamérica por Richard L. Abel, en su libro
American Lawyers (abogados americanos) de 1989, indican que los abogados
norteamericanos tienen una pertenencia u origen en las familias de clase alta, lo
cual no puede aplicarse a la sociedad mexicana, en la que los abogados se
estratifican, y su origen de clase se puede advertir en razón, por lo general, de su
formación en colegios públicos o privados, dado que en los primeros dominan los
estudiantes de clases medias y bajas y en los segundos los de clases medias
altas y clases adineradas.

4.8.2. La formación de los abogados y la abogacía.

Existe un paralelismo socioeconómico y académico entre los estudiantes de la


carrera de derecho y los profesionales de esta disciplina. Es claro que el rol del
abogado se empieza a configurar en la etapa de estudio de la carrera, más aún
cuando un número importante de estudiantes se incorporan a las fuentes de
trabajo jurídico, particularmente en calidad de “pasantes” de abogados
postulantes, en despachos y notarías, o en oficinas públicas y privadas diversas.

En México, la apertura de la oferta educativa para estudiar derecho, en las


universidades públicas o privadas ha propiciado que un gran número de jóvenes
ingresen a la carrera de derecho. Luis Fernando Pérez Hurtado, señala que dentro
de las características generales de los estudiantes de derecho en México,
encontramos aspectos demográficos, sociales, económicos y escolares, que
permiten ver un panorama general de su perfil, es decir, de los futuros
profesionistas del derecho; para ello elabora una tabla sobre el nivel
socioeconómico de los estudiantes de la licenciatura en derecho (LED), en las
Instituciones de Educación Superior (IES)245 en México.

245Pérez Hurtado, Luis Fernando. La futura generación de abogados mexicanos. Estudio de las
escuelas y los estudiantes de derecho en México. Instituto de Investigaciones Jurídicas-UNAM,
México, 2009, página 73.
Hay que señalar que la abogacía es una profesión “liberal” muy antigua en el mundo y en México,
donde los primeros abogados surgieron de la Universidad fundada en 1551 (La Real Universidad
de México, luego real y pontificia) y que a lo largo de los siglos ha cambiado su origen social y sus

267
Como podemos apreciar, el nivel socioeconómico (NSE) de los estudiantes
corresponde un nivel de medio a medio-bajo, siendo éste un indicador claro de
que los abogados están movidos por aspiraciones de posicionarse en un nivel alto
al ejercer la profesión; pues al realizar el rol de abogado esperan ascender en la
escala socioeconómica.

En el mismo sentido, Edwin Schur, en su obra “Sociología del Diritto”, comenta


que el nivel de extracción social y de preparación jurídica de los abogados está
conectado con algunos parámetros como la estructuración de su actividad jurídica
(profesión individual, pequeño despacho, gran despacho), renta, sector en el que
se ejerce la actividad jurídica, frecuencia y tipo de relaciones con los jueces y
funcionarios, o nivel y entidad de la clientela.

Luis Fernando Pérez Hurtado informa que para el ciclo académico 2006-2007
existían en el país 930 instituciones de educación superior en las que cursaban la
licenciatura en derecho 240,000 alumnos inscritos, la mayor matrícula en ese

funciones. Véase a este respecto la Historia de la Facultad de Derecho, de Lucio Mendieta y


Núñez.

268
nivel, “pues once de cada cien estudiantes de licenciatura cursaban esta
carrera”.246

Igualmente afirma algo que parece obvio: que la calidad de la formación de los
abogados afecta directamente la calidad de los servicios profesionales que
prestan los egresados de las instituciones de educación superior, de manera que
los clientes de los asuntos más importantes y complejos ya no confían tanto en las
influencias sino que buscan y exigen cada vez más “una mayor calidad de la
educación jurídica”.247

Por otra parte, se imputa a la formación de los abogados una repercusión directa
en la calidad y eficacia del sistema jurídico mexicano, particularmente en lo que se
refiere a la independencia de jueces y abogados. Esta afirmación es exagerada y
aventurada, pues lo más probable es precisamente lo contrario: que los vicios e
ineficacia de la enseñanza y formación de los abogados es producto de las
insuficiencias y males (corrupción, impunidad, prácticas derivadas en el ejercicio
profesional), que los profesores y otros agentes que provienen del foro llevan a las
aulas donde difunden y reproducen sus vicios, pues en la carrera de derecho los
profesores de tiempo completo son muy escasos y abundan los funcionarios y
litigantes que imparten unas cuantas horas a la semana.

Pérez Hurtado considera que la investigación sobre la enseñanza y estudio del


derecho para la formación de profesionales de esta disciplina, debe responder a
las siguientes preguntas:

• “¿Quiénes son los estudiantes de derecho en México?


• “¿Cuáles son sus características generales?
• “¿Por qué eligieron estudiar derecho y qué esperan de sus programas?

246 La futura generación de abogados mexicanos. UNAM-CEEAD, IIJ, 2009, p. 1.


247 Ibidem, p. 2.

269
• “¿Cómo eligieron la institución para cursar la LED248?
• “¿Cuáles son sus expectativas profesionales?”249

La obra de Pérez Hurtado es una magnífica aportación al conocimiento de los


abogados en su etapa de preparación y constituye una aportación con
fundamentos empíricos a la sociología jurídica. Algunas generalizaciones del
estudio citado constituyen algunas respuestas a los cuestionamientos
transcritos.250

4.8.3. Género y abogacía.

Desde un enfoque de género, las mujeres hoy en día tienen una participación
activa muy importante, sobresale que en los últimos años las mujeres han ganado
terreno, han incursionado más en esta profesión. De acuerdo a datos del INEGI,
del total de profesionistas dedicados a la abogacía, 72.5% son hombres y 27.5%
son mujeres.

Mujeres y hombres que se dedican a la abogacía en México

80

60

40

20

0
Hombres Mujeres

248 LED: Licenciatura en Derecho.


249 Ibid, p. 4.
250 Como lecturas obligatorias clásicas se remite al estudio de aportaciones como las de Lucio

Mendieta y Núñez: Ensayos sobre planificación, periodismo y abogacía; Historia de la Facultad de


Derecho; Hacia una Nueva Escuela de Derecho en México, Edit. Imprenta Mundial, México, 1935.

270
En relación a la edad de los profesionistas, la mitad de las mujeres son jóvenes y
en el caso de los varones el 44.5% tiene 40 años o más, lo que genera que la
edad promedio de los profesionales del derecho sea de 37 años de edad.

Es sugerente la temática acerca del ejercicio profesional de la abogacía por las


mujeres, en orden a los tipos de actividad jurídica más sobresalientes, tales como
el litigio, la judicatura en todos sus niveles y ámbitos, el estudio en sus diferentes
grados, la cátedra e investigación, la asesoría y consejería jurídicas, la defensa de
derechos humanos, la política, la actividad jurídica en la empresa y el mercado en
general, etc., temas susceptibles para la investigación teórico-empírica.

En particular, a los estudiantes de esta disciplina les sería útil y práctico realizar un
estudio específico sobre la legislación relativa a los problemas de género, tanto a
nivel de los Estados y del país, en el campo internacional.

4.8.4. La abogacía como actividad asalariada.

El desempeño del papel de abogado en una sociedad capitalista, nos hace


reflexionar sobre la salarización generalizada de las profesiones, que es un
fenómeno imperante en el siglo XXI, que afecta a la abogacía. Algunos autores
comentan que este fenómeno se generó entre otras causas por un crecimiento del
aparato del Estado, en virtud de su carácter promocional que implica el aumento o
de prestación de servicios; fue el caso del Estado benefactor; por ejemplo, la
defensoría de oficio a cargo del Poder Judicial, ocupa muchos abogados que
trabajan para las clases populares ejerciendo su profesión pero a través de un
salario, que paga el estado. El incremento de defensorías, comisiones de
derechos humanos, de tribunales especializados, de procuradurías diversas,
explica la ubicación asalariada de los abogados en el sector público, y algo similar
ocurre en el sector privado.

271
Sobre este tópico, las investigaciones de María Inés Bergoglio, al estudiar los
cambios ocupacionales de los abogados en América Latina, señala que, “se
registra una mayor variedad en la inserción ocupacional de los abogados
latinoamericanos. Esta diversificación, producida tanto por la expansión del poder
judicial como por el aumento de tamaño de las firmas jurídicas, implica una
tendencia a la salarización, convirtiendo en menos frecuente el tradicional ejercicio
independiente de la profesión. Estas transformaciones se vinculan con las
renovaciones institucionales derivadas de la democratización y, muy
especialmente, con los procesos de internacionalización de la economía
intensificados en la década del noventa con las reformas neoliberales”. 251

4.8.5. Abogacía y especialización.

En los últimos años ha crecido el número de abogados especializados en diversas


áreas de la ciencia jurídica, lo que atiende a la demanda laboral, donde el cliente o
el patrón de los abogados exigen especialistas que garanticen competencia en
una determinada área o materia jurídica, lo que no ocurre con los abogados
“todólogos” o “generalistas”.

Una crítica que sufre la especialización de la abogacía es que se pierde la


perspectiva de conjunto; como diría la famosa frase de Salvador de Madariaga:
“un especialista es alguien que sabe cada vez más sobre cada vez menos, hasta
llegar a conocer absolutamente todo sobre nada”. La existencia de múltiples tipos
o disciplinas jurídicas hacen necesaria la existencia de abogados dedicados a una
parte del derecho, lo que propicia a su vez una oferta educativa especializada del
derecho por parte de las universidades; así los abogados especializados son los
más requeridos por el mercado, por ser una garantía para los clientes o para el

251Diversidad y desigualdad en la profesión jurídica: consecuencias sobre el papel del Derecho en


América Latina. Revista VIA IURIS, núm. 6, enero-junio, 2009, pp. 12-28, Fundación Universitaria
Los Libertadores Colombia.

272
Estado, al tener mayores capacidades y manejo sobre una rama del derecho. 252
La especialización se vincula igualmente con el prestigio y con los niveles de
ingreso u honorarios.

4.8.6. Resumen de las notas sobre el rol del abogado.

En síntesis, las cualidades peculiares que trazan el perfil del rol del abogado, al
decir de Soriano253, son:

1º “La abogacía se debate en su doble perspectiva de profesión liberal y de


servicio público.”

2º “… la abogacía despierta gran interés por una característica permanente que no


tienen otras profesiones: el reflejo del sistema social, de manera que se pueden
conocer las claves de este sistema a través de la práctica de la abogacía.”

3º Ante la función social y el servicio público, resalta “el carácter de mediación


social que poseen los abogados”. La realidad actual es que los abogados “son
más mediadores sociales que otra cosa: en su bufete orienta al cliente y resuelve
sus problemas, formulando propuestas que no pasan por el consabido juicio”.

4º La abogacía es “una profesión que exige una intensa cantidad del tiempo, y en
la que en la línea de separación entre el trabajo profesional y la vida privada del
profesional es muy fluida.” Agreguemos que: “La abogacía ha cambiado
significativamente en los últimos tiempos, más aún que en la judicatura, porque los
abogados reciben unas influencias directas del mundo de la economía y el
trabajo”.

252 Entre los estudios recientes sobre abogados y abogacía destaco uno muy reciente de Oscar
Cruz Barney, publicado como el número 1 de Cuadernos de abogacía, con el título sugerente
Defensa a la defensa y abogacía en México, colección que viene a llenar un vacío sobre la
profesión jurídica y que a partir de 2015 patrocinan la UNAM, a través del Instituto de
Investigaciones Jurídicas, el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México y el Ilustre Colegio
de Abogados de Madrid, que merece reconocimiento pleno.
253 Soriano, Ramón. Op. cit., pp. 425-426.

273
• En materia de ética profesional254 abundan los estudios recientes relativos al
abogado y a la abogacía, sobre todo por la doble condición de la abogacía como
profesión liberal y servicio público. “El ethos social del abogado se mueve entre
dos polos difíciles de casar en ocasiones: el interés del cliente y el interés de la
ley”.

Sin embargo, aunque parezca una posición cínica, la ética del abogado litigante es
la lealtad al cliente, no la imparcialidad y la justicia. Lealtad no a los principios, sino
los intereses del defendido. Si en un caso debe sostener la convicción A, como
actor, conra la convicción B, sostenida por su contrario, en otro caso, si participa
de parte del demandado, la lealtad le obliga a sostener la convicción B y tratar de
demostrar que ésta es la válida.

Diversas investigaciones muestran, además, que pueden distinguirse diversas


éticas profesionales: “la de los abogados de las grandes empresas legales y la de
los modestos abogados; éticas que están en relación con la naturaleza de las
tareas y los diferentes sujetos o clientes a los que tienen que atender.”255

• Conceptos coincidentes vierte Lucio Mendieta y Núñez en su obra Ensayo


sobre planificación, periodismo, abogacía, publicada por el Instituto de
investigaciones Sociales de la UNAM en 1963, en la que desarrolla un interesante
estudio de la profesión de abogado, cuyos horizontes, señala, son: “la postulación,
la magistratura, la creación científica, la burocracia y el magisterio. Su lectura nos
informa sobre los importantes cambios sociales de la profesión jurídica.”256

4.8.7. El Rol del juzgador.

• El juez es el puente entre la realidad y la ley.

254 Véase el punto “4.9. Deontología de los abogados y la abogacía.”


255 Soriano, Ramón. Op. cit., p. 430.
256 Véase Capítulo III y IV, pp. 149-162.

274
• La ley no es la premisa mayor que enjuicia el caso; son los casos, cada uno,
los que determinan la ley aplicable; se invierten los términos.257
• El juez no es el intérprete del legislador, sino el intérprete de la ley y a través
de la interpretación, creador del derecho.
• Dice Zagrebelsky que cuando el derecho se conciba como una disciplina
práctica la jurisprudencia deberá ponerse “al servicio de dos señores: la ley y la
realidad”.258

El propio Zagrebelsky comenta que estudiar el derecho encerrados en las


formaciones jurídicas, sin considerar los fenómenos a los que regulan, es un
trabajo extravagante de “juristas puros”, a los que califican de “orgullosos e
inútiles”, carentes de interés.

En cambio, la concepción práctica del derecho, que él propone, entiende que “la
interpretación jurídica es la búsqueda de la norma adecuada tanto al caso como al
ordenamiento.” 259 Afirma que en el Estado de Derecho decimonónico la regla
jurídica se aplica sin que nada lo impida, pues opera la máxima dura lex sed lex,
quintaesencia del positivismo acrítico”. A su modo de ver, hoy puede más la
validez de la norma que su interpretación, y asegura que: “Las exigencias de los
casos cuentan más que la voluntad legislativa y pueden invalidarla.”

La concepción práctica del derecho conduce a la practicidad interpretativa tanto de


la ley como de la voluntad del legislador que la crea, por lo que reconoce la
pluralidad de los métodos de interpretación, sin jerarquía u orden jerárquico entre
ellos. Surge así una consecuencia extrema: la supremacía del intérprete.

257 Cabe decir, en general, —dice Zagrebelsky—, que el caso no puede comprenderse
jurídicamente si no es por referencia a la norma y ésta por referencia a aquél, pues no es sólo el
caso el que debe orientarse por la norma, sino también la norma la que debe orientarse al caso…
Tomar en consideración exclusivamente los casos daría lugar a una pura y simple <<casuística>>,
incompatible con la existencia del derecho como ordenamiento; tomar en consideración
exclusivamente el ordenamiento conduciría a una ciencia teorética, inútil para la finalidad del
derecho. Exceso de concreción en su caso; exceso de abstracción en el otro.
258 Zagrebelsky, Gustavo. El derecho dúctil, Ed. Trotta, 10ª edición. Torino, 2011. p. 132.
259 Ibidem, p. 133.

275
Zagrebelsky sentencia al respecto: “el derecho escrito en las leyes sirve para
propiciar a los casos la regla que les corresponde, pero carece de poder exclusivo
para determinarla”.260

Aquel poder, desde luego, debe ser transferido al juzgador, quien no obstante su
altísima jerarquía, está sometido, él sí a un orden jerárquico rígido, inalterable y
terminal. Esto significa que la interpretación final, que no admite interpretación
ulterior, es la de los más altos ministros o magistrados de los tribunales o Cortes
supremas, o de los tribunales constitucionales, uno de los cuales, por cierto, ha
presidido Gustavo Zagrebelsky en su país: Italia.

Hay en Zagrebelsky cierta indulgencia hacia el legislador a quien reconoce que el


intérprete está sujeto a su “actitud” al aprobar “la estructura de la propia ley”. Dice
que esto ocurre con las normas llamadas “elásticas” o “abiertas”, que utilizan
hipótesis o supuestos muy generales, que permiten al juzgador o intérprete darles
el contenido y precisión que el caso requiera.

Algunas expresiones ejemplares de lo anterior, usadas por el legislador, son


“buenas costumbres”, “buena fe”, “buen padre de familia”, “interés público”,
“relaciones sociales justas”, etc., en las que se advierte,según el profesor italiano,
“es el propio legislador quien declara su incapacidad para prever la concreta
aplicación y quien autoriza expresamente que los casos y sus exigencias
obtengan reconocimiento”.261

El estudio del rol del juzgador es trascendente para la sociología jurídica, debido a
que el valor de la justicia como aparato simbólico está institucionalizado en la
figura del juez, cuya presencia es casi universal en todas las sociedades que
cuentan con un sistema normativo. El juez junto con el concepto de tribunal
(conjunto de jueces), se identifican con la representación del Estado en la solución

260 Ibid, p. 136.


261 Ibid.

276
de conflictos dentro del sistema social, es decir, el papel del juez debe entenderse
a partir del estatus que tiene dentro del sistema social.

Si el derecho se compone de normas que se hacen obedecer por un aparato


sancionador que las apoya a través de sanciones negativas o positivas, por medio
de un procedimiento predeterminado y que al mismo tiempo son normas
vinculadas al poder de sujetos que las administran, o sea, las reconocen,
organizan, interpretan, las hacen cumplir y las aplican, surge con nitidez, entre
otros, el rol del juez (junto al del legislador y funcionario). Significa esto que el rol
del juez está indisolublemente vinculado al cuerpo de la ley y al derecho.

4.8.7.1. Rol, realismo y conductismo judicial.

Las principales corrientes de pensamiento que tratan este tema son: 1) el realismo
jurídico norteamericano de los años treinta del siglo XX, y 2) el conductismo
judicial. La primera señala que el derecho debe ser entendido en términos de
práctica judicial, más que en formas de reglas, porque en la aplicación del derecho
al caso concreto, surgen lagunas de la ley, dando lugar a un espacio entre norma
y realidad, donde el juzgador puede interpretar el derecho para solucionar el caso,
convirtiéndose en auténtico creador del derecho; por otra parte, el conductismo
judicial (judicial behaviorism) surgió en Estados Unidos como un enfoque de la
ciencia política en el siglo XX, para explicar el comportamiento político del
momento, pone énfasis en los valores, personalidad, aptitudes y características
del juzgador, analiza el comportamiento de jueces y magistrados, en lugar de
examinar las instituciones del aparato judicial.

Entre los partidarios del realismo jurídico, tenemos a John. P. Dawson, profesor de
la universidad de Michigan, quien aborda el rol de los jueces, a través de su obra
The Oracles of the Law publicada en 1978, afirmando que los jueces son los
depositarios del derecho, sus oráculos vivientes.

277
En el mismo sentido, Oliver Wendell Holmes, integrante de la Corte Suprema de
los Estados Unidos, de 1902 a 1932, definió el derecho como las profecías de lo
que decidan los tribunales; también John Chipman Gray abogado y profesor
americano de Harvard, llegó a comentar que “los preceptos establecidos por el
legislador no son derechos, sino fuentes del mismo, pues su significado y efectos
jurídicos solamente quedan determinados cuando se han considerado en casos
sometidos a los tribunales; las decisiones judiciales constituyen el derecho
propiamente dicho”262.

Por otra parte, los orígenes del conductismo se atribuyen a Charles Merriam,
profesor de la Universidad de Chicago, quien destacó la importancia de examinar
el comportamiento político de los individuos y de los grupos, no sólo teniendo en
cuenta cómo las personas o grupos se atengan a las normas legales o formales,
sino tomando en cuenta las aptitudes y valores.

4.8.7.2. Orientaciones social y cultural del rol de juzgador.

Glendon Schubert, explica que el sistema de valores que caracteriza a cada juez
individual está determinado por el ambiente familiar en el que ha crecido, por la
educación recibida, por los estudios realizados, por la experiencia profesional,
entre otras, poniendo de manifiesto que la variable más amplia y difusa es la del
ambiente político, observa que las variables culturales determinan el ámbito de
variación de las variables relativas a las características personales, las cuales a su
vez influyen sobre las actitudes que determinan las decisiones.263

Entre los estudios más recientes, encontramos los realizados por el catedrático
Martin M. Shapiro, quien en su obra Courts. A Comparative and Political Analysis,
señala que el prototipo ideal de tribunal adoptado por la mayoría de los autores y
literatura jurídica, comprende cuatro elementos: (1) un juez independiente, (2) que

262 Cotterrell, Roger. Introducción a la sociología del derecho, editorial Ariel S. A., Barcelona, 1991,
p. 177.
263 Treves, Renato. Introducción a la sociología del Derecho. Editorial Taurus, 1978, Madrid, p. 176.

278
aplica normas preexistentes, (3) mediante procedimientos adversariales, (4) para
elaborar una decisión dicotómica en que se asigna la razón a una de las partes y
se declara a la otra equivocada.264

De acuerdo con Roger Cotterrell, los tribunales cumplen diversas funciones como
“legitimación, resolución de disputas, ayuda técnica a la administración mediante
el desarrollo de doctrina adecuada, y elaboración o mantenimiento de la
ideología.”265 Es decir, la función de los tribunales incorpora en su definición el rol
del juez.

Es importante comentar que los jueces están diferenciados de varias maneras, por
ejemplo, existen jueces federales y locales, nacionales e internacionales,
especializados por materia, de primera instancia o de apelación, unitarios o
colegiados; en fin, una diferenciación de acuerdo a criterios competenciales o de
otra índole, pero todos cumplen un rol según su estatus dentro del sistema social y
judicial.

Otro aspecto fundamental para entender este rol, es la extracción social de los
jueces y su ideología política. La procedencia del juez según su estrato social
bajo, medio o alto, es importante para saber la actitud que tomará al momento de
resolver los casos. De acuerdo con Ralf Dahrendorf “la mayor parte de los jueces
se caracterizan por una actitud conservadora en relación con el Estado y con el
respeto por la autoridad legal sostenida por el ethos del servicio y del deber que
contempla sobre todo el orden de la esfera pública”, adicionando que “la posición
social del juez no permite pensar que éstos estén en contacto con los estratos
inferiores de la sociedad sino en las aulas de los tribunales”266.

