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LA ASAMBLEA DE ACCIONISTAS
Capitulo XII
A efectos de aclarar la terminología, del texto legal, podemos decir que el lugar de
celebración de las Asambleas, tanto Ordinarias como Extraordinarias, será: 1°) En la sede
Administrativa de la sociedad, o domicilio propiamente dicho; 2°) En su defecto, en
algún lugar del radio jurisdiccional de domicilio, en sentido amplio. En este segundo
caso, será requisito imprescindible, bajo pena de nulidad, dejar constancia en los edictos
citatorios de la calle, número, oficina, departamento, etc., donde deba celebrarse el acto.
Desde luego, tal afirmación no importa desconocer que la mención del lugar de reunión
de la Asamblea es obligatoria siempre, sin excepción alguna (art.237, 1ª Parte, de la Ley
N°19.550); pero también es indiscutible que la omisión de ese dato en la convocatoria no
tiene la misma gravedad si la asamblea se realiza en la sede social, que si se lleva a cabo
en otro lugar de la misma jurisdicción territorial, supuesto contemplado, como se vio en el
art.233 de la Ley.
2. Tiempo De Celebración.
En esta materia el criterio legal ha sufrido una sensible transformación. Hasta la sanción
de la Ley de Sociedades, las Asambleas Ordinarias eran anuales y las Extraordinarias
podían celebrarse en cualquier oportunidad, cumplidos los requisitos exigidos por el
Código de Comercio.
Lo antedicho se afirma en los textos de los Incs.3 y 4 del art.234, el PRIMERO de los cuales
se refiere a la responsabilidad de directores y fiscalizadores y el SEGUNDO el aumento del
capital social conforme al art.188 de la Ley (O sea, sin que ello implique reforma de los
textos estatutarios). Como es fácil advertir, cuestiones de esta índole pueden presentarse
en cualquier momento, durante la marcha de la sociedad y exigirán la convocatoria a una
asamblea que, por el hecho de tratar los referidos temas, tendrá el carácter de ordinaria.
A modo de resumen, entonces digamos que la Asamblea Ordinaria debe ser convocada
todos los años, dentro de los 4 Meses subsiguientes al cierre del ejercicio económico de la
sociedad y sin perjuicio de ello, celebrarse todas las veces que sea necesario, al
presentarse los supuestos contemplados por los Incs.3° y 4° del art.234, a los cuales
agregamos por nuestra parte, el Inc.2°.
A fin de precisar concepto, digamos que la obligación del directorio u órgano fiscalizador,
en su caso es doble: Informar a la autoridad de control sobre los motivos de la demora en
la convocatoria e informar además a los propios accionistas en el seno de la Asamblea, a
cuyo efecto se deberá incluir esta motivación como un punto especifico del temario de la
a) La Asamblea debe ser citada dentro del horario de actividad laboral, según las
costumbres y prácticas del lugar de celebración, fuere en la Capital o en cualquier de las
provincias;
b) Ello no obsta a que, en caso de ser necesario por el desarrollo de los asuntos
tratados, pueda extenderse, sin interrupción, hasta el día inmediato siguiente, esto es,
después de las 24 hs., del día de iniciación del acto;
5. Participantes.
Son los participes por excelencia de la Asamblea, ejerciendo en su plenitud los derechos
inherentes a su calidad de socios.
La Ley contempla varias excepciones en el supuesto de las acciones preferidas sin derecho
a voto (art.217). Estas adquieren tal derecho:
En cuanto a la formación de quórum (arts.243 y 244), solo son computables las acciones
preferidas cuando confieren derecho a voto, circunstancia que debe tenerse en cuenta
cuando se producen los supuestos del art.217 de la Ley.
El art.240 de la Ley de Sociedades dispone que “Los directores, síndicos y los gerentes
generales tienen derecho y obligación de asistir con voz a todas las asambleas”.
Se recordara que los funcionarios antedichos pueden no ser accionistas de lo mismo podrá
revestir alcances distintos:
a) Si a la vez son accionistas, participaran con voz y voto, con las restricciones del
art.241 de la Misma Ley;
9. Acciones Gravadas.
En el caso del Usufructuario, este adquiere el derecho a los frutos civiles, es decir, los
dividendos devengados por las acciones dadas en usufructo. A su vez, el nudo propietario
conserva los derechos políticos respectivos: participación en la Asamblea, deliberación y
voto, salvo pacto en contrario.
De acuerdo con lo previsto por los arts.227 y Sigs., de la Ley de Sociedades, las Anónimas
pueden emitir bonos de goce o de participación del personal en las ganancias de la
empresa.
Estas figura legales, introducidas por el nuevo régimen societario, difieren de las acciones
en tanto su tenencia o titularidad no lleva ínsita la calidad de socio. Solamente acreditan
el derecho a una participación en los beneficios de la explotación y, en el supuesto de los
bonos de goce, a la participación en el producido de la liquidación, una vez reembolsado
el valor nominal de las acciones no amortizadas (art.228).
Las decisiones aludidas son aquellas que trata el art.244 de la Ley N°19.550, 4ª Parte
(Supuestos Especiales).
Estrictamente la Ley N°19.060 se refería a los Incs.1°, 3° y 6° del Derogado art.354 del
Código de Comercio, o sea respectivamente a los casos de disolución anticipada, fusión de
la sociedad emisora de los bonos con otra y cambio de objeto.
Han quedado Derogados en cambio, las normas sobre quórum y mayoría de la Asamblea
de tenedores de bonos (art.18, Ley N°19.060), que se remitían al Derogado art.354 del
Código de Comercio. Estimamos aplicables el art.244 de la Ley N°19.550.
Por aplicación análoga de los principios expuestos precedentemente, cabe entender que
el representante de los tenedores de obligaciones negociables (Ley N°23.576, Modificada
por la Ley N°23.962), tendrá derecho a asistir a las asambleas de la sociedad emisora de
dicha obligaciones, sin derecho a voto pero si a voz, cuando se delibere sobre temas que
afectaren a las mismas.
Capitulo XIII
Convocatoria
1. Órganos Competentes Para Efectuarla.
A diferencia del Código de Comercio, que guardaba silencio al respecto, la Ley N°19.550 se
pronuncia expresamente sobre quien o quienes pueden y deben citar a los accionistas
para constituirse en Asamblea.
Aclarar el art.236 que tanto el directorio como los órganos fiscalizadores convocaran la
asamblea:
c) Cuando sean requeridas por accionistas que representan como mínimo el 5% del
capital social (Esto es, del capital suscripto); “Si los estatutos no fijan una representación
menor”.
Por último, el art.236 L.S., contempla el supuesto de eventual reticencia de los órganos
administrador y fiscalizador ante la requisitoria de los accionistas, facultando a la
autoridad de control o al juez competente para convocar la asamblea.
En la Capital Federal, los arts.48 y 49 de las Normas de la I.G.J., (T.O., por Resolución
General 6/80) distinguen entre las sociedades sujetas a fiscalización permanente (art.299
L.S.), y aquellas que no lo están.
Todas las sociedades, esto es sujetas a no a fiscalización permanente, deben efectuar una
presentación posterior a la referida asamblea, dentro de los 15 dias hábiles
administrativos subsiguiente a la misma. La documentación a acompañar varia, en este
caso, según que la sociedad haya efectuado o no la comunicación anterior a la asamblea,
(art.49 de las Normas).
Las sociedades que hacen oferta pública de sus acciones deben efectuarse similares
comunicaciones a la Comisión Nacional de Valores (Tanto la anterior como la posterior a la
asamblea), así como a las Bolsas o Mercados de Valores del lugar de su respectivo
domicilio.
