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Auditorías de los sistemas de gestión de

prevención de riesgos laborales © EDICIONES


ROBLE, S.L.
Índice
Introducción 8
Objetivos 8
UNE-EN ISO 19011:2012. Características de la auditoría 10
I. Introducción 10
II. Objetivos 10
III. Tipos de auditoría 10
3.1. Según qué se audita 11
3.2. Según quién audita 11
3.3. Según el alcance de la auditoría 12
3.4. En función de cuándo se audita 12
3.5. Según el motivo de la auditoría 13
3.6. Según su programa direccional 13
IV. Características del auditor 13
V. Responsabilidades legales del auditor 16
VI. Resumen 20
Lectura obligatoria 20
Ejercicios 21
Caso práctico 21
Se pide 21
Solución 21
Recursos 23
Enlaces de Interés 23
Bibliografía 23
Glosario. 24
UNE-EN ISO 19011:2012. Planificación y programación de auditorías 26
I. Introducción 26
II. Objetivos 26
III. Programación de auditorías 26
3.1. Objetivos del programa de auditoría (apartado 5.2, UNE-EN-ISO 19011:2012) 27
3.2. El programa de auditoría (apartado 5.3, UNE-EN-ISO 19011:2012) 28
3.2.1. Funciones y responsabilidades de la persona responsable de la gestión del programa de auditoría (apartado 5.3.1, UNE-… 28
3.2.2. Competencia de la persona responsable de la gestión del programa de auditoría (apartado 5.3.2, UNE-EN-ISO 19011:2012) 29
3.2.3. Determinación del alcance del programa de auditoría (apartado 5.3.3, UNE-EN-ISO 19011:2012) 29
3.2.4. Identificación y evaluación de los riesgos relacionados con el programa de auditoría (apartado 5.3.4, UNE-EN-ISO 190… 30
3.2.5. Establecimiento de procedimientos para el programa de auditoría (apartado 5.3.5, UNE-EN-ISO 19011:2012) 30
3.2.6. Identificación de los recursos del programa de auditoría (apartado 5.3.6, UNE-EN-ISO 19011: 2012) 31
IV. Consideraciones relativas a la programación de auditorías 31
V. Resumen 35
Lectura obligatoria 35
Recursos 36
Enlaces de Interés 36
Bibliografía 36
Glosario. 37
UNE-EN ISO 19011:2012. El proceso de auditoría 38
I. Introducción 38
II. Objetivos 38
III. Fases y etapas del proceso auditoría 38
3.1. Fase 1. Inicio de la auditoría (apartado 6.2, UNE-EN-ISO 19011: 2012) 38

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3.1.1. Contacto inicial con el auditado (apartado 6.2.2, UNE-EN-ISO 19011:2012) 38
3.1.2. Determinación de la viabilidad de la auditoría (apartado 6.2.3, UNE-EN-ISO 19011:2012) 39
3.2. Fase 2. Preparación de las actividades de auditoría (apartado 6.3, UNE-EN-ISO 19011:2012) 40
3.2.1. Revisión de la documentación (apartado 6.3.1, UNE-EN-ISO 19011: 2012) 40
3.2.2. Preparación del plan de auditoría (apartado 6.3.2, UNE-EN-ISO 19011:2012) 40
3.2.3. Asignación de las tareas al equipo auditor (apartado 6.3.3, UNE-EN-ISO 19011:2012) 43
3.2.4. Preparación de los documentos de trabajo (apartado 6.3.4, UNE-EN-ISO 19011:2012) 43
IV. Los documentos de trabajo en la auditoría 44
4.1. Listas de comprobación 45
4.2. Formularios 48
V. Resumen 48
Lectura obligatoria 49
Ejercicios 50
Caso práctico 50
Se pide 50
Solución 50
Recursos 53
Enlaces de Interés 53
Bibliografía 53
Glosario. 54
UNE-EN ISO 19011:2012. Realización de las actividades de auditoría 55
I. Introducción 55
II. Objetivos 55
III. Ejecución de las actividades de auditoría 55
3.1. Fase 3 de la auditoría. Ejecución de las actividades de auditoría (apartado 6.4, UNE-EN-ISO 19011:2012) 55
3.1.1. Reunión de apertura (apartado 6.4.2, UNE-EN-ISO 1901:2012) 56
3.1.2. Revisión de la documentación durante la auditoría (apartado 6.4.3, UNE-EN-ISO 19011:2012) 57
3.1.3. Comunicación durante la auditoría (apartado 6.4.4, UNE-EN-ISO 19011: 2012) 58
3.1.4. Asignación de funciones y responsabilidades de los guías y observadores (apartado 6.4.5, UNE-EN-ISO 19011:2012) 58
3.1.5. Recopilación y verificación de la información (apartado 6.4.6, UNE-EN-ISO 19011:2012) 58
3.1.6. Generación de los hallazgos de auditoría (apartado 6.4.7, UNE-EN-ISO 19011:2012) 62
3.1.7. Preparación de las conclusiones de auditoría (apartado 6.4.8, UNE-EN-ISO 19011:2012) 62
3.1.8. Reunión de cierre (apartado 6.4.9, UNE-EN-ISO 19011:2012) 63
3.2. Fase 4. Preparación y distribución del informe de auditoría (apartado 6.5, UNE-EN-ISO 19011:2012) 64
3.2.1. Preparación del informe de auditoría (apartado 6.5.1, UNE-EN-ISO 19011: 2012) 64
3.2.2. Distribución del informe de auditoría (apartado 6.5.2, UNE-EN-ISO 19011:2012) 64
3.3. Fase 5. Finalización de la auditoría (apartado 6.6, UNE- EN-ISO 19011:2012) 64
3.4. Fase 6. Seguimiento de la auditoría (apartado 6.7, UNE- EN-ISO 19011:2012) 65
IV. Resumen 65
Lectura obligatoria 65
Ejercicios 66
Caso práctico 66
Se pide 66
Solución 66
Recursos 68
Enlaces de Interés 68
Bibliografía 68
UNE-EN ISO 19011:2012. El informe de auditoría 70
I. Introducción 70
II. Objetivos 70

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III. Finalidad del informe de auditoría 70
IV. Plazo para la preparación del informe de auditoría 71
V. Responsabilidades en la elaboración del informe de auditoría 72
VI. Preparación del informe de auditoría (apartado 6.5.1, UNE-EN-ISO 19011:2012) 72
6.1. Objetivo y alcance de la auditoría 73
6.2. Detalle del plan de auditoría 73
6.3. Criterio de auditoría 74
6.4. Hallazgos de auditoría considerados no conformidades 74
6.5. Lista de distribución del informe de auditoría 74
VII. Distribución del informe de auditoría (apartado 6.5.2, UNE-EN-ISO 19011:2012) 75
VIII. Retención y utilización de informe de auditoría 77
IX. Confidencialidad 79
X. Resumen 80
Recursos 82
Enlaces de Interés 82
Bibliografía 82
Glosario. 83
UNE-EN ISO 19011:2012. Seguimiento de la auditoría 84
I. Introducción 84
II. Objetivos 84
III. Repetición de auditorías. Auditoría extraordinaria 84
3.1. Repetición programada de auditorías 84
3.2. Auditorías extraordinarias 86
3.3. Repetición no programada de auditorías 89
IV. Plan de acciones correctivas 89
4.1. La acción correctiva y las partes implicadas en el proceso 90
4.2. La acción correctiva y el equipo auditor 90
4.2.1. Planificación: definición de las acciones correctivas 91
V. Seguimiento: implementación y eficacia de las acciones correctivas 92
VI. Resumen 93
Ejercicios 95
Caso práctico 95
Se pide 95
Solución 95
Recursos 97
Enlaces de Interés 97
Bibliografía 97
Economía de la prevención de riesgos laborales 99
I. Introducción 99
II. Objetivos 99
III. Aspectos económicos de la prevención de riesgos laborales 99
3.1. El gasto en prevención. Los costes para la empresa 101
3.2. El coste de los accidentes laborales 101
IV. Economía de la prevención: justificación de acciones correctivas 104
V. Resumen 107
Lecturas obligatorias 107
Ejercicios 109
Caso práctico 109
Recursos 110
Enlaces de Interés 110

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Bibliografía 110
Glosario. 110
Prevención de riesgos laborales en el sector de la construcción 112
I. Introducción 112
II. Objetivos 112
III. Obras en construcción 112
IV. Riesgos y medidas preventivas en la construcción 113
4.1. Condiciones generales de implantación 113
4.1.1. Trabajos en la vía pública. Métodos para definir la señalización 114
4.1.2. Señalización externa de la obra 114
4.1.3. Implantación de obra e instalaciones provisionales 115
4.1.4. Señalización de seguridad en obras 120
V. Protección colectiva en obras de construcción 120
5.1. Normativa 121
5.2. Protecciones colectivas en la construcción 121
VI. EPI utilizados en construcción 122
VII. Resumen 125
Lectura obligatoria 125
Ejercicios 127
Caso práctico 127
Se pide 127
Solución 127
Recursos 129
Enlaces de Interés 129
Bibliografía 129
Glosario. 130
Prevención de riesgos laborales en el sector de las industrias extractivas y sector del transporte 131
I. Introducción 131
II. Objetivos 131
III. Riesgos relacionados con la seguridad en los distintos tipos de minas 131
3.1. Minería de carbón 131
3.2. Minería no energética 134
3.3. Riesgos en las actividades mineras de exterior 134
IV. Sector del transporte 136
4.1. Características del sector 136
4.2. Riesgos del sector 137
4.3. Principales medidas preventivas 138
4.4. Sistema de seguridad activa 139
4.5. Seguridad pasiva 139
V. Transporte de mercancías peligrosas 139
5.1. Clasificación de las mercancías 140
5.2. Documentos necesarios para el transporte de mercancías peligrosas 140
VI. Resumen 141
Lecturas obligatorias 141
Ejercicios 142
Caso práctico 142
Se pide 142
Solución 142
Recursos 144
Enlaces de Interés 144

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Bibliografía 144
Glosario. 145
Prevención de riesgos laborales en el sector pesquero y sector agrícola 146
I. Introducción 146
II. Objetivos 146
III. Disposiciones mínimas de seguridad y salud en buques de pesca 146
3.1. Navegabilidad y estabilidad 147
3.2. Instalación mecánica y eléctrica 147
3.3. Instalación de radiocomunicaciones 148
3.4. Vías y salidas de emergencia 148
3.5. Detección y lucha contra incendios 149
3.6. Ventilación de los lugares de trabajo cerrados 149
3.7. Temperatura de los locales 149
3.8. Iluminación natural y artificial de los lugares de trabajo 150
3.9. Suelos, mamparos y techos 150
3.10. Puertas 150
3.11. Vías de circulación y zonas peligrosas 150
3.12. Disposición de los lugares de trabajo 151
3.13. Alojamientos de los trabajadores 152
3.14. Instalaciones sanitarias 153
3.15. Primeros auxilios 153
3.16. Escalas y pasarelas de embarque 153
3.17. Exposición a ruido 153
IV. Agricultura 153
4.1. Prevención de riesgos en maquinaria agrícola 155
4.1.1. Peligros mecánicos 155
4.2. Riesgos 155
4.3. Medidas de seguridad en maquinaría agrícola 156
V. Resumen 157
Lecturas obligatorias 158
Ejercicios 160
Caso práctico 160
Se pide 160
Solución 160
Recursos 162
Enlaces de Interés 162
Bibliografía 162
Glosario. 162
Repaso final 164
Resumen 164
Ejercicios 166
Caso práctico 166
Solución 167
Evaluación final de módulo 171
Instrucciones evaluación final del módulo 171
Caso práctico 171
Se pide 172
Cuestionario tipo test 172

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Introducción
El concepto de auditoría de sistemas de gestión de la prevención es un concepto que se incluye en la
legislación española en materia de seguridad y salud laboral, prácticamente único también en la
normativa de la Unión Europea. El legislador español ha entendido que el control de la gestión de la
prevención debe hacerse en un doble sentido, a través de la Administración Pública (inspecciones) y a
través de empresas de carácter privado (auditorías). La auditoría se configura como una herramienta a
disposición de las empresas para evaluar su sistema de prevención, con el objetivo de identificar
aspectos de mejora y para conocer el estado de implantación y eficacia del sistema de gestión de la
seguridad y salud en el trabajo.

A lo largo de este módulo conoceremos los distintos tipos de auditorías, así como los pasos necesarios
para realizar una auditoría de sistemas de gestión de la seguridad y la salud laboral.

Como cualquier otra actividad de la empresa, la prevención de riesgos laborales genera una serie de
costes económicos, los cuales se destinan al mantenimiento de su sistema de prevención de riesgos
laborales. Estos costes incluyen desde las pérdidas generadas tras un accidente o los salarios de los
recursos humanos asignados a la gestión de la actividad preventiva hasta los costes de la formación e
información en prevención o el importe de los sistemas de protección. Para una correcta gestión
económica deberemos conocer y saber identificar los gastos derivados de la gestión de la PRL.

En la actualidad, el sector de la construcción, así como el sector primario y el transporte, sufren un


gran impacto en la siniestralidad laboral debido a las características específicas de cada sector. Por ello,
la legislación nacional recoge reglamentación propia en muchos de estos sectores, lo que nos da una idea
de la importancia que tiene una correcta protección de la seguridad de los trabajadores. Para garantizar
esta protección, es necesario conocer en profundidad dichos sectores para poder identificar los riesgos
asociados a sus actividades e implementar las medidas preventivas más adecuadas.

Objetivos

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Conocer la norma UNE-EN ISO 19011:2012 como guía para las auditorías de los
sistemas de gestión.
Conocer en qué consiste el proceso de auditoría.
Saber realizar una auditoría y conocer las técnicas necesarias.
Conocer los aspectos económicos que deben estar presentes dentro de la gestión de la
prevención de riesgos laborales en la empresa.
Conocer en profundidad los riesgos inherentes al sector de la construcción y las
medidas preventivas para minimizarlos.
Conocer los riesgos del sector de la minería y las particularidades de los diferentes
tipos de minas.
Conocer los riesgos del sector del transporte y las medidas preventivas asociadas a los
conductores y a los sistemas de seguridad de los propios vehículos.
Conocer los riesgos del sector pesquero y los requisitos que deben cumplir los buques
de pesca en materia de seguridad.
Conocer los riesgos y medidas preventivas del sector agrícola.

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UNE-EN ISO 19011:2012. Características de la
auditoría

I. Introducción
La auditoría se configura como una herramienta de gestión para evaluar la eficacia del sistema de
gestión implementado. Por lo tanto, y como determina el Reglamento de los Servicios de Prevención,
debe incluir una evaluación sistemática, documentada y objetiva de la eficacia del sistema de
prevención. En la norma que fija las directrices para las auditorías (UNE-EN-ISO 19011:2012)
encontramos la siguiente definición: “Proceso sistemático, independiente y documentado para obtener
evidencias de la auditoría y evaluarlas de manera objetiva con el fin de determinar la extensión en que se
cumplen los criterios de auditoría”.

Para ahondar más en las características de las auditorías, es necesario establecer la posible tipología de
las mismas. Además, es importante establecer las cualidades ideales que debe poseer el auditor, así como
las posibles responsabilidades que afectan o pueden afectar a los auditores en el desempeño de su
profesión.

II. Objetivos

Saber distinguir los distintos tipos de auditorías.


Definir los conocimientos y habilidades que debe desarrollar un auditor.
Proporcionar una visión de las responsabilidades de un auditor.

III. Tipos de auditoría


Pueden encontrarse muchos criterios para definir los distintos tipos de auditoría. Es frecuente
establecer una clasificación atendiendo a los siguientes aspectos:

En función de qué se audita.


En función de quién audita.
Según el alcance de la auditoría.
En función de la periodicidad de las auditorías.
Según el motivo de la auditoría.
Según su programa direccional.

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Estas clasificaciones pueden combinarse entre sí, de modo que nos podemos encontrar con una
auditoría que puede ser anual, interna y con un alcance parcial del sistema, es decir, puede englobarse en
varios grupos a la vez. En todo caso, a continuación se desarrollan los posibles tipos de auditorías.

3.1. Según qué se audita

Para planificar una auditoría es fundamental determinar con exactitud qué se va a auditar. Nos
podemos encontrar tres tipos de auditoría en función de qué se va a auditar:

Auditoría legal: aquella que tiene como objetivo cumplir con la obligación contenida en el
artículo 30.6 de la LPRL. En este sentido, la auditoría ha de incluir una evaluación sistemática,
documentada y objetiva de la eficacia del sistema de prevención y comprobar:

Cómo se ha realizado la evaluación inicial y periódica de los riesgos.


Que el tipo y planificación de las actividades preventivas se ajusta a lo dispuesto en
la normativa general y específica.
Que los procedimientos y los medios requeridos para realizar las actividades
preventivas son adecuados.

Auditoría de procesos: en este caso la auditoría se centra en un determinado proceso en el que


se han observado disfunciones o problemas. Por lo tanto, la auditoría de procesos es un
examen detallado que se aplica a un determinado procedimiento o parte del sistema afectado.
Auditoría del sistema conforme a una norma: aquí se trata de la implantación de un sistema
conforme a normas ya establecidas por un organismo de normalización. En relación con la
prevención de riesgos laborales, se puede realizar una auditoría de prevención de acuerdo con
la norma ISO 45001.

3.2. Según quién audita


En este caso, el criterio que va a diferenciar los tipos de auditoría viene determinado por la
procedencia de la persona o equipo de personas que va a realizar la auditoría. Por ello, según quién
audita nos podemos encontrar con tres tipos fundamentales:

Auditorías internas o de “primera parte”: son aquellas realizadas como consecuencia de


una necesidad interna de la organización, con el fin de evaluar internamente el grado de
adecuación del sistema de gestión de la prevención. Los auditores que realizan estas auditorías
suelen ser personal propio de la compañía que, como una de sus funciones, desarrollan una
labor auditora.

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Auditorías de “segunda parte”: se considera auditoría de segunda parte cuando el cliente de
la auditoría y el auditado no coinciden, pero mantienen una relación comercial, es decir, la
auditoría de segunda parte se realiza para el cliente, o en su nombre.
La finalidad de estas auditorías se centra en realizar una evaluación del proveedor para cumplir
los requisitos contractuales para el producto que se va a comprar o verificar.
Auditorías externas o de “tercera parte”: en este caso, se contrata otra empresa para que
refrende el sistema de gestión (por ejemplo, para obtener un certificado o para superar un
requisito legal). Es esa empresa externa la que lleva a cabo de forma independiente la
auditoría, para poder dar la conformidad de funcionamiento del sistema de gestión solicitada
por la empresa. Un claro ejemplo es la auditoría legal establecida por la legislación de
prevención de riesgos laborales o una auditoría de certificación del sistema de gestión.

3.3. Según el alcance de la auditoría


Según el alcance de la auditoría, podemos encontrar dos tipos:

Auditorías parciales: auditorías que tengan un alcance limitado, como puede ser de partes del
sistema de gestión de la prevención, solo determinados centros de la organización o solo
determinadas actividades o procesos. Se trata de obtener información sobre el estado o grado
de cumplimiento de una parte del sistema de gestión o de una parte de la empresa.
Auditorías completas: en este caso el grado de información que se necesita alcanza a la
totalidad de la organización y del sistema de gestión. Por ejemplo, la auditoría legal (salvo que
la autoridad laboral haya requerido una auditoría parcial) se circunscribe a este tipo, pues va a
ser una auditoría que afecte a todos los procesos, partes de la empresa, actividades y centros de
trabajo.

3.4. En función de cuándo se audita

No siempre las auditorías se planean temporalmente con exactitud, por ello podemos diferenciar entre
dos tipos de auditorías:

Auditorías programadas: aquellas en las que el propio sistema se impone como herramienta
de verificación y control. En el caso de la legislación en materia de PRL, las auditorías legales
realizadas cada dos o cuatro años son auditorías que pueden considerarse programadas. Otro
ejemplo pueden ser las auditorías internas para verificar el cumplimiento de los requisitos de la
ISO 45001.
Auditorías extraordinarias: en determinados casos puede ser necesario realizar auditorías
fuera de programación (siniestro grave, cambios productivos o textos legales, etc.).

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3.5. Según el motivo de la auditoría

También se puede hacer una clasificación atendiendo a la causa que ha motivado la propia auditoría.

Auditoría legal: auditoría motivada por una obligación legal. Es un deber que emana de un
precepto legal y que debe ejecutarse a través de la contratación de los servicios de una auditora
debidamente autorizada.
Auditoría voluntaria: en este caso la causa que motiva la ejecución de la auditoría es la
inquietud del gestor del sistema por conocer la eficacia de su sistema preventivo y así
mejorarlo.

3.6. Según su programa direccional


Auditorías horizontales: implican un detallado examen de uno o varios elementos del sistema
de gestión, tales como formación del personal, evaluación de riesgos, equipos de medida y
ensayo, etc.
Auditorías verticales: se selecciona al azar un número representativo de ensayos, productos o
servicios recientes de la organización. Para cada caso se analizarán todos los procesos
relacionados con él, desde la definición de los requisitos, planificación y control de
actividades, hasta la obtención del resultado final.

IV. Características del auditor


Llevar a cabo una auditoría exige una serie de conocimientos y aptitudes de la persona o equipo de
personas que vayan a realizarla. Además, el auditor debe mantener actitudes y habilidades muy
particulares que van a determinar la subjetiva línea que separa el buen del mal auditor.

La auditoría deben realizarla personas o entidades especializadas que cuenten con la autorización de la
autoridad laboral competente del lugar donde radiquen sus instalaciones principales, previa solicitud ante
la misma.

Para ejercer funciones de auditor de sistemas de prevención es preciso contar con una titulación
universitaria oficial y poseer una formación mínima acreditada por una universidad con el contenido
especificado en el programa al que se refiere el Anexo VI del RD 39/97, cuyo desarrollo tendrá una
duración no inferior a seiscientas horas y una distribución horaria adecuada a cada proyecto formativo,
respetando la establecida en el anexo. Las funciones dentro de la auditoría equivaldrán a las contenidas
en el Reglamento de los Servicios de Prevención.

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El auditor, para mantener su capacidad profesional, debe actualizar de manera permanente sus
conocimientos, tanto en el aspecto técnico como en cuanto a sus conocimientos generales sobre
auditorías de los sistemas de prevención.

El perfeccionamiento técnico y la capacidad profesional incluyen una continua actualización en las


posibles innovaciones, tanto en la gestión de prevención de riesgos laborales como en las técnicas de
prevención. En consecuencia, el auditor debe mantenerse actualizado y estudiar, comprender y aplicar
las nuevas disposiciones sobre seguridad y salud y procedimientos de auditoría.

Las personas que hayan de realizar esta función han de ser personas abiertas, maduras, poseer
sentido común, capacidad de análisis, tenacidad, aptitud para percibir situaciones de forma realista,
comprender operaciones complejas desde un punto de vista general, así como comprender la función
de elementos individuales en el seno del conjunto de una organización.

El auditor deberá ser capaz de utilizar estas cualidades para:

Obtener y evaluar honestamente las evidencias objetivas.


Mantenerse en el marco del objeto de la auditoría sin temores ni tratos de favor.
Tener las cualidades personales de organización necesarias para la eficacia del
funcionamiento de la auditoría.
Tratar al personal auditado de forma que se alcance lo mejor posible de la auditoría.
Adaptarse correctamente a los usos y costumbres de la zona geográfica en la que se
está realizando la auditoría.
Realizar la auditoría sin desviaciones provocadas por la falta de atención.
Prestar toda su atención y un apoyo total al proceso de la auditoría.
Reaccionar eficazmente en situaciones difíciles.
Llegar a conclusiones generalmente aceptables basadas en las observaciones
realizadas durante la auditoría.
Permanecer firme en sus conclusiones cuando se ejerce presión para hacer en ellas
modificaciones que no están fundadas en pruebas tangibles.

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El auditor de sistemas de prevención, durante su actuación profesional, mantendrá una posición de


absoluta integridad, objetividad e independencia.

L a integridad debe entenderse como la rectitud intachable en el ejercicio profesional, que le


obliga, en el ejercicio de su profesión, a ser honesto y sincero en el desarrollo de su trabajo y en la
emisión de su informe. En consecuencia, todas y cada una de las funciones que ha de ejercer han de
estar presididas por una honradez profesional irreprochable.

La objetividad implica mantener una actitud imparcial en todas sus funciones. Para ello, el auditor
deberá gozar de una total independencia en sus relaciones con la entidad auditada. Debe ser justo y
no permitir ningún tipo de influencia o prejuicio.

Para ser y parecer independiente, el auditor no debe estar integrado en el servicio de prevención
ajeno de la empresa auditada, tener relaciones financieras con la entidad auditada, tener intereses
ajenos a los profesionales, ni estar sujeto a influencias susceptibles de comprometer tanto la solución
objetiva de los problemas que puedan ser sometidos a su consideración como la libertad de expresar
su opinión profesional.

El auditor de sistemas, en la ejecución de su trabajo y en la emisión de su informe, actuará con la


debida diligencia profesional. La debida diligencia profesional impone, a cada persona de la
organización del auditor, la responsabilidad del cumplimiento de las normas en la ejecución del
trabajo y en la emisión del informe.

El auditor, cuando lo considere necesario, podrá obtener asesoramiento de otros profesionales en


materias especializadas y tendrá que poner el debido cuidado profesional en su selección y consulta,
previa autorización de la entidad auditada. Si la entidad no otorgase la autorización y la materia fuese
importante, el auditor deberá hacer constar la salvedad en su informe y, en su caso, denegar la
opinión.

En cuanto a las actitudes del auditor, pueden establecerse una serie de recomendaciones que tener
en cuenta en razón de su trabajo. Normalmente, el auditor es visto desde la empresa como una
persona que genera cierto malestar por irrumpir en el normal desarrollo de la misma. Por ello, la
actitud del auditor frente al auditado es fundamental para llevar a buen puerto la misma. En ese
sentido debe esforzarse en:

Recordar que la auditoría es, en todo momento, un acontecimiento importante para el


auditado.
Mostrar una actitud serena y relajada en todo momento, procurando transmitirla al auditado.
Demostrar interés en todo lo que se le comunique, aunque a efectos de la auditoría no lo
tenga.

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Relajar al auditado cuando vea que se está poniendo nervioso. Muchas personas no están
acostumbradas a ser supervisadas.
Hablar de forma clara y sencilla para que se le entienda.
Dirigirse a las personas que puedan dar una mejor información y no solo a los jefes por el
hecho de serlo.
Entender que los entrevistados no se encuentran cómodos respondiendo preguntas delante
de sus superiores, pues las respuestas van dirigidas a ellos y no al auditor.
No desprestigiar al entrevistado delante de sus compañeros, inferiores o superiores.
Adoptar, en todo momento, una actitud investigadora.

En la siguiente tabla se recogen algunas de las características que serían esperables y no esperables en
todo auditor.

Esperable No esperable

Metódico Desordenado

Diplomático Polémico

Analítico Irreflexivo

Honesto Deshonesto

Profesional Incompetente

Paciente Impaciente

Objetivo Subjetivo

Constante Inconstante

Trabajador Perezoso

V. Responsabilidades legales del auditor

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En cuanto a las responsabilidades legales del auditor de sistemas de prevención, podemos afirmar que
su regulación no es específica, salvo lo que concierne a las responsabilidades administrativas. Así, para
la definición de las responsabilidades derivadas de la actividad de auditoría de sistemas de prevención,
hay que tener en cuenta las definidas para las demás profesiones liberales y, en concreto, para la auditoría
de cuentas.

Al ser la auditoría de cuentas la más antigua, y por ende la más reglada, hemos de tomar como
referencia tanto la legislación existente al respecto como la jurisprudencia y la doctrina.

La actividad del auditor de sistemas de prevención está sujeta a tres tipos de responsabilidades legales:

Las responsabilidades penales vienen dadas por los delitos tipificados en el Código Penal (CP) y no
hay ningún delito específico para la actividad del auditor de sistemas.

Así, los delitos en que pudiera estar incurso el auditor en el ejercicio de su profesión son:

Obstrucción a la justicia: art. 463 del CP.


Encubrimiento: art. 451 del CP.
Falso testimonio: arts. 459 y 460 del CP.
Falsedad documental: arts. 390 y 392 del CP.
Abuso de información: arts. 1992, 279 y 286 del CP.

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La responsabilidad civil viene dada por el tipo de relación que une a las partes en la auditoría del
sistema de prevención.

Teniendo en cuenta que la doctrina jurídica, en el caso de la auditoría de cuentas, ha clasificado la


relación entre el auditor y el auditado como un contrato de prestación de servicios, la responsabilidad
civil es aquella derivada de los daños y perjuicios causados por el auditor en su actividad profesional.

Tal y como indica el art. 1101 del Código Civil: “quedan sujetos a la indemnización de los daños y
perjuicios causados, los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o
morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquellas”.

Asimismo, el art. 1902 del Código Civil establece que: “el que por acción u omisión causa daño a
otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.

La ley de prevención de riesgos laborales establece que el empresario debe someter su sistema de
prevención a auditoría. En esta ley solo se concretan las responsabilidades administrativas en las que
incurre el empresario en caso de no realizar la auditoría del sistema de prevención (responsabilidades
administrativas extraídas con posterioridad y refundidas por el Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4
de agosto, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Infracciones y Sanciones del Orden
Social LISOS, y de la ley 3/2012, de 6 de julio, de medidas urgentes para la reforma del mercado
laboral).

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Anotación: Infracciones graves

La ley de infracciones y sanciones (LISOS) dedica, de forma expresa, su sección 2.ª a


“Infracciones en materia de Prevención de Riesgos Laborales”. En esta sección se consideran
infracciones graves:

No integrar la prevención de riesgos laborales en la empresa a través de la


implantación y aplicación de un plan de prevención con el alcance y contenido
establecidos en la normativa de prevención de riesgos laborales.
No realizar la auditoría.

Asimismo, se establece que, en las sanciones por infracciones en materia de prevención de riesgos
laborales, a efectos de su graduación, se tendrán en cuenta los siguientes criterios:

La peligrosidad de las actividades desarrolladas en la empresa o centros de trabajo.

El carácter permanente o transitorio de los riesgos inherentes a dichas actividades.

La gravedad de los daños producidos o que hubieran podido producirse por la ausencia o deficiencia
de las medidas preventivas necesarias.

El número de trabajadores afectados.

Las medidas de protección individual o colectiva adoptadas por el empresario y las instrucciones
impartidas por este en orden a la prevención de los riesgos.

El incumplimiento de las advertencias o requerimientos previos a que se refiere el artículo 43 de la Le


y 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, modificado por la ley 53/3001.

La inobservancia de las propuestas realizadas por los servicios de prevención, los delegados de
prevención o el comité de seguridad y salud de la empresa para la corrección de las deficiencias
legales existentes.

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La conducta general seguida por el empresario en orden a la estricta observancia de las normas en
materia de prevención de riesgos laborales.

VI. Resumen

Las auditorías de sistemas de gestión pueden clasificarse siguiendo distintos criterios:

En función de qué se audita.


En función de quién audita.
Según el alcance de la auditoría.
En función de cuándo se audita.
Según el motivo de la auditoría.
Según su programa direccional.

El auditor, en el ejercicio de su profesión, debe reunir una serie de capacidades,


conocimientos y aptitudes como:

Conocimientos en materia de prevención de riesgos laborales.


Integridad.
Objetividad.
Independencia.
Diligencia profesional.
Debido cuidado profesional.

En el ejercicio de su profesión, el auditor de sistemas de gestión de la prevención está


sometido a responsabilidades de carácter:

Penal.
Civil.
Administrativo.

Lectura obligatoria

AUDELCO. Fundación Confemetal. “La auditoría reglamentaria del sistema de prevención” (


cap. 1 en: Auditoría de los sistemas de prevención de riesgos laborales ).

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Ejercicios

Caso práctico
Carlos es un empresario dueño de una empresa dedicada a la fabricación de materiales de
construcción. Su empresa dispone de dos centros de trabajo, uno en el que se desarrollan actividades
administrativas y otro en el que se aloja el proceso productivo.

A Carlos le ha sugerido uno de sus clientes que, de cara a mejorar la imagen de la empresa y tener un
mayor control sobre los aspectos relacionados con la seguridad y salud de los trabajadores, implante un
sistema de gestión según la nueva norma ISO 45001. A Carlos le parece buena la idea y se pone a
recopilar información sobre cómo tiene que hacer para poder implantar la norma.

Una vez la tiene implantada en su centro de trabajo en el que lleva a cabo las actividades productivas,
se pone en contacto con la empresa NewOH&S S.L, que está acreditada por ENAC para poder certificar
sistemas de gestión de la seguridad y salud en el trabajo y solicita una auditoría.

El día de la auditoría, NewOH&S S.L envía a Héctor al centro de producción para hacer la evaluación
del sistema de gestión. Héctor es una persona que conoce bien el proceso productivo y los requisitos de
la norma ISO 45001. En las instalaciones le está esperando Antonio, jefe de producción y persona que va
a estar junto con Héctor durante toda la auditoría.

Finalmente, tras un largo día de trabajo, termina la auditoría satisfactoriamente para Carlos, ya que
consigue la finalidad por la que solicitó la auditoría.

Se pide
Para familiarizarlos con la terminología de la auditoría, según la información facilitada en el texto,
responder a las siguientes preguntas relacionadas con la auditoría:

¿Qué tipo de auditoría se lleva a cabo?


¿Quién es el cliente de la auditoría?
¿Quién es el auditado?
¿Cuál es el alcance de la auditoría?
¿Cuál es el objetivo de la auditoría?
¿Quién es el auditor?
¿Cuál es el criterio de auditoría?

Solución

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¿Qué tipo de auditoría se lleva a cabo?

La auditoría que se realiza se trata de una auditoría voluntaria, de certificación o de tercera parte.
Ya que se certifica una norma (la ISO 45001) que no es de obligado cumplimiento y que, para obtener
este certificado, es necesario que la auditoría la lleve a cabo una persona externa a la entidad que
trabaje en una entidad de certificación.

