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San Agustín de Hipona, Santo Tomás de Aquino y Los Averroístas.

- La Fe y la Razón (San Agustín)

La Razón y la fe son dos elementos que San Agustín vincula de manera inseparable. Existe razón
en la fe y fe en la razón, estas dos actúan recíprocamente. Ambas, lo mismo que el conocimiento,
tienen un camino con un mismo destino, Dios, y según el sabio este camino pasa directamente por el
interior del ser humano: su propia alma, ya que esto es “el principio de vida”.

La fe es clave en el pensamiento converso de la filosofía agustiniana. La fe, que no requiere


justificación externa para explicarse, es el fundamento de la razón. Tal y como explica en
Confesiones, fue la inspiración divina la que lo condujo a él mismo a la fe y esta la que puso fin a
largos años de dudas y búsqueda infructuosa de la verdad.

Habla San Agustín de lo que conocemos como autocerteza se encuentra desde un principio en la
relación del hombre con Dios. El alma, que por su razón natural conoce las cosas, a sí misma y a Dios,
puede elevarse al conocimiento de las cosas eternas.

«La fe consiste en creer lo que no vemos, y la recompensa es ver lo que creemos»

- La Fe y la Razón (Santo Tomas de Aquino)

Para Santo Tomás no hay conflicto entre razón y fe, sino armonía. Esta armonía se muestra en el
hecho de que hay verdades que son a la vez de razón y de fe (por ejemplo la inmortalidad del alma,
la existencia de Dios), es decir, razón y fe son dos caminos para llegar a la misma verdad.
Supongamos que hay contradicción entre fe y razón. En este caso según Santo Tomás podemos
estar seguros que la fe siempre tiene la verdad y que es el filósofo que usa la razón el que se ha
equivocado en sus argumentos. Pero evidentemente no puede haberlo dicho, porque la razón humana
como tal no se equivoca, y por otro lado la revelación tampoco. Por eso dice que la fe colabora
con la razón en buscar la verdad: la fe es una norma o criterio para la razón. Pero la razón también
ayuda a la fe, porque ayuda a ordenar racionalmente las afirmaciones de la fe en la teología. La
existencia de contenidos comunes a la fe y a la razón permite que el filósofo llegue a establecer
argumentos racionales sobre Dios, el hombre, la ética, y que esos argumentos coincidan con lo que
afirma la fe y la moral cristianas.
Así pues, podemos resumir la postura de Tomás respecto del problema de razón y fe en los siguientes
términos:
Hay una clara distinción entre razón y fe. Filosofía y teología son ciencias distintas, y se distinguen,
entre otras cosas, por su modo de acceder a los contenidos de los que trata.
No hay contradicción entre razón y fe. Si encontramos una contradicción, tenemos que revisar
nuestros razonamientos, porque nos hemos tenido que equivocar en algún sitio.
Hay una zona de confluencia entre ambas. En efecto, hay 3 tipos de verdades:
Aquéllas a las que sólo puede accederse a través de la fe (artículos de fe).
Aquéllas a las que sólo puede accederse a través de la razón (las que tratan del mundo natural).
Aquéllas a las que puede accederse a través de la fe y de la razón (este tipo de verdades son los
llamados preámbulos de la fe, y son verdades tales que Dios existe y es uno, que es creador del
mundo, etc.).
“Para alguien que tiene fe, no es necesaria ninguna explicación. Para aquel sin fe, no hay explicación
posible”
- La Fe y la Razón (Según el pensamiento Averroísta).

El aveiroísmo latino, que pretendía independizar la filosofía, defendería la teoría dual de la Verdad:
Verdad teológica, correspondiente a dogmas y a la fe, verdad filosófica, correspondiente a la Razón:
La afirmación de que el alma es inmortal y que el mundo fue creado por Dios es La fe es verdadera;
las afirmaciones opuestas de que el alma está corrupta y que el mundo es eterno también lo son
verdaderas , pero según la razón y la filosofía. Pero esta posición no es aceptable.
Para el cristianismo no existen otras verdades que las establecidas por la revelación.Contra estas dos
afirmaciones, y con ellas contra la teoría de la doble verdad, surgió entonces un movimiento que
intentó reconciliar el mensaje filosófico de Aristóteles con la enseñanza cristiana.
Representado por San Alberto Magno y su discípulo Santo Tomás de Aquino.
“No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de
la vida.Si el hombre vive es porque cree en algo”.

- Resumen/conclusión
Las tres corrientes citadas anteriormente de pensamiento establecen puntos opuestos entre la razón y
la fe. En primer lugar, San Agustín creía que la fe y la razón están interrelacionadas. Esto puede ser
similar a la idea de Averroísta de que hay una doble verdad, pero hay algunos matices que las
diferencian. En cambio, Santo Tomás de Aquino creía que la fe y la razón están separadas y existen
en paralelo, aunque hay dominios que las conectan.
Por todo esto podríamos finalizar diciendo que las tres teorías tratan los mismos temas (fe y razón)
desde puntos de vista diferentes.

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