264 Shapiro, Martin, Courts. A Comparative and Political Analysis, The University of Chicago Press,
1981, p.1.
265 Cotterrell, Roger. Introducción a la sociología del derecho, editorial Ariel S. A., Barcelona, 1991,

p. 180.
266 Treves, Renato, Op. cit., pp. 180 y 181.

279
En México no se cuenta con investigaciones sociojurídicas respecto a los
juzgadores federales que se ocupen de: • el estrato social de los juzgadores antes
de tomar el cargo; • sobre la ideología profesional; • la percepción de la sociedad
sobre los juzgadores, y • la percepción del juez sobre la sociedad.

El rol de juzgador lleva implícita una ideología que se manifiesta en cada caso
resuelto, tal como lo señala Cotterrell con un enfoque funcional, al enfatizar que
los tribunales contribuyen “como órganos de gobierno y control social, al
mantenimiento de corrientes ideológicas que estructuran, reflejan y refuerzan la
doctrina jurídica, y que sirve para legitimar al gobierno y contribuir al orden
social.”267

Otro aspecto importante se vincula con la independencia judicial; al respecto


Henry Lummis señala que "en el momento en que una decisión esté controlada o
determinada por la opinión de otros, o por cualquier forma externa de influencia o
presión, en tal momento deja de existir el juez. Quien pronuncia una sentencia a la
que han llegado otros, aunque sea en parte, no es juez ... Los tribunales están por
encima de la intimidación, control o influencia o dejan de ser tribunales"268.

Acorde a lo anterior, el rol del juzgador se realiza desde una posición como
integrante del Estado (poder judicial) independiente de otros poderes jurídicos o
de poderes fácticos, para resolver conflictos, interpretando la norma jurídica,
emitiendo una sentencia que favorece a alguna de las partes, reflejando así una
ideología y legitimando el poder público.

4.8.7.3. Los contextos y expectativas del rol de juzgador.

Una vez conocidos los diversos puntos de vista sobre el rol del juzgador, las
expectativas del juez se pueden analizar tomando en cuenta tres contextos o tipos

267
Cotterrell, Roger. Op. cit., p. 186.
268
Becker L. Theodore. Comparative Judicial Politics: The Political Functionings of Courts, editorial
Cambridge University Press, Chicago, 1970, p. 143.

280
de relaciones; 1) el juez y la sociedad; 2) el juez y el Estado, y 3) el juez y los
órganos internacionales.269

1) La sociedad espera que el juez al aplicar el derecho dé la razón a alguna


de las partes para solucionar un conflicto y obligue a su cumplimiento, es
decir, el juez es visto como autoridad en la medida en que imparte justicia
imparcialmente.

2) En este tipo de relación el juez es visto como un agente del Estado que
tiene que proteger la Constitución, hacer eficaz el derecho; se espera que
reafirme el orden jurídico con la aplicación de la Constitución y las leyes,
legitimando el sistema jurídico-político, aun cuando las sentencias que
emita no favorezcan a los órganos del Estado.

3) El juzgador nacional es visto como un operador jurídico del Estado, cuya


función es proteger y garantizar los derechos de las personas contenidos
en las normas nacionales e internacionales, siguiendo las líneas
jurisprudenciales definidas por los tribunales internacionales.

En estos tres contextos se aplica e interpreta la norma jurídica, lo que puede


generar un criterio jurisprudencial para aquellas situaciones no previstas o no
claras en el precepto, o sea, para adaptar norma a la realidad, y no al revés. Con
dicha aplicación, se le da vigencia al sistema jurídico y se reafirma la legitimación
del poder público, pues la sociedad acude a los jueces y tribunales en acatamiento
a la regla y principio de que nadie puede hacerse justicia por propia mano. Actúa
así el poder del Estado, legitimando su actividad y ejerciendo el control social.

4.8.7.4. Principios constitucionales del diseño del rol de juzgador.

Refiriéndose a los integrantes del Poder Judicial, la Constitución mexicana


determina en su artículo 100, lo siguiente: “La ley establecerá las bases para la
formación y actualización de funcionarios, así como para el desarrollo de la carrera
judicial, la cual se regirá por los principios de excelencia, objetividad,
imparcialidad, profesionalismo e independencia.”

269 El término juez es aplicable, en este texto, a todo juzgador.

281
El precepto transcrito no describe el rol del juez, sino prescribe como debería ser;
pero es racional afirmar que se tiende en la carrera judicial a que los jueces sean
excelentes en su formación, objetivos en su juicio, imparciales en su tratamiento a
las partes, profesionales en su comportamiento e independientes en su función.

4.8.8. El rol de la policía

La presencia de la policía a lo largo de la historia, permite situarla en el centro de


la lucha por el control del poder por parte del Estado, donde los aparatos e
instituciones represivas son normalmente consideradas como protectores de las
clases o grupos dominantes. Para ello, se les asigna el mantenimiento del orden y
vigilancia de la actividad de los ciudadanos; esto, acorde con la idea del Estado
soberano que puede hacer uso exclusivo de la fuerza, coloca a la policía como el
brazo que ejerce la fuerza para mantener el orden y reprimir los disturbios
sociales.

Egon Bittner, sociólogo pionero en el estudio científico de la policía, afirma que la


policía “no es otra cosa que un mecanismo para la distribución de una fuerza
racionalmente situada en la sociedad,”270 capaz de generar cierto tipo de control
social.

De acuerdo con Roger Cottorrell, el término francés “police”, a principios del siglo
XVIII, trajo consigo su asociación con las tareas de vigilancia y control de los
ciudadanos; no obstante, la legitimación de la policía moderna como organización
permanente con competencia para usar la fuerza en el control de la población civil,
se apoyaba en su acción dentro de los límites establecidos por el derecho.271

En una sociedad donde impera la desigualdad y la violencia, la preponderancia de


la policía es un hecho irrebatible que apoya el papel del Estado de Derecho o que

270 Bittner, Egon. The Functions of the Police in Modern Society: A Review of Background Factors,
Current Practices, and Possible Role Models, Jason Aronson,1975 New York p. 39.
271 Cotterrell, Roger. Op. cit., 1991, p. 231.

282
lo pone en riesgo por sus excesos en el uso de la fuerza, su intervención e
incidencia en fenómenos de corrupción, o su ineficacia para garantizar la
seguridad pública, asociada a los efectos perniciosos de la impunidad.

Los siguientes párrafos de Ramón Soriano, que concluyen la función protectora,


asistencial y solidaria con la sociedad civil de las fuerzas policiales, son muy
ilustrativos al respecto de las expectativas actuales de la policía:

Estas nuevas funciones han hecho que los ciudadanos se sientan más
cómodos y valoren más positivamente a sus policías, que éstos adquieran
una mentalidad de servidores públicos; ha contribuido a romper el viejo
modelo de una sociedad que sólo veía el lado coactivo de su policía, y una
policía que contemplaba a los ciudadanos como posibles delincuentes. En
este sentido ver solamente el lado externo de la policía, dentro del aparato
coactivo y represor del Estado, es a mi juicio una visión parcial de estos
profesionales.

En cualquier caso —agrega Soriano— a pesar del avance en esta evolución


funcional de la policía, todavía ésta vive la ambigüedad de ser a un tiempo la
guardiana del orden público y la cumplidora de los fines de un Estado de
Derecho, que le impone duras tareas de auxilio social. La policía, podría
decirse, tiene su parte buena y su parte mala. La función clásica, la tutelar,
hace a la policía conservadora; la función moderna, las de servicio público, la
hace renovadora.272

El propio Soriano señala cuáles son los puntos claves del análisis sociológico de la
policía, selección de temas que corresponde a la policía de la cultura occidental: 1.
Los criterios selectivos de la actuación policial, 2. La autonomía funcional de la
policía. Policía y sociedad, 3. La subcultura del colectivo policial, 4. La imagen del
público en la policía y de la policía en el público, 5. La impunidad de la policía, y 6.
La evolución de la policía.273

272 Soriano, Ramón. Op. cit., p. 431.


273 Ibid, pp. 432-437. A este respecto, el debate actual en México gira en torno a la exigencia de
eficacia y honradez del policía, de la función debidamente organizada y concentrada para su mayor
control y a las funciones policiacas de las fuerzas armadas. Se requieren estudios e
investigaciones al respecto, tanto en el campo del derecho (Constitucional y penal), como en el de
la criminología y la sociología.

283
Es claro que para la experiencia mexicana el esquema anterior es insuficiente,
dado que en la función de asistencia a la sociedad el apoyo del Ejército y la
Marina son preponderantes, que la función represora está muy limitada frente a
las manifestaciones populares y se realiza de forma clandestina y que la violencia
policial se asocia muy a menudo a la violencia del crimen organizado y que muy
numerosos delitos son cometidos por policías y expolicías, todo lo cual merece
estudios e investigaciones acuciosas.

Para el momento que vive México (2015), que tiene en proceso un cambio
coperniciano en materia penal, para pasar del modelo dominantemente
inquisitorial a otro dominantemente adversarial, presencial y de juicios orales, la
función policial es básica y condicionante del éxito del nuevo sistema, pues implica
la plena profesionalización de la policía en la investigación, que provea de
elementos contundentes y objetivos tanto para el juicio, como para la aplicación de
los medios alternativos de solución de conflictos y controversias.

El sociólogo Peter Manning, basado en trabajos de campo y entrevistas con


policías de Gran Bretaña y Estados Unidos, señala que “hay una amplia evidencia
de que la policía tiene poco, si alguno, efecto sobre la cantidad de delito presente
en una sociedad… no puede controlar el crimen,”274 por lo tanto, la criminalidad en
una sociedad no se ve menguada por el rol de la policía, sino en factores sociales
de otra índole como la educación.

Dentro del contexto nacional, quien puede desarrollar el rol de policía,


corresponde exclusivamente a los mexicanos, de acuerdo con nuestra
Constitución que señala: “En tiempo de paz, ningún extranjero podrá servir en el
Ejército, ni en las fuerzas de policía o seguridad pública,”275 por tanto, es un rol
que excluye a los extranjeros, sin embargo, en la actualidad la policía privada ha

274 Manning, Peter K.. Police Work: The Social Organization of Policing, editorial Mit Press, 1977,
Cambridge Mass, p.19.
275 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 32.

284
tomado fuerza dentro del sector de la seguridad, presuponiendo la existencia de
una fuerza autorizada y paralela al Estado.

Conforme a las reformas constitucionales de los últimos años, se ha diseñado un


modelo de seguridad pública que amplía el margen de acción de la policía, donde
el papel consiste principalmente en salvaguardar la vida, la integridad, la
seguridad y derechos de las personas, mantener el orden y la paz pública, hacer
cumplir el derecho, prevenir la comisión de los delitos, investigar delitos y
combatirlos.

En la descripción del rol del policía, su aspecto y estado físico y mental, su salud
integral, cobra una especial relevancia.

Roger Cotterrell señala que “la profesionalización [de la policía] se apoya en la


aptitud y eficiencia en las tareas de mantenimiento del orden, especialmente en la
persecución del delito, es decir, mantenimiento del orden social, tal como lo
definen en el derecho penal.”

Un aspecto de gran relevancia es el vinculado con los procesos jurisdiccionales,


debido a que la policía es quien realiza la detención, misma que puede incidir en el
resultado del proceso, porque en caso de que la detención sea ilegal o no se haga
conforme a los requisitos legales, puede ocasionar que se deje en libertad al
presunto responsable.

La interacción de la policía dentro del sistema social implica una conexión infalible
para mantener el orden y la paz pública, por lo que la policía responde a las
exigencias sociales, la sociedad moldea a la policía y la policía actúa dentro del
contexto creado por la misma sociedad. Tal como lo señalan diversos autores, “”la
policía es un reflejo de la sociedad de que forma parte. Una sociedad igualitaria
tiene una policía igualitaria… Una sociedad desigual y estratificada tiene una
policía que mantiene la desigualdad por la fuerza.”

285
Policía

Estatus → Servidor público del Estado

Rol → • Salvaguardar la vida, la integridad, la


seguridad y derechos de las personas
• Mantener el orden y la paz pública
• Hacer cumplir el derecho
• Prevenir la comisión de los delitos
• Investigar delitos
• Combatir los delitos
• Auxiliar a la sociedad en diversas
tareas (contingencias, manifestaciones,
tránsito vehicular, etc)
Perfil : Carácter civil,
disciplinado y profesional Interacción → • Ciudadanos
• Ministerio Público
• Policía de diversos órdenes de
gobierno (federal, estatal o municipal)
• Peritos

4.8.9. Roles y partes en los procesos jurídicos (fiscales, actores,


demandados y víctimas).

Comprender el rol que desarrolla cada una de las partes dentro de los procesos
judiciales, exige tener una idea clara de lo que es un proceso, debido a que el
papel que desempeña cada figura está relacionado con la posición que ocupa en
el procedimiento jurídico-judicial.

Dentro de los clásicos que estudian la figura del proceso, encontramos a


Francesco Carnelutti, quien refiere que “el proceso es el subrogado de la guerra…
un modo para domesticarla… una forma de guerra legalizada para el duelo… el
vencer y el perder, que continúan significando las suertes del proceso, expresan
todavía su contenido bélico… en la función hace las veces de la guerra.”276

Este destacado jurista italiano comenta que las partes son siempre dos; “cuando
se trata de delito se distinguen de una razón sustancial: uno es el que actúa, y otro

276 Carnelutti, Francesco. Cómo se hace un proceso. Editorial Colofón, México, 2013, p. 13.

286
es el que sufre la acción: ofensor y ofendido. En cambio, cuando se trata de litigio,
la distinción se funda en la iniciativa: una de las dos partes pretende y la otra
resiste a la pretensión.”277

Por otra parte, el profesor emérito de la UNAM Cipriano Gómez Lara†, entiende
por proceso, “un conjunto de actos del estado como soberano, de las partes
interesadas y de los terceros ajenos a la relación sustancial, actos todos que
tienden a la aplicación de una ley general a un caso concreto controvertidos para
solucionarlo o dirimirlo… En realidad, el proceso jurisdiccional no es sino ese
conjunto complejo de actos del estado, de las partes y de los terceros ajenos a la
relación sustancial.”278 Incluso lo esquematiza mediante la siguiente formula:

A + J + a de terceros = P
A = Acción
J = Jurisdicción
a terceros = actividad de los terceros
P = Proceso

Precisa que cuando hablamos del derecho procesal refiriéndonos a la realidad, “a


aspectos ya sociológicos del proceso, como fenómeno social, es decir, de lo que
se lleva a los tribunales,”279 es lo que conocemos como proceso jurisdiccional.

El ilustre jurista español Niceto Alcalá Zamora†, aduce que la imprecisión que
rodea al concepto de proceso, permite jugar con los verbos ser y estar, en los
siguientes términos: “del proceso sabemos dónde está, pero no lo que es (si una
relación o una situación jurídica…”280

277 Ídem p. 39.


278 Gómez Lara, Cipriano. Teoría General del Proceso, Editorial Oxford, 10ª edición, México, 2004,
p. 107.
279 Gómez Lara, Cipriano. La teoría general del proceso y sus conceptos generales, en Ensayos

jurídicos en memoria de José María Cajica Camacho, volumen I, editorial Cajica, S.A de C.V., 2002
p.378.
280 Alcalá Zamora y Castillo, Niceto. Proceso autocomposición y autodefensa (Contribución a los

fines del proceso). Tercera edición, UNAM, México, 2000, p. 103. Indica la diferencia entre
proceso y procedimiento, aclarando que todo proceso requiere para su desarrollo un
procedimiento, pero no todo procedimiento es un proceso. “El proceso se caracteriza por su

287
De acuerdo con el jurista Gregorio Robles, el proceso judicial “tiene la virtualidad
de limitar la cuestión litigiosa, objetivizándola, así como de separarla de los
elementos no estrictamente jurídicos, permitiendo su tratamiento más
racionalizado. La racionalización y la objetivización son las dos finalidades
inmanentes básicas del proceso jurídico.”281 De esta manera, cuando los litigios
llegan al ámbito de la autoridad (jueces, fiscales, o ministerios públicos) se crea
una condición social específica porque la expectativa social es que a través del
proceso se aplique el derecho de forma racional, imparcial y objetiva para
solucionar los conflictos.

Con una perspectiva sociológica, el investigador López Ayllón, agrupa en cuatro


grandes perspectivas las investigaciones que han abordado el proceso, resultando
las siguientes: a) la institucional, b) la de resolución de conflictos, c) la de los
profesionales del derecho y, d) la de las relaciones de poder282.

Considera al proceso como un campo social que sólo puede generarse en las
sociedades donde existe una clara diferencia de los individuos y los grupos,
constituyendo el momento social del derecho, comentando que es “un fenómeno
total, donde se expresan y conjugan un conjunto de hechos, de relaciones, de
normas y de representaciones que se integran en un sistema donde no existe a

finalidad jurisdiccional compositiva del litigio, mientras que el procedimiento… (que se puede
manifestar fuera del campo procesal, cual sucede en el orden administrativo o en el legislativo) se
reduce a ser una coordinación de actos en marcha, relacionados o ligados entre sí por la unidad
del efecto jurídico final, que puede ser el de un proceso o el de una fase o fragmento suyo.”
281 Robles, Gregorio, Sociología del derecho, segunda edición, editorial Civitas, S.A., Madrid, 1997,

pp. 266 y 267.


282 a) institucional. Considera al proceso como centro de la organización judicial, donde el aparato

judicial se articula en función del proceso y no al contrario; b) resolución de conflictos. Esta


perspectiva es funcionalista, donde el proceso desempeña un papel limitado en la resolución de
conflictos; c) los profesionales del derecho. El proceso es el espacio por excelencia de la lucha de
intereses específicos de los profesionales del derecho, y d) las relaciones de poder. Es la
dimensión política del proceso, usando la ciencia política, donde se engloban los trabajos que
discuten el problema del poder judicial como aparato del Estado.

288
priori una determinación unilateral, ya sea de carácter político, económico o
jurídico.”283

Precisa que es un “espacio social triangular y público, dentro del cual se produce
un debate contradictorio sobre un hecho socialmente significativo. Este espacio
está delimitado por los tres vértices de un triángulo que representan, en la base,
dos partes que sostienen reivindicaciones contradictorias hechas públicas, y el
vértice superior por uno o varios personajes, con mayor o menor grado de
diferenciación social frente a las partes, quienes cumplen una función de
mediación (en el sentido antropológico del término) al mismo tiempo que
introducen un tercer interés dentro del espacio.”284

El origen del proceso está en un conflicto social que no encuentra una solución por
vías no jurídicas, lo que conlleva a acudir ante los tribunales para que estos
realicen su función.

4.8.9.1. Litigio, proceso y procedimiento.

Es interesante confrontar y diferenciar las nociones de litigio y proceso, lo cual es


de interés para la sociología jurídica. Para esto me valdré de la explicación del
inolvidable maestro de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de la UNAM,
Don Ignacio Medina Lima, quien apoyado en autores italianos clásicos aclara la
dimensión social del litigio. Asegura que en el fondo de la doctrina de Carnelutti el
litigio es un dato sociológico constituido por la existencia de conflictos
interindividuales surgidos en la convivencia social y que requieren resolverse.

Así, reproduce la definición de litigio de Carnelutti: “llamo litigio al conflicto de


intereses calificado por la pretensión de uno de los interesados y por la resistencia

283 López Ayllón, Sergio. El proceso como espacio de encuentro entre lo social y lo jurídico. Una
aproximación de sociología del derecho, en Estudios en homenaje a Jorge Barrera Graf, tomo II,
IIJ, México, 1989, p. 1025.
284 Ibidem, pp. 1026 y 1027.

289
del otro”, lo cual aclara la diferencia de litigio, proceso y procedimiento. El
siguiente párrafo lo precisa aún más:

El estado de conflicto que caracteriza al litigio —dice Medina Lima—, existe antes,
fuera independientemente del proceso, y por tanto, no puede entenderse
condicionado a la existencia de éste, que es sólo una de las vertientes de solución
que para él existe —y agrega—: Niceto Alcalá Zamora y Castillo Afirma que la
existencia del litigio es el presupuesto procesal por antonomasia.285

Más adelante confirma:

Calamandrei, de acuerdo con la separación entre litigio y proceso y con el dato


cronológico de preexistencia del litigio al proceso, al que llegado el momento le dará
contenido y razón de ser, agrega que causa es el momento en que el litigio es
llevado ante el juez en forma de acción.286

Adviértase que el litigio es una relación sociológica y el proceso una relación


formal jurídica, de manera que el uso del litigio como sinónimo de juicio riñe con
las nociones científicas transcritas y es producto de los usos y costumbres del
lenguaje común. Esto también implica que los “índices de litigiosidad”, que
implican “el total de asuntos ingresados [en los juzgados y tribunales] en los
órganos jurisdiccionales, por cada cien mil habitantes”, son en realidad “índices de
procesualidad”, expresión inusual. El litigio es un hecho social que antecede al
proceso; éste es “el instrumento jurídico para la composición del litigio”, mientras
que el procedimiento implica la “forma y orden de desarrollo del proceso”.287

4.8.9.2. El rol de fiscal o ministerio público.

Una vez que sabemos qué es un proceso, conozcamos el rol del fiscal, también
conocido como ministerio fiscal o ministerio público. Este rol toma relevancia
dentro del proceso jurisdiccional de tipo penal. Durante la averiguación previa su
estatus es de autoridad, cuyo papel es recibir las denuncias o querellas por la
probable comisión de delitos y realizar las investigaciones del delito, para contar

285 Enciclopedia Jurídica Mexicana, Tomo IV, Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, México,
p. 1056.
286 Idem.
287 Ibidem.

290
con elementos de tipo penal y así poder ejercer la acción penal; una vez que
ejerce la acción penal, el estatus y rol del fiscal cambia, se convierte en parte
acusadora dentro del proceso penal, cuyo papel consiste en aportar pruebas y
realizar todas las acciones contenidas a su favor, con el fin de que la imputación
florezca y se imponga una sanción al probable responsable.

Durante la averiguación previa su estatus es de autoridad, las expectativas de la


sociedad en relación a ella, son las de una instancia a la que pueden acudir para
que se investigue un delito, pero una vez ejercida la acción penal toma la calidad
de parte acusadora dentro del proceso penal. Es importante señalar que el
ministerio público en los procesos de orden civil está presente como autoridad,
cuyo rol es recibir las denuncias por la posible comisión de un delito que surjan en
relación con los procesos que se están desarrollando.

Cuando actúa como autoridad se coloca en una relación desigualitaria respecto al


procesado, gozando de atribuciones, poder técnico y operativo para cumplir con
esa función, pero cuando ejerce el rol de parte acusadora dentro del proceso
penal, se coloca en un plano de igualdad jurídica en relación con el procesado.

