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SECRETARÍA DE SEGURIDAD
ACUERDO No. XXXX-2021

Comayagüela M.D.C., 01 de noviembre de 2021

CONSIDERANDO: Que la persona humana es el fin supremo del Estado y le


corresponde a éste garantizar el derecho a la inviolabilidad de la vida, a la
seguridad individual, a la libertad, a la igualdad ante la Ley y a la propiedad, en
estricto apego a la Ley y el respeto por los Derechos Humanos.

CONSIDERANDO: Que Los Principios Básicos Sobre el Empleo de la Fuerza y de


las Armas de Fuego para los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley
aprobados por Naciones Unidas, insta a los Gobiernos a adoptar y aplicar normas
y reglamentaciones sobre el empleo de la fuerza y armas de fuego contra personas,
las cuales deben ser examinadas continuamente.

CONSIDERANDO: Que la Policía Nacional es una institución profesional


permanente del Estado, apolítica en el sentido partidista, de naturaleza puramente
civil, encargada de velar por la conservación del orden público, la prevención,
control y combate al delito; proteger la seguridad de las personas y sus bienes;
ejecutar las resoluciones, disposiciones, mandatos y decisiones legales de las
autoridades y funcionarios públicos, todo con estricto respeto a los Derechos
Humanos.

CONSIDERANDO: Que los funcionarios policiales podrán usar la fuerza y armas


de fuego, únicamente cuando sea estrictamente necesario para el eficaz
desempeño de sus funciones policiales, respetando los Derechos Humanos, para
lo cual se deben establecer los procedimientos a emplear siguiendo como norma
cualquier otra disposición legal aplicable o instrumentos internacionales, ratificados
por el Estado de Honduras.

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CONSIDERANDO: Que el Artículo 36 numerales 1) y 5) de la Ley General de la
Administración Publica, establece que: “Son atribuciones y deberes comunes a los
Secretarios de Estado entre otras: 1) Orientar, dirigir, coordinar, supervisar y
controlar las actividades de sus respectivos despachos, sin prejuicio de las
atribuciones que la Constitución y las Leyes confieran a otros órganos; y, 2)
Formular, respecto a los asuntos de su competencia, los proyectos de Leyes,
reglamentos y demás actos del Presidente de la República”.

POR TANTO:
En uso de las facultades legales en que esta embestido.

ACUERDA:
PRIMERO: Aprobar en todas y cada una de sus partes el “MANUAL DE USO DE
LA FUERZA Y ARMAS DE FUEGO DE LA POLICÍA NACIONAL DE HONDURAS”,
el cual literalmente dice:

MANUAL DE USO DE LA FUERZA Y ARMAS DE FUEGO DE LA POLICÍA


NACIONAL DE HONDURAS

PROPOSITO
El presente manual tiene por objetivo establecer un instrumento con parámetros
legales para el uso de la fuerza y de las armas de fuego, dirigidos a los funcionarios
de la carrera policial ante situaciones de intervención policial, con base a la
normativa nacional e internacional; para garantizar, la vida e integridad de las
personas y el orden público con estricto respeto de los Derechos Humanos.

Objetivo General
Guiar al funcionario policial en la toma de decisiones, al hacer uso de la fuerza y
de las armas letales y no letales, bajo los principios rectores estipulados en la
legislación nacional e internacional con estricto apego al respeto de los Derechos
Humanos.

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CONCEPTOS GENERALES

Fuerza Policial:
Es un instrumento o recurso legal que permite hacer uso de la fuerza de manera
preventiva o reactiva como medio material, empleado por los miembros de la
carrera policial de la Policía Nacional de Honduras, con el objetivo de proteger el
ejercicio de los derechos y libertades de las personas establecidos en la
Constitución y la ley de la Republica de Honduras, bajo la plena protección de los
derechos humanos.

Fuerza Preventiva:
Son los medios o recursos con los que cuentan los miembros de la carrera policial
para limitar el uso de medidas que involucren una acción de contacto físico, el
empleo de armas menos letales o el uso de las armas de fuego en el ejercicio de
la actividad policial; entre estos medios figuran la presencia física, el contacto
visual, la conversación, la negociación y la mediación.

Fuerza Material:
Hace referencia a la utilización de la fuerza mediante control físico, la utilización
de las armas menos letales y el despliegue de fuerza potencialmente letal
a través de las armas de fuego, cuando los medios preventivos resulten ineficaces
o no garanticen de ninguna manera el cumplimiento de objetivos legítimos.

Uso de la Fuerza y de las Armas de Fuego:


En el desempeño de sus funciones la Policía Nacional siempre debe hacer un uso
progresivo, diferenciado, proporcional, ecuánime y gradual de la fuerza y de las
armas. Se considera legítimo el uso de la fuerza, únicamente cuando se emplee en
la medida estrictamente necesaria para el eficaz desempeño de las funciones
policiales respetando los derechos humanos y con el propósito de restablecer el
orden público.

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Principios Rectores:
Para hacer uso de la fuerza y de las armas de fuego, los miembros de la carrera
policial en el desempeño de sus funciones deberán observar y cumplir con los
siguientes principios:

1. Principio de Legalidad: requiere que la fuerza debe utilizarse para hacer


cumplir un deber legal o proteger un bien jurídico y los medios para
preservar el orden deben estar contemplados en la ley

2. Principio de Proporcionalidad: Debe escogerse entre los medios


eficaces, los que causen menor daño a la integridad de las personas y sus
bienes, de conformidad a las circunstancias de peligro.

3. Principio de Necesidad: Se refiere al despliegue de fuerza por parte del


policía cuando los medios preventivos y disuasivos no brindan protección
y ponen en peligro a las personas.

4. Principio de Racionalidad: Capacidad de decidir cuál es el nivel de fuerza a


aplicar según el escenario al que se enfrenta.

5. Principio de Temporalidad: Refiere que el uso de la fuerza debe estar


limitado al cumplimiento del objetivo que motivó su despliegue.

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CONCEPTOS ORIENTADORES PARA EL USO DE LA FUERZA

1. Progresivo: Es el empleo de los medios y métodos por parte de los miembros


de la carrera policial de acuerdo con los comportamientos ciudadanos que
requieren una intervención policial.

2. Diferenciado: Es el empleo de forma selectiva de los medios necesarios por


parte de los miembros de la carrera policial, con el fin de alcanzar un objetivo
legal y táctico dentro de una intervención policial, garantizando los derechos
de las personas y la integridad física propia.

3. Proporcional: Al hacer uso de la fuerza los miembros de la carrera policial


escogerán entre los eficaces aquellos que causen menor daño a las personas
y a sus bienes; el uso de la fuerza debe estar en proporción a la gravedad del
delito y al objetivo legal que se persiga.

4. Ecuánime: Al hacer uso de la fuerza los miembros de la carrera policial


tomaran sus decisiones con rectitud e imparcialidad, mediante una valoración
objetiva de acuerdo con la ley los principios rectores.

5. Gradual: Al hacer uso de la fuerza el miembro de la carrera policial decide


aumentar paulatinamente el despliegue de la fuerza; debiendo ser su
actuación racional y proporcional de acuerdo con el objetivo legal de la
intervención policial.

CONSIDERACIONES ESPECIALES PARA EL USO DE LA FUERZA Y DE LAS


ARMAS DE FUEGO

1. Los miembros de la carrera policial en cumplimiento de la función policial,


utilizaran en lo posible la fuerza preventiva (la presencia física, el contacto

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visual, la conversación, la negociación y la mediación) antes de recurrir al
empleo de la fuerza material (control físico, la utilización de las armas menos
letales y el despliegue de fuerza potencialmente letal a través de las armas
de fuego); podrán utilizar la fuerza y las armas de fuego cuando otros
medios resulten ineficaces.

2. Cuando sea necesario el uso de la fuerza física, las armas menos letales o el
uso de las armas de fuego, los miembros de la carrera policial procederán de
conformidad a lo siguiente:
a. Actuarán con moderación y aplicarán los principios rectores para el
cumplimiento de objetivos legales.

b. Reducirán al mínimo los daños y lesiones y respetarán y protegerán la


vida humana.

c. Procederán de modo que se presten lo antes posible asistencia y


servicios médicos a las personas heridas o afectadas.

d. En lo posible procurarán notificar de lo sucedido en el menor tiempo a


los parientes, amigos o conocidos de las personas heridas o afectadas
sobre lo sucedido.

3. Los funcionarios de policía comunicarán inmediatamente a sus superiores


sobre los hechos ocurridos de manera detallada.

4. El despliegue de fuerza potencialmente letal a través del empleo de las armas


reglamentarias es legítimo solamente cuando exista un riesgo grave e
inminente contra la vida del funcionario de policía o la de terceras personas;
o con el propósito de evitar la comisión de un delito particularmente grave que
entrañe una seria amenaza para la vida.

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5. Los miembros de la carrera policial se identificarán como policías, advertirran
de manera clara su intención de usar la fuerza o las armas de fuego, con
tiempo suficiente para que sea tomada en cuenta la misma; salvo que al
advertir se pusiera indebidamente en peligro la vida de los funcionarios
policíales, o se creara un riesgo de muerte o lesiones graves a otras personas
o resulte evidentemente inconveniente o inútil dadas las circunstancias del
caso.

6. Los miembros de la carrera policial en el desempeño de sus funciones y ante


la necesidad de utilizar cualquier nivel de fuerza, aplicarán en todo momento
los principios rectores enmarcados en la legislación nacional y tendrán
constantemente presente el principio de precaución para evitar o, al menos,
minimizar el riesgo de lesiones al personal policial y reducir al mínimo los
daños que se puedan causar a los particulares y sus bienes durante el
despliegue de los niveles de fuerza policial.
CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EL PRESENTE MANUAL

1. La Policía Nacional de Honduras permanentemente deberá realizar una


revisión continua de las acciones relacionadas con el empleo de la fuerza y
de las armas de fuego.

