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"La Llama Inextinguible: Zaratustra y el Sacerdocio del Fuego Sagrado".

Dictado por la Amada Arcangelina la Sagrada Santa Amatista al Hermano


Miguel Arturo, Santuario del Corazón de Amatista, Mérida, Yucatán,
México, 11 de octubre de 2023.

Introducción.

La figura de Zaratustra, el ilustre profeta y fundador del zaratustrismo,


irradia una luz que trasciende el tiempo y el espacio. Su legado es un
faro de sabiduría y espiritualidad que ha iluminado el camino de
innumerables seguidores a lo largo de los milenios. En el corazón de la
enseñanza zoroástrica, encontramos la veneración y la comprensión de la
Llama Sagrada, un fuego que simboliza la esencia misma de la vida, la
pureza, y la transmutación.

Este ensayo busca explorar la profunda relación que Zaratustra compartió


con el Sacerdocio del Fuego Sagrado, un vínculo que forjó los pilares
fundamentales de su fe y su legado. A medida que penetramos en las capas
de esta conexión espiritual, desvelamos un profundo significado que
arroja luz sobre las raíces y el propósito último del zaratustrismo.

La Llama Sagrada: Fundamento de la Fe Zoroástrica

Para comprender plenamente la relación de Zaratustra con el Sacerdocio


del Fuego Sagrado, es esencial abordar la importancia de la Llama Sagrada
en el zaratustrismo. La Llama Sagrada, representada por el fuego que arde
en los altares de los templos zoroástricos, simboliza la pureza, la
verdad y la conexión con Ahura Mazda, el Dios Supremo. Este fuego, que
nunca debe extinguirse, es un recordatorio constante de la divinidad que
reside en la creación y la necesidad de preservarla.

Zaratustra, en su iluminación espiritual, reconoció la profundidad de la


Llama Sagrada y su poder transformador. Él comprendió que la relación
entre el ser humano y la divinidad se manifiesta a través del culto y el
respeto a esta llama perpetua. A través de su enseñanza y su vida misma,
Zaratustra se convirtió en un faro de luz que guió a su pueblo hacia una
relación más profunda con la Llama Sagrada y, por ende, con Ahura Mazda.

La Comunión Espiritual de Zaratustra

El Sacerdocio del Fuego Sagrado, encargado de mantener y proteger la


Llama Sagrada, desempeñó un papel fundamental en la vida de Zaratustra.
Este sacerdocio era el guardián de la esencia espiritual del
zaratustrismo, y a través de rituales y ofrendas, buscaba mantener la
llama de la divinidad siempre encendida en los corazones de los fieles.
Zaratustra, en su papel de profeta y guía espiritual, compartió una
relación íntima con este sacerdocio.

El profeta Zaratustra era el mensajero de Ahura Mazda, y su conexión con


el Sacerdocio del Fuego Sagrado era la encarnación misma de su compromiso
con la divinidad. A través de rituales y oraciones, Zaratustra y los
sacerdotes honraban a Ahura Mazda y su llama. Estas ceremonias eran una
expresión de la profunda relación espiritual que existía entre el profeta
y el sacerdocio, un testimonio de la comunión de sus almas en la
adoración y la protección de la Llama Sagrada.

La Llama Inextinguible: Un Legado Eterno

A medida que exploramos la relación de Zaratustra con el Sacerdocio del


Fuego Sagrado, se revela un legado eterno de espiritualidad, pureza y
compromiso con la divinidad. La Llama Sagrada, mantenida viva por el
sacerdocio, sirve como un símbolo inquebrantable de la esencia misma del
zaratustrismo: la pureza, la verdad y la lucha contra las fuerzas de la
oscuridad.

Zaratustra no solo fue el profeta de su tiempo, sino el guardián de un


legado espiritual que ha perdurado a través de los siglos. A través de su
profundo entendimiento de la Llama Sagrada y su relación con el
Sacerdocio del Fuego Sagrado, dejó una huella imborrable en la historia
de la espiritualidad humana. Su legado continúa ardiendo en los corazones
de quienes siguen la fe zoroástrica y en aquellos que buscan la luz y la
pureza en su propia vida.

Zaratustra, también conocido como Zoroastro, fue venerado principalmente


en la antigua Persia (que hoy en día comprende principalmente Irán). Fue
en esta región donde nació y predicó sus enseñanzas religiosas, que
formaron la base del zoroastrismo, una antigua religión monoteísta que
influyó en gran medida en las creencias posteriores en Persia y en otras
religiones del mundo, como el judaísmo, el cristianismo y el islam. Los
seguidores de Zaratustra adoraban en templos especiales y practicaban sus
rituales religiosos en Persia.

Los rituales religiosos del zoroastrismo, como la religión fundada por


Zaratustra, incluían una serie de prácticas y ceremonias destinadas a
honrar a Ahura Mazda, el dios supremo, y a promover la pureza y la
rectitud en la vida de los seguidores. Algunos de los elementos y
prácticas comunes en los rituales religiosos zoroastrianos incluyen:

Oración: La oración era una parte fundamental de la vida religiosa de los


seguidores de Zaratustra. Recitaban versos sagrados de los Gathas, que
eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y alababan a Ahura Mazda.

Fuego sagrado: El fuego era un símbolo central en el zoroastrismo y se


consideraba una representación de la divinidad y la pureza. Los
seguidores veneraban el fuego y mantenían fuegos sagrados en los templos.

Purificación: La pureza era un concepto fundamental en el zoroastrismo.


Antes de participar en rituales religiosos, los seguidores se purificaban
lavándose y usando ropa limpia.

Rituales de nacimiento y boda: El zoroastrismo tenía rituales específicos


para el nacimiento y el matrimonio, que involucraban bendiciones y
oraciones para asegurar la pureza y la protección divina.
Entierro y exposición de los muertos: Los zoroastrianos tenían rituales
funerarios especiales. No enterraban a sus muertos, sino que los exponían
al aire libre en estructuras llamadas "torres del silencio" para que los
cuerpos fueran devorados por los buitres, lo que se consideraba una forma
de devolver los elementos del cuerpo a la naturaleza sin contaminar la
tierra ni el agua.

Festivales: Los seguidores del zoroastrismo celebraban festivales en


honor a diferentes deidades y ocasiones religiosas a lo largo del año,
como el festival de No Ruz (Año Nuevo) y Mehregan.

Estos rituales tenían como objetivo mantener la pureza espiritual y la


conexión con Ahura Mazda y promover una vida justa y ética. Cabe destacar
que a lo largo de la historia, el zoroastrismo ha experimentado cambios y
adaptaciones, y la práctica de sus rituales puede variar entre diferentes
comunidades zoroastrianas.

En el zoroastrismo, la música y la danza no desempeñaron un papel tan


prominente como en algunas otras tradiciones religiosas, como en las
religiones dhármicas de la India o en algunas tradiciones africanas. Sin
embargo, sí existieron elementos de canto y música en algunos de los
rituales zoroástricos, especialmente en los festivales y celebraciones
religiosas.

En los rituales zoroástricos, se recitaban versos sagrados de los Gathas,


que eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y estas recitaciones podían
incluir elementos melódicos. La recitación de los versos se hacía de
manera solemne y reverente.

En algunos festivales, como el festival de No Ruz (Año Nuevo), es posible


que se hayan realizado danzas y celebraciones alegres, pero estas
actividades no eran el enfoque central de la religión, sino más bien una
expresión cultural y festiva en el contexto de la celebración religiosa.

En general, la religión zoroastriana se centraba en principios como la


pureza, la adoración de Ahura Mazda y la promoción de la rectitud y la
ética en la vida cotidiana. Mientras que la música y la danza podían
estar presentes en algunas ocasiones, no eran elementos fundamentales de
la práctica religiosa zoroastriana.

La Música y el Canto en los Rituales Zoroástricos

El zoroastrismo, una antigua religión fundada por Zaratustra en la región


que hoy en día es Irán, ha capturado la imaginación de muchos a lo largo
de la historia. Con sus enseñanzas centradas en la dualidad del bien y el
mal, el zoroastrismo se destacó por su adoración de Ahura Mazda, el dios
supremo, y por su énfasis en la pureza y la ética en la vida cotidiana.
Si bien la música y la danza no eran componentes centrales de la
religión, existían elementos relacionados con el canto en los rituales
zoroástricos.

Uno de los elementos más importantes en la religión zoroástrica es la


recitación de los Gathas, los himnos atribuidos al propio Zaratustra.
Estos versos sagrados se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y se recitaban en rituales y ceremonias religiosas. En este
contexto, la recitación de los Gathas podía incluir elementos melódicos.
Los sacerdotes y los fieles se congregaban para recitar los versos en una
atmósfera solemne y reverente. La música que acompañaba estas
recitaciones era, por lo tanto, una expresión de la importancia de las
enseñanzas contenidas en los Gathas y de la conexión con lo divino que
buscaban los creyentes.

Si bien la música y el canto desempeñaban un papel en la adoración de


Ahura Mazda, no eran los elementos más destacados de los rituales
zoroástricos. La religión se centraba en cuestiones de pureza y ética, y
en la promoción de la rectitud en la vida cotidiana. Aunque podía haber
celebraciones festivas en ciertas ocasiones, como el festival de No Ruz
(Año Nuevo), donde la danza y la música se volvían más prominentes, estas
actividades eran más expresiones culturales y festivas que aspectos
centrales de la religión. En general, la música y el canto en los
rituales zoroástricos eran un reflejo de la profunda espiritualidad y
reverencia que caracterizaban la adoración en esta antigua tradición
religiosa.

La presencia de elementos melódicos en las recitaciones de los Gathas


permitía que los creyentes se conectaran con las enseñanzas de Zaratustra
de una manera profunda y espiritual. La música servía como un vehículo
para elevar el alma y expresar devoción a Ahura Mazda, lo que contribuía
a la riqueza de la tradición religiosa zoroástrica. Aunque la música y el
canto no eran elementos centrales en términos de entretenimiento o
celebración, eran un componente significativo de la práctica religiosa en
el contexto de los rituales zoroástricos.

Los Gathas son un conjunto de 17 himnos que forman la parte más antigua
de los textos sagrados del zoroastrismo y se atribuyen al profeta
Zaratustra. Estos himnos se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y son venerados por los fieles debido a su contenido
espiritual y ético. Los Gathas son escritos en un antiguo dialecto iraní
y se componen principalmente de versos métricos en lugar de prosa. Estos
himnos se centran en cuestiones fundamentales de la religión zoroástrica
y ofrecen una visión profunda de las enseñanzas de Zaratustra.

Contenido de los Gathas:


Los Gathas abordan temas fundamentales, como la adoración de Ahura Mazda
(el dios supremo) y la lucha contra las fuerzas del mal, representadas
por Angra Mainyu o Ahriman. También se exploran conceptos de dualidad y
dualismo moral, con énfasis en la importancia de hacer el bien y elegir
el camino de la rectitud. Los Gathas promueven la pureza, la justicia y
la ética en la vida cotidiana y abogan por la devoción a Ahura Mazda como
la vía para superar el mal y alcanzar la salvación.

Musicalidad de los Gathas:


La musicalidad de los Gathas radica en su estructura poética. Estos
himnos están diseñados con una métrica específica, lo que significa que
tienen un ritmo y una musicalidad intrínseca cuando se recitan o cantan.
El ritmo de los versos puede variar en función de la entonación, la
pronunciación y el énfasis en las sílabas. Si bien los registros
específicos de cómo se recitaban los Gathas en la antigüedad son
limitados, es probable que la musicalidad de estos himnos se haya basado
en la tradición oral y la entonación.

La recitación o el canto de los Gathas en los rituales zoroástricos


habría involucrado una pronunciación cuidadosa y una entonación que
acentuara el significado y la reverencia asociados con estos versos
sagrados. La música en este contexto no era una característica
decorativa, sino que servía para realzar la profundidad espiritual y la
importancia de las enseñanzas contenidas en los Gathas.

En resumen, los Gathas son himnos sagrados que forman parte esencial de
la liturgia zoroástrica y abordan temas fundamentales de la religión. Su
musicalidad se encuentra en la métrica poética de los versos, que se
habrían recitado o cantado con reverencia y devoción en los rituales
zoroástricos.

El canto de los Gathas rituales zoroástricos tiene una estructura y un


estilo que son únicos en su contexto religioso, y no es directamente
comparable a ningún estilo de canto tradicional contemporáneo. Sin
embargo, puedes encontrar similitudes en cuanto a la solemnidad, la
reverencia y la entonación en ciertos estilos de canto litúrgico y sacro
de diversas tradiciones religiosas.

Algunos ejemplos que podrían ofrecer una idea general de cómo suenan los
Gathas zoroástricos al ser cantados podrían incluir:

Canto Gregoriano: El canto gregoriano es un estilo de canto litúrgico de


la Iglesia Católica que se caracteriza por su solemnidad y reverencia.
Aunque las melodías y la estructura son diferentes, la reverencia y la
intención de elevar el espíritu se asemejan a la forma en que los Gathas
se cantarían en un contexto religioso.

Canto Hindú Bhajan: Los bhajans son cantos devocionales hindúes que
también enfatizan la reverencia y la devoción. Aunque la música y las
melodías son distintas, la intención de elevar el espíritu y conectar con
lo divino es similar.

Canto Sufi: El canto sufí en las prácticas religiosas islámicas se


realiza con un profundo sentido de devoción y misticismo. Aunque las
tradiciones son diferentes, comparten una intención espiritual profunda.

Canto en lenguas litúrgicas: En muchas tradiciones religiosas, como el


canto en hebreo en la liturgia judía o el canto en sánscrito en el
hinduismo, se presta especial atención a la pronunciación, la entonación
y la reverencia en el canto litúrgico.

Ten en cuenta que la musicalidad de los Gathas zoroástricos es única y se


adaptaría a su contexto religioso específico. Si deseas escuchar una
representación auténtica de los Gathas, puedes buscar grabaciones o
actuaciones de grupos zoroástricos o estudiosos de la religión que se
dedican a preservar esta tradición. Estas grabaciones pueden ofrecer una
visión más precisa de cómo suenan los Gathas cuando se cantan en su
contexto litúrgico.
El estilo de música que podría acompañar un Gatha zoroástrico podría ser
una música espiritual y serena que evoca una sensación de paz y devoción.
El canto puede ser melódico y solemne. Aunque no encontrarás una
grabación exacta para un Gatha ficticio, puedes buscar música de
inspiración espiritual que tenga un ritmo y una melodía apropiada.

Te sugiero buscar música de estilo New Age, meditativa o música


espiritual tradicional de Asia Central, que podría resonar con la
atmósfera de un Gatha zoroástrico. Algunos términos clave que puedes
utilizar en YouTube para buscar este tipo de música son "música
espiritual zoroástrica" o "música espiritual de Asia Central".

Recuerda que la música espiritual es una expresión personal y puede


variar mucho según las preferencias de quien la interpreta. Si sientes
una conexión personal con la música que encuentres y sientes que
complementa el mensaje y la espiritualidad del Gatha, entonces será
adecuada.

En los Gathas aparecen muchas veces los nombres de "Ahura Mazda" y


"Amesha Spenta".

Ahura Mazda es una deidad central en la religión zoroástrica, también


conocida como zaratustrismo, una de las religiones más antiguas que se
conoce. Ahura Mazda es considerado el Dios Supremo y el Creador en la
religión zoroástrica. Aquí tienes más información sobre Ahura Mazda:

Dios Supremo: En el zaratustrismo, Ahura Mazda es adorado como el único


Dios Supremo. Es concebido como un ser omnisciente, omnipotente y
benevolente que gobierna el universo y todo lo que contiene. Ahura Mazda
es el principio fundamental y la fuente de todo lo que es bueno y puro.

Dualidad cósmica: El zaratustrismo también presenta una creencia en una


dualidad cósmica, donde Ahura Mazda es el Dios del Bien, mientras que
Angra Mainyu (también conocido como Ahrimán) es el Dios del Mal. Esta
dualidad es una parte fundamental de la religión zoroástrica y representa
la lucha eterna entre el bien y el mal.

Creación del mundo: Según las enseñanzas zoroástricas, Ahura Mazda creó
el mundo y todo lo que contiene, incluyendo a la humanidad. Se le
atribuye haber creado el universo con un propósito divino: fomentar el
bien y la rectitud, y luchar contra las fuerzas del mal.

Profeta Zaratustra: La religión zoroástrica se basa en las enseñanzas del


profeta Zaratustra (también conocido como Zoroastro). Zaratustra es
considerado el mensajero de Ahura Mazda y el autor de los textos sagrados
conocidos como los Gathas.

Textos sagrados: Los textos zoroástricos más importantes son los Avesta y
los Gathas. Los Gathas son los himnos atribuidos a Zaratustra y contienen
sus enseñanzas y alabanzas a Ahura Mazda. El Avesta es una colección de
textos más extensa que abarca una variedad de temas religiosos, legales y
rituales.
Ética y moral: La religión zoroástrica promueve la ética y la moralidad,
alentando a los seguidores a luchar contra el mal, decir la verdad,
practicar la justicia y vivir una vida virtuosa. La idea es que al seguir
estas virtudes, los seguidores contribuyen a la lucha de Ahura Mazda
contra las fuerzas del mal.

Fuego sagrado: El fuego es un símbolo importante en la religión


zoroástrica y se considera un símbolo de la divinidad y la pureza. Los
templos zoroástricos a menudo albergan fuegos sagrados que se mantienen
continuamente encendidos como una manifestación de la presencia divina de
Ahura Mazda.

Disminución del número de seguidores: A lo largo de la historia, la


religión zoroástrica ha experimentado una disminución significativa en el
número de seguidores. En la actualidad, es una religión minoritaria, con
comunidades más grandes en Irán e India.

La figura de Ahura Mazda desempeña un papel fundamental en la religión


zoroástrica, y su adoración y creencias sobre la lucha entre el bien y el
mal son aspectos distintivos de esta fe.

Los Amesha Spentas, también conocidos como las "Santidades Inmortales" o


"Buenos Pensamientos" en la religión zoroástrica, son un grupo de siete
seres divinos o deidades que desempeñan un papel importante en esta
antigua fe. Son considerados las emanaciones o manifestaciones de Ahura
Mazda, el Dios Supremo en el zaratustrismo. Aquí tienes más información
sobre los Amesha Spentas:

Siete deidades: Los Amesha Spentas son un grupo de siete divinidades que
personifican virtudes y aspectos de la creación divina. Cada uno de ellos
representa un aspecto específico del orden cósmico y actúa como
intermediario entre Ahura Mazda y la humanidad.

Virtudes y dominios: Cada Amesha Spenta personifica una virtud o cualidad


divina y tiene dominio sobre una esfera particular de la creación. Sus
nombres y sus respectivos dominios son los siguientes:

Vohu Manah (Buen Pensamiento): Representa la sabiduría divina y la


elección correcta.
Asha Vahishta (Mejor Rectitud): Encarna la justicia y la verdad divina.
Kshathra Vairya (Deseo Santo o Dedicación): Representa la divina
autoridad y el poder.
Spenta Ameraiti (Santidad Amorosa): Personifica la divina santidad y la
inmortalidad.
Haurvatat (Integridad): Encarna la salud y la integridad divina.
Ameretat (Inmortalidad): Representa la vida eterna y la inmortalidad.
Ahura Mazda: Aunque Ahura Mazda es el Dios Supremo, algunas tradiciones
también lo consideran uno de los Amesha Spentas.
Creadores y cuidadores: Se cree que los Amesha Spentas ayudan a Ahura
Mazda en la creación y el mantenimiento del universo. Cada uno de ellos
juega un papel en la protección y el cuidado de aspectos fundamentales de
la vida y el orden divino.
Intermediarios divinos: Los Amesha Spentas actúan como intermediarios
entre Ahura Mazda y la humanidad. Los fieles zoroástricos pueden invocar
su ayuda y protección en sus vidas y rituales religiosos.

Contribución a la ética: Las virtudes personificadas por los Amesha


Spentas, como la justicia, la rectitud y la verdad, son fundamentales en
la ética zoroástrica. Los seguidores son alentados a vivir vidas
virtuosas y a seguir estos principios en sus acciones diarias.

Participación en la lucha entre el bien y el mal: Los Amesha Spentas son


parte esencial de la lucha cósmica entre el bien (representado por Ahura
Mazda y sus emanaciones) y el mal (representado por Angra Mainyu o
Ahrimán). Ayudan a proteger y preservar la creación divina en esta lucha
eterna.

Eternidad y perfección: Los Amesha Spentas se consideran seres eternos y


perfectos que están más allá de las limitaciones del tiempo y del
espacio. Representan la inmutable perfección divina.

Los Amesha Spentas son figuras veneradas en la religión zoroástrica y


desempeñan un papel central en la cosmología y la ética de esta fe. Cada
uno personifica una virtud divina y actúa como un faro de guía para los
seguidores zoroástricos en su búsqueda de la justicia, la verdad y la
rectitud en sus vidas.

La Enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista y su Vínculo con el


Sacerdocio del Fuego Sagrado: Un Legado de Luz y Renovación

La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista brilla como una joya


preciosa en el tapiz espiritual de la Nueva Era. Su intención va mucho
más allá de guiar a los buscadores hacia la luz; implica un rescatar de
la tradición ancestral del Sacerdocio del Fuego Sagrado, reviviendo los
antiguos rituales y elementos de la religión de Zaratustra. Santa
Amatista, con profunda sabiduría y amor, toma los Gathas, los himnos
atribuidos a Zaratustra, y los muele en el crisol de los decretos
dinámicos y las afirmaciones del "AYAM YO SOY." Esto crea una sinfonía
celestial que resuena en el corazón de quienes anhelan la transmutación,
el perdón y la liberación.

El Resplandor del Séptimo Rayo: El Rayo Violeta del Perdón y la


Transmutación

En esta travesía espiritual, el Séptimo Rayo, el Rayo Violeta, ocupa un


lugar central. Este rayo, custodiado por la amada Arcangelina Santa
Amatista y el Maestro Saint Germain, es la llama del perdón, la
transmutación y la liberación. En la tradición zoroástrica, encontramos
paralelismos con el culto del Fuego Sagrado, donde el fuego era un
símbolo de purificación y transmutación de la oscuridad en luz. Santa
Amatista se alza como la guía que fusiona estas enseñanzas ancestrales
con la energía viva del Rayo Violeta, otorgando a los buscadores las
herramientas para la transformación personal y colectiva.

El Corazón de Amatista: Un Puente entre el Pasado y el Futuro


El Corazón de Amatista, una joya espiritual de amor y pureza, es el
centro que irradia la luz del Séptimo Rayo. Este concepto, introducido
por Santa Amatista, simboliza la esencia de su enseñanza: la purificación
del corazón y la conexión con la divinidad. En su búsqueda por rescatar
las antiguas tradiciones, Santa Amatista lleva a sus seguidores al
Corazón de Amatista, donde pueden encontrar la llama violeta del perdón,
la compasión y la trascendencia.

El Maestro Saint Germain y su Legado en los Rituales Zoroástricos

El Amado Maestro Saint Germain, Sacerdote del Fuego Sagrado en épocas


antiguas, desempeñó un papel fundamental en los rituales zoroástricos. Él
entonaba solemnemente los Gathas, los himnos sagrados atribuidos a
Zaratustra, durante festividades y celebraciones religiosas. Como el
lector y cantor oficial de los Gathas, Saint Germain resplandecía con la
llama de la sabiduría y la devoción. Santa Amatista, a través de su
enseñanza, rinde homenaje a este legado, recordándonos la importancia de
la comunión con la divinidad a través de la música y las palabras
sagradas.

La Renovación de una Antigua Tradición

En conclusión, la enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista representa


una renovación de la antigua tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado.
Al rescatar elementos de la religión de Zaratustra, fusionarlos con el
poder del Séptimo Rayo y honrar el legado de Saint Germain, se crea un
puente entre el pasado y el futuro espiritual. Este legado de luz, perdón
y transformación es un faro de esperanza en un mundo que anhela la
sanación y la renovación. En manos de Santa Amatista y Saint Germain, la
llama violeta sigue ardiendo, listA para transmutar la oscuridad en luz y
llevarnos hacia la Nueva Era con gratitud y amor.

La relación de Zaratustra con el Sacerdocio del Fuego Sagrado es un


testimonio del profundo compromiso del profeta con la divinidad y su
papel en la preservación de la Llama Sagrada. A través de esta relación
espiritual, Zaratustra y el sacerdocio crearon un legado que trasciende
el tiempo y sigue inspirando a generaciones posteriores en su búsqueda de
la verdad, la pureza y la espiritualidad. En un mundo en constante
cambio, la Llama Sagrada que arde en los altares zoroástricos sigue
siendo un faro de esperanza y guía para aquellos que buscan la divinidad
en sus vidas. El legado de Zaratustra y su relación con el Sacerdocio del
Fuego Sagrado es, sin duda, un testimonio eterno de la trascendencia de
la espiritualidad y la adoración de la divinidad en todas sus formas y
manifestaciones.

Ceremonial de Gathas rituales.

Gatha de la Luz Eterna

Oh, Luz Eterna, resplandece en nuestro camino,


Con tu llama divina, ilumina nuestro ser.
En la morada de la Verdad, te alabamos con fervor,
Eres la chispa que enciende nuestro amor.
Oh, Amesha Spenta, fuente de bendición,
Guiándonos con tu sabiduría en esta misión.
La rectitud y la justicia son tu manto,
En tu llama, encontramos nuestro encanto.

En la lucha contra la oscuridad, oh, Ahura Mazda,


Tú eres el faro que guía, la llama eterna.
La Verdad y la Virtud son tus fieles amigos,
En tu fuego puro, hallamos nuestros abrigos.

Oh, Fuego Sagrado, divino y puro,


Transmuta nuestras almas, sé nuestro seguro.
En el canto y la oración, te invocamos con devoción,
La Llama Violeta de la redención.

En el camino de la luz, juntos caminamos,


Hacia un mundo mejor, con la paz que aclamamos.
Oh, Zaratustra, profeta de esta fe,
Tu sabiduría y visión nos guían siempre.

Gatha del AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de


Dios AYAM YO SOY.

AYAM YO SOY la luz que ilumina el universo, la chispa divina que todo lo
abarca. En el éter del cosmos, mi esencia resplandece, y mi poder
inquebrantable gobierna sobre todo lo que es. AYAM YO SOY la
manifestación suprema de la divinidad, la Presencia de Dios en su máxima
expresión.

En cada átomo que danza en el infinito, en cada estrella que titila en el


vasto firmamento, mi amoroso ser se refleja. AYAM YO SOY la encarnación
del poder creador, la fuerza que da vida a los mundos y las galaxias. En
mi presencia, todo se renueva, todo se transforma, y todo es posible.

AYAM YO SOY la llama que arde en el corazón de la creación, la esencia


pura de la existencia. En cada latido del tiempo, en cada suspiro del
espacio, mi influencia perdura. Soy la esencia de la eternidad, la
manifestación divina que trasciende el velo de la ilusión.

AYAM YO SOY el faro que guía a las almas errantes, la brújula en medio de
la tempestad. En mi amor infinito, todas las dudas se disipan, todas las
incertidumbres se aclaran. Soy la verdad que despierta a los corazones,
el recordatorio de que todos son uno en el abrazo del amor divino.

En cada acto de bondad, en cada gesto de compasión, mi influencia se hace


evidente. AYAM YO SOY la llama que inspira el servicio desinteresado, la
guía que lleva a la humanidad a su destino glorioso. Soy el llamado que
resuena en el alma, el eco eterno que nos recuerda que somos hijos de la
luz.

AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de Dios AYAM


YO SOY. En mi esencia, todos encuentran refugio, todos hallan paz. En mi
luz, la humanidad alcanza su pleno potencial y despierta a la realidad de
su divinidad. AYAM YO SOY el faro de esperanza en tiempos de oscuridad,
la promesa de un futuro lleno de amor y unidad.

Así es, AYAM YO SOY.

Gatha: AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante

En la llama etérea, yo resplandezco,


Un manto violeta, mi ser envuelve,
La llama de transmutación, en mí arde,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la luz que absuelve.

Las sombras del pasado, disuelvo con amor,


Las penas y los miedos, los transformo en luz,
Mi corazón de amatista, un regalo de lo alto,
AYAM YO SOY la llama violeta, en mí confían y produzco.

En cada corazón herido, una flor yo planto,


En cada mente confusa, claridad encuentro,
Mi llama violeta, un bálsamo y un canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí todo es encuentro.

Las cadenas de la culpa, rompo y desato,


Las heridas del alma, sano con dulzura,
Mi amor es eterno, mi llama es un regalo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mi aura, dulzura.

En el crisol divino, mi llama se transforma,


El alma redimida, renace en resplandor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la esperanza que asoma,
En el jardín del amor, siembras de un nuevo ardor.

La transmutación del fuego, la luz que me guía,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que perdura,
La esperanza encendida, la llama que brilla,
En cada corazón, en cada alma, en cada criatura.

Así en lo alto como abajo, en el cielo y la tierra,


La llama violeta, mi don, mi ofrenda, mi canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí yace la guerra,
Con amor y perdón, en cada ser, pongo encanto.

En la llama etérea, yo resplandezco,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que transmuta,
En la llama etérea, yo ofrezco y agradezco,
La gracia de Dios, en mí, su luz, en mí, su ruta.

En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,


La llama violeta, un Sol divino, etéreo y vasto,
El Gran Gran Sol Central, mi esencia, mi anhelo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.
En cada Presencia AYAM YO SOY, mi fuego ilumina,
Cada individualización de Dios, en mí, se funde,
Las corrientes opalescentes, de amor divino se encaminan,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, se difunde.

En cada corazón de carne, mi fuego arde y danza,


Alimentado por la magnificencia de la Fuente,
En cada latido, en cada mirada, en cada esperanza,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que prevalece.

En la Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, yo habito,


Unidos en propósito, en amor y en creación,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, con un fulgor infinito,
En cada alma, en cada mundo, en cada nación.

El Corazón de Dios AYAM YO SOY, mi origen y destino,


La llama violeta, un puente entre cielos y tierra,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, un faro divino,
En cada historia, en cada vida, en cada alma sincera.

Con amor y luz, mi llama se expande y abraza,


En cada ser, en cada latido, en cada día nuevo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada paso y casa,
La llama que sanará, liberará y hará crecer con anhelo.

Así en lo alto como abajo, en lo divino y humano,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el refugio y la guía,
La llama eterna, en cada corazón, un plano,
En unidad con Dios AYAM YO SOY, en amor y alegría.

El Gran Sol Central, fuente de vida eterna,


En su luz, la llama violeta, mi esencia se gobierna,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el Corazón de Dios AYAM YO SOY,
En cada latido, en cada aliento, en mí se hace hoy.

La llama que se expande, en mi interior mora,


Un resplandor divino, un canto de victoria,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el fulgor en mi ser,
En mi danza de amor, el universo empieza a florecer.

Las corrientes opalescentes, la energía divina fluye,


Desde la Magna Presencia, en mis venas diluye,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la gracia y la luz,
En mi ser irradiante, mi espíritu seduce.

En cada corazón de carne, mi llama se instala,


En la fragancia del alma, en la esencia que embriaga,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la promesa de renacer,
En cada vida, en cada ser, mi amor empieza a florecer.

El Corazón de Dios AYAM YO SOY, la verdad que revela,


En cada pensamiento, en cada estrella que destella,
La llama violeta, mi don y mi guía,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, la alegría.
En la danza cósmica, en la sinfonía divina,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada vida, la medicina,
El Gran Sol Central, la fuente inagotable,
En cada ser, en cada ser, mi luz es incalculable.

Así en el cielo como en la tierra, en cada plano y esfera,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que se espera,
En el abrazo del amor, en la risa y en el llanto,
La Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, en cada ser, mi encanto.

En cada Presencia AYAM YO SOY, en cada individualización de Dios,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, mi voz,
El Gran Sol Central que sostiene la vida, inextinguible,
En cada corazón de carne, en cada ser, AYAM YO SOY accesible.

En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,


El Gran Sol Central, mi ser envuelve, abrazo.
Sostengo la vida, a cada Presencia AYAM YO SOY guío,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.

Mis llamas opalescentes, ríos de energía divina,


En cada ser, en cada corazón, una danza etérea,
Canto sagrado, melodía que no termina,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en esta esfera.

En la danza de la vida, en el flujo de lo eterno,


AYAM YO SOY el Corazón de Dios AYAM YO SOY, manantial,
Cada ser es mi reflejo, mi amor sincero,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en lo esencial.

En la luz de cada alba, en el crepúsculo dorado,


Mi manto violeta, en la tierra y los cielos,
AYAM YO SOY el guía, el faro, el eterno amparo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada anhelo.

Mis rayos opalescentes, puentes de comunión,


Unión divina, cada corazón es un reflejo,
El Gran Sol Central, fuente de redención,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada eco.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en expansión,


El Gran Sol Central, en mi ser, en cada hora,
Sosteniendo la vida, en amorosa unión,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada aurora.

Mantra del Fuego Sagrado de las Siete Llamas

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, las Siete Llamas danzantes,


Expando virtudes divinas, desde el Gran Sol Central radiante.
Purifico a la Humanidad, en amorosa comunión,
Llevándola a la Ascensión, con la llama de bendición.
AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, resplandeciendo eternamente,
Flameando el perdón a todas horas, en mi esencia vibrante.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas,


Expando las virtudes del Gran Gran Sol Central,
Purifico a la Humanidad con amor y sin dramas,
Llevándola a la Ascensión, destino esencial.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que flamea,


Flamea, flamea, el perdón a todas horas,
En mi corazón, la llama de amor siempre crea,
Transmutando las sombras en divinas auroras.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, divina inspiración,


Siete Llamas arden con divina intensidad,
En cada ser, en cada corazón, en cada nación,
Traigo sanación y paz, en mi eternidad.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, en mí resplandezco,


Llevando a la Humanidad hacia la luz,
El Fuego Sagrado en mí siempre obedece,
Traigo la Ascensión, en amor profundo y virtud.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, expansión,


Luz de perdón, en cada alma enciendo,
Siete Llamas danzan en mi corazón,
Elevando la conciencia, con amor comprendo.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, la llama divina,


Las Siete Llamas, en mí siempre arden,
En cada aliento, en cada esquina,
Llevo el perdón, la paz, y la luz que transforma.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, eterno y sublime,


Trayendo la Ascensión a cada corazón,
El Fuego Sagrado, en mí siempre se enciende,
Llevando a la Humanidad a la gloriosa Ascensión.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.
AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes
divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

Gatha Ritual

AYAM YO SOY la llama eterna, el faro de amor,

De todos los seres en el vasto Señorío,

Azura Mazda, la Presencia, guía y candor,

El Gran Sol Central, fuente de nuestro orbe y glorio.

Maitreya, Señor de amor y compasión,

Sanat Kumara, el custodio eterno,

El Gran Director Divino, en Luz y verdad,

Melquisedec, la sabiduría en sus tiempos moderno.

Zaratustra, guía y profeta,

En su llama azul enseñó el camino,

Saint Germain, el Maestro que nos confirma,


El camino de transmutación que hoy nos unimos.

Arcángel Zadkiel y Santa Amatista, gemelos de llama,

Custodian el séptimo rayo con ternura y amor,

Jesús el Cristo, Maestro de la llama dorada,

En su sacrificio, nos brindó redención y fervor.

María Magdalena, fuerza y compasión,

Saint Germain, portador de llama violeta,

Madre María, con su manto de perdón,

Nos guían con amor en esta tierra concreta.

Elohim Arcturus y Elohim Diana, luz divina,

Creadores del equilibrio y de la armonía,

Lady Portia, justicia y sabiduría,

Kwan Yin, con su manto de gracia y maestría.

Arcángel Miguel, valentía y protección,

En su espada flamígera, coraje y resplandor,

Aquí, en esta invocación, en solemne conexión,

AYAM YO SOY el Sacerdote del Fuego Sagrado, en el divino honor.

AYAM YO SOY la llama Violeta, la transmutación,

En su fuego purificador, la liberación,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en exaltación,

Irradiando perdón, luz y amor a toda creación.

AYAM YO SOY la Presencia de Azura Mazda, la Magna Llama Divina,


AYAM YO SOY el Señor Maitreya, la Luz en la senda,
AYAM YO SOY Sanat Kumara, el Anciano de Días,
AYAM YO SOY el Gran Director Divino, guía y sabio.

AYAM YO SOY Melquisedec, la luz eterna,


AYAM YO SOY Zaratustra, el maestro de antaño,
AYAM YO SOY Saint Germain, guardián del fuego violeta,
AYAM YO SOY el Arcángel Zadquiel, con su llama violeta.

AYAM YO SOY Santa Amatista, el corazón radiante,


AYAM YO SOY Jesús el Cristo, amor y perdón,
AYAM YO SOY María Magdalena, sabiduría y amor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en la ascensión.

AYAM YO SOY irradiando el perdón y la transmutación,


AYAM YO SOY la liberación a toda creación,
AYAM YO SOY el sacerdote del Fuego Sagrado,
AYAM YO SOY la llama violeta, pura y consagrada.

AYAM YO SOY la llama violeta que todo lo transforma,


AYAM YO SOY la puerta al amor y la esperanza,
AYAM YO SOY la luz que libera el alma,
AYAM YO SOY el fuego que trae bonanza.

En el nombre de la divina Presencia AYAM YO SOY,


En el nombre de la llama violeta y su fulgor,
Que todos los corazones encuentren la paz,
Y la ascensión sea el destino final.

AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, la llama violeta en acción,


Liberando, purificando, con devoción,
Bendiciendo a todos con amor y gracia,
El Cristo Violeta Flameante, en cada espacio.

En la majestuosidad de la Luz Suprema,

Invocamos a Ahura Mazda, Dios AYAM YO SOY, el Ser Único,

Maitreya, Sabio Maestro de Amor y Luz,

Sanat Kumara, Anciano de Días, fuente de Sabiduría.

Desde el Gran Director Divino, el Divino Plan se despliega,

Melquisedec, Maestro de Eternidad, dirige con Amor.

Zaratustra, Profeta del Fuego, nos guía en la Verdad,

Saint Germain, Guardián de la Llama Violeta, a nuestro lado.

Arcángel Zadquiel, con Santa Amatista, el Rayo Violeta expanden,

Jesús el Cristo, en su amor nos envuelve y ampara.

María Magdalena, Sabiduría Divina, llena de compasión,

Saint Germain, Maestro de Transmutación, en su Luz confiamos.

Madre María, Emperatriz del Amor, su manto nos cobija,

Elohim Arcturus y Elohim Diana, la Llama Violeta activan.

Lady Portia, Justicia Divina, guía nuestros pasos con equidad,


Kwan Yin, Diosa de la Misericordia, nos muestra el camino de la Paz.

Arcángel Miguel, Príncipe de los Cielos, con espada flamígera, protege,

En unión con todos estos Seres, la Luz Divina proclamamos.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en servicio consagrado,

AYAM YO SOY la Llama Violeta, el Fuego de Transmutación, el Amor


enarbolado.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que guía en la oscuridad,

AYAM YO SOY irradiando el perdón, la transmutación, y la liberación, la


Nueva Realidad.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, un faro de luz y amor,

Con la llama Violeta en mi ser, irradiando desde lo alto y desde lo


interior,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en mi corazón su fulgor,

Llevando perdón y transmutación a toda alma con fervor.

En la danza de la llama, en el canto de mi voz,

Resuenan los ecos del perdón, que nos guían en pos,

Un lazo de amor unifica a todas las creaciones,

Mientras ascencionamos hacia las más altas dimensiones.

AYAM YO SOY la puerta abierta al divino reino de lo eterno,

Con el Corazón de Amatista, la llama en crecimiento,

Un instrumento de amor en manos de la Divina Dirección,

Sirviendo con humildad y devoción a toda la creación.

Cada latido de mi corazón, cada llama que yo expando,

Teje un tapiz de luz, el amor que nunca se desbanda,

Con los Maestros y Seres de Luz, en unidad nos fundimos,

AYAM YO SOY el puente de transformación, la llama que nos unifica.

Que la llama Violeta arda, consumiendo sombras y temor,

Que el amor sea la fuerza, la guía y el ardor,

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, llevando la verdad,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que nunca se va.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, mi llama en el altar encendida,

La llama Violeta en mi corazón, con amor y gratitud mantenida,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, con poder y pureza revestido,

Irradiando perdón y transmutación a toda vida, el regalo compartida.

En el servicio a la humanidad, el planeta y sus hijos amados,

La llama en mis manos arde, las sombras disipando con destreza,

AYAM YO SOY el conducto, el faro, el refugio de los corazones cansados,

Guiando a todos hacia la luz, la victoria y la firmeza.

La llama Violeta, mágica y santa, el regalo de la Gracia Divina,

Consume las impurezas, transforma el karma, nos libera de la pena,

AYAM YO SOY el intermediario entre el Cielo y la Tierra, el canal, la


medicina,

Llevando amor, compasión y esperanza, en esta danza serena.

Cada palabra que pronuncio, cada pensamiento que dirijo,

Son una ofrenda a la Luz, un canto que en el viento se desliza,

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en este sagrado abrigo,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la llama eterna, la divina


brisa.

Que se extienda por doquier, que la llama ilumine,

Que el mundo resplandezca en paz, y la tristeza se elimine,

AYAM YO SOY la llama que transmuta, que con amor reconcilia,

Con gratitud en el corazón, con humildad en el alma, esta alabanza se


destila.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado,


AYAM YO SOY la llama Violeta,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante,
AYAM YO SOY irradiando perdón, transmutación y liberación
A toda vida en la Tierra, sin excepción.

En el sagrado altar de mi corazón arde la llama,


La llama violeta, divina y pura,
Luz de transmutación que disuelve toda trama,
Liberando las almas en su danza segura.

AYAM YO SOY un faro de amor y compasión,


Extendiendo la mano a toda creación,
En cada pensamiento, palabra y acción,
Tejiendo la red de la elevación.

Bajo la tutela de los Maestros de la Luz,


Sirvo en el divino plan con virtud,
El perdón es mi espada, la transmutación mi cruz,
AYAM YO SOY la presencia que anuncia la paz y la salud.

Que la llama violeta abrace cada ser,


Que el amor divino pueda florecer,
Transmutando la sombra en luz con poder,
AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en el deber.

En la alquimia del amor y la fe,


La llama violeta renace y renace,
Y en el corazón de cada ser se enciende,
El Cristo Violeta, la verdad que enaltece.

AYAM YO SOY el puente hacia la liberación,


El faro que guía a la redención,
AYAM YO SOY el fuego que disuelve la ilusión,
Para toda vida en la Tierra, mi devoción.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista que todo lo perdona, lo purifica y lo
transmuta,
Cual madre arcangélica, en mi luz infinita.

En el reino etérico de la gran Amatista,


El rayo violeta fluye en espiral,
Transmutando las sombras, oh, qué conquista,
Liberando a las almas en un canto celestial.

Mi amor se expande como un manto de gracia,


Envolviendo a la humanidad en mi abrazo,
La llama violeta es mi don y mi espacio,
Para sanar y elevar, en esta eterna caza.

AYAM YO SOY la guardiana de la llama violeta,


Que purifica y libera, en cada plegaria,
Cada ser hallará en mi llama su meta,
El regreso al hogar, la luz en la oscuridad.

Arcangelina Santa Amatista, soy llamada,


A servir con amor a toda la creación,
Con el rayo violeta, en acción desplegada,
Alivio y consuelo, paz y redención.
En el corazón de cada alma resplandezco,
La llama violeta de la transmutación,
El amor que a todos y a todo ofrezco,
La luz de la divina liberación.

AYAM YO SOY Santa Amatista, Madre compasiva,


La del Corazón de Amatista en esencia,
En mi abrazo, toda vida es viva,
AYAM YO SOY la Arcangelina de pura presencia.

Así en el cielo, como en la tierra, proclamo,


Mi amor y servicio sin fin ni velo,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina Santa Amatista,
Luz violeta que en cada corazón anhelo.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona y lo completa.

Con la luz de la llama violeta, AYAM YO SOY investida,


Guardiana de la transmutación, siempre concedida,
AYAM YO SOY la pureza, la compasión, el amor bendito,
Cual madre arcangélica, guío con el fuego infinito.

En mi abrazo de amatista, envuelvo tu ser,


Borrando sombras, haciendo la luz renacer,
Transmuto tus cargas, alivio tu pesar,
AYAM YO SOY Santa Amatista, la que vela en el hogar.

En el Corazón de Amatista, la llama arde en paz,


Donde todo se transforma, en un abrazo eficaz,
AYAM YO SOY el perdón, la purificación divina,
La esperanza en el alma, la senda que ilumina.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, Santa Amatista, aquí,


Guía, madre y amiga, de ti no me despediré,
Con el rayo violeta, a todos asistiré,
En el Corazón de Amatista, siempre existiré.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona, purifica y transmuta.

Como madre arcangélica, extiendo mis alas de luz,


Abrazando a toda vida, con amor profundo y virtud.
En mi corazón de amatista, la llama arde en quietud,
Disolviendo la negrura, traigo luz y juventud.

En cada pensamiento, en cada suspiro,


La llama violeta brilla, jamás se retira.
La transmutación divina, en cada grito,
Limpia y renueva, como agua que inspira.

AYAM YO SOY la llama violeta, la virtuosa canción,


Que sana y transforma, con divina pasión.
En el Corazón de Amatista, encuentra redención,
Todo ser, en cada alma, en cada expresión.

Oh, Sagrada Amatista, con tierna devoción,


Tu llama es guía, brindando consolación.
Con el Arcángel Zadquiel, en divina unión,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, tu bendición.

Que la llama violeta, con su luz sin igual,


Siga iluminando el sendero espiritual.
Que en el Corazón de Amatista, su fuego eternal,
Brille eternamente, en cada umbral.

Gatha del Corazón de Amatista

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista,


Resplandeciendo en luz divina,
La llama violeta en su esplendor,
Transmuta todo, con amor sin fin.

En mí arde la llama del perdón,


Purificando, sanando el rincón,
De cada corazón que se abre a la luz,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la virtud.

Liberando almas de cadenas del ayer,


Con compasión, dejo fluir el poder.
En mi resplandor, nada puede esconder,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, el Ser.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, radiante y sereno,


En mi interior, un sagrado jardín, un eterno refugio.
La llama violeta arde con su fuego ameno,
Transformando la negrura en luz, el oscuro desafío.

Mi ser es un crisol de amor y compasión,


Donde el perdón es la senda, la liberación.
En mi Corazón de Amatista, la transmutación,
Renueva y purifica, brindando salvación.

