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3. Objetivo:
Brindar conocimientos tendientes a posibilitar la planificación de dispositivos para
el abordaje preventivo, tendiente al desarrollo y ejecución de estratégicas para
mejorar la calidad vida de la comunidad en términos de Seguridad Pública y
Ciudadana.
4. Competencias a desarrollar:
Reconocimiento de los distintos factores que en el actual contexto intervienen en
el desarrollo de un enfoque de seguridad participativa.
Comprensión de los pasos para la elaboración de un proyecto de aplicación en un
contexto social.
5.CONTENIDOS
los habitantes del país conozcan efectivamente o no la existencia de las leyes, son,
de todos modos, obligatorias.
6. Estrategias didácticas:
7. Recursos materiales:
Cartilla de contenidos de la materia, y retroproyector.
9. Evaluación:
En todas las instancias se elaborara en forma escrita mediante la aplicación práctica
de los temas desarrollados a casos prácticos y concretos.
10. Cronograma
Cuatrimestre de
11. Bibliografía
AGUILAR IDAÑEZ, María José y ANDER-EGG, Ezequiel. Evaluación de servicios y programas sociales.
Buenos Aires. Editorial Lumen. 1994.
AGUILAR IDAÑEZ, María José y ANDER-EGG, Ezequiel. Diagnóstico Social. Conceptos y Metodología.
Buenos Aires. Grupo Editorial Lumen Hvmanitas. Segunda Reimpresión.2006.
ALBERICH NISTAL, Tomás. IAP, Redes y mapas sociales: desde la investigación a la intervención social.
Revista Portularia, Vol. VIII Nº 1, Páginas 131 a 151. Huelva. Universidad de Huelva. 2008.
ALLISON, Graham T. Public and Private Management: Are They Fundamentally Alike in All Unimportant
Respects? En “Classics of Public Administration” de G. M. Shafritz y A. Hyde. Belmont. Wordsworth. 1992
(páginas 457 a 474).
ANDER-EGG, Exequiel y AGUILAR IDAÑEZ, María José. Cómo Elaborar un Proyecto. Guía para Diseñar
Proyectos Sociales y Culturales. Buenos Aires, Lumen, 15ª edición ampliada y revisada. 2003.
ANDER-EGG, Ezequiel. Introducción a la Planificación. Buenos Aires, Lumen, 16ª. Edición, 2002.
BARTOLOMÉ, Luciano y MENDOZA, Patxi. Curso básico en prevención de riesgos laborales para
delegados y delegadas de prevención. Navarra. Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales. Gobierno
Vasco. 2003.
CORTAZAR VELARDE, Juan Carlos. Entre el Diseño y la Evaluación: el Papel Crucial de la Implementación
de los Programas Sociales.
Washington. Banco Interamericano de Desarrollo. 2007.
CORTEZ, Luis; SALAZAR, Luis y MARISCAL, Jorge. Desastres: Planes de acción participativos para la
prevención y respuesta. Lima. Foro Ciudades para la Vida. 2005.
MATERIAL DE ESTUDIO
Unidad 1: “Concepto y características de la Seguridad Ciudadana -
Introducción a la Planificación en Seguridad”
Aproximación al concepto de seguridad ciudadana
Según la Organización de las Naciones Unidas, el desarrollo de la persona humana
es un proceso de goce y disfrute de las libertades que el estado se las otorga. Este
proceso no resulta, en modo alguno, inevitable. Por el contrario, está plagado de
amenazas. Precisamente por ello, el desarrollo humano debe estar fuertemente
relacionado a la seguridad humana, que tiene como propósito proteger
al individuo frente a amenazas de distinta naturaleza: desastres naturales,
criminalidad, enfermedades y epidemias, hambre, pobreza extrema entre otros,
como dictaduras y totalitarismo.
La seguridad ciudadana es solo uno de varios componentes de la seguridad
humana, aquel responsable de enfrentar las amenazas violentas y delictivas contra
las personas y sus bienes.
Que la Policía, como uno de los actores fundamentales, debe definir un nuevo
perfil, orientado a la comunidad antes que hacia el Estado.
Que debe ponerse mayor énfasis en el desarrollo de acciones preventivas,
buscando ser proactiva y no reactiva al delito.
