Nuevo Huésped en América

Ante la expansión imperial de España, Portugal y Gran Bretaña,

Francia no quiere quedarse atrás y planea establecer colonias en la
zona norte del continente americano.
El rey Francisco I inició la invasión de
Francia en Norteamérica siguiendo
los pasos de los españoles, sin
embargo, sus intentos de colonizar la
costa en 1540 no fueron exitosos por
lo que se limitaron a continuar
comerciando con los habitantes de la
región. Con el fin de extender su
presencia en dicha región, el siguiente
rey Enrique IV, comenzó a otorgar
monopolios a los comerciantes que
querían establecer sus colonias en
Acadia y San Lorenzo.
FRANCIA LOGRA ENTRAR A NORTEAMÉRICA
Fue hasta después de 1603 que los primeros colonos franceses se establecen en
la Bahía de Fundy, quienes rápidamente se extendieron hacia Acadia y
construyeron Port Royal bajo el liderazgo de Champlain, cuyo principal objetivo era
comerciar pieles en la región y ampliar su asentamiento hacia San Lorenzo.
Establecer su cuartel general en Quebec, que también fungiría como “factoría
comercial” daría paso a establecer oficialmente la colonia francesa en el continente
conocida como “La Nueva Francia”, no obstante, esta contaba con muy pocos
habitantes para competir con el imperio español e inglés en el territorio y por ende
con la adquisición de riquezas.
Por ello se establece en Quebec la Compañía de la Nueva Francia, con el fin de
crear monopolios en lo que respecta a territorios; pero los ingleses no renunciaron
a dicho territorio, lo cual aunado a la escasa población francesa en la colonia y a la
falta de presencia en el comercio de pieles, orilló a los franceses a absorber a los
nativos hasta convertirlos en franceses y
cristianos, cuya tarea estaría a cargo de
los jesuitas.
Esto último impactó en las guerras
internas entre iroqueses y hurones,
donde Francia se mantuvo “neutral” pues
la tribu iroquesa además de tener mayor
control sobre su oponente, controlaba
también el tráfico de pieles, los jesuitas
franceses mantuvieron buena relación
con los iroqueses hasta 1658 que finaliza
la supuesta neutralidad.
Para 1663, con el fin de avanzar en el
desarrollo en la colonia, el rey decide
implementar en ella la misma estructura
de poder que se lleva a cabo en Francia
logrando también un mayor control. Las
figuras principales eran “El Gobernador
general” y el “Intendente”, este último
ejercía el control financiero, económico y
judicial en la colonia.
Aunque para 1680 Francia tenía claro
que el comercio era la vía de avanzar en
su expansión, casi un siglo más tarde se
confirmaba que solo el comercio de
pieles era la actividad que atraía
habitantes a la región. A pesar de contar
con 70 mil habitantes en 1750, los
ingleses seguían rebasando a los
franceses en número y por lo tanto
continuaban siendo un inconveniente
para expandirse territorialmente ya que
además gran parte de los
angloamericanos se dedicaban al
comercio.
Desde 1717 Luisiana fue la nueva causa
de más hostilidades entre ingleses y
franceses, entre la presión por impuestos
y el establecimientos de varias
compañías en la región el interés
momentáneo por Luisiana solo
representó la pérdida del control del
mercado colonial francés.
En 1752 Francia ordena mantener los
territorios que ha conseguido hasta el
momento así como mantener a los
británicos fuera de dichos territorios
hasta 1754, ya que en 1755 pierden
Arcadia luego de casi 3 años
manteniendo sus objetivos.
LA GUERRA DE LOS 7 AÑOS
El conflicto entre británicos y
franceses por la supremacía colonial
continúa, en 1756 comienza la
“Guerra de los Siete Años”; Francia
optó desde el inicio por asegurarse de
la lealtad por parte de los nativos
mientras alejaba de los lagos a los
británicos.
Si bien al inicio la ventaja se inclinaba
hacia Francia, los ingleses al decidir
cambiar de ministro de guerra optando
por nombrar a William Pitt el rumbo de
dicha guerra cambió, este ministro se
propuso expulsar a los franceses de
Norteamérica.
La destreza en mar de los británicos
comenzó a manifestarse al bloquear a
Canadá el cual se quedaría sin
recursos básicos que llegaban por mar
además de un ataque triple a la región
enfocado principalmente en Quebec y
Ohio.
En 1758 ambas regiones estaban
totalmente aisladas y controladas, por
otro lado los franceses ya no tenían
apoyo de los indios que antes eran sus
aliados; de esta forma los franceses
perdieron tanto los territorios que
habían logrado obtener, como Nueva
Francia. La victoria de los británicos se
reconoció oficialmente en 1963 con la
firma del “Tratado de París”, el cual
hizo legítima la hegemonía inglesa.
REFERENCIAS

-Ogelsby, J.C.M., “El régimen francés”, pp. 21 -40, en Breve historia de Canadá,
1985, El Libro Menor, Caracas.

-Gutiérrez Escudero Antonio, “La colonización francesa en Norteamérica, 1700-

1763”, en Historia de las américas III, coord. Luis Navarro García, 1991, Universidad
de Sevilla.