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doméstica colonial

PARTE 11

EDUCACIÓN
REPUBLICAN

1
Capítulo 3
EDUCACIÓN PÚBLICA REPUBLICANA

El proceso revolucionario que se inicia en 18 IO con el que se establece un


gobierno autónomo y el triunfo de la independencia en 1819, marca un nuevo
momento histórico para la consolidación de la República que en sus comienzos se
conoció como la integración de la Gran Colombia, con la unión de la Nueva
Granada y Venezuela, y posteriormente las provincias de Quito y Guayaquil.
Desde el Congreso de Angostura en 1819, que marca el nacimiento de la
República, sus fundadores le atribuyeron un papel fundamental a la "instrucción
pública". Luego las constituciones bolivarianas, en especial la de Cúcuta y sus
desarrollos legislativos ratificarían esta idea fija.
La educación era la llamada a transformar el viejo orden colonial a partir de
la formación de una conciencia en el nuevo ciudadano para cristalizar en sus
virtudes la utopía republicana. Era la materialización del ideario moderno que
pretendía transformar el viejo orden para lograr "la felicidad, el progreso, el
bienestar" de la patria mediante la transformación de la población en "ciudadanos
útiles". De muchas formas se repetían en los discursos las propuestas de la
Enciclopedia y de la Ilustración, pero con las dificultades de la fundación de un
nuevo orden de iguales en una sociedad profundamente desigual.

3.1 Los inicios de la República


El período de la Gran Colombia es el momento histórico en que se vive la
transición de unas formas de educación doméstica colonial a otras de la educación
pública republicana. No se podría afirmar que se hubiese dado un cambio tajante
de una forma de educación a otra, ya que si bien se constituye un nuevo proceso
político por la declaración de la independencia yla constitución de la República,
el pueblo continuó siendo tradicional en sus costumbres familiares

3
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

y religiosas, lo que impidió o retardó de alguna manera el cumplimiento


del proyecto moderno, entendido como un cambio de mentalidad, de
ejercicio de autoridad y de condición de los individuos.
Durante este primer período se mantendrían vigentes categorías de la
educación doméstica como el uso de la tutoría, la preceptoría, los maestros
pensionistas, o maestros particulares, además, aspectos del método de enseñanza.
Su principal modificación se encontrará en la apertura de escuelas de primeras
letras, el intento de construir un nuevo lugar para el maestro público y la
organización de la educación por el Estado mediante el establecimiento de planes
de estudio que permitirían unificar contenidos, métodos y procedimientos.
Para entender los cambios producidos en la educación pública republicana,
se hace necesario reflexionar sobre el nuevo sujeto social llamado a desempeñarse
como actor fundamental en la República: el ciudadano, mirando de cerca las
transiciones sociales a las que se debe enfrentar y el nuevo proyecto educativo que
se le plantea.

Un nuevo sujeto social


El sujeto de la modernidad temprana, en los siglos XVIII y XIX, es un sujeto
construido a partir de la razón y de la fe, de los nuevos lineamientos esbozados
por la sociedad civil, por la condición de ciudadano y por la adopción de nuevas
costumbres, de nuevos hábitos, de nuevas maneras del ser y del deber ser en
sociedad. La personalidad se determinaba claramente por los roles asignados
desde el establecimiento; estos roles legitiman el orden, la autoridad, la norma y
los valores de la época.
El ser padre, madre, maestro, artesano o aprendiz, le garantizaban un lugar
social, lo que lo definía como ejecutor de roles con derechos y deberes. Este orden
manifestaba una continuidad entre el sistema social y sus miembros. Pero para
todos los actores sociales republicanos se daba un estatus de igualdad ante la ley:
la condición de ciudadanía. ¿Cuáles fueron las condiciones necesarias para
alcanzar el estatus de ciudadano a partir del momento en que se funda la
República?
A partir de 1820, el vehículo fundamental para alcanzar el estatus de
ciudadanía fue la instrucción, por considerarla como el camino expedito "para que
los ciudadanos de un Estado adquieran el conocimiento de los derechos y deberes
que tiene en sociedad"l Esta instrucción, a diferencia de la del período colonial,
será proporcionada por el gobierno, pensando en el bienestar de los individuos y
4
Educación pública republicana

en la felicidad de todos. El conocimiento mínimo requerido para la obtención de


esta nueva categoría, sería el saber leer y escribir. Se partía de un supuesto:

Que sin saber leer y escribir los ciudadanos no pueden conocer fundamentalmente las
sagradas obligaciones que les impone la religión y la moral cristiana, como tampoco
los derechos y deberes del hombre en sociedad, para ejercer dignamente los primeros
y cumplir los últimos con exactitud2

El congreso de Venezuela fijó un plazo de diez años para que la población


obtuviese estos conocimientos so pena de perder los derechos de voto activo y
pasivo en las elecciones populares a partir de 1830. El mecanismo a través del
cual se lograría que la población aprendiese a leer y escribir sería el
establecimiento de escuelas públicas en todas las ciudades y villas a partir de
1820.
Este nuevo sujeto social en posición de ciudadano es llamado por Bolívar
como aquel "que tenga cualidades o habilidades pero no fortuna"3 . Quien no
supiera leer y escribir, quien no pagara sus contribuciones, ni ejercitara un arte u
oficio, no era merecedor para llevar el nombre de ciudadano.
Las nuevas cualidades que debería ostentar un ciudadano estaban
circunscritas a su manera de ser virtuosa, de tener buenas costumbres, buen trato
social y ser religioso. Las habilidades que debería tener estaban referidas a ser una
persona instruida y laboriosa. Tanto cualidades como habilidades deberían
formarse en la educación, en donde la tarea fundamental era el reconocimiento de
una nueva forma de autoridad, una nueva manera de relación social y el
aprendizaje de nuevos hábitos. En palabras de Simón Rodríguez 4:

Decreto sobre el establecimiento de escuelas públicas en el departamento, firmado por Francisco


de Paula Santander, Bogotá, 6 de octubre de 1820, en: Osorio Racines, Felipe, Decretos del general
Santander 1819-1821, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1969, pp. 17-18. Ley 15 del 6
de agosto de 1821, sobre el establecimiento de escuelas de primeras letras para los niños de arnbos
sexos, en: Codificación Nacional, t. 1, Imprenta Nacional, 1924, p. 29. Bolívar, Simón, "Carta al
general Francisco de Paula Santander, desde Chuquisaca el 27 de diciembre de 1825", en: Obras
completas, t. I, Editorial Lex, La Habana, p. 1254.
Simón Rodríguez ( 1771-1854) , filósofo y educador venezolano, maestro y orientador de Simón
Bolívar. Nació en Caracas el 28 de octubre de 1771 y murió el 28 de febrero de 1854. En la
Solo la educación impone obligaciones a la voluntad, estas obligaciones son las que
llamamos hábitos, si queremos hacer República debemos emplear medios tan

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De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

nuevos como es nueva la idea de ver por el bien de todos... la autoridad se forma en
la educación, se desarrolla en las costumbres y vuelve a la educación5

El nuevo concepto de ciudadanía implicaba nuevas formas de sociabilidad


que preparasen a la población en unas nuevas maneras del ejercicio de la
autoridad, de relaciones sociales más igualitarias, una nueva relación con el
cuerpo, un nuevo aprendizaje de la técnica y un conocimiento de la ciencia. Simón
Rodríguez le dio un nombre específico a cada uno de estos conocimientos:

Los hombres deben prepararse al goce de la ciudadanía con cuatro especies de


conocimientos que han de recibir con cuatro especies de instrucción en su primera y
segunda edad: Instrucción social para hacer una nación prudente, instrucción corporal
para hacerla fuerte, instrucción técnica para hacerla experta e instrucción científica
para hacerla pensadora6

El nuevo ciudadano era sujeto de luces y virtudes sociales para que pudiese
vivir en sociedad y los medios de propagar esta condición social, devenían de la
ilustración, la seguridad y la paz7, proporcionadas desde el Estado, condición
moderna que asumía para sí funciones que antes competían al espacio privado.
La condición jurídica de este sujeto social llamado ciudadano quedó
estipulada en el reconocimiento de los derechos del hombre en sociedad como "la
libertad, la seguridad, la propiedad y la igualdad"8 El goce de estos derechos fue
asumido como el objeto de la sociedad y la felicidad común.

práctica pedagógica de Rodríguez se pL1eden traslucir todas las categorías de la educación de


la época; se desempeño como tutor, preceptor y ayo de Simón Bolívar. En e] período
republicano ejerció el magisterio de primeras letras en Colombia, Bolivia, Veneztle}a y
Ecuador.
Rodríguez, Simón, "Extracto sucinto sobre mi obra sobre la educación republicana: 1849", en:
Obras completas, vol. 1, Editorial Arte, Caracas, 1975, p. 130.

