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2920-

2920-357413
El motivo navideño cuenta con dos íconos de la Na-
Or†odoxos en
la Pa†agonia
tividad según la carne de nuestro Señor, Dios y Salva-
dor Jesucristo. En una de las caras se encuentra la es-
cena en la que los ángeles glorifican a Cristo Dios en su
nacimiento y al pie el saludo navideño; en la otra cara,
la escena de la adoración de los Reyes Magos, que en la
Iglesia Ortodoxa forma parte de la fiesta de la Navidad.
¡Feliz Navidad!
¡Cristo nació!
¡Glorificadle!
Comunidad Cristiana
Ortodoxa de San
Antonio y Las Grutas
El segundo motivo consta en una de sus caras del íco- ¿Qué es la Iglesia Ortodoxa?
no de la Madre de Dios de las Grutas de Kíev
que, como en casi todo ícono ortodoxo de María, porta La Iglesia Ortodoxa es la Iglesia Una,
en sus brazos al Niño Dios. A sus lados se hallan los Santa, Católica y Apostólica, fundada por
santos Antonio y Teodosio de las Grutas, monjes que Jesucristo y sus Apóstoles. Orgánica e histó-
recibieron un ícono milagroso de manos de la Virgen ricamente es la misma Iglesia que comenzó a
en el año 1073 y fundaron un monasterio de enorme existir plenamente en Pentecostés (Hechos
santidad en el sitio que luego se transformaría en la 2). Hoy en día, la Iglesia Ortodoxa compren-
ciudad de Kíev. San Antonio y Las Grutas unidos fra- de el segundo mayor grupo de cristianos en
ternalmente por la Madre de Dios, cuyas oraciones son el mundo. De entre 225 y 300 millones de
Santísima
Madre de Dios:
Dios
Comunidad Cristiana
Ortodoxa de San
todopoderosas ante Jesucristo, su Hijo y Dios nuestro. personas que en todo el mundo se identifican
¡Sálvanos! Antonio y Las Grutas como cristianos ortodoxos, la gran mayoría
El tercer motivo incluye un ícono de San Nicolás el vive en Rusia, Grecia, Europa Oriental y Me-
Milagroso, que fue un obispo de Asia Menor del siglo dio Oriente. Puesto que la Iglesia es Católica,
IV, gran defensor de la Fe ortodoxa y muy generoso lo que se define correctamente como que
con los niños y todos los necesitados. Cuando los lati- abarca a todos los creyentes sin importar su
nos trasladaban sus restos a Bari (Italia) con el pretex- origen nacional o étnico, la celosa palabra
to de preservarlos de los musulmanes en el año 1087, misionera ha llevado a miles de nuevos con-
salvó milagrosamente a los marineros de una gran versos a la Fe Verdadera de la Ortodoxia en
tempestad. Es quizá el santo más venerado en Rusia, la Latinoamérica tradicionalmente católica
Santo padre Nicolás:
en cuya fiesta se intercambian regalos, los 6/19 de Di- romana e incluso en países abrumadoramen-
Comunidad Cristiana
ruega a Dios por Ortodoxa de San ciembre. En Occidente es el verdadero Papá Noel. te musulmanes como Paquistán. La Orto-
nosotros, pecadores. Antonio y Las Grutas

El cuarto motivo contiene un ícono de San Antonio
el Grande, que fue un monje egipcio que se retiró al
desierto y primero vivió recluido, sólo relacionándose
con Dios, en constante oración, reflexión y contempla-
ción, soportando pacientemente tentaciones indescrip-
tibles. Luego predicó con el ejemplo y la palabra y llevó
a muchos al camino de la salvación. Murió en el 335,
dejando muchos discípulos. A él debemos recurrir los
San Antonio: Comunidad Cristiana sanantonienses: El español que descubrió la bahía el 17
ruega a Dios por Ortodoxa de San
Antonio y Las Grutas de Enero de 1779, día de San Antonio, se la consagró.
nosotros, pecadores.
