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UNIVERSIDAD DA VINCI DE GUATEMALA

SEDE SANTA CRUZ DEL QUICHE

CURSO: PSICOLOGIA CRIMINAL

DOCENTE: JACKELINE MARTINEZ

FACULTAD: DE CIENCIAS CRIMINOLOGÍA CRIMINALÍSTICA

TEMA

CONDUCTAS PATOLOGICAS Y PERSONALIDADES DELICTIVAS

INTEGRANTES: NO. DE CARNET.

Delmy Sofia Xol Vasquez 202305006

Jorge Epax Xol Vasquez 202305009

Bernardino Morán Súc 202302539


CONDUCTAS PATOLOGICAS

¿Qué es la personalidad patológica?

Debemos comenzar haciendo explícito que las personalidades patológicas son


aquellas que reúnen una serie de signos cognitivos y conductuales que se alejan de
lo que podríamos llamar un sano desempeño en la vida diaria.

Esto deja abierto un campo realmente amplio, y es que son muchos los
comportamientos que se pueden advertir y clasificar creando diferentes categorías
de personalidad patológica.

Con todo, debe quedar claro que el origen de este tipo de alteración de la conducta
se suele deber a una serie de factores en los que se mezclan detalles biográficos y
fisiológicos. Recientes estudios han demostrado que hay personas que tienen una
natural inclinación genética a padecer trastornos de la personalidad, aunque este
es un tema en el que aún no se ha profundizado lo suficiente.

CONCEPTO Y TIPOS DE PATOLOGIA

Las personalidades patológicas son aquellas que agrupan un conjunto de signos


cognitivos y conductuales que se apartan de lo que es un sano ejercicio en la vida
diaria. Son muchos los comportamientos que pueden clasificarse que generan
diferentes tipos de personalidad patológica.

El origen de este tipo de alteraciones de la conducta está compuesto de factores


biográficos y fisiológicos. Según algunos estudios se ha determinado que existe
además una predisposición genética natural a padecer trastornos de la
personalidad.

Existen muchos grupos de conductas de tipo patológicas, en general, se pueden


mencionar tres grupos:

• El grupo A Las personalidades extrañas: Que condensa personalidades que


tienen comportamientos excéntricos, como el esquizotípico y el paranoide.
• El grupo B Las personalidades inmaduras: Se agrupan las personas que
manifiestan conductas rasgos, comportamientos y pensamientos
excesivamente emotivos y dramáticos, además de adicionar muchos
elementos imprescindibles que hacen su personalidad y vida más
complicadas. En este grupo incluye a personalidades antisociales y
narcisistas.

• El grupo C Las personalidades temerosas: Agrupa a las personas con


ansiedad y temor. Es el grupo con mayor número de casos. Los trastornos
más comunes son de personalidad por evitación, dependiente y el trastorno
obsesivo compulsivo.

La patología de la personalidad ha sido muy relacionada con niveles extremos de


algunos rasgos como el neuroticismo, que es uno de los orígenes más favorables
para la formación de psicopatología y la personalidad particular. Al combinarse el
neuroticismo con un nivel elevado de extroversión se forjan características del
desorden antisocial de la personalidad y los síntomas como el consumo de
sustancias, gasto no reprimido de dinero y derroche exagerado de cualquier recurso
se hace presentes.

Los trastornos de conducta son enfermedades psicológicas más extensas de lo que


se puede pensar Los tratamientos para este tipo de patología han mejorado mucho
en los últimos años, el mejor tratamiento abarca terapia más medicamentos. En
cuanto a las terapias una que ha ofrecido los mejores resultados es la cognitivo-
conductual aplicada por psicólogos y la medicación es muy específica de cada caso
y paciente de acuerdo a los síntomas que presente la persona diagnosticada con
esta patología.

