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EL PESCADOR

El pescador
El pescador estd sentado en una tarima alta en el cen-
Paseante 10
tro del escenario, de ftente al público, con una caña
Paseante 20
de pescar. El anzuelo flota en el aire. Puede haber
arboles al fondo.
PASEANTE10: (Sale, camina unospasos y bruscamente
se detiene ante elpescador.) ¡Ja, no he visto nada más
cómico ... ! Perdone usted ... ¿está desempeñando el
papel de monumento a la pesca? .. En ese caso debo
confesar que usted no tiene una figura especialmente
monumental.
EL PESCADOR:(Lo mira con mezcla de desprecio y
altivez.) ¡Usted es de aquellos que no pierden deta~
lle de 10 que pasa a su alrededor! Lo critican todo.
¿Por qué antes de juzgar no trata de averiguar de qué
se trata? 0, si no le interesa, pase y no abra juicios.
PASEANTE1°: No, no; debo confesar que me inte-
resa. ¿De qué se trata?
EL PESCADOR: No soy un monumento. Soy un señor
X que está pescando. ¿Ve usted qué simple?
PASEANTE10: Un momento, no tan simple. Me en-

que es simple. °
cuentro con este espectáculo absurdo y usted me dice
usted bromea o es loco.
EL PESCADOR:No veo lo absurdo. ¿Acaso pescar es
algo absurdo?

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PASEANTEI>: Evidentemente, no. Pescar no es ab- PASEANTE10: (Dice con cierto embarazo') Debo con-
surdo. Pero usted está pescando sin agua: elemento fesar que usted me asombra.
natural de los peces. Y hasta ahora no sé que los EL PESCADOR:No hay nada de qué asombrarse.
peces vivan en el aire. Piense usted que sin personas como yo que buscan
EL PESCADOR:Ahí está su defecto de información. lo excepcional no habría progreso. En el momento
Mejor dicho: ahí está su mentalidad formada de vie- en que se logra la conquista de una excepción, no
jos prejuicios. De antiquísimos prejuicios. sólo se abre un mundo desconocido sino que se
PASEANTE10: ¿Cómo? ¿Me da a entender que ya los transforma instantáneamente todo el universo de lo
peces no viven en el agua? conocido. Eso se llama progreso. ¿Acaso me niega el
EL PESCADOR: Usted no me entiende. Claro que aquí derecho al progreso?
no se dan las condiciones llamadas normales: es PASEANTEl ": De ningún modo. Pero ... ¿y se tarda
decir, lo normal exigiría no sólo la presencia de agua mucho en alcanzar una excepción?
sino que ésta fuera de río, de mar, o por lo menos de EL PESCADOR: Depende. Hay que crear las condicio-
laguna. Yo no pesco lo normal, yo pesco la excep- nes favorables, y esas condiciones tienen que ser
ción. Yo me muevo en el mundo de lo excepcional. creadas por un individuo providencial.
Es un mundo distinto pero tan real como el otro. PASEANTE10: En este caso, usted es el hombre
¿Entiende ahora? providencial.
PASEANTE10: Francamente, no. EL PESCADOR:Cabalmente. Pero ... un momento ...
EL PESCADOR:Usted sabía que la ciencia moderna entendámonos ... Cualquiera puede ser un hombre
ha demostrado que lo normal, en una palabra: la ley, providencial.
es sólo cuestión de estadística. Es decir que sólo es PASEANTEl°: ¿Cómo, cualquiera?
normal en cuanto agrupa a la mayoría de los casos. EL PESCADOR:Sí, señor. Ser providencial no tiene
A la inmensa mayoría, si usted quiere. Pero hay casos nada de misterioso. Ahora verá: ¿no ha oído decir
que se oponen a la ley; estos casos son la excepción. que lo que se desea intensamente se logra? En este
A ellos me dedico yo. momento estoy en el punto más alto de mi deseo.
PASEANTE10: ¿De modo que no es absurdo pensar De modo que no tardará en picar un pez.
que se encuentran peces en el aire? PASEANTEl°: Bueno; no cuesta nada hacer la expe-
EL PESCADOR: No, señor, no es absurdo, no es imposi- riencia. ¿Me permitiría usted pescar a su lado?
ble. Simplemente es excepcional. (Momento de silencio.)
EL PESCADOR:Sí; aquí tiene una caña; hágalo.

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(El paseante 10 se sube a la tarima al lado del EL ENSAYO
pescador y empuña la caña. Un silencio.)
EL PESCADOR:¿Usted cree realmente que hay peces?
PASEANTE 1°: Es indudable.
EL PESCADOR: Estoy harto de esperar. Definitiva-
(Divertimento)
mente creo que no hay peces.
PASEANTE 10: ¿Y su pesca de lo excepcional?
EL PESCADOR:Ya me he cansado de las excepciones.
PASEANTE 1°: ¿Dónde quedó su fe?
EL PESCADOR:Aquí no se trata de fe. Se trata de que
no hay peces. Si usted quiere quedarse, quédese. Yo
me voy. (Se incorpora, deja su caña y se aleja. Entra
un nuevo paseante, que mira asombrado al paseante 1o
con su caña.)
PASEANTE 10: ¿Qué bu ca?
PASEANTE2°: Busco el agua.
PASEANTE 10: No hay agua.
PASEANTE2°: ¿Y usted cree que hay peces?
PASEANTE 1°: No sé.
PASEANTE2°: Sin embargo, usted stá pescando ...
PASEANTE 1°: Sí.
PASEANTE 2°: ¿Usted tendría in nveniente en que
yo pescara a su lado?
PASEANTE 1°: Aquí tiene la cafia. Pu de hacerla.
(El paseante 20 sube a la tarima, se sienta y empuña
la caña en actitud de pescar.)

TEL N

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