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PRIMERA PARTE: DERECHO DE FAMILIA.

INTRODUCCIÓN

Tema 1
Derecho de Familia, parentesco y
alimentos entre parientes
(1) El derecho de familia

El derecho de familia es la parte del derecho civil que se encarga del estudio del
régimen jurídico de la familia. Ya no se concibe el concepto familia como antes, pues
en tiempos recientes, se ha generalizado el reconocimiento a nuevas formas de familia
(con o sin descendientes, cónyuges del mismo sexo, familia monoparental…).

La familia comprende a los cónyuges y a los parientes. Los parientes derivan su


calificativo de su relación directa o indirecta con unos mismos progenitores (art. 916
CC).
a) Directa: El parentesco es en línea recta por descender unos de otros (padres e
hijos, abuelos y nietos…).
b) Indirecta: El parentesco es en línea colateral por descender las personas de un
ascendiente común (hermanos, tíos y sobrinos…).

Además de este parentesco de sangre (parientes consanguíneos) hay que tener en


cuenta el parentesco por adopción, cuyos efectos son los mismos, pues la filiación
adoptiva se equipara con la filiación natural (art. 108.II CC).

El Derecho de Familia carece de un tratamiento específico y unitario, en el que se


encuentra a lo largo del CC.
• La determinación del parentesco: Libro III (de los diferentes modos de adquirir
la propiedad).
• El matrimonio, la filiación y de las instituciones protectoras relacionadas con la
familia: Libro I (arts. 42 a 180, 215 y 306 CC).
• El régimen económico matrimonial y las donaciones por razón de matrimonio:
Título III, Libro IV (arts. 1315 a 1444 CC).

Asimismo, para la ley no siempre se contempla la familia de la misma manera, pues


para las sucesiones se considera la familia de sangre y cónyuges, quedando fuera el
parentesco por afinidad.

El derecho de familia ha ido evolucionando detrás de la propia familia, es decir se ha


reformado el CC en función de la demanda social y cambios en su propia naturaleza, al
concepto de familia que ha ido mutando con el tiempo.
Los caracteres del derecho de familia son:
• Contenido ético: Al lado de las normas de derecho de familia está la ética y
esto tiene reflejo en normas que además de contener deberes políticos
contienen deberes morales. Se debate si deben ser coercibles e imponer
multas en caso de incumplimiento.
Ø El deber de fidelidad entre cónyuges en el que no cabe sanción jurídica
en caso de infidelidad.
• Transpersonalismo: No puede existir la familia de un solo miembro, pues existe
un interés superior al del individuo (interés familiar superior al individual). No
obstante, también se critica, pues se afirma que el interés familiar no es sino la
suma de los intereses individuales. El interés familiar ha ido despareciendo,
perviviendo únicamente el interés del menor.
• Limitación a la autonomía de la voluntad: El derecho de familia, pese a ser
derecho privado, está regulado por multitud de normas imperativas, que
implica el rechazo a la existencia de acuerdos en contrario. Sin embargo, a día
de hoy hay nuevas figuras que aumentan la autonomía de la voluntad
(posibilidad de divorciarse de común acuerdo sin hijos ante notario). No
obstante, siempre habrá de tenerse en cuenta el interés del menor cuando este
entre en juego.
• Fusión del derecho y el deber: Hay una interpelación entre derechos y
obligaciones (la patria potestad supone una serie de facultades, pero también
de obligaciones).
• Indisponibilidad: Son derechos que no se pierden ni voluntariamente ni
mediante mecanismos como la prescripción o caducidad. Se pueden incumplir
obligaciones y no por ellos supone la automática desaparición, sin perjuicio de
que así lo declare un juez si entiende que concurre justa causa.

(2) Obligación legal de alimentos entre parientes (arts. 142 a 153 CC)

I. Naturaleza y caracteres

“Están obligados recíprocamente a darse alimentos” los cónyuges, los parientes en


línea recta y los hermanos siempre que uno de ellos los necesite y el otro pueda
dárselos (art. 143 CC). Se entiende por alimentos todo lo que es indispensables para el
sustento, habitación, vestido y asistencia médica (art. 142.I CC). Además, habría que
sumarle los gastos funerarios (art. 1894 CC).