4.8.9.3. El rol de actor y el rol de demandado en el juicio.

Pasando al análisis del rol de los actores, es conveniente tener presente la idea de
que las instituciones del aparato judicial funcionan sólo cuando los ciudadanos las
activan; en este sentido, el comienzo de un proceso judicial se da cuando alguien
promueve una acción ante las instituciones judiciales, y es el momento en que
podemos ubicar el rol de la parte actora, que consiste en iniciar un proceso, es
quien hace que el aparato judicial del Estado se ponga en marcha. Sin embargo,
una vez iniciado el proceso tiene que seguir realizando varios actos dentro del
mismo y aun después de emitida la sentencia definitiva, porque tendrá que realizar
acciones para que ésta se ejecute.

291
El estatus jurídico de los actores en el proceso, es el de parte, que pueden ser una
o varias personas. De acuerdo con Carnelutti, la parte es quien tiene una
pretensión, es quien ejerce la acción provocadora de la función jurisdiccional del
Estado, las partes dan pauta para que surja el espacio social denominado proceso
judicial, donde se dirimen los conflictos sociales.

La parte actora se coloca en un plano de igualdad jurídica en relación con la parte


demandada, debido a que hay una reciprocidad entre las partes, existen
expectativas de acción y relación social, en el seno del conflicto objeto del
proceso; son quienes enriquecen el proceso y le dan vida.

• El rol de demandado, es un rol-estatus adquirido por voluntad de otro y no por


propia voluntad y se presenta en los juicios de orden civil, mercantil y laboral. El
demandado es parte en el proceso, es aquella persona o conjunto de personas
que resisten la pretensión de la parte actora, generándose así la pugna de
intereses dentro del proceso. Suele decirse que la parte demandada es la parte
pasiva sobre la que se dirige la acción, sin embargo, su rol es activo en el proceso
al hacer valer los argumentos y motivos para desvirtuar la pretensión de la parte
actora, es decir, con su rol genera la contradicción de intereses dentro de un
proceso. A la acción del demandante se opone la excepción del demandado. En
este juego de intereses encontrados se produce una relación social que se sujeta
a normas adjetivas o procedimentales y a normas sustantivas.

4.8.9.4. El rol de víctima.

• Por otro lado, el rol de la víctima surge en los procesos de tipo penal.
Anteriormente se le veía únicamente como quien resentía las consecuencias de
un delito y tenía que esperar, únicamente podía observar el proceso desde fuera,
para saber si se sancionaba o no al actor del delito, pero en la actualidad juega un

292
papel relevante, incluso ha generado la denominada justicia victimal,288 donde uno
de los ejes principales consiste en la reparación de los daños y la dignificación de
la víctima, contando con derechos iguales o mayores de los que dispone el
imputado dentro de un proceso penal.

En los juicios del orden administrativo y de defensa de los derechos humanos (el
juicio de amparo) los demandados son regularmente el Estado y sus organismos
autónomos, así como personas físicas o morales asimiladas a las autoridades (p.
e., los concesionarios de bienes o servicios de carácter público) y los actores son
por lo regular las personas físicas y jurídicas en su calidad de demandantes. Las
autoridades (el Estado y sus agencias) pueden ser actores y demandados en
juicios ordinarios de las diversas materias. En el orden penal la acción ejercida por
la autoridad pública (Ministerio o fiscal) ante los jueces competentes, en virtud de
la denuncia presentada por la víctima o el ofendido, quienes pueden coadyuvar en
el desarrollo de la investigación y del procedimiento judicial.

En el contexto internacional, se entiende por víctima a la persona que, “individual o


colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales,
sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de los derechos
fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la
legislación penal vigente en los Estados Miembros, incluida la que proscribe el
abuso de poder.”289

288 Beristain, Antonio, señala que la justicia victimal es “una nueva e innovadora teoría y praxis que
introduce radicales innovadores en el Derecho Penal Tradicional, que elabora una justicia
reparadora que implica a las personas relacionadas con la comisión de una infracción de la ley
penal (victimación), con el fin de conocer y responder colectivamente a las víctimas y a los autores
de la infracción, sin recurrir a la sanción vindicativa y creando en su lugar la reparación de los
daños causados y la dignificación de todas las víctimas.” En ¿Evolucionamos hacia las antípodas
del derecho penal y la criminología? ¿Evolucionamos hacia la justicia victimal?, en Jurídica.
Anuario del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana. Número 37, Año 2007, p.
328.
289 Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del

abuso de poder, adoptada por la Asamblea General en su resolución 40/34, de 29 de noviembre de


1985. “En la expresión "víctima" se incluye además, en su caso, a los familiares o personas a cargo
que tengan relación inmediata con la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al
intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización.”

293
Es importante tener presente que este tipo de rol depende en gran medida del tipo
o modelos de sistema penal que opere en determinada sociedad, ya que puede
ampliarse o restringirse jurídicamente, dependiendo del sistema penal; en este
sentido, Sergio Correa García hace una diferencia entre un modelo penal
represivo y uno restaurativo señalando lo siguiente290:

Modelo punitivo Modelo restaurativo


El delito definido como atentatorio del El delito como una afectación víctima-
estado victimario
Énfasis en la culpabilidad, en el pasado: Énfasis en la solución del conflicto:
quién lo hizo para castigarlo obligación de restaurar (qué se debe hacer
a futuro para reconstruir)
La respuesta del Estado puesta en el La respuesta del Estado focalizada en la
pasado de la infracción penal víctima
El “estigma” criminal insuperable El “estigma” criminal resuelto en la
restauración

• Podemos concluir que dentro de los procesos judiciales, concurren diferentes


roles que interactúan y están normados, actuando cada uno de ellos de acuerdo al
estatus que ocupa en torno al proceso, generando así diversas expectativas de
acción y relación social y procedimental, que configuran de un modo global el
esquema del sistema jurídico vigente dentro de la sociedad, logrando mantener
una estabilidad social, donde los conflictos encuentran respuesta a través de la vía
racional que es el derecho.

• Los otros roles importantes en los procedimientos jurisdiccionales son:


testigos, peritos, notarios, tercero diversos, cuyas actuaciones implican un
entramado de acciones jurídicas indispensables para la realización de la
impartición de justicia. En este marco es sobresaliente la figura y rol del defensor
(o abogado patrono y representante del actor o del demandado).

En materia penal, según la Constitución (Artículo 20), además de todas las


garantías que le corresponden a todo imputado para asegurar el debido proceso y
el acatamiento al principio pro persona y la presunción de inocencia, tiene derecho

290
Correa García, Sergio. El rol de la víctima en el moderno sistema procesal penal acusatorio,
Revista del Poder Judicial del Estado de Baja California, admónjus, número 27.

294
a una defensa adecuada por abogado que elijan libremente o en su defecto el
defensor público que le asigne el juez, figura que resulta fundamental para los
juicios orales y el sistema acusatorio.

Respecto a la materia enunciada, José Ramón Cossío D., Ministro de la Suprema


Corte de Justicia, expone que uno de los problemas que enfrenta la
implementación de los nuevos procesos acusatorios consiste “en la necesidad de
formar policías científicas, servicios periciales, defensores y fiscales
especializados”, que sean congruentes con los “testigos protegidos” y las demás
consideraciones que deben acompañar al nuevo sistema, incluidos los valores de
una nueva cultura jurídica. (“De nuevo sobre los juicios orales”, El Universal, 23 de
julio de 2015, p. A18).

4.9. Deontología de los abogados y la abogacía.

1. Oscar Cruz Barney291 se refiere al tema de la colegiación de los abogados y los


códigos de ética profesional, y afirma:

Las condiciones generales de admisión al ejercicio de una profesión jurídica


deben atender a condiciones tanto de ética, honorabilidad y probidad como
de aptitud técnica para su desempeño. El respeto por las normas
deontológicas determinan la característica fundamental que confiere
respeto y reconocimiento social a la abogacía. Respeto de la deontología
frente al Juez, frente a sus colegas, frente al cliente. Respeto que debe ser
vigilado por los colegios de abogados, como condición para mantener la
estatura y el honor de la profesión.292

Cruz Barney coincide con la opinión generalizada o mayoritaria de los abogados


postulantes, en el sentido de que no todas las leyes de profesiones obligan a que
cada colegio cuente con un código de ética profesional y da noticia respecto de la

291 Defensa de la defensa y la abogacía en México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas;


Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México; Ilustre Colegio de abogados de Madrid, México,
2015, p.100 y sigs.
292 Palabras del Sr. Ministro Luis María Aguilar Morales, Presidente de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, en la ceremonia del Día del Abogado,
el 9 de julio de 2015, p. 7.

295
redacción de “unos lineamientos para un Código Deontológico de la Abogacía
Mexicana”, como ordenamiento moderno que colme la laguna existente en las
entidades y el país.

Implícitamente considera la necesidad de la colegiación obligatoria de la profesión


de abogado, que si falta, es el factor básico de la laxitud ética en el ejercicio
profesional de la abogacía. Dado lo anterior es preferible garantiza su
cumplimiento legal y promover las reformas para la colegiación obligatoria. No
obstante, Luis María Aguilar señala que: “La independencia, la libertad, la
dignidad, la integridad, y el secreto profesional son tan solo algunos los
prerrequisitos fundamentales para el ejercicio de la profesión. Y a la defensa de
esos principios ha estado orientada la labor de los colegios de profesionistas”.

Por ello, Cruz Barney describe el proceso de reforma constitucional y de nueva


Ley de Profesiones en México, a partir de la presentación en el Senado de la
República de la “Iniciativa de Reforma Constitucional en Materia de Colegiación y
Certificación Obligatorias”, en estudio de comisiones para su dictamen, y cuya
autoría correspondió a los legisladores Arely Gómez, Miguel Romo Medina,
Roberto Gil Zuarth, Angélica de la Peña Gómez, Manuel Camacho Solís, Enrique
Burgos García y María Cristina Díaz Salazar, imbuidos seguramente de la idea de
consolidar ética y técnicamente a la profesión, de manera que tal deontología
precise el rango moral de la conducta de los abogados y su exigencia y sanción; el
imperativo de mantener sus conocimientos jurídicos actualizados, por lo que los
colegios y asociaciones deben mantener vínculos con universidades y centros de
estudio, a fin de institucionalizar la certificación profesional periódica.293

293Es recomendable el estudio y seguimiento de los proyectos y propuestas de Oscar Cruz Barney,
propios para la formación de los futuros abogados, además de analizar los decálogos del abogado
(de Ernesto Couture) y los códigos de ética de los poderes judiciales federal y locales y de las más
importantes barras y asociaciones de abogados.

296
2. Renato Treves 294 enuncia sociológicamente estudios vinculados entre el
ejercicio profesional y el comportamiento ético; por ejemplo:

a) ”Existe una estrecha conexión entre el comportamiento ético y la


importancia de los despachos profesionales [se refiere al contraste entre
abogados de Manhattan y abogados del Bronx en Nueva York]: cuanto
mayor es la importancia de estos despachos profesionales, mayor es la
observancia de los cánones éticos por parte de quienes operan en ellos”, y
destaca, “ la escasa eficacia de las sanciones para controlar el ejercicio de
los abogados, así como la mayor eficacia de otros factores como “el origen
nacional del abogado, la atmósfera de los tribunales o el juicio de los
colegas”.
b) Cita a Parsons, quien asegura, como parece obvio, que quien ejerce una
profesión está sujeto a la presión de fuerzas diversas: “En el caso del
abogado, este se encuentra situado entre la autoridad pública con sus
normas y el individuo particular o grupo cuyo comportamiento y cuyas
instituciones pueden estar o no de acuerdo con la ley. En el caso del
médico, éste se encuentra situado entre el mundo de la enfermedad y el de
la salud; como tal, a pesar de no ser considerado enfermo, participa más
directamente del mundo de los enfermos que cualquier otra categoría de
gente sana”.

Agrega, en criterio del mismo Parsons, que en las situaciones de tensión, al


igual que el médico, el abogado “ayuda a su cliente a afrontar la realidad, a
limitar sus demandas a lo que realmente tiene la posibilidad de obtener en
juicio o en negociaciones directas y a comprender y a aceptar
emocionalmente el hecho de que también otros similares a él pueden tener
sus pretensiones y sus posibilidades”.

294 Op. Cit., pp. 182-186.

297
Es parte de la Ética, como expectativa social de la abogacía, “que el
abogado no trate con plena conciencia de hacer liberar a un individuo que
considera culpable de un delito, por otro lado se propone que el cliente tiene
derecho a un proceso correcto [la garantía del debido proceso] no sólo en
sentido formal sino en el sentido de ser escuchado y apoyado por su
abogado dentro de los límites de la razón y de la ética profesional”.

c) La ética profesional del abogado tiene que ver, desde luego, con las
relaciones entre profesión jurídica y mercado, particularmente en esta
época de liberalismo y de globalidad, que sujeta a la profesión a menos
controles del Estado y más imposiciones del mercado. Según Richard Abel,
“el abogado inserto en el mercado pierde poco a poco su autonomía y su
libertad”. Afirma que el abogado es cada vez más “un empresario que
vende sus servicios en un mercado cada vez más competitivo, un empleado
cuyo trabajo es explotado, un empleador que explota a sus subordinados:
todo cada vez más dependiente de las condiciones del capitalismo y de los
negocios, y, por lo tanto, cada vez más sujeto a su control”.295

En las condiciones anteriores podemos aventurar la hipótesis de que es relativa la


autonomía de la ética profesional del abogado, por más que se expidan códigos y
lineamientos, pues la deontología del abogado no coincide con los imperativos
éticos de la economía dominante, del mercado y hasta de los dictados ideológicos
de la política, a los que la opinión pública ve como conductores del ejercicio
profesional de la abogacía y otras profesiones.

Pese a lo anterior, son loables los esfuerzos de quienes, como Manuel Villoro
Toranzo, han tratado de establecer algunos principios generales éticos para el
ejercicio de la abogacía, basados en códigos y declaraciones de diversas
organizaciones de profesionistas del derecho.

Sobre el tema R.L. Abel escribió en 1981 el interesante artículo “Toward a Political Economy of
295

Lawyers”, en Wisconsin Law Review; Cfr.

298
Asimismo, vale la pena señalar que en la actualidad, si es el caso de ensayar
algunos principios y valores que guíen el ejercicio de la profesión, esto deberá
realizarse con base en las diferentes áreas o ramas de su desempeño.

ÀREA DE EJERCICIO VALOR PRINCIPIO


DE LA ABOGACÍA
Juzgador Legalidad Garantismo
Legislador Certeza jurídica Generalidad, control y
organización del poder,
así como reivindicación
de intereses
Abogado Litigante296 Lealtad Interés particular
Abogado Burócrata Solidaridad Servicio público e interés
general
Abogado de Empresa Justicia conmutativa por Supremacía del mercado
encima de la justicia sobre toda otra
distributiva consideración y sujeción
a los lineamientos de la
libre economía
Abogado Notario Público Certidumbre legal del Buena fe certificada
contrato y la voluntad conforme a la ley
particular individual
Abogado Jurista Libertad en el estudio, Universalidad del
investigación y conocimiento jurídico
enseñanza del derecho
Abogado Policía Seguridad Pública y Investigación de la
Orden verdad objetiva de los
hechos

Obviamente como ocurre con todos los valores socialmente aceptados, los
anteriores principios y valores tienen sus contrarios, que a menudo distinguen
popularmente a las profesiones jurídicas: “Entre abogados te veas”, “El abogado
del diablo”, “Coyote”, etc., todo lo cual ha hecho que sociólogos precisen que
dichos valores y principios son frecuentemente manejados en el interior y en el
exterior del sistema jurídico, provocando adhesiones y controversias entre grupos

296 Aunque no todos los legisladores son abogados (como sí ocurre con los jueces), los
legisladores constituyen por antonomasia, los hombres de leyes; de ahí que la denominación de
letrados se conserve en algunos parlamentos, para designar a las personas que prestan ayuda
jurídica en el desempeño de sus funciones a los legisladores que no son abogados.

299
y personas, y a veces entre países (esto sobre todo en el campo de la guerra y la
paz y los derechos humanos), en forma tal que se constituyen en factores de
consenso y de conflicto.

Dahrendorf señala que el sistema jurídico ocupa un puesto especial en la


estructura societaria, que lo liga al sistema más general de valores y que mide el
valor social de la persona individual, pese a lo cual los críticos recuperan la vieja
tesis de Saint-Simón de que “en la moderna sociedad industrial no deberá haber
ya lugar para los hombres de leyes, sino solamente para los productores, para los
técnicos y para los industriales”.

El anterior criterio es ponderado por Bobbio, quien declara que “el Derecho no
ocupa ya aquel puesto privilegiado en el sistema global de la sociedad que le
había sido asignado durante una larga tradición”, lo cual significa que para el
maestro de Turín el derecho reduce su función de medio de control social y, por
ello, se reduce la relevancia de la ética jurídica a favor de la ética de otras
profesiones.

4.9.1. Decálogo del abogado

Para entender mejor el sentido de la ética jurídica, El decálogo del abogado,


también conocido como los “Mandamientos del Abogado” fue realizado por el
jurista uruguayo Eduardo Couture, ex-decano y profesor de la Facultad de
Derecho de la Universidad de la República.

• Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus


pasos, serás cada día un poco menos abogado.
• Piensa. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
• Trabaja. La abogacía es una dura fatiga pues está al servicio de la
Justicia.
• Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en
conflicto el Derecho con la Justicia, lucha siempre por la Justicia.
• Sé leal. Leal con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que
comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando

300
él sea desleal contigo. Leal para con el juez, que ignora los hechos y debe
confiar en lo que tú le dices; y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra
vez, debe confiar en el que tú le invocas. Intenta ser leal con todo el
mundo y todo el mundo intentará ser leal contigo.
• Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que
sea tolerada la tuya.
• Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su
colaboración.
• Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la
convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho; en
la Paz, como sustituto bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la
Libertad, sin la cual no hay Derecho, Justicia, ni Paz.
• Olvida. La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras
cargando tu alma de rencor, llegará un día en que la vida será imposible
para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
• Ama a tu profesión. Trata de considerar la abogacía de tal manera que el
día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor
para ti proponerle que se haga abogado.

301
UNIDAD 5.
LAS INSTITUCIONES JURÍDICAS DE LA SOCIEDAD.

Dr. Jorge E. Moreno Collado

Objetivo particular.

5. Las instituciones jurídicas de la sociedad.


5.1. Cultura y subcultura jurídica.
5.2. El pluralismo jurídico y los grupos indígenas.
5.2.1. El pluralismo jurídico.
5.2.2. El derecho indígena en el marco del pluralismo y la Constitución.
5.2.2.1. Derecho indígena nacional e internacional.
5.3. El derecho y las nociones jurídicas de institución.
5.3.1. Derecho e instituciones.
5.3.2. Nociones sociológicas de institución
5.4. Noción sociológica de la Constitución.
5.5. La Constitución y el Estado.
5.5.1. El origen socio-histórico del constitucionalismo.
5.5.1.1. Constitucionalismo y sociedad civil: las tres acepciones
de Bobbio.
5.5.1.2. Constitucionalismo y liberalismo político y económico.
5.5.1.3. Constitucionalismo democrático y social.
5.5.2. La Constitución, expresión dialéctica de los procesos políticos
fundamentales.
5.5.3. La Constitución y los cambios constitucionales.
5.5.4. Sociología de la Constitución.
5.6. El aparato judicial: la administración e impartición de justicia.
5.6.1. La idea de “aparato” judicial.
5.6.2. Coerción y solución pacífica de conflictos.
5.6.3. Crecimiento y especialización del aparato judicial en el Estado
de Derecho, constitucional y democrático.
5.6.4. Jurisdicción y jurisprudencia.

302
5.6.4.1. Funciones sociales de la jurisprudencia.
5.7. Influencia social en el proceso de creación normativa.
5.7.1. El Derecho y el cambio legal como producto social.
5.7.1.1. Ehrlich y Duguit y la influencia social en el derecho.
5.7.1.2. Gurvitch y Mendieta y Núñez: la idea del derecho social.
5.7.2. Creación normativa y participación ciudadana.
5.8. Visión social de la aplicación de la ley.

Objetivo particular: Identificar, describir y explicar las principales instituciones


jurídicas de la sociedad y su incidencia en las culturas y en las subculturas, y
específicamente la Constitución, el Estado, la jurisprudencia y el aparato judicial,
así como los factores sociales que influyen en su formación, cambios y
mantenimiento y quebrantamiento y la influencia que a su vez ejercen sobre la
sociedad y sus estructuras.

5. LAS INSTITUCIONES JURÍDICAS DE LA SOCIEDAD.

Todas las instituciones sociales, de cualquier orden o materia, pueden tener o


tienen expresión jurídica, trátese de derecho del Estado o de un derecho no
estatal. Sin embargo, las instituciones jurídicas estatales dominan el marco
político, económico, social y cultural de las sociedades contemporáneas, aunque
también ocupan parte importante del sistema social instituciones enmarcadas en
el derecho no estatal, como el derecho indígena y de otras corporaciones como la
Iglesia. 297

297
Es importante que para estos y otros temas se consulte el libro de Olga María del Carmen
Sánchez Cordero de García Villegas, et al, Sociología General y Jurídica, Edit. Porrúa, 1ª edición,
México, 2013.

303
5.1. Cultura y subcultura jurídica.

Según Ely Chinoy298 los componentes de la cultura se agrupan de manera general


en tres grandes categorías: “las instituciones, es decir, aquellas reglas o normas
que rigen la conducta; las ideas, esto es, el conocimiento y las creencias de todas
clases: teológicas, filosóficas, científicas, tecnológicas, históricas, sociológicas,
etc.; y los productos materiales o artefactos que los hombres producen y utilizan a
lo largo de sus vidas colectivas.”

El autor mencionado incluye entre las instituciones a los usos populares


(folkways), las costumbres (mores) y los hábitos y leyes. Es por esta razón que el
tema de esta Unidad debe iniciarse con la explicación del tema de la cultura y la
subcultura jurídica.

La cultura jurídica no es privativa de los juristas o especialistas del derecho. Al


comentar las ideas del sistema jurídico de L. M. Friedman, Renato Treves señala
que “cultura jurídica” es una expresión que puede ser utilizada sin rigor “para
referirse al conocimiento del sistema jurídico por parte de la gente y a las actitudes
y modos de comportamiento de la gente con respecto al Derecho,” y refiere que
según Friedman se puede distinguir entre cultura jurídica externa y cultura jurídica
interna.

Para Friedman la cultura jurídica externa “es la cultura jurídica propia de toda la
población y común a toda la población; la cultura jurídica interna es la cultura
jurídica propia de aquellos miembros de la sociedad que realizan actividades
jurídicas especializadas”.299

298 Chinoy, Ely. La sociedad. Una introducción a la Sociología. Fondo de Cultura Económica, 21ª
reimpresión, México, 2001, p. 38.
299 Treves, Renato. La sociología del derecho. Ed. Ariel, Barcelona, 1988, p. 213.

