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UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Supresión condicionada en
humanos
Trabajo Fin de Grado
Supresión condicionada en
Alumno: María Dolores García Mejías
humanos
Tutor: Prof. D. Miguel Rodríguez Valverde
Dpto: Psicología
Junio, 2014
Índice
Resumen ............................................................................................................... 3
Abstract ................................................................................................................ 3
4. Investigación en humanos............................................................................. 10
5. Conclusiones................................................................................................... 22
6. Referencias ..................................................................................................... 24
7. Anexos............................................................................................................. 27
7.1 Anexo I: Visto bueno del tutor para la entrega del TFG ........................... 27
Desde que Estes y Skinner publicaron en 1941 su estudio sobre respuestas emocionales
condicionadas, el paradigma de supresión condicionada se ha utilizado ampliamente en la
investigación animal sobre análogos experimentales de la ansiedad, psicofarmacología, y en
general para el estudio de diversos fenómenos de aprendizaje. Sin embargo, la investigación
con humanos ha sido mucho menos abundante y ha arrojado resultados contradictorios. Esto
fue así hasta que Arcediano, Ortega y Matute (1996) plantearon un análogo (en forma de
videojuego) del paradigma de supresión condicionada ampliamente utilizado en la actualidad
para la investigación de los procesos de aprendizaje en humanos: la tarea de los marcianitos.
El propósito de este trabajo es hacer un recorrido por las investigaciones más relevantes sobre
supresión condicionada que se han llevado a cabo en humanos al margen de la tarea de los
marcianitos, y señalar las diferencias metodológicas y procedimentales entre dicha tarea y las
empleadas tradicionalmente.
Abstract
Since Estes and Skinner published their study about Conditioned Emotional Response in
1941, the conditioned suppression paradigm has been widely used in animal research about
experimental analogues of anxiety, psychopharmacology and, in general, for the study of
various phenomena of learning. However, research with humans has been by far less
abundant and has had conflicting results. This was until Arcediano, Ortega y Matute (1996)
set out an analogue (as a videogame) of the conditioned suppression paradigm widely used
today for research of learning processes in humans: the Martians task. The purpose of this
paper is to take a tour of the most relevant research about conditioned suppression that have
been carried out in humans apart from the Martians task, and to point out the main
methodological and procedural differences between this task and the tasks traditionally used.
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1. ¿Qué es la supresión condicionada?
Una técnica para producir y cuantificar el miedo que se basa en un principio: la aparición del
estímulo que genera el miedo produce una serie de respuestas incompatibles con la conducta normal del
sujeto. Por ejemplo, en ocasiones, el miedo paraliza al sujeto cuando éste no puede ni escapar ni evitar
el acontecimiento aversivo, como es el caso en un experimento de condicionamiento clásico, en el que,
por definición, el sujeto no puede controlar en modo alguno la ocurrencia o no del EI. El procedimiento
implica, por tanto, mantener al sujeto experimental activo para cuantificar su grado de paralización ante
el EC (p. 7).
A la hora de estudiar los procesos asociativos en los que está implicado el sistema
defensivo del organismo, la supresión condicionada se alza como una de las técnicas más
útiles y empleadas en el laboratorio para medir el miedo mediante la observación del efecto de
suprimir una actividad que estaba en marcha (Ribes Iñesta, 2002).
El origen conocido de este fenómeno se remonta al año 1941 cuando Estes y Skinner
publicaron su estudio sobre el paradigma de Respuesta Emocional Condicionada (REC) o de
ansiedad experimental. En el procedimiento original utilizado por Estes y Skinner (1941), se
entrenó a ratas para que presionaran una palanca para conseguir comida bajo un programa de
reforzamiento de intervalo fijo (IF). Cuando la línea de base del intervalo fijo de respuesta
alcanzaba un estado estable, un estímulo neutral (en este caso un tono) se presentaba durante
tres minutos, al final del cual una breve descarga eléctrica (estímulo incondicionado: EI) se
suministraba a través del suelo de rejilla de la cámara de experimentación. Las sesiones
experimentales fueron de seis horas de duración con dos emparejamientos tono-descarga cada
hora. Más tarde, la duración del estímulo pre-aversivo se aumentó a cinco minutos, y los
emparejamientos tono-descarga se produjeron sólo una vez cada hora. Se encontró que todos
los sujetos mostraron una supresión completa de la respuesta de presión de palanca durante la
presentación del tono a partir de la tercera o cuarta sesión. Además, la presión de la palanca se
recuperaba inmediatamente después de la terminación de la descarga eléctrica (período post-
EI) (Arantes Ribeiro, Massayuki Huziwara, Souza Montagnoli y Graças de Souza, 2012).