Su tratamiento

Lo cierto es que en los últimos años ha mejorado muchísimo el tratamiento de este


tipo de patologías. Se ha descubierto que la mejor herramienta para poder poner
freno a los casos más graves es una combinación de medicación con terapia.
La terapia que ha dado mejores resultados al respecto es la cognitivo conductual
llevada a cabo siempre por psicólogos profesionales. Asimismo, la medicación es
exclusiva y concreta en cada caso, por lo que responderá a los síntomas de cada
paciente.

En definitiva, los trastornos de la conducta son afecciones psicológicas mucho más


extendidas de lo que se piensa.

¿Qué es normal y qué es patológico?

En muchas ocasiones nos encontramos con personas que nos llaman la atención
por sus comportamientos, o reacciones. Siendo éstos exagerados, extremadamente
rígidos, inflexibles o simplemente lo que denominaríamos extravagantes. En ese
instante nos surge la duda .¿Es normal ese comportamiento? ¿Ha sido puntual, o
por el contrario esa persona es así? ¿Soy yo que lo veo así, o también les choca a
los demás? Quizás no sea normal y tenga algún tipo de enfermedad. La respuesta
a todas estas preguntas es muy compleja ya que influyen muchos factores a la hora
de discernir entre lo normal y lo patológico.

a este punto hemos de diferenciar entre una personalidad saludable y una


personalidad alterada, o lo que también llamamos trastorno de personalidad.

Podemos afirmar que una persona posee una personalidad saludable, cuando el
conjunto de sus rasgos o características le permiten hacer frente a la vida cotidiana
de manera flexible y cuando sus hábitos del día a día le aportan satisfacción a nivel
personal. En la vida, a menudo nos encontramos con dificultades, o adversidades,
que hemos de ir superando. Por ello constantemente estamos adaptándonos,
modificando nuestras conductas o hábitos con el fin de tener una vida mejor o más
cómoda. Procuramos integrarnos en nuestro entorno. Es decir, si perdemos nuestro
trabajo, lo más común es buscar uno nuevo y continuar adelante, o si nos
marchamos a vivir fuera de la ciudad nos iremos adaptando al ritmo de vida de la
zona. Nuestros hijos posiblemente cambiarían de colegio, acudiríamos a eventos
sociales del pueblo como fiestas o celebraciones. Vaya nos familiarizaríamos con
nuestra nueva residencia.
Y por el contrario, podemos hablar de un patrón patológico o desadaptativo de la
personalidad, si la persona responde a sus obligaciones de manera inflexible, rígida
y defectuosa, o cuando sus conductas aumentan la insatisfacción y disminuyen la
oportunidad para aprender y desarrollarse adecuadamente.

los trastornos de la personalidad reflejan en alguna medida un fracaso en las


capacidades para afrontar la vida, lo cual puede apreciarse a través de algunos
indicadores como son: la inflexibilidad en el funcionamiento habitual o la
incapacidad para probar alternativas y aprender de las experiencias modificando tu
comportamiento en función de las exigencias del entorno; la tendencia a
lamentarse, actitudes de fracaso o de derrota, pesimismo; y la inestabilidad o
debilidad, es decir, la fragilidad en circunstancias de estrés o tensión, y la falta de
recursos para afrontar los problemas.

Para poder diagnosticar un trastorno de personalidad deben confluir tres requisitos:

• El comienzo de dichas molestias tiene lugar en la infancia o en la


adolescencia.
• Las anomalías y características alteradas son estables o persistentes en el
tiempo.
• Tienen un carácter esencial o básico que permite que puedan ser apreciadas
en el funcionamiento habitual del problema
PERSONALIDADES DELICTIVAS

Esquizoide, fóbico, dependiente, histriónico, narcisista, antisocial, agresivo/sádico,


compulsivo, pasiva/agresiva, autodestructiva, esquizotípica, límite y paranoide

Existen 10 Trastornos de Personalidad clasificados y diagnosticables, divididos en


tres categorías en función de sus características fundamentales. En este primer
artículo versado sobre trastornos de personalidad y tipología delictiva nos
centraremos en la primera categoría: el clúster A.