¿Quién es el cliente de la auditoría?

El cliente de la auditoria es Carlos, ya que es el que solicita la auditoría a la entidad de certificación


NewOH&S S.L.

¿Quién es el auditado?

El auditado es la empresa de Carlos, y Antonio es el representarte del cliente de la auditoría como


responsable del centro productivo de la empresa.

¿Cuál es el alcance de la auditoría?

El alcance de la auditoría son todos los procesos llevados a cabo en las instalaciones del centro
productivo de la empresa de fabricación de materiales de construcción. El alcance corresponde con lo
que se quiere certificar, por lo es el centro de trabajo de producción.

¿Cuál es el objetivo de la auditoría?

El objetivo de la auditoría es evaluar el grado de implantación del sistema de gestión de la


seguridad y salud en el trabajo del centro de trabajo de producción para obtener la certificación en la
norma ISO 45001.

¿Quién es el auditor?

El auditor es Héctor, auditor de la empresa NewOH&S S.L.

¿Cuál es el criterio de auditoría?

El criterio de auditoría es la norma ISO 45001, ya que son los requisitos de esta norma los que se
van a evaluar para determinar el grado de implantación del sistema de gestión.

22/172
Recursos

Enlaces de Interés
http://www.aenor.es/aenor/certificacion/procesos/proceso_certificacion_aenor.asp#.WjwI60tG0
o9:
http://www.minetad.gob.es/industria/es-ES/Servicios/calidad/Paginas/legislacion-basica.aspx?
Faq=Normalizaci%C3%B3n:
https://reader.bluebottlebiz.com/auditoria-de-los-sistemas-de-prevencion-de-riesgos-laborales/r
ead: AUDELCO. Fundación Confemetal. "La auditoría reglamentaria del sistema de
prevención" (cap. 1 en: Auditoría de los sistemas de prevención de riesgos laborales).

Bibliografía
Guía para la auditoría de los sistemas de gestión de la prevención de riesgos laborales. :
DE SALAS C, ARRIAGA E Y PLA E. Madrid: Ediciones Díez Santos; 2006.
INSHT. Criterios del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo para la
realización de las auditorías del sistema de prevención de riesgos laborales reguladas en
el C:
LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. BOE n.º 269
(10/11/1995). :
Manual de Auditoría de Prevención de Riesgos Laborales. : CONFEDERACIÓN
GRANADINA DE EMPRESARIOS. Noviembre 2008.
Manual de prevención de riesgos laborales en las Administraciones Públicas. :
BARCELÓN COBEDO et al. Madrid: Instituto Nacional de Administración Pública; 2012.
OIT. Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo de la Organización Internacional
del Trabajo. : Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Subdirección General de
Publicaciones; 2003.
ORDEN ESS/2259/2015, de 22 de octubre, por la que se modifica la Orden
TIN/2504/2010, de 20 de septiembre, por la que se desarrolla el Real Decreto 39/1997, de
17 de enero, por el que se aprueba el Re:
ORDEN TIN/2504/2010, de 20 de septiembre, por la que se desarrolla el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención, en lo referido a:
OSALAN. Manual para la auditoría reglamentaria de prevención de riesgos laborales. :
Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, 2008.
REAL DECRETO 337/2010, de 19 de marzo, por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención; el Real Decreto 1109/:
REAL DECRETO 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los
Servicios de Prevención. BOE n.º 27 (31/01/1997). :

23/172
REAL DECRETO 604/2006, de 19 de mayo, por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención, y el Real Decreto 1627:
REAL DECRETO LEGISLATIVO 5/2000, de 4 de agosto, por el que se aprueba el Texto
Refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social.
BOE n.º 189 (08/08/2000). :
UNE-EN ISO 19011:2012. Directrices para la auditoría de los sistemas de gestión.
AENOR. Marzo 2012. :

Glosario.

Alcance de la auditoría: Extensión y límites de una auditoría.

Auditado: Organización que es auditada.

Auditor: Persona que lleva a cabo una auditoría.

Auditoría: Proceso sistemático, independiente y documentado para obtener evidencias de la


auditoría y evaluarlas de manera objetiva con el fin de determinar el grado en que se cumplen
los criterios de auditoría.

Certificación: Acción llevada a cabo por una entidad independiente de las partes interesadas
mediante la que se manifiesta que una organización, producto, proceso o servicio, cumple los
requisitos definidos en unas normas o especificaciones técnicas.

Cliente de la auditoría: Organización o persona que solicita una auditoría.

Conformidad: Cumplimiento de un requisito.

Criterio de auditoría: Conjunto de políticas, procedimientos o requisitos usados como


referencia frente a la cual se compara la evidencia de la auditoría.

Eficacia: Grado en que se realizan las actividades planificadas y se alcanzan los resultados
planificados.

ISO: Organización Internacional de Normalización.

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Normalización: Proceso por el que se elaboran normas estandarizadas. Una norma se define
como “la especificación técnica de aplicación repetitiva o continuada cuya observancia no es
obligatoria, establecida con participación de todas las partes interesadas, que aprueba un
organismo reconocido, a nivel nacional o internacional, por su actividad normativa”.

Sistema de gestión: Sistema para establecer la política y los objetivos y para lograr dichos
objetivos.

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UNE-EN ISO 19011:2012. Planificación y
programación de auditorías

I. Introducción
Con el objetivo de lograr una correcta planificación de las auditorías y, de esta manera, garantizar el
éxito de las mismas y minimizar los riesgos, es fundamental elaborar una correcta programación a través
del programa de auditorías.

El programa de auditorías permite definir los aspectos básicos de cada auditoría individual que se va a
realizar durante un periodo de tiempo, tales como los objetivos, el alcance, criterios o métodos de la
auditoría.

Para diseñar un programa de auditorías debemos basarnos en el tamaño, la naturaleza y la complejidad


de los procesos de la organización que se audita. Estos factores resultan determinantes para la asignación
de los recursos del programa de auditorías, cuya correcta definición hará que la ejecución posterior del
programa sea óptima.

II. Objetivos

Saber cómo se diseña un programa de auditorías y qué contenido debe incluir.


Definir las funciones, responsabilidades y competencias del responsable del programa
de auditorías.
Conocer la importancia de la elaboración de un programa de auditorías.

III. Programación de auditorías

La norma UNE-EN-ISO 19011:2012 define el programa de auditoría como los “detalles


acordados para un conjunto de una o más auditorías planificadas para un periodo de tiempo
determinado y dirigidas hacia un propósito específico”.

Posteriormente, para cada una de las auditorías incluidas en el programa habrá que establecer un plan
de auditoría.

El programa de auditoría puede incluir auditorías que tengan en cuenta una o más normas de sistemas
de gestión, ya sea por separado o en combinación.

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La norma establece también que la alta gerencia debería asegurar que los objetivos del programa de
auditoría se hayan establecido y asignar una o más personas competentes para gestionar el programa de
auditoría. El alcance de un programa de auditoría debería estar basado en el tamaño y naturaleza de la
organización que va a ser auditada, así como en la naturaleza, funcionalidad y complejidad y grado de
madurez del sistema de gestión que se va a auditar. Se debería dar prioridad a asignar los recursos del
programa de auditoría para auditar aquellos temas de mayor significancia dentro del sistema de gestión.
Estos pueden incluir las características clave de calidad del producto o los peligros relacionados con la
salud y la seguridad o aspectos ambientales significativos y su control.

Anotación: Contenido del programa de auditoría

En cuanto al contenido del programa de auditoría, la norma establece que debería incluir la
información y recursos necesarios para organizar y conducir las auditorías de manera eficiente
dentro de los tiempos especificados y también puede incluir lo siguiente:

Objetivos para el programa de auditoría y para las auditorías individuales.


Alcance/número/tipo/duración/ubicación/cronograma de las auditorías.
Procedimientos del programa de auditoría.
Criterios de auditoría.
Métodos de auditoría.
Selección de equipos auditores.
Recursos necesarios, incluyendo viajes y hospedaje.
Procesos para manejo de confidencialidad, seguridad de la información, salud y
seguridad y otros temas similares.

3.1. Objetivos del programa de auditoría (apartado 5.2, UNE-EN-


ISO 19011:2012)
La alta dirección debería asegurar que se hayan establecido los objetivos del programa de auditoría de
manera que sirvan para dirigir la planificación y conducción de las auditorías, y debería asegurar que el
programa de auditoría está efectivamente implementado.

Los objetivos del programa de auditoría deberían soportar la política y objetivos del sistema. Estos
objetivos pueden estar basados en lo siguiente:

Prioridades de la alta dirección.


Intenciones comerciales y de otros negocios.
Características de procesos, productos y proyectos y cualquier cambio en estos.
Requisitos del sistema de gestión.
Requisitos legales y contractuales y otros requisitos con los que la organización esté
comprometida.

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Necesidad de evaluación de proveedor.
Necesidades y expectativas de las partes interesadas, incluyendo clientes.
Nivel de desempeño del auditado, reflejado en la ocurrencia de fallos o incidentes o quejas de
clientes.
Riesgos para el auditado.
Resultados de auditorías previas.
Grado de madurez del sistema de gestión auditado.

Ejemplos de objetivos de un programa de auditoría incluyen los siguientes puntos:

Contribuir a la mejora del sistema de gestión y su desempeño.


Cumplir con requisitos externos, p. ej. certificación de una norma de sistema de
gestión.
Verificar conformidad con requisitos contractuales.
Obtener y mantener confianza en la capacidad de un proveedor.
Determinar la efectividad del sistema de gestión.
Evaluar la compatibilidad y alineación de los objetivos del sistema de gestión con la
política del sistema de gestión y los objetivos generales de la organización.

3.2. El programa de auditoría (apartado 5.3, UNE-EN-ISO


19011:2012)

3.2.1. Funciones y responsabilidades de la persona responsable de la


gestión del programa de auditoría (apartado 5.3.1, UNE-EN-ISO 19011:2012)

La persona que gestiona el programa de auditoría debería:

Establecer el alcance del programa de auditoría.


Identificar y evaluar los riesgos del programa de auditoría.
Establecer responsabilidades de auditoría.
Establecer procedimientos para programas de auditoría.
Determinar los recursos necesarios.
Asegurar la implementación del programa de auditoría, incluyendo el establecimiento de
objetivos, alcance y criterios de auditoría de las auditorías individuales, determinando los
métodos de auditoría y seleccionando el equipo auditor y evaluando a los auditores.
Asegurar el manejo y mantenimiento adecuado de los registros del programa de auditoría.
Monitorear, revisar y mejorar el programa de auditoría.

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Informar a la alta dirección acerca del contenido del mismo y, de ser necesario, solicitar su
aprobación.

3.2.2. Competencia de la persona responsable de la gestión del programa


de auditoría (apartado 5.3.2, UNE-EN-ISO 19011:2012)

La persona que gestiona el programa de auditoría debería tener la competencia necesaria para
gestionar dicho programa y los riesgos asociados de manera efectiva y eficiente, así como conocimiento
y habilidades en las siguientes áreas:

Principios, procedimientos y métodos de auditoría.


Normas de sistemas de gestión y documentos de referencia.
Actividades, productos y procesos de la organización auditada.
Requisitos legales y de otra índole, relevantes, aplicables a las actividades y productos del
auditado.
Clientes, proveedores y otras partes interesadas del auditado, cuando sea aplicable.

La persona que gestiona el programa de auditoría debería involucrarse en actividades continuas de


desarrollo profesional para mantener el conocimiento y habilidades necesarias para gestionar el programa
de auditoría.

3.2.3. Determinación del alcance del programa de auditoría (apartado 5.3.3,


UNE-EN-ISO 19011:2012)

La persona que gestiona el programa de auditoría debería determinar el alcance de dicho programa, el
cual puede variar dependiendo del tamaño y naturaleza de la organización, así como de la funcionalidad,
complejidad y grado de madurez y temas significativos para el sistema de gestión de la organización
auditada.

En ciertos casos, dependiendo de la estructura o actividades del auditado, el programa de auditoría


podría consistir solamente en una única auditoría (p. ej. una actividad pequeña de un proyecto).

Otros factores que influyen en el alcance de un programa de auditoría son los siguientes:

El objetivo, alcance y duración de cada auditoría y el número de auditorías precisas,


incluyendo la auditoría de seguimiento.
El número, importancia, complejidad, similitud y ubicaciones de las actividades que van a ser
auditadas.
Factores que influyen en la efectividad del sistema de gestión.
Criterios aplicables de auditoría, tales como arreglos planeados para los requisitos de las
normas de gestión, requisitos legales y contractuales y otros requisitos a los que la
organización está suscrita.
Conclusiones de auditorías internas y externas previas.
Resultados de una revisión previa del programa de auditoría.

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Temas de idioma, culturales y sociales.
Las inquietudes de las partes interesadas, tales como quejas de clientes o incumplimiento de
requisitos legales.
Cambios significativos en la organización auditada o en sus operaciones.
Disponibilidad de información y tecnologías de comunicación para soportar las actividades de
auditoría, en particular, el uso de métodos de auditoría remotos.
La ocurrencia de eventos internos y externos, tales como fallos de productos, problemas de
seguridad en la información, incidentes de salud y seguridad, actos criminales o incidentes
ambientales.

3.2.4. Identificación y evaluación de los riesgos relacionados con el


programa de auditoría (apartado 5.3.4, UNE-EN-ISO 19011:2012)

Existen muchos riesgos diferentes asociados con el establecimiento, implementación, monitoreo,


revisión y mejora de un programa de auditoría, que pueden afectar al logro de los objetivos. La persona
que gestiona el programa debería considerar estos riesgos para su desarrollo. Estos riesgos pueden estar
asociados con lo siguiente:

Planificación, por ejemplo, fallos al establecer los objetivos de auditoría relevantes y para
determinar el alcance del programa de auditoría.
Recursos, por ejemplo, no disponer del tiempo suficiente para desarrollar el programa de
auditoría o para llevar a cabo las auditorías.
Selección del equipo auditor, por ejemplo, no tener la competencia para llevar a cabo
auditorías de manera efectiva.
Implementación, por ejemplo, comunicación inefectiva del programa de auditoría.
Registros y su control, por ejemplo, fallos en la protección de los registros de auditoría que
demuestren la efectividad del programa de auditoría.
Seguimiento, revisión y mejora del programa de auditoría, por ejemplo, seguimiento inefectivo
de los resultados del programa de auditoría.

3.2.5. Establecimiento de procedimientos para el programa de auditoría


(apartado 5.3.5, UNE-EN-ISO 19011:2012)

La persona que gestiona el programa de auditoría debería establecer uno o más procedimientos que
den tratamiento a lo siguiente, según sea aplicable:

Planificación y programación de auditorías teniendo en cuenta los riesgos del programa de


auditoría.
Asegurar la seguridad y confidencialidad de la información.
Asegurar la competencia de los auditores y los líderes del equipo auditor.
Seleccionar equipos de auditoría apropiados y asignar sus roles y responsabilidades.
Llevar a cabo auditorías, incluyendo el uso de métodos de muestreo adecuados.

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Conducir auditorías de seguimiento, si es necesario.
Reportar a la alta dirección el resultado general del programa de auditoría.
Mantener registros del programa de auditoría.
Monitorear y revisar el desempeño y riesgos y mejorar la efectividad del programa de
auditoría.

3.2.6. Identificación de los recursos del programa de auditoría (apartado


5.3.6, UNE-EN-ISO 19011: 2012)

Al identificar los recursos necesarios para el programa de auditoría, la persona que gestiona dicho
programa debería considerar:

Los recursos financieros necesarios para desarrollar, implementar, gestionar y mejorar las
actividades de auditoría.
Los métodos de auditoría.
La disponibilidad de los auditores y expertos técnicos que tengan la competencia adecuada para
los objetivos particulares del programa de auditoría.
El alcance del programa de auditoría y los riesgos del mismo.
El tiempo y costes de viaje, hospedaje y otras necesidades de auditoría.
La disponibilidad de información y tecnologías de comunicación.

IV. Consideraciones relativas a la programación de


auditorías
Independientemente del tipo de auditoría, la conclusión de la misma refleja una situación de la
organización auditada y de sus procesos en un momento determinado; concretamente, el momento en el
que se realizó la auditoría.

Como se comprenderá, la validez de estas conclusiones queda obsoleta con el tiempo, debido a que
las condiciones de contorno dentro de las cuales se realizó este examen van variando. Entre las
condiciones de contorno que al variar causan la obsolescencia de la auditoría cabe destacar:

Las políticas y los objetivos.


Los requisitos y criterios de operación de los procesos.
Los requisitos y criterios de control de los procesos.
Los requisitos y especificaciones de los productos.
Incorporación de nuevos productos.
Cambios en la materia prima o en los procesos externos o productos comprados.

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Cambios en los recursos humanos debidos a variaciones en la fuerza del trabajo o en su
competencia.
Cambios en los equipos por aplicación, por ejemplo, de nuevas tecnologías.
Cambios en las condiciones de contorno, por ejemplo, condiciones ambientales.

En general, estos cambios se deben a los esfuerzos de la organización por mejorar de forma
continua la eficacia del sistema de gestión (cambio favorable).

Sin embargo, los cambios también pueden deberse a la degradación de las características de los
recursos necesarios para la operación y control de los procesos (cambio desfavorable).

Por tanto, las conclusiones de la auditoría quedan obsoletas con el tiempo como consecuencia de
los cambios, favorables o desfavorables, que se producen en el sistema de gestión, los procesos y los
productos.

De este modo, atendiendo a la finalidad de la auditoría, se hace necesario gestionar un programa de


auditoría que asegure que las auditorías se realizan de forma repetida, de manera que se mantenga la
confianza en el sistema de gestión a lo largo del tiempo y se identifiquen los puntos problemáticos
ante los cambios producidos, favorables o desfavorables, con el fin de que se puedan aplicar las
acciones correctivas oportunas.

De este modo, por ejemplo:

El programa de auditorías internas permitirá mantener información válida sobre la


conformidad del sistema de gestión con las disposiciones planificadas, los requisitos de las
normas utilizadas de referencia y asegurar que se mantiene implementado y es eficaz.
El programa de auditorías de los proveedores (segunda parte) permitirá mantener
información válida sobre la conformidad de los sistemas de gestión de estos proveedores
para satisfacer los requisitos de compra de la organización.
El programa de auditorías de certificación (tercera parte) permitirá mantener información
válida sobre la conformidad con los requisitos de certificación de los sistemas de gestión de
las organizaciones certificadas o registradas.

En definitiva, el programa de auditorías debe asegurar que las auditorías se realizan de forma
eficaz, en los intervalos de tiempo marcados y contando con los recursos humanos y técnicos
necesarios.

Ahora bien, toda organización responsable de llevar a cabo la gestión de las auditorías dispondrá de
unos recursos limitados para su desarrollo. De este modo, la programación de las auditorías debe
conjugar los recursos disponibles junto con el grado de confianza en el desempeño de los distintos
procesos.

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Así, cuanta mayor confianza se posea en el desempeño de los procesos, mayor puede ser el
intervalo de programación de las auditorías. Sin embargo, procesos complejos o con problemas
detectados repetidos pueden requerir una disminución en el intervalo de auditoría.

De este modo, las auditorías deberán programarse con una frecuencia mayor en casos tales como:

Procesos críticos de producción y servicio.


Procesos complejos o que implican a muchas funciones.
Procesos que presentan no conformidades.
Procesos que no producen los resultados esperados.
Procesos implementados recientemente.
Procesos modificados o revisados.

Por tanto, es necesaria una programación en la que la frecuencia de las auditorías quede ponderada
en función del estado y la importancia de los procesos, así como del resultado de auditorías anteriores.

Como se puede adivinar, el diseño del programa de auditoría variará en extensión de forma
significativa en función de la organización responsable de las auditorías y los procesos implicados. Es
decir, la complejidad de gestión del programa de auditorías de una pequeña empresa industrial
diferirá en complejidad del programa de auditorías de un gran grupo empresarial y de este con
respecto del programa de auditorías de un organismo de certificación y una entidad de acreditación.

Así, por ejemplo, una organización que establece su programa de auditorías internas puede tener
definido en su procedimiento de auditorías el modo de llevar a cabo esta programación para asegurar
que todo su sistema de gestión es auditado con una frecuencia constante (normalmente un año).

Dependiendo del tamaño de la organización y del número de procesos identificados dentro de dicho
sistema de gestión, el número de auditorías necesarias para completar dicho programa puede ser muy
variado. De este modo, una pequeña empresa con pocos procesos de producto/servicio puede
necesitar una única auditoría completa de su sistema de gestión para asegurar la evaluación periódica
de dicho sistema. Sin embargo, una gran empresa, con multitud de procesos de realización de
producto, múltiples productos e, incluso, múltiples emplazamientos (distintas factorías, delegaciones
provinciales u oficinas internacionales) puede requerir un conjunto extenso de autorías parciales para
completar la evaluación global de su sistema de gestión.

En cualquier caso, este conjunto de auditorías puede programarse en función de múltiples criterios.
Por ejemplo:

Por aspectos del sistema de gestión para todas las áreas de la organización (procesos,
responsabilidad de la dirección, gestión de recursos, procesos de medición y seguimiento,
evaluación de riesgos, control de uso de EPI, etc.).
Por procesos o líneas productivas para todas las áreas y todos los requisitos del sistema de
gestión que le apliquen.
Por áreas o departamentos para todos los procesos y todos los requisitos del sistema de
gestión que le apliquen.

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Resumiendo, el programa de auditorías puede estructurarse por aspectos del sistema de gestión, por
procesos o por áreas o departamentos de la organización.

Los programas de auditorías internas se completan con procesos de calificación y designación de


auditores que, de manera general, suelen ser sencillos con el mantenimiento de una parrilla de
auditores estables que realizan su función a tiempo parcial, conjugando estas actividades con otras
funciones que desempeñan en la organización. En algunos casos, incluso, resulta más rentable la
contratación externa de auditores para la ejecución de estas auditorías programadas.

Por otro lado, se encuentran los programas de auditorías externas, por ejemplo, los programas de
auditorías de certificación necesarios en todas las entidades de certificación. En este caso, debe
tenerse en cuenta que el proceso de negocio de la entidad es precisamente el desarrollo de auditorías
para los clientes que requieren el registro o certificado de empresa. Así, el volumen y casuística de las
auditorías es muy extenso y, por tanto, los programas de auditorías son más completos y complejos.

Las entidades de certificación conceden el derecho de uso de una marca, dentro de los requisitos de
certificación, para un periodo de tiempo definido (tres años). Dentro de este periodo, la entidad de
certificación programa auditorías de seguimiento para comprobar el mantenimiento de un sistema de
gestión eficaz y el respeto de los requisitos de certificación. Estas auditorías de seguimiento recorren
parcialmente el sistema de gestión hasta la auditoría completa de reevaluación al finalizar el periodo
de tiempo establecido.

Especialmente importantes son, en el caso de estas entidades, los procesos de gestión de recursos
como parte de la programación de las auditorías, en particular, la calificación y designación de los
equipos auditores para cada una de las auditorías programadas. Debe tenerse en cuenta que el
conjunto de empresas clientes recorren gran cantidad de sectores productivos. La entidad debe
asegurar que el equipo auditor tiene la calificación necesaria para la evaluación de cada uno de estos
sectores. De este modo, las entidades de certificación deben mantener un conjunto de auditores,
propios o externos, que aseguren la competencia en cada uno de los sectores de actuación.

Se resalta, pues, que en los programas de auditorías los procesos de cualificación y designación de
auditores son especialmente importantes para asegurar la competencia técnica en cada uno de los
sectores de actuación de la entidad de certificación.

Por otro lado, cabe establecer algunas consideraciones sobre su modo de presentación. El programa
de auditorías debe ser conocido por las funciones de la organización responsables de su aplicación. El
modo de difusión de estas funciones suele establecer y delimitar la forma de presentación del
programa. Así, la presentación del programa de auditorías queda documentada de diversas formas en
función de la forma de trabajo de la organización.

El modo más usual y sencillo de encontrar el programa de auditorías es en forma de cronograma,


teniendo en cuenta el criterio definido para las auditorías (por aspectos del sistema, por procesos o por
departamentos o áreas de la organización).

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Finalmente, todo el proceso de programación de auditorías debe estar sometido a actividades de
revisión que tengan en cuenta el resultado de las auditorías realizadas y la eficacia del propio
programa. De este modo, la programación se puede modificar y adaptar a la situación de cada
momento, lo que permite:

Modificar la frecuencia de las auditorías.


Establecer auditorías extraordinarias.
Reasignar recursos, incluidos procesos de formación y unificación de criterios de auditores.

V. Resumen

Tal y como hemos visto en la unidad, la norma UNE-EN-ISO 19011:2012 define el programa
de auditoría como los “detalles acordados para un conjunto de una o más auditorías planificadas
para un periodo de tiempo determinado y dirigidas hacia un propósito específico”.

Para poder elaborar un programa de auditorías, en primer lugar, debemos establecer los
objetivos del programa de auditoría, definir las funciones, responsabilidades y competencias de
la persona responsable de la gestión del programa de auditoría y definir el alcance del programa.

Por último, debemos identificar los posibles riesgos que pueden impedir que se cumplan los
objetivos del programa de auditorías. Para evitar este tipo de riesgos será necesario establecer
los procedimientos del programa y asignar recursos oportunos.

Lectura obligatoria

VV. AA. “Perfil del auditor según ISO 19011”, cap. 10 en El auditor de calidad . Fundación
Confemetal; 2012.

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Recursos

Enlaces de Interés
https://reader.bluebottlebiz.com/auditoria-de-los-sistemas-de-prevencion-de-riesgos-laborales/r
ead: AUDELCO. “El equipo auditor. Seleccionar a los miembros del mismo”, cap. 5.2 en
Auditoría de los sistemas de prevención de riesgos laborales. Fundación Confemetal; 2012.
https://reader.bluebottlebiz.com/el-auditor-de-calidad/read: VV. AA. Fundación Confemetal;
2012.

Bibliografía
Guía para la auditoría de los sistemas de gestión de la prevención de riesgos laborales. :
DE SALAS C, ARRIAGA E Y PLA E. Madrid: Ediciones Díez Santos; 2006
INSHT. Criterios del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo para la
realización de las auditorías del sistema de prevención de riesgos laborales reguladas en
el C:
LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos
Laborales. BOE n.º 269 (10/11/1995). :
Manual de auditoría de prevención de riesgos laborales. : CONFEDERACIÓN
GRANADINA DE EMPRESARIOS. Noviembre 2008
Manual de prevención de riesgos laborales en las Administraciones Públicas. :
BARCELÓN COBEDO et al. Madrid: Instituto Nacional de Administración Pública; 2012.
OIT. Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo de la Organización Internacional
del Trabajo. : Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Subdirección General de
Publicaciones; 2003.
ORDEN ESS/2259/2015, de 22 de octubre, por la que se modifica la Orden
TIN/2504/2010, de 20 de septiembre, por la que se desarrolla el Real Decreto 39/1997, de
17 de enero, por el que se aprueba el Re:
ORDEN TIN/2504/2010, de 20 de septiembre, por la que se desarrolla el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención, en lo referido a:
OSALAN. Manual para la auditoría reglamentaria de prevención de riesgos laborales. :
Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, 2008.
REAL DECRETO 337/2010, de 19 de marzo, por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención; el Real Decreto 1109/:
REAL DECRETO 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los
Servicios de Prevención. BOE n.º 27 (31/01/1997). :
UNE-EN ISO 19011:2012. Directrices para la auditoría de los sistemas de gestión.
AENOR. Marzo 2012. :

36/172
Glosario.

Alta Dirección: Persona o grupo de personas que dirigen y controlan al más alto nivel una
organización.

Desempeño: Resultados medibles.

Parte interesada: Persona o grupo que tiene un interés en el desempeño o éxito de una
organización.

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UNE-EN ISO 19011:2012. El proceso de auditoría

I. Introducción
En la unidad anterior vimos la importancia de establecer un programa de auditorías para poder
ejecutarlas de la manera más eficiente posible. En esta unidad proporcionamos orientación sobre la
ejecución de las auditorías de los sistemas de gestión mediante la explicación de las fases de las que se
compone el proceso.

Las primeras fases del proceso de auditoría consisten en el cómo debemos iniciar la auditoría y los
pasos que tenemos que seguir hasta el día en el que la llevemos a cabo en las instalaciones del auditado.

II. Objetivos

Conocer las etapas de ejecución de una auditoría.


Saber elaborar un plan de auditoría.
Conocer los principales documentos del auditor como herramientas para la ejecución
de una auditoría.

III. Fases y etapas del proceso auditoría


En la página siguiente se muestra un diagrama de flujo con las diferentes fases en las que se divide el
proceso de auditoría según la norma UNE-EN-ISO 19011:2012. A lo largo de esta unidad veremos las
primeras fases del proceso (inicio y preparación de las actividades de auditoría).

3.1. Fase 1. Inicio de la auditoría (apartado 6.2, UNE-EN-ISO


19011: 2012)

3.1.1. Contacto inicial con el auditado (apartado 6.2.2, UNE-EN-ISO


19011:2012)

El contacto inicial lo establece el líder del equipo auditor con la organización o departamento que se
va a auditar y tiene como objetivos:

Establecer comunicaciones con los representantes del auditado.


Confirmar la autoridad para llevar a cabo la auditoría.
Proporcionar información sobre los objetivos de la auditoría, el alcance, los métodos y la
composición del equipo auditor, incluyendo los expertos técnicos.

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Solicitar acceso a los documentos y registros pertinentes con propósitos de planificación.
Determinar los requisitos legales y contractuales aplicables y otros requisitos pertinentes para
las actividades y productos del auditado.
Confirmar lo acordado con el auditado respecto al grado de difusión y al tratamiento de la
información confidencial.
Hacer los preparativos para la auditoría, incluyendo la programación de las fechas.
Determinar los requisitos específicos de la ubicación en cuanto al acceso, seguridad, salud y
protección u otros requisitos especiales.
Acordar la asistencia de observadores y la necesidad de guías para el equipo auditor.
Determinar cualquier área de interés o preocupación para el auditado en relación con la
auditoría específica.

3.1.2. Determinación de la viabilidad de la auditoría (apartado 6.2.3, UNE-EN-


ISO 19011:2012)

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En esta etapa de inicio y tras el primer contacto con la organización o departamento objeto de la
auditoría, el líder del equipo auditor determina la viabilidad de la auditoría, es decir, evalúa si:

Se dispone de la información suficiente y apropiada para planificar y llevar a cabo la auditoría.


Se cuenta con la cooperación adecuada del auditado.
Se dispone del tiempo y de los recursos necesarios para llevar a cabo la auditoría.

Al final de esta evaluación, el líder del equipo auditor decidirá:

Que la auditoría es viable, puede realizarse y se cumplirán sus objetivos.


Que la auditoría no es viable, no es conveniente realizarla porque no se alcanzarán sus
objetivos. En este caso, debería proponerse al cliente de la auditoría una alternativa, de acuerdo
con el auditado.

3.2. Fase 2. Preparación de las actividades de auditoría


(apartado 6.3, UNE-EN-ISO 19011:2012)

3.2.1. Revisión de la documentación (apartado 6.3.1, UNE-EN-ISO 19011:


2012)

En esta etapa se realiza una revisión previa de la documentación del sistema de gestión del auditado
con el fin de:

Reunir información para preparar las actividades de auditoría y los documentos de trabajo
aplicables, por ejemplo, sobre procesos o funciones.
Establecer una visión general de la documentación del sistema para detectar posibles carencias.

La documentación debería incluir, cuando sea aplicable, documentos y registros del sistema de
gestión, así como informes de auditorías previas. La revisión de la documentación debería tener en
cuenta el tamaño, la naturaleza y la complejidad del sistema de gestión y de la organización del auditado,
así como los objetivos y el alcance de la auditoría.

3.2.2. Preparación del plan de auditoría (apartado 6.3.2, UNE-EN-ISO


19011:2012)

El líder del equipo auditor debería elaborar el plan de auditoría basándose en el programa de auditoría
y en la información que ha obtenido en la revisión de la documentación. El plan de auditoría debería
considerar el efecto de las actividades de auditoría en los procesos del auditado y proporcionar la base
para el acuerdo entre el cliente de la auditoría, el equipo auditor y el auditado en lo relativo a la ejecución
de la auditoría. El plan debería facilitar la programación en el tiempo y la coordinación eficientes de las
actividades de auditoría a fin de alcanzar los objetivos.

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El grado de detalle proporcionado en el plan de auditoría debería reflejar el alcance y la
complejidad de esta, así como el efecto de la incertidumbre en el logro de los objetivos de la
auditoría. Al preparar el plan de auditoría, el líder del equipo auditor debería ser consciente de
lo siguiente:

Las técnicas de muestreo apropiadas.


La composición del equipo auditor y su competencia colectiva.
Los riesgos para la organización creados por la auditoría.

Por ejemplo, pueden originarse riesgos para la organización por la presencia de los miembros
del equipo auditor que influyen en la salud y la seguridad, el entorno y la calidad, y su presencia
puede presentar amenazas para los productos, servicios, personal o infraestructura del auditado
(por ejemplo, contaminación de espacios limpios).

Para las auditorías combinadas, debería prestarse especial atención a las interacciones entre
los procesos operativos y los objetivos y prioridades que concurren en los distintos sistemas de
gestión.

La elaboración del plan de auditoría es la actividad principal previa a la ejecución de la auditoría y


recoge la organización y los métodos por medio de los cuales se realizará la auditoría. Es decir, el plan
de auditoría recoge el conjunto concreto de recursos materiales, humanos y de tiempo necesarios para la
ejecución de la auditoría.

En general, el plan de auditoría contendrá una identificación general de las personas/funciones


implicadas, los documentos necesarios y criterios de auditoría, las áreas, instalaciones o funciones que
hay que examinar o las unidades técnicas u organizativas que van a ser evaluadas, así como el calendario
de auditoría con el horario más adecuado para asegurar el cumplimiento de los objetivos de la auditoría
programada.

Estructura del plan de auditoría

El plan de auditoría no debe entenderse como un único documento, sino que puede estar
constituido por diversos procedimientos de actuación y planes que recojan las particularidades de
cada auditoría concreta.

De este modo, y de forma general, un plan de auditoría podría estructurarse incluyendo:

Objeto de la auditoría, de forma que todas las partes implicadas conozcan el fin perseguido con la
evaluación que va a realizarse.

Alcance de la auditoría, de forma que todas las partes implicadas conozcan los límites dentro de los
cuales se desarrollará la evaluación.

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Equipo auditor, identificando tanto al líder del equipo auditor como a los demás miembros del
equipo auditor, expertos técnicos, auditores en calificación y observadores.

Criterio de auditoría y cualquier documento de referencia, identificando las normas u otros


documentos, internos o externos de la organización utilizados como referencia para la realización
de la auditoría.

Otra información necesaria, identificando cualquier otra documentación que previamente deba
estar a disposición del equipo auditor (por ejemplo, listados de documentos, equipos, personal,
dirección de las instalaciones, etc.).

Representantes del auditado, personas y funciones que actuarán como representantes de la


organización auditada en cada una de las áreas implicadas. Esta identificación incluirá el conjunto
de áreas afectadas por el alcance de la auditoría y su ubicación geográfica.

Ubicaciones, fechas, horarios y duración previstos, que cubran toda la auditoría, incluyendo las
fechas y horarios para la ejecución de la auditoría y las reuniones con los representantes del
auditado.

Los métodos de auditoría que se van a usar, incluyendo el grado en que se necesita el muestreo de
la auditoría para obtener las evidencias de auditoría suficientes y el diseño del programa de
muestreo, si es aplicable.

Las funciones y responsabilidades de los miembros del equipo auditor, así como los guías y
observadores.

La asignación de los recursos apropiados para las áreas críticas de la auditoría.

Idioma de la auditoría.

Otros aspectos del plan de auditoría

Cuando sea apropiado, el plan de auditoría también puede cubrir lo siguiente:

La identificación del representante del auditado en la auditoría.

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El idioma de trabajo y del informe de la auditoría, cuando sea diferente del idioma del
auditor o del auditado.
Los temas del informe de la auditoría.
Los preparativos logísticos y de comunicaciones, incluyendo los preparativos específicos
para las ubicaciones que se van a auditar.
Las medidas específicas para tratar el efecto de la incertidumbre en el logro de los objetivos
de la auditoría.
Los asuntos relacionados con la confidencialidad y la seguridad de la información.
Las acciones de seguimiento a partir de una auditoría previa.
Las actividades de seguimiento de la auditoría planificada.
La coordinación con otras actividades de auditoría, en el caso de una auditoría conjunta.

3.2.3. Asignación de las tareas al equipo auditor (apartado 6.3.3, UNE-EN-


ISO 19011:2012)

El líder del equipo auditor, consultando con el equipo auditor, debería asignar a cada miembro del
equipo la responsabilidad para auditar procesos, actividades, funciones o lugares específicos. Tales
asignaciones deberían tener en cuenta la independencia y la competencia de los auditores y el uso eficaz
de los recursos, así como las diferentes funciones y responsabilidades de los auditores, los auditores en
formación y los expertos técnicos.

El líder del equipo auditor debería mantener reuniones informativas con el equipo auditor, cuando sea
apropiado, para distribuir las asignaciones de trabajo y decidir los posibles cambios. Los cambios en las
asignaciones de trabajo pueden hacerse a medida que la auditoría se va llevando a cabo para asegurarse
del logro de los objetivos.

3.2.4. Preparación de los documentos de trabajo (apartado 6.3.4, UNE-EN-


ISO 19011:2012)

Los documentos de trabajo suponen un apoyo importante para los auditores en la ejecución de las
auditorías. Los miembros del equipo auditor deberían recopilar y revisar la información pertinente a las
tareas de auditoría asignadas y preparar los documentos de trabajo, según sea necesario, para referencia y
registro de evidencias de la auditoría. Estos documentos incluyen:

Listas de verificación.
Planes de muestreo de auditoría.
Formularios para registrar información, tales como evidencias de apoyo, hallazgos de la
auditoría y registros de las reuniones.

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Anotación: Ventajas de las listas de verificación

Algunas de las ventajas de las listas de verificación son las siguientes:

Sirven de ayuda a la memoria del auditor.


Garantizan la cobertura de todos los aspectos y puntos críticos.
Ayudan a gestionar el tiempo.
Permiten la división de tareas entre los auditores.

IV. Los documentos de trabajo en la auditoría


Como ya hemos visto anteriormente, el proceso de auditoría es un proceso secuencial que requiere una
adecuada planificación y un personal auditor cualificado y con habilidades para controlar el proceso y
mantenerlo orientado hacia el objeto de auditoría marcado por el cliente.

Podría expresarse que los documentos de trabajo son las herramientas que facilitan al equipo auditor la
investigación durante la auditoría, permiten una toma de datos estructurada y facilitan el registro de los
hallazgos de auditoría y, por tanto, la presentación de las conclusiones.

Los principales documentos de trabajo en una auditoría son:

Para evaluar los requisitos aplicables a algún aspecto del sistema de gestión y sus procesos.

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Tanto para recoger las evidencias objetivas de la auditoría como los hallazgos de la auditoría que
soportarán las conclusiones.

En resumen, los documentos de trabajo son herramientas que facilitan al equipo auditor la
investigación durante la auditoría, permiten la toma de datos estructurada y facilitan el registro de los
hallazgos de auditoría que soportarán las conclusiones de auditoría.

No se debe caer en la trampa de generar tal cantidad de documentos de trabajo que la auditoría se
ralentice y sea demasiado extensa para poder ser asimilada por los auditores. Se trata de una herramienta
y, por tanto, la cumplimentación o uso de documentación no debe convertirse en un fin en sí mismo.

La documentación debe servir para ayudar a guiar la auditoría de forma sistemática y no para auditar,
que es función del auditor. El auditor le da la función a la documentación de trabajo y no esta al auditor.

Los formatos de los documentos de trabajo deberían quedar a elección del líder del equipo auditor, sin
embargo, muchos programas de auditoría tienen definidos impresos o formularios estándar con el fin de
dar uniformidad a los procesos de auditoría. En cualquier caso, dichos programas de auditoría dan
libertad a los auditores para completar, ampliar o variar la estructura y contenido de los documentos
establecidos. Estas variaciones no son importantes siempre que el resultado sea eficaz y la producción de
dicha documentación esté siempre subordinada al proceso de auditoría.

4.1. Listas de comprobación


Reciben también otras denominaciones:

Listas de verificación o check-list.


Cuestionarios de auditoría.
Pauta de auditoría.
Registro de auditoría.

Pueden definirse como el guion preparado por el auditor o grupo auditor


para realizar la auditoría de un modo ordenado y secuencial.

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1

El uso o no de listas de comprobación es un aspecto muy debatido en todo foro o actividad


formativa relacionada con las auditorías de sistemas de gestión. Lo cierto es que su adecuada
utilización presenta grandes ventajas:

Asegura la continuidad y profundidad de la auditoría, y sirve de guion recordatorio al


auditor.
Puede evitar pérdidas de tiempo en busca de información no esencial.
Ayudan al auditor a investigar el cumplimiento de los requisitos del sistema de gestión.

De este modo, las listas de comprobación se convierten en una herramienta fundamental del auditor
que permite:

Preparar la auditoría de un modo estructurado.


Asegurar que se cubre todo el alcance de la auditoría y se permanece enfocado en el objeto
de la misma.
Recopilar ordenadamente la información aplicable expresada en forma de cuestiones.
Establecer una secuencia ordenada en el proceso de auditoría real y mantener la estrategia
definida en la preparación de la auditoría.
Evitar improvisaciones sobre aspectos fundamentales de la investigación.
Recopilar y anotar la información y respuestas que servirán de aclaración a la hora de tomar
decisiones.
Recoger las evidencias objetivas y servir de registro documental de los hallazgos de
auditoría que serán la base para establecer las conclusiones.

Por tanto, el contenido de un cuestionario de auditoría debería permitir al auditor responder a las
siguientes preguntas:

¿Cuáles son las preguntas sobre las que el cliente de la auditoría requiere respuesta?

Las cuestiones estarán ineludiblemente relacionadas y orientadas al objeto y alcance de la


auditoría.

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¿Cuál es la situación en la que se encuentra el sistema de gestión?

Las preguntas deben ir orientadas a obtener información sobre la situación real en la que se
encuentran los procesos. De este modo, las cuestiones irán orientadas a obtener información sobre
tres aspectos:

El proceso se encuentra adecuadamente definido e implantado para su operación:


secuencia, métodos, responsabilidades, recursos, información, documentos y registros.
El proceso tiene adecuadamente definido e implantado su control: puntos de control,
parámetros, métodos, recursos, responsabilidades, información, documentos y registros.
El proceso se encuentra sometido a seguimiento, análisis y mejora continua: indicadores,
objetivos, métodos, recursos, responsabilidades, información, documentos y registros.

¿Cuál es la situación de los trabajos/actividades que se van a auditar?

No iniciados.
En curso.
Finalizados.

¿Qué problemas especiales se presentan en la organización auditada?

Por el conocimiento de la criticidad de los procesos implicados y, sobre todo, por la información
procedente del histórico de auditorías realizadas con anterioridad dentro del programa de auditorías
pueden adaptarse preguntas específicas sobre estos aspectos.

Por otra parte, los cuestionarios de auditoría deberán también contener:

Apartados de valoración. El diseño de los cuestionarios suele reservar un espacio para la


valoración del auditor de la información obtenida. Esta valoración puede ser cualitativa (Sí-
No-No aplica; Satisfactoria-No satisfactoria-No aplica) o cuantitativa (utilizando sistemas
de puntuación en función del grado de adecuación al requisito evaluado).
Apartado de observaciones del auditor. Igualmente, suele reservarse un apartado para las
observaciones, aclaraciones, avisos, etc. que el auditor quiera consignar en el cuestionario.

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El diseño de cuestionarios de auditoría debe evitar documentos de gran extensión y muy
detallados que lleven al auditor a reducir la auditoría a preguntar y registrar las respuestas en el
cuestionario, perdiendo la orientación investigadora y la visión de conjunto que todo auditor
debe tener.

El cuestionario de auditoría puede ser perfectamente modificado a medida que avanza la


auditoría, en función de las evidencias y hallazgos de auditoría detectados. Debe tenerse en
cuenta que los cuestionarios se preparan con la visión limitada de la organización contenida en
los documentos en posesión del auditor. Frecuentemente se obtiene nueva información durante
el desarrollo de la auditoría que puede estar contenida en el cuestionario o requerir ampliación.

Por poner un ejemplo sencillo, en una auditoría interna el auditor establece un listado de
puntos del procedimiento que va a auditar (por ejemplo, coincidente con el índice de dicho
procedimiento o los puntos de un criterio de auditoría). En definitiva, la lista de comprobación
refleja únicamente los aspectos clave del documento utilizado como criterio de auditoría.

4.2. Formularios
Los cuestionarios de auditoría reservan un espacio para la anotación del resultado de la investigación
realizada y las observaciones del auditor.

Sin embargo, es práctica común mantener formatos para consignar los hallazgos de auditoría que
soportarán la conclusión de la auditoría, independientemente de las listas de comprobación utilizadas.

Estos formularios permiten registrar formalmente el hallazgo de la auditoría para su presentación al


representante del auditado, indicando el requisito incumplido respecto del criterio de auditoría e, incluso,
espacios reservados para recoger la aceptación o enterado del auditado y la acción correctiva propuesta.

Estos formularios presentan múltiples denominaciones:

Parte de desviaciones.
Registro de no conformidad.
Informe de no conformidad.
Registro de acción de mejora.

V. Resumen

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Una auditoría comienza con el contacto inicial con el auditado por parte del líder del equipo
auditor. En este primer contacto se definen los aspectos básicos para poder desarrollar las
actividades de auditoría. A partir de este momento el líder del equipo auditor determinará si la
auditoría es viable o no dependiendo de la información aportada por el auditado.

Hasta el momento de la auditoría en las instalaciones del auditado, el equipo auditor debe
solicitar al auditado la documentación que considere necesaria para hacer una revisión previa
con el objetivo de hacerse una idea de la magnitud y el estado de implantación del sistema de
gestión y poder así elaborar el plan de auditoría.

Con toda esta información previa, el líder del equipo auditor deberá asignar las funciones y
responsabilidades que cada auditor va a desempeñar durante la auditoría.

Como apoyo a las actividades de auditoría, los auditores elaboran sus documentos de trabajo
para facilitar las tareas de investigación durante la auditoría.

Lectura obligatoria

FUNDACIÓN PARA LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES-CEPYME. “Anexo I


: Listas de chequeo para utilizar en las auditorías”, en Guía práctica para la preparación y
desarrollo de auditorías de prevención de riesgos laborales.

49/172
Ejercicios

Caso práctico
PROSPECTALIA S.L. es una empresa que se dedica a la fabricación de equipos electrónicos. El
proceso de producción de equipos electrónicos tiene implantado un sistema de gestión de seguridad y
salud en el trabajo que está actualmente certificado con la norma OHSAS 18001 y ahora quieren renovar
la certificación con la nueva ISO 45001.

El responsable del sistema de gestión ha trabajado duro para adaptar toda la documentación y procesos
a lo exigido por los requisitos de la ISO 45001 y poder realizar la renovación del certificado.

Para realizar la auditoría, el Director General, contrata los servicios de la entidad de certificación
COMPLET AUDIT S.L., que será la entidad que realice la auditoría del proceso.

Se programan 2 días consecutivos de auditoría a jornada completa para poder revisar toda la
documentación de la empresa y ver el proceso productivo en plano funcionamiento. COMPLET AUDIT
S.L. nombra a Javier Encinas como líder del equipo auditor, y éste a su vez requiere la ayuda de Eva
López y Pedro González.

El primer día de la auditoría, el Director General y el Encargado de planta de PROSPECTALIA S.L.,


esperan implacientes a la llegada del equipo auditar para poder comenzar la auditoría.

Se pide
Elaborar el plan de la auditoría como si fuera el Líder del equipo auditor, teniendo en cuenta el cliente
quiere certificar el sistema de gestión del proceso de producción de equipos electrónicos.

Solución

PLAN DE AUDITORÍA Cód. audit.: PRL/123/01

Organización Auditada: PROSPECTALIA S.L.

Organización Auditora: COMPLET AUDIT S.L.

Objeto: Evaluar el sistema de gestión de la seguridad y salud en el trabajo de


PROSPECTALIA S.L. con objeto de renovar la certificación.

Alcance: Proceso de producción de equipos electrónicos.

Criterio de auditoría: ISO 45001 “Sistemas de gestión de la Seguridad y salud en el


trabajo. Requisitos”

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Equipo Auditor: Javier Encinas (Líder del equipo auditor)

Eva López (Auditor 1)

Pedro González (Auditor 2)

Interlocutores: Dirección General

Director de Recursos Humanos

Encargado de planta

Fecha: 21, 22 de octubre del año en curso

Lugar: PROSPECTALIA S.L. Polígono Industrial Las Navas. Cl. 31 s/n (Torrejón
de la Calzada-Madrid)

Métodos: Entrevistas, revisión de documentación y visitas

Recursos: Lista de chequeo, ordenador y Tablet

CALENDARIO DE LA AUDITORÍA

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DESARROLLO DE LA AUDITORÍA DÍA 21:

9:00-9:30 Reunión inicial.

- Presentación. Objetivo de la visita.

- Programa de auditoría.

- Aclaración de dudas.

09:30-12:00 CONTEXTO DE LA ORGANIZACIÓN

12:00–14:00 LIDERAZGO Y PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES

14:00-15:30 Pausa para comida.

15:30-19:00 PLANIFICACIÓN

DESARROLLO DE LA AUDITORÍA DÍA 22:

09:00-11:30 APOYO

11:30-14:00 OPERACIÓN

14:00-15:30 Pausa para comida.

15:30-17:00 EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO Y MEJORA

17:00-18:00 Reunión Equipo Auditor

18:00-19:00 Reunión Final de Auditoría

OBSERVACIONES:

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Recursos

Enlaces de Interés
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/301a
400/ntp_308.pdf: NTP 308. Análisis preliminar de la gestión preventiva: cuestionarios de
evaluación.
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/TextosOnline/Guias/Criterios/Criter
ios_auditorias.pdf: INSHT. Criterios del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el
Trabajo para la realización de las auditorías del sistema de prevención de riesgos laborales
reguladas en el Capítulo V del Reglamento de los Servicios de Prevención.

Bibliografía
Guía para la auditoría de los sistemas de gestión de la prevención de riesgos laborales. :
DE SALAS C, ARRIAGA E Y PLA E. Madrid: Ediciones Díez Santos; 2006.
INSHT. : Criterios del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo para la
realización de las auditorías del sistema de prevención de riesgos laborales reguladas en el
Capítulo V del Reglamento de los Servicios de Prevención.
LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. BOE n.º 269
(10/11/1995). :
Manual de auditoría de prevención de riesgos laborales. : CONFEDERACIÓN
GRANADINA DE EMPRESARIOS. Noviembre 2008.
Manual de prevención de riesgos laborales en las Administraciones Públicas. :
BARCELÓN COBEDO et al. Madrid: Instituto Nacional de Administración Pública; 2012.
OIT. Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo de la Organización Internacional
del Trabajo. : Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Subdirección General de
Publicaciones; 2003.
ORDEN ESS/2259/2015, de 22 de octubre, por la que se modifica la Orden
TIN/2504/2010, de 20 de septiembre, por la que se desarrolla el Real Decreto 39/1997, de
17 de enero, por el que se aprueba el Re: En lo referido a la acreditación de entidades
especializadas como servicios de prevención, memoria de actividades preventivas y
autorización para realizar la actividad de auditoría del sistema de prevención de las empresas.
BOE-A-2015-11654.
ORDEN TIN/2504/2010, de 20 de septiembre, por la que se desarrolla el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención. : En lo referido a la acreditación de entidades especializadas como servicios de
prevención, memoria de actividades preventivas y autorización para realizar la actividad de
auditoría del sistema de prevención de las empresas. BOE-A-2010-14843.
OSLAN. Manual para la auditoría reglamentaria de prevención de riesgos laborales. :
Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales; 2008.

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REAL DECRETO 604/2006, de 19 de mayo, por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención, y el Real Decreto 1627:

Glosario.

Auditoría combinada: Auditoría en la que se auditan juntos dos o más sistemas de gestión
de diferentes disciplinas.

Equipo auditor: Uno o más auditores que llevan a cabo una auditoría, con el apoyo, si es
necesario, de expertos técnicos.

Hallazgos de auditoría: Resultados de la evaluación de la evidencia de la auditoría


recopilada frente a los criterios de auditoría.

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UNE-EN ISO 19011:2012. Realización de las
actividades de auditoría

I. Introducción
En la unidad anterior vimos las etapas previas a la ejecución de la auditoría. En esta unidad tratamos
las fases correspondientes a las actividades de auditoría una vez nos encontramos en las instalaciones del
auditado.

La auditoría va a permitir verificar, confirmar y evaluar las actividades sistemáticas emprendidas en la


organización auditada en relación con el ámbito evaluado. Para ello y como premisas fundamentales la
valoración del sistema debe considerar:

Una auditoría de documentación, para verificar la adecuación del sistema con la legislación de
prevención de riesgos laborales aplicable en su caso.
Una auditoría de los registros, para comprobar la conformidad de las actuaciones del personal
en referencia a los requisitos de los planes y programas de prevención, según lo establecido en
la documentación.
Una evaluación del funcionamiento, para valorar la eficacia de las distintas actividades que
constituyen el sistema a través de la observación directa de actividades.

II. Objetivos

Saber cómo llevar a cabo una auditoría en las instalaciones del auditado.
Identificar los diferentes canales de comunicación con el auditado durante la auditoría.
Establecer cómo se debe hacer la recogida y el análisis de la información.
Saber cómo generar los hallazgos de la auditoría.

III. Ejecución de las actividades de auditoría

3.1. Fase 3 de la auditoría. Ejecución de las actividades de


auditoría (apartado 6.4, UNE-EN-ISO 19011:2012)

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Anotación: etapas de la fase de ejecución

La fase de ejecución de la auditoría contempla las etapas que se describen a continuación:

Reunión de apertura.
Revisión de la documentación durante la auditoría.
Comunicación durante la auditoría.
Asignación de funciones y responsabilidades de los guías y observadores.
Recopilación y verificación de la información.
Generación de los hallazgos de auditoría.
Preparación de las conclusiones de auditoría.
Reunión de cierre.

Durante la estancia de los auditores en las instalaciones de la organización auditada, se deben tener en
cuenta las recomendaciones siguientes:

Evitar cualquier interrupción innecesaria de los procesos productivos.


Adaptar el tamaño del equipo auditor y el número de observadores de acuerdo al alcance de la
auditoría.
No tocar ningún equipo aunque se tenga competencia para ello.
Pedir autorización con antelación si se van a tomar fotografías o vídeos.

3.1.1. Reunión de apertura (apartado 6.4.2, UNE-EN-ISO 1901:2012)

El objetivo de esta reunión es confirmar el acuerdo de todas las partes sobre el plan de auditoría (o
bien resolver el desacuerdo que pueda haber en cuanto a horarios, disponibilidad de personas, etc.),
presentar al equipo auditor y asegurarse de que se pueden realizar todas las actividades de auditoría
planificadas.

Debería celebrarse una reunión de apertura, dirigida por el líder del equipo auditor, con la dirección
del auditado y, cuando sea apropiado, con aquellos responsables de las funciones o de los procesos que
se van a auditar. Durante la reunión, debería darse la oportunidad de formular preguntas.

Independientemente del tipo de auditoría, en esta reunión de apertura debería estar presente la
dirección del auditado.

En las auditorías de segunda y tercera parte, es posible que durante la reunión de apertura el equipo
auditor conozca a personas con las que no ha tenido contacto todavía (muy posiblemente, hasta el
momento, los contactos hayan sido mantenidos entre el líder del equipo auditor y el responsable del
sistema de gestión u otro representante del auditado).

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El líder del equipo auditor debe concentrarse en el objeto de la reunión y no dejar ningún aspecto
esencial sin tratar. En este sentido, es una buena medida mantener una guía (a modo de lista de
verificación) preparada con anterioridad a la reunión que permita al auditor dirigir la reunión de modo
estructurado.

En el desarrollo de la reunión, el auditor debe aprovechar cualquier oportunidad para disipar cualquier
temor que pueda existir por parte del auditado, especialmente en el caso de grupos que no hayan
experimentado aún ningún proceso de auditoría.

En algunos casos, miembros del equipo auditor explican al resto de personal presente en la reunión lo
que los auditores van a ver y hacer. En muchos casos, por mala interpretación, estas explicaciones están
limitando el alcance de la auditoría, por lo que el líder del equipo auditor deberá corregir, sin herir
susceptibilidades, para que nadie de los presentes se lleve una idea de las actividades que se van a
desarrollar que no se corresponda con la realidad.

El líder del equipo auditor debe tener en cuenta que el objeto de la auditoría únicamente puede ser
modificado por el cliente de la auditoría. En una auditoría interna este aspecto puede ser fácilmente
solucionable, al coincidir cliente y auditado. Sin embargo, en una auditoría externa, la modificación del
objeto de la auditoría no es posible y, en su caso, paralizaría el proceso auditor. Las solicitudes de
modificación del objeto de la auditoría no son frecuentes y, prácticamente, no tienen sentido.

Con relación al alcance, las solicitudes de modificación son más frecuentes por una necesidad del
auditado de ampliarlo o reducirlo. En este caso, es también el cliente de la auditoría el responsable de
autorizar esta modificación. Sin embargo, en relación con auditorías externas, concretamente auditorías
de tercera parte, el auditor puede tener capacidad para graduar la conveniencia o no de admitir la
modificación.

En cualquier caso, todo problema puesto de manifiesto durante la reunión inicial que impida al equipo
auditor cumplir con los objetivos de la auditoría puede llevar a la cancelación de la auditoría prevista.

La reunión de apertura no debe ser muy extensa en tiempo. Dados los objetivos de la reunión, su
duración ideal debería ser de entre 30 y 45 minutos.

3.1.2. Revisión de la documentación durante la auditoría (apartado 6.4.3,


UNE-EN-ISO 19011:2012)

La documentación del sistema de gestión del auditado se revisa con dos objetivos:

Determinar la conformidad del sistema con los criterios de auditoría, según la documentación
disponible.
Reunir información para apoyar las actividades de auditoría.

Si no puede proporcionarse la documentación adecuada dentro del periodo de tiempo dado en el plan
de auditoría, el líder del equipo auditor debería informar tanto al responsable de la gestión del programa
de auditoría como al auditado. Dependiendo de los objetivos y el alcance de la auditoría, debería tomarse
una decisión sobre si la auditoría debería continuar o suspenderse hasta que se resuelvan los problemas
relativos a la documentación.

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3.1.3. Comunicación durante la auditoría (apartado 6.4.4, UNE-EN-ISO
19011: 2012)

Durante la auditoría, puede ser necesario llegar a acuerdos formales para la comunicación dentro del
equipo auditor, así como con el auditado, el cliente de la auditoría y potencialmente con organismos
externos (por ejemplo, autoridades reglamentarias), especialmente cuando los requisitos legales exijan la
comunicación obligatoria de los no cumplimientos.

El equipo auditor debería reunirse periódicamente para intercambiar información, evaluar el progreso
de la auditoría y reasignar las tareas entre los miembros del equipo auditor, según sea necesario.

Durante la auditoría, el líder del equipo auditor debería comunicar periódicamente los progresos de la
auditoría y cualquier inquietud al auditado y, cuando sea apropiado, al cliente de la auditoría. Las
evidencias recopiladas durante la auditoría que sugieren un riesgo inmediato y significativo para el
auditado deberían comunicarse sin demora al auditado y, si es apropiado, al cliente de la auditoría.

3.1.4. Asignación de funciones y responsabilidades de los guías y


observadores (apartado 6.4.5, UNE-EN-ISO 19011:2012)

Los guías y los observadores (por ejemplo, una autoridad reglamentaria u otras partes interesadas)
pueden acompañar al equipo auditor. No deberían influir ni interferir en el desarrollo de la auditoría.

Si esto no se puede asegurar, el líder del equipo auditor debería tener el derecho de negarse a que los
observadores tomen parte en ciertas actividades de auditoría.

Para los observadores, cualquier obligación en relación con la salud y la protección, la seguridad y la
confidencialidad debería gestionarse entre el cliente de la auditoría y el auditado.

Los guías, designados por el auditado, deberían asistir al equipo auditor y actuar cuando lo solicite el
líder del equipo auditor. Sus responsabilidades deberían incluir lo siguiente:

Ayudar a los auditores a identificar a las personas que participarán en las entrevistas y a
confirmar los horarios.
Acordar el acceso a ubicaciones específicas del auditado.
Asegurarse de que las reglas concernientes a los procedimientos relacionados con la protección
y la seguridad de las ubicaciones son conocidas y respetadas por los miembros del equipo
auditor y los observadores.

La función del guía también puede incluir lo siguiente:

Ser testigo de la auditoría en nombre del auditado.


Proporcionar aclaraciones o ayudar en la recopilación de la información.

3.1.5. Recopilación y verificación de la información (apartado 6.4.6, UNE-EN-


ISO 19011:2012)

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Es en esta fase cuando el auditor tiene que buscar evidencias de la implantación del sistema de
gestión. Los métodos para recopilar la información incluyen las entrevistas, las observaciones y la
revisión de documentos y registros.

Verificar la información

El auditor no puede dar por buena la palabra de toda persona a la que entreviste, debe tener en
cuenta que las informaciones suministradas por el auditado en el proceso de entrevista no dejan de ser
juicios e inferencias y, en definitiva, opiniones. El problema de las opiniones es que no pueden ser
tomadas, en la mayor parte de los casos, como evidencia de auditoría para apoyar los hallazgos de la
auditoría.

De este modo, junto con las opiniones o declaraciones de hechos obtenidas aplicando las preguntas
apropiadas, el auditor siempre, en algún momento, deberá verificar y comprobar la información
obtenida.

Este es el principio de honestidad del auditor. Dar por buena una opinión sin verificarla o
contrastarla es faltar a su honestidad con el objeto de la auditoría, pues no basará sus hallazgos de
auditoría sobre pilares sólidos, sobre hechos verificables, repetibles o reproducibles, con lo cual la
falta de seguridad en las conclusiones de auditoría puede acabar con todo el proceso realizado hasta el
momento.

Al mismo tiempo, en el proceso de comprobación o verificación, el auditor deberá asegurarse de


que lo que está verificando corresponde al funcionamiento normal en la organización. De esta forma,
las diferencias entre lo planificado y lo ejecutado se hacen visibles.

La verificación permite asegurar que la evidencia de auditoría es objetiva y, por tanto, es cierta y
verificable.

Búsqueda de evidencias objetivas

El equipo auditor debe evaluar los todos los procesos incluidos en el sistema de gestión. El
esquema de investigación debe estar enfocado al objeto y alcance de la auditoría y se basa en la
obtención de evidencia objetiva como la información veraz, objetiva y verificable de la situación real
de cada uno de los procesos incluidos en el sistema de gestión.

Este proceso de investigación debe ser completado con otras actividades:

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Examen de los documentos

Los documentos del sistema de gestión van a indicar cómo se ha definido la operación y control
de los procesos incluidos en dicho sistema.

La revisión de documentos permite evaluar el grado en que los procesos y criterios de operación,
control y mejora han sido diseñados adecuadamente y responden al criterio de auditoría.

La revisión de la documentación estará presente durante toda la auditoría, formando parte del
proceso de entrevista (es seguro que el auditado se referirá a la documentación que soporta los
procesos en gran cantidad de ocasiones) como en la revisión de registros y en la observación de las
actividades.

El aspecto problemático principal que puede presentarse al revisar un documento es que se


produzca alguna diferencia de interpretación de los requisitos entre el auditor y el auditado.

Examen de los registros

El registro representa la descripción documentada de una acción realizada y, por tanto, es prueba
documental (en cualquier tipo de soporte) de conformidad con los requisitos especificados.

Con la revisión del mismo se está constatando mediante la aportación de evidencia objetiva el
cumplimiento de los requisitos y disposiciones establecidas en el sistema de gestión.

De forma general, el examen de los registros permite comprobar si:

Se están cumpliendo los requisitos establecidos en los documentos, incluidos los


requisitos de los clientes y el criterio de auditoría.
Son completos, incluyendo toda la información necesaria para asegurar la repetibilidad y
la trazabilidad del proceso.
Demuestran la eficacia del proceso.

Observación directa de las operaciones

El auditor no debería pensar que, sentado en una sala revisando documentos y registros, puede
desarrollar una adecuada auditoría. Es importante que el auditor observe la ejecución de los
procesos allí donde estos tienen lugar.

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El muestreo en la auditoría

En la auditoría, el inadecuado tratamiento de la información suele ser el factor de riesgo más


importante. Para minimizar los errores derivados de la elección de la información se deben aplicar
técnicas de muestreo adecuadas a cada situación.

Durante el examen de registros, es decir, durante la evaluación del grado de implantación,


mantenimiento y mejora del sistema de gestión, el auditor debe seleccionar los registros que va a
examinar y sobre los cuales basará sus conclusiones. Una inadecuada selección de los registros puede
generar una interpretación contraria a la realidad del sistema de gestión. De este modo, el auditor
puede dar por conforme una actuación que no lo es y viceversa.

En cualquier caso, el auditor dispone de un tiempo limitado y, por tanto, debe tomar una decisión
sobre cuántos registros deben verificarse, es decir, cómo definir un muestreo adecuado.

Para ello, el auditor tiene que acotar las siguientes cuestiones:

Qué debe
ser muestreado

El auditor no puede comprobarlo todo. La auditoría es, en sí misma, muestral. El auditor puede
evaluar multitud de evidencias pero, por obligación, debe pasar por los aspectos que considere
críticos, evitando las cosas que son triviales o no tienen importancia fundamental.

Cómo se interpretará
el resultado

El auditor deberá determinar cómo se extrapolará el resultado hacia la población, estableciendo


los niveles de prevención o no, que permitirán inferir si la población tiene o no tiene un problema
de exposición al riesgo, siempre sobre un nivel de confianza dado.

Cómo debe obtenerse


la muestra

La mecánica de muestreo se basa en la extracción de una muestra aleatoria de la población


seleccionada, de forma que cada registro tenga la misma probabilidad de ser seleccionado.

Cuántas unidades debe contener la muestra

La elección del tamaño de muestra dependerá del tamaño de la población, del nivel de confianza
que se quiera alcanzar y del número de problemas que existan.

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3.1.6. Generación de los hallazgos de auditoría (apartado 6.4.7, UNE-EN-ISO
19011:2012)

Los hallazgos de auditoría son los resultados de la evaluación de la evidencia de la auditoría


recopilada frente a los criterios de auditoría.

La evidencia de la auditoría son los registros, declaraciones de hechos o cualquier otra información
pertinente para los criterios de auditoría y que sea verificable. La evidencia de la auditoría puede ser
cualitativa o cuantitativa.

El auditor debe evaluar todas las evidencias de auditoría frente a los criterios de auditoría, esto es,
frente al conjunto de requisitos que sirven de referencia. El resultado de esta evaluación constituye el
hallazgo de auditoría.

Los hallazgos de la auditoría pueden indicar la conformidad o no conformidad con los criterios de
auditoría.

La conclusión de la auditoría se apoya en los hallazgos de auditoría y estos en las evidencias de la


auditoría que demuestran la veracidad de la conclusión y son verificables.

Estas conclusiones quedarán soportadas en el informe de auditoría como resultado de los hallazgos
que han dado origen a las no conformidades consignadas.