LA PLANIFICACION: Introducción
Si hacemos una primera aproximación al significado de “planificación”, veremos que
se encuentra ligado a la idea de organización de la acción humana por parte de un
individuo, grupo, institución u organización que quiere obtener determinados
resultados mediante la utilización de recursos generalmente escasos.
Para resolver esta cuestión, iremos señalando a lo largo del recorrido de las unidades
los conceptos principales y complementarios aplicables a nuestra especialidad; y, en
muchos casos, marcando las diferencias de sentido con que se aplican en otros
campos del conocimiento, propondremos conceptos y enfoques propios teniendo en
cuenta que estamos abordando un campo de conocimientos y acción todavía en
construcción y en permanente evolución (especialmente en nuestro país).
Para utilizar una imagen como recurso, podríamos decir que el profesional que
“planea” está “pensando” y “razonando” respecto a “tomar decisiones anticipadas”
para alcanzar “un estado futuro deseado”. Mientras que el profesional que “planifica”
está “trabajando” –utilizando herramientas metodológicas– en forma concreta en la
formulación y diseño de un “plan” que se materializará en la elaboración de un
documento (“plan”). Podríamos comparar a la planeación con “pensar el plan”, y a la
planificación con “hacer el plan”.
La planeación es algo que hacemos antes de efectuar una acción; o sea, es una
toma de decisión anticipada. Es un proceso de decidir lo que va a hacerse y cómo se
va a realizar antes de que se necesite actuar. Si estas decisiones pudieran tomarse
rápidamente sin afectar la eficiencia, la planeación no sería necesaria.
La planeación es necesaria cuando para lograr el cometido implica adoptar un
conjunto de decisiones interdependientes (un “sistema de decisiones”). Un
conjunto de decisiones forma un sistema si el efecto de cada decisión depende de
una o más de las decisiones restantes. Por ejemplo, al planear el edificio para una
entidad bancaria, la decisión de ubicar la sala del tesoro en un lugar específico afecta
la localización de cada uno de las restantes oficinas y dependencias, accesos,
sistema de alarma y, por tanto, la funcionalidad general del banco.
Los conjuntos de decisiones que requieren planeación generalmente son demasiado
grandes como para manejar todas las decisiones al mismo tiempo. Por consiguiente,
un problema de planeación no se puede dividir en problemas de subplaneación
independientes, sino que deben estar relacionados entre sí. Esto significa que las
decisiones que se han hecho primero, en el proceso de planear, deben tenerse en
consideración cuando se tomen decisiones posteriores en el mismo proceso, y que
las decisiones anteriores deben revisarse a la luz de las que se adopten
posteriormente. Esta es la razón por la cual debe realizarse la planeación antes de
iniciar la acción (Ackoff, 2005).
Cuando orienta la toma de decisiones y establece las diferentes etapas, de modo que
haya entre ellas coherencia, compatibilidad, consistencia, operatividad e integralidad.
Por muy bien elaborado que esté un plan en seguridad, no tiene una “ejecución” o
“realización” aseguradas. Formular un plan no es realizar un plan, del mismo modo
que proyectar una casa no es hacerla.
Estas simples consideraciones, aún cuando están muy lejos de ser exhaustivas,
claramente nos revelan que en materia de planificación en seguridad, una cosa es la
“lógica de la formulación” (en la elaboración de un plan, programa o proyecto), y
otra diferente, la “lógica de la realización” que debe aplicarse a situaciones
contingentes y aleatorias que configuran ese “cóctel desconocido entre lo previsible y
lo imprevisible” que se da en toda realidad concreta (Ander-Egg, 2002).
Planear es más fácil que ejecutar, porque la capacidad humana es limitada para
plantear y resolver la cantidad y la complejidad de problemas que se presentan: toda
práctica o praxis social tiene una posibilidad limitada de racionalidad, al mismo tiempo
que dirigir y ordenar el pensamiento presenta menos dificultades que dirigir la acción,
en donde entran otros factores diferentes de la pura formulación racional.
Sería muy importante que los que planifican en seguridad acepten bien “temprano” y
con humildad en sus carreras profesionales, las limitaciones que imponen la propia
psicología humana, o los condicionamientos sociales, culturales, económicos, etc.
Autoevaluación
Un plan engloba programas y proyectos, pero no está compuesto sólo por ellos, ya
que su formulación se deriva de propósitos y objetivos más amplios que la simple
suma de sus programas y proyectos.
