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Las destrezas que los estudiantes del siglo XXI requieren para lograr aprendizajes
sólidos se clasifican de esta forma:
Habilidades de aprendizaje
e innovación:
Aunque todas estas habilidades juegan un papel importante, cuatro de ellas son esen-
ciales para el éxito individual. Se denominan «4Cs», habilidades cognitivas que facili-
tan la resolución de problemas complejos: creatividad, pensamiento crítico, colabora-
ción y comunicación. Estos deben construirse sobre la base de los fundamentos (lec-
tura, escritura y matemáticas) y explorar los temas del siglo XXI.
Promover la autoestima
Fomentar el juego
Fomento de la cooperación
Mantenerse conectado
Ayúdale a organizarse
Tomado de https://www.bloghoptoys.es/las-habilidades-del-siglo-xxi/
EL DÍA DE LA MASCOTA
Son varias las competencias que los estudiantes deben y pueden desarrollar con la
ayuda de sus maestros, veamos estas:
Comunicativas:
Es muy importante que los estudiantes logren desarrollar las habilidades fundamenta-
les: leer, escribir, hablar y escuchar, para ello el docente propiciará actividades que les
permitan desarrollar destrezas en el plano de la comunicación; para ello realizará con
frecuencia las siguientes actividades:
Hablar con claridad es una de las principales destrezas que deben potenciarse en
los estudiantes, para ello es imprescindible que el docente los anime a responder
preguntas abiertas (con ello ejercitará su pensamiento crítico) a realizar exposicio-
nes con ayuda de ordenadores gráficos, por ejemplo.
Escuchar activamente para comprender lo que los otros comunican, es una tarea
fundamental en los espacios escolares, así los estudiantes pueden aprender a
decodificar el discurso y diferenciar, por ejemplo, instrucciones de opiniones, afirma-
ciones, etc.
Organizativas:
Estas se relacionan con la capacidad de organizar las ideas, determinando las princi-
pales de las secundarias, para ello los alumnos deben ser expuestos a manejar orde-
nadores gráficos y a producirlos: mapas mentales, cuadros sinópticos, diagramas;
también se debe ayudar a los alumnos para que organicen su tiempo y puedan cumplir
con las tareas que se involucran en los procesos de aprendizaje.
Intrapersonales:
En este caso el estudiante las logra cuando puede actuar con independencia, confía
en sus capacidades y logra llegar a las metas con seguridad, entre las competencias
que deben potenciarse están:
Sociales:
Es importante que los estudiantes desarrollen habilidades para relacionarse con los
otros, que puedan resolver conflictos, trabajar en equipo, respetar la opinión de los
otros, participar activamente en reuniones y conversaciones, expresarse sin temores,
etc.
Emprendimiento:
Actualmente promover el emprendimiento es una clave esencial para que los estu-
diantes adquieran confianza en el valor de sus ideas, para que se planteen proyectos
y sean independientes y autónomos a la hora de implementarlos.
De acuerdo con el Dr. David MacClelland, pionero en el tema, las competencias son
“la capacidad de desarrollar eficazmente un trabajo, utilizando conocimientos, habili-
dades y destrezas, así como atributos que faciliten solucionar situaciones contingen-
tes y problemas”.
Dicho de otra manera, una competencia no es un “saber hacer algo estático”, es más
bien una orientación actitudinal y psicosocial en acción y evolución constante.
Por ejemplo, saber utilizar paquetería básica de ofimática no es en sí misma una com-
petencia, es una habilidad específica. Lo que sí es una competencia en toda regla es
una actitud de curiosidad y entusiasmo frente a la tecnología, que se refleja en patro-
nes de autoaprendizaje y actualización constante con herramientas de software que le
permitan a la persona hacer su trabajo con mayor eficiencia.
Si bien el concepto de “competencias” existe desde los años sesenta, fue hasta los
años noventa que comenzó a fomentarse un modelo educativo basado en este enfo-
que. Uno de sus antecedentes más importantes fue una Comisión Internacional sobre
la Educación para el siglo XXI auspiciada por la UNESCO y encabezada por el econo-
mista Jacques Delors, quien definió en su informe de 1996 los cuatro pilares más
importantes que debían dirigir la enseñanza:
Aprender a ser, como un proceso fundamental que condensa los tres anterio-
res.
Estos cuatro puntos cardinales (saber, saber hacer, saber ser y saber estar) son una
de las bases de la educación por competencias, y al mismo tiempo coinciden con los
principios del aprendizaje significativo. Veamos sus características.
La enseñanza por competencias alimenta una actitud positiva frente a los retos y
disminuye las resistencias al cambio
ESCUELA
Entre las actividades académicas que por su naturaleza fomentan el aprendizaje por
competencias, especialmente cuando gozan de una guía consciente e informada por
parte del docente, están:
Aprendizaje basado en problemas o Design Thinking
Es importante aclarar que, aunque “ser solamente una guía facilitadora” puede sonar
simple, no lo es. Se requiere mucha más intuición y experiencia para promover el
proceso natural de aprendizaje de cada alumno que para dirigirlo de manera estricta e
inflexible.
Por ejemplo, podemos pedirles a nuestros alumnos que simulen una mesa de exper-
tos que están poniéndose de acuerdo en la manera de invertir el presupuesto destina-
do a educación. En este caso, cada uno tendría que identificar una acción necesaria y
ser capaz de explicarla, defenderla y convencer a los demás.
Entre las habilidades que ejercita el role playing (o juego de roles) destaca la comuni-
cación, el pensamiento crítico, la creatividad y el liderazgo, pero al mismo tiempo
demanda un conocimiento teórico confiable de factores históricos, sociales, económi-
cos, etc.
Investigación
Debates
Sentirnos cómodos con la pluralidad y al mismo tiempo ser capaces de defender nues-
tra ideología es una competencia de gran valor en el contexto social actual. Por eso
las actividades de debate consciente y respetuoso son muy recomendadas en este
modelo de enseñanza.
Lo ideal es partir de posturas genuinas, a diferencia de los debates estudiantiles tradi-
cionales en los cuales se impone una causa a defender a los distintos equipos, inde-
pendientemente de lo que en el fondo crean.
Por ejemplo, podemos preguntarles a los alumnos quiénes consideran que es más
importante para el gobierno invertir en educación, y quienes creen que es mejor inver-
tir en generación de empleos, e invitarlos a debatir no para elegir un “ganador”, sino
para llegar a un consenso mutuo.
REFERENCIAS
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