Pombo, Lino de, Discurso de apertura de estudios pronunciado en la Universidad del Cauca,
Imprenta de Espinosa por José Ayarza, Bogotá, 1830, p. 31.
Bolívar Simón, Proyecto de Constitución para la República de Venezuela, Angostura, febrero de
1819, O'Leary, Daniel Florencio, Memorias, t. XVI, Imprenta y Litografía del Gobierno
Nacional, "Gaceta Oficial", El Monitor, Caracas, 1879-1884. pp. 138-141.
Bolívar reconocía que, como sujetos sociales, se era diferente pero como
ciudadanos se establecía el derecho de igualdad ante la ley, ya que "la educación,

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Educación pública republicana

la industria, las artes, los servicios y las virtudes"9 permitían una igualdad ficticia
llamada política y social. Los deberes del ciudadano fueron asociados al ejercicio
de las virtudes sociales:

Haz a los otros el bien que quisieras para ti. No hagas a otro el mal que no quieres
para ti; son los dos principios eternos de justicia natural en que están encerrados todos
los deberes respecto a los individuos. no puede ser un buen ciudadano ni hombre
honrado el que olvidando que su familia pertenece más a la patria que a sí misma,
descuida la educación de sus hijos. Todo padre de familia está obligado a inspirar a
la suya amor a la patria, a la libertad, a la virtud y al trabajo... La sociedad desconoce
al que no procura la felicidad general, al que no se ocupa de aurnentar con su trabajo,
talento o industria las riquezas y comodidades propias que colectivamente forman la
prosperidad nacionali0

Al nuevo sujeto social que ostentó la categoría de ciudadano, se le exigió


contar con habilidades en la lectura y escritura, con cualidades de persona
civilizada, el aprendizaje de nuevos hábitos, el acceso a nuevas formas de
sociabilidad, una nueva manera de relacionarse con la autoridad, el ejercicio de
sus derechos, la práctica de sus deberes y la ocupación en un oficio.
Esta condición queda esbozada desde 1819 en el Congreso de Angostura
como un proyecto de sujeto moderno, pero su realización tardaría todo el siglo
XIX (y parte del XX), para que fuera adoptada por toda la población. El
pensamiento moderno se enfrenta con la tradición, con las costumbres familiares,
con la autoridad patriarcal, con el analfabetismo generalizado, con la religiosidad
interiorizada durante tres siglos de dominación española.
Además de las resistencias culturales y la lenta transformación de las
mentalidades, a ello se opone la insoslayable realidad: la enorme población de
mendigos, holgazanes y viciosos, desheredados y pobres que deja el régimen
excluyente de la Colonia. La importante tarea de la instrucción, el proyecto de
inclusión y ciudadanía en que se funda la República, contaría con diferentes

Bolívar, Simón, "Discurso de Angostura, 15 de febrero de 1819", en: Obras completas, op. cit.,

Bolívar, Simón, Proyecto de Constitución para la República de Venezuela, Angostura, febrero


de 1819, op. cit., t. XVI, pp. 138-141.

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De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

obstáculos para su realización, pero el camino estaba señalado y debía empezar a


recorrerse como camino ineludible para la construcción de la nación.

Transiciones sociales de la Colonia a la República


Los primeros años de la República podrían llamarse los años de la transición
social. Del estado de servidumbre se pasaba al estado de la libertad, de la
subordinación a la independencia, de la dominación de la Iglesia al poder del
Estado laico, del poder de los padres de familia al poder del gobierno, de la
educación doméstica y religiosa a la educación pública republicana, de la moral a
la ley, de la familia a la escuela, del latín a la lengua castellana. Las principales
transformaciones se fundan sobre dos aspectos centrales: la declinación de lo
religioso y el establecimiento de la instrucción pública como obligación del
Estado. A estas dos transformaciones se agrega que lo religioso quedaba planteado
como un elemento subordinado a la educación.
La declinación de lo religioso se manifestó con la promulgación de la "ley
sobre aplicación a la enseñanza pública de los bienes de conventos menores' al
decretar la supresión de los conventos de regulares que al día de la sanción de
la ley no tuvieran por lo menos ocho religiosos de misa, exceptuando los
hospitalarios.
Los edificios de los conventos suprimidos fueron destinados por el gobierno
para el establecimiento de colegios o casas de educación 12 . Pero a su vez se
incubaba con esta medida uno de los pretextos reaccionarios que alimentaría las
contradicciones fundadoras del proyecto antirrepublicano: la contradicción
Iglesia-Estado.

La redistribución de los conventos menores y el consiguiente debilitamiento de las


órdenes monásticas manifiesta la política mediante la cual un elemento de orden
colonial ha sido dominado y subyugado e integrado a la lógica de una nueva
organización: el sistema de enseñanza pública, y de una nueva actividad estratégica,
la instrucción pública, que asigna a los sujetos nuevos lugares, potenciando la
transformación de

"Ley 12 sobre aplicación a la enseñanza pública de los bienes de conventos menores", en:
Codificación Nacional, t. 1, Imprenta Nacional, 1924, p. 21. Esta ley fue adicionada por la ley 7 de
abril de 1826, luego fue suspendida por el decreto dictatorial de fecha IO de julio de 1828, puesta

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Educación pública republicana

en vigor nuevamente por la ley de 13 de enero de 1832 y, por último, derogada por el artículo ll de
la ley de 15 de junio de 1853.
los regulares en seculares, en maestros laicos de escuela primaria, en tinterillos, en
sacristanes, en funcionarios medios del Estado al nivel de las poblaciones alejadas y
hasta en vagabundos. Esta nueva ubicación de los sujetos cultural, moral y
económicamente más poderosos en la Colonia, instaura una transformación como
condición necesaria a la formación del ciudadano, siendo la Iglesia y sus ministros
(especialmente los regulares), la primera institución que transforma el nuevo régimen
republicano. La única institución republicana que es fundada sobre un nuevo cimiento
es la instrucción pública13

Tocar el estamento religioso en una sociedad tradicional y subyugarlo para


ponerlo al servicio de la educación pública estatal era sentar las bases de la
condición del nuevo sujeto moderno, menos religioso, más instruido y con una
nueva racionalidad y una nueva moral, distinta a la planteada en el régimen
colonial. El nuevo Estado se entrometía con dos espacios de poder, la Iglesia y la
Familia.
La Iglesia, que hasta entonces había sido la fuente legitimadora del orden de
la monarquía colonialista y la familia patriarcal que reproducía el despotismo en
su interior y "quien fuera la legisladora de un derecho y de una moral en los que
la severidad ha llegado con frecuencia hasta la rudeza extrema, al mismo tiempo
que el medio donde los hombres han aprendido por vez primera a gustar las
efusiones del sentimiento", como caracterizaba para el siglo XIX la textura de esa
institución natural uno de los fundadores de la sociología}4.
El establecimiento de una República requería la construcción de una nueva
moral, que de hecho había venido constituyéndose durante todo el proceso
revolucionario hasta culminar en la promulgación de la independencia. Este
proceso partía de otra concepción moral fundada en la noción de "bien común",
en la cual debía subordinarse el interés particular al interés generaP 5 Esta nueva
concepción que ubica como principio guía para todas sus actuaciones el interés
general, es coherente con el acto legislativo de suprimir los conventos menores,
como representación de la supresión de los privilegios, de los poderes establecidos
de una minoría y es coherente al colocarlos al servicio de la instrucción pública.

Sánchez Echeverri, Jesús Alberto, El proceso de construcción de la instrucción pública: 18191835,


Editorial Copiyepes, Medellín, 1984, p. 53.

