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EL ALUMINIO

Historia del aluminio

El aluminio es un metal plateado, ligero y resistente a la corrosión que


se encuentra en la corteza terrestre. Se considera uno de los metales
más comunes en la tierra y se encuentra en muchos minerales
diferentes. Aunque se sabe de la existencia del aluminio desde la
antigüedad, su producción a gran escala no fue posible hasta el siglo
XIX.

En 1825, el químico danés Hans Christian Oersted identificó el


aluminio como un elemento, pero no fue hasta 1854 que el químico
francés Henri Étienne Sainte-Claire Deville descubrió una técnica para
producir aluminio a gran escala. La técnica involucraba la electrólisis
del cloruro de aluminio y se considera el inicio de la producción
industrial de aluminio. En 1886, el joven químico estadounidense
Charles Martin Hall desarrolló una técnica similar de electrólisis que se
convirtió en el método de producción de aluminio más utilizado en todo
el mundo.

El aluminio se hizo popular debido a su ligereza, resistencia a la


corrosión y maleabilidad. Además, el aluminio se puede reciclar y
reutilizar, lo que lo hace aún más atractivo para los fabricantes.

En la década de 1930, el uso del aluminio se expandió en la industria


de la aviación. Los aviones construidos con aluminio eran más ligeros
y más eficientes en términos de combustible que los aviones de metal
pesado anteriores. Durante la Segunda Guerra Mundial, la demanda
de aluminio aumentó aún más debido a la producción de aviones y
otros equipos militares.

En la década de 1950, el aluminio se utilizó en la construcción de


edificios de gran altura. Los rascacielos de aluminio eran más livianos
y menos costosos de construir que los edificios de acero. Además, el
aluminio se utilizó en la construcción de puentes y otras estructuras de
ingeniería civil.

En la década de 1970, el aluminio se utilizó en la fabricación de


automóviles. Los autos construidos con aluminio eran más livianos y
más eficientes en combustible que los vehículos de metal pesado
anteriores. Además, el aluminio se utiliza en la fabricación de envases
y utensilios de cocina debido a su capacidad para resistir la corrosión.

En las últimas décadas, el aluminio se ha utilizado cada vez más en la


fabricación de electrónica y dispositivos móviles debido a su ligereza y
durabilidad. Además, la demanda de aluminio reciclado ha aumentado
debido a su capacidad para reducir los costos de producción y
disminuir el impacto ambiental.

Aunque el aluminio ha sido una herramienta útil para la humanidad, su


producción y uso también han tenido efectos negativos en el medio
ambiente. La producción de aluminio requiere grandes cantidades de
energía y emite gases de efecto invernadero, mientras que la minería
de bauxita puede degradar el medio ambiente y agotar los recursos
naturales.

Metalurgia del aluminio


La extracción del aluminio de la bauxita se efectúa en tres etapas,
minería, refinación y reducción.

La bauxita se extrae, se lava y se seca antes de ser destinada a la


refinería donde se separa del aluminio.

El químico austriaco Karl Josef Bayer hijo del fundador de compañía


Química Bayer inventó el proceso Bayer para la producción a gran
escala de alúmina a partir de bauxita. Este método es el que más se
usa en la industria del aluminio.

Partiendo de la bauxita, sometida previamente a un proceso de


desecación y moliendo finamente el material, se calienta con una
solución concentrada de sosa cáustica (NaOH) para obtener una
solución de aluminato sódico (Al02Na) y algo de silicato sódico
(Na2SiO2).

Esta solución se filtra y se hace precipitar hidróxido de aluminio


(Al(OH)3), bien con dióxido de carbono o bien con una pequeña
cantidad de hidróxido de aluminio previamente precipitado.
La alúmina se reduce a aluminio en unas células electrolíticas del
procedimiento Hall-Héroult. En estas células se usa criolita fundida a
980ºC para disolver la alúmina, la que al someterse a electrólisis se
divide en aluminio y oxígeno. El aluminio baja al fondo del depósito
donde se extrae periódicamente y el oxígeno se combina con el
carbono del ánodo para producir CO2.

Por la acción de la corriente eléctrica suministrada, se descompone la


alúmina introducida en el interior de la célula u horno electrolítico y
según las leyes que rigen la electrolisis, en el electrodo negativo
(cátodo) constituido por el revestimientoel horno, se deposita aluminio,
de aquí se extrae el metal y se cuela en forma placas de laminación,
tochos o billetas para extrusión o lingotes para fundición.

De acuerdo con las mismas leyes, en el electrodo positivo (ánodo) se


va produciendo oxígeno, que, debido a su gran actividad, reacciona
con el carbono de dicho electrodo, formando los productos gaseosos
mono y dióxido de carbono (CO y CO2). Debido a esta reacción se
produce un desgaste del ánodo por lo que hay que reponerlo
periódicamente. Los bloques del ánodo son de carbón.

Para hacer 1000 Kg., de aluminio, se necesita 10.000 Kg. de bauxita


que producen 500 kg. de alúmina 80 kg., de criolita, 600 kg. de carbón
más 14.000 kWh de energía eléctrica. Por su alto consumo eléctrico
las plantas de electrolisis del aluminio se montan junto a lugares
donde la energía es más barata como, centrales hidroeléctricas,
nucleares o países productores de petróleo.
El aluminio reciclado

Una de las características más destacables del aluminio es su


capacidad de reciclado. Al contrario de lo que ocurre con otros
metales, el 100% del material puede ser reutilizado. Asimismo, este
proceso de reciclaje puede realizarse casi indefinidamente sobre el
mismo material por lo que puede considerarse la vida útil del aluminio
prácticamente ilimitada.

Otro de los condicionantes más importantes de este proceso de


reciclado es que necesita aproximadamente el 5% de la energía que
se utiliza para la obtención del aluminio primario.

Por otra parte, las características y propiedades del material no varían


con esta transformación por lo que la calidad del aluminio primario y el
reciclado es la misma.

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