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CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que el recurso denuncia en un primer grupo de errores de derecho cometidos


por la sentencia que impugna, la contravención formal de lo dispuesto en el artículo 5°
transitorio, inciso 7°, de la Ley N°18.892, General de Pesca y Acuicultura, modificada
por la Ley N°19.079 de 1.991 en relación con lo previsto por el Título VI de la misma ley
y, en especial, sus artículos 76 y 2°;

SEGUNDO: Que, fundamentando semejante crítica, expone el recurrente que el fallo de


segundo grado incurrió en la transgresión normativa denunciada, al señalar en su
considerando sexto que la disposición transitoria recién mencionada no precisa el órgano
ante el cual debían presentarse las reformulaciones de las solicitudes pendientes sobre
concesión de acuicultura, a que el mismo precepto se refiere ?de lo que deduce la validez
de aquélla ingresada por Pacific Star Limitada ante la Subsecretaría de Marina, órgano
que era competente para recibirla antes de que entrara en vigencia el nuevo estatuto
regulatorio sobre la materia-; razonamiento que debe considerarse erróneo, pues
prescinde de la remisión que dicha disposición transitoria hace a los preceptos
permanentes del Título VI de la Ley en referencia, en cuyo artículo 76 se establece que
las solicitudes destinadas a obtener concesiones o autorizaciones de acuicultura deben
presentarse por escrito a la ?Subsecretaría?; expresión esta que, según la norma
interpretativa contenida en el artículo 2° del mismo cuerpo legal, se halla referida a la
Subsecretaría de Pesca;

TERCERO: Que un segundo error jurídico cometido por la sentencia impugnada se habría
manifestado, según el recurrente, en una falsa aplicación de la norma contenida en el
artículo 2° de la Ley N°19.348 de 16 de noviembre de 1.994. Ello habría ocurrido, al
sostener dicho fallo que, de acuerdo con este precepto, interpretativo del mencionado
inciso 7° del artículo 5° transitorio de la Ley N°18.892, las reformulaciones de solicitudes
de concesiones sobre acuicultura pendientes podían presentarse tan to ante la
Subsecretaría de Pesca como ante la Subsecretaría de Marina. Tal aseveración
configuraría una falsa aplicación de la norma, desde que la refiere a un caso no regulado
por ella, puesto que, tanto de su tenor literal como de la historia fidedigna de su
establecimiento, aparece que no tiende a precisar el órgano competente para recepcionar
las aludidas reformulaciones sino exclusivamente a dilucidar lo que debía entenderse por
?solicitudes de concesiones de acuicultura pendientes?;

CUARTO: Que un tercer error de derecho atribuido por el recurso a la sentencia


impugnada se hizo consistir en haber ella omitido la aplicación de lo dispuesto en los
artículos 6° y 7° de la Constitución Política de la República y 2° de la Ley N°18.575.
Expresa, a este respecto, el recurrente, que, ante la evidencia de que la Subsecretaría de
Pesca procedió de manera ilegal, al dictar la cuestionada resolución N°1.083 de 11 de
junio de 1.996, dando aplicación a los preceptos mencionados, dicho fallo hubo de
declarar la nulidad del acto administrativo contenido en ella;

QUINTO: Que, refiriéndose a la manera como los errores de derecho denunciados


influyeron sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia cuestionada, se dice por el
recurso que, de no haberse incurrido en las infracciones normativas a que anteriormente
se hizo mención, en vez de revocarse el fallo de primera instancia, se habría confirmado
íntegramente la decisión en él contenida en orden a acoger la demanda, declarando la
nulidad de derecho público de la resolución precedentemente aludida de la Subsecretaría
de Pesca y de todas las actuaciones y actos administrativos que derivaron de ella;

SEXTO: Que, al iniciarse el examen de los fundamentos del recurso, es necesario recordar
que la causa en que se pronunció la sentencia impugnada tuvo su origen en la demanda
planteada por Gonzalo Alejandro Camacho Santibáñez, mediante la cual se impetra la
nulidad de derecho público de la Resolución N°1.083, anteriormente referida, de la
Subsecretaría de Pesca, en razón de haberse dictado ésta, según el actor, con manifiesta
ilegalidad, al haber aceptado la ?reformulación? de una solicitud sobre concesión de
acuicultura presentada por un tercero, la empresa Pacific Star Ltda., - posponiéndose con
ello al actor en el orden de prelación que tenía asignado dentro de la nómina de solicitudes
de concesiones de acuicultura en el sector de San Pedro, Comuna de Quellón, Chiloéante
un órgano incompetente para recepcionar tal ?reformulación?, como lo era la
Subsecretaría de Marina;