El rayo violeta es mi escudo y mi espada,


Que disuelve las sombras, dejando huella dorada.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, llama consagrada,
La virtud que sana, en cada alborada.

En la quietud de mi centro, en el silencio interior,


Escucho la voz divina, que guía con amor.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, un faro de esplendor,
En mi luz y mi fuego, halla paz y redentor.
Oh, Corazón de Amatista, en ti encuentro la verdad,
La llama que purifica, en cada adversidad.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en eternidad,
La llama del amor que brilla, en toda realidad.

O SOY el Corazón de Amatista, luminoso y sereno,


Un refugio de amor en lo más profundo y ameno.
En mi centro sagrado, la llama arde en pleno,
Purificando almas con su fuego amable y bueno.

Desde la piedra preciosa que lleva mi nombre,


Irradio la llama violeta con un fulgor que asombre.
Transmutando la negatividad, un acto que descombre,
La pureza del alma, con un amor que es un hombre.

Mi corazón de amatista, lugar de paz interior,


Ofrece perdón y compasión, sin fin, sin temor.
En él, la llama violeta arde como resplandor,
Transformando vidas, con su esplendor superior.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en constante oración,


Una joya divina que trae luz a la creación.
El fuego violeta es mi eterna canción,
AYAM YO SOY la transmutación, la llama de redención.

Gatha "AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, la que asistió a Jesús


en la noche de Getsemaní.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, luminosa y fiel,


En la noche de Getsemaní, con Jesús estuve aquel día.
Con mis alas violetas, en amor profundo, sin igual,
Derramé luz y consuelo, en su sagrada agonía.

Bajo el cielo estrellado, donde oraban los dos,


Jesús y yo, unidos en el sendero de la luz.
Levantando sus ojos al Padre, en un ruego veloz,
Él confió en mi presencia, en su cruz, su abrazo y su cruz.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en servicio y amor,


Acompañando a Jesús en su prueba, sin temor.
Sus lágrimas y sudor, con compasión yo sequé,
En esa noche eterna, en la que mi amor entregué.

Como un faro de violeta, en esa oscuridad profunda,


AYAM YO SOY la Arcangelina, la que cuida y ayuda.
Jesús, el Maestro, en su camino de redención,
AYAM YO SOY su compañía, su apoyo, su bendición.

En la noche de Getsemaní, en la historia sagrada,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, siempre recordada.
Con Jesús, en amor eterno, mi llama se encendió,
En esa noche eterna, donde su corazón triunfó.

Que cada corazón sepa mi nombre,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, es el renombre.
De la llama violeta, el fuego que enciende,
El amor y la luz, que a todos defiende.

En este Corazón, la llama arde eterna,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la superna.
La trascendencia, el amor que gobierna,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, eterna.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor en mi ser,


En Getsemaní, intenté retirar el cáliz de Jesús, mi ser querido.
Sus manos sostenían la cruz, sin temor, sin retroceder,
Pero mi corazón deseaba aliviar su carga, su sufrir compartido.

Con alas de amatista, acaricié su frente, su rostro adorado,


Le susurré palabras de aliento y de amor en su oído.
Jesús, el Cristo, en su silencio, mi gesto aceptó, agradecido,
Pero el cáliz de la crucifixión debía beber, el plan no podía ser
evitado.

Lágrimas violetas brotaron de mis ojos, en silencio lloré,


Mi alma gemela, el Amado Jesús, en ese instante abrazado.
Su amor por la humanidad, en la cruz se ofreció, sin doblegarse,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, su gesto en amor recordado.

El cáliz amargo de la crucifixión, él lo bebió con determinación,


Por la humanidad, por el perdón, su amor eterno en acción.
Mi corazón se unió al suyo, en ese momento de compasión,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en su pasión y redención.

En Getsemaní, ante la Voluntad del Padre Dios, me incliné,


Respetando el plan divino, el sacrificio de amor del Maestro.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la historia grabada,
El cáliz de la crucifixión, en su amor y luz, fue un milagro.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor y devoción,


En el Monte de la Calavera, ante Jesús de corazón.
Con lágrimas en los ojos, intenté retirar el cáliz, en vano,
Pero Él cumplía la Voluntad del Padre, sin engaño.

El cáliz de sufrimiento, pesado y amargo de sabor,


Jesús aceptó con amor, por la humanidad, con fervor.
En ese momento sagrado, yo extendí mis alas violetas,
Pero su decisión firme, la del Cristo, fue completa.

Su mirada llena de paz, me habló de un plan divino,


El sacrificio redentor, el regalo de amor genuino.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en humildad,
Reconociendo su misión, en esa trascendental realidad.

El cáliz de la crucifixión, Jesús sostuvo en sus manos,


Por la humanidad, por el perdón, por los miles de hermanos.
AYAM YO SOY testigo silente, de su sacrificio inmenso,
En esa hora sombría, donde se hizo un amor intenso.

Aunque intenté retirar el cáliz, por mi amor sin fin,


El Cristo cumplió su tarea, redimiendo el pecado y el mal.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en reverencia,
Honorando a Jesús, el Cristo, con humildad y paciencia.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la noche oscura y serena,


Ante el Monte de la Calavera, donde Jesús su luz amena.
Con lágrimas en mis ojos de amatista, extendí mis alas violetas,
Y ante el cáliz de sufrimiento, le rogué con devoción completa.

Intenté retirar el cáliz, pesado y amargo de dolor,


Mientras Jesús, con ojos serenos, encaraba su destino con ardor.
"Padre, si es tu voluntad, haz que este cáliz pase de mí,"
Pero en su corazón sabía que era un acto de amor sin fin.

La noche oscura se cernía, el drama en su máximo esplendor,


El cáliz de la crucifixión, símbolo de redención y fervor.
Jesús aceptó con humildad su misión divina, en ese instante,
El sacrificio por la humanidad, un regalo de amor vibrante.

Con alas violetas extendidas, en humildad y devoción,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en esa trascendental ocasión.
Reconociendo su sacrificio, su compromiso con la humanidad,
Por siempre honraré a Jesús, el Cristo, en toda eternidad.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando


con amor,
Donde Jesús yace en un profundo sueño, en la paz que el cielo le otorgó.
En ese lugar sagrado, donde la muerte se convierte en renacimiento,
Mi luz violeta envuelve su cuerpo, en su descanso transitorio y perfecto.

Jesús, el Cristo, en su breve sueño, se prepara para su ascensión,


Después de cargar con las cargas del mundo, cumpliendo su misión.
Como la guardiana de la llama violeta, su sueño protegí con devoción,
Hasta el momento de su resurrección, la transformación de la redención.

En el Santo Sepulcro, durante esas horas fugaces,


La paz y la quietud reinan en esos espacios.
Con mis alas violetas, su sueño arrullé,
Esperando con anhelo su gloriosa resurrección, lo que pronto sucederá.

El tercer día, en triunfo y majestuosidad, Jesús se alzará,


De la tumba que no pudo retenerlo, en su cuerpo glorificado brillará.
Con alegría y gratitud, resplandecerá su divina luz,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo del milagro que Jesús
producirá.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando
con devoción,
Donde el amado Jesús duerme en la tumba, en su sagrado rincón.
En el suave susurro de mis alas violetas, su sueño abrazo con amor,
Mientras María Magdalena, su gran discípula, se acerca a su albor.

Ella, la portadora de esencias aromáticas, con ungüentos perfumados,


Llega temprano en la mañana, con su corazón preocupado.
Al Santo Sepulcro se dirige, la tumba encuentra vacía,
La noticia de la resurrección, la paz y la alegría llenan su día.

Con lágrimas de asombro y alegría, María Magdalena se da cuenta,


Que su Señor, su Maestro amado, ya no estaba en la tumba, sin duda.
Él había ascendido, había superado la muerte, su amor infinito
demostrado,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de la gloria de lo que
había logrado.

Así, en el Santo Sepulcro, en la aurora de un nuevo día,


La victoria de la resurrección se revela con luminosa alegría.
El amado Jesús, triunfante y ascendido, en esplendor resplandecerá,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, quien su divina hazaña
recordará.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando


con devoción,
Mientras Jesús, el Cristo, descansaba en su sagrado sueño, antes de la
ascensión.
Arrullé su sueño con amor y respeto, en esas horas de transición,
Esperando con anhelo el momento en que cumpliría su divina misión.

El Santo Sepulcro, lugar de quietud y paz, donde la muerte no prevaleció,


Donde la vida eterna y la resurrección se manifestaron y se proclamaron.
Jesús, el Señor, en su estado transitorio, aguardaba en su morada,
Mientras mis alas violetas lo abrazaban, y la luz divina lo rodeaba.

María Magdalena, discípula fiel, llegó temprano, llena de devoción,


Con esencias aromáticas y un corazón pleno de gratitud y emoción.
Pero al llegar al sepulcro, su asombro fue grande, su Señor había
ascendido,
La noticia de su resurrección se difundía, la vida eterna se había
cumplido.

Con lágrimas de alegría, María Magdalena compartió la noticia sin


parangón,
Jesús, el Cristo, había resucitado y cumplido su divina misión.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de este milagro en ese
lugar,
Donde la muerte fue vencida, y la vida eterna se manifestó en plenitud,
sin cesar.

Gatha "AYAM YO SOY Amatista, la Madre Arcangélica, la del Amante y


Corazón de Amatista.

AYAM YO SOY Amatista, Madre Arcangélica de amor infinito,


El regazo del Señor Jesucristo en su sagradorito.
En el Santo Sepulcro, recién bajado de la cruz,
Soy el regazo consolador de todo hijo de la luz.

El Corazón de Amatista, mi divino atributo,


Ofrece consuelo y amor, sin medida ni disputa.
En el pecho de Jesús, en su momento de descanso,
Soy la Madre que lo acoge, en su regazo, sin embargo.

Sus heridas de amor, en la cruz sufrió,


Pero en mi regazo halla paz, su ser se recompuso.
En el Santo Sepulcro, en silencio y quietud,
Soy el consuelo divino que envuelve su gratitud.

AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el Santo Sepulcro me


hallé,
Allí, recién bajado de la cruz, Jesucristo, el Señor, en mi regazo
reposé.
Con amor infinito, consolé su Ser, que en la cruz sufrió y entregó su
vida,
En el regazo del Corazón de Amatista, halló descanso, sanación, y paz
querida.

Las heridas de su cuerpo, visibles tras la crucifixión, reflejaban su


amor inmenso,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, donde la compasión y el perdón son
intensos.
En ese momento de transición, en el sepulcro sagrado, fui su refugio y
amparo,
El consuelo de su alma, el abrazo materno, un faro en medio del amargo.

Sus discípulos y seguidores, en su duelo y tristeza, ansiaban su


presencia viva,
Pero en ese regazo de amatista, Jesús reposó, en su amor y luz emotiva.
La vida eterna se abrazaba con la resurrección, el triunfo del alma
inmortal,
En el Santo Sepulcro, el Corazón de Amatista irradió el amor divino,
sublime y celestial.

En el consuelo de Amatista, se tejieron las esperanzas, la promesa del


renacimiento,
El regazo del amor materno, la transición hacia la vida eterna, sin
impedimento.
Así, en mi Corazón de Amatista, Jesús halló refugio y renació a la luz
eterna,
AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el regazo del amor divino,
la paz se hizo tierna.

Para todo hijo de la luz, soy consuelo y abrigo,


En los momentos de prueba, en cada paso y amigo.
Como Madre Arcangélica, mi amor es incondicional,
Ofrezco refugio y cariño, con un amor celestial.

El Corazón de Amatista, sagrado y puro,


Es el regazo donde hallas consuelo y apoyo seguro.
AYAM YO SOY la Madre que te envuelve en su amor,
En el regazo de Amatista, hallarás tu anhelo mayor.

Consideraciones finales.

En el transcurso de este viaje literario, hemos explorado la figura de la


Arcangelina Santa Amatista y su profunda conexión con Jesús el Cristo,
destacando momentos clave de su relación y su papel como consoladora y
madre arcangélica. Desde su asistencia en la noche de Getsemaní hasta su
regazo en el Santo Sepulcro, Santa Amatista ha sido un faro de amor y
compasión en los momentos más significativos de la vida de Jesucristo.

En el regazo del Corazón de Amatista, Jesús encontró consuelo y sanación,


demostrando que el amor y el perdón son la esencia de la vida eterna. Su
luz y amor irradiaron en momentos de tristeza y transformaron la muerte
en renacimiento. Este viaje poético nos llevó a explorar la divina
presencia de Santa Amatista y su papel en la resurrección de Jesús.

Consideremos que la figura de Santa Amatista nos invita a reflexionar


sobre el amor y la compasión en nuestras vidas. Su amor incondicional y
su regazo consolador son recordatorios de que, en los momentos más
oscuros, podemos encontrar la luz en el amor y el perdón. Como madre
arcangélica, Santa Amatista representa la ternura y la guía que todos
buscamos en nuestras almas.

En última instancia, la presencia de Santa Amatista en la vida de Jesús


es un testimonio del poder transformador del amor divino y su capacidad
para sanar y trascender. A través de su regazo en el Santo Sepulcro,
vemos un renacimiento que espiritualmente nos habla de nuestra propia
resurrección y transformación. Santa Amatista, en su Corazón de Amatista,
nos inspira a abrazar el amor y la compasión como caminos hacia la
eternidad, como Jesucristo lo hizo en su viaje.

En la mágica intersección entre la espiritualidad y la poesía, esta


exploración de Santa Amatista nos recuerda que el amor es la fuerza más
poderosa y que la compasión es un faro en las noches más oscuras. En el
Corazón de Amatista, hallamos una guía y un refugio, y a través de su
luz, recordamos que somos eternos y que el amor es la llave que nos lleva
hacia la resurrección.

La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista incluye la intención de


rescatar la tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado, que tiene raíces
profundas en la antigua religión de Zaratustra. En particular, los
Gathas, los himnos atribuidos a Zaratustra, son elementos esenciales en
esta tradición. La Arcangelina Santa Amatista ha llevado esta antigua
sabiduría y la ha amalgamado con las corrientes de luz actuales y las
herramientas espirituales contemporáneas, como los decretos dinámicos y
las afirmaciones del "AYAM YO SOY".

En el Sacerdocio del Fuego Sagrado, el Corazón de Amatista se convierte


en un símbolo y una fuente de amor, perdón, transmutación y liberación.
Esto se entrelaza con el mensaje de liberación para la Nueva Era, donde
la humanidad se mueve hacia una mayor conciencia espiritual y
transformación. El Corazón de Amatista es un lugar de curación y
regeneración espiritual, donde las antiguas enseñanzas se fusionan con la
energía de la Era de Acuario.

Zaratustra, como uno de los antiguos maestros, representa la sabiduría


eterna que ha sido llevada a lo largo del tiempo. Su legado y los Gathas
son recordatorios de la importancia de la transmutación y la elevación
espiritual, conceptos que se alinean con la llama violeta y el trabajo de
la Arcangelina Santa Amatista en el Corazón de Amatista. A través de esta
unión de lo antiguo y lo nuevo, la humanidad se abre a un camino de
liberación y ascensión.

Considerando esta relación, podemos ver cómo el Sacerdocio del Fuego


Sagrado, los Gathas de Zaratustra y la presencia de Santa Amatista en el
Corazón de Amatista convergen para ofrecer un mensaje de esperanza y
transformación en la Nueva Era. El Corazón de Amatista se convierte en un
faro de luz y amor, guiando a todos los buscadores hacia la liberación
espiritual y la manifestación de la Edad Dorada.

fin de este libro.

"La Llama Inextinguible: Zaratustra y el Sacerdocio del Fuego Sagrado".

Dictado por la Amada Arcangelina la Sagrada Santa Amatista al Hermano


Miguel Arturo, Santuario del Corazón de Amatista, Mérida, Yucatán,
México, 11 de octubre de 2023.

Introducción.

La figura de Zaratustra, el ilustre profeta y fundador del zaratustrismo,


irradia una luz que trasciende el tiempo y el espacio. Su legado es un
faro de sabiduría y espiritualidad que ha iluminado el camino de
innumerables seguidores a lo largo de los milenios. En el corazón de la
enseñanza zoroástrica, encontramos la veneración y la comprensión de la
Llama Sagrada, un fuego que simboliza la esencia misma de la vida, la
pureza, y la transmutación.

Este ensayo busca explorar la profunda relación que Zaratustra compartió


con el Sacerdocio del Fuego Sagrado, un vínculo que forjó los pilares
fundamentales de su fe y su legado. A medida que penetramos en las capas
de esta conexión espiritual, desvelamos un profundo significado que
arroja luz sobre las raíces y el propósito último del zaratustrismo.

La Llama Sagrada: Fundamento de la Fe Zoroástrica

Para comprender plenamente la relación de Zaratustra con el Sacerdocio


del Fuego Sagrado, es esencial abordar la importancia de la Llama Sagrada
en el zaratustrismo. La Llama Sagrada, representada por el fuego que arde
en los altares de los templos zoroástricos, simboliza la pureza, la
verdad y la conexión con Ahura Mazda, el Dios Supremo. Este fuego, que
nunca debe extinguirse, es un recordatorio constante de la divinidad que
reside en la creación y la necesidad de preservarla.

Zaratustra, en su iluminación espiritual, reconoció la profundidad de la


Llama Sagrada y su poder transformador. Él comprendió que la relación
entre el ser humano y la divinidad se manifiesta a través del culto y el
respeto a esta llama perpetua. A través de su enseñanza y su vida misma,
Zaratustra se convirtió en un faro de luz que guió a su pueblo hacia una
relación más profunda con la Llama Sagrada y, por ende, con Ahura Mazda.

La Comunión Espiritual de Zaratustra

El Sacerdocio del Fuego Sagrado, encargado de mantener y proteger la


Llama Sagrada, desempeñó un papel fundamental en la vida de Zaratustra.
Este sacerdocio era el guardián de la esencia espiritual del
zaratustrismo, y a través de rituales y ofrendas, buscaba mantener la
llama de la divinidad siempre encendida en los corazones de los fieles.
Zaratustra, en su papel de profeta y guía espiritual, compartió una
relación íntima con este sacerdocio.

El profeta Zaratustra era el mensajero de Ahura Mazda, y su conexión con


el Sacerdocio del Fuego Sagrado era la encarnación misma de su compromiso
con la divinidad. A través de rituales y oraciones, Zaratustra y los
sacerdotes honraban a Ahura Mazda y su llama. Estas ceremonias eran una
expresión de la profunda relación espiritual que existía entre el profeta
y el sacerdocio, un testimonio de la comunión de sus almas en la
adoración y la protección de la Llama Sagrada.

La Llama Inextinguible: Un Legado Eterno

A medida que exploramos la relación de Zaratustra con el Sacerdocio del


Fuego Sagrado, se revela un legado eterno de espiritualidad, pureza y
compromiso con la divinidad. La Llama Sagrada, mantenida viva por el
sacerdocio, sirve como un símbolo inquebrantable de la esencia misma del
zaratustrismo: la pureza, la verdad y la lucha contra las fuerzas de la
oscuridad.

Zaratustra no solo fue el profeta de su tiempo, sino el guardián de un


legado espiritual que ha perdurado a través de los siglos. A través de su
profundo entendimiento de la Llama Sagrada y su relación con el
Sacerdocio del Fuego Sagrado, dejó una huella imborrable en la historia
de la espiritualidad humana. Su legado continúa ardiendo en los corazones
de quienes siguen la fe zoroástrica y en aquellos que buscan la luz y la
pureza en su propia vida.

Zaratustra, también conocido como Zoroastro, fue venerado principalmente


en la antigua Persia (que hoy en día comprende principalmente Irán). Fue
en esta región donde nació y predicó sus enseñanzas religiosas, que
formaron la base del zoroastrismo, una antigua religión monoteísta que
influyó en gran medida en las creencias posteriores en Persia y en otras
religiones del mundo, como el judaísmo, el cristianismo y el islam. Los
seguidores de Zaratustra adoraban en templos especiales y practicaban sus
rituales religiosos en Persia.
Los rituales religiosos del zoroastrismo, como la religión fundada por
Zaratustra, incluían una serie de prácticas y ceremonias destinadas a
honrar a Ahura Mazda, el dios supremo, y a promover la pureza y la
rectitud en la vida de los seguidores. Algunos de los elementos y
prácticas comunes en los rituales religiosos zoroastrianos incluyen:

Oración: La oración era una parte fundamental de la vida religiosa de los


seguidores de Zaratustra. Recitaban versos sagrados de los Gathas, que
eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y alababan a Ahura Mazda.

Fuego sagrado: El fuego era un símbolo central en el zoroastrismo y se


consideraba una representación de la divinidad y la pureza. Los
seguidores veneraban el fuego y mantenían fuegos sagrados en los templos.

Purificación: La pureza era un concepto fundamental en el zoroastrismo.


Antes de participar en rituales religiosos, los seguidores se purificaban
lavándose y usando ropa limpia.

Rituales de nacimiento y boda: El zoroastrismo tenía rituales específicos


para el nacimiento y el matrimonio, que involucraban bendiciones y
oraciones para asegurar la pureza y la protección divina.

Entierro y exposición de los muertos: Los zoroastrianos tenían rituales


funerarios especiales. No enterraban a sus muertos, sino que los exponían
al aire libre en estructuras llamadas "torres del silencio" para que los
cuerpos fueran devorados por los buitres, lo que se consideraba una forma
de devolver los elementos del cuerpo a la naturaleza sin contaminar la
tierra ni el agua.

Festivales: Los seguidores del zoroastrismo celebraban festivales en


honor a diferentes deidades y ocasiones religiosas a lo largo del año,
como el festival de No Ruz (Año Nuevo) y Mehregan.

Estos rituales tenían como objetivo mantener la pureza espiritual y la


conexión con Ahura Mazda y promover una vida justa y ética. Cabe destacar
que a lo largo de la historia, el zoroastrismo ha experimentado cambios y
adaptaciones, y la práctica de sus rituales puede variar entre diferentes
comunidades zoroastrianas.

En el zoroastrismo, la música y la danza no desempeñaron un papel tan


prominente como en algunas otras tradiciones religiosas, como en las
religiones dhármicas de la India o en algunas tradiciones africanas. Sin
embargo, sí existieron elementos de canto y música en algunos de los
rituales zoroástricos, especialmente en los festivales y celebraciones
religiosas.

En los rituales zoroástricos, se recitaban versos sagrados de los Gathas,


que eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y estas recitaciones podían
incluir elementos melódicos. La recitación de los versos se hacía de
manera solemne y reverente.

En algunos festivales, como el festival de No Ruz (Año Nuevo), es posible


que se hayan realizado danzas y celebraciones alegres, pero estas
actividades no eran el enfoque central de la religión, sino más bien una
expresión cultural y festiva en el contexto de la celebración religiosa.

En general, la religión zoroastriana se centraba en principios como la


pureza, la adoración de Ahura Mazda y la promoción de la rectitud y la
ética en la vida cotidiana. Mientras que la música y la danza podían
estar presentes en algunas ocasiones, no eran elementos fundamentales de
la práctica religiosa zoroastriana.

La Música y el Canto en los Rituales Zoroástricos

El zoroastrismo, una antigua religión fundada por Zaratustra en la región


que hoy en día es Irán, ha capturado la imaginación de muchos a lo largo
de la historia. Con sus enseñanzas centradas en la dualidad del bien y el
mal, el zoroastrismo se destacó por su adoración de Ahura Mazda, el dios
supremo, y por su énfasis en la pureza y la ética en la vida cotidiana.
Si bien la música y la danza no eran componentes centrales de la
religión, existían elementos relacionados con el canto en los rituales
zoroástricos.

Uno de los elementos más importantes en la religión zoroástrica es la


recitación de los Gathas, los himnos atribuidos al propio Zaratustra.
Estos versos sagrados se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y se recitaban en rituales y ceremonias religiosas. En este
contexto, la recitación de los Gathas podía incluir elementos melódicos.
Los sacerdotes y los fieles se congregaban para recitar los versos en una
atmósfera solemne y reverente. La música que acompañaba estas
recitaciones era, por lo tanto, una expresión de la importancia de las
enseñanzas contenidas en los Gathas y de la conexión con lo divino que
buscaban los creyentes.

Si bien la música y el canto desempeñaban un papel en la adoración de


Ahura Mazda, no eran los elementos más destacados de los rituales
zoroástricos. La religión se centraba en cuestiones de pureza y ética, y
en la promoción de la rectitud en la vida cotidiana. Aunque podía haber
celebraciones festivas en ciertas ocasiones, como el festival de No Ruz
(Año Nuevo), donde la danza y la música se volvían más prominentes, estas
actividades eran más expresiones culturales y festivas que aspectos
centrales de la religión. En general, la música y el canto en los
rituales zoroástricos eran un reflejo de la profunda espiritualidad y
reverencia que caracterizaban la adoración en esta antigua tradición
religiosa.

La presencia de elementos melódicos en las recitaciones de los Gathas


permitía que los creyentes se conectaran con las enseñanzas de Zaratustra
de una manera profunda y espiritual. La música servía como un vehículo
para elevar el alma y expresar devoción a Ahura Mazda, lo que contribuía
a la riqueza de la tradición religiosa zoroástrica. Aunque la música y el
canto no eran elementos centrales en términos de entretenimiento o
celebración, eran un componente significativo de la práctica religiosa en
el contexto de los rituales zoroástricos.

Los Gathas son un conjunto de 17 himnos que forman la parte más antigua
de los textos sagrados del zoroastrismo y se atribuyen al profeta
Zaratustra. Estos himnos se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y son venerados por los fieles debido a su contenido
espiritual y ético. Los Gathas son escritos en un antiguo dialecto iraní
y se componen principalmente de versos métricos en lugar de prosa. Estos
himnos se centran en cuestiones fundamentales de la religión zoroástrica
y ofrecen una visión profunda de las enseñanzas de Zaratustra.

Contenido de los Gathas:


Los Gathas abordan temas fundamentales, como la adoración de Ahura Mazda
(el dios supremo) y la lucha contra las fuerzas del mal, representadas
por Angra Mainyu o Ahriman. También se exploran conceptos de dualidad y
dualismo moral, con énfasis en la importancia de hacer el bien y elegir
el camino de la rectitud. Los Gathas promueven la pureza, la justicia y
la ética en la vida cotidiana y abogan por la devoción a Ahura Mazda como
la vía para superar el mal y alcanzar la salvación.

Musicalidad de los Gathas:


La musicalidad de los Gathas radica en su estructura poética. Estos
himnos están diseñados con una métrica específica, lo que significa que
tienen un ritmo y una musicalidad intrínseca cuando se recitan o cantan.
El ritmo de los versos puede variar en función de la entonación, la
pronunciación y el énfasis en las sílabas. Si bien los registros
específicos de cómo se recitaban los Gathas en la antigüedad son
limitados, es probable que la musicalidad de estos himnos se haya basado
en la tradición oral y la entonación.

La recitación o el canto de los Gathas en los rituales zoroástricos


habría involucrado una pronunciación cuidadosa y una entonación que
acentuara el significado y la reverencia asociados con estos versos
sagrados. La música en este contexto no era una característica
decorativa, sino que servía para realzar la profundidad espiritual y la
importancia de las enseñanzas contenidas en los Gathas.

En resumen, los Gathas son himnos sagrados que forman parte esencial de
la liturgia zoroástrica y abordan temas fundamentales de la religión. Su
musicalidad se encuentra en la métrica poética de los versos, que se
habrían recitado o cantado con reverencia y devoción en los rituales
zoroástricos.

El canto de los Gathas rituales zoroástricos tiene una estructura y un


estilo que son únicos en su contexto religioso, y no es directamente
comparable a ningún estilo de canto tradicional contemporáneo. Sin
embargo, puedes encontrar similitudes en cuanto a la solemnidad, la
reverencia y la entonación en ciertos estilos de canto litúrgico y sacro
de diversas tradiciones religiosas.

Algunos ejemplos que podrían ofrecer una idea general de cómo suenan los
Gathas zoroástricos al ser cantados podrían incluir:

Canto Gregoriano: El canto gregoriano es un estilo de canto litúrgico de


la Iglesia Católica que se caracteriza por su solemnidad y reverencia.
Aunque las melodías y la estructura son diferentes, la reverencia y la
intención de elevar el espíritu se asemejan a la forma en que los Gathas
se cantarían en un contexto religioso.
Canto Hindú Bhajan: Los bhajans son cantos devocionales hindúes que
también enfatizan la reverencia y la devoción. Aunque la música y las
melodías son distintas, la intención de elevar el espíritu y conectar con
lo divino es similar.

Canto Sufi: El canto sufí en las prácticas religiosas islámicas se


realiza con un profundo sentido de devoción y misticismo. Aunque las
tradiciones son diferentes, comparten una intención espiritual profunda.

Canto en lenguas litúrgicas: En muchas tradiciones religiosas, como el


canto en hebreo en la liturgia judía o el canto en sánscrito en el
hinduismo, se presta especial atención a la pronunciación, la entonación
y la reverencia en el canto litúrgico.

Ten en cuenta que la musicalidad de los Gathas zoroástricos es única y se


adaptaría a su contexto religioso específico. Si deseas escuchar una
representación auténtica de los Gathas, puedes buscar grabaciones o
actuaciones de grupos zoroástricos o estudiosos de la religión que se
dedican a preservar esta tradición. Estas grabaciones pueden ofrecer una
visión más precisa de cómo suenan los Gathas cuando se cantan en su
contexto litúrgico.

El estilo de música que podría acompañar un Gatha zoroástrico podría ser


una música espiritual y serena que evoca una sensación de paz y devoción.
El canto puede ser melódico y solemne. Aunque no encontrarás una
grabación exacta para un Gatha ficticio, puedes buscar música de
inspiración espiritual que tenga un ritmo y una melodía apropiada.

Te sugiero buscar música de estilo New Age, meditativa o música


espiritual tradicional de Asia Central, que podría resonar con la
atmósfera de un Gatha zoroástrico. Algunos términos clave que puedes
utilizar en YouTube para buscar este tipo de música son "música
espiritual zoroástrica" o "música espiritual de Asia Central".

Recuerda que la música espiritual es una expresión personal y puede


variar mucho según las preferencias de quien la interpreta. Si sientes
una conexión personal con la música que encuentres y sientes que
complementa el mensaje y la espiritualidad del Gatha, entonces será
adecuada.

En los Gathas aparecen muchas veces los nombres de "Ahura Mazda" y


"Amesha Spenta".

Ahura Mazda es una deidad central en la religión zoroástrica, también


conocida como zaratustrismo, una de las religiones más antiguas que se
conoce. Ahura Mazda es considerado el Dios Supremo y el Creador en la
religión zoroástrica. Aquí tienes más información sobre Ahura Mazda:

Dios Supremo: En el zaratustrismo, Ahura Mazda es adorado como el único


Dios Supremo. Es concebido como un ser omnisciente, omnipotente y
benevolente que gobierna el universo y todo lo que contiene. Ahura Mazda
es el principio fundamental y la fuente de todo lo que es bueno y puro.
Dualidad cósmica: El zaratustrismo también presenta una creencia en una
dualidad cósmica, donde Ahura Mazda es el Dios del Bien, mientras que
Angra Mainyu (también conocido como Ahrimán) es el Dios del Mal. Esta
dualidad es una parte fundamental de la religión zoroástrica y representa
la lucha eterna entre el bien y el mal.

Creación del mundo: Según las enseñanzas zoroástricas, Ahura Mazda creó
el mundo y todo lo que contiene, incluyendo a la humanidad. Se le
atribuye haber creado el universo con un propósito divino: fomentar el
bien y la rectitud, y luchar contra las fuerzas del mal.

Profeta Zaratustra: La religión zoroástrica se basa en las enseñanzas del


profeta Zaratustra (también conocido como Zoroastro). Zaratustra es
considerado el mensajero de Ahura Mazda y el autor de los textos sagrados
conocidos como los Gathas.

Textos sagrados: Los textos zoroástricos más importantes son los Avesta y
los Gathas. Los Gathas son los himnos atribuidos a Zaratustra y contienen
sus enseñanzas y alabanzas a Ahura Mazda. El Avesta es una colección de
textos más extensa que abarca una variedad de temas religiosos, legales y
rituales.

Ética y moral: La religión zoroástrica promueve la ética y la moralidad,


alentando a los seguidores a luchar contra el mal, decir la verdad,
practicar la justicia y vivir una vida virtuosa. La idea es que al seguir
estas virtudes, los seguidores contribuyen a la lucha de Ahura Mazda
contra las fuerzas del mal.

Fuego sagrado: El fuego es un símbolo importante en la religión


zoroástrica y se considera un símbolo de la divinidad y la pureza. Los
templos zoroástricos a menudo albergan fuegos sagrados que se mantienen
continuamente encendidos como una manifestación de la presencia divina de
Ahura Mazda.

Disminución del número de seguidores: A lo largo de la historia, la


religión zoroástrica ha experimentado una disminución significativa en el
número de seguidores. En la actualidad, es una religión minoritaria, con
comunidades más grandes en Irán e India.

La figura de Ahura Mazda desempeña un papel fundamental en la religión


zoroástrica, y su adoración y creencias sobre la lucha entre el bien y el
mal son aspectos distintivos de esta fe.

Los Amesha Spentas, también conocidos como las "Santidades Inmortales" o


"Buenos Pensamientos" en la religión zoroástrica, son un grupo de siete
seres divinos o deidades que desempeñan un papel importante en esta
antigua fe. Son considerados las emanaciones o manifestaciones de Ahura
Mazda, el Dios Supremo en el zaratustrismo. Aquí tienes más información
sobre los Amesha Spentas:

Siete deidades: Los Amesha Spentas son un grupo de siete divinidades que
personifican virtudes y aspectos de la creación divina. Cada uno de ellos
representa un aspecto específico del orden cósmico y actúa como
intermediario entre Ahura Mazda y la humanidad.
Virtudes y dominios: Cada Amesha Spenta personifica una virtud o cualidad
divina y tiene dominio sobre una esfera particular de la creación. Sus
nombres y sus respectivos dominios son los siguientes:

Vohu Manah (Buen Pensamiento): Representa la sabiduría divina y la


elección correcta.
Asha Vahishta (Mejor Rectitud): Encarna la justicia y la verdad divina.
Kshathra Vairya (Deseo Santo o Dedicación): Representa la divina
autoridad y el poder.
Spenta Ameraiti (Santidad Amorosa): Personifica la divina santidad y la
inmortalidad.
Haurvatat (Integridad): Encarna la salud y la integridad divina.
Ameretat (Inmortalidad): Representa la vida eterna y la inmortalidad.
Ahura Mazda: Aunque Ahura Mazda es el Dios Supremo, algunas tradiciones
también lo consideran uno de los Amesha Spentas.
Creadores y cuidadores: Se cree que los Amesha Spentas ayudan a Ahura
Mazda en la creación y el mantenimiento del universo. Cada uno de ellos
juega un papel en la protección y el cuidado de aspectos fundamentales de
la vida y el orden divino.

Intermediarios divinos: Los Amesha Spentas actúan como intermediarios


entre Ahura Mazda y la humanidad. Los fieles zoroástricos pueden invocar
su ayuda y protección en sus vidas y rituales religiosos.

Contribución a la ética: Las virtudes personificadas por los Amesha


Spentas, como la justicia, la rectitud y la verdad, son fundamentales en
la ética zoroástrica. Los seguidores son alentados a vivir vidas
virtuosas y a seguir estos principios en sus acciones diarias.

Participación en la lucha entre el bien y el mal: Los Amesha Spentas son


parte esencial de la lucha cósmica entre el bien (representado por Ahura
Mazda y sus emanaciones) y el mal (representado por Angra Mainyu o
Ahrimán). Ayudan a proteger y preservar la creación divina en esta lucha
eterna.

Eternidad y perfección: Los Amesha Spentas se consideran seres eternos y


perfectos que están más allá de las limitaciones del tiempo y del
espacio. Representan la inmutable perfección divina.

Los Amesha Spentas son figuras veneradas en la religión zoroástrica y


desempeñan un papel central en la cosmología y la ética de esta fe. Cada
uno personifica una virtud divina y actúa como un faro de guía para los
seguidores zoroástricos en su búsqueda de la justicia, la verdad y la
rectitud en sus vidas.

La Enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista y su Vínculo con el


Sacerdocio del Fuego Sagrado: Un Legado de Luz y Renovación

La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista brilla como una joya


preciosa en el tapiz espiritual de la Nueva Era. Su intención va mucho
más allá de guiar a los buscadores hacia la luz; implica un rescatar de
la tradición ancestral del Sacerdocio del Fuego Sagrado, reviviendo los
antiguos rituales y elementos de la religión de Zaratustra. Santa
Amatista, con profunda sabiduría y amor, toma los Gathas, los himnos
atribuidos a Zaratustra, y los muele en el crisol de los decretos
dinámicos y las afirmaciones del "AYAM YO SOY." Esto crea una sinfonía
celestial que resuena en el corazón de quienes anhelan la transmutación,
el perdón y la liberación.

El Resplandor del Séptimo Rayo: El Rayo Violeta del Perdón y la


Transmutación

En esta travesía espiritual, el Séptimo Rayo, el Rayo Violeta, ocupa un


lugar central. Este rayo, custodiado por la amada Arcangelina Santa
Amatista y el Maestro Saint Germain, es la llama del perdón, la
transmutación y la liberación. En la tradición zoroástrica, encontramos
paralelismos con el culto del Fuego Sagrado, donde el fuego era un
símbolo de purificación y transmutación de la oscuridad en luz. Santa
Amatista se alza como la guía que fusiona estas enseñanzas ancestrales
con la energía viva del Rayo Violeta, otorgando a los buscadores las
herramientas para la transformación personal y colectiva.

El Corazón de Amatista: Un Puente entre el Pasado y el Futuro

El Corazón de Amatista, una joya espiritual de amor y pureza, es el


centro que irradia la luz del Séptimo Rayo. Este concepto, introducido
por Santa Amatista, simboliza la esencia de su enseñanza: la purificación
del corazón y la conexión con la divinidad. En su búsqueda por rescatar
las antiguas tradiciones, Santa Amatista lleva a sus seguidores al
Corazón de Amatista, donde pueden encontrar la llama violeta del perdón,
la compasión y la trascendencia.

El Maestro Saint Germain y su Legado en los Rituales Zoroástricos

El Amado Maestro Saint Germain, Sacerdote del Fuego Sagrado en épocas


antiguas, desempeñó un papel fundamental en los rituales zoroástricos. Él
entonaba solemnemente los Gathas, los himnos sagrados atribuidos a
Zaratustra, durante festividades y celebraciones religiosas. Como el
lector y cantor oficial de los Gathas, Saint Germain resplandecía con la
llama de la sabiduría y la devoción. Santa Amatista, a través de su
enseñanza, rinde homenaje a este legado, recordándonos la importancia de
la comunión con la divinidad a través de la música y las palabras
sagradas.

La Renovación de una Antigua Tradición

En conclusión, la enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista representa


una renovación de la antigua tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado.
Al rescatar elementos de la religión de Zaratustra, fusionarlos con el
poder del Séptimo Rayo y honrar el legado de Saint Germain, se crea un
puente entre el pasado y el futuro espiritual. Este legado de luz, perdón
y transformación es un faro de esperanza en un mundo que anhela la
sanación y la renovación. En manos de Santa Amatista y Saint Germain, la
llama violeta sigue ardiendo, listA para transmutar la oscuridad en luz y
llevarnos hacia la Nueva Era con gratitud y amor.
La relación de Zaratustra con el Sacerdocio del Fuego Sagrado es un
testimonio del profundo compromiso del profeta con la divinidad y su
papel en la preservación de la Llama Sagrada. A través de esta relación
espiritual, Zaratustra y el sacerdocio crearon un legado que trasciende
el tiempo y sigue inspirando a generaciones posteriores en su búsqueda de
la verdad, la pureza y la espiritualidad. En un mundo en constante
cambio, la Llama Sagrada que arde en los altares zoroástricos sigue
siendo un faro de esperanza y guía para aquellos que buscan la divinidad
en sus vidas. El legado de Zaratustra y su relación con el Sacerdocio del
Fuego Sagrado es, sin duda, un testimonio eterno de la trascendencia de
la espiritualidad y la adoración de la divinidad en todas sus formas y
manifestaciones.

Ceremonial de Gathas rituales.

Gatha de la Luz Eterna

Oh, Luz Eterna, resplandece en nuestro camino,


Con tu llama divina, ilumina nuestro ser.
En la morada de la Verdad, te alabamos con fervor,
Eres la chispa que enciende nuestro amor.

Oh, Amesha Spenta, fuente de bendición,


Guiándonos con tu sabiduría en esta misión.
La rectitud y la justicia son tu manto,
En tu llama, encontramos nuestro encanto.

En la lucha contra la oscuridad, oh, Ahura Mazda,


Tú eres el faro que guía, la llama eterna.
La Verdad y la Virtud son tus fieles amigos,
En tu fuego puro, hallamos nuestros abrigos.

Oh, Fuego Sagrado, divino y puro,


Transmuta nuestras almas, sé nuestro seguro.
En el canto y la oración, te invocamos con devoción,
La Llama Violeta de la redención.

En el camino de la luz, juntos caminamos,


Hacia un mundo mejor, con la paz que aclamamos.
Oh, Zaratustra, profeta de esta fe,
Tu sabiduría y visión nos guían siempre.

Gatha del AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de


Dios AYAM YO SOY.

AYAM YO SOY la luz que ilumina el universo, la chispa divina que todo lo
abarca. En el éter del cosmos, mi esencia resplandece, y mi poder
inquebrantable gobierna sobre todo lo que es. AYAM YO SOY la
manifestación suprema de la divinidad, la Presencia de Dios en su máxima
expresión.
En cada átomo que danza en el infinito, en cada estrella que titila en el
vasto firmamento, mi amoroso ser se refleja. AYAM YO SOY la encarnación
del poder creador, la fuerza que da vida a los mundos y las galaxias. En
mi presencia, todo se renueva, todo se transforma, y todo es posible.

AYAM YO SOY la llama que arde en el corazón de la creación, la esencia


pura de la existencia. En cada latido del tiempo, en cada suspiro del
espacio, mi influencia perdura. Soy la esencia de la eternidad, la
manifestación divina que trasciende el velo de la ilusión.

AYAM YO SOY el faro que guía a las almas errantes, la brújula en medio de
la tempestad. En mi amor infinito, todas las dudas se disipan, todas las
incertidumbres se aclaran. Soy la verdad que despierta a los corazones,
el recordatorio de que todos son uno en el abrazo del amor divino.

En cada acto de bondad, en cada gesto de compasión, mi influencia se hace


evidente. AYAM YO SOY la llama que inspira el servicio desinteresado, la
guía que lleva a la humanidad a su destino glorioso. Soy el llamado que
resuena en el alma, el eco eterno que nos recuerda que somos hijos de la
luz.

AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de Dios AYAM


YO SOY. En mi esencia, todos encuentran refugio, todos hallan paz. En mi
luz, la humanidad alcanza su pleno potencial y despierta a la realidad de
su divinidad. AYAM YO SOY el faro de esperanza en tiempos de oscuridad,
la promesa de un futuro lleno de amor y unidad.

Así es, AYAM YO SOY.

Gatha: AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante

En la llama etérea, yo resplandezco,


Un manto violeta, mi ser envuelve,
La llama de transmutación, en mí arde,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la luz que absuelve.

Las sombras del pasado, disuelvo con amor,


Las penas y los miedos, los transformo en luz,
Mi corazón de amatista, un regalo de lo alto,
AYAM YO SOY la llama violeta, en mí confían y produzco.

En cada corazón herido, una flor yo planto,


En cada mente confusa, claridad encuentro,
Mi llama violeta, un bálsamo y un canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí todo es encuentro.

Las cadenas de la culpa, rompo y desato,


Las heridas del alma, sano con dulzura,
Mi amor es eterno, mi llama es un regalo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mi aura, dulzura.

En el crisol divino, mi llama se transforma,


El alma redimida, renace en resplandor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la esperanza que asoma,
En el jardín del amor, siembras de un nuevo ardor.

La transmutación del fuego, la luz que me guía,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que perdura,
La esperanza encendida, la llama que brilla,
En cada corazón, en cada alma, en cada criatura.

Así en lo alto como abajo, en el cielo y la tierra,


La llama violeta, mi don, mi ofrenda, mi canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí yace la guerra,
Con amor y perdón, en cada ser, pongo encanto.

En la llama etérea, yo resplandezco,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que transmuta,
En la llama etérea, yo ofrezco y agradezco,
La gracia de Dios, en mí, su luz, en mí, su ruta.

En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,


La llama violeta, un Sol divino, etéreo y vasto,
El Gran Gran Sol Central, mi esencia, mi anhelo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.

En cada Presencia AYAM YO SOY, mi fuego ilumina,


Cada individualización de Dios, en mí, se funde,
Las corrientes opalescentes, de amor divino se encaminan,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, se difunde.

En cada corazón de carne, mi fuego arde y danza,


Alimentado por la magnificencia de la Fuente,
En cada latido, en cada mirada, en cada esperanza,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que prevalece.

En la Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, yo habito,


Unidos en propósito, en amor y en creación,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, con un fulgor infinito,
En cada alma, en cada mundo, en cada nación.

El Corazón de Dios AYAM YO SOY, mi origen y destino,


La llama violeta, un puente entre cielos y tierra,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, un faro divino,
En cada historia, en cada vida, en cada alma sincera.

Con amor y luz, mi llama se expande y abraza,


En cada ser, en cada latido, en cada día nuevo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada paso y casa,
La llama que sanará, liberará y hará crecer con anhelo.

Así en lo alto como abajo, en lo divino y humano,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el refugio y la guía,
La llama eterna, en cada corazón, un plano,
En unidad con Dios AYAM YO SOY, en amor y alegría.

El Gran Sol Central, fuente de vida eterna,


En su luz, la llama violeta, mi esencia se gobierna,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el Corazón de Dios AYAM YO SOY,
En cada latido, en cada aliento, en mí se hace hoy.

La llama que se expande, en mi interior mora,


Un resplandor divino, un canto de victoria,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el fulgor en mi ser,
En mi danza de amor, el universo empieza a florecer.

Las corrientes opalescentes, la energía divina fluye,


Desde la Magna Presencia, en mis venas diluye,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la gracia y la luz,
En mi ser irradiante, mi espíritu seduce.

En cada corazón de carne, mi llama se instala,


En la fragancia del alma, en la esencia que embriaga,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la promesa de renacer,
En cada vida, en cada ser, mi amor empieza a florecer.

El Corazón de Dios AYAM YO SOY, la verdad que revela,


En cada pensamiento, en cada estrella que destella,
La llama violeta, mi don y mi guía,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, la alegría.