A continuación se indican algunos Planes a los que podrá consultar si los busca via
internet como material complementario, solo a modo de ejemplos de planes; ello no
implica que desde esta cátedra estemos de acuerdo con la metodología y los
enfoques abordados por sus autores. Simplemente se ofrece estos documentos como
recursos pedagógicos, a fin de que los alumnos puedan analizar cómo se formulan y
diseñan planes en la “práctica”. Cada uno arribará a sus propias conclusiones:
En el modelo que se propone en esta cátedra (en el que ponemos en juego el grado
de concreción y especificidad de cada instancia de planificación) siempre vamos a
considerar al plan por su carácter global, y a los programas y proyectos por su mayor
amplitud; de igual modo, si los programas comprenden un conjunto de proyectos, de
alguna manera los consideraremos como una “instancia” de amplitud intermedia entre
el plan y el proyecto.
Largo plazo: dimensión que representa con exclusividad a los planes. Dado el
carácter global y comprensivo del los mismos, el plazo de vigencia de los planes
estará condicionado por el tipo de institución, organización o nivel gubernamental o
empresario responsable de su ejecución. Habitualmente un plan público (nacional,
provincial o municipal) debería tener como mínimo una vigencia que alcance todo el
período de gestión o “mandato” de sus autoridades. Y en casos excepcionales podría
sufrir “retoques” sólo por razones de extrema gravedad o importancia. Tengamos en
cuenta que, como veremos oportunamente, la formulación y el diseño de un plan se
asienta en estudios y diagnósticos meticulosos y completos, que por imperio de su
“perfección” reducen casi totalmente las posibilidades de error e improvisación. Sería
“suicida” implementar un plan que no garantice alcanzar el logro de sus fines, o
niveles razonables de eficacia, eficiencia y efectividad. Pero aún sería peor (por no
decir de consecuencias “peligrosamente imprevisibles”) implementar programas y
proyectos sin planificación, o sin una planificación adecuada. Elaboramos planes de
seguridad pública para implementar durante un período de gestión de gobierno (5
años), o planes de seguridad privada (desde 5 años en adelante) para una empresa u
organización.
Corto plazo: casi siempre hace referencia a la coyuntura, esto es, a la intervención
en situaciones específicas y muy acotadas en el tiempo. Es el caso de los proyectos,
donde el problema que se va a solucionar o el obstáculo que se va a remover
necesita de un conjunto de actividades y tareas que se “agotarán o consumirán” al
momento de alcanzar la solución. La duración de un proyecto dependerá de las
actividades requeridas para su implementación y ejecución, y podrá tener una
vigencia de unas pocas horas, hasta no más de seis meses de duración. Elaboramos
proyectos de seguridad para atender un evento o espectáculo de concurrencia masiva
de personas (cuya duración es de algunas horas); para capacitación de personal
(desde unas pocas horas hasta un par de semanas o meses); para protección de
infraestructura crítica ante la posibilidad de un atentado (basados en “inteligencia”);
etc.
Desde esta cátedra decimos que esta clasificación tiene en cuenta el espacio, ámbito
o área sobre la que incide el plan.
Dentro de esta categoría incluiremos una perspectiva que se adopta cada vez más
por parte de los especialistas en planificación en seguridad. Se trata de la llamada
“planificación integral.
Como su nombre lo indica sintetiza una superación de los enfoques unilaterales que
vimos anteriormente en lo que hace a las áreas o la cobertura sobre la que se
planifica. Se basa en la necesidad de “unir o integrar” los elementos, factores,
sectores y niveles que comprende el proceso de planificación, atendiendo a una
variedad de aspectos (económicos, sociales, culturales, políticos, etc.).
“Definir y enunciar claramente los objetivos y metas”: a menos que los objetivos
de un plan, programa o proyecto estén muy claramente definidos, es imposible
formular un conjunto de actividades coherentemente estructuradas entre sí para
alcanzar determinados propósitos. Analicemos las cuestiones fundamentales que hay
que tener en cuenta para una correcta formulación:
¿Qué queremos hacer? Es decir, hacer explícita la “naturaleza” del plan, programa o
proyecto.
Cómo hacer “operativos” los objetivos: aún teniendo claramente definidos los
objetivos, éstos pueden quedar en simples enunciados
de “buenas intenciones”, sin ser “operativos”. Para superar esa dificultad hay que
recurrir a las “metas”, las que sirven para establecer de manera concreta y precisa
cuánto se quiere hacer o alcanzar de cada objetivo, en qué tiempo y en qué lugar.