SEPTIMO: Que la base de la pretensión del actor ha sido la nulidad de derecho público
ejercitada de acuerdo con los artículos 6 y 7 de la Carta Fundamental, en relación, con lo
señalado en el artículo 2 de la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la
Administración del Estado N°18.575, constituida, además, como un capítulo dentro de
los errores de derecho que se denuncian en el recurso en estudio. En esta situación
conviene determinar, si esta infracción de ley se ha producido en el fallo impugnado, por
cuya decisión se desestimó la aludida acción constitucional, ya que sólo si en verdad se
ha incurrido en estas transgresiones, cabría luego analizar la vulneración de los preceptos
atingentes a la Ley General de Pesca y Acuicultura;

OCTAVO: Que conforme con lo expuesto en el motivo anterior, resulta necesario


consignar los hechos que los jueces de la instancia han dado por demostrados y no
discutidos, con motivo de la presente contienda jurisdiccional y, estos son: a) El 5 de
agosto de 1.991, Pacific Star Ltda., persona no demandada en este juicio, pero que actúa
como un interesado en los resultados de éste, siendo aceptada su comparecencia en
calidad de tercero coadyuvante a fojas 377, en la Capitanía de Puerto de Quellón, presentó
una solicitud de concesión marítima de acuicultura en el sector denominado San Pedro,
comuna de Quellón, Provincia de Chiloé, otorgándosele a dicha petición el N°91160003;
b) La misma empresa reformuló, el 4 de diciembre de 1.991, ante la Subsecretaría de
Marina la solicitud de concesión aludida; c) El demandante, a su vez, presentó el 23 de
septiembre de 1.993, ante la Subsecretaría de Pesca una solicitud de concesión de
acuicultura para el expresado sector de San Pedro de la indicada comuna, asignándosele
a aquell a el N°93106025; d) Pacific Star Ltda., también presentó ante la Subsecretaría de
Pesca el 11 de octubre de 1.993, solicitud de concesión de acuicultura sobre el mismo
lugar, en el que había presentado su original petición ante la Subsecretaría de Marina y
que luego había reformulado; e) La Subsecretaría de Pesca, dando cumplimiento a lo
dispuesto en la Ley N°19.397, dictó la Resolución N°1.246, publicada en el Diario Oficial
de 22 de septiembre de 1.995, conteniendo la nómina a que se refiere el artículo 2° de
dicha ley, incluyendo la solicitud del demandante Camacho en el N°40, con primera
prioridad para el sector de San Pedro y la de Pacific Star Ltda. en el N°47; f) Esta nómina
fue reclamada por Pacific Star Ltda., haciendo valer su primitiva solicitud N°91160003
reformulada ante la Subsecretaría de Marina. La Subsecretaría de Pesca, por resolución
N°1.556, publicada en el Diario Oficial de 4 de noviembre de 1.995, pronunciándose
respecto de los reclamos a la nómina antes indicada, fijó una nueva prelación, haciendo
figurar la petición de Gonzalo Camacho en el N°36 y la de la sociedad aludida en el N°43.
No obstante lo resuelto por dicha autoridad, ésta expresó en dicha resolución que dejaba
en suspenso el reclamo de Pacific Star Ltda. en espera de una resolución de la Contraloría
General de la República, respecto de la validez de las reformulaciones hechas ante la
Subsecretaría de Marina; y g) Con fecha 11 de junio de 1.996, la Subsecretaría de Pesca
dicta la resolución N°1.083 publicada en el Diario oficial el día 18 de dicho mes, en la
que resolviendo la reclamación de Pacific Star Ltda. modificó el listado de preferencia,
asignando a la solicitud de esta empresa el N°11, con lo cual quedó con primera prioridad
para el sector de San Pedro, desplazando al demandante Camacho de la preferencia que
se le asignó en las resoluciones 1.242 y 1.556;