304
Así, todas las sociedades tienen una cultura jurídica externa, pero sólo donde
existen especializaciones y profesiones jurídicas son sociedades que también
tienen una cultura jurídica interna

• La manera en que se empieza a gestar el concepto de cultura jurídica lo


encontramos en la década de los setenta del siglo XX, a partir de los estudios del
historiador norteamericano Lawrence M. Friedman, quien la definió como una
interpretación del derecho bien sea oficial, popular o mixta y de sus instituciones
que constituye junto a los componentes formal y sustancial el sistema legal300. El
profesor de la universidad de Stanford, usa esta expresión para referirse “al
conjunto de ideas sobre el derecho y su situación en el orden social presentes en
sociedades particulares, y que varía de una sociedad a otra.”301

Friedman comenta que el término cultura jurídica se refiere al conocimiento del


sistema jurídico por parte de la gente y a las actitudes y modos de comportamiento
de la gente con respecto al derecho, distinguiendo como ya se explicó, entre
cultura jurídica externa y cultura jurídica interna.

• Erhard Blankenburg define la cultura jurídica como la integración de cuatro


componentes: 1) el derecho en los libros; 2) el derecho de acción dirigido por la
infraestructura institucional, 3) los patrones de conductas jurídicamente relevantes,
y 4) la conciencia jurídica, una actitud distintiva entre los profesionistas jurídicos,
más allá del derecho302.

• El destacado jurista y sociólogo londinense Roger Cotterrell, con un enfoque


sociológico señala que el derecho, como expresión de la cultura debe entenderse
globalmente en relación con las condiciones sociales que le dan vida.

300 Friedman, Lawrence. “Legal Culture and Social Development.” Law & Society Review, Vol. 4,
No. 1. Aug., 1969, pp. 29-44.
301 Cotterrell, Roger. Introducción a la sociología del derecho, Ed. Ariel S. A., Barcelona, 1991, p.

37.
302 Blankenburg, Erhard y Bruinsma, Fred, Deutch Legal Culture, 2a ed., Deventer Boston, Kluwer,

1995, pp. 13 y 14.

305
En la literatura italiana, el jurista y profesor de la Universidad de Roma Luigi
Ferrajoli refiere que la cultura jurídica es “la suma de diferentes conjuntos de
saberes y enfoques: en primer lugar, el conjunto de teorías, filosofías y doctrinas
jurídicas elaboradas por juristas y filósofos del derecho en una determinada fase
histórica; en segundo lugar, el conjunto de ideologías, modelos de justicia y modos
de pensar sobre el derecho propio de los operadores jurídicos profesionales, ya se
trate de legisladores, de jueces o de administradores; en tercer lugar, el sentido
común relativo al derecho de cada institución jurídica difundido y operativo en una
determinada sociedad”. Entre el derecho positivo y la cultura jurídica existe, por
otra parte, una relación de interacción recíproca.

“El derecho puede, efectivamente, concebirse como un complejo lingüístico,


a un mismo tiempo objeto y producto de la cultura jurídica; es decir, como un
conjunto de signos normativos y de significados asociados a ellos en la
práctica jurídica de los juristas, operadores y usuarios, todos los cuales
concurren, de diferentes formas y en diferentes niveles, a su producción
además de a su interpretación.”303

• Los elementos identificadores de la cultura jurídica van desde los hechos


relativos a las instituciones, el número y el papel de los abogados, el modo en que
se designa y se vigila a los jueces, hasta las diversas formas de comportamiento,
tales como las tasas de litigio o de encarcelamiento, y, en el otro extremo, se
encuentran los aspectos, más nebulosos, de las ideas, las aspiraciones y las
mentalidades. Como la cultura misma, la cultura jurídica se refiere a lo que somos,
no sólo a lo que hacemos.”304

• Con una visión diferente, Óscar Correas propone que la cultura jurídica
consiste no sólo en “el conocimiento de las normas del discurso del derecho, sino

303 Ferrajoli, Luigi. Cultura jurídica y paradigma constitucional. La experiencia italiana del siglo XX,
traducción de Antonio de Cabo, editorial Palestra editores, Lima-2010, p.15.
304 Nelken, David, Cultura jurídica y dilación de los procesos en Italia, en Cultura Jurídica,
Caballero Juárez, José Antonio et al, coordinadores, Sociología del Derecho. Culturas y Sistemas
Jurídicos Comparados. Volumen II: Regulación, Cultura Jurídica, Multiculturalismo, Pluralismo
Jurídico y Derechos Humanos, IIJ-UNAM, 2010, pp. 177 y 178.

306
en otros discursos que se usan para interpretar textos jurídicos y para argumentar.
Me refiero —dice— a lo que bien podríamos llamar tópicos jurídicos.”305

• Por otra parte, Elizabeth Torres Buenrostro comenta que la cultura jurídica
puede referirse a las creencias, ideales, tradiciones, modos de sentir, modos de
pensar prevalecientes en la sociedad respecto del derecho, ya sea en el público,
que normalmente no se relaciona con el derecho sino esporádicamente y en
condiciones conflictivas, en cuyo caso se habla de cultura jurídica externa, ya sea
en las creencias, puntos de vista, maneras de sentir, maneras de pensar, hábitos
de trabajo que prevalecen en los operadores jurídicos, es decir en aquellos
sectores relacionados con el derecho de una manera estable en razón de los
oficios practicados, como los jueces, abogados, profesores de derecho, etcétera,
equivalentes a la cultura jurídica interna.306

• En el mismo sentido, el abogado y escritor Gerardo Laveaga, señala que


hablar de cultura jurídica implica aludir a la tradición que han seguido diversos
pueblos para elaborar, aplicar e interpretar su derecho.307

• José Ramón Narváez, apoyado en las diversas posturas metodológicas que


pueden enriquecer la reflexión jurídica, explica la relación entre cultura y derecho
en términos como los siguientes: “la cultura como un bien jurídico a tutelar
contenida en algunos textos constitucionales”, el derecho como producto de una
cultura determinada, que puede incidir en otras culturas; por ello, señala que la
cultura jurídica depende de la noción que se tenga respecto al derecho, por lo que
algunos autores definen la cultura jurídica como la “aprehensión, interpretación y

305 Correas Óscar, Cultura jurídica, Poder Judicial y Pluralismo Jurídico, en Caballero Juárez, José
Antonio, et al, coordinador, Sociología del Derecho. Culturas y Sistemas Jurídicos Comparados,
Volumen II: Regulación, Cultura Jurídica, Multiculturalismo, Pluralismo Jurídico y Derechos
Humanos, IIJ-UNAM, 2010, p.76.
306 Torres Buenrostro, Elizabeth. Cultura, Cultura Jurídica y Enseñanza del Derecho: Factores

trascendentes de cambio social. Sufragio. Revista Especializada en Derecho, número 6, sección


de artículos, 2011, p.28.
307 Laveaga, Gerardo. La cultura de la legalidad. UNAM-IIJ. Serie Estudios Jurídicos Número 8.

México, 2000, p. 20.

307
manipulación del Derecho por expertos y no-expertos del sistema legal oficial (o
popular)”.308

• Algunos otros autores o comentaristas, asimilan cultura jurídica y cultura de la


legalidad, lo cual constituye una visión legalista del derecho; sin embargo, la
ciencia jurídica tiene un campo más amplio que las leyes con su correspondiente
legalidad, según lo ya dicho en otros apartados. Es por esto que la sociología
jurídica, como ciencia interdisciplinaria y omnicomprensiva-acumulativa, aporta
una visión más extensa y a la vez precisa sobre lo que implica y significativa la
cultura jurídica.

Sociológicamente el derecho debe ser entendido no sólo como norma o


institución, igualmente como lenguaje, como comunicación, como aparato
simbólico de la sociedad y por ello, como cultura jurídica general en el sentido de
Friedman. El derecho no sólo regula; también coordina, integra, comunica,
jerarquiza y evalúa a los individuos, grupos y organizaciones y las cosas de valor
respecto de sus poseedores.

No existe homogeneidad cultural plena, en una misma sociedad existe el


pluralismo cultural, por lo que prevalece el principio del relativismo cultural. No hay
culturas superiores e inferiores. En todo caso, se dan fenómenos de
transculturización y aculturación.

El Diccionario de Sociología de Gallino, explica que: “En sentido estricto cada


grupo, clase, profesión u otro segmento de la sociedad tiene una cultura específica
“y que se habla de subcultura si se trata de colectividades comprendidas dentro de
sociedades o nacionalidades enteras. Al definir el término subcultura, el
Diccionario expone:

308 Narváez H., José Ramón. Cultura jurídica ideas e imágenes, Ed. Porrúa, México, 2010, pp. 4-7.

308
Subconjunto de elementos culturales tanto materiales como inmateriales —
valores, conocimientos, lenguajes, normas de comportamiento, estilos de
vida, instrumentos de trabajo— elaborado o utilizado típicamente por un
determinado sector o segmento o estrato de una sociedad: una clase, una
comunidad regional, una minoría étnica, una asociación política, religiosa,
deportiva, una categoría profesional … ese subconjunto de elementos
culturales se caracteriza dentro del conjunto de la cultura dominante, en
algunos casos por ser una variante diferenciada o especializada de ella
…”.309

Debe tenerse cuidado en el uso de subcultura como concepto aplicable a grupos


marginados, porque a menudo entraña una actitud discriminadora y de
subordinación que riñe con el pluralismo y el relativismo cultural. Sólo es aceptable
el concepto de subcultura si responde a la concreción de grupos, regiones o
sectores, pero no al dominio político y social con el que es usado lamentablemente
en ocasiones frecuentes.

5.2. El pluralismo jurídico y los grupos indígenas.

La sociedad se expresa de diversas maneras, la multiplicidad de acciones sociales


lleva implícita la diversidad cultural, esto significa que el derecho como parte de la
cultura es tan plural como la vida social, los individuos interactúan conforme al rol
y estatus donde se ubican, por lo que las acciones sociales están acompañadas
de una pluralidad jurídica que los regula, y que no se trata simplemente de normas
o sistemas jurídicos, aislados, sino de diferentes tipos de derecho que se aplican y
pueden interactuar al mismo tiempo. Este es el caso del derecho de los pueblos
indígenas de México, reconocido en el texto constitucional (Artículo 2º).

5.2.1. El pluralismo jurídico.

Como ya se explicó en los puntos 4.1. y 4.2. el “pluralismo jurídico” se opone a la


perspectiva monista que defiende un sólo derecho soberano e indivisible,
jerarquizado y centralizado en la figura del Estado; el pluralismo nos orienta a una

309 Gallino, Luciano. Diccionario de sociología. Siglo XXI editores, p. 853.

309
visión diferente de la ideología del centralismo jurídico. El pluralismo reconoce que
el ordenamiento jurídico puede ser creado no solamente por el Estado, sino que
existen otras formas o sistemas normativos cuya fuente es diversa y plural.

Esta visión, en efecto, va más allá de la que reduce la creación normativa a


función exclusiva del Estado, y hace referencia al derecho como fenómeno social;
sin embargo, no todos los sistemas jurídicos creados por algún sector de la
sociedad es reconocido por el Estado, de manera que nuestro análisis parte de la
idea probable del reconocimiento y el rechazo de órdenes jurídicos de origen
diferente a la función legislativa estatal y de su eventual eficacia.

Santi Romano pone de relieve el pluralismo infraestatal e infrasocietario que nace


en la sociedad misma y no necesariamente por conducto del Estado, situándose
de esta manera en una posición antiestatal y en defensa del derecho social. Estas
ideas, como es obvio, no comparten la concepción del monismo jurídico.

La mayoría de los países en el mundo tienen sistemas jurídicos de tipo liberal que
se desarrollan dentro de un contexto de intercambio internacional, están inmersos
en múltiples relaciones de orden económico, científico, cultural, social, etc, por lo
que se observan diversos centros generadores de derecho. La concurrencia de
sistemas jurídicos pueden ser estatales, infraestatales o supraestatales, por
ejemplo el derecho internacional y el derecho nacional, que interactúan, concurren
y pretenden aplicar de manera armónica parte de diversas disposiciones de sus
ordenamientos jurídicos con la finalidad de regular la vida social. El control de la
convencionalidad, tema de nuestro tiempo, se puede inscribir en este marco
teórico-práctico.

Una visión diferente del pluralismo jurídico nos la ofrece André-Jean Arnaud, al
señalar que el pluralismo jurídico se presenta sólo cuando los fenómenos que
constituyen un conjunto de reglas contrarias, no son considerados por el sistema
jurídico ni integradas a él. Por lo tanto las reglas contrarias al derecho del Estado

310
no pueden considerarse derecho, sino infra-derecho, que no es derecho, pero
participa en el fenómeno jurídico, por lo tanto, el pluralismo jurídico aparece
cuando respecto de un mismo hecho existen diversas formas de aplicarle la
misma regla, por lo que el pluralismo jurídico se encuentra al nivel de la
jurisprudencia.310

Esta es una idea positivista e incluso monista del derecho, en cuanto señala que el
pluralismo surge en la interpretación y aplicación del derecho, no así en referencia
a sistemas ni a tipos de derecho, por lo que el pluralismo jurídico también estaría a
cargo de los agentes del Estado.

Por otro lado, Alfredo Sánchez Castañeda propone que la noción de pluralismo
jurídico puede considerar la hipótesis de una heterogeneidad de sistemas jurídicos
que coexisten en un mismo ámbito espacial y temporal de validez. 311 Al tener dos
orientaciones, una estatista y otra espontánea, la primera considera que existen
espacios extra-estatales de derecho, que se explican por la concesión expresa o
tácita del Estado, y la segunda se refiere a la creación del derecho fuera del
Estado o del espacio creado y dominado por el Estado.

Sally Engle Merry, en su obra conjunta con John Griffith y Brian Z. Tamanaha,
titulada Pluralismo Jurídico, se plantea la pregunta ¿qué es el pluralismo jurídico?
y señala que “se define generalmente como una situación en la cual dos o más
sistemas jurídicos coexisten en el mismo campo social.”312

Por su parte, John Griffiths entiende que un sistema jurídico es pluralista en


sentido jurídico, cuando el soberano controla distintos sistemas de derecho que
regulan el comportamiento de diferentes grupos de la población que proceden de

310 Arnaud, André-Jean. Critique de la Rasion Juridique. 1. Où va la sociologie Juridique, París,


L.G.D.J., 1981, P.214.
311 Nuria González, Martín Coordinador. Estudios jurídicos en homenaje a Marta Morineau, T. I,

Derecho Romano. Historia del Derecho, IIJ-UNAM, 2006, México, p.483.


312 Engle Merry. Sally, et al. Pluralismo Jurídico. Siglo del hombre editores, Universidad de los

Andes, Pontificia Universidad Javeriana-Instituto Pensar, p.91.

311
etnias, religiones, nacionalidades o áreas geográficas distintas, y cuando todos
esos regímenes jurídicos paralelos dependen del sistema jurídico estatal.

Con óptica desde el campo de las ciencias y humanidades Oscar Correas señala
que el pluralismo jurídico se refiere a “la coexistencia, en el tiempo y en el mismo
territorio, de dos o más sistemas normativos eficaces” 313 , señalando que la
observación sociológica es la que se debe encargar de determinar si ciertos
sistemas son jurídicos o no, agregando que en toda sociedad moderna coexisten
distintos sistemas normativos que no necesariamente son jurídicos.

Entre las razones por las cuales ha tomado fuerza la idea del pluralismo jurídico
Ramón Soriano, enuncia las siguientes: “a) la presión contra el derecho estatal de
las comunidades étnicas y de los colectivos sociales; b) el mayor conocimiento de
las culturas jurídicas existentes en el mundo, y c) la mayor sensibilidad de políticos
y juristas por el hecho de la diversidad cultural y jurídica.

Considera que “el pluralismo jurídico indica la coexistencia de una pluralidad de


derechos (al menos dos tipos de derecho) en el mismo territorio o espacio
sociopolítico. El pluralismo jurídico, propiamente dicho, es un pluralismo de
derechos.”314

5.2.2. El derecho indígena315 en el marco del pluralismo y la Constitución.

Podemos analizar el derecho indígena en México, como uno de los diversos tipos
de derecho que fungen dentro del ordenamiento jurídico mexicano, o bien como
un sistema jurídico paralelo al sistema jurídico establecido por el Estado. Este tipo
de derecho no tiene su origen en el Estado, pero sí en la sociedad misma (pueblos

313 Correas, Óscar, Introducción a la sociología jurídica, Editorial Fontamara, 3ª ed., 2011, p. 103.
314 Soriano, Ramón. Sociología del Derecho, Ariel, España, 1997, p. 361.
315 Una obra importante a consultar es El derecho precolonial, de Lucio Mendieta y Núñez, Ed.

Porrúa, México, 1985, que se apoya en la obra clásica de Josef Kohler: El Derecho de los Aztecas.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, 1ª ed., México, 2002.

312
y comunidades indígenas) y coexiste en diversos puntos de la República
Mexicana.

La realidad social se refleja en la norma jurídica y la norma jurídica trata de regular


la realidad social. Esta visión bifronte, como lo expresa Renato Treves, hace
latente la diversidad cultural existente en nuestro país, basta recorrer cualquiera
de los Estados de la República Mexicana para darnos cuenta de la composición
pluricultural sustentada en los pueblos indígenas, realidad recogida, reflejada y
regulada por el derecho y reconocida por la Constitución. Los pueblos indígenas,
además de su heterogeneidad, se caracterizan por su elevada dispersión,
extendiéndose a lo largo del territorio del país. De esta manera del total de 2,443
municipios existentes, sólo en 30 no se registra su presencia.316

De acuerdo a las reformas constitucionales publicadas en el Diario Oficial de la


Federación el 14 de agosto de 2001, se modificaron los artículos 1º, 2º, 4º , 18 y
115 de la Carta Magna, en las que el Estado reconoce y garantiza el derecho de
los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación.

Concretamente el artículo 2º apartado “A”, fracción II constitucional 317 , dispone


que los pueblos y las comunidades indígenas tienen autonomía para aplicar sus
propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus conflictos internos,
sujetándose a los principios generales de esta Constitución… de esta manera se
establece una línea muy clara de pluralismo jurídico a nivel constitucional.

Puede observarse nítidamente, cómo el derecho indígena es creado, desarrollado


y aplicado en el interior de los mismos pueblos y comunidades indígenas, como

316 Serrano Carreto, Enrique (coord.), Indicadores socioeconómicos de los pueblos indígenas de
México, 2002, México, INI, PNUD, CONAPO.
317 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Artículo 2º. La Nación Mexicana es

única e indivisible. A. Esta Constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las
comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la autonomía para: … II.
Aplicar sus propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus conflictos internos,
sujetándose a los principios generales de esta Constitución, respetando las garantías individuales,
los derechos humanos y, de manera relevante, la dignidad e integridad de las mujeres. La ley
establecerá los casos y procedimientos de validación por los jueces o tribunales correspondientes.

313
parte de su cultura; por lo que el Estado, al elevarlo a rango constitucional y darle
el reconocimiento jurídico, cambia la visión dominante del monismo jurídico. Sin
embargo, existe el riesgo latente de que el derecho estatal intente “cooptar” los
diversos tipos de derechos existentes en aquellas comunidades para conformarlos
al derecho establecido por el Estado. Es decir, para volver al derecho indígena la
expresión de una subcultura jurídica en México.

5.2.2.1. Derecho indígena nacional e internacional.

Es interesante el fenómeno jurídico que se presenta con el derecho indígena,


debido a que no sólo se trata de un tipo de derecho con incidencia nacional, sino
que incluso los diversos tratados internacionales, organismos internacionales
como la Organización de las Naciones Unidas y la jurisprudencia de tribunales
internacionales toman en cuenta este tipo de derecho, implementando acciones y
tratando de proteger a nuestros pueblos y comunidades indígenas.

Nuestra Carta Magna, en su artículo 2º dispone: “El derecho de los pueblos


indígenas a la libre determinación se ejercerá en un marco constitucional de
autonomía que asegure la unidad nacional. El reconocimiento de los pueblos y
comunidades indígenas se hará en las constituciones y leyes de las entidades
federativas…”, y enuncia los principios que deben guiar la aplicación del derecho
indígena.

El Diccionario Jurídico Mexicano define al derecho indígena como “el conjunto de


disposiciones que sirvieron para regular las relaciones de los habitantes del
Anáhuac, antes del descubrimiento de América y que por la Conquista dejaron de
ser observadas, ante la obligación de obedecer las normas de Derecho Indio.”318
Esta definición tiene un enfoque antropológico dirigido a un momento histórico,
pero que no resulta del todo útil para estudiar el derecho indígena vigente que
opera en nuestro sistema jurídico.

318 Diccionario Jurídico Mexicano, UNAM-IIJ-México, 1983-T. III. págs. 169-170.

314
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), considera
al Derecho Indígena como “el derecho vivo, que sin ser escrito, se evidencia a
través de diferentes normas que regulan los diversos aspectos del convivir
comunitario”319.

La relevancia que ha tomado el derecho indígena en México es histórica, los


tribunales nacionales en la impartición de justicia han dado un matiz distinto
cuando se ven involucradas personas, comunidades o pueblos indígenas. Los
tribunales internacionales y nacionales han emitido diversas resoluciones
relevantes que marcan el derrotero a seguir por los demás órganos
jurisdiccionales, como por ejemplo la jurisprudencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos en los casos Comunidad Indígena Xákmok Kásek. Vs.
Paraguay en 2010; caso Pueblo Indígena Kichwa de Sarayaku vs. Ecuador en
2012.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación al respecto aprobó un Protocolo que


contiene los principios generales que los juzgadores deben observar cuando
resuelvan asuntos vinculados con el derecho indígena; v.g., sobre el derecho a
mantener, desarrollar y controlar sus propias instituciones, mismo que contempla,
como consideraciones para el juzgador, lo siguiente:

Los pueblos indígenas pueden aplicar sus propios sistemas normativos en la


regulación y solución de sus conflictos internos, respetando los derechos
humanos y de manera relevante la dignidad e integridad de las mujeres. De
ahí que los juzgados deben declinar competencia en aquellos casos que
corresponde conocer a las autoridades propias de los pueblos.320

319 CONAIE: Órgano de difusión de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador,


Septiembre, 1992, Número 2, p. 6
320 Suprema Corte de Justicia de la Nación. Protocolo de Actuación Para Quienes Imparten Justicia

en Casos que Involucren Derechos de Personas, Comunidades y Pueblos Indígenas, México 2013,
p.30.

315
Podemos advertir que los órganos del Estado mexicano, dado el rango
constitucional del derecho indígena que involucra a millones de personas, ha
diseñado un sistema jurídico que reconoce la cultura, los sistemas, las normas, las
instituciones, los procedimientos, los agentes y demás elementos que son
necesarios para que opere el sistema jurídico indígena.

