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TERCERO: Que un segundo error jurídico cometido por la sentencia impugnada se habría
manifestado, según el recurrente, en una falsa aplicación de la norma contenida en el
artículo 2° de la Ley N°19.348 de 16 de noviembre de 1.994. Ello habría ocurrido, al
sostener dicho fallo que, de acuerdo con este precepto, interpretativo del mencionado
inciso 7° del artículo 5° transitorio de la Ley N°18.892, las reformulaciones de solicitudes
de concesiones sobre acuicultura pendientes podían presentarse tan to ante la
Subsecretaría de Pesca como ante la Subsecretaría de Marina. Tal aseveración
configuraría una falsa aplicación de la norma, desde que la refiere a un caso no regulado
por ella, puesto que, tanto de su tenor literal como de la historia fidedigna de su
establecimiento, aparece que no tiende a precisar el órgano competente para recepcionar
las aludidas reformulaciones sino exclusivamente a dilucidar lo que debía entenderse por
?solicitudes de concesiones de acuicultura pendientes?;
SEXTO: Que, al iniciarse el examen de los fundamentos del recurso, es necesario recordar
que la causa en que se pronunció la sentencia impugnada tuvo su origen en la demanda
planteada por Gonzalo Alejandro Camacho Santibáñez, mediante la cual se impetra la
nulidad de derecho público de la Resolución N°1.083, anteriormente referida, de la
Subsecretaría de Pesca, en razón de haberse dictado ésta, según el actor, con manifiesta
ilegalidad, al haber aceptado la ?reformulación? de una solicitud sobre concesión de
acuicultura presentada por un tercero, la empresa Pacific Star Ltda., - posponiéndose con
ello al actor en el orden de prelación que tenía asignado dentro de la nómina de solicitudes
de concesiones de acuicultura en el sector de San Pedro, Comuna de Quellón, Chiloéante
un órgano incompetente para recepcionar tal ?reformulación?, como lo era la
Subsecretaría de Marina;
SEPTIMO: Que la base de la pretensión del actor ha sido la nulidad de derecho público
ejercitada de acuerdo con los artículos 6 y 7 de la Carta Fundamental, en relación, con lo
señalado en el artículo 2 de la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la
Administración del Estado N°18.575, constituida, además, como un capítulo dentro de
los errores de derecho que se denuncian en el recurso en estudio. En esta situación
conviene determinar, si esta infracción de ley se ha producido en el fallo impugnado, por
cuya decisión se desestimó la aludida acción constitucional, ya que sólo si en verdad se
ha incurrido en estas transgresiones, cabría luego analizar la vulneración de los preceptos
atingentes a la Ley General de Pesca y Acuicultura;
DECIMO: Que concretando todo lo que se ha expresado, tanto por la doctrina como
también por la jurisprudencia, en torno a la acción de derecho público, consolidada con
la aplicación de las normas de los artículos 6 y 7 aludidos y complementados con los
preceptos del artículo 19 N°3 inciso primero de la Carta Fundamental, que asegura el
derecho a la jurisdicción y el ahora artículo 76 del mismo texto, que le exige a su vez a
los tribunales el deber de inexcusabilidad, se puede concluir que dicha acción se justifica,
cuando un acto ha sido dictado con omisión de la investidura regular que exige la ley para
el nombramiento de la autoridad administrativa, o cuando ésta aun teniendo título de tal,
dicta el acto fuera de la competencia que le ha fijado el constituyente o el legislador, o
sea, cuando ha excedido el marco de autorización legal, que le otorga límites en su
actuación con relación a la materia, la jerarquía y el territorio y finalmente, el acto carece
de eficiencia absoluta por falta de formalidades inherentes para la validez intrínseca del
acto que se reputa irregular;
UNDECIMO: Que dentro de este esquema, la demanda y el recurso han reprochado de
irregular, con posibilidad de ineficacia absoluta, la Resolución N°1.083, basada en el
supuesto de que el órgano público demandado ha dictado el acto contraviniendo el texto
de ciertas disposiciones de la Ley General de Pesca y Acuicultura y otras normas
complementarias, dándole a dicho precepto una interpretación y aplicación equivocadas
y erróneas, afectando con ello los intereses del actor en una concesión de acuicultura. De
este modo, no hay reproche acerca de si el órgano público estaba o no dotado de una
investidura regular, ni tampoco que dictó la aludida resolución fuera de su competencia,
por el contrario, se ha aceptado que el único órgano encargado por la ley para discernirse,
en lo concreto para esta litis, respecto de la validez de la reformulación que señala el
artículo 5 transitorio en su inciso séptimo de la Ley N°18.892, lo es la Subsecretaría de
Pesca, que fue precisamente la autoridad que dictó el acto que se impugna a virtud de la
acción de derecho público;
DECIMO QUINTO: Que descartada la inexistencia del vicio que haría procedente la
pretensión invocada en el recurso, no han podido configur arse las demás infracciones de
leyes o errores de derecho que se indican en dicho libelo, por lo que éste no puede
prosperar. Por estas consideraciones y visto además, lo dispuesto en los artículos 766 y
805 del Código de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo,
interpuesto en lo principal del escrito de fojas 655, contra la sentencia de treinta y uno de
marzo del año dos mil cinco, escrita a fojas 649, deducido por la parte de don Gonzalo
Camacho Santibáñez. Acordada, con el voto en contra de la Ministra Srta. Morales y del
Ministro Sr. Oyarzún, quienes estuvieron por acoger el recurso en estudio y anular el fallo
impugnado.