NOVENO: Que la cuestión jurídica que se trata de dilucidar, es en síntesis, determinar si


la Subsecretaría de Pesca se ajustó a la legalidad en la emisión de la resolución N°1.083,
por la que fijó prioridades en las concesiones de acuicultura solicitadas, con respecto de
un determinado sector de la comuna de Quellón. Se pretende la in validez de este acto
administrativo por afectar el derecho público concernido en la determinación de la
prelación que exige la ley para las concesiones de acuicultura, cuya base en la juridicidad
se contiene en los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la República, ambas en
relación al artículo 2° de la Ley N°18.575. La primera norma preceptúa que los órganos
del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a
ella y garantizar el orden institucional de la República, consignando además, la
obligatoriedad que se le impone a sus titulares o a cualquier persona de los preceptos de
la Constitución, advirtiendo que la infracción de esta norma generará las
responsabilidades y sanciones que determine la ley. El segundo artículo dispone que los
órganos del Estado, actúan válidamente, previa investidura regular de su integrantes,
dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley, prohibiendo que las
autoridades o personas se atribuyan otra autoridad o derechos que los que expresamente
se les haya conferido en virtud de la Constitución o las leyes, sancionando con la nulidad,
todo acto dictado en contravención a este artículo, lo cual originaría las responsabilidades
y sanciones que la ley señale. A su vez, la Ley Orgánica Constitucional antes referida
preceptúa, en estricta concordancia con lo señalado en las normas constitucionales
aludidas, que los órganos de la Administración del Estado someterán su acción a la
Constitución y a las leyes. Deberán actuar dentro de su competencia y no tendrán más
atribuciones que las que expresamente les haya conferido el Ordenamiento Jurídico. Todo
abuso o exceso en el ejercicio de sus potestades dará lugar a las acciones y recursos
correspondientes;

DECIMO: Que concretando todo lo que se ha expresado, tanto por la doctrina como
también por la jurisprudencia, en torno a la acción de derecho público, consolidada con
la aplicación de las normas de los artículos 6 y 7 aludidos y complementados con los
preceptos del artículo 19 N°3 inciso primero de la Carta Fundamental, que asegura el
derecho a la jurisdicción y el ahora artículo 76 del mismo texto, que le exige a su vez a
los tribunales el deber de inexcusabilidad, se puede concluir que dicha acción se justifica,
cuando un acto ha sido dictado con omisión de la investidura regular que exige la ley para
el nombramiento de la autoridad administrativa, o cuando ésta aun teniendo título de tal,
dicta el acto fuera de la competencia que le ha fijado el constituyente o el legislador, o
sea, cuando ha excedido el marco de autorización legal, que le otorga límites en su
actuación con relación a la materia, la jerarquía y el territorio y finalmente, el acto carece
de eficiencia absoluta por falta de formalidades inherentes para la validez intrínseca del
acto que se reputa irregular;
UNDECIMO: Que dentro de este esquema, la demanda y el recurso han reprochado de
irregular, con posibilidad de ineficacia absoluta, la Resolución N°1.083, basada en el
supuesto de que el órgano público demandado ha dictado el acto contraviniendo el texto
de ciertas disposiciones de la Ley General de Pesca y Acuicultura y otras normas
complementarias, dándole a dicho precepto una interpretación y aplicación equivocadas
y erróneas, afectando con ello los intereses del actor en una concesión de acuicultura. De
este modo, no hay reproche acerca de si el órgano público estaba o no dotado de una
investidura regular, ni tampoco que dictó la aludida resolución fuera de su competencia,
por el contrario, se ha aceptado que el único órgano encargado por la ley para discernirse,
en lo concreto para esta litis, respecto de la validez de la reformulación que señala el
artículo 5 transitorio en su inciso séptimo de la Ley N°18.892, lo es la Subsecretaría de
Pesca, que fue precisamente la autoridad que dictó el acto que se impugna a virtud de la
acción de derecho público;

DUODECIMO: Que, en consecuencia, frente a los presupuestos del artículo 7° de la Carta


Fundamental, la invalidez sólo tendría como fuente, el que la autoridad recurrida no
habría actuado en la forma que prescribe la ley. En este aspecto debe suponerse que no
ha sometido su acción a la Constitución o a las normas dictadas conforme a ella, con lo
cual, además, se habría atribuido derechos que no se le han conferido y finalmente, cabria
suponer que aquélla ha cometido un abuso o exceso en el ejercicio de sus potestades,
como lo aclara el artículo 2 de la Ley N°18.575;