En el lenguaje de los planificadores (a diferencia del coloquial) objetivo y meta son
términos que tienen alcances diferentes. Los objetivos son expresión cualitativa de
ciertos propósitos y las metas traducción cuantitativa de los mismos. “Disminuir
los delitos contra la propiedad” puede ser la forma de enunciar un objetivo, pero ello
no alcanza para llevar a cabo un proyecto en prevención del delito; para ello se hace
necesario traducir el objetivo en una meta que debe definir tres cuestiones
principales:
proyecta criterios o pautas que delinearán finalmente las prioridades. Y por el otro, la
perspectiva técnica, que otorga prioridad a un determinado objetivo por alguna de
las siguientes razones:
Ander-Egg (2002) propone seguir el método propuesto por Hanlon (1974), que si bien
fue concebido originalmente para ser aplicado al ámbito de los planes en salud, nos
proporciona cuatro componentes de enorme utilidad:
Magnitud del problema (A): número de personas afectadas por el problema o que
tienen algún tipo de necesidades.
P. Pertinencia.
E. Factibilidad económica.
A. Aceptabilidad.
R. Disponibilidad de recursos.
L. Legalidad.
Aplicación del Método Hanlon a un problema de planificación en seguridad:
De un punto a cero punto según la posibilidad que existe de resolver el problema con
los recursos existentes.
Cada problema debe ser examinado con cada uno de estos criterios y se les debe
otorgar un puntaje. Mientras más grave y a más gente afecte ese problema más cerca
de los 10 puntos obtendrá.
¿Cómo lograr esto? Con una fórmula matemática en la que se suman los puntajes de
los dos primeros criterios (gravedad y cantidad de afectados) y su resultado se
multiplica por uno o cero según la capacidad que se tiene de resolverlo. Hay que
recordar que si un número se multiplica por cero el resultado de esa multiplicación es
cero.
Como veremos esta fórmula es mucho más fácil de lo que parece a primera vista y
fue ideada para calcular lo más objetivamente posible la jerarquía de los problemas
que se puede resolver.
Como este problema es muy “sentido” por la población de alumnos y provoca una
grave sensación de inseguridad se lo considera un problema muy grave y se le otorga
10 puntos.
Como este problema es muy “sentido” por la población de alumnos y provoca una
grave sensación de inseguridad se lo considera un problema muy grave y se le otorga
10 puntos
grafitis 13 puntos
prostitución 8 puntos
El problema que obtuvo más puntos fue el de los arrebatos, lo siguió el de los grafitis,
y finalmente el de la prostitución.
Así se analizan todos los problemas. Los problemas que reciben más puntos de
acuerdo a la fórmula utilizada son los primeros que se deben resolver, los problemas
sin solución inmediata quedan des-cartados automáticamente de esa jerarquización
porque su resultado final es cero.
La articulación que debe existir entre todos los aspectos de formulación del
diagnóstico y la planificación propiamente dicha: muchas veces se planifican
acciones que no se respaldan en un diagnóstico de situación, o se promulgan leyes o
resoluciones que establecen líneas de acción que no son resultado de la planificación.
Y para que los medios e instrumentos sean adecuados es necesario que reúnan por
lo menos cinco requisitos:
Ser suficientes: es decir, que se bastan para alcanzar los objetivos y las metas.
Ser eficientes: es decir, que tengan la capacidad para cumplir con las metas
establecidas, o sea, dentro de la cantidad, calidad y plazos propuestos.
Ser eficaces: es decir, que los medios utilizados son los más idóneos en relación con
los objetivos y propósitos que se buscan.
La regla es que planificador debe integrar “lo aleatorio” en la formulación del plan.
Pero como por definición “lo aleatorio” es lo que el planificador no ha “podido ver”, lo
ideal es que se reduzca a niveles “aceptables” la posibilidad de que el “ejecutor” y el
“gestor” del proyecto tengan que “improvisar” frente a la contingencia.
De la experiencia que cada uno de ustedes trae en su corta experiencia como parte
de la institución policial y su desempeño profesional en las practicas profesionales,
coincidirán conmigo en que en general estamos más acostumbrados (¡mal
acostumbrados!) a improvisar que a prever. Por lo cual hemos consolidado una
“enorme capacidad” de “resolver sobre la marcha”.