El fenómeno del pluralismo jurídico, en su expresión del derecho indígena, es un


fenómeno recurrente en Latinoamérica. Así, la Corte Constitucional Colombiana,
uno de los tribunales con mayor experiencia, que ha emitido a través de sus
criterios jurisprudenciales el mínimo de contenidos éticos que deben observarse
para la administración de justicia indígena: tales contenidos son: 1) el derecho a la
vida; 2) el derecho a la integridad física; 3) el derecho a la libertad, y 4) el derecho
al debido proceso, conforme a las normas establecidas en las comunidades
indígenas.

5.3. El derecho y las nociones jurídicas de institución.

5.3.1. Derecho e instituciones.

El Derecho es una institución, pero no en el sentido de organismo alrededor de


ideas y valores; es el mecanismo más poderoso de la sociedad para crear o
establecer (también para modificar o extinguir) instituciones de toda índole:
económicas, políticas, educacionales, sociales, culturales, siempre y cuando
tengan un carácter político, o sean de interés público, como por ejemplo los
partidos políticos y las universidades.

Es a través de la Constitución, o de leyes y decretos, como el Derecho es capaz


de crear instituciones. La ley da certidumbre y estabilidad o permanencia a las
instituciones, pero también la costumbre, los hábitos, los usos y los
convencionalismos pueden generar instituciones, o vida institucional, en el sentido
de formas reiteradas de acción, comportamiento y decisión, aceptadas y

316
respetados por la colectividad.

Gerth y Mills afirman que las instituciones son la unidad que sirve para construir el
concepto de estructura social. Así, un sistema social es un conjunto más o menos
coherente y ordenado de instituciones, en cuanto éstas se hallan conformadas por
componentes estructurales (roles y colectividades) dirigidos por una base
inmaterial de ideas (normas, fines y valores).

5.3.2. Nociones sociológicas de institución

De acuerdo con el Diccionario de Sociología321, la institución es el “conjunto de


valores, normas, costumbres que con diversa eficacia definen y regulan en forma
duradera, independientemente de las personas individuales, y en general más allá
de la vida de éstas …”, las relaciones sociales y los comportamientos de un grupo
de sujetos que persiguen un fin socialmente relevante, y las relaciones que otro
conjunto no determinable tendrán y tienen con dicho grupo sin formar parte de él,
pero que le sirve de referente.

No obstante la anterior definición, el término institución se usa con múltiples


significados, de los que el diccionario mencionado destaca los siguientes:

a) Un grupo organizado, organización, asociación o colectivo que persigue en


forma sistemática uno o varios objetivos mediante procedimientos normativamente
establecidos a los que los miembros deben sujetarse. Institución es, entonces,
sinónimo de organización (Sorokin; Gerth y Mills).

b) Una organización (grupo, asociación) “que desarrolla funciones socialmente


relevantes” y que por ello recibe de la sociedad legitimación ideológica, valoración,
apoyo político y recursos económicos. La diferencia con la acepción anterior

321 Gallino, Luciano. Diccionario de sociología. Siglo XXI, p. 534-538.

317
radica “en el hecho de que si se aplica esta última todas las instituciones son
organizaciones, pero no todas las organizaciones son instituciones”, si les falta el
requisito de la función o servicio relevante para la sociedad. Las porras de los
equipos de futbol son organizaciones, pero no instituciones; los tribunales y
juzgados son organismos institucionales, son instituciones.

c) “Un conjunto de valores, usos y costumbres, normas, que regulan el


comportamiento y la acción en una esfera importante de la vida social”, más los
individuos o colectividades que sostienen esas ideas, les dan cuerpo, las
reproducen e imponen a los nuevos miembros, mediante la aplicación de los
recursos materiales necesarios para dicho efecto. Corresponde esta acepción a
las del sociólogo Sumner, quien dice que una institución “consiste en un concepto
(que puede ser una noción, una doctrina o un interés) y una estructura”. Si una
institución es una idea a la que se suma el aparato humano y material, son
instituciones, entre muchas otras, la familia, el Estado, los tribunales, las fuerzas
armadas y los órganos de gobierno. Mario de la Cueva, siguiendo el criterio
institucional de M. Hauriou, afirmaba que el Estado es la organización política
alrededor de la idea de nación.

d) “Cualquier forma de creencia, de acción y de conducta reconocida,


sancionada y practicada en forma estable por una colectividad”. Esta noción parte
de Spencer, quien en sus principios de sociología distribuye las instituciones en
cinco grupos: i) del ceremonial, ii) políticas, iii) eclesiásticas, iv) profesionales, y, v)
industriales, todo ello muy vinculado al concepto de modelo de cultura, que resulta
poco útil para el análisis y comprensión de la sociedad, pero que en su origen tuvo
muchos adeptos.

e) “Prácticas consolidadas, modos de proceder establecidos, característicos de


una actividad de grupo; normas de validez general que establecen en las más
diversas circunstancias las categorías del comportamiento o acción o conducta
prescritas, permitidas o prohibidas”. Son denominadas “reglas del juego”, por lo

318
que la inmensa mayoría de las actividades caería en esa definición, de mayor
amplitud que la anterior y parecida a la definición de Parsons: reglas de conducta
que determinan lo que es justo, lo que es bueno, lo que se debe hacer o no hacer,
o bien, expectativas de acción y de relación social. Son modelos paradigmáticos
tan generales, que nada escapa a su universo. De esto se concluye que a ninguna
institución se pertenece: “se puede vivirla, practicarla … pero no es posible ser sus
socios o miembros o componentes”. Elude la noción de “estructura”.

f) “Sistemas simbólicos difusos, significados compartidos por la generalidad de


los miembros de una sociedad, valores y normas universalmente reconocidos y
practicados”, en los que se incluyen “el arte, la ética, la ciencia, el derecho, y antes
que todo, el lenguaje, entendido como repertorio básico de signos utilizados por
todos los miembros de una nación para dar sentido a su interacción”. La enorme
generalidad de esta acepción quita toda utilidad analítica al concepto de
institución, además de su evidente confusión con el concepto de cultura.

g) “Elementos de la estructura social, como la organización familiar, así como la


educación e instrucción de los niños, la división del trabajo, la distribución de la
propiedad, que ejercen presiones sobre los individuos a lo largo del proceso de
socialización. Es en este contexto que se dice que la familia es la célula básica de
la sociedad.

h) Modelos de comportamiento y procedimientos para la organización, o que


ésta impone, que han surgido por la vía de la interacción social y la elaboración
cultural, lentamente a través del tiempo, conformando modos frecuentes y
reiterados de acción y sinergia social. En razón de esta conducta reiterada las
decisiones contingentes se transforman en costumbre (lo que en derecho
denominamos inveterada consuetudo), con lo cual se pueden obtener,
agrupándose, “resultados inalcanzables para los individuos aislados”. Serían los
elementos aglutinantes del quehacer humano colectivo. El Diccionario dice de lo

319
anterior: “Son las instituciones-organismes (Perroux) o las instituciones-choses322
(Hauriou); entre ellas se cuentan la familia, la escuela, la prensa, las
administraciones, las empresas, los órganos locales de gobierno, los institutos
científicos, los partidos políticos”.323

Obsérvese que en esta acepción los modelos, jurídicos o no, codificados o no, y
los modos de comportamiento son inseparables de la interacción social real y
concreta, por lo que se materializan en las instituciones-organismos o en las
instituciones-cosas. Son comportamientos reiterados dentro de éstas, de las que
el párrafo anterior da cuenta a manera de ejemplo.

i) “Conjunto de papeles relacionados entre sí, orientado a desarrollar una


función estratégica en la estructura social. En este complejo convergen,
interinfluenciándose, determinada práctica social, valores y normas de la cultura y
motivaciones en la personalidad de los sujetos involucrados. Esta concepción del
padre del funcionalismo, Talcott Parsons, considera que en la institución se
integran el sistema social (roles, colectividades), la cultura (valores y normas) y la
satisfacción gratificante que ambos crean en los individuos que los han
interiorizado a lo largo del proceso de socialización, lo cual genera “una adecuada
motivación psicológica”. La participación estratégica de las instituciones en la
estructura son las funciones de: adaptación; formulación y persecución de fines
colectivos (política-gobierno); integración (Derecho) y conservación y reproducción
de las estructuras motivacionales de base (pautas de comportamiento o cultura).

j) Elementos superestructurales que, a diferencia de todas las anteriores


concepciones (a)-i)), no son ya un elemento constitutivo de la realidad social, sino
el reflejo aparente de una estructura subyacente (infraestructura) a la que
pretende ocultar. Esta acepción del marxismo ortodoxo ha sido corregida por
neomarxistas que moderan el determinismo explicativo de las instituciones como

322 Instituciones organismos o instituciones cosas.


323 Ibidem, p. 536.

320
creación del modo de producción de una formación económico-social. Tanto las
instituciones políticas, como las de orden social, moral y cultural, caerían en esta
noción, incluyendo las normas jurídicas que las crean, regulan o legitiman. La
explicación moderada de esta noción es: las instituciones son la expresión de la
influencia de la estructura sobre la superestructura y de la forma en que la
superestructura orienta o conduce a los elementos estructurales de la sociedad.

Podemos afirmar que lo institucional es lo establecido, lo que tiene permanencia y


goza de la creencia favorable de la sociedad sobre su validez o legitimidad. La
base inmaterial de las instituciones son las representaciones colectivas que las
hacen precisamente estables. Eso se desprende de las numerosas nociones y
concepciones enumeradas, de las que se destacan los siguientes puntos
significativos de convergencia:

1. Son conjuntos normativos que reducen las alternativas de los sujetos y hacen
previsible su conducta en relación a las circunstancias en que se desenvuelven.
Son expectativas de acción y de relación social, como lo expone T. Parsons, que
en el caso de las normas jurídicas se expresan como supuestos que tipifican y
reducen las hipótesis de comportamientos posibles.

2. Las acciones y relaciones así reguladas se refieren generalmente a problemas


o aspectos relevantes de la convivencia colectiva.

3. En consecuencia, toda la sociedad manifiesta su interés en todas las


instituciones, independientemente de las actitudes de admisión o rechazo de
individuos y grupos diversos a ellas.

4. Las instituciones son realidades materiales preconstituidas a cada miembro


societario e independientes de la presencia y voluntad de éste, y que lo constriñen
a cierto comportamiento.

321
5. La duración, permanencia y estabilidad de las instituciones son superiores a la
duración de la vida individual, “de modo que una institución puede permanecer
casi inmutable por siglos, aún cuando en ese tiempo sea personificada por varias
generaciones diferentes”.324

6. Las llamadas crisis institucionales o de una institución en particular tienen que


ver con las valoraciones positivas de las que son objeto y de la solidaridad afectiva
que provocan, de manera que cuando una institución falla se habla de la crisis de
esa institución.

La sociedad es presentada muy a menudo como un conjunto de instituciones o


esferas institucionales; y los movimientos sociales se clasifican ideológicamente
como progresistas o conservadores, ya sea que se presenten respectivamente
como una crisis radical de las instituciones o como una defensa a ultranza de
éstas. La confrontación observable es entre lo institucional y lo progresista, entre
estabilidad y cambio, que el positivismo comtiano expresó como orden y progreso.

Existen dos contraposiciones adicionales respecto a la naturaleza, funciones y


características de las instituciones: La primera es entre instituciones naturales y
positivas, expresión que tiene que ver con el proceso de su creación. Una
institución es natural-espontánea, cuando es el producto de una largo y lento
proceso de institucionalización hasta elaborar y codificar reglas al respecto, lo cual
significa que las representaciones y actitudes colectivas son producto de usos,
costumbres, tradiciones que pueden desembocar en una normación jurídica: la
familia y el parentesco, el matrimonio y el divorcio, el aborto y los matrimonios
homosexuales, se ubican en esta categoría; pero también las formas de
dominación política convierten con el tiempo el gobierno de los hombres en
gobierno de las leyes.

324 Ibidem, p. 537.

322
Una institución es positiva-intencional cuando su normación jurídica es el primer
paso para su formación o nacimiento, si bien en ocasiones la ley puede adaptarse
a la costumbre imperante o a modificaciones ya existentes a ésta: incluyamos en
este proceso al divorcio o al aborto, y también al matrimonio entre personas del
mismo sexo, que si bien han sido la consecuencia de reformas legales, éstas se
sustentaron en prácticas que erradicaron viejas costumbres intolerantes de esos
comportamientos.

La segunda contraposición que expone el Diccionario, propia de las teorías


sociológicas y antropológicas, es la que confronta las instituciones operativas a las
instituciones reguladoras. Las primeras prestan servicios a la sociedad o a una
parte de ella, operan prácticas a través de estructuras o aparatos y de personal
que ocupa roles adecuados al servicio: empresas, órganos administrativos del
Estado, institutos de investigación y educación, etc.; mientras que las instituciones
reguladoras tienen como función principal el control del comportamiento y
establecer modelos que prescriben deberes a los miembros de la sociedad, son
normas a las que nuestro comportamiento y el ajeno deben corresponder.325

Nos queda claro que la función institucional del derecho es de primera


importancia. También deducimos con facilidad en cual acepción o noción caben la
Constitución y el Estado y la inferencia racional y empírica de que en la última
contraposición de instituciones, el Estado es una institución fundamentalmente
operativa, en tanto que la Constitución es dominantemente reguladora. Esto, sin
embargo, debe ser matizado.

5.4. Noción sociológica de la Constitución.

Esta concepción tiene que ver con la idea de que la Constitución no sólo es norma
y principios, los cuales son entidades ideales, formales y en cierto sentido

325 Ibid, p. 538.

323
abstractos; no es únicamente el texto escrito, de leyes codificadas que expresan
un deber ser, sino que es también realidad concreta, el ser político y jurídico de
una sociedad, denominada a menudo pueblo o nación. Un número considerable
de constitucionalistas se refieren a la Constitución en sus diferentes aspectos.
Hermann Heller, la concibe desde tres sentidos: Constitución como realidad social;
Constitución jurídica destacada u objetiva; y, Constitución escrita o formal.

En el primer sentido, H. Heller coincide con Ferdinand Lasalle, para quien “la
Constitución de un país es la suma de los factores reales del poder, la verdadera
Constitución no es el documento escrito ni un pacto entre el pueblo y un rey, ni
simplemente la ley Fundamental proclamada en un país, sino un orden efectivo al
cual corresponde una correlación específica de fuerzas.” Lasalle, quien orienta la
convicción sociológica de H. Heller, afirma: “la Constitución debe tener fuerza de
ley, por lo tanto, debe ser también una ley, y no una simple ley, sino la Ley
Fundamental del país, pero existe algo, una fuerza activa y determinante que
influye sobre esa y todas las demás leyes de una nación.” 326 Esa energía
determinante son “los factores reales del poder”.

Heller explica que la Constitución es la organización del Estado, que “sin


Constitución no hay Estado y que por ello existe una “Constitución normada”, la
cual se integra uniendo dos elementos: la normalidad y la normatividad; la primera,
que expresa una realidad sociológica, “se deriva de la costumbre, la moral,
religión, urbanidad y la moda; mientras que la normatividad, o aspecto formal
ayuda a reforzar a esa normalidad de la sociedad, de tal forma que en ese
momento se conforma la Constitución normada.”

También sostiene Heller que: “en cuanto conexión social de acción, la constitución
se presenta como objeto del método propio de las ciencias de lo real”, es decir, de
una sociología de la Constitución.327

326 Cfr. Moreno Collado, Jorge, Teoría constitucional y procesos políticos fundamentales. p. 38.
327 Ibidem, p. 43.

324
Es muy conocida y reconocida la afirmación de H. Heller acerca de que la teoría
del Estado es sociología y como tal ciencia de la realidad y no ciencia normativa,
por lo que la Constitución puede verse desde el ángulo jurídico como norma,
objeto ideal de la ciencia del derecho, y desde el ángulo político, como poder,
como realidad fáctica, objeto material de la ciencia social, de la sociología. Se
advierte, entonces, el vínculo Constitución-Estado, pues en él la Constitución
aparece como “la consolidación de un Estado”, lo cual ocurre “cuando una
comunidad llega a un punto de ordenación y forma” que genera como producto
(histórico y social) una Constitución.

La sociología de la Constitución incluye como uno de sus temas centrales y como


parte de su objeto la relación dialéctica entre Constitución y Estado, lo cual
permite responder la pregunta relevante ¿qué es la Constitución para el Estado? y
a la vez ¿qué es el Estado para la Constitución?.

Dadas las condiciones sociopolíticas y jurídicas contemporáneas, que tienen sus


raíces en el Estado democrático liberal de los siglos XVIII y XIX, y el Estado
constitucional y social de los siglos XX y lo que va del XXI, podemos afirmar, como
H. Heller, que “sin Constitución no hay Estado”, pues la constitución no sólo es la
organización política del poder del Estado, sino la garantía de las libertades y la
democracia y al mismo tiempo un límite a dicho poder. Es a la vez la expresión de
la soberanía del pueblo (democracia) y un límite a la potestad del Estado
(derechos humanos, división de los poderes y supremacía de la Constitución).

Sin embargo, la sociología de la Constitución toma en cuenta que la sociedad


actual es una sociedad plural, y que tanto en el campo interno como en el externo
del derecho del Estado, actúan “fuerzas corrosivas: el pluralismo político y social
interno, que se opone a la idea misma de soberanía y sujeción”, como afirma
Zagrebelsky, y en el campo externo la formación de centros de poder alternativos
en dimensiones supraestatales, a los que se suman “la atribución de derechos a

325
los individuos, que pueden hacerlos valer ante jurisdicciones internacionales frente
a los Estados a los que pertenecen” (Véase en el recuadro el relato del “caso
Radilla”, conocido y resuelto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos):

Corte Interamericana de Derechos Humanos


Caso Rosendo Radilla Pacheco contra los Estados Unidos Mexicanos
12 de julio de 2011

En México, el 25 de agosto de 1974, detuvieron ilegalmente en un retén militar al señor Rosendo Radilla
Pacheco, quien fue visto por última vez en el Ex Cuartel Militar de Atoyac de Álvarez, en el estado de
Guerrero. Rosendo Radilla fue un líder social del municipio de Atoyac de Álvarez y fungió como su
presidente Municipal. Treinta y cuatro años después, su paradero sigue siendo desconocido. La detención
y posterior desaparición forzada del señor Radilla Pacheco fue denunciada públicamente por la familia en
el momento de sucedidos los hechos y, posteriormente, fue denunciada legalmente ante las instancias de
procuración de justicia nacionales; fue parte de la investigación realizada por la Comisión Nacional de
Derechos Humanos la cual concluyó en un Informe Especial publicado en el año 2001, conjuntamente con
la recomendación 26/2001 e igualmente fue una de las averiguaciones previas investigadas por la Fiscalía
Especial creada en la transición democrática con el fin –no alcanzado– de aclarar los crímenes del pasado,
dicha fiscalía fue cerrada de forma inesperada el 30 de noviembre de 2006.

Tras sostener una audiencia pública sobre admisibilidad del caso, el 21 de octubre de 2004 la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió el informe de admisibilidad No. 65/05, el 12 de
octubre de 2005. El 27 de julio de 2007, durante su 128 Periodo Ordinario de Sesiones, la CIDH consideró
las posiciones de las partes y aprobó el informe de fondo número 60/07, de conformidad con el artículo 50
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Por una falta de respuesta efectiva del Estado
mexicano al cumplimiento de las recomendaciones emitidas en dicho informe de fondo, el 15 de marzo de
2008, la CIDH demandó al Estado mexicano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la
violación al derecho al reconocimiento de personalidad jurídica (artículo 3), derecho a la vida (artículo 4),
derecho a la integridad personal (artículo 5), derecho a la libertad personal (artículo 7), derecho a las
garantías judiciales (artículo 8) y derecho a la protección judicial (artículo 25), en conexión con la obligación
de respetar los derechos (artículo1.1), todos estos derechos consagrados en la Convención Americana
sobre Derechos Humanos. Por su parte los representantes de las víctimas demandaron al Estado
mexicano no sólo por los derechos consagrados en la Convención Americana sino también por violaciones
a la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada. El 6 de julio de 2009 se llevó a cabo la
Audiencia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos; el 23 de noviembre la Corte emitió la
Sentencia sobre el caso, condenando al Estado mexicano por graves violaciones a los Derechos Humanos.

En la sesión del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del 12 de julio de 2011, se resolvieron
varias cuestiones respecto del cumplimiento de la Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, en el caso Rosendo Radilla Pacheco contra los Estados Unidos Mexicanos.

326
5.5. La Constitución y el Estado.

De las anteriores acepciones advertimos que tanto la Constitución de un país


como el Estado son instituciones, pero mientras en la Constitución domina su
carácter normativo en cuanto texto escrito que contiene principios, normas y aún
valores, en el Estado domina su naturaleza de organización, o sea, de una
estructura del poder (los tres poderes del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial,
y los llamados órganos autónomos del Estado), la cual está determinada
jurídicamente en la propia Constitución.

Una de las acepciones de la Constitución es la de norma suprema y así es


reconocida no sólo por el propio orden jurídico, sino por la sociedad misma, que
desde el siglo XVIII, cuando aparecieran en el mundo las primeras constituciones
modernas (escritas y liberales, como la norteamericana de 1787 y la francesa de
1789) recibió el aliento de un régimen republicano basado en la democracia
representativa, la división del poder para desterrar el absolutismo, y el
reconocimiento de las libertades dado por la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1789. Esta famosa Declaración
estableció en su artículo 16 lo siguiente: “Una sociedad en la cual no esté
agendada la garantía de los derechos, ni reconocida la división de los poderes, no
tiene Constitución.” Así, la Constitución surge y se concibe colectivamente como
límite al poder político, en particular al poder del Estado y de sus gobernantes.

Por las razones anteriores existe una gran adhesión popular a la Constitución, a
grado tal, que en México se gestó una revolución en nombre de la Constitución y
se determinó por ello la Revolución Constitucionalista encabezada por Venustiano
Carranza en contra del usurpador Victoriano Huerta (quien había dado golpe de
Estado y asesinado al Presidente Francisco I. Madero y al Vice-Presidente José

327
María Pino Suárez) y en la que participaron grandes personajes de nuestra
historia como Emiliano Zapata, Pancho Villa, Pablo González y Álvaro Obregón.

Advirtamos que la Constitución es un factor decisivo y determinante de la


legitimación del poder, pero también de la defensa ciudadana contra las
arbitrariedades y excesos de éste. Al mismo tiempo que confiere poder a los
gobernantes, le pone límites a éstos y garantiza las libertades humanas .

En consecuencia, la sociedad tiene en la Constitución el depósito de su historia y


el proyecto de su porvenir. Los grandes conflictos sociales son “arreglados” por y
regularmente culminan con cambios o reformas a la Constitución.

5.5.1. El origen socio-histórico del constitucionalismo.

Las Constituciones modernas son el producto de un proceso que se inicia en la


ilustración y el liberalismo. Esto significa que hay un vínculo dialéctico sociedad
civil-constitucionalismo y democracia.