Invitamos a todos a celebrar la Navidad ortodoxa junto con
nosotros a partir del miércoles 6 de Enero a las 17 hs. en el local de
Pisos y Revestimientos del Sur (Arturo Illia 1150, S.A.O).
doxia fue traída por primera vez a América
por misioneros rusos que llegaron a Alaska
hace poco más de 200 años, y en la actuali-
dad aproximadamente 800 mil cristianos
ortodoxos viven en Estados Unidos. Se espe-
ra que dichas cifras crezcan con la nueva ola inmigratoria de países tradicional-
mente ortodoxos de Europa la cual ha tenido lugar durante las dos décadas pasa-
das. Mientras que la mayor parte de los cristianos ortodoxos de Estados Unidos
han residido históricamente en zonas densamente pobladas por ortodoxos, las
parroquias de Sudamérica han visto un crecimiento considerable en los últimos
años, principalmente por conversos provenientes del protestantismo y del catoli-
cismo romano, en busca de la intacta y tradicional Fe Cristiana antigua.
La Fe ortodoxa se ha establecido en todo el mundo. Esta dispersión o
“diáspora” de los pueblos ortodoxos se intensificó durante el siglo XX. Las parro-
quias ortodoxas tienden a identificarse y organizarse según el idioma en el que se
 Or†odoxos en la Pa†agonia N° 1 — Pág. 2 Or†odoxos en la Pa†agonia N° 1 — Pág. 11

celebran los servicios y según la identi-
dad nacional de los parroquianos, por
lo que han llegado a ser conocidos co-
mo “ortodoxos griegos”, “ortodoxos
rusos”, etc. Las parroquias de Estados
Unidos están compuestas de estado-
unidenses de muchas generaciones de
ortodoxos, así como también de “con-
versos”, que son las personas han in-
gresado a la Iglesia Ortodoxa desde al-
guna otra tradición confesional (o no)
y llevan a cabo sus servicios en inglés.
Cualquiera sea el trasfondo étnico y
lingüístico, todos los cristianos orto-
doxos se hallan en plena comunión en-
tre sí, en la medida en que sus obispos
estén reconocidos “canónicamente” en
sucesión apostólica.
Durante el primer mileno de la
existencia de la Iglesia hubo una uni-
dad más o menos ininterrumpida en-
tre los diferentes grupos de cristianos.
Todos estaban unidos formalmente en
el único e indiviso Cuerpo de Cristo, si
bien diversos grupos e individuos se
separaron de dicho Cuerpo por ense-
ñar “herejías” (literalmente, “opinio-
nes diferentes”; pero el término sim-
boliza enseñanzas que distorsionan la
Verdad revelada).
A la era más antigua, la
“apostólica” (siglo primero después de
Cristo), le siguió rápidamente una
época de enorme persecución que so-
lamente terminó cuando el emperador
Constantino se convirtió a la Fe cris-
tiana, después del año 313. Desde ese
momento, el Cristianismo se convirtió
en la religión oficial del Imperio Ro-
mano. Gradualmente, se desarrollaron
los cinco centros principales (“patriar-
cados”) de la vida cristiana: Jerusalén,
Antioquía (en Siria), Alejandría (en
Egipto), Roma y Constantinopla (la
actual Estambul), cada uno de los cua-
les entendidos en unidad orgánica con
todos los demás.
Las crecientes disputas teológi-
cas y políticas entre los obispos de Ro-
ma y los demás patriarcados, sin em-
bargo, condujeron a una trágica divi-
sión entre “Oriente” y “Occidente”,
que a menudo se la fecha a partir del
año 1054, con excomuniones mutuas
entre los obispos de Roma y Constan-
tinopla. Desde entonces, la separación
entre Roma y los demás patriarcados
se profundizó, y dicha separación con-
tinúa hasta nuestros días.
Los cristianos ortodoxos acep-
tan la Biblia como la Palabra de Dios y
base de su fe y práctica. La Biblia, sin
embargo, cobró forma dentro de la
Santa Tradición: las “memorias” ora-
les y escritas de Israel y la Iglesia anti-
gua. Para Jesús y los Apóstoles, las
Santas Escrituras consistían en lo que
llamamos Antiguo Testamento: La
Ley, los Profetas y los libros de la Sabi-
duría del pueblo judío antiguo. Los
libros del Nuevo Testamento pasaron
a ser reconocidos como “canóni-
cos” (autorizados y normados) a lo
largo de varios siglos. Estos últimos, al
igual que los libros del Antiguo Testa-
mento, fueron compuestos sobre las
bases de la Tradición.