3.1.7. Preparación de las conclusiones de auditoría (apartado 6.4.8, UNE-EN-


ISO 19011:2012)

El equipo auditor debería reunirse antes de la reunión de cierre con el fin de:

Revisar los hallazgos de la auditoría y cualquier otra información apropiada recopilada durante
la auditoría frente a los objetivos de la misma.
Llegar a un acuerdo respecto a las conclusiones, teniendo en cuenta la incertidumbre inherente
en el proceso de auditoría.
Preparar recomendaciones, si esto está especificado en el plan de auditoría.
Discutir el seguimiento de la auditoría, según sea aplicable.

Las conclusiones de auditoría pueden tratar aspectos tales como los siguientes:

El grado de conformidad con los criterios de la auditoría y la robustez del sistema de gestión,
incluyendo la efectividad del sistema de gestión para cumplir con los objetivos establecidos.
La implementación, mantenimiento y mejora del sistema de gestión.
La capacidad del proceso de revisión por la dirección de asegurar la continua idoneidad,
capacidad, efectividad y mejora del sistema de gestión.
Logro de los objetivos de auditoría, cubrimiento del alcance de la auditoría y cumplimiento con
los criterios de la auditoría.
Causas raíz de los hallazgos, si está especificado en el plan de auditoría.

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Hallazgos similares encontrados en diferentes áreas auditadas con el propósito de identificar
tendencias.

3.1.8. Reunión de cierre (apartado 6.4.9, UNE-EN-ISO 19011:2012)

Se debería llevar a cabo una reunión de cierre, facilitada por el líder del equipo auditor, para presentar
los hallazgos y conclusiones de la auditoría. Los participantes en la reunión de cierre deberían ser los
representantes de la dirección del auditado y, cuando sea apropiado, aquellos responsables por las
funciones o procesos que han sido auditados, y también pueden incluir al cliente de auditoría u otras
partes.

Si está definido en el sistema de gestión, o por acuerdo con el cliente de auditoría, los participantes
deberían llegar a un acuerdo sobre el intervalo de tiempo para que el auditado presente un plan de acción
para dar tratamiento a los hallazgos de auditoría.

Cualquier opinión divergente relativa a los hallazgos de la auditoría o a las conclusiones entre el
equipo auditor y el auditado deberían discutirse y, si es posible, resolverse. Si no se resolvieran, las dos
opiniones deberían registrarse.

Si los objetivos de la auditoría así lo especifican, se pueden presentar recomendaciones de mejora. Se


debería enfatizar que dichas recomendaciones no son obligatorias.

La reunión de cierre de auditoría es más compleja que la reunión de apertura de auditoría, en el


sentido de que está cargada de emociones y presenta diversas dificultades para el equipo auditor. De este
modo, el método de exposición y la realimentación del auditado deben ser continuamente supervisados y
controlados por el líder del equipo auditor.

Una reunión de cierre de auditoría adecuada no debería superar la hora y media de desarrollo.

Durante la reunión de cierre hay que aprovechar la oportunidad, principalmente al final, para agradecer
al auditado la ayuda, apoyo y hospitalidad que ha prestado al equipo auditor durante el tiempo que han
pasado en sus instalaciones.

Hay que insistir en que en la reunión de cierre se debe explicar al auditado la importancia de los
problemas detectados en relación con la eficacia del sistema de gestión. De este modo, el auditado
comprenderá cuáles de los aspectos presentan problemas mayores de un modo estructurado.

La exposición no solo debería contener información sobre los hallazgos de la auditoría, sino que el
auditado debería ser consciente de las implicaciones que tienen estos hallazgos, en relación con el
proceso global de auditoría y las fases posteriores que comenzarán con la emisión del informe de
auditoría.

De este modo, tras la explicación de los resultados de auditoría, principalmente en las auditorías
externas, es necesario que los auditores expliquen cómo debe continuar el proceso en relación con:

Plazos y canal de distribución del informe de auditoría.


Plazos y responsabilidades en el establecimiento de los planes de acción correctiva y, si
procede, las alegaciones al contenido del informe.

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Plazos y responsabilidades para, si procede, evaluación de estos planes de acción correctiva y
decisiones por parte del cliente de auditoría (por ejemplo, aprobación como proveedor,
concesión de marcas y certificados, etc.).

3.2. Fase 4. Preparación y distribución del informe de auditoría


(apartado 6.5, UNE-EN-ISO 19011:2012)

3.2.1. Preparación del informe de auditoría (apartado 6.5.1, UNE-EN-ISO


19011: 2012)

Finalmente, se redacta el informe de auditoría, que quedará sometido a los requisitos de


confidencialidad y custodia definidos implícita o explícitamente en el sistema de gestión de la empresa.

En la redacción de las no conformidades se debe hacer mención al apartado de la norma y al


procedimiento, requisito legal, o cualquier otro requisito que no se cumple.

El líder del equipo auditor es el responsable de la exactitud del informe de auditoría, que es un registro
del sistema de gestión y, como tal, debe estar fechado, revisado y aprobado, según lo establezcan los
procedimientos de auditoría.

Anotación: El informe debe ser

Completo, que contemple todas las áreas de la auditoría.


Preciso, con referencia a las evidencias objetivas.
Claro, para facilitar su comprensión, evitando términos demasiado técnicos.
Conciso, procurando ceñirse a lo necesario.

3.2.2. Distribución del informe de auditoría (apartado 6.5.2, UNE-EN-ISO


19011:2012)

El informe de auditoría debería emitirse en el periodo de tiempo acordado. Si se retrasa, las razones
deberían comunicarse al auditado y a la persona responsable de la gestión del programa de auditoría.

3.3. Fase 5. Finalización de la auditoría (apartado 6.6, UNE- EN-


ISO 19011:2012)
La auditoría finaliza cuando todas las actividades de auditoría planeadas hayan sido llevadas a cabo o
acordadas de otro modo con el cliente de auditoría.

Las lecciones aprendidas a raíz de la auditoría deberían ser incluidas en el proceso de mejora continua
del sistema de gestión de las organizaciones auditadas.

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3.4. Fase 6. Seguimiento de la auditoría (apartado 6.7, UNE- EN-
ISO 19011:2012)
Las conclusiones de la auditoría pueden indicar la necesidad de correcciones, acciones correctivas,
acciones preventivas o acciones de mejora. Estas acciones (generalmente) son decididas y llevadas a
cabo por el auditado en un plazo fijado.

Finalmente, tiene que verificarse la implantación y la eficacia de las acciones tomadas, para asegurar
la mejora continua del sistema de gestión que se está auditando.

IV. Resumen

Durante las actividades de auditoría in situ, el equipo auditor debe seguir los siguientes pasos
para llevar a cabo la auditoría:

Reunión de apertura.
Revisión de la documentación en la auditoría.
Recopilar y verificar toda la información.
Generar los hallazgos de la auditoría.
Preparar las conclusiones de la auditoría.
Reunión de cierre.

Durante toda la auditoría el equipo auditor deberá estar en contacto con el auditado,
estableciendo los canales de comunicación apropiados para ello.

Una vez se hayan obtenido los hallazgos de la auditoría, se elaboran las conclusiones y se
prepara y distribuye el informe final de auditoría.

Lectura obligatoria

AUDELCO. FUNDACIÓN CONFEMETAL. “La elección y obtención de muestras”, cap. 6.


6. en Auditoría de los sistemas de prevención de riesgos laborales, 2012.

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Ejercicios

Caso práctico
A continuación, se presenta la política de seguridad y salud en el trabajo de “La Escuela Niño Feliz”.

POLÍTICA DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO

La Seguridad es uno de los puntos clave de la estrategia de La Escuela Niño Feliz.

Es política de la Empresa, alcanzar y mantener el más alto nivel de protección de la seguridad y la salud de sus
trabajadores. Esta seguridad se logra mediante la prevención y minimización de los riesgos.

La Dirección está convencida de que los accidentes de trabajo no son sucesos de azar y pueden ser evitados mediante el
cumplimiento, por todos los miembros de nuestra empresa, de las Normas y Procedimientos de Seguridad que componen
el Sistema de Gestión de la Prevención y se compromete a proporcionar las condiciones de trabajo seguras y saludables.

Con la implantación de este Sistema, la empresa quiere alcanzar el más alto grado de Seguridad de su personal, de sus
activos materiales e inmateriales y en general de toda la sociedad y del medio ambiente.

La Dirección de La Escuela Niño Feliz gestionará la Seguridad y la Salud disponiendo de todos los recursos necesarios
de la organización; proporcionará formación a todos los niveles y tendrá corno objetivo primordial la Prevención.

La Seguridad es responsabilidad de todos y cada uno de los trabajadores y de sus representantes legales. Pero también es
responsabilidad de toda la línea de mando. Por eso, el Director se compromete a impulsar sistemáticamente el Sistema de
Gestión de la Prevención, y se pide a toda la plantilla una participación activa y disciplinada con el fin de hacer realidad el
potencial de mejora que nuestra empresa merece.

El Responsable de PRL.

Se pide
Identificar los incumplimientos que impiden a esta política cumplir con el requisito de la política de
SST de la norma ISO 45001, para lo que se deben redactar los hallazgos correspondientes.

Solución
Teniendo en cuenta lo establecido en el requisito de la política de SST de la norma ISO 45001:

5.2 Política de la SST

La alta dirección debe establecer implementar y mantener una política dela

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SST en consulta con los trabajadores a todos los niveles dela organización (véanse 5.3 5.4) que:

a. Incluya un compromiso de proporcionar condiciones de trabajo seguras y saludables para la


prevención de danos y deterioro de la salud relacionados con el trabajo que sea apropiado al
propósito, el tamaño y el contexto de la organización y a la naturaleza especifica de sus riesgos
para la SST y sus oportunidades para la SST;
b. Proporcione un marco de referencia para el establecimiento de los objetivos de la SST;
c. c) incluya un compromiso de cumplir los requisitos legales aplicables y otros requisitos;
d. d) incluya un compromiso para el control de los riesgos para la SST utilizando las prioridades
de los controles (véase 8.1.2);
e. e) incluya un compromiso de mejora continua del sistema de gestión de la SST (véase 10.2)
para mejorar el desempeño de la SST de la organización;
f. f) incluya un compromiso para la participación, es decir, la implicación de los trabajadores, y
cuando existan, de los representantes de los trabajadores, en los procesos de toma de
decisiones en el sistema de gestión de la SST.

La política de la SST debe:

Estar disponible como información documentada;


Comunicarse a los trabajadores dentro de la organización;
Estar disponible para las partes interesadas, según corresponda;
Revisarse periódicamente para asegurarse de que se mantiene pertinente y apropiada.

Los incumplimientos y deficiencias detectados durante la auditoría del documento son:

NC1: La política no muestra los compromisos de mejora continua y cumplimiento de los


requisitos legales aplicables y otros requisitos.
NC2: No parece establecer un marco para el establecimiento de objetivos.
NC3: No está fechada, por lo que no podemos saber se revisa o si está actualizada.
NC4: No establece el compromiso de la Dirección porque está firmada por el Responsable de
PRL y no por la Alta Dirección.

Redacción de hallazgos:

NC1: No existe evidencia de que la política incluya los compromisos de mejora continua y de
cumplimiento de los requisitos legales y otros requisitos.
NC2: No existe evidencia de que la política proporcione un marco de referencia para el
establecimiento de los objetivos de la SST
NC3: No existe evidencia del estado de actualización y revisión de la política de SST
NC4: No existe evidencia de que la Alta Dirección establezca, implemente y mantenga la
política de la SST.

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Recursos

Enlaces de Interés
https://reader.bluebottlebiz.com/auditoria-de-los-sistemas-de-prevencion-de-riesgos-laborales/r
ead: AUDELCO. FUNDACIÓN CONFEMETAL. "La visita a las instalaciones”, cap. 6.3. en
Auditoría de los sistemas de prevención de riesgos laborales 2012.
https://reader.bluebottlebiz.com/auditoria-de-los-sistemas-de-prevencion-de-riesgos-laborales/r
ead: AUDELCO. FUNDACIÓN CONFEMETAL. “Las entrevistas con los responsables”, cap.
6.4. en Auditoría de los sistemas de prevención de riesgos laborales; 2012.
https://reader.bluebottlebiz.com/auditoria-de-los-sistemas-de-prevencion-de-riesgos-laborales/r
ead: AUDELCO. FUNDACIÓN CONFEMETAL. “El examen de la documentación”, cap. 6.5.
en Auditoría de los sistemas de prevención de riesgos laborales; 2012.
https://reader.bluebottlebiz.com/auditoria-de-los-sistemas-de-prevencion-de-riesgos-laborales/r
ead: AUDELCO. FUNDACIÓN CONFEMETAL. "La elección y obtención de muestras", cap.
6.6. en Auditoría de los sistemas de prevención de riesgos laborales; 2012

Bibliografía
Guía para la auditoría de los sistemas de gestión de la prevención de riesgos laborales. :
DE SALAS C, ARRIAGA E Y PLA E. Madrid: Ediciones Díez Santos; 2006.
INSHT. Criterios del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo para la
realización de las auditorías del sistema de prevención de riesgos laborales reguladas en
el Capítulo V del Reglamento de los Servicios de Prevención. :
LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. BOE n.º 269
(10/11/1995). :
Manual de auditoría de prevención de riesgos laborales. : CONFEDERACIÓN
GRANADINA DE EMPRESARIOS. Noviembre 2008.
Manual de prevención de riesgos laborales en las Administraciones Públicas. :
BARCELÓN COBEDO et al. Madrid: Instituto Nacional de Administración Pública; 2012.
OIT. Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo de la Organización Internacional
del Trabajo. : Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Subdirección General de
Publicaciones; 2003.
ORDEN ESS/2259/2015, de 22 de octubre, por la que se modifica la Orden
TIN/2504/2010, de 20 de septiembre, por la que se desarrolla el Real Decreto 39/1997, de
17 de enero. : Por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, en lo
referido a la acreditación de entidades especializadas como servicios de prevención, memoria
de actividades preventivas y autorización para realizar la actividad de auditoría del sistema de
prevención de las empresas. BOE-A-2015-11654.

68/172
ORDEN TIN/2504/2010, de 20 de septiembre, por la que se desarrolla el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención. : En lo referido a la acreditación de entidades especializadas como servicios de
prevención, memoria de actividades preventivas y autorización para realizar la actividad de
auditoría del sistema de prevención de las empresas. BOE-A-2010-14843.
OSALAN. Manual para la auditoría reglamentaria de prevención de riesgos laborales. :
Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales; 2008.
REAL DECRETO 337/2010, de 19 de marzo. : Por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención;
el Real Decreto 1109/2007, de 24 de agosto, por el que se desarrolla la Ley 32/2006, de 18 de
octubre, reguladora de la subcontratación en el sector de la construcción y el Real Decreto
1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y
salud en obras de construcción. BOE n.º 71 (23/03/2010).
REAL DECRETO 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los
Servicios de Prevención. BOE n.º 27 (31/01/1997). :
REAL DECRETO 604/2006, de 19 de mayo. : Por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención,
y el Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción. BOE n.º 127 (29/05/2006).
UNE-EN ISO 19011:2012. Directrices para la auditoría de los sistemas de gestión.
AENOR. Marzo 2012. :

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UNE-EN ISO 19011:2012. El informe de auditoría

I. Introducción
El informe de auditoría es el documento que resulta de las actividades realizadas durante el proceso de
la auditoría.

El líder del equipo auditor es la persona encargada de la redacción de este informe y en él es donde
quedarán recogidas las no conformidades detectadas, así como las conclusiones de la auditoría.

La elaboración y distribución del informe de auditoría supone una de las etapas finales de las
actividades de auditoría.

II. Objetivos

Conocer los objetivos del informe de auditoría.


Conocer el contenido del informe de auditoría.
Saber definir los plazos para la distribución del informe.
Definir las responsabilidades de la elaboración del informe de auditoría.
Conocer cómo se debe distribuir el informe de auditoría.

III. Finalidad del informe de auditoría


El informe de auditoría representa la salida del proceso de ejecución de la auditoría y constituye, de
este modo, el registro documental que recoge las conclusiones de la auditoría.

La importancia de elaborar un informe de auditoría que sea completo, exacto y claro es fundamental
ya que, a partir de él, se van a desencadenar distintos procesos que afectan tanto al cliente de la auditoría
como al auditado. Estos procesos se apoyarán, en gran medida, en el contenido del informe de auditoría.

De esta forma, el auditor debe tener en cuenta que:

Independientemente del desarrollo adecuado de la auditoría, el informe de auditoría representa la


constancia documental de su ejecución y, por tanto, un adecuado desarrollo del proceso puede verse
truncado por la presentación de un informe de auditoría inadecuado.

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El informe de auditoría será utilizado por el auditado que, como hemos visto, ha sido parte
protagonista esencial en el proceso de auditoría. De este modo, el informe debe ser completo y exacto
y reflejar todas y cada una de las conclusiones expresadas en la reunión final de auditoría.

El informe de auditoría será utilizado por el cliente de la auditoría que, con gran probabilidad, no
habrá participado en su ejecución. De este modo, el informe debe ser claro y reflejar adecuadamente
el espíritu y objetivo de la auditoría.

IV. Plazo para la preparación del informe de auditoría


El informe de auditoría, una vez finalizada la auditoría, será la constancia documental de su ejecución.
De este modo, el informe de auditoría debe prepararse con cuidado para asegurar su adecuación.

El primer aspecto que debe considerarse es cuándo debe estar listo el informe de auditoría. En
este sentido, el auditor debe tener en cuenta que la auditoría realizada responde a un programa y
a un plan de auditoría. Dentro de ellos, se han debido establecer los procedimientos de auditoría
adecuados que indiquen los requisitos necesarios de preparación y presentación del informe.

En general, el programa de auditoría no marca fechas de presentación del informe en relación con la
fecha de finalización de la auditoría. Las fechas límite pueden variar, pero normalmente se dan entre 7 y
15 días desde la finalización de la auditoría.

En general, debe tenerse en cuenta que la agilidad en la preparación del informe de auditoría es un
aspecto importante. Esto se debe a que la inmediatez y frescura del resultado de la auditoría en las
mentes del equipo auditor facilita su elaboración.

Cuanto más tiempo pase entre la ejecución de la auditoría y la preparación del informe, más se tiende a
amortiguar en la memoria y a perder muchos de los aspectos o factores que envolvían las conclusiones
de la auditoría.

El mismo razonamiento puede seguirse en relación con el auditado. Cuanto más tiempo pase entre la
reunión final que se mantuvo con él y la recepción del informe final, lo que en un principio pudo
comprender, puede perder sentido para él con el paso del tiempo. Incluso, la auditoría empieza a perder
importancia para el auditado.

En cualquier caso, el auditor debe respetar escrupulosamente los plazos marcados por el cliente de la
auditoría.

De producirse cualquier situación que impida la elaboración del informe dentro de los plazos
marcados, el líder del equipo auditor deberá comunicar el hecho al cliente de la auditoría, quien deberá
marcar los nuevos plazos de auditoría que minimicen los problemas causados.

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Si el informe va a ser distribuido al auditado, el cliente de la auditoría o el líder del equipo auditor
deberán, igualmente, informarle del retraso producido y de los nuevos plazos de presentación.

V. Responsabilidades en la elaboración del informe de


auditoría
El informe de auditoría debe ser preparado bajo la dirección del líder del equipo auditor, quien tiene la
responsabilidad general de velar para que dicho informe sea preciso y completo.

Para que el informe de auditoría sea preciso y completo, el auditor debe conjugar adecuadamente el
compromiso entre la claridad y la extensión del informe.

De este modo, deberá prevenirse la elaboración de un informe recargado y prolijo ya que un informe
conciso, pero que incluya todos los aspectos necesarios, atrae más atención y, por tanto, es más probable
que sea leído por la dirección de las distintas partes implicadas.

La elaboración del informe de auditoría debe partir de las conclusiones de auditoría presentadas en la
reunión final y seguir los requisitos establecidos dentro del procedimiento de auditorías establecido por
el cliente de la auditoría.

Asimismo, el líder del equipo auditor debe velar por que el informe de auditoría refleje fielmente el
espíritu y contenido de la auditoría.

VI. Preparación del informe de auditoría (apartado 6.5.1,


UNE-EN-ISO 19011:2012)
Informe de auditoría

El informe de auditoría debería proporcionar un registro completo, exacto, conciso y claro de la


auditoría y debería incluir o hacer referencia a lo siguiente:

Los objetivos de la auditoría.


El alcance de la auditoría, particularmente la identificación de las unidades, de la
organización y de las unidades funcionales o los procesos auditados.
Identificación del cliente de la auditoría.
Identificación del equipo auditor y de los participantes por parte del auditado en la auditoría.
Las fechas y los lugares donde se realizaron las actividades de auditoría.
Los criterios de auditoría.
Los hallazgos de la auditoría y la evidencia relacionada.
Las conclusiones de la auditoría.
Una declaración sobre el grado en el cual se han cumplido los criterios de la auditoría.

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Otros aspectos

El informe de auditoría también puede incluir o hacer referencia a lo siguiente, según sea
apropiado:

El plan de auditoría, incluyendo la programación de tiempos.


Un resumen del proceso de auditoría, incluyendo cualquier obstáculo encontrado que pueda
disminuir la confianza en las conclusiones de la auditoría.
Confirmación de que se han alcanzado los objetivos de la auditoría dentro del alcance, de
acuerdo con el plan de auditoría.
Áreas no cubiertas incluidas dentro del alcance de la auditoría.
Un resumen de las conclusiones de la auditoría y los principales hallazgos de auditoría que
las soportan.
Cualquier opinión divergente sin resolver entre el equipo auditor y el auditado.
Oportunidades de mejora, si está especificado en el plan de auditoría.
Buenas prácticas identificadas.
Planes de acción acordados, si los hubiese.
Una declaración de la naturaleza confidencial de los contenidos.
Cualquier implicación para el programa de auditoría o auditorías subsecuentes.
La lista de distribución del reporte de auditoría.

6.1. Objetivo y alcance de la auditoría


El objetivo y el alcance de la auditoría realizada deberían ser incluidos en cualquier tipo de informe de
auditoría, interna o externa.

6.2. Detalle del plan de auditoría


Se identificará a los miembros del equipo auditor y a los representantes del auditado, las fechas de
realización de la auditoría y el organismo específico auditado (organización, departamento, unidad
técnica, etc.)

Debe tenerse en cuenta que el informe es el registro que queda como constancia de la auditoría
realizada. De este modo, es necesario asegurar la trazabilidad y acotar exactamente quiénes han realizado
la auditoría, qué organización ha sido auditada y cuáles han sido los interlocutores con el equipo auditor,
así como las fechas en las que la auditoría se ha desarrollado.

Esta información debería ser incluida en cualquier informe de auditoría, interna o externa.

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6.3. Criterio de auditoría
Otro aspecto claramente identificado en el informe de auditoría debe ser el criterio contra el cual se ha
realizado la auditoría y se ha llegado a las conclusiones de auditoría.

En este sentido, la información incluirá las normas sobre requisitos de los sistemas de gestión y la
documentación base de la organización auditada; por ejemplo, el manual de gestión.

En auditorías externas puede aparecer un listado más o menos extenso en el que se recojan otros
documentos utilizados para la auditoría. Por ejemplo:

Informes de auditorías anteriores y planes de acciones correctivas asociados a dichos informes.


Informes preliminares de auditoría (p. ej., visitas previas).
Procedimientos definidos por el cliente de la auditoría para la ejecución de la misma.
Documentos sobre criterios de certificación y deberes en la utilización de marcas de calidad,
ambiental o de PRL concedidas.

6.4. Hallazgos de auditoría considerados no conformidades


Todo informe de auditoría debe contener los hallazgos de auditoría considerados no conformidades, es
decir, aquellos hallazgos basados en evidencia de auditoría que demuestran el incumplimiento de algún
requisito contenido en el criterio de auditoría.

El modo de presentar los hallazgos de auditoría considerados no conformidades varía de unas


auditorías a otras según las necesidades del cliente. De este modo, es común encontrar informes de
auditoría que presentan una o dos hojas iniciales que recogen los objetivos y el alcance de la auditoría,
los detalles del plan de auditoría y la apreciación resumen del equipo auditor, anexando como hallazgos
de auditoría los documentos de auditoría donde fueron consignándose las no conformidades encontradas.

Otra forma de presentar los hallazgos en el informe es, en función de un índice de exposición
establecido por el cliente de la auditoría, ir exponiendo qué aspectos se evaluaron, cuáles se consideraron
satisfactorios y cuáles no se consideran satisfactorios.

Por otro lado, a la hora de presentar los hallazgos de auditoría en el informe, el auditor debe tener en
cuenta algunas consideraciones:

No debe confundir importancia con extensión de la explicación. Se debe ser conciso, claro y
entendible.
Debe evitar introducir en el informe términos subjetivos o literarios que puedan inducir a
confusión e impidan una interpretación uniforme de las conclusiones.
No referenciar nombres de personal del auditado ni opiniones vertidas por este para señalar la
no conformidad.
No utilizar expresiones que indiquen duda o falta de confianza del equipo auditor.

6.5. Lista de distribución del informe de auditoría

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En algunos informes de auditoría, sobre todo en auditorías puntuales, el propio informe resalta la lista
de distribución a que será sometido. Dentro de programas de auditoría muy establecidos, por ejemplo,
auditorías internas, auditorías de tercera parte, en las que existen documentos que establecen los canales
de distribución que todo informe de auditoría debe tener, estos aspectos no suelen resaltarse en el
informe de auditoría.

Por otro lado, desde el punto de vista formal, todos los informes de auditoría deberán ir fechados y
deberán ser firmados por el líder del equipo auditor como responsable de todo el proceso de auditoría.

Finalmente, conviene indicar que, puesto que el informe de auditoría se elabora para su distribución al
cliente de la auditoría, este puede incluir requisitos particulares que exige al equipo auditor.

Una de estas exigencias puede ser, por ejemplo, la inclusión de recomendaciones de acción correctiva
ante las no conformidades detectadas. Así, el cliente de la auditoría puede reclamar a través del informe
su opinión sobre las acciones correctivas más adecuadas que deberían ser acordadas con el auditado.

Se insiste en que no es función del auditor realizar estas tareas, a no ser que sea requerido por el
cliente de la auditoría.

VII. Distribución del informe de auditoría (apartado


6.5.2, UNE-EN-ISO 19011:2012)

El líder del equipo auditor ya tiene elaborado y preparado en informe de auditoría, por lo que debe
proceder a su distribución.

Cuando se piensa en el informe final, lo primero que hay que establecer es quién es el cliente. La
tendencia común es asumir que se trata del auditado. Ello se debe a que, durante la fase de actividad
auditora, el equipo auditor se encuentra en contacto constante y diario con el auditado. Sin embargo,
en todos los casos el verdadero cliente del informe de la auditoría es, como su propia terminología
indica, el cliente de la auditoría, propietario y solicitante de la citada actividad.

Sin embargo, en algunos casos, existe una revisión o aceptación del informe por parte de la
dirección del programa de auditoría antes de proceder a su distribución y presentación.

En el momento en el que el equipo auditor ha redactado el informe en el formato que ha sido


acordado con el cliente de la auditoría, se puede hablar de la posibilidad de una distribución
preliminar a la dirección del programa de auditoría.

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Durante esta revisión, el representante de la dirección del programa de auditoría tiene un papel
múltiple, tanto como cliente de la auditoría como de auditado, por expresarlo de alguna forma. Esto se
realiza a fin de asegurarse de que el informe de auditoría satisface las exigencias del programa y plan
de auditoría y también que refleja los niveles de competencia exigidos para mantener la categoría
profesional de la organización auditora.

Esta revisión adopta la forma de un ensayo de la presentación del informe al cliente de la auditoría
o al auditado. Es muy frecuente que este ensayo sea una presentación del informe a la gerencia de la
organización auditora, a quien los auditores informan dentro de su organización. La revisión
examinará todo el informe, comprobando su redacción, para comprobar que las cosas que se
transmiten de forma clara, inequívoca y precisa.

En caso de detectarse debilidades en las evidencias objetivas, indefiniciones o inexactitudes, el


informe deberá ser corregido antes de considerarlo definitivo.

Lógicamente, la función de la dirección del programa de auditorías que realiza la revisión debe
recaer en una persona con experiencia y con amplios conocimientos de los procesos y la naturaleza de
la organización auditada.

Solo deben hacerse modificaciones en el informe si se demuestra que faltan evidencias de auditoría
para sostener el punto en cuestión.

Con esta revisión de la función auditora realizada, el informe de auditoría se puede considerar
como definitivo, por lo que se puede proceder a su distribución formal.

El proceso de distribución del informe varía sustancialmente según el tipo de auditoría y el


programa de auditoría en cuestión. En cualquier caso, de forma general, la recepción del informe de
auditoría corresponde al cliente de la auditoría, quien tiene la responsabilidad, en su caso, de remitirlo
al auditado.

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En las auditorías internas, el cliente de la auditoría y el auditado coinciden, por lo que el equipo
auditor suele distribuir el informe de auditoría a la función directiva implicada en el alcance. El propio
sistema de gestión suele determinar cómo esta información llega a la alta dirección de la organización
auditada (siempre, en cualquier caso, le llegará a través de la revisión por la dirección).

En algunos procesos, la distribución del informe de auditoría conlleva una presentación del mismo
a las áreas auditadas, sobre todo en grandes organizaciones.

En procesos de auditoría interna de segunda parte, la distribución del informe se realiza siempre al
cliente de la auditoría que, según el proceso de auditoría establecido, suele ser, por ejemplo,
representado por la función del cliente de la auditoría responsable de la gestión de proveedores.

Corresponde en estos casos al cliente de la auditoría su transmisión al auditado si lo considera


necesario. Normalmente, en proveedores con los que se mantienen relaciones habituales o con los que
se pretende que así sea, este informe es distribuido con la correspondiente solicitud de presentación
del plan de acciones correctivas adecuado.

En función del proceso de auditoría, el equipo auditor puede participar en los procesos
subsiguientes o no.

En procesos de auditoría externa de tercera parte, igualmente, la distribución se realiza siempre al


cliente de la auditoría que corresponde con la entidad de certificación, quien es responsable de su
distribución al cliente. Bien es cierto que, en función del programa de certificación, los
procedimientos operativos de auditoría establecidos y el plan de auditoría, la entidad de certificación
puede requerir que el informe de auditoría sea remitido conjuntamente a la entidad de certificación y
al auditado.

El informe de auditoría debe distribuirse a los receptores, tal y como se define en los
procedimientos de auditoría o en el plan de auditoría.

VIII. Retención y utilización de informe de auditoría


La distribución del informe de auditoría puede dar como concluido desde el punto de vista formal el
proceso de ejecución de la auditoría, siempre y cuando no existan más actividades planificadas de
auditoría o acordadas con el cliente (por ejemplo, valoración del plan de acciones correctivas en las
auditorías de tercera parte).

Sin embargo, el encargo de la auditoría por el cliente perseguía un objetivo, es decir, la auditoría
realizada tenía un objeto, una finalidad perseguida por parte del cliente de la auditoría.

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Auditorías internas

Las auditorías internas, de forma general, tienen el objeto de verificar que el sistema de gestión
está definido, implementado, mantenido y mejorado continuamente. El informe de auditoría se utiliza
para la solución (acción correctiva) y las mejoras a partir de las deficiencias detectadas.

La participación del equipo auditor en estas fases posteriores es muy común, evaluando la
adecuación de las acciones correctivas propuestas por el auditado antes de dar por cerrado el proceso
de auditoría e, incluso, realizando el seguimiento de su aplicación y las auditorías extraordinarias que
se consideren necesarias.

Auditorías de segunda parte

En las auditorías de segunda parte, el cliente de la auditoría quiere verificar el cumplimiento de


una serie de requisitos que permitan alcanzar confianza en la capacidad del proveedor en el
cumplimiento de los requisitos para el producto comprado. De esta forma, el informe de auditoría se
utiliza para la selección y aprobación de proveedores y, en su caso, para la solución (acción
correctiva) y las mejoras a partir de las deficiencias detectadas.

La participación del equipo auditor en las fases posteriores depende, en gran medida, de la política
y necesidades del cliente de la auditoría. Debe tenerse en cuenta que el informe de auditoría puede no
ser distribuido al auditado y que, en función de la magnitud de las conclusiones de la auditoría el
proceso puede terminar con la desclasificación o desautorización del proveedor sin ningún proceso
posterior más.

De ser requeridas acciones correctivas al auditado, es frecuente la participación del equipo auditor
en la evaluación de la adecuación de estas acciones correctivas propuestas.

Auditorías de tercera parte

En las auditorías de tercera parte, el cliente de la auditoría quiere verificar que el sistema de
gestión está definido, implementado, mantenido y mejorado continuamente, y que cumple con los
criterios de certificación/acreditación establecidos, las necesidades de los clientes y los objetivos
marcados por la organización. El informe de auditoría se utiliza para la decisión de certificación o
registro de la organización, acreditación de actividades y concesión de marcas de reconocimiento.

En general, las entidades de evaluación de la conformidad en procesos de tercera parte reservan su


decisión hasta poseer tanto el informe de auditoría como las acciones correctivas propuestas o
implementadas por el auditado. En estas auditorías de tercera parte la participación de los auditores
suele prolongarse después de la distribución del informe hasta la evaluación por el equipo auditor
sobre las acciones correctivas propuestas o las evidencias de implementación y presentación a los
organismos de decisión de la entidad que lleva a cabo el proceso de certificación, acreditación y
aprobación.

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De esta manera, se puede concluir que, en la mayoría de los casos, el informe de auditoría es
distribuido finalmente al auditado con el objetivo de que planifique las acciones correctivas
adecuadas. Con toda la información, el cliente de la auditoría tomará las decisiones adecuadas en
función del objeto de la auditoría:

Auditorías internas: reprogramación de auditorías. Modificación de la frecuencia de


auditoría.
Auditorías de segunda parte: selección, homologación o aprobación del proveedor.
Auditorías de tercera parte: certificación o registro del sistema de gestión del auditado;
acreditación de determinadas actividades del auditado; concesión de marcas asociadas
a las actividades de certificación o acreditación.