2. Aprobado el presente manual para el uso de la fuerza y de las armas de fuego


de la Policía Nacional de Honduras, se deberá realizar un proceso de
socialización, divulgación y capacitación a los funcionarios de la carrera
policial y la comunidad en general sobre el uso de la fuerza la proporcionalidad
del mismo hasta el uso de las armas de fuego.

3. Realizar una revisión constante de los medios y recursos con los que cuenta
la institución policial a fin de dotar con las herramientas necesarias a los
miembros de la carrera policial de modo que puedan hacer un uso de manera
proporcional de la fuerza y de las armas de fuego.

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4. Elaborar guias de instrucción y actuación, disposiciones, instructivos, planes
de estudio, ordenes de operación y demás documentos relacionados sobre la
aplicación del presente manual, con el fin de unificar criterios a nivel nacional.

5. El modelo de uso de la fuerza estipulado en el presente manual debe ser


aplicado y adaptado a todos los procedimientos policiales, incluyendo
aquellos relacionados con el mantenimiento del orden y operaciones
especiales.

6. Los medios o recursos empleados en los procedimientos de mantenimiento


del orden, deben ser los proporcionados por la Policía Nacional de Honduras.

7. Los miembros de la carrera policial, respetaran la ley, el presente manual con


el fin de proteger y garantizar el respeto a los Derechos Humanos de todos
los ciudadanos sin ningún tipo de discriminación.

8. El presente Manual del Uso de la Fuerza y de Armas de Fuego para la Policía


Nacional de Honduras será aplicado una vez publicado en el Diario Oficial La
Gaceta.

LOS PRINCIPIOS RECTORES COMO BASE FUNDAMENTAL DEL MODELO


DE USO DE LA FUERZA POLICIAL:

En el ejercicio de la profesión policial y en lo relacionado con el uso de la fuerza en


especial, se requiere que estos criterios institucionales estén claramente definidos,
esto en el entendido de la enorme responsabilidad que tienen los policías como
funcionarios encargados de servir y proteger a sus conciudadanos.

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La Policía Nacional de Honduras acatando la legislación internacional y la nacional
para el uso de la fuerza policial, ha establecido principios que rigen todas las
intervenciones de los uniformados en lo relacionado con el uso de la fuerza;
estas operaciones deben estar amparadas en estos principios de legalidad,
proporcionalidad, necesidad, racionalidad y temporalidad; de tal manera que se
tomen decisiones que respeten la dignidad humana y debidamente legitimadas.

Comportamientos ciudadanos:
Durante el desarrollo de las intervenciones policiales, los miembros de la carrera
policial enmarcarán sus actuaciones de acuerdo al comportamiento de las personas
o grupo a intervenir; dentro de los siguientes niveles:

1. Cooperador
Individuo que atiende y cumple instrucciones policiales

2. Resistente Pasivo
Individuo que no atiende instrucciones policiales, pero no muestra conducta o
comportamiento agresivo.

3. Resistente Activo
Comportamiento agresivo con o sin contacto físico. No atiende las
instrucciones policiales y su comportamiento es contrario a la normatividad y
la ley.

4. Agresivo No Letal
Agresión física contra las personas, incluso utilizando elementos que atenten
de manera grave no solo contra su integridad corporal sino también de los
miembros policiales.

5. Agresivo Letal
Agresión que representa una amenaza para la vida.

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Niveles de Fuerza:
Es la actuación o respuesta policial frente a los comportamientos de los ciudadanos;
utilizando los medios o recursos legalmente establecidos. Los niveles de fuerza a
utilizar estarán enmarcados en los principios rectores y la valoración de la
percepción del riesgo.

1. Presencia Física
Consiste en la ubicación material del personal uniformado y los medios
autorizados por el Estado para el ejercicio de la actividad policial (equipo
policial asignado, patrulla policial, entre otros). Esta disposición táctica por sí
sola genera un ambiente de seguridad y autoridad, tanto a nivel preventivo
como disuasivo de conductas o comportamientos contrarios a la ley.

2. Medios Disuasivos
Son los medios o recursos con los que cuentan los miembros de la carrera
policial para limitar el uso de medidas que involucren una acción de contacto
físico, el empleo de armas menos letales o el uso de las armas de fuego. Entre
estos medios figuran el contacto visual, la conversación, la negociación y la
mediación. para controlar y resolver conductas o comportamientos
ciudadanos.

3. Control Físico
Es el empleo de técnicas de control policial, para reducir el nivel de agresión,
inmovilizar, conducir o trasladar al intervenido.

4. Armas Menos Letales


Son los medios o recursos con los cuales han sido dotados los funcionarios
de la carrera policial (agentes o gases irritantes químicos, agua, bastones
policiales, proyectiles de goma entre otros medios autorizados) para hacer uso
material de la fuerza, con el fin de controlar y resolver conductas o

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comportamientos ciudadanos contrarios a la ley y que representan un riesgo
para la integridad física y la vida, evitando el uso de las armas de fuego.
Las armas, municiones, elementos y dispositivos menos letales utilizados en
el ejercicio de la función policial, deberán ser entregados por la institución
como recursos de dotación oficial.

5. Uso de Arma de Fuego


Solo se podrá hacer uso de la fuerza potencialmente letal a través de las
armas de fuego, cuando sea estrictamente inevitable, para proteger una vida.

6. Percepción del Riesgo


Es una valoración lógica, racional y oportuna de una situación que amerita
una intervención policial, la deben realizar los miembros de la carrera policial
de acuerdo con los comportamientos individuales o colectivos de los
ciudadanos, para tomar decisiones oportunas y brindar repuestas razonables
en el desarrollo de los procedimientos policiales.

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ANEXOS
MARCO NORMATIVO

1. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPUBLICA DE HONDURAS


La Constitución Política de la Republica de Honduras fue decretada y
sancionada mediante el Decreto Numero No 131 del 11 de enero de 1982,
constituyéndose en la norma suprema que rige el país.

Artículo 59.- La persona humana es el fin supremo de la sociedad y del


Estado. Todos tienen la obligación de respetarla y protegerla. La dignidad del
ser humano es inviolable. Para garantizar los derechos y libertades
reconocidos en esta Constitución, crease la Institución del Comisionado
Nacional de los Derechos Humanos. La organización, prerrogativa y
atribuciones del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos será objeto
de una ley especial.
* Modificado por Decreto 191/1994 y ratificado por Decreto 2/1995.

Artículo 70.- Todos los hondureños tienen derecho a hacer lo que no


perjudique a otro y nadie estará obligado a hacer lo que no estuviere
legalmente prescrito ni impedido de ejecutar lo que la Ley no prohíbe. Ninguna
persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar
su derecho. Ningún servicio personal es exigible, ni deberá prestarse
gratuitamente, sino en virtud de ley o de sentencia fundada en Ley.

Artículo 71.- Ninguna persona puede ser detenida ni incomunicada por más
de veinticuatro (24) horas posteriores a su detención, sin ser puesta en libertad
o a la orden de la autoridad competente para iniciar su proceso de
juzgamiento.

Excepcionalmente este plazo lo extenderá la autoridad competente hasta


cuarenta y ocho (48) horas, cuando se trate de delitos de investigación
compleja, a causa de la multiplicidad de los hechos relacionados, dificultad en
la obtención de pruebas o por el elevado número de imputado o víctimas.

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La medida de excepcionalidad debe ser desarrollada en el Código Procesal

PENAL
La detención Judicial para inquirir no podrá exceder de seis (6) días contados
desde el momento en que se produzca la misma.
*Modificado por Decreto 106-2011 de fecha 24 de junio de 2011 y Publicado
en el Diario Oficial La Gaceta No. 32,588 del 8 de agosto de 2011. Ratificado
por Decreto No. 88-2012 de fecha 24 de mayo de 2012 y publicado en el Diario
Oficial La Gaceta No. 32, 847 de fecha 15 de junio de 2012

Artículo 78.- Se garantizan las libertades de asociación y de reunión siempre


que no sean contrarias al orden público y a las buenas costumbres.

Artículo 79.- Toda persona tiene derecho de reunirse con otras,


pacíficamente y sin armas, en manifestación pública o en asamblea
transitoria, en relación con sus intereses comunes de cualquier índole, sin
necesidad de aviso o permiso especial.2.-
Las reuniones al aire libre y las de carácter político podrán ser sujetas a un
régimen de permiso especial con el único fin de garantizar el orden público.

Artículo 81.- Toda persona tiene derecho a circular libremente, salir, entrar y
permanecer en el territorio nacional.
Nadie puede ser obligado a mudar de domicilio o residencia, sino en los casos
especiales y con los requisitos que la Ley señala.

Artículo 293.- La Policía Nacional es una institución profesional permanente


del Estado, apolítica en el sentido partidista, de naturaleza puramente civil,
encargada de velar por la conservación del orden público, la prevención,
control y combate al delito; proteger la seguridad de las personas y sus bienes;
Ejecutar las resoluciones, disposiciones, mandatos y decisiones legales de las
autoridades y funcionarios públicos, todo con estricto respeto a los derechos
humanos. La Policial Nacional se regirá por legislación especial.

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Reformado 136-95 del 19 de septiembre de 1995 y publicado en el Diario
Oficial la Gaceta No. 27,834 de fecha 19 de diciembre de 1995 y Ratificado
por Decreto No. 229-96 del 17 de diciembre de 1996 y publicado en el Diario
Oficial la Gaceta No. 28, 172 de fecha de enero de 1997.

Artículo 321.- Los servidores del Estado no tienen más facultades que las
que expresamente les confiere la ley. Todo acto que ejecuten fuera de la ley
es nulo e implica responsabilidad.

2. INSTRUMENTOS INTERNACIONALES RATIFICADOS POR EL ESTADO


DE HONDURAS
Declaración Universal de los derechos Humanos adoptada y proclamada por
la Asamblea General en su resolución 217 A (III), del 10 de diciembre de 1948,
como respuesta a los actos de barbarie cometidos en la Segunda Guerra
Mundial. Su adopción reconoce que los derechos humanos son la base de
la libertad, la justicia y la paz. La Declaración contiene 30 derechos y
libertades que pertenecen a todas las y que nadie puede arrebatar y deben
protegerse.