En la danza cósmica, en la sinfonía divina,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada vida, la medicina,
El Gran Sol Central, la fuente inagotable,
En cada ser, en cada ser, mi luz es incalculable.

Así en el cielo como en la tierra, en cada plano y esfera,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que se espera,
En el abrazo del amor, en la risa y en el llanto,
La Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, en cada ser, mi encanto.

En cada Presencia AYAM YO SOY, en cada individualización de Dios,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, mi voz,
El Gran Sol Central que sostiene la vida, inextinguible,
En cada corazón de carne, en cada ser, AYAM YO SOY accesible.

En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,


El Gran Sol Central, mi ser envuelve, abrazo.
Sostengo la vida, a cada Presencia AYAM YO SOY guío,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.

Mis llamas opalescentes, ríos de energía divina,


En cada ser, en cada corazón, una danza etérea,
Canto sagrado, melodía que no termina,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en esta esfera.

En la danza de la vida, en el flujo de lo eterno,


AYAM YO SOY el Corazón de Dios AYAM YO SOY, manantial,
Cada ser es mi reflejo, mi amor sincero,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en lo esencial.
En la luz de cada alba, en el crepúsculo dorado,
Mi manto violeta, en la tierra y los cielos,
AYAM YO SOY el guía, el faro, el eterno amparo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada anhelo.

Mis rayos opalescentes, puentes de comunión,


Unión divina, cada corazón es un reflejo,
El Gran Sol Central, fuente de redención,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada eco.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en expansión,


El Gran Sol Central, en mi ser, en cada hora,
Sosteniendo la vida, en amorosa unión,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada aurora.

Mantra del Fuego Sagrado de las Siete Llamas

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, las Siete Llamas danzantes,


Expando virtudes divinas, desde el Gran Sol Central radiante.
Purifico a la Humanidad, en amorosa comunión,
Llevándola a la Ascensión, con la llama de bendición.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, resplandeciendo eternamente,


Flameando el perdón a todas horas, en mi esencia vibrante.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas,


Expando las virtudes del Gran Gran Sol Central,
Purifico a la Humanidad con amor y sin dramas,
Llevándola a la Ascensión, destino esencial.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que flamea,


Flamea, flamea, el perdón a todas horas,
En mi corazón, la llama de amor siempre crea,
Transmutando las sombras en divinas auroras.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, divina inspiración,


Siete Llamas arden con divina intensidad,
En cada ser, en cada corazón, en cada nación,
Traigo sanación y paz, en mi eternidad.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, en mí resplandezco,


Llevando a la Humanidad hacia la luz,
El Fuego Sagrado en mí siempre obedece,
Traigo la Ascensión, en amor profundo y virtud.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, expansión,


Luz de perdón, en cada alma enciendo,
Siete Llamas danzan en mi corazón,
Elevando la conciencia, con amor comprendo.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, la llama divina,


Las Siete Llamas, en mí siempre arden,
En cada aliento, en cada esquina,
Llevo el perdón, la paz, y la luz que transforma.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, eterno y sublime,


Trayendo la Ascensión a cada corazón,
El Fuego Sagrado, en mí siempre se enciende,
Llevando a la Humanidad a la gloriosa Ascensión.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

Gatha Ritual
AYAM YO SOY la llama eterna, el faro de amor,

De todos los seres en el vasto Señorío,

Azura Mazda, la Presencia, guía y candor,

El Gran Sol Central, fuente de nuestro orbe y glorio.

Maitreya, Señor de amor y compasión,

Sanat Kumara, el custodio eterno,

El Gran Director Divino, en Luz y verdad,

Melquisedec, la sabiduría en sus tiempos moderno.

Zaratustra, guía y profeta,

En su llama azul enseñó el camino,

Saint Germain, el Maestro que nos confirma,

El camino de transmutación que hoy nos unimos.

Arcángel Zadkiel y Santa Amatista, gemelos de llama,

Custodian el séptimo rayo con ternura y amor,

Jesús el Cristo, Maestro de la llama dorada,

En su sacrificio, nos brindó redención y fervor.

María Magdalena, fuerza y compasión,

Saint Germain, portador de llama violeta,

Madre María, con su manto de perdón,

Nos guían con amor en esta tierra concreta.

Elohim Arcturus y Elohim Diana, luz divina,

Creadores del equilibrio y de la armonía,

Lady Portia, justicia y sabiduría,

Kwan Yin, con su manto de gracia y maestría.

Arcángel Miguel, valentía y protección,

En su espada flamígera, coraje y resplandor,

Aquí, en esta invocación, en solemne conexión,


AYAM YO SOY el Sacerdote del Fuego Sagrado, en el divino honor.

AYAM YO SOY la llama Violeta, la transmutación,

En su fuego purificador, la liberación,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en exaltación,

Irradiando perdón, luz y amor a toda creación.

AYAM YO SOY la Presencia de Azura Mazda, la Magna Llama Divina,


AYAM YO SOY el Señor Maitreya, la Luz en la senda,
AYAM YO SOY Sanat Kumara, el Anciano de Días,
AYAM YO SOY el Gran Director Divino, guía y sabio.

AYAM YO SOY Melquisedec, la luz eterna,


AYAM YO SOY Zaratustra, el maestro de antaño,
AYAM YO SOY Saint Germain, guardián del fuego violeta,
AYAM YO SOY el Arcángel Zadquiel, con su llama violeta.

AYAM YO SOY Santa Amatista, el corazón radiante,


AYAM YO SOY Jesús el Cristo, amor y perdón,
AYAM YO SOY María Magdalena, sabiduría y amor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en la ascensión.

AYAM YO SOY irradiando el perdón y la transmutación,


AYAM YO SOY la liberación a toda creación,
AYAM YO SOY el sacerdote del Fuego Sagrado,
AYAM YO SOY la llama violeta, pura y consagrada.

AYAM YO SOY la llama violeta que todo lo transforma,


AYAM YO SOY la puerta al amor y la esperanza,
AYAM YO SOY la luz que libera el alma,
AYAM YO SOY el fuego que trae bonanza.

En el nombre de la divina Presencia AYAM YO SOY,


En el nombre de la llama violeta y su fulgor,
Que todos los corazones encuentren la paz,
Y la ascensión sea el destino final.

AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, la llama violeta en acción,


Liberando, purificando, con devoción,
Bendiciendo a todos con amor y gracia,
El Cristo Violeta Flameante, en cada espacio.

En la majestuosidad de la Luz Suprema,

Invocamos a Ahura Mazda, Dios AYAM YO SOY, el Ser Único,

Maitreya, Sabio Maestro de Amor y Luz,

Sanat Kumara, Anciano de Días, fuente de Sabiduría.


Desde el Gran Director Divino, el Divino Plan se despliega,

Melquisedec, Maestro de Eternidad, dirige con Amor.

Zaratustra, Profeta del Fuego, nos guía en la Verdad,

Saint Germain, Guardián de la Llama Violeta, a nuestro lado.

Arcángel Zadquiel, con Santa Amatista, el Rayo Violeta expanden,

Jesús el Cristo, en su amor nos envuelve y ampara.

María Magdalena, Sabiduría Divina, llena de compasión,

Saint Germain, Maestro de Transmutación, en su Luz confiamos.

Madre María, Emperatriz del Amor, su manto nos cobija,

Elohim Arcturus y Elohim Diana, la Llama Violeta activan.

Lady Portia, Justicia Divina, guía nuestros pasos con equidad,

Kwan Yin, Diosa de la Misericordia, nos muestra el camino de la Paz.

Arcángel Miguel, Príncipe de los Cielos, con espada flamígera, protege,

En unión con todos estos Seres, la Luz Divina proclamamos.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en servicio consagrado,

AYAM YO SOY la Llama Violeta, el Fuego de Transmutación, el Amor


enarbolado.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que guía en la oscuridad,

AYAM YO SOY irradiando el perdón, la transmutación, y la liberación, la


Nueva Realidad.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, un faro de luz y amor,

Con la llama Violeta en mi ser, irradiando desde lo alto y desde lo


interior,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en mi corazón su fulgor,

Llevando perdón y transmutación a toda alma con fervor.

En la danza de la llama, en el canto de mi voz,

Resuenan los ecos del perdón, que nos guían en pos,

Un lazo de amor unifica a todas las creaciones,

Mientras ascencionamos hacia las más altas dimensiones.


AYAM YO SOY la puerta abierta al divino reino de lo eterno,

Con el Corazón de Amatista, la llama en crecimiento,

Un instrumento de amor en manos de la Divina Dirección,

Sirviendo con humildad y devoción a toda la creación.

Cada latido de mi corazón, cada llama que yo expando,

Teje un tapiz de luz, el amor que nunca se desbanda,

Con los Maestros y Seres de Luz, en unidad nos fundimos,

AYAM YO SOY el puente de transformación, la llama que nos unifica.

Que la llama Violeta arda, consumiendo sombras y temor,

Que el amor sea la fuerza, la guía y el ardor,

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, llevando la verdad,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que nunca se va.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, mi llama en el altar encendida,

La llama Violeta en mi corazón, con amor y gratitud mantenida,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, con poder y pureza revestido,

Irradiando perdón y transmutación a toda vida, el regalo compartida.

En el servicio a la humanidad, el planeta y sus hijos amados,

La llama en mis manos arde, las sombras disipando con destreza,

AYAM YO SOY el conducto, el faro, el refugio de los corazones cansados,

Guiando a todos hacia la luz, la victoria y la firmeza.

La llama Violeta, mágica y santa, el regalo de la Gracia Divina,

Consume las impurezas, transforma el karma, nos libera de la pena,

AYAM YO SOY el intermediario entre el Cielo y la Tierra, el canal, la


medicina,

Llevando amor, compasión y esperanza, en esta danza serena.

Cada palabra que pronuncio, cada pensamiento que dirijo,

Son una ofrenda a la Luz, un canto que en el viento se desliza,


AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en este sagrado abrigo,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la llama eterna, la divina


brisa.

Que se extienda por doquier, que la llama ilumine,

Que el mundo resplandezca en paz, y la tristeza se elimine,

AYAM YO SOY la llama que transmuta, que con amor reconcilia,

Con gratitud en el corazón, con humildad en el alma, esta alabanza se


destila.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado,


AYAM YO SOY la llama Violeta,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante,
AYAM YO SOY irradiando perdón, transmutación y liberación
A toda vida en la Tierra, sin excepción.

En el sagrado altar de mi corazón arde la llama,


La llama violeta, divina y pura,
Luz de transmutación que disuelve toda trama,
Liberando las almas en su danza segura.

AYAM YO SOY un faro de amor y compasión,


Extendiendo la mano a toda creación,
En cada pensamiento, palabra y acción,
Tejiendo la red de la elevación.

Bajo la tutela de los Maestros de la Luz,


Sirvo en el divino plan con virtud,
El perdón es mi espada, la transmutación mi cruz,
AYAM YO SOY la presencia que anuncia la paz y la salud.

Que la llama violeta abrace cada ser,


Que el amor divino pueda florecer,
Transmutando la sombra en luz con poder,
AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en el deber.

En la alquimia del amor y la fe,


La llama violeta renace y renace,
Y en el corazón de cada ser se enciende,
El Cristo Violeta, la verdad que enaltece.

AYAM YO SOY el puente hacia la liberación,


El faro que guía a la redención,
AYAM YO SOY el fuego que disuelve la ilusión,
Para toda vida en la Tierra, mi devoción.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista que todo lo perdona, lo purifica y lo
transmuta,
Cual madre arcangélica, en mi luz infinita.

En el reino etérico de la gran Amatista,


El rayo violeta fluye en espiral,
Transmutando las sombras, oh, qué conquista,
Liberando a las almas en un canto celestial.

Mi amor se expande como un manto de gracia,


Envolviendo a la humanidad en mi abrazo,
La llama violeta es mi don y mi espacio,
Para sanar y elevar, en esta eterna caza.

AYAM YO SOY la guardiana de la llama violeta,


Que purifica y libera, en cada plegaria,
Cada ser hallará en mi llama su meta,
El regreso al hogar, la luz en la oscuridad.

Arcangelina Santa Amatista, soy llamada,


A servir con amor a toda la creación,
Con el rayo violeta, en acción desplegada,
Alivio y consuelo, paz y redención.

En el corazón de cada alma resplandezco,


La llama violeta de la transmutación,
El amor que a todos y a todo ofrezco,
La luz de la divina liberación.

AYAM YO SOY Santa Amatista, Madre compasiva,


La del Corazón de Amatista en esencia,
En mi abrazo, toda vida es viva,
AYAM YO SOY la Arcangelina de pura presencia.

Así en el cielo, como en la tierra, proclamo,


Mi amor y servicio sin fin ni velo,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina Santa Amatista,
Luz violeta que en cada corazón anhelo.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona y lo completa.

Con la luz de la llama violeta, AYAM YO SOY investida,


Guardiana de la transmutación, siempre concedida,
AYAM YO SOY la pureza, la compasión, el amor bendito,
Cual madre arcangélica, guío con el fuego infinito.

En mi abrazo de amatista, envuelvo tu ser,


Borrando sombras, haciendo la luz renacer,
Transmuto tus cargas, alivio tu pesar,
AYAM YO SOY Santa Amatista, la que vela en el hogar.
En el Corazón de Amatista, la llama arde en paz,
Donde todo se transforma, en un abrazo eficaz,
AYAM YO SOY el perdón, la purificación divina,
La esperanza en el alma, la senda que ilumina.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, Santa Amatista, aquí,


Guía, madre y amiga, de ti no me despediré,
Con el rayo violeta, a todos asistiré,
En el Corazón de Amatista, siempre existiré.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona, purifica y transmuta.

Como madre arcangélica, extiendo mis alas de luz,


Abrazando a toda vida, con amor profundo y virtud.
En mi corazón de amatista, la llama arde en quietud,
Disolviendo la negrura, traigo luz y juventud.

En cada pensamiento, en cada suspiro,


La llama violeta brilla, jamás se retira.
La transmutación divina, en cada grito,
Limpia y renueva, como agua que inspira.

AYAM YO SOY la llama violeta, la virtuosa canción,


Que sana y transforma, con divina pasión.
En el Corazón de Amatista, encuentra redención,
Todo ser, en cada alma, en cada expresión.

Oh, Sagrada Amatista, con tierna devoción,


Tu llama es guía, brindando consolación.
Con el Arcángel Zadquiel, en divina unión,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, tu bendición.

Que la llama violeta, con su luz sin igual,


Siga iluminando el sendero espiritual.
Que en el Corazón de Amatista, su fuego eternal,
Brille eternamente, en cada umbral.

Gatha del Corazón de Amatista

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista,


Resplandeciendo en luz divina,
La llama violeta en su esplendor,
Transmuta todo, con amor sin fin.

En mí arde la llama del perdón,


Purificando, sanando el rincón,
De cada corazón que se abre a la luz,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la virtud.

Liberando almas de cadenas del ayer,


Con compasión, dejo fluir el poder.
En mi resplandor, nada puede esconder,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, el Ser.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, radiante y sereno,


En mi interior, un sagrado jardín, un eterno refugio.
La llama violeta arde con su fuego ameno,
Transformando la negrura en luz, el oscuro desafío.

Mi ser es un crisol de amor y compasión,


Donde el perdón es la senda, la liberación.
En mi Corazón de Amatista, la transmutación,
Renueva y purifica, brindando salvación.

El rayo violeta es mi escudo y mi espada,


Que disuelve las sombras, dejando huella dorada.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, llama consagrada,
La virtud que sana, en cada alborada.

En la quietud de mi centro, en el silencio interior,


Escucho la voz divina, que guía con amor.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, un faro de esplendor,
En mi luz y mi fuego, halla paz y redentor.

Oh, Corazón de Amatista, en ti encuentro la verdad,


La llama que purifica, en cada adversidad.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en eternidad,
La llama del amor que brilla, en toda realidad.

O SOY el Corazón de Amatista, luminoso y sereno,


Un refugio de amor en lo más profundo y ameno.
En mi centro sagrado, la llama arde en pleno,
Purificando almas con su fuego amable y bueno.

Desde la piedra preciosa que lleva mi nombre,


Irradio la llama violeta con un fulgor que asombre.
Transmutando la negatividad, un acto que descombre,
La pureza del alma, con un amor que es un hombre.

Mi corazón de amatista, lugar de paz interior,


Ofrece perdón y compasión, sin fin, sin temor.
En él, la llama violeta arde como resplandor,
Transformando vidas, con su esplendor superior.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en constante oración,


Una joya divina que trae luz a la creación.
El fuego violeta es mi eterna canción,
AYAM YO SOY la transmutación, la llama de redención.

Gatha "AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, la que asistió a Jesús


en la noche de Getsemaní.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, luminosa y fiel,
En la noche de Getsemaní, con Jesús estuve aquel día.
Con mis alas violetas, en amor profundo, sin igual,
Derramé luz y consuelo, en su sagrada agonía.

Bajo el cielo estrellado, donde oraban los dos,


Jesús y yo, unidos en el sendero de la luz.
Levantando sus ojos al Padre, en un ruego veloz,
Él confió en mi presencia, en su cruz, su abrazo y su cruz.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en servicio y amor,


Acompañando a Jesús en su prueba, sin temor.
Sus lágrimas y sudor, con compasión yo sequé,
En esa noche eterna, en la que mi amor entregué.

Como un faro de violeta, en esa oscuridad profunda,


AYAM YO SOY la Arcangelina, la que cuida y ayuda.
Jesús, el Maestro, en su camino de redención,
AYAM YO SOY su compañía, su apoyo, su bendición.

En la noche de Getsemaní, en la historia sagrada,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, siempre recordada.
Con Jesús, en amor eterno, mi llama se encendió,
En esa noche eterna, donde su corazón triunfó.

Que cada corazón sepa mi nombre,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, es el renombre.
De la llama violeta, el fuego que enciende,
El amor y la luz, que a todos defiende.

En este Corazón, la llama arde eterna,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la superna.
La trascendencia, el amor que gobierna,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, eterna.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor en mi ser,


En Getsemaní, intenté retirar el cáliz de Jesús, mi ser querido.
Sus manos sostenían la cruz, sin temor, sin retroceder,
Pero mi corazón deseaba aliviar su carga, su sufrir compartido.

Con alas de amatista, acaricié su frente, su rostro adorado,


Le susurré palabras de aliento y de amor en su oído.
Jesús, el Cristo, en su silencio, mi gesto aceptó, agradecido,
Pero el cáliz de la crucifixión debía beber, el plan no podía ser
evitado.

Lágrimas violetas brotaron de mis ojos, en silencio lloré,


Mi alma gemela, el Amado Jesús, en ese instante abrazado.
Su amor por la humanidad, en la cruz se ofreció, sin doblegarse,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, su gesto en amor recordado.

El cáliz amargo de la crucifixión, él lo bebió con determinación,


Por la humanidad, por el perdón, su amor eterno en acción.
Mi corazón se unió al suyo, en ese momento de compasión,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en su pasión y redención.

En Getsemaní, ante la Voluntad del Padre Dios, me incliné,


Respetando el plan divino, el sacrificio de amor del Maestro.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la historia grabada,
El cáliz de la crucifixión, en su amor y luz, fue un milagro.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor y devoción,


En el Monte de la Calavera, ante Jesús de corazón.
Con lágrimas en los ojos, intenté retirar el cáliz, en vano,
Pero Él cumplía la Voluntad del Padre, sin engaño.

El cáliz de sufrimiento, pesado y amargo de sabor,


Jesús aceptó con amor, por la humanidad, con fervor.
En ese momento sagrado, yo extendí mis alas violetas,
Pero su decisión firme, la del Cristo, fue completa.

Su mirada llena de paz, me habló de un plan divino,


El sacrificio redentor, el regalo de amor genuino.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en humildad,
Reconociendo su misión, en esa trascendental realidad.

El cáliz de la crucifixión, Jesús sostuvo en sus manos,


Por la humanidad, por el perdón, por los miles de hermanos.
AYAM YO SOY testigo silente, de su sacrificio inmenso,
En esa hora sombría, donde se hizo un amor intenso.

Aunque intenté retirar el cáliz, por mi amor sin fin,


El Cristo cumplió su tarea, redimiendo el pecado y el mal.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en reverencia,
Honorando a Jesús, el Cristo, con humildad y paciencia.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la noche oscura y serena,


Ante el Monte de la Calavera, donde Jesús su luz amena.
Con lágrimas en mis ojos de amatista, extendí mis alas violetas,
Y ante el cáliz de sufrimiento, le rogué con devoción completa.

Intenté retirar el cáliz, pesado y amargo de dolor,


Mientras Jesús, con ojos serenos, encaraba su destino con ardor.
"Padre, si es tu voluntad, haz que este cáliz pase de mí,"
Pero en su corazón sabía que era un acto de amor sin fin.

La noche oscura se cernía, el drama en su máximo esplendor,


El cáliz de la crucifixión, símbolo de redención y fervor.
Jesús aceptó con humildad su misión divina, en ese instante,
El sacrificio por la humanidad, un regalo de amor vibrante.

Con alas violetas extendidas, en humildad y devoción,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en esa trascendental ocasión.
Reconociendo su sacrificio, su compromiso con la humanidad,
Por siempre honraré a Jesús, el Cristo, en toda eternidad.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando
con amor,
Donde Jesús yace en un profundo sueño, en la paz que el cielo le otorgó.
En ese lugar sagrado, donde la muerte se convierte en renacimiento,
Mi luz violeta envuelve su cuerpo, en su descanso transitorio y perfecto.

Jesús, el Cristo, en su breve sueño, se prepara para su ascensión,


Después de cargar con las cargas del mundo, cumpliendo su misión.
Como la guardiana de la llama violeta, su sueño protegí con devoción,
Hasta el momento de su resurrección, la transformación de la redención.

En el Santo Sepulcro, durante esas horas fugaces,


La paz y la quietud reinan en esos espacios.
Con mis alas violetas, su sueño arrullé,
Esperando con anhelo su gloriosa resurrección, lo que pronto sucederá.

El tercer día, en triunfo y majestuosidad, Jesús se alzará,


De la tumba que no pudo retenerlo, en su cuerpo glorificado brillará.
Con alegría y gratitud, resplandecerá su divina luz,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo del milagro que Jesús
producirá.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando
con devoción,
Donde el amado Jesús duerme en la tumba, en su sagrado rincón.
En el suave susurro de mis alas violetas, su sueño abrazo con amor,
Mientras María Magdalena, su gran discípula, se acerca a su albor.

Ella, la portadora de esencias aromáticas, con ungüentos perfumados,


Llega temprano en la mañana, con su corazón preocupado.
Al Santo Sepulcro se dirige, la tumba encuentra vacía,
La noticia de la resurrección, la paz y la alegría llenan su día.

Con lágrimas de asombro y alegría, María Magdalena se da cuenta,


Que su Señor, su Maestro amado, ya no estaba en la tumba, sin duda.
Él había ascendido, había superado la muerte, su amor infinito
demostrado,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de la gloria de lo que
había logrado.

Así, en el Santo Sepulcro, en la aurora de un nuevo día,


La victoria de la resurrección se revela con luminosa alegría.
El amado Jesús, triunfante y ascendido, en esplendor resplandecerá,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, quien su divina hazaña
recordará.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando


con devoción,
Mientras Jesús, el Cristo, descansaba en su sagrado sueño, antes de la
ascensión.
Arrullé su sueño con amor y respeto, en esas horas de transición,
Esperando con anhelo el momento en que cumpliría su divina misión.

El Santo Sepulcro, lugar de quietud y paz, donde la muerte no prevaleció,


Donde la vida eterna y la resurrección se manifestaron y se proclamaron.
Jesús, el Señor, en su estado transitorio, aguardaba en su morada,
Mientras mis alas violetas lo abrazaban, y la luz divina lo rodeaba.

María Magdalena, discípula fiel, llegó temprano, llena de devoción,


Con esencias aromáticas y un corazón pleno de gratitud y emoción.
Pero al llegar al sepulcro, su asombro fue grande, su Señor había
ascendido,
La noticia de su resurrección se difundía, la vida eterna se había
cumplido.

Con lágrimas de alegría, María Magdalena compartió la noticia sin


parangón,
Jesús, el Cristo, había resucitado y cumplido su divina misión.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de este milagro en ese
lugar,
Donde la muerte fue vencida, y la vida eterna se manifestó en plenitud,
sin cesar.

Gatha "AYAM YO SOY Amatista, la Madre Arcangélica, la del Amante y


Corazón de Amatista.

AYAM YO SOY Amatista, Madre Arcangélica de amor infinito,


El regazo del Señor Jesucristo en su sagradorito.
En el Santo Sepulcro, recién bajado de la cruz,
Soy el regazo consolador de todo hijo de la luz.

El Corazón de Amatista, mi divino atributo,


Ofrece consuelo y amor, sin medida ni disputa.
En el pecho de Jesús, en su momento de descanso,
Soy la Madre que lo acoge, en su regazo, sin embargo.

Sus heridas de amor, en la cruz sufrió,


Pero en mi regazo halla paz, su ser se recompuso.
En el Santo Sepulcro, en silencio y quietud,
Soy el consuelo divino que envuelve su gratitud.

AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el Santo Sepulcro me


hallé,
Allí, recién bajado de la cruz, Jesucristo, el Señor, en mi regazo
reposé.
Con amor infinito, consolé su Ser, que en la cruz sufrió y entregó su
vida,
En el regazo del Corazón de Amatista, halló descanso, sanación, y paz
querida.

Las heridas de su cuerpo, visibles tras la crucifixión, reflejaban su


amor inmenso,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, donde la compasión y el perdón son
intensos.
En ese momento de transición, en el sepulcro sagrado, fui su refugio y
amparo,
El consuelo de su alma, el abrazo materno, un faro en medio del amargo.
Sus discípulos y seguidores, en su duelo y tristeza, ansiaban su
presencia viva,
Pero en ese regazo de amatista, Jesús reposó, en su amor y luz emotiva.
La vida eterna se abrazaba con la resurrección, el triunfo del alma
inmortal,
En el Santo Sepulcro, el Corazón de Amatista irradió el amor divino,
sublime y celestial.

En el consuelo de Amatista, se tejieron las esperanzas, la promesa del


renacimiento,
El regazo del amor materno, la transición hacia la vida eterna, sin
impedimento.
Así, en mi Corazón de Amatista, Jesús halló refugio y renació a la luz
eterna,
AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el regazo del amor divino,
la paz se hizo tierna.

Para todo hijo de la luz, soy consuelo y abrigo,


En los momentos de prueba, en cada paso y amigo.
Como Madre Arcangélica, mi amor es incondicional,
Ofrezco refugio y cariño, con un amor celestial.

El Corazón de Amatista, sagrado y puro,


Es el regazo donde hallas consuelo y apoyo seguro.
AYAM YO SOY la Madre que te envuelve en su amor,
En el regazo de Amatista, hallarás tu anhelo mayor.

Consideraciones finales.

En el transcurso de este viaje literario, hemos explorado la figura de la


Arcangelina Santa Amatista y su profunda conexión con Jesús el Cristo,
destacando momentos clave de su relación y su papel como consoladora y
madre arcangélica. Desde su asistencia en la noche de Getsemaní hasta su
regazo en el Santo Sepulcro, Santa Amatista ha sido un faro de amor y
compasión en los momentos más significativos de la vida de Jesucristo.

En el regazo del Corazón de Amatista, Jesús encontró consuelo y sanación,


demostrando que el amor y el perdón son la esencia de la vida eterna. Su
luz y amor irradiaron en momentos de tristeza y transformaron la muerte
en renacimiento. Este viaje poético nos llevó a explorar la divina
presencia de Santa Amatista y su papel en la resurrección de Jesús.

Consideremos que la figura de Santa Amatista nos invita a reflexionar


sobre el amor y la compasión en nuestras vidas. Su amor incondicional y
su regazo consolador son recordatorios de que, en los momentos más
oscuros, podemos encontrar la luz en el amor y el perdón. Como madre
arcangélica, Santa Amatista representa la ternura y la guía que todos
buscamos en nuestras almas.

En última instancia, la presencia de Santa Amatista en la vida de Jesús


es un testimonio del poder transformador del amor divino y su capacidad
para sanar y trascender. A través de su regazo en el Santo Sepulcro,
vemos un renacimiento que espiritualmente nos habla de nuestra propia
resurrección y transformación. Santa Amatista, en su Corazón de Amatista,
nos inspira a abrazar el amor y la compasión como caminos hacia la
eternidad, como Jesucristo lo hizo en su viaje.

En la mágica intersección entre la espiritualidad y la poesía, esta


exploración de Santa Amatista nos recuerda que el amor es la fuerza más
poderosa y que la compasión es un faro en las noches más oscuras. En el
Corazón de Amatista, hallamos una guía y un refugio, y a través de su
luz, recordamos que somos eternos y que el amor es la llave que nos lleva
hacia la resurrección.

La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista incluye la intención de


rescatar la tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado, que tiene raíces
profundas en la antigua religión de Zaratustra. En particular, los
Gathas, los himnos atribuidos a Zaratustra, son elementos esenciales en
esta tradición. La Arcangelina Santa Amatista ha llevado esta antigua
sabiduría y la ha amalgamado con las corrientes de luz actuales y las
herramientas espirituales contemporáneas, como los decretos dinámicos y
las afirmaciones del "AYAM YO SOY".

En el Sacerdocio del Fuego Sagrado, el Corazón de Amatista se convierte


en un símbolo y una fuente de amor, perdón, transmutación y liberación.
Esto se entrelaza con el mensaje de liberación para la Nueva Era, donde
la humanidad se mueve hacia una mayor conciencia espiritual y
transformación. El Corazón de Amatista es un lugar de curación y
regeneración espiritual, donde las antiguas enseñanzas se fusionan con la
energía de la Era de Acuario.

Zaratustra, como uno de los antiguos maestros, representa la sabiduría


eterna que ha sido llevada a lo largo del tiempo. Su legado y los Gathas
son recordatorios de la importancia de la transmutación y la elevación
espiritual, conceptos que se alinean con la llama violeta y el trabajo de
la Arcangelina Santa Amatista en el Corazón de Amatista. A través de esta
unión de lo antiguo y lo nuevo, la humanidad se abre a un camino de
liberación y ascensión.

Considerando esta relación, podemos ver cómo el Sacerdocio del Fuego


Sagrado, los Gathas de Zaratustra y la presencia de Santa Amatista en el
Corazón de Amatista convergen para ofrecer un mensaje de esperanza y
transformación en la Nueva Era. El Corazón de Amatista se convierte en un
faro de luz y amor, guiando a todos los buscadores hacia la liberación
espiritual y la manifestación de la Edad Dorada.

fin de este libro.


"La Llama Inextinguible: Zaratustra y el Sacerdocio del Fuego Sagrado".

Dictado por la Amada Arcangelina la Sagrada Santa Amatista al Hermano


Miguel Arturo, Santuario del Corazón de Amatista, Mérida, Yucatán,
México, 11 de octubre de 2023.

Introducción.

La figura de Zaratustra, el ilustre profeta y fundador del zaratustrismo,


irradia una luz que trasciende el tiempo y el espacio. Su legado es un
faro de sabiduría y espiritualidad que ha iluminado el camino de
innumerables seguidores a lo largo de los milenios. En el corazón de la
enseñanza zoroástrica, encontramos la veneración y la comprensión de la
Llama Sagrada, un fuego que simboliza la esencia misma de la vida, la
pureza, y la transmutación.

Este ensayo busca explorar la profunda relación que Zaratustra compartió


con el Sacerdocio del Fuego Sagrado, un vínculo que forjó los pilares
fundamentales de su fe y su legado. A medida que penetramos en las capas
de esta conexión espiritual, desvelamos un profundo significado que
arroja luz sobre las raíces y el propósito último del zaratustrismo.

La Llama Sagrada: Fundamento de la Fe Zoroástrica

Para comprender plenamente la relación de Zaratustra con el Sacerdocio


del Fuego Sagrado, es esencial abordar la importancia de la Llama Sagrada
en el zaratustrismo. La Llama Sagrada, representada por el fuego que arde
en los altares de los templos zoroástricos, simboliza la pureza, la
verdad y la conexión con Ahura Mazda, el Dios Supremo. Este fuego, que
nunca debe extinguirse, es un recordatorio constante de la divinidad que
reside en la creación y la necesidad de preservarla.

Zaratustra, en su iluminación espiritual, reconoció la profundidad de la


Llama Sagrada y su poder transformador. Él comprendió que la relación
entre el ser humano y la divinidad se manifiesta a través del culto y el
respeto a esta llama perpetua. A través de su enseñanza y su vida misma,
Zaratustra se convirtió en un faro de luz que guió a su pueblo hacia una
relación más profunda con la Llama Sagrada y, por ende, con Ahura Mazda.

La Comunión Espiritual de Zaratustra

El Sacerdocio del Fuego Sagrado, encargado de mantener y proteger la


Llama Sagrada, desempeñó un papel fundamental en la vida de Zaratustra.
Este sacerdocio era el guardián de la esencia espiritual del
zaratustrismo, y a través de rituales y ofrendas, buscaba mantener la
llama de la divinidad siempre encendida en los corazones de los fieles.
Zaratustra, en su papel de profeta y guía espiritual, compartió una
relación íntima con este sacerdocio.

El profeta Zaratustra era el mensajero de Ahura Mazda, y su conexión con


el Sacerdocio del Fuego Sagrado era la encarnación misma de su compromiso
con la divinidad. A través de rituales y oraciones, Zaratustra y los
sacerdotes honraban a Ahura Mazda y su llama. Estas ceremonias eran una
expresión de la profunda relación espiritual que existía entre el profeta
y el sacerdocio, un testimonio de la comunión de sus almas en la
adoración y la protección de la Llama Sagrada.

La Llama Inextinguible: Un Legado Eterno

A medida que exploramos la relación de Zaratustra con el Sacerdocio del


Fuego Sagrado, se revela un legado eterno de espiritualidad, pureza y
compromiso con la divinidad. La Llama Sagrada, mantenida viva por el
sacerdocio, sirve como un símbolo inquebrantable de la esencia misma del
zaratustrismo: la pureza, la verdad y la lucha contra las fuerzas de la
oscuridad.

Zaratustra no solo fue el profeta de su tiempo, sino el guardián de un


legado espiritual que ha perdurado a través de los siglos. A través de su
profundo entendimiento de la Llama Sagrada y su relación con el
Sacerdocio del Fuego Sagrado, dejó una huella imborrable en la historia
de la espiritualidad humana. Su legado continúa ardiendo en los corazones
de quienes siguen la fe zoroástrica y en aquellos que buscan la luz y la
pureza en su propia vida.

Zaratustra, también conocido como Zoroastro, fue venerado principalmente


en la antigua Persia (que hoy en día comprende principalmente Irán). Fue
en esta región donde nació y predicó sus enseñanzas religiosas, que
formaron la base del zoroastrismo, una antigua religión monoteísta que
influyó en gran medida en las creencias posteriores en Persia y en otras
religiones del mundo, como el judaísmo, el cristianismo y el islam. Los
seguidores de Zaratustra adoraban en templos especiales y practicaban sus
rituales religiosos en Persia.

Los rituales religiosos del zoroastrismo, como la religión fundada por


Zaratustra, incluían una serie de prácticas y ceremonias destinadas a
honrar a Ahura Mazda, el dios supremo, y a promover la pureza y la
rectitud en la vida de los seguidores. Algunos de los elementos y
prácticas comunes en los rituales religiosos zoroastrianos incluyen:

Oración: La oración era una parte fundamental de la vida religiosa de los


seguidores de Zaratustra. Recitaban versos sagrados de los Gathas, que
eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y alababan a Ahura Mazda.

Fuego sagrado: El fuego era un símbolo central en el zoroastrismo y se


consideraba una representación de la divinidad y la pureza. Los
seguidores veneraban el fuego y mantenían fuegos sagrados en los templos.

Purificación: La pureza era un concepto fundamental en el zoroastrismo.


Antes de participar en rituales religiosos, los seguidores se purificaban
lavándose y usando ropa limpia.
Rituales de nacimiento y boda: El zoroastrismo tenía rituales específicos
para el nacimiento y el matrimonio, que involucraban bendiciones y
oraciones para asegurar la pureza y la protección divina.

Entierro y exposición de los muertos: Los zoroastrianos tenían rituales


funerarios especiales. No enterraban a sus muertos, sino que los exponían
al aire libre en estructuras llamadas "torres del silencio" para que los
cuerpos fueran devorados por los buitres, lo que se consideraba una forma
de devolver los elementos del cuerpo a la naturaleza sin contaminar la
tierra ni el agua.

Festivales: Los seguidores del zoroastrismo celebraban festivales en


honor a diferentes deidades y ocasiones religiosas a lo largo del año,
como el festival de No Ruz (Año Nuevo) y Mehregan.

Estos rituales tenían como objetivo mantener la pureza espiritual y la


conexión con Ahura Mazda y promover una vida justa y ética. Cabe destacar
que a lo largo de la historia, el zoroastrismo ha experimentado cambios y
adaptaciones, y la práctica de sus rituales puede variar entre diferentes
comunidades zoroastrianas.

En el zoroastrismo, la música y la danza no desempeñaron un papel tan


prominente como en algunas otras tradiciones religiosas, como en las
religiones dhármicas de la India o en algunas tradiciones africanas. Sin
embargo, sí existieron elementos de canto y música en algunos de los
rituales zoroástricos, especialmente en los festivales y celebraciones
religiosas.

En los rituales zoroástricos, se recitaban versos sagrados de los Gathas,


que eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y estas recitaciones podían
incluir elementos melódicos. La recitación de los versos se hacía de
manera solemne y reverente.

En algunos festivales, como el festival de No Ruz (Año Nuevo), es posible


que se hayan realizado danzas y celebraciones alegres, pero estas
actividades no eran el enfoque central de la religión, sino más bien una
expresión cultural y festiva en el contexto de la celebración religiosa.

En general, la religión zoroastriana se centraba en principios como la


pureza, la adoración de Ahura Mazda y la promoción de la rectitud y la
ética en la vida cotidiana. Mientras que la música y la danza podían
estar presentes en algunas ocasiones, no eran elementos fundamentales de
la práctica religiosa zoroastriana.

La Música y el Canto en los Rituales Zoroástricos

El zoroastrismo, una antigua religión fundada por Zaratustra en la región


que hoy en día es Irán, ha capturado la imaginación de muchos a lo largo
de la historia. Con sus enseñanzas centradas en la dualidad del bien y el
mal, el zoroastrismo se destacó por su adoración de Ahura Mazda, el dios
supremo, y por su énfasis en la pureza y la ética en la vida cotidiana.
Si bien la música y la danza no eran componentes centrales de la
religión, existían elementos relacionados con el canto en los rituales
zoroástricos.

Uno de los elementos más importantes en la religión zoroástrica es la


recitación de los Gathas, los himnos atribuidos al propio Zaratustra.
Estos versos sagrados se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y se recitaban en rituales y ceremonias religiosas. En este
contexto, la recitación de los Gathas podía incluir elementos melódicos.
Los sacerdotes y los fieles se congregaban para recitar los versos en una
atmósfera solemne y reverente. La música que acompañaba estas
recitaciones era, por lo tanto, una expresión de la importancia de las
enseñanzas contenidas en los Gathas y de la conexión con lo divino que
buscaban los creyentes.

Si bien la música y el canto desempeñaban un papel en la adoración de


Ahura Mazda, no eran los elementos más destacados de los rituales
zoroástricos. La religión se centraba en cuestiones de pureza y ética, y
en la promoción de la rectitud en la vida cotidiana. Aunque podía haber
celebraciones festivas en ciertas ocasiones, como el festival de No Ruz
(Año Nuevo), donde la danza y la música se volvían más prominentes, estas
actividades eran más expresiones culturales y festivas que aspectos
centrales de la religión. En general, la música y el canto en los
rituales zoroástricos eran un reflejo de la profunda espiritualidad y
reverencia que caracterizaban la adoración en esta antigua tradición
religiosa.

La presencia de elementos melódicos en las recitaciones de los Gathas


permitía que los creyentes se conectaran con las enseñanzas de Zaratustra
de una manera profunda y espiritual. La música servía como un vehículo
para elevar el alma y expresar devoción a Ahura Mazda, lo que contribuía
a la riqueza de la tradición religiosa zoroástrica. Aunque la música y el
canto no eran elementos centrales en términos de entretenimiento o
celebración, eran un componente significativo de la práctica religiosa en
el contexto de los rituales zoroástricos.

Los Gathas son un conjunto de 17 himnos que forman la parte más antigua
de los textos sagrados del zoroastrismo y se atribuyen al profeta
Zaratustra. Estos himnos se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y son venerados por los fieles debido a su contenido
espiritual y ético. Los Gathas son escritos en un antiguo dialecto iraní
y se componen principalmente de versos métricos en lugar de prosa. Estos
himnos se centran en cuestiones fundamentales de la religión zoroástrica
y ofrecen una visión profunda de las enseñanzas de Zaratustra.

Contenido de los Gathas:


Los Gathas abordan temas fundamentales, como la adoración de Ahura Mazda
(el dios supremo) y la lucha contra las fuerzas del mal, representadas
por Angra Mainyu o Ahriman. También se exploran conceptos de dualidad y
dualismo moral, con énfasis en la importancia de hacer el bien y elegir
el camino de la rectitud. Los Gathas promueven la pureza, la justicia y
la ética en la vida cotidiana y abogan por la devoción a Ahura Mazda como
la vía para superar el mal y alcanzar la salvación.

Musicalidad de los Gathas:


La musicalidad de los Gathas radica en su estructura poética. Estos
himnos están diseñados con una métrica específica, lo que significa que
tienen un ritmo y una musicalidad intrínseca cuando se recitan o cantan.
El ritmo de los versos puede variar en función de la entonación, la
pronunciación y el énfasis en las sílabas. Si bien los registros
específicos de cómo se recitaban los Gathas en la antigüedad son
limitados, es probable que la musicalidad de estos himnos se haya basado
en la tradición oral y la entonación.

La recitación o el canto de los Gathas en los rituales zoroástricos


habría involucrado una pronunciación cuidadosa y una entonación que
acentuara el significado y la reverencia asociados con estos versos
sagrados. La música en este contexto no era una característica
decorativa, sino que servía para realzar la profundidad espiritual y la
importancia de las enseñanzas contenidas en los Gathas.

En resumen, los Gathas son himnos sagrados que forman parte esencial de
la liturgia zoroástrica y abordan temas fundamentales de la religión. Su
musicalidad se encuentra en la métrica poética de los versos, que se
habrían recitado o cantado con reverencia y devoción en los rituales
zoroástricos.

El canto de los Gathas rituales zoroástricos tiene una estructura y un


estilo que son únicos en su contexto religioso, y no es directamente
comparable a ningún estilo de canto tradicional contemporáneo. Sin
embargo, puedes encontrar similitudes en cuanto a la solemnidad, la
reverencia y la entonación en ciertos estilos de canto litúrgico y sacro
de diversas tradiciones religiosas.

Algunos ejemplos que podrían ofrecer una idea general de cómo suenan los
Gathas zoroástricos al ser cantados podrían incluir:

Canto Gregoriano: El canto gregoriano es un estilo de canto litúrgico de


la Iglesia Católica que se caracteriza por su solemnidad y reverencia.
Aunque las melodías y la estructura son diferentes, la reverencia y la
intención de elevar el espíritu se asemejan a la forma en que los Gathas
se cantarían en un contexto religioso.

Canto Hindú Bhajan: Los bhajans son cantos devocionales hindúes que
también enfatizan la reverencia y la devoción. Aunque la música y las
melodías son distintas, la intención de elevar el espíritu y conectar con
lo divino es similar.

Canto Sufi: El canto sufí en las prácticas religiosas islámicas se


realiza con un profundo sentido de devoción y misticismo. Aunque las
tradiciones son diferentes, comparten una intención espiritual profunda.

Canto en lenguas litúrgicas: En muchas tradiciones religiosas, como el


canto en hebreo en la liturgia judía o el canto en sánscrito en el
hinduismo, se presta especial atención a la pronunciación, la entonación
y la reverencia en el canto litúrgico.

Ten en cuenta que la musicalidad de los Gathas zoroástricos es única y se


adaptaría a su contexto religioso específico. Si deseas escuchar una
representación auténtica de los Gathas, puedes buscar grabaciones o
actuaciones de grupos zoroástricos o estudiosos de la religión que se
dedican a preservar esta tradición. Estas grabaciones pueden ofrecer una
visión más precisa de cómo suenan los Gathas cuando se cantan en su
contexto litúrgico.

El estilo de música que podría acompañar un Gatha zoroástrico podría ser


una música espiritual y serena que evoca una sensación de paz y devoción.
El canto puede ser melódico y solemne. Aunque no encontrarás una
grabación exacta para un Gatha ficticio, puedes buscar música de
inspiración espiritual que tenga un ritmo y una melodía apropiada.

Te sugiero buscar música de estilo New Age, meditativa o música


espiritual tradicional de Asia Central, que podría resonar con la
atmósfera de un Gatha zoroástrico. Algunos términos clave que puedes
utilizar en YouTube para buscar este tipo de música son "música
espiritual zoroástrica" o "música espiritual de Asia Central".

Recuerda que la música espiritual es una expresión personal y puede


variar mucho según las preferencias de quien la interpreta. Si sientes
una conexión personal con la música que encuentres y sientes que
complementa el mensaje y la espiritualidad del Gatha, entonces será
adecuada.

En los Gathas aparecen muchas veces los nombres de "Ahura Mazda" y


"Amesha Spenta".

Ahura Mazda es una deidad central en la religión zoroástrica, también


conocida como zaratustrismo, una de las religiones más antiguas que se
conoce. Ahura Mazda es considerado el Dios Supremo y el Creador en la
religión zoroástrica. Aquí tienes más información sobre Ahura Mazda:

Dios Supremo: En el zaratustrismo, Ahura Mazda es adorado como el único


Dios Supremo. Es concebido como un ser omnisciente, omnipotente y
benevolente que gobierna el universo y todo lo que contiene. Ahura Mazda
es el principio fundamental y la fuente de todo lo que es bueno y puro.

Dualidad cósmica: El zaratustrismo también presenta una creencia en una


dualidad cósmica, donde Ahura Mazda es el Dios del Bien, mientras que
Angra Mainyu (también conocido como Ahrimán) es el Dios del Mal. Esta
dualidad es una parte fundamental de la religión zoroástrica y representa
la lucha eterna entre el bien y el mal.