5. Publicidad.
6. Primera Convocatoria.
Subrayamos “No más de 30”, por cuanto no se limita la ley a fijar el plazo mínimo de
anticipación, sino también el máximo, para evitar maniobras (Por ejemplo, publicar la
convocatoria con meses de anticipación, especulando con el óvido de los interesados).
7. Segunda Convocatoria.
8. Convocatorias Simultáneas.
9. Asambleas Unánimes.
Ello ocurre cuando se trata de las llamadas “Asambleas totalitarias o unánimes”, es decir
cuando se reunieran los accionistas que representaren la totalidad del capital social y las
decisiones fueran adoptadas por la unanimidad de las acciones con derecho a voto
(art.237, Última Parte).
Obsérvese que la Ley requiere la presencia de todo el capital social, sin discriminar en
esta parte sobre las acciones con derecho a voto o sin él. Por el contrario, al referirse a la
unanimidad en las decisiones la circunscribe a las acciones con derecho a voto.
Es necesario e importante tener en cuenta esta distinción para evitar fáciles confusiones.
Por tanto, para prescindir del requisito de la publicidad previa la asamblea deberá contar
con la presencia de los tenedores de la totalidad de las acciones, confieran o no derecho a
voto.
Cable aclarar, por fin que se trata de las acciones suscriptas, dadas que conforme lo
explicita el art.186 de la Ley, al decir “Capital Social” debe entenderse “Capital Suscripto”.
Con fecha 29 de Marzo de 1976, la Inspección General de Justicia dicto la Resolución 1/76
en la cual la se recoge la doctrina sostenida por el autor del presente, en el sentido de que
no es necesario el acto de convocatoria previo por parte del órgano administrador, por
cuanto se convoca estrictamente hablando al publicar los avisos periodísticos. Luego, si la
Ley exime de ello, el acto formal del directorio es innecesario.
El mismo art.237 de la Ley N°19.550 encara este tema en su primera parte. Dispone que
en la convocatoria “Deberá mencionarse el carácter de la asamblea, fecha, hora y lugar de
reunión, orden del día, y los recaudos especiales exigidos por el estatuto para la
concurrencia de los accionistas”.
b) Lugar De Reunión:
c) Recaudos Especiales:
Del texto transcripto y de los Considerandos de la citada Resolución surge sin lugar a
dudas que el plazo de anticipación mínimo (10 u 8 días) se cuenta a partir de la última de
Capitulo XIV
Al respecto es necesario aclarar que además de los libros necesarios en toda asamblea,
hay documentación específicamente imprescindible en las asambleas ordinarias que
tengan por objeto tratar los temas previstos en el art.234, Incs.1° y 2°, de la Ley N°19.550.
El Inc.3° del art.213 dispone, al enumerar las constancias de este libro, que si las acciones
de la sociedad son nominativas figuran “Las sucesivas transferencias, con detalle de fecha
e individualización de los adquirentes”.
Estos deberán firmar el libro en cuestión, en el cual se dejara constancia de sus domicilios,
documentos de identidad y del número de votos que corresponda a cada uno en la
asamblea.
En las Asambleas anuales, es decir, aquellas que traten los estados contables, memoria del
directorio e informe de la sindicatura (O auditoria contratada por el consejo de vigilancia)
son Libros:
Inventario Y Balances:
Libro Diario:
c) Los títulos o certificados provisorios depositados por los accionistas, si las acciones
son al portador. Como se verá, pueden ser reemplazados por los certificados bancarios de
depósitos, o por los expedidos por “Otras instituciones autorizadas”, (art.238);
5. Registros De Asistencia.
1) Que debe ser cerrado antes de comenzar la asamblea obtenidos los totales de
acciones y de votos presentes, y estampadas en el casillero correspondiente las firmas de
los accionistas o sus apoderados. Se dejara constancia de la hora de cierre del Registro, de
acuerdo con lo previsto por el Decreto de fecha 27/6/1927 y que conceptuamos vigente
en todo aquello en que no haya sido modificado por la Ley de Sociedades.
2) Que una vez cerrado el Registro de Asistencia, deberá ser firmado por el
Presidente de la Asamblea, que en principio según el art.242 de la Ley, será el Presidente
del Directorio y los designados para refrenar el Acta. Además si hubiere asistido un
inspector de Justicia, deberá firmar el Registro, así como el acta de la Asamblea.
a) Documentación A Depositar:
Los accionistas titulares de las acciones escriturales cuyo registro no sea llevado por la
sociedad emisora deberán depositar, con la anticipación que se verá, una constancia de
las cuentas respectivas, librada al efecto por un banco, caja de valores u otra institución
autorizada.
Con relación al alcance de esta última expresión, entendemos que la Ley se ha referido a
las compañías financieras, autorizadas y controladas por el Banco Central de la República
Argentina, en cuyos estatutos figure la capacidad legal para recibir tales depósitos.
Luego, si aquella está convocada para lunes, el plazo para efectuar el depósito previo de
acciones vencerá el miércoles de la semana inmediata anterior, atento a que los sábados
solamente son inhábiles a los efectos administrativos, pero no pueden considerarse
feriados.
c) Comunicación De Asistencia:
Por aplicación del criterio expuesto en estas páginas, el depósito deberá efectuarse en la
sede administrativa de la sociedad, o sea, el domicilio de la misma a todos los efectos
legales y procesales. En caso de duda habrá que atenderse al último domicilio inscripto en
la autoridad registral correspondiente, salvo que en la publicación de la convocatoria se
determine otro lugar.
e) Horario:
I.- Clase de las acciones (Ordinarias o preferidas, categorías si hubiera varias, cantidad
de votos a que dan derecho);
después de estatuir la
indisponibilidad de las acciones depositarias hasta después de realizada la asamblea,
excepto en el caso de cancelación del depósito, el cuarto párrafo del art.238 contempla el
supuesto de quien, sin ser accionista, invoque los derechos que confiere un certificado o
constancia que le atribuye tal calidad. Si así sucedería, el falso accionista responderá por
los daños y perjuicios irrogados a la sociedad emisora, socios y terceros.
La indemnización sigue siendo no será inferior al valor real de las acciones que haya
invocado como propias al tiempo de la convocatoria de la asamblea.
Por último, se contempla la hipótesis de que los certificados de depósito o las constancia
de las cuentas de acciones escriturales no especifiquen su numeración y en su caso, la de
Desde luego, no cabe el cierre previo o provisional en el supuesto de sociedades que solo
hubieran emitido acciones nominativas, por hallarse exclusivas de la obligación del
depósito.
Salvo los casos precipitados, al término el horario de oficina del ultimo día útil a los
efectos del depósito se procederá al cierre previo del registro de asistencia depositadas
hasta el momento, de los titulares o tenedores de dicha acciones y la cantidad de votos a
que dan derecho.
Con respecto a la reapertura es una circunstancia de índole excepcional, por lo cual solo
debe acudirse a ella en caso extremos, juzgándose su procedencia con criterio restrictivo.
Solo podrá resolverse por decisión mayoritaria de los accionistas con derecho a votar en la
asamblea, antes de su iniciación. En dicha deliberación no podrán participar, como es
obvio, el o los accionistas que solicitan la reapertura del registro.
El principio general está dado por el art.239 de la Ley “Los accionistas pueden hacerse
representar en las asambleas”.
Obsérvese que su correlativo del Código de Comercio, el art.355 agregaba que “El ejercicio
de este derecho (El de representación) puede limitarse en los estatutos”.