3. EL CÓDIGO DE CONDUCTA PARA FUNCIONARIOS ENCARGADOS DE


HACER CUMPLIR LA LEY. Adoptado por la Asamblea General de
Naciones Unidas, en su resolución /169, del 17 de diciembre de 1979. Las
Naciones Unidas aprueba el código y decide transmitirlo a los gobiernos con
la recomendación de que consideren favorablemente la posibilidad de
utilizarlo en el marco de la legislación o las prácticas nacionales como
conjunto de principios que han de observar los funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley.

4. PRINCIPIOS BÁSICOS SOBRE EL EMPLEO DE LA FUERZA O ARMAS


DE FUEGO por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre

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Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en La
Habana (Cuba) del 27 de agosto al 7 de septiembre de 1990.

5. REGLAS MÍNIMAS PARA EL TRATAMIENTO DE LOS RECLUSO por el


Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955, y aprobadas
por el Consejo Económico y Social en sus resoluciones 663C del 31 de julio
de 1957 y 2076 del 13 de mayo de 1977

6. CONJUNTO DE PRINCIPIOS PARA LA PROTECCIÓN DE TODAS LAS


PERSONAS SOMETIDAS A CUALQUIER FORMA DE DETENCIÓN O
PRISIÓN. Proclamado por la Asamblea General de la ONU en su Resolución
43/173 Fecha de adopción: 9 de diciembre de 1988.

7. REGLAS DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA PROTECCIÓN DE LOS


MENORES PRIVADOS DE LIBERTAD. Adoptadas por la Asamblea
General en su resolución 45/113, de 14 de diciembre de 1990.

8. DECLARACIÓN SOBRE LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE


JUSTICIA PARA LAS VÍCTIMAS DE DELITOS Y DE ABUSO DE PODER.
Adoptada por la Asamblea General en su resolución 40/34, de 29 de
noviembre de 1985.

9. CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA Y OTROS TRATOS O PENAS


CRUELES INHUMANAS O DEGRADANTE. Adoptada y abierta a la firma,
ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 39/46, de
10 de diciembre de 1984 Entrada en vigor: 26 de junio de 1987.

10. PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS ECONÓMICOS SOCIALES Y


CULTURALES. Adoptado por la Asamblea General en su resolución 2200
A (XXI), de 16 de diciembre de 1966, Entrada en vigor: 3 de enero de 1976.

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11. PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS.
Adoptado por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de
diciembre de 1966, Entrada en vigor: 23 de marzo de 1976

12. CONVENCIÓN INTERNACIONAL SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS


LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN RACIAL. Adoptado por la Asamblea
General en su resolución 2106 A (XX), de 21 de diciembre de 1965, Entrada
en vigor: 4 de enero de 1969

13. CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE


DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER. Adoptada por la Asamblea
General en su resolución 34/180, de 18 de diciembre de 1979. Entrada en
vigor: 3 de septiembre de 1981.

14. CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO. Adoptada por la


Asamblea General en su resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989.
Entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990.

15. LEY ORGÁNICA DE LA SECRETARÍA DE ESTADO EN EL DESPACHO


DE SEGURIDAD Y LA POLICÍA NACIONAL DE HONDURAS.

Decreto 018-2017.- Esta Ley establece las bases jurídicas fundamentales y


generales, que regulan la organización, composición, dirección, coordinación y
funcionamiento de la Secretaría de Estado en el Despacho de Seguridad; así como
la organización, composición, dirección, coordinación y funcionamiento de la Policía
Nacional de Honduras de naturaleza puramente civil.

La Policía Nacional es dirigida por el Presidente de la República, quien ejerce la


administración pública, dirección y supervisión por medio del Secretario de Estado
en el Despacho de Seguridad.

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Artículo 30.- La Policía Nacional es una Institución profesional y permanente del
Estado, regulada por la presente Ley, apolítica en el sentido partidista y de
naturaleza puramente civil, encargada de velar por la conservación del orden
público, la prevención, control y combate al delito, proteger la seguridad de las
personas y sus bienes, ejecutar las resoluciones, disposiciones, mandatos y
decisiones legales de las autoridades y funcionarios públicos, todo con estricto
respeto a la Constitución de la República, las Leyes y los Derechos Humanos.

Artículo 40.- Procedimientos Policiales. Los procedimientos para efectuar


operaciones y actividades policiales, incluidos retenes, allanamientos,
aprehensiones, detenciones y capturas, u otros, deben ser regulados por las Leyes,
reglamentos, manuales de procedimientos, órdenes de operaciones y de servicios
emitidos para tal efecto. Para tal fin la Policía Nacional puede utilizar medios
tecnológicos para vigilancia y patrullaje terrestre, marítimo y aéreo.

El empleo de las armas reglamentarias es legítimo solamente cuando exista un


riesgo grave, inminente o racional contra la vida o integridad física de los miembros
de la Carrera Policial, de un detenido o de terceras personas y de manera disuasiva
cuando existan motivos racionales para suponer que está por producirse una grave
alteración del orden público o resulte necesario para evitar la comisión de un delito
y no estén disponibles otros medios eficaces y menos peligrosos, así como para
repeler un ataque en las circunstancias que establece el Código Penal, según las
causas de justificación y causas de inculpabilidad que sean aplicables al caso.

Reglamentariamente se debe establecer los procedimientos a emplear siguiendo


como norma cualquier otra disposición legal aplicable o instrumentos
internacionales, ratificados por el Estado de Honduras.

Artículo 42.- Servicio Policial Comunitario. La Policía Nacional, debe promover


en todo el territorio nacional la prestación del servicio policial con enfoque

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comunitario, que permita fomentar una cultura de convivencia pacífica y de
participación ciudadana mediante el desarrollo de acciones y programas de
carácter preventivo, proactivo y educativo, estableciendo vínculos de confianza
y proximidad entre policía y comunidad que contribuyan con la seguridad en la
prevención, disuasión y control del delito.

16.- CÓDIGO PENAL DECRETO NO. 130-2017

ARTÍCULO 499.- ABUSO DE AUTORIDAD. Comete el delito de abuso de


autoridad y debe ser castigado con la pena
1. Se niega abiertamente a dar el debido cumplimiento a resoluciones judiciales,
decisiones u órdenes de la autoridad competente revestidas de las
correspondientes formalidades legales. No obstante, lo dispuesto en el párrafo
anterior, no incurre en responsabilidad criminal quien no da cumplimiento a
un mandato que constituya una infracción clara, manifiesta y terminante de
cualquier disposición legal;

2. Indebidamente omite, rehúsa o retarda cualquier acto propio de las funciones


que desempeña. En el caso de que los actos se refieran a tareas de justicia,
orden público, educación o salud pública y exijan un cumplimiento inmediato,
la pena se debe incrementar en un tercio (1/3);

3. Requerido por autoridad competente, no presta la debida cooperación para la


Administración de Justicia u otro servicio público; y,

4. Requerido por un particular a prestar algún auxilio al que venga obligado por
razón de su cargo para evitar algún delito u otro mal, se abstiene de prestarlo.

ARTÍCULO 534.- INFRACCIÓN DEL DEBER DE RESISTENCIA. Los funcionarios


o empleados públicos que, estando obligados por razón de su cargo o funciones,
no utilizan los medios legales a su alcance para contener una rebelión, deben ser

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castigados con la pena de prisión de dos (2) a cuatro (4) años e inhabilitación
especial para cargo u oficio público por tiempo de cuatro (4) a seis (6) años.

ARTÍCULO 553.- REUNIONES Y MANIFESTACIONES ILÍCITAS. Son reuniones


o manifestaciones ilícitas las siguientes:
1. Las que se convocan con la expresa finalidad de cometer delitos. Para que
concurra este supuesto es necesario que exista una planificación del presunto
delito; y,

2. Aquellas a las que concurren sus participantes portando armas de fuego,


artefactos explosivos u otros objetos igual de peligrosos que los anteriores.
Para que concurra este supuesto se exige que sean los promotores o
asistentes los que lleven las armas u objetos, no personas ajenas a la reunión
o manifestación.

3. Quienes promueven, dirigen o presiden las reuniones o manifestaciones a las


que se refieren los numerales anteriores, deben ser castigados con la pena
de prisión de dos (2) a cuatro (4) años y multa de cien (100) a quinientos (500)
días en el caso de que la finalidad sea cometer delitos graves, y con la pena
de prestación de servicios de utilidad pública y multa de veinticinco (25) a
cincuenta (50) días cuando se trate de delitos no considerados como graves.

4. El resto de partícipes en la reunión o manifestación ilícitas deben ser


castigados con la pena de prisión de uno (1) a tres (3) años y multa de cien
(100) a doscientos (200) días, en el caso de que la finalidad sea cometer
delitos graves, y con la pena de prestación de servicios de utilidad pública
cuando se trate de delitos no considerados como graves.
Las penas anteriores se deben imponer sin perjuicio de las que correspondan
por los concretos delitos que se puedan cometer.

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ARTÍCULO 570.- ATENTADO. Quien acomete contra la autoridad, funcionarios o
empleados públicos, los intimida gravemente, hace resistencia activa grave o
emplea la fuerza contra ellos, cuando están en el ejercicio de las funciones de su
cargo o como consecuencia del mismo, debe ser castigado como autor de un
delito de atentado con las penas de prisión de uno (1) a tres (3) años y multa de
cien (100) a trescientos (300) días.
Si en los supuestos anteriores el atentado se verifica con armas, explosivos o
prevaliéndose el culpable del ejercicio de funciones públicas, las penas deben ser
incrementadas en un tercio (1/3).

ARTÍCULO 572.- DESOBEDIENCIA. Quienes, sin estar comprendidos en los


artículos anteriores, desobedecen gravemente a la autoridad, funcionarios o
empleados públicos en el ejercicio de sus funciones, deben ser castigados con las
penas de prisión de seis (6) meses a dos (2) años.