9
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Durkheim, Emile, La división del trabajo social, Editorial Planeta, Bogotá, 1985, p. 32. Ibíd., p.
17.
Simbólicamente fue un hecho moral a través del cual el nuevo gobierno
ofreció las garantías mínimas para la construcción de una nación, basada en
sujetos instruidos, en condiciones de igualdad y supeditaba a otros individuos
ligados por la vieja moral que anteponía el interés particular al general. El mismo
hecho significaba además colocar a la instrucción pública en el lugar de poder que
durante siglos había ocupado la religión.
Si bien esta idea moderna de apoyarse en la educación como elemento de
progreso y felicidad para los pueblos, en el contexto grancolombiano produciría
un choque cultural dado el arraigo de lo religioso en la población y las formas de
respuesta de la Iglesia frente a las medidas implantadas. Tanto la Iglesia como el
pueblo resistirían a estas políticas. Ellos serían las fuerzas que retardarían los
principios de instrucción general.
La ley de supresión de conventos tuvo resistencias para su implementación
en toda la Gran Colombia, pues "la influencia del clero era mayor que la de
cualquier institución privada, y su poder de persuasión sobre las masas era
indudablemente mayor que el del mismo gobierno, el prestigio del clero no se
encontraba ni remotamente amenazado entre el pueblo del Ecuador, de la Nueva
Granada y de Venezuela"16
La propuesta del gobierno, posiblemente utópica para este momento
histórico, establecía con claridad la necesidad de fundar una nación sobre la base
de un pueblo instruido y para ello necesario desalojar todos los antiguos poderes
y privilegios que obstaculizaron el logro de este propósito nacional. Teniendo en
cuenta que se venía de un estado de dominación, de ignorancia, de abandono y de
pobreza, la instrucción pública se asumió como el mecanismo que les permitiría a
los nuevos ciudadanos emerger de esta condición para pasar al estado de
educación, de libertad, de mayoría de edad, y hasta la posibilidad de ejercer un
trabajo.
Pero la realidad social era tan precaria que la primera tarea asignada a la
educación fue la de la regeneración sociaP 7 dada la inestabilidad de las
instituciones educativas y el cierre temporal de las existentes, durante los ocho o
nueve años de guerra que precedieron a la reorganización del país, "porque era
imposible atenderlos, cuando el pillaje, la desolación y la muerte vagaban por
todas partes"18 .

10
Educación pública republicana

Bushnel_l, David, El régimen de Santander en la Gran Colombia, Pl"ercer Mundo Editores y


Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1966, p. 233.
Pombo, Lino op. cit., p. 30. Ibíd., pp. 25-
26.
Las primeras leyes sobre instrucción pública contemplaron el establecimiento
en cada una de las provincias de Colombia de un colegio o casa de educación 19,
pues la educación pública pretendía ser en adelante el fundamento del gobierno
representativo y el primer requisito para que los pueblos "alcancen su
independencia y libertad"20 . Esta educación se pensó para todas las clases
sociales con el fin de que reconocieran sus deberes y derechos y se promoviera
una moral pública y privada que no desconocía su fundamento religios021 .
Debía iniciarse desde la más temprana edad en las escuelas de primeras letras
que se abrirían dependientes de los colegios y casas de educación 22 . 'lbda la
población infantil en edad de educarse debía acudir a las escuelas tanto de niños
como de niñas para las cuales se establecieron en las cabeceras de los cantones y
demás parroquias para que aprendieran a leer, escribir, ortografía, principios de
aritmética, dogmas de la religión y moral cristiana, deberes y derechos del hombre
y además a coser y a bordar23

3.2 A una nueva República, una nueva educación


Para Simón Bolívar la educación e instrucción pública constituían el principio de
la felicidad genera124. Este principio inherente a la conformación de los Estados
Modernos determinó las acciones educativas del gobierno en las primeras décadas
de la República. La felicidad general se sustentaba sobre el conocimiento del arte
de leer y escribir, la ortografía, los números, los principios de religión como
elementos de paz y esperanza al espíritu, las sabias máximas de la moral, el
ejercicio de las virtudes sociales, la urbanidad y civilidad25 . Para

"Ley 14 sobre el establecimiento de colegios o casas de educación en las provincias, reforma a las
constituciones y planes antiguos y formación de otro nuevo Liniforme en toda la República", en:
Codificación Nacional, t. 1, Imprenta Nacional, 1924, p. 25. Ibíd.

22 "Ley 15 del 6 de agosto de 1821, sobre el establecimiento de escuelas de primeras letras...


op.cit., t. l, p. 28.
23 Ibíd., t. l, p. 30.
24 "Decreto I sobre la educación e instrucción públicas 17 de septiembre de 1819", en: Yanes, F.
J., Colección de documentos relativos a la vida pública del Libertador, Imprenta de Devisne

11
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Hermanos, Caracas, 1826. Tomado de: Obra educativa de Santander, t. l, Fundación Francisco
de Paula Santander, Bogotá, 1990, p. 4.
25 "Discurso pronunciado por el señor gobernador en la apertura de la escuela de enseñanza
mutua de Medellín", en: Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, núm. 14, Panamá, 3 de
abril de 1823, p. 54.

12
De educación doméstica a la educación pública en Colombia
fa

el poder ejecutivo en 1825, la educación general se tomó como la base más


sólida del sistema político de la República y la principal fuente de felicidad y
prosperidad común que podía formar buenos y útiles ciudadanos26 .
La importancia de este planteamiento de la educación como felicidad
general y el establecimiento del sistema de enseñanza a partir de la
Independencia se enaltece si se tiene en cuenta que para este período no se
habían culminado ni las guerras de independencia ni los conflictos regionales,
los cuales permanecieron hasta 1825.
La educación como fuerza espiritual en la formación de jóvenes
generaciones y como único medio para alcanzar la libertad y la independencia
cobran plena vigencia en la educación republicana constituida por acciones que
fueron desde la apertura de colegios, casas de educación, escuelas de primeras
letras, consecución de nuevos métodos pedagógicos, organización de las
escuelas normales lancasterianas, formulación de los planes de estudios,
introducción de libros, periódicos, formación de sociedades para apoyar la
educación, entre otros; "la educación se convirtió en uno de los pilares con el
cual Santander y la generación fundadora y romántica se propusieron organizar
el nuevo Estado Nacional, con el modelo democrático"27 .
A una nueva República, una nueva educación; la lucha se daba en el campo
de las armas y en el campo educativo para lograr la libertad yla independencia.
Así queda plasmado nítidamente y sin ambivalencias en 1821:

En dos años de vida política, a pesar de que fa guerra no ha interrumpido los


sacrificios, ni que ha hecho posible al gobierno prescindir del enemigo para atender
a las mejoras, que solo la paz y el tiempo pueden proporcionar, se han echado ya
los cimientos de la educación de la juventud ... extinguido el infernal sistema de
estudios adoptado por el gobierno de España para los americanos, le sucede el plan
propio a una República independiente análogo a las luces del siglo y capaz de hacer
brillar los talentos de los hijos de Colombia28.

Las leyes del 6 de agosto de 1821, promulgadas en el congreso de Cúcuta,


fijaron los lineamientos de la nueva educación republicana: la uniformidad

26 Gaceta del Istmo, núm. 152, Panamá, 27 de noviembre de 1825, pp. 2-3.

13
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
27 Ocampo López, Javier, Santander y la educación: ideario educativo del hombre de las leyes
y su influencia en los colegios santanderinos, Colegio de Boyacá, Tunja, 1987, p. 21.

"Educación", en: Gaceta de la ciudad de Bogotá, núm. 105, Bogotá, 29 de julio de 1821, p. 344.

del método en todos los colegios y casas de educación, la reforma de las


constituciones particulares de los colegios existentes29; los contenidos de la
enseñanza primaria en donde se mantienen los mismos de la educación coIonial,
agregando el conocimiento de los derechos y deberes del hombre en sociedad30;
el establecimiento de un método uniforme en todo el territorio de la República 31
y la formación de maestros a través de escuelas normales para la difusión del
método lancasterian032
La principal batal_la que se pretendía lograr con todas las medidas
legislativas era la batalla a la ignorancia:

Triunfan las armas colombianas donde quiera que se disparan contra los enemigos
y la ilustración también obtiene victorias señaladas sobre la entupida ignorancia.
Allá muerden la tierra los soldados de un gobierno injusto y temerario y acá a la
sombra de los laureles del vencedor, la ignorancia huye aterrada a los más pequeños
resplandores del sistema de educación, que se ha empezado a observar33.