El constitucionalismo (movimiento que afirma que es el pacto político y social el


que crea y consolida al Estado y a la sociedad civil, el primero como poder
legítimo limitado por la voluntad popular y la segunda como el marco en que se
desenvuelven las libertades individuales), afirma que no hay Estado sin
Constitución y que ésta es a la vez una técnica de la autoridad y una técnica de la
libertad. Así, mientras que en el Estado radica la fuerza del poder, en la sociedad
civil se asienta la resistencia a toda opresión y el impulso de las libertades.

5.5.1.1. Constitucionalismo y sociedad civil: las tres acepciones de Bobbio.

El concepto de sociedad civil nace en oposición al Estado absolutista. El triunfo del


liberalismo reduce el poder del Estado a su mínima expresión y exalta los

328
derechos fundamentales del hombre y el ciudadano. La Constitución es en
consecuencia el pacto que determina los mecanismos de eliminación del poder
absoluto, entre ellos la división de poderes, la supremacía del Parlamento y con
ella de la ley y el Legislativo, así como la adopción de la Declaración de los
Derechos del Hombre y el Ciudadano.

Norberto Bobbio328, distingue diferentes acepciones de sociedad civil, según tres


puntos de vista: el pre-estatal, el anti-estatal y el post-estatal. En el primero, se
afirma que antes del Estado hay diversas formas de asociación “sobre las cuales
el Estado [al crearse éste] se sobrepone para regularlas, pero sin obstaculizar su
desarrollo e impedir su renovación continua”.329

La acepción anti-estatal de sociedad civil considera que ésta es el espacio real en


el que se forman grupos y movimientos que luchan por emanciparse del poder
político y son “contrapoderes” o los fenómenos de renovación que porta la
sociedad civil como gérmenes de desintegración. Esta concepción también incluye
la posibilidad de que el Estado y la sociedad civil deliberen y alcancen, en medio
de los conflictos, el necesario consenso, en el que participan los partidos políticos
cuyo origen se encuentra en la sociedad civil, pero que según Bobbio, “tienen un
pie en la sociedad civil y otro en las instituciones del Estado”.

“Véase, en consecuencia, que el concepto de sociedad que conviene a la


teoría constitucional es aquel que implica el conglomerado social creador del
Estado o sociedad política y que, conforme a su Constitución conserva su
poder original o soberanía y en caso de opresión del poderío estatal, se
enfrenta a éste para mantener o recuperar sus libertades.”330

El constitucionalismo se desarrolla en forma paralela a la concepción antiestatal


de la sociedad civil, en virtud de que las Constituciones se establecieron cuando
se destruyó el viejo régimen (ancien régime) absolutista en Francia y se vinculó
con la idea del Pacto social de Locke y Rosseau, así como con la independencia

328 Bobbio, Norberto. Estado, gobierno y sociedad. Por una teoría general de la política. pp. 34-46.
329 Idem.
330 Moreno Collado, Jorge. Op. cit., pp. 23-24.

329
de los Estados Unidos, que instauraron un régimen liberal políticamente
antiabsolutista, un gobierno basado en las elecciones y en el principio de la
soberanía nacional residente en el pueblo y en la teoría de la división de los
poderes y en el reconocimiento y garantía de los derechos del hombre y el
ciudadano.

5.5.1.2. Constitucionalismo y liberalismo político económico.

Casi simultáneamente el liberalismo político de carácter democrático se asoció


con el liberalismo económico, que incorporó en las Constituciones el modelo del
Estado de laisser faire, laisser passer (“dejar hacer, dejar pasar”), mediante el
establecimiento de instituciones económicas también liberales, sin las que no
habría podido desarrollarse el sistema capitalista, el reconocimiento de la
propiedad como un derecho humano, la defensa de la propiedad privada de los
medios de producción, la libertad de empresa, de industria, de comercio; en fin, la
libre concurrencia y libre competencia, expresados sintéticamente como libre
mercado.

Quiere decir lo anterior, que las Constituciones modernas fueron el resultado de


procesos sociales y políticos de cambio que pretendieron eliminar el poderío
absolutista de la monarquía e instaurar un régimen de libertades; en este sentido,
el régimen liberal fue el resultado del triunfo de las revoluciones inglesa de 1689,
francesa de 1789 y norteamericana de 1776-1787, que incluyeron en las Cartas
Constitucionales las instituciones políticas y jurídicas del liberalismo, incluidas las
concernientes a la materia económica bajo el impulso de la revolución industrial
inglesa, promotora a la vez del primer capitalismo industrial.

Históricamente el liberalismo político antecedió al liberalismo económico, pues


como dice Duverger —y Lorenzo Meyer coincide— “la construcción de los
elementos políticos del modelo (elecciones, parlamento, separación de poderes)
comenzó antes de la revolución industrial y del triunfo del capitalismo”, por lo que

330
es claro que las Constituciones liberales modernas son un efecto del triunfo de la
burguesía y de las revoluciones que se produjeron en la edad moderna y
contemporánea.

En México, como en todos los países latinoamericanos, las Constituciones


cumplieron la función de consolidar la independencia nacional, sustentar las bases
políticas y jurídicas del Estado, reivindicar las libertades humanas y sacudir las
cadenas de opresión, declarar las libertades y la igualdad de todos los seres
humanos, abatir el colonialismo y, en suma, generar condiciones de unidad
nacional en sociedades tan diversas y segmentadas, cuya desigualdad aún
prevalece en pleno siglo XXI.331

5.5.1.3. Constitucionalismo democrático y social.

Es un hecho incontrovertible, además, que las ideas y revoluciones socialistas


impusieron también su influencia en el desarrollo constitucional, pues la inclusión
del Estado de bienestar y los derechos sociales en las Constituciones es
coincidente con el cambio hacia un liberalismo social y el abandono del Estado del
“dejar hacer, dejar pasar”.

La adopción de constituciones modernas y las reformas constitucionales del siglo


XX, dieron lugar a un constitucionalismo democrático y social que no abandonó las
líneas iniciales de tipo liberal, pero que ofreció nuevas opciones de libertad y de
igualdad, de intervencionismo del Estado en la dirección de la economía, de
protección de los derechos humanos y de impulso a la democracia constitucional o
constitucionalismo democrático.

Léase a este respecto “Desigualdad extrema en México”, estudio publicado en 2015 por Oxfam,
331

y documento redactado por Gerardo Esquivel, que puede consultarse en


www.cambialasreglas.com.

331
5.5.2. La Constitución, expresión dialéctica de los procesos políticos
fundamentales.

Antes de redactarse la Constitución se anhela, se propone y se plantea por los


actores de la sociedad, por los grupos y sectores sociales; en resumen, se vive.
Es el producto y la conjunción de procesos políticos fundamentales, que podemos
resumir en los siguientes:

➢ El proceso constituyente: revolución, golpe de Estado, restitución


constitucional, transición y revisión integral de la Constitución vigente.

➢ El proceso de designación de los gobernantes: herencia, cooptación,


sucesión, elección presidencial, y elección democrática, o constitucional
propiamente dicha.

➢ El proceso de creación normativa, particularmente el proceso legislativo y el


jurisdiccional, que crea la jurisprudencia, pero también el reglamentario, que
corre a cargo del Poder Ejecutivo y de los organismos autónomos del
Estado.

➢ El proceso de gobierno, que tiene que ver con la formulación y ejecución de


decisiones, con la formulación de políticas públicas, la presupuestación, la
reglas y procedimientos para adoptar las decisiones, pues el gobierno
puede conceptualizarse “como la gestión múltiple del servicio público y de
la obtención y distribución de los recursos, lo cual implica participación
social y ciudadana más allá de las elecciones”.332 El gobierno constitucional
es gobierno democrático que se funda en la separación o división de los
poderes, y éste funciona mediante deliberación para la ejecución, o sea,
“presupone la conexión funcional de representación política, legislación y
ejecución de decisiones”. El desarrollo de estas funciones varía si se trata

332 Moreno Collado, Jorge. Op. cit., p. XXV y 339-351.

332
de gobierno sujeto al principio consensual o al principio mayoritario, o a
sistemas mixtos. De allí que en este orden las Constituciones definen la
forma de gobierno (presidencial, semipresidencial, parlamentario,
convencional o de asamblea), así como la administración y la forma del
Estado.

El término gobierno es utilizado por la teoría constitucional en sus


acepciones política y jurídica como a) gobierno-poder, b) gobierno-función,
c) gobierno-atribución, d) gobierno-competencia, e) gobierno-régimen, 333
que se relacionan con la idea del Estado-Gobierno (o el conjunto de todos
los gobernantes) y la del Estado-Nación:

a) “Cuando nos referimos al gobierno-poder entendemos que éste es


ejercido por el Estado: los poderes del Estado son el Gobierno, es la noción
del Estado-Gobierno, a la que se opone la del Estado-Nación, según el
criterio de Duverger. Es la que se desprende de la lectura de los artículos
39 y 40 y el primer párrafo del artículo 41. No en balde estos preceptos
forman el Capítulo I del Título Segundo de la Constitución, denominado De
la soberanía nacional y de la forma de Gobierno.

b) “El concepto de gobierno-función se entresaca de las normas


constitucionales que enumeran la competencia de cada uno de los poderes
y órganos del Estado y en sentido estricto las funciones y competencia del
Poder Ejecutivo, al que le corresponde, según la teoría política y
constitucional, el ejercicio del gobierno. Esto es más visible en un régimen
parlamentario que en el presidencial, pues en aquel el Ejecutivo es dual,
distinguiéndose por un lado el Jefe del Estado (rey o presidente) del

333Ibid, p. 344-345: La Constitución mexicana alude a la forma de gobierno, al gobierno federal, al


gobierno de los estados y los municipios, a las “formas propias del gobierno interno” de los pueblos
y las comunidades indígenas, a la Junta de Gobierno (del INEGI —Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e Informática—), al Gobierno de la Federación (art. 48), al Jefe de Gobierno
del Distrito Federal. Implican todas estas menciones significados diferentes pero emparentados:
gobierno-poder; gobierno-función; gobierno-atribución; gobierno-competencia; gobierno-régimen.

333
gabinete o gobierno, compuesto de ministros, al frente del cual hay un
superministro llamado regularmente Jefe de Gobierno.

c) “El gobierno-atribución es un concepto que destaca lo que se hace, más


que quien lo hace. Resalta lo objetivo del mando, sobre quién posee éste.
Así, cobrar impuestos, perseguir delincuentes, construir escuelas y
carreteras, promover la salud, son acciones de gobierno que se distinguen
claramente de quien las realiza.

d) “El gobierno-competencia distingue entre la obligación pública del Estado


y el ámbito de lo privado o personal. Es también el concepto que descubre
los niveles de gobierno y los órdenes de gobierno: gobierno federal,
gobierno estatal, gobierno municipal, así como las jerarquías burocráticas.
La competencia implica la distribución de autoridad horizontal y vertical
entre quienes son llamados gobernantes o agentes gubernamentales.

e) “El gobierno-régimen es el concepto fuerte de la ciencia política y la


ciencia de la Constitución, pues significa el tipo de organización y relación
de los poderes del Estado y de éstos con los ciudadanos. En realidad se
refiere a las formas de gobierno, las que en nuestro tiempo son de
democracia constitucional o autocráticos y de “democracias autoritarias”.”

➢ El proceso de planeación, que el constitucionalismo adopta como un


sistema de previsión de resultados a través de la consulta democrática a los
grupos y sectores sociales. La planeación democrática del desarrollo está
prevista en el artículo 26 de la Constitución mexicana: es obligatoria para el
Estado, pero meramente indicativa para la sociedad. Se denomina “sistema
de planeación democrática y deliberativa”, que se distingue del modo
compulsivo de la planeación centralizada de los regímenes totalitarios, en el
que los ciudadanos no intervienen y es impuesto por el gobierno.

334
➢ El proceso de control, que está dirigido a la limitación de los gobernantes y
que es ejercido por las propias instituciones del Estado (la división de
poderes), por organismos autónomos (el ombudsman, CNDH en México, el
INAI, INEGI y otros que garantizan equidad, autonomía e imparcialidad) y
por los propios ciudadanos mediante formas diversas de participación:
votación, referéndum, movimientos sociales, redes sociales, etc..

➢ El proceso de opinión, que también implica limitación de los gobernantes, y


en el que juegan un papel preponderante los medios de comunicación,
incluidas la redes sociales.

➢ El proceso de presión, en el que se ubican los grupos de presión y de


interés, los organismos no gubernamentales, los movimientos sociales, y el
llamado cabildeo o actividad de negociación frente a las autoridades y los
legisladores.

➢ El proceso de oposición, en el régimen y contra el régimen, que se


desarrolla por los partidos, los parlamentos, los sectores, y que está
sustentado en la pluralidad y la tolerancia, reconocidas por los derechos
fundamentales o derechos humanos. Respecto de la oposición contra el
régimen, debe tenerse cuidado al incluir procesos violentos de rebelión,
revolución y otros similares, cuyo estudio corresponde a la sociología de la
violencia, la revolución y la guerra.

➢ El proceso de reivindicación, que implica la demanda de soluciones a


problemas colectivos, exigencias sistemáticamente expresadas, aunque en
ocasiones desborden los marcos normativos y generen ingobernabilidad. La
reivindicación racional es realizada por los parlamentos, los partidos, los
representantes (legisladores), los líderes, ciertas instituciones (como las
universidades) y por la propia Constitución dentro de la que se denomina

335
parte programática del texto constitucional, que coexiste con las llamadas
partes dogmática y orgánica.

Salvo el proceso constituyente original y originario, que se manifiesta como un


poder de hecho, que no requiere de ningún fundamento jurídico previo, los demás
procesos enunciados tienen que ver con el ejercicio de derechos y con los
poderes constituidos, que al estar en la Constitución quedan sujetos al principio de
legalidad y a la supremacía constitucional.

5.5.3. La Constitución y los cambios constitucionales.

a) Reformas y adiciones.

Cuando hay condiciones propicias y necesidades impostergables, los gobiernos y


los partidos negocian o acuerdan reformas o adiciones a la Constitución. Por ello,
la reformas son el efecto de presiones sociales, económicas, políticas y culturales
de ciertos momentos críticos de la sociedad, aunque pueden ser producidas por la
imposición y el capricho autoritario. Las reformas constitucionales, exigidas por los
hechos sociales, o aún por necesidades jurídicas (por determinación judicial),
están sujetas a un procedimiento especial previsto en la propia Constitución y que
generalmente es más complicado que la aprobación o reforma de leyes ordinarias.
Esto quiere decir, que el cambio constitucional es producido mediante reglas
jurídicas.334

334Artículo 135 de la Constitución: “La presente Constitución puede ser adicionada o reformada.
Para que las adiciones o reformas lleguen a ser parte de la misma, se requiere que el Congreso de
la Unión, por el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes, acuerden las reformas
o adiciones, y que éstas sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los Estados.
“El Congreso de la Unión o la Comisión Permanente en su caso, harán el cómputo de los votos de
las Legislaturas y la declaración de haber sido aprobadas las adiciones o reformas.”

336
b) Quebrantamiento constitucional.

Cuando por efecto de rebeliones, golpes de estado, y otras vías de hecho, se


usurpa el poder y se desconoce o viola integralmente la Constitución o una parte
fundamental de ella, el fenómeno se denomina quebrantamiento constitucional,
que en el caso mexicano está implícito en el artículo 136, cuyo título se denomina:
“De la inviolabilidad de la Constitución”.335 Por ello es paradógico que se realicen
revoluciones en nombre de la constitución y ésta sea considerada como sustento
jurídico de la Revolución (véase el artículo 39 de la Constitución Mexicana).

c) Mutación constitucional.

Pero hay otros cambios en la Constitución que no requieren la intervención del


poder reformador y que no constituyen un quebrantamiento. Esas modificaciones
se encuadran en la figura de la mutación constitucional, que significa que sin
alterar o modificar el texto de la Ley Fundamental, éste cambia de significado y se
interpreta de manera diferente a como fue originalmente concebido; se trata de
cambios no formales, a los que los franceses llaman “costumbre constitucional” y
los italianos “modificaciones tácitas”. Pueden producirse por cuestiones del
lenguaje, por el cambio del significado de las palabras, pero también por “una
praxis política en abierta contradicción con el contenido de la Constitución”, según
criterio de Kelsen.

Afirma Pedro de Vega 336: “Ni qué decir tiene que la mutación obedece a unos
requerimientos políticos y a unas urgencias históricas similares a los que provocan
la aparición de la reforma.” Un ejemplo de mutación expuesto por Hsü Dan-Lin337,

335 El texto del Artículo 136 es: “Esta Constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por
alguna rebelión se interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier trastorno público, se
establezca un gobierno contrario a los principios que ella sanciona, tan luego como el pueblo
recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con arreglo a ella y a las leyes que en su
virtud se hubieren expedido, serán juzgados, así los que hubieren figurado en el gobierno emanado
de la rebelión, como los que hubieren cooperado a ésta.”
336 Op. cit., p. 180.
337 Cfr., Ibid, p. 185.

337
respecto a la Constitución de los Estados Unidos, tiene que ver con “el control
judicial de la constitucionalidad de las leyes convertido en pilar de la democracia
americana, donde, aunque no existe en la Constitución ninguna disposición que
atribuya a los Tribunales Federales la facultad de declarar inaplicable una ley,
dicha competencia constituye, en la conciencia social del pueblo, un principio
constitucional fundamental e inalterable”, lo cual significa que ha sido la mera
práctica la que ha llenado una laguna constitucional.

Otro ejemplo de mutaciones serían las producidas por la imposibilidad del


ejercicio, o por desuso, de las competencias y atribuciones establecidas en la
Constitución, como el no ejercicio del derecho de veto por el presidente, o el no
incoar juicio político a ningún funcionario, o no declarar la suspensión de derechos
y garantías en casos de excepción, todos vinculados con la experiencia mexicana.

d) Interpretación y mutación constitucional.

Otras mutaciones que distingue el autor arriba citado, son las producidas a través
de la interpretación de los términos de la Constitución, con la que los preceptos
adquieren un significado diferente al que originalmente le fue atribuido. Cumple así
la interpretación judicial un papel reformador de la constitución. En el caso de
México, un ejemplo reciente es el que la Corte le dio al artículo 133 constitucional
respecto de que los tratados internacionales están por encima de las leyes,
enseguida de la Constitución y, acerca de tratados en materia de derechos
humanos se consideran en el mismo rango que la Constitución, salvo que ésta
haga excepciones y limite derechos que las convenciones internacionales
reconozcan como supremos, como la eliminación del arraigo, que se declaró
válido aunque vaya en contra del derecho internacional.

Puede advertirse que numerosas mutaciones provienen de los hechos jurídicos y


no jurídicos previstos en normas vigentes, con lo cual queda claro que la
Constitución y sus reformas tienen como factores causales los hechos sociales, la

338
vida colectiva, los fenómenos de la convivencia traducidos en necesidades y
exigencias338.

5.5.4. Sociología de la Constitución.

Como resultado de lo visto en los párrafos anteriores, estamos en condiciones de


asegurar que hay elementos suficientes para desarrollar una ciencia social con
objeto propio, al lado de la sociología jurídica o sociología del Derecho: la
Sociología de la Constitución, en la que la Ley Fundamental sea considerada no
como un producto sino como un proceso o conjunto de procesos políticos
fundamentales.

Podemos definir a la Sociología de la Constitución como la disciplina que estudia


los factores sociohistóricos y sociopolíticos que describen el surgimiento de las
Constituciones de sociedades nacionales y aquellos otros factores sociales y
jurisprudenciales, en su caso, que explican los cambios, reformas, mutaciones,
quebrantamiento y suspensión del régimen constitucional, o de parte importante
de éste, así como los límites del poder constituyente originario y del poder revisor
o reformador de la Constitución. Analiza igualmente los factores reales que se
correlacionan empíricamente con el contenido y modo de la interpretación de la
Constitución por vía política o por vía jurisdiccional.

La sociología de la Constitución asume la tesis de que la Constitución proporciona


a los asuntos públicos un carácter nacional e internacional de más largo alcance y
generalidad, que los derivados de las leyes, si bien la trivialización de la política y
la “constitucionalización” de tantas materias que se incluyen al texto constitucional
de forma indiscriminada, pueden invertir aquellos términos.

Igualmente la Constitución tiende un puente entre el sistema político y el sistema


jurídico de cualquier país, pues ella organiza el poder público a cargo del Estado, y

338 Cfr. Moreno Collado, Jorge. Op. cit., p. 209 y ss.

339
este poder determina las leyes o reglas que han de aplicarse y obedecerse, así
como los procedimientos para su formación, derogación e interpretación. Esto le
da a la Constitución el carácter de norma normarun, pues como afirma que
Kelsen, la norma que determina la creación de otra u otras normas es superior a
éstas.

Sociológicamente, conviene precisar la relación entre la Constitución escrita y la


realidad social. En una primera aproximación el texto de la Constitución está
formado por reglas, principios, símbolos y valores, todos ellos elementos
integrantes de la cultura: es una síntesis cultural de la sociedad nacional, pues
expresa instituciones (leyes, normas jurídicas) y valores (democracia, justicia,
libertad, igualdad, etc.), así como, por otro lado, ella misma es un objeto valioso,
en cuanto asume el carácter de un símbolo (de la patria, de la unidad nacional).

La Constitución, como ningún otro ordenamiento, es un mecanismo de estabilidad


y de cambio social.

La Sociología de la Constitución debe desarrollar igualmente el estudio de las


correlaciones empíricas entre participación ciudadana y confianza en la
Constitución y las leyes; entre vigencia de la Constitución y gobernabilidad, así
como el ejercicio real de los derechos ciudadanos establecidos en el texto de la
Constitución.

Adicionalmente, la sociología de la Constitución debe atender el estudio de los


procesos políticos fundamentales ya enumeradas desde la perspectiva integradora
y sintetizadora del vínculo dialéctico entre realidad y norma, lo que significa el
análisis de la mutua influencia de la realidad social en las normas constitucionales
y de éstas en el sistema social, para aclarar empíricamente qué es el ciudadano
para la Constitución y qué es la Constitución para el ciudadano.

340
También estudia la aplicación e interpretación de la Constitución por diversos
actores, en especial de los gobernantes, legisladores y jueces y su función
vinculada a las normas y principios y el contexto sociopolítico, sociohistórico y
social en general.

