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TEMA 10.
Para algunos tratadistas debe entenderse por tal sentido la voluntad del legislador.
García Máynez, al examinar esta primera posición indica que quienes la adoptan
razonan de la manera siguiente: “La ley es obra del poder legislativo; este se vale
de ella para establecer el derecho; por consiguiente su sentido debe ser el que su
autor pretendió darle. Habrá, pues, que investigar lo que el legislador quiso decir,
ya que la ley es expresión suya.
El citado autor, al impugnar esta posición, señala que como el sentido de la ley es
la voluntad del legislador, el derecho resulta ser que el quiere, sin advertir que lo
querido por el legislador no siempre coincide con lo expresado por ley. Pero es el
caso que para expresar, algo tiene que utilizar un conjunto de signos que tendrán
que interpretar otras personas, “cuya significación no depende sino en muy
pequeña escala del mismo legislador”. Puede haber, y casi siempre hay, una
inadecuación ante la intención del legislador y los medios o signos que se vale
para expresar su voluntad o pensamiento. De aquí la ley no siempre exprese
fielmente su voluntad.
Concluye García Máynez, con muy buena lógica, “que lo que hay que interpretar
no es la voluntad del legislador si no el texto de la ley, lo cual no significa que la
interpretación sea una operación exclusivamente gramatical, pues la significación
de las palabras no se agota en un sentido lingüístico, peo ese debe usar términos
con significación propiamente jurídica, no creada por el, y que se halla en
comunicación con muchas otras del mismo sistema de derecho”.
Esta segunda posición descansas en el principio de que los textos legales tienen
una significación propia “implícita en los signos que los constituyen e
independientes de la voluntad real o presunta de los autores.
10.1.2 CLASIFICACION
de vista general la que hace el juez de una norma que debe aplicar al caso
concreto; pero obliga al propio juez de una norma que debe aplicar al caso
concreto; pero obliga al propio juez y a las partes intervienen en el proceso.
Las leyes son obra humana, por consiguiente no son perfectas, aunque tengan la
pretensión de serlo. Siempre existen en ellas insuficiencias, vacíos, llamados
“lagunas” o ausencia de norma aplicable al caso concreto que el juez tiene bajo
conocimiento. Algunos autores llaman impropiamente a las lagunas “casos no
previsto en la ley”. Decimos impropiamente porque, en realidad, la laguna no es el
caso no previsto, que pertenece a la esfera de la realidad, sino la insuficiencia de
la ley, la imperfección normativa de la misma, que solo se manifiesta cuando se da
un caso no contemplado en ella. El hecho corresponde al ámbito de lo físico o
fenoménico, mientras que la laguna al ámbito propiamente normativo. Y de aquí
que comúnmente se acepte que algunas no son del derecho sino de las leyes,
como lo afirman García Máynez y Kelsen.
10.2.3 ANALOGIA
Dos cosas son análogas cuando tienen algunas notas comunes o idénticas o
iguales cuando todas sus notas coinciden.
Desde el punto de vista jurídico (el que nos interesa) la analogía consiste en
“aplicar a un caso no previsto, la norma que rige otro caso semejante o análogo,
cuando existe la misma razón para resolverlo de la misma manera.
Ejemplo:
10.2.4 LA EQUIDAD
Algunos autores los identifican con los principios del derecho natural, otros con los
principios del derecho romano y hay quienes creen que se trata de principios
científicos superiores, o bien de aquellos principios que históricamente han
inspirado u orientado una legislación determinada.
el; nadie puede ser juez y parte en un mismo proceso; el que afirma esta obligado
aprobar; el confeso se da por condenado, etc.
También puede darse el caso de que la nueva ley contemple nuevas condiciones,
suprima o modifique a la anterior. ¿Debe aplicarse la ley antigua o la nueva,
conocida la vinculación que existe entre una y otra?
PRIMER CASO:
SEGUNDO CASO:
En este ejemplo, del que hacen uso algunos autores, si A cumple 18 años durante
la vigencia de la ley antigua, no habrá ningún problema, no lo habrá tampoco si
cumple los 21 conforme a la ley posterior. El problema se presenta con los
mayores de 18 años y menores de 21 años al iniciarse la vigencia de la ley nueva.
¿Debe considerarse su mayoría de edad conforme a la ley antigua o conforme a la
nueva? ¿Puede una ley aplicarse a hechos o situaciones surgidos bajo el imperio
de una ley anterior? O, dicho en otras palabras, ¿puede una ley aplicarse
retroactivamente?
“En principio anota este autor las leyes vigentes del Estado se aplican dentro del
territorio del mismo. Lo que en derecho publico se llama territorio no es otra cosa
que el ámbito normal de vigencia del orden jurídico de un Estado, en relación con
el espacio. Decimos normal porque en ciertos casos se admite la posibilidad de
que la ley obligatoria en el territorio de un Estado se aplique fuera de el, o de que
la ley extranjera tenga aplicación en el nacional.
En estos problemas el juez puede aplicar la propia ley (ex fori) o ley extranjera,
según lo preceptuado en el Derecho Internacional Privado. Para Monroy Cabra los
principios que inspiran la aplicación extraterritorial de la norma jurídica, constituyen
las teorías o sistemas del Derecho Internacional Privado, entre las que merecen
mencionarse la de la Territorialidad de la Ley, la de los Estatutos, la de la
personalidad del Derecho, la de la Escuela Histórica, la de Pillet, la de los
Derechos adquiridos, la de Cock y las Teorías Contemporáneas, a las que no
habremos referido debido a la naturaleza de este trabajo. En cuanto a la
regulación de estas relaciones, debe mencionarse el Codigo de Derecho
Internacional Privado del Dr. Antonio Sánchez de Bustamante, que no ha sido
ratificado por todos los países hispanoamericanos.
Artículo 1. Normas generales. Los preceptos fundamentales de esta ley son las
normas generales de aplicación, interpretación e integración del ordenamiento
jurídico
Guatemalteco.
Artículo 11. Idioma de la ley. El idioma oficial es el español, Las palabras de la ley
se entenderán acuerdo al Diccionario Academia Española. en la acepción
correspondiente. salvo que el legislador las haya definido expresamente.
Con el uso del diccionario se oficializa el significado o acepción que este nos da. Y
aunque a veces los términos no tienen una significación univoca, se reduce la
posibilidad del error, la inexactitud o la falsedad.
Hay pues dos tipos de leyes que los jueces deben distinguir claramente: las que
resuelven los problemas de aplicación de leyes en el espacio (preceptos del
D.I.P.), y las que resuelven el caso concreto (nacionales). Estas ultimas tienen,
obviamente, el carácter de primarias en relación a aquellas.
Puede darse el caso de que el D.I.P. no contenga norma que permita resolver el
caso en estudio, entonces el juez debe llenar la laguna, es decir, formular la regla
del D.I.P. para la aplicación respectiva.