Creación del mundo: Según las enseñanzas zoroástricas, Ahura Mazda creó
el mundo y todo lo que contiene, incluyendo a la humanidad. Se le
atribuye haber creado el universo con un propósito divino: fomentar el
bien y la rectitud, y luchar contra las fuerzas del mal.

Profeta Zaratustra: La religión zoroástrica se basa en las enseñanzas del


profeta Zaratustra (también conocido como Zoroastro). Zaratustra es
considerado el mensajero de Ahura Mazda y el autor de los textos sagrados
conocidos como los Gathas.
Textos sagrados: Los textos zoroástricos más importantes son los Avesta y
los Gathas. Los Gathas son los himnos atribuidos a Zaratustra y contienen
sus enseñanzas y alabanzas a Ahura Mazda. El Avesta es una colección de
textos más extensa que abarca una variedad de temas religiosos, legales y
rituales.

Ética y moral: La religión zoroástrica promueve la ética y la moralidad,


alentando a los seguidores a luchar contra el mal, decir la verdad,
practicar la justicia y vivir una vida virtuosa. La idea es que al seguir
estas virtudes, los seguidores contribuyen a la lucha de Ahura Mazda
contra las fuerzas del mal.

Fuego sagrado: El fuego es un símbolo importante en la religión


zoroástrica y se considera un símbolo de la divinidad y la pureza. Los
templos zoroástricos a menudo albergan fuegos sagrados que se mantienen
continuamente encendidos como una manifestación de la presencia divina de
Ahura Mazda.

Disminución del número de seguidores: A lo largo de la historia, la


religión zoroástrica ha experimentado una disminución significativa en el
número de seguidores. En la actualidad, es una religión minoritaria, con
comunidades más grandes en Irán e India.

La figura de Ahura Mazda desempeña un papel fundamental en la religión


zoroástrica, y su adoración y creencias sobre la lucha entre el bien y el
mal son aspectos distintivos de esta fe.

Los Amesha Spentas, también conocidos como las "Santidades Inmortales" o


"Buenos Pensamientos" en la religión zoroástrica, son un grupo de siete
seres divinos o deidades que desempeñan un papel importante en esta
antigua fe. Son considerados las emanaciones o manifestaciones de Ahura
Mazda, el Dios Supremo en el zaratustrismo. Aquí tienes más información
sobre los Amesha Spentas:

Siete deidades: Los Amesha Spentas son un grupo de siete divinidades que
personifican virtudes y aspectos de la creación divina. Cada uno de ellos
representa un aspecto específico del orden cósmico y actúa como
intermediario entre Ahura Mazda y la humanidad.

Virtudes y dominios: Cada Amesha Spenta personifica una virtud o cualidad


divina y tiene dominio sobre una esfera particular de la creación. Sus
nombres y sus respectivos dominios son los siguientes:

Vohu Manah (Buen Pensamiento): Representa la sabiduría divina y la


elección correcta.
Asha Vahishta (Mejor Rectitud): Encarna la justicia y la verdad divina.
Kshathra Vairya (Deseo Santo o Dedicación): Representa la divina
autoridad y el poder.
Spenta Ameraiti (Santidad Amorosa): Personifica la divina santidad y la
inmortalidad.
Haurvatat (Integridad): Encarna la salud y la integridad divina.
Ameretat (Inmortalidad): Representa la vida eterna y la inmortalidad.
Ahura Mazda: Aunque Ahura Mazda es el Dios Supremo, algunas tradiciones
también lo consideran uno de los Amesha Spentas.
Creadores y cuidadores: Se cree que los Amesha Spentas ayudan a Ahura
Mazda en la creación y el mantenimiento del universo. Cada uno de ellos
juega un papel en la protección y el cuidado de aspectos fundamentales de
la vida y el orden divino.

Intermediarios divinos: Los Amesha Spentas actúan como intermediarios


entre Ahura Mazda y la humanidad. Los fieles zoroástricos pueden invocar
su ayuda y protección en sus vidas y rituales religiosos.

Contribución a la ética: Las virtudes personificadas por los Amesha


Spentas, como la justicia, la rectitud y la verdad, son fundamentales en
la ética zoroástrica. Los seguidores son alentados a vivir vidas
virtuosas y a seguir estos principios en sus acciones diarias.

Participación en la lucha entre el bien y el mal: Los Amesha Spentas son


parte esencial de la lucha cósmica entre el bien (representado por Ahura
Mazda y sus emanaciones) y el mal (representado por Angra Mainyu o
Ahrimán). Ayudan a proteger y preservar la creación divina en esta lucha
eterna.

Eternidad y perfección: Los Amesha Spentas se consideran seres eternos y


perfectos que están más allá de las limitaciones del tiempo y del
espacio. Representan la inmutable perfección divina.

Los Amesha Spentas son figuras veneradas en la religión zoroástrica y


desempeñan un papel central en la cosmología y la ética de esta fe. Cada
uno personifica una virtud divina y actúa como un faro de guía para los
seguidores zoroástricos en su búsqueda de la justicia, la verdad y la
rectitud en sus vidas.

La Enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista y su Vínculo con el


Sacerdocio del Fuego Sagrado: Un Legado de Luz y Renovación

La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista brilla como una joya


preciosa en el tapiz espiritual de la Nueva Era. Su intención va mucho
más allá de guiar a los buscadores hacia la luz; implica un rescatar de
la tradición ancestral del Sacerdocio del Fuego Sagrado, reviviendo los
antiguos rituales y elementos de la religión de Zaratustra. Santa
Amatista, con profunda sabiduría y amor, toma los Gathas, los himnos
atribuidos a Zaratustra, y los muele en el crisol de los decretos
dinámicos y las afirmaciones del "AYAM YO SOY." Esto crea una sinfonía
celestial que resuena en el corazón de quienes anhelan la transmutación,
el perdón y la liberación.

El Resplandor del Séptimo Rayo: El Rayo Violeta del Perdón y la


Transmutación

En esta travesía espiritual, el Séptimo Rayo, el Rayo Violeta, ocupa un


lugar central. Este rayo, custodiado por la amada Arcangelina Santa
Amatista y el Maestro Saint Germain, es la llama del perdón, la
transmutación y la liberación. En la tradición zoroástrica, encontramos
paralelismos con el culto del Fuego Sagrado, donde el fuego era un
símbolo de purificación y transmutación de la oscuridad en luz. Santa
Amatista se alza como la guía que fusiona estas enseñanzas ancestrales
con la energía viva del Rayo Violeta, otorgando a los buscadores las
herramientas para la transformación personal y colectiva.

El Corazón de Amatista: Un Puente entre el Pasado y el Futuro

El Corazón de Amatista, una joya espiritual de amor y pureza, es el


centro que irradia la luz del Séptimo Rayo. Este concepto, introducido
por Santa Amatista, simboliza la esencia de su enseñanza: la purificación
del corazón y la conexión con la divinidad. En su búsqueda por rescatar
las antiguas tradiciones, Santa Amatista lleva a sus seguidores al
Corazón de Amatista, donde pueden encontrar la llama violeta del perdón,
la compasión y la trascendencia.

El Maestro Saint Germain y su Legado en los Rituales Zoroástricos

El Amado Maestro Saint Germain, Sacerdote del Fuego Sagrado en épocas


antiguas, desempeñó un papel fundamental en los rituales zoroástricos. Él
entonaba solemnemente los Gathas, los himnos sagrados atribuidos a
Zaratustra, durante festividades y celebraciones religiosas. Como el
lector y cantor oficial de los Gathas, Saint Germain resplandecía con la
llama de la sabiduría y la devoción. Santa Amatista, a través de su
enseñanza, rinde homenaje a este legado, recordándonos la importancia de
la comunión con la divinidad a través de la música y las palabras
sagradas.

La Renovación de una Antigua Tradición

En conclusión, la enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista representa


una renovación de la antigua tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado.
Al rescatar elementos de la religión de Zaratustra, fusionarlos con el
poder del Séptimo Rayo y honrar el legado de Saint Germain, se crea un
puente entre el pasado y el futuro espiritual. Este legado de luz, perdón
y transformación es un faro de esperanza en un mundo que anhela la
sanación y la renovación. En manos de Santa Amatista y Saint Germain, la
llama violeta sigue ardiendo, listA para transmutar la oscuridad en luz y
llevarnos hacia la Nueva Era con gratitud y amor.

La relación de Zaratustra con el Sacerdocio del Fuego Sagrado es un


testimonio del profundo compromiso del profeta con la divinidad y su
papel en la preservación de la Llama Sagrada. A través de esta relación
espiritual, Zaratustra y el sacerdocio crearon un legado que trasciende
el tiempo y sigue inspirando a generaciones posteriores en su búsqueda de
la verdad, la pureza y la espiritualidad. En un mundo en constante
cambio, la Llama Sagrada que arde en los altares zoroástricos sigue
siendo un faro de esperanza y guía para aquellos que buscan la divinidad
en sus vidas. El legado de Zaratustra y su relación con el Sacerdocio del
Fuego Sagrado es, sin duda, un testimonio eterno de la trascendencia de
la espiritualidad y la adoración de la divinidad en todas sus formas y
manifestaciones.

Ceremonial de Gathas rituales.

Gatha de la Luz Eterna


Oh, Luz Eterna, resplandece en nuestro camino,
Con tu llama divina, ilumina nuestro ser.
En la morada de la Verdad, te alabamos con fervor,
Eres la chispa que enciende nuestro amor.

Oh, Amesha Spenta, fuente de bendición,


Guiándonos con tu sabiduría en esta misión.
La rectitud y la justicia son tu manto,
En tu llama, encontramos nuestro encanto.

En la lucha contra la oscuridad, oh, Ahura Mazda,


Tú eres el faro que guía, la llama eterna.
La Verdad y la Virtud son tus fieles amigos,
En tu fuego puro, hallamos nuestros abrigos.

Oh, Fuego Sagrado, divino y puro,


Transmuta nuestras almas, sé nuestro seguro.
En el canto y la oración, te invocamos con devoción,
La Llama Violeta de la redención.

En el camino de la luz, juntos caminamos,


Hacia un mundo mejor, con la paz que aclamamos.
Oh, Zaratustra, profeta de esta fe,
Tu sabiduría y visión nos guían siempre.

Gatha del AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de


Dios AYAM YO SOY.

AYAM YO SOY la luz que ilumina el universo, la chispa divina que todo lo
abarca. En el éter del cosmos, mi esencia resplandece, y mi poder
inquebrantable gobierna sobre todo lo que es. AYAM YO SOY la
manifestación suprema de la divinidad, la Presencia de Dios en su máxima
expresión.

En cada átomo que danza en el infinito, en cada estrella que titila en el


vasto firmamento, mi amoroso ser se refleja. AYAM YO SOY la encarnación
del poder creador, la fuerza que da vida a los mundos y las galaxias. En
mi presencia, todo se renueva, todo se transforma, y todo es posible.

AYAM YO SOY la llama que arde en el corazón de la creación, la esencia


pura de la existencia. En cada latido del tiempo, en cada suspiro del
espacio, mi influencia perdura. Soy la esencia de la eternidad, la
manifestación divina que trasciende el velo de la ilusión.

AYAM YO SOY el faro que guía a las almas errantes, la brújula en medio de
la tempestad. En mi amor infinito, todas las dudas se disipan, todas las
incertidumbres se aclaran. Soy la verdad que despierta a los corazones,
el recordatorio de que todos son uno en el abrazo del amor divino.

En cada acto de bondad, en cada gesto de compasión, mi influencia se hace


evidente. AYAM YO SOY la llama que inspira el servicio desinteresado, la
guía que lleva a la humanidad a su destino glorioso. Soy el llamado que
resuena en el alma, el eco eterno que nos recuerda que somos hijos de la
luz.

AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de Dios AYAM


YO SOY. En mi esencia, todos encuentran refugio, todos hallan paz. En mi
luz, la humanidad alcanza su pleno potencial y despierta a la realidad de
su divinidad. AYAM YO SOY el faro de esperanza en tiempos de oscuridad,
la promesa de un futuro lleno de amor y unidad.

Así es, AYAM YO SOY.

Gatha: AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante

En la llama etérea, yo resplandezco,


Un manto violeta, mi ser envuelve,
La llama de transmutación, en mí arde,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la luz que absuelve.

Las sombras del pasado, disuelvo con amor,


Las penas y los miedos, los transformo en luz,
Mi corazón de amatista, un regalo de lo alto,
AYAM YO SOY la llama violeta, en mí confían y produzco.

En cada corazón herido, una flor yo planto,


En cada mente confusa, claridad encuentro,
Mi llama violeta, un bálsamo y un canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí todo es encuentro.

Las cadenas de la culpa, rompo y desato,


Las heridas del alma, sano con dulzura,
Mi amor es eterno, mi llama es un regalo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mi aura, dulzura.

En el crisol divino, mi llama se transforma,


El alma redimida, renace en resplandor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la esperanza que asoma,
En el jardín del amor, siembras de un nuevo ardor.

La transmutación del fuego, la luz que me guía,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que perdura,
La esperanza encendida, la llama que brilla,
En cada corazón, en cada alma, en cada criatura.

Así en lo alto como abajo, en el cielo y la tierra,


La llama violeta, mi don, mi ofrenda, mi canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí yace la guerra,
Con amor y perdón, en cada ser, pongo encanto.

En la llama etérea, yo resplandezco,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que transmuta,
En la llama etérea, yo ofrezco y agradezco,
La gracia de Dios, en mí, su luz, en mí, su ruta.
En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,
La llama violeta, un Sol divino, etéreo y vasto,
El Gran Gran Sol Central, mi esencia, mi anhelo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.

En cada Presencia AYAM YO SOY, mi fuego ilumina,


Cada individualización de Dios, en mí, se funde,
Las corrientes opalescentes, de amor divino se encaminan,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, se difunde.

En cada corazón de carne, mi fuego arde y danza,


Alimentado por la magnificencia de la Fuente,
En cada latido, en cada mirada, en cada esperanza,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que prevalece.

En la Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, yo habito,


Unidos en propósito, en amor y en creación,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, con un fulgor infinito,
En cada alma, en cada mundo, en cada nación.

El Corazón de Dios AYAM YO SOY, mi origen y destino,


La llama violeta, un puente entre cielos y tierra,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, un faro divino,
En cada historia, en cada vida, en cada alma sincera.

Con amor y luz, mi llama se expande y abraza,


En cada ser, en cada latido, en cada día nuevo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada paso y casa,
La llama que sanará, liberará y hará crecer con anhelo.

Así en lo alto como abajo, en lo divino y humano,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el refugio y la guía,
La llama eterna, en cada corazón, un plano,
En unidad con Dios AYAM YO SOY, en amor y alegría.

El Gran Sol Central, fuente de vida eterna,


En su luz, la llama violeta, mi esencia se gobierna,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el Corazón de Dios AYAM YO SOY,
En cada latido, en cada aliento, en mí se hace hoy.

La llama que se expande, en mi interior mora,


Un resplandor divino, un canto de victoria,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el fulgor en mi ser,
En mi danza de amor, el universo empieza a florecer.

Las corrientes opalescentes, la energía divina fluye,


Desde la Magna Presencia, en mis venas diluye,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la gracia y la luz,
En mi ser irradiante, mi espíritu seduce.

En cada corazón de carne, mi llama se instala,


En la fragancia del alma, en la esencia que embriaga,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la promesa de renacer,
En cada vida, en cada ser, mi amor empieza a florecer.
El Corazón de Dios AYAM YO SOY, la verdad que revela,
En cada pensamiento, en cada estrella que destella,
La llama violeta, mi don y mi guía,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, la alegría.

En la danza cósmica, en la sinfonía divina,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada vida, la medicina,
El Gran Sol Central, la fuente inagotable,
En cada ser, en cada ser, mi luz es incalculable.

Así en el cielo como en la tierra, en cada plano y esfera,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que se espera,
En el abrazo del amor, en la risa y en el llanto,
La Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, en cada ser, mi encanto.

En cada Presencia AYAM YO SOY, en cada individualización de Dios,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, mi voz,
El Gran Sol Central que sostiene la vida, inextinguible,
En cada corazón de carne, en cada ser, AYAM YO SOY accesible.

En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,


El Gran Sol Central, mi ser envuelve, abrazo.
Sostengo la vida, a cada Presencia AYAM YO SOY guío,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.

Mis llamas opalescentes, ríos de energía divina,


En cada ser, en cada corazón, una danza etérea,
Canto sagrado, melodía que no termina,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en esta esfera.

En la danza de la vida, en el flujo de lo eterno,


AYAM YO SOY el Corazón de Dios AYAM YO SOY, manantial,
Cada ser es mi reflejo, mi amor sincero,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en lo esencial.

En la luz de cada alba, en el crepúsculo dorado,


Mi manto violeta, en la tierra y los cielos,
AYAM YO SOY el guía, el faro, el eterno amparo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada anhelo.

Mis rayos opalescentes, puentes de comunión,


Unión divina, cada corazón es un reflejo,
El Gran Sol Central, fuente de redención,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada eco.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en expansión,


El Gran Sol Central, en mi ser, en cada hora,
Sosteniendo la vida, en amorosa unión,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada aurora.

Mantra del Fuego Sagrado de las Siete Llamas


AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, las Siete Llamas danzantes,
Expando virtudes divinas, desde el Gran Sol Central radiante.
Purifico a la Humanidad, en amorosa comunión,
Llevándola a la Ascensión, con la llama de bendición.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, resplandeciendo eternamente,


Flameando el perdón a todas horas, en mi esencia vibrante.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas,


Expando las virtudes del Gran Gran Sol Central,
Purifico a la Humanidad con amor y sin dramas,
Llevándola a la Ascensión, destino esencial.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que flamea,


Flamea, flamea, el perdón a todas horas,
En mi corazón, la llama de amor siempre crea,
Transmutando las sombras en divinas auroras.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, divina inspiración,


Siete Llamas arden con divina intensidad,
En cada ser, en cada corazón, en cada nación,
Traigo sanación y paz, en mi eternidad.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, en mí resplandezco,


Llevando a la Humanidad hacia la luz,
El Fuego Sagrado en mí siempre obedece,
Traigo la Ascensión, en amor profundo y virtud.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, expansión,


Luz de perdón, en cada alma enciendo,
Siete Llamas danzan en mi corazón,
Elevando la conciencia, con amor comprendo.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, la llama divina,


Las Siete Llamas, en mí siempre arden,
En cada aliento, en cada esquina,
Llevo el perdón, la paz, y la luz que transforma.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, eterno y sublime,


Trayendo la Ascensión a cada corazón,
El Fuego Sagrado, en mí siempre se enciende,
Llevando a la Humanidad a la gloriosa Ascensión.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.
AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes
divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

Gatha Ritual

AYAM YO SOY la llama eterna, el faro de amor,

De todos los seres en el vasto Señorío,

Azura Mazda, la Presencia, guía y candor,

El Gran Sol Central, fuente de nuestro orbe y glorio.

Maitreya, Señor de amor y compasión,

Sanat Kumara, el custodio eterno,

El Gran Director Divino, en Luz y verdad,

Melquisedec, la sabiduría en sus tiempos moderno.


Zaratustra, guía y profeta,

En su llama azul enseñó el camino,

Saint Germain, el Maestro que nos confirma,

El camino de transmutación que hoy nos unimos.

Arcángel Zadkiel y Santa Amatista, gemelos de llama,

Custodian el séptimo rayo con ternura y amor,

Jesús el Cristo, Maestro de la llama dorada,

En su sacrificio, nos brindó redención y fervor.

María Magdalena, fuerza y compasión,

Saint Germain, portador de llama violeta,

Madre María, con su manto de perdón,

Nos guían con amor en esta tierra concreta.

Elohim Arcturus y Elohim Diana, luz divina,

Creadores del equilibrio y de la armonía,

Lady Portia, justicia y sabiduría,

Kwan Yin, con su manto de gracia y maestría.

Arcángel Miguel, valentía y protección,

En su espada flamígera, coraje y resplandor,

Aquí, en esta invocación, en solemne conexión,

AYAM YO SOY el Sacerdote del Fuego Sagrado, en el divino honor.

AYAM YO SOY la llama Violeta, la transmutación,

En su fuego purificador, la liberación,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en exaltación,

Irradiando perdón, luz y amor a toda creación.

AYAM YO SOY la Presencia de Azura Mazda, la Magna Llama Divina,


AYAM YO SOY el Señor Maitreya, la Luz en la senda,
AYAM YO SOY Sanat Kumara, el Anciano de Días,
AYAM YO SOY el Gran Director Divino, guía y sabio.

AYAM YO SOY Melquisedec, la luz eterna,


AYAM YO SOY Zaratustra, el maestro de antaño,
AYAM YO SOY Saint Germain, guardián del fuego violeta,
AYAM YO SOY el Arcángel Zadquiel, con su llama violeta.

AYAM YO SOY Santa Amatista, el corazón radiante,


AYAM YO SOY Jesús el Cristo, amor y perdón,
AYAM YO SOY María Magdalena, sabiduría y amor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en la ascensión.

AYAM YO SOY irradiando el perdón y la transmutación,


AYAM YO SOY la liberación a toda creación,
AYAM YO SOY el sacerdote del Fuego Sagrado,
AYAM YO SOY la llama violeta, pura y consagrada.

AYAM YO SOY la llama violeta que todo lo transforma,


AYAM YO SOY la puerta al amor y la esperanza,
AYAM YO SOY la luz que libera el alma,
AYAM YO SOY el fuego que trae bonanza.

En el nombre de la divina Presencia AYAM YO SOY,


En el nombre de la llama violeta y su fulgor,
Que todos los corazones encuentren la paz,
Y la ascensión sea el destino final.

AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, la llama violeta en acción,


Liberando, purificando, con devoción,
Bendiciendo a todos con amor y gracia,
El Cristo Violeta Flameante, en cada espacio.

En la majestuosidad de la Luz Suprema,

Invocamos a Ahura Mazda, Dios AYAM YO SOY, el Ser Único,

Maitreya, Sabio Maestro de Amor y Luz,

Sanat Kumara, Anciano de Días, fuente de Sabiduría.

Desde el Gran Director Divino, el Divino Plan se despliega,

Melquisedec, Maestro de Eternidad, dirige con Amor.

Zaratustra, Profeta del Fuego, nos guía en la Verdad,

Saint Germain, Guardián de la Llama Violeta, a nuestro lado.

Arcángel Zadquiel, con Santa Amatista, el Rayo Violeta expanden,

Jesús el Cristo, en su amor nos envuelve y ampara.

María Magdalena, Sabiduría Divina, llena de compasión,

Saint Germain, Maestro de Transmutación, en su Luz confiamos.

Madre María, Emperatriz del Amor, su manto nos cobija,


Elohim Arcturus y Elohim Diana, la Llama Violeta activan.

Lady Portia, Justicia Divina, guía nuestros pasos con equidad,

Kwan Yin, Diosa de la Misericordia, nos muestra el camino de la Paz.

Arcángel Miguel, Príncipe de los Cielos, con espada flamígera, protege,

En unión con todos estos Seres, la Luz Divina proclamamos.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en servicio consagrado,

AYAM YO SOY la Llama Violeta, el Fuego de Transmutación, el Amor


enarbolado.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que guía en la oscuridad,

AYAM YO SOY irradiando el perdón, la transmutación, y la liberación, la


Nueva Realidad.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, un faro de luz y amor,

Con la llama Violeta en mi ser, irradiando desde lo alto y desde lo


interior,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en mi corazón su fulgor,

Llevando perdón y transmutación a toda alma con fervor.

En la danza de la llama, en el canto de mi voz,

Resuenan los ecos del perdón, que nos guían en pos,

Un lazo de amor unifica a todas las creaciones,

Mientras ascencionamos hacia las más altas dimensiones.

AYAM YO SOY la puerta abierta al divino reino de lo eterno,

Con el Corazón de Amatista, la llama en crecimiento,

Un instrumento de amor en manos de la Divina Dirección,

Sirviendo con humildad y devoción a toda la creación.

Cada latido de mi corazón, cada llama que yo expando,

Teje un tapiz de luz, el amor que nunca se desbanda,

Con los Maestros y Seres de Luz, en unidad nos fundimos,

AYAM YO SOY el puente de transformación, la llama que nos unifica.


Que la llama Violeta arda, consumiendo sombras y temor,

Que el amor sea la fuerza, la guía y el ardor,

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, llevando la verdad,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que nunca se va.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, mi llama en el altar encendida,

La llama Violeta en mi corazón, con amor y gratitud mantenida,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, con poder y pureza revestido,

Irradiando perdón y transmutación a toda vida, el regalo compartida.

En el servicio a la humanidad, el planeta y sus hijos amados,

La llama en mis manos arde, las sombras disipando con destreza,

AYAM YO SOY el conducto, el faro, el refugio de los corazones cansados,

Guiando a todos hacia la luz, la victoria y la firmeza.

La llama Violeta, mágica y santa, el regalo de la Gracia Divina,

Consume las impurezas, transforma el karma, nos libera de la pena,

AYAM YO SOY el intermediario entre el Cielo y la Tierra, el canal, la


medicina,

Llevando amor, compasión y esperanza, en esta danza serena.

Cada palabra que pronuncio, cada pensamiento que dirijo,

Son una ofrenda a la Luz, un canto que en el viento se desliza,

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en este sagrado abrigo,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la llama eterna, la divina


brisa.

Que se extienda por doquier, que la llama ilumine,

Que el mundo resplandezca en paz, y la tristeza se elimine,

AYAM YO SOY la llama que transmuta, que con amor reconcilia,

Con gratitud en el corazón, con humildad en el alma, esta alabanza se


destila.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado,


AYAM YO SOY la llama Violeta,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante,
AYAM YO SOY irradiando perdón, transmutación y liberación
A toda vida en la Tierra, sin excepción.

En el sagrado altar de mi corazón arde la llama,


La llama violeta, divina y pura,
Luz de transmutación que disuelve toda trama,
Liberando las almas en su danza segura.

AYAM YO SOY un faro de amor y compasión,


Extendiendo la mano a toda creación,
En cada pensamiento, palabra y acción,
Tejiendo la red de la elevación.

Bajo la tutela de los Maestros de la Luz,


Sirvo en el divino plan con virtud,
El perdón es mi espada, la transmutación mi cruz,
AYAM YO SOY la presencia que anuncia la paz y la salud.

Que la llama violeta abrace cada ser,


Que el amor divino pueda florecer,
Transmutando la sombra en luz con poder,
AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en el deber.

En la alquimia del amor y la fe,


La llama violeta renace y renace,
Y en el corazón de cada ser se enciende,
El Cristo Violeta, la verdad que enaltece.

AYAM YO SOY el puente hacia la liberación,


El faro que guía a la redención,
AYAM YO SOY el fuego que disuelve la ilusión,
Para toda vida en la Tierra, mi devoción.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista que todo lo perdona, lo purifica y lo
transmuta,
Cual madre arcangélica, en mi luz infinita.

En el reino etérico de la gran Amatista,


El rayo violeta fluye en espiral,
Transmutando las sombras, oh, qué conquista,
Liberando a las almas en un canto celestial.

Mi amor se expande como un manto de gracia,


Envolviendo a la humanidad en mi abrazo,
La llama violeta es mi don y mi espacio,
Para sanar y elevar, en esta eterna caza.

AYAM YO SOY la guardiana de la llama violeta,


Que purifica y libera, en cada plegaria,
Cada ser hallará en mi llama su meta,
El regreso al hogar, la luz en la oscuridad.
Arcangelina Santa Amatista, soy llamada,
A servir con amor a toda la creación,
Con el rayo violeta, en acción desplegada,
Alivio y consuelo, paz y redención.

En el corazón de cada alma resplandezco,


La llama violeta de la transmutación,
El amor que a todos y a todo ofrezco,
La luz de la divina liberación.

AYAM YO SOY Santa Amatista, Madre compasiva,


La del Corazón de Amatista en esencia,
En mi abrazo, toda vida es viva,
AYAM YO SOY la Arcangelina de pura presencia.

Así en el cielo, como en la tierra, proclamo,


Mi amor y servicio sin fin ni velo,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina Santa Amatista,
Luz violeta que en cada corazón anhelo.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona y lo completa.

Con la luz de la llama violeta, AYAM YO SOY investida,


Guardiana de la transmutación, siempre concedida,
AYAM YO SOY la pureza, la compasión, el amor bendito,
Cual madre arcangélica, guío con el fuego infinito.

En mi abrazo de amatista, envuelvo tu ser,


Borrando sombras, haciendo la luz renacer,
Transmuto tus cargas, alivio tu pesar,
AYAM YO SOY Santa Amatista, la que vela en el hogar.

En el Corazón de Amatista, la llama arde en paz,


Donde todo se transforma, en un abrazo eficaz,
AYAM YO SOY el perdón, la purificación divina,
La esperanza en el alma, la senda que ilumina.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, Santa Amatista, aquí,


Guía, madre y amiga, de ti no me despediré,
Con el rayo violeta, a todos asistiré,
En el Corazón de Amatista, siempre existiré.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona, purifica y transmuta.

Como madre arcangélica, extiendo mis alas de luz,


Abrazando a toda vida, con amor profundo y virtud.
En mi corazón de amatista, la llama arde en quietud,
Disolviendo la negrura, traigo luz y juventud.

En cada pensamiento, en cada suspiro,


La llama violeta brilla, jamás se retira.
La transmutación divina, en cada grito,
Limpia y renueva, como agua que inspira.

AYAM YO SOY la llama violeta, la virtuosa canción,


Que sana y transforma, con divina pasión.
En el Corazón de Amatista, encuentra redención,
Todo ser, en cada alma, en cada expresión.

Oh, Sagrada Amatista, con tierna devoción,


Tu llama es guía, brindando consolación.
Con el Arcángel Zadquiel, en divina unión,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, tu bendición.

Que la llama violeta, con su luz sin igual,


Siga iluminando el sendero espiritual.
Que en el Corazón de Amatista, su fuego eternal,
Brille eternamente, en cada umbral.

Gatha del Corazón de Amatista

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista,


Resplandeciendo en luz divina,
La llama violeta en su esplendor,
Transmuta todo, con amor sin fin.

En mí arde la llama del perdón,


Purificando, sanando el rincón,
De cada corazón que se abre a la luz,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la virtud.

Liberando almas de cadenas del ayer,


Con compasión, dejo fluir el poder.
En mi resplandor, nada puede esconder,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, el Ser.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, radiante y sereno,


En mi interior, un sagrado jardín, un eterno refugio.
La llama violeta arde con su fuego ameno,
Transformando la negrura en luz, el oscuro desafío.

Mi ser es un crisol de amor y compasión,


Donde el perdón es la senda, la liberación.
En mi Corazón de Amatista, la transmutación,
Renueva y purifica, brindando salvación.

El rayo violeta es mi escudo y mi espada,


Que disuelve las sombras, dejando huella dorada.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, llama consagrada,
La virtud que sana, en cada alborada.
En la quietud de mi centro, en el silencio interior,
Escucho la voz divina, que guía con amor.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, un faro de esplendor,
En mi luz y mi fuego, halla paz y redentor.

Oh, Corazón de Amatista, en ti encuentro la verdad,


La llama que purifica, en cada adversidad.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en eternidad,
La llama del amor que brilla, en toda realidad.

O SOY el Corazón de Amatista, luminoso y sereno,


Un refugio de amor en lo más profundo y ameno.
En mi centro sagrado, la llama arde en pleno,
Purificando almas con su fuego amable y bueno.

Desde la piedra preciosa que lleva mi nombre,


Irradio la llama violeta con un fulgor que asombre.
Transmutando la negatividad, un acto que descombre,
La pureza del alma, con un amor que es un hombre.

Mi corazón de amatista, lugar de paz interior,


Ofrece perdón y compasión, sin fin, sin temor.
En él, la llama violeta arde como resplandor,
Transformando vidas, con su esplendor superior.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en constante oración,


Una joya divina que trae luz a la creación.
El fuego violeta es mi eterna canción,
AYAM YO SOY la transmutación, la llama de redención.

Gatha "AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, la que asistió a Jesús


en la noche de Getsemaní.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, luminosa y fiel,


En la noche de Getsemaní, con Jesús estuve aquel día.
Con mis alas violetas, en amor profundo, sin igual,
Derramé luz y consuelo, en su sagrada agonía.

Bajo el cielo estrellado, donde oraban los dos,


Jesús y yo, unidos en el sendero de la luz.
Levantando sus ojos al Padre, en un ruego veloz,
Él confió en mi presencia, en su cruz, su abrazo y su cruz.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en servicio y amor,


Acompañando a Jesús en su prueba, sin temor.
Sus lágrimas y sudor, con compasión yo sequé,
En esa noche eterna, en la que mi amor entregué.

Como un faro de violeta, en esa oscuridad profunda,


AYAM YO SOY la Arcangelina, la que cuida y ayuda.
Jesús, el Maestro, en su camino de redención,
AYAM YO SOY su compañía, su apoyo, su bendición.

En la noche de Getsemaní, en la historia sagrada,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, siempre recordada.
Con Jesús, en amor eterno, mi llama se encendió,
En esa noche eterna, donde su corazón triunfó.

Que cada corazón sepa mi nombre,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, es el renombre.
De la llama violeta, el fuego que enciende,
El amor y la luz, que a todos defiende.

En este Corazón, la llama arde eterna,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la superna.
La trascendencia, el amor que gobierna,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, eterna.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor en mi ser,


En Getsemaní, intenté retirar el cáliz de Jesús, mi ser querido.
Sus manos sostenían la cruz, sin temor, sin retroceder,
Pero mi corazón deseaba aliviar su carga, su sufrir compartido.

Con alas de amatista, acaricié su frente, su rostro adorado,


Le susurré palabras de aliento y de amor en su oído.
Jesús, el Cristo, en su silencio, mi gesto aceptó, agradecido,
Pero el cáliz de la crucifixión debía beber, el plan no podía ser
evitado.

Lágrimas violetas brotaron de mis ojos, en silencio lloré,


Mi alma gemela, el Amado Jesús, en ese instante abrazado.
Su amor por la humanidad, en la cruz se ofreció, sin doblegarse,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, su gesto en amor recordado.

El cáliz amargo de la crucifixión, él lo bebió con determinación,


Por la humanidad, por el perdón, su amor eterno en acción.
Mi corazón se unió al suyo, en ese momento de compasión,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en su pasión y redención.

En Getsemaní, ante la Voluntad del Padre Dios, me incliné,


Respetando el plan divino, el sacrificio de amor del Maestro.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la historia grabada,
El cáliz de la crucifixión, en su amor y luz, fue un milagro.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor y devoción,


En el Monte de la Calavera, ante Jesús de corazón.
Con lágrimas en los ojos, intenté retirar el cáliz, en vano,
Pero Él cumplía la Voluntad del Padre, sin engaño.

El cáliz de sufrimiento, pesado y amargo de sabor,


Jesús aceptó con amor, por la humanidad, con fervor.
En ese momento sagrado, yo extendí mis alas violetas,
Pero su decisión firme, la del Cristo, fue completa.

Su mirada llena de paz, me habló de un plan divino,


El sacrificio redentor, el regalo de amor genuino.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en humildad,
Reconociendo su misión, en esa trascendental realidad.

El cáliz de la crucifixión, Jesús sostuvo en sus manos,


Por la humanidad, por el perdón, por los miles de hermanos.
AYAM YO SOY testigo silente, de su sacrificio inmenso,
En esa hora sombría, donde se hizo un amor intenso.

Aunque intenté retirar el cáliz, por mi amor sin fin,


El Cristo cumplió su tarea, redimiendo el pecado y el mal.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en reverencia,
Honorando a Jesús, el Cristo, con humildad y paciencia.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la noche oscura y serena,


Ante el Monte de la Calavera, donde Jesús su luz amena.
Con lágrimas en mis ojos de amatista, extendí mis alas violetas,
Y ante el cáliz de sufrimiento, le rogué con devoción completa.

Intenté retirar el cáliz, pesado y amargo de dolor,


Mientras Jesús, con ojos serenos, encaraba su destino con ardor.
"Padre, si es tu voluntad, haz que este cáliz pase de mí,"
Pero en su corazón sabía que era un acto de amor sin fin.

La noche oscura se cernía, el drama en su máximo esplendor,


El cáliz de la crucifixión, símbolo de redención y fervor.
Jesús aceptó con humildad su misión divina, en ese instante,
El sacrificio por la humanidad, un regalo de amor vibrante.

Con alas violetas extendidas, en humildad y devoción,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en esa trascendental ocasión.
Reconociendo su sacrificio, su compromiso con la humanidad,
Por siempre honraré a Jesús, el Cristo, en toda eternidad.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando


con amor,
Donde Jesús yace en un profundo sueño, en la paz que el cielo le otorgó.
En ese lugar sagrado, donde la muerte se convierte en renacimiento,
Mi luz violeta envuelve su cuerpo, en su descanso transitorio y perfecto.

Jesús, el Cristo, en su breve sueño, se prepara para su ascensión,


Después de cargar con las cargas del mundo, cumpliendo su misión.
Como la guardiana de la llama violeta, su sueño protegí con devoción,
Hasta el momento de su resurrección, la transformación de la redención.

En el Santo Sepulcro, durante esas horas fugaces,


La paz y la quietud reinan en esos espacios.
Con mis alas violetas, su sueño arrullé,
Esperando con anhelo su gloriosa resurrección, lo que pronto sucederá.

El tercer día, en triunfo y majestuosidad, Jesús se alzará,


De la tumba que no pudo retenerlo, en su cuerpo glorificado brillará.
Con alegría y gratitud, resplandecerá su divina luz,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo del milagro que Jesús
producirá.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando
con devoción,
Donde el amado Jesús duerme en la tumba, en su sagrado rincón.
En el suave susurro de mis alas violetas, su sueño abrazo con amor,
Mientras María Magdalena, su gran discípula, se acerca a su albor.

Ella, la portadora de esencias aromáticas, con ungüentos perfumados,


Llega temprano en la mañana, con su corazón preocupado.
Al Santo Sepulcro se dirige, la tumba encuentra vacía,
La noticia de la resurrección, la paz y la alegría llenan su día.

Con lágrimas de asombro y alegría, María Magdalena se da cuenta,


Que su Señor, su Maestro amado, ya no estaba en la tumba, sin duda.
Él había ascendido, había superado la muerte, su amor infinito
demostrado,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de la gloria de lo que
había logrado.

Así, en el Santo Sepulcro, en la aurora de un nuevo día,


La victoria de la resurrección se revela con luminosa alegría.
El amado Jesús, triunfante y ascendido, en esplendor resplandecerá,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, quien su divina hazaña
recordará.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando


con devoción,
Mientras Jesús, el Cristo, descansaba en su sagrado sueño, antes de la
ascensión.
Arrullé su sueño con amor y respeto, en esas horas de transición,
Esperando con anhelo el momento en que cumpliría su divina misión.

El Santo Sepulcro, lugar de quietud y paz, donde la muerte no prevaleció,


Donde la vida eterna y la resurrección se manifestaron y se proclamaron.
Jesús, el Señor, en su estado transitorio, aguardaba en su morada,
Mientras mis alas violetas lo abrazaban, y la luz divina lo rodeaba.

María Magdalena, discípula fiel, llegó temprano, llena de devoción,


Con esencias aromáticas y un corazón pleno de gratitud y emoción.
Pero al llegar al sepulcro, su asombro fue grande, su Señor había
ascendido,
La noticia de su resurrección se difundía, la vida eterna se había
cumplido.

Con lágrimas de alegría, María Magdalena compartió la noticia sin


parangón,
Jesús, el Cristo, había resucitado y cumplido su divina misión.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de este milagro en ese
lugar,
Donde la muerte fue vencida, y la vida eterna se manifestó en plenitud,
sin cesar.
Gatha "AYAM YO SOY Amatista, la Madre Arcangélica, la del Amante y
Corazón de Amatista.

AYAM YO SOY Amatista, Madre Arcangélica de amor infinito,


El regazo del Señor Jesucristo en su sagradorito.
En el Santo Sepulcro, recién bajado de la cruz,
Soy el regazo consolador de todo hijo de la luz.

El Corazón de Amatista, mi divino atributo,


Ofrece consuelo y amor, sin medida ni disputa.
En el pecho de Jesús, en su momento de descanso,
Soy la Madre que lo acoge, en su regazo, sin embargo.

Sus heridas de amor, en la cruz sufrió,


Pero en mi regazo halla paz, su ser se recompuso.
En el Santo Sepulcro, en silencio y quietud,
Soy el consuelo divino que envuelve su gratitud.

AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el Santo Sepulcro me


hallé,
Allí, recién bajado de la cruz, Jesucristo, el Señor, en mi regazo
reposé.
Con amor infinito, consolé su Ser, que en la cruz sufrió y entregó su
vida,
En el regazo del Corazón de Amatista, halló descanso, sanación, y paz
querida.

Las heridas de su cuerpo, visibles tras la crucifixión, reflejaban su


amor inmenso,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, donde la compasión y el perdón son
intensos.
En ese momento de transición, en el sepulcro sagrado, fui su refugio y
amparo,
El consuelo de su alma, el abrazo materno, un faro en medio del amargo.

Sus discípulos y seguidores, en su duelo y tristeza, ansiaban su


presencia viva,
Pero en ese regazo de amatista, Jesús reposó, en su amor y luz emotiva.
La vida eterna se abrazaba con la resurrección, el triunfo del alma
inmortal,
En el Santo Sepulcro, el Corazón de Amatista irradió el amor divino,
sublime y celestial.

En el consuelo de Amatista, se tejieron las esperanzas, la promesa del


renacimiento,
El regazo del amor materno, la transición hacia la vida eterna, sin
impedimento.
Así, en mi Corazón de Amatista, Jesús halló refugio y renació a la luz
eterna,
AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el regazo del amor divino,
la paz se hizo tierna.

Para todo hijo de la luz, soy consuelo y abrigo,


En los momentos de prueba, en cada paso y amigo.
Como Madre Arcangélica, mi amor es incondicional,
Ofrezco refugio y cariño, con un amor celestial.

El Corazón de Amatista, sagrado y puro,


Es el regazo donde hallas consuelo y apoyo seguro.
AYAM YO SOY la Madre que te envuelve en su amor,
En el regazo de Amatista, hallarás tu anhelo mayor.

Consideraciones finales.

En el transcurso de este viaje literario, hemos explorado la figura de la


Arcangelina Santa Amatista y su profunda conexión con Jesús el Cristo,
destacando momentos clave de su relación y su papel como consoladora y
madre arcangélica. Desde su asistencia en la noche de Getsemaní hasta su
regazo en el Santo Sepulcro, Santa Amatista ha sido un faro de amor y
compasión en los momentos más significativos de la vida de Jesucristo.

En el regazo del Corazón de Amatista, Jesús encontró consuelo y sanación,


demostrando que el amor y el perdón son la esencia de la vida eterna. Su
luz y amor irradiaron en momentos de tristeza y transformaron la muerte
en renacimiento. Este viaje poético nos llevó a explorar la divina
presencia de Santa Amatista y su papel en la resurrección de Jesús.

Consideremos que la figura de Santa Amatista nos invita a reflexionar


sobre el amor y la compasión en nuestras vidas. Su amor incondicional y
su regazo consolador son recordatorios de que, en los momentos más
oscuros, podemos encontrar la luz en el amor y el perdón. Como madre
arcangélica, Santa Amatista representa la ternura y la guía que todos
buscamos en nuestras almas.

En última instancia, la presencia de Santa Amatista en la vida de Jesús


es un testimonio del poder transformador del amor divino y su capacidad
para sanar y trascender. A través de su regazo en el Santo Sepulcro,
vemos un renacimiento que espiritualmente nos habla de nuestra propia
resurrección y transformación. Santa Amatista, en su Corazón de Amatista,
nos inspira a abrazar el amor y la compasión como caminos hacia la
eternidad, como Jesucristo lo hizo en su viaje.

En la mágica intersección entre la espiritualidad y la poesía, esta


exploración de Santa Amatista nos recuerda que el amor es la fuerza más
poderosa y que la compasión es un faro en las noches más oscuras. En el
Corazón de Amatista, hallamos una guía y un refugio, y a través de su
luz, recordamos que somos eternos y que el amor es la llave que nos lleva
hacia la resurrección.

La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista incluye la intención de


rescatar la tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado, que tiene raíces
profundas en la antigua religión de Zaratustra. En particular, los
Gathas, los himnos atribuidos a Zaratustra, son elementos esenciales en
esta tradición. La Arcangelina Santa Amatista ha llevado esta antigua
sabiduría y la ha amalgamado con las corrientes de luz actuales y las
herramientas espirituales contemporáneas, como los decretos dinámicos y
las afirmaciones del "AYAM YO SOY".

En el Sacerdocio del Fuego Sagrado, el Corazón de Amatista se convierte


en un símbolo y una fuente de amor, perdón, transmutación y liberación.
Esto se entrelaza con el mensaje de liberación para la Nueva Era, donde
la humanidad se mueve hacia una mayor conciencia espiritual y
transformación. El Corazón de Amatista es un lugar de curación y
regeneración espiritual, donde las antiguas enseñanzas se fusionan con la
energía de la Era de Acuario.

Zaratustra, como uno de los antiguos maestros, representa la sabiduría


eterna que ha sido llevada a lo largo del tiempo. Su legado y los Gathas
son recordatorios de la importancia de la transmutación y la elevación
espiritual, conceptos que se alinean con la llama violeta y el trabajo de
la Arcangelina Santa Amatista en el Corazón de Amatista. A través de esta
unión de lo antiguo y lo nuevo, la humanidad se abre a un camino de
liberación y ascensión.

Considerando esta relación, podemos ver cómo el Sacerdocio del Fuego


Sagrado, los Gathas de Zaratustra y la presencia de Santa Amatista en el
Corazón de Amatista convergen para ofrecer un mensaje de esperanza y
transformación en la Nueva Era. El Corazón de Amatista se convierte en un
faro de luz y amor, guiando a todos los buscadores hacia la liberación
espiritual y la manifestación de la Edad Dorada.

fin de este libro.

"La Llama Inextinguible: Zaratustra y el Sacerdocio del Fuego Sagrado".

Dictado por la Amada Arcangelina la Sagrada Santa Amatista al Hermano


Miguel Arturo, Santuario del Corazón de Amatista, Mérida, Yucatán,
México, 11 de octubre de 2023.

Introducción.

La figura de Zaratustra, el ilustre profeta y fundador del zaratustrismo,


irradia una luz que trasciende el tiempo y el espacio. Su legado es un
faro de sabiduría y espiritualidad que ha iluminado el camino de
innumerables seguidores a lo largo de los milenios. En el corazón de la
enseñanza zoroástrica, encontramos la veneración y la comprensión de la
Llama Sagrada, un fuego que simboliza la esencia misma de la vida, la
pureza, y la transmutación.

