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Reseña sobre La Política Fiscal en Colombia.

Aprovechamiento de su potencial
para lograr una sociedad más equitativa
Moller, L. (2012). La Política Fiscal en Colombia. Aprovechamiento de su potencial para
lograr una sociedad más equitativa. Debates de Coyuntura Económica, (90), 15.
Lars Christian Moller, es Doctor en Economía de la Universidad de Nottingham en el
Reino Unido, es gerente de la Práctica Global de Macroeconomía, Comercio e Inversión
(MTI. en.) en la región de Asia Oriental y el Pacifico del Banco Mundial. Ingresó al
Banco como Joven profesional en 2005, ha trabajado en puestos gerenciales y como
asesor económico en países de América Latina y en África; se ha destacado en el país
como Economista Senior, y como líder del programa EFI para Etiopía. Su trabajo
académico abarca temas de política económica publicados en las principales revistas
de desarrollo del Banco Mundial, en el caso Colombiano su principal área de estudio es
el sistema tributario y la incidencia de la política fiscal en el bienestar nacional, en el
artículo desarrolla un mecanismo estructurador del sistema de impuestos y
transferencias públicas más progresivo con el fin de buscar reducir los niveles de
desigualdad y mantener un sistema fiscal adecuado para el país; para esto desarrolla:
Introducción; Redistribución Fiscal; Tributación; Incidencia del Beneficio del Gasto
Público Social; Efectividad de las Opciones alternativas de política; Conclusiones.
Colombia cuenta con una de las distribuciones del ingreso más inequitativas del mundo,
lo que ha llevado que a diferencia de los países de ingreso mediano-alto, aquí se haya
mantenido la tendencia a que la desigualdad esté en niveles altos, en particular en
estos países se ha presentado que la desigualdad en los ingresos se vea disminuida
por una mejora en la calidad educativa, incluyendo que el sistema fiscal redistributivo
basado en una tributación progresiva ha ido mejorando en América Latina. Por esta
razón, es que los ciudadanos tienen la percepción de que en Colombia todavía se
encuentra muy marcados los problemas de desigualdad en parte por la creencia de que
el Estado no realiza políticas eficientes para reducirlas; Sin embargo, el papel del
sistema colombiano de transferencias de impuestos, así como una reducción a los
incentivos tributarios y a los gastos tributarios en los ingresos personales y en el IVA
son resaltados como herramientas para reducir la desigualdad.
La política fiscal, los efectos redistributivos de los impuestos directos e indirectos se
anulan mutuamente en el país, y las transferencias monetarias son mecanismos que
siguen teniendo baja incidencia en la disminución del Coeficiente de Gini. Aun si
algunos países latinos no usan de manera abierta la redistribución fiscal como medio
para reducir la desigualdad, no quiere decir que Colombia no deba utilizarla,
especialmente si se tiene en cuenta que es uno de los países más desiguales del
mundo. Por otra parte, el uso activo de de la redistribución fiscal permite que la
desigualdad en los ingresos sea reducida de manera sustancial, siendo este el caso del
Reino Unido que aunque tiene una desigualdad de los ingresos del mercado similar a la
de Colombia ha empleado de manera activa la redistribución fiscal, y un sistema de
transferencia de impuestos más activo. Aunque es importante enfatizar que la situación
macroeconómica del país se está estabilizando luego de la pandemia, generando así
una oportunidad para aplicar una política de redistribución.
El sistema tributario colombiano no redistribuye los ingresos de manera significativa,
esto representa un problema debido a que las transferencias monetarias públicas no
son lo suficientemente progresivas; en cuanto al impuesto sobre la renta este no
aprovecha su potencial redistributivo y casi no tiene impacto sobre la desigualdad por
sus bajas sumas recaudadas, las exenciones tributarias a los de altos ingresos. El
impacto de la tributación directa sobre la desigualdad es muy bajo también porque la
proporción de ingreso pagado por los diferentes tipos de hogares no difiere mucho
según el monto que devengan, lo que manifiesta una baja progresividad en las
personas de ingresos bajos pero si en los de alto ingreso. Por esto, introducir una
declaración de renta obligatoria para los independientes, junto a una reducción del
impuesto a la renta, podrían reducir el Gini y la pérdida recaudatoria como porcentaje
del PIB. En cuanto al IVA, siendo un impuesto regresivo en el país, fomenta la
desigualdad en el ingreso. Sin embargo, al contar con tarifas diferenciales, las
exenciones tributarias que tienen como objetivo que los más pobres no paguen el
impuesto al consumir productos básicos ayudan a reducir esta desigualdad, aunque
puede ser contraproducente porque esto aumenta los costos fiscales como porcentaje