Esto es, se interrumpió sólo durante el período de duración del EC y ésta supresión se
producía incluso si la descarga no se presentaba.
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En la mayoría de las técnicas de condicionamiento clásico, se sabe que la respuesta
condicionada se ha adquirido porque existe un incremento en la escala con la que se mide. En
este tipo de condicionamiento, la asociación o apareamiento de un estímulo incondicionado
con uno neutro provoca que posteriormente el sujeto responda ante el estímulo neutro con
aquella respuesta que emitiría ante el estímulo incondicionado. Sin embargo, en la supresión
condicionada nos percatamos de la existencia de un aprendizaje cuando se observa un
decremento de la razón de supresión, que es la fórmula matemática que se emplea para
calcular el miedo condicionado en una preparación de supresión condicionada y cuya
expresión matemática es: Rs= A/A+B, donde A es el número de respuestas operantes que se
emiten durante el periodo que dura el estímulo condicionado y B es el número de respuestas
que se dan en un periodo de igual duración pero inmediatamente anterior a la presentación del
estímulo condicionado. La razón de supresión oscila entre 0 (máximo condicionamiento) lo
cual es indicativo de ausencia total de presión de palanca durante la presencia del estímulo
condicionado y 0,5 (ningún condicionamiento) y por tanto la presión de la palanca no varía.
Dicho decremento en la presión está relacionado con el miedo o ansiedad que provoca un
estímulo condicional previamente asociado con una descarga incondicional. Este miedo
interfiere en la tarea operante que se estaba llevando a cabo en ese momento y, por tanto,
conforme aumenta la ansiedad, disminuye la respuesta operante (Ribes Iñesta, 2002).
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La supresión condicionada es un paradigma de condicionamiento clásico ampliamente
estudiado en animales. Es uno de los modelos de miedo y ansiedad por excelencia y se ha
utilizado en la investigación de todo tipo de fenómenos asociativos como el bloqueo (Kamin,
1969, citado en Froufe, 2011), la inhibición latente (Lubow y Moore, 1959), en investigación
farmacológica sobre las propiedades ansiolíticas de distintas drogas (Millenson y Leslie,
1974) y en análogos experimentales del uso de procedimientos conductuales para el
tratamiento de la ansiedad, como la inundación (Monti y Smith, 1976).
Por ejemplo, el bloqueo consiste en que cuando condicionamos en una primera fase un
elemento con un Estímulo incondicionado (A – EI), encontramos que si añadimos otro
elemento B en una segunda fase (formando un compuesto con el anterior, de modo que el
compuesto también se empareje con el EI: AB – EI), el segundo elemento no llega a
condicionarse o se condiciona con mucha mayor dificultad. Esto es, cuando se evalúa la
respuesta condicionada producida por cada uno de los estímulos por separado, tan sólo el que
tiene una historia de emparejamiento individual con el EI adquiere propiedades de EC.
Decimos que el condicionamiento del estímulo A ha bloqueado el condicionamiento del
estímulo B. Leon Kamin (1969, citado en Froufe, 2011) demostró el fenómeno del bloqueo
empleando un paradigma de supresión condicionada.