Este ensayo busca explorar la profunda relación que Zaratustra compartió


con el Sacerdocio del Fuego Sagrado, un vínculo que forjó los pilares
fundamentales de su fe y su legado. A medida que penetramos en las capas
de esta conexión espiritual, desvelamos un profundo significado que
arroja luz sobre las raíces y el propósito último del zaratustrismo.

La Llama Sagrada: Fundamento de la Fe Zoroástrica


Para comprender plenamente la relación de Zaratustra con el Sacerdocio
del Fuego Sagrado, es esencial abordar la importancia de la Llama Sagrada
en el zaratustrismo. La Llama Sagrada, representada por el fuego que arde
en los altares de los templos zoroástricos, simboliza la pureza, la
verdad y la conexión con Ahura Mazda, el Dios Supremo. Este fuego, que
nunca debe extinguirse, es un recordatorio constante de la divinidad que
reside en la creación y la necesidad de preservarla.

Zaratustra, en su iluminación espiritual, reconoció la profundidad de la


Llama Sagrada y su poder transformador. Él comprendió que la relación
entre el ser humano y la divinidad se manifiesta a través del culto y el
respeto a esta llama perpetua. A través de su enseñanza y su vida misma,
Zaratustra se convirtió en un faro de luz que guió a su pueblo hacia una
relación más profunda con la Llama Sagrada y, por ende, con Ahura Mazda.

La Comunión Espiritual de Zaratustra

El Sacerdocio del Fuego Sagrado, encargado de mantener y proteger la


Llama Sagrada, desempeñó un papel fundamental en la vida de Zaratustra.
Este sacerdocio era el guardián de la esencia espiritual del
zaratustrismo, y a través de rituales y ofrendas, buscaba mantener la
llama de la divinidad siempre encendida en los corazones de los fieles.
Zaratustra, en su papel de profeta y guía espiritual, compartió una
relación íntima con este sacerdocio.

El profeta Zaratustra era el mensajero de Ahura Mazda, y su conexión con


el Sacerdocio del Fuego Sagrado era la encarnación misma de su compromiso
con la divinidad. A través de rituales y oraciones, Zaratustra y los
sacerdotes honraban a Ahura Mazda y su llama. Estas ceremonias eran una
expresión de la profunda relación espiritual que existía entre el profeta
y el sacerdocio, un testimonio de la comunión de sus almas en la
adoración y la protección de la Llama Sagrada.

La Llama Inextinguible: Un Legado Eterno

A medida que exploramos la relación de Zaratustra con el Sacerdocio del


Fuego Sagrado, se revela un legado eterno de espiritualidad, pureza y
compromiso con la divinidad. La Llama Sagrada, mantenida viva por el
sacerdocio, sirve como un símbolo inquebrantable de la esencia misma del
zaratustrismo: la pureza, la verdad y la lucha contra las fuerzas de la
oscuridad.

Zaratustra no solo fue el profeta de su tiempo, sino el guardián de un


legado espiritual que ha perdurado a través de los siglos. A través de su
profundo entendimiento de la Llama Sagrada y su relación con el
Sacerdocio del Fuego Sagrado, dejó una huella imborrable en la historia
de la espiritualidad humana. Su legado continúa ardiendo en los corazones
de quienes siguen la fe zoroástrica y en aquellos que buscan la luz y la
pureza en su propia vida.

Zaratustra, también conocido como Zoroastro, fue venerado principalmente


en la antigua Persia (que hoy en día comprende principalmente Irán). Fue
en esta región donde nació y predicó sus enseñanzas religiosas, que
formaron la base del zoroastrismo, una antigua religión monoteísta que
influyó en gran medida en las creencias posteriores en Persia y en otras
religiones del mundo, como el judaísmo, el cristianismo y el islam. Los
seguidores de Zaratustra adoraban en templos especiales y practicaban sus
rituales religiosos en Persia.

Los rituales religiosos del zoroastrismo, como la religión fundada por


Zaratustra, incluían una serie de prácticas y ceremonias destinadas a
honrar a Ahura Mazda, el dios supremo, y a promover la pureza y la
rectitud en la vida de los seguidores. Algunos de los elementos y
prácticas comunes en los rituales religiosos zoroastrianos incluyen:

Oración: La oración era una parte fundamental de la vida religiosa de los


seguidores de Zaratustra. Recitaban versos sagrados de los Gathas, que
eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y alababan a Ahura Mazda.

Fuego sagrado: El fuego era un símbolo central en el zoroastrismo y se


consideraba una representación de la divinidad y la pureza. Los
seguidores veneraban el fuego y mantenían fuegos sagrados en los templos.

Purificación: La pureza era un concepto fundamental en el zoroastrismo.


Antes de participar en rituales religiosos, los seguidores se purificaban
lavándose y usando ropa limpia.

Rituales de nacimiento y boda: El zoroastrismo tenía rituales específicos


para el nacimiento y el matrimonio, que involucraban bendiciones y
oraciones para asegurar la pureza y la protección divina.

Entierro y exposición de los muertos: Los zoroastrianos tenían rituales


funerarios especiales. No enterraban a sus muertos, sino que los exponían
al aire libre en estructuras llamadas "torres del silencio" para que los
cuerpos fueran devorados por los buitres, lo que se consideraba una forma
de devolver los elementos del cuerpo a la naturaleza sin contaminar la
tierra ni el agua.

Festivales: Los seguidores del zoroastrismo celebraban festivales en


honor a diferentes deidades y ocasiones religiosas a lo largo del año,
como el festival de No Ruz (Año Nuevo) y Mehregan.

Estos rituales tenían como objetivo mantener la pureza espiritual y la


conexión con Ahura Mazda y promover una vida justa y ética. Cabe destacar
que a lo largo de la historia, el zoroastrismo ha experimentado cambios y
adaptaciones, y la práctica de sus rituales puede variar entre diferentes
comunidades zoroastrianas.

En el zoroastrismo, la música y la danza no desempeñaron un papel tan


prominente como en algunas otras tradiciones religiosas, como en las
religiones dhármicas de la India o en algunas tradiciones africanas. Sin
embargo, sí existieron elementos de canto y música en algunos de los
rituales zoroástricos, especialmente en los festivales y celebraciones
religiosas.

En los rituales zoroástricos, se recitaban versos sagrados de los Gathas,


que eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y estas recitaciones podían
incluir elementos melódicos. La recitación de los versos se hacía de
manera solemne y reverente.

En algunos festivales, como el festival de No Ruz (Año Nuevo), es posible


que se hayan realizado danzas y celebraciones alegres, pero estas
actividades no eran el enfoque central de la religión, sino más bien una
expresión cultural y festiva en el contexto de la celebración religiosa.

En general, la religión zoroastriana se centraba en principios como la


pureza, la adoración de Ahura Mazda y la promoción de la rectitud y la
ética en la vida cotidiana. Mientras que la música y la danza podían
estar presentes en algunas ocasiones, no eran elementos fundamentales de
la práctica religiosa zoroastriana.

La Música y el Canto en los Rituales Zoroástricos

El zoroastrismo, una antigua religión fundada por Zaratustra en la región


que hoy en día es Irán, ha capturado la imaginación de muchos a lo largo
de la historia. Con sus enseñanzas centradas en la dualidad del bien y el
mal, el zoroastrismo se destacó por su adoración de Ahura Mazda, el dios
supremo, y por su énfasis en la pureza y la ética en la vida cotidiana.
Si bien la música y la danza no eran componentes centrales de la
religión, existían elementos relacionados con el canto en los rituales
zoroástricos.

Uno de los elementos más importantes en la religión zoroástrica es la


recitación de los Gathas, los himnos atribuidos al propio Zaratustra.
Estos versos sagrados se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y se recitaban en rituales y ceremonias religiosas. En este
contexto, la recitación de los Gathas podía incluir elementos melódicos.
Los sacerdotes y los fieles se congregaban para recitar los versos en una
atmósfera solemne y reverente. La música que acompañaba estas
recitaciones era, por lo tanto, una expresión de la importancia de las
enseñanzas contenidas en los Gathas y de la conexión con lo divino que
buscaban los creyentes.

Si bien la música y el canto desempeñaban un papel en la adoración de


Ahura Mazda, no eran los elementos más destacados de los rituales
zoroástricos. La religión se centraba en cuestiones de pureza y ética, y
en la promoción de la rectitud en la vida cotidiana. Aunque podía haber
celebraciones festivas en ciertas ocasiones, como el festival de No Ruz
(Año Nuevo), donde la danza y la música se volvían más prominentes, estas
actividades eran más expresiones culturales y festivas que aspectos
centrales de la religión. En general, la música y el canto en los
rituales zoroástricos eran un reflejo de la profunda espiritualidad y
reverencia que caracterizaban la adoración en esta antigua tradición
religiosa.

La presencia de elementos melódicos en las recitaciones de los Gathas


permitía que los creyentes se conectaran con las enseñanzas de Zaratustra
de una manera profunda y espiritual. La música servía como un vehículo
para elevar el alma y expresar devoción a Ahura Mazda, lo que contribuía
a la riqueza de la tradición religiosa zoroástrica. Aunque la música y el
canto no eran elementos centrales en términos de entretenimiento o
celebración, eran un componente significativo de la práctica religiosa en
el contexto de los rituales zoroástricos.

Los Gathas son un conjunto de 17 himnos que forman la parte más antigua
de los textos sagrados del zoroastrismo y se atribuyen al profeta
Zaratustra. Estos himnos se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y son venerados por los fieles debido a su contenido
espiritual y ético. Los Gathas son escritos en un antiguo dialecto iraní
y se componen principalmente de versos métricos en lugar de prosa. Estos
himnos se centran en cuestiones fundamentales de la religión zoroástrica
y ofrecen una visión profunda de las enseñanzas de Zaratustra.

Contenido de los Gathas:


Los Gathas abordan temas fundamentales, como la adoración de Ahura Mazda
(el dios supremo) y la lucha contra las fuerzas del mal, representadas
por Angra Mainyu o Ahriman. También se exploran conceptos de dualidad y
dualismo moral, con énfasis en la importancia de hacer el bien y elegir
el camino de la rectitud. Los Gathas promueven la pureza, la justicia y
la ética en la vida cotidiana y abogan por la devoción a Ahura Mazda como
la vía para superar el mal y alcanzar la salvación.

Musicalidad de los Gathas:


La musicalidad de los Gathas radica en su estructura poética. Estos
himnos están diseñados con una métrica específica, lo que significa que
tienen un ritmo y una musicalidad intrínseca cuando se recitan o cantan.
El ritmo de los versos puede variar en función de la entonación, la
pronunciación y el énfasis en las sílabas. Si bien los registros
específicos de cómo se recitaban los Gathas en la antigüedad son
limitados, es probable que la musicalidad de estos himnos se haya basado
en la tradición oral y la entonación.

La recitación o el canto de los Gathas en los rituales zoroástricos


habría involucrado una pronunciación cuidadosa y una entonación que
acentuara el significado y la reverencia asociados con estos versos
sagrados. La música en este contexto no era una característica
decorativa, sino que servía para realzar la profundidad espiritual y la
importancia de las enseñanzas contenidas en los Gathas.

En resumen, los Gathas son himnos sagrados que forman parte esencial de
la liturgia zoroástrica y abordan temas fundamentales de la religión. Su
musicalidad se encuentra en la métrica poética de los versos, que se
habrían recitado o cantado con reverencia y devoción en los rituales
zoroástricos.

El canto de los Gathas rituales zoroástricos tiene una estructura y un


estilo que son únicos en su contexto religioso, y no es directamente
comparable a ningún estilo de canto tradicional contemporáneo. Sin
embargo, puedes encontrar similitudes en cuanto a la solemnidad, la
reverencia y la entonación en ciertos estilos de canto litúrgico y sacro
de diversas tradiciones religiosas.

Algunos ejemplos que podrían ofrecer una idea general de cómo suenan los
Gathas zoroástricos al ser cantados podrían incluir:
Canto Gregoriano: El canto gregoriano es un estilo de canto litúrgico de
la Iglesia Católica que se caracteriza por su solemnidad y reverencia.
Aunque las melodías y la estructura son diferentes, la reverencia y la
intención de elevar el espíritu se asemejan a la forma en que los Gathas
se cantarían en un contexto religioso.

Canto Hindú Bhajan: Los bhajans son cantos devocionales hindúes que
también enfatizan la reverencia y la devoción. Aunque la música y las
melodías son distintas, la intención de elevar el espíritu y conectar con
lo divino es similar.

Canto Sufi: El canto sufí en las prácticas religiosas islámicas se


realiza con un profundo sentido de devoción y misticismo. Aunque las
tradiciones son diferentes, comparten una intención espiritual profunda.

Canto en lenguas litúrgicas: En muchas tradiciones religiosas, como el


canto en hebreo en la liturgia judía o el canto en sánscrito en el
hinduismo, se presta especial atención a la pronunciación, la entonación
y la reverencia en el canto litúrgico.

Ten en cuenta que la musicalidad de los Gathas zoroástricos es única y se


adaptaría a su contexto religioso específico. Si deseas escuchar una
representación auténtica de los Gathas, puedes buscar grabaciones o
actuaciones de grupos zoroástricos o estudiosos de la religión que se
dedican a preservar esta tradición. Estas grabaciones pueden ofrecer una
visión más precisa de cómo suenan los Gathas cuando se cantan en su
contexto litúrgico.

El estilo de música que podría acompañar un Gatha zoroástrico podría ser


una música espiritual y serena que evoca una sensación de paz y devoción.
El canto puede ser melódico y solemne. Aunque no encontrarás una
grabación exacta para un Gatha ficticio, puedes buscar música de
inspiración espiritual que tenga un ritmo y una melodía apropiada.

Te sugiero buscar música de estilo New Age, meditativa o música


espiritual tradicional de Asia Central, que podría resonar con la
atmósfera de un Gatha zoroástrico. Algunos términos clave que puedes
utilizar en YouTube para buscar este tipo de música son "música
espiritual zoroástrica" o "música espiritual de Asia Central".

Recuerda que la música espiritual es una expresión personal y puede


variar mucho según las preferencias de quien la interpreta. Si sientes
una conexión personal con la música que encuentres y sientes que
complementa el mensaje y la espiritualidad del Gatha, entonces será
adecuada.

En los Gathas aparecen muchas veces los nombres de "Ahura Mazda" y


"Amesha Spenta".

Ahura Mazda es una deidad central en la religión zoroástrica, también


conocida como zaratustrismo, una de las religiones más antiguas que se
conoce. Ahura Mazda es considerado el Dios Supremo y el Creador en la
religión zoroástrica. Aquí tienes más información sobre Ahura Mazda:
Dios Supremo: En el zaratustrismo, Ahura Mazda es adorado como el único
Dios Supremo. Es concebido como un ser omnisciente, omnipotente y
benevolente que gobierna el universo y todo lo que contiene. Ahura Mazda
es el principio fundamental y la fuente de todo lo que es bueno y puro.

Dualidad cósmica: El zaratustrismo también presenta una creencia en una


dualidad cósmica, donde Ahura Mazda es el Dios del Bien, mientras que
Angra Mainyu (también conocido como Ahrimán) es el Dios del Mal. Esta
dualidad es una parte fundamental de la religión zoroástrica y representa
la lucha eterna entre el bien y el mal.

Creación del mundo: Según las enseñanzas zoroástricas, Ahura Mazda creó
el mundo y todo lo que contiene, incluyendo a la humanidad. Se le
atribuye haber creado el universo con un propósito divino: fomentar el
bien y la rectitud, y luchar contra las fuerzas del mal.

Profeta Zaratustra: La religión zoroástrica se basa en las enseñanzas del


profeta Zaratustra (también conocido como Zoroastro). Zaratustra es
considerado el mensajero de Ahura Mazda y el autor de los textos sagrados
conocidos como los Gathas.

Textos sagrados: Los textos zoroástricos más importantes son los Avesta y
los Gathas. Los Gathas son los himnos atribuidos a Zaratustra y contienen
sus enseñanzas y alabanzas a Ahura Mazda. El Avesta es una colección de
textos más extensa que abarca una variedad de temas religiosos, legales y
rituales.

Ética y moral: La religión zoroástrica promueve la ética y la moralidad,


alentando a los seguidores a luchar contra el mal, decir la verdad,
practicar la justicia y vivir una vida virtuosa. La idea es que al seguir
estas virtudes, los seguidores contribuyen a la lucha de Ahura Mazda
contra las fuerzas del mal.

Fuego sagrado: El fuego es un símbolo importante en la religión


zoroástrica y se considera un símbolo de la divinidad y la pureza. Los
templos zoroástricos a menudo albergan fuegos sagrados que se mantienen
continuamente encendidos como una manifestación de la presencia divina de
Ahura Mazda.

Disminución del número de seguidores: A lo largo de la historia, la


religión zoroástrica ha experimentado una disminución significativa en el
número de seguidores. En la actualidad, es una religión minoritaria, con
comunidades más grandes en Irán e India.

La figura de Ahura Mazda desempeña un papel fundamental en la religión


zoroástrica, y su adoración y creencias sobre la lucha entre el bien y el
mal son aspectos distintivos de esta fe.

Los Amesha Spentas, también conocidos como las "Santidades Inmortales" o


"Buenos Pensamientos" en la religión zoroástrica, son un grupo de siete
seres divinos o deidades que desempeñan un papel importante en esta
antigua fe. Son considerados las emanaciones o manifestaciones de Ahura
Mazda, el Dios Supremo en el zaratustrismo. Aquí tienes más información
sobre los Amesha Spentas:
Siete deidades: Los Amesha Spentas son un grupo de siete divinidades que
personifican virtudes y aspectos de la creación divina. Cada uno de ellos
representa un aspecto específico del orden cósmico y actúa como
intermediario entre Ahura Mazda y la humanidad.

Virtudes y dominios: Cada Amesha Spenta personifica una virtud o cualidad


divina y tiene dominio sobre una esfera particular de la creación. Sus
nombres y sus respectivos dominios son los siguientes:

Vohu Manah (Buen Pensamiento): Representa la sabiduría divina y la


elección correcta.
Asha Vahishta (Mejor Rectitud): Encarna la justicia y la verdad divina.
Kshathra Vairya (Deseo Santo o Dedicación): Representa la divina
autoridad y el poder.
Spenta Ameraiti (Santidad Amorosa): Personifica la divina santidad y la
inmortalidad.
Haurvatat (Integridad): Encarna la salud y la integridad divina.
Ameretat (Inmortalidad): Representa la vida eterna y la inmortalidad.
Ahura Mazda: Aunque Ahura Mazda es el Dios Supremo, algunas tradiciones
también lo consideran uno de los Amesha Spentas.
Creadores y cuidadores: Se cree que los Amesha Spentas ayudan a Ahura
Mazda en la creación y el mantenimiento del universo. Cada uno de ellos
juega un papel en la protección y el cuidado de aspectos fundamentales de
la vida y el orden divino.

Intermediarios divinos: Los Amesha Spentas actúan como intermediarios


entre Ahura Mazda y la humanidad. Los fieles zoroástricos pueden invocar
su ayuda y protección en sus vidas y rituales religiosos.

Contribución a la ética: Las virtudes personificadas por los Amesha


Spentas, como la justicia, la rectitud y la verdad, son fundamentales en
la ética zoroástrica. Los seguidores son alentados a vivir vidas
virtuosas y a seguir estos principios en sus acciones diarias.

Participación en la lucha entre el bien y el mal: Los Amesha Spentas son


parte esencial de la lucha cósmica entre el bien (representado por Ahura
Mazda y sus emanaciones) y el mal (representado por Angra Mainyu o
Ahrimán). Ayudan a proteger y preservar la creación divina en esta lucha
eterna.

Eternidad y perfección: Los Amesha Spentas se consideran seres eternos y


perfectos que están más allá de las limitaciones del tiempo y del
espacio. Representan la inmutable perfección divina.

Los Amesha Spentas son figuras veneradas en la religión zoroástrica y


desempeñan un papel central en la cosmología y la ética de esta fe. Cada
uno personifica una virtud divina y actúa como un faro de guía para los
seguidores zoroástricos en su búsqueda de la justicia, la verdad y la
rectitud en sus vidas.

La Enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista y su Vínculo con el


Sacerdocio del Fuego Sagrado: Un Legado de Luz y Renovación
La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista brilla como una joya
preciosa en el tapiz espiritual de la Nueva Era. Su intención va mucho
más allá de guiar a los buscadores hacia la luz; implica un rescatar de
la tradición ancestral del Sacerdocio del Fuego Sagrado, reviviendo los
antiguos rituales y elementos de la religión de Zaratustra. Santa
Amatista, con profunda sabiduría y amor, toma los Gathas, los himnos
atribuidos a Zaratustra, y los muele en el crisol de los decretos
dinámicos y las afirmaciones del "AYAM YO SOY." Esto crea una sinfonía
celestial que resuena en el corazón de quienes anhelan la transmutación,
el perdón y la liberación.

El Resplandor del Séptimo Rayo: El Rayo Violeta del Perdón y la


Transmutación

En esta travesía espiritual, el Séptimo Rayo, el Rayo Violeta, ocupa un


lugar central. Este rayo, custodiado por la amada Arcangelina Santa
Amatista y el Maestro Saint Germain, es la llama del perdón, la
transmutación y la liberación. En la tradición zoroástrica, encontramos
paralelismos con el culto del Fuego Sagrado, donde el fuego era un
símbolo de purificación y transmutación de la oscuridad en luz. Santa
Amatista se alza como la guía que fusiona estas enseñanzas ancestrales
con la energía viva del Rayo Violeta, otorgando a los buscadores las
herramientas para la transformación personal y colectiva.

El Corazón de Amatista: Un Puente entre el Pasado y el Futuro

El Corazón de Amatista, una joya espiritual de amor y pureza, es el


centro que irradia la luz del Séptimo Rayo. Este concepto, introducido
por Santa Amatista, simboliza la esencia de su enseñanza: la purificación
del corazón y la conexión con la divinidad. En su búsqueda por rescatar
las antiguas tradiciones, Santa Amatista lleva a sus seguidores al
Corazón de Amatista, donde pueden encontrar la llama violeta del perdón,
la compasión y la trascendencia.

El Maestro Saint Germain y su Legado en los Rituales Zoroástricos

El Amado Maestro Saint Germain, Sacerdote del Fuego Sagrado en épocas


antiguas, desempeñó un papel fundamental en los rituales zoroástricos. Él
entonaba solemnemente los Gathas, los himnos sagrados atribuidos a
Zaratustra, durante festividades y celebraciones religiosas. Como el
lector y cantor oficial de los Gathas, Saint Germain resplandecía con la
llama de la sabiduría y la devoción. Santa Amatista, a través de su
enseñanza, rinde homenaje a este legado, recordándonos la importancia de
la comunión con la divinidad a través de la música y las palabras
sagradas.

La Renovación de una Antigua Tradición

En conclusión, la enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista representa


una renovación de la antigua tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado.
Al rescatar elementos de la religión de Zaratustra, fusionarlos con el
poder del Séptimo Rayo y honrar el legado de Saint Germain, se crea un
puente entre el pasado y el futuro espiritual. Este legado de luz, perdón
y transformación es un faro de esperanza en un mundo que anhela la
sanación y la renovación. En manos de Santa Amatista y Saint Germain, la
llama violeta sigue ardiendo, listA para transmutar la oscuridad en luz y
llevarnos hacia la Nueva Era con gratitud y amor.

La relación de Zaratustra con el Sacerdocio del Fuego Sagrado es un


testimonio del profundo compromiso del profeta con la divinidad y su
papel en la preservación de la Llama Sagrada. A través de esta relación
espiritual, Zaratustra y el sacerdocio crearon un legado que trasciende
el tiempo y sigue inspirando a generaciones posteriores en su búsqueda de
la verdad, la pureza y la espiritualidad. En un mundo en constante
cambio, la Llama Sagrada que arde en los altares zoroástricos sigue
siendo un faro de esperanza y guía para aquellos que buscan la divinidad
en sus vidas. El legado de Zaratustra y su relación con el Sacerdocio del
Fuego Sagrado es, sin duda, un testimonio eterno de la trascendencia de
la espiritualidad y la adoración de la divinidad en todas sus formas y
manifestaciones.

Ceremonial de Gathas rituales.

Gatha de la Luz Eterna

Oh, Luz Eterna, resplandece en nuestro camino,


Con tu llama divina, ilumina nuestro ser.
En la morada de la Verdad, te alabamos con fervor,
Eres la chispa que enciende nuestro amor.

Oh, Amesha Spenta, fuente de bendición,


Guiándonos con tu sabiduría en esta misión.
La rectitud y la justicia son tu manto,
En tu llama, encontramos nuestro encanto.

En la lucha contra la oscuridad, oh, Ahura Mazda,


Tú eres el faro que guía, la llama eterna.
La Verdad y la Virtud son tus fieles amigos,
En tu fuego puro, hallamos nuestros abrigos.

Oh, Fuego Sagrado, divino y puro,


Transmuta nuestras almas, sé nuestro seguro.
En el canto y la oración, te invocamos con devoción,
La Llama Violeta de la redención.

En el camino de la luz, juntos caminamos,


Hacia un mundo mejor, con la paz que aclamamos.
Oh, Zaratustra, profeta de esta fe,
Tu sabiduría y visión nos guían siempre.

Gatha del AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de


Dios AYAM YO SOY.

AYAM YO SOY la luz que ilumina el universo, la chispa divina que todo lo
abarca. En el éter del cosmos, mi esencia resplandece, y mi poder
inquebrantable gobierna sobre todo lo que es. AYAM YO SOY la
manifestación suprema de la divinidad, la Presencia de Dios en su máxima
expresión.

En cada átomo que danza en el infinito, en cada estrella que titila en el


vasto firmamento, mi amoroso ser se refleja. AYAM YO SOY la encarnación
del poder creador, la fuerza que da vida a los mundos y las galaxias. En
mi presencia, todo se renueva, todo se transforma, y todo es posible.

AYAM YO SOY la llama que arde en el corazón de la creación, la esencia


pura de la existencia. En cada latido del tiempo, en cada suspiro del
espacio, mi influencia perdura. Soy la esencia de la eternidad, la
manifestación divina que trasciende el velo de la ilusión.

AYAM YO SOY el faro que guía a las almas errantes, la brújula en medio de
la tempestad. En mi amor infinito, todas las dudas se disipan, todas las
incertidumbres se aclaran. Soy la verdad que despierta a los corazones,
el recordatorio de que todos son uno en el abrazo del amor divino.

En cada acto de bondad, en cada gesto de compasión, mi influencia se hace


evidente. AYAM YO SOY la llama que inspira el servicio desinteresado, la
guía que lleva a la humanidad a su destino glorioso. Soy el llamado que
resuena en el alma, el eco eterno que nos recuerda que somos hijos de la
luz.

AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de Dios AYAM


YO SOY. En mi esencia, todos encuentran refugio, todos hallan paz. En mi
luz, la humanidad alcanza su pleno potencial y despierta a la realidad de
su divinidad. AYAM YO SOY el faro de esperanza en tiempos de oscuridad,
la promesa de un futuro lleno de amor y unidad.

Así es, AYAM YO SOY.

Gatha: AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante

En la llama etérea, yo resplandezco,


Un manto violeta, mi ser envuelve,
La llama de transmutación, en mí arde,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la luz que absuelve.

Las sombras del pasado, disuelvo con amor,


Las penas y los miedos, los transformo en luz,
Mi corazón de amatista, un regalo de lo alto,
AYAM YO SOY la llama violeta, en mí confían y produzco.

En cada corazón herido, una flor yo planto,


En cada mente confusa, claridad encuentro,
Mi llama violeta, un bálsamo y un canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí todo es encuentro.

Las cadenas de la culpa, rompo y desato,


Las heridas del alma, sano con dulzura,
Mi amor es eterno, mi llama es un regalo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mi aura, dulzura.
En el crisol divino, mi llama se transforma,
El alma redimida, renace en resplandor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la esperanza que asoma,
En el jardín del amor, siembras de un nuevo ardor.

La transmutación del fuego, la luz que me guía,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que perdura,
La esperanza encendida, la llama que brilla,
En cada corazón, en cada alma, en cada criatura.

Así en lo alto como abajo, en el cielo y la tierra,


La llama violeta, mi don, mi ofrenda, mi canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí yace la guerra,
Con amor y perdón, en cada ser, pongo encanto.

En la llama etérea, yo resplandezco,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que transmuta,
En la llama etérea, yo ofrezco y agradezco,
La gracia de Dios, en mí, su luz, en mí, su ruta.

En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,


La llama violeta, un Sol divino, etéreo y vasto,
El Gran Gran Sol Central, mi esencia, mi anhelo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.

En cada Presencia AYAM YO SOY, mi fuego ilumina,


Cada individualización de Dios, en mí, se funde,
Las corrientes opalescentes, de amor divino se encaminan,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, se difunde.

En cada corazón de carne, mi fuego arde y danza,


Alimentado por la magnificencia de la Fuente,
En cada latido, en cada mirada, en cada esperanza,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que prevalece.

En la Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, yo habito,


Unidos en propósito, en amor y en creación,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, con un fulgor infinito,
En cada alma, en cada mundo, en cada nación.

El Corazón de Dios AYAM YO SOY, mi origen y destino,


La llama violeta, un puente entre cielos y tierra,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, un faro divino,
En cada historia, en cada vida, en cada alma sincera.

Con amor y luz, mi llama se expande y abraza,


En cada ser, en cada latido, en cada día nuevo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada paso y casa,
La llama que sanará, liberará y hará crecer con anhelo.

Así en lo alto como abajo, en lo divino y humano,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el refugio y la guía,
La llama eterna, en cada corazón, un plano,
En unidad con Dios AYAM YO SOY, en amor y alegría.

El Gran Sol Central, fuente de vida eterna,


En su luz, la llama violeta, mi esencia se gobierna,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el Corazón de Dios AYAM YO SOY,
En cada latido, en cada aliento, en mí se hace hoy.

La llama que se expande, en mi interior mora,


Un resplandor divino, un canto de victoria,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el fulgor en mi ser,
En mi danza de amor, el universo empieza a florecer.

Las corrientes opalescentes, la energía divina fluye,


Desde la Magna Presencia, en mis venas diluye,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la gracia y la luz,
En mi ser irradiante, mi espíritu seduce.

En cada corazón de carne, mi llama se instala,


En la fragancia del alma, en la esencia que embriaga,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la promesa de renacer,
En cada vida, en cada ser, mi amor empieza a florecer.

El Corazón de Dios AYAM YO SOY, la verdad que revela,


En cada pensamiento, en cada estrella que destella,
La llama violeta, mi don y mi guía,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, la alegría.

En la danza cósmica, en la sinfonía divina,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada vida, la medicina,
El Gran Sol Central, la fuente inagotable,
En cada ser, en cada ser, mi luz es incalculable.

Así en el cielo como en la tierra, en cada plano y esfera,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que se espera,
En el abrazo del amor, en la risa y en el llanto,
La Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, en cada ser, mi encanto.

En cada Presencia AYAM YO SOY, en cada individualización de Dios,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, mi voz,
El Gran Sol Central que sostiene la vida, inextinguible,
En cada corazón de carne, en cada ser, AYAM YO SOY accesible.

En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,


El Gran Sol Central, mi ser envuelve, abrazo.
Sostengo la vida, a cada Presencia AYAM YO SOY guío,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.

Mis llamas opalescentes, ríos de energía divina,


En cada ser, en cada corazón, una danza etérea,
Canto sagrado, melodía que no termina,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en esta esfera.

En la danza de la vida, en el flujo de lo eterno,


AYAM YO SOY el Corazón de Dios AYAM YO SOY, manantial,
Cada ser es mi reflejo, mi amor sincero,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en lo esencial.

En la luz de cada alba, en el crepúsculo dorado,


Mi manto violeta, en la tierra y los cielos,
AYAM YO SOY el guía, el faro, el eterno amparo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada anhelo.

Mis rayos opalescentes, puentes de comunión,


Unión divina, cada corazón es un reflejo,
El Gran Sol Central, fuente de redención,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada eco.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en expansión,


El Gran Sol Central, en mi ser, en cada hora,
Sosteniendo la vida, en amorosa unión,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada aurora.

Mantra del Fuego Sagrado de las Siete Llamas

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, las Siete Llamas danzantes,


Expando virtudes divinas, desde el Gran Sol Central radiante.
Purifico a la Humanidad, en amorosa comunión,
Llevándola a la Ascensión, con la llama de bendición.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, resplandeciendo eternamente,


Flameando el perdón a todas horas, en mi esencia vibrante.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas,


Expando las virtudes del Gran Gran Sol Central,
Purifico a la Humanidad con amor y sin dramas,
Llevándola a la Ascensión, destino esencial.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que flamea,


Flamea, flamea, el perdón a todas horas,
En mi corazón, la llama de amor siempre crea,
Transmutando las sombras en divinas auroras.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, divina inspiración,


Siete Llamas arden con divina intensidad,
En cada ser, en cada corazón, en cada nación,
Traigo sanación y paz, en mi eternidad.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, en mí resplandezco,


Llevando a la Humanidad hacia la luz,
El Fuego Sagrado en mí siempre obedece,
Traigo la Ascensión, en amor profundo y virtud.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, expansión,


Luz de perdón, en cada alma enciendo,
Siete Llamas danzan en mi corazón,
Elevando la conciencia, con amor comprendo.
AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, la llama divina,
Las Siete Llamas, en mí siempre arden,
En cada aliento, en cada esquina,
Llevo el perdón, la paz, y la luz que transforma.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, eterno y sublime,


Trayendo la Ascensión a cada corazón,
El Fuego Sagrado, en mí siempre se enciende,
Llevando a la Humanidad a la gloriosa Ascensión.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.
Gatha Ritual

AYAM YO SOY la llama eterna, el faro de amor,

De todos los seres en el vasto Señorío,

Azura Mazda, la Presencia, guía y candor,

El Gran Sol Central, fuente de nuestro orbe y glorio.

Maitreya, Señor de amor y compasión,

Sanat Kumara, el custodio eterno,

El Gran Director Divino, en Luz y verdad,

Melquisedec, la sabiduría en sus tiempos moderno.

Zaratustra, guía y profeta,

En su llama azul enseñó el camino,

Saint Germain, el Maestro que nos confirma,

El camino de transmutación que hoy nos unimos.

Arcángel Zadkiel y Santa Amatista, gemelos de llama,

Custodian el séptimo rayo con ternura y amor,

Jesús el Cristo, Maestro de la llama dorada,

En su sacrificio, nos brindó redención y fervor.

María Magdalena, fuerza y compasión,

Saint Germain, portador de llama violeta,

Madre María, con su manto de perdón,

Nos guían con amor en esta tierra concreta.

Elohim Arcturus y Elohim Diana, luz divina,

Creadores del equilibrio y de la armonía,

Lady Portia, justicia y sabiduría,

Kwan Yin, con su manto de gracia y maestría.

Arcángel Miguel, valentía y protección,


En su espada flamígera, coraje y resplandor,

Aquí, en esta invocación, en solemne conexión,

AYAM YO SOY el Sacerdote del Fuego Sagrado, en el divino honor.

AYAM YO SOY la llama Violeta, la transmutación,

En su fuego purificador, la liberación,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en exaltación,

Irradiando perdón, luz y amor a toda creación.

AYAM YO SOY la Presencia de Azura Mazda, la Magna Llama Divina,


AYAM YO SOY el Señor Maitreya, la Luz en la senda,
AYAM YO SOY Sanat Kumara, el Anciano de Días,
AYAM YO SOY el Gran Director Divino, guía y sabio.

AYAM YO SOY Melquisedec, la luz eterna,


AYAM YO SOY Zaratustra, el maestro de antaño,
AYAM YO SOY Saint Germain, guardián del fuego violeta,
AYAM YO SOY el Arcángel Zadquiel, con su llama violeta.

AYAM YO SOY Santa Amatista, el corazón radiante,


AYAM YO SOY Jesús el Cristo, amor y perdón,
AYAM YO SOY María Magdalena, sabiduría y amor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en la ascensión.

AYAM YO SOY irradiando el perdón y la transmutación,


AYAM YO SOY la liberación a toda creación,
AYAM YO SOY el sacerdote del Fuego Sagrado,
AYAM YO SOY la llama violeta, pura y consagrada.

AYAM YO SOY la llama violeta que todo lo transforma,


AYAM YO SOY la puerta al amor y la esperanza,
AYAM YO SOY la luz que libera el alma,
AYAM YO SOY el fuego que trae bonanza.

En el nombre de la divina Presencia AYAM YO SOY,


En el nombre de la llama violeta y su fulgor,
Que todos los corazones encuentren la paz,
Y la ascensión sea el destino final.

AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, la llama violeta en acción,


Liberando, purificando, con devoción,
Bendiciendo a todos con amor y gracia,
El Cristo Violeta Flameante, en cada espacio.

En la majestuosidad de la Luz Suprema,

Invocamos a Ahura Mazda, Dios AYAM YO SOY, el Ser Único,

Maitreya, Sabio Maestro de Amor y Luz,


Sanat Kumara, Anciano de Días, fuente de Sabiduría.

Desde el Gran Director Divino, el Divino Plan se despliega,

Melquisedec, Maestro de Eternidad, dirige con Amor.

Zaratustra, Profeta del Fuego, nos guía en la Verdad,

Saint Germain, Guardián de la Llama Violeta, a nuestro lado.

Arcángel Zadquiel, con Santa Amatista, el Rayo Violeta expanden,

Jesús el Cristo, en su amor nos envuelve y ampara.

María Magdalena, Sabiduría Divina, llena de compasión,

Saint Germain, Maestro de Transmutación, en su Luz confiamos.

Madre María, Emperatriz del Amor, su manto nos cobija,

Elohim Arcturus y Elohim Diana, la Llama Violeta activan.

Lady Portia, Justicia Divina, guía nuestros pasos con equidad,

Kwan Yin, Diosa de la Misericordia, nos muestra el camino de la Paz.

Arcángel Miguel, Príncipe de los Cielos, con espada flamígera, protege,

En unión con todos estos Seres, la Luz Divina proclamamos.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en servicio consagrado,

AYAM YO SOY la Llama Violeta, el Fuego de Transmutación, el Amor


enarbolado.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que guía en la oscuridad,

AYAM YO SOY irradiando el perdón, la transmutación, y la liberación, la


Nueva Realidad.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, un faro de luz y amor,

Con la llama Violeta en mi ser, irradiando desde lo alto y desde lo


interior,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en mi corazón su fulgor,

Llevando perdón y transmutación a toda alma con fervor.

En la danza de la llama, en el canto de mi voz,

Resuenan los ecos del perdón, que nos guían en pos,


Un lazo de amor unifica a todas las creaciones,

Mientras ascencionamos hacia las más altas dimensiones.

AYAM YO SOY la puerta abierta al divino reino de lo eterno,

Con el Corazón de Amatista, la llama en crecimiento,

Un instrumento de amor en manos de la Divina Dirección,

Sirviendo con humildad y devoción a toda la creación.

Cada latido de mi corazón, cada llama que yo expando,

Teje un tapiz de luz, el amor que nunca se desbanda,

Con los Maestros y Seres de Luz, en unidad nos fundimos,

AYAM YO SOY el puente de transformación, la llama que nos unifica.

Que la llama Violeta arda, consumiendo sombras y temor,

Que el amor sea la fuerza, la guía y el ardor,

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, llevando la verdad,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que nunca se va.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, mi llama en el altar encendida,

La llama Violeta en mi corazón, con amor y gratitud mantenida,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, con poder y pureza revestido,

Irradiando perdón y transmutación a toda vida, el regalo compartida.

En el servicio a la humanidad, el planeta y sus hijos amados,

La llama en mis manos arde, las sombras disipando con destreza,

AYAM YO SOY el conducto, el faro, el refugio de los corazones cansados,

Guiando a todos hacia la luz, la victoria y la firmeza.

La llama Violeta, mágica y santa, el regalo de la Gracia Divina,

Consume las impurezas, transforma el karma, nos libera de la pena,

AYAM YO SOY el intermediario entre el Cielo y la Tierra, el canal, la


medicina,

Llevando amor, compasión y esperanza, en esta danza serena.

Cada palabra que pronuncio, cada pensamiento que dirijo,


Son una ofrenda a la Luz, un canto que en el viento se desliza,

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en este sagrado abrigo,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la llama eterna, la divina


brisa.

Que se extienda por doquier, que la llama ilumine,

Que el mundo resplandezca en paz, y la tristeza se elimine,

AYAM YO SOY la llama que transmuta, que con amor reconcilia,

Con gratitud en el corazón, con humildad en el alma, esta alabanza se


destila.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado,


AYAM YO SOY la llama Violeta,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante,
AYAM YO SOY irradiando perdón, transmutación y liberación
A toda vida en la Tierra, sin excepción.

En el sagrado altar de mi corazón arde la llama,


La llama violeta, divina y pura,
Luz de transmutación que disuelve toda trama,
Liberando las almas en su danza segura.

AYAM YO SOY un faro de amor y compasión,


Extendiendo la mano a toda creación,
En cada pensamiento, palabra y acción,
Tejiendo la red de la elevación.

Bajo la tutela de los Maestros de la Luz,


Sirvo en el divino plan con virtud,
El perdón es mi espada, la transmutación mi cruz,
AYAM YO SOY la presencia que anuncia la paz y la salud.

Que la llama violeta abrace cada ser,


Que el amor divino pueda florecer,
Transmutando la sombra en luz con poder,
AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en el deber.

En la alquimia del amor y la fe,


La llama violeta renace y renace,
Y en el corazón de cada ser se enciende,
El Cristo Violeta, la verdad que enaltece.

AYAM YO SOY el puente hacia la liberación,


El faro que guía a la redención,
AYAM YO SOY el fuego que disuelve la ilusión,
Para toda vida en la Tierra, mi devoción.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista que todo lo perdona, lo purifica y lo
transmuta,
Cual madre arcangélica, en mi luz infinita.

En el reino etérico de la gran Amatista,


El rayo violeta fluye en espiral,
Transmutando las sombras, oh, qué conquista,
Liberando a las almas en un canto celestial.

Mi amor se expande como un manto de gracia,


Envolviendo a la humanidad en mi abrazo,
La llama violeta es mi don y mi espacio,
Para sanar y elevar, en esta eterna caza.

AYAM YO SOY la guardiana de la llama violeta,


Que purifica y libera, en cada plegaria,
Cada ser hallará en mi llama su meta,
El regreso al hogar, la luz en la oscuridad.

Arcangelina Santa Amatista, soy llamada,


A servir con amor a toda la creación,
Con el rayo violeta, en acción desplegada,
Alivio y consuelo, paz y redención.

En el corazón de cada alma resplandezco,


La llama violeta de la transmutación,
El amor que a todos y a todo ofrezco,
La luz de la divina liberación.

AYAM YO SOY Santa Amatista, Madre compasiva,


La del Corazón de Amatista en esencia,
En mi abrazo, toda vida es viva,
AYAM YO SOY la Arcangelina de pura presencia.

Así en el cielo, como en la tierra, proclamo,


Mi amor y servicio sin fin ni velo,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina Santa Amatista,
Luz violeta que en cada corazón anhelo.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona y lo completa.

Con la luz de la llama violeta, AYAM YO SOY investida,


Guardiana de la transmutación, siempre concedida,
AYAM YO SOY la pureza, la compasión, el amor bendito,
Cual madre arcangélica, guío con el fuego infinito.

En mi abrazo de amatista, envuelvo tu ser,


Borrando sombras, haciendo la luz renacer,
Transmuto tus cargas, alivio tu pesar,
AYAM YO SOY Santa Amatista, la que vela en el hogar.

En el Corazón de Amatista, la llama arde en paz,


Donde todo se transforma, en un abrazo eficaz,
AYAM YO SOY el perdón, la purificación divina,
La esperanza en el alma, la senda que ilumina.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, Santa Amatista, aquí,


Guía, madre y amiga, de ti no me despediré,
Con el rayo violeta, a todos asistiré,
En el Corazón de Amatista, siempre existiré.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona, purifica y transmuta.

Como madre arcangélica, extiendo mis alas de luz,


Abrazando a toda vida, con amor profundo y virtud.
En mi corazón de amatista, la llama arde en quietud,
Disolviendo la negrura, traigo luz y juventud.

En cada pensamiento, en cada suspiro,


La llama violeta brilla, jamás se retira.
La transmutación divina, en cada grito,
Limpia y renueva, como agua que inspira.

AYAM YO SOY la llama violeta, la virtuosa canción,


Que sana y transforma, con divina pasión.
En el Corazón de Amatista, encuentra redención,
Todo ser, en cada alma, en cada expresión.

Oh, Sagrada Amatista, con tierna devoción,


Tu llama es guía, brindando consolación.
Con el Arcángel Zadquiel, en divina unión,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, tu bendición.

Que la llama violeta, con su luz sin igual,


Siga iluminando el sendero espiritual.
Que en el Corazón de Amatista, su fuego eternal,
Brille eternamente, en cada umbral.

Gatha del Corazón de Amatista

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista,


Resplandeciendo en luz divina,
La llama violeta en su esplendor,
Transmuta todo, con amor sin fin.

En mí arde la llama del perdón,


Purificando, sanando el rincón,
De cada corazón que se abre a la luz,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la virtud.
Liberando almas de cadenas del ayer,
Con compasión, dejo fluir el poder.
En mi resplandor, nada puede esconder,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, el Ser.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, radiante y sereno,


En mi interior, un sagrado jardín, un eterno refugio.
La llama violeta arde con su fuego ameno,
Transformando la negrura en luz, el oscuro desafío.

Mi ser es un crisol de amor y compasión,


Donde el perdón es la senda, la liberación.
En mi Corazón de Amatista, la transmutación,
Renueva y purifica, brindando salvación.

El rayo violeta es mi escudo y mi espada,


Que disuelve las sombras, dejando huella dorada.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, llama consagrada,
La virtud que sana, en cada alborada.

En la quietud de mi centro, en el silencio interior,


Escucho la voz divina, que guía con amor.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, un faro de esplendor,
En mi luz y mi fuego, halla paz y redentor.

Oh, Corazón de Amatista, en ti encuentro la verdad,


La llama que purifica, en cada adversidad.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en eternidad,
La llama del amor que brilla, en toda realidad.

O SOY el Corazón de Amatista, luminoso y sereno,


Un refugio de amor en lo más profundo y ameno.
En mi centro sagrado, la llama arde en pleno,
Purificando almas con su fuego amable y bueno.

