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Tema 5 D. C.
Tema 5 D. C.
- La propiedad condicional.
- La propiedad inalienable.
- Clases de copropiedad.
A. Copropiedad ordinaria
c) Gastos de conservación.
f) Cesación de la indivisión.
- Medianería.
- Prueba de la medianería.
- Adquisición de la medianería.
- Utilización de la medianería.
MODALIDADES DE LA PROPIEDAD
Las modalidades del derecho de propiedad constituyen maneras de ser que
inciden en este Derecho y se traducen en restricciones impuestas a las
facultades del propietario sin que ello signifique que la propiedad se encuentre
desmembrada, es el caso de la copropiedad; cuando media una condición,
tenemos la propiedad condicional y, cuando se paraliza temporalmente el
abusus nos encontramos ante la hipótesis de la propiedad inalienable.
Requisitos. — El adquirente debe ser de buena fe; el error debe ser común,
debe ser invencible.
El error debe ser común, no se puede exigir que todos se hubieran engañado
efectivamente, es suficiente con que cada cual se hubiera podido engañar.
El error debe ser invencible, es decir que era imposible no caer en engaño
dada la situación de hecho, la apariencia del supuesto propietario, los títulos que
exhibe, etc. Un buen porcentaje de los errores tenidos por invencibles recae sobre
las sucesiones mortis causa. Una persona se considera propietaria de un bien por
haberlo recibido por sucesión testamentaria; se descubre un testamento que
transmite el bien a otra persona, el causahabiente con el cual habían tratado los
terceros no era, pues, sino un heredero aparente (véase art. 1458-II).
1.— Sólo es posible con la transmisión de un bien. Esta regla surge de los
principios generales del derecho, o sea que la inalienabilidad debe establecerse
con motivo de la enajenación de un bien, ya gratuita ya onerosamente.
IV. LA COPROPIEDAD
B) Copropiedad con indivisión forzosa. — Suele suceder que por el uso a que
está destinada la cosa conduce a prohibir la partición; se habla entonces de
indivisión forzosa. Pasa así especialmente con 1º los pozos comunes, patios,
pasos, etc. 2º las paredes medianeras y 3º la propiedad horizontal CARBONNIER
dice “es un tipo de copropiedad necesariamente recayente sobre un bien
inmueble, accesorio, a su vez de otros dos inmuebles vecinos, le cual determina
que viva en régimen de accesoriedad respecto de sendos derechos de propiedad
y participe de su naturaleza perpetua”, (T. II, Vol. I, pág. 161)
VIII. MEDIANERIA
Cuando coexisten dos fundos vecinos, cada propietario tiene interés en cerrar
su propiedad, y, lógicamente, el cierre de cada propiedad se convierte en un
obstáculo para los intereses de la otra propiedad. Las paredes, muros, cercas,
vallados, plantas, pozos secos o con agua entre inmuebles ya urbanos o ya
rústicos pueden pertenecer a uno solo de los propietarios o a ambos, entonces,
nos encontramos ante una situación de medianería. Ahora bien, ¿puede
presentarse copropiedad con indivisión forzosa entre propietarios que no sean
vecinos? No, ya que tan sólo existe continuidad y la copropiedad sólo puede darse
con el colindante, con quien limita una propiedad. El artículo 183 se ocupa de la
medianería y da una noción descriptiva de lo que es una indivisión forzosa de los
muros, pozos, cercos, etc. que separan fundos contiguos MESSINEO hace
referencia, a casos genuinos de copropiedad, así sean de naturaleza coactiva y
aunque vayan mezclados con los principios relativos a las distancias y en forma
equivocada la ley los coloca bajo el título “de la propiedad”. Estas figuras
conciernen a elementos (muros, foso, árboles, setos) que sirven para separar y
distinguir bienes inmuebles contiguos, los que pertenecen exclusivamente a dos
propietarios, pero que, al servir de medio de separación, se convierten (la mayoría
de las veces) en materia de propiedad común entre los propietarios de ambos
inmuebles. Sin embargo, estas figuras participan de la naturaleza de las relaciones
de vecindad, por lo que, debe aplicarse a ellas el principio de la imprescriptibilidad
de los poderes concedidos a cada propietario ya que dichos poderes son simples
facultades. Manifiesta, que la materia está disciplinada por reglas minuciosas y
que la misma está dominada, en general, por dos principios básicos: la posibilidad
de constituir forzosamente la comunidad (a iniciativa de uno de los propietarios) y
el de la presunción iuris tantum de comunidad. Y, concluye diciendo, que la
comunidad forzosa exige, al igual que la servidumbre coactiva, la iniciativa del
interesado: o mediante contrato con el otro propietario, o si éste no se aviene a
ello, mediante un proceso judicial que se seguirá a tal objeto (T. III, pág. 539).
CARBONNIER opina que la medianería es el único caso de copropiedad forzosa o
perpetua regulado expresamente por el Código civil francés y que se examina en
el título de las servidumbres , lo que ha hecho que se la considere como una
servidumbre recíproca, que opera a cargo de ambos predios y en provecho de los
mismos y que lo más conveniente es distinguir entre las dos instituciones y tener
presente que la copropiedad supone un status de igualdad entre ambos fundos, lo
que viene a resultar incompatible con las nociones de predio dominante y predio
sirviente. De todo lo dicho, se infiere que la copropiedad forzosa, al igual que la
servidumbre, se nos presenta más como una organización concreta de las
relaciones de vecindad que como una modalidad abstracta del derecho de
propiedad (T. II, Vol. I, pág. 161).
1º) En las paredes que separan edificios contiguos, hasta el punto común de
elevación; 2º) En las paredes que separan patios, jardines y huertos situados ya
sea en poblado o en el campo, y 3º) En las cercas, vallados y setos vivos que
dividen los predios rústicos. Pero esta presunción se destruye ante la prueba en
contrario, aportada por títulos o por signos en contrario. Una ventana abierta en la
pared por el propietario, o dejar escurrir las aguas pluviales hacia un lado
constituyen señales de propiedad privativa (véanse artículos 173 y 174).
X. UTILIZACION DE LA MEDIANERIA
Los derechos del copropietario del muro común, además del de derribar el
edificio propio apoyado sobre el muro común, con el fin de renunciar a la
comunidad, pero con la obligación de hacer en él las reparaciones y obras
necesarias para evitar daño al vecino (art. 179) son: