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Érase una vez, en una ciudad movida, llena de autos y oficinistas, que la navidad llegaba y todos lo

sabían, en esta ciudad nadie celebraba, el trabajo excesivo tenia a todos agotados, estresados y
hasta deprimidos, ya que, en diciembre, toda esta gente recordaba con tristeza sus navidades de
pequeños, la magia que sentían cada navidad, eso los mantenía tristes todo este mes, lo que
también ocasionaba que estos mismos trabajadores fueran poco productivos. En la ciudad siempre
había mucho ruido por todas las máquinas y vehículos que había, pues como ya sabes, es una
ciudad urbanizada, pero era tanto el ruido, que no se escuchaban los cantos de villancicos, ni risas
por ningún lado, solo gente trabajando de manera enfocada, olvidando por completo la magia e
ilusión de estas fechas. Cada día faltaba menos para el gran día, la navidad se acercaba, niños y
niñas estaban ansiosos por sus regalos, todos excepto uno, que era un niño que los demás
conocían o apodaban como raro, pues él siempre estaba en su casa, no salía de su casa, todos
decían que se la pasaba leyendo, o estudiando, pero la realidad era que a este niño nunca le gustó
la navidad, pues el recordaba todas las navidades que pasó solo, debido a que sus padres estaban
trabajando. Esta navidad, el no se esperaba algo diferente, pero algo podría estar por cambiar,
pues aunque había pasado ya varias navidades solo, esta seria diferente, algo cambio en el
sentimiento de sus padres, y esta navidad habían decidido estar en casa, olvidarse de todo lo
demás y compartir momentos con su hijo, inclusive entre ellos mismos. Era ya el día de navidad, el
niño esperaba con ansias el momento, sus padres este día si llegarían, y así fue, llegaron e
inmediatamente pusieron manos a la obra, o eso creían, pues después de llegar apurados,
pensando en decoraciones y cocina, se dieron cuenta que el niño ya tenia todo listo, pues resulta
que durante las anteriores navidades que pasó solo, había aprendido algunos postres de cocina, y
aprendió a decorar por como recordaba las navidades anteriores, cuando lo hacia con su madre.
Se la pasaron de manera hermosa, todos disfrutaron, comieron exquisita comida, convivieron en
todo momento, y el niño en algún momento llegó a dudar, ¿Por qué esta navidad había sido
diferente?, y todo estaba en que el niño, hacia unos días había salido de manera espontanea a un
puente cercano, donde pidió un milagro navideño, el poder convivir con su familia no solo en
navidad, si no todos los demás días del año.

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