5.6. El aparato judicial: la administración e impartición de justicia.

Desde el punto de vista sociológico, la administración e impartición de justicia es


una función que en las sociedades modernas o “civilizadas” corresponde al
Estado. La autocomposición o el arreglo privado de los problemas entre
particulares resulta insuficiente, porque no logra la objetividad e imparcialidad que
permitan una solución perdurable. Por ello, las Constituciones aseguran el
derecho de acceso a la justicia a todas las personas y prohíben hacerse justicia
por propia mano. Para ello aseguran el establecimiento de jueces y tribunales, es
decir, de un aparato judicial que se encargue de administrar e impartir justicia. 339

5.6.1. La idea de “aparato” judicial.

El “aparato” corresponde a la idea de estructura, o sea, a las instituciones


(juzgados, tribunales), roles (jueces, magistrados, ministros, etc.), valores
(imparcialidad, objetividad, profesionalismo, etc.) y normas (constitucionales,
legales, reglamentarias, jurisprudenciales) y a la idea de cultura jurídica, que en
términos simples, como lo expone L. M. Friedman en su obra del Sistema jurídico
en la perspectiva de las ciencias sociales,340 es una expresión “para referirse al
conocimiento del sistema jurídico por parte de la gente y a las actitudes y modos
de comportamiento de la gente con respecto al Derecho” y que puede dar lugar,
como ya se expuso, a una distinción significativa entre cultura jurídica externa y

339 En tales términos está redactado el artículo 17 de la Constitución mexicana: “Artículo 17.
Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su
derecho.
”Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos
para impartirle en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera
pronta, completa e imparcial (...).”
340 Cfr. Treves, Renato. La sociología del derecho, pp. 212-213.

341
cultura jurídica interna. La externa, explica Friedman, “es la cultura jurídica propia
de toda la población y común a toda la población; la cultura jurídica interna es la
cultura jurídica propia de aquellos miembros de la sociedad que realizan
actividades jurídicas especializadas. Mientras que todas las sociedades tienen una
cultura jurídica externa, sólo las sociedades en las que existen especializaciones y
profesiones jurídicas tienen también una cultura jurídica interna.”341

Como parte de la cultura jurídica externa anotemos los comportamientos sociales


frente a la ley y frente a los jueces; el nivel o grado de litigiosidad, la costumbre o
los hábitos de cumplimiento o evasión de normas en los tribunales; la corrupción y
la impunidad, sobre los que podemos hacer uso de datos empíricos ilustrativos.342

La cultura jurídica interna tiene que ver con actuaciones y prácticas en los
procesos judiciales y en la formación y pautas de reclutamiento del personal, el
origen social de los jueces, la calificación del trabajo profesional, el vínculo
juzgadores-defensores-fiscales; la duración de los juicios y la calidad de las
sentencias, etc.

La propia Constitución establece que el ejercicio del Poder Judicial de la


Federación se deposita en la Suprema Corte de Justicia, en el Tribunal Electoral,
en Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito y en Juzgados de Distrito, así
como que la administración, vigilancia y disciplina del Poder Judicial de la
Federación corresponde al Consejo de la Judicatura Federal, quien tiene a su
cargo también la promoción y desarrollo de la carrera judicial (Artículos 94 a 107).
Por su parte, los artículos 116 y 122 regulan la integración del Poder Judicial de
los Estados y del Distrito Federal (Ciudad de México), respectivamente. El artículo
133 se refiere a que los jueces estatales quedan sujetos a la Constitución y leyes
federales, así como a los tratados celebrados por el Presidente con la aprobación

341
Idem.
342
Es recomendable la realización de investigaciones de carácter empírico sobre estos temas y
análisis comparativos entre la realidad nacional y de otros países.

342
del Senado, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las
Constituciones o leyes de los Estados.

La dimensión del aparato judicial puede estar vinculado con el incremento o


ampliación del sistema democrático, tanto político como social. Esta correlación se
infiere de la creciente judicialización de la política y de otras actividades
especializadas de la sociedad de la comunicación y del conocimiento. Significa lo
anterior que la cuestión del Estado y la violencia social, o los conflictos de base
económica y por los servicios privados y públicos, se resuelven más por la
mediación y los procedimientos alternativos, que por la imposición coactiva de la
ley.

5.6.2. Coerción y solución pacífica de conflictos.

Niklas Luhmann, citado por Renato Treves 343, dice que el poder, es “cada vez
menos identificable con la coerción, con la violencia, o con los instrumentos
dirigidos a la represión física”, y consiste cada vez más, afirma, “en la posibilidad
de que dispone un sujeto o una pluralidad de sujetos de elegir mediante una
decisión propia una alternativa para otros sujetos”. Esta es una versión
funcionalista de la noción weberiana del poder, como la capacidad de actuar o
decidir por otro.

La anterior no es una visión conservadora —y por ello idílica— de la sociedad,


exenta de conflictos, sino de una colectividad democrática o en vías de
democratización, en la que el Estado de Derecho recurre menos a la represión y la
fuerza y más a la deliberación y el consenso, a la conciliación, el arbitraje y el
juicio, para solucionar conflictos y controversias.

343 Ibidem, p. 216.

343
Para Luhmann: “El recurso a la coerción directa muestra no ya el éxito del poder,
sino su fracaso: el poder es en efecto tanto más fuerte y eficaz cuanto más obtiene
de los sujetos subordinados una obediencia espontánea y una renuncia específica
a alternativas altamente represivas.”344

Sin embargo, los linchamientos, los grupos de autodefensa, la resistencia civil, las
guardias blancas, y fenómenos similares, dan cuenta del uso de la violencia de
hecho, no legitimada, provenientes de grupos de la propia sociedad, a la que se
suman actos represivos ilegales cometidos por policías o fuerzas armadas del
Estado, que muestran los extremos de la coerción sin derecho, de la coacción sin
ley.

5.6.3. Crecimiento y especialización del aparato judicial en el Estado de


Derecho, constitucional y democrático.

Bajo la perspectiva democrática de la vida social y política, el aparato judicial no


sólo crece en dimensión, como estructura funcional del derecho, sino que se
diversifica, se especializa y se combina con fórmulas alternativas de solución de
conflictos, mediante los cuales pueden defenderse mejor los derechos, abreviarse
los procesos y sacar a las personas del contexto represivo del Estado. Es por ello
que la mayor judicialización de la vida económica y política puede vincularse con
el Estado constitucional de Derecho y con la democracia social-liberal y
participativa.

En el contexto así descrito es donde debemos ubicar la defensa judicial —nacional


e internacional— y administrativa de los derechos humanos (Corte Internacional e
Interamericana), el ombudsman, las procuradurías de defensa en numerosas
materias, los tribunales electorales, los organismos autónomos en diferentes
disciplinas, que incluyen los aspectos contenciosos y que se corresponden con
tribunales especializados del Poder Judicial, los organismos para la transparencia

344 Cfr. Idem.

344
y rendición de cuentas, etc., que son, ahora, más aparatos para la democracia que
para el enjuiciamiento y la represión.

Igualmente democráticos (y exigentes de “aparato”) deben considerarse el


garantismo como corriente filosófica y constitucional del Derecho, que acompaña a
aquellas estructuras del aparato judicial contemporáneo y, en el caso de México,
la implantación del sistema penal adversarial y de juicios orales.345

Hay que advertir, sin embargo, que la extrema judicialización de los conflictos
sociales puede obstruir el acceso a la justicia si conlleva una gran especialización
técnica, sólo abordable por especialistas y abogados de despachos selectivos,
dirigidos más a las élites que a los sectores populares.

De allí que la nueva dimensión democrática del aparato judicial y las instituciones
de carácter judicial, estén acompañadas de procuradurías y defensorías públicas y
de la enseñanza especializada del Derecho en las universidades públicas del país,
donde se forman abogados que deben servir a las instituciones y a la gran masa
de los grupos populares y las comunidades. A la cultura política democrática le
corresponde una cultura jurídica constitucional e igualmente democrática, según
se advierte en las motivaciones y justificaciones de las reformas que implantan las
nuevas fórmulas de solución y composición de conflictos y controversias en
México.

5.6.4. Jurisdicción y jurisprudencia.

Las jurisdicciones son los órganos del Estado (el “aparato” jurisdiccional del
Estado, del que expusimos una noción en el inciso anterior) que imponen y
aseguran la aplicación de las normas jurídicas establecidas con carácter
obligatorio por el Poder Legislativo y por otros gobernantes del Estado. Se trata

345 Léanse a este respecto los textos constitucionales: Artículos 1º y del 16 al 23, principalmente.

345
entonces del poder judicial o jurisdiccional, prefiriéndose ésta última expresión,
porque “la palabra judicial sólo se aplica a una categoría de jurisdicción”.346

El poder jurisdiccional consiste en definir y precisar el derecho y el alcance de las


reglas jurídicas. Etimológicamente, jurisdictio, significa acción de decir el derecho,
lo cual implica interpretar, decidir y juzgar.

Tener jurisdicción es tener competencia jurídica para decir o aplicar el derecho en


cierto territorio o en determinadas materias. Cualquier persona puede acudir a los
tribunales y pedir que se precise el sentido de las normas jurídicas vigentes. Por
ello, los jueces y magistrados “tienen el poder de interpretar los textos jurídicos
fijando ese sentido oficial: el conjunto de sus sentencias forman la jurisprudencia,
que aclara y completa los textos” [de las normas, de las leyes].

La Enciclopedia Jurídica Mexicana circunscribe el término jurisprudencia a su


concepción del conocimiento “de lo justo y de lo injusto” (ciencia, le llama) y en un
breve párrafo señala: “En México, la palabra jurisprudencia se ha aplicado, desde
que ya no existen escuelas de jurisprudencia, para designar la interpretación, con
carácter obligatorio, que hacen los jueces de los preceptos legales.”347

Al abordar la expresión jurisprudencia judicial, la misma Enciclopedia expone:

“II. En el caso de México, la jurisprudencia judicial es la interpretación de la ley,


firme, reiterada y de observancia obligatoria, que emana de las ejecutorias
pronunciadas por la SCJ [Suprema Corte de Justicia], funcionando en pleno o en
salas, y por los tribunales colegiados de circuito.”348

346 Cfr. Duverger, Maurice. Instituciones políticas y derecho constitucional, p. 158-159, de quien
tomamos las nociones que se exponen en este apartado.
347 Enciclopedia Jurídica Mexicana, Tomo IV, Porrúa-UNAM, p. 795.
348 Ibidem, p. 798.

346
Más adelante, agrega: “… De manera que la jurisprudencia por ellos emitida es
obligatoria, en esencia, para todos los tribunales de la República sujetos a su
jerarquía o cuyos actos pueden ser sometidos a su respectivas jurisdicciones.”349

Adviértase que las dos grandes acepciones de Jurisprudencia son las de ciencia
“de lo justo y de lo injusto”, y evoca a Ulpiano, y la de fuente de derecho, en la
medida en que la interpretación de la ley, “firme y reiterada”, se vuelve obligatoria
para todos los jueces y magistrados. En este último caso la jurisprudencia, como
afirma Duverger: “… participa en la creación del derecho, es decir, en la toma de
decisiones: no es solamente una interpretación.”

5.6.4.1. Funciones sociales de la jurisprudencia.

1. Como ciencia o conocimiento de lo justo y lo injusto, la jurisprudencia


realiza las siguientes funciones sociales:

i) Forma el personal especializado cuyos roles se integran a los sistemas y


subsistemas de asesoría, consultoría, defensoría y resolución de problemas
jurídicos de los individuos y colectividades de la sociedad civil y de las
estructuras del Estado, incluyendo en éste tanto el gobierno como la
administración centralizada, paraestatal y de los organismos constitucionales
autónomos, así como los dirigidos a la procuración, administración e
impartición de justicia. La enumeración de los roles se vincula con el tipo de
institución, estructura, organización o colectividad social.

ii) Sistematiza el conocimiento del orden jurídico según sus niveles de amplitud y
jerarquía: internacional, nacional, estatal (en Estados federales) y municipal,
así como de derecho público, privado y social, y en razón de su aplicabilidad,
como derecho sustantivo o procedimental. Igualmente, establece las ramas de

349 Idem.

347
especialización dentro de cada tipo de derecho, por ejemplo: Constitucional,
Administrativo, Penal, Procesal, dentro del derecho público; Civil y Mercantil,
dentro del privado; Laboral, Agrario, de la Seguridad Social y beneficio
colectivo, en el ámbito del derecho social.

Especial interés reviste el campo del Derecho Constitucional, en cuanto que


se entiende como el de rango más elevado, que fundamenta y establece las
reglas de creación de todas las demás normas del orden jurídico de un país,
es la norma normarum, que a la vez establece la forma de Estado, la forma
de gobierno, la competencia de las autoridades públicas, su organización y
límites, y el catálogo de los derechos humanos que declaran y garantizan las
libertades de todas las personas y los ciudadanos.

iii) Crea las condiciones intelectuales y operacionales del desarrollo del Derecho
como una técnica social de solución de controversias, de convivencia racional
y razonable, y, en forma destacada y profesional, de creación, interpretación y
aplicación o ejecución de las leyes.

iv) Difunde los criterios para la distribución de los recursos escasos en la


sociedad: el poder y la autoridad, la propiedad y la riqueza, el honor y el
prestigio, la educación y la cultura; así como aquellos otros criterios que la
opinión pública ubica en el campo ideológico: de avanzada o progresistas,
conservadores o retrógrados, autoritarios o dogmáticos, democráticos o
liberales.

La difusión de aquellos criterios, mencionados en pares que no implican


confrontación sino matices o grados en la misma posición, sirven de guía a la
población en general, que reciben las opiniones, comentarios e impactos de
las decisiones jurisdiccionales a través de secciones especializadas de medios
de comunicación, incluidas las redes sociales, y de publicaciones o programas
dirigidos específicamente a los sectores y grupos de interés y a los

348
especialistas y abogados litigantes, así como consultores, gestores, cabilderos
y asesores y, desde luego, a los propios integrantes de las instituciones de
gobierno y de las instituciones de garantía (Poder Judicial), como las
denomina Luigi Ferrajoli.350

Precisamente dicha difusión permite mantener la funcionalidad y equilibrio de


la división tanto orgánica como funcional de los poderes públicos, pues como
afirma Ferrajoli, se aclara así “la distinción y el principio de separación entre
funciones e instituciones de gobierno y funciones e instituciones de
garantía”.351 Y agrega: “La distinción entre estas dos clases de funciones…, se
fundamenta en la profunda diferencia que hay entre sus fuentes de
legitimación: la representatividad política en el caso de las funciones de
gobierno y la tutela de los derechos en el caso de las funciones de
garantía.”352

v) El estudio sistemático de las resoluciones y sentencias jurisprudenciales


aportan los elementos e indicadores del desarrollo histórico del sistema
jurídico y constitucional del país, como se advierte del sistema de las
diferentes épocas del Semanario Judicial de la Federación, en el que se
recopilan las tesis, criterios y jurisprudencia firme y obligatoria de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación y de los Tribunales Colegiados federales, cada
una de las cuales se distingue por la preeminencia de ciertos principios o
tendencias dominantes, así como de criterios de interpretación y materias
sobresalientes de la época correspondiente.353

En el año 2015, se desarrolla la Décima Época, la que se inicia en 2011. El


Semanario (Libro XIII-octubre 2012, Tomo I, p. XXI) explica:

350 Dos modelos de constitucionalismo, 2012, p. 151.


351 Idem.
352 Ferrajoli es el más destacado exponente de la posición garantista del constitucionalismo

contemporáneo.
353 Hacen falta análisis de mayor calado y acuciosidad de la jurisprudencia mexicana, que sería útil

no sólo a la academia y a la propia judicatura, igualmente a la legislación y a la consultoría jurídica


gubernamental en el sector público, y a la empresa y el mercado en el sector privado.

349
La entrada en vigor del Decreto publicado el 6 de junio de 2011 en el Diario
Oficial de la Federación, por el que se reformaron, adicionaron y derogaron
diversas disposiciones de los artículos 94, 103, 104 y 107 de la Constitución
Política los Estados Unidos Mexicanos, así como el Decreto publicado en
dicho medio oficial de difusión el 10 de junio de 2011, por el que se modificó
la denominación del Capítulo I del Título Primero y se reformaron diversos
artículos de la Ley Fundamental, en materia de derechos humanos, dieron
lugar a la Décima Época del Semanario Judicial de la Federación, la cual
inició con la publicación de la jurisprudencia del Pleno y de las Salas de la
Suprema Corte Justicia la Nación, así como de los Tribunales Colegiados de
Circuito, derivada de las sentencias dictadas a partir del 4 de octubre de
2011, de los votos relacionados con éstas, de las tesis respectivas de las
diversas ejecutorias remitidas a partir de esa fecha, que expresamente
acuerden los referidos órganos jurisdiccionales.

Esta Décima Época se inicia con la caracterización de gran trascendencia del


sistema garantista de los derechos humanos, el principio pro-persona y el
control judicial de la convencionalidad, que acompañan al reconocimiento
constitucional (Artículo 1º de la Constitución mexicana) de los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, que protegen y
garantizan aquellos derechos. Sobresale la determinación de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación de acatar y cumplir la sentencia emitida por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos (que dio lugar a una nueva
posición de México al respecto) sobre el famoso y paradigmático caso
Radilla354.

2. Como fuente del derecho, cuyo producto se convierte en norma obligatoria, la


jurisprudencia contribuye:

i) A la certeza y seguridad jurídica respecto del sentido e interpretación de


las leyes y demás normas jurídicas.
ii) Al equilibrio de los poderes, en cuanto que establece institucionalmente
los límites constitucionales a los que en cada caso resuelto quedan
sujetos aquellos.

354 Cfr. Moreno Collado, Jorge. Op. cit., p. 165-166, véase el punto 5.4. in fine de este texto.

350
iii) La solución de las antinomias (contradicciones) y lagunas de la ley, y a las
propias contradicciones de las resoluciones de los propios jueces y
tribunales, lo que sirve para eliminar proclividades de la justicia a la
impunidad y la corrupción.
iv) Promueve mediante la interpretación la unidad del orden jurídico nacional,
propenso a la dispersión y confusión por la profusión de la legislación en
cada vez mayor el número de materias y de leyes, que se contradicen por
la coincidencia de su objeto y materia.
v) Da orientación y estabilidad al pluralismo jurídico por la aplicación del
“derecho alternativo” y por el “uso alternativo del derecho”. Según Ramón
Soriano 355 : “El derecho alternativo pretende romper el predominio del
derecho hegemónico del Estado y obtener un reconocimiento jurídico”. Al
respecto se presentan dos posibilidades: un derecho alternativo en sentido
fuerte, con el que se pretende sustituir (eliminar) el derecho hegemónico
por el derecho alternativo, o sea, instaurar un monismo, no pluralismo, de
“uno por otro”.

El derecho alternativo en sentido débil pretende, en forma más moderada,


la complementariedad del derecho estatal con el derecho alternativo, de
manera que coexisten ambos. Este es el caso de México, cuya
Constitución, en su artículo 2º determina que los pueblos y comunidades
indígenas gozan de autonomía para “Aplicar sus propios sistemas
normativos en la regulación y solución de sus conflictos internos,
sujetándose a los principios generales de esta Constitución…”, o sea, el
derecho alternativo coexiste con el derecho hegemónico en una plena
armonía formal dentro del pluralismo.356

El “uso alternativo del derecho —dice Soriano— no se identifica con


derecho alternativo”, pues plantea una hipótesis diferente; “es una forma

355 Soriano, Ramón. Op. cit., p. 362 y ss.


356 Ibidem, pp. 363-364.

351
de interpretar y aplicar este derecho…; es frecuentemente un modo de ver
el derecho y de interpretarlo por los juristas y prácticos del derecho
adheridos a una teoría crítica jurídica”.357

El uso alternativo del derecho tiene como factor causal las deficiencias del
derecho del Estado, como lagunas, vaguedad, ambigüedad,
contradicciones, “que permiten una variada interpretación y aplicación de
sus normas, y una causa valorativa: la orientación de la interpretación y
aplicación en función de las ideologías concretas, sean éstas de signo
conservador o progresista.”358 Esta se vincula con los temas expuestos en
los dos incisos anteriores.

vi) Pretende —en calidad de jurisprudencia alternativa, como le llama


Soriano359— un uso alternativo del derecho mediante la interpretación del
mismo en un sentido emancipador y favorable a las clases populares y
desfavorecidas”, lo que siendo cierto para la Italia de los 60’s y 70’s del
siglo pasado, no lo es tanto en el neoliberalismo globalizador de las
décadas posteriores en México, pero puede decirse que ese uso
alternativo de la jurisprudencia y el derecho tiende a favorecer a los que
llamamos grupos vulnerables: niños, mujeres, discapacitados, migrantes,
homosexuales, etc., pero se abre paso hacia las masas populares.

En su obra de finales del siglo XX, Soriano afirma lapidariamente: “El


derecho alternativo americano es una respuesta directa a la experiencia
práctica de la aplicación de un derecho estatal opresivo. Una respuesta
vitalista y una extraordinaria sinceridad y firmeza en el compromiso por el
derecho justo y la función emancipadora de la abogacía y la judicatura.
Forman parte de este movimiento una buena representación de prácticos

357 Idem.
358 Ibidem.
359 Ibid, p. 367.

352
del derecho: abogados y jueces, además de profesores y trabajadores
sociales.”360

5.7. Influencia social en el proceso de creación normativa.

En toda sociedad políticamente organizada, en la que existe el Estado y un


régimen político constitucionalmente establecido, existe también un conjunto de
procesos políticos fundamentales, como el proceso constituyente, el de
designación de los gobernantes (la elección democrática incluida), el de gobierno,
el de planeación, el de presión, el de opinión, el de oposición, el de reivindicación
y, desde luego, el de creación normativa, los que fueron explicados en el punto
5.5.2. de este texto.

Al referirnos a la creación normativa aludimos a las fuentes del derecho, formales


y reales. Las fuentes formales reconocidos son la ley, la jurisprudencia y la
costumbre, en tanto que las fuentes reales, son los movimientos sociales, la
exigencia o demanda de la opinión pública, o lo que Lasalle denomina
Constitución: “el conjunto de las fuerzas reales del poder” en un país determinado.

Las fuerzas reales son fuerzas sociales; éstas pueden ser los partidos políticos,
las clases sociales organizadas: obreros, campesinos, empresarios; las
organizaciones profesionales, la opinión pública difusa, como las redes sociales, o
la organizada, como la prensa, radio, televisión y otros medios electrónicos
modernos; los intelectuales y académicos, las universidades, los periodistas y
comentaristas; la gran cantidad de grupos de presión y asociaciones de todo tipo,
por sus funciones o sus fines; los organismos no gubernamentales, nacionales e
internacionales; las iglesias y organizaciones similares; los clubes y grupos
ideológicos; y, en fin, los movimientos sociales surgidos al impulso de

360 Ibid, p. 370.

353
acontecimientos circunstanciales o excepcionales, o como resultado de procesos
del lucha social largamente manifestados.

Adicionalmente, pero de manera muy destacada e intensa, son fuerzas reales los
ciudadanos y varias instituciones del sistema social y político, como el Gobierno, el
Parlamento o Congreso, la Suprema Corte y los Tribunales, el ejército y fuerzas
armadas, las estructuras formales de poder como los estados y municipios y otras
instituciones públicas como los llamados organismos públicos autónomos del
Estado.