Desde la piedra preciosa que lleva mi nombre,


Irradio la llama violeta con un fulgor que asombre.
Transmutando la negatividad, un acto que descombre,
La pureza del alma, con un amor que es un hombre.

Mi corazón de amatista, lugar de paz interior,


Ofrece perdón y compasión, sin fin, sin temor.
En él, la llama violeta arde como resplandor,
Transformando vidas, con su esplendor superior.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en constante oración,


Una joya divina que trae luz a la creación.
El fuego violeta es mi eterna canción,
AYAM YO SOY la transmutación, la llama de redención.

Gatha "AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, la que asistió a Jesús


en la noche de Getsemaní.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, luminosa y fiel,
En la noche de Getsemaní, con Jesús estuve aquel día.
Con mis alas violetas, en amor profundo, sin igual,
Derramé luz y consuelo, en su sagrada agonía.

Bajo el cielo estrellado, donde oraban los dos,


Jesús y yo, unidos en el sendero de la luz.
Levantando sus ojos al Padre, en un ruego veloz,
Él confió en mi presencia, en su cruz, su abrazo y su cruz.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en servicio y amor,


Acompañando a Jesús en su prueba, sin temor.
Sus lágrimas y sudor, con compasión yo sequé,
En esa noche eterna, en la que mi amor entregué.

Como un faro de violeta, en esa oscuridad profunda,


AYAM YO SOY la Arcangelina, la que cuida y ayuda.
Jesús, el Maestro, en su camino de redención,
AYAM YO SOY su compañía, su apoyo, su bendición.

En la noche de Getsemaní, en la historia sagrada,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, siempre recordada.
Con Jesús, en amor eterno, mi llama se encendió,
En esa noche eterna, donde su corazón triunfó.

Que cada corazón sepa mi nombre,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, es el renombre.
De la llama violeta, el fuego que enciende,
El amor y la luz, que a todos defiende.

En este Corazón, la llama arde eterna,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la superna.
La trascendencia, el amor que gobierna,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, eterna.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor en mi ser,


En Getsemaní, intenté retirar el cáliz de Jesús, mi ser querido.
Sus manos sostenían la cruz, sin temor, sin retroceder,
Pero mi corazón deseaba aliviar su carga, su sufrir compartido.

Con alas de amatista, acaricié su frente, su rostro adorado,


Le susurré palabras de aliento y de amor en su oído.
Jesús, el Cristo, en su silencio, mi gesto aceptó, agradecido,
Pero el cáliz de la crucifixión debía beber, el plan no podía ser
evitado.

Lágrimas violetas brotaron de mis ojos, en silencio lloré,


Mi alma gemela, el Amado Jesús, en ese instante abrazado.
Su amor por la humanidad, en la cruz se ofreció, sin doblegarse,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, su gesto en amor recordado.

El cáliz amargo de la crucifixión, él lo bebió con determinación,


Por la humanidad, por el perdón, su amor eterno en acción.
Mi corazón se unió al suyo, en ese momento de compasión,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en su pasión y redención.

En Getsemaní, ante la Voluntad del Padre Dios, me incliné,


Respetando el plan divino, el sacrificio de amor del Maestro.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la historia grabada,
El cáliz de la crucifixión, en su amor y luz, fue un milagro.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor y devoción,


En el Monte de la Calavera, ante Jesús de corazón.
Con lágrimas en los ojos, intenté retirar el cáliz, en vano,
Pero Él cumplía la Voluntad del Padre, sin engaño.

El cáliz de sufrimiento, pesado y amargo de sabor,


Jesús aceptó con amor, por la humanidad, con fervor.
En ese momento sagrado, yo extendí mis alas violetas,
Pero su decisión firme, la del Cristo, fue completa.

Su mirada llena de paz, me habló de un plan divino,


El sacrificio redentor, el regalo de amor genuino.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en humildad,
Reconociendo su misión, en esa trascendental realidad.

El cáliz de la crucifixión, Jesús sostuvo en sus manos,


Por la humanidad, por el perdón, por los miles de hermanos.
AYAM YO SOY testigo silente, de su sacrificio inmenso,
En esa hora sombría, donde se hizo un amor intenso.

Aunque intenté retirar el cáliz, por mi amor sin fin,


El Cristo cumplió su tarea, redimiendo el pecado y el mal.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en reverencia,
Honorando a Jesús, el Cristo, con humildad y paciencia.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la noche oscura y serena,


Ante el Monte de la Calavera, donde Jesús su luz amena.
Con lágrimas en mis ojos de amatista, extendí mis alas violetas,
Y ante el cáliz de sufrimiento, le rogué con devoción completa.

Intenté retirar el cáliz, pesado y amargo de dolor,


Mientras Jesús, con ojos serenos, encaraba su destino con ardor.
"Padre, si es tu voluntad, haz que este cáliz pase de mí,"
Pero en su corazón sabía que era un acto de amor sin fin.

La noche oscura se cernía, el drama en su máximo esplendor,


El cáliz de la crucifixión, símbolo de redención y fervor.
Jesús aceptó con humildad su misión divina, en ese instante,
El sacrificio por la humanidad, un regalo de amor vibrante.

Con alas violetas extendidas, en humildad y devoción,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en esa trascendental ocasión.
Reconociendo su sacrificio, su compromiso con la humanidad,
Por siempre honraré a Jesús, el Cristo, en toda eternidad.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando
con amor,
Donde Jesús yace en un profundo sueño, en la paz que el cielo le otorgó.
En ese lugar sagrado, donde la muerte se convierte en renacimiento,
Mi luz violeta envuelve su cuerpo, en su descanso transitorio y perfecto.

Jesús, el Cristo, en su breve sueño, se prepara para su ascensión,


Después de cargar con las cargas del mundo, cumpliendo su misión.
Como la guardiana de la llama violeta, su sueño protegí con devoción,
Hasta el momento de su resurrección, la transformación de la redención.

En el Santo Sepulcro, durante esas horas fugaces,


La paz y la quietud reinan en esos espacios.
Con mis alas violetas, su sueño arrullé,
Esperando con anhelo su gloriosa resurrección, lo que pronto sucederá.

El tercer día, en triunfo y majestuosidad, Jesús se alzará,


De la tumba que no pudo retenerlo, en su cuerpo glorificado brillará.
Con alegría y gratitud, resplandecerá su divina luz,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo del milagro que Jesús
producirá.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando
con devoción,
Donde el amado Jesús duerme en la tumba, en su sagrado rincón.
En el suave susurro de mis alas violetas, su sueño abrazo con amor,
Mientras María Magdalena, su gran discípula, se acerca a su albor.

Ella, la portadora de esencias aromáticas, con ungüentos perfumados,


Llega temprano en la mañana, con su corazón preocupado.
Al Santo Sepulcro se dirige, la tumba encuentra vacía,
La noticia de la resurrección, la paz y la alegría llenan su día.

Con lágrimas de asombro y alegría, María Magdalena se da cuenta,


Que su Señor, su Maestro amado, ya no estaba en la tumba, sin duda.
Él había ascendido, había superado la muerte, su amor infinito
demostrado,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de la gloria de lo que
había logrado.

Así, en el Santo Sepulcro, en la aurora de un nuevo día,


La victoria de la resurrección se revela con luminosa alegría.
El amado Jesús, triunfante y ascendido, en esplendor resplandecerá,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, quien su divina hazaña
recordará.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando


con devoción,
Mientras Jesús, el Cristo, descansaba en su sagrado sueño, antes de la
ascensión.
Arrullé su sueño con amor y respeto, en esas horas de transición,
Esperando con anhelo el momento en que cumpliría su divina misión.

El Santo Sepulcro, lugar de quietud y paz, donde la muerte no prevaleció,


Donde la vida eterna y la resurrección se manifestaron y se proclamaron.
Jesús, el Señor, en su estado transitorio, aguardaba en su morada,
Mientras mis alas violetas lo abrazaban, y la luz divina lo rodeaba.

María Magdalena, discípula fiel, llegó temprano, llena de devoción,


Con esencias aromáticas y un corazón pleno de gratitud y emoción.
Pero al llegar al sepulcro, su asombro fue grande, su Señor había
ascendido,
La noticia de su resurrección se difundía, la vida eterna se había
cumplido.

Con lágrimas de alegría, María Magdalena compartió la noticia sin


parangón,
Jesús, el Cristo, había resucitado y cumplido su divina misión.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de este milagro en ese
lugar,
Donde la muerte fue vencida, y la vida eterna se manifestó en plenitud,
sin cesar.

Gatha "AYAM YO SOY Amatista, la Madre Arcangélica, la del Amante y


Corazón de Amatista.

AYAM YO SOY Amatista, Madre Arcangélica de amor infinito,


El regazo del Señor Jesucristo en su sagradorito.
En el Santo Sepulcro, recién bajado de la cruz,
Soy el regazo consolador de todo hijo de la luz.

El Corazón de Amatista, mi divino atributo,


Ofrece consuelo y amor, sin medida ni disputa.
En el pecho de Jesús, en su momento de descanso,
Soy la Madre que lo acoge, en su regazo, sin embargo.

Sus heridas de amor, en la cruz sufrió,


Pero en mi regazo halla paz, su ser se recompuso.
En el Santo Sepulcro, en silencio y quietud,
Soy el consuelo divino que envuelve su gratitud.

AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el Santo Sepulcro me


hallé,
Allí, recién bajado de la cruz, Jesucristo, el Señor, en mi regazo
reposé.
Con amor infinito, consolé su Ser, que en la cruz sufrió y entregó su
vida,
En el regazo del Corazón de Amatista, halló descanso, sanación, y paz
querida.

Las heridas de su cuerpo, visibles tras la crucifixión, reflejaban su


amor inmenso,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, donde la compasión y el perdón son
intensos.
En ese momento de transición, en el sepulcro sagrado, fui su refugio y
amparo,
El consuelo de su alma, el abrazo materno, un faro en medio del amargo.
Sus discípulos y seguidores, en su duelo y tristeza, ansiaban su
presencia viva,
Pero en ese regazo de amatista, Jesús reposó, en su amor y luz emotiva.
La vida eterna se abrazaba con la resurrección, el triunfo del alma
inmortal,
En el Santo Sepulcro, el Corazón de Amatista irradió el amor divino,
sublime y celestial.

En el consuelo de Amatista, se tejieron las esperanzas, la promesa del


renacimiento,
El regazo del amor materno, la transición hacia la vida eterna, sin
impedimento.
Así, en mi Corazón de Amatista, Jesús halló refugio y renació a la luz
eterna,
AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el regazo del amor divino,
la paz se hizo tierna.

Para todo hijo de la luz, soy consuelo y abrigo,


En los momentos de prueba, en cada paso y amigo.
Como Madre Arcangélica, mi amor es incondicional,
Ofrezco refugio y cariño, con un amor celestial.

El Corazón de Amatista, sagrado y puro,


Es el regazo donde hallas consuelo y apoyo seguro.
AYAM YO SOY la Madre que te envuelve en su amor,
En el regazo de Amatista, hallarás tu anhelo mayor.

Consideraciones finales.

En el transcurso de este viaje literario, hemos explorado la figura de la


Arcangelina Santa Amatista y su profunda conexión con Jesús el Cristo,
destacando momentos clave de su relación y su papel como consoladora y
madre arcangélica. Desde su asistencia en la noche de Getsemaní hasta su
regazo en el Santo Sepulcro, Santa Amatista ha sido un faro de amor y
compasión en los momentos más significativos de la vida de Jesucristo.

En el regazo del Corazón de Amatista, Jesús encontró consuelo y sanación,


demostrando que el amor y el perdón son la esencia de la vida eterna. Su
luz y amor irradiaron en momentos de tristeza y transformaron la muerte
en renacimiento. Este viaje poético nos llevó a explorar la divina
presencia de Santa Amatista y su papel en la resurrección de Jesús.

Consideremos que la figura de Santa Amatista nos invita a reflexionar


sobre el amor y la compasión en nuestras vidas. Su amor incondicional y
su regazo consolador son recordatorios de que, en los momentos más
oscuros, podemos encontrar la luz en el amor y el perdón. Como madre
arcangélica, Santa Amatista representa la ternura y la guía que todos
buscamos en nuestras almas.

En última instancia, la presencia de Santa Amatista en la vida de Jesús


es un testimonio del poder transformador del amor divino y su capacidad
para sanar y trascender. A través de su regazo en el Santo Sepulcro,
vemos un renacimiento que espiritualmente nos habla de nuestra propia
resurrección y transformación. Santa Amatista, en su Corazón de Amatista,
nos inspira a abrazar el amor y la compasión como caminos hacia la
eternidad, como Jesucristo lo hizo en su viaje.

En la mágica intersección entre la espiritualidad y la poesía, esta


exploración de Santa Amatista nos recuerda que el amor es la fuerza más
poderosa y que la compasión es un faro en las noches más oscuras. En el
Corazón de Amatista, hallamos una guía y un refugio, y a través de su
luz, recordamos que somos eternos y que el amor es la llave que nos lleva
hacia la resurrección.

La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista incluye la intención de


rescatar la tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado, que tiene raíces
profundas en la antigua religión de Zaratustra. En particular, los
Gathas, los himnos atribuidos a Zaratustra, son elementos esenciales en
esta tradición. La Arcangelina Santa Amatista ha llevado esta antigua
sabiduría y la ha amalgamado con las corrientes de luz actuales y las
herramientas espirituales contemporáneas, como los decretos dinámicos y
las afirmaciones del "AYAM YO SOY".

En el Sacerdocio del Fuego Sagrado, el Corazón de Amatista se convierte


en un símbolo y una fuente de amor, perdón, transmutación y liberación.
Esto se entrelaza con el mensaje de liberación para la Nueva Era, donde
la humanidad se mueve hacia una mayor conciencia espiritual y
transformación. El Corazón de Amatista es un lugar de curación y
regeneración espiritual, donde las antiguas enseñanzas se fusionan con la
energía de la Era de Acuario.

Zaratustra, como uno de los antiguos maestros, representa la sabiduría


eterna que ha sido llevada a lo largo del tiempo. Su legado y los Gathas
son recordatorios de la importancia de la transmutación y la elevación
espiritual, conceptos que se alinean con la llama violeta y el trabajo de
la Arcangelina Santa Amatista en el Corazón de Amatista. A través de esta
unión de lo antiguo y lo nuevo, la humanidad se abre a un camino de
liberación y ascensión.

Considerando esta relación, podemos ver cómo el Sacerdocio del Fuego


Sagrado, los Gathas de Zaratustra y la presencia de Santa Amatista en el
Corazón de Amatista convergen para ofrecer un mensaje de esperanza y
transformación en la Nueva Era. El Corazón de Amatista se convierte en un
faro de luz y amor, guiando a todos los buscadores hacia la liberación
espiritual y la manifestación de la Edad Dorada.

fin de este libro.


"La Llama Inextinguible: Zaratustra y el Sacerdocio del Fuego Sagrado".

Dictado por la Amada Arcangelina la Sagrada Santa Amatista al Hermano


Miguel Arturo, Santuario del Corazón de Amatista, Mérida, Yucatán,
México, 11 de octubre de 2023.

Introducción.

La figura de Zaratustra, el ilustre profeta y fundador del zaratustrismo,


irradia una luz que trasciende el tiempo y el espacio. Su legado es un
faro de sabiduría y espiritualidad que ha iluminado el camino de
innumerables seguidores a lo largo de los milenios. En el corazón de la
enseñanza zoroástrica, encontramos la veneración y la comprensión de la
Llama Sagrada, un fuego que simboliza la esencia misma de la vida, la
pureza, y la transmutación.

Este ensayo busca explorar la profunda relación que Zaratustra compartió


con el Sacerdocio del Fuego Sagrado, un vínculo que forjó los pilares
fundamentales de su fe y su legado. A medida que penetramos en las capas
de esta conexión espiritual, desvelamos un profundo significado que
arroja luz sobre las raíces y el propósito último del zaratustrismo.

La Llama Sagrada: Fundamento de la Fe Zoroástrica

Para comprender plenamente la relación de Zaratustra con el Sacerdocio


del Fuego Sagrado, es esencial abordar la importancia de la Llama Sagrada
en el zaratustrismo. La Llama Sagrada, representada por el fuego que arde
en los altares de los templos zoroástricos, simboliza la pureza, la
verdad y la conexión con Ahura Mazda, el Dios Supremo. Este fuego, que
nunca debe extinguirse, es un recordatorio constante de la divinidad que
reside en la creación y la necesidad de preservarla.

Zaratustra, en su iluminación espiritual, reconoció la profundidad de la


Llama Sagrada y su poder transformador. Él comprendió que la relación
entre el ser humano y la divinidad se manifiesta a través del culto y el
respeto a esta llama perpetua. A través de su enseñanza y su vida misma,
Zaratustra se convirtió en un faro de luz que guió a su pueblo hacia una
relación más profunda con la Llama Sagrada y, por ende, con Ahura Mazda.

La Comunión Espiritual de Zaratustra

El Sacerdocio del Fuego Sagrado, encargado de mantener y proteger la


Llama Sagrada, desempeñó un papel fundamental en la vida de Zaratustra.
Este sacerdocio era el guardián de la esencia espiritual del
zaratustrismo, y a través de rituales y ofrendas, buscaba mantener la
llama de la divinidad siempre encendida en los corazones de los fieles.
Zaratustra, en su papel de profeta y guía espiritual, compartió una
relación íntima con este sacerdocio.

El profeta Zaratustra era el mensajero de Ahura Mazda, y su conexión con


el Sacerdocio del Fuego Sagrado era la encarnación misma de su compromiso
con la divinidad. A través de rituales y oraciones, Zaratustra y los
sacerdotes honraban a Ahura Mazda y su llama. Estas ceremonias eran una
expresión de la profunda relación espiritual que existía entre el profeta
y el sacerdocio, un testimonio de la comunión de sus almas en la
adoración y la protección de la Llama Sagrada.

La Llama Inextinguible: Un Legado Eterno

A medida que exploramos la relación de Zaratustra con el Sacerdocio del


Fuego Sagrado, se revela un legado eterno de espiritualidad, pureza y
compromiso con la divinidad. La Llama Sagrada, mantenida viva por el
sacerdocio, sirve como un símbolo inquebrantable de la esencia misma del
zaratustrismo: la pureza, la verdad y la lucha contra las fuerzas de la
oscuridad.

Zaratustra no solo fue el profeta de su tiempo, sino el guardián de un


legado espiritual que ha perdurado a través de los siglos. A través de su
profundo entendimiento de la Llama Sagrada y su relación con el
Sacerdocio del Fuego Sagrado, dejó una huella imborrable en la historia
de la espiritualidad humana. Su legado continúa ardiendo en los corazones
de quienes siguen la fe zoroástrica y en aquellos que buscan la luz y la
pureza en su propia vida.

Zaratustra, también conocido como Zoroastro, fue venerado principalmente


en la antigua Persia (que hoy en día comprende principalmente Irán). Fue
en esta región donde nació y predicó sus enseñanzas religiosas, que
formaron la base del zoroastrismo, una antigua religión monoteísta que
influyó en gran medida en las creencias posteriores en Persia y en otras
religiones del mundo, como el judaísmo, el cristianismo y el islam. Los
seguidores de Zaratustra adoraban en templos especiales y practicaban sus
rituales religiosos en Persia.

Los rituales religiosos del zoroastrismo, como la religión fundada por


Zaratustra, incluían una serie de prácticas y ceremonias destinadas a
honrar a Ahura Mazda, el dios supremo, y a promover la pureza y la
rectitud en la vida de los seguidores. Algunos de los elementos y
prácticas comunes en los rituales religiosos zoroastrianos incluyen:

Oración: La oración era una parte fundamental de la vida religiosa de los


seguidores de Zaratustra. Recitaban versos sagrados de los Gathas, que
eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y alababan a Ahura Mazda.

Fuego sagrado: El fuego era un símbolo central en el zoroastrismo y se


consideraba una representación de la divinidad y la pureza. Los
seguidores veneraban el fuego y mantenían fuegos sagrados en los templos.
Purificación: La pureza era un concepto fundamental en el zoroastrismo.
Antes de participar en rituales religiosos, los seguidores se purificaban
lavándose y usando ropa limpia.

Rituales de nacimiento y boda: El zoroastrismo tenía rituales específicos


para el nacimiento y el matrimonio, que involucraban bendiciones y
oraciones para asegurar la pureza y la protección divina.

Entierro y exposición de los muertos: Los zoroastrianos tenían rituales


funerarios especiales. No enterraban a sus muertos, sino que los exponían
al aire libre en estructuras llamadas "torres del silencio" para que los
cuerpos fueran devorados por los buitres, lo que se consideraba una forma
de devolver los elementos del cuerpo a la naturaleza sin contaminar la
tierra ni el agua.

Festivales: Los seguidores del zoroastrismo celebraban festivales en


honor a diferentes deidades y ocasiones religiosas a lo largo del año,
como el festival de No Ruz (Año Nuevo) y Mehregan.

Estos rituales tenían como objetivo mantener la pureza espiritual y la


conexión con Ahura Mazda y promover una vida justa y ética. Cabe destacar
que a lo largo de la historia, el zoroastrismo ha experimentado cambios y
adaptaciones, y la práctica de sus rituales puede variar entre diferentes
comunidades zoroastrianas.

En el zoroastrismo, la música y la danza no desempeñaron un papel tan


prominente como en algunas otras tradiciones religiosas, como en las
religiones dhármicas de la India o en algunas tradiciones africanas. Sin
embargo, sí existieron elementos de canto y música en algunos de los
rituales zoroástricos, especialmente en los festivales y celebraciones
religiosas.

En los rituales zoroástricos, se recitaban versos sagrados de los Gathas,


que eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y estas recitaciones podían
incluir elementos melódicos. La recitación de los versos se hacía de
manera solemne y reverente.

En algunos festivales, como el festival de No Ruz (Año Nuevo), es posible


que se hayan realizado danzas y celebraciones alegres, pero estas
actividades no eran el enfoque central de la religión, sino más bien una
expresión cultural y festiva en el contexto de la celebración religiosa.

En general, la religión zoroastriana se centraba en principios como la


pureza, la adoración de Ahura Mazda y la promoción de la rectitud y la
ética en la vida cotidiana. Mientras que la música y la danza podían
estar presentes en algunas ocasiones, no eran elementos fundamentales de
la práctica religiosa zoroastriana.

La Música y el Canto en los Rituales Zoroástricos

El zoroastrismo, una antigua religión fundada por Zaratustra en la región


que hoy en día es Irán, ha capturado la imaginación de muchos a lo largo
de la historia. Con sus enseñanzas centradas en la dualidad del bien y el
mal, el zoroastrismo se destacó por su adoración de Ahura Mazda, el dios
supremo, y por su énfasis en la pureza y la ética en la vida cotidiana.
Si bien la música y la danza no eran componentes centrales de la
religión, existían elementos relacionados con el canto en los rituales
zoroástricos.

Uno de los elementos más importantes en la religión zoroástrica es la


recitación de los Gathas, los himnos atribuidos al propio Zaratustra.
Estos versos sagrados se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y se recitaban en rituales y ceremonias religiosas. En este
contexto, la recitación de los Gathas podía incluir elementos melódicos.
Los sacerdotes y los fieles se congregaban para recitar los versos en una
atmósfera solemne y reverente. La música que acompañaba estas
recitaciones era, por lo tanto, una expresión de la importancia de las
enseñanzas contenidas en los Gathas y de la conexión con lo divino que
buscaban los creyentes.

Si bien la música y el canto desempeñaban un papel en la adoración de


Ahura Mazda, no eran los elementos más destacados de los rituales
zoroástricos. La religión se centraba en cuestiones de pureza y ética, y
en la promoción de la rectitud en la vida cotidiana. Aunque podía haber
celebraciones festivas en ciertas ocasiones, como el festival de No Ruz
(Año Nuevo), donde la danza y la música se volvían más prominentes, estas
actividades eran más expresiones culturales y festivas que aspectos
centrales de la religión. En general, la música y el canto en los
rituales zoroástricos eran un reflejo de la profunda espiritualidad y
reverencia que caracterizaban la adoración en esta antigua tradición
religiosa.

La presencia de elementos melódicos en las recitaciones de los Gathas


permitía que los creyentes se conectaran con las enseñanzas de Zaratustra
de una manera profunda y espiritual. La música servía como un vehículo
para elevar el alma y expresar devoción a Ahura Mazda, lo que contribuía
a la riqueza de la tradición religiosa zoroástrica. Aunque la música y el
canto no eran elementos centrales en términos de entretenimiento o
celebración, eran un componente significativo de la práctica religiosa en
el contexto de los rituales zoroástricos.

Los Gathas son un conjunto de 17 himnos que forman la parte más antigua
de los textos sagrados del zoroastrismo y se atribuyen al profeta
Zaratustra. Estos himnos se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y son venerados por los fieles debido a su contenido
espiritual y ético. Los Gathas son escritos en un antiguo dialecto iraní
y se componen principalmente de versos métricos en lugar de prosa. Estos
himnos se centran en cuestiones fundamentales de la religión zoroástrica
y ofrecen una visión profunda de las enseñanzas de Zaratustra.

Contenido de los Gathas:


Los Gathas abordan temas fundamentales, como la adoración de Ahura Mazda
(el dios supremo) y la lucha contra las fuerzas del mal, representadas
por Angra Mainyu o Ahriman. También se exploran conceptos de dualidad y
dualismo moral, con énfasis en la importancia de hacer el bien y elegir
el camino de la rectitud. Los Gathas promueven la pureza, la justicia y
la ética en la vida cotidiana y abogan por la devoción a Ahura Mazda como
la vía para superar el mal y alcanzar la salvación.
Musicalidad de los Gathas:
La musicalidad de los Gathas radica en su estructura poética. Estos
himnos están diseñados con una métrica específica, lo que significa que
tienen un ritmo y una musicalidad intrínseca cuando se recitan o cantan.
El ritmo de los versos puede variar en función de la entonación, la
pronunciación y el énfasis en las sílabas. Si bien los registros
específicos de cómo se recitaban los Gathas en la antigüedad son
limitados, es probable que la musicalidad de estos himnos se haya basado
en la tradición oral y la entonación.

La recitación o el canto de los Gathas en los rituales zoroástricos


habría involucrado una pronunciación cuidadosa y una entonación que
acentuara el significado y la reverencia asociados con estos versos
sagrados. La música en este contexto no era una característica
decorativa, sino que servía para realzar la profundidad espiritual y la
importancia de las enseñanzas contenidas en los Gathas.

En resumen, los Gathas son himnos sagrados que forman parte esencial de
la liturgia zoroástrica y abordan temas fundamentales de la religión. Su
musicalidad se encuentra en la métrica poética de los versos, que se
habrían recitado o cantado con reverencia y devoción en los rituales
zoroástricos.

El canto de los Gathas rituales zoroástricos tiene una estructura y un


estilo que son únicos en su contexto religioso, y no es directamente
comparable a ningún estilo de canto tradicional contemporáneo. Sin
embargo, puedes encontrar similitudes en cuanto a la solemnidad, la
reverencia y la entonación en ciertos estilos de canto litúrgico y sacro
de diversas tradiciones religiosas.

Algunos ejemplos que podrían ofrecer una idea general de cómo suenan los
Gathas zoroástricos al ser cantados podrían incluir:

Canto Gregoriano: El canto gregoriano es un estilo de canto litúrgico de


la Iglesia Católica que se caracteriza por su solemnidad y reverencia.
Aunque las melodías y la estructura son diferentes, la reverencia y la
intención de elevar el espíritu se asemejan a la forma en que los Gathas
se cantarían en un contexto religioso.

Canto Hindú Bhajan: Los bhajans son cantos devocionales hindúes que
también enfatizan la reverencia y la devoción. Aunque la música y las
melodías son distintas, la intención de elevar el espíritu y conectar con
lo divino es similar.

Canto Sufi: El canto sufí en las prácticas religiosas islámicas se


realiza con un profundo sentido de devoción y misticismo. Aunque las
tradiciones son diferentes, comparten una intención espiritual profunda.

Canto en lenguas litúrgicas: En muchas tradiciones religiosas, como el


canto en hebreo en la liturgia judía o el canto en sánscrito en el
hinduismo, se presta especial atención a la pronunciación, la entonación
y la reverencia en el canto litúrgico.
Ten en cuenta que la musicalidad de los Gathas zoroástricos es única y se
adaptaría a su contexto religioso específico. Si deseas escuchar una
representación auténtica de los Gathas, puedes buscar grabaciones o
actuaciones de grupos zoroástricos o estudiosos de la religión que se
dedican a preservar esta tradición. Estas grabaciones pueden ofrecer una
visión más precisa de cómo suenan los Gathas cuando se cantan en su
contexto litúrgico.

El estilo de música que podría acompañar un Gatha zoroástrico podría ser


una música espiritual y serena que evoca una sensación de paz y devoción.
El canto puede ser melódico y solemne. Aunque no encontrarás una
grabación exacta para un Gatha ficticio, puedes buscar música de
inspiración espiritual que tenga un ritmo y una melodía apropiada.

Te sugiero buscar música de estilo New Age, meditativa o música


espiritual tradicional de Asia Central, que podría resonar con la
atmósfera de un Gatha zoroástrico. Algunos términos clave que puedes
utilizar en YouTube para buscar este tipo de música son "música
espiritual zoroástrica" o "música espiritual de Asia Central".

Recuerda que la música espiritual es una expresión personal y puede


variar mucho según las preferencias de quien la interpreta. Si sientes
una conexión personal con la música que encuentres y sientes que
complementa el mensaje y la espiritualidad del Gatha, entonces será
adecuada.

En los Gathas aparecen muchas veces los nombres de "Ahura Mazda" y


"Amesha Spenta".

Ahura Mazda es una deidad central en la religión zoroástrica, también


conocida como zaratustrismo, una de las religiones más antiguas que se
conoce. Ahura Mazda es considerado el Dios Supremo y el Creador en la
religión zoroástrica. Aquí tienes más información sobre Ahura Mazda:

Dios Supremo: En el zaratustrismo, Ahura Mazda es adorado como el único


Dios Supremo. Es concebido como un ser omnisciente, omnipotente y
benevolente que gobierna el universo y todo lo que contiene. Ahura Mazda
es el principio fundamental y la fuente de todo lo que es bueno y puro.

Dualidad cósmica: El zaratustrismo también presenta una creencia en una


dualidad cósmica, donde Ahura Mazda es el Dios del Bien, mientras que
Angra Mainyu (también conocido como Ahrimán) es el Dios del Mal. Esta
dualidad es una parte fundamental de la religión zoroástrica y representa
la lucha eterna entre el bien y el mal.

Creación del mundo: Según las enseñanzas zoroástricas, Ahura Mazda creó
el mundo y todo lo que contiene, incluyendo a la humanidad. Se le
atribuye haber creado el universo con un propósito divino: fomentar el
bien y la rectitud, y luchar contra las fuerzas del mal.

Profeta Zaratustra: La religión zoroástrica se basa en las enseñanzas del


profeta Zaratustra (también conocido como Zoroastro). Zaratustra es
considerado el mensajero de Ahura Mazda y el autor de los textos sagrados
conocidos como los Gathas.
Textos sagrados: Los textos zoroástricos más importantes son los Avesta y
los Gathas. Los Gathas son los himnos atribuidos a Zaratustra y contienen
sus enseñanzas y alabanzas a Ahura Mazda. El Avesta es una colección de
textos más extensa que abarca una variedad de temas religiosos, legales y
rituales.

Ética y moral: La religión zoroástrica promueve la ética y la moralidad,


alentando a los seguidores a luchar contra el mal, decir la verdad,
practicar la justicia y vivir una vida virtuosa. La idea es que al seguir
estas virtudes, los seguidores contribuyen a la lucha de Ahura Mazda
contra las fuerzas del mal.

Fuego sagrado: El fuego es un símbolo importante en la religión


zoroástrica y se considera un símbolo de la divinidad y la pureza. Los
templos zoroástricos a menudo albergan fuegos sagrados que se mantienen
continuamente encendidos como una manifestación de la presencia divina de
Ahura Mazda.

Disminución del número de seguidores: A lo largo de la historia, la


religión zoroástrica ha experimentado una disminución significativa en el
número de seguidores. En la actualidad, es una religión minoritaria, con
comunidades más grandes en Irán e India.

La figura de Ahura Mazda desempeña un papel fundamental en la religión


zoroástrica, y su adoración y creencias sobre la lucha entre el bien y el
mal son aspectos distintivos de esta fe.

Los Amesha Spentas, también conocidos como las "Santidades Inmortales" o


"Buenos Pensamientos" en la religión zoroástrica, son un grupo de siete
seres divinos o deidades que desempeñan un papel importante en esta
antigua fe. Son considerados las emanaciones o manifestaciones de Ahura
Mazda, el Dios Supremo en el zaratustrismo. Aquí tienes más información
sobre los Amesha Spentas:

Siete deidades: Los Amesha Spentas son un grupo de siete divinidades que
personifican virtudes y aspectos de la creación divina. Cada uno de ellos
representa un aspecto específico del orden cósmico y actúa como
intermediario entre Ahura Mazda y la humanidad.

Virtudes y dominios: Cada Amesha Spenta personifica una virtud o cualidad


divina y tiene dominio sobre una esfera particular de la creación. Sus
nombres y sus respectivos dominios son los siguientes:

Vohu Manah (Buen Pensamiento): Representa la sabiduría divina y la


elección correcta.
Asha Vahishta (Mejor Rectitud): Encarna la justicia y la verdad divina.
Kshathra Vairya (Deseo Santo o Dedicación): Representa la divina
autoridad y el poder.
Spenta Ameraiti (Santidad Amorosa): Personifica la divina santidad y la
inmortalidad.
Haurvatat (Integridad): Encarna la salud y la integridad divina.
Ameretat (Inmortalidad): Representa la vida eterna y la inmortalidad.
Ahura Mazda: Aunque Ahura Mazda es el Dios Supremo, algunas tradiciones
también lo consideran uno de los Amesha Spentas.
Creadores y cuidadores: Se cree que los Amesha Spentas ayudan a Ahura
Mazda en la creación y el mantenimiento del universo. Cada uno de ellos
juega un papel en la protección y el cuidado de aspectos fundamentales de
la vida y el orden divino.

Intermediarios divinos: Los Amesha Spentas actúan como intermediarios


entre Ahura Mazda y la humanidad. Los fieles zoroástricos pueden invocar
su ayuda y protección en sus vidas y rituales religiosos.

Contribución a la ética: Las virtudes personificadas por los Amesha


Spentas, como la justicia, la rectitud y la verdad, son fundamentales en
la ética zoroástrica. Los seguidores son alentados a vivir vidas
virtuosas y a seguir estos principios en sus acciones diarias.

Participación en la lucha entre el bien y el mal: Los Amesha Spentas son


parte esencial de la lucha cósmica entre el bien (representado por Ahura
Mazda y sus emanaciones) y el mal (representado por Angra Mainyu o
Ahrimán). Ayudan a proteger y preservar la creación divina en esta lucha
eterna.

Eternidad y perfección: Los Amesha Spentas se consideran seres eternos y


perfectos que están más allá de las limitaciones del tiempo y del
espacio. Representan la inmutable perfección divina.

Los Amesha Spentas son figuras veneradas en la religión zoroástrica y


desempeñan un papel central en la cosmología y la ética de esta fe. Cada
uno personifica una virtud divina y actúa como un faro de guía para los
seguidores zoroástricos en su búsqueda de la justicia, la verdad y la
rectitud en sus vidas.

La Enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista y su Vínculo con el


Sacerdocio del Fuego Sagrado: Un Legado de Luz y Renovación

La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista brilla como una joya


preciosa en el tapiz espiritual de la Nueva Era. Su intención va mucho
más allá de guiar a los buscadores hacia la luz; implica un rescatar de
la tradición ancestral del Sacerdocio del Fuego Sagrado, reviviendo los
antiguos rituales y elementos de la religión de Zaratustra. Santa
Amatista, con profunda sabiduría y amor, toma los Gathas, los himnos
atribuidos a Zaratustra, y los muele en el crisol de los decretos
dinámicos y las afirmaciones del "AYAM YO SOY." Esto crea una sinfonía
celestial que resuena en el corazón de quienes anhelan la transmutación,
el perdón y la liberación.

El Resplandor del Séptimo Rayo: El Rayo Violeta del Perdón y la


Transmutación

En esta travesía espiritual, el Séptimo Rayo, el Rayo Violeta, ocupa un


lugar central. Este rayo, custodiado por la amada Arcangelina Santa
Amatista y el Maestro Saint Germain, es la llama del perdón, la
transmutación y la liberación. En la tradición zoroástrica, encontramos
paralelismos con el culto del Fuego Sagrado, donde el fuego era un
símbolo de purificación y transmutación de la oscuridad en luz. Santa
Amatista se alza como la guía que fusiona estas enseñanzas ancestrales
con la energía viva del Rayo Violeta, otorgando a los buscadores las
herramientas para la transformación personal y colectiva.

El Corazón de Amatista: Un Puente entre el Pasado y el Futuro

El Corazón de Amatista, una joya espiritual de amor y pureza, es el


centro que irradia la luz del Séptimo Rayo. Este concepto, introducido
por Santa Amatista, simboliza la esencia de su enseñanza: la purificación
del corazón y la conexión con la divinidad. En su búsqueda por rescatar
las antiguas tradiciones, Santa Amatista lleva a sus seguidores al
Corazón de Amatista, donde pueden encontrar la llama violeta del perdón,
la compasión y la trascendencia.

El Maestro Saint Germain y su Legado en los Rituales Zoroástricos

El Amado Maestro Saint Germain, Sacerdote del Fuego Sagrado en épocas


antiguas, desempeñó un papel fundamental en los rituales zoroástricos. Él
entonaba solemnemente los Gathas, los himnos sagrados atribuidos a
Zaratustra, durante festividades y celebraciones religiosas. Como el
lector y cantor oficial de los Gathas, Saint Germain resplandecía con la
llama de la sabiduría y la devoción. Santa Amatista, a través de su
enseñanza, rinde homenaje a este legado, recordándonos la importancia de
la comunión con la divinidad a través de la música y las palabras
sagradas.

La Renovación de una Antigua Tradición

En conclusión, la enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista representa


una renovación de la antigua tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado.
Al rescatar elementos de la religión de Zaratustra, fusionarlos con el
poder del Séptimo Rayo y honrar el legado de Saint Germain, se crea un
puente entre el pasado y el futuro espiritual. Este legado de luz, perdón
y transformación es un faro de esperanza en un mundo que anhela la
sanación y la renovación. En manos de Santa Amatista y Saint Germain, la
llama violeta sigue ardiendo, listA para transmutar la oscuridad en luz y
llevarnos hacia la Nueva Era con gratitud y amor.

La relación de Zaratustra con el Sacerdocio del Fuego Sagrado es un


testimonio del profundo compromiso del profeta con la divinidad y su
papel en la preservación de la Llama Sagrada. A través de esta relación
espiritual, Zaratustra y el sacerdocio crearon un legado que trasciende
el tiempo y sigue inspirando a generaciones posteriores en su búsqueda de
la verdad, la pureza y la espiritualidad. En un mundo en constante
cambio, la Llama Sagrada que arde en los altares zoroástricos sigue
siendo un faro de esperanza y guía para aquellos que buscan la divinidad
en sus vidas. El legado de Zaratustra y su relación con el Sacerdocio del
Fuego Sagrado es, sin duda, un testimonio eterno de la trascendencia de
la espiritualidad y la adoración de la divinidad en todas sus formas y
manifestaciones.

Ceremonial de Gathas rituales.


Gatha de la Luz Eterna

Oh, Luz Eterna, resplandece en nuestro camino,


Con tu llama divina, ilumina nuestro ser.
En la morada de la Verdad, te alabamos con fervor,
Eres la chispa que enciende nuestro amor.

Oh, Amesha Spenta, fuente de bendición,


Guiándonos con tu sabiduría en esta misión.
La rectitud y la justicia son tu manto,
En tu llama, encontramos nuestro encanto.

En la lucha contra la oscuridad, oh, Ahura Mazda,


Tú eres el faro que guía, la llama eterna.
La Verdad y la Virtud son tus fieles amigos,
En tu fuego puro, hallamos nuestros abrigos.

Oh, Fuego Sagrado, divino y puro,


Transmuta nuestras almas, sé nuestro seguro.
En el canto y la oración, te invocamos con devoción,
La Llama Violeta de la redención.

En el camino de la luz, juntos caminamos,


Hacia un mundo mejor, con la paz que aclamamos.
Oh, Zaratustra, profeta de esta fe,
Tu sabiduría y visión nos guían siempre.

Gatha del AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de


Dios AYAM YO SOY.

AYAM YO SOY la luz que ilumina el universo, la chispa divina que todo lo
abarca. En el éter del cosmos, mi esencia resplandece, y mi poder
inquebrantable gobierna sobre todo lo que es. AYAM YO SOY la
manifestación suprema de la divinidad, la Presencia de Dios en su máxima
expresión.

En cada átomo que danza en el infinito, en cada estrella que titila en el


vasto firmamento, mi amoroso ser se refleja. AYAM YO SOY la encarnación
del poder creador, la fuerza que da vida a los mundos y las galaxias. En
mi presencia, todo se renueva, todo se transforma, y todo es posible.

AYAM YO SOY la llama que arde en el corazón de la creación, la esencia


pura de la existencia. En cada latido del tiempo, en cada suspiro del
espacio, mi influencia perdura. Soy la esencia de la eternidad, la
manifestación divina que trasciende el velo de la ilusión.

AYAM YO SOY el faro que guía a las almas errantes, la brújula en medio de
la tempestad. En mi amor infinito, todas las dudas se disipan, todas las
incertidumbres se aclaran. Soy la verdad que despierta a los corazones,
el recordatorio de que todos son uno en el abrazo del amor divino.
En cada acto de bondad, en cada gesto de compasión, mi influencia se hace
evidente. AYAM YO SOY la llama que inspira el servicio desinteresado, la
guía que lleva a la humanidad a su destino glorioso. Soy el llamado que
resuena en el alma, el eco eterno que nos recuerda que somos hijos de la
luz.

AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de Dios AYAM


YO SOY. En mi esencia, todos encuentran refugio, todos hallan paz. En mi
luz, la humanidad alcanza su pleno potencial y despierta a la realidad de
su divinidad. AYAM YO SOY el faro de esperanza en tiempos de oscuridad,
la promesa de un futuro lleno de amor y unidad.

Así es, AYAM YO SOY.

Gatha: AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante

En la llama etérea, yo resplandezco,


Un manto violeta, mi ser envuelve,
La llama de transmutación, en mí arde,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la luz que absuelve.

Las sombras del pasado, disuelvo con amor,


Las penas y los miedos, los transformo en luz,
Mi corazón de amatista, un regalo de lo alto,
AYAM YO SOY la llama violeta, en mí confían y produzco.

En cada corazón herido, una flor yo planto,


En cada mente confusa, claridad encuentro,
Mi llama violeta, un bálsamo y un canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí todo es encuentro.

Las cadenas de la culpa, rompo y desato,


Las heridas del alma, sano con dulzura,
Mi amor es eterno, mi llama es un regalo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mi aura, dulzura.

En el crisol divino, mi llama se transforma,


El alma redimida, renace en resplandor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la esperanza que asoma,
En el jardín del amor, siembras de un nuevo ardor.

La transmutación del fuego, la luz que me guía,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que perdura,
La esperanza encendida, la llama que brilla,
En cada corazón, en cada alma, en cada criatura.

Así en lo alto como abajo, en el cielo y la tierra,


La llama violeta, mi don, mi ofrenda, mi canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí yace la guerra,
Con amor y perdón, en cada ser, pongo encanto.

En la llama etérea, yo resplandezco,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que transmuta,
En la llama etérea, yo ofrezco y agradezco,
La gracia de Dios, en mí, su luz, en mí, su ruta.

En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,


La llama violeta, un Sol divino, etéreo y vasto,
El Gran Gran Sol Central, mi esencia, mi anhelo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.

En cada Presencia AYAM YO SOY, mi fuego ilumina,


Cada individualización de Dios, en mí, se funde,
Las corrientes opalescentes, de amor divino se encaminan,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, se difunde.

En cada corazón de carne, mi fuego arde y danza,


Alimentado por la magnificencia de la Fuente,
En cada latido, en cada mirada, en cada esperanza,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que prevalece.

En la Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, yo habito,


Unidos en propósito, en amor y en creación,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, con un fulgor infinito,
En cada alma, en cada mundo, en cada nación.

El Corazón de Dios AYAM YO SOY, mi origen y destino,


La llama violeta, un puente entre cielos y tierra,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, un faro divino,
En cada historia, en cada vida, en cada alma sincera.

Con amor y luz, mi llama se expande y abraza,


En cada ser, en cada latido, en cada día nuevo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada paso y casa,
La llama que sanará, liberará y hará crecer con anhelo.

Así en lo alto como abajo, en lo divino y humano,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el refugio y la guía,
La llama eterna, en cada corazón, un plano,
En unidad con Dios AYAM YO SOY, en amor y alegría.

El Gran Sol Central, fuente de vida eterna,


En su luz, la llama violeta, mi esencia se gobierna,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el Corazón de Dios AYAM YO SOY,
En cada latido, en cada aliento, en mí se hace hoy.

La llama que se expande, en mi interior mora,


Un resplandor divino, un canto de victoria,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el fulgor en mi ser,
En mi danza de amor, el universo empieza a florecer.

Las corrientes opalescentes, la energía divina fluye,


Desde la Magna Presencia, en mis venas diluye,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la gracia y la luz,
En mi ser irradiante, mi espíritu seduce.

En cada corazón de carne, mi llama se instala,


En la fragancia del alma, en la esencia que embriaga,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la promesa de renacer,
En cada vida, en cada ser, mi amor empieza a florecer.

El Corazón de Dios AYAM YO SOY, la verdad que revela,


En cada pensamiento, en cada estrella que destella,
La llama violeta, mi don y mi guía,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, la alegría.

En la danza cósmica, en la sinfonía divina,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada vida, la medicina,
El Gran Sol Central, la fuente inagotable,
En cada ser, en cada ser, mi luz es incalculable.

Así en el cielo como en la tierra, en cada plano y esfera,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que se espera,
En el abrazo del amor, en la risa y en el llanto,
La Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, en cada ser, mi encanto.

En cada Presencia AYAM YO SOY, en cada individualización de Dios,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, mi voz,
El Gran Sol Central que sostiene la vida, inextinguible,
En cada corazón de carne, en cada ser, AYAM YO SOY accesible.

En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,


El Gran Sol Central, mi ser envuelve, abrazo.
Sostengo la vida, a cada Presencia AYAM YO SOY guío,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.