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llevando a cabo por el animal (Daza, López y Álvarez, 2002). Veamos esta situación a modo
de ejemplo: si lo que queremos es usar la supresión de la conducta de beber como VD, se
entrena a los animales a beber en una cámara experimental un tiempo preestablecido antes de
la preexposición, sin importar el programa de bebida que tuviera en las jaulas. En la fase de
prueba, con la bebida a su disposición, se le presenta el estímulo condicionado a los animales
y se mide cuanto tiempo les lleva alcanzar el número de lametones adjudicado por el
investigador en la fase de entrenamiento. Si la presión de palanca se usa como VD, se les
entrena en esta misma tarea para obtener alimento antes de la primera fase. Durante la fase de
prueba se registra la supresión tanto de los grupos experimental como control cuando el
estímulo condicionado está presente (Navarro Murcia, 2011). El grupo que se ha preexpuesto
al tono o luz antes de realizarse el emparejamiento con la descarga eléctrica tarda más en
conseguir el condicionamiento, lo cual es indicativo de inhibición latente. Puesto que la
disminución de la respuesta operante representa el nivel del condicionamiento del miedo, un
resultado donde exista supresión de respuesta en el grupo control en comparación con el
grupo preexpuesto, sería indicativo del efecto de la inhibición latente provocado por la
preexposición del estímulo condicionado en solitario (Navarro Murcia, 2011).
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suponer que ambas drogas producen sus efectos ansiolíticos a través de distintos mecanismos
de acción.
La tarea que tenían que realizar los sujetos consistía en emparejar un estímulo que
aparecía en la pantalla con una foto de un estímulo correcto, que se hacía presionando una
llave de respuesta. A este tipo de tarea se la conoce como igualación a la muestra y es una
forma de discriminación condicional que consiste en la presentación de un estímulo llamado
Estímulo Muestra (Em) y varios estímulos denominados Comparaciones. Las respuesta de
seleccionar una comparación determinada será reforzada en función de la relación entre dicha
comparación y la muestra (normalmente se trata de una relación de igualdad o similitud física,
o bien de una relación arbitraria establecida a priori por el experimentador y que los
participantes tienen que aprender a través de los distintos ensayos). Normalmente, en un
ensayo de igualación a la muestra se presenta primero la muestra y posteriormente las
comparaciones, permaneciendo todos los estímulos simultáneamente en pantalla (Hernández-
Castro y Romero Sánchez, 1997). La tarea de igualación a la muestra empleada por Sachs y
May (1969) era bastante compleja, con un mínimo de ocho muestras y comparaciones para
cada participante. Por su parte, el entrenamiento en respuesta emocional condicionada (REC)
consistió en emparejar un tono (EC) con una descarga eléctrica (EI). Al analizar los resultados
se observó supresión (disminución en la tasa de respuesta en la tarea de igualación) en tres de
los seis sujetos, facilitación en otro (un aumento en la tasa de respuesta en la tarea de
igualación) y ningún cambio en los otros dos restantes. Estos hallazgos ponen de manifiesto la
complejidad del fenómeno en humanos pero también demuestran que la supresión
condicionada no es algo específico de otras especies vertebradas como se había pensado.
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En un comentario posterior a este estudio realizado por N. Skinner (1974), se critica que
la supresión fue obtenida sólo cuando la tarea se complejizaba demasiado (en cuanto al
número creciente de estímulos usados en la tarea de igualación). N. Skinner piensa que estos
resultados podrían haber sido diferentes si se hubiesen tenido en cuenta variables de
personalidad y también si el procedimiento hubiese sido distinto. Quizá la actuación de los
sujetos ante la tarea estaba relacionado con su posición en el continuo introversión-
extroversión. Las personas más introvertidas habrían adquirido REC ante la presentación
inevitable del emparejamiento tono-descarga y habrían suprimido su respuesta para reducir la
intensidad o evitar la estimulación exteroceptiva. Por otro lado, las personas extrovertidas
serían menos receptivas a la contingencia REC e incrementarían su tasa de respuesta en un
intento de aumentar los niveles de excitación cortical.
Parece ser evidente que se podrían realizar algunas mejoras en el estudio pero, aun así,
está claro que demostraron lo que estaban persiguiendo al menos con algunos de los sujetos,
que era producir supresión condicionada en humanos y demostrar así que no es un fenómeno
imposible en nuestra especie sino que, más bien, sólo se deben de realizar algunos cambios de
procedimiento para poder conseguirlo. Los resultados de Sachs y May (1969) además nos
indican que este fenómeno no es tan sencillo de obtener como con los animales y que también
depende de otro tipo de variables.