Autoevaluación
Y señalan dos aspectos más: “si bien el médico al hacer un diagnóstico se apoya en
un conjunto variado y complejo de conocimientos científicos y de carácter profesional
(mayores o menores según sea su nivel de preparación), tiene también una
experiencia profesional acumulada, en la que habrá incorporado elementos positivos
(en el sentido de que ayudan a un quehacer profesional más eficaz); pero habrá
incorporado también otros que no ayudan mucho, al igual que ciertos hábitos que no
ayudan a su quehacer específico”; “el segundo aspecto hace referencia al proceso de
comunicación en el marco de la relación médico-enfermo. Se trata de un proceso
dialéctico/ interactivo y retroalimentado entre dos personas, que va mucho más allá
del intercambio de información. Ahora bien, si esta interrelación se da en un ambiente
de respeto, de empatía y de calidez humana, no sólo se da una mayor satisfacción al
usuario y es en sí misma una forma de terapia, sino que crea también las condiciones
para que el paciente se manifieste más libre y profundamente, lo que facilitará la tarea
de realización del diagnóstico”.
En líneas generales, hay distintos tipos de diagnósticos, según sea la metodología
que se aplique para su desarrollo. A los efectos didácticos de esta asignatura,
nosotros los dividiremos en tres grandes tipos:
de proceso ejercen su poder de decisión; además están al tanto de lo que hacen los
demás, y ofrecen su esfuerzo y experiencia para llevar adelante un ejercicio en
común.
afectados-destinatarios; perfil;
Es importante poder distinguir el problema central, el cual dará cuenta del ámbito de
acción o intervención que tendrá el proyecto que desarrollaremos. Por tanto, el
resultado principal en esta etapa debe ser una buena delimitación del problema
central respecto de otros problemas secundarios. Este problema debe expresarse de
manera detallada, para lo cual es preciso que se sitúe temporal y espacialmente.
De igual forma el diagnóstico debe dar cuenta de una cuantificación del pro-blema, es
decir que junto con poder justificar y cualificar el problema, lograr una buena
descripción y/o medición de éste nos permite después establecer pará-metros claros
de evaluación para el proyecto.
explicativa: nos hace ver las relaciones de tipo causal existente entre los tipos de
elementos del problema, o como en el caso aclarado en el asistente académico 1
entre problemas relacionados, y que determinan la situación actual negativa. Es decir,
explica cuáles son los problemas que generan y fundamentan la situación negativa
analizada.
A. Diagnóstico y situación
i. El diagnóstico como unidad de análisis y síntesis de la situación problema:
El diagnóstico debe ser al mismo tiempo una unidad de análisis y una síntesis de la
situación-problema. Consecuentemente, en el diagnóstico se debe hacer una
descripción de los elementos y aspectos integrantes de una realidad que se está
estudiando, y al mismo tiempo, hay que establecer la interconexión e
interdependencia de cada uno de esos elementos, de modo que las “partes”
estudiadas no pierdan la esencia de un “todo” estructurado e indisoluble.
Todo esto puede formularse de una manera mucho más precisa, teniendo en cuenta
la distinción de los “niveles ecológicos” que propuso Urie Bronfenbrenner (1994).
Se trata de los vínculos y los procesos que tienen lugar entre dos o más escenarios
que contienen a la persona. En otras palabras, el mesosistema es un sistema de
microsistemas;
Se trata de las vinculaciones y procesos que tienen lugar entre dos o más escenarios,
al menos uno de los cuales no contiene a la persona, pero en el cual ocurren eventos
que indirectamente influencian los procesos en el escenario inmediato en el cual la
persona vive;
Consisten en el patrón general que comprende a los sistemas micro, meso y exo
característicos de una cultura o subcultura dada, con particular referencia a los
Entorno o Ambiente
Individuo u
Organización
Macrosistema
Exosistema
Mesosistema
Micro-sistema
Cronosistema
Si una empresa privada tiene personal de vigiladores en número suficiente como para
“cubrir” todas las puertas de acceso al edificio, pero regularmente faltan al servicio un
cincuenta por ciento de ellos, lo que hay es un problema de ausentismo, o un
problema de fracaso de la política de personal.