Comparativamente, la nueva Ley de Sociedades es más amplia, reconociendo plenamente
un principio básico del Derecho Civil cual es el de que todo acto jurídico puede ser
formalizado por sí o por intermedio de un mandatario y que reconoce como única
El ejercicio del derecho de representación está sujeto, desde luego a la condición de que
tanto mandante como mandatario sean civilmente capaces, estos es “Mayor de edad y no
afectados por causales de interdicción civil” (Insania, prodigalidad, interdicciones
accesorias de condena penales, etc.).
Si los accionistas son personas de existencia ideal, hay una imposibilidad material de
intervenir por derecho propio en la asamblea. Luego se trata aquí de representantes
necesarios, que son los respectivos representantes legales, designados por los contratos,
estatutos o cartas orgánicas de las instituciones representadas, ya fueren sociedades
mercantiles, entes estatales autárquicos, etc., o apoderados especiales debidamente
constituidos al efecto.
10. Incapaces.
Si son menores de edad, sus representantes en la asamblea serán sus padres, tutores o
encargados, siempre que estos, a su vez, no sean pasibles de alguna causal de incapacidad
civil (Por ejemplo, la minoridad del padre casado, no así de la madre emancipada por el
matrimonio).
Los incapaces por interdicción legal serán representados por sus curadores (Tal caso de los
insanos, ebrios consuetudinarios, drogadictos o pródigos).
Deben entenderse, por fin, que los representantes de los incapaces pueden en su vez,
delegar esa representación, otorgando los poderes correspondientes a mandatarios.
La mujer tiene ahora no solo la administración de sus bienes propios, sino también de los
gananciales proveniente de su trabajo personal.
Salvo tales excepciones, el marido solo podrá actuar como administrador de los bienes
propios o gananciales reservados de la esposa si esta le otorga mandato a tal fin.
La prohibición sancionada por el art.355 del Cód. Com., a los directores de la sociedad
anónima, para ser mandatarios de los accionistas en la asamblea, es extendido por el
art.239 de la Ley N°19550 a los síndicos, integrantes del consejo de vigilancia, gerentes y
demás empleados de la sociedad.
De la misma manera, es lógico deducir que el estatuto puede limitar o restringir las
formalidades de autenticación de firma del mandante, optando por una de las variantes
indicadas en el texto, por ejemplo exigir la autenticidad notarial exclusivamente.
c) Nombre y Apellido completos del mandatario o mandatarios (El poder puede ser
otorgado a favor de una o más personas y en el segundo caso para que actúen conjunta o
indistintamente);
Si el poder se extendiera por instrumento público, bastara con el testimonio otorgado por
el escribano interviniente (O fotocopia autenticada por el mismo funcionario).
Si la asamblea para la cual ha sido otorgado el mandato no pudiera celebrarse por falta de
quórum y consecuentemente, debiera llamarse en segunda convocatoria, el poder será
válido para representar al accionista en esa segunda oportunidad, atento tratarse de la
misma asamblea.
Tampoco existe impedimento para que el mandato sea otorgado a favor de varias
personas ya fuere para actuar conjunta o indistintamente. Pero ese mandato múltiple
debe resultar de un instrumento único.
a) Si los diversos poderes han sido otorgados mediante igual instrumentación (V.g.,
Instrumento Publico), corresponderá la actuación del apoderado cuyo mandato sea de
fecha más reciente;
El estatuto social puede requerir el registro previo de los poderes que serán presentados
ante la asamblea, en cuyo caso regirán los plazos y formalidades aplicables para el
depósito previo de acciones.
3.- Compulsa del Registro de Asistencia y del cumplimiento de las formalidades que
debe reunir, conforme al art.238 de la Ley;
8.- Aclaración de las dudas o consultas que sobre el procedimiento le formulen los
participantes. En su caso, corrección de los errores de procedimiento en que estos
incurrieran;
9.- Cotejo del acta de asamblea, para verificar su adecuación a lo ocurrido durante el
acto y firma del acta;
El art.242, Segunda Parte dispone que “Cuando la asamblea fuere convocada por el Juez o
la autoridad de contralor, será presidida por el funcionario que estos designen”.
Luego, dado tal supuesto no existe duda sobre la facultad de inspector de justicia o
funcionario de la Comisión Nacional de Valores.
En ese caso la elección del funcionario para asumir la presidencia deberá ser efectuada
por unanimidad de los accionistas presentes, conforme lo tiene decidido reiteradamente
el Organismo de Control en Jurisdicción Nacional.
cabe aclarar que los funcionarios mencionados en los apartados a y b asistirán en calidad
de veedores, sin las facultades de control asignadas a los inspectores de justicia y
funcionarios de la Comisión Nacional de Valores.
Capitulo XV
2. Asamblea Ordinaria.
a) Primera Convocatoria:
Como puede advertirse, se vincula el quórum a los derechos políticos emergentes de las
acciones que la forman, solución razonable en virtud de que la finalidad de la asistencia es
la participación en el mecanismo elaborativo de la voluntad social.
b) Segunda Convocatoria:
La expresión “Esas acciones”, alude indiscutiblemente, a las acciones con derecho a voto,
tal como lo dispone el art.243 en su Primer Párrafo.
3. Asamblea Extraordinaria.
a) Primera convocatoria:
b) Segunda Convocatoria:
En síntesis, cabe señalar que los porcentajes fijados por la Ley 19.550 rigen solamente en
defecto de norma estatutaria al respecto, con estas dos salvedades:
En principio básico al respecto es que una acción emitida por una sociedad anónima
concurre a la formación de quórum cuando otorga a su tenedor derecho a participar en
las votaciones (arts.243 y 244 de la Ley 19.550).
a) Acciones Ordinarias:
Tampoco forman quórum las acciones adquiridas por la sociedad y enajenadas, (arts.220 y
221 de la Ley), a causa de la suspensión de derechos decretados por el art.221 en su
Segunda Parte.
Sin embargo, toda acción preferida adquiere derecho a voto al tratarse las materias
enunciadas por el 4ª Párrafo del art.244 (Ver citado art.217), lo cual trae aparejado un
problema con respecto a su incidencia en la formación del quórum.
Más complejo es el problema si en el orden del día de la asamblea han sido incluidos otros
temas, aparte de los “Supuestos especiales” del art.244. Ante la duda y atendiéndonos a
los principios fundamentales de la hermenéutica jurídica, deberemos concluir en que, en
esta última hipótesis, las acciones preferidas no tendrán derecho a voto (Salvo, desde
luego, si hubieran sido emitidas expresamente con este derecho), y por ende no
contribuirán a formar quórum.
Luego, en tal supuesto, la asamblea podría tener quórum para tratar los temas previstos
en el art.244, 4ª Párrafo, pero no para otros puntos del orden del día
Solamente confieren derecho a voto inter pares, esto es en las asambleas de tenedores de
bonos contempladas por el art.232, que las estatuye como imprescindibles para otorgar la
conformidad a toda modificación en las condiciones de emisión de los mencionados
En cuanto al derecho de voto les son aplicables los mismos principios y por consiguiente,
tampoco contribuirán a constituir el quórum, salvo que se trate de asamblea de tenedores
de esta modalidad de bonos de participación (art.232).
e) Bonos Convertibles:
f) Obligaciones Negociables:
6. Presidencia.
A diferencia del Código de Comercio que guardaba silencio al respecto la Ley 19.550 se
expide en su art.242 sobre este punto: “Las asambleas serán presididas por el presidente
del directorio o su reemplazantes, salvo disposición contraria del estatuto; y en su defecto
por la persona que designe la asamblea” (1ª Parte del artículo citado).
3.- Si el estatuto dispone en otro sentido, el funcionario que el contrato designe a tal
fin;
Igualmente que si el acto no hubiera sido convocado por dichas autoridades puede asumir
la presidencia la autoridad de control únicamente si fuera elegido el funcionario
respectivo por la asamblea (Apartado 4 Ut Supra), y por unanimidad de votos.