DECIMO TERCERO: e Que en lo que se refiere a la factibilidad del reproche de haber


dictado la resolución contraviniendo la forma que prescribe la ley, esta condición de
validez, puede referirse al incumplimiento de los requisitos externos que se han
establecido por el ordenamiento jurídico o respecto de ciertas situaciones anómalas en el
ejercicio de la potestad administrativa como lo constituyen la desviación del poder y la
transgresión de una norma jurídica que regula sustancialmente la cuestión de decidir y
que se halla dentro de la esfera de competencia del órgano resolutor. De estos supuestos,
escapan del problema jurídico sublite la existencia de un vicio de forma o de
procedimiento en la dictación de la Resolución N°1.083, porque se ha reconocido que los
reclamos promovidos con motivo de la confección de las nóminas a que se refiere el
artículo 2° de la Ley N°19.397, que habilitaba para la obtención de las concesiones
marítimas con fines de acuicultura, se desarrollaron conforme a un procedimiento
administrativo inobjetable, salvo por supuesto la decisión recaída en ella, lo que se le
impugna sólo desde el punto de vista de la fundamentación legal en la decisión final y no
en la forma como ésta aparece dictada. Por lo tanto no hay reproche de nulidad en cuanto
a que el acto administrativo no habría cumplido con las formalidades vinculadas
tendientes a producir un acto terminal, de la manera que explica el artículo 1 8 inciso 1°
de la Ley N°19.888 de Bases de los Procedimientos Administrativos. Del mismo modo,
cabe descartar alguna impugnación con relación a una eventual desviación del poder del
Subsecretario de Pesca al dictar la resolución objetada, porque no hay indicio ni reclamo
que haya ejercido su potestad para un fin distinto del previsto en la ley, por el contrario,
se acepta que esa resolución se pronunció sobre una cuestión propia de la actividad
administrativa de aquel funcionario, ya que tenía que decidir sobre un punto preciso, cual
era el determinar una prioridad de interesados para la obtención de una concesión para la
actividad de la acuicultura. Consecuente con lo anterior debiera haber existido de parte
del órgano administrativo, lo que no está establecido, un propósito deliberado de apartarse
del fin de la potestad;
DECIMO CUARTO: Que en esta constatación, cabe concluir que sólo es base de la
presente nulidad de derecho público, la violación de la ley, lo que según la doctrina se
refiere a la legalidad interna del acto, es decir, se trata del quebrantamiento del
ordenamiento jurídico que descarta las vulneraciones de incompetencia, investidura y
forma y, por esta sola circunstancia, aparte que tal infracción en sentido estricto no es
sancionable con la nulidad de derecho público, ni tampoco se halla contenida en el
artículo 7° de la Constitución, que establece perentoriamente la nulidad en los supuestos
primeramente anotados y que especifica esta última norma, cuestión que a lo más podrá
quedar comprendida dentro de las ilegalidades que señala el artículo 6 de la Carta
Fundamental, norma que sólo entrega al legislador establecer las sanciones y
responsabilidades que genere la infracción de este último precepto. Por consecuencia, si
la base de la demanda es la acción de nulidad de derecho público, deberá estarse al
quebrantamiento de los componentes de juridicidad a que se refiere el artículo 7° del
Estatuto Constitucional, por lo que por esta sola circunstancia no ha sido posible acoger
la demanda y, en consecuencia, la sentencia que así lo ha decidido no ha quebrantado los
preceptos que se expresan como infringidos en el recurso, puesto que aun cuando pudiera
estimarse que sea dudosa la interpretación hecha por la Subsecretaría de Pesca de los
vocablos ?reformular? y ?solicitudes pendientes? que habrían dado margen para variar
equivocadamente una nómina de preferencias que se indican en el artículo 5° transitorio
y en la Ley N°19.397, dicho dudoso equívoco, que no fue observado incluso por un
dictamen de la Contraloría General de la República, no importa incurrir en el abuso o el
exceso en el ejercicio de potestades, que reprime el artículo 2° de la Ley N°18.575. Lo
contrario sería afectar injustamente los derechos de un tercero que ha obtenido una
concesión, antecedida de una solicitud presentada con muchos años de anterioridad a la
del demandante Camacho, interesado que, a falta de prueba en contrario, ha de
considerarse de buena fe;

DECIMO QUINTO: Que descartada la inexistencia del vicio que haría procedente la
pretensión invocada en el recurso, no han podido configur arse las demás infracciones de
leyes o errores de derecho que se indican en dicho libelo, por lo que éste no puede
prosperar. Por estas consideraciones y visto además, lo dispuesto en los artículos 766 y
805 del Código de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo,
interpuesto en lo principal del escrito de fojas 655, contra la sentencia de treinta y uno de
marzo del año dos mil cinco, escrita a fojas 649, deducido por la parte de don Gonzalo
Camacho Santibáñez. Acordada, con el voto en contra de la Ministra Srta. Morales y del
Ministro Sr. Oyarzún, quienes estuvieron por acoger el recurso en estudio y anular el fallo
impugnado.

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