La Fe ortodoxa la expresa más
concisamente el Credo Niceno, que fue
compuesto por los teólogos que se re-
“la Luz del Mundo”. Una gran rodaja
redonda de pan cuaresmal, la “poga-
cha”, símbolo de Cristo “el Pan de Vi-
da”, se coloca juto a la vela. La comida
empieza con la Oración del Señor (el
Padrenuestro), liderada por el padre
de la familia. Se dice una oración de
agradecimiento por todas las bendicio-
nes del pasado año y luego se ofrecen
oraciones por bienestar para el año
próximo. El padre de la familia saluda
a todos los presentes con el tradicional El árbol de Navidad (Yolka) es
saludo de Navidad: “¡Cristo nació!”. otra de las tantas tradiciones prohibi-
Los miembros de la familia respon- das durante la era soviética. Para man-
den: “¡Glorificadle!”. La madre de la tener viva esta costumbre, el pueblo
familia bendice a cada uno de los pre- decoraba árboles de Año Nuevo. Ya
sentes con miel en forma de cruz sobre que los ornamentos eran muy costosos
sus frentes, diciendo: “En el nombre o imposibles de conseguir, se podaban
del Padre y del Hijo y del Espíritu San- los árboles familiares con decoracio-
to, que tengas dulzura y muchas cosas nes domésticas y frutas. Yolka provie-
buenas en la vida y en el nuevo año”. ne de la palabra que hace referencia al
Luego de esto, todos parten el pan, abeto. La costumbre de decorar árbo-
untándolo primero con miel y luego les de Navidad la introdujo el empera-
con ajo picado. La miel simboliza la dor Pedro el Grande, luego de haber
dulzura de la vida y el ajo la amargu- visitado Europa occidental en el 1700,
ra. Luego se come la “Santa Cena”, que aunque es mucho más antigua: Cuan-
consta de doce platos en honor a cada do san Bonifacio evangelizó Alemania
uno de los Doce Apóstoles del Señor, y en el siglo VIII, hachó un árbol que re-
sin dudas, la bebida es el vino tinto. presentaba a un ídolo, plantó en su lu-
Después de la cena no se lava gar un pino que por ser perenne sim-
ningún plato y se abren los obsequios boliza el amor de Dios y lo decoró con
de Navidad. Posteriormente, la familia manzanas (pecado original y tentacio-
se dirige a la Iglesia, regresando a casa nes) y velas (Cristo, la Luz del mundo).
entre las 2 y las 3 de la mañana. En la
Fiesta de la Navidad, los vecinos y
miembros de familia se visitan mutua-
mente, yendo de casa en casa, comien-
do, bebiendo y cantando villancicos
durante todo el día. Estas canciones de
Navidad reciben el nombre de koliád-
ki, y es una tradición precristiana que,
si bien antiguamente estaba dirigida a
Kolyadá, deidad eslava del invierno, se
cristianizó junto con Rusia. Los niños
son actualmente sus más entusiastas
intérpretes, y tradicionalmente reci-
ben dulces y monedas a cambio.
 Or†odoxos en la Pa†agonia N° 1 — Pág. 10
Navidad a la rusa
Trece días después de la Navi-
dad occidental, el 7 de Enero, la Iglesia
Ortodoxa Rusa celebra su Navidad, de
acuerdo al Calendario juliano. Es un
día tanto de rito solemne como de ale-
gre festejo.
En Rusia, la fiesta de Navidad
se convirtió en celebración oficial a
partir del bautismo de Rusia ordenado
por el Gran Príncipe Vladímir a finales
del siglo X. Tras la Revolución de 1917,
ésta fue prohibida en todo el país, jun-
to con las demás celebraciones religio-
sas. Fue recién 75 años más tarde, en
1992, cuando se volvió a observar pú-
blicamente la fiesta. Actualmente, se
celebra otra vez con gran pompa, con
los fieles participando de la misa de
toda la noche en catedrales repletas de
incienso en compañía de los santos
pintados en los íconos.