Para identificar estas oportunidades de mejora resultan de mucha utilidad los estudios
y análisis entre unidades administrativas de una misma organización, o entre niveles
administrativos de una misma institución; o entre servicios y programas similares que
operan en contextos parecidos, pertenecientes a organizaciones distintas También
puede ser útil emplear el análisis comparativo entre las intersecciones reales y
potenciales de: las necesidades sociales reales; la demanda expresada; y los
servicios ofertados.
Demanda de
Necesidades Sociales 1 Servicios de
Reales de Seguridad Seguridad
4
2 3
Servicios de Seguridad
Ofrecidos
Así, la zona 1 estaría formada por las necesidades de seguridad reales, expresadas
por las personas y están identificadas; coinciden con los servicios de seguridad
demandados por parte de la comunidad, pero para los cuales no se ofertan ningún
tipo de medidas ni servicios institucionales (públicos o privados). El efecto de esta
intersección produce descontento entre la población, ya que expresa necesidades
reales de seguridad que se canalizan en demanda de servicios que no son ofertados.
La zona 3 genera un derroche y despilfarro de servicios, ya que está formada por las
demandas de la comunidad que tienen su correlato de respuesta en servicios
ofertados, pero que no se corresponden ni dan respuesta a verdaderas necesidades y
problemas sociales. Estaríamos ante una demanda que se apoya en una falsa
necesidad y la existencia de servicios que responden a dichas demandas pero, al no
corresponderse con problemas reales, los esfuerzos dedicados a la prestación de los
servicios constituyen un verdadero derroche en términos técnicos.
B. Diagnóstico y factores
El diagnóstico se hace para comprender los problemas de una situación determinada
y concreta, entendiéndolos en su evolución a lo largo del tiempo y situándolos en un
espacio determinado. El apoyarse en datos e información es una condición necesaria,
pero insuficiente para elaborar un buen diagnóstico. Para ello es importante tener
información que facilite posteriormente la toma de decisiones, en el sentido de
averiguar qué clase de acciones pueden ser más convenientes, habida cuenta de los
factores que positiva o negativamente tienen alguna influencia sobre el problema en
cuestión.
Son varios los tipos de factores que conviene identificar en el diagnóstico (Aguilar
Idañez y Ander-Egg, 2006):
C. Diagnóstico y medios
Implica el registro de los recursos existentes en las propias instituciones o en la
empresa: se trata de los recursos disponibles para las personas, grupos, instituciones,
organizaciones, etc. También implica el relevamiento de los recursos externos
existentes y potencialmente disponibles.
D. Diagnóstico y actores
En este marco, el diagnóstico nos debe permitir comprender la dinámica que mueve
las relaciones entre los hechos sociales, la vinculación de los actores con esos
hechos y la posible actuación de cada uno. La lista de actores puede ser muy
extensa, pero generalmente contendrá: víctimas reales o potenciales; delincuentes;
infractores; testigos; funcionarios públicos; policías; vigiladores; serenos; funcionarios
del poder judicial; etc.
A. Determinantes:
Generalmente, en las situaciones objeto de diagnóstico se presentan múltiples
problemas y necesidades, sobre las que no se puede intervenir simultáneamente,
habida cuenta de que los recursos son escasos o limitados, o no están siquiera
potencialmente disponibles. Por ello es preciso decidir qué problemas se intentará
resolver primero, y cuáles después, en orden sucesivo. Esto es lo que, en el lenguaje
técnico, se denomina establecer prioridades.
fines perseguidos por las políticas sociales que se derivan del marco referencial, ya
sea éste político, ideológico o filosófico.
Para ser considerada eficaz, una intervención debe ser a la vez fiable, válida y
factible. La fiabilidad implica la capacidad que tiene la intervención para producir los
mismos resultados cuando es “replicada” (repetida) en condiciones semejantes; la
intervención es válida en la medida en que el resultado obtenido se asemeja al
resultado que se espera obtener gracias a su aplicación.
Por otra parte, una intervención es factible cuando es capaz de resultar operativa en
el contexto que le es propio. El estudio de la factibilidad de una intervención se dirige
a analizar las posibilidades de éxito de su implantación, es decir, su aceptabilidad.