Sobre la educación, pues, descansaba el ideal de la libertad, del


progreso, la construcción del interés común, el derrocamiento del
fanatismo político y religioso y la conformación de una nueva moral en
los ciudadanos republican os34
Era preciso el establecimiento de una educación igualitaria para que todos
alcanzaran el estatus de ciudadanía; mezclar y confundir las clases que hasta
ahora habían estado excluidas de la educación para poder alcanzar la igualdad
absoluta; de lo contrario, todas las ideas educativas quedarían reducidas a
"ideales quiméricos"35 En este sentido de igualdad educativa, Santander
decretó en 1822 el establecimiento de becas para indígenas en los colegios,
'cuatro en el de Bogotá, cuatro en el de Caracas, igual número en el de Quito

"Ley 14 sobre el establecimiento de Colegios o Casas de Educación en las provincias... ", op

"Ley 15 del 6 de agosto de 1821, sobre el establecimiento de escuelas de primeras letras.

op. cit., t. 1 , p. 29.

14
Educación pública republicana
Ibíd.
Ibíd.
"Educación", en: Gaceta de la ciudad de Bogotá, núm. 105, Bogotá, 29 de julio de 1821, p. 344.
34 "Discurso pronunciado por el señor gobernador en la apertura de la escuela... 'i op. cit. , núm.

"Igualdad", en: El Fósforo de Popayán, núm. 5, Popayán, 27 de febrero de 1823, p. 34.


cuando se halle en libertad y dos en cada uno de los demás seminarios"36 . Para
que los indígenas fueran admitidos se estableció como requisito que supieran
leer y escribir correctamente.
José Manuel Restrepo, en su informe de 1823, planteó el objetivo de la
instrucción de los indígenas, de los negros y se proyectó el surgimiento de la
"raza americana .

Así poco a poco los indígenas serán otros hombres bajo el imperio de la libertad y
de las instituciones republicanas... no hay leyes algunas que puedan tener tanta
influencia sobre los futuros destinos de Colombia como la que declara libres a los
partos de las esclavas y la del 4 de octubre del año 21 que hizo iguales a los
indígenas con el resto de los ciudadanos. Dentro de cincuenta o sesenta años,
Colombia será habitada solamente por hombres libres, los indios se habrán
mezclado con la raza europea y con la africana, resultando una tercera, que según
la experiencia no tiene los defectos de los indígenas; finalmente las castas irán
desapareciendo poco a poco de nuestro suelo. Esta perspectiva sin duda era
halagüeña y muy consoladora37

La educación de los indígenas fue lenta pero progresiva, así lo informó el


gobernador de Casanare en 1833, al reportar al secretario del interior, el
establecimiento de doce escuelas de primeras letras en donde se formaba a la
juventud de la provincia. De esta manera, los indígenas de Casanare contaron
con una alternativa para que sus hijos no quedaran sumidos en la ignorancia38
Las reformas de la educación republicana contemplaron además la
incluSión de la población femenina que había estado marginada en la educación
colonial, la ley de 6 de agosto de 1821, considerando la importancia de la
educación de las niñas para el desarrollo de la sociedad, decretó el
establecimiento de una casa de educación para las niñas y para las jóvenes, en
todos los conventos de religiosas.

15
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
36 Santander, Francisco de Paula, "Decreto estableciendo becas para los indios del ll de marzo
dc 1 822", en: Gaceta de Colombia, núm. 29, Bogotá, 5 de mayo de 1822, p. 1,
37 Citado por: Konig, Hans-Joachim, El camino hacia la nación: nacionalismo en el proceso de
formación del Estado y de la formación de la Nueva Granada 1750 -1856, Banco de la
República, Santafé de Bogotá, 1998, p, 15.
38 Acero, Mariano, "Carta del gobernador dc Casanare sobre los progresos de la instrucción
pública", en: Gaceta de la Nueva Granada, núnn. 78, Bogotá, 27 de febrero de 1833, p. 3.
Esta disposición se apoyaba en lo estipulado en la Cédula española de 8 de
julio de 181639 El poder ejecutivo esperaba la colaboración de los arzobispos,
obispos y diócesis episcopales y demás prelados de la República, para la
ejecución y cumplimiento de esta disposición en beneficio de la moral pública
y de la religión40 .
El deseo del gobierno no solo era instruir la infancia y la juventud sino
además, lograr fundar una nueva moral civil y religiosa, en donde tan importante
era conocer los principios de la religión como los buenos modales y la
urbanidadll El objetivo radicaba en lograr establecer una conciencia en la
población, de que se estaba gestando un nuevo gobierno, en el que se tenían
derechos y deberes y que las relaciones sociales que se entablaran en adelante
deberían ser radicalmente distintas a los tipos de vínculos generados en la
Colonia. Esta nueva representación de lo social requería el trabajo conjunto del
gobierno, de los rectores de los colegios y de los padres de familia.
La educación de los jóvenes fue objeto de mayor in terés en los comienzos
de la República. Eran considerados como "la parte más preciosa del género
humano y pueden compararse a unas plantas tiernas en que están encerradas las
semillas del heroísmo y de la virtud que fomentándolos con el riego de la
enseñanza, deben algún día producir frutos abundantes en beneficio de la
religión y de la patria' El gobierno hacía un llamado a los padres de familia para
que no privasen a sus hijos del conocimiento de las ciencias y los exhortaba a
confiarlos a los directores de los colegios, quienes los cuidarían "con el mismo
designio con el que el labrador encomienda el fértil grano a la tierra en la
esperanza de abundantes frutos'
Dentro del movimiento de revolución social que significó esta primera
organización de la instrucción pública, no podía dejarse de lado lo concerniente
a la implementación de una educación útil, de una educación que permitiera la
transformación de la realidad social de la época, que contribuyera no solo

''Ley 13 sobre el establecimiento de escuelas de niñas en los conventos de religiosas", en:


Codificación Nacional, t. 1, Imprenta Nacional, 1924, p. 23, Ver además: Foz y Foz, Pilar, odn,
Mujer y educación en Colombia siglos XVI- XIX: aportaciones del Colegio de la Enseñallza

16
Educación pública republicana
1783-1900, Academia Colombiana de Historia, Santafé de Bogotá, 1997, pp. 243-245. 40 "Ley
13 sobre el establecimiento de escuelas de niñas... op. cit., t. l, p. 24.
41 "Circular», en: Gaceta del Istmo de Panamá, núm. 152, 27 de novienlbre de 1825, p. 3.
Restrepo, Félix de, (Sin título), Imprenta de la República por N. Lora, Bogotá, 1825, p. i.
al restablecimiento del orden social sino al progreso económico, que sirviera
como preparación para el trabajo y que además modificara las costumbres
sociales y los prejuicios con respecto al aprendizaje de las artes y los oficios y
la valorización social de quienes los realizaban.
La ley 14 de 1821 estableció el fomento al estudio de la agricultura, del
comercio, de la minería y de las ciencia militares44 el progreso de las ciencias,
de las artes y de establecimientos útiles45 La principal preocupación radicaba en
abolir de escuelas y colegios, todas "aquellas materias abstractas e
insignificantes que ocupaban un tiempo precioso y un buen talento"46 y
suplantarlas por materias útiles, ya fuere en el campo de los conocimientos
sociales o de los religiosos, que ofrecieran un servicio productivo a quienes lo
aprendían.
Las materias objeto de la enseñanza a partir de 1821 fueron la aritmética, la
geometría, el Derecho Público, la ciencia de Hipócrates, la jurisdicción legítima
de los tribunales eclesiásticos y la retórica, entre otras, por considerarlas
materias de utilidad y de necesidad que potenciaban los talentos de la
juventud'17 A través de la ley 271 de 1826 se reiteró el fomento de la educación
destinada a cultivar las artes, la agricultura y el comercio por considerarlas una
fuente de progreso de la industria y de riqueza y poder para la nación48 .
José Manuel Restrepo, como secretario del interior entre 1821 y 1830,
defendió y apoyó la idea de una educación científica y práctica a través de la
enseñanza en los colegios de la física, la química y las matemáticas. Propendió
por el establecimiento de escuelas de agricultura y artes en Caracas, Bogotá y
Quit049 . Por su parte Santander, quien encarnaba el poder real del ejecutivo,
consideraba:

La República debe tener artesanos, agricultores, comerciantes, soldados y


marineros, porque todos son oficios de hombres libres, y capitales para buscar la
vida, el que

"Ley 14 sobre el establecimiento de colegios o casas de educación en las provincias", op. cit.,

Constitución de la República de Colombia, Título IV, Sección 2. a, imprenta de Bruno


Espinosa,
Cúcuta, 1821, p. 22.