IX. Confidencialidad
Existen unos requisitos de confidencialidad que se engloban dentro de las características de integridad
de todo miembro del equipo auditor y además constituyen uno de los principios de auditoría. De este
modo, existe una responsabilidad directa del auditor de no divulgar a terceros ninguna información ni
conclusión relacionada con el proceso auditor que acaba de realizar.

En su actividad diaria, el auditor puede encontrarse en situaciones donde, o bien se le pregunta o bien
tiene intención de verter algún comentario sobre lo que sabe o conoce de determinada organización. Si
esta información proviene de una auditoría, debe evitar cualquier tipo de comentario. En caso contrario,
estaría violando la confidencialidad debida al proceso auditor.

Por otro lado, deben establecerse los requisitos de confidencialidad sobre la información utilizada por
el equipo auditor en cualquier tipo de soporte.

Ya se ha expresado que la distribución del informe se debe realizar conforme a la lista de distribución
establecida desde la planificación de la auditoría.

Ahora bien, llegados a este punto final de la auditoría, los miembros del equipo auditor tienen en su
poder muchos otros documentos con información confidencial o sujeta a propiedad intelectual:

Programa de auditoría, procedimientos de aplicación al proceso auditor, etc.

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Manual de gestión, procedimientos, listados de equipos, listados de documentos, copias de
registros adjuntados como evidencias, comunicaciones antes y después de la realización de la
auditoría, plan de acciones correctivas y copia de los registros que evidencian la implementación.

Plan de auditoría, listas de comprobación, cuestionarios de auditoría o listas de verificación


cumplimentadas, informes de no conformidad u otros documentos de trabajo del auditor,
comunicaciones entre el equipo auditor tras la ejecución de la auditoría.

De este modo, junto al requisito de confidencialidad personal de cada auditor, mantener la


confidencialidad implica que deben haberse establecido y respetar los requisitos de confidencialidad
sobre esta información generada.

Los requisitos de confidencialidad van desde la destrucción de los documentos hasta la distribución y
archivo controlado de las funciones decididas en la planificación de la auditoría.

En las auditorías internas, los procedimientos establecidos por la organización para su


realización identifican qué tipo de información se considera registro y los requisitos para su
control. En función de cómo se haya elaborado el informe de auditoría, estos registros incluyen
el informe de auditoría, los informes o partes de no conformidad y las listas de comprobación
utilizadas por el equipo auditor.

En las auditorías externas, el cliente de la auditoría establece qué tipo de información le debe
ser enviada para su control, qué información debe ser devuelta al auditado y, en su caso, qué
documentación debe ser destruida.

X. Resumen

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El informe de auditoría representa la salida del proceso de ejecución de la auditoría y
constituye el registro documental que recoge las conclusiones de la auditoría.

Aunque en el programa de auditorías no se establece el plazo para la elaboración del informe,


este normalmente se elabora entre 7 y 15 días tras la finalización de la auditoría.

El encargado de la elaboración del informe debe ser el líder del equipo auditor y este debe
consistir en un registro completo, exacto, conciso y claro de la auditoría realizada.

Este informe de auditoría debe ser utilizado como herramienta para llevar a cabo la mejora
continua del sistema de gestión auditado implementando las mejoras identificadas a partir de las
deficiencias detectadas.

El informe de auditoría es utilizado para la solución (acción correctiva) y las mejoras a partir
de las deficiencias detectadas.

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Recursos

Enlaces de Interés
https://reader.bluebottlebiz.com/auditoria-de-los-sistemas-integrados-de-gestion/read:
SEVILLA TENDERO J. 1.5.5.1. “Redacción de las desviaciones”, cap. 1.5.5.1 en Auditoría de
los Sistemas Integrados de Gestión. Fundación Confemetal; 2012.

Bibliografía
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DE SALAS C, ARRIAGA E Y PLA E. Madrid: Ediciones Díez Santos; 2006.
INSHT. : Criterios del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo para la
realización de las auditorías del sistema de prevención de riesgos laborales reguladas en el
Capítulo V del Reglamento de los Servicios de Prevención.
LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. BOE n.º 269
(10/11/1995). :
Manual de auditoría de prevención de riesgos laborales. : CONFEDERACIÓN
GRANADINA DE EMPRESARIOS. Noviembre 2008.
Manual de prevención de riesgos laborales en las Administraciones Públicas. :
BARCELÓN COBEDO et al. Madrid: Instituto Nacional de Administración Pública; 2012.
Manual para la auditoría reglamentaria de prevención de riesgos laborales. : OSALAN.
Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales; 2008.
OIT. Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo de la Organización Internacional
del Trabajo. : Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Subdirección General de
Publicaciones; 2003.
ORDEN ESS/2259/2015, de 22 de octubre. : Por la que se modifica la Orden TIN/2504/2010,
de 20 de septiembre, por la que se desarrolla el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el
que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, en lo referido a la acreditación
de entidades especializadas como servicios de prevención, memoria de actividades preventivas
y autorización para realizar la actividad de auditoría del sistema de prevención de las
empresas. BOE-A-2015-11654.
ORDEN TIN/2504/2010, de 20 de septiembre, por la que se desarrolla el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención. : En lo referido a la acreditación de entidades especializadas como servicios de
prevención, memoria de actividades preventivas y autorización para realizar la actividad de
auditoría del sistema de prevención de las empresas. BOE-A-2010-14843.

82/172
REAL DECRETO 337/2010, de 19 de marzo. : Por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención;
el Real Decreto 1109/2007, de 24 de agosto, por el que se desarrolla la Ley 32/2006, de 18 de
octubre, reguladora de la subcontratación en el sector de la construcción y el Real Decreto
1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y
salud en obras de construcción. BOE n.º 71 (23/03/2010).
REAL DECRETO 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los
Servicios de Prevención. BOE n.º 27 (31/01/1997). :
REAL DECRETO 604/2006, de 19 de mayo. : Por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención,
y el Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción. BOE n.º 127 (29/05/2006).
UNE-EN ISO 19011:2012. Directrices para la auditoría de los sistemas de gestión.
AENOR. Marzo 2012. :

Glosario.

No conformidad: Incumplimiento de un requisito

Plan de auditoría: Descripción de las actividades y de los detalles acordados de una


auditoría.

Programa de auditoría: Detalles acordados para un conjunto de una o más


auditorías planificadas para un periodo de tiempo determinado y dirigidas hacia un propósito
específico.

83/172
UNE-EN ISO 19011:2012. Seguimiento de la
auditoría

I. Introducción
Una vez terminan las actividades de auditoría debemos seguir demostrando que el sistema de gestión
de la seguridad y salud en el trabajo es conforme a los requisitos establecidos y mejora continuamente su
desempeño. Para ello, se programan las auditorías de seguimiento con el objetivo de verificar el sistema
en todo momento.

En caso de que se hayan identificado incumplimientos y oportunidades de mejora sobre nuestro


sistema de gestión, el auditado debe elaborar un plan de acciones correctivas para dar solución a las no
conformidades detectadas, así como definir los procesos y asignar los recursos y responsabilidades
apropiados para implementar las mejoras en su sistema de gestión.

II. Objetivos

Conocer los tipos de auditorías de seguimiento.


Saber cómo programar auditorías de seguimiento.
Aprender a elaborar un plan de acciones correctivas.

III. Repetición de auditorías. Auditoría extraordinaria

3.1. Repetición programada de auditorías


Las conclusiones de la auditoría quedan obsoletas con el tiempo como consecuencia de los cambios,
favorables o desfavorables, que se producen en el sistema de gestión, los procesos y los productos.

Se hace necesario gestionar un programa de auditorías que asegure que las auditorías se realizan de
forma repetida de manera que se mantenga la confianza en el sistema de gestión a lo largo del tiempo y
se identifiquen los puntos problemáticos ante los cambios producidos, favorables o desfavorables con el
fin de que se puedan aplicar las acciones correctivas oportunas. Así:

El programa de auditorías internas permitirá mantener información válida sobre la conformidad del
sistema de gestión con las disposiciones planificadas, los requisitos de las normas utilizadas de
referencia y asegurar que se mantiene implementado y es eficaz.

84/172
El programa de auditorías de los proveedores (segunda parte) permitirá mantener información válida
sobre la conformidad de los sistemas de gestión de estos proveedores para satisfacer los requisitos de
compra de la organización.

El programa de auditorías de certificación (tercera parte) permitirá mantener información válida sobre
la conformidad con los requisitos de certificación de los sistemas de gestión de las organizaciones
certificadas o registradas.

De este modo, las auditorías no deben entenderse como una actividad


puntual, sino que debe establecerse una programación continua para su
realización.
Este es el primer modo de repetición de las auditorías, su programación temporal, que tiene
como finalidad verificar que se siguen cumpliendo los requisitos establecidos.

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Esta es la esencia de la programación de auditorías. En general, los resultados de las
auditorías que se van realizando permiten a la dirección del programa de auditorías aumentar o
acotar los periodos entre auditorías sucesivas.

Este modo de funcionamiento es muy frecuente en las auditorías internas, en las que el
programa de auditorías se fija tanto sobre la base de la importancia y complejidad de los
procesos como del resultado de las auditorías recientes. De esta forma, cuanta más confianza
adquiere la dirección del programa de auditorías en la adecuación de los procesos, más pueden
dilatarse (dentro de unos márgenes), los plazos de auditoría.

En estos casos se trata de la repetición “pura” de la auditoría. Es decir, el objeto de la


auditoría suele mantenerse y el alcance puede variar en función de si se han incorporado o se
han eliminado procesos de las áreas que se han de auditar.

La finalidad de estas auditorías es comprobar que se siguen cumpliendo los requisitos


establecidos y que el sistema de gestión continúa siendo eficaz.

Lógicamente, dentro de estas auditorías se comprueba la implementación y eficacia de las


acciones correctivas procedentes de la auditoría anterior como una parte más de los elementos
auditables.

El modo de programar estas auditorías también varía y puede contener un número diferente
de ellas. Por ejemplo, en auditorías de certificación, tras la certificación inicial, la entidad de
certificación realiza auditorías de seguimiento con una periodicidad establecida.

En cada una de estas auditorías audita una parte del sistema de gestión, de forma que, al
acabar el periodo de seguimiento, ha auditado todos los elementos del sistema de gestión. Al
acabar el periodo de certificación vuelve a realizar una auditoría completa del sistema de gestión
a efectos de renovación de la certificación.

Como se podrá inferir, este es un funcionamiento normal y programado para mantener la


confianza en la adecuación de los procesos y es independiente de la bondad, complejidad o
dificultad de funcionamiento del sistema de gestión. De este modo, todos los auditados son
sometidos a estos criterios de seguimiento.

3.2. Auditorías extraordinarias

Sin embargo, existe otro tipo de auditorías, específicamente acotadas tanto en su objeto como
en su alcance, que son determinadas a partir de las auditorías realizadas. Estas auditorías
extraordinarias dan respuesta y solución a diversos aspectos relacionados con las acciones
correctivas provenientes de una auditoría.

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De este modo, cuando las desviaciones o no conformidades sean de tal naturaleza y magnitud que
su evaluación adecuada solo pueda hacerse por el examen in situ de las acciones tomadas y de su
resultado, la dirección del programa de auditorías puede decidir, independientemente de las auditorías
programadas previamente con una periodicidad o frecuencia establecidas, realizar una auditoría
extraordinaria para verificar la implementación y eficacia de determinadas acciones correctivas
provenientes de la auditoría anterior.

Se resalta, muy especialmente, que estas auditorías extraordinarias no pueden ser consideradas una
repetición de la auditoría.

Esto se debe a que estas auditorías, en ningún caso, tienen el mismo objeto y alcance que la
auditoría inicial, sino que se centran en el examen y verificación de las acciones correctivas
implementadas y sus resultados, únicamente.

De este modo, el equipo auditor seleccionado debe comprender claramente las desviaciones
detectadas y las acciones correctivas propuestas por el auditado y aprobadas por el cliente de la
auditoría, puesto que es en lo único que se va a centrar la auditoría extraordinaria.

Lógicamente, si el número de acciones correctivas es elevado o afecta a una gran amplitud del
sistema de gestión, el alcance de la auditoría extraordinaria puede asemejarse bastante al alcance de la
auditoría inicial, pero esto es por la magnitud y amplitud de las acciones correctivas, no por el objeto
de la auditoría extraordinaria.

Llegados a este punto, cabe preguntarse quién es el responsable o quién tiene autoridad para
ordenar una auditoría extraordinaria. En todos los casos, la auditoría extraordinaria debe ser
autorizada por el cliente de la auditoría, debe ser comunicada al auditado y, lógicamente, aceptada por
este.

Aquí, la casuística puede variar en función del tipo de auditoría:

Los procedimientos de auditorías internas de las organizaciones suelen incluir los criterios para la
decisión de auditorías extraordinarias. Incluso, la decisión queda supeditada a la selección de la
acción correctiva. Cuanta mayor extensión tenga el problema detectado y mayor sea la complejidad
de la acción necesaria, mayor será la probabilidad de que el cierre del proceso de acción correctiva
incluya una auditoría de este tipo.

En auditorías de segunda parte, las no conformidades graves detectadas en el auditado,


independientemente de su complejidad o no, pueden aconsejar al cliente realizar una auditoría
extraordinaria. El auditado suele ser informado en las cláusulas contractuales de esta posibilidad,
de sus deberes y derechos como proveedor y, lógicamente, de las implicaciones comerciales que
conlleva la negativa a someterse a una auditoría extraordinaria.

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Las entidades de tercera parte llevan a cabo las auditorías extraordinarias cuando las deficiencias
detectadas ponen en discusión el cumplimiento de requisitos de evaluación (por ejemplo,
certificación o acreditación) importantes. En estos casos, conviene añadir que hasta que no se ha
evaluado el resultado de la auditoría extraordinaria, estas entidades no conceden o, en su caso,
suspenden las certificaciones o acreditaciones correspondientes. En función de la gravedad o
reiteración de los problemas, estos organismos pueden decidir la retirada de las certificaciones o
acreditaciones.

En relación con el equipo auditor designado conviene añadir que, si bien es muy recomendable que
coincida con el equipo auditor que realizó la auditoría inicial, generalmente la lleva a cabo únicamente
el líder del equipo auditor.

Se considera muy recomendable, pues, que el equipo auditor que participó en la auditoría cuyos
resultados motivan la auditoría extraordinaria conozca completamente la situación de partida del
auditado, los elementos, factores y hechos que motivaron la no conformidad y la situación de la
organización auditada.

De este modo, no hay riesgo de que interpreten mal los aspectos que se van a evaluar ni se
requieren nuevas explicaciones que, en su momento, el auditado ya dio al primer equipo auditor.

En relación con su planificación, la metodología será similar a la de cualquier auditoría. Deberá


realizarse siguiendo un plan previo de auditoría que incluya el calendario de auditoría. Lógicamente,
cuanto más acotados estén los aspectos objeto de examen, más simple será el proceso de planificación
de la auditoría que, en muchos casos, estará circunscrito a un proceso determinado y un único
personal directivo auditado (p. ej.: objetivos, control de dispositivos de medición y seguimiento, etc.).

Su ejecución tendrá todas las fases de una auditoría normal. El auditor debe centrarse únicamente
en el alcance de la auditoría, examinando las acciones tomadas por la organización para solucionar las
no conformidades detectadas y evaluar su eficacia.

Por tanto, si durante la auditoría, principalmente las de tercera parte, se descubriese una no
conformidad de algún aspecto fuera del ámbito de la auditoría extraordinaria que debía haber sido
detectado inicialmente, deberá ponerlo en conocimiento del auditado, pero queda fuera de su alcance
de auditoría y, por tanto, no puede ser consignado en el informe (a no ser que el cliente de la auditoría
haya establecido otra cosa).

Con todo, el resultado de la auditoría será reflejado en el correspondiente informe de auditoría.


Muchos programas de auditoría mantienen formatos y contenidos específicos para este tipo de
auditorías. La información será distribuida y utilizada siguiendo los canales originales establecidos
para la auditoría precedente.

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En los programas de auditoría externa, tras la auditoría extraordinaria suele haber decisión
definitiva (aprobación/desaprobación) sin que sea común requerir nuevas acciones y la posibilidad de
realizar otra auditoría extraordinaria.

En las auditorías internas, en caso de que la auditoría extraordinaria ponga de manifiesto


deficiencias en la implementación y eficacia de la acción correctiva, la organización está obligada a
iniciar las acciones que tenga establecidas en los procedimientos de acciones correctivas para estos
casos: redefinición de acción correctiva, cambios de procesos, finalización razonada, etc.

3.3. Repetición no programada de auditorías

Finalmente, como un caso particular de auditorías, está aquel en el que el cliente de la


auditoría sospecha por información que le ha llegado que no se están cumpliendo los requisitos
establecidos. En estos casos, ante la pérdida de confianza, ordena la realización de una auditoría
que ni estaba programada ni tiene como misión la verificación de acción correctiva alguna.

Por ejemplo, en auditorías internas, accidentes, aumento de las no conformidades, implementación de


un nuevo proceso o producto pueden aconsejar la realización de una auditoría en un momento puntual,
fuera de la programación prevista.

En auditorías de segunda parte, cambios en la estructura del proveedor, etc. pueden aconsejar la
realización de una auditoría en un momento puntual, fuera de la programación prevista.

En auditorías de tercera parte, la sospecha de que la organización certificada o con acreditaciones no


está cumpliendo los requisitos de certificación/acreditación puede aconsejar la realización de una
auditoría en un momento puntual, fuera de la programación prevista.

IV. Plan de acciones correctivas


Con la entrega al cliente del informe de auditoría se da por terminada la auditoría, excepto en las
auditorías de tercera parte, donde el auditor debe valorar el plan de acciones correctivas elaborado por el
auditado. De este modo, cualquier actividad posterior a la distribución del informe no forma parte del
proceso auditor.

El cliente de la auditoría puede no requerir ninguna acción posterior a la recepción del informe de
auditoría; por ejemplo, en la aprobación de un proveedor basándose únicamente en el informe de
auditoría.

Sin embargo, en la mayoría de los casos el informe de auditoría se utiliza para la toma de decisiones
junto con el plan de acciones correctivas propuestas o implementadas por el auditado.

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El plan de acciones correctivas es, de este modo, evaluado junto con el informe de auditoría de forma
que se puede tener una concepción de la situación del auditado no solo en relación con el momento de
ejecución de la auditoría, sino que también puedan graduarse las acciones emprendidas por el auditado o
que este va a emprender para subsanar las situaciones insatisfactorias.

En este proceso, no tiene por qué participar el equipo auditor, puesto que la acción correctiva no forma
parte del proceso auditor.

4.1. La acción correctiva y las partes implicadas en el proceso


Corresponde al cliente de la auditoría decidir o acordar con el auditado las acciones correctivas que
deben ser establecidas a partir del informe de auditoría.

En el caso de las auditorías internas, al coincidir cliente y auditado, los procedimientos de auditorías
internas y acciones correctivas establecen los niveles de responsabilidad y canales de aprobación para las
acciones correctivas procedentes de auditoría.

En general, las acciones correctivas deben ser decididas sin demora por la dirección del auditado. Este
requerimiento implica a las direcciones de los departamentos que quedaban incluidos en el alcance de la
auditoría y que presentan no conformidades.

Algunos sistemas de gestión establecen responsabilidades de aprobación o autorización en la alta


dirección para determinado tipo de acciones correctivas (en función de la importancia y el coste
principalmente).

En el caso de auditorías de segunda parte, el proceso de evaluación suele incluir la solicitud a la


organización auditada del plan de acciones correctivas apropiadas.

En este proceso puede participar activamente el cliente de auditoría ya que, por tratarse de
proveedores, el cliente suele requerir “su” acción correctiva más que una acción correctiva por parte del
proveedor con libertad de elección por su parte.

Esto suele aparecer principalmente en no conformidades que afectan a la conformidad de los


productos adquiridos por la organización cliente.

En las auditorías de tercera parte, están claramente definidos los plazos dentro de los cuales la
organización auditada debe presentar el plan de acciones correctivas que la entidad independiente suele
evaluar de forma imparcial.

Independientemente del tipo de auditoría, el cliente puede requerir la participación del equipo auditor
que ha realizado la auditoría o no.

A continuación se verá cuál puede ser la participación del que ha sido el equipo auditor en estas fases
posteriores.

4.2. La acción correctiva y el equipo auditor


Como se acaba de comentar, todos los procesos posteriores a la distribución del informe de auditoría
son responsabilidad del cliente y su relación con el auditado.

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Sin embargo, el cliente de la auditoría puede requerir la evaluación de las acciones correctivas por
parte del equipo auditor, utilizando siempre como su representante al líder del equipo auditor.

Al analizar la reunión final de auditoría, se dijo que el auditado puede exponer, al presentar el auditor
las no conformidades, las posibles acciones correctivas e, incluso, puede requerir del auditor su opinión
u orientación. Se establecía en ese caso que el auditor debe ser cauto y no comprometer su imparcialidad
en fases posteriores de la auditoría o auditorías posteriores.

Sin embargo, eso no significa que el auditor no sepa qué orientación debe darse a estas acciones
correctivas.

La cuestión es que un auditor, cuando señala una no conformidad, puede tener en mente las posibles
acciones correctivas. Llegar a decidir una no conformidad identificando el origen la misma, y no la
causa, conlleva la comprensión completa de las implicaciones de la situación y, por tanto, los aspectos
que deben ser modificados son claramente comprendidos por el auditor.

En caso contrario, el auditor simplemente actuaría como una especie de “notario” dando fe de si se
cumplen o no las disposiciones establecidas sin preocuparse por las posibles opciones e implicaciones en
la organización auditada.

Cuando un auditor señala una no conformidad, pero no es capaz de explicar posibles acciones
correctivas, la no conformidad ha sido señalada sin comprender el proceso que se está auditando. Esto es
porque la acción correctiva señala hacia la causa del problema, por lo que, si no ha comprendido el
proceso, es difícil que el auditor pueda establecer causas de problemas y por tanto evaluar la
conveniencia de una determinada acción correctiva.

Por este motivo, el cliente de la auditoría suele requerir del equipo auditor la evaluación de las
acciones correctivas como opinión cualificada antes de la toma de decisiones que le corresponde. La
verificación de las acciones correctivas tiene dos niveles fundamentales de evaluación: la evaluación de
la definición de las acciones correctivas y su seguimiento, es decir, la verificación de su implementación
y eficacia.

4.2.1. Planificación: definición de las acciones correctivas

Según los canales establecidos en la planificación de la auditoría o proceso de evaluación, el auditado


debe preparar y presentar un plan de acciones correctivas a las no conformidades reflejadas en el informe
de auditoría. En general, dicho plan suele incluir:

Analizar las causas de las no conformidades detectadas.


Definición de las acciones correctivas correspondientes. Distinguiendo las acciones de
corrección, si procede, ante el problema detectado (acciones para resolver la situación
producida) y la acción correctiva, propiamente dicha, para eliminar la causa que la ha
producido y, así, evitar que vuelva a producirse.
La fecha de implementación prevista para la acción correctiva, si no ha sido subsanada ya la
incidencia entre la finalización de la auditoría y la recepción del informe de auditoría.
Identificación del responsable de implementar la citada acción correctiva.

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De este modo, el equipo auditor evaluará la naturaleza de la acción correctiva propuesta para verificar
que es adecuada para eliminar la causa de la no conformidad detectada y verificará que el plazo
propuesto por el auditado es razonable y adecuado.

Si el auditado ya ha implementado alguna acción correctiva, suele requerírsele que adjunte evidencias
para que puedan ser evaluadas igualmente.

El líder del equipo auditor, bien directamente o a través del cliente de auditoría, recibe el plan de
acciones correctivas, siendo su responsabilidad la distribución, en la parte que proceda, al resto de
miembros del equipo.

En función de los requisitos del cliente de auditoría, el líder del equipo auditor, recopilando la
evaluación realizada por el resto de miembros del equipo, suele preparar un informe de evaluación donde
las acciones propuestas, las evidencias suministradas y los plazos de implementación son evaluados,
generalmente en tres niveles: satisfactorio – parcialmente satisfactorio – no satisfactorio.

Este informe de evaluación es remitido al cliente de la auditoría, quien, con el informe de auditoría y
la evaluación de las acciones correctivas tomará las decisiones que estime oportunas.

V. Seguimiento: implementación y eficacia de las


acciones correctivas
Con la fase anterior se ha evaluado la orientación de las acciones que van a ser acometidas por el
auditado. Ahora, es necesario realizar un seguimiento de forma que se compruebe la implementación y
eficacia de las acciones emprendidas.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las acciones son de muy diversa magnitud. En general,
existirá un número elevado de no conformidades que no requieren la verificación inmediata de la acción.

Por decirlo de otro modo, se considera que la acción correctiva es adecuada para solucionar el
problema, es sencilla de implementar y el plazo es razonable, por lo que se tiene confianza en su
implementación y en la eficacia de la acción, sin requerirse ninguna verificación más inmediata.

Es estos casos, el cliente de la auditoría utiliza la programación de auditorías para realizar el


seguimiento. Es decir, la eficaz implementación de las acciones correctivas se realiza en la siguiente
auditoría programada.

Auditorías internas

En las auditorías internas, el plazo para la siguiente auditoría programada puede ser reducido,
mantenido o ampliado en función del resultado de esta auditoría. Estas auditorías, como parte de sus
objetivos incluyen la verificación de la implementación y eficacia de las acciones correctivas de la
auditoría anterior.

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Auditorías de segunda parte

En las auditorías de segunda parte no es muy común programar auditorías de seguimiento; en


cualquier caso, la opción sería igual que las auditorías internas.

Auditorías de tercera parte

En las auditorías de tercera parte siempre se establecen auditorías de seguimiento. Las


certificaciones y acreditaciones se conceden para periodos de tiempo dentro de los cuales se llevan a
cabo de manera programada auditorías para verificar que el auditado sigue cumpliendo los criterios
establecidos. Estas auditorías, como parte de sus objetivos, incluyen la verificación de la
implementación y eficacia de las acciones correctivas de la auditoría anterior.

En este caso, las auditorías de seguimiento pueden encargarse al mismo equipo auditor que realizó la
auditoría inicial o asignarse a otro equipo auditor, de ahí la importancia de un adecuado informe de
auditoría inicial y el registro de las acciones correctivas propuestas por el auditado.

Sin embargo, existen otras no conformidades que por su magnitud, amplitud o gravedad no dan
confianza plena solo con evaluar su definición o la documentación aportada, sino que se deben evaluar
los cambios in situ.

Este tipo de no conformidades, que ponen en serias dificultades la planificación, el aseguramiento, el


control o la mejora, es decir, la eficacia del sistema de gestión, no suelen dar lugar a decisiones de espera
hasta la siguiente auditoría programada.

En estos casos, el cliente de la auditoría puede decidir solicitar una auditoría extraordinaria para la
verificación de la implementación de las acciones correctivas.

VI. Resumen

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La implementación de un sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo supone un
proceso vivo, por lo que es necesario verificarlo continuamente a través de la realización de
auditorías. Por ello, existen diferentes formas para garantizar la implantación del sistema a
través de:

Auditorías programadas.
Auditorías extraordinarias.
Repetición no programada de auditorías.

Después de la entrega del informe de auditoría, el auditado debe preparar y presentar un plan
de acciones correctivas a las no conformidades reflejadas en el informe de auditoría en el que se
debe incluir:

El análisis de las causas de las no conformidades detectadas.


La definición de las acciones correctivas correspondientes para eliminar las causas de
las no conformidades.
La fecha de implementación prevista para la acción correctiva.
La identificación del responsable de implementar la citada acción correctiva.

Por último, una vez implementadas las acciones correctivas es necesario verificar su eficacia,
es decir, comprobar que la acción ha sido suficiente para eliminar la causa de la no conformidad
y que estas no se vuelvan a repetir.

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Ejercicios

Caso práctico
Durante el mes de abril de 2017 en la empresa CARNICISA S.L. se realizó la auditoría interna de su
planta de producción para verificar el cumplimiento de los requisitos de la norma ISO 45011. Tras la
auditoría el líder del equipo auditor realizó el informe de auditoría en el que se identificaron las
siguientes no conformidades:

NC1: Existencia de listados de documentación y registros que contemplan la fecha de


aprobación y estado de revisión de los documentos sin actualizar debidamente tras la
realización de cambios.
NC2: La política no incluye de forma clara y explícita los principios de mejora continua,
cumplimiento de requisitos legales o prevención de los daños.
NC3: No se evidencia planificación de acciones formativas para adquirir la competencia
necesaria.
NC4: No existe evidencia de la planificación de las auditorías internas.

Se pide
Diseñar un plan de acciones correctivas proponiendo las acciones para la eliminación de las causas de
las no conformidades detectadas.

Solución
PLAN DE ACCIONES CORRECTIVAS

Reg.PRL04.1

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Recursos

Enlaces de Interés
https://reader.bluebottlebiz.com/auditoria-de-los-sistemas-integrados-de-gestion/read:
TENDERO SEVILLA J. “Gestión de las no conformidades”, cap. 1.5.9 en Auditoría de los
Sistemas Integrados de Gestión. Fundación Confemetal; 2012.

Bibliografía
Guía para la auditoría de los sistemas de gestión de la prevención de riesgos laborales. :
DE SALAS C, ARRIAGA E Y PLA E. Madrid: Ediciones Díez Santos; 2006.
INSHT. : Criterios del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo para la
realización de las auditorías del sistema de prevención de riesgos laborales reguladas en el
Capítulo V del Reglamento de los Servicios de Prevención.
LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. BOE n.º 269
(10/11/1995). :
Manual de auditoría de prevención de riesgos laborales. : CONFEDERACIÓN
GRANADINA DE EMPRESARIOS. Noviembre 2008
Manual de prevención de riesgos laborales en las Administraciones Públicas. :
BARCELÓN COBEDO et al. Madrid: Instituto Nacional de Administración Pública; 2012.
Manual para la auditoría reglamentaria de prevención de riesgos laborales. : OSALAN.
Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales; 2008.
OIT. Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo de la Organización Internacional
del Trabajo. : Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Subdirección General de
Publicaciones; 2003.
ORDEN ESS/2259/2015, de 22 de octubre. : Por la que se modifica la Orden TIN/2504/2010,
de 20 de septiembre, por la que se desarrolla el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el
que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, en lo referido a la acreditación
de entidades especializadas como servicios de prevención, memoria de actividades preventivas
y autorización para realizar la actividad de auditoría del sistema de prevención de las
empresas. BOE-A-2015-11654.
ORDEN TIN/2504/2010, de 20 de septiembre. : Por la que se desarrolla el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención,
en lo referido a la acreditación de entidades especializadas como servicios de prevención,
memoria de actividades preventivas y autorización para realizar la actividad de auditoría del
sistema de prevención de las empresas. BOE-A-2010-14843.

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REAL DECRETO 337/2010, de 19 de marzo. : Por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención;
el Real Decreto 1109/2007, de 24 de agosto, por el que se desarrolla la Ley 32/2006, de 18 de
octubre, reguladora de la subcontratación en el sector de la construcción y el Real Decreto
1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y
salud en obras de construcción. BOE n.º 71 (23/03/2010).
REAL DECRETO 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los
Servicios de Prevención. BOE n.º 27 (31/01/1997). :
REAL DECRETO 604/2006, de 19 de mayo. : Por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención,
y el Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción. BOE n.º 127 (29/05/2006).
UNE-EN ISO 19011:2012. Directrices para la auditoría de los sistemas de gestión.
AENOR. Marzo 2012. :

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Economía de la prevención de riesgos laborales

I. Introducción
Los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales generan daños y pérdidas evidentes que
suponen una serie de costes que las empresas deben tener en cuenta a la hora de hacer sus balances. En
muchas ocasiones nos encontramos frente a situaciones en las que tenemos que justificar no solo la
eficacia de las medidas preventivas frente a los riesgos identificados, sino también la relación coste-
beneficio de la aplicación de dichas medidas preventivas para poder presentar nuestras propuestas ante la
alta dirección de la empresa.

Es frecuente que los empresarios cuestionen las inversiones propuestas en materia de prevención de
riesgos laborales argumentando la imposibilidad de la inversión debido al coste, pero debemos saber
justificar que estas inversiones pueden mejorar las condiciones de trabajo y, en consecuencia, la
productividad de la empresa.

II. Objetivos

Entender los diferentes factores que influyen en la generación de costes en prevención


de riesgos laborales.
Conocer los tipos de costes que se generan en la gestión de la PRL.
Analizar los costes de la PRL para la empresa generados a través de los accidentes y
enfermedades.
Saber identificar y clasificar los costes de la PRL.
Conocer métodos para justificar las inversiones en PRL.

III. Aspectos económicos de la prevención de riesgos


laborales
La prevención de riesgos, aparte de ser necesaria y una implantación de obligatorio cumplimiento
impuesta por la normativa, conlleva un coste asociado que deben asumir las empresas y que, por otra
parte, también puede estar asociado con una mayor productividad.

La implementación del sistema preventivo supone una serie de costes, no solo a las empresas, sino
también a los propios trabajadores y a las Administraciones Públicas. Estos costes serán los recursos
humanos necesarios así como los costes asociados a los accidentes y enfermedades profesionales, entre
otros que veremos a continuación.

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El objetivo de cualquier empresa es mejorar la rentabilidad de sus productos y servicios, por lo que el
gasto que supone la PRL para mejorar las condiciones de trabajo de sus empleados debe ahondar en
reducir los factores de riesgo que pueden desencadenar una pérdida de producción debida a los
accidentes laborales, enfermedades profesionales o al absentismo laboral.

Los accidentes laborales suceden debido a multitud de factores o circunstancias. No obstante,


podemos centrarnos tres factores fundamentales en relación con los costes derivados de los mismos:

Gastos del trabajador

Los gastos del trabajador que sufre el accidente, que debe hacerse cargo de los costes tanto
humanos (con el padecimiento de las consecuencias del accidente) como económicos (subsidio
recibido inferior al sueldo, medicamentos, etc.).

Costes sociales

Derivados de la atención al trabajador, indemnizaciones de la Seguridad Social, etc.