Durante la Víspera de Navidad
es tradicional que todos los miembros
de la familia se reúnan a compartir
una comida especial. La diversas co-
midas y costumbres que rodean a esta
comida diferían en toda la Santa Rusia
de aldea en aldea y de familia en fa-
milia, pero ciertos aspectos han per-
manecido intactos.
Una antigua tradición rusa, cu-
yas raíces se encuentran en la Fe orto-
doxa, es el ayuno y la comida de No-
chebuena. El ayuno, típicamente, dura
hasta la conclusion del oficio de adora-
ción vespertino o hasta que aparece la
primera estrella. La cena que le sigue
es una gran celebración, si bien no se
permite el consumo de carne. La kutiá,
una especie de mazamorra, es el plato
principal. Es muy simbólica en sus in-
gredientes: los diversos granos simbo-
lizan la esperanza, y la miel y las semi-
llas de amapola, la felicidad y la paz.
Luego de aparecer en el cielo la
primera estrella, comienzan los feste-
jos. Aunque toda la comida que se
sirve es estrictamente de Cuaresma, se
sirve de modo y estilo inusualmente
festivo y anticipatorio. Los rusos lla-
man a esta comida la “Santa Cena”.
La familia se reúne alrededor de
la mesa para honrar la venida del Niño
Dios. Una mesa vestida de blanco, que
simboliza los
pañales de
Cristo, recu-
bre la mesa.
Se pone pas-
to seco como
recordatorio
de la pobreza
de la Cueva
en la que na-
ció Jesús. En
el centro de
la mesa se
coloca una
vela blanca
larga, símbo-
lo de Cristo
Or†odoxos en la Pa†agonia N° 1 — Pág. 3
unieron en los primeros dos (de los
siete) grandes Concilios Ecuménicos
de los años 325 y 381. Ligeramente
diferente respecto del Credo de los
Apóstoles –que es más reciente–, la
confesión nicena es esencialmente
“trinitaria”. Declara que Dios es el Pa-
dre y Creador de todo. Enfatiza en la
verdadera “encarnación” del eterno
Hijo de Dios, que fue concebido por el
poder del Espíritu Santo y nació de la
Virgen María, murió y resucitó de en-
tre los muertos, ascendió a los cielos y
otra vez vendrá a juzgar a los vivos y a
los muertos. Confiesa que el Espíritu
Santo es igual que el Padre y el Hijo en
naturaleza y honor, que “procede”
eternamente del Padre y que es el po-
der inspirador detrás de la auto-
revelación de Dios. El Credo concluye
con afirmaciones de fe en la Iglesia
Única, Santa, Católica y Apostólica, en
un solo bautismo para el perdón de los
pecados y en la resurrección de los
creyentes para la vida eterna.
El enfoque principal del culto
ortodoxo es la adoración de Dios y la
comunión con Él. La fe de la Iglesia se
expresa en su oración litúrgica. Cada
uno de sus servicios derivan de los
servicios judíos antiguos, que asumie-
ron los primeros cristianos y reforma-
ron con la luz de Cristo y su resurrec-
ción. El “día litúrgico” comienza a la
tarde (ver Génesis 1: “una tarde y una
mañana, el primer día”) con la cele-
bración de las Vísperas. Después de
ésta sigue el oficio de Completas y el
oficio de Medianoche. En torno al
amanecer, se sirven los Matutinos;
luego, las Horas Primera, Tercera,
Sexta y Novena. En las fiestas, las co-
munidades monásticas, las catedrales
y la mayor parte de las iglesias parro-
quiales celebran la Divina Liturgia o
servicio Eucarístico, lo mismo que to-
das las comunidades ortodoxas los
domingos a la mañana.
La Divina Liturgia puede consi-
derarse el corazón mismo de la vida y
fe ortodoxas. Es nuestra unión sacra-
mental con Dios. Nos une también con
los demás creyentes ortodoxos de todo
el mundo en una celebración comuni-
taria del don de la Vida que ofrecemos
nosotros por la muerte y resurrección
 Or†odoxos en la Pa†agonia N° 1 — Pág. 4
de Cristo, a través de las cuales los
poderes del pecado y la muerte han
sido derrotados. La Liturgia también
nos une a toda la “comunión de los
santos” –los mártires y santos padres
y madres difuntos del pasado– que se
une a nosotros y a las huestes celestia-
les cuando glorificamos a Dios y reci-
bimos de Él el Pan de Vida.
