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Artículo de reflexión

Medicina académica
y desarrollo social1
Juan Ramón de la Fuente*

Nayeli Zaragoza
En los últimos años, quienes hemos trabajado en los La medicina académica es sin duda la que me-
ámbitos de la salud, la educación y el desarrollo social, jores posibilidades tiene de incorporar al ejercicio
hemos podido constatar la importancia creciente de profesional los nuevos descubrimientos científicos;
la compleja relación que hay entre la medicina aca- es la única que ofrece expectativas reales de forma-
démica, la salud de la población y los valores sociales; ción rigurosa en los estudiantes, y la que precisa-
se nutren recíprocamente y la una, da pertinencia a mente -por el juicio crítico y el esfuerzo intelectual
las otras. Esta trama, ha recibido, a mi juicio, menos que demanda- puede ayudarnos a esclarecer con
atención de lo que amerita. cierta sabiduría, muchos de los grandes problemas
Es oportuno examinar el asunto, toda vez que es que hoy enfrenta nuestra profesión, inmersa en la
en la perspectiva de los valores sociales de la medi- vorágine del desarrollo de nuevas tecnologías, el
cina desde donde pueden analizarse mejor y proyec- afán desmedido de lucro, la comercialización ex-
tarse, con más autoridad, los retos y las alternativas cesiva y, por si fuera poco, los fundamentalismos,
que permiten a nuestra profesión incidir con mayor que pretenden erigirse en poseedores de la verdad
fuerza en el bienestar individual y colectivo. absoluta y normar la conducta social de todos con
Empiezo por señalar la importancia que en el con- base en sus muy particulares puntos de vista.
texto social actual tiene la medicina académica. La me- Ciertamente existe un desequilibrio entre los
dicina académica se sustenta sobre todo en la enseñan- avances científicos y tecnológicos de la medicina, las
za y en la investigación, en el análisis documentado de necesidades humanas de los pacientes y los rezagos
los procesos que determinan la salud y la enfermedad. sociales de un país como el nuestro. Pero la medicina
Estos elementos permiten ofrecer la mejor medicina académica debe mostrar, a través de los elementos que
asistencial posible sin prejuicios étnicos, religiosos la nutren y los componentes que la definen, su peso
o ideológicos. Pero habría que agregar que todo ello moral y su relevancia social si se quiere contribuir a
adquiere verdadera relevancia, sólo si se desarrolla en superar ese desequilibrio. Necesitamos mostrarle a la
estricto apego a la ética del trabajo médico y el respeto sociedad que la inversión -sobre todo pública, pero
cabal a los derechos de los pacientes y de sus familiares. también privada- en los centros de atención médica
de excelencia y de investigación, cada vez más sofis-
*Departamento de Psiquiatría y Salud Mental. Facultad de Medici- ticados y costosos, es una inversión con alto rendi-
na. UNAM. México, DF. miento social, es decir, una inversión para el bienestar.