ARTÍCULO 573.- DESÓRDENES PÚBLICOS. Quien mediante violencia o


intimidación grave atemoriza a una población o parte de ésta, debe ser castigado
con la pena de prisión de uno (1) a tres (3) años. Si se crea un grave peligro para
la vida, la salud de las personas o el patrimonio, la pena a imponer se debe
incrementar en un tercio (1/3), salvo que los hechos estén castigados con pena más
grave en otras disposiciones del presente Código.

Quien públicamente difunde de forma reiterada noticias o rumores falsos que


atemoricen a la población o parte de ésta y, de este modo se crea un peligro grave
para la vida, la salud de las personas o el patrimonio, debe ser castigado con la
pena de prisión de uno (1) a tres (3) años, salvo que los hechos estén castigados
con penas más graves en otras disposiciones del presente Código.

ARTÍCULO 574.- PERTURBACIÓN DEL ORDEN. Quienes actuando en grupo


perturban el orden público causando lesiones a las personas, produciendo daños o
invadiendo con violencia o intimidación graves instalaciones o edificios, deben ser

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castigados con las penas de prisión de uno (1) a tres (3) años y multa de cien (100)
a doscientos (200) días, sin perjuicio de las penas que corresponda por los otros
delitos cometidos con ocasión de la perturbación.

Deben ser castigados con la pena de multa prevista en el párrafo anterior quienes
perturban gravemente el orden en un Órgano Jurisdiccional competente, en los
actos públicos propios de cualquier autoridad o corporación, en oficina o
establecimientos públicos, en centro docente o con motivo de la celebración de
espectáculos deportivos o culturales.

ARTÍCULO 575.- DISPARO DE ARMA DE FUEGO. Quien en población o en sitio


concurrido dispara un arma de fuego u otro instrumento de similar potencialidad,
debe ser castigado con las penas de prisión de seis (6) meses a un (1) año y
suspensión del derecho a la tenencia y portación de armas de fuego por el tiempo
de tres (3) a cinco (5) años.
Las penas deben ser aumentadas en dos tercios (2/3) en el caso de que los autores
fueran funcionarios o empleados públicos.

ARTÍCULO 576.- IMPEDIMENTO DE TRÁNSITO A EQUIPOS DE SOCORRO O


A CENTROS DE ASISTENCIA. Quienes, durante la realización de una reunión o
manifestación lícita o ilícita, impiden el tránsito a elementos de socorro o asistencia
pública o imposibilitan el acceso a centros de este último carácter, deben ser
castigados con la pena de prisión de seis (6) meses a dos (2) años. Las penas
anteriores se deben imponer sin perjuicio de las que correspondan por los
concretos delitos que se puedan cometer.

17 LEY DE LA POLICÍA Y CONVIVENCIA SOCIAL

Decreto 226-2001.- sustituyó la Ley de Policía de 1906. En sus considerandos,


esta ley busca garantizar la satisfacción de las necesidades de armónica
convivencia, buen gobierno municipal y legitimar las acciones de la Policía

27
Nacional. Fundamenta que la función policial general como la especial, tengan
limitado claramente su campo específico, estableciéndose dentro del más amplio
respeto de los derechos humanos los procedimientos policiales y las acciones
propias del gobierno municipal.

ARTÍCULO 1.- La función policial general y especial se instituye para garantizar a


los habitantes del territorio hondureño; el libre ejercicio de sus derechos y
libertades, velando por el cumplimiento de las leyes y regulaciones que tienen por
objeto proteger la vida, honra, bienes y creencias de las personas; mantener
el orden público, las buenas costumbres y la armónica convivencia social; la
erradicación de la violencia; la implantación del ordenamiento territorial urbano
y rural; preservar el ornato; proteger al consumidor contra los abusos que puedan
cometerse en el comercio de bienes y servicios; restablecer el orden doméstico,
proteger el ambiente; tutelar a la infancia y la adolescencia; preservar la moralidad
pública, la salud así como el patrimonio histórico y cultural, cumplir las
regulaciones en materia de espectáculos públicos, servicios de cementerios,
mercados, rastros, procesadoras de alimentos, y terminales de transporte;
asegurar el bienestar de los habitantes, tanto en las áreas urbanas como rurales;
sin perjuicio de las atribuciones contenidas en otras leyes. También es función de
la policía salvaguardar la propiedad pública contra la ocupación violenta, ilegal y
desordenada de los bienes nacionales, fiscales y de uso público.

ARTÍCULO 3.- La función policial es general y especial; la primera se ejerce en


toda la República por la Secretaría de Estado en el Despacho de Seguridad a través
de la Policía Nacional, la segunda por la Municipalidad en sus respectivos
términos, por medio de acuerdo y ordenanzas conforme a la Ley de
Municipalidades.

La Secretaría de Estado en el Despacho de Seguridad, organizará en las


cabeceras departamentales y municipales más importantes, “Oficinas de
Conciliación” para asuntos de policía general y las Corporaciones Municipales,

28
organizarán “Departamentos Municipales de Justicia” de su dependencia. Dichas
Oficinas y Departamentos estarán a cargo preferentemente de profesionales de la
Carrera de Ciencias Jurídicas y Sociales, y donde no fuere posible obtener personal
que llene tal requisito, en el caso de los Departamentos Municipales de Justicia,
estarán a cargo de un Regidor nombrado por la Corporación; respecto de las
Oficinas de Conciliación, la Secretaría de Estado en el Despacho de Seguridad
podrá nombrar a profesionales de otras carreras universitarias en el área social.

Los Jefes de Departamentos Municipales de Justicia y Directores de Oficinas de


Conciliación, podrán ser uno o varios y estarán asistidos por los correspondientes
secretarios.

ARTÍCULO 5.- Sin perjuicio de las establecidas en su Ley Orgánica son funciones
de la Policía Nacional, las siguientes:
1) Velar por la conservación y restablecimiento del orden público para la
armónica convivencia social;
2) Prevenir, disuadir, controlar, investigar y combatir el delito, las faltas e
infracciones;
3) Proteger la vida, honra, bienes, creencias, derechos y libertades de las
personas y la seguridad de las personas públicas y privadas;
4) Ejecutar las resoluciones, disposiciones, mandatos y decisiones legales de
las autoridades competentes;
5) La prevención y eliminación de las perturbaciones a la tranquilidad, moralidad
pública y buenas costumbres;
6) Llevar registro y control general de la tenencia y portación de armas de
conformidad con la ley respectiva; y,
7) Las demás establecidas en la Ley Orgánica de la Policía Nacional.

ARTÍCULO 7.- La función policial se desarrollará observando los principios


siguientes:
a) Actitud de respeto a las personas;
b) Identificación con los intereses, valores y cultura de la comunidad; y,

30
c) Aceptación y sentido de servicio a la comunidad.

DEL EMPLEO DE LA FUERZA Y OTROS MEDIOS COACTIVOS

ARTÍCULO 38.- La autoridad de policía sólo podrá hacer uso de la fuerza en los
términos establecidos por el Código Procesal Penal, la Ley Orgánica de Policía, de
esta Ley, los Reglamentos y la normativa de Naciones Unidas sobre la materia.

ARTÍCULO 39.- La policía podrá hacer uso de la fuerza o de instrumentos


coactivos cuando se hayan agotado o fracasado otros procedimientos no violentos,
y solamente en los casos siguientes:
1. Para hacer cumplir las decisiones y órdenes de los Jueces y demás
autoridades;
2. Para impedir la inminente o actual comisión de delitos o infracciones de
policía;
3. Para asegurar la captura de el que debe ser conducido ante la autoridad;
4. Para vencer la resistencia de quien se oponga a una orden policial legítima
que deba cumplirse inmediatamente;
5. Para evitar mayores peligros y perjuicios en casos de calamidad pública;
6. Para defender a otros de una violencia física o psicológica;
7. Para proteger a las personas contra peligros inminentes y graves;
8. Para asegurar el mantenimiento y restauración del orden público y la pacífica
convivencia; y,
9. En general para proteger toda persona víctima de agresión física violenta o
psicológica.

ARTÍCULO 40.- Para preservar el orden público la policía empleará sólo medios
autorizados por la Ley o Reglamento y escogerá siempre entre los eficaces,
aquellos que acusen menor daño a la integridad de las personas y de sus bienes.
Tales medios no podrán utilizarse más allá del tiempo indispensable para el
mantenimiento del orden o su restablecimiento.

31
Las armas de fuego sólo se emplearán contra las personas, cuando se actúe en
defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte o
lesiones graves o con el propósito de evitar la comisión de un delito particularmente
grave que entrañe una seria amenaza. Para la vida o con el objeto de detener a
una persona que represente peligro y oponga resistencia a su autoridad, o para
impedir su fuga, y sólo en caso de que resulten insuficientes medidas menos
extremas para lograr dichos objetivos. En cualquier caso, sólo se podrá hacer uso
intencional de armas letales cuando sea estrictamente inevitable para proteger una
vida.

ARTÍCULO 41.- Los policías están obligados a dar sin dilación el apoyo de su
fuerza por propia iniciativa o porque se le pida directamente de palabra o por voces
de auxilio, a toda persona que esté urgida de esa asistencia para proteger su vida
y honor, sus bienes, la inviolabilidad de su domicilio, su libertad personal o su
tranquilidad.

ARTÍCULO 42.- En los casos de grave urgencia o de emergencia, la policía puede


exigir la cooperación de las personas. Con tal ocasión podrá utilizar por la fuerza y
transitoriamente bienes indispensables para el desempeño de su misión, como
vehículos, ocupación de lugares privados, alimentos y medicinas, personas cuyos
bienes haya sido utilizados deberá ser indemnizado.