Esta factibilidad está condicionada por varios factores que favorecen u obstaculizan
su realización (Aguilar Idañez y Ander-Egg, 2006), saber:
B. Condicionantes:
Para poder realizar la etapa de explicación del problema de seguridad debemos
determinar: los problemas y necesidades más importantes, desde el punto de vista de
la persona, el grupo o la comunidad a la que se quiere prestar ayuda; otros problemas
y necesidades que se puedan apreciar desde el punto de vista técnico (necesidades
normativas) y comparativo (necesidades comparativas); otros problemas observados
por los demás agentes externos que prestan servicios a la población; cantidad de
personas que tienen esos problemas y necesidades; circunstancias, contextos y
prácticas sociales que pueden haberlos causado; posibles razones de esos
acontecimientos, prácticas y actuaciones; otras causas de los problemas y
necesidades (causas ambientales, políticas, económicas, culturales, etc.).
Para tener esta información habrá sido preciso realizar un estudio-investigación previo
al diagnóstico, y estar familiarizado con la situación. A modo de ejemplo, y sin ser
exhaustivos, un estudio que sirva de base a un diagnóstico debe incluir el
conocimiento de: las creencias y valores individuales y colectivos (grupales,
comunitarios y/o locales) que afectan la calidad de vida de la gente; los tipos de
comportamiento que son aceptables para la cultura local o el medio social de las
personas afectadas; las personas importantes en el grupo o comunidad, líderes
naturales y formales, y razones de esa importancia y/ o liderazgo; la forma en que se
adoptan las decisiones sobre los problemas de seguridad, violencia, etc.; los servicios
de seguridad disponibles, tanto tradicionales como modernos, formales e informales,
institucionalizados o no, públicos y privados, profesionalizados o voluntarios, etc.; la
localización de esos servicios, la accesibilidad de los mismos;las redes sociales
existentes, y de manera especial interesa conocer las redes de apoyo social, ayuda
mutua, etc.;las principales ocupaciones de hombres y mujeres, el nivel de instrucción
del grupo o comunidad, la calidad de las viviendas, etc.; ya que estas circunstancias
Lic. Walter Omar Mamani
Los siguientes son algunos de los errores más comunes en los que incurre un
diagnosticador poco avezado:
haciendo una proyección, que consiste en realizar una extrapolación del pasado
y el presente en el futuro, con arreglo a los índices medios de evolución,
realizando un análisis de las tendencias dominantes, aplicando el método
estadístico-matemático que permite captar probabilidades (procedimientos de
extrapolación, proyección de curvas envolventes, etc.). De este modo, lo que se
obtiene es la descripción de la tendencia actual hacia el futuro, considerando que
todas las variables intervinientes permanecerán estables o igual que hasta el
presente;
Autoevaluación
EL DIAGNÓSTICO:
Debe tenerse en consideración que el diagnostico responde a una necesidad previa que
sirve de sustento o base para iniciar la tarea de planificación, por lo que este escrito
formara parte de la planificación, siendo de vital importancia incorporarlo como Anexo
del proyecto.
Cabe aclarar que para los proyectos de carácter operativo en lo que refiere a diagnostico
deberán tener en consideración la “Metodología para la formulación de la Planificación
Operativa”
Esto se hace, indicando, de una manera sintética y mediante un título, aquello que se
quiere hacer (creación de un centro social, de un servicio de ayuda a domicilio, etc.). Su
objeto es identificar el proyecto e indicar el marco institucional desde el cual se realizará,
de forma muy breve. Además, en la denominación se puede hacer referencia el área
responsable de la ejecución del proyecto.
No hay que confundir el título del proyecto, con el enunciado dé un problema (por
ejemplo: "Falta de participación de los jóvenes"), ni considerar el título como equivalente
a la solución del problema (por ejemplo: “Proyecto de desarrollo integral de los jóvenes").
Estos son errores bastante frecuentes y que es necesario evitar para poder seguir
desarrollando adecuadamente el diseño del proyecto. Una mala denominación nos
puede conducir a una formulación imprecisa o muy amplia de objetivos, falta de
concreción de-las actividades.
En la fundamentación del proyecto hay que presentar los criterios (argumentación lógica)
y/o las razones que justifican la realización del mismo.
