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GUIÓN “LA CIUDAD Y LOS PERROS”

(Los cadetes abuchean y hacen bulla mientras aplauden)


Profesor: Silencio, cadetes por favor, silencio
Cadete 1: No hay trato, negro, Fontano va a cuidar el examen,
prefiero copiar el libro
Profesor: El que copie del libro, o mire al compañero, se le anulará
el examen.
Cadetes: (abucheos y silbidos)
Cadete 2: ¡Silencio! Demuestren su cultura. Perdón profesor.
Cadetes: (Se rien)
Profesor: Por favor, por favooor.
Cadete 3: ¡Atención!
El teniente entra al aula y todos calman su bulla.
Teniente: ¡Sentarse! ¿Algún problema, profesor?
(El profesor responde haciendo gestos de que sí y el teniente mira a
los cadetes)
Teniente: Porque es muy fácil hacerse respetar
Teniente: ¡Atención!
Teniente: Ustedes son bien sapos, ¿no, cadetes? ¿y saben lo que
hacen los sapos? Igual que las ranas, ¡saltan! ¡Hagan ranas, uno
dos!
Teniente: ¿vamos a hacer diez ranas?
Cadetes: ¡vamos!
Teniente: ¡Quince!
Cadetes: ¡Vamos!
Teniente: ¡Veinte!
Cadetes: ¡Vamos!
Teniente: ¡A comenzar!
(los cadetes empiezan a contar del 1 al 20 mientras hacen sapos)
Teniente: Van a pararse, ¡un, dos!
Teniente: ¡Sentarse!
(los cadetes se sientan y el teniente se acerca al profesor)
Teniente: Eh profesor, estos cadetes no entienden de buenas
maneras.
(El teniente extiende su mano hacía los exámenes que tenia el
profesor)
Teniente: Deme los exámenes, usted vaya a la segunda sección. Yo
cuidaré de estos cadetes
Cadete 1: (susurrando) Negro, el trato vale
(Negro hace una seña con sus manos de que no lo va a hacer,
mientras el cadete 1 mira mientras hace estas acciones)
Teniente: Brigadier, reparta los exámenes
(todos empiezan a escribir, mientras el cadete 1 mira al teniente)
Teniente: ¿Qué me mira, le gusto? Ya bajé la cabeza.
(El cadete baja la cabeza)
Teniente: A mi solo me mira mi mujer y mi sirvienta.
(El teniente mira hacía varios lados mientras ve el reloj)
Teniente: ¡Quedan diez minutos, a apurarse!
(Los cadetes siguen escribiendo, pero el cadete 1 mira hacia varios
lados disimulando, para luego mirar a su amigo quien le tira un
papel hacia su mesa y este trata de esconderlo, pero el teniente lo
detiene)
Teniente: No se mueva cadete. ¡Silencio los demás!
(El cadete 1 le da el papel y el teniente lo recibe, abriendo el papel,
para examinarlo y luego mirar al cadete 1)
Teniente: ¿Sabe lo que hay en este papel que acaba de aterrizar en
su carpeta?
Cadete 1: No, mi teniente.
Teniente: Las fórmulas del exámen, nada menosm, ¿ qué le parece?
Teniente: ¿Sabe quién le ha hecho este regalo?
Cadete 1: No, mi teniente, no sé
Teniente: Su ángel de la guarda. ¿Sabe usted quién es su ángel de la
guarda?
Cadete 1: No, mi teniente.
Teniente: Que lástima. Deme su examen-
(El cadete 1 se lo da)
Teniente: El ángel de la guarda tiene 20 segundos para ponerse de
pie.
(El teniente se queda viendo su reloj y alrededor)
Teniente: ¡Quedan diez segundos!
(Todos se miran entre todos hasta que el cadete 4 se levanta)
Cadete 4: Yo mi teniente.
(Todos se quedan viendo al cadete 4, mientras que el teniente se le
acerca al cadete 4)
Teniente: ¡Silencio!
(El teniente se acerca al cadete 4.
Teniente: Bien, cadete. En la vida militar no se casa con nadie, ni
siquiera con los ángeles. Tendrá que quedarse consignado Sábado y
Domingo. Su examen.
(El cadete 4 se lo entrega y el teniente se lo rapa para luego
romperlo)
Teniente: ¡Sábado y Domingo!
(El teniente camina hacía el puesto del cadete 1)}
Teniente: Usted puede salir. No tiene la culpa de tener un ángel.
( El cadete mira hacia varios lados con cara de decepción, mientras
el teniente mira a los dos cadetes y se marcha)

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