Costes sufragados

Los costes sufragados por la empresa, ya que no solo supone un coste por la pérdida de recursos
humanos, sino que también puede conllevar un gasto derivado de posibles procesos judiciales,
contratación de nuevos trabajadores, coste de reposición de materiales dañados o incluso la pérdida
de imagen de empresa.

Es de vital importancia que las empresas estén comprometidas no solo con la actividad preventiva sino
también con los costes que esta genera, ya que como hemos mencionado, la inversión en prevención y en
la mejora de las condiciones de trabajo puede derivar en una mejora de la productividad y rentabilidad de
la empresa. Por tanto, existen numerosos motivos para asignar una partida presupuestaria para el
desarrollo de las actividades preventivas con el objetivo de reducir los daños derivados del trabajo, así
como mejorar la calidad de las condiciones. La correcta intervención en prevención de riesgos laborales
implica identificar, corregir y eliminar las causas de los accidentes y de las enfermedades profesionales.

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Los accidentes laborales pueden generar una serie de costes que podemos identificar a
grandes rasgos a continuación:

Coste de la investigación del accidente.


Tiempo gastado en auxiliar a un accidentado.
Coste del desplazamiento del accidentado.
Coste de los servicios médicos.
Coste del botiquín.
Costes de mantenimiento de la producción.
Costes materiales derivados del accidente.
Coste de pagos de los subsidios correspondientes.
Otros costes asociados a la atención del trabajador, inspecciones de trabajo, etcétera.

3.1. El gasto en prevención. Los costes para la empresa


En primer lugar, es necesario que la empresa tenga identificadas las causas que generan los accidentes
laborales y enfermedades profesionales para poder determinar los costes que se van a tener que asumir
para volver a restablecer la producción normal. Estas causas pueden estar en ocasiones relacionadas con
la maquinaria, equipos o instalaciones, por lo que el coste estaría en la renovación o reparación de los
mismos, coste que puede ser muy elevado. Un ejemplo de este tipo de costes es una instalación eléctrica
antigua o dañada o una máquina que no dispone de las medidas de protección apropiadas. Tras la
renovación de la instalación eléctrica o de la maquinaria, la empresa verá una mejora en la productividad
debido a la eliminación de las paradas que causaba la falta de seguridad.

Debemos tener en cuenta que los costes en PRL también afectan a la mejora de la productividad en la
mayoría de los casos, por lo que no solo deberíamos hablar de costes, sino también de la inversión en
seguridad. Cualquier tipo de inversión en maquinaria o instalaciones que mejoren las condiciones
laborales, como la inversión en tecnología, tendrá una repercusión beneficiosa para la economía de la
empresa.

3.2. El coste de los accidentes laborales


¿Cuánto dinero debe gastar la empresa frente a accidentes o enfermedades? Para poder contabilizarlo
deberemos tener en cuenta e identificar los diferentes tipos de costes relativos a la no prevención.

Podemos identificar dos grandes grupos de costes, los costes tangibles y los intangibles, a los que la
empresa debe enfrentarse. Todos estos costes derivan en una reducción de la producción, ventas, reducen
la calidad de los productos o de los servicios, etc.

Costes tangibles

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Los costes tangibles son costes que pueden estar asociados tanto a inversión en seguridad y salud
como a los costes derivados de la no seguridad y salud. Las organizaciones suelen incluir dentro de
estos costes los costes fijos en concepto de prevención de riesgos laborales, como por ejemplo los
gastos de los servicios de prevención, reconocimientos médicos, salario de los trabajadores...

A su vez los costes tangibles se pueden clasificar en:

Costes de prevención. Son los costes destinados a evitar accidentes y enfermedades


profesionales o incumplimientos en el sistema de gestión de la empresa.
Costes de evaluación. Son los costes que surgen debido a los controles e inspecciones en las
que se descubren incumplimientos, no conformidades del sistema de gestión o situaciones
con medidas preventivas insuficientes.
Costes de fallos o accidentes. Cuando la prevención y la evaluación no han sido suficientes
para evitar la situación anómala y se genera el accidente, los costes generados son los costes
de fallo o accidente. Son los costes derivados de las operaciones para restablecer la
normalidad de los procesos de la empresa.

Costes intangibles

Los costes intangibles son costes imprevistos para las empresas y que no suelen tener identificados
dentro de su contabilidad. Son costes que resulta difícil cuantificar con exactitud, por lo que no se
puede hacer una previsión de estos gastos. Lo que resulta fundamental es tener en cuenta que este tipo
de costes pueden aparecer y realizar una estimación relativa para tenerlos previstos. No obstante, son
costes variables, ya que dependen de que se produzca un accidente.

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Tabla 1. Costes tangibles.

Fuente: elaboración propia.

Tabla 2. Costes intangibles.

Fuente: elaboración propia.

En conclusión, los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales tienen unos costes
asociados desde el punto de vista de la producción o debidos a aspectos legales que la empresa deberá
tener identificados o previstos en la medida de lo posible con el objetivo de que la gestión de la
prevención y la seguridad de los trabajadores se considere un gasto más dentro de la economía
empresarial.

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IV. Economía de la prevención: justificación de
acciones correctivas
Para tomar decisiones en el campo de la seguridad se deben utilizar criterios económicos de coste-
beneficio. No obstante, este no es el único criterio, pues en esta materia cabe destacar la preponderancia
que adquieren otros condicionantes como los aspectos legales, técnicos, morales y sociales.

Desde el punto de vista legal, el empresario adoptará todas las medidas necesarias para cumplir con
aquellas obligaciones que estén contenidas en los supuestos de hecho de las normas sancionadoras
laborales, administrativas, civiles y penales.

Desde el punto de vista moral y social, el empresario debería ir más allá de las medidas preventivas
preceptivas y considerar los datos técnicos pertinentes para ofrecer unas condiciones de trabajo más
seguras. Esto conlleva, además de una buena imagen empresarial, un bienestar social que posibilita
que no afloren conflictos ni chantajes de demanda (como ocurre ocasionalmente durante las
negociaciones de convenios) y que se puedan alcanzar buenos índices de productividad.

Por otra parte, la utilización de criterios puramente económicos de coste-beneficio se debe hacer
según estimaciones, pues nadie sabe con certeza los siniestros que pueden ocurrir en una empresa
determinada durante un cierto periodo de tiempo.

Para ello hay que partir de datos estadísticos, bien sean históricos de la propia empresa, bien del
sector o bien basados en previsiones.

Sin embargo, los costes son perfectamente cuantificables y, como dato orientativo, se puede señalar
que las inversiones en seguridad en establecimientos industriales de nueva construcción rondan el 4 %
de la inversión total y los gastos corrientes se encuentran entre el 0,5 y el 2 % del volumen total de los
presupuestos anuales.

A pesar de los inconvenientes señalados en los párrafos anteriores, se han desarrollado diversos
métodos con la pretensión de justificar las inversiones en seguridad. Estos métodos deben utilizarse con
la pretensión no de obtener una determinada justificación de una inversión en seguridad, sino con la
intención de comparar diferentes alternativas para seleccionar entre ellas la que objetivamente sea mejor.
Entre estos métodos cabe destacar el de Rogers Pickers.

Método Rogers Pickers

El método desarrollado por Rogers Pickers establece el factor de justificación de una medida de
seguridad (J), expresado por la fórmula:

104/172
Donde:

R = coeficiente de riesgo obtenido por el método Fine;


F = coeficiente de reducción del riesgo;
d = coeficiente de inversión.

Los pasos para aplicar este método son los siguientes:

Calcular el coeficiente del riesgo (R) o grado de peligrosidad (GP) según el método de William
T. Fine:

105/172
2

Con los siguientes valores (distintos a los mencionados anteriormente en el método William T.
Fine original, ya que los valores pueden ser modificados según el criterio del técnico competente):

Tabla 3. Valores de probabilidad.


Fuente: elaboración propia.

Tabla 4. Exposición al riesgo. Fuente : elaboración propia.

Calcular el coeficiente de reducción del riesgo (F):

Tabla 5. Reducción del riesgo. Fuente : elaboración propia.

106/172
4

Calcular el coeficiente de la inversión analizada (d), aplicando la fórmula:

Calcular el factor de justificación (J):

Tabla 6. Factor de justificación. Fuente : elaboración propia.

V. Resumen

La implementación del sistema preventivo supone una serie de costes, no solo a las empresas,
sino también a los propios trabajadores y a las Administraciones Públicas. Estos costes
implicarán los costes humanos necesarios, así como los costes asociados a los accidentes y
enfermedades profesionales.

Debemos tener en cuenta que los costes en PRL también van a afectar a la mejora de la
productividad en la mayoría de los casos, por lo que no solo deberíamos hablar de costes, sino
también de la inversión en seguridad.

Podemos identificar dos grandes grupos de costes: los costes tangibles y los intangibles.

Existen diversos métodos que tienen el objetivo de justificar las inversiones en seguridad,
como el método de Rogers Pickers que se basa en definir el factor de justificación de una
medida de seguridad.

Lecturas obligatorias

107/172
NTP 540. Costes de los accidentes de trabajo: procedimiento de evaluación
NTP 594. La gestión integral de los accidentes de trabajo (III): costes de los accidente
s

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Ejercicios

Caso práctico
Se analiza la posibilidad de elevar el nivel del piso de una sala de bombas que está expuesta a
inundación por desbordamiento de un río próximo, accidente que ocurre una vez cada tres años, y genera
unos daños de 6.000 euros, de promedio, por inundación. Elevar el nivel del piso tiene un coste de
100.000 euros y reduciría el riesgo al 50 %.

Calcular el coeficiente del riesgo (R) según el método Fine:

GP = R = P x E x C

Donde: P = 3; E = 3; C = 7.

Por lo tanto, el resultado sería:

GP = R = 3 x 3 x 7 = 63

Calcular el coeficiente de reducción del riesgo (F). En este caso se indica que el riesgo se reduce en un
50 %, con lo cual, si acudimos a la tabla de coeficiente de reducción del riesgo, vemos que para un 50 %
de reducción se aplica un valor de 0,5. De esta manera: F = 0,5.

Calcular el coeficiente de la inversión analizada (d), aplicando la fórmula anteriormente expuesta:

Calcular el factor de justificación (J):

Como el factor de justificación (J) es menor de 10, es de dudosa justificación.

109/172
Recursos

Enlaces de Interés
http://www.uco.es/servicios/dgppa/images/prevencion/glosarioprl/:
https://es.oxforddictionaries.com/:
http://www.ceoearagon.es/prevencion/ohsas09/3.htm:
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/501a
600/ntp_540.pdf: NTP 540. Costes de los accidentes de trabajo: procedimiento de evaluación
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/501a
600/ntp_594.pdf: NTP 594. La gestión integral de los accidentes de trabajo (III): costes de los
accidentes

Bibliografía
Innovación, condiciones de trabajo y productividad. : BESTRATÉN BELLOVÍ M.
Seguridad y salud en el trabajo 2011; 63:22-39.
Minimizar las pérdidas: uno de los principios guía para la competitividad empresarial.
La PRL como área de gestión que contribuye la ello de corma decisiva. : SALAS OLLE C.
MC salud laboral, 2013; 25.
NTP 640. Indicadores para la valoración de intangibles en prevención. :
NTP 982. Análisis coste beneficio en la acción preventiva (I): bases conceptuales. :
NTP 983. Análisis coste beneficio en la acción preventiva (II): estrategias de medición. :

Glosario.

Absentismo laboral: No asistencia al trabajo por parte de un empleado que se pensaba iba a
asistir.

Accidente: Suceso imprevisto que altera la marcha normal o prevista de las cosas,
especialmente el que causa daños a una persona o cosa.

Coste: Gasto realizado para la obtención o adquisición de una cosa o de un servicio.

Enfermedad laboral o profesional: Enfermedad que se produce por el ejercicio de una


actividad laboral o por la exposición a agentes químicos o físicos en el puesto de trabajo.

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Incidente: Suceso relacionado con el trabajo en el cual ocurre o podría haber ocurrido un
daño.

Productividad: Relación entre lo producido y los medios empleados, tales como mano de
obra, materiales, energía, etc.

Rentabilidad: Relación entre los beneficios que proporciona una determinada operación o
cosa y la inversión o el esfuerzo que se ha hecho.

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Prevención de riesgos laborales en el sector de
la construcción

I. Introducción
Toda empresa o trabajador que desarrolla su actividad en obras de construcción está expuesto a
numerosos riesgos que deben tenerse identificados y sobre los que es fundamental definir y establecer
los mecanismos de protección necesarios para garantizar una seguridad integral durante toda la duración
de las actividades. En este tipo de trabajos confluyen en el mismo centro de trabajo actividades muy
diferentes por lo que se deben tener todas en cuenta a la hora de hacer una correcta planificación de
seguridad.

II. Objetivos

Identificar riesgos y posibles peligros derivados del trabajo en obras de construcción.


Analizar las posibles causas de accidentes e incidentes en el ámbito de la construcción.
Conocer las medidas de protección colectivas utilizadas en el sector de la
construcción.
Conocer las medidas de protección individual más frecuentes en el sector de la
construcción.

III. Obras en construcción


Las obras de construcción son especialmente peligrosas por su complicación y por la agrupación de
varias unidades constructivas. La relación no exhaustiva de las obras de construcción o de ingeniería
civil, que aparece en el Anexo I del RD 1627/1997, de 24 de octubre, es una mera muestra de las
existentes e, incluso, varias de estas pueden aparecer de manera conjunta, como ocurre por ejemplo en la
edificación de viviendas.

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Algunas de las unidades constructivas en la edificación de viviendas son:

Demoliciones.
Movimientos de tierras.
Excavaciones.
Cimentación.
Estructura.
Saneamiento.
Cubiertas.
Instalaciones de electricidad.
Acabados.

IV. Riesgos y medidas preventivas en la construcción


Entre los factores o condiciones de seguridad se incluyen las condiciones materiales presentes en la
construcción, que influyen en la producción de accidentes:

Áreas de trabajo.
Pasillos, accesos y superficies de tránsito.
Equipos de trabajo (máquinas, herramientas, vehículos etc.).
Aparatos a presión.
Instalaciones eléctricas, de vapor, agua, gas, aire comprimido, etc.
Almacenamiento y transporte de materiales.

Este grupo de factores puede provocar en los trabajadores daños derivados del trabajo denominados
accidentes de trabajo.

4.1. Condiciones generales de implantación


Cuando el promotor adjudica una obra de construcción a una empresa, una de las primeras actuaciones
previas a la ejecución del proyecto es la delimitación de la zona de obra con el fin de evitar los peligros y
dificultades que pueden originar a terceros.

La delimitación de obras dentro de los municipios está regulada por las ordenanzas, cuya finalidad es
proteger de riesgos a sus habitantes. Como norma general deberá vallarse la obra para impedir el acceso
de las personas no autorizadas, así como poner una señalización y balizamiento adecuado. En el caso de
obras de vías públicas y carreteras cobran especial importancia la señalización y el balizamiento, así
como cumplir con la normativa sobre señalización de obras en carreteras (Norma 8.3-IC).

113/172
4.1.1. Trabajos en la vía pública. Métodos para definir la señalización

La señalización y el balizamiento de las ocupaciones de las vías públicas por realización de obras y
trabajos está regulada por las ordenanzas municipales. Para definir correctamente esta señalización,
deberán estudiarse las circunstancias concurrentes en cada tipo de ocupación:

Tipo de vía: calzada única con doble sentido de circulación, con solo dos carriles, con cuatro
carriles, calzadas separadas con dos o tres carriles cada una.
Intensidad y velocidad de la circulación: en la zona donde se realizará la obra antes de que
esta comience.
Visibilidad: disponible antes y a lo largo de la zona de obras.
Importancia de la ocupación de la vía: sin o con cierre de uno o más carriles, o cierre total.
Duración de la ocupación: con especial referencia a la permanencia durante la noche o a lo
largo de un fin de semana.
Peligrosidad: que reviste la presencia de la obra en caso de que un vehículo invada la zona a
ella reservada.

Cuando por la naturaleza y extensión de las obras se haga necesaria la señalización horizontal en el
pavimento, el color de las marcas que se utilicen será naranja y reflectante. Asimismo, la señalización
nocturna habrá de ser claramente visible por la noche.

En relación con el modo de efectuar las ocupaciones, como norma general, no se podrá cortar ninguna
calle ni producir estrechamientos en sus calzadas superiores a tres metros libres para el tráfico. En las
ocupaciones que afecten a las aceras y puntos de la calzada debidamente señalizados, como paso para
peatones, habrá de mantenerse el paso de los mismos.

Se instalarán pasarelas, tablones, estructuras metálicas, etc., de forma que el paso se haga sin peligro
de resbalar. Los pasos han de estar adecuadamente protegidos, y hay que cuidar que los elementos que
forman el paso estén completamente fijos. Cuando a menos de un metro de distancia del paso de
peatones exista una zanja o excavación, será obligatoria la instalación de barandillas de protección.

4.1.2. Señalización externa de la obra

Como norma general se adoptará la siguiente señalización en las obras de construcción.

A la derecha de la puerta de entrada del personal y en el vallado se colocará la siguiente señalización:

Prohibido el paso a personas no autorizadas: señal de prohibición de forma circular con


banda oblicua diametral de color rojo.
Uso obligatorio de casco: señal de obligación de forma circular con circunferencia externa
concéntrica y fondo de color azul.
Peligro en general: señal de advertencia, significa precaución, delimitación de zonas
peligrosas. Es de forma triangular con los tres lados iguales, delimitada por una banda y fondo
de color amarillo.

114/172
Superada la puerta de entrada a la obra, debe colocarse un panel informativo con las señales más
comunes de prohibición, obligación, advertencia y salvamento con las que debemos familiarizarnos, ya
que serán colocadas en las zonas de obra para advertir de los riesgos durante el proceso constructivo.

Las señales de seguridad tienen la misión de llamar la atención sobre objetos y situaciones que puedan
provocar peligros, así como indicar el emplazamiento de dispositivos y equipos que tengan importancia
desde el punto de vista de la seguridad.

No obstante, debe quedar claro que las señales advierten de una situación de peligro pero, por el hecho
de colocarlas, no estamos exentos de instalar la correspondiente protección.

Nos referimos a continuación a la señalización de los accesos de obra para los vehículos y maquinaria.

En el vallado exterior y en la entrada se colocarán las siguientes señales:

Velocidad máxima 20 km/h: señal de circulación vial que restringe la velocidad en el interior
de la obra ya que de superarla podríamos poner en peligro la seguridad de las personas. Estas
señales de tráfico son circulares y tienen un círculo rojo sobre fondo blanco.
Prohibido el paso a peatones: esta señal tiene como finalidad prohibir el paso de personas
para evitar atropellos.

En el vallado, y junto a la puerta de salida de vehículos, se colocará la señal de:

Stop: esta señal de circulación vial nos obliga a detenernos. Cuando un vehículo o máquina se
disponga a salir del recinto de obra estará obligado a detenerse y a comprobar, antes de acceder
al vial, que no va a producirse ninguna interferencia con otro vehículo.

4.1.3. Implantación de obra e instalaciones provisionales

El vallado es lo primero que observamos cuando nos dirigimos a una obra y su finalidad es impedir
el paso de personas y vehículos ajenos. La altura mínima de este vallado será de 2 metros y,
normalmente, estará formado por postes metálicos anclados al terreno, a una distancia de 3 metros, y
de una malla simple torsión o de vallas prefabricadas unidas entre sí y de fácil colocación sobre
peanas de hormigón. La obra estará vallada en todo su perímetro, excepto en los accesos para
personas y vehículos que, como norma general, deben ser independientes, ya que de esta forma
estaremos creando las condiciones seguras para evitar atropellos de personas, golpes, etc. El número
de estos accesos será variable y dependerá siempre del volumen y tipo de obra.

115/172
En toda obra de construcción es responsabilidad de la empresa constructora la instalación de locales
provisionales para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores en relación con la higiene
personal. Los locales que se destinan a estas necesidades son: el vestuario, aseo y comedor que, por su
fácil instalación, se construyen, generalmente, con módulos prefabricados que incorporan sus
respectivos equipamientos. La normativa en vigor que regula este tipo de instalaciones está recogida
en el Anexo IV del Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen las
disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción. La empresa constructora
tiene obligación de organizar un servicio de limpieza para mantener estas instalaciones en buenas
condiciones higiénicas.

Las instalaciones eléctricas provisionales deben considerarse, desde el punto de vista productivo y
preventivo, muy importantes en la obra. Debe tenerse en cuenta que un mal diseño, planificación y
utilización provocan fallos continuos, pérdida de horas de producción y riesgos eléctricos. El paso de
la corriente por el cuerpo puede producir lesiones de carácter irreversible:

Fallo del corazón, con riesgo de paro cardiaco.


Paro respiratorio momentáneo, con posibilidad de asfixia y posterior muerte.
Quemaduras en las zonas expuestas al contacto.

Para advertirnos del peligro de riesgo eléctrico se coloca, junto a las instalaciones o equipos, la
señal correspondiente. La primera medida preventiva que debemos adoptar es no manipular
instalaciones eléctricas ni equipos eléctricos.

Para la implantación de las medidas preventivas deberemos tener en cuenta los siguientes aspectos:

Servicios afectados

Líneas eléctricas, telefónicas, tuberías de gas, agua y saneamiento, alumbrado, etc.

116/172
Presencia de líneas eléctricas subterráneas

Las líneas deben estar señalizadas con una cinta amarilla con el dibujo de la señal de riesgo
eléctrico y los trabajadores deberán tomar las siguientes precauciones:

Cuando se detecte una cinta señalizada con la señal de riesgo eléctrico en una zanja, pozo
o cualquier otra zona de obra o trabajo, se deberá informar inmediatamente al encargado
y al jefe de obra para adoptar las medidas oportunas de protección.
Alejar a todas las personas para evitar riesgos que puedan ocasionar accidentes.
No tocar ni intentar alterar la posición de ningún cable ni, por supuesto, utilizar picos,
barras, clavos, horquillas o utensilios metálicos puntiagudos.

Presencia de conducciones de gas descubiertas

Las medidas anteriores son igualmente válidas ya que debemos evitar dañar la tubería. Además,
debemos considerar las siguientes recomendaciones cuando se trabaje en proximidad de
conducciones o cuando sea necesario descubrirlas:

No fumar o realizar cualquier tipo de fuego o chispa dentro del área afectada.
No manipular o utilizar equipos, válvulas o instrumentos de la instalación en servicio.
No utilizar calzado que lleve herrajes metálicos, para evitar posibles chispas.
No almacenar material sobre las conducciones, ni utilizar estas como puntos de apoyo
para suspender o levantar cargas.
Para colocar o quitar bombillas de los portalámparas en zonas de conducciones de gas
debe desconectarse, previamente, el circuito eléctrico.
Los cables o mangueras de alimentación eléctrica utilizados en estos trabajos estarán
perfectamente aislados y, si es posible, sin empalmes.

Presencia de conducciones de agua

Se adoptarán igualmente las medidas para evitar dañar estas tuberías y, en consecuencia, se
suprimirá el servicio.

En caso de encontrar saneamientos, galerías o pozos

No se entrará en los mismos sin comprobar previamente la presencia de atmósfera respirable y la


ausencia de gases tóxicos.

117/172
En el taller de ferralla se procede a elaborar el hierro que, posteriormente, deberá colocarse en la
obra. Para ello se han instalado máquinas para doblar y cortar hierro, que son muy peligrosas si no se
conoce su funcionamiento y si no se utilizan correctamente de acuerdo con las instrucciones del
fabricante. Además, en esta zona, existen riesgos de cortes, golpes y caídas al mismo nivel. También
existe riesgo de contacto eléctrico indirecto, ya que estas máquinas funcionan con energía eléctrica,
por ello es conveniente que las líneas de alimentación sean enterradas o canalizadas con tubos de PVC
para protegerlas.

Estas zonas deben estar delimitadas y deben ser respetadas manteniendo el orden y la limpieza, de
esta manera, se transmitirá a todo el personal un mensaje positivo de organización y prevención.

118/172
Es muy importante adoptar las precauciones necesarias para evitar accidentes derivados de la
circulación. La protección del perímetro de la excavación tiene por objeto evitar las caídas a distinto
nivel y, en el caso de las rampas, tienen la finalidad de establecer límites seguros para evitar vuelcos o
desplazamientos de los vehículos. En toda obra de construcción, ya sea de edificación u obra civil, se
utilizan máquinas para elevar y distribuir materiales por la obra. Una de estas máquinas de elevación,
quizá la más importante en la construcción, es la grúa torre que se caracteriza por:

Utilizarse temporalmente.
Estar diseñada para soportar frecuentes montajes, desmontajes y traslados.
Poder instalarse fija (su base no posee medios de traslación) o desplazable (su base está
dotada de medios de traslación sobre carriles u otros medios).
Estar compuesta por tres partes: la torre, la flecha por donde se desplaza el carro con la
carga suspendida y la contraflecha que lleva incorporado el contrapeso.

Como norma general, deberá prohibirse el acceso a todo el personal no autorizado y la zona de
ubicación estará vallada y separada del resto de la obra.

119/172
Como principio básico de protección contra incendios, se deben separar claramente los materiales
combustibles unos de otros y evitar cualquier tipo de contacto con equipos y canalizaciones eléctricas.
Los combustibles líquidos y lubricantes deberán almacenarse en un local aislado y convenientemente
ventilado, con todos los recipientes cerrados y con la señalización adecuada. Este principio deberá
aplicarse también al almacén de sustancias peligrosas que impliquen riesgos para los trabajadores.

4.1.4. Señalización de seguridad en obras

El RD 485/1997, de 14 de abril (BOE del 23 de abril de 1997), establece las disposiciones mínimas
para la señalización de seguridad y salud en los centros y locales de trabajo. El Real Decreto es de
aplicación en el territorio español, pero su contenido es básicamente el mismo que el de las
correspondientes normas sobre este tema en el resto de los países de la Unión Europea, ya que se trata de
una norma que constituye la trasposición al Derecho español de la Directiva 92/58/CEE.

En el sector de la construcción, cada vez que comienza una obra se abre un nuevo centro de trabajo
para el cual es de aplicación el RD 485/1997. Las obras de construcción son centros de trabajo
denominados temporales o móviles, donde los trabajos y las personas que los realizan van variando (a
veces a gran velocidad).

Anotación: Objeto de la señalización

Con la señalización se persigue cubrir una serie de necesidades que surgirán del análisis de
riesgos en cada centro de trabajo. Estas necesidades pueden ser de distinta índole:

Advertir, obligar, orientar o prohibir algo.


Alertar de situaciones peligrosas.
Facilitar la localización de algo.

La señalización no deberá considerarse una medida sustitutoria de las medidas técnicas y


organizativas de protección colectiva y deberá utilizarse cuando, mediante estas últimas, no sea
posible eliminar los riesgos o reducirlos suficientemente. Tampoco deberá considerarse una
medida sustitutiva de la formación e información de los trabajadores en materia de seguridad y
salud en el trabajo.

V. Protección colectiva en obras de construcción

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Las protecciones colectivas son técnicas de seguridad cuyo objetivo primordial y preferente es brindar
una protección simultánea a los trabajadores expuestos a un determinado riesgo. Se diferencia de la
protección individual en que esta solo sirve para cada trabajador que la usa y no elimina el riesgo.

5.1. Normativa
Así como las protecciones personales están reglamentadas por una normativa de certificación, no
ocurre lo mismo con las protecciones colectivas que están pendientes de la salida de una legislación en
este sentido, salvo excepciones.

El RD 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y de


salud en las obras de construcción (modificado por el RD 2177/2004), hace referencia a algunas
protecciones colectivas, así como el RD sobre equipos de trabajo.

En la ley 31/1995, de PRL, el artículo 15 “Principios de la acción preventiva” dice que el empresario
aplicará las medidas que integran el deber general de prevención con arreglo a una serie de principios
entre los que especifica en el punto h: adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la
individual.

5.2. Protecciones colectivas en la construcción


Las protecciones colectivas sirven a lo largo de todos los trabajos que se van a realizar en una obra,
desde el inicio de las excavaciones hasta los últimos remates, para evitar situaciones de riesgo y
aportando siempre diversas soluciones. Es necesario elegir aquella solución que se considere más idónea
por sus características de economía o utilidad.

Las limitaciones de las protecciones colectivas provienen principalmente de los aspectos económico y
técnico, es decir, soluciones excesivamente caras o de difícil realización técnica. Algunas de las
protecciones colectivas utilizadas en construcción son:

Defensas y resguardos en máquinas.


Aros en escalas.
Entibaciones en excavaciones.
Gálibos de altura.
Apantallamiento de LEA en tensión.
Diferenciales y tomas de tierra.
Pararrayos.
Vallas fijas o móviles.
Tapas de huecos.
Barandillas y redes.

121/172
La LPRL dice que debemos impedir la caída del trabajador, bien eliminando el riesgo en su origen o
con protecciones colectivas. Si no se puede impedir la caída, la limitaremos mediante protecciones
colectivas y, cuando no podamos utilizar protecciones colectivas, tendremos que ir a las protecciones
individuales.

VI. EPI utilizados en construcción


Es importante tener en cuenta que nunca se deben modificar las condiciones o características
originales de los EPI ya que, entonces, podrían perder su eficacia protectora.

Clasificaremos los EPI más usuales en los siguientes grupos:

El más adecuado es el casco, el cual debe ser usado en cualquier actividad realizada en las obras
donde es habitual la exposición a riegos de golpes en la cabeza, o caídas de objetos, materiales y
proyecciones.

Tapones auditivos: se introducen en el canal auditivo externo, cerrando el mismo de una


forma hermética. La protección está diseñada para pequeños niveles de ruido.
Cascos antirruido: constan de dos casquetes y un arnés de sujeción. La protección está
diseñada para niveles de ruido de tipo medio o alto.

122/172
Gafas. Para que sean eficaces, requieren combinar junto con unos oculares de resistencia
adecuada un diseño de montura o unos elementos adicionales adaptables a ella, a fin de
proteger el ojo en cualquier dirección.
Pantallas faciales. Pueden ser de malla metálica, de plástico, de tejido o de materiales
opacos a las radiaciones, protegiendo además la cara.

Para seleccionar un equipo de protección de las vías respiratorias tendremos que tener en cuenta el
tipo de sustancia: polvo, humos, nieblas, gases o vapores.

Contra golpes mecánicos: golpes resultantes de caída o proyecciones de objetos e


impactos.
Contra agresiones físicas: resultantes de rozamientos, pinchazos, cortes y mordeduras.
Contra la electricidad.

En la construcción es frecuente la exposición a golpes y pinchazos, por lo que, como norma


general, deberá utilizarse un calzado de protección con puntera de protección y plantilla
antiperforación.

123/172
Las manos se deben proteger fundamentalmente frente a dos tipos de riesgos:

Contacto con sustancias abrasivas (cemento, hormigón, etc.)


Agresiones mecánicas (golpes, cortes, etc.)

Los diversos sistemas de protección pueden ser:

Equipos contra las caídas de altura.


Dispositivos anticaída deslizantes o con amortiguador.
Arneses.
Cinturones de sujeción.

124/172
Por lo general, resulta necesario utilizar ropa de protección para:

Obras al aire libre: se utilizará ropa que proteja del frío y la lluvia, como parkas y trajes
impermeables.
Trabajos que exijan que las personas sean vistas a tiempo: se utilizará ropa y accesorios
de señalización reflectante (brazaletes, chalecos, guantes de señalización).

En los trabajos de soldadura se utilizará ropa para evitar riesgos de salpicaduras de material
incandescente y de radiaciones, como guantes, manguitos y mandiles de cuero.

VII. Resumen

El Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, es por el que se establecen disposiciones


mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción. En su anexo I viene definida la
relación no exhaustiva de las obras de construcción o de ingeniería civil. Dentro de una obra de
construcción existen diferentes condiciones de seguridad que influyen en la producción de
accidentes y que debemos tener en cuenta a la hora de identificar los riesgos asociados y
establecer las medidas preventivas necesarias.

Una de las primeras actuaciones previas a la ejecución del proyecto es la delimitación de la


zona de obra para evitar peligros, no obstante, para garantizar la seguridad de los trabajadores
tenemos que tener en cuenta diversos aspectos como:

Si los trabajos se ejecutan en la vía pública.


La señalización externa de la obra.
Las instalaciones provisionales.
La señalización de seguridad en la obra.

Para conseguir este objetivo de garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores, es


necesario implementar las protecciones colectivas e individuales necesarias para ello.

Lectura obligatoria

125/172
INSHT. “Disposiciones específicas de seguridad y salud durante las fases de proyecto y ejecu
ción de las obras”, cap. II en Guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativo
s a las obras de construcción. Marzo 2012.

126/172
Ejercicios

Caso práctico
La empresa de construcciones CEPICA, S.L. se encuentra desarrollando la construcción de un bloque
de viviendas de 5 pisos. José Manuel es uno de los trabajadores que realiza los trabajos de albañilería y
se encuentra realizando remates en el piso 3º. Al estar finalizando la obra, el coordinador de seguridad y
salud tomó la decisión de ir retirando las protecciones de la obra. Debido a las tareas de retirada de
materiales, éstos se han ido acumulando en los descansillos de las plantas de manera provisional. José
Manuel realiza sus trabajos con herramientas manuales que va dejando en el suelo hasta que las necesita
y también utiliza una sierra radial para trabajos de corte.

Mientras José Manuel está cortando un tubo de aluminio salta una chispa que le alcanza en la cara y se
tropieza con un destornillador, el cual cae por el hueco del ascensor que están terminando de instalar
unos operarios; el destornillador se precipita hacia abajo impactando en la cabeza de uno de ellos.

Se pide
Con los datos facilitados en el enunciado:

1. Identifica los diferentes riesgos laborales a los que está expuesto José Manuel según la
información facilitada en el enunciado y las medidas de protección colectivas e individuales
que deberían haberse usado para haber evitado el suceso.