Aunque los cristianos ortodoxos
con frecuencia hablan de los “siete
sacramentos” (eucaristía, bautismo,
crismación, confesión, matrimonio,
ordenación y unción), esto es una
aproximación occidentalizada al tema.
De hecho, se nos brindan todas las
cosas de la vida con el fin de que se
vuelvan “sacramentales”. A través de
la oración, la participación en los ser-
vicios litúrgicos, la lucha ascética con-
tra nuestras pasiones o inclinaciones
pecaminosas, con gestos de amorosa
abnegación, entramos aun más pro-
fundamente en comunión con el Dios
del amor.
La belleza y riqueza de la litur-
gia ortodoxa sirve para llevar a los fie-
les a una experiencia viva del Dios tri-
no, para unirlos en fe y amor con los
demás y con los santos de todas las
épocas y para bendecir sus vidas con
un profundo sentimiento de la presen-
cia misericordiosa y compasiva de
Dios en medio de ellos. Aunque la
Santa Comunión solamente se puede
ofrecer a los cristianos ortodoxos que
estén preparados para recibirla, están
todos muy cordialmente invitados —e
incluso alentados— a unirse a los ser-
vicios de adoración, para celebrar y
glorificar a nuestro Señor, Dios y Sal-
vador Jesucristo.
¿Qué es el Cristianismo Orto-
doxo? En palabras de Jesús, invitamos
a ustedes a “venir y ver”.
NOS AUSPICIAN:
AUSPICIAN:
Or†odoxos en la Pa†agonia N° 1 — Pág. 9
Granja “Tres Abedules” Ortodoxos en la Patagonia
Huevos naturales y próxima-
mente pollos | 02920-
02920-15411676 La comunidad cristiana orto- año, para las fiestas más importantes
doxa de San Antonio y Las Grutas, de nuestra Iglesia: Pascua, Navidad y
Pisos y Revestimientos Del Sur compuesta por miembros de doce fa- la Dormición de la Santísima Madre
milias de rusos, ucranianos, kazajos y de Dios y Siempre Virgen María.
Pisos de madera y pisos flotantes
argentinos, nació la tarde del domingo Así fue cómo nuestro padre
Arturo Illia 1050|02920-
1050|02920-15487961 31 de Mayo de 2015, vísperas del Día Maxím, acompañado por la directora
del Espíritu Santo, cumpleaños de la del coro de su parroquia de Lanús
Mueblería “Fabricantes” Iglesia Una, Santa, Católica y Apostóli- (prov. de Buenos Aires), nos visitó por
Muebles, blancos y colchones ca fundada el Día de Pentecostés del primera vez en la post-fiesta de la Dor-
año 33 de la era cristiana. mición de la Madre Dios, celebrando
Colectora 390 | Las Grutas Poco después, el señor Matías la primera Divina Liturgia en la zona
Falagán, en representación de la co- el domingo 30 de Agosto del presente
Yulia Kuznetsova munidad, se reunió con Su Excelencia año en la Casa de la Cultura y el Bicen-
Técnica en Imagen | Pellegrini 386 Leónidas (Gorbáchov), Arzobispo de la tenario (cedida muy gentilmente para
Diócesis de Argentina y Sudamérica de la ocasión por el Municipio de San
Peluquería “Lara” la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarca-
do de Moscú, para suplicarle que nos
Antonio Oeste) con una concurrencia
que superó las expectativas de todos.
Galería Antares | Las Grutas recibiera bajo su cobijo paternal. Gra- Su próxima visita será con la
tamente asombrado de que fuera un ayuda de Dios para la fiesta de la Na-
Irina Manicura argentino quien realizara tal solicitud, tividad según la carne de nuestro Se-
y pedicura | 02920-
02920-15411676 el señor obispo puso a cargo de nues- ñor, Dios y Salvador Jesucristo, el 7 de
tra flamante parroquia al joven sacer- Enero de 2016. Tras la celebración tra-
Reparaciones de Impresoras dote Maxím Boyárov, resolviendo que taremos la futura construcción del pri-
nos visitara en principio tres veces al mer templo ortodoxo de la comarca.