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J.R. de la Fuente

Es en el ámbito de la medicina académica don- todo en los hospitales asociados a las universidades
de deben surgir los lineamientos generales de las polí- públicas, que son las que hacen investigación. Esos
ticas públicas en salud, la regulación para el uso racio- son nuestros centros de excelencia y algunos de ellos
nal de las tecnologías, los nuevos códigos de ética, son realmente de clase mundial. Son nuestra mejor
etc., para así mostrar a plenitud sus posibilidades apuesta de cara al futuro. Sin subestimar el esfuer-
-muchas de las cuales eran hasta hace poco tiem- zo que hoy se hace, no dudo en reiterar que estos
po insospechables- y de las que hoy disponemos centros requieren de un mayor apoyo por parte del
para mejorar la calidad de la vida. No es exagerado Estado y también del sector privado. Sólo así fre-
afirmar que la justicia social empieza al mejorar la naremos el deterioro en su infraestructura y, más
calidad de vida de las personas. Por eso los médicos importante aún, la emigración de jóvenes talen-
debemos ocuparnos más de los enfermos que de las tosos que, en el campo de la biomedicina, arroja
enfermedades. pérdidas cuantiosas para el país.
Uno de los cambios más importantes que hemos En un estudio que publicamos hace unos años
experimentado en los últimos años es la influencia en la Gaceta Médica de México, junto con Donato
creciente que otras instituciones, industrias y gru- Alarcón Segovia y Jaime Martuscelli2, mostramos que
pos sociales ejercen hoy en día sobre la salud, tan- cuando se incrementan las plazas de investigadores,
to en el ámbito público como privado, nacional e se mejoran sus salarios -que mucha falta hace- y se
internacional. Forma parte de la globalización: las dedican más recursos a proyectos de investigación
agencias multinacionales, las organizaciones sociales sobre temas relevantes como las enfermedades cró-
y privadas de todo tipo, las fundaciones, la banca nicas, las adicciones, la reemergencia de enferme-
de desarrollo, la industria farmacéutica, las empre- dades infecciosas, los accidentes, etc., no sólo aumen-
sas biotecnológicas, los organismos gremiales, etc., ta la productividad científica, sino que los resultados
constituyen el complejo proceso, la multiplicidad de muchas de esas investigaciones son los que mejor
de valores en los que hoy se desarrolla el trabajo pueden nutrir las políticas públicas de salud, con
del médico. resultados positivos, objetiva y rigurosamente eva-
Muchos de nuestros grandes maestros, con una luados. Ésta es otra de las posibilidades del enfoque
perseverancia encomiable, con apoyos limitados, pero académico de los procesos de salud y enfermedad:
con gran autoridad, ganada a pulso, a lo largo de mu- evaluar con independencia, con objetividad, con ri-
chas generaciones, le han dado cuerpo, estructura, gor, las políticas de salud pública. Se deben some-
doctrina, sentido, prestigio y misión a la medicina ter al escrutinio de los expertos todos esos progra-
mexicana. No debemos olvidar este esfuerzo; por mas, esas políticas, para conocer con objetividad sus
el contrario, tenemos el compromiso con nuestros aciertos y sus deficiencias.
estudiantes de transmitir y, hasta donde sea posi- Otro aspecto de enorme relevancia social pro-
ble, enriquecer esta singular herencia. pio de la medicina académica, tiene que ver con la
Pero decíamos que las posibilidades de servirle formación de recursos humanos en salud, inclui-
mejor a la sociedad de las que hoy dispone la medi- da una amplia gama de nuevas disciplinas que van
cina, se sustentan en los avances de la investigación desde las tecnologías más sofisticadas hasta la or-
científica, en la generación de nuevos conocimien- ganización más eficiente de los servicios, así como
tos que mejoren la práctica médica, así como en con el enorme reto que representa la modificación
la valoración objetiva de aquellos conocimientos de pautas conductuales para la instrumentación efi-
nuevos surgidos en otras latitudes, para saber si es caz de estrategias preventivas (enfermedades ligadas
preciso adoptarlos o no en nuestras instituciones, si a estilos de vida). No basta con pensar que estamos
es necesario incorporarlos al ejercicio profesional. haciendo las cosas bien, hay que probarlo. Alguien
Es a través de la investigación como vamos a po- tiene que evaluar y se debe empezar por aceptar el
der resolver los principales problemas de salud que veredicto de esas evaluaciones, siempre que se hagan
hoy nos agobian, y esa investigación se hace sobre con la solidez metodológica que el caso amerite.

Vol. 54, N.o 6. Noviembre-Diciembre 2011 31


Medicina académica y desarrollo social

La enseñanza de la medicina es cada día más com- ma tal que las decisiones que toman los médicos
pleja, más costosa y más dinámica. En el nuevo pa- tienen un efecto como nunca antes lo habían te-
radigma de la educación superior, la educación mé- nido en la vida de las personas. Como es natural,
dica tiene –por necesidades inherentes a las áreas el trabajo del médico se ajusta a la evolución de la
del conocimiento que son su objeto de estudio– un sociedad y la sociedad misma demanda, cada vez
capítulo propio. Atrás quedó el modelo enciclopé- más, una ética sustentada en el principio que ex-
dico, la enseñanza memorista. Al médico, al igual presa el derecho inalienable de los individuos a la
que a la enfermera y a los técnicos cada vez más libertad. El centro de la discusión está en el princi-
especializados necesarios para ofrecer una atención pio de la autonomía, el cual, a su vez, está indisolu-
integral de calidad, hay que formarlos simultánea- blemente ligado al de la autodeterminación. Es de-
mente en las ciencias experimentales, que requie- cir, en el análisis final, es el paciente debidamente
ren de inversiones cuantiosas, y en las disciplinas informado y en pleno uso de sus facultades quien
sociales y humanísticas, sin olvidar por supuesto el debe decidir lo que es mejor para él.
delicado arte de la clínica, cuya enseñanza seguirá El tema se vuelve más complejo si advertimos
siendo fundamentalmente tutorial. Sin recursos hu- que otro signo de nuestro tiempo es la creciente
manos calificados no hay manera de que mejore la diversificación de los valores sociales. En una socie-
calidad de nuestro sistema de salud. dad plural es tan probable que los valores de los
Médicos, enfermeros y técnicos formados en el pacientes y de los médicos coincidan, como que
rigor de la academia, constituyen los recursos más discrepen. Entre los propios médicos, hay criterios
atractivos para la industria y para las instituciones distintos acerca de asuntos tan sensibles como la
médicas y centros de investigación en prácticamente eutanasia, el aborto, la prolongación de la vida a
todo el mundo. Por eso han sido de las áreas más toda costa, etc., pero no se trata de ver cuáles son
afectadas por la fuga de cerebros, “movilidad del las preferencias personales del médico, aunque éste
talento global”, la llaman ahora. Despiertan tal in- desde luego puede dar su punto de vista y habrá in-
terés estos recursos humanos que muchos países, cluso pacientes que prefieran dejar estas decisiones
empezando por nuestros vecinos del norte, modifi- en manos de sus médicos.
can sin el menor titubeo sus rigurosísimas leyes mi- Hay que entender que, si estos asuntos no fue-
gratorias, con tal de contratar a las enfermeras que ran polémicos y en no pocos casos también motivo
requieren en ciertas regiones, a los investigadores jó- de serios conflictos sociales, la importancia de la
venes que tienen posibilidades de contribuir al desa- ética sería bastante trivial. Ahora bien, si los polos
rrollo de las ciencias médicas, y a todo aquél que esté del conflicto potencial se simplifican entre lo que
técnicamente preparado para cumplir una función es “bueno” y lo que es “malo”, corremos el riesgo
específica dentro de lo que se ha dado en llamar la de crear un conflicto moral insoluble. En mi opi-
industria de la salud. Este concepto preocupa por nión, el tema debe abordarse desde una perspectiva
sus desbordadas implicaciones comerciales, pero es estrictamente laica.
parte de la compleja trama de la que hablábamos. En ningún ámbito de la esfera social, como en
Sigo pensando que en una sociedad más justa, el de la medicina, hay una oportunidad más tangi-
la salud debe entenderse como un bien público, al ble para reivindicar al laicismo como la mejor for-
igual que la seguridad y la educación y, por ende, ma de encontrar alternativas y soluciones ante pro-
corresponde al Estado democrático la delicada pero blemas reales de interés general y cotidiano: desde
ineludible tarea de preservarlos. la fertilización in vitro, el uso de células madre con
Permítaseme dedicar ahora algunos renglones en fines terapéuticos, la prevención e interrupción del
torno a uno de los aspectos sociales más controver- embarazo en ciertas condiciones, el cuidado de las
tidos, trascendentes y sensibles de estos tiempos: me personas que están próximas a morir, los nuevos
refiero a la ética médica. alcances de la genómica, etc. Pero ocurre además
El poder de la medicina se ha expandido en for- que el terreno ha dejado de ser propiedad exclusiva