Rand, Sloane y Dobson (1971) observaron que en los estudios con animales se utilizaba
normalmente comida, que es un reforzador primario, y se tenía a los animales bajo
condiciones de privación. En estas circunstancias la estabilidad en la operante concurrente es
bastante fácil de alcanzar. Por su parte, en las investigaciones realizadas con humanos, se
utilizan reforzadores secundarios como el dinero y, a pesar de que es un reforzador
generalizado, es difícilmente comparable a la comida que recibe una rata. Además, el valor
reforzador de una cosa como el dinero puede variar mucho de una persona a otra e, incluso, de
un momento determinado a otro en la misma persona. Cuando hablamos de descargas
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eléctricas parece ser que son universalmente aversivas, tanto para humanos como para
animales. Sin embargo, las personas tenemos un mayor número de alternativas que podemos
elegir. Mientras que una persona puede negarse a realizar un experimento cuando la descarga
le parece excesiva, una rata no tiene otra opción. Además, en comparación, la intensidad de la
descarga no es tan fuerte en la investigación con humanos por cuestiones éticas.
Otra posibilidad que ofrecen Sachs y May (1969) para explicar esta dificultad en
encontrar supresión en humanos es que quizá las personas en presencia de la anticipación de
un estímulo aversivo pueden emitir comportamientos verbales o diferentes actuaciones
motoras que no interfieran necesariamente con la realización de la tarea.
4. Investigación en humanos.
Existe poca investigación en humanos antes de 1996, cuando Arcediano, Ortega y Matute
publicaron su estudio basado en una tarea planteada en forma de videojuego que explicaré con
posterioridad. Como se verá, esta tarea ha adquirido una enorme popularidad en la
investigación en psicología del aprendizaje humano en tiempos recientes.
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mayoría se produjo facilitación, y en otros o bien no se produjo cambio alguno o hubo
supresión. Tras ver estos resultados, los investigadores dieron algunas explicaciones de por
qué pensaban que esta investigación no había sido exitosa. Para obtener con humanos una
demostración de éste fenómeno equiparable a la que se obtiene con animales, es posible que
se requieran condiciones experimentales igualmente equiparables. También propusieron que
la supresión condicionada puede ser específica de algunas especies y que, por tanto no es
posible observarla en humanos, tomando la lógica del estudio de Sachs y May (1969).
En el año 1974 Di Giusto, Di Giusto y King tomaron una muestra en su estudio formada
por 21 hombres y 24 mujeres con una edad media de 23 años. Se dividieron en grupos
experimental y control. Para empezar la prueba se les pidió a los sujetos que se relajasen en el
sofá de un cubículo oscuro durante 10 minutos y se informó a los participantes de que no se
producirían descargas eléctricas durante este período. Todos los sujetos fueron instruidos para
permanecer tan tranquilos y quietos como fuera posible durante el experimento y se les colocó
a todos unos auriculares en los oídos. Cuando el período de relajación terminó, el
experimentador conectó electrodos en los grupos experimental y control de descarga. A estos
sujetos se les dijo que recibirían una descarga dolorosa pero no peligrosa y a los sujetos
experimentales que escucharían un tono a través de los auriculares que avisaría de que la
descarga estaba a punto de ocurrir. Por el contrario, al grupo control de tono se les informó de
que escucharían algunos tonos a través de los auriculares. El condicionamiento clásico
aversivo consistió en cinco emparejamientos EC-EI. El grupo control tono escuchó un tono
sin descarga en los mismos intervalos aleatorios que los sujetos del grupo experimental,
mientras que el grupo control descarga recibió una descarga eléctrica sin tono en los mismos
intervalos aleatorios que los del grupo experimental.
Después se instruyó a los sujetos para que se relajaran en el sofá otros 10 minutos más.