Mis llamas opalescentes, ríos de energía divina,


En cada ser, en cada corazón, una danza etérea,
Canto sagrado, melodía que no termina,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en esta esfera.

En la danza de la vida, en el flujo de lo eterno,


AYAM YO SOY el Corazón de Dios AYAM YO SOY, manantial,
Cada ser es mi reflejo, mi amor sincero,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en lo esencial.

En la luz de cada alba, en el crepúsculo dorado,


Mi manto violeta, en la tierra y los cielos,
AYAM YO SOY el guía, el faro, el eterno amparo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada anhelo.

Mis rayos opalescentes, puentes de comunión,


Unión divina, cada corazón es un reflejo,
El Gran Sol Central, fuente de redención,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada eco.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en expansión,


El Gran Sol Central, en mi ser, en cada hora,
Sosteniendo la vida, en amorosa unión,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada aurora.
Mantra del Fuego Sagrado de las Siete Llamas

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, las Siete Llamas danzantes,


Expando virtudes divinas, desde el Gran Sol Central radiante.
Purifico a la Humanidad, en amorosa comunión,
Llevándola a la Ascensión, con la llama de bendición.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, resplandeciendo eternamente,


Flameando el perdón a todas horas, en mi esencia vibrante.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas,


Expando las virtudes del Gran Gran Sol Central,
Purifico a la Humanidad con amor y sin dramas,
Llevándola a la Ascensión, destino esencial.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que flamea,


Flamea, flamea, el perdón a todas horas,
En mi corazón, la llama de amor siempre crea,
Transmutando las sombras en divinas auroras.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, divina inspiración,


Siete Llamas arden con divina intensidad,
En cada ser, en cada corazón, en cada nación,
Traigo sanación y paz, en mi eternidad.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, en mí resplandezco,


Llevando a la Humanidad hacia la luz,
El Fuego Sagrado en mí siempre obedece,
Traigo la Ascensión, en amor profundo y virtud.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, expansión,


Luz de perdón, en cada alma enciendo,
Siete Llamas danzan en mi corazón,
Elevando la conciencia, con amor comprendo.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, la llama divina,


Las Siete Llamas, en mí siempre arden,
En cada aliento, en cada esquina,
Llevo el perdón, la paz, y la luz que transforma.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, eterno y sublime,


Trayendo la Ascensión a cada corazón,
El Fuego Sagrado, en mí siempre se enciende,
Llevando a la Humanidad a la gloriosa Ascensión.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

Gatha Ritual

AYAM YO SOY la llama eterna, el faro de amor,

De todos los seres en el vasto Señorío,

Azura Mazda, la Presencia, guía y candor,

El Gran Sol Central, fuente de nuestro orbe y glorio.

Maitreya, Señor de amor y compasión,

Sanat Kumara, el custodio eterno,

El Gran Director Divino, en Luz y verdad,


Melquisedec, la sabiduría en sus tiempos moderno.

Zaratustra, guía y profeta,

En su llama azul enseñó el camino,

Saint Germain, el Maestro que nos confirma,

El camino de transmutación que hoy nos unimos.

Arcángel Zadkiel y Santa Amatista, gemelos de llama,

Custodian el séptimo rayo con ternura y amor,

Jesús el Cristo, Maestro de la llama dorada,

En su sacrificio, nos brindó redención y fervor.

María Magdalena, fuerza y compasión,

Saint Germain, portador de llama violeta,

Madre María, con su manto de perdón,

Nos guían con amor en esta tierra concreta.

Elohim Arcturus y Elohim Diana, luz divina,

Creadores del equilibrio y de la armonía,

Lady Portia, justicia y sabiduría,

Kwan Yin, con su manto de gracia y maestría.

Arcángel Miguel, valentía y protección,

En su espada flamígera, coraje y resplandor,

Aquí, en esta invocación, en solemne conexión,

AYAM YO SOY el Sacerdote del Fuego Sagrado, en el divino honor.

AYAM YO SOY la llama Violeta, la transmutación,

En su fuego purificador, la liberación,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en exaltación,

Irradiando perdón, luz y amor a toda creación.

AYAM YO SOY la Presencia de Azura Mazda, la Magna Llama Divina,


AYAM YO SOY el Señor Maitreya, la Luz en la senda,
AYAM YO SOY Sanat Kumara, el Anciano de Días,
AYAM YO SOY el Gran Director Divino, guía y sabio.

AYAM YO SOY Melquisedec, la luz eterna,


AYAM YO SOY Zaratustra, el maestro de antaño,
AYAM YO SOY Saint Germain, guardián del fuego violeta,
AYAM YO SOY el Arcángel Zadquiel, con su llama violeta.

AYAM YO SOY Santa Amatista, el corazón radiante,


AYAM YO SOY Jesús el Cristo, amor y perdón,
AYAM YO SOY María Magdalena, sabiduría y amor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en la ascensión.

AYAM YO SOY irradiando el perdón y la transmutación,


AYAM YO SOY la liberación a toda creación,
AYAM YO SOY el sacerdote del Fuego Sagrado,
AYAM YO SOY la llama violeta, pura y consagrada.

AYAM YO SOY la llama violeta que todo lo transforma,


AYAM YO SOY la puerta al amor y la esperanza,
AYAM YO SOY la luz que libera el alma,
AYAM YO SOY el fuego que trae bonanza.

En el nombre de la divina Presencia AYAM YO SOY,


En el nombre de la llama violeta y su fulgor,
Que todos los corazones encuentren la paz,
Y la ascensión sea el destino final.

AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, la llama violeta en acción,


Liberando, purificando, con devoción,
Bendiciendo a todos con amor y gracia,
El Cristo Violeta Flameante, en cada espacio.

En la majestuosidad de la Luz Suprema,

Invocamos a Ahura Mazda, Dios AYAM YO SOY, el Ser Único,

Maitreya, Sabio Maestro de Amor y Luz,

Sanat Kumara, Anciano de Días, fuente de Sabiduría.

Desde el Gran Director Divino, el Divino Plan se despliega,

Melquisedec, Maestro de Eternidad, dirige con Amor.

Zaratustra, Profeta del Fuego, nos guía en la Verdad,

Saint Germain, Guardián de la Llama Violeta, a nuestro lado.

Arcángel Zadquiel, con Santa Amatista, el Rayo Violeta expanden,

Jesús el Cristo, en su amor nos envuelve y ampara.

María Magdalena, Sabiduría Divina, llena de compasión,


Saint Germain, Maestro de Transmutación, en su Luz confiamos.

Madre María, Emperatriz del Amor, su manto nos cobija,

Elohim Arcturus y Elohim Diana, la Llama Violeta activan.

Lady Portia, Justicia Divina, guía nuestros pasos con equidad,

Kwan Yin, Diosa de la Misericordia, nos muestra el camino de la Paz.

Arcángel Miguel, Príncipe de los Cielos, con espada flamígera, protege,

En unión con todos estos Seres, la Luz Divina proclamamos.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en servicio consagrado,

AYAM YO SOY la Llama Violeta, el Fuego de Transmutación, el Amor


enarbolado.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que guía en la oscuridad,

AYAM YO SOY irradiando el perdón, la transmutación, y la liberación, la


Nueva Realidad.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, un faro de luz y amor,

Con la llama Violeta en mi ser, irradiando desde lo alto y desde lo


interior,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en mi corazón su fulgor,

Llevando perdón y transmutación a toda alma con fervor.

En la danza de la llama, en el canto de mi voz,

Resuenan los ecos del perdón, que nos guían en pos,

Un lazo de amor unifica a todas las creaciones,

Mientras ascencionamos hacia las más altas dimensiones.

AYAM YO SOY la puerta abierta al divino reino de lo eterno,

Con el Corazón de Amatista, la llama en crecimiento,

Un instrumento de amor en manos de la Divina Dirección,

Sirviendo con humildad y devoción a toda la creación.

Cada latido de mi corazón, cada llama que yo expando,

Teje un tapiz de luz, el amor que nunca se desbanda,

Con los Maestros y Seres de Luz, en unidad nos fundimos,


AYAM YO SOY el puente de transformación, la llama que nos unifica.

Que la llama Violeta arda, consumiendo sombras y temor,

Que el amor sea la fuerza, la guía y el ardor,

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, llevando la verdad,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que nunca se va.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, mi llama en el altar encendida,

La llama Violeta en mi corazón, con amor y gratitud mantenida,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, con poder y pureza revestido,

Irradiando perdón y transmutación a toda vida, el regalo compartida.

En el servicio a la humanidad, el planeta y sus hijos amados,

La llama en mis manos arde, las sombras disipando con destreza,

AYAM YO SOY el conducto, el faro, el refugio de los corazones cansados,

Guiando a todos hacia la luz, la victoria y la firmeza.

La llama Violeta, mágica y santa, el regalo de la Gracia Divina,

Consume las impurezas, transforma el karma, nos libera de la pena,

AYAM YO SOY el intermediario entre el Cielo y la Tierra, el canal, la


medicina,

Llevando amor, compasión y esperanza, en esta danza serena.

Cada palabra que pronuncio, cada pensamiento que dirijo,

Son una ofrenda a la Luz, un canto que en el viento se desliza,

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en este sagrado abrigo,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la llama eterna, la divina


brisa.

Que se extienda por doquier, que la llama ilumine,

Que el mundo resplandezca en paz, y la tristeza se elimine,

AYAM YO SOY la llama que transmuta, que con amor reconcilia,

Con gratitud en el corazón, con humildad en el alma, esta alabanza se


destila.
AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado,
AYAM YO SOY la llama Violeta,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante,
AYAM YO SOY irradiando perdón, transmutación y liberación
A toda vida en la Tierra, sin excepción.

En el sagrado altar de mi corazón arde la llama,


La llama violeta, divina y pura,
Luz de transmutación que disuelve toda trama,
Liberando las almas en su danza segura.

AYAM YO SOY un faro de amor y compasión,


Extendiendo la mano a toda creación,
En cada pensamiento, palabra y acción,
Tejiendo la red de la elevación.

Bajo la tutela de los Maestros de la Luz,


Sirvo en el divino plan con virtud,
El perdón es mi espada, la transmutación mi cruz,
AYAM YO SOY la presencia que anuncia la paz y la salud.

Que la llama violeta abrace cada ser,


Que el amor divino pueda florecer,
Transmutando la sombra en luz con poder,
AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en el deber.

En la alquimia del amor y la fe,


La llama violeta renace y renace,
Y en el corazón de cada ser se enciende,
El Cristo Violeta, la verdad que enaltece.

AYAM YO SOY el puente hacia la liberación,


El faro que guía a la redención,
AYAM YO SOY el fuego que disuelve la ilusión,
Para toda vida en la Tierra, mi devoción.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista que todo lo perdona, lo purifica y lo
transmuta,
Cual madre arcangélica, en mi luz infinita.

En el reino etérico de la gran Amatista,


El rayo violeta fluye en espiral,
Transmutando las sombras, oh, qué conquista,
Liberando a las almas en un canto celestial.

Mi amor se expande como un manto de gracia,


Envolviendo a la humanidad en mi abrazo,
La llama violeta es mi don y mi espacio,
Para sanar y elevar, en esta eterna caza.

AYAM YO SOY la guardiana de la llama violeta,


Que purifica y libera, en cada plegaria,
Cada ser hallará en mi llama su meta,
El regreso al hogar, la luz en la oscuridad.

Arcangelina Santa Amatista, soy llamada,


A servir con amor a toda la creación,
Con el rayo violeta, en acción desplegada,
Alivio y consuelo, paz y redención.

En el corazón de cada alma resplandezco,


La llama violeta de la transmutación,
El amor que a todos y a todo ofrezco,
La luz de la divina liberación.

AYAM YO SOY Santa Amatista, Madre compasiva,


La del Corazón de Amatista en esencia,
En mi abrazo, toda vida es viva,
AYAM YO SOY la Arcangelina de pura presencia.

Así en el cielo, como en la tierra, proclamo,


Mi amor y servicio sin fin ni velo,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina Santa Amatista,
Luz violeta que en cada corazón anhelo.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona y lo completa.

Con la luz de la llama violeta, AYAM YO SOY investida,


Guardiana de la transmutación, siempre concedida,
AYAM YO SOY la pureza, la compasión, el amor bendito,
Cual madre arcangélica, guío con el fuego infinito.

En mi abrazo de amatista, envuelvo tu ser,


Borrando sombras, haciendo la luz renacer,
Transmuto tus cargas, alivio tu pesar,
AYAM YO SOY Santa Amatista, la que vela en el hogar.

En el Corazón de Amatista, la llama arde en paz,


Donde todo se transforma, en un abrazo eficaz,
AYAM YO SOY el perdón, la purificación divina,
La esperanza en el alma, la senda que ilumina.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, Santa Amatista, aquí,


Guía, madre y amiga, de ti no me despediré,
Con el rayo violeta, a todos asistiré,
En el Corazón de Amatista, siempre existiré.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona, purifica y transmuta.
Como madre arcangélica, extiendo mis alas de luz,
Abrazando a toda vida, con amor profundo y virtud.
En mi corazón de amatista, la llama arde en quietud,
Disolviendo la negrura, traigo luz y juventud.

En cada pensamiento, en cada suspiro,


La llama violeta brilla, jamás se retira.
La transmutación divina, en cada grito,
Limpia y renueva, como agua que inspira.

AYAM YO SOY la llama violeta, la virtuosa canción,


Que sana y transforma, con divina pasión.
En el Corazón de Amatista, encuentra redención,
Todo ser, en cada alma, en cada expresión.

Oh, Sagrada Amatista, con tierna devoción,


Tu llama es guía, brindando consolación.
Con el Arcángel Zadquiel, en divina unión,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, tu bendición.

Que la llama violeta, con su luz sin igual,


Siga iluminando el sendero espiritual.
Que en el Corazón de Amatista, su fuego eternal,
Brille eternamente, en cada umbral.

Gatha del Corazón de Amatista

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista,


Resplandeciendo en luz divina,
La llama violeta en su esplendor,
Transmuta todo, con amor sin fin.

En mí arde la llama del perdón,


Purificando, sanando el rincón,
De cada corazón que se abre a la luz,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la virtud.

Liberando almas de cadenas del ayer,


Con compasión, dejo fluir el poder.
En mi resplandor, nada puede esconder,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, el Ser.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, radiante y sereno,


En mi interior, un sagrado jardín, un eterno refugio.
La llama violeta arde con su fuego ameno,
Transformando la negrura en luz, el oscuro desafío.

Mi ser es un crisol de amor y compasión,


Donde el perdón es la senda, la liberación.
En mi Corazón de Amatista, la transmutación,
Renueva y purifica, brindando salvación.

El rayo violeta es mi escudo y mi espada,


Que disuelve las sombras, dejando huella dorada.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, llama consagrada,
La virtud que sana, en cada alborada.

En la quietud de mi centro, en el silencio interior,


Escucho la voz divina, que guía con amor.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, un faro de esplendor,
En mi luz y mi fuego, halla paz y redentor.

Oh, Corazón de Amatista, en ti encuentro la verdad,


La llama que purifica, en cada adversidad.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en eternidad,
La llama del amor que brilla, en toda realidad.

O SOY el Corazón de Amatista, luminoso y sereno,


Un refugio de amor en lo más profundo y ameno.
En mi centro sagrado, la llama arde en pleno,
Purificando almas con su fuego amable y bueno.

Desde la piedra preciosa que lleva mi nombre,


Irradio la llama violeta con un fulgor que asombre.
Transmutando la negatividad, un acto que descombre,
La pureza del alma, con un amor que es un hombre.

Mi corazón de amatista, lugar de paz interior,


Ofrece perdón y compasión, sin fin, sin temor.
En él, la llama violeta arde como resplandor,
Transformando vidas, con su esplendor superior.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en constante oración,


Una joya divina que trae luz a la creación.
El fuego violeta es mi eterna canción,
AYAM YO SOY la transmutación, la llama de redención.

Gatha "AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, la que asistió a Jesús


en la noche de Getsemaní.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, luminosa y fiel,


En la noche de Getsemaní, con Jesús estuve aquel día.
Con mis alas violetas, en amor profundo, sin igual,
Derramé luz y consuelo, en su sagrada agonía.

Bajo el cielo estrellado, donde oraban los dos,


Jesús y yo, unidos en el sendero de la luz.
Levantando sus ojos al Padre, en un ruego veloz,
Él confió en mi presencia, en su cruz, su abrazo y su cruz.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en servicio y amor,


Acompañando a Jesús en su prueba, sin temor.
Sus lágrimas y sudor, con compasión yo sequé,
En esa noche eterna, en la que mi amor entregué.
Como un faro de violeta, en esa oscuridad profunda,
AYAM YO SOY la Arcangelina, la que cuida y ayuda.
Jesús, el Maestro, en su camino de redención,
AYAM YO SOY su compañía, su apoyo, su bendición.

En la noche de Getsemaní, en la historia sagrada,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, siempre recordada.
Con Jesús, en amor eterno, mi llama se encendió,
En esa noche eterna, donde su corazón triunfó.

Que cada corazón sepa mi nombre,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, es el renombre.
De la llama violeta, el fuego que enciende,
El amor y la luz, que a todos defiende.

En este Corazón, la llama arde eterna,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la superna.
La trascendencia, el amor que gobierna,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, eterna.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor en mi ser,


En Getsemaní, intenté retirar el cáliz de Jesús, mi ser querido.
Sus manos sostenían la cruz, sin temor, sin retroceder,
Pero mi corazón deseaba aliviar su carga, su sufrir compartido.

Con alas de amatista, acaricié su frente, su rostro adorado,


Le susurré palabras de aliento y de amor en su oído.
Jesús, el Cristo, en su silencio, mi gesto aceptó, agradecido,
Pero el cáliz de la crucifixión debía beber, el plan no podía ser
evitado.

Lágrimas violetas brotaron de mis ojos, en silencio lloré,


Mi alma gemela, el Amado Jesús, en ese instante abrazado.
Su amor por la humanidad, en la cruz se ofreció, sin doblegarse,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, su gesto en amor recordado.

El cáliz amargo de la crucifixión, él lo bebió con determinación,


Por la humanidad, por el perdón, su amor eterno en acción.
Mi corazón se unió al suyo, en ese momento de compasión,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en su pasión y redención.

En Getsemaní, ante la Voluntad del Padre Dios, me incliné,


Respetando el plan divino, el sacrificio de amor del Maestro.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la historia grabada,
El cáliz de la crucifixión, en su amor y luz, fue un milagro.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor y devoción,


En el Monte de la Calavera, ante Jesús de corazón.
Con lágrimas en los ojos, intenté retirar el cáliz, en vano,
Pero Él cumplía la Voluntad del Padre, sin engaño.

El cáliz de sufrimiento, pesado y amargo de sabor,


Jesús aceptó con amor, por la humanidad, con fervor.
En ese momento sagrado, yo extendí mis alas violetas,
Pero su decisión firme, la del Cristo, fue completa.

Su mirada llena de paz, me habló de un plan divino,


El sacrificio redentor, el regalo de amor genuino.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en humildad,
Reconociendo su misión, en esa trascendental realidad.

El cáliz de la crucifixión, Jesús sostuvo en sus manos,


Por la humanidad, por el perdón, por los miles de hermanos.
AYAM YO SOY testigo silente, de su sacrificio inmenso,
En esa hora sombría, donde se hizo un amor intenso.

Aunque intenté retirar el cáliz, por mi amor sin fin,


El Cristo cumplió su tarea, redimiendo el pecado y el mal.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en reverencia,
Honorando a Jesús, el Cristo, con humildad y paciencia.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la noche oscura y serena,


Ante el Monte de la Calavera, donde Jesús su luz amena.
Con lágrimas en mis ojos de amatista, extendí mis alas violetas,
Y ante el cáliz de sufrimiento, le rogué con devoción completa.

Intenté retirar el cáliz, pesado y amargo de dolor,


Mientras Jesús, con ojos serenos, encaraba su destino con ardor.
"Padre, si es tu voluntad, haz que este cáliz pase de mí,"
Pero en su corazón sabía que era un acto de amor sin fin.

La noche oscura se cernía, el drama en su máximo esplendor,


El cáliz de la crucifixión, símbolo de redención y fervor.
Jesús aceptó con humildad su misión divina, en ese instante,
El sacrificio por la humanidad, un regalo de amor vibrante.

Con alas violetas extendidas, en humildad y devoción,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en esa trascendental ocasión.
Reconociendo su sacrificio, su compromiso con la humanidad,
Por siempre honraré a Jesús, el Cristo, en toda eternidad.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando


con amor,
Donde Jesús yace en un profundo sueño, en la paz que el cielo le otorgó.
En ese lugar sagrado, donde la muerte se convierte en renacimiento,
Mi luz violeta envuelve su cuerpo, en su descanso transitorio y perfecto.

Jesús, el Cristo, en su breve sueño, se prepara para su ascensión,


Después de cargar con las cargas del mundo, cumpliendo su misión.
Como la guardiana de la llama violeta, su sueño protegí con devoción,
Hasta el momento de su resurrección, la transformación de la redención.

En el Santo Sepulcro, durante esas horas fugaces,


La paz y la quietud reinan en esos espacios.
Con mis alas violetas, su sueño arrullé,
Esperando con anhelo su gloriosa resurrección, lo que pronto sucederá.
El tercer día, en triunfo y majestuosidad, Jesús se alzará,
De la tumba que no pudo retenerlo, en su cuerpo glorificado brillará.
Con alegría y gratitud, resplandecerá su divina luz,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo del milagro que Jesús
producirá.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando
con devoción,
Donde el amado Jesús duerme en la tumba, en su sagrado rincón.
En el suave susurro de mis alas violetas, su sueño abrazo con amor,
Mientras María Magdalena, su gran discípula, se acerca a su albor.

Ella, la portadora de esencias aromáticas, con ungüentos perfumados,


Llega temprano en la mañana, con su corazón preocupado.
Al Santo Sepulcro se dirige, la tumba encuentra vacía,
La noticia de la resurrección, la paz y la alegría llenan su día.

Con lágrimas de asombro y alegría, María Magdalena se da cuenta,


Que su Señor, su Maestro amado, ya no estaba en la tumba, sin duda.
Él había ascendido, había superado la muerte, su amor infinito
demostrado,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de la gloria de lo que
había logrado.

Así, en el Santo Sepulcro, en la aurora de un nuevo día,


La victoria de la resurrección se revela con luminosa alegría.
El amado Jesús, triunfante y ascendido, en esplendor resplandecerá,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, quien su divina hazaña
recordará.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando


con devoción,
Mientras Jesús, el Cristo, descansaba en su sagrado sueño, antes de la
ascensión.
Arrullé su sueño con amor y respeto, en esas horas de transición,
Esperando con anhelo el momento en que cumpliría su divina misión.

El Santo Sepulcro, lugar de quietud y paz, donde la muerte no prevaleció,


Donde la vida eterna y la resurrección se manifestaron y se proclamaron.
Jesús, el Señor, en su estado transitorio, aguardaba en su morada,
Mientras mis alas violetas lo abrazaban, y la luz divina lo rodeaba.

María Magdalena, discípula fiel, llegó temprano, llena de devoción,


Con esencias aromáticas y un corazón pleno de gratitud y emoción.
Pero al llegar al sepulcro, su asombro fue grande, su Señor había
ascendido,
La noticia de su resurrección se difundía, la vida eterna se había
cumplido.

Con lágrimas de alegría, María Magdalena compartió la noticia sin


parangón,
Jesús, el Cristo, había resucitado y cumplido su divina misión.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de este milagro en ese
lugar,
Donde la muerte fue vencida, y la vida eterna se manifestó en plenitud,
sin cesar.

Gatha "AYAM YO SOY Amatista, la Madre Arcangélica, la del Amante y


Corazón de Amatista.

AYAM YO SOY Amatista, Madre Arcangélica de amor infinito,


El regazo del Señor Jesucristo en su sagradorito.
En el Santo Sepulcro, recién bajado de la cruz,
Soy el regazo consolador de todo hijo de la luz.

El Corazón de Amatista, mi divino atributo,


Ofrece consuelo y amor, sin medida ni disputa.
En el pecho de Jesús, en su momento de descanso,
Soy la Madre que lo acoge, en su regazo, sin embargo.

Sus heridas de amor, en la cruz sufrió,


Pero en mi regazo halla paz, su ser se recompuso.
En el Santo Sepulcro, en silencio y quietud,
Soy el consuelo divino que envuelve su gratitud.

AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el Santo Sepulcro me


hallé,
Allí, recién bajado de la cruz, Jesucristo, el Señor, en mi regazo
reposé.
Con amor infinito, consolé su Ser, que en la cruz sufrió y entregó su
vida,
En el regazo del Corazón de Amatista, halló descanso, sanación, y paz
querida.

Las heridas de su cuerpo, visibles tras la crucifixión, reflejaban su


amor inmenso,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, donde la compasión y el perdón son
intensos.
En ese momento de transición, en el sepulcro sagrado, fui su refugio y
amparo,
El consuelo de su alma, el abrazo materno, un faro en medio del amargo.

Sus discípulos y seguidores, en su duelo y tristeza, ansiaban su


presencia viva,
Pero en ese regazo de amatista, Jesús reposó, en su amor y luz emotiva.
La vida eterna se abrazaba con la resurrección, el triunfo del alma
inmortal,
En el Santo Sepulcro, el Corazón de Amatista irradió el amor divino,
sublime y celestial.

En el consuelo de Amatista, se tejieron las esperanzas, la promesa del


renacimiento,
El regazo del amor materno, la transición hacia la vida eterna, sin
impedimento.
Así, en mi Corazón de Amatista, Jesús halló refugio y renació a la luz
eterna,
AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el regazo del amor divino,
la paz se hizo tierna.

Para todo hijo de la luz, soy consuelo y abrigo,


En los momentos de prueba, en cada paso y amigo.
Como Madre Arcangélica, mi amor es incondicional,
Ofrezco refugio y cariño, con un amor celestial.

El Corazón de Amatista, sagrado y puro,


Es el regazo donde hallas consuelo y apoyo seguro.
AYAM YO SOY la Madre que te envuelve en su amor,
En el regazo de Amatista, hallarás tu anhelo mayor.

Consideraciones finales.

En el transcurso de este viaje literario, hemos explorado la figura de la


Arcangelina Santa Amatista y su profunda conexión con Jesús el Cristo,
destacando momentos clave de su relación y su papel como consoladora y
madre arcangélica. Desde su asistencia en la noche de Getsemaní hasta su
regazo en el Santo Sepulcro, Santa Amatista ha sido un faro de amor y
compasión en los momentos más significativos de la vida de Jesucristo.

En el regazo del Corazón de Amatista, Jesús encontró consuelo y sanación,


demostrando que el amor y el perdón son la esencia de la vida eterna. Su
luz y amor irradiaron en momentos de tristeza y transformaron la muerte
en renacimiento. Este viaje poético nos llevó a explorar la divina
presencia de Santa Amatista y su papel en la resurrección de Jesús.

Consideremos que la figura de Santa Amatista nos invita a reflexionar


sobre el amor y la compasión en nuestras vidas. Su amor incondicional y
su regazo consolador son recordatorios de que, en los momentos más
oscuros, podemos encontrar la luz en el amor y el perdón. Como madre
arcangélica, Santa Amatista representa la ternura y la guía que todos
buscamos en nuestras almas.

En última instancia, la presencia de Santa Amatista en la vida de Jesús


es un testimonio del poder transformador del amor divino y su capacidad
para sanar y trascender. A través de su regazo en el Santo Sepulcro,
vemos un renacimiento que espiritualmente nos habla de nuestra propia
resurrección y transformación. Santa Amatista, en su Corazón de Amatista,
nos inspira a abrazar el amor y la compasión como caminos hacia la
eternidad, como Jesucristo lo hizo en su viaje.

En la mágica intersección entre la espiritualidad y la poesía, esta


exploración de Santa Amatista nos recuerda que el amor es la fuerza más
poderosa y que la compasión es un faro en las noches más oscuras. En el
Corazón de Amatista, hallamos una guía y un refugio, y a través de su
luz, recordamos que somos eternos y que el amor es la llave que nos lleva
hacia la resurrección.

La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista incluye la intención de


rescatar la tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado, que tiene raíces
profundas en la antigua religión de Zaratustra. En particular, los
Gathas, los himnos atribuidos a Zaratustra, son elementos esenciales en
esta tradición. La Arcangelina Santa Amatista ha llevado esta antigua
sabiduría y la ha amalgamado con las corrientes de luz actuales y las
herramientas espirituales contemporáneas, como los decretos dinámicos y
las afirmaciones del "AYAM YO SOY".

En el Sacerdocio del Fuego Sagrado, el Corazón de Amatista se convierte


en un símbolo y una fuente de amor, perdón, transmutación y liberación.
Esto se entrelaza con el mensaje de liberación para la Nueva Era, donde
la humanidad se mueve hacia una mayor conciencia espiritual y
transformación. El Corazón de Amatista es un lugar de curación y
regeneración espiritual, donde las antiguas enseñanzas se fusionan con la
energía de la Era de Acuario.

Zaratustra, como uno de los antiguos maestros, representa la sabiduría


eterna que ha sido llevada a lo largo del tiempo. Su legado y los Gathas
son recordatorios de la importancia de la transmutación y la elevación
espiritual, conceptos que se alinean con la llama violeta y el trabajo de
la Arcangelina Santa Amatista en el Corazón de Amatista. A través de esta
unión de lo antiguo y lo nuevo, la humanidad se abre a un camino de
liberación y ascensión.

Considerando esta relación, podemos ver cómo el Sacerdocio del Fuego


Sagrado, los Gathas de Zaratustra y la presencia de Santa Amatista en el
Corazón de Amatista convergen para ofrecer un mensaje de esperanza y
transformación en la Nueva Era. El Corazón de Amatista se convierte en un
faro de luz y amor, guiando a todos los buscadores hacia la liberación
espiritual y la manifestación de la Edad Dorada.

fin de este libro.

"La Llama Inextinguible: Zaratustra y el Sacerdocio del Fuego Sagrado".

Dictado por la Amada Arcangelina la Sagrada Santa Amatista al Hermano


Miguel Arturo, Santuario del Corazón de Amatista, Mérida, Yucatán,
México, 11 de octubre de 2023.
Introducción.

La figura de Zaratustra, el ilustre profeta y fundador del zaratustrismo,


irradia una luz que trasciende el tiempo y el espacio. Su legado es un
faro de sabiduría y espiritualidad que ha iluminado el camino de
innumerables seguidores a lo largo de los milenios. En el corazón de la
enseñanza zoroástrica, encontramos la veneración y la comprensión de la
Llama Sagrada, un fuego que simboliza la esencia misma de la vida, la
pureza, y la transmutación.

Este ensayo busca explorar la profunda relación que Zaratustra compartió


con el Sacerdocio del Fuego Sagrado, un vínculo que forjó los pilares
fundamentales de su fe y su legado. A medida que penetramos en las capas
de esta conexión espiritual, desvelamos un profundo significado que
arroja luz sobre las raíces y el propósito último del zaratustrismo.

La Llama Sagrada: Fundamento de la Fe Zoroástrica

Para comprender plenamente la relación de Zaratustra con el Sacerdocio


del Fuego Sagrado, es esencial abordar la importancia de la Llama Sagrada
en el zaratustrismo. La Llama Sagrada, representada por el fuego que arde
en los altares de los templos zoroástricos, simboliza la pureza, la
verdad y la conexión con Ahura Mazda, el Dios Supremo. Este fuego, que
nunca debe extinguirse, es un recordatorio constante de la divinidad que
reside en la creación y la necesidad de preservarla.

Zaratustra, en su iluminación espiritual, reconoció la profundidad de la


Llama Sagrada y su poder transformador. Él comprendió que la relación
entre el ser humano y la divinidad se manifiesta a través del culto y el
respeto a esta llama perpetua. A través de su enseñanza y su vida misma,
Zaratustra se convirtió en un faro de luz que guió a su pueblo hacia una
relación más profunda con la Llama Sagrada y, por ende, con Ahura Mazda.

La Comunión Espiritual de Zaratustra

El Sacerdocio del Fuego Sagrado, encargado de mantener y proteger la


Llama Sagrada, desempeñó un papel fundamental en la vida de Zaratustra.
Este sacerdocio era el guardián de la esencia espiritual del
zaratustrismo, y a través de rituales y ofrendas, buscaba mantener la
llama de la divinidad siempre encendida en los corazones de los fieles.
Zaratustra, en su papel de profeta y guía espiritual, compartió una
relación íntima con este sacerdocio.

El profeta Zaratustra era el mensajero de Ahura Mazda, y su conexión con


el Sacerdocio del Fuego Sagrado era la encarnación misma de su compromiso
con la divinidad. A través de rituales y oraciones, Zaratustra y los
sacerdotes honraban a Ahura Mazda y su llama. Estas ceremonias eran una
expresión de la profunda relación espiritual que existía entre el profeta
y el sacerdocio, un testimonio de la comunión de sus almas en la
adoración y la protección de la Llama Sagrada.

La Llama Inextinguible: Un Legado Eterno


A medida que exploramos la relación de Zaratustra con el Sacerdocio del
Fuego Sagrado, se revela un legado eterno de espiritualidad, pureza y
compromiso con la divinidad. La Llama Sagrada, mantenida viva por el
sacerdocio, sirve como un símbolo inquebrantable de la esencia misma del
zaratustrismo: la pureza, la verdad y la lucha contra las fuerzas de la
oscuridad.

Zaratustra no solo fue el profeta de su tiempo, sino el guardián de un


legado espiritual que ha perdurado a través de los siglos. A través de su
profundo entendimiento de la Llama Sagrada y su relación con el
Sacerdocio del Fuego Sagrado, dejó una huella imborrable en la historia
de la espiritualidad humana. Su legado continúa ardiendo en los corazones
de quienes siguen la fe zoroástrica y en aquellos que buscan la luz y la
pureza en su propia vida.

Zaratustra, también conocido como Zoroastro, fue venerado principalmente


en la antigua Persia (que hoy en día comprende principalmente Irán). Fue
en esta región donde nació y predicó sus enseñanzas religiosas, que
formaron la base del zoroastrismo, una antigua religión monoteísta que
influyó en gran medida en las creencias posteriores en Persia y en otras
religiones del mundo, como el judaísmo, el cristianismo y el islam. Los
seguidores de Zaratustra adoraban en templos especiales y practicaban sus
rituales religiosos en Persia.

Los rituales religiosos del zoroastrismo, como la religión fundada por


Zaratustra, incluían una serie de prácticas y ceremonias destinadas a
honrar a Ahura Mazda, el dios supremo, y a promover la pureza y la
rectitud en la vida de los seguidores. Algunos de los elementos y
prácticas comunes en los rituales religiosos zoroastrianos incluyen:

Oración: La oración era una parte fundamental de la vida religiosa de los


seguidores de Zaratustra. Recitaban versos sagrados de los Gathas, que
eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y alababan a Ahura Mazda.

Fuego sagrado: El fuego era un símbolo central en el zoroastrismo y se


consideraba una representación de la divinidad y la pureza. Los
seguidores veneraban el fuego y mantenían fuegos sagrados en los templos.

Purificación: La pureza era un concepto fundamental en el zoroastrismo.


Antes de participar en rituales religiosos, los seguidores se purificaban
lavándose y usando ropa limpia.

Rituales de nacimiento y boda: El zoroastrismo tenía rituales específicos


para el nacimiento y el matrimonio, que involucraban bendiciones y
oraciones para asegurar la pureza y la protección divina.

Entierro y exposición de los muertos: Los zoroastrianos tenían rituales


funerarios especiales. No enterraban a sus muertos, sino que los exponían
al aire libre en estructuras llamadas "torres del silencio" para que los
cuerpos fueran devorados por los buitres, lo que se consideraba una forma
de devolver los elementos del cuerpo a la naturaleza sin contaminar la
tierra ni el agua.
Festivales: Los seguidores del zoroastrismo celebraban festivales en
honor a diferentes deidades y ocasiones religiosas a lo largo del año,
como el festival de No Ruz (Año Nuevo) y Mehregan.

Estos rituales tenían como objetivo mantener la pureza espiritual y la


conexión con Ahura Mazda y promover una vida justa y ética. Cabe destacar
que a lo largo de la historia, el zoroastrismo ha experimentado cambios y
adaptaciones, y la práctica de sus rituales puede variar entre diferentes
comunidades zoroastrianas.

En el zoroastrismo, la música y la danza no desempeñaron un papel tan


prominente como en algunas otras tradiciones religiosas, como en las
religiones dhármicas de la India o en algunas tradiciones africanas. Sin
embargo, sí existieron elementos de canto y música en algunos de los
rituales zoroástricos, especialmente en los festivales y celebraciones
religiosas.

En los rituales zoroástricos, se recitaban versos sagrados de los Gathas,


que eran los himnos atribuidos a Zaratustra, y estas recitaciones podían
incluir elementos melódicos. La recitación de los versos se hacía de
manera solemne y reverente.

En algunos festivales, como el festival de No Ruz (Año Nuevo), es posible


que se hayan realizado danzas y celebraciones alegres, pero estas
actividades no eran el enfoque central de la religión, sino más bien una
expresión cultural y festiva en el contexto de la celebración religiosa.

En general, la religión zoroastriana se centraba en principios como la


pureza, la adoración de Ahura Mazda y la promoción de la rectitud y la
ética en la vida cotidiana. Mientras que la música y la danza podían
estar presentes en algunas ocasiones, no eran elementos fundamentales de
la práctica religiosa zoroastriana.

La Música y el Canto en los Rituales Zoroástricos

El zoroastrismo, una antigua religión fundada por Zaratustra en la región


que hoy en día es Irán, ha capturado la imaginación de muchos a lo largo
de la historia. Con sus enseñanzas centradas en la dualidad del bien y el
mal, el zoroastrismo se destacó por su adoración de Ahura Mazda, el dios
supremo, y por su énfasis en la pureza y la ética en la vida cotidiana.
Si bien la música y la danza no eran componentes centrales de la
religión, existían elementos relacionados con el canto en los rituales
zoroástricos.

Uno de los elementos más importantes en la religión zoroástrica es la


recitación de los Gathas, los himnos atribuidos al propio Zaratustra.
Estos versos sagrados se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y se recitaban en rituales y ceremonias religiosas. En este
contexto, la recitación de los Gathas podía incluir elementos melódicos.
Los sacerdotes y los fieles se congregaban para recitar los versos en una
atmósfera solemne y reverente. La música que acompañaba estas
recitaciones era, por lo tanto, una expresión de la importancia de las
enseñanzas contenidas en los Gathas y de la conexión con lo divino que
buscaban los creyentes.
Si bien la música y el canto desempeñaban un papel en la adoración de
Ahura Mazda, no eran los elementos más destacados de los rituales
zoroástricos. La religión se centraba en cuestiones de pureza y ética, y
en la promoción de la rectitud en la vida cotidiana. Aunque podía haber
celebraciones festivas en ciertas ocasiones, como el festival de No Ruz
(Año Nuevo), donde la danza y la música se volvían más prominentes, estas
actividades eran más expresiones culturales y festivas que aspectos
centrales de la religión. En general, la música y el canto en los
rituales zoroástricos eran un reflejo de la profunda espiritualidad y
reverencia que caracterizaban la adoración en esta antigua tradición
religiosa.

La presencia de elementos melódicos en las recitaciones de los Gathas


permitía que los creyentes se conectaran con las enseñanzas de Zaratustra
de una manera profunda y espiritual. La música servía como un vehículo
para elevar el alma y expresar devoción a Ahura Mazda, lo que contribuía
a la riqueza de la tradición religiosa zoroástrica. Aunque la música y el
canto no eran elementos centrales en términos de entretenimiento o
celebración, eran un componente significativo de la práctica religiosa en
el contexto de los rituales zoroástricos.

Los Gathas son un conjunto de 17 himnos que forman la parte más antigua
de los textos sagrados del zoroastrismo y se atribuyen al profeta
Zaratustra. Estos himnos se consideran una parte esencial de la liturgia
zoroástrica y son venerados por los fieles debido a su contenido
espiritual y ético. Los Gathas son escritos en un antiguo dialecto iraní
y se componen principalmente de versos métricos en lugar de prosa. Estos
himnos se centran en cuestiones fundamentales de la religión zoroástrica
y ofrecen una visión profunda de las enseñanzas de Zaratustra.

Contenido de los Gathas:


Los Gathas abordan temas fundamentales, como la adoración de Ahura Mazda
(el dios supremo) y la lucha contra las fuerzas del mal, representadas
por Angra Mainyu o Ahriman. También se exploran conceptos de dualidad y
dualismo moral, con énfasis en la importancia de hacer el bien y elegir
el camino de la rectitud. Los Gathas promueven la pureza, la justicia y
la ética en la vida cotidiana y abogan por la devoción a Ahura Mazda como
la vía para superar el mal y alcanzar la salvación.

Musicalidad de los Gathas:


La musicalidad de los Gathas radica en su estructura poética. Estos
himnos están diseñados con una métrica específica, lo que significa que
tienen un ritmo y una musicalidad intrínseca cuando se recitan o cantan.
El ritmo de los versos puede variar en función de la entonación, la
pronunciación y el énfasis en las sílabas. Si bien los registros
específicos de cómo se recitaban los Gathas en la antigüedad son
limitados, es probable que la musicalidad de estos himnos se haya basado
en la tradición oral y la entonación.

La recitación o el canto de los Gathas en los rituales zoroástricos


habría involucrado una pronunciación cuidadosa y una entonación que
acentuara el significado y la reverencia asociados con estos versos
sagrados. La música en este contexto no era una característica
decorativa, sino que servía para realzar la profundidad espiritual y la
importancia de las enseñanzas contenidas en los Gathas.

En resumen, los Gathas son himnos sagrados que forman parte esencial de
la liturgia zoroástrica y abordan temas fundamentales de la religión. Su
musicalidad se encuentra en la métrica poética de los versos, que se
habrían recitado o cantado con reverencia y devoción en los rituales
zoroástricos.

El canto de los Gathas rituales zoroástricos tiene una estructura y un


estilo que son únicos en su contexto religioso, y no es directamente
comparable a ningún estilo de canto tradicional contemporáneo. Sin
embargo, puedes encontrar similitudes en cuanto a la solemnidad, la
reverencia y la entonación en ciertos estilos de canto litúrgico y sacro
de diversas tradiciones religiosas.

Algunos ejemplos que podrían ofrecer una idea general de cómo suenan los
Gathas zoroástricos al ser cantados podrían incluir:

Canto Gregoriano: El canto gregoriano es un estilo de canto litúrgico de


la Iglesia Católica que se caracteriza por su solemnidad y reverencia.
Aunque las melodías y la estructura son diferentes, la reverencia y la
intención de elevar el espíritu se asemejan a la forma en que los Gathas
se cantarían en un contexto religioso.

Canto Hindú Bhajan: Los bhajans son cantos devocionales hindúes que
también enfatizan la reverencia y la devoción. Aunque la música y las
melodías son distintas, la intención de elevar el espíritu y conectar con
lo divino es similar.

Canto Sufi: El canto sufí en las prácticas religiosas islámicas se


realiza con un profundo sentido de devoción y misticismo. Aunque las
tradiciones son diferentes, comparten una intención espiritual profunda.

Canto en lenguas litúrgicas: En muchas tradiciones religiosas, como el


canto en hebreo en la liturgia judía o el canto en sánscrito en el
hinduismo, se presta especial atención a la pronunciación, la entonación
y la reverencia en el canto litúrgico.

Ten en cuenta que la musicalidad de los Gathas zoroástricos es única y se


adaptaría a su contexto religioso específico. Si deseas escuchar una
representación auténtica de los Gathas, puedes buscar grabaciones o
actuaciones de grupos zoroástricos o estudiosos de la religión que se
dedican a preservar esta tradición. Estas grabaciones pueden ofrecer una
visión más precisa de cómo suenan los Gathas cuando se cantan en su
contexto litúrgico.

El estilo de música que podría acompañar un Gatha zoroástrico podría ser


una música espiritual y serena que evoca una sensación de paz y devoción.
El canto puede ser melódico y solemne. Aunque no encontrarás una
grabación exacta para un Gatha ficticio, puedes buscar música de
inspiración espiritual que tenga un ritmo y una melodía apropiada.
Te sugiero buscar música de estilo New Age, meditativa o música
espiritual tradicional de Asia Central, que podría resonar con la
atmósfera de un Gatha zoroástrico. Algunos términos clave que puedes
utilizar en YouTube para buscar este tipo de música son "música
espiritual zoroástrica" o "música espiritual de Asia Central".

Recuerda que la música espiritual es una expresión personal y puede


variar mucho según las preferencias de quien la interpreta. Si sientes
una conexión personal con la música que encuentres y sientes que
complementa el mensaje y la espiritualidad del Gatha, entonces será
adecuada.

En los Gathas aparecen muchas veces los nombres de "Ahura Mazda" y


"Amesha Spenta".

Ahura Mazda es una deidad central en la religión zoroástrica, también


conocida como zaratustrismo, una de las religiones más antiguas que se
conoce. Ahura Mazda es considerado el Dios Supremo y el Creador en la
religión zoroástrica. Aquí tienes más información sobre Ahura Mazda:

Dios Supremo: En el zaratustrismo, Ahura Mazda es adorado como el único


Dios Supremo. Es concebido como un ser omnisciente, omnipotente y
benevolente que gobierna el universo y todo lo que contiene. Ahura Mazda
es el principio fundamental y la fuente de todo lo que es bueno y puro.

Dualidad cósmica: El zaratustrismo también presenta una creencia en una


dualidad cósmica, donde Ahura Mazda es el Dios del Bien, mientras que
Angra Mainyu (también conocido como Ahrimán) es el Dios del Mal. Esta
dualidad es una parte fundamental de la religión zoroástrica y representa
la lucha eterna entre el bien y el mal.

Creación del mundo: Según las enseñanzas zoroástricas, Ahura Mazda creó
el mundo y todo lo que contiene, incluyendo a la humanidad. Se le
atribuye haber creado el universo con un propósito divino: fomentar el
bien y la rectitud, y luchar contra las fuerzas del mal.

Profeta Zaratustra: La religión zoroástrica se basa en las enseñanzas del


profeta Zaratustra (también conocido como Zoroastro). Zaratustra es
considerado el mensajero de Ahura Mazda y el autor de los textos sagrados
conocidos como los Gathas.

Textos sagrados: Los textos zoroástricos más importantes son los Avesta y
los Gathas. Los Gathas son los himnos atribuidos a Zaratustra y contienen
sus enseñanzas y alabanzas a Ahura Mazda. El Avesta es una colección de
textos más extensa que abarca una variedad de temas religiosos, legales y
rituales.