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Nayeli Zaragoza
de los médicos. Legisladores, teólogos, filósofos y una persona de sus derechos civiles, no está actuan-
diversas voces de la sociedad civil se expresan de do en su función de médico.
manera intensa y no siempre compatible. En el Son estos algunos de los temas que hoy nos toca
fondo los conflictos surgen porque se contraponen analizar, discutir, debatir, en un espacio como el que
valores opuestos. hoy nos congrega. Hay que hacerlo con cuidado, con
Pero analizar y discutir estos hechos con infor- respeto, pero hay que hacerlo, sobre todo, para poder
mación y con serenidad va dando frutos. Los cam- informar a la sociedad con claridad, con objetividad,
bios y los consensos toman tiempo y, sin embargo, con serenidad, con autoridad moral. Tenemos una
tanto el teólogo como el humanista secular van en- sociedad que acude a los médicos porque quiere saber
contrando puntos de convergencia en México y en más de asuntos que por supuesto le atañen, y en con-
casi todos los países democráticos. Un buen ejemplo secuencia, desea legítimamente opinar sobre ellos y
en nuestro país, y que a mi juicio apunta en la direc- decidir sobre ellos, como corresponde a una sociedad
ción correcta, son las denominadas leyes de Volun- democrática, que precisamente por serlo, no puede
tad Anticipada, vigentes ya en varias entidades estar adscrita a un sólo punto de vista.
federativas. Toca ahora a los médicos contribuir Para los médicos, muchos de estos temas no
dentro de este marco jurídico general, a definir son nuevos. Lo novedoso para todos es el contexto
con la mayor precisión que sea posible las acciones social, el avance inexorable de la ciencia, y la con-
más apropiadas, las que más beneficien al paciente ciencia cada vez más generalizada y profunda de que
próximo a morir. Creo que el médico debe conser- sólo se progresa igualando derechos y que el derecho
var ante todo su compromiso de actuar de acuer- a la salud, con todas sus implicaciones, sigue, al lado
do con la voluntad del paciente, en tanto que no de la educación, encabezando la lista de las priorida-
implique afectar los derechos de otros. Cuando el des sociales1, 2.
médico defiende los derechos de sus enfermos, está
defendiendo sus propios derechos. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Médicos y pacientes pueden o no tener creen- 1 Texto leído en la Facultad de Medicina de la Universidad Au-
cias religiosas, y es precisamente el laicismo lo único tónoma de San Luis Potosí el 20 de mayo de 2011 al recibir el
Premio Dr. Miguel Otero y Arce.
que realmente garantiza que, así como no se puede 2 De la Fuente JR, Martuscelli J, Alarcón Segovia D. El fu-
impedir practicar religión alguna, ésta tampoco se turo de la Investigación Médica en México. Gac Méd Mex.
puede imponer a nadie. Pero si un médico priva a 2004;140:519-24,

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