Una vez constituida la asamblea y elegido el presidente en los casos en que corresponda,
este que podrá ser asistido por uno o más secretarios si fuere necesario, tendrá a su cargo
las siguientes funciones:
b) Dar lectura al Orden del día y formular cualquiera aclaración o advertencia previa a
los asistentes;
e) Evitar los diálogos y discusiones entre asambleístas, advirtiendo que los oradores
deben dirigirse a la presidencia y no a uno a varios accionistas;
f) Controlar los recaudos de las valoraciones sobre cada punto del Orden del día,
auxilio en su caso por el o los secretarios;
Precisamente esa es la sanción fulminada por el art.246 de la Ley, con las siguientes
salvedades:
1.- Si estuviere presente la totalidad del capital y la decisión fuere adoptada por
unanimidad de las acciones con derecho a voto (Se trata de la denominada “Asamblea
Unánime”, art.237, 3ª Parte, o “Totalitaria”.
2.- Dejamos para luego para el Inc.2ª del art.246 y nos referimos al Inc.3ª, que
inclusive entre las excepciones “La elección de los encargados de suscribir el acta”.
3.- Con respecto al precipitado Inc.2ª del art.246, atendemos que, al remitirse a “La
excepciones que se autorizan expresamente en este título”, incurre en un error material,
puesto que en el Titulo 5ª (De las asambleas), no figura otra excepción que la del art.237
(Asamblea Unánime), a la cual alude el Inc.1ª del art.246.
9. Precisión Y Claridad.
Son las cualidades esenciales que debe reunir el Orden del Día a los fines antes expresados
y atentos a la sanción de nulidad que afecta a todo tema extraño al mismo.
De ahí que no caben enunciaciones vagas e imprecisas como, por ejemplo “Asuntos
varios”, “Otros temas a tratar”, u otras similares.
Como la denominación empleada lo indica (“Orden del dia”), los asuntos incluidos en el
temario deben ser tratados en el orden en que han sido enunciado en la convocatoria a
asamblea.
Solo será procedente una alteración en el referido orden que puede ser necesaria por la
índole de los temas o el giro que tomen las deliberaciones, si la misma asamblea lo
resuelve, con carácter de cuestión previa, supuesto que implicaría, de suyo otra excepción
al principio general del art.246 de la Ley 19.550.
Estos nos lleva al problema de las llamadas “Mociones de orden” o “Cuestiones previas”,
las cuales como esta dicho, constituyen verdaderas excepciones al principio de rigidez del
Orden del Día y la consiguiente nulidad de las resoluciones sobre asuntos ajenos al mismo.
Tales nociones no se refieren al temario propiamente dicho, vale decir, a las cuestiones de
fondo, a las cuestiones de donde que son materia de las deliberaciones, sino a las previas
y necesarias aclaraciones o determinación sobre la forma, alcance y modalidad del
funcionamiento de la asamblea de la asamblea.
Además del ejemplo antes proporciones (Alteración en el orden de los puntos a tratar),
pueden citarse, la votación sobre el alcance de cualquier enunciado oscuro del temario; la
moción de cierre del debate sobre cada punto tratado; la ampliación del tratamiento de
alguno de los temas, cuando se estimare no agotado, etc.
La votación sobre las cuestiones previstas o mociones de orden se decidirá por la mayoría
que fije el estatuto, o en su defecto por la que corresponda a la especie de asamblea de
que se trate (arts.243 y 244).
Capitulo XVI
Al legislador sobre las acciones ordinarias, el art.216 de la Ley 19.550 establece como
principio genérico de la unidad de voto; cada acción conferida derecho a un voto. Pero
agrega seguidamente: “El estatuto puede ser crear clases que reconozcan hasta cinco
votos por acción ordinaria”. Ergo, la norma básica, aplicable supletoriamente ante el
silencio u oscuridad de los textos estatutarios, es el voto único por acción ordinaria. La
pluralidad de votos por cada acción solamente puede resultar de una prescripción
estatutaria.
b) No pueden emitirse acciones votos privilegiados después que la sociedad haya sido
autorizada a hacer oferta pública de sus acciones. A contrario sensu, cabe interpretar que
las acciones de voto múltiple emitidas y suscriptas antes las autorizaciones para hacer
oferta pública conservaran dicho privilegio.
d) Por último, dice la Ley en los arts.243 y 244 que la mayoría habrá de calcularse
sobre los votos “Que puedan emitirse en la respectiva decisión”. Se contempla de esta
manera el supuesto de aquellas votaciones en que determinados accionistas no pueden
participar, por ejemplo:
Dados los supuestos precipitados, el valor nominal del capital cuya tenencia corresponde
a determinados accionistas, aun siendo mayoritario por su monto en relación al total
presente, puede ser ineficaz para lograr la mayoría definitiva, computable por votos y no
Mayoría absoluta: Es aquella que no puede ser superada por otra proporción de
votos, dentro del total computable. Por ende, debe ser superior al 50% de los votos en
juego;
En nuestra legislación la Ley 19.550 sigue en este sentido las huellas del Código de
Comercio y jurisprudencia posterior, se atiende solamente a la mayoría absoluta, es decir
más de la mitad de los votos que puedan emitirse en una cuestión determinada.
Por último es oportuno señalar que cuando la Ley o el estatuto hablan de “Mayoría” a
secas, debe entenderse “Mayoría Absoluta”.
a) Asamblea Ordinaria:
b) Asamblea Extraordinaria:
Cabe advertir que en este supuesto no se computa la mayoría en relación con los votos
presentes”, (O sea, votos correspondientes a las acciones presentes), sino sobre la
“Mayoría de acciones con derecho a voto”, debiendo entenderse por tales a todas las
acciones emitidas por la sociedad con ese derecho, se encuentren presentes o no en la
asamblea.
Agrega el texto que estamos analizando, “Sin aplicarse la pluralidad de voto”. Ello implica
que, a los efectos de la votación sobre los supuestos especiales, todas las acciones
presentes gozaran de derecho a un solo voto.
Cabe hacer presente que el art.9 de la Ley 19.060 y con respecto a las sociedades que
hacen oferta pública de valores, prohíbe a las mismas la emisión de acciones con voto
múltiple o voto plural y aun mas, agrega que “Quedan sin efecto las decisiones
asamblearias resolviendo tales emisiones, que no hubieran sido ejecutadas al tiempo de
promulgación” (Normas Citadas).
5. Abstenciones.
Planteada una noción a votar, caben dos actitudes diametralmente opuesta: la afirmativa,
que expresa conformidad, consentimiento o simplemente asentimiento, o la negativa
exteriorizando la oposición o el rechazo al proyecto de decisión sometido a votación.
No puede decirse lo mismo de las abstenciones. Aceptados que toda persona que goza de
derecho de voto puede renunciar al mismo, como cualquier otro derecho subjetivo, quien
se abstiene de hacerlo llevando a la práctica su renuncia, no vota. Así como no vota en
sentido afirmativo, tampoco cabe sostener que lo haga en sentido negativo.
Por consiguiente, las abstenciones no debieran ser computables a los fines de la votación,
ni concurrir a formar el total de votos sobre el cual se calcula la mayoría, cualquiera fuese
la determinada por la Ley o el Estatuto para el asunto de que se trate.
Luego, a efectos del escrutinio, debiera deducirse, como primera medida, la cantidad de
abstenciones (Votos no ejercidos) y computar sobre el resto las proporciones respectivas.
