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Introducción
Los textos originales del AT fueron escritos mayormente en hebreo. Los más
antiguos, como el Pentateuco, usaron una forma de letra o alfabeto de su tiempo,
que al pasar los años se fue evolucionando de acuerdo con el desarrollo de la
lengua hebrea. Los escritores posteriores habrán hecho lo mismo a su tiempo.
Nuestras Biblias en español se basan sobre el Texto Masorético (TM), que es una
forma del texto del AT que los masoretas recibieron por el año 500 d.C., y se
dedicaron a transmitir con gran fidelidad. Sin embargo, descubrimientos en el siglo
20 nos han permitido reconstruir una versión del texto hebreo más antiguo que el
TM. Las versiones modernas de la Biblia en español reflejan estos descubrimientos.
No se trata de grandes cambios en el texto, solo de algunos detalles.
a. El Antiguo Testamento
Según la Biblia, los primeros cinco libros de la Biblia fueron escritos por Moisés,
durante el éxodo de Egipto. Él fue educado en Egipto y tenía la formación necesaria
para redactar los libros que hoy conocemos como el Pentateuco (Nm. 33:2). Sin
embargo, debemos reflexionar sobre el material que usó para redactar dichos
textos y el idioma en que lo hizo.
Mil cuatrocientos años antes de Cristo, los textos importantes fueron escritos en
tablas de arcilla o tallados en piedra. De esa manera, aseguraban su permanencia.
Así fueron escritos los diez mandamientos (Ex. 31:18). Algunos piensan que todo el
Pentateuco fue escrito en tablas de arcilla; sin embargo, sería difícil cargar tantas
tablas de arcillas por el desierto. Además, hay evidencia que Moisés escribió usando
otros materiales.
El uso de este término en Números 5:23, indica que se trata de un rollo o papiro,
no de una tableta de arcilla. La palabra “papiro” viene del nombre de una planta
que crecía en las orillas del río Nilo, que se usaba para elaborar una forma de papel.
Los papiros se enrollaban y alcanzaban unas veinte páginas. El papiro de mayor
longitud es el Papyrus Harris I, que data de 1160 a.C. Se encuentra en el Museo
Británico y mide cuarenta metros.
Posteriormente, se usó el cuero de animales para formar pergaminos sobre los
cuales se podría escribir con tinta. Estos duraban más que el papiro.
En Egipto y en otras partes del Antiguo Medio Oriente se usó jeroglíficos para
comunicar mensajes. Cada imagen comunicaba un concepto. El problema es que se
requería muchas imágenes para transmitir un mensaje. Posteriormente, se
desarrolló el concepto de un alfabeto, en el que se usaba signos para representar
los sonidos; particularmente, las consonantes. Al parecer, este concepto se
desarrolló en el norte de Palestina, a comienzos del segundo milenio a.C.
Un primer ejemplo de este sistema de escritura data de 1500 a.C. y es conocido
como el ‘proto sinaítico’, porque se ha encontrado en documentos escritos por
mineros cananeos que trabajaban en la península de Sinaí. Al pasar los años, el
sistema de escritura evolucionó, dejando atrás las formas pictóricas y asumiendo
más la forma de letras abstractas.
Cuando Moisés redactó los libros del Pentateuco, ya tenía a su disposición este
nuevo concepto de escritura, que se usaba en una variedad de lenguas semíticas,
como el ugarítico, el fenicio y el moabita. En el AT, el idioma de los judíos es
conocido como “la lengua de Canaán” (Is. 19:18) o la “lengua de Judá” (2 R. 18:26,
28). La palabra ‘hebreo’ recién se comenzó a usar en el siglo 2 a.C.
Existe un debate entre los estudiosos si Moisés usó el paleo hebreo o el proto
sinaítico cuando escribió el Pentateuco. Posteriormente, cuando se desarrolló el
hebreo ‘bíblico’, todos los libros fueron redactados en ese idioma.
Cabe mencionar que se transmitieron o tradujeron versiones del AT en otros
idiomas, como el samaritano, el arameo y el griego. Estos nos ayudan a confirmar
el texto bíblico que usamos en la actualidad.