Esta obligación legal está basada en la solidaridad que debe existir entre los miembros
de la familia más cercanos. Tenemos además más fundamentos en la obligación de
alimentos como el contrato de alimentos (arts. 1791 y ss. CC), la relación padre-hijo
(basado en la relación paterno-filial y no en la solidaridad familiar) y, la conyugal
(basado en la relación conyugal y no la solidaridad familiar).

Las características de la obligación de alimentos son:


• Indisponibilidad: La obligación de alimentos no es susceptible de renuncia ni
de compensación. Sin embargo, sí se puede renunciar a pensiones atrasadas

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por tratarse de créditos ordinarios (ya no se consideran para vivir, pues ha
vivido sin ellos).
• La reciprocidad: Según las circunstancias, puede convertir en deudor o
acreedor a cualquiera de los sujetos comprendidos en las relaciones familiares
a las que se aplica.
• Personalísimo: Implica que no solo se extingue por la muerte del alimentista,
puesto que con ella desaparece la necesidad que se pretende, sino también por
la muerte del alimentado u obligado, puesto que no es exigible a sus herederos
la misma solidaridad familiar en que se basa la obligación.
• Imprescriptibilidad: La obligación de alimentos tampoco se extingue por
prescripción. En cambio, sí que lo son las pensiones alimenticias atrasadas (art.
1966.1º CC).
• Relatividad: La existencia de la obligación depende por un lado de las
necesidades del alimentista y, por otra, de las posibilidades del obligado. Hace
falta algún pariente que pueda prestar alimentos, no basta con que uno los
necesite.
• Variabilidad: No afecta solo a su nacimiento y extinción, sino también a su
cuantificación inicial y sucesiva, de acuerdo a las necesidades de quien reciba
los alimentos y las posibilidades de quien las proporcione (arts. 146 y 147 CC).
• No solidaridad de los obligados: Cuando recaiga sobre más de una persona la
obligación de prestar alimentos, se repartirá entre ellas el pago en proporción a
su caudal respectivo. En caso de urgente necesidad, el juez puede obligar a una
sola de ellas a que los preste, sin perjuicio de su derecho a reclamar a los
demás la parte que les corresponde (art. 145 CC).

II. Sujetos

Esta obligación recae sobre los cónyuges, los ascendientes y descendientes y los
hermanos (art. 143 CC). El alimentante es el obligado a prestar alimentos y, el
alimentista es el que tiene el derecho a percibirlos.

En cuanto a los cónyuges, tienen el deber de socorro y ayuda mutuos, que no deriva de
una relación de parentesco como tal, dando lugar a un deber más intenso que en este
caso. Si están separados, el vinculo matrimonial se relaja y no están obligados a
ayudarse por el vínculo matrimonial, sino por la obligación general de solidaridad (arts.
142 y ss. CC). La obligación de alimentos es compatible con la existencia de pensión
compensatoria.

Existe un deber de prelación y distribución de la carga, es decir, algunos de los sujetos


obligados estarán obligados a cumplir con la obligación antes que el resto. En el caso
de que concurran dos o más obligados, el orden se establecerá de la siguiente manera
(art. 144 CC):
1. Cónyuge.
2. Descendientes de grado más próximo.
3. Ascendientes de grado más próximo.
4. Los hermanos, pero estando obligados en último lugar los que sólo sean
uterinos o consanguíneos, es decir, excluidos los medio hermanos.

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Hay jurisprudencia que permite alterar este orden para aquellos supuestos en los que
el pariente que correspondería no pueda hacer frente a esa obligación, pero sí los
siguientes del listado.

Si la obligación recae sobre dos o más personas se discute que sea en función a su
caudal respectivo (art. 145.I CC), no obstante, se suele optar porque sea a partes
iguales.

Concurriendo varios alimentistas frente al mismo alimentante, y careciendo este de


recursos para atender a todos se establece el mismo orden de preferencia que el fijado
para el llamamiento de los alimentantes (art. 145.III CC).

Dicho orden no impide que el hijo sometido a patria potestad pase por delante del
cónyuge separado, es decir, los alimentos debidos a menores tienen preferencia.

Para reclamar los alimentos el fuero será el del demandado, pero se prevé que para
aquellos supuestos en que sean varios los que puedan ser demandados, se pueda
demandar en la residencia de cualquiera de ellos (art. 53.2 LEC).