ARTÍCULO 43.- Los espectáculos y actividades recreativas de carácter público


estarán sujetos a medidas de seguridad de policía en atención a los fines
siguientes:
1. Garantizar la seguridad frente a los riesgos que, para las personas o sus
bienes, se puedan derivar del comportamiento de quienes organicen un
espectáculo o actividad recreativa, participen en ellos o los presencien;
2. Asegurar la pacífica convivencia cuando pudiera ser perturbada por la
celebración del espectáculo o el desarrollo de la actividad;

32
3. Limitar las actividades de los locales y establecimientos públicos a las que
tuvieren autorizadas, e impedir, en todo caso, el ejercicio en ellos de
cualquiera otras que estuvieren prohibidas; y,
4. Fijar las condiciones a las que habrán de ajustarse la organización, venta de
localidades y horarios de comienzo y terminación de los espectáculos o
actividades recreativas, siempre que sea necesario, para que su desarrollo
transcurra con normalidad.

Los espectáculos deportivos quedarán, en todo caso, sujetos a las medidas de


prevención de la violencia que se disponen en las Leyes y Reglamentos Deportivos.

ARTÍCULO 51.- Las autoridades a las que se refiere la presente Ley, adoptarán
las medidas necesarias para proteger la celebración de reuniones o
manifestaciones y de espectáculos públicos, procurando que no se perturbe la
seguridad de las personas.

Sin embargo, podrán suspender los espectáculos y disponer el desalojo de los


locales y el cierre provisional de los establecimientos públicos mientras no existan
otros medios para evitar las alternaciones graves de la seguridad que se estuvieren
produciendo; dichas autoridades podrán reportar su cumplimiento a la autoridad
competente.

La policía podrá disolver a los grupos que protesten en toma de calles, puentes,
carreteras, edificios e instalaciones afectando a servicios públicos cuando impidan
la libre circulación o el acceso a los mismos si contrarían el orden público, la moral
y las buenas costumbres y dañan la propiedad pública y privada.
En los casos a que se refiere el Artículo anterior, los empleados de empresas
privadas de vigilancia y seguridad si los hubiera, deberán colaborar con la policía.

ARTÍCULO 52.- En el caso de que se produzca alteraciones a la paz pública


poniendo en peligro la seguridad ciudadana con armas o con otros medios de

33
acción violenta, u obstaculizando el libre tránsito, los cuerpos policiales disolverán
la reunión o manifestación y retirarán los obstáculos.

ARTÍCULO 53.- La autoridad policial podrá realizar los operativos de control


necesario para impedir que en los centros deportivos y recreativos en los
establecimientos públicos y medios de transporte colectivo, se porten o utilicen
armas, procediendo a su depósito temporal, incluso de las que se lleven con
licencia o permiso y de cualesquiera otros medios de agresión, si se estima
necesario, con objeto de prevenir la comisión de cualquier delito o cuando
exista peligro para la seguridad de las personas o de las cosas. Si no portare
permiso para su portación se procederá al decomiso, en todo caso se extenderá
recibo correspondiente donde se indicará el lugar para reclamarla. Los propietarios
o encargados de dichos establecimientos están en la obligación de instalar y poner
en funcionamiento avisos, detectores y espacios necesarios para el depósito de
las armas.

ARTÍCULO 54.- Las Policía Nacional podrá limitar o restringir, por el tiempo
imprescindible, la circulación o permanencia en vías o lugares públicos, zonas de
alto riesgo en que opera la delincuencia, en alteración del orden público para
proteger, prevenir o reprimir al crimen organizado, la seguridad o la pacífica
convivencia, cuando fuere necesario para su restablecimiento. Asimismo, podrán
decomisar preventivamente los efectos o instrumentos susceptibles de ser
utilizados para acciones ilegales, en cuyo caso se aplicará lo dispuesto en el
Artículo anterior.

ARTÍCULO 55.- Para el descubrimiento y detención de los participantes en un


hecho delictivo causante de grave alarma social y para la recolección de los
instrumentos, efectos o pruebas del mismo, se podrá establecer controles en las
vías, lugares o establecimiento públicos, en la medida indispensable a los fines de
este apartado, al objeto de este proceder a la identificación de las personas que
transiten o se encuentren en ellos, al registro de los vehículos y al control superficial

33
de los efectos personales con el fin de comprobar que no se portan sustancias o
instrumentos prohibidos o peligrosos. El resultado de la diligencia se podrá de
inmediato en conocimiento del Juez correspondiente, autoridad inmediata y la
Fiscalía.

ARTÍCULO 56.- En los casos de resistencia o negativa infundada, para presentar


documentos de identidad o de propiedad de vehículos u objetos de necesaria
portación, se podrá requerir la conducción de dichas personas a las dependencias
próximas que cuenten con medios adecuados para realizar la diligencia de
identificación o acreditación de propiedad, para este solo efecto y por el tiempo
indispensable.

DE LAS REUNIONES Y MANIFESTACIONES PÚBLICAS

ARTÍCULO 60.- En ejercicio del Derecho constitucional de reunión y manifestación


pública, toda persona puede reunirse con otras o desfilar en sitios públicos, con el
fin de exponer ideas o intereses de carácter político, religioso, económico, social o
cualquier otro que sea lícito, sin necesidad de aviso o permiso especial. Sin
embargo, deberán prohibirse cuando se considere que afectarán la libre circulación
y derecho de los demás. En el ámbito político se estará a lo dispuesto en la Ley
Electoral y de las Organizaciones Políticas.

ARTÍCULO 61.- Toda reunión o desfile público que degenere en riña tumultaria o
en desorden público, será disuelta por la policía.

ARTÍCULO 62.- Se prohíbe portar armas o cualquier objeto que pueda causar daño
a las personas, a la propiedad o al ambiente, en reuniones, manifestaciones o
desfiles.

35
ARTÍCULO 63.- La persona que en ocasión de reunión o desfile en sitio público
infrinja las leyes, será detenida y puesta a la orden de la autoridad competente si
fuere procedente.

18. CÓDIGO PROCESAL PENAL DECRETO NO. 9-99-E

ARTÍCULO 46.- Enumeración de las excepciones. En el procedimiento penal sólo


son admisibles como excepciones: 1) La incompetencia; 2) La falta de acción,
cuando no haya debido promoverse o cuando no pueda proseguirse; y, 3) La
extinción de la acción penal.

ARTÍCULO 47. Momento procesal y forma de interponerlas. La excepción de


incompetencia podrá interponerse oralmente en la audiencia inicial y las de falta de
acción y la de extinción de la acción, en cualquier etapa del proceso. La carga de la
prueba recaerá sobre quien plantee la excepción. Iniciado el juicio, la excepción de
falta de acción y de extinción de la misma, se interpondrán por escrito durante la
etapa de preparación del debate, en el caso de que se funden en hechos o
circunstancias que no han sido conocidas antes de la elevación de la causa a juicio.

En el trámite oral, el Tribunal de Sentencia recibirá la prueba y resolverá de


inmediato; Cuando deba plantearse por escrito durante la preparación del debate,
el tribunal resolverá dentro de los tres (3) días siguientes.
Contra esta resolución podrá interponerse el recurso de reposición y,
subsidiariamente, el de apelación.

En el curso del debate, podrán interponerse las excepciones indicadas tan pronto
como lleguen al conocimiento del interesado; Si el tribunal desestima, en el acto,
la excepción propuesta, la parte proponente podrá formular su propuesta en el acto,
a efectos del recurso que pueda interponerse contra la sentencia que se dicte en su
dí; Si se reserva para su resolución en la sentencia, el recurso que se formule contra
ésta podrá extenderse a éste extremo.

36
ARTÍCULO 48.- Efectos de la admisión de la excepción de incompetencia. Una
vez firme la sentencia que declara la incompetencia, el órgano jurisdiccional
remitirá de oficio los antecedentes al que se considere competente y pondrá a su
disposición las correspondientes pruebas o piezas de convicción. Lo anterior, no
obstará para que adopte las medidas que considere urgentes y necesarias para la
buena marcha del juicio. En caso de existir múltiple y simultánea persecución penal,
se actuará de acuerdo con las normas que regulan las cuestiones de competencia.

ARTÍCULO 175.- Aprehensión de las Personas. La Policía Nacional podrá


aprehender a cualquier persona aún sin orden judicial en los casos siguientes:
1. En caso de flagrante delito, entendiéndose que se produce tal situación
cuando:
a) Sea sorprendida cometiendo el delito o en el momento de ir a cometerlo;
y,
b) Sea sorprendida inmediatamente después de cometido el delito.

2. Cuando la persona sorprendida en alguno de los dos casos anteriores, está


siendo perseguida por la fuerza pública, por el ofendido o por otras personas.
En ambos casos, cualquier persona podrá también proceder a la aprehensión
y adoptar las medidas necesarias para evitar que el delito produzca
consecuencias. La persona aprehendida será entregada inmediatamente a la
autoridad más próxima;

3. Cuando existan indicios muy fundados de haberse cometido un delito y la


persona aprehendida haya sido sorprendida teniendo en su poder armas,
instrumentos o efectos procedentes del delito o falta, o presente señales o
vestigios que permitan inferir la participación del aprehendido en la infracción
cometida o intentada;

37
4. Cuando existan indicios muy fundados de haberse cometido un delito, de
haber participado en él la persona aprehendida y que ésta pueda tratar de
ocultarse, fugarse o ausentarse del lugar; y,

5. Cuando al iniciarse las investigaciones, en la imposibilidad de distinguir entre


las personas presentes en el lugar, a los partícipes en el hecho y a los testigos,
exista necesidad urgente de impedir que alguna de ellas se ausente, o se
comuniquen entre si, así como evitar que puedan modificar en cualquier forma,
el estado de las cosas o el lugar del delito.

En éste último caso, una vez acreditada la ausencia de indicios de


participación respecto de una o más de las personas retenidas, serán éstas
dejadas en libertad, una vez recibida la información necesaria para la
investigación y dejada constancia de los datos relativos a su identidad.

La Policía Nacional podrá también aprehender nuevamente a la persona que


consiga fugarse después de una primera aprehensión, lo mismo a la que se
hubiera evadido del establecimiento donde se encontrará en calidad de
detenido, preso o penado, o durante su traslado desde o hacia dicho
establecimiento.