Entonces se les dio un mando en la mano izquierda y se les dijo que si presionaban el botón
un número de veces aparecerían unas diapositivas en la pantalla. Durante esta actuación
operante el EC se presentó 4 veces sin descarga. Inmediatamente antes y durante cada
presentación del EC, se tomaron muestras de electromiograma (EMG) y electrocardiograma
(ECG), además de registrar la tasa de respuesta de presión del botón. En el grupo
experimental, a pesar del número de respuestas operantes realizadas por los sujetos en la
ausencia de EC, cuando éste estaba presente, la tasa de presión del botón caía por lo general a
niveles muy bajos de respuesta. Los grupos control independientes proporcionaron la línea
base de respuesta con la cual se compararían las respuestas del grupo experimental durante las
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presentaciones del EC en prueba. Los resultados encontrados muestran que el número de
respuestas operantes realizadas por el grupo experimental durante el EC se incrementó
significativamente del Ensayo 1 a los Ensayos 2, 3 y 4 (extinción), mientras que el número de
respuestas realizadas por los grupos control no mostró ningún cambio significativo en los
cuatro ensayos (ver Tabla 1).
Tabla 1. Principales respuestas operantes y tasas cardíacas para los ensayos de prueba
de los grupos experimental y control
Variable Grupo
Ensayo
dependiente EC-EI EC EI
Respuesta 1 4.53 13.26 13.26
Operante 2 6.66 14.46 14.46
3 8.13 15.06 14.20
4 8.26 15.06 16.20
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Estos resultados demostraron que se puede obtener supresión condicionada en humanos y
que, por tanto, no es un fenómeno que sólo se pueda observar en algunas especies animales.
Esto también nos lleva a pensar que quizá los procedimientos utilizados en investigaciones
anteriores no eran los adecuados. Los sujetos del grupo experimental de este estudio
respondieron con una tasa alta y estable en ausencia del EC. Sin embargo, una vez
introducido el EC, fue seguido inmediatamente por una supresión de respuesta que continuó
toda la duración del estímulo y durante uno o dos segundos después de que este finalizara.
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En el año 1979 Bond también desarrolló una investigación sobre supresión condicionada
y formó un grupo de estudio compuesto por 40 estudiantes, 20 chicos y 20 chicas a los que se
les informó que podrían recibir descargas eléctricas dolorosas pero no dañinas y se les asignó
a uno de los cuatro grupos diferentes (Control tono, control descarga, experimental instruido o
experimental no instruido). A cada sujeto se le dijo de tumbarse en el sofá, y el electrodo de
descarga se colocó en la superficie dorsal del antebrazo izquierdo. Se les pidió a los sujetos
que se relajaran en el sofá de un cubículo oscuro los próximos 10 minutos y fueron
informados de que no se producirían descargas durante este tiempo. Tras estos diez minutos
de relajación, el experimentador conectó el electro shock en todos los grupos menos en el de
control tono. A los grupos experimentales instruido y no instruido se les dijo que recibirían
una descarga dolorosa pero no peligrosa y que escucharían un tono a través de los auriculares
que avisaría de que la descarga estaba a punto de ocurrir. Al grupo control de descarga se les
dijo que recibirían una descarga eléctrica dolorosa pero no dañina y, por último, al grupo
control de tono se les informó de que escucharían algunos tonos a través de los auriculares.
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A. SUPRESIÓN DEL B. TASA CARDÍACA C. VOLUMEN PULSO
BOTÓN
TASA EC / TASA PRE-EC 12
RAZÓN DE SUPRESIÓN
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7
6
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Figura 1. Principales tasas de supresión para supresión del botón (a), tasa cardíaca (b) y volumen del
pulso (c) en el ensayo de extinción.
*Figura adaptada de Bond, 1979
Los resultados del presente estudio confirman los hallazgos previos en la obtención de la
supresión de una respuesta operante en los seres humanos a un estímulo que había sido
emparejado con una descarga eléctrica que servía como estímulo aversivo incondicionado.