Solución
José Manuel por su actividad está expuesto a riesgos de:

Caídas al mismo y distinto nivel


Golpes y cortes por objetos o herramientas
Proyección de partículas
Sobreesfuerzos
Trastornos musculoesqueléticos
Pisadas sobre objetos
Exposición a ruido
Vibraciones
Contactos eléctricos directos e indirectos
Fatiga física

Los sistemas de protección colectiva que deberían estar presentes en la obra para evitar el suceso son:

127/172
Tapas de huecos abiertos.
Barandillas y redes.
Mantener el orden y limpieza en la instalación

Entre los epi´s que deberían haber estado utilizando los trabajadores en esta situación numeramos los
siguientes:

Casco para proteger de la caída del destornillador.


Gafas de protección para evitar los daños por proyecciones de partículas

128/172
Recursos

Enlaces de Interés
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1997-22614: REAL DECRETO 1627/1997, de
24 de octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y salud en las
obras de construcción. BOE n.º 256 (25/10/1997):
http://www.construmatica.com/construpedia/Categor%C3%ADa:Diccionario_de_Construcci%
C3%B3n:
https://www.definicionabc.com/:
https://definicion.de/:
https://es.oxforddictionaries.com/:
http://www.ceoearagon.es/prevencion/ohsas09/3.htm:
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Normativa/GuiasTecnicas/Ficheros/g_obras.pdf:
Cap. II en Guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativos a las obras de
construcción. Marzo 2012.

Bibliografía
INSHT. Guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativos a las obras
de construcción. : Marzo 2012.
La responsabilidad penal por riesgos en la construcción. : MONGE FERNÁNDEZ A.
Tirant lo Blanch.
LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. :
MCA-UGT. Normas de Seguridad y Salud en la Construcción. :
REAL DECRETO 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones
mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción. :
REAL DECRETO 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de
la Edificación. :
REAL DECRETO 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los
Servicios de Prevención. :
REAL DECRETO 485/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de
señalización de seguridad y salud en el trabajo. :
REAL DECRETO 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la
protección de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico. :
REAL DECRETO 773/1997, sobre Equipos de Protección Individual. :
V Convenio colectivo del sector de la construcción. :

129/172
Glosario.

Balizamiento: Delimitación de alguna zona de trabajo con el fin de acotar unos límites que,
por cualquier motivo, no interesa que se pasen.

Combustible: Sustancia o materia que al combinarse con oxígeno es capaz de reaccionar


desprendiendo calor, especialmente las que se aprovechan para producir calor.

Entibar: Apuntalar, fortalecer con maderas y codales las excavaciones, especialmente las
minas, y otras estructuras que ofrecen riesgo de derrumbamiento.

Obra civil: Obra de la ingeniería civil desarrollada para beneficio de la población.

Obra de construcción: Cualquier obra, pública o privada, en la que se efectúen trabajos de


construcción o ingeniería civil cuya relación no exhaustiva figura en el anexo I del RD
1627/1997.

Ordenanza municipal: Norma dictada por la máxima autoridad de una municipalidad o un


ayuntamiento y con validez dentro del municipio.

Promotor: Cualquier persona física o jurídica por cuenta de la cual se realice una obra.

Resguardo: Medio de protección que impide o dificulta el acceso de las personas o de sus
miembros al punto o zona de peligro de una máquina.

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Prevención de riesgos laborales en el sector de
las industrias extractivas y sector del transporte

I. Introducción
La industria extractiva es uno de los sectores en los que más accidentes de trabajo se producen
derivados de la peligrosidad de las actividades que se desarrollan. Por este hecho es necesario para
cualquier trabajador, técnico o responsable tenga un conocimiento adecuado de los riesgos y medidas
preventivas asociadas a las operaciones para poder reducir este número de accidentes y que las
actividades se desarrollen con los máximos niveles de seguridad.

El sector del transporte es esencial para la viabilidad económica de los países. Afecta de forma
decisiva a factores de importancia económica como el empleo, la utilización de materias primas y bienes
manufacturados, la inversión de capital público y privado y la generación de ingresos fiscales. Dentro del
sector del transporte, bien sea transporte de personas o de mercancías, existe un gran número de riesgos
asociados al conductor, al vehículo y a la carga transportada que es necesario conocer para poder
garantizar la seguridad de este tipo de trabajos. Este tipo de actividades requieren la implantación de una
serie de protocolos específicos para evitar cualquier tipo de accidente derivado de las condiciones de
seguridad, higiene, ergonomía y psicosociología.

II. Objetivos

Conocer los diferentes tipos de minería.


Identificar los riesgos dentro de cada una de las fases de la extracción.
Analizar las características del sector del transporte.
Identificar los principales riesgos asociados a las operaciones de transporte.
Conocer las medidas preventivas utilizadas en el sector del transporte.
Hacer una aproximación al ADR para el transporte de mercancías peligrosas por
carretera.

III. Riesgos relacionados con la seguridad en los


distintos tipos de minas

3.1. Minería de carbón

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Como idea general, las minas de carbón forman un entramado de galerías a diferentes profundidades.
Estas galerías, excavadas en roca, en materiales de distinta consistencia o en el propio carbón, se
sostienen con refuerzos metálicos (arcos de hierro unidos por elementos que permiten cierto
deslizamiento) y se forran interiormente con algún elemento ignífugo (tipo hormigón o derivados, como
la gunita) y, más comúnmente, con madera. Esto hace que el entorno de trabajo, en estas galerías, tenga
cierto riesgo de incendio, debido a la acumulación de materiales combustibles: madera, polvo de
carbón, goma de cintas transportadoras y, en ciertos lugares, acumulaciones de aceites o productos
similares.

Desde dichas galerías se accede al mineral y ahí se lleva a cabo la extracción sistemática del mismo.

El riesgo particular más destacable en la minería del carbón es la presencia del gas explosivo e
inflamable (dependiendo de las concentraciones) denominado grisú.

El riesgo de incendio que hemos mencionado anteriormente puede originarse también debido a la
facilidad de ciertos carbones para entrar en combustión (se habla de “autocombustión”, lo que da idea
del peligro), que puede generar una atmósfera de CO extremadamente tóxica.

Otros focos de incendio, menos frecuentes aunque posibles, son:

Fallos en cintas transportadoras.


Error humano en tareas que impliquen calentamiento, soldadura u oxicorte.
Fuego de origen eléctrico.

Las minas deben contar con detectores (normalmente de CO y O 2) y sistemas de control


ambiental, así como con una adecuada ventilación.

Algunas explotaciones presentan riesgos específicos relacionados con la avenida de aguas (más bien
lodos), fenómeno típico en minería de montaña y con un marcado carácter estacional. En general, todas
las minas presentan problemas de acumulación de agua que se controla mediante bombeo. Cuando dicha
acumulación no es prevista o controlada, puede generar un riesgo importante por enterramiento del
personal a causa de la avenida de lodos.

A continuación se comentan los riesgos más importantes para la seguridad en esta minería según cada
una de las fases en que se divide esta actividad:

Preparación

Se refiere fundamentalmente al avance de galerías. En este tipo de trabajos, cabe destacar los
siguientes riesgos:

Detonación incontrolada de explosivo residual que se encuentre entre el material,


consecuencia de una explosión anterior incompleta o fallida.
En avances con minador en carbón con elevado contenido en grisú: desprendimientos
instantáneos de dicho gas que la ventilación no consiga disipar.

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En todos los casos, caídas de materiales del techo, o del propio frente de avance de la
galería, consecuencia de la fracturación inducida en el material por la explosión o el avance
mecanizado.
Riesgos inherentes al manejo de la pala neumática o electrohidráulica utilizada para eliminar
el material: latigazos por desprendimiento del mangón de aire comprimido,
descarrilamientos, vuelco.

Una actividad que se puede encuadrar en labores de preparación (aunque también se aplica en la
fase de extracción) es la carga y detonación del explosivo, tarea que lleva a cabo personal
especializado (artilleros), que ha sido adecuadamente formado y examinado para desarrollar su tarea,
como garantía de seguridad frente a los riesgos inherentes al manejo de explosivos.

Arranque

Arranque o extracción del carbón, se realiza de tres formas diferentes: arranque manual, con
maquinaria o con explosivos.

En esta fase cabe destacar los siguientes riesgos específicos de esta minería:

Desprendimiento de grisú que puede dar lugar a graves accidentes por asfixia ante la falta de
oxígeno, así como explosiones que pueden causar auténticas catástrofes.
Enterramiento de los trabajadores por derrabes de carbón pulverizado, consecuencia de la
existencia de grisú, o por derrabes o caídas de material estéril en zonas en que el techo
presente poca resistencia o haya deterioros en la entibación. También puede haber
enterramientos cuando los hastiales (techo y muro) de la capa se vienen abajo como
consecuencia de sus características mecánicas y un laboreo incorrecto.

Finalmente, en cierto tipo de explotaciones existe el riesgo de enterramiento al ceder la tela del
relleno, que es una tela metálica que va sosteniendo el relleno de material que se deposita en los
huecos de los que se extrajo el carbón.

Riesgos por caídas desde altura desde el sistema de andamiaje en madera en que se apoyan
y trabajan los mineros.
Alcances por bloques de material desprendidos desde el techo.
Proyecciones de carbón o tierra en los ojos.
Cortes por herramientas utilizadas para cortar madera.
Riesgos musculoesqueléticos por los esfuerzos particulares que se realizan: movimiento de
madera o piezas de hierro para entibar, y manejo de martillo picador (herramienta de
manejo manual muy pesada).

Transporte

Los elementos habituales de transporte son mini palas cargadoras neumáticas o electrohidráulicas,
transportadores blindados y cintas transportadoras, así como trenes de poca capacidad impulsados por
locomotoras de batería, de los que se pueden destacar los siguientes riesgos:

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En el transporte con vagones y locomotoras: aprisionamientos al enganchar y desenganchar
las unidades del tren (este es uno de los riesgos graves que se presentan con más asiduidad).
Vuelco de vagones. Golpes debido al gálibo reducido.
En el transporte con cintas transportadoras y transportador blindado: enganche de
extremidades por descuido, y en el caso del transportador desajuste del mismo que hace que
ocupe de forma incontrolada todo su entorno.
Existe un riesgo importante de derrumbamiento o atrapamiento que se materializa,
generalmente, por una ejecución incorrecta de la tarea cuando los trabajadores ayudan a que
el material se deslice sobre chapas metálicas por alguna zona prevista a tal efecto (pozos-
tolva, pozos de carbón o, en general, en el tajo entre las galerías superior e inferior). Dicha
ayuda (empujando con barras o a veces con las extremidades inferiores) ha de hacerse en
condiciones adecuadas de seguridad para evitar arrastres con el material.
De especial importancia es el riesgo por trastornos musculoesqueléticos dados los esfuerzos
necesarios para encarrilar y empujar vagones, mover elementos de las cintas transportadoras
o transportadores blindados, etc.

3.2. Minería no energética


El método de trabajo consiste en extraer material (generando grandes huecos denominados cámaras)
dejando como soporte de las cámaras pilares de material sin extraer.

Todo este trabajo se realiza con palas excavadoras y camiones similares a los utilizados en obra civil y
minería de exterior.

Los tres riesgos específicos de este sistema de explotación son:

Incendio de alguna máquina, con la consecuente generación de una nube tóxica que
pueda invadir zonas de trabajo.
Enterramiento por derrumbes del techo o golpes por desprendimientos de roca.
Atropellamiento por vehículos pesados.

3.3. Riesgos en las actividades mineras de exterior


En la figura 1 se ve una explotación con los bancos claramente definidos. Estos bancos son las
unidades de explotación, cuya altura máxima está limitada por la legislación. Sobre cada uno de ellos se
sitúa la maquinaria y se accede a los mismos mediante pistas.

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Figura 1. Izda.: explotación minera; dcha.: zona de trabajos.
Fuente: elaboración propia.

Por la propia configuración de la explotación a cielo abierto, la seguridad en esta industria comienza
por un buen diseño de geometría de la explotación, haciendo especial hincapié en las zonas de trabajo y
la disposición y pendientes de las pistas de acceso a los mismos.

Es aconsejable dividir las tareas según tres tipos, en orden de realización: preparación, arranque
(incluyendo en este caso la carga como parte importante del arranque) y transporte.

Preparación

La fase de preparación implica el movimiento de cantidades variables de estéril o de recubrimiento


cuya potencia o espesor depende de la profundidad a que se encuentre el depósito de mineral, con el
fin de llegar al mismo.

En esta fase, los riesgos asociados a los trabajos se encuentran relacionados, principalmente, con el
uso de maquinaria y de explosivos, si estos fueran necesarios. Así, se pueden enumerar los siguientes
riesgos:

Caídas y vuelcos de máquinas en desniveles o en los taludes, en las que tienen especial
incidencia las maniobras realizadas en los accesos a los futuros frentes de trabajo, o las
pendientes excesivas en las zonas de acceso y preparación de los bancos.
Caídas desde equipos al subir o bajar de las cabinas, de palas o volquetes.
Atropello o aprisionamiento entre máquinas al permanecer personal en el radio de acción de
la maquinaria y realizar maniobras inadecuadas.
Exceso de velocidad de los vehículos.
Contactos de la maquinaria con líneas aéreas o subterráneas.
Detonación del explosivo por un manejo inadecuado del mismo.
Detonación incontrolada de explosivo residual que se encuentre entre el material arrancado
como consecuencia de una explosión anterior incompleta o fallida.
Caída de material del frente del talud por la presencia de material suelto que no haya sido
eliminado durante el saneamiento.
Exposición de los trabajadores a la radiación solar debido al trabajo a la intemperie.

Arranque (extracción)

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En función del tipo de material que se extraiga, los métodos de arranque son completamente
diferentes.

Los riesgos específicos, además de los ya mencionados debidos al uso de maquinaria (caída de
máquinas y vuelcos, caída desde equipos y atropello o aprisionamiento entre máquinas) y de
explosivos (detonación incontrolada), son los siguientes:

Rotura del hilo adiamantado durante el corte por desgaste del mismo o por atascarse con el
detrito formado en el caso de extracción de roca.
Proyecciones de materiales formados durante la perforación con el martillo manual o con el
carro perforador.
Golpes con herramientas durante el proceso de subdivisión de los bloques.
Caídas del personal del banco o del frente de trabajo.

Se ha de tener en cuenta que, en muchas explotaciones, la subdivisión o corte de los bloques


primarios tiene lugar en la plataforma de trabajo, a la intemperie, haciendo que los trabajadores se
encuentren expuestos a condiciones climáticas extremas que pueden provocar estrés térmico o
insensibilidad en las manos, con lo que se aumenta el riesgo de accidentes en el manejo de
herramientas manuales.

Transporte

En cuanto al transporte, generalmente se realiza por medio de camiones con volquete que descargan
el material en las tolvas en las que comienza el proceso de tratamiento del mineral extraído. Este
sistema de transporte conlleva asociados los riesgos ya mencionados en relación con el uso de
maquinaria, añadiendo el riesgo específico de caída de camiones dentro de tolvas o en escombreras al
verter, si no existen topes que lo impidan.

En algunas explotaciones el transporte se realiza por medio de cintas transportadoras móviles que
se van desplazando a medida que avanza el frente de trabajo. En este caso, el mayor riesgo específico
es el de aprisionamiento de extremidades por los rodillos que dirigen el movimiento de la cinta o en
los tambores de las cabezas motoras o de retorno de las mismas.

IV. Sector del transporte

4.1. Características del sector


Las características de este sector según la guía del INSHT son:

Sector empresarial muy atomizado, en el que predominan, fundamentalmente, las pequeñas y


medianas empresas.
Servicio “puerta a puerta”, es el transporte mejor adaptado a las necesidades del mercado.

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Se adapta rápidamente a los cambios tecnológicos, con la consiguiente inversión económica
que ello supone (GPS, renovación de flota, etc.).

Las condiciones de trabajo en este sector son:

La necesidad de estar en un permanente estado de concentración y tensión debido a la


conducción y circulación con el vehículo.
Se trata de un trabajo en solitario, lo que supone que en muchas ocasiones se puedan derivar
efectos psicológicos y sociales como el estrés y trastornos psicosomáticos diversos.
Es un trabajo sedentario, lo cual puede producir, a la larga, patologías en la columna
vertebral.
El vehículo es el lugar y puesto de trabajo, y puede provocar situaciones tanto de malestar
(debido a que se trata de un espacio reducido) como de disconfort térmico por los continuos
cambios de temperatura al subir y bajar del mismo.
La jornada de trabajo es muy cambiante, y suele superar habitualmente las ocho horas
diarias.
Los tiempos de permanencia y espera son muy variables, tanto en los propios centros de
trabajo como en los puntos de carga y descarga, y a menudo se utilizan como lugares de
descanso aun sin reunir los requisitos mínimos.

4.2. Riesgos del sector


Es evidente que los principales riesgos en el transporte de mercancías vienen derivados de la
conducción en sí y de los factores que sobre ella pueden influir: fatiga y cansancio, el sueño y la
conducción nocturna, el consumo de alcohol, medicamentos y drogas. El peligro que conllevan todos
estos riesgos es la materialización del accidente de tráfico.

Las consecuencias derivadas de un accidente de tráfico son muy diversas, desde hematomas a la
propia muerte, e implican no solo secuelas físicas, sino también de carácter emocional (estados de shock,
ansiedad, depresión, etc.).

Existen distintas causas que pueden provocar un accidente de tráfico:

Fallo en los elementos de seguridad y aviso del vehículo (frenos, luces, claxon):
Mala visibilidad o escasa iluminación.
Velocidad inadecuada al tipo de vía.
Distracción con elementos ajenos a la conducción:
Uso de teléfono móvil, GPS, emisoras durante la conducción.
Anuncios y objetos circundantes al vehículo.
Consumo de alcohol o ciertos fármacos.
Mantenimiento inadecuado del vehículo.
Cansancio y somnolencia debido al exceso de horas al volante.
Descenso de la cabina por parte del transportista en zonas no autorizadas.

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Existencia de otros vehículos circulando en la zona de carga y descarga.
Estacionamiento en pendientes, con el motor encendido o sin calzos de sujeción.
Falta de señalización con triángulos cuando el vehículo se avería.

4.3. Principales medidas preventivas


Uno de los principios básicos para conducir con seguridad es la postura de conducción, esto es, la
manera en que nos sentamos frente al volante.

Una postura correcta es indispensable para asegurar un óptimo control del vehículo, así como para
asegurar que los dispositivos diseñados para protegernos en caso de un accidente, como los cinturones o
los airbag, funcionen de manera adecuada.

Una postura correcta comienza con la altura del asiento, que debe garantizar que el campo de visión
sea lo más amplio posible.

El segundo paso es ajustar la distancia a la cual nos sentamos del volante. El punto óptimo lo
determina la posición de los brazos: la distancia correcta es aquella en la cual los brazos, con las manos
colocadas en los extremos derecho e izquierdo del volante, quedan doblados a un ángulo de 90 grados.

Otra forma de conseguir esta postura es ajustar la distancia del cuerpo con respecto al volante
(mediante el reglaje longitudinal del asiento), de modo que se pueda pisar a fondo el pedal del embrague
(en vehículos con cambio automático, la superficie de apoyo para el pie situada en el fondo, a la
izquierda de la columna de la dirección) sin esfuerzo y con la pierna ligeramente flexionada, y sin que
sea necesario extender completamente la pierna y el pie.

El tercer paso es ajustar el ángulo del volante, lo cual se puede hacer en casi todos los vehículos. La
idea aquí es que el conductor tenga la mayor visibilidad posible de los instrumentos, específicamente,
del velocímetro y el tacómetro.

Siempre conviene hacer paradas periódicas y aprovecharlas para andar o realizar ejercicios de
estiramiento. Es el modo de relajar los músculos, compensar el tiempo de inmovilidad al volante y
mejorar la capacidad de concentración.

En ocasiones podemos pensar que el estar sentado con la espalda curvada es más cómodo, pero al no
tensarse la musculatura dorsal, la mayor presión que soporta la columna va haciendo lentamente su
efecto: tensión muscular, lesiones en las vértebras o en los discos intervertebrales.

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Anotación: Estado del vehículo

En caso de emprender un viaje, es necesario llevar a cabo, con la antelación debida, una
completa puesta a punto del vehículo para comprobar:

Niveles de líquido de frenos, aceite, líquido limpiaparabrisas, agua y líquido de


dirección.
Alumbrado en correcto funcionamiento y altura del mismo.
Carga de batería y estado de los bornes.
Estado de los frenos.
Estado de la dirección.
Estado de las bujías.
Estado y dibujo de rodadura de los neumáticos.
Estado de las escobillas del limpiaparabrisas.
Estado de los manguitos del motor y sus abrazaderas a partes fijas.
Posición correcta de los asientos y sus anclajes.
Posición correcta del retrovisor que evite los “ángulos muertos”.

4.4. Sistema de seguridad activa


Los fabricantes de vehículos ponen a disposición del conductor una serie de sistemas o elementos que
le permiten controlar mejor el vehículo y evitar, en lo posible, el accidente. Este conjunto de elementos
se denomina “seguridad activa”. Dentro de ellos, se consideran claves los sistemas encargados de
mantener la trayectoria, estabilidad y confort del vehículo, además de lo que lo “une” al suelo:
suspensión, dirección, frenos, amortiguadores y neumáticos.

Hay otros elementos básicos que, algunos técnicos, sin lugar a dudas, consideran esenciales: los que
permiten ver lo que ocurre a nuestro alrededor: luces, parabrisas y todos sus complementos, y que, de
igual forma, permiten ser vistos.

4.5. Seguridad pasiva


Son aquellos elementos destinados a reducir las consecuencias que sobre los ocupantes de un coche
tiene un accidente y comprenden desde el diseño de la carrocería hasta el cinturón de seguridad, pasando
por el reposacabezas, los airbags o los dispositivos de seguridad para niños.

V. Transporte de mercancías peligrosas

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El acuerdo europeo sobre el transporte de mercancías peligrosas por carretera (ADR) data de 1957,
pero ha sufrido múltiples transformaciones desde entonces. El ADR se actualiza cada dos años. A día de
hoy está en vigor el último ADR 2017.

5.1. Clasificación de las mercancías


Según el ADR, las clases de mercancías peligrosas son las siguientes:

Clase 1, materias y objetos explosivos.


Clase 2, gases.
Clase 3, líquidos inflamables.
Clase 4.1, materias sólidas inflamables, autorreactivas y explosivas desensibilizadas sólidas.
Clase 4.2, materias que pueden experimentar inflamación espontánea.
Clase 4.3, materias que al contacto con el agua desprenden gases inflamables.
Clase 5.1, materias comburentes.
Clase 5.2, peróxidos orgánicos.
Clase 6.1, materias tóxicas.
Clase 6.2, materias infecciosas.
Clase 7, materias radiactivas.
Clase 8, materias corrosivas.
Clase 9, materias y objetos peligrosos diversos.

5.2. Documentos necesarios para el transporte de mercancías


peligrosas
Carta de porte

Todo transporte de mercancías peligrosas deberá estar documentado con una carta de porte.

Instrucciones para el conductor

El expedidor deberá entregar al transportista instrucciones escritas que cubran los posibles
incidentes o accidentes que se puedan producir.

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Otra documentación

Si un transporte de mercancías peligrosas en un gran contenedor precede a un recorrido marítimo,


con la carta de porte deberá proveerse un certificado de arrumazón (estiba) del cargamento del
contenedor.

VI. Resumen

Para identificar los riesgos y las medidas preventivas necesarias, en primer lugar, debemos
conocer el tipo de mina, ya que los riesgos dependerán del tipo de actividad que se realiza. Por
ello podemos encontrar diferentes instalaciones como minería de carbón, minería no energética
o actividades mineras de exterior.

Dentro de estas actividades debemos tener en cuenta la fase en la que nos encontramos: de
preparación, de arranque o de transporte.

El sector del transporte, por sus condiciones de trabajo, es especialmente sensible a la


generación de accidentes laborales.

Todos los riesgos asociados a este sector pueden conllevar la materialización del accidente de
tráfico y debemos conocer las causas que pueden provocarlo para poder actuar sobre ellas y
prevenirlo.

Las principales medidas preventivas asociadas a este sector son aquellas aplicables tanto al
conductor y su confort, como al vehículo en cuanto a su estado de mantenimiento o los sistemas
de seguridad activa o pasiva.

En el caso del transporte de mercancías peligrosas, hay que cumplir lo establecido en el


acuerdo europeo sobre el transporte de mercancías peligrosas por carretera (ADR).

Lecturas obligatorias

ACEÑA NAVARRO M. “Aplicación de medidas y recomendaciones de prevención d


e riesgos en operaciones de transporte”, tema 3 en Manual de seguridad y prevención
de riesgos en el transporte por carretera. Editorial CEP (pp. 77-107)
SALA FRANCO T. Derecho de la prevención de riesgos laborales (cap. 14, pp. 419-
423)

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Ejercicios

Caso práctico
Nos encontramos en una explotación a cielo abierto en la que se están iniciando los trabajos de
preparación del terreno. En esta primera fase se está realizando la preparación de los bancos para realizar
la extracción del mineral. Para el diseño de los bancos se utilizan retroexcavadoras. Javier es un operario
inexperto responsable de una de las máquinas que se encuentra excavando sobre una de las plataformas
que no tiene una anchura suficiente. Javier maneja la retroexcavadora con destreza, pero es despistado
por uno de sus compañeros y, a consecuencia, mete la pala por la parte inferior del talud, produciéndose
un desprendimiento del mismo. Este desprendimiento de arena y rocas deja la máquina totalmente
enterrada y a Javier atrapado dentro.

En otra zona de la instalación se encuentra trabajador Roberto. Este operario es el que se dedica a
realizar las voladuras de material para que se pueda seguir excavando. En el ambiente se percibe cierto
nivel de estrés debido a que no se están cumpliendo los plazos establecidos. Por ello, Roberto detona un
explosivo sin asegurarse de que todos los trabajadores se encuentren en una posición segura. La
proyección de una de las rocas tras la detonación alcanza a otro trabajador que se encuentra haciendo
labores de mantenimiento en los alrededores, quedando atrapado.

Se pide
Con los datos facilitados en el enunciado:

1. Identifica los diferentes riesgos laborales a los que está expuesto Javier, Roberto y sus
compañeros y las medidas de protección que deberían haberse usado para haber evitado el
suceso.

Solución
Javier, Roberto y sus compañeros están expuestos a los siguientes riesgos:

Caídas y vuelcos de máquinas en los bancos o en los taludes.


Caídas desde equipos al subir o bajar de las cabinas de palas y/o volquetes.
Atropello y atrapamiento entre máquinas.
Exceso de velocidad de los vehículos.
Detonación del explosivo por un manejo inadecuado del mismo.
Caída de material del frente del talud por la presencia de material suelto que no haya sido
eliminado durante el saneamiento.
Exposición de los trabajadores a la radiación solar debido al trabajo a la intemperie.

Los sistemas y medidas de protección a implantar en el suceso de Javier:

142/172
Tener la formación necesaria en cuanto a los riesgos y medidas preventivas en industria
extractiva, así como al manejo de maquinaria.
Inspeccionar la zona de trabajo para asegurar la realización de los trabajos con eficacia y
seguridad.
Diseñar correctamente los bancos.
Mantener el orden y limpieza en la instalación

Los sistemas y medidas de protección a implantar en el suceso de Roberto:

Inspeccionar la zona de trabajo para asegurar la realización de los trabajos con eficacia y
seguridad.
Verificar que el lugar de trabajo se encuentra dentro de los límites y condiciones de seguridad,
para ejecutar las voladuras a cielo abierto.
Señalizar el perímetro de seguridad.
Hacer la voladura conforme a la legislación vigente (Real Decreto 130/2017, de 24 de febrero,
por el que se aprueba el Reglamento de Explosivos.

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Recursos

Enlaces de Interés
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1997-21178: REAL DECRETO 1389/1997, de
5 de septiembre, por el que se aprueban las disposiciones mínimas destinadas a proteger la
seguridad y la salud de los trabajadores en las actividades mineras. BOE n.º 240 (07/10/1997).
https://www.fomento.gob.es/NR/rdonlyres/DB7979F9-C062-48E9-9EC2-4EA33C12905B/143
142/ADR2017.pdf: ADR 2017. Disposiciones generales y disposiciones relativas a las materias
y objetos peligrosos
https://es.oxforddictionaries.com/:
http://www.logisnet.com/es/diccionario-cadena-suministro/:
http://www.ceoearagon.es/prevencion/ohsas09/3.htm:
https://reader.bluebottlebiz.com/manual-seguridad-y-prevencion-de-riesgos-en-el-transporte-po
r-carretera-transversal-uf0923-certificados-de-profesionalidad/read: ACEÑA NAVARRO M. ?
Aplicación de medidas y recomendaciones de prevención de riesgos en operaciones de
transporte?, tema 3 en Manual de seguridad y prevención de riesgos en el transporte por
carretera. Editorial CEP (pp. 77-107)
https://reader.bluebottlebiz.com/derecho-de-la-prevencion-de-riesgos-laborales/read: SALA
FRANCO T. Derecho de la prevención de riesgos laborales (cap. 14, pp. 419-423)

Bibliografía
Manual de buenas prácticas de prevención de riesgos laborales en el transporte de
mercancías por carretera. : OSALAN. Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales.
Mayo 2016.
REAL DECRETO 1428/2003, de 21 de noviembre. : Por el que se aprueba el Reglamento
General de Circulación para la aplicación y desarrollo del texto articulado de la Ley sobre
Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, aprobado por el Real Decreto
Legislativo 339/1990, de 2 de marzo.
REAL DECRETO 3255/1983, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el Estatuto del
Minero. :
REAL DECRETO 833/1988, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento para la
ejecución de la Ley 20/1986, básica de residuos tóxicos y peligrosos. :
REAL DECRETO 863/1985, de 2 de abril, por el que se aprueba el Reglamento General
de Normas Básicas de Seguridad Minera. :
REAL DECRETO 97/2014, de 14 de febrero, por el que se regulan las operaciones de
transporte de mercancías peligrosas por carretera en territorio español. :

144/172
Glosario.

Artillero: Individuo que se encarga de cargar y dar fuego a los explosivos

Certificado de arrumazón: Documento suscrito por quien ha efectuado el transporte de un


contenedor acreditando que dicha operación se ha realizado cumpliendo todas las
prescripciones aplicables al transporte y, en especial, a la naturaleza de las mercancías

Derrabe: Derrumbamiento accidental en lo hondo de una mina.

Grisú: Gas incoloro, inodoro, inflamable y venenoso, más ligero que el aire, que está
compuesto principalmente de metano y mezclado con el oxígeno del aire es explosivo.

Gunita: Hormigón proyectado en el que una mezcla de cemento seco se sopla a través de
una manguera a la boquilla, con agua inyecta solo en el punto de aplicación.

Hastiales: Cara lateral de una excavación.

Material estéril: Material sin valor económico que cubre o es adyacente a un depósito de
mineral y que debe ser removido antes de extraer el mineral.

Tacómetro: Aparato que sirve para medir la velocidad de rotación de un motor, o de otro
mecanismo, expresada en número de vueltas por unidad de tiempo.

Velocímetro: Aparato que indica la velocidad de un vehículo.

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Prevención de riesgos laborales en el sector
pesquero y sector agrícola

I. Introducción
La OIT considera el sector pesquero como uno de los más peligrosos dentro de las actividades
laborales ya que se trata de un sector con unas condiciones particulares desde el punto de vista de la
PRL. Estas condiciones están relacionadas con la dificultad de ejecución de sus actividades o la vida a
bordo de un buque de pesca, que hacen que en este tipo de actividades estén presentes situaciones de
riesgo en todo momento. Por este motivo el sector dispone del RD 1216/1997 en el que se definen las
disposiciones mínimas de seguridad y salud en buques de pesca, con el objetivo de limitar al máximo los
riesgos de esta actividad.

El sector primario es el conjunto de actividades económicas que las personas realizan para obtener
recursos de la naturaleza: agricultura, ganadería y minería.

Los mayores peligros para los trabajadores agrícolas provienen de las herramientas cortantes y la
maquinaria (como los tractores y cosechadoras). Más de la tercera parte de las muertes por accidente de
trabajo que se registran en la agricultura mundial se relacionan con el uso de los tractores.

El continuo progreso en la mecanización agraria ha hecho que las máquinas sean cada vez más
complejas y que hayan surgido nuevos peligros y un mayor número de accidentes. La mayoría se
producen como consecuencia de fallos humanos, como ignorar advertencias, falta de instrucciones o
instrucciones equivocadas, errores al seguir las normas de seguridad, o simplemente ignorarlas para
ganar tiempo.

II. Objetivos

Conocer el marco legislativo que regula la seguridad en buques de pesca.


Identificar los riesgos derivados del trabajo en buques de pesca.
Analizar las características que deben cumplir los buques de pesca en relación con las
condiciones de seguridad.
Conocer los principales peligros presentes en el sector de la agricultura.
Identificar los riesgos relacionados con la utilización de maquinaria agrícola.
Conocer las medidas preventivas aplicables a la maquinaria agrícola.

III. Disposiciones mínimas de seguridad y salud en


buques de pesca

146/172
La normativa de seguridad y salud laboral a bordo de los buques de pesca
está recogida en el RD 1216/1997, de 18 de julio, y en las modificaciones
recogidas en el RD 1696/2012.

3.1. Navegabilidad y estabilidad


El buque deberá mantenerse en buenas condiciones de navegabilidad y dotado de un equipo
apropiado correspondiente a su destino y a su utilización.
La información sobre las características de estabilidad del buque deberá estar disponible a
bordo y ser accesible para el personal de guardia.
Todo buque deberá tener y conservar una estabilidad suficiente en estado intacto en las
condiciones de servicio previstas. El capitán deberá adoptar las medidas de precaución
necesarias para el mantenimiento de la estabilidad del buque. Las instrucciones relativas a la
estabilidad del buque deberán observarse estrictamente.

3.2. Instalación mecánica y eléctrica

La instalación eléctrica deberá proyectarse y realizarse de modo que no presente ningún peligro y que
garantice:

La protección de la tripulación y del buque contra los peligros eléctricos.