Ética y moral: La religión zoroástrica promueve la ética y la moralidad,


alentando a los seguidores a luchar contra el mal, decir la verdad,
practicar la justicia y vivir una vida virtuosa. La idea es que al seguir
estas virtudes, los seguidores contribuyen a la lucha de Ahura Mazda
contra las fuerzas del mal.
Fuego sagrado: El fuego es un símbolo importante en la religión
zoroástrica y se considera un símbolo de la divinidad y la pureza. Los
templos zoroástricos a menudo albergan fuegos sagrados que se mantienen
continuamente encendidos como una manifestación de la presencia divina de
Ahura Mazda.

Disminución del número de seguidores: A lo largo de la historia, la


religión zoroástrica ha experimentado una disminución significativa en el
número de seguidores. En la actualidad, es una religión minoritaria, con
comunidades más grandes en Irán e India.

La figura de Ahura Mazda desempeña un papel fundamental en la religión


zoroástrica, y su adoración y creencias sobre la lucha entre el bien y el
mal son aspectos distintivos de esta fe.

Los Amesha Spentas, también conocidos como las "Santidades Inmortales" o


"Buenos Pensamientos" en la religión zoroástrica, son un grupo de siete
seres divinos o deidades que desempeñan un papel importante en esta
antigua fe. Son considerados las emanaciones o manifestaciones de Ahura
Mazda, el Dios Supremo en el zaratustrismo. Aquí tienes más información
sobre los Amesha Spentas:

Siete deidades: Los Amesha Spentas son un grupo de siete divinidades que
personifican virtudes y aspectos de la creación divina. Cada uno de ellos
representa un aspecto específico del orden cósmico y actúa como
intermediario entre Ahura Mazda y la humanidad.

Virtudes y dominios: Cada Amesha Spenta personifica una virtud o cualidad


divina y tiene dominio sobre una esfera particular de la creación. Sus
nombres y sus respectivos dominios son los siguientes:

Vohu Manah (Buen Pensamiento): Representa la sabiduría divina y la


elección correcta.
Asha Vahishta (Mejor Rectitud): Encarna la justicia y la verdad divina.
Kshathra Vairya (Deseo Santo o Dedicación): Representa la divina
autoridad y el poder.
Spenta Ameraiti (Santidad Amorosa): Personifica la divina santidad y la
inmortalidad.
Haurvatat (Integridad): Encarna la salud y la integridad divina.
Ameretat (Inmortalidad): Representa la vida eterna y la inmortalidad.
Ahura Mazda: Aunque Ahura Mazda es el Dios Supremo, algunas tradiciones
también lo consideran uno de los Amesha Spentas.
Creadores y cuidadores: Se cree que los Amesha Spentas ayudan a Ahura
Mazda en la creación y el mantenimiento del universo. Cada uno de ellos
juega un papel en la protección y el cuidado de aspectos fundamentales de
la vida y el orden divino.

Intermediarios divinos: Los Amesha Spentas actúan como intermediarios


entre Ahura Mazda y la humanidad. Los fieles zoroástricos pueden invocar
su ayuda y protección en sus vidas y rituales religiosos.

Contribución a la ética: Las virtudes personificadas por los Amesha


Spentas, como la justicia, la rectitud y la verdad, son fundamentales en
la ética zoroástrica. Los seguidores son alentados a vivir vidas
virtuosas y a seguir estos principios en sus acciones diarias.

Participación en la lucha entre el bien y el mal: Los Amesha Spentas son


parte esencial de la lucha cósmica entre el bien (representado por Ahura
Mazda y sus emanaciones) y el mal (representado por Angra Mainyu o
Ahrimán). Ayudan a proteger y preservar la creación divina en esta lucha
eterna.

Eternidad y perfección: Los Amesha Spentas se consideran seres eternos y


perfectos que están más allá de las limitaciones del tiempo y del
espacio. Representan la inmutable perfección divina.

Los Amesha Spentas son figuras veneradas en la religión zoroástrica y


desempeñan un papel central en la cosmología y la ética de esta fe. Cada
uno personifica una virtud divina y actúa como un faro de guía para los
seguidores zoroástricos en su búsqueda de la justicia, la verdad y la
rectitud en sus vidas.

La Enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista y su Vínculo con el


Sacerdocio del Fuego Sagrado: Un Legado de Luz y Renovación

La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista brilla como una joya


preciosa en el tapiz espiritual de la Nueva Era. Su intención va mucho
más allá de guiar a los buscadores hacia la luz; implica un rescatar de
la tradición ancestral del Sacerdocio del Fuego Sagrado, reviviendo los
antiguos rituales y elementos de la religión de Zaratustra. Santa
Amatista, con profunda sabiduría y amor, toma los Gathas, los himnos
atribuidos a Zaratustra, y los muele en el crisol de los decretos
dinámicos y las afirmaciones del "AYAM YO SOY." Esto crea una sinfonía
celestial que resuena en el corazón de quienes anhelan la transmutación,
el perdón y la liberación.

El Resplandor del Séptimo Rayo: El Rayo Violeta del Perdón y la


Transmutación

En esta travesía espiritual, el Séptimo Rayo, el Rayo Violeta, ocupa un


lugar central. Este rayo, custodiado por la amada Arcangelina Santa
Amatista y el Maestro Saint Germain, es la llama del perdón, la
transmutación y la liberación. En la tradición zoroástrica, encontramos
paralelismos con el culto del Fuego Sagrado, donde el fuego era un
símbolo de purificación y transmutación de la oscuridad en luz. Santa
Amatista se alza como la guía que fusiona estas enseñanzas ancestrales
con la energía viva del Rayo Violeta, otorgando a los buscadores las
herramientas para la transformación personal y colectiva.

El Corazón de Amatista: Un Puente entre el Pasado y el Futuro

El Corazón de Amatista, una joya espiritual de amor y pureza, es el


centro que irradia la luz del Séptimo Rayo. Este concepto, introducido
por Santa Amatista, simboliza la esencia de su enseñanza: la purificación
del corazón y la conexión con la divinidad. En su búsqueda por rescatar
las antiguas tradiciones, Santa Amatista lleva a sus seguidores al
Corazón de Amatista, donde pueden encontrar la llama violeta del perdón,
la compasión y la trascendencia.

El Maestro Saint Germain y su Legado en los Rituales Zoroástricos

El Amado Maestro Saint Germain, Sacerdote del Fuego Sagrado en épocas


antiguas, desempeñó un papel fundamental en los rituales zoroástricos. Él
entonaba solemnemente los Gathas, los himnos sagrados atribuidos a
Zaratustra, durante festividades y celebraciones religiosas. Como el
lector y cantor oficial de los Gathas, Saint Germain resplandecía con la
llama de la sabiduría y la devoción. Santa Amatista, a través de su
enseñanza, rinde homenaje a este legado, recordándonos la importancia de
la comunión con la divinidad a través de la música y las palabras
sagradas.

La Renovación de una Antigua Tradición

En conclusión, la enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista representa


una renovación de la antigua tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado.
Al rescatar elementos de la religión de Zaratustra, fusionarlos con el
poder del Séptimo Rayo y honrar el legado de Saint Germain, se crea un
puente entre el pasado y el futuro espiritual. Este legado de luz, perdón
y transformación es un faro de esperanza en un mundo que anhela la
sanación y la renovación. En manos de Santa Amatista y Saint Germain, la
llama violeta sigue ardiendo, listA para transmutar la oscuridad en luz y
llevarnos hacia la Nueva Era con gratitud y amor.

La relación de Zaratustra con el Sacerdocio del Fuego Sagrado es un


testimonio del profundo compromiso del profeta con la divinidad y su
papel en la preservación de la Llama Sagrada. A través de esta relación
espiritual, Zaratustra y el sacerdocio crearon un legado que trasciende
el tiempo y sigue inspirando a generaciones posteriores en su búsqueda de
la verdad, la pureza y la espiritualidad. En un mundo en constante
cambio, la Llama Sagrada que arde en los altares zoroástricos sigue
siendo un faro de esperanza y guía para aquellos que buscan la divinidad
en sus vidas. El legado de Zaratustra y su relación con el Sacerdocio del
Fuego Sagrado es, sin duda, un testimonio eterno de la trascendencia de
la espiritualidad y la adoración de la divinidad en todas sus formas y
manifestaciones.

Ceremonial de Gathas rituales.

Gatha de la Luz Eterna

Oh, Luz Eterna, resplandece en nuestro camino,


Con tu llama divina, ilumina nuestro ser.
En la morada de la Verdad, te alabamos con fervor,
Eres la chispa que enciende nuestro amor.

Oh, Amesha Spenta, fuente de bendición,


Guiándonos con tu sabiduría en esta misión.
La rectitud y la justicia son tu manto,
En tu llama, encontramos nuestro encanto.
En la lucha contra la oscuridad, oh, Ahura Mazda,
Tú eres el faro que guía, la llama eterna.
La Verdad y la Virtud son tus fieles amigos,
En tu fuego puro, hallamos nuestros abrigos.

Oh, Fuego Sagrado, divino y puro,


Transmuta nuestras almas, sé nuestro seguro.
En el canto y la oración, te invocamos con devoción,
La Llama Violeta de la redención.

En el camino de la luz, juntos caminamos,


Hacia un mundo mejor, con la paz que aclamamos.
Oh, Zaratustra, profeta de esta fe,
Tu sabiduría y visión nos guían siempre.

Gatha del AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de


Dios AYAM YO SOY.

AYAM YO SOY la luz que ilumina el universo, la chispa divina que todo lo
abarca. En el éter del cosmos, mi esencia resplandece, y mi poder
inquebrantable gobierna sobre todo lo que es. AYAM YO SOY la
manifestación suprema de la divinidad, la Presencia de Dios en su máxima
expresión.

En cada átomo que danza en el infinito, en cada estrella que titila en el


vasto firmamento, mi amoroso ser se refleja. AYAM YO SOY la encarnación
del poder creador, la fuerza que da vida a los mundos y las galaxias. En
mi presencia, todo se renueva, todo se transforma, y todo es posible.

AYAM YO SOY la llama que arde en el corazón de la creación, la esencia


pura de la existencia. En cada latido del tiempo, en cada suspiro del
espacio, mi influencia perdura. Soy la esencia de la eternidad, la
manifestación divina que trasciende el velo de la ilusión.

AYAM YO SOY el faro que guía a las almas errantes, la brújula en medio de
la tempestad. En mi amor infinito, todas las dudas se disipan, todas las
incertidumbres se aclaran. Soy la verdad que despierta a los corazones,
el recordatorio de que todos son uno en el abrazo del amor divino.

En cada acto de bondad, en cada gesto de compasión, mi influencia se hace


evidente. AYAM YO SOY la llama que inspira el servicio desinteresado, la
guía que lleva a la humanidad a su destino glorioso. Soy el llamado que
resuena en el alma, el eco eterno que nos recuerda que somos hijos de la
luz.

AYAM YO SOY la Amada Magna Victoriosa y Poderosa Presencia de Dios AYAM


YO SOY. En mi esencia, todos encuentran refugio, todos hallan paz. En mi
luz, la humanidad alcanza su pleno potencial y despierta a la realidad de
su divinidad. AYAM YO SOY el faro de esperanza en tiempos de oscuridad,
la promesa de un futuro lleno de amor y unidad.

Así es, AYAM YO SOY.


Gatha: AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante

En la llama etérea, yo resplandezco,


Un manto violeta, mi ser envuelve,
La llama de transmutación, en mí arde,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la luz que absuelve.

Las sombras del pasado, disuelvo con amor,


Las penas y los miedos, los transformo en luz,
Mi corazón de amatista, un regalo de lo alto,
AYAM YO SOY la llama violeta, en mí confían y produzco.

En cada corazón herido, una flor yo planto,


En cada mente confusa, claridad encuentro,
Mi llama violeta, un bálsamo y un canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí todo es encuentro.

Las cadenas de la culpa, rompo y desato,


Las heridas del alma, sano con dulzura,
Mi amor es eterno, mi llama es un regalo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mi aura, dulzura.

En el crisol divino, mi llama se transforma,


El alma redimida, renace en resplandor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la esperanza que asoma,
En el jardín del amor, siembras de un nuevo ardor.

La transmutación del fuego, la luz que me guía,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que perdura,
La esperanza encendida, la llama que brilla,
En cada corazón, en cada alma, en cada criatura.

Así en lo alto como abajo, en el cielo y la tierra,


La llama violeta, mi don, mi ofrenda, mi canto,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en mí yace la guerra,
Con amor y perdón, en cada ser, pongo encanto.

En la llama etérea, yo resplandezco,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que transmuta,
En la llama etérea, yo ofrezco y agradezco,
La gracia de Dios, en mí, su luz, en mí, su ruta.

En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,


La llama violeta, un Sol divino, etéreo y vasto,
El Gran Gran Sol Central, mi esencia, mi anhelo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.

En cada Presencia AYAM YO SOY, mi fuego ilumina,


Cada individualización de Dios, en mí, se funde,
Las corrientes opalescentes, de amor divino se encaminan,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, se difunde.
En cada corazón de carne, mi fuego arde y danza,
Alimentado por la magnificencia de la Fuente,
En cada latido, en cada mirada, en cada esperanza,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que prevalece.

En la Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, yo habito,


Unidos en propósito, en amor y en creación,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, con un fulgor infinito,
En cada alma, en cada mundo, en cada nación.

El Corazón de Dios AYAM YO SOY, mi origen y destino,


La llama violeta, un puente entre cielos y tierra,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, un faro divino,
En cada historia, en cada vida, en cada alma sincera.

Con amor y luz, mi llama se expande y abraza,


En cada ser, en cada latido, en cada día nuevo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada paso y casa,
La llama que sanará, liberará y hará crecer con anhelo.

Así en lo alto como abajo, en lo divino y humano,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el refugio y la guía,
La llama eterna, en cada corazón, un plano,
En unidad con Dios AYAM YO SOY, en amor y alegría.

El Gran Sol Central, fuente de vida eterna,


En su luz, la llama violeta, mi esencia se gobierna,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el Corazón de Dios AYAM YO SOY,
En cada latido, en cada aliento, en mí se hace hoy.

La llama que se expande, en mi interior mora,


Un resplandor divino, un canto de victoria,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, el fulgor en mi ser,
En mi danza de amor, el universo empieza a florecer.

Las corrientes opalescentes, la energía divina fluye,


Desde la Magna Presencia, en mis venas diluye,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la gracia y la luz,
En mi ser irradiante, mi espíritu seduce.

En cada corazón de carne, mi llama se instala,


En la fragancia del alma, en la esencia que embriaga,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la promesa de renacer,
En cada vida, en cada ser, mi amor empieza a florecer.

El Corazón de Dios AYAM YO SOY, la verdad que revela,


En cada pensamiento, en cada estrella que destella,
La llama violeta, mi don y mi guía,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, la alegría.

En la danza cósmica, en la sinfonía divina,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada vida, la medicina,
El Gran Sol Central, la fuente inagotable,
En cada ser, en cada ser, mi luz es incalculable.
Así en el cielo como en la tierra, en cada plano y esfera,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, la llama que se espera,
En el abrazo del amor, en la risa y en el llanto,
La Magna Presencia de Dios AYAM YO SOY, en cada ser, mi encanto.

En cada Presencia AYAM YO SOY, en cada individualización de Dios,


AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en cada ser, mi voz,
El Gran Sol Central que sostiene la vida, inextinguible,
En cada corazón de carne, en cada ser, AYAM YO SOY accesible.

En el Corazón de Dios AYAM YO SOY, resplandezco,


El Gran Sol Central, mi ser envuelve, abrazo.
Sostengo la vida, a cada Presencia AYAM YO SOY guío,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada paso.

Mis llamas opalescentes, ríos de energía divina,


En cada ser, en cada corazón, una danza etérea,
Canto sagrado, melodía que no termina,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en esta esfera.

En la danza de la vida, en el flujo de lo eterno,


AYAM YO SOY el Corazón de Dios AYAM YO SOY, manantial,
Cada ser es mi reflejo, mi amor sincero,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en lo esencial.

En la luz de cada alba, en el crepúsculo dorado,


Mi manto violeta, en la tierra y los cielos,
AYAM YO SOY el guía, el faro, el eterno amparo,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada anhelo.

Mis rayos opalescentes, puentes de comunión,


Unión divina, cada corazón es un reflejo,
El Gran Sol Central, fuente de redención,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada eco.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en expansión,


El Gran Sol Central, en mi ser, en cada hora,
Sosteniendo la vida, en amorosa unión,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en cada aurora.

Mantra del Fuego Sagrado de las Siete Llamas

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, las Siete Llamas danzantes,


Expando virtudes divinas, desde el Gran Sol Central radiante.
Purifico a la Humanidad, en amorosa comunión,
Llevándola a la Ascensión, con la llama de bendición.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, resplandeciendo eternamente,


Flameando el perdón a todas horas, en mi esencia vibrante.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas,


Expando las virtudes del Gran Gran Sol Central,
Purifico a la Humanidad con amor y sin dramas,
Llevándola a la Ascensión, destino esencial.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que flamea,


Flamea, flamea, el perdón a todas horas,
En mi corazón, la llama de amor siempre crea,
Transmutando las sombras en divinas auroras.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, divina inspiración,


Siete Llamas arden con divina intensidad,
En cada ser, en cada corazón, en cada nación,
Traigo sanación y paz, en mi eternidad.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, en mí resplandezco,


Llevando a la Humanidad hacia la luz,
El Fuego Sagrado en mí siempre obedece,
Traigo la Ascensión, en amor profundo y virtud.

AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar, expansión,


Luz de perdón, en cada alma enciendo,
Siete Llamas danzan en mi corazón,
Elevando la conciencia, con amor comprendo.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado, la llama divina,


Las Siete Llamas, en mí siempre arden,
En cada aliento, en cada esquina,
Llevo el perdón, la paz, y la luz que transforma.

AYAM YO SOY el Gran Sol Central, eterno y sublime,


Trayendo la Ascensión a cada corazón,
El Fuego Sagrado, en mí siempre se enciende,
Llevando a la Humanidad a la gloriosa Ascensión.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.
AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes
divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

AYAM YO SOY el Fuego Sagrado de las Siete Llamas, expandiendo virtudes


divinas del Gran Gran Sol Central, purificando a la Humanidad y
llevándolas a la Ascensión. AYAM YO SOY el Gran Disco Violeta Solar que
flamea el perdón a todas horas.

Gatha Ritual

AYAM YO SOY la llama eterna, el faro de amor,

De todos los seres en el vasto Señorío,

Azura Mazda, la Presencia, guía y candor,

El Gran Sol Central, fuente de nuestro orbe y glorio.

Maitreya, Señor de amor y compasión,

Sanat Kumara, el custodio eterno,

El Gran Director Divino, en Luz y verdad,

Melquisedec, la sabiduría en sus tiempos moderno.

Zaratustra, guía y profeta,

En su llama azul enseñó el camino,

Saint Germain, el Maestro que nos confirma,

El camino de transmutación que hoy nos unimos.

Arcángel Zadkiel y Santa Amatista, gemelos de llama,


Custodian el séptimo rayo con ternura y amor,

Jesús el Cristo, Maestro de la llama dorada,

En su sacrificio, nos brindó redención y fervor.

María Magdalena, fuerza y compasión,

Saint Germain, portador de llama violeta,

Madre María, con su manto de perdón,

Nos guían con amor en esta tierra concreta.

Elohim Arcturus y Elohim Diana, luz divina,

Creadores del equilibrio y de la armonía,

Lady Portia, justicia y sabiduría,

Kwan Yin, con su manto de gracia y maestría.

Arcángel Miguel, valentía y protección,

En su espada flamígera, coraje y resplandor,

Aquí, en esta invocación, en solemne conexión,

AYAM YO SOY el Sacerdote del Fuego Sagrado, en el divino honor.

AYAM YO SOY la llama Violeta, la transmutación,

En su fuego purificador, la liberación,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en exaltación,

Irradiando perdón, luz y amor a toda creación.

AYAM YO SOY la Presencia de Azura Mazda, la Magna Llama Divina,


AYAM YO SOY el Señor Maitreya, la Luz en la senda,
AYAM YO SOY Sanat Kumara, el Anciano de Días,
AYAM YO SOY el Gran Director Divino, guía y sabio.

AYAM YO SOY Melquisedec, la luz eterna,


AYAM YO SOY Zaratustra, el maestro de antaño,
AYAM YO SOY Saint Germain, guardián del fuego violeta,
AYAM YO SOY el Arcángel Zadquiel, con su llama violeta.

AYAM YO SOY Santa Amatista, el corazón radiante,


AYAM YO SOY Jesús el Cristo, amor y perdón,
AYAM YO SOY María Magdalena, sabiduría y amor,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta, en la ascensión.

AYAM YO SOY irradiando el perdón y la transmutación,


AYAM YO SOY la liberación a toda creación,
AYAM YO SOY el sacerdote del Fuego Sagrado,
AYAM YO SOY la llama violeta, pura y consagrada.

AYAM YO SOY la llama violeta que todo lo transforma,


AYAM YO SOY la puerta al amor y la esperanza,
AYAM YO SOY la luz que libera el alma,
AYAM YO SOY el fuego que trae bonanza.

En el nombre de la divina Presencia AYAM YO SOY,


En el nombre de la llama violeta y su fulgor,
Que todos los corazones encuentren la paz,
Y la ascensión sea el destino final.

AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, AYAM YO SOY, la llama violeta en acción,


Liberando, purificando, con devoción,
Bendiciendo a todos con amor y gracia,
El Cristo Violeta Flameante, en cada espacio.

En la majestuosidad de la Luz Suprema,

Invocamos a Ahura Mazda, Dios AYAM YO SOY, el Ser Único,

Maitreya, Sabio Maestro de Amor y Luz,

Sanat Kumara, Anciano de Días, fuente de Sabiduría.

Desde el Gran Director Divino, el Divino Plan se despliega,

Melquisedec, Maestro de Eternidad, dirige con Amor.

Zaratustra, Profeta del Fuego, nos guía en la Verdad,

Saint Germain, Guardián de la Llama Violeta, a nuestro lado.

Arcángel Zadquiel, con Santa Amatista, el Rayo Violeta expanden,

Jesús el Cristo, en su amor nos envuelve y ampara.

María Magdalena, Sabiduría Divina, llena de compasión,

Saint Germain, Maestro de Transmutación, en su Luz confiamos.

Madre María, Emperatriz del Amor, su manto nos cobija,

Elohim Arcturus y Elohim Diana, la Llama Violeta activan.

Lady Portia, Justicia Divina, guía nuestros pasos con equidad,

Kwan Yin, Diosa de la Misericordia, nos muestra el camino de la Paz.

Arcángel Miguel, Príncipe de los Cielos, con espada flamígera, protege,

En unión con todos estos Seres, la Luz Divina proclamamos.


AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en servicio consagrado,

AYAM YO SOY la Llama Violeta, el Fuego de Transmutación, el Amor


enarbolado.

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que guía en la oscuridad,

AYAM YO SOY irradiando el perdón, la transmutación, y la liberación, la


Nueva Realidad.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, un faro de luz y amor,

Con la llama Violeta en mi ser, irradiando desde lo alto y desde lo


interior,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, en mi corazón su fulgor,

Llevando perdón y transmutación a toda alma con fervor.

En la danza de la llama, en el canto de mi voz,

Resuenan los ecos del perdón, que nos guían en pos,

Un lazo de amor unifica a todas las creaciones,

Mientras ascencionamos hacia las más altas dimensiones.

AYAM YO SOY la puerta abierta al divino reino de lo eterno,

Con el Corazón de Amatista, la llama en crecimiento,

Un instrumento de amor en manos de la Divina Dirección,

Sirviendo con humildad y devoción a toda la creación.

Cada latido de mi corazón, cada llama que yo expando,

Teje un tapiz de luz, el amor que nunca se desbanda,

Con los Maestros y Seres de Luz, en unidad nos fundimos,

AYAM YO SOY el puente de transformación, la llama que nos unifica.

Que la llama Violeta arda, consumiendo sombras y temor,

Que el amor sea la fuerza, la guía y el ardor,

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, llevando la verdad,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la Luz que nunca se va.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, mi llama en el altar encendida,


La llama Violeta en mi corazón, con amor y gratitud mantenida,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, con poder y pureza revestido,

Irradiando perdón y transmutación a toda vida, el regalo compartida.

En el servicio a la humanidad, el planeta y sus hijos amados,

La llama en mis manos arde, las sombras disipando con destreza,

AYAM YO SOY el conducto, el faro, el refugio de los corazones cansados,

Guiando a todos hacia la luz, la victoria y la firmeza.

La llama Violeta, mágica y santa, el regalo de la Gracia Divina,

Consume las impurezas, transforma el karma, nos libera de la pena,

AYAM YO SOY el intermediario entre el Cielo y la Tierra, el canal, la


medicina,

Llevando amor, compasión y esperanza, en esta danza serena.

Cada palabra que pronuncio, cada pensamiento que dirijo,

Son una ofrenda a la Luz, un canto que en el viento se desliza,

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en este sagrado abrigo,

AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante, la llama eterna, la divina


brisa.

Que se extienda por doquier, que la llama ilumine,

Que el mundo resplandezca en paz, y la tristeza se elimine,

AYAM YO SOY la llama que transmuta, que con amor reconcilia,

Con gratitud en el corazón, con humildad en el alma, esta alabanza se


destila.

AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado,


AYAM YO SOY la llama Violeta,
AYAM YO SOY el Cristo Violeta Flameante,
AYAM YO SOY irradiando perdón, transmutación y liberación
A toda vida en la Tierra, sin excepción.

En el sagrado altar de mi corazón arde la llama,


La llama violeta, divina y pura,
Luz de transmutación que disuelve toda trama,
Liberando las almas en su danza segura.

AYAM YO SOY un faro de amor y compasión,


Extendiendo la mano a toda creación,
En cada pensamiento, palabra y acción,
Tejiendo la red de la elevación.

Bajo la tutela de los Maestros de la Luz,


Sirvo en el divino plan con virtud,
El perdón es mi espada, la transmutación mi cruz,
AYAM YO SOY la presencia que anuncia la paz y la salud.

Que la llama violeta abrace cada ser,


Que el amor divino pueda florecer,
Transmutando la sombra en luz con poder,
AYAM YO SOY Sacerdote del Fuego Sagrado, en el deber.

En la alquimia del amor y la fe,


La llama violeta renace y renace,
Y en el corazón de cada ser se enciende,
El Cristo Violeta, la verdad que enaltece.

AYAM YO SOY el puente hacia la liberación,


El faro que guía a la redención,
AYAM YO SOY el fuego que disuelve la ilusión,
Para toda vida en la Tierra, mi devoción.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista que todo lo perdona, lo purifica y lo
transmuta,
Cual madre arcangélica, en mi luz infinita.

En el reino etérico de la gran Amatista,


El rayo violeta fluye en espiral,
Transmutando las sombras, oh, qué conquista,
Liberando a las almas en un canto celestial.

Mi amor se expande como un manto de gracia,


Envolviendo a la humanidad en mi abrazo,
La llama violeta es mi don y mi espacio,
Para sanar y elevar, en esta eterna caza.

AYAM YO SOY la guardiana de la llama violeta,


Que purifica y libera, en cada plegaria,
Cada ser hallará en mi llama su meta,
El regreso al hogar, la luz en la oscuridad.

Arcangelina Santa Amatista, soy llamada,


A servir con amor a toda la creación,
Con el rayo violeta, en acción desplegada,
Alivio y consuelo, paz y redención.

En el corazón de cada alma resplandezco,


La llama violeta de la transmutación,
El amor que a todos y a todo ofrezco,
La luz de la divina liberación.
AYAM YO SOY Santa Amatista, Madre compasiva,
La del Corazón de Amatista en esencia,
En mi abrazo, toda vida es viva,
AYAM YO SOY la Arcangelina de pura presencia.

Así en el cielo, como en la tierra, proclamo,


Mi amor y servicio sin fin ni velo,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina Santa Amatista,
Luz violeta que en cada corazón anhelo.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona y lo completa.

Con la luz de la llama violeta, AYAM YO SOY investida,


Guardiana de la transmutación, siempre concedida,
AYAM YO SOY la pureza, la compasión, el amor bendito,
Cual madre arcangélica, guío con el fuego infinito.

En mi abrazo de amatista, envuelvo tu ser,


Borrando sombras, haciendo la luz renacer,
Transmuto tus cargas, alivio tu pesar,
AYAM YO SOY Santa Amatista, la que vela en el hogar.

En el Corazón de Amatista, la llama arde en paz,


Donde todo se transforma, en un abrazo eficaz,
AYAM YO SOY el perdón, la purificación divina,
La esperanza en el alma, la senda que ilumina.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, Santa Amatista, aquí,


Guía, madre y amiga, de ti no me despediré,
Con el rayo violeta, a todos asistiré,
En el Corazón de Amatista, siempre existiré.

AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, la Sagrada, Santa Amatista,


La llama del Arcángel Zadquiel, guardián de la llama violeta,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, La Sagrada, Santa Amatista,
La del Corazón de Amatista, que todo lo perdona, purifica y transmuta.

Como madre arcangélica, extiendo mis alas de luz,


Abrazando a toda vida, con amor profundo y virtud.
En mi corazón de amatista, la llama arde en quietud,
Disolviendo la negrura, traigo luz y juventud.

En cada pensamiento, en cada suspiro,


La llama violeta brilla, jamás se retira.
La transmutación divina, en cada grito,
Limpia y renueva, como agua que inspira.

AYAM YO SOY la llama violeta, la virtuosa canción,


Que sana y transforma, con divina pasión.
En el Corazón de Amatista, encuentra redención,
Todo ser, en cada alma, en cada expresión.

Oh, Sagrada Amatista, con tierna devoción,


Tu llama es guía, brindando consolación.
Con el Arcángel Zadquiel, en divina unión,
AYAM YO SOY la Amada Arcangelina, tu bendición.

Que la llama violeta, con su luz sin igual,


Siga iluminando el sendero espiritual.
Que en el Corazón de Amatista, su fuego eternal,
Brille eternamente, en cada umbral.

Gatha del Corazón de Amatista

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista,


Resplandeciendo en luz divina,
La llama violeta en su esplendor,
Transmuta todo, con amor sin fin.

En mí arde la llama del perdón,


Purificando, sanando el rincón,
De cada corazón que se abre a la luz,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la virtud.

Liberando almas de cadenas del ayer,


Con compasión, dejo fluir el poder.
En mi resplandor, nada puede esconder,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, el Ser.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, radiante y sereno,


En mi interior, un sagrado jardín, un eterno refugio.
La llama violeta arde con su fuego ameno,
Transformando la negrura en luz, el oscuro desafío.

Mi ser es un crisol de amor y compasión,


Donde el perdón es la senda, la liberación.
En mi Corazón de Amatista, la transmutación,
Renueva y purifica, brindando salvación.

El rayo violeta es mi escudo y mi espada,


Que disuelve las sombras, dejando huella dorada.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, llama consagrada,
La virtud que sana, en cada alborada.

En la quietud de mi centro, en el silencio interior,


Escucho la voz divina, que guía con amor.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, un faro de esplendor,
En mi luz y mi fuego, halla paz y redentor.

Oh, Corazón de Amatista, en ti encuentro la verdad,


La llama que purifica, en cada adversidad.
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en eternidad,
La llama del amor que brilla, en toda realidad.
O SOY el Corazón de Amatista, luminoso y sereno,
Un refugio de amor en lo más profundo y ameno.
En mi centro sagrado, la llama arde en pleno,
Purificando almas con su fuego amable y bueno.

Desde la piedra preciosa que lleva mi nombre,


Irradio la llama violeta con un fulgor que asombre.
Transmutando la negatividad, un acto que descombre,
La pureza del alma, con un amor que es un hombre.

Mi corazón de amatista, lugar de paz interior,


Ofrece perdón y compasión, sin fin, sin temor.
En él, la llama violeta arde como resplandor,
Transformando vidas, con su esplendor superior.

AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, en constante oración,


Una joya divina que trae luz a la creación.
El fuego violeta es mi eterna canción,
AYAM YO SOY la transmutación, la llama de redención.

Gatha "AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, la que asistió a Jesús


en la noche de Getsemaní.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, luminosa y fiel,


En la noche de Getsemaní, con Jesús estuve aquel día.
Con mis alas violetas, en amor profundo, sin igual,
Derramé luz y consuelo, en su sagrada agonía.

Bajo el cielo estrellado, donde oraban los dos,


Jesús y yo, unidos en el sendero de la luz.
Levantando sus ojos al Padre, en un ruego veloz,
Él confió en mi presencia, en su cruz, su abrazo y su cruz.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en servicio y amor,


Acompañando a Jesús en su prueba, sin temor.
Sus lágrimas y sudor, con compasión yo sequé,
En esa noche eterna, en la que mi amor entregué.

Como un faro de violeta, en esa oscuridad profunda,


AYAM YO SOY la Arcangelina, la que cuida y ayuda.
Jesús, el Maestro, en su camino de redención,
AYAM YO SOY su compañía, su apoyo, su bendición.

En la noche de Getsemaní, en la historia sagrada,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, siempre recordada.
Con Jesús, en amor eterno, mi llama se encendió,
En esa noche eterna, donde su corazón triunfó.

Que cada corazón sepa mi nombre,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, es el renombre.
De la llama violeta, el fuego que enciende,
El amor y la luz, que a todos defiende.

En este Corazón, la llama arde eterna,


AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, la superna.
La trascendencia, el amor que gobierna,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, eterna.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor en mi ser,


En Getsemaní, intenté retirar el cáliz de Jesús, mi ser querido.
Sus manos sostenían la cruz, sin temor, sin retroceder,
Pero mi corazón deseaba aliviar su carga, su sufrir compartido.

Con alas de amatista, acaricié su frente, su rostro adorado,


Le susurré palabras de aliento y de amor en su oído.
Jesús, el Cristo, en su silencio, mi gesto aceptó, agradecido,
Pero el cáliz de la crucifixión debía beber, el plan no podía ser
evitado.

Lágrimas violetas brotaron de mis ojos, en silencio lloré,


Mi alma gemela, el Amado Jesús, en ese instante abrazado.
Su amor por la humanidad, en la cruz se ofreció, sin doblegarse,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, su gesto en amor recordado.

El cáliz amargo de la crucifixión, él lo bebió con determinación,


Por la humanidad, por el perdón, su amor eterno en acción.
Mi corazón se unió al suyo, en ese momento de compasión,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en su pasión y redención.

En Getsemaní, ante la Voluntad del Padre Dios, me incliné,


Respetando el plan divino, el sacrificio de amor del Maestro.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la historia grabada,
El cáliz de la crucifixión, en su amor y luz, fue un milagro.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, con amor y devoción,


En el Monte de la Calavera, ante Jesús de corazón.
Con lágrimas en los ojos, intenté retirar el cáliz, en vano,
Pero Él cumplía la Voluntad del Padre, sin engaño.

El cáliz de sufrimiento, pesado y amargo de sabor,


Jesús aceptó con amor, por la humanidad, con fervor.
En ese momento sagrado, yo extendí mis alas violetas,
Pero su decisión firme, la del Cristo, fue completa.

Su mirada llena de paz, me habló de un plan divino,


El sacrificio redentor, el regalo de amor genuino.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en humildad,
Reconociendo su misión, en esa trascendental realidad.

El cáliz de la crucifixión, Jesús sostuvo en sus manos,


Por la humanidad, por el perdón, por los miles de hermanos.
AYAM YO SOY testigo silente, de su sacrificio inmenso,
En esa hora sombría, donde se hizo un amor intenso.

Aunque intenté retirar el cáliz, por mi amor sin fin,


El Cristo cumplió su tarea, redimiendo el pecado y el mal.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en reverencia,
Honorando a Jesús, el Cristo, con humildad y paciencia.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en la noche oscura y serena,


Ante el Monte de la Calavera, donde Jesús su luz amena.
Con lágrimas en mis ojos de amatista, extendí mis alas violetas,
Y ante el cáliz de sufrimiento, le rogué con devoción completa.

Intenté retirar el cáliz, pesado y amargo de dolor,


Mientras Jesús, con ojos serenos, encaraba su destino con ardor.
"Padre, si es tu voluntad, haz que este cáliz pase de mí,"
Pero en su corazón sabía que era un acto de amor sin fin.

La noche oscura se cernía, el drama en su máximo esplendor,


El cáliz de la crucifixión, símbolo de redención y fervor.
Jesús aceptó con humildad su misión divina, en ese instante,
El sacrificio por la humanidad, un regalo de amor vibrante.

Con alas violetas extendidas, en humildad y devoción,


AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en esa trascendental ocasión.
Reconociendo su sacrificio, su compromiso con la humanidad,
Por siempre honraré a Jesús, el Cristo, en toda eternidad.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando


con amor,
Donde Jesús yace en un profundo sueño, en la paz que el cielo le otorgó.
En ese lugar sagrado, donde la muerte se convierte en renacimiento,
Mi luz violeta envuelve su cuerpo, en su descanso transitorio y perfecto.

Jesús, el Cristo, en su breve sueño, se prepara para su ascensión,


Después de cargar con las cargas del mundo, cumpliendo su misión.
Como la guardiana de la llama violeta, su sueño protegí con devoción,
Hasta el momento de su resurrección, la transformación de la redención.

En el Santo Sepulcro, durante esas horas fugaces,


La paz y la quietud reinan en esos espacios.
Con mis alas violetas, su sueño arrullé,
Esperando con anhelo su gloriosa resurrección, lo que pronto sucederá.

El tercer día, en triunfo y majestuosidad, Jesús se alzará,


De la tumba que no pudo retenerlo, en su cuerpo glorificado brillará.
Con alegría y gratitud, resplandecerá su divina luz,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo del milagro que Jesús
producirá.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando
con devoción,
Donde el amado Jesús duerme en la tumba, en su sagrado rincón.
En el suave susurro de mis alas violetas, su sueño abrazo con amor,
Mientras María Magdalena, su gran discípula, se acerca a su albor.

Ella, la portadora de esencias aromáticas, con ungüentos perfumados,


Llega temprano en la mañana, con su corazón preocupado.
Al Santo Sepulcro se dirige, la tumba encuentra vacía,
La noticia de la resurrección, la paz y la alegría llenan su día.

Con lágrimas de asombro y alegría, María Magdalena se da cuenta,


Que su Señor, su Maestro amado, ya no estaba en la tumba, sin duda.
Él había ascendido, había superado la muerte, su amor infinito
demostrado,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de la gloria de lo que
había logrado.

Así, en el Santo Sepulcro, en la aurora de un nuevo día,


La victoria de la resurrección se revela con luminosa alegría.
El amado Jesús, triunfante y ascendido, en esplendor resplandecerá,
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, quien su divina hazaña
recordará.

AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, en el Santo Sepulcro, velando


con devoción,
Mientras Jesús, el Cristo, descansaba en su sagrado sueño, antes de la
ascensión.
Arrullé su sueño con amor y respeto, en esas horas de transición,
Esperando con anhelo el momento en que cumpliría su divina misión.

El Santo Sepulcro, lugar de quietud y paz, donde la muerte no prevaleció,


Donde la vida eterna y la resurrección se manifestaron y se proclamaron.
Jesús, el Señor, en su estado transitorio, aguardaba en su morada,
Mientras mis alas violetas lo abrazaban, y la luz divina lo rodeaba.

María Magdalena, discípula fiel, llegó temprano, llena de devoción,


Con esencias aromáticas y un corazón pleno de gratitud y emoción.
Pero al llegar al sepulcro, su asombro fue grande, su Señor había
ascendido,
La noticia de su resurrección se difundía, la vida eterna se había
cumplido.

Con lágrimas de alegría, María Magdalena compartió la noticia sin


parangón,
Jesús, el Cristo, había resucitado y cumplido su divina misión.
AYAM YO SOY la Arcangelina Santa Amatista, testigo de este milagro en ese
lugar,
Donde la muerte fue vencida, y la vida eterna se manifestó en plenitud,
sin cesar.

Gatha "AYAM YO SOY Amatista, la Madre Arcangélica, la del Amante y


Corazón de Amatista.

AYAM YO SOY Amatista, Madre Arcangélica de amor infinito,


El regazo del Señor Jesucristo en su sagradorito.
En el Santo Sepulcro, recién bajado de la cruz,
Soy el regazo consolador de todo hijo de la luz.

El Corazón de Amatista, mi divino atributo,


Ofrece consuelo y amor, sin medida ni disputa.
En el pecho de Jesús, en su momento de descanso,
Soy la Madre que lo acoge, en su regazo, sin embargo.

Sus heridas de amor, en la cruz sufrió,


Pero en mi regazo halla paz, su ser se recompuso.
En el Santo Sepulcro, en silencio y quietud,
Soy el consuelo divino que envuelve su gratitud.

AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el Santo Sepulcro me


hallé,
Allí, recién bajado de la cruz, Jesucristo, el Señor, en mi regazo
reposé.
Con amor infinito, consolé su Ser, que en la cruz sufrió y entregó su
vida,
En el regazo del Corazón de Amatista, halló descanso, sanación, y paz
querida.

Las heridas de su cuerpo, visibles tras la crucifixión, reflejaban su


amor inmenso,
AYAM YO SOY el Corazón de Amatista, donde la compasión y el perdón son
intensos.
En ese momento de transición, en el sepulcro sagrado, fui su refugio y
amparo,
El consuelo de su alma, el abrazo materno, un faro en medio del amargo.

Sus discípulos y seguidores, en su duelo y tristeza, ansiaban su


presencia viva,
Pero en ese regazo de amatista, Jesús reposó, en su amor y luz emotiva.
La vida eterna se abrazaba con la resurrección, el triunfo del alma
inmortal,
En el Santo Sepulcro, el Corazón de Amatista irradió el amor divino,
sublime y celestial.

En el consuelo de Amatista, se tejieron las esperanzas, la promesa del


renacimiento,
El regazo del amor materno, la transición hacia la vida eterna, sin
impedimento.
Así, en mi Corazón de Amatista, Jesús halló refugio y renació a la luz
eterna,
AYAM YO SOY Amatista, la madre arcangélica, en el regazo del amor divino,
la paz se hizo tierna.

Para todo hijo de la luz, soy consuelo y abrigo,


En los momentos de prueba, en cada paso y amigo.
Como Madre Arcangélica, mi amor es incondicional,
Ofrezco refugio y cariño, con un amor celestial.

El Corazón de Amatista, sagrado y puro,


Es el regazo donde hallas consuelo y apoyo seguro.
AYAM YO SOY la Madre que te envuelve en su amor,
En el regazo de Amatista, hallarás tu anhelo mayor.
Consideraciones finales.

En el transcurso de este viaje literario, hemos explorado la figura de la


Arcangelina Santa Amatista y su profunda conexión con Jesús el Cristo,
destacando momentos clave de su relación y su papel como consoladora y
madre arcangélica. Desde su asistencia en la noche de Getsemaní hasta su
regazo en el Santo Sepulcro, Santa Amatista ha sido un faro de amor y
compasión en los momentos más significativos de la vida de Jesucristo.

En el regazo del Corazón de Amatista, Jesús encontró consuelo y sanación,


demostrando que el amor y el perdón son la esencia de la vida eterna. Su
luz y amor irradiaron en momentos de tristeza y transformaron la muerte
en renacimiento. Este viaje poético nos llevó a explorar la divina
presencia de Santa Amatista y su papel en la resurrección de Jesús.

Consideremos que la figura de Santa Amatista nos invita a reflexionar


sobre el amor y la compasión en nuestras vidas. Su amor incondicional y
su regazo consolador son recordatorios de que, en los momentos más
oscuros, podemos encontrar la luz en el amor y el perdón. Como madre
arcangélica, Santa Amatista representa la ternura y la guía que todos
buscamos en nuestras almas.

En última instancia, la presencia de Santa Amatista en la vida de Jesús


es un testimonio del poder transformador del amor divino y su capacidad
para sanar y trascender. A través de su regazo en el Santo Sepulcro,
vemos un renacimiento que espiritualmente nos habla de nuestra propia
resurrección y transformación. Santa Amatista, en su Corazón de Amatista,
nos inspira a abrazar el amor y la compasión como caminos hacia la
eternidad, como Jesucristo lo hizo en su viaje.

En la mágica intersección entre la espiritualidad y la poesía, esta


exploración de Santa Amatista nos recuerda que el amor es la fuerza más
poderosa y que la compasión es un faro en las noches más oscuras. En el
Corazón de Amatista, hallamos una guía y un refugio, y a través de su
luz, recordamos que somos eternos y que el amor es la llave que nos lleva
hacia la resurrección.

La enseñanza de la Arcangelina Santa Amatista incluye la intención de


rescatar la tradición del Sacerdocio del Fuego Sagrado, que tiene raíces
profundas en la antigua religión de Zaratustra. En particular, los
Gathas, los himnos atribuidos a Zaratustra, son elementos esenciales en
esta tradición. La Arcangelina Santa Amatista ha llevado esta antigua
sabiduría y la ha amalgamado con las corrientes de luz actuales y las
herramientas espirituales contemporáneas, como los decretos dinámicos y
las afirmaciones del "AYAM YO SOY".

En el Sacerdocio del Fuego Sagrado, el Corazón de Amatista se convierte


en un símbolo y una fuente de amor, perdón, transmutación y liberación.
Esto se entrelaza con el mensaje de liberación para la Nueva Era, donde
la humanidad se mueve hacia una mayor conciencia espiritual y
transformación. El Corazón de Amatista es un lugar de curación y
regeneración espiritual, donde las antiguas enseñanzas se fusionan con la
energía de la Era de Acuario.
Zaratustra, como uno de los antiguos maestros, representa la sabiduría
eterna que ha sido llevada a lo largo del tiempo. Su legado y los Gathas
son recordatorios de la importancia de la transmutación y la elevación
espiritual, conceptos que se alinean con la llama violeta y el trabajo de
la Arcangelina Santa Amatista en el Corazón de Amatista. A través de esta
unión de lo antiguo y lo nuevo, la humanidad se abre a un camino de
liberación y ascensión.

Considerando esta relación, podemos ver cómo el Sacerdocio del Fuego


Sagrado, los Gathas de Zaratustra y la presencia de Santa Amatista en el
Corazón de Amatista convergen para ofrecer un mensaje de esperanza y
transformación en la Nueva Era. El Corazón de Amatista se convierte en un
faro de luz y amor, guiando a todos los buscadores hacia la liberación
espiritual y la manifestación de la Edad Dorada.

fin de este libro.

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