Las instrucciones de que la descarga ya no seguiría el EC durante las pruebas en la extinción
eliminaron la supresión condicionada de la presión del botón como ya se había mostrado en el
estudio de Di Giusto y Bond (1978). Los datos obtenidos en este estudio sugieren que la
supresión condicionada puede ser objeto de una interpretación cognitiva. Indican que este
fenómeno no está directamente relacionado con la activación simpática como indicaba el
patrón de respuestas condicionadas mostrado por los dos grupos experimentales. El grupo
instruido no mostró supresión condicionada a pesar de tener un patrón de respuesta para el
volumen del pulso similar al del grupo experimental no instruido (que mostró un claro efecto
de supresión condicionada). Para el primero, el efecto fue completamente abolido por las
instrucciones de que la descarga ya no seguiría el EC, mientras que para el segundo, que no
recibió las instrucciones, se mantuvo el efecto de supresión establecido por las contingencias
de condicionamiento aversivo.
Hasta aquí, se ha presentado una revisión de los estudios que, empleando procedimientos
similares a los empleados en la investigación animal, han analizado el fenómeno de la
supresión condicionada en humanos, de manera previa a la aparición de la tarea que se
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describirá a continuación y que se ha convertido, por así decirlo, en la tarea estándar de
supresión condicionada en humanos.
Aunque los distintos trabajos que se han publicado utilizando esta metodología introducen
variaciones al respecto, habitualmente en todos se presenta: una fase de entrenamiento de la
respuesta operante por sí sola, una fase de aprendizaje de la relación entre el flash blanco
intermitente y sus “nefastas” consecuencias (sin operante concurrente), y una fase de
condicionamiento en la que distintas claves (los ECs) aparecen en la tarea emparejados (o no)
con el flash blanco que nos indica que se va a activar el escudo de los marcianos.
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Figura 2: Captura de pantalla de la fase de preparación en la tarea de los marcianitos en la que se
pueden observar los marcianos y las explosiones.
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anteriormente en la definición de supresión condicionada de Sánchez Balmaseda, Ortega
Lahera y De la Casa Rivas (2010), la supresión condicionada se basa en el principio de que la
aparición del estímulo que genera el miedo produce una serie de respuestas incompatibles con
la conducta normal del sujeto. Por ejemplo, el miedo paraliza al sujeto cuando éste no puede
ni escapar ni evitar el acontecimiento aversivo como en el caso del estudio de Estes y Skinner
(1941), en el que las ratas no podían evitar la descarga cuando sonaba el tono. ¿Se podría
explicar de otra forma el cambio en la tasa de respuesta en la tarea de los marcianitos? A
diferencia de los experimentos con ratas, esta conducta bien podría entenderse como un caso
de condicionamiento operante en el que la persona aprende a conseguir algo (eliminar la
situación perjudicial de la invasión de los marcianitos). La pauta de no presionar la barra
espaciadora provoca la eliminación de un evento aversivo (la invasión), tratándose así de un
paradigma en el que la supresión del disparo está mantenida por reforzamiento negativo, lo
que significa que estaríamos hablando de evitación.
La supresión que se produce en esta tarea se debe a que el EI es importante para la
actividad que los participantes estaban llevando a cabo. Ellos habían aprendido que ante la
presencia de un flash blanco en la pantalla (EC) no podían disparar porque, de lo contrario,
los marcianos invadirían la Tierra y perderían el juego, y no porque las respuestas
condicionadas de miedo o ansiedad desempeñaran un papel importante que interfiriera con la
tarea operante de presionar la barra. Por tanto, la supresión que tiene lugar en este tipo de
tareas se debe más a la anticipación de un castigo que se puede evitar que al condicionamiento
de una respuesta emocional (López Seal y Mustaca, 2010). Cabría preguntarse si en estas
condiciones los resultados son similares a los que se obtienen en tareas de supresión
condicionada en animales.
Queda más allá de los objetivos del presente trabajo revisar toda la investigación que en
los últimos años ha empleado la tarea de los marcianitos, por las diferencias metodológicas
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con respecto a los procedimientos animales mencionadas en el apartado anterior. Se describe,
simplemente a modo de ejemplo, una de las primeras investigaciones llevadas a cabo por
Arcediano y colaboradores con esta tarea sobre el fenómeno de bloqueo en humanos
(Arcediano, Matute y Miller, 1997) y sus inicios (Kamin, 1969).