Trastornos del Cluster A.

Trastorno Paranoide de Personalidad. El Trastorno Paranoide de la Personalidad


se caracteriza por un patrón de desconfianza y suspicacia general hacia los demás,
de forma que sus acciones se interpretan hostiles y amenazantes. Cualquier tipo de
comentario, acción, gesto o signo estas personas lo interpretan como una señal de
hostilidad. Al vivir en un mundo tan hostil (según su interpretación), sus niveles de
ansiedad son siempre muy altos porque deben estar siempre en alerta por si alguien
quiere hacerles daño. El pensamiento de estas personas puede resumirse en:
“piensa mal y acertarás”.

No es raro encontrar delirios en personas con trastorno paranoide de la


personalidad, concretamente de tipo celotípicos y de perjuicio. Un delirio es una idea
absurda e irrefutable, que la persona acepta como verdad absoluta e irrebatible, es
decir, una verdad que no puede ser discutida bajo ningún concepto. En el delirio
celotípico la persona cree que su pareja le es infiel. En el delirio de perjuicio la
persona cree que todo el mundo quiere hacerle daño.

Las personas con trastorno paranoide de la personalidad cometen en su


mayoría delitos contra las personas, concretamente homicidio y sus
formas y delitos de lesiones, también delitos contra el orden público. Los delitos
suelen surgir como reacción defensiva y violenta, es decir, al creer que les quieren
hacer daño ellos simplemente se protegen y actúan de forma violenta.

Suelen delinquir en solitario, porque piensan que se si asocian con alguien serán
traicionados. Las víctimas suelen ser personas conocidas, principalmente pareja
sentimental o expareja, especialmente en casos de delirios celotípicos. Suelen ser
delitos con altos niveles de impulsividad y frialdad emocional, ya que creen hacer
justicia por el daño que los otros les están haciendo.

En muchas ocasiones, muchas personas con trastorno paranoide de la


personalidad se suicidan tras haber cometido el delito, ya que se dan cuenta de lo
que han hecho. Por ejemplo, si han matado a su pareja por creer que les engañaba,
cuando se dan cuenta de que eso no era cierto se intentan suicidar y en no pocas
ocasiones lo consiguen.

Trastorno Esquizoide de la Personalidad. Las personas con Trastorno Esquizoide


de la Personalidad son fríos y aislados, muy solitarios y parecen no tener
emociones. No se interesan en absoluto por la relación social. De hecho, las
personas les resultan molestas e innecesarias.

Son auténticas islas humanas. No son tímidos, ni tienen ansiedad social,


simplemente no quieren ni necesitan relacionarse con nadie. Consideran las
personas objetos reemplazables. Muestran una impresionante frialdad emocional.
Son fríos e impasibles.

Las personas con trastorno esquizoide de la personalidad cometen sobre


todo delitos contra las personas, en concreto homicidio y sus formas, delitos de
lesiones y en mayor porcentaje delitos sexuales. Muchas veces, los delitos de
homicidios son causados por la molestia que les provoca la relación social. Por
ejemplo, sus parejas sentimentales intentan acercarse emocionalmente a ellos,
pero esto les resulta muy incomodo y terminan por estallar en una acción de ira y
agresividad

En cuanto a los delitos sexuales, suelen cometerlos porque necesitan dar


satisfacción a su apetito sexual, pero no quieren establecer relación de amistad ni
sentimental con ninguna persona del sexo opuesto. La violación entonces es una
forma de aliviar su tensión sexual sin relación previa de ningún tipo.

Muestran escasa trayectoria criminal, y suelen ser procesados por un único delito.
Por supuesto, delinquen en solitario. Suelen ser víctimas conocidas, principalmente
pareja sentimental o expareja. Después de haber cometido el delito, no se suelen
arrepentir de haberlo hecho.