Si las abstenciones suman el 15% de los votos presentes en el acto, una propuesta que
obtuviere el 45% de aquel total reunirá mayoría absoluta sobre el total computable de
votos emitidos, esto es el 85% de los presentes.
Fácil es advertir que las abstención solo puede ser interpretada como desinterés acerca
del asunto sometido a resolución de la asamblea, pero de ningún modo como una
negativa, puesto que si esa fuera la intención, la actitud a asumir por el accionista de
marras sería la de votar por la negativa, manifestando así su voluntad inequívoca.
6. Abstenciones Forzosas.
Según hicimos notar, hay dos supuestos en que la Ley de Sociedades impone la abstención
en el derecho de voto;
II.- A los accionistas que en asunto sometido a votación tuvieren un interés contrario
al de la sociedad, fuere por cuenta propia o ajena, (art.248).
Por ende y conforme el criterio antes expuesto dichas votaciones se decidirán por la
mayoría del saldo restante de votos computables, una vez deducidos aquellos sobre los
cuales debe aplicarse la abstención forzosa.
Para ejercer ese derecho el accionista debe estar presente en la asamblea, por si o por
intermedio de un representante.
La situación no ha cambiado con la sanción de la Ley, toda vez que los arts.243 y 244 del
nuevo régimen societario hablan de “Votos presentes” al referirse a la mayorías
necesarias para la adopción de resoluciones. Se dijo que la expresión “Votos presentes” es
elíptica y debe desarrollarse como “Votos emitidos por los accionistas presentes o mejor
aún, por las acciones cuyos tenedores se hallan presentes”.
Entre las normas derogadas por la Ley 19.550 figura toda la normativa del Código de
Comercio sobre sociedades, comprendiendo al art.350, referente entre otras cosas a las
restricciones en el ejercicio del voto.
Reiteramos la tesis de que en rigor, son las acciones y no los accionistas los verdaderos
sujetos activos del derecho de voto. La circunstancia apuntada no hace sino ratificar el
carácter esencial de la sociedad anónima, como paradigma de las sociedades de capital en
el régimen adoptado por la Ley 19.550.
Luego si vota aunque figurativamente, desde un punto de vista lógico, el capital propio de
cada uno de los accionistas, deben ser considerarse eliminadas las consideraciones de
orden estrictamente personal, y por ende toda incidencia de esos factores en el resultado
de la votación.
Un instituto como el voto de desempate, que obedece a una óptica distinta y en que
enfatiza la nota personal, gravitación del cargo en la decisión adoptada por la via del
desempate, es incompatible con la naturaleza y carácter de la asamblea de una sociedad
anónima, y sin necesidad de ingresar en teorías abstrusas, bastara con acudir a los textos
que rigen la cuestión (arts.243 y 244 de la Ley) para disipar cualquier duda al respecto,
confirmado la improcedencia de esta facultad desniveladora a favor del presidente de la
asamblea.
La prolongación de la asamblea mas allá del tiempo previsto puede hacerse necesaria o
simplemente aconsejable, su interrupción, a efectos de su continuación previo un lapso o
interregno, que recibe la denominación de cuarto intermedio.
Otros motivos que imponen, en su caso la apertura de un cuarto intermedio, pueden ser
la necesidad de efectuar consultas por separado antes de votar alguna resolución; o bien
la conveniencia de postergar determinadas decisiones, dejándolas para mejor
oportunidad.
a) Solo podrá usarse de este recurso por una vez en cada asamblea (Carácter
excepcional);
a) Que los participantes deben ser los mismos de antes y después del Cuarto
Intermedio. En todo caso, podrán ser menos, si no afectaran el quórum, pero nada más;
c) Que los poderes, fueren otorgados por instrumentos público o privado, para la
asamblea interrumpida, conservan su vigencia en la segunda reunión, transcurrido al
cuarto intermedio;
Del mismo modo, al reabrirse las deliberaciones se hará constar fecha y hora en ambos
libros, anotándose al mismo tiempo la cantidad de accionistas presentes al momento de la
reapertura y sus respectivos votos (Cifras parciales y totales).
Capitulo XVII
Derecho De Receso
1. Consideraciones Preliminares.
En el ámbito especifico de la Ley 19.550, el receso debe ser entendido como la facultad o
el derecho de los socios disidentes y ausentes para separarse de la sociedad cuando esta,
por medio de sus órganos competentes, adopta una resolución de tal naturaleza que
alterar profundamente sus situaciones les confiere derecho a exigir el reembolso de sus
participaciones sociales.
Este instituto permite, dentro del marco operativo societario, conciliar intereses legítimos
y contrapuestos, procurando su debida compatibilización. Toma en cuenta, por lo tanto, el
derecho de la sociedad de adoptar las decisiones modificatorias y relevantes que fueren
necesarias o convenientes por una parte y por la otra, el derecho de los socios de no
aceptar las modificaciones sustanciales que se tomen en el marco del ente colectivo y que
alteren las condiciones contractuales básicas originarias, modificando las condiciones de
riesgo y de responsabilidad que el socio asumió al ingresar a la sociedad en oportunidad
de su constitución o por posterior incorporación.
a). El receso legal, o de origen legal propiamente dicho, que sería el específicamente
regulado por los arts.244 y 245 de la L.S;
3. Naturaleza Jurídica.
En este estado que la Ley regula el ejercicio del derecho del receso en la sección referente
a las sociedades anónimas (art.245 y su remisión al art.244, Cuarto Párrafo), no obstante
lo cual debemos aclarar que este instituto no ha sido legislado exclusivamente para dicho
tipo societario, sino que es también aplicable a la sociedad en comandita por acciones, en
merito de la norma integrativa del art.316 de la L.S., y a las Sociedades de
Responsabilidad Limitada, como expresamente surge de los arts.157, Ultimo Párrafo, y
art.160 In Fine, de la Ley de Sociedades Comerciales.
Tampoco son ajenos al derecho los restantes tipos societarios. Ello resulta implícitamente
de los arts.78, 79, 83 y 85 de la Ley 19.550, normas que por su ubicación metodológicas
son aplicables a todas las sociedades en general.
Con las salvedades hechas, fijemos para el análisis el texto del art.245 (Primer Párrafo), en
su actual redacción:
De lo expuesto surge que el legislador ha previsto causales que dan lugar al ejercicio del
derecho de receso por parte del socio disconforme, según ciertas modificaciones
estatutarias que la sociedad disponga, a saber:
Dicha voluntad debe manifestarse clara y concretamente, sin que quede duda al respecto
y su declaración puede efectuarse en cualquier momento desde la adopción de la decisión
determinante que genere que la voluntad de receder.
Su exteriorización puede tener lugar tanto durante la reunión de socios y/o no asamblea
que adopte la decisión relevante, como posteriormente, pero dentro de los plazos
determinados por la Ley. Debe manifestarse por medio que no imponía a la sociedad la
revocación de la decisión que dio origen, de lo contrario la conducta del recedente puede
llegar a configurar un abuso de derecho, (Conf. art.1071 C.C.).
7. Legitimación. Titulares.
De acuerdo con lo prescripto por el párrafo tercero del art.245, L.S., el derecho de receso
solo puede ser ejercido por aquellos accionistas que no contribuyeron con su voto a
Dado que el concepto de socio disidente (art.354 Cód. Com.), ha originado discrepancias,
el actual art.245 lo elimina en su actual redacción. Por lo tanto podemos señalar que se
encuentran legitimados para el ejercicio del derecho de receso:
b) Los ausentes a la asamblea o reunión de socios que adopto la decisión que los
afecta;
En merito de lo prescripto por el art.245, Tercer Párrafo, el derecho de receso solo puede
ser ejercido por los accionistas presentes en la asamblea que aprobó la decisión que los
afecta, fijándoles a tal fin un plazo de cinco días desde la clausura de la asamblea o
reunión de socios.
