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¿QUÉ ES EL ENFOQUE DE GÉNERO?

Hablar de género es reconocer que las relaciones entre las personas están
mediadas por las construcciones sociales y culturales que se hacen en base al sexo
biológico, definiéndonos como hombres y mujeres con identidades, expresiones y
orientaciones diversas. El género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales,
configurando relaciones de poder, históricas y socioculturales entre mujeres, hombres,
otras identidades de género (trans) y orientaciones sexuales (homosexuales, lesbianas,
etc.).
En el marco de estas relaciones, las personas construyen su identidad, interactúan
y organizan su participación en la sociedad. Dado su carácter histórico y ubicuo, estas
relaciones e identidades varían de una cultura a otra y se transforman a través del tiempo.
Junto a la familia, el sistema educativo es uno de los principales espacios de socialización
de las personas desde sus primeros años, encargándose de desarrollar conocimientos y
aprendizajes sobre los más variados ámbitos de la vida. Sin embargo, la educación
también reproduce lógicas de la sociedad que no siempre aportan en el sentido de
potenciar las habilidades de todos y todas.
En efecto, los espacios educativos cumplen un rol en la construcción de
identidades y atributos diferenciados para hombres y mujeres, delimitando
normativamente lo que se considera apropiado, permitido y valorado para cada sexo.
Junto con ello, potencian habilidades en unos y otras, y desincentivan el desarrollo de las
personas en ámbitos que son considerados menos apropiados. Esto opera a través de
estereotipos, sesgos y discriminaciones, que devienen en desigualdades que se han
expresado históricamente en los contenidos, en las relaciones entre docentes y
estudiantes, en las prácticas y materiales pedagógicos, en las actividades y los espacios de
participación y convivencia.
Todo ello influye y afecta la adquisición de conocimientos y la construcción de
identidades y aspiraciones del futuro de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos
partícipes del sistema, incidiendo en el desarrollo integral de las personas durante su
trayectoria educativa. Los estereotipos de género están presentes en la cotidianeidad de
los procesos educativos, produciendo brechas de resultados académicos y desigualdad en
la formación integral de las y los sujetos, generando desventajas para las mujeres, por
ejemplo, en matemáticas y educación física, y en el caso de los varones en comprensión
lectora, quienes además ven limitadas sus posibilidades de expresión de las emociones,
con las consecuencias que ello puede tener en su vida personal.
Este conjunto de factores, junto a otros, conllevan finalmente segregación y
desigualdad en el futuro de hombres y mujeres, influyendo en sus decisiones y
configurando sus opciones, entre otros ámbitos, en el mercado laboral, es decir, en las
ocupaciones a las que acceden, sus salarios, acceso a cargos de toma de decisiones y
pensiones, lo que finalmente determinará condiciones diferenciadas de acceso a recursos
y calidad de vida. El enfoque de género es, por tanto, una perspectiva de análisis que
aborda las relaciones en términos de ejercicio de poder, de acceso a recursos (materiales,
sociales, culturales, etc.); una forma de comprender la realidad en base a la variable de
sexo, a los determinantes de género y sus manifestaciones en un contexto geográfico,
cultural, étnico e histórico determinado.
El género se articula con las diferencias de clase, etnia, raza, edad y religión, por lo
que permite visualizar y reconocer la existencia de relaciones de jerarquía y desigualdad
entre hombres y mujeres, al interior de cada uno de estos grupos y otras identidades de
género y/u orientaciones sexuales, expresadas en opresión, injusticia, subordinación,
discriminación e invisibilización, en particular hacia las mujeres y hacia lo femenino y con
limitaciones al pleno desarrollo de los hombres y lo masculino.
En el ámbito de la educación, permite reconocer a través de un análisis
sistemático, las desigualdades, brechas e inequidades entre hombres, mujeres e
identidades LGTBI (Lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersexuales), e identificar sus
causas y consecuencias, para intervenir desde la política pública en su superación. Este
análisis posibilita atender a las necesidades propias de cada grupo en función de las
desigualdades y discriminaciones históricas que han sufrido, y permite identificar el efecto
e impacto diferencial de políticas, planes y medidas, de modo de intervenir en la lógica de
la equidad para alcanzar la igualdad de derechos y resultados
El enfoque de género permite reconocer que niños y niñas tienen el mismo
potencial de aprendizaje y desarrollo , y las mismas posibilidades de disfrutar por igual de
aquellos bienes valorados socialmente, oportunidades, recursos y recompensas, de
manera independiente a sus diferencias biológicas y reconociendo la igualdad de
derechos.
No debemos olvidar que el sistema educativo es un espacio donde se reproducen
las relaciones sociales, influyendo y afectando la adquisición de conocimientos y la
construcción de identidades y aspiraciones a futuro de niñas, niños, adolescentes, jóvenes
y adultos partícipes del sistema.
Si bien las cifras muestran que Chile ha logrado superar la desigualdad entre
hombres y mujeres en el acceso a la educación, las trayectorias educativas y los resultados
indican que siguen operando en esta área patrones culturales que reproducen
estereotipos y representaciones tradicionales de género y de esa forma, la desigualdad e
inequidad.
En el espacio educativo, niños, niñas, jóvenes y personas adultas reciben tratos
diferenciados y son sancionados/as si no cumplen con los roles y estereotipos que la
sociedad les asigna según su sexo biológico. De este modo, los desempeños desiguales en
las distintas áreas del conocimiento influyen en la construcción de orientaciones
vocacionales de acuerdo con lo que se cree que debe ser “propio de hombres” y “propio
de mujeres”, incidiendo luego en las condiciones de empleabilidad y remuneración laboral