La enumeración de las fuerzas reales podría llenar decenas de páginas. Lo


importante desde la perspectiva sociológica es que, se trate de los llamados
“poderes fácticos”, o de las estructuras “institucionales”, la sociedad y sus fuerzas
u organizaciones y las propias instituciones jurídicamente reconocidas, ejercen a
menudo su influencia en el proceso formal de creación normativa; aquellos,
exigiendo la expedición de leyes o normas, y las instituciones, promoviendo la
expedición de leyes, decretos, normas o reglamentos que permitan o faciliten el
ejercicio de sus funciones y el cumplimiento de sus atribuciones y cometidos.

En los sistemas democráticos la opinión pública y la presión social son tomados


en cuenta y logran con eficacia respuestas a sus demandas, con mayor facilidad
que en regímenes autoritarios, no obstante que en éstos también se dan
fenómenos de presión que alcanzan o pueden obtener cambios en la legalidad y
en ocasiones en el propio sistema político. Esto último ocurre acompañado
frecuentemente de violencia y choques entre grupos u organizaciones tumultuarias
y las fuerzas públicas, de los que hay numerosos ejemplos.

Existe una correlación empírica entre conflicto social y violencia, y creación o


modificación de las normas jurídicas, lo cual acusa, a la vez, que el derecho y la
ley son las alternativas para la solución de los problemas; cuando esto no ocurre,
el derecho es insuficiente y el estallido social es inminente o se prolonga.

354
“En la teoría sociológica, explica Ramón Soriano, una de las dos grandes
tendencias considera a la realidad social como realidad conflictiva, siendo el
conflicto un hecho natural y positivo. Es la sociología del conflicto de Mills y
Dahrendorf, entre otros, que parte del mismo Marx. Si la realidad social es
conflictiva, ello quiere decir que la función resolutoria de los conflictos
ejercida por el derecho es de extrema importancia, ya que es el derecho la
norma social que por su coactividad está llamada a resolverlos, cuando ya se
han agotado todos los demás expedientes.”361

5.7.1. El Derecho y el cambio legal como producto social.

No obstante lo anterior, el derecho mismo puede ser insuficiente o contribuir a


ahondar y complicar los conflictos, situación que genera el estallido o la exigencia
del cambio legislativo.

En condiciones normales, el cambio legal o la expedición de nuevas leyes, se


sujeta a los procedimientos regulares y ordinarios del orden institucional, en los
que existe una exigencia que entra al sistema como demanda (input), se procesa y
sale como respuesta o producto (output). Éste proceso ha sido esquematizado,
para cualquier exigencia, por David Easton, si bien en este caso se trata de la
exigencia de una ley, su reforma o derogación. Según el esquema de Easton, las
exigencias al sistema político (que las acepta, procesa y resuelve), provienen de lo
que él llama ambiente intrasocietal y ambiente extrasocietal, que son los inputs o
“insumos”; éstos ingresan al sistema político y son atendidos por las autoridades,
quienes elaboran una respuesta que se denomina output o “producto”, el cual
vuelve al sistema del entorno de donde provino la demanda y resuelve o complica
la situación, en un proceso que es un ciclo continuo. El esquema de Easton es el
siguiente:

361 Ramón Soriano, op. cit., p. 388. Las dos grandes tendencias a las que se refieren Soriano son
la inspiración marxista, como teoría de la lucha y el conflicto, y la teoría funcionalista, del orden y el
consenso.

355
Si en la sociedad (o en el entorno intra o extra-societal) existe un problema o
conflicto, es probable que se presente la demanda de una ley o de una reforma
legal para solucionarlo, en cuyo caso el input es la exigencia y la respuesta sería
el producto del sistema político decidido por sus autoridades (en este ejemplo, una
ley o su reforma o derogación) que regresa al entorno y ejerce su influjo.
Adviértase que en esta secuencia, la ley o producto puede solucionar o provocar
nuevos conflictos.

En cualquiera de las explicaciones expuestas, se manifiesta la ineludible influencia


social en la creación normativa, que pueda ser, según el ejemplo, leyes, o
modificaciones a las leyes vigentes.

Pero también las fuerzas sociales, o el gobierno mismo y las instituciones


públicas, ejercen su influencia ante los órganos jurisdiccionales en defensa de sus
intereses, no únicamente dentro de los procesos o procedimientos formales, sino
generando demandas y expectativas que se manifiestan públicamente en la calle

356
o en los medios, en los comentarios y hasta en el cabildeo, en la academia y en
los libros. La jurisprudencia, por lo tanto, está sujeta, como la ley, a la influencia
social.

En la sociedad contemporánea, llamada sociedad del conocimiento, altamente


tecnificada, numerosas leyes y normas reglamentarias se circunscriben a sectores
reducidos del Estado y el mercado, con limitada penetración en la gran masa.

En contraposición a ese derecho de élite, evoquemos al alemán Eugen Ehrlich,


quien a principios del siglo XX se refiere al “derecho vivo” en los siguientes
términos: “En nuestro tiempo, como en cualquier otra época 362 , el centro de
gravedad del desarrollo del Derecho no se encuentra en la legislación, ni en la
ciencia jurídica, ni en la jurisprudencia, sino en la sociedad misma”.

5.7.1.1. Ehrlich y Duguit y la influencia social en el derecho.

La idea del “derecho vivo” de Ehrlich rechaza que todo el derecho lo produce el
Estado a través de la ley. Al negar esta concepción positiva, afirma que la mayor
parte del derecho “encuentra su origen inmediato en la sociedad, en cuanto que es
el ordenamiento interno de las relaciones sociales, del matrimonio, de la familia y
de las corporaciones, de la posesión, de los contratos y de las sucesiones, y
nunca se ha reducido a normas jurídicas”. Agrega que la norma jurídica “está
condicionada por la sociedad. No puede surgir —dice— si en la sociedad no han
surgido las instituciones a las que se reconduce”.363

Este planteamiento coincide en parte con el de Leon Duguit, quien afirma que el
derecho es un producto “continuo y espontáneo de la sociedad”, pues la norma
objetiva existe en la realidad social y se vuelve positiva cuando los gobernantes

362 Época anterior, o posterior, como la actual.


363 Cfr. Treves, Renato. Op. cit., pp. 86-87.

357
constatan su preexistencia en aquella. 364 Estas posiciones tienen como
precedente la teoría “del derecho libre”, que se rebela contra el formalismo y
opone al derecho positivo “un Derecho que se forma y actúa espontáneamente en
la sociedad”365.

5.7.1.2. Gurvitch y Mendieta y Núñez: la idea del derecho social.

Más cerca de nuestro tiempo, vale referir la aportación de Georges Gurvitch quien
sustentado en el pluralismo jurídico, que se opone al estatismo jurídico, propone el
derecho social y afirma que “la democracia es el Derecho social organizado”. En
México, Lucio Mendieta y Núñez se refiere al derecho social como el derecho de
los grupos y clases sociales económicamente débiles.

5.7.2. Creación normativa y participación ciudadana.

En el régimen constitucional democrático la promoción de las leyes no es


exclusiva de los gobernantes y poderes del Estado. La adopción de mecanismos
de democracia directa constituye una excepción al sistema representativo,
creando procedimientos de colaboración entre los ciudadanos y los gobernantes.
Este es el caso del referéndum, el plebiscito, la consulta ciudadana y la iniciativa
ciudadana o popular, que autoriza a cierto número de electores (ciudadanos)
presentar iniciativas de ley ante el órgano legislativo (Cámara de Senadores y
Cámara de Diputados, que en el nivel federal integran el Congreso de la Unión).

La iniciativa ciudadana puede permitir que la influencia social en la creación de


leyes se manifieste de forma institucional y específica, pues proviene directamente
de la fuente popular de sectores importantes de la sociedad, con lo cual se
generan efectos vinculatorios que no posee la presencia difusa del ente colectivo a
través de la opinión pública y los movimientos populares. Sin embargo, aunque la

364 Ibidem, p. 91.


365 Ibid, p. 84.

358
Constitución reconoce y estipula la posibilidad de la iniciativa ciudadana, el
formalismo que la rodea la hacen poco utilizable, quedándose en los niveles
declarativos.

Otra forma en la que la sociedad (o un sector de la clase trabajadora organizada)


hace presente su influencia en la creación normativa es el derecho social de los
trabajadores. El hecho relevante es la aprobación de contratos colectivos que se
elevan a la calidad de contratos ley y que son el producto de la concertación entre
los factores de la producción: los obreros y los patrones, el trabajo y el capital.

Finalmente, los municipios, las universidades públicas, las organizaciones de


interés colectivo o público (entre ellos los partidos políticos) generan sus propias
normas jurídicas, que exhiben la influencia social en el derecho, si bien en ámbitos
de menor amplitud que el abarcado por las leyes del Estado nacional, pero de
igual o mayor intensidad y dinamismo.

5.8. Visión social de la aplicación de la ley.

La aplicación de la ley incluye tanto el gobierno y la administración, o sea, el Poder


Ejecutivo, como la formulación de resoluciones y sentencias a cargo de los jueces.
En ambos casos, gobernantes y jueces deben sujetarse a los dictados del Poder
Legislativo, incluidos en las leyes creadas por éste.

En contrapartida, los gobernados, llamados también los destinatarios del poder,


deben obediencia a las leyes, bajo la vigilancia o el cuidado y promoción de las
autoridades, llamadas los detentadores del poder.

La extensión e impulso de los derechos humanos, que ha dado mayor relevancia a


la libertad sobre la autoridad, al ciudadano sobre el gobernante, a la sociedad civil
sobre el Estado, obligan a que la aplicación de la ley se realice con visión social.

359
De entrada, la Constitución mexicana, en su artículo 1º, ordena favorecer en todo
tiempo a las personas la protección más amplia en relación con los derechos
humanos, y a todas las autoridades las obliga a “promover, respetar, proteger y
garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad”.

Los derechos humanos no son únicamente para el beneficio individual de la


persona, aunque hayan nacido bajo el influjo del liberalismo individualista.
También se reconoce como derechos humanos los derechos de segunda y tercera
generaciones, que agrupan a los derechos sociales y los derechos de la
comunidad, como prerrogativas comunitarias.

Hay leyes y normas jurídicas diversas que ponen el acento en la división social
dominante, tanto en su creación como en su aplicación. Es el caso de las leyes
para favorecer y proteger a los grupos vulnerables, o aquellas dirigidas a estos
sectores y que requieren una visión especializada: para las mujeres, aplicar la ley
con visión de género; juzgar de forma especializada a los adolescentes, promover
el cuidado de los viejos, etc.

Para aplicar el derecho con visión social se requiere la lente de la sociología


jurídica, que ayudaría a la planificación social de políticas públicas que respeten
las libertades y garanticen los derechos humanos. En un enfoque instrumental de
la sociología jurídica, en términos de Gouldner, se puede descubrir la manera más
eficiente de resolver problemas, mediante el uso del derecho y no en contra de él.

El enfoque social de la aplicación requiere que las políticas públicas estén


definidas por el derecho, establecidas por la ley y que ésta se reconozca por la
sociedad mediante la planeación democrática del desarrollo. En este marco se
explica que los Congresos (los legisladores), se hagan auxiliar por centros e

360
institutos de estudio e investigación tanto externos al órgano como integrantes de
su estructura366.

En el Ejecutivo y en el Judicial, igualmente, se establecen y sostienen centros para


estudiar el efecto y necesidad social de políticas públicas y de la aplicación de la
ley, que prueban que ésta sólo es perdurable y justificable cuando se realiza con
visión social.

El estudio de la sociología del derecho aplicada no se circunscribe únicamente a


describir cómo opera la norma jurídica para resolver problemas sociales, sino
también como éstos involucran a las normas jurídicas y cuándo y cómo la
legislación y el derecho imperante es el factor directo o inmediato del conflicto.

Cuando estamos ante “un problema de las relaciones humanas que amenaza
seriamente a la sociedad se obstruyen las aspiraciones importantes de muchas
personas, nos encontramos ante un problema social”; y, la existencia de éste se
da “cuando parece fallar la capacidad de la sociedad para ordenar las relaciones
entre las personas; cuando sus instituciones vacilan, cuando sus leyes son
encarnecidas, cuando falla la transmisión de sus valores de una generación a otra
y cuando se resquebraja el marco de sus expectativas”, según explican Raab y
Selznick367.

Entre los problemas sociales de nuestro tiempo, a los que el derecho “natural” y el
legislado tienen que afrontar como grandes retos, están sin duda la delincuencia,
la pobreza, la miseria, la corrupción, la impunidad, el desempleo de los jóvenes y
los demás fenómenos de violencia social que afecta sobre todo las relaciones
familiares e interindividuales, así como los múltiples factores que se oponen u

366 Es el caso de los centros de estudio establecidos en la Cámara de Diputados por disposición de
la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos y el Instituto de
Investigaciones Legislativas creado en la Cámara de Diputados y ubicado ahora en la Cámara de
Senadores del Congreso de la Unión.
367 Cfr. Bottomore, T. B. Introducción a la Sociología, Editorial Península, Barcelona, 1999, p. 319.

361
obstruyen el buen funcionamiento de la demanda política social y del Estado de
Derecho.

El sentido práctico con el que surgió la sociología positiva de Augusto Comte ha


sido puesto en entredicho y crisis desde su propio origen. El principio comtiano de
“saber para prever, prever para actuar”, lo dice todo, pero no ha sido una realidad
ni siquiera muy significativa. Como afirma Bottomore, la aplicación de la sociología
debe tomar en cuenta dos tipos de dificultad: primero, establecer conexiones
causales precisas entre los fenómenos; segundo, delimitar un problema sin afectar
su ubicación en el contexto de la estructura social y la cultura.368

Lo anterior significa, aunque la inteligencia se rebele, que ciertos males sociales


son, “en sentido estricto, inexplicables. Durkheim afirmaba que el delito es un
“fenómeno natural” en las sociedades humanas, “que sólo puede ser eliminado
mediante la institución de controles y de sanciones sociales tan duros que
destruirán otros valores fundamentales del hombre”. En este marco debemos
considerar la actitud de lucha contra el crimen organizado y su confrontación con
la protección de los derechos humanos de los mismos delincuentes. Hoy es
frecuente afirmar que el desarrollo científico y tecnológico, la industrialización y la
urbanización, instrumentos muy valiosos para el bienestar, son la fuente crítica de
muchos de los males y lastres de las sociedades contemporáneas. En esta línea
de ideas, la democracia, aspiración de la humanidad, puede ser motor de
violencia, confrontación y división social y política.

El derecho juega en la cancha de los contrastes que sumariamente hemos


analizado. La visión social de la aplicación de la ley debe tomar en cuenta las dos
caras de la realidad y sus expectativas, es decir, además de su carácter de
instrumento y mecanismo de organización, armonía y consenso, el derecho mismo
es fuente de confrontación, conflicto y violencia.

368 Ibidem, p. 328.

362
BIBLIOGRAFIA

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366
SOCIOLOGÍA GENERAL Y JURÍDICA

INDICE GENERAL

Presentación.

UNIDAD 1
FUNDAMENTOS HISTÓRICOS DE LA SOCIOLOGÍA
Dr. Carlos F. Quintana Roldán
Objetivo particular.

1. Fundamentos históricos de la Sociología.


1.1. Origen y desarrollo de la sociología
1.1.1.- El problema de la definición de la sociología. Su objeto de estudio.
1.2. Principales escuelas sociológicas y sus exponentes teóricos.
1.2.1. El positivismo.
1.2.2. Formalismo Sociológico.
1.2.3. Organicismo y escuelas psicológicas.
1.2.4. Materialismo histórico.
1.2.5. Funcionalismo
1.2.6. Estructuralismo
1.2.7. Tendencias sociológicas contemporáneas.
1.3. Esquema del desarrollo del pensamiento social en México.
1.4. La Sociología en el marco de las ciencias sociales.
1.4.1. Los métodos científicos y la sociología.
1.4.2.-La sociología y las ciencias sociales.
1.4.3. La sociología general y las ramas especiales.
1.4.4. Los conceptos sociológicos fundamentales.

367
UNIDAD 2
SOCIEDAD Y POBLACION. GRUPOS Y CULTURA
Dra. Norma Dolores Sabido Peniche
Objetivo particular.

2. Sociedad y Población. Grupos y cultura.


2.1. Lo social y sus factores.
2.2. Sociedad y población.
2.3. Sociedad y grupos.
2.3.1. Tipos de relaciones sociales y clasificación de grupos.
2.3.2. Estructura y organización social.
2.3.3. Desorganización y control social.
2.4. Sociedad, Cultura y Civilización.
2.4.1. Instituciones.
2.4.2. Creencias.
2.4.3. Valores.
2.5. Cultura, sociedad e individuo.
2.6. El cambio social y cultural; desarrollo y progreso.
2.7. La globalización y los procesos sociales.

UNIDAD 3
INSTITUCIONES
Dra. Elssie Núñez Carpizo
Objetivo particular.

3. Instituciones.
3.1. Familia y parentesco.
3.2. Estratificación y Clases sociales.
3.3. Política y sociedad.
3.4. Burocracia.
3.5. Educación.

368
UNIDAD 4.
SOCIEDAD Y DERECHO
Dr. Jorge Moreno Collado
Objetivo particular.

4. Sociedad y Derecho
4.1. El objeto de la sociología del derecho.
4.2. El método.
4.3. Origen y desarrollo de la sociología del derecho.
4.4. Corrientes de la sociología jurídica: Factores sociales y culturales.
4.4.1. Emilio Durkheim, Max Weber y Georges Gurtvich.
4.4.2. Talcott Parsons y los funcionalistas−estructuralistas−sistémicos.
4.4.3. Lawrence M. Friedman.
4.4.4. Niklas Luhmann.
4.4.5. Corrientes críticas al funcionalismo.
4.4.6. Jürgen Habermas.
4.4.7. Principales corrientes de la sociología jurídica.
4.5. Doble enfoque: Sociología del derecho y Sociología jurídica.
4.6. Vida social y vida jurídica.
4.6.1. Vida social: sociedades comunitarias, sociedades asociativas y
derecho.
4.6.1.1. Grupos sociales e interacción regulada.
4.6.1.2. Colectividades, roles y regulación.
4.6.2. Componente jurídico de la vida social regulada.
4.6.2.1. Regulación legislada de la vida social.
4.6.2.2. Poderes fácticos y vida social regulada.
4.6.2.3. El derecho vivo en la regulación social.
4.6.3. La acción sociojurídica.
4.6.3.1. La acción sociojurídica como vinculación entre norma y
realidad: derecho y hechos.

369
4.6.3.2. La acción sociojurídica y el “derecho libre”.
4.6.3.3. La función jurisdiccional y la relación jurídica como acción
sociojurídica.
4.6.3.4. La función jurisdiccional como creadora de derecho.
4.6.3.5. La naturaleza pluridimensional de la acción sociojurídica y el
consenso.
4.6.3.6. La coacción y la sanción, elementos estructurales del derecho
y la acción sociojurídica fundada en las expectativas.
4.6.3.7. Teorías sociojurídicas de la coacción y la sanción: sus
exponentes.
4.7. Funciones sociales del derecho.
4.7.1. El derecho en el análisis estructural funcionalista.
4.7.2. Diversas posturas funcionalistas.
4.7.3. Las funciones específicas del derecho.
4.7.3.1. La función de organización.
4.7.3.2. La función orientativa-persuasiva.
4.7.3.3. La función de control social.
4.7.3.4. La función de resolución de los conflictos.
4.7.3.5. La función legitimadora del poder.
4.7.3.6. La función distributiva.
4.7.3.7. La función promocionadora.
4.7.4. Conclusiones.
4.8. Los roles jurídicos, componentes estructurales de la vida jurídica.
4.8.1 El rol del abogado.
4.8.1.1. Cambio social y cambio del rol del abogado.
4.8.2. La formación de los abogados y la abogacía.
4.8.3. Género y abogacía.
4.8.4. La abogacía como actividad asalariada.
4.8.5. Abogacía y especialización.
4.8.6. Resumen de las notas sobre el rol del abogado.
4.8.7. El Rol del juzgador.

370
4.8.7.1. Rol, realismo y conductismo judicial.
4.8.7.2. Orientaciones social y cultural del rol de juzgador.
4.8.7.3. Los contextos y expectativas del rol de juzgador.
4.8.7.4. Principios constitucionales del diseño del rol de juzgador.
4.8.8. El rol de la policía
4.8.9. Roles y partes en los procesos jurídicos (fiscales, actores,
demandados y víctimas).
4.8.9.1. Litigio, proceso y procedimiento.
4.8.9.2. El rol de fiscal o ministerio público.
4.8.9.3. El rol de actor y el rol de demandado en el juicio.
4.8.9.4. El rol de la víctima.
4.9. Deontología de los abogados y la abogacía.
4.9.1. Decálogo del abogado

UNIDAD 5.
LAS INSTITUCIONES JURÍDICAS DE LA SOCIEDAD.
Dr. Jorge Moreno Collado
Objetivo particular.

5. Las instituciones jurídicas de la sociedad.


5.1. Cultura y subcultura jurídica.
5.2. El pluralismo jurídico y los grupos indígenas.
5.2.1. El pluralismo jurídico.
5.2.2. El derecho indígena en el marco del pluralismo y la Constitución.
5.2.2.1. Derecho indígena nacional e internacional.
5.3. El derecho y las nociones jurídicas de institución.
5.3.1. Derecho e instituciones.
5.3.2. Nociones sociológicas de institución
5.4. Noción sociológica de la Constitución.
5.5. La Constitución y el Estado.
5.5.1. El origen socio-histórico del constitucionalismo.

371
5.5.1.1. Constitucionalismo y sociedad civil: las tres acepciones de
Bobbio.
5.5.1.2. Constitucionalismo y liberalismo político económico.
5.5.1.3. Constitucionalismo democrático y social.
5.5.2. La Constitución, expresión dialéctica de los procesos políticos
fundamentales.
5.5.3. La Constitución y los cambios constitucionales.
5.5.4. Sociología de la Constitución.
5.6. El aparato judicial: la administración e impartición de justicia.
5.6.1. La idea de “aparato” judicial.
5.6.2. Coerción y solución pacífica de conflictos.
5.6.3. Crecimiento y especialización del aparato judicial en el Estado de
Derecho, constitucional y democrático.
5.6.4. Jurisdicción y jurisprudencia.
5.6.4.1. Funciones sociales de la jurisprudencia.
5.7. Influencia social en el proceso de creación normativa.
5.7.1. El Derecho y el cambio legal como producto social.
5.7.1.1. Ehrlich y Duguit y la influencia social en el derecho.
5.7.1.2. Gurvitch y Mendieta y Núñez: la idea del derecho social.
5.7.2. Creación normativa y participación ciudadana.
5.8. Visión social de la aplicación de la ley.

Bibliografía.

372

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