A su vez, los ausentes pueden ejercerlo dentro de los quince días siguientes de la clausura
del acto asambleario.
En los supuesto previsto en el segundo párrafo del art.245 de la L.S., el plazo legalmente
fijado comenzara a contarse desde que la sociedad comunique la denegatoria o
desistimiento mediante avisos por tres días en el diario de publicaciones legales y en uno
de los que tenga mayor circulación en la República, computándose dicho termino a partir
de la última publicación.
9. Caducidad.
Se permite así que la sociedad tenga oportunamente de revertir, dentro de dicho lapso, la
decisión tomada para el supuesto de que el receso de uno o más accionistas afectare su
estructura económica o financiera, en razón del pago que resultare necesario para
cancelar el valor de la parte social que debe reintegrarse a los recedentes.
Este término opera también a favor del accionista y si bien ha sido conceptuado como
demasiado extenso, no cabe duda de que termina con las complejas situaciones creadas
de que termina con las complejas situaciones creadas, con anterioridad a la reforma, al
socio que, habiendo comunicado expresamente a la sociedad de revocarla en cualquier
momento, en una situación ambigua y peligrosa para sus intereses, especialmente visible
en razón de cómo se realizaban las valuaciones en los estados contables y los efectos que
sobre ellos producía la inflación.
Operada la caducidad del derecho a receder por revocación de la decisión asamblearia, los
socios que los han ejercido readquieren la plenitud de los derechos que su condición de
tal les atribuye, retrotrayéndose los de naturaleza patrimonial al momento en el cual
notificaron el receso.
a) Caducidad por vencimiento del plazo de 5 o 15 días concedido por la Ley para su
ejercicio
La Ley remite al último balance realizado o que deba realizarse en cumplimiento de las
normas legales o reglamentarias.
La normativa originaria de la Ley 19.550 denotaba en el tema una omisión, nada regulada,
en protección del socio recedente, respecto del plazo en que este debía percibir el
reembolso del valor de sus acciones. Se entendía que por aplicación del art.509 del C.C.,
Segunda Parte, al resultar el plazo de la naturaleza y circunstancias de la obligación (En
este caso, los plazos debían entenderse en beneficio de ambas partes; art.570 del C.C.), el
acreedor (Recedente) debía simplemente interpelar a la sociedad para constituirla en
mora.
Esta omisión, que dio pie a varias interpretaciones fue subsanada con la nueva redacción
del art.245 de la Ley 22.903, por la cual, con prescindencia de que la resolución
habilitante del receso se hallare o no inscripta registralmente, se fijen plazos expresos
para el pago de la parte del recedente.
a) El principio general es que las acciones se reembolsaran por el valor resultante del
último balance, debiendo su importe ser pagado dentro del año de la clausura de la
asamblea que origino el receso;
12. Situación Del Recedente Hasta La Efectiva Percepción Del Valor De Su Parte
Social.
El receso ocasiona una disminución del patrimonio social, pero no siempre implica una
merma o reducción de capital nominal de la sociedad.
Es posible que la sociedad pueda pagar la participación del socio recedente mediante la
afectación a dicho pago de reservas libres o utilidades realizadas y liquidas (Caso del
art.220, Inc.2 de la L.S.).
Dijimos que la Sociedad puede adquirir la participación del socio sin reducción de su
capital, debiendo en tal caso proceder a su recolocación o su venta, respetando el derecho
de acreedor de los accionistas. Salvo prorroga por la asamblea (art.221 de la L.S.), el
directorio deberá enajenar las acciones dentro del término de un año, por un precio que
Sociedades Anó nimas Pá gina 50
sea equivalente en términos reales al pagado a los recedentes. Se debe señalar que los
derechos correspondientes a esas acciones quedan suspendidos y no se computaran
efectos de la determinación del quórum ni de las mayorías, conforme a lo dispuesto por el
propio art.221, L.S., en su Segunda Parte.
Capitulo XVIII
Acta De Asamblea
1. Formalidades.
“Deberá labrarse en libro especial con las formalidades de los libros de comercio, acta de
la deliberaciones de los órganos colegiados”. (En principio, tal como se colige de su
ubicación en el texto de la codificación, es común a todo tipo de sociedad mercantil).
El Segundo Párrafo especifica: “Las actas de directivos serán firmadas por los asistentes.
Las actas de las asambleas de las sociedades por acciones serán confeccionadas y firmadas
dentro de cinco días por el presidente y los socios designados al efecto”.
d) Con referencia de la Ley 22.903, los libros de actas deben ser llevados con las
formalidades de los libros de comercio, es decir ser rubricados y foliados.
2. Contenido De Acta.
A ello se refiere el art.249 “El acta confeccionada conforme al art.73, debe resumir las
manifestaciones hechas en la deliberación, las formas de votaciones y sus resultados, con
expresión completa de las decisiones”.
Oportuno ha sido este texto ante la confusión generalizada en materia de contenido del
acta y sus exactos alcances. En efecto: Subsiste el erróneo concepto acerca de la
literalidad de la versión actuada, idea desvirtuada por el art.249, el cual distingue:
a) Con respecto a las manifestaciones vertidas en el curso del acto, debe figurar
solamente el resumen de las mismas y no la versión textual;
Leída el acta por el escribano público y protocolizada luego hace plena fe sobre su
contenido, salvo derogación de falsedad. Los accionistas designados por la asamblea para
firmar el acta serán quienes suscriban también instrumento notarial, en calidad de testigo.
Entonces el acta protocolizada por escribano público supone y no elimina el acta que debe
volcarse al libro respectivo (art.73 de la Ley). La primera reúne las ventajas del
Debe entenderse que la copia en cuestión estará firmada por el presidente de la asamblea
y los accionistas designados para firmar el acta.
5. Taquígrafos.
Negándose, cualquiera de los accionistas elegidos a ese fin, para firmar el acta de
asamblea, se le invitara a hacerlo dejando constancia de su discrepancia con el texto que
motiva su negativa. Si aun en esas condiciones rehúsa firmar el acta, la jurisprudencia
administrativa ha decidido que “La situación debe ser tratada por una asamblea posterior,
que incluya en el orden del día el punto relacionado con tal negativa”.
Sin embargo, creemos por nuestra parte que si la asamblea conto con la presencia de un
veedor judicial ad hoc o de un inspector de Justicia o representante de la Comisión
Nacional de Valores y dichos funcionarios refrenda el acta cuestionada, la negativa del
accionista precipitado no puede afectar en absoluto la validez del instrumento, siempre
que hubiera firmado también el presidente de la asamblea y el restante accionista
designado para firmar el acta.
El objeto de este capítulo es el tratamiento de la asamblea ordinaria como tal, esto es con
relación a los Incs.1ª y 2ª del precipitado art.234, cuyo contenido coincide con el temario
tradicional y característico de las asambleas anuales.
Desde este punto de vista, cabe decir que al presentar ante la asamblea de accionista el
balance y estado de resultado del ejercicio, acompañados de la memoria sobre el estado y
desarrollo de los negocios sociales, el directorio está procediendo a una verdadera
rendición de cuentas de su actuación como órgano de administración de la sociedad, de las
mismas forma como rinde cuenta todo administrador de fondos, bienes o negocios ajenos.
Recuérdese que el art.234 de la Ley 19.550 establece que para el tratamiento de los
puntos 1ª y 2ª del mismo artículo, la asamblea “Sera convocada dentro de los cuatros
meses del cierre del ejercicio”. Es decir que la pauta de periodicidad se mantiene al
respecto por subsistir idénticas motivaciones, o sea la consideración de la rendición de
cuenta anual de los administradores.