- El Pentateuco Samaritano
Los samaritanos son una secta que surgió fruto de la deportación de las
diez tribus por los asirios y la repoblación del territorio del Reino del Norte por
gente pagana (2 R. 17:24). Esto ocurrió a partir del año 722 a.C. Ante el
juicio de Dios, los paganos pidieron que maestros de la ley de Israel volvieran
de Asiria para enseñarles la ley de Dios (2 R. 17:25-28). Aunque el autor de
Reyes indica que esta gente en realidad no temió a Dios o guardó Sus
mandamientos (2 R. 17:29-41), lo interesante es que conservaron una forma
muy antigua del Pentateuco, que pasaron de generación en generación hasta
el día de hoy.
El PS es una traducción del texto hebreo al idioma samaritano, que es muy
parecido al arameo. Eso explicaría porque partes del PS concuerdan
exactamente con el Tárgum de Onkelos. Inevitablemente, hay ciertas
diferencias del TM. La gran mayoría son simples detalles; los casos de mayor
discrepancia son fáciles de explicar, como la inserción de Deuteronomio 27:2-
7 después de los Diez Mandamientos, en Éxodo 20 y Deuteronomio 5. En esa
inserción se cambia “monte Ebal” por “monte Gerizim” (Dt. 27:5).
- Los Tárgums
- La Septuaginta (LXX).
b. El Nuevo Testamento
Casi todos los textos originales del NT fueron escritos en rollos de papiro. El
idioma que usaron fue el griego koiné, que difiere del griego clásico. Era más el
griego del habla popular. Una característica interesante de los escritos del NT es
que manifiestan mucha influencia de hebraísmos, como también la influencia de la
LXX y los tárgums.
2. LOS MANUSCRITOS ANTIGUOS
i. Manuscritos en hebreo
El Fragmento Nash1
1
El nombre se deriva de Walter Llewellyn Nash, quien en 1898 obtuvo este fragmento de papiro en
Egipto (https://www.historyofinformation.com/detail.php?id=2412). Para mayores detalles, ver el
Data de los años 150 a 100 a.C. Contiene los Diez Mandamientos seguido por el
Shema, aunque en los Diez Mandamientos combina partes de Éxodo 20:2-17 con
Deuteronmio 5:6-21. El Papiro Nash guarda relación con la LXX, en la que difiere
del TM. Por ejemplo, tiene el preámbulo al Shema: “Y éstos son los preceptos y los
juicios, cuantos ha mandado el Señor a los hijos de Israel en el desierto después
que salieron de Egipto”, que no está en el TM de Deuteronomio 6:4. Es considerado
una interpolación al texto original.
El orden de los mandamientos 6-7 están invertidos. El TM tiene “matar –
adulterar”, pero en el Papiro Nash está “adulterar – matar”, tal como está en
muchos textos de la LXX y también en Marcos 10:19; Lucas 18:20; Romanos 13:9
y Santiago 2:11, pero no en Mateo 19:18.
Esto indica que por el siglo 2 antes de Cristo existía una versión de la LXX en
Egipto que difería del texto que los masoretas tenían y preservaron en el TM.
Los manuscritos que tenemos hoy del PS son copias de un texto que data del
siglo 2 a.C., pero que obviamente refleja una versión del texto mucho más antiguo.
Las copias están en escritas en una forma del alfabeto fenicio, y no a la escritura
“cuadrada” usada para el hebreo después del exilio.
El manuscrito más antiguo que tenemos es del siglo 13 d.C. Lamentablemente,
los samaritanos no mostraron la misma reverencia por el texto sagrado, y eso
explica la cantidad de alteraciones en el texto. Por lo tanto, no es una fuente
confiable para reconstruir el texto original del Pentateuco; no obstante, cuando el
PS y la LXX concuerdan en una variante, cabe la posibilidad que refleja el texto
original que no se transmitió en el TM.
El papiro en griego más antiguo es conocido como el Pap. Gr. 458 de John
Rylands. Es del siglo 2 a.C., y contiene Deuteronomio 23-28. Otro del siglo 2 a.C.
es el papiro Fouad 266, que contiene Génesis 7 y 38 y Deuteronomio 17-33.
Existen varios papiros importantes que contienen fragmentos de los textos del NT.
Nestle-Aland cataloga estos papiros del P1 al P98. Los más importantes son P45 y P46,
que se encuentran en la biblioteca de Chester Beatty, en Dublín, Irlanda. P45 es del
siglo 3 d.C. y el P46 del año 200 d.C.