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fase pavloviana, un EC compuesto AX predijo el EI en ambos grupos. En la fase de prueba, el
EC simple X fue presentado a todos los sujetos y se evaluaron las razones de supresión.
Al estudiar los resultados se vio que los sujetos experimentales suprimieron la respuesta
en presencia del EC “X” menos que los controles, demostrándose así el efecto de bloqueo.
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Los sujetos adquirían más habilidad en resolver el puzle conforme aumentaban el número
de ensayos. Casi todos ellos podían mover los discos de la primera torre a la última en 15
movimientos (el mínimo posible) cuando habían realizado la tarea 15 veces. En esta
investigación se utilizó un paradigma de condicionamiento clásico en el que el EC fue un tono
puro mientras que el EI fue un ruido blanco muy fuerte, lo cual elicita una respuesta de
activación autónoma, como por ejemplo un aumento de la conductancia de la piel. Durante la
fase de preexposición, el grupo preexpuesto escuchaba cinco veces el tono mientras
intentaban resolver el puzle. El grupo control sin embargo no se exponía a este estímulo.
Posteriormente, durante la fase de condicionamiento, ambos grupos recibieron un único
ensayo de condicionamiento. Se observó que la presencia del ruido blanco hacía que los
movimientos de las manos al realizar la Torre de Toronto llevasen más tiempo y fueran más
torpes (Salgado et al., 2000). Cuando se presenta el EC, en el grupo no preexpuesto, se
produce una aumento del número de errores y un retraso en la ejecución de la tarea de la
Torre de Toronto (lo que no ocurre para el grupo preexpuesto, efecto de inhibición latente). Se
cumple así una de las características fundamentales de la tarea original, esto es, las respuestas
condicionadas interfieren con la ejecución de la tarea instrumental concurrente. El efecto de
supresión se debe a esta interferencia, y no a una acción voluntaria por parte del participante
para obtener un resultado específico.
Se podría argumentar que la tarea de la Torre de Toronto actúa como una tarea de
enmascaramiento ya que el sujeto centra parte de su atención en esta rutina. Sin embargo, una
tarea de enmascaramiento es definida como una actividad independiente de aquella utilizada
para conseguir condicionamiento y utilizada simultáneamente a la presentación del estímulo
sin entrenamiento preliminar. En este estudio, los estímulos fueron presentados tras una
sesión de entrenamiento cuando la resolución fue ya fácil y casi sin esfuerzo, difícilmente
distrayendo la atención del sujeto del EC. Por tanto, es muy poco probable que la resolución
de la Torre de Toronto represente una tarea de enmascaramiento. Esto es relevante en cuanto
al efecto de inhibición latente obtenido en el estudio de Salgado et al. (2000), ya que la
inhibición latente es difícil de obtener en humanos sin enmascaramiento (Lubow y Gewirtz,
1995).
Otro de los estudios realizados recientemente y con una propuesta bastante adecuada para
producir el efecto de la supresión en humanos es el estudio realizado por Greville, Newton,
Roche y Dymond (2013). La presente investigación se llevó a cabo con 23 estudiantes de una
edad media de 25 años y se utilizó un entorno virtual para demostrar la supresión
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condicionada en una perspectiva de videojuego en primera persona. El paradigma se presenta
como un simple videojuego de un disparador en el que los participantes se mueven a través de
una serie de habitaciones en busca de lingotes de oro que están escondidos dentro de cajas
distribuidas en todas las estancias. Los sujetos tienen que ser capaces de destruir (y así abrir)
las cajas con los disparos de su pistola. A mayor cantidad de oro recogido, mayor será su
puntuación al final del juego. Durante el entrenamiento operante, los participantes aprenden a
disparar a las cajas para encontrar las barras de oro y así ganar puntos en el juego como he
mencionado anteriormente. Después, durante la fase de condicionamiento pavloviano, una
luz de color (es decir, estímulo condicionado EC +) es seguida por un ruido blanco que
actuaba como estímulo incondicionado (EI), mientras que una luz de color diferente (EC-) no
se empareja con el EI. Al analizar los resultados se encontró supresión significativa medida a
través de la precisión de responder (tiros acertando en las dianas) durante la presencia del EC
+ en relación con el EC- tanto en términos de aciertos totales como en aciertos en proporción
al total de disparos. Éstos resultados son consistentes con estudios relacionados con el examen
de la conducta humana en entornos reales, y demuestran el potencial de los entornos virtuales
en combinación con un EC modestamente aversivo para permitir que surja un perfil de
comportamiento detallado de ansiedad.