Cabe subrayar que el plazo de 4 meses ha sido instituido para convocar la asamblea de
ejercicio y no para celebrarse hasta transcurrido 5 meses (Cotejar con el art.237 de la Ley).
1. Memoria.
Una de las formas que adopta esta rendición de cuentas es la memoria que debe
presentar el directorio a la asamblea ordinaria. Se trata de un informe sobre su actuación
como órgano administrador durante el ejercicio en consideración.
De este informe circunstanciado no debe olvidarse que la masa de accionistas suele tomar
contacto con la marcha de los negocios sociales una vez por año, en esa oportunidad legal,
deben resultar siempre conforme a lo previsto por el art.66 de la Ley 19.550:
1°.- Las razones de variaciones significativas operadas en las partidas del activo y
pasivo;
3°.- Las razones por las cuales se propone la cuestión de reservas, explicadas clara y
circunstancialmente;
4°.- Las causas detalladamente expuestas, por las que se propone el pago de
dividendos o la distribución de ganancias en otra forma que en efectivo;
6°.- Las relaciones con las sociedades controlantes, controladas o vinculadas y las
variaciones operadas en las respectivas participaciones y en los créditos y deudas;
7°.- Los rubros y montos nos mostrados en el estado de resultados por formar parte
del mismo, parcial o totalmente de los costos de bienes del activo.
Tales son las piezas que deberán ser sometidas por el órgano administrativo a la
asamblea, con posterioridad al cierre de cada ejercicio y dentro del plazo máximo fijado
por el art.234, In Fine, de la Ley.
Ese detallismo, por una parte y la naturaleza de este trabajo, por otra nos eximen de
ingresar al análisis del balance, estado de resultados y cuentas complementarias. No
obstantes, con respecto al balance lo que se hace extensivo a la cuenta de resultados y en
su caso a las notas extensivo a la cuenta de resultados y en su caso a las notas y cuadros
complementarios, atento a constituir una unidad técnica, se recordara ciertos aspectos.
Los estados contables deben estar suscriptos por un contador público nacional,
matriculado en el respectivo consejo profesional, quien al firmar certifica que tales
documentos concuerdan con las constancias de los libros sociales y demás documentos
que le sirven de base.
En todos los supuestos aludidos, la incompatibilidad surge claramente a los ojos del
observador y resulta del juego armónico de las Normas de la Ley 19.550, que extienden
apreciablemente las causales de inhabilidades e incompatibilidades, equiparando a
directores con gerentes en tal sentido. Más discutible es el caso del Síndico, situación que
ha originado largas polémicas y que, en definitiva, cabe plantear así;
c) No existe inhabilidad o incompatibilidad dictada por texto legal alguno, siendo las
objeciones puramente éticas;
Sin perjuicio de la certificación técnica, los estados contables deben estar fechados y
firmados por el presidente del directorio o su reemplazante estatutaria. En defecto, por
aquellos funcionarios a quienes el estatuto haya conferido el uso de la firma social.
La Ley de Sociedades aborda el tema de su art.294, Inc.5ª, disponiendo que, entre los
deberes y atribuciones de la sindicatura, está el de “Presentar a la asamblea ordinaria un
informe escrito y fundado sobre la situación económica y financiera de la sociedad,
dictaminando sobre la memoria inventario, balance y estado de resultados”.
El art.362 del Cód. Com., que en tantas polémicas suscito en torno a su exacta
interpretación y al alcance de sus efectos, ha sido reemplazado en la Ley 19.550 por el
art.67, que obliga a la sociedad a dejar en la Sede Social copias de los estados contables
(Balance, Estados de resultados y Notas Complementarias) a disposición de los accionistas,
con no menos de 15 días de anticipación a la fecha de la asamblea (En caso de las
sociedades anónimas) o al momento de su consideración por los socios, en las sociedades
anónimas), o al momento de su consideración por los socios en las sociedades mercantiles
en general. No debe olvidarse que esta norma ha sido ubicada en la Parte General de la
Ley 19.550, común a todos los tipos societarios contemplados por el nuevo régimen.
La distinción efectuada por el art.67 que en la práctica no se observa, todos los legajos de
asamblea se presentaban en la Inspección de Justicia, carece de todo asidero desde la
sanción de la Ley 22.315 y su complementación, a la Ley 22.316, por las cuales el Registro
Público de Comercio ha quedado a cargo de la autoridad de control administrativo en la
Capital Federal.
Se cree que el Registro Nacional de Sociedades por Acciones, con fines estadísticos
informativos y probatorios en instancia judicial, será un organismo de extraordinaria
trascendencia para el cabal ejercicio de los fines del Estado como regulador de la
economía nacional. De ahí que conceptuamos totalmente erróneo el criterio de eliminar
la remisión de la documentación contable de las sociedades “Cerradas” (La inmensa
mayoría) a la autoridad de control administrativo.
Procedimiento:
Modificase de tal manera el texto del art.362 Cód. Com., según el cual el memorial,
balance e informe el sindico “Se repartirán a los accionistas, por los menos diez días antes
del fijado para la asamblea general”.
Luego de partir de ese momento 15 días antes de la asamblea, descontando el dia mismo
de la celebración del acto, como lo ha decidido la jurisprudencia administrativa, deberán
encontrarse en las oficinas de la sociedad no solamente los estados contables (Balance,
estado de resultados y cuentas o cuadros anexos), sino además la memoria del directorio
y el informe de la sindicatura contable contratada por el Consejo de Vigilancia, lo cual no
exime a este de informar a los accionistas (art.281, Inc. e). El directorio no puede rehusar
la entrega de dichas copias de los accionistas que las requieran.
Es por excelencia oportunidad de que gozan los accionistas para ejercer los derechos
inherentes a su calidad de socios, enjuiciando la acción de los administradores de la
sociedad.
En otras ocasiones los asambleístas pueden resolver la aprobación lisa y llanamente del
balance por ejemplo y la introducción de Modificaciones en la memoria, (V.g., La
propuesta de distribución de las ganancias que puede ser modificada por la asamblea).
Los mismos principios son aplicables con respecto a la consideración del informe
obligatorio de la sindicatura y en caso de haberse prescindido de dicho órgano fiscalizador
por actuar un Consejo de Vigilancia al informe de auditoría que el Consejo debió
encargarse de contratar y presentar con la anticipación fijada por el art.67 de la Ley.
Serias críticas mereció la prohibición de votar los estados contables a las cuales se sumo
en el Segundo Congreso Nacional De Derechos Societario (1979).
La Ley 22.903 ha recogido tales críticas modificando el texto respectivo del art.241 y
reduciendo la obligación de abstenerse, impuesta a dichos funcionarios a los siguientes
supuestos;
Por tanto, los directores síndicos, consejeros de vigilancia y gerentes generales puedan
ahora votar sobre la aprobación de los estados contables del ejercicio y en las
resoluciones referentes a su remoción sin causa.
Las inhabilidades deben ser interpretadas con criterio restrictivo, no siendo procedente su
extensión por analogía a otros supuestos (Ejemplo “La votación para la elección de
directores, síndicos y consejeros de vigilancia).
Si bien existe la indefinición en los textos, nada autoriza a extraer conclusiones tan
aventuradas, inaplicables al caso y carentes de sustento lógico.
Dentro del sistema de la autorización estatal, las sanciones por dicho incumplimiento
podían llegar por un vasto sector de la doctrina, al retiro de la personería jurídica de la
sociedad infractora (art.26 del antiguo Decreto Reglamentario de la Inspección General
de Justicia).