del PIB, además de que los ricos se benefician de manera desproporcionada.
En cuanto a la incidencia del gasto público social hay que distinguir entre las
transferencias monetarias públicas que es regresivo y el gasto público no monetario
que es progresivo. El primero al ser regresivo incrementa la desigualdad en los ingresos
al no ser focalizadas las personas que realmente necesitan las transferencias, esta
concentración se da más por el ámbito pensional que es uno de los rubros en los que
más se gasta el presupuesto nacional. Sin embargo, programas como Familias o
Jóvenes en acción “compensan” esta desigualdad mediante un desembolso fiscal
reducido. El segundo, representado en educación, salud, y otros, traen beneficios
importantes para los hogares pobres y ricos; en cuanto a la educación es progresivo y
relativo respecto a los ingresos de los hogares pobres ya que es subsidiada por el
gobierno, el gasto en preescolar y primaria está orientado hacia los pobres, mientras
que los ricos se benefician del mayor nivel de gasto público en educación universitaria.
En cuanto a la salud, el apoyo a los pobres es relativo respecto a sus ingresos, a
consideración de las estadísticas puede ser regresivo debido a que los ricos reciben
una cuota mayor en relación a los pobres pero relativamente el subsidio a los pobres es
sustancial lo que reduce la desigualdad. Además de que los pobres son beneficiarios
del régimen subsidiado y de las transferencias provenientes del régimen contributivo
hacia el subsidiado, lo cual incentiva la redistribución del gasto público.
Para el autor, las opciones alternativas para la redistribución fiscal deben estar guiadas
por el impacto fiscal, la efectividad del programa de reducción de la desigualdad y la
combinación de propuestas para tal fin. En tanto al impacto, la redistribución no implica
necesariamente la pérdida de los ingresos tributarios, por la estructura de los impuestos
y del gasto público en el país; una reducción en el gasto en el sistema pensional
podrían generar ahorros fiscales y reducir la desigualdad, o el IVA que tiene el beneficio
de aumentar los ingresos tributarios pero con la disyuntiva de incrementar la
desigualdad, la redistribución fiscal con un impacto positivo genera entonces ingresos
adicionales que permiten al gobierno reducir el déficit fiscal, o compensar los costos
fiscales. La efectividad del programa, viene entonces dada por la comparación del
impacto de la reducción de la desigualdad con sus efectos fiscales, que tiene más
exactitud en los programas que tienen asociados un costo fiscal, y que funciona como
un comparativo entre opciones con un impacto fiscal positivo, indicando así la política
que debería llevarse a cabo, en el caso Colombiano, la baja redistribución fiscal incluida
en el sistema tributario actual, es actualmente poco influyente teniendo en cuenta los
ingresos tributarios; Para el caso del IVA el costo fiscal de reducir la desigualdad es
demasiado alto, por lo que su efectividad es bastante baja. En cuanto a la combinación
de las propuestas, luego de hacer la advertencia de que no necesariamente se
recomienda hacerlo debido a las simulaciones estáticas de los programas, se propone
una reforma de las exenciones al impuesto sobre la renta personal si el recaudo
adicional se utiliza con efectividad, una reforma al IVA mediante el uso efectivo del
recaudo tributario adicional que incluya eliminar las exenciones del IVA, y la conversión
de las tarifas que estén por debajo del 19%.
Se concluye que Colombia es uno de los países más desiguales del mundo, y que su
potencial para reducir el coeficiente de Gini sigue siendo poco explotado mediante la
redistribución fiscal de los impuestos directos e indirectos que se mencionó que se
anulan mutuamente. Se hizo hincapié en que el IVA al ser un impuesto regresivo en
Colombia implica que los hogares ricos se benefician de manera desproporcionada de
las exenciones y las exclusiones del impuesto pero al mismo tiempo mitigan su
regresividad; las transferencias monetarias públicas son regresivas, y en contraste el
gasto público no monetario es progresivo, lo que implica niveles más altos de
desigualdad dependiendo del enfoque que se tenga, y que un buen mecanismo para
lograrlo es mediante la progresividad de las transferencias públicas. Con esto en cuenta
las reformas propuestas ayudan a dilucidar el potencial no explotado de la redistribución
fiscal en el país, sin querer decir que sea una recomendación de política inmediata, en
parte por el desconocimiento del impacto de impuestos diferentes al IVA y a la renta
personal; además junto con una investigación adicional sobre política económica se
puede ver si es factible uno u otro paquete de medidas de redistribución fiscal.

Andres Felipe Colmenares Niño


Leandro Corrales Feria
Kristoffer Ramirez Orjuela

Teoria y Politica Fiscal - Grupo B


Programa de Economía

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