17
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
"Educación», en: Gaceta de la ciudad de Bogotá, núm. 105, Bogotá, 29 de julio dc 1821, p. 344.

"Ley 271 Sobre organización y arreglo de la instrucción pública", en: Codificación Nacional,
t. 2, Imprenta Nacional, 1924, p. 226.
Safford, Frank, El ideal de lo práctico, Editorial Universidad Nacional de Colombia, Áncora
Editores, Bogotá, 1989) pp. 165-166.
no quiere o no puede ser buen abogado, buen médico, buen teólogo, buen botánico,
químico o mineralogista, será buen sastre, buen platero, buen agricultor, buen
soldado o buen mariner050 .

Este planteamiento sobre el ejercicio de los oficios en la República


cuestionó profundamente los prejuicios sociales que se mantenían desde la
Colonia sobre el trabajo, especialmente el asociado a los oficios bajos por las
implicaciones que tenía en la exclusión social. Cambiar esta mentalidad fue una
de las pretensiones de las reformas educativas de comienzos de la República.
El plan de estudios de 182651 se afianzaba en las medidas promulgadas en
1821 y ampliaba el establecimiento de escuelas de primeras letras, una en cada
distrito o parroquia, una escuela de gramática en cada cabecera de cantón, un
colegio en cada provincia y una universidad en cada departamento, se enfatizaba
además que la enseñanza pública sería gratuita, común y uniforme en todo el
territorio colombian052 .
A siete años de la independencia, era visible para la población el cambio
que la educación ofrecía en los pueblos en donde se habían establecido escuelas
o casas de educación. Pero aun así se requería una vigilancia constante en la
moderación de las costumbres, en la moral religiosa de los jóvenes y en las
prácticas de la vida espiritual. Situación que —según muchos de los
comentaristas de la época— se vería amenazada por la introducción de la
filosofía benthamista en el plan de estudios de 1826 por considerar que atentaba
contra la moral de la juventud, tal como lo desarrollaremos más adelante.
Sin embargo, en el pensamiento educativo de Bolívar podríamos encontrar
la fuente que ilustra el ideario del proyecto educativo de la modernidad
republicana que se pretendía instaurar.

El proyecto educativo bolivariano


El pensamiento educativo de Bolívar se reflejó en las medidas tomadas en la
Gran Colombia. Si bien este aspecto de Bolívar ha sido estudiado por varios

18
Educación pública republicana

Santander, Francisco de Paula, "Plan de Estudios", en: Gaceta de Colombia, núm. 281 , Bogotá,
4 de marzo de 1827, p. 3.

"El Plan de Estudios de 1826 se reglamentó a través de la Ley 271 sobre organización y arreglo
de la instrucción pública", en: Codificación Nacional, t. 2, Imprenta Nacional, 1924, pp. 226 y ss.
"Ley 271 sobre organización y arreglo de la instrucción pública... op. cit., t. 2, p. 227.
investigadores53, consideramos importante resaltar algunos de sus
planteamientos que aportan a la comprensión del sentido de la educación en los
inicios de la República. Para Bolívar, la educación era un todo que integraba
tanto la formación como la instrucción, así lo señala en el método que propone
para la educación de su sobrino Fernando en donde debía partirse de las mismas
condiciones del niño: edad, inclinaciones, genio y temperamento.
La instrucción debería iniciarse a los doce años con el aprendizaje de los
idiomas modernos. El plan de estudios en el cual debería formarse estaría
constituido por Geografía, Cosmografía, Historia, Ciencias Exactas, Cálculo,
Matemáticas, Geometría, Álgebra, Estadística, Dibujo lineal, Astronomía,
Química y Botánica. El método que proponía contemplaba el ejercicio de la
memoria pero sin excesos que la pudieran debilitar y consideraba la
comprenSión más importante que la memorización:

memoria demasiada pronta, siempre es una facultad brillante; pero redunda en


detrimento de la comprensión; así es que el niño que demu estra demasiada
facilidad para retener sus lecciones de memoria, deberá enseñársele aquellas cosas
que lo obliguen a meditar cómo resolver problemas y poner ecuaciones".

Tan importante consideró la instrucción en los conocimientos útiles como


la formación moral y civil. Su sobrino debería aprender la Moral en máximas
religiosas55, así como el aprendizaje de las buenas costumbres para lo cual
recomendaría la lectura de las cartas de Lord Chesterfield para que aprendiera
los modales de un caballero.
El trato social era un aspecto que no podía descuidarse, ya fuera mediante
conocimiento y práctica de las reglas de urbanidad como a través de sus buenos
modales y desenvoltura en el trato con los otros, a esto le podría ayudar el

Salcedo Bastardo, José Luis, El primer deber: Con el acervo documental de Bolívar sobre
educación, Ediciones de la Universidad Simón Bolívar, Caracas, 1973; Rojas Armando,
Ideas educativas de Simón Bolívar, Edime, Caracas, Ediciones, 1952; Prieto Figueroa, Luis

19
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
Beltrán, El magisterio americano de Bolívar, Editorial Arte, Caracas, 1968; Acevedo
Carmona,
Bolívar libertadory educador de Alnérica, Editorial Universidad dc Antioquia, Medellín,
1989; Echeverry Sánchez, Jesús Alberto, Proceso de constitución de la instrucción pública
1819-1935, Universidad de Antioquia, Medellín, 1984.
Perú de la C,roix, Luís, Raciocinios del libertador Simón Bolívar sobre religión, política,
educación y filosofía o diario de Bucaramanga, Imprenta Walter, Paris, 1869, p 132. 55 Ibíd., p.
134.
ejercitarse en el baile, "que es la poesía del movimiento y que da gracia y soltura
a la persona, a la vez que es un ejercicio higiénico en climas templados"56
Consideró importante inculcar en su sobrino el gusto por la sociedad culta "en
donde el bello sexo ejerce su benéfico influjo"57 . En cuanto a la formación
profesional, mencionó la de Ingeniero Civil o la formación en Derecho Romano,
sin dejar de contemplar el aprendizaje de un arte u oficio:

Si su inclinación lo decide a aprender algún arte o oficio yo lo celebraría, pues


abundan entre nosotros médicos y abogados pero nos faltan buenos mecánicos
y agricultores que son los que el país necesita para adelantar en prosperidad y
bienestar58 .

Las ideas educativas de Bolívar, algunas esbozadas en la educación que


propone para su sobrino, como se ha dicho, intentará llevarlos a la práctica tanto
en las propuestas de Angostura de 1819, como en el congreso de Cúcuta de 1821.
Bolívar atribuía "la depravación moral del país a la mala educación, que apaga
todo sentimiento de honor, de delicadeza y de dignidad, facilita el contagio de
las malas costumbres y de los vicios y aleja del camino de la virtud y del
honor"". La transformación de esta condición social estaba en la instrucción
general, tomada como felicidad, como el medio a través del cual el ser humano
podía completarse, como "el mecanismo que lo alejaría de la corrupción y de
las tinieblas de la servidumbre"60
Para Bolívar era clara la existencia de tres tipos de educación: la de los
padres, la de los maestros yla del mundo. En la medida en que las tres se
desarrollaran se iría logrando el equilibrio socia161 Atribuía roles especiales a
cada una de ellas estableciendo un sistema complementario. En la educación de
los padres se adquiría la buena crianza, la formación de los preceptos morales,
el conocimiento de la religión, el respeto por los mayores, la formación de los

Ibíd., p. 135.

20
Educación pública republicana
Ibíd.
Ibíd.
Ibíd., p. 108.

Bolívar, Simón, "Carta a María Antonia Bolívar desde Lima, abril de 825", en: Obras completas, op. cit., t, 1,
p. 1073.

Perú de la Croix, Luis, op. cit., p, 1 17.

Bolívar, Simón, Obras completas, op. cit., t. 2, p. 1293.


hábitos de higiene, el cuidado de la salud y el desarrollo físico del cuerpo. La
educación de los maestros se refería a la instrucción en los conocimientos útiles
y a la formación para el ejercicio de una profesión u oficio. Ellos debían
colaborar en la formación de los hábitos, dando especial atención a los hábitos
de aseo:

La primera máxima que ha de inculcarse a los niños es la del aseo; si se examina


bien la trascendencia que tiene en la sociedad la observancia de este principio, se
convencerá de su importancia, No hay vista más agradable que la de una persona
que lleva la dentadura, las manos, el rostro y el vestido limpios 62.