Dentro del sistema normativo, instaurado entre nosotros por la Ley 19.550, las sanciones
administrativas están previstas por la misma Ley de Fondo (art.302), que las establece
gradualmente del siguiente modo: 1ª) Apercibimiento; 2ª) Apercibimiento con Publicación;
3ª) Multas a la Sociedad, sus Directores y Síndicos.
Las reglamentaciones locales se han adecuado a dicho sistema punitivo. Así, por ejemplo
en el caso de la Capital Federal las sucesivas Leyes Orgánicas de la Autoridad
Administrativa de Control Nrs.18.805 y 22.315, mantuvieron similar escala de sanciones
La importancia de los estados contables del ejercicio, como medio de control por
excelencia de los accionistas respecto de la gestión del directorio, queda corroborada por
el art.69 L.S.C., según el cual es irrenunciable el derecho de aquellos a la aprobación, o en
su caso impugnacion, de dichos estados contables.
Capitulo XX
Las decisiones asamblearias se inscriben en un campo más amplio que el del derecho
societario, puesto que, dado su carácter genérico de actos jurídicos, necesariamente están
comprendidas en la regulación general de los mismos. De allí la necesidad de distinguir Ab
Initio la acción de impugnación o nulidad de las decisiones asamblearias propiamente
En el Segundo Caso nos encontramos frente a una acción de nulidad de derecho común,
en donde se ataca el acto asambleario en su totalidad por considerarlo incurso en defecto
formales o sustanciales, rigiendo en el caso disposiciones de derecho común, como los
arts.18, 953, 1071, Ss., y Concs., del Código Civil. Así, entonces esos defectos de forma
podrán ser en su caso atento al carácter colegial de la asamblea, cualquier defecto que
indebidamente altere el propio procedimiento colegial o funcional del órgano, como por
ejemplo el incumplimiento de los recaudos legal o estatutario de convocatoria, o la
insuficiencia del quórum legal o estatutario. Además todo defecto relativo o la publicidad
previa del acto, antelación de avisos, deposito de acciones, ausencia del orden del día,
carencia de información previa a los participantes cuando correspondiere, etc. Los
defectos de fondo o sustanciales serán aquellos que afecten el consentimiento de los
participantes, error, dolo o violencia o recaigan sobre el objeto mismo como por ejemplo,
cuando se actúa fuera del campo de competencia del órgano.
Cabe señalar otras importantes distinción en este tema, que suele ser objeto de una
tenencia asimilatoria bastante común; la diferenciación entre la invalidez de la asamblea,
por una parte y la invalidez del acta que la instrumenta, por otra. La nulidad de asamblea,
vale decir del instrumento que exterioriza el acto, no supone ni acarrea necesariamente la
nulidad de la asamblea ni de lo decidido en la misma, una cosa es el instrumento que
refleja el acto y otra muy distinta el acto o el contenido del acto en sí mismo, inclusive las
resoluciones adoptadas. Como tuviéramos oportunidad de expresar, decretada la nulidad
del acta, la validez de lo decidido o de la asamblea misma, puede ser demostrada por
cualquier otro medio de prueba admitido por la normativa procesal.
2. Legitimación Activa.
Obviamente será el accionista perjudicado quien podrá impugnar la decisión tomada por
el órgano asambleario y así, la norma del art.251 de la L.S., expresa en su primera parte:
a) Los Accionistas:
II.- También lo tendrá el accionista que hubiere estado ausente de la asamblea que
decidiera la Resolución impugnada, pero para ello, conforme lo adelantara la
Jurisprudencia y se plasmara en la Normativa Legal, deberá acreditarse la calidad de
accionista a la fecha de la asamblea. Por ende, esa posibilidad impugnatoria queda fuera
del ámbito del ejercicio de todo aquel que adquiere acciones posteriormente, ese derecho
no lo acompaña;
III.- Respecto del accionista que se abstuvo en la votación, entendemos que quedaría
incluido en la posibilidad impugnatoria y en las condiciones de los accionistas
mencionados precedentemente, sin la obligación de probar su calidad de tal al momento
de la asamblea por obvias razones. Ello deviene lógicamente de la redacción del propio
art.251 L.S., al expresar este que gozaran de la posibilidad de accionar aquellos que “No
hubieren votado favorablemente”.
3. Legitimación Pasiva.
No obstante, del texto del art.254 L.S.C., resulta la posibilidad de promover demanda de
responsabilidad contra los accionistas que votaron favorablemente la resolución
impugnada, así como también similar acción contra los directores, síndicos y demás
funcionarios de la sociedad responsables de la adopción de la resolución que se impugna,
por aplicación de los arts.274 y Ss.
La disposición del último Párrafo del art.251 de la Ley 19.550 establece que la acción de
impugnación de las decisiones asamblearias se promoverá contra la sociedad dentro de
los tres meses de clausurada la asamblea.
Es un principio del orden jurídico que la normativa de Fondo no puede ser alterada por la
normativa de forma o procesal. En este aspecto debemos considerar que el plazo del
art.251 de la L.S., es de naturaleza sustantiva, esto es un plazo fijado por la normativa de
Fondo y no procesal y por ende sus términos se computaran en el modo y en la forma que
fija la legislación común.
Para precisar más aun sobre este plazo y no término procesal digamos que la doctrina
mayoritaria lo define como plazo de caducidad del derecho y no de mera prescripción de
la acción.
5. Jurisdicción Y Procedimiento.
El procedimiento aplicable en el caso será el de la vía sumaria, por expresa disposición del
art.15 de la L.S., debiendo aclarar que el supuesto de una acción de nulidad absoluta o de
su ejercicio por terceros, al ser tales supuesto ajenos a la materia del art.251 de la L.S.,
deberá considerarse viable la admisión del proceso de conocimiento pleno y ordinario en
los términos del art.319 del C.P.C.C.N.
Esta elección se efectivizara en una asamblea especial (art.250 L.C.S.), a fin de que aquel
grupo de accionista no se vea privado de la defensa de sus derechos con toda la amplitud
necesaria para mantener la decisión que resulta impugnada y que ellos votaran
favorablemente.
Esta elección se efectivizara en una asamblea especial (art.250 L.S.C.), a fin de que aquel
grupo de accionistas no se vea privado de la defensa de sus derechos con toda la amplitud
necesaria para mantener la decisión que resulta impugnada y que ellos votaran
favorablemente.
Entre las disposiciones de orden procesal que contiene la normativa societaria sobre el
tema de la impugnación de las decisiones asamblearias, cabe señalar la del art.252 de la
L.S., por la cual se faculta al Juez que entiende en la causa a suspender a pedido de parte,
la ejecución de la Resolución sujeta a impugnación, imponiendo para ello una
contracautela para responder por los daños que dicha suspensión pudiere irrogar a la
sociedad y cuando existieron motivos graves y no mediare perjuicio a terceros.
Esta medida cautelar esta exceptuada a la suspensión del procedimiento a que alude el
art.253 de la L.S., y que tuviéramos oportunidad de analizar en el punto anterior.
7. Responsabilidad.
El art.254 de la L.S., en su Segunda Parte, dispone que la decisión impugnada pueda ser
revocada por una asamblea posterior. Esta nueva resolución del órgano asambleario
produce efectos hacia el futuro e impide así la iniciación de cualquier proceso de
impugnación de la decisión original y cuestionada. Esta decisión revocatoria importara el
bloqueo y suspensión de los procesos iniciados, pero la revocación de la decisión
asamblearia no afectara la continuidad de las acciones de responsabilidad que se hubieren
intentado, ni aun las que pudieran intentarse como consecuencia de la originaria decisión
revocada.