Dentro de las seis (6) horas siguientes al momento de la aprehensión, la


autoridad policial que la haya practicado o a la que le haya sido entregada la
persona sorprendida in fraganti, dará cuenta del hecho al Ministerio Público y
al juez competente. Si la captura la realiza la Policía Preventiva, deberá poner
a la persona aprehendida, de manera inmediata, a la orden de la Dirección
Nacional de Investigación Criminal (DNIC)19, así como los instrumentos, los
efectos del delito y las piezas de convicción si las hubiere.

38
ARTÍCULO 176.- Detención Preventiva. El Ministerio Público podrá ordenar la
detención preventiva de una persona cuando:
1. Existan razones para creer que participó en la comisión de un delito y que
puede ocultarse, fugarse o ausentarse del lugar;
2. Al iniciarse las investigaciones, no puedan identificarse los presuntos
imputados o testigos y haya que proceder con urgencia, a fin de evitar que
quienes estuvieron presentas en el lugar en que se cometió el delito se alejen
del mismo, se comuniquen entre sí o se modifique en cualquier forma, el
estado de las cosas o el lugar del delito; y,
3. Sin justa causa, cualquier persona obligada a prestar declaración, se niegue a
hacerlo después de haber sido debidamente citada.

Toda detención preventiva será puesta sin tardanza en conocimiento del juez
competente y en ningún caso podrá exceder de veinticuatro (24) horas o cuarenta
y ocho (48) en aquellos casos en que investiguen los delitos de investigación
complejas, acusa de la multiplicidad de los hechos relacionados, dificultades en la
obtención de pruebas o por elevado número de imputados o víctimas.

La orden de detención preventiva deberá contener la denominación de la autoridad


de quien emane; el lugar y la fecha de su expedición; el nombre, apellidos y demás
datos que sirvan para identificar a quien debe detenerse, la causa de la detención y
la firma y sello de quien la expide.
Salvo en los casos previstos en los artículos 279, 281 y 282, la Policía Nacional
no podrá ordenar o practicar la detención preventiva de persona alguna.

ARTÍCULO 206.- Registros Personales. Cuando existan motivos que hagan


presumir que, dentro de sus ropas o pertenencias, una persona oculta, esconde o
lleva adheridos a su cuerpo, objetos, señales o vestigios relacionados con un delito,
se le practicarán registros incautándosele las cosas encontradas. En tal caso, podrá
ordenarse su conducción en forma coactiva a las oficinas competentes.

39
Antes de proceder al registro se advertirá a la persona sobre la sospecha que se
tenga y se le invitará a que muestre o exhiba lo que lleva consigo y si la entrega
voluntariamente, no se procederá al registro,salvo que hayan motivos fundados
para creer que aún oculta alguna cosa relacionada con el delito.

Lo dispuesto en el párrafo anterior se hará, de ser posible, en presencia de dos (2)


testigos hábiles, si pidieran ser habidos sin demora, quienes preferiblemente
deberán ser vecinos del sitio en que tuvieron lugar los hechos investigados, dejando
constancia en el acta de lo actuado.

Los agentes de la Policía Nacional no podrán llevar a cabo registros personales,


sobre zonas corporales que afecten el pudor de las personas registradas. Salvo el
caso en que existan motivos muy fundados para temer una agresión inminente por
parte de dicha persona, su registro se hará por otra del mismo sexo. Las
inspecciones corporales que afecten a zonas anatómicas íntimas, sólo podrán
llevarse a cabo en virtud de mandato judicial, a petición fundada de parte, por
médico o, en su defecto, por personal sanitario.

El juez, al tomar su decisión, por auto motivado, ponderará la utilidad,


proporcionalidad e insustituibilidad por otros procedimientos de examen, de la
inspección corporal.

Cuando el examen corporal no pueda demorarse el tiempo necesario para obtener


la autorización judicial, y exista grave peligro de frustración del resultado de la
medida, podrá ser autorizado por el Ministerio Público, quien dará inmediata y
razonada cuenta al juez, el cual, por auto motivado, convalidará el registro o examen
o lo dejará sin efecto.

40
ARTÍCULO 207.- Forma de practicar los registros personales. Los registros a
que se refiere el artículo anterior, se practicarán individualmente y con respeto
absoluto para la dignidad, el pudor, la integridad corporal y la salud de las personas.
El registro de personas será efectuado por agentes del mismo sexo y, de no
haberlas, por dos (2) personas también del mismo sexo, designadas para el efecto.
En ningún caso se empleará violencia para practicar el examen corporal y si éste
afectare las zonas corporales íntimas, deberá ser hecho por un médico, y de no
haberlo, por personal sanitario.

La persona examinada tendrá derecho a requerir que, durante el examen, esté


presente una persona de su confianza, siempre que pueda localizarse sin tardanza
que implique riesgo de frustración de la finalidad perseguida por la medida. Los
resultados del registro se harán constar en acta, que firmarán los agentes de
investigación que lo hayan practicado y además, la persona registrada. Si ésta no
quiere o no puede firmar, se dejará constancia de éste hecho en dicha acta.

ARTÍCULO 208.- Inspección de vehículos. Siempre que existan motivos para


presumir que en un vehículo terrestre, marítimo o aéreo se encuentran elementos
útiles para la investigación de un hecho criminal, podrá ser inspeccionado por
agentes de la Policía Nacional. Las diligencias practicadas y sus resultados se harán
constar en acta, en la forma prescrita en el artículo 207 de éste Código.

Lo dispuesto en el párrafo anterior, no es aplicable a remolques que constituyan


morada de una o mas personas, aunque sólo sea occasional. Para el registro o
examen de correspondencia u otros documentos o papeles privados y efectos
personales hallados en el interior del vehículo y que puedan afectar la intimidad de
alguna persona, habrá de contar con el consentimiento de su titular o, en su defecto,
con autorización judicial. Los agentes que lleven a cabo el registro, en caso de
oposición al examen de dichos papeles, documentos o efectos, los recogerán y
pondrán a disposición del Ministerio Público y éste, a su vez, si estima de interés
para la investigación en curso, el conocimiento de su contenido, los pondrá a

41
disposición del juez, quien procederá en la forma prevista por el artículo 221 de éste
Código.

Cuando existan razones fundadas de que la correspondencia, los papeles o los


efectos encontrados puedan entrañar grave e inminente peligro, los agentes
policiales podrán proceder a su apertura, para el solo efecto de comprobación,
ajustándose luego, a lo establecido por el párrafo anterior. Artículo 209. Registro
de sitios públicos. Cuando existan motivos para presumir que en un lugar público
se ha cometido un delito o que en el mismo existen pruebas relacionadas con el que
se está investigando o que en él se encuentra alguna persona fugada o sospechosa
de haber participado en la comisión de un delito, se registrará el lugar sin más
trámite.

El registro de templos, edificios públicos, instalaciones militares o, en general, de


bienes del Estado, se efectuará con sólo hacérsele saber a la persona a cuyo cargo
se encuentren. Dicha persona podrá asistir a la diligencia o nombrar a otra para que
la represente. La negativa a permitir el registro será constitutiva del delito de
desobediencia. Si en cualquiera de los lugares mencionados en los párrafos
precedentes existen bienes muebles cerrados o compartimientos también cerrados,
en los que se presuma que se encuentran elementos útiles para la investigación de
un hecho criminal, podrán ser inspeccionados de conformidad a lo que disponen los
artículos 207 y 208, precedentes.

El registro se practicará en presencia de quienes se encuentren en el lugar. Los


elementos probatorios de la comisión de un delito serán mantenidos en depósito por
la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC) o de acuerdo con lo que
disponga el fiscal encargado de la investigación del hecho, conforme lo establecido
en el artículo 217.
De todo lo actuado se dejará constancia en acta, la que deberá reunir los requisitos
establecidos en el artículo 207 precedente.

42
ARTÍCULO 210.- Facultades De Las Autoridades En La Práctica De Registros.
Cuando se practique un registro, la autoridad competente podrá ordenar que
permanezcan en el lugar las personas que se encuentren en el mismo o que hagan
acto de presencia cualesquiera otras; Quienes no acaten la orden impartida,
incurrirán en la responsabilidad de los testigos que no atiendan una citación, sin
perjuicio de ser retenidos en el lugar o conducidos al mismo en forma coactiva. La
restricción de la libertad durará lo imprescindible para la práctica del registro y, en
ningún caso podrá exceder de veinticuatro (24) horas.

ARTÍCULO 211.- Horas en que pueden practicarse los registros. Los registros
que no impliquen el allanamiento de una morada, podrán practicarse en días y horas
hábiles o inhábiles.

ARTÍCULO 212.- Requisitos para practicar allanamiento de moradas. El


allanamiento de una morada, casa o lugar en que viva una persona, sólo podrá
efectuarse previa orden escrita del órgano jurisdiccional competente.

Lo dispuesto en el párrafo anterior no será aplicable en caso de flagrancia o cuando


la medida sea necesaria para impedir la comisión de un delito, para evitar la fuga
de un delincuente o la destrucción, pérdida u ocultamiento de las pruebas o
evidencias con miras a lograr la impunidad de los responsables y no sea posible
esperar el tiempo necesario para solicitar la autorización judicial. En estos casos,
el Ministerio Público, una vez practicado el allanamiento, lo pondrá inmediatamente
en conocimiento del juez competente, al que explicará las razones que lo
determinaron. El juez, por auto motivado, convalidará o anulará, total o
parcialmente, lo actuado. En lo demás, se estará a lo dispuesto por el artículo 99 de
la Constitución de la República.

43
Quedarán comprendidos dentro de lo dispuesto por el párrafo anterior, los casos
siguientes:
1. Cuando exista noticia fundada de que una persona extraña a las que habitan
una morada, casa, lugar en que viva una persona, fue vista en el momento en
que se introducía a ésta en circunstancias inusuales;
2. Cuando la persona que es perseguida para su captura, entra a una casa
habitada, sea propia o ajena;
3. Cuando de una morada, se oyen voces o gritos de alarma que pongan de
manifiesto que se esta cometiendo un delito o que alguien solicita auxilio; y,
4. Cuando el allanamiento se haga necesario por causa de incendio, terremoto,
inundación, epidemia u otro peligro semejante.