La educación del mundo era aquella que se lograba en el trato social, en la


etiqueta, "la enseñanza de las buenas costumbres o hábitos sociales es tan
esencial como la instrucción"63 El éxito de la educación radicaba en la
disciplina física y moral de los niños, la cual debía mantenerse durante todas
las horas del día, similar a la disciplina de un cuerpo de tropas64
Los tres tipos de educación de los padres, de los maestros y del mundo se
reflejan en el apéndice a la Constitución de Angostura, en donde propone el
establecimiento del poder moral compuesto por la Cámara de Moral y la Cámara
de Educación. Los alcances del poder moral se extendían a los individuos, la
familia, los departamentos, las corporaciones, los tribunales y todas las
autoridades de la República65
El poder moral estaría organizado en el areópago —idea tomada del tribunal
superior de Atenas que se hizo celebre en la antigüedad por su reputación de
sabiduría66— el cual ejercía la autoridad plena e independiente sobre las
costumbres públicas y sobre la primera educación. Este areópago lo
compondrían un presidente y cuarenta miembros escogidos entre los padres

21
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

63 Bolívar, Simón, "Método que se debe seguir en la educación dc mi sobrino Fernando", en:
Obras completas, op. cit, t. 2, p. 1296.
Bolívar, Simón, Obras completas, op. cit., t. 2, p. 1293.
Prieto Figueroa, Luis Beltrán, El Inagisterio americano de Bolívar, Caracas, 1968, p. 91.
66 Escriche, Joaquín, Diccionario razonado de legislación civil, penal, coinercialyforense, op.cit.,
p. 34. Ver además: Echeverry Sánchez Jesús Alberto, Proceso de constitución de la
instrucción pública 1819-1935, op.cit.
de familia distinguidos por la educación de sus hijos y por el reconocimiento de
sus virtudes públicas. Las dos cámaras, la primera de moral y la segunda de
educación67, vigilarían la educación de los niños, la instrucción nacional con el
fin de purificar lo que haya de corrompido en la República68
El areópago instauraba el amor paternal en el congreso, al encargarlo de
vigilar la moral y la virtud de toda la República a través de sus miembros, padres
de familia beneméritos, los cuales serían denominados "padres de la patria" y
considerados como personas sagradas a quienes se les debería tributar respeto
filia169. De esta manera, Bolívar asignaba a la educación moral de los padres el
primer lugar en la educación de un individuo y además la tomaba como punto
de partida para la organización moral de la República a través de la Cámara de
Educación.
Dentro de las atribuciones especiales de la Cámara de Moral se
contemplaba dirigir la opinión moral de toda la República, castigar los vicios
con el oprobio y la infamia y premiar las virtudes públicas con honores y gloria70
. Su autoridad se establecía como independiente y absoluta, sus juicios no
podían ser cuestionados, todos los miembros de la República quedarían bajo su
influencia, inclusive el gobierno mismo. Igualmente entregaba funciones sui
géneris de un alto tribunal ético. Tendría la facultad de censurar papeles
periódicos y demás escritos que atentaran contra la moral y las buenas
costumbresn . Todo lo concerniente a la moral, sería objeto de vigilancia de esta
cámara, lo que se hablara, lo que se declamara o se cantara en público, podría
ser censurado y castigado:

La ingratitud, el desacato a los padres, a los maridos, a los ancianos, a los


institutores, a los magistrados y a los ciudadanos reconocidos y declarados
virtuosos, la falta de palabra en cualquier materia, la insensibilidad en las
desgracias públicas o de los amigos y parientes inmediatos 72.

22
Educación pública republicana
67 Venezuela, El libertadory la constitución deAngostura de
1819, trascripción, notas y advertencia editorial por
Tomas Polanco, Publicaciones del Banco Hipotecario de
Crédito, Caracas, 1970, pp, 197-198.
68 Ibíd., p. 66-68. Ibíd., pp. 198-199.

Ibíd., p. 200.
Ibíd.
Ibíd., p. 201.

La Cámara tendría además la función de organizar la policía moral,


designando los censores que por su trabajo recibirían el título de Catón. Cada
año publicaría estadísticas de las virtudes y los vicios de todos los ciudadanos y
las listas de los hombres que ameritaran distinciones por el ejercicio de las
virtudes sociales73
La Cámara de Educación se encargaría "de la educación fisica y moral de
los niños desde su nacimiento hasta la edad de doce años cumplidos"74• para
ello se apoyaría en la labor realizada por las madres de familia, mandando
'publicar algunas instrucciones breves y sencillas acomodadas a su inteligencia"
por considerarlas, cooperadoras indispensables en la educación de los hijos 75
Para la Cámara de Educación las mejores maestras son las madres y la mejor
escuela es la familia, ambas sometidas bajo la censura moralizante del cura y
del gobiern076 .
En el artículo séptimo de las funciones de la Cámara de Educación se
proponen los lineamientos de la instrucción y de la formación moral y cívica, la
cual debía estar dirigida a los niños y niñas. Dentro de su plan de instrucción
propone que se enseñe a "leer y escribir correctamente, las reglas más usuales
de la aritmética y los principios de la gramática"77, dentro de la formación
cívica contempla "la instrucción en los derechos y deberes del hombre y del
ciudadano"78, y en cuanto a la formación moral, se debía inspirar a los alumnos
'ideas y sentimientos de honor y de probidad, amor a la patria, a las leyes, al
trabajo, respeto de los padres, a los ancianos, a los magistrados y adhesión al
gobierno'
La Cámara de Educación tendría en cuenta la organización física de los
colegios, los cuales deberían existir tanto para niños como para niñas por aparte,
quienes "deben estar separados, por lo menos desde que la razón empieza a obrar
en ambos". Los colegios deberían ser amplios, elegantes, aseados, cómodos y
con espacio suficiente para el recreo de los jóvenes80 .

Ibíd., p. 202.

23
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
Foz y Foz, Pilar, op. cit., p. 242.
76 Echeverry Sánchez, Jesús Alberto, op. cit., p. 34.
77 Venezuela, El Libertador y la constitución de Angostura de 1819... op. cit„ p. 202.
Ibíd., p. 202.
Ibíd., pp. 202-203. Ibíd., p.
203.

24
pública republicana
F,dL1cación

El reglamento de organización y policía general de


los colegios, sería objeto de la Cámara de Educación;
igualmente se encargaría de la selección y publicación
de los libros que se utilizarían en los colegios81 . Los
maestros serían seccionados por la cámara, así:

Entre los hombres más virtuosos y sabios, cualquiera que


sea el lugar de su nacimiento. La mujer del institutor
será la institutriz inmediata de las niñas, aunque bajo
la dirección de su marido. Este empleo será el más
considerado, y los que Io ejerzan serán honrados,
respetados y amados como los primeros y más preciosos
ciudadanos de la República82

No se ahorraría ningún esfuerzo en proporcionar


conocimiento a los maestros para lo cual sería
necesario que viajaran para así acumular experiencias
en la materia. Aunque la propuesta del poder moral a
través de la Cámara de Moral y la Cámara de Educación
no llegaron a aprobarse en el congreso de Angostura de
1819, muchos de sus planteamientos influyeron en la
promulgación de las leyes del congreso de Cúcuta en
1821, como el establecimiento de escuelas para niños
de ambos sexos83, y la reforma a las constituciones y
planes de estudio contempladas en la ley 14 de 6 de
agosto de ese mismo año.
Igualmente a través de la ley 271 de 1826, sobre
organización y arreglo de la instrucción pública, en
el capítulo IV, artículo 21 , se contemplaron las áreas
de la enseñanza de las escuelas primarias de parroquia,
en el mismo sentido que esbozaba Bolívar en el articulo
70 de la Cámara de Educación. El artículo 21
contemplaba:

En estas escuelas primarias se enseñarán los fundamentos


principales de la religión, los principios morales y de
urbanidad, a leer y escribir correctamente las primeras

25
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
reglas dc aritmética, un compendio de la gramática y
ortografía del idioma castellano y el catecismo político
constituciona184.

Ibíd., pp. 203-204.