Suelen verse altísimos niveles de agresividad debido a la indiferencia y falta de


sentimientos hacia los demás. En ocasiones justifican sus acciones así: “es que no
me dejaba en paz”.

Trastorno Esquizotípico de la Personalidad. El Trastorno Esquizotípico de la


Personalidad se caracteriza por un patrón de malestar intenso en las relaciones
interpersonales, pensamientos y comportamientos extraños. A las personas con
trastorno esquizotípico de la personalidad les suelen describir como “raros” o
“extraños”. Creen en la existencia de otros mundos, universos paralelos o energías
cósmicas.

Es habitual que crean tener algún tipo de poder sobrehumano como lectura del
pensamiento, sexto sentido o contacto con otros mundos. Las relaciones sociales
les resultan muy incómodas y les provoca ansiedad. Esto les pasa incluso con
familiares o amigos de toda la vida. Suelen vestir de forma rara.

Las personas con Trastorno Esquizotípico de la Personalidad no suelen estar


involucrados en actos delictivos. Suelen cometer en su mayoría delitos contra las
personas, concretamente homicidio y sus formas y delitos de lesiones. En menor
medida delitos contra el patrimonio y orden socioeconómico. Suelen delinquir en
solitario. Las víctimas son indistintamente conocidas o desconocidas.

Un ejemplo que corresponde también a un caso real: Un grupo de jóvenes secuestra


a una joven virgen de su localidad, a quien la atan a una cama y producen profundas
incisiones en la piel con un cuchillo de cocina. Beben su sangre y realizan un extraño
ritual.

Vemos hasta ahora cómo las características de cada Trastorno de Personalidad


hacen que la persona que lo sufre cometa un tipo u otro de delito. Como punto en
común, los trastornos de personalidad del Clúster A parecen conducir a delitos
contra las personas y altos niveles de agresividad en su ejecución.

Modelo PEN de personalidad


Según Eysenck existen tres rasgos fundamentales para describir la personalidad:
Extraversión (E), Neuroticismo (N) o inestabilidad emocional y Psicoticismo (P) o
dureza emocional. Dichos rasgos configuran el denominado modelo PEN de
personalidad.

Cada uno de estos rasgos son dimensiones2 continuas en las que podemos situar
a las personas. De este modo, no decimos que un sujeto es extravertido o no, sino
que hablamos del grado en que este rasgo se presenta.

Eysenck definió Neuroticismo (N) como la disposición a padecer lo que


clásicamente se conoce como trastornos neuróticos. Tanto trastornos de ansiedad
como del estado de ánimo. Un individuo con alto N es: ansioso, deprimido, tenso,
inestable, tímido, melancólico, hipersensible, emotivo, con baja autoestima y
sentimientos de culpa (Eysenck, 1990). Igualmente, atribuimos a un individuo con
bajo N, las siguientes características: tranquilo, relajado, equilibrado, estable,
despreocupado y con capacidad de enfrentarse a situaciones estresantes sin
aturdirse.

Del mismo modo, al hablar de Extraversión (E), (Eysenck y Eysenck, 1985) destacó
dos rasgos centrales de esta dimensión: la sociabilidad y la actividad. Así, un
individuo con alto E es: sociable, vivaz, activo, asertivo, buscador de sensaciones
socializadas, despreocupado, dominante, energético, optimista, espontáneo y
aventurero (Eysenck, 1990). Un individuo con bajos niveles de E sería descrito
como: Reservado, tranquilo, retraído, introspectivo e independiente.

Modelo de Jeffrey Gray

Tomando como referencia el modelo propuesto por Eysenck, Gray (1991) realizó
una modificación del mismo, planteando tres sistemas:

1. BAS o sistema de aproximación conductual, sensible ante señales de


refuerzo, recompensa o terminación de un castigo.
2. BIS o sistema de inhibición conductual, sensible a señales de amenaza o
castigo.
3. FFS o sistema de ataque-huida.

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