En los casos contemplados en los numerales precedentes, la autoridad policial que


practique el allanamiento deberá, en lo posible, hacerse acompañar de dos (2)
testigos mayores de edad, que no tengan vinculación alguna con los cuerpos de
investigación. Concluido el allanamiento, se levantará acta que firmarán quienes
hayan participado en el mismo y aquellos en cuya presencia se efectuó. Si se
negaren a hacerlo, se hará constar esta circunstancia y las razones que aduzcan
para ello.

ARTÍCULO 213.- Mandamiento y contenido de la orden de allanamiento. Para


practicar un allanamiento, el juez expedirá mandamiento que contendrá los
requisitos siguientes:
1. El órgano jurisdiccional que ordena el allanamiento y el asunto con el que se
relaciona;
2. La indicación precisa del lugar o lugares que habrán de ser registrados;
3. La indicación de ser registrados;
4. La designación de juez ejecutor, el que en todo caso deberá estar
acompañado por agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal
(DNIC)21 o en su defecto por la Policía Nacional Preventiva;

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5. El motivo preciso del allanamiento, con indicación concreta de las personas u
objetos buscados, si son conocidos, y de las diligencias por practicar; y,
6. La fecha, la firma y sello del juez.

ARTÍCULO 224.- Clausura de sitios o establecimientos. Los jueces, lo mismo


que el Ministerio Público y, en defecto de éste, la Policía Nacional, podrá ordenar la
clausura de cualquier casa, edificio, recinto, sitio o establecimiento, en el que existan
indicios de que se ha cometido un delito. La clausura no podrá durar más de
veinticuatro (24) horas prorrogables en virtud de autorización judicial hasta por
veinticuatro (24) horas. Mientras dure la clausura, solo tendrán acceso al bien los
representantes de la autoridad que haya ordenado la medida.

Si el sitio clausurado es una casa de habitación, las autoridades competentes


procederán de acuerdo con la regla del allanamiento previstas en éste Código. De
todo lo actuado se dejará constancia en acta, que firmarán, en lo posible, dos
testigos vecinos del lugar, además de los agentes de la autoridad que hayan
intervenido.

ARTÍCULO 280.- Atribuciones de la Dirección Nacional de Investigación


Criminal (DNIC). La Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) tendrá,
además, de las establecidas en la Ley Orgánica de la Policía Nacional, las
atribuciones siguientes:
1. Recibir denuncias;
2. Emplear la fuerza de modo excepcional y en la medida estrictamente
necesaria;
3. Permitir la intervención del defensor del inculpado en los términos previstos en
éste Código;
4. Informar sin tardanza al Comisionado de los Derechos Humanos sobre las
detenciones practicadas;
5. Auxiliar a la víctima y proteger a los testigos

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ARTÍCULO 282.- Reglas A Que Está Sometida La Detención O Captura De
Una Persona. Para aprehender, detener o capturar a una persona, los miembros
de la Policía Nacional actuarán de acuerdo con las reglas siguientes:
1. Identificarse, en el momento de la captura, como agentes de la autoridad, para
lo cual exhibirán el carnet o placa que los acredite como tales;

2. Hacer uso de la fuerza solo cuando sea estrictamente necesario para el eficaz
desempeño de las funciones y en la proporción que lo requiera la práctica de
la detención;

3. Emplear las armas sólo cuando exista riesgo grave inminente o racional para
la vida y la integridad física del agente o de terceras personas; temer una grave
alteración del orden público, o sea necesario para evitar la comisión de un
delito y no estén disponibles otros medios igualmente eficaces y menos
peligrosos;

4. No cometer ni inducir o permitir que se cometan torturas, tormentos u otros


tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes, tanto en el momento de
la captura como durante el tiempo que dure la detención;

5. No presentar a los detenidos antes los representantes de los medios de


comunicación, preservando su derecho a que se les considere y trate como
inocentes y el respeto a su propia imagen;

6. Informar a los detenidos o arrestados, en el momento de su detención o


arresto, con la mayor claridad posible, sobre el motivo de la detención y
ponerles de manifiesto el derecho que tienen de darle cuenta de su situación
a un pariente o persona de su elección; de ser asistidos por un defensor; de
guardar silencio; de no declarar contra sí mismos, contra su cónyuge o
compañero de hogar ni contra sus parientes dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad y de que sólo hace prueba la

46
declaración rendida ante juez competente; de su derecho a ser examinados
por médico forense o, no siendo posible la presencia de éste sin gran demora,
por otro médico disponible a fin de que deje constancia de su estado físico, y
pueda atenderlo si fuere necesario y, en general, detalladamente, de cuantos
derechos se reconocen al imputado en el artículo 101 de éste Código;

7. Comunicar en el momento de efectuarse la detención, a los parientes u otras


personas relacionadas con el detenido, el establecimiento al que será
conducido; y,

8. Asentar en un registro especial que tendrá el carácter de documento


público, el lugar, día y hora de la detención, el que será autorizado por el
Secretario de Estado en el Despacho de Seguridad.

19. LEY DE TRANSITO DECRETO 205-2005

ARTÍCULO 8.- La Dirección Nacional de Tránsito es la institución del Estado


autorizada para dirigir, organizar y ejecutar las políticas de tránsito y seguridad vial
en el ámbito nacional, en concordancia con las disposiciones de la Ley Orgánica de
la Policía, la Ley de Policía y Convivencia Social, la Ley de Municipalidades y otras
normas aplicables.

ARTÍCULO 9.- Para el efectivo cumplimiento de la presente Ley, la Dirección


Nacional de Tránsito podrá solicitar a cualquier institución del Estado, la
colaboración que estimare necesaria para la solución de los problemas que
surgieren en materia de tránsito o para asesorar a la misma en los casos que lo
estimare conveniente.
Estas instituciones están en la obligación de prestar la colaboración que les
solicitare.

47
ARTÍCULO 10.- La Dirección Nacional de Tránsito deberá ser ocupada por un
Oficial de Policía de la Escala Ejecutiva o Superior, preferiblemente con
especialidad en materia de tránsito terrestre y vialidad.

ARTÍCULO 11.- Son atribuciones de la Dirección Nacional de Tránsito:


1. Cumplir y hacer cumplir las disposiciones y políticas emanadas de la
Secretaría de Estado en el Despacho de Seguridad;
2. Ordenar y controlar el tránsito, orientado a los conductores y peatones en todo
el sistema vial del país.

3. Calificar las infracciones y aplicar las sanciones respectivas y las medidas


preventivas conforme se dispone en esta Ley y en lo que corresponde a la Ley
de Policía y Convivencia Social y Ley de Municipalidades, extendiendo en su
caso las esquelas y notificaciones respectivas;
4. Investigar los accidentes de tránsito, elaborar los informes correspondientes a
través de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) y
cuando el hecho lo amerite remitirlos al Ministerio Público o a la autoridad
competente;
5. Ejercer estricta vigilancia en las carreteras y otras vías públicas, con el
propósito de prevenir accidentes y la comisión de delitos en perjuicio de las
personas y los bienes en tales circunstancias;
6. Crear, organizar, administrar y operar el Registro Nacional de Conductores en
el que se anotaran los datos personales, las infracciones o delitos que
hubieren cometido, y toda aquella información que fuere de interés para
conocer el historial de los conductores de vehículos;
7. Implementar un sistema de información ciudadana, de atención de reclamos,
denuncias y quejas;
8. Realizar operativos policiales en materia de tránsito y control vehicular,
incluyendo la vigilancia electrónica;

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9. Desarrollar campañas orientadas a la educación vial, crear centros de
capacitación vial, parques infantiles de educación vial, y desarrollar campañas
de protección al medio ambiente;
10. Adoptar las medidas preventivas y de emergencia en beneficio de la sociedad;
11. Emitir, cancelar, anular o suspender las licencias de conducir según lo
dispuesto por esta Ley;
12. Practicar y certificar pruebas para detectar el nivel de alcohol, drogas o
sustancias psicotrópicas en el organismo, incluyendo las neurológicas, de
forma preventiva, así como a las personas involucradas en accidentes de
tránsito;
13. Emitir las normas técnicas paramétricas en base a las cuales las alcaldías
municipales y otras entidades públicas regularan la planificación y diseño vial,
así como las formas de circulación de los vehículos, a propuesta de la
Comisión Vial respectiva para la aprobación de la Dirección Nacional de
Tránsito;
14. Proponer para su aprobación por autoridad competente las normas técnicas y
reglamentarias para el tránsito vehicular;
15. Mantener las relaciones de coordinación con el Registro de Vehículos del
Instituto de la Propiedad (IP) y de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), así
como con otras entidades administrativas y jurisdiccionales.
16. Supervisar la capacidad de los vehículos de transporte público y de carga,
debidamente certificado por la Dirección Nacional de Tránsito (DNT) y de otros
usos.
17. Las funciones de policía contemplada en la Ley de Policía y Convivencia Social
y en la Ley de Municipalidades cuya aplicación corresponden a la Dirección
Nacional de Tránsito (DNT);
18. Solicitar el apoyo ha otras direcciones de la Policía Nacional, o las Fuerzas
Armadas, cuando lo estime conveniente debiendo la Policía Preventiva apoyar
lo inherente en materia de tránsito;

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19. Dictaminar previo a la autorización por parte de las municipalidades, la
ubicación de los puntos, terminales de taxis y autobuses, e igualmente para la
ubicación de las estaciones de venta de gasolina será por medio de la
Secretaría de Estado en los Despachos de Obras Públicas, Transporte y
Vivienda (SOPTRAVI); y,
20. Las que sean necesarias en el ámbito de su competencia para dar
cumplimiento a las disposiciones de esta Ley.