82 Ibíd., p. 204.
83 "Ley 15 del 6 de agosto de 1821, sobre el establecimiento de
escL1elas de primeras letras... "1 op. cit., t. l, p. 27.
84 "Ley 271. Sobre organización y arreglo de la instrucción
pública. .. ", op. cit., t. 2, p. 231.
El artículo 28 de la misma ley 271 también desarrolló algunos elementos
planteados en el pensamiento educativo de Bolívar en cuanto a la importancia
del aprendizaje del dibujo y de las artes y los oficios:

En los pueblos cabeceras de cantón habrá un establecimiento o casa de enseñanza,


en que, a más de las prevenidas para las parroquias en el artículo 20, se enseñe un
catecismo más extenso de la religión, la gramática y la ortografía de la lengua
castellana, la cartilla o principios de dibujo, los elementos de aritmética y de
geometría con relación a las artes mecánicas y los elementos de agricultura práctica 85
.

El pensamiento educativo de Bolívar sobre la formación fisica, moral,


religiosa y social de los jóvenes, se reflejó además en el artículo 71 del decreto
594 que adiciona al de 3 de octubre de 1826, que estableció el plan de estudios86
Las ideas sobre educación moral y cívica estarían inmersas en los desarrollos
educativos de la Gran Colombia. Lo más difícil de llevar a la práctica fue su
planteamiento sobre el poder paterno, aunque como se verá en el próximo
capítulo, éste fue una fuerza que hizo presencia en escuelas, colegios y en la
legislación de estos primeros veinte años.
El papel de las madres en la educación de los hijos cobró importancia en la
medida que fue valorizada la crianza y la formación de los hábitos desde la
temprana edad. Pero podríamos preguntarnos si una de las fuentes del
distanciamiento de Santander pudo haber estado en el tema educativo. Veamos
ahora el pensamiento educativo del "Hombre de las leyes".

26
Educación pública republicana
Prospecto educativo de Santander
Si bien Bolívar aportó bases fundamentales para el diseño educativo de la
República, fue Francisco de Paula Santander 87 el artífice del naciente sistema
educativo a través de las tres administraciones trascurridas entre 1819 y 1837
durante las cuales estuvo primero como vicepresidente y luego como presiden-

86 "Decreto 594 que adiciona al de 3 de octubre que estableció el plan de estudios", en:
Codificación Nacional, t. 4, Imprenta Nacional, 1924, p. 115.
Francisco de Paula Santander, nacido en la villa del Rosario de Cúcuta el 2 de abril de 792 se
formó en letras y jurisprudencia en el Colegio San Bartolomé, institución en la cuat inició sus
estudios en 1805, cuando se preparaba para su grado en jurisprudencia estalló la revolución
política de 1810, a partir de la cual se consagró en forma definitiva a la revolución.
te. En su obra educativa se destacan los siguientes aspectos: "La obligación del
Estado de brindar y apoyar la instrucción pública; el establecimiento de escuelas,
colegios y universidades en las diferentes divisiones territoriales del país; la
educación como objeto político en la formación ciudadana, el señalamiento del
régimen académico, el acceso de las mujeres a la educación; atención de la
educación de los indios y presentación de certámenes públicos por parte de los
educandos, con el fin de observar los avances de su formación"88 .
Los decretos promulgados por Santander desde 1820 reflejan su
pensamiento ilustrado en cuanto que la educación es asumida como un medio
privilegiado para alcanzar la felicidad y el progreso de los pueblos,
considerándola como un derecho de los ciudadanos. La obligatoriedad de la
educación primaria para niños entre cuatro y los doce años la decreta en 1820;
"proscribió la férula y los azotes como castigos para los niños; organizó los
certámenes sobre las materias de enseñanza para los alumnos los cuales se
deberían realizar cada cuatro meses
En 1821 participó en el Congreso de Cúcuta en la aprobación de las leyes
que sentaron las bases de la instrucción pública republicana: ley sobre el
establecimiento de escuela para niños de ambos sexos, ley sobre el
establecimiento de colegios y casas de educación en las provincias, reforma de
las constituciones y planes antiguos y formación de otro nuevo y uniforme en
toda la República, ley sobre el establecimiento de escuelas de niñas en los
conventos de religiosas y ley sobre aplicación a la enseñanza pública de los bienes
de conventos menores90
Su aporte a la primera y segunda enseñanza se refleja en la apertura de los
colegios llamados santanderinos, dado que a la par que se abrían los colegios
también decretaba la apertura de casas de educación y de escuelas de primera

27
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
letras, muchas de ellas bajo el método lancasteriano, como el caso del Colegio de
Boyacá que al promulgar su establecimiento en la ciudad de Tunja, el mismo
decreto contemplaba la apertura de una casa de educación en el convento de los
agustinos calzados, trasladando los religiosos al convento suprimido de el Topo.
Se estableció además en el mismo colegio "la apertura de una escuela

I,ópez Domínguez, Luis Horacio (comp.), Obra educativa de Santander, t. 2, Biblioteca de la


Presidencia de la República, Bogotá, 1990, p. XVII.
89 Ocampo López, Javier, Santander y la educación.... op.cit., pp. 35-36. Ver:
Codificación Nacional.
de 1 primeras letras bajo el método lancasteriano, una cátedra de gramática
castellana, latina y retórica, y otra de filosofía, debiéndose ocupar estas cátedras
por oposición e indistintamente por seculares, eclesiástico o regulares""
En Medellín se dio apertura al Colegio de Antioquia el 9 de octubre de 1822;
al año siguiente el colegio contaba con "22 filósofos y ocho gramáticos.
Estudiaban fuera de él 24 filósofos y 34 gramáticos"". La escuela lancasteriana
contaba con 135 estudiantes.
El colegio de San Simón, fundado el 21 de diciembre de 1822 "en la ciudad
de Ibagué destinando para su establecimiento el convento suprimido de Santo
Domingo con todas sus anexidades"93 ; también se abre con una escuela de
primeras letras bajo el método lancasteriano, una cátedra de gramática española,
latina y principios de retórica, otra de filosofia y matemáticas y otra de
mineralogía.
En 1822, Santander apoya el establecimiento del Colegio Seminario de
Popayán el cual había sido destinado como cuartel de los partidos beligerantes en
las luchas de la independencia2.
En la ciudad de Cali, provincia de Popayán, se fundó el Colegio de Santa
Librada, el 29 de enero de 1822, estableciéndose en el convento suprimido de
San Agustín, se abrió una escuela de primeras letras con el método lancasteriano

1 Santander, Francisco de Paula, "Decreto estableciendo el colegio de Boyacá", en: Gaceta de


Colombia, núm. 34, Bogotá, 12 de mayo de 1822, p. l.
Mondragón Uribe, José María, "Carta del Rector del Colegio de Antioquia informando su apertura",
en: Gaceta de Colombia, 6 de octubre de 1823, núm. 107, p. 2.
Santander, Francisco de Paula, "Decreto estableciendo el Colegio de San Simón en Ibagué", en:
Gaceta de Colombia, núm. 63, 29 de diciembre de 1822, p. ] .
2
"Educación Pública", en: Gaceta de Colombia, núm. 58, 24 de noviembre de 1822, p. 3.

28
Educación pública republicana
y la cátedra de gramática español, latina, principios de retórica, filosofía,
matemáticas y mineralogía3
Igualmente se crearon los colegios "de Pamplona el 6 de marzo de 1823, San
José de Guanentá en San Gil el 22 de mayo de I el colegio de Cumaná el 27 de
octubre de 1824, el Colegio de Cartagena el 8 de noviembre de 1824, el Colegio
del Socorro el 15 de enero de 1826, el colegio de Pasto el 2 de junio de 1827 y el
colegio de Santa Marta el 24 de mayo de 1824 "96 Además apoyó a las
universidades existentes y se dio inicio a la Universidad Central de Bogotá,
antecesora de la Universidad Nacional, así como la Universidad Central de
Caracas y de Quit097 El balance del desarrollo educativo de su período se
comprende en sus palabras "encontré en 1833, 378 escuelas a las cuales asistían
10.499 niños y dejó 1.050 escuelas con 26.070 estudiantes"98
En su pensamiento religioso se asumía como un auténtico cristiano que
podría llegar a aportar al desarrollo de la nación, consideraba que la Iglesia podría
de igual forma aportar siempre y cuando se reformaran su doctrina y su
organización; "su adicción a la franca masonería demostró que no se sentía
afectado por las censuras papales"" Su apoyo a la sociedad bíblica cristiana se
entendió como "que el catolicismo romano tenia algo que aprender de la reforma
protestante" 100
En su pensamiento filosófico fue un gran admirador de Jeremías Bentham a
quien retoma como elemento central para las cátedras de legislación civil y penal
impartidas en colegios y universidades en medio de una gran polémica. Esta
admiración por el filósofo del utilitarismo le trajo incomprensiones,
desavenencias con la Iglesia, conflictos con el gobierno y malestares con los
padres de familia, aspectos que desarrollaremos en otro aparte.
Junto con su ministro José Manuel Restrepo, concibió el plan de estudios de
1826, el cual fortaleció y amplió las leyes promulgadas en 1821. Es claro que no
se entendería la fundación de la República sin comprender la reforma educativa
santanderina. Allí se expresaron las tensiones que acompañaron los debates y
disensos de los primeros lustros de la construcción de la nación.