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 Or†odoxos en la Pa†agonia N° 1 — Pág. 8
La Iglesia Ortodoxa en Argentina
A mediados del siglo XIX, la co-
rriente inmigratoria trajo a los prime-
ros ortodoxos: griegos y eslavos (dál-
matas y montenegrinos), marinos des-
de la cuna, que fueron recibidos con
simpatía, encontrando bien pronto a-
plicación a sus especiales conocimien-
tos en náutica, muchos de ellos sir-
viendo patrióticamente en la marina.
Pocos años después de los grie-
gos y de los eslavos comenzó la afluen-
cia de sirio-libaneses pertenecientes al
Patriarcado de Antioquía, los que de-
dicados al comercio ambulante, en la
actualidad han alcanzado un desarro-
llo extraordinario, al punto de ocupar
puestos de primera fila en el comercio
y en la industria argentina.
Todos estos inmigrantes consti-
tuían una reducida comunidad ortodo-
xa sin representación alguna. Como en
toda Sudamérica no había una sola i-
glesia ortodoxa ni sacerdote alguno de
este culto y para satisfacer sus necesi-
dades espirituales o para formalizar
sus matrimonios o bautismos se veían
obligados a recurrir a otros cultos, le
suplicaron a su Majestad el Empera-
dor Alejandro III –el entonces único
protector de los cristianos— el envío
de un sacerdote ortodoxo a Buenos
Aires, lo cual se efectivizó en 1888 con
el decreto de la fundación de la Iglesia
Ortodoxa adscripta a la Legación Im-
perial de Rusia en América del Sur.
Así, cuando no había ni media
docena de ortodoxos rusos, se estable-
ció a solicitud de los ortodoxos de o-
tras nacionalidades la primera y única
Iglesia Ortodoxa en el continente su-
damericano, así que en enero de 1889
se celebrarían la primera misa y bau-
tismos ortodoxos en Argentina. Nueve
años después, con la aprobación del
Zar Mártir Nicolás II, se inició frente
al Parque Lezama la construcción de la
primera iglesia –consagrada a la San-
tísima Trinidad—, que fue inaugurada
en 1901 con la presencia del presiden-
te Roca. Actualmente, este bello tem-
plo de estilo moscovita es uno de los
principales atractivos de Buenos Aires.
A raíz de la caída del Imperio
Ruso, los griegos y sirio-libaneses for-
maron sus propias iglesias. Más tarde
se les sumaron los serbios. Hoy en día,
existen alrededor de 50 parroquias
distribuidas en 12 provincias. 3 de las
4 iglesias están gobernadas por un
obispo local: Sus Excelencias Tarasios
del Patriarcado Ec. de Constantinopla,
Siluán del Patriarcado de Antioquía y
Leónidas del Patriarcado de Moscú.
En los últimos años se registran nu-
merosas conversiones de ex católicos
romanos y protestantes piadosos que
hallan en la Ortodoxia la respuesta a
todas sus preguntas pues ésta ha pre-
servado intacta la Fe cristiana original.
Or†odoxos en la Pa†agonia N° 1 — Pág. 5
Latinoamérica:
Pueblos en busca de la Ortodoxia
Por Su Eminencia el Arzobispo
Metropolitano Atenágoras (Aneste)
de México, jerarca gobernante de la
Metrópolis Ortodoxa Griega de Méxi-
co, Centro América, Colombia, Vene-
zuela y las Islas del Caribe bajo la
jurisdicción del Patriarcado de Cons-
tantinopla.
Hace trece años, cuando me
hice cargo de la (recientemente esta-
blecida) Santa Metrópolis de México
con sólo tres sacerdotes y tres comuni-
dades mayormente grecoparlantes, en
México, Panamá y Venezuela, nunca
hubiera esperado y mucho menos con-
cibo el milagro que se está revelando
actualmente para nuestra Iglesia Orto-
doxa en Latinoamérica.
Todos vivenciamos el milagro
de Cuba, cuando el gobierno de Fidel
Castro se hizo cargo de la construcción
del Sagrado Templo de San Nicolás en
La Habana y cuando recibió oficial-
mente al Patriarca Ecuménico Barto-
lomé, quien ofició la inauguración de
dicho santo templo en enero de 2004.