16. REGLAMENTOS

20 REGLAMENTO DE LA LEY ORGÁNICA DE LA SECRETARÍA DE


ESTADO EN EL DESPACHO DE SEGURIDAD Y LA POLICÍA
NACIONAL DE HONDURAS

Reglamento General de las disposiciones de la Ley Orgánica de la Secretaría de


Estado en el Despacho de Seguridad y de la Policía Nacional, en lo referente a su
organización, dirección, coordinación y funcionamiento; y de esta forma asegurar
que esta herramienta legislativa se haga operativa y cumpla con el propósito
fundamental de normar los aspectos reales sobre los que se pretende incidir.

ARTÍCULO 58.- PROCEDIMIENTOS POLICIALES. Los procedimientos para


efectuar operaciones y acciones policiales incluidos retenes, allanamientos,
aprehensiones, detenciones, capturas y otros, a los que se refiere el artículo 40 de
la Ley Orgánica, deben efectuarse atendiendo a las disposiciones contenidas en el
Manual de Procedimientos Policiales de LA POLICÍA. El Manual de Procedimientos
profesionaliza el actuar policial y regula el Uso de la Fuerza y de las Armas de
Fuego, es de obligatorio conocimiento y cumplimiento para todos los miembros de
la Carrera Policial; y, su desconocimiento no exime de la responsabilidad penal, civil
o disciplinaria que corresponda.

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ARTÍCULO 59.- USO GRADUAL DE LA FUERZA Y DE LAS ARMAS DE FUEGO. En
el desempeño de sus funciones LA POLICÍA siempre debe hacer uso progresivo,
diferenciado, proporcional, ecuánime y gradual de la fuerza y de las armas. Se
considera legítimo el uso de la fuerza y las armas, únicamente cuando se emplee
en la medida estrictamente necesaria para el eficaz desempeño de las funciones
policiales, las cuales podrá emplear cuando se encuentre en peligro inminente de
su vida y la de terceras personas, respetando los derechos humanos con el
propósito de restablecer el orden público.

ARTÍCULO 60.- PRINCIPIOS RECTORES DEL USO DE LA FUERZA Y ARMAS DE


FUEGO. La Policía para el uso de la Fuerza y Armas de Fuego debe observar los
Principios siguientes:
1. Principio de Legalidad: requiere que la fuerza debe utilizarse para hacer
cumplir un deber legal o proteger un bien jurídico y los medios para preservar
el orden deben estar contemplados en la ley.

2. Principio de Proporcionalidad: Debe escogerse entre los medios eficaces, los


que causen menor daño a la integridad de las personas y sus bienes, de
conformidad a las circunstancias de peligro.

3. Principio de Necesidad: Se refiere al despliegue de fuerza por parte del policía


cuando los medios preventivos y disuasivos no brindan protección y ponen en
peligro a las personas.

4. Principio de Racionalidad: Capacidad de decidir cuál es el nivel de fuerza ha


aplicar según el escenario que se enfrenta.

5. Principio de Temporalidad: Refiere que el uso de la fuerza debe estar limitado


al cumplimiento del objetivo que motivó su despliegue.

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ARTÍCULO 61.- USO PROGRESIVO DE LA FUERZA. El uso progresivo de la fuerza
es la selección adecuada de opciones de fuerza que debe utilizar LA POLICÍA, para
dar respuesta inmediata al nivel de sumisión o agresividad del ciudadano, en
secuencia lógica y legal de causa y efecto. El miembro de la carrera policial para la
utilización de la fuerza y armas de fuego debe evaluar integralmente las siguientes
situaciones:
1. Sumisión del Sospechoso:
a. Cooperativo;
b. Resistente Pasivo;
c. Resistente Activo;
d. Agresivo No letal;
e. Agresivo Letal;

2. Percepción del Riesgo;

3. Niveles de Fuerza:
a. Presencia física;

b. Uso de medios no violentos (contacto visual, conversación, negociación


y mediación);

c. Control Físico;

d. Uso defensivo de armas No letales (uso de vara, agua, gases


lacrimógenos);

e. Fuerza Letal: uso de armas de fuego.

52
21 REGLAMENTO DISCIPLINARIO APLICABLE AL PERSONAL DE LA
SECRETARÍA DE ESTADO EN EL DESPACHO DE SEGURIDAD Y
MIEMBROS DE LA POLICÍA NACIONAL DE HONDURA ACUERDO NO.
0263-2019

ARTÍCULO 46.- FALTAS MUY GRAVES


El uso indiscriminado, innecesario o excesivo de la fuerza en el desempeño de
sus labores, conforme lo establecido en la reglamentación respectiva.

22 REGLAMENTO DE ORGANIZACIÓN Y FUNCIONES DE LA


DIRECCIÓN DE ASUNTOS DISCIPLINARIOS POLICIALES (DIDADPOL)
ACUERDO NÚMERO 0266-2019

ARTÍCULO 4.- FUNCIÓN GENERAL. LA DIDADPOL, es la dependencia desconcentrada


de la Secretaría de Estado end el Despacho de Seguridad con autonomia técnica,
administrativa, financiera y operativa, a cargo de investigar las faltas graves y muy graves
en que incurran los miembros de Carrera Policial y personal de LA SECRETARÍA; para
lo cual debe llevar a cabo todas las acciones y diligencias necesarias que acrediten la
infracción cometida y la responsabilidad del investigado, garantizándole el derecho a la
defensa y el debido proceso con el objeto de preservar el orden, conducta ética, moral,
disciplina, honor y confianza que deben inspirar en la comunidad en general.

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MODELO PARA EL USO DE LA FUERZA EN LA POLICÍA NACIONAL DE
HONDURAS.

Modelo Gráfico:
Los miembros de la carrera policial podrán observar de manera gráfica los
diferentes componentes y conceptos del uso de la fuerza policial necesarios para
la toma de decisiones en una intervención policial.

Dentro de este modelo grafico del uso de la fuerza policial, la institución ha


establecido que los principios rectores sean la base, sobre la cual los miembros
policiales tomaran decisiones acertadas, valorando de forma adecuada los
comportamientos ciudadanos y la respuesta policial.

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DESCRIPCIÓN DEL MODELO DE USO DE LA FUERZA

Es una representación gráfica, estructurada y diferenciada que describe las


circunstancias y condiciones en que los Policías pueden hacer uso legal de la
fuerza, el empleo de medios menos letales e incluso las armas de fuego.

En cuanto a su forma, está inspirado en las Pirámides Mayas, no tanto por lo que
estas representaban en su cosmovisión (poder y conexión con el mundo de los
dioses), sino más bien por su estructura escalonada, que denota una jerarquización
de los diferentes niveles de fuerza. Con una cúpula que para la Policía Nacional de
Honduras simboliza el fin último del uso de la fuerza “SERVIR Y PROTEGER”.

Este modelo de uso de la fuerza y de las armas de fuego graficado a través de una
pirámide, expresa los componentes esenciales que deben acatar los miembros de
la carrera policial al momento de intervenir.

En la base de la pirámide están los principios rectores del uso de la fuerza y de las
armas de fuego, establecidos para la Policía Nacional de Honduras (legalidad,
proporcionalidad, necesidad, racionalidad y temporalidad) que se constituyen en la
fuente primigenia de toda actuación policial.

En el costado izquierdo se describen los diferentes o posibles comportamientos que


pueden asumir los ciudadanos frente a un procedimiento policial.

En el costado derecho se enuncian los diferentes niveles de fuerza policial, los


cuales se encuentran definidos como una atribución legal y que pueden ser usados
por los miembros de la carrera policial en el desempeño de sus funciones.

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Los colores que se observan en la gráfica son una representación visual de los
componentes del modelo de uso de la fuerza, incluyendo los diferentes niveles de
comportamiento y de respuesta policial, los cuales van escalando y des escalando
en tonalidad y cambiando de color para identificar la variedad de estados de
seguridad o de riesgo. Los tonos azules simbolizan la seguridad y el control de
situaciones de baja complejidad a través de los medios preventivos; sin embargo,
la tonalidad azul escala incluso hasta las situaciones donde el nivel de
comportamiento ciudadano se manifiesta con agresión letal, para dar a entender a
los funcionarios de policía que los medios preventivos siempre deben estar
presentes antes de usar algún tipo de fuerza física, de armas menos letales o el
uso de las armas de fuego.

Los tonos de naranja a rojo son la representación de como aumentan los niveles
de resistencia o agresión activa; así mismo, hasta dónde va la aplicación de
los medios materiales y el nivel de complejidad del riego para los funcionarios de
policía a la hora de realizar una intervención, también da a entender el grado de
responsabilidad que existe a la hora de emplear medios que puedan llegar a
ocasionar algún tipo de lesiones a los intervenidos o a terceras personas por el uso
inadecuado de la fuerza. El uso de la fuerza y de las armas de fuego es legal cuando
se materializa bajo los principios rectores y en cumplimiento de objetivos legales.

El color blanco representa la toma de decisiones e incluye cada uno de los


elementos a tener en cuenta para determinar el nivel de fuerza a emplear como
respuesta razonable durante el desarrollo de los procedimientos policiales; dentro
de estos elementos se encuentran los principios rectores, la percepción de riesgo,
la flecha en doble punta que indica el uso diferenciado y racional de la fuerza y la
valoración de los comportamientos ciudadanos.

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En el centro de la pirámide y de forma vertical se ubica una flecha bidireccional con
la inscripción “PERCEPCIÓN DEL RIESGO”, condición policial elemental para
evaluar las características del caso concreto previo a la toma de decisiones.

La flecha en doble sentido significa que el policía debe evaluar


constantemente el procedimiento policial, para decidir qué nivel de fuerza razonable
debe desplegar; escalando o des escalando según sea el caso.

En la parte superior de la Pirámide se ubica el fin último de toda actuación policial


“SERVIR Y PROTEGER”, declaración institucional que resume el espíritu del
servicio policial en favor de todas las personas inclusive del ciudadano infractor.

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