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Existen dos especies propias del hombre que son Sarcoptes scabiei var. hominis
y Demodex folliculorum. Hay también un grupo, con varias especies, que afectan
la piel de los animales y que pueden llegar al hombre.
ESCABIOSIS
Esta entidad, también llamada sarna, es producida por Sarcoptes scabiei var.
Hominis perteneciente a la clase arácnida, subclase Acari, orden Astigmata,
suborden Acaridida, familia Sarcoptidae,, que tiene gran especificidad de
huésped. Los animales tienen sus propias especies o variedades que les causan
sarna y que no son transmitidas al hombre.
Las hembras invaden la capa córnea de la piel y forman túneles donde depositan
los huevos. Estos miden 150 micras y son colocados en hileras, a medida que el
parásito progresa, excavando el túnel epidérmico. Los huevos dan origen a las
larvas, morfológicamente similares a los adultos, pero con 3 pares de patas.
Después de mudar, se transforman en ninfas con 4 pares de patas y llegan a
adultos que perforan otros túneles. Como el ciclo de huevo a adulto dura
únicamente dos semanas, se explica la rápida diseminación de la infección. Esta
diseminación se hace por las formas jóvenes, que salen de los canales y que
también dan origen a infecciones en otras personas.
Una forma clínica más severa se conoce con el nombre de sarna noruega,
caracterizada por abundante descamación hiperqueratósica y amplio
compromiso de la piel. Esta entidad se encuentra a veces asociada con otras
enfermedades debilitantes como lepra lepromatosa, tabes, desnutrición e
inmunodeficiencia. En la sarna noruega, el diagnóstico diferencial incluye
eccema crónico, pitiriasis rubra pilaris, psoriasis, queratodermia palmoplantar.
Se ha denominado sarna noruega debido a la primera descripción de esta forma
generalizada descrita en 1848 en pacientes leprosos de Noruega. También se
denomina sarna costrosa.
La escabiosis debe diferenciarse clínicamente de entidades pruriginosas o
descamativas, como psoriasis, pitiriasis rubra pilaris, ictiosis, alergias,
hiperqueratosis folicular, etc.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico y se basa en:
a) La sintomatología caracterizada por prurito de predominio nocturno.
b) El tipo y la ubicación de las lesiones.
c) El antecedente epidemiológico de otros
El laboratorio puede confirmar el diagnóstico, al examinar con KOH, material
obtenido por raspado de las lesiones, en donde se observan los parásitos o los
huevos. La biopsia demuestra las lesiones epidérmicas y los parásitos. Los datos
epidemiológicos contribuyen al diagnóstico. Es una infección familiar, de grupos
o parejas que convive íntimamente. Se ha llegado a incluirla como una
enfermedad sexualmente transmitida. La promiscuidad sexual puede ser uno de
los factores que ha contribuido al aumento de la prevalencia en los últimos años.
Los grupos de población más afectados son los niños y los adultos jóvenes, en
especial los de bajas condiciones socio-económicas y de mala higiene personal.
El benzoato de bencilo al 10% para los niños y al 20% para los adultos, se utiliza
en la misma forma que el producto anterior. Los ungüentos o lociones con azufre
precipitado al 2% y aplicado diariamente por 3 ó 4 semanas sirven para el
tratamiento, aunque los niños se quejan de ardor. Otras drogas se han utilizado
para el tratamiento como crotamitón y permetrín al 5%.
DEMODICOSIS
Producida por Demodex folliculorum y D. brevis, ácaros alargados de 100 a 400
micras de longitud, con cuerpo segmentado, 4 pares de patas atrofiadas, carente
de vellosidades. Habita los folículos pilosos y glándulas sebáceas principalmente
de la nariz y párpados, pero algunas veces en otras partes del cuerpo, inclusive
la región pubiana. Es de distribución cosmopolita y más frecuente en adultos. Su
patogenicidad es discutida; algunos le atribuyen la producción de quistes
foliculares, acné o blefaritis. Otros lo consideran como un comensal. Varias
especies de Demodex propias de animales, causan en ellos lesiones de la piel y
no llegan a infectar al hombre. La expoliación de sangre es dolorosa, con
inflamación de la piel y prurito intenso, que persiste aun después de que la larva
abandona al hospedero. En animales puede causar compromiso neurológico con
paresia de extremidades posteriores, astenia y claudicación.