En la década pasada, experimentamos
la propagación de nuestra Fe en los
estados de México, Colombia, Costa
Rica, etc., así como experimentamos –
y seguimos experimentando– el eter-
nizado drama del pueblo de Haití, lue-
go del catastrófico terremoto del pasa-
do enero. Un drama que desafortuna-
damente sanará, sólo después de que
pasen muchos años.
Grecia se familiarizó con el Cris-
tianismo y vivió su propio Pentecostés
hace casi dos mil años, a través del
Apóstol Pablo y los demás Apóstoles.
Grecia es el país más bendecido del
mundo. Y esto se debe a que –como
les señalo a nuestros sacerdotes–
debajo de cualquier piedra que alces,
encontrarás las reliquias de un Santo,
un Mártir, un luchador de la Fe orto-
doxa… Nosotros, sin embargo, en Lati-
noamérica estamos viviendo hoy nues-
tro Pentecostés. Para nosotros –con la
excepción del puñado de comunidades
ortodoxas griegas— la Ortodoxia re-
cién ha llegado a Latinoamérica.
Niños ortodoxos de Cuba
Recuerdo que hace seis años,
cuando nuestro Patriarca Ecuménico
visitó Cuba para oficiar en la inaugura-
ción del Santo Templo de San Nicolás,
había solamente cuatro ortodoxos cu-
banos, mientras que ahora se han bau-
tizado más de mil familias cubanas y
han abrazado la Ortodoxia. Y cada día
hay más –muchos más– que buscan
familiarizarse con la Fe de nuestros
Padres. Seis años atrás, con la inaugu-
ración de la iglesia de San Nicolás, co-
menzó a funcionar en ese país la pri-
mera comunidad ortodoxa. Ahora, con
la gracia de Dios y el trabajo incansa-
 Or†odoxos en la Pa†agonia N° 1 — Pág. 6 Or†odoxos en la Pa†agonia N° 1 — Pág. 7

ble de nuestros cinco sacerdotes (uno
colombiano y cuatro cubanos), hay en
proceso una actividad misionera muy
significativa e impresionante en tres
otras ciudades de este país. Y todo se
está llevando a cabo a pesar de condi-
ciones desfavorables y difíciles en lo
financiero. En este mismo momento
que les escribo, el padre Atenágoras,
comisionado arzobispal de Cuba, se
encuentra en Grecia tratando de con-
seguir vestimentas, sotanas y cálices
para satisfacer nuestras necesidades
allí. Aunque los cubanos nos han dado
el privilegio excepcional de adquirir
nuestra propia propiedad (algo que no
está permitido por su Constitución),
lamentablemente, no tenemos fondos
para comprar un edificio adecuado
con los treinta y cinco mil euros que se
necesitan para convertirlo en un tem-
plo para las necesidades devocionales
de los neófitos. Esperamos la gracia de
Dios y rezamos para que aparezca un
donante.
Cuando visité al Presidente Fi-
del Castro hace siete años, para obte-
ner la invitación oficial con la que invi-
tara al Patriarca Ecuménico a visitar
Cuba, le agradecí por ese gesto cortés y
hospitalario de su parte. Nunca olvi-
daré su respuesta: “No, Su Eminencia,
el pueblo de Cuba agradece a usted y
al Patriarca Ecuménico, por traer la
Ortodoxia a nuestro país”.
Patriarca Ecuménico de Constantinopla
Bartolomé I y Fidel Castro en Cuba
Cuba, por cierto, es “nuestra”.
También son “nuestros” Haití, México,
Costa Rica, República Dominicana y
Colombia, en donde actualmente, gra-
cias a la donación de una señora de la
Asociación Misionera “San Cosme el
Etolio”, se está erigiendo el primer
Santo Templo en la ciudad colombiana
de Cúcuta, en honor a los Supremos
Arcángeles. Y ahora, otro milagro:
Guatemala...
