LA BUENA ALIMENTACIÓN

Desde que tenemos vida,

nuestro cuerpo necesita de
nutrientes para desarrollarse.
Cuando somos bebés,
nuestro principal alimento es
la leche materna, pues tiene
todos los nutrientes que en
ese momento necesitamos.

Conforme vamos desarrollándonos,

nuestro cuerpo necesita más
nutrientes para que funcione bien y
podamos crecer sanos, fuertes y
con muchas ganas de vivir. Por eso,
cuando somos niñas o niños, nuestra
familia nos enseña, poco a poco, a
consumir nuevos alimentos y
acostumbrarnos a comerlos.
Conforme vamos creciendo y
aprendiendo, nos toca decidir qué alimentos consumir para mantenernos
sanos y fuertes.

Una niña o un niño con una buena

alimentación evita enfermarse con
frecuencia, por ejemplo, raramente
tiene problemas estomacales,
respiratorios, anemia, obesidad,
parasitosis, caries dentales, entre otros
malestares. También, ayuda a
manejar las emociones, practicar un
deporte favorito o la actividad que
más le agrade realizar a la niña o al
niño.

Con una buena alimentación,

aprendemos mejor.

MÁS: Frutas, verduras y

legumbres
menos: Azúcar, grasa o sal
UNA BUENA ALIMENTACIÓN NO ES COMER CANTIDAD, SINO CALIDAD

Hace muchos años, se pensaba que, comiendo

en abundancia nuestros alimentos, seríamos más
saludables. Muchos estudios han demostrado que
la cantidad no implica siempre buena salud.

En la actualidad, vemos en el mundo más

personas con enfermedades, como la diabetes y
el sobrepeso, que personas que padecen
hambre.

También, con el pretexto de

la falta tiempo, algunas
familias consumen “comida
rápida” o “comida
chatarra”, que pueden tener
muy buen sabor, pero pocos
nutrientes o no son
balanceados.

Si debemos comprar comida

para el desayuno, el
almuerzo o la cena, elijamos

la que tenga todos los grupos de

alimentos y que sea preparada
con higiene en el momento.

Si queremos consumir algo dulce,

debemos preferir las frutas, que
tienen un dulzor natural, en vez de
las golosinas, como las galletas,
caramelos, gaseosas, etc

“Desayuna
como un rey,
almuerza como un príncipe y
cena como un mendigo.”
(Dicho popular)