5. Conclusiones
Para ejemplificar mejor este punto de vista tenemos el estudio de Pineño, Ortega y Matute
(2000) en el que desarrollaron una tarea que registraba la ocurrencia de respuestas
instrumentales en vez de la supresión de la conducta. Lo cual quiere decir que, cuando el
estímulo condicionado estaba presente, los sujetos debían presionar la barra espaciadora
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tantas veces como fuera posible en lugar de suprimir la conducta. Podemos ver aquí
claramente cómo la emisión o no de esa respuesta es totalmente voluntaria y nada tiene que
ver con la interferencia que produce la ansiedad cuando se presenta el EI o con la
incompatibilidad del EI con la tarea que se está realizando en el momento.
A pesar de la gran cantidad de estudios que existen sobre este tema, creo que es
importante seguir investigando para encontrar un análogo de supresión condicionada que se
ajuste mejor a la descripción original de la tarea. Tanto los estudios de Salgado et al., (2000)
como el de Greville et al. (2013) se asemejan bastante al procedimiento original, en términos
de que existe una clara interrupción involuntaria o peor desempeño de una tarea operante que
se estaba realizando en ese momento. Sin embargo, encontrar un análogo de supresión para
humanos más similar a la tarea desarrollada por Estes y Skinner (1941) nos permitiría, de
algún modo, asegurarnos de que los resultados obtenidos son más parecidos a la descripción
de supresión condicionada desarrollada originalmente y, de este modo, cumplir todos los
requisitos necesarios para que sea considerado supresión tales como la presencia de ansiedad
o miedo, que las respuestas generadas sean incompatibles con la conducta que estaba llevando
a cabo el sujeto y que éste no pueda controlar de modo alguno la ocurrencia o no del EI.
Las primeras investigaciones sobre supresión condicionada en humanos tales como las de
Rand, Sloane y Dobson (1971), Di Giusto, Di Giusto y King (1974) y Bond (1979) serían
buenos ejemplos de tareas similares a las usadas con animales. Quizá sólo sea necesario crear
condiciones experimentales equiparables a aquellas utilizadas con otras especies y tener en
cuenta las claras diferencias entre las posibilidades de respuesta entre humanos y animales
para obtener un buen análogo de supresión condicionada usando procedimientos muy
similares a los propuestos por estos autores.
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6. Referencias
Arantes Ribeiro, T., Massayuki Huziwara, E., Souza Montagnoli, T. A., y Graças de Souza,
D. (2012). Discriminated conditioned suppression in rats. Psychology & Neuroscience,
5 (1), 97-104.
Arcediano, F., Ortega, N., y Matute, H. (1996). A Behavioural Preparation for the Study of
Human Pavlovian Conditioning. The Quarterly Journal of Experimental Psychology,
49, 270-283.
Becerra-García, A. M., Madalena, A. C., Estanislau, C., Rodríguez Rico, J. L., Dias, H.,
Bassi, A., y otros. (2007). Ansiedad y miedo: su valor adaptativo y maladaptaciones.
Revista Latinoamericana de Psicología , 39 (1), 75-81.
Bond, N. W. (1979). Conditioned Suppression, Heart Rate and Pulse Volume: Effects of
Instructions on Extintion. Physiology & Behaviour , 23, 839-843.
Di Giusto, J. A., Di Giusto, E. L., y King, M. G. (1974). Heart rate and muscle tension
correlates of conditioned suppression in humans. Journal of Experimental Psychology,
103 (3), 515-521.
24
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7. Anexos
7.1 Anexo I: Visto bueno del tutor para la entrega del TFG
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7.2 Anexo II: Autorización de publicación en abierto en el repositorio
TAUJA
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