Al igual que en las épocas de
persecuciones, cuando los cristianos
solían vivir en catacumbas esperando
el día en el que pudieran adorar libre-
mente al Dios Trinitario, así sucede
con nosotros aquí, en todos los países
de América Central y del Sur; durante
muchas décadas, un número inconta-
ble de personas –que habían abando-
nado la Iglesia católica romana— espe-
raban abrazar la Ortodoxia. Uno de
esos grandes grupos, proveniente de
Guatemala, golpeó la puerta de nues-
tra Metrópolis hace muchos meses,
pidiéndonos que los aceptáramos en el
seno de la Iglesia verdadera. Yo no los
conocía; ni siquiera sabía que existían.
Pues, de hecho, es imposible conocer a
todos en la vasta región de la Santa
Metrópolis de México, que tiene veinte
países bajo su jurisdicción. Sin embar-
go, hace treinta años, habían fundado
su propia iglesia ortodoxa (no canóni-
ca), naturalmente sin saber demasiado
bien lo que habían hecho y se habían
esforzado por mantener. Vivían de
manera incorrecta, a su forma particu-
lar, una vida devocional “ortodoxa”.
Conocían y deseaban la Ortodoxia. Sa-
bían que nuestra Iglesia tiene la fe ver-
dadera y que en ella tenían derecho a
la enseñanza ortodoxa y a su modo de
vida. Creían que solamente habría que
buscar a Cristo el Salvador y Redentor.
Así que transitaron un camino de
veinte años con la esperanza de que
finalmente llegarían a la verdad. A para enseñar a esos nuevos fieles lo
sabiendas de que también era impera- que concierne al modo de vida orto-
tivo conmemorar a un obispo en todas doxo y cómo cada uno de nosotros
sus liturgias, durante los últimos diez experimenta su propio camino hacia el
años conmemoraron a nuestro Pa- Calvario, el cual conduce a la Resurre-
triarca Ecuménico. cción personal. Mediante el entrena-
Veinte años después llegaron a miento de clérigos autóctonos idóneos
la “plenitud del tiempo”. Luego de aprenderán a vivir la vida devocional
buscar se enteraron hace pocos meses de la Iglesia Ortodoxa y, tras ser bauti-
de que había en México un metropoli- zados y recibir la Santa Crismación,
tano canónico y una Metrópolis del recibirán los inmaculados y sagrados
Patriarcado Ecuménico de Constanti- Misterios (Sacramentos) del Cuerpo y
nopla. Ellos me encontraron y golpea- la Sangre de nuestro Señor Jesucristo.
ron a mi puerta, pidiéndome que los
recibiera. Envié dos sacerdotes para
que fueran y se reunieran con ellos a
fin de que determinaran quiénes eran
y si el pedido era serio y válido. Quedé
impresionado. ¡Era un “grupo” de más
de 500.000 personas, con 338 iglesias
y capillas, de los cuales la mayoría
eran indígenas de Guatemala y por
cierto de la antigua raza de los mayas!
Viven en las montañas y en las vastas
llanuras del país e incluso en ciudades
del sur de México. Me persigné y le
agradecí a la Santa Madre de Dios por
este milagro. Ahora entiendo perfecta-
mente lo que quiso decir el gran bizan-
tinólogo e historiador del siglo pasado
Esteban Runciman, cuando escribió
que “el tercer milenio le pertenece a la
Ortodoxia”. Ahora también entiendo
las palabras de un noble mexicano,
profesor de una universidad y feligrés Bautismo ortodoxo en Guatemala
de nuestra Iglesia, cuando me dijo:
“Su Eminencia, la Ortodoxia es como ¿Pueden imaginar lo que esto
un zapato que nos calza bien a los lati- significa para la Ortodoxia? Y es sólo
noamericanos, siempre y cuándo sepa- el comienzo. La lucha recién ha co-
mos cómo ponérnoslo”. menzado. Realmente “somos dueños”
Así fue que acepté a este grupo y de Latinoamérica. El tercer milenio en
como primer paso, ordené a dos líde- verdad le pertenece a la Ortodoxia.
res del grupo. Ahora comienza el largo Con escasos medios a nuestra disposi-
camino de la catequesis para los cien- ción, pero con la Gracia y presencia
tos de miles de personas que son. Se del Espíritu Santo abierta de par en
necesitarán muchos años y mucho par, vasta e infinita, continuamos con
trabajo duro –pero trabajo bendito–, nuestra misión.