El funcionamiento correcto de todos los equipos necesarios para el mantenimiento del
buque en condiciones normales de operación y habitabilidad, sin recurrir a una fuente de
energía eléctrica de emergencia.
El funcionamiento de los aparatos eléctricos esenciales para la seguridad en cualquier
situación de emergencia.

Deberá instalarse una fuente de energía eléctrica de emergencia. Salvo en los buques abiertos, la
fuente de energía eléctrica de emergencia deberá estar situada fuera de la sala de máquinas y estar
diseñada, en todos los casos, de forma que garantice, en caso de incendio o de avería de la instalación
eléctrica principal, el funcionamiento simultáneo, durante un mínimo de tres horas:

Del sistema de comunicación interna, de los detectores de incendios y de las señales


necesarias en caso de emergencia.
De las luces de navegación y de la iluminación de emergencia.
Del sistema de radiocomunicación.
De la bomba eléctrica de emergencia contra incendios, si forma parte del equipo del buque.

147/172
Los cuadros de distribución deberán disponer de indicaciones claras; deberán revisarse
periódicamente las cajas y los soportes de los fusibles para asegurarse de que se están utilizando
fusibles de intensidad de fusión correcta.

Los compartimentos donde se almacenen los acumuladores eléctricos deberán estar adecuadamente
ventilados.

Deberán probarse frecuentemente y mantenerse en correcto estado de funcionamiento todos los


dispositivos electrónicos de navegación.

Deberá probarse y examinarse periódicamente todo el equipo utilizado para la carga y descarga.

Todos los componentes del mecanismo de tracción, del mecanismo de carga y descarga y de los
demás equipos afines se deberán mantener en buenas condiciones de funcionamiento.

Cuando haya a bordo instalaciones de refrigeración y sistemas de aire comprimido, deberán


mantenerse correctamente y revisarse periódicamente.

Los aparatos de cocina y electrodomésticos que utilicen gases pesados deberán utilizarse solo en
espacios bien ventilados y se deberá velar para que no se produzca una acumulación peligrosa de gas.

Los cilindros que contengan gases inflamables y otros gases peligrosos deberán llevar claramente
indicados sus contenidos y se almacenarán en cubiertas abiertas. Todas las válvulas, reguladores de
presión y tuberías conectados con dichos cilindros deberán estar protegidos contra todo daño.

3.3. Instalación de radiocomunicaciones


La instalación de radiocomunicaciones deberá estar preparada para establecer contacto en todo
momento con una estación costera o terrena como mínimo, habida cuenta de las condiciones normales de
propagación de las ondas radioeléctricas.

3.4. Vías y salidas de emergencia

148/172
Las vías y salidas que puedan utilizarse como vías y salidas de emergencia deberán permanecer
siempre expeditas, ser de fácil acceso y conducir lo más directamente posible a la cubierta superior o a
una zona de seguridad, y de allí a las embarcaciones de salvamento, de manera que los trabajadores
puedan evacuar los lugares de trabajo y de alojamiento rápidamente y en condiciones de máxima
seguridad.

El número, la distribución y las dimensiones de las vías y salidas que puedan utilizarse como vías y
salidas de emergencia deberán adaptarse a la utilización, al equipo y a las dimensiones de los lugares de
trabajo y de alojamiento, así como al número máximo de personas que puedan estar presentes en ellos.

Las vías y salidas de emergencia deberán señalizarse conforme al Real Decreto 485/1997, de 14 de
abril, sobre disposiciones mínimas en materia de señalización de seguridad y salud en el trabajo.

3.5. Detección y lucha contra incendios


Según las dimensiones y la utilización del buque, los equipos que contenga, las características físicas y
químicas de las sustancias que se encuentren en el buque y el número máximo de personas que puedan
estar presentes en él, los alojamientos y los lugares de trabajo cerrados, incluida la sala de máquinas, así
como las bodegas de pesca, si fuere necesario, deberán estar equipados con dispositivos adecuados de
lucha contra incendios y, si es posible, con detectores de incendios y sistemas de alarma.

Los dispositivos de lucha contra incendios deberán encontrarse siempre en su lugar, mantenerse en
perfecto estado de funcionamiento y estar preparados para su uso inmediato. Los trabajadores deberán
conocer el emplazamiento de los dispositivos de lucha contra incendios, saber cómo funcionan y cómo
deben utilizarse. Antes de cualquier salida del buque del puerto deberá comprobarse que los extintores y
demás equipos portátiles de lucha contra incendios se encuentran a bordo.

Los dispositivos manuales de lucha contra incendios deberán ser de fácil acceso y manipulación y
deberán señalizarse conforme al Real Decreto 485/1997.

Los sistemas de detección de incendios y de alarma contra incendios deberán probarse regularmente y
mantenerse en buen estado. Los simulacros de lucha contra incendios deberán efectuarse
periódicamente.

3.6. Ventilación de los lugares de trabajo cerrados


Habida cuenta de los métodos de trabajo y de las exigencias físicas impuestas a los trabajadores, se
deberá velar por que los lugares de trabajo cerrados dispongan de aire fresco en cantidad suficiente. Si
se utiliza una instalación de ventilación mecánica, deberá mantenerse en buen estado de funcionamiento.

3.7. Temperatura de los locales


La temperatura en los locales de trabajo deberá ser adecuada al organismo humano durante el tiempo
de trabajo, teniendo en cuenta:

Los métodos de trabajo aplicados.


Las exigencias físicas impuestas a los trabajadores.

149/172
Las condiciones climáticas reinantes o que puedan reinar en la región en la que faene el buque.

3.8. Iluminación natural y artificial de los lugares de trabajo


Los lugares de trabajo deberán, en la medida de lo posible, recibir luz natural suficiente y estar
equipados con una iluminación artificial adecuada a las circunstancias de la pesca y que no ponga en
peligro la seguridad y la salud de los trabajadores ni la navegación de los demás buques.

Los lugares de trabajo en los que los trabajadores estén particularmente expuestos a correr riesgos en
caso de avería de la iluminación artificial deberán poseer una iluminación de emergencia de intensidad
suficiente.

L a iluminación de emergencia deberá mantenerse en condiciones de funcionamiento eficaz y se


probará periódicamente.

3.9. Suelos, mamparos y techos


Los lugares a los que los trabajadores tengan acceso deberán ser antideslizantes o estar provistos de
dispositivos contra caídas y estar libres de obstáculos.

Los lugares de trabajo en los que estén instalados los puestos de trabajo deberán estar provistos de
aislamiento acústico y térmico suficiente, habida cuenta del tipo de tareas y la actividad física de los
trabajadores.

La superficie de los suelos, los mamparos y los techos de los locales deberá poder limpiarse y
revocarse para lograr condiciones de higiene adecuadas.

3.10. Puertas
Las puertas deberán poder abrirse siempre desde el interior sin necesidad de equipos específicos.

Cuando se utilicen los lugares de trabajo, las puertas deberán poder abrirse desde ambos lados.

Las puertas, en particular las puertas correderas cuando no se pueda evitar su existencia, deberán
funcionar con la mayor seguridad posible para los trabajadores, especialmente en condiciones marítimas
y climáticas adversas.

3.11. Vías de circulación y zonas peligrosas


Los pasillos, troncos, partes exteriores de las casetas y, en general, todas las vías de circulación,
deberán estar equipadas con barandas, barandillas, andariveles o cualquier otro medio para garantizar
la seguridad de la tripulación durante sus actividades a bordo.

Si hay riesgo de que los trabajadores caigan por la escotilla de la cubierta, o de una cubierta a otra,
deberá instalarse la protección adecuada en todos los lugares en los que sea posible hacerlo. Cuando
dicha protección se realice mediante una baranda, esta tendrá una altura mínima de un metro.

150/172
Los accesos que deban abrirse por encima de la cubierta para permitir la utilización o el
mantenimiento de las instalaciones deberán garantizar la seguridad de los trabajadores. Deberán
instalarse barandas o dispositivos similares de protección de altura adecuada para evitar las caídas.

Las amuradas u otros medios instalados para evitar las caídas por la borda deberán mantenerse en
buen estado. En dichas amuradas deberán instalarse portas de desagüe u otros dispositivos similares, para
una evacuación rápida del agua.

3.12. Disposición de los lugares de trabajo

Las zonas de trabajo deberán mantenerse expeditas y, en la medida en que sea posible, estar
protegidas contra el mar y ofrecer protección adecuada a los trabajadores contra las caídas a bordo o al
mar.

Las zonas de manipulación del pescado deberán ser lo suficientemente espaciosas en lo que a la
altura y a la superficie se refiere.

Cuando el control de los motores se efectúe en la sala de máquinas, deberá hacerse desde un local
separado, aislado acústica y térmicamente de esta y accesible sin atravesarla.

Los mandos del equipo de tracción deberán estar instalados en una zona lo suficientemente amplia
para permitir a los operadores trabajar sin estorbos.

Además, los equipos de tracción deberán estar provistos de dispositivos de seguridad adecuados
para emergencias, incluidos los dispositivos de parada de emergencia.

El operador de los mandos del equipo de tracción deberá tener una visión adecuada del mismo y de
los trabajadores que estén faenando.

151/172
Deberá utilizarse un sistema de comunicación fiable entre el puente y la cubierta de trabajo.

Deberá mantenerse constantemente una estrecha vigilancia y avisar a la tripulación del peligro
inminente de marejada durante las operaciones de pesca o cuando se realice otro trabajo sobre
cubierta.

El recorrido al descubierto de los viradores, de los cables de arrastre y de las piezas móviles del
equipo se deberá reducir al mínimo mediante la instalación de mecanismos de protección.

Deberán instalarse sistemas de control para el traslado de cargas, especialmente en los arrastreros:

Mecanismos de bloqueo de la puerta de la red de arrastre.


Mecanismos para controlar el balanceo del copo de la red de arrastre.

3.13. Alojamientos de los trabajadores


El emplazamiento, la estructura, el aislamiento acústico y térmico y la disposición de los alojamientos
de los trabajadores y de los locales de servicio cuando estos existan, así como los medios de acceso a los
mismos, deberán ofrecer protección adecuada contra las inclemencias climáticas y el mar, las
vibraciones, el ruido y las emanaciones procedentes de otras zonas que pudieran perturbar a los
trabajadores durante sus periodos de descanso.

Los alojamientos de los trabajadores deberán estar debidamente ventilados para que exista de manera
constante aire fresco y se impida la condensación.

Los alojamientos deberán contar con iluminación apropiada:

Iluminación general normal adecuada.


Iluminación general reducida que no moleste a los trabajadores durante su descanso.
Iluminación individual en cada litera.

La cocina y el comedor, cuando existan, deberán tener las dimensiones adecuadas, estar
suficientemente iluminados y ventilados y ser fáciles de limpiar.

152/172
Se dispondrá de refrigeradores u otros medios de almacenamiento de alimentos a baja temperatura.

3.14. Instalaciones sanitarias


Los buques que dispongan de alojamientos deberán estar dotados de duchas con suministro de agua
corriente, caliente y fría, lavabos y retretes debidamente instalados, equipados y protegidos contra la
oxidación y el deslizamiento, y los locales respectivos deberán estar adecuadamente ventilados.

Cada trabajador deberá disponer de un espacio para guardar su ropa.

3.15. Primeros auxilios


Todos los buques deberán disponer de un material de primeros auxilios conforme con la normativa
sobre seguridad, salud y asistencia médica a bordo de buques.

3.16. Escalas y pasarelas de embarque


Deberá disponerse de una escala de embarque, de una pasarela de embarque o de cualquier otro
dispositivo similar que ofrezca un acceso apropiado y seguro al buque.

3.17. Exposición a ruido


Se deberán adoptar todas las medidas técnicas necesarias para que el nivel sonoro de los lugares de
trabajo y alojamientos se reduzca en lo posible en función del tamaño del buque.

IV. Agricultura
Aunque la situación varía sensiblemente de un país a otro, la agricultura suele quedar al margen de
buena parte de la legislación laboral interna y no ha sido objeto de ningún convenio internacional de
aplicación general. Allí donde se han dictado normas, su aplicación suele ser desigual, debido a la
insuficiencia de las disposiciones legales, los bajos niveles de sindicación y la deficiente inspección de
trabajo.

Además de las insuficiencias legislativas, el trabajo agrícola suele estar plagado de otras lacras:

Empleo de múltiples tecnologías en entornos muy diferenciados que van desde la agricultura
comercial altamente mecanizada a la de subsistencia en pequeñas explotaciones.

153/172
Dispersión de la fuerza de trabajo en regiones distantes, en las que los servicios de salud y los
medios de comunicación son habitualmente insuficientes o inferiores a los existentes en las áreas
urbanas.

La gran variedad de tareas que realizan los trabajadores agrícolas, especialmente en las pequeñas
explotaciones, utilizando generalmente equipo inadecuado.

Factores ambientales, como el trabajo al aire libre en situaciones climáticas variadas.

Aplicación menos eficaz de las técnicas de seguridad en la agricultura que en la industria.

Los mayores peligros para los trabajadores agrícolas provienen de las herramientas cortantes y la
maquinaria (como los tractores y cosechadoras). Más de la tercera parte de las muertes por accidente
de trabajo que se registran en la agricultura mundial se relacionan con el uso de los tractores.

La exposición a los pesticidas y otras sustancias agroquímicas constituye otro grave riesgo para los
trabajadores agrícolas, y en algunos países llega a producir el 14 % del total de las lesiones
profesionales registradas en el sector agrario y el 10 % de los fallecimientos.

Los deficientes sistemas nacionales de estadística hacen que los casos registrados de
envenenamiento por pesticidas sean mucho menores que los reales. Los países en desarrollo
consumen más del 20 % de la producción mundial de sustancias agroquímicas, que provocan
alrededor del 70 % de los casos totales de envenenamiento agudo entre los trabajadores, esto es, más
de 1,1 millones de casos. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada
año se producen en todo el mundo entre 2 y 5 millones de casos (40.000 mortales) de envenenamiento
de trabajadores por el uso de pesticidas.

154/172
4.1. Prevención de riesgos en maquinaria agrícola

4.1.1. Peligros mecánicos

Pueden estar causados por las siguientes situaciones:

La forma.
Posición relativa.
Masa y estabilidad.
Insuficiente resistencia mecánica.
Acumulación de energía por:

Resortes.
Líquidos o gases a presión.

Peligro de aplastamiento.
Peligro de cizallamiento.
Peligro de corte.
Peligro de atrapamiento.
Peligro de impacto.
Peligro de perforación.
Peligro de abrasión.
Peligro de proyección de elementos.
Peligro de caídas.
Peligro térmico: quemaduras por contacto con líquidos o superficies calientes.
Peligros producidos por vibraciones.
Peligro de incendio y explosión.
Peligros ergonómicos:

Mal diseño del puesto de trabajo.


Posturas inadecuadas.
Esfuerzos excesivos.
Inadaptación de las máquinas.
Consideraciones inadecuadas de la anatomía humana.

4.2. Riesgos

155/172
Puntos de cizallamiento

Se encuentran localizados en los puntos donde se mueven los filos de dos objetos lo
suficientemente juntos el uno del otro para cortar materiales relativamente blandos. Muchos de estos
puntos no pueden ser protegidos, por lo que hay que estar especialmente atentos cuando están en
funcionamiento, ya que muchas veces no es visible su movimiento al producirse este a gran
velocidad. La lesión resultante suele ser la amputación de algún miembro.

Zonas de atrapamiento

Son zonas formadas por dos objetos que se mueven juntos, de los cuales uno al menos rota, como
es el caso de los cilindros de alimentación, engranajes, correas de transmisión, etc. Lo que corre más
riesgo de ser atrapado son las manos, el cabello y la ropa. Se deben evitar las áreas próximas a los
elementos rotativos, llevar el pelo recogido y usar ropa ajustada para evitar que se quede enganchada.

Aplastamiento

Las zonas de peligro de aplastamiento se presentan principalmente cuando dos objetos se mueven
uno sobre otro, o cuando uno se mueve y el otro está estático, por ejemplo al enganchar aperos a la
diversa maquinaria agrícola. Afecta principalmente a las personas que ayudan en las operaciones de
enganche, quedando atrapadas entre la maquinaria y el apero o la pared. También suelen resultar
lesionados por este tipo de riesgo los dedos y manos.

Proyecciones

Sólidos: muchas máquinas expulsan partículas bajo un funcionamiento normal, pero entre
estos materiales se pueden introducir objetos extraños como piedras, ramas y otros, que son
lanzados a gran velocidad y podrían golpear a los operarios. Este riesgo puede reducirse o
evitarse con el uso de protectores o deflectores.
Líquidos: las máquinas también pueden proyectar líquidos, como los contenidos en los
diferentes sistemas hidráulicos, que son capaces de producir quemaduras y alcanzar los ojos.
Para que esto no ocurra, los sistemas hidráulicos deben tener un mantenimiento correcto y
hay que revisar que no existen poros en las conducciones.

4.3. Medidas de seguridad en maquinaría agrícola

156/172
4.3.1. Requisitos generales

En principio las máquinas deben cumplir con los requisitos de la norma UNE-EN ISO 13857:2008
de Distancias de Seguridad para impedir que se alcancen zonas peligrosas de las máquinas con los
miembros superiores e inferiores, cuyos puntos principales son:

Altura de la estructura de protección.


Distancia horizontal a la zona peligrosa.
Limitación del movimiento de los brazos.
Alcance de los miembros a través de aberturas.
Efecto de estructuras adicionales sobre las distancias de seguridad.

4.3.2. Dispositivos de protección

Los elementos móviles de la transmisión que generan fenómenos peligrosos se cubrirán con
protectores fijos.

Si para la regulación o el mantenimiento se prevé un acceso frecuente, los protectores instalados


quedarán solidarios a la máquina, y será preciso emplear herramientas para su apertura.

4.3.3. Manual de instrucciones

Toda máquina debe disponer de un manual de instrucciones en castellano, en el que se describan


detalladamente las informaciones y recomendaciones que sean necesarias para el mantenimiento y el
buen uso de la máquina, haciendo especial hincapié en:

Los símbolos sobre los órganos de control manuales.


El accionamiento manual de los elementos de la máquina.
Los riesgos producidos por las líneas eléctricas aéreas.
Las zonas peligrosas en los mecanismos de corte.

4.3.4. Marcado

Se deben exponer advertencias y pictogramas relativos a los peligros.

V. Resumen

157/172
La normativa de seguridad y salud laboral a bordo de los buques de pesca está recogida en el
RD 1216/1997, de 18 de julio, y en las modificaciones recogidas en el RD 1696/2012. En esta
reglamentación podemos encontrar las normas básicas de seguridad que tienen que cumplir los
buques de pesca en cuanto a la seguridad. De esta manera tendremos en cuenta las condiciones
de seguridad de:

Navegabilidad y estabilidad.
Instalación mecánica y eléctrica.
Instalación de radiocomunicaciones.
Vías y salidas de emergencia.
Detección y lucha contra incendios.
Ventilación de los lugares de trabajo cerrados.
Temperatura de los locales.
Iluminación natural y artificial de los lugares de trabajo.
Suelos, mamparos y techos.
Puertas.
Vías de circulación y zonas peligrosas.
Disposición de los lugares de trabajo.
Alojamientos de los trabajadores.
Instalaciones sanitarias.
Primeros auxilios.
Escalas y pasarelas de embarque.
Exposición a ruido.

El sector de la agricultura, desde el punto de vista de la seguridad laboral, denota una


insuficiencia de disposiciones legales, bajos niveles de sindicación y deficiente inspección de
trabajo.

Los peligros más frecuentes son causados por actividades en las que se utiliza maquinaria
agrícola. Por ello, debemos tener en cuenta todos aquellos componentes, situaciones de riesgo y
dispositivos de seguridad que se disponen como medidas de seguridad de estos equipos.

Lecturas obligatorias

158/172
INSHT. Guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos en el trabajo a bor
do de los buques de pesca
INSHT. Sector agrario: diagnóstico de la prevención de riesgos laborales. Revista Seg
uridad y salud en el trabajo, n.º 87 (pp. 18-25)

159/172
Ejercicios

Caso práctico
Como todas las mañanas, Carlos, sale a trabajar con su tractor con remolque con el objetivo de recoger
los fardos de forraje que dejó preparadas el día anterior. Con él va su hijo Julián, el cual le va a ayudar de
vez en cuando y que siempre se sube en el remolque para comenzar la jornada. Carlos es un agricultor
experimentado, y eso se nota en la confianza con la que maneja el tractor. De camino al campo, pasan
por un montículo del terreno dando un pequeño salto que desestabiliza a Julián. Carlos mira hacia atrás
para ver el estado de su hijo y al verle en perfecto estado piensa: “Uff, menos mal que no se ha caído!” y
continua su camino.

El tractor que maneja es algo antiguo y Carlos no pasa las inspecciones necesarias ya que le cuestan su
dinero y está tratando de ahorrar para comprar un vehículo nuevo, pero en el viejo tractor ya no
funcionan muchos de los “botoncitos y palanquitas” que tenía al principio, por lo que no puede ajustar el
asiento y no funciona el avisador acústico de marcha atrás.

Tras la dura jornada de trabajo, Carlos y su hijo Julián, toman de nuevo camino a casa. Carlos se sube
al tractor y Julián al remolque, tal y como hacen siempre, teniendo que ir ahora sobre los fardos que
transportan. A mitad del camino el tractor se queda atascado en una zona de tierra y Julián baja del
remolque para empujar mientras que su padre se queda en la cabina. Tras un rato intentándolo sin
conseguir nada a Julián se le ocurre meter unos tablones de madera debajo de una de las ruedas que
habían quedado enterradas, Carlos acelera y consigue sacar el tractor, pero el remolque se desestabiliza y
vuelca por la sobrecarga que lleva, arrastrando también el tractor con Carlos dentro.

Se pide
Con los datos facilitados en el enunciado:

1. Identifica los diferentes riesgos laborales a los que están expuestos Carlos y Julián por la
actividad desarrollada y las medidas preventivas que deberían haberse utilizado para evitar el
accidente.

Solución
Los riesgos a los que Carlos y Julián están expuestos por su actividad son:

Riesgo de aplastamiento. Debido al vuelco de la máquina


Riesgo de cizallamiento.
Riesgo de corte. Por la utilización de herramientas manuales
Riesgo de atrapamiento. Por vuelco del remolque o por la carga transportada.
Riesgo de choque. Accidente con el tractor

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Riesgo de proyección de elementos. Debidas a elementos proyectados por los neumáticos del
tractor.
Riesgo de caídas. Caídas del tractor o del remolque
Riesgo térmico: quemaduras por contacto con líquidos o superficies calientes.
Riesgo por vibraciones. Por las propias vibraciones generadas dentro del tractor y el remolque.
Riesgo de incendio y explosión. Derivados del estado de conservación de la máquina
Riesgos ergonómicos:

Mal diseño del asiento del tractor, el cual no se puede modificar por su estado de
conservación.
Posturas inadecuadas. Adquiridas por Julián al viajar en el remolque.
Esfuerzos excesivos al tener que levantar los fardos.

Las medidas de protección que deberían estar presentes son:

Realizar la revisión del tractor antes de su puesta en funcionamiento.


Efectuar el mantenimiento periódico del tractor
No transportar personas en el remolque
Cerciorarse de que el tractor tiene la potencia y peso suficientes para transportar la carga y que
la capacidad del remolque no se supera.

161/172
Recursos

Enlaces de Interés
http://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1997-17825: REAL DECRETO 1216/1997, de
18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en el
trabajo a bordo de los buques de pesca. BOE n.º 188 (07/08/1997):
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/601a
700/ntp_624.pdf: NTP 624. Prevención de riesgos laborales en la pesca de bajura
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Normativa/GuiasTecnicas/Ficheros/g_buques.pdf:
INSHT. Guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos en el trabajo a bordo de los
buques de pesca
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/sst_87_enlaces.pdf: INSHT. Sector
agrario: diagnóstico de la prevención de riesgos laborales. Revista Seguridad y salud en el
trabajo, n.º 87 (pp. 18-25)

Bibliografía
NTP 1094. Agricultura y ganadería: cuestionarios para la identificación de peligros
durante las tareas de mantenimiento (I). :
NTP 1095. Agricultura y ganadería: cuestionarios para la identificación de peligros
durante las tareas de mantenimiento (II). :
NTP 625. Riesgos biológicos en la pesca marítima. :
NTP 771. Agricultura: prevención de riesgos biológicos. :
REAL DECRETO 258/1999, de 12 de febrero, por el que se establecen condiciones
mínimas sobre la protección de la salud y la asistencia médica de los trabajadores del
mar. :
RESOLUCIÓN de 4 de septiembre de 2009, de la Dirección General de Trabajo, por la
que se registra y publica el acuerdo para la promoción de la seguridad y la salud en el
trabajo en el sector agrario. :

Glosario.

Amurada: Cada uno de los costados del buque por la parte interior.

Andarivel: Cuerda colocada en diferentes sitios del buque, a manera de pasamano, para dar
seguridad a las personas o para otros usos.

162/172
Arrastrero: Que se dedica a la pesca de arrastre.

Buque de pesca: Todo buque abanderado en España o registrado bajo la plena jurisdicción
española, utilizado a efectos comerciales para la captura y el acondicionamiento del pescado u
otros recursos vivos del mar.

Escotilla: Cada una de las aberturas que hay en las diversas cubiertas para el servicio del
buque.

Mamparo: Tabique de tablas o planchas de hierro con que se divide en compartimentos el


interior de un barco.

163/172
Repaso final

Resumen

164/172
Las auditorías del sistema de gestión de la seguridad y salud laboral suponen, desde el punto
de vista legal o voluntario, una herramienta fundamental para comprobar el grado de
implementación del sistema y poder así mejorarlo continuamente.

Una auditoría comienza con la fase de planificación y programación, en la que se definirá el


programa de las auditorías que se van a realizar posteriormente.

El inicio de una auditoría tiene lugar con el primer contacto entre el líder del equipo auditor y
el auditado. A partir de este momento, y con todos los detalles perfectamente definidos, se
comienza a planificar la auditoría solicitando al auditado las primeras muestras de
documentación, elaborando el plan de auditoría, designando las funciones del equipo auditor y
elaborando los documentos de trabajo que se van a utilizar durante la auditoría.

Llegado el momento de la ejecución de la auditoría en las instalaciones del auditado seguimos


las etapas descritas para ello, las cuales nos ayudarán a garantizar el éxito de la auditoría. Estas
etapas son:

Reunión de apertura.
Revisión de la documentación durante la auditoría.
Comunicación durante la auditoría.
Asignación de funciones y responsabilidades de los guías y observadores.
Recopilación y verificación de la información.
Generación de los hallazgos de auditoría.
Preparación de las conclusiones de auditoría.
Reunión de cierre.

Tras la reunión de cierre de la auditoría y habiendo comunicado los hallazgos al auditado, el


equipo auditor comienza a redactar el informe de la auditoría, el cual es responsabilidad del líder
del equipo auditor y cuyo destinatario es el cliente de la auditoría.

A partir de este momento es cuando el auditado debe elaborar el plan de acciones correctivas,
con el fin de solucionar las causas de los incumplimientos detectados, implementar las acciones
correctivas, evaluar su eficacia y, por último, volver a realizar una auditoría de seguimiento para
verificar el estado del sistema de gestión de la seguridad y salud en el trabajo.

El objetivo de cualquier empresa es mejorar la rentabilidad de sus productos y servicios, por


lo que el gasto que supone la PRL para mejorar las condiciones de trabajo de sus empleados
debe ahondar en reducir los factores de riesgo que pueden desencadenar una pérdida de
producción debida a los accidentes laborales, enfermedades profesionales o al absentismo
laboral. Todos estos costes asociados al mantenimiento del sistema de prevención de la empresa
debemos conocerlos para ajustar los presupuestos generales.

Es de todos conocido que en las actividades industriales existen ciertos sectores que marcan la
diferencia debido a sus mayores índices de siniestralidad. Por ello, conociendo las actividades
desarrolladas en estos sectores podremos identificar sus riesgos para que la implementación de
medidas preventivas sea lo más eficiente posible y se garantice el mayor grado de protección
para los trabajadores.

165/172
Ejercicios

Caso práctico
La Empresa CATAPLASMA, S.L se encuentra en pleno proceso de auditoría interna. El día 21 de
mayo, Ana Sanz y Juan Limón, han realizado la auditoría respecto al cumplimiento de los siguientes
requisitos de la Norma ISO 45001:

Política SSST
Revisión por la Dirección
Evaluación de Riesgos

La documentación que se ha tomado como referencia es la siguiente:

ISO 45001
Manual de Sistema de Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales Rev.2.
Procedimientos:
PP-03 Rev. 3 “Revisión por la Dirección”
PP-04 Rev. 2 “Procedimiento de Evaluación y Control de Riesgos”

Por parte de la empresa en la auditoría han estado presentes la Dirección y el responsable de PRL.

A partir de la información anterior y de la lista de chequeo de auditoría cumplimentado que se adjunta,


elaborar un INFORME PARCIAL DE AUDITORÍA.

166/172
LISTA DE VERIFICACIÓN

Solución
INFORME DE AUDITORÍA INTERNA

1. DATOS GENERALES DE LA AUDITORIA

167/172
Entidad: CATAPLASMA, S.L.

Dirección: C/ALTAJA, 12 POL. IND. LABERICO ARGANDA DEL REY.

Localidad: MADRID

Teléfono: 91 457 45 32 Fax: 91 457 66 20

INTERLOCUTORES

Dirección (cliente de la auditoría)

Responsable de prevención

ALCANCE Y CRITERIO DE LA AUDITORÍA

El Alcance de la auditoría cubre los siguientes requisitos de la Norma ISO 45001:

Política SST
Revisión por la Dirección
Evaluación de Riesgos

FECHA DE LA AUDITORÍA

20 de Marzo de 2017

EQUIPO AUDITOR

Líder del equipo Auditor: Ana Sanz

Auditor 1: Juan Limón

COMO RESULTADO DE LA AUDITORÍA SE HAN ABIERTO 3 NO CONFORMIDADES

Líder del equipo Auditor:

25 de Marzo de 2017

168/172
Objeto

La presente auditoría corresponde a la primera interna realizada a la empresa, para dar


cumplimiento a los requisitos de la Norma ISO 45001 y de la Ley de Prevención de riesgos.

Alcance

Los aspectos evaluados han sido los requisitos relativos a:

Política SST
Revisión por la Dirección.
Evaluación de Riesgos.

Ya que el sistema se encontraba, en general, correctamente implantado, sólo se recogen los


incumplimientos detectados.

Documentación aplicable y de referencia

Norma ISO 45001


Manual de Sistema de Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales Rev.0
Listado de Documentos del Sistema de fecha Marzo de 2017.

Desarrollo de la auditoría

Tras llevarse a cabo una reunión inicial entre el equipo auditor y los representantes de la empresa se
procedió a evaluar el cumplimiento del Sistema de Gestión de la Prevención a través del análisis de la
documentación y evaluando las actividades llevadas a cabo por el personal de la empresa,
entrevistando a los diferentes responsables de la misma y los registros generados en cumplimiento del
Sistema.

Posteriormente se mantuvo una reunión final para presentar verbalmente las conclusiones de la
auditoría, elaborándose como resultado de la misma el presente informe.

Se presentan a continuación las conclusiones del equipo auditor clasificadas según los diferentes
apartados de la Norma ISO 45001.

NC01: No existe evidencia de la realización de la Revisión del Sistema de Gestión de la


Prevención por parte de la Dirección.

NC02: No existe evidencia de que la evaluación de riesgos sea completa al faltar la evaluación
riesgos de las oficinas y del almacén.

NC03: No existe evidencia de que todo el personal conozca la Política y la necesidad de su


cumplimiento.

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Distribución de informe

El presente informe deberá ser distribuido a la Dirección de la empresa en un plazo máximo de una
semana después del día de celebración de la auditoría.

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Evaluación final de módulo

Es importante leer las instrucciones antes de realizar la evaluación.

Instrucciones evaluación final del módulo


La evaluación final consta de dos partes:

Casos prácticos

Para responder, tienes que enviar tu respuesta a través de una tutoría adjuntando un archivo word. La
plantilla puede descargarla en el apartado de RECURSOS.

Cuestionario tipo test

15 preguntas con tres opciones de respuesta, de las cuales solo una es la correcta. Cuentas con 20
minutos para realizarlo y dispones solo de tres intentos.

Caso práctico
En la Empresa Martimillas, S.A., dedicada a la Fabricación de componentes para teléfonos móviles, se
va a efectuar una auditoría interna del sistema de gestión durante el mes de junio de 2018, dividida en
dos días de auditoría para evaluar la correcta implantación de los siguientes apartados de la Norma ISO
45001, los apartados a auditar serían los siguientes:

Política OH&S
Evaluación de Riesgos
Planificación de la Prevención
Registros de Prevención

Por otra parte, desde la dirección de la empresa se quiere programar una auditoría de certificación para
finales de 2018.

Los documentos relacionados de nuestro Sistema de Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales


son el Manual de Prevención (revisión 2 de Octubre de 2017) y los procedimientos siguientes:

PP-04 Rev. 2 “Procedimiento de realización de Evaluaciones de Riesgos”


PP-05 Rev. 3 “Procedimiento de Planificación de la Prevención”
PP-07 Rev. 1 “Procedimiento de Control de Accidentes e Incidentes”
PP-08 Rev. 1 “Procedimiento de Control y Archivo de documentos”

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Sabemos que, David, el Director General, sólo nos puede atender En horario de tarde.

Además, en la organización, las oficinas centrales están en Madrid (Dirección General, Recursos
Humanos y Responsable de Calidad y Seguridad) y la Fábrica en Leganés (resto de Responsables).

Se pide
Con los datos presentados, elaborar un Programa de Auditoría al Sistema de Gestión de la Prevención
de Riesgos Laborales, teniendo en cuenta que el equipo auditor será dirigido por el alumno, y contará con
la ayuda de un Auditor llamado O.P.C.

Cuestionario tipo test

Acceso a la prueba final

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