III. Contenido y cuantía de la obligación

El objeto o contenido de la obligación de alimentos viene determinada por la


necesidad económica del alimentista y por la posibilidad del alimentante de atender
dicha necesidad.

Se entiende por alimentos todo lo que es indispensable para el sustento, habitación,


vestido y asistencia médica (art. 142.I CC), esto es, para subsistir (art. 148.I CC) lo
indispensable para cubrir todas las necesidades perentorias del alimentista. No
obstante, los hermanos sólo se deben los auxilios necesarios para la vida, cuando los
necesiten por cualquier causa que no sea imputable al alimentista, y se extenderán en
su caso a los que precisen para su educación.

El elevado nivel económico del alimentante determina que la prestación de alimentos


lo sea también. No obstante, no existe un derecho del alimentista en participar
plenamente del nivel de vida del alimentante. Para valorar los recursos económicos del
mismo no deben tenerse en cuenta los de su cónyuge, pero sí su participación en los
bienes gananciales (art. 1362.1º.II CC).

IV. Nacimiento y extinción

La obligación de dar alimentos será exigible desde que los necesitare, para subsistir, la
persona que tenga derecho a percibirlos, pero no se abonarán sino desde la fecha en
que se interponga, si no se reclama judicialmente no se cobra (si está vivo para
pedirlos, no los necesitaba para vivir).
Los presupuestos para que nazca la obligación son:

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• Necesidad del alimentista: Se atenderá a su patrimonio y posibilidades de
trabajo. La apreciación de esta necesidad está en manos del órgano
jurisdiccional. Así como es motivo para el nacimiento de la obligación,
supondrá la extinción cuando el alimentista sea descendiente del obligado y la
necesidad de aquel provenga de mala conducta o de falta de aplicación al
trabajo (no búsqueda de empleo…).
• Capacidad económica del alimentante: Tiene que haber un obligado que
puede, de acuerdo a su posición y atendidas a sus posibilidades, dar la
prestación. Se establece el límite de que el alimentante caiga en indigencia. En
cualquier caso, no supondría el cese de la obligación, sino que en esta ocasión
es posible que se produzca la suspensión de la misma.

La negativa indebida de alimentos da lugar en su caso a las consecuencias previstas en


los arts. 648.3º, 756.7º, 853.1º, 854.2º y 855.3º CC.

En cuanto a la extinción, si la obligación nace cuando el alimentista lo necesita, lo


lógico es que desaparezca cuando se haya adquirido mejor fortuna, no obstante, salvo
en los casos de muerte, no cambia la situación de forma automática, si no que habrá
que acudir a juicio de modificación de medidas y esperar resolución judicial.

Es el juez el que aprecia la situación de necesidad y otorgará la cuantía en función de la


situación del obligado, de sus posibilidades y condición social.

Los efectos y las medidas previstas terminan, en todo caso, cuando sean sustituidos
por los de la sentencia estimatoria o se ponga fin al procedimiento de otro modo (art.
106 CC).

V. Cumplimiento

El obligado a prestar alimentos podrá, a su elección, pagar la pensión que se fije, o


recibir y mantener en su propia casa al alimentista (art. 149.I CC).

Por lo tanto, existen dos modalidades de cumplimiento:


a) Típica: El cumplimiento se da con el pago de una cantidad de dinero, que
puede consistir en una pensión periódica.
b) Dar de vivir u ofrecer vivienda al alimentista: No consiste en dar dinero al
alimentista si no en darle vivienda y manteniendo en su propia vivienda al
alimentista.

La elección no será posible en cuanto contradiga la situación de convivencia


determinada para el alimentista por las normas aplicables o por resolución judicial.
También podrá ser rechazada cuando concurra justa causa o perjudique el interés del
alimentista menor de edad.

También se cumplirá con el pago por meses anticipados, y cuando fallezca el


alimentista, sus herederos no estarán obligados a devolver lo que éste hubiese
recibido anticipadamente (art. 148.2 CC).

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VI. Efectos del incumplimiento

Si alguien incumple la obligación de prestar alimentos cabe su reclamación, pero hay


una serie de efectos colaterales:
• Es causa de revocación de la donación por ingratitud.
• Es causa de indignidad para suceder (art. 756.7 CC).
• Es causa de desheredación a los herederos forzosos.

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