a las que puedan optar. Este es el carácter prescriptivo de la socialización de género.

CATEGORÍAS DE GÉNERO

CONCEPTOS
1. Heterosexualidad
Es la orientación sexual definida por la atracción hacia personas del sexo contrario,
exclusivamente. Se trata posiblemente la clase de orientación sexual más común.
2. Homosexualidad
Caracterizada por la atracción sexual dirigida exclusivamente hacia personas del mismo
sexo. Popularmente se conoce a los hombres homosexuales como gays, mientras que las
mujeres son lesbianas.
3. Bisexualidad
Atracción sexual hacia personas del mismo sexo y del sexo contrario, aunque no
necesariamente con la misma frecuencia o intensidad en uno u otro caso.
4. Pansexualidad
Atracción sexual hacia algunas personas, independientemente de su sexo biológico o
identidad de género. La diferencia entre la pansexualidad y la bisexualidad es que en el
segundo caso la atracción sexual se sigue experimentando a través de las categorías de
género, mientras que en la pansexualidad no ocurre esto.
5. Asexualidad
La asexualidad sirve para poner nombre a la falta de atracción sexual. Muchas veces se
considera que no forma parte de la diversidad de orientaciones sexuales, al ser su
negación.
6. Intersexualidad
Es la presencia en un mismo individuo de características sexuales de macho y de hembra
en proporción variable. Una persona intersexual puede poseer vulva y vagina, y carecer de
útero y ovarios; puede exhibir un órgano eréctil de tamaño y forma intermedios entre un
clítoris y un pene poco desarrollado; o poseer ambas clases de gónadas, masculina y
femenina.
7. Transexualidad
Se refiere a una persona que se ha sometido a tratamiento hormonal y quirúrgico para
adquirir la apariencia física de las personas del sexo opuesto. Su origen se atribuye
principalmente a la discordancia que presenta la personalidad y emociones de un
individuo con respecto a las normas socioculturales de género. Esta inconformidad lleva a
estas personas a intentar adecuar su cuerpo con el sexo auto percibido y a vivir como
personas del sexo opuesto (al asignado biológicamente).
8. Trasngénero
Es un término genérico que se emplea para describir a personas que en diferentes formas
se identifican con el género opuesto al de sus características fisiológicas de nacimiento.
9. Cisgénero
Una persona cisgénero es una persona que no es transgénero. En otras palabras,
cisgénero es alguien cuyo sexo al nacer e identidad de género coinciden.
10. Andrógino
Se designa como andrógino a aquella persona que debido a su apariencia física mantiene
cierta ambigüedad respecto de su sexo, pudiendo ser hombre y vestirse o arreglarse como
mujer o viceversa.

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