Es muy importante destacar para tenerlo en cuenta a la hora de elaborar esta parte del
proyecto, que en la fundamentación deben cumplirse dos requisitos para que sea
completa y correcta:
* Hay que explicar la prioridad y urgencia del problema para el que se busca solución;
Para evitar estos y otros problemas, puede ayudar tener, como referencia los siguientes
puntos o cuestiones a explicitar en la fundamentación del proyecto:
* Cuál es la naturaleza y urgencia del problema que se pretende resolver: Las razones
que pueden dar lugar a un proyecto suelen ser muy variadas: hay una necesidad y no
existe un servicio para satisfacerla, el servicio existente es insuficiente, se quiere mejorar
la calidad de la prestación, etc. En definitiva, se trata de identificar y analizar el problema
que se pretende solucionar. Lo sustancial en esta parte de la fundamentación es
explicitar el por qué se hace, destacando los principales aspectos críticos y los
problemas que piensan ser atacados, aliviados o resueltos con la realización del
proyecto.
* Naturaleza de la estrategia para la acción, (si es que la hubiere). En este punto hay
que indicar la trayectoria seleccionada, para llevar a cabo las acciones consideradas
necesarias y suficientes al logro de los objetivos propuestos.
* Recursos internos y externos asignados para la solución del problema: Esta tarea, que
corresponde a la fase de diagnóstico, debe quedar claramente reflejada en la
fundamentación del proyecto, pues permite desde otro enfoque visualizar cuales son las
prioridades de la institución, respecto de la solución del problema. Además, la existencia
o no de recursos para resolver un problema, condiciona en gran medida las
posibilidades de ejecución y la viabilidad de un proyecto.
* Justificación del proyecto en sí: En este punto hay que incluir una síntesis de los datos
del diagnóstico o estudios previos que justifiquen el proyecto, así como
3. OBJETIVOS
Por lo general se redactan (al comienzo de la frase) utilizando un verbo, que guiará el
propósito a alcanzar o conseguir. Estos verbos son redactados en infinitivo AR-ER-IR.
4. METAS
Es decir que la precisión cuantitativa de los objetivos es lo que se llama “meta”. Ejemplo:
en el presente año, reduciremos un 25% los delitos contra la propiedad en la Ciudad de
Salta, respecto de los ocurridos el año pasado.
La Cobertura Espacial: Indica el espacio físico o zona que cubrirá el proyecto, en cuanto
a la prestación de servicios o área de influencia.
7. ESPECIFICACIÓN DE ACTIVIDADES
Ejemplos:
Referencias:
1. Actividades: Es una acción definida para cambiar una causa posible de ser modificada
y forma parte de la acción estratégica, debe permitir generar un producto / servicio
determinado. Ej. Reuniones, mesas de trabajo, etc.
8. MODALIDAD DE IMPLEMENTACIÓN
Se trata de otra forma o aspecto de explicitar cómo se hace. En este apartado hay que
especificar el instrumental metodológico y técnico que se utilizará para realizar las
diferentes actividades.
* Designar el rol que desempeñara cada uno de los recursos humanos que participen en
la realización del proyecto.
* Cuáles serán las actividades a realizar, el tiempo de duración de estas, para quienes
van destinadas y cuál será la mejor manera de ejecutarlas.
* Consignar cuáles serán los recursos financieros utilizables y las entidades que
colaboran en la realización del mismo.
9. DETERMINACIÓN DE PLAZOS
Esto, además, permite juzgar la factibilidad del proyecto, es decir, establecer si existe
una distribución uniforme del trabajo, si los plazos son realistas, si se considera el
tiempo suficiente para obtener los productos básicos que se necesitan corno insumos
para otras actividades, si los límites de tiempo asignados a cada actividad son
adecuados.
* Institucionales: son las instituciones comprendidas para la realización del proyecto. Ej.:
entidades públicas, privadas u ONG.
* Financieros: En caso que los recursos impliquen mayor erogación para la Institución
que los asignados periódicamente, su ejecución queda sujeta a su oportuna autorización
por la conducción Superior
Estos deben reunir algunas condiciones: Independencia (no conviene utilizar el mismo
indicador para medir diferentes metas y objetivos), Verificabilidad (se debe comprobar o
verificar de forma empírica los cambios que se van produciendo en el proyecto), Validez
(deben medir lo que se pretende medir o sea reflejar los efectos del proyecto) y
Accesibilidad (el establecimiento de indicadores cuya información (datos) necesaria se
pueda obtener fácilmente).
* Indicador de Impacto: Se refieren a los efectos, a mediano y largo plazo, que puede
tener un proyecto. Ej. Proporción de la población con mayor hecho de violencia familiar
Autoevaluación