3 Santander, Francisco de Paula, "Decreto estableciendo el Colegio de Santa Librada en Cali", en:
Gaceta de Colombia, núm. 76, 30 de marzo de 1823, p. l. Ocampo López, Javier, Santander y
la educación... op. cit., p. 46.

29
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
Grandes problemas de la instrucción pública
La situación de la instrucción pública era precaria en los comienzos de la
República por la ausencia de escuelas, de maestros, ignorancia de éstos y de la
población en general y la existencia de métodos de la enseñanza defectuosos y
anticuados.

91 López Domínguez, Luis Horacio, op. cit., t..l, 1990, p. XLVII. Ver también: Universidad
Nacional de Colombia, Génesis y Reconstrucción, Bogotá, Universidad Nacional de
Colombia, 2002, Serie Historia de la Universidad Nacional de Colombia.
98 Tomado de: López Domínguez, LLIís Horacio (comp.), Obra educativa de Santander, op. cit.,
t. 1, p. XLVII.
Bushnell, David, El régimen de Santander. .. op. cit., p. 245. 100
Ibíd., p. 246.

30
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

La situación de Pamplona nos puede servir de ejemplo para comprender el


estado de las escuelas de la época:

Hasta el año de 1810, apenas había en toda esta provincia una sola escuela pública
de primeras letras fundada a expensas de un particular, ha mucho tiempo lo misma
se observó desde el año 16, en que las tropas de Fernando 7 0 ocuparon estos países,
hasta el de 19, en que fueron libertados por las nuestras. Así fue en aquellas épocas
infortunadas eran tan pocos los hombres que sabían leer y escribir, que sin estas
indispensables se elegían todos los días alcaldes, . .que se veían en la necesidad de
atrasar decretos o providencias imperantes porque no les era fácil encontrar testigos
que supieran firmar para autorizarlas k01 .

Aun en los primeros años de la República se encontraban provincias como


la de Casanare, que no contaba con escuelas ni maestros. En 1822, un vecino del
Casanare eleva una queja denunciando el estado de ignorancia:

En Casanare donde hay tanta ignorancia, es donde se necesita principalmente un


hombre que venga, ya que no a enseñar filosofía y matemáticas, por lo menos a dar
impulso al establecimiento de escuelas y a decidir nuestros litigios. Dolor causa ver
que no haya ninguna escuela en los pueblos de la llanura, y apenas una o dos en la
serranía, y más aún que nuestros derechos dependan del arbitrio del sentido común
de nuestros respectivos magistrados o jueces 102.

Hasta 1824 se reporta el establecimiento de 22 escuelas en la provincia del


Casanare, dos por el método lancasteriano y 20 por el método antigu0 103 Pero la
ignorancia de los maestros, la escasez de escuelas y el analfabetismo
generalizado hacían que no se encontrara el personal adecuado para adelantar el
plan republicano. Así lo expresaba José Félix Restrepo:

Hasta ahora no tenemos maestros capaces de ejecutar en toda su plenitud el plan


propuesto... en la provincia de Antioquia, y en la mayor parte de las vecinas, no hay
una sola escuela fundada por el gobierno español; pues es de esperarse que el celo
del actual, la influencia de los vecinos acomodados y la índole noble de sus
habitantes produzcan dentro de poco hombres capaces de cualquier enseñanza, y en
el nuevo

de de 1824,

31
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

"Progresos de la enseñanza primaria", en: La Indicación, núm. 1 1, Bogota, 5 de octubre de 1822,


p. 41.
102 Correo de Bogotá, núm. 149, Bogotá, 6 de junio de 1822, p. 497.

"Educación Pública", en: Gaceta de Colombia, núm. 120, I febrero p. 1.


reino se conocen algunos, que han formado por sí mismos, a despecho de la política
y de la falta de libros i04

Durante los diez primeros años de la República, la queja de ausencia de


personas instruidas que puedan desempeñarse como maestros es frecuente; en
1824 en el Istmo no se encontraban ciudadanos que pudieran ofrecer las cátedras
y se solicitaba a los departamentos cercanos apoyo para suplir esta carencia105
Aún en 1830 el jefe de policía y el juez político de Mompox informaban al
gobernador de la provincia que aunque se habían establecido órdenes para la
apertura de escuelas de primeras letras todavía no se contaba entre sus habitantes
con las personas capaces de ejercer el cargo de preceptores y tampoco las
finanzas alcanzan para llamar un individuo que fuera a desempeñar estas
funciones *06 De acuerdo con el reporte de escuelas que se revisaron hasta 1825
la provincia de Cartagena contaba con el establecimiento de ocho escuelas, seis
establecidas en 1823, una en 1824 y una en 1825.
La situación de ignorancia en que se encontraba el pueblo una vez librada la
independencia fue descrita por Carlos Restrepo Piedrahita como 'Estado
analfabeto':

Los pueblos, no me avergüenzo en confesarlo, yacen todavía en la ignorancia en que


los tenía sumergidos el gobierno feudal; ellos tienen aversión a los destinos públicos.
Y esto puede salvarse abriendo desde ahora los canales de la ilustración. La imprenta
los ilustrará, les abrirá los ojos y en mejores circunstancias una futura convención
dará a la República la constitución que convenga k07

Escuelas de primeras letras


El establecimiento de escuelas de primeras letras en la primera década
republicana fue una de las principales preocupaciones. De acuerdo con las leyes

de núm. de de 1823,

32
Educación pública republicana

104 Restrepo, José Félix de, "Reglamento para las escuelas de la provincia de Antioquia formado
por orden del gobierno", en Montoya y Montoya, Rafael, Obras completas deJosé Félix
Restrepo, Ediciones Académicas, Medellín, 1961, apéndice.
"Educación Pública", Colegio del Istmo, Gaceta de Colombia, núm. 143, Bogotá, 11 de junio de
1824, p. 3.
106 Gaceta de Cartagena, núm. 449, Cartagena, 2 de mayo de 1830, p. 2.
107 Restrepo Piedrahita, Carlos, El Congreso constituyente de la Villa del Rosario de Cúcuta,
1821, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1990, p. 93.
promulgadas en el congreso de Cúcuta, la tarea más urgente que necesitaba la
República era la apertura de estas escuelas, la creación de colegios y casas de
educación y la preparación de maestros que se encargaran de dichos
establecimientos.
En la apertura de nuevas instituciones educativas republicanas intervino el
gobierno, los particulares y los curas párrocos, siendo el vicepresidente Santander
uno de los mayores impulsores de la instrucción pública desde 1820. La apertura
de escuelas se constituía en motivo de fiesta y regocijo general:

En la tarde del día de ayer tuvieron los habitantes de esta parroquia las más pura
satisfacción al ver la apertura solemne de las escuela de primeras letras que en ella
se ha establecido, En efecto, practicadas las diligencias que constan el expediente
que con el debido respeto incluyo a US. Conducido, blanqueado y pintado y
condecorado con las armas de la República a su frente en señal de edificio nacional,
un salón de 24 varas de largo y ocho de ancho con dos puertas y doce ventanas,
situado en uno de los ángulos de la plaza con su patio cercado y contenido catorce
banquitas para asientos y un numero suficiente de bancas para escribir: se anunció
al público la apertura de la escuela para el día de ayer y desde la víspera por la noche
comenzaron las demostraciones de su regocijo con una iluminación general y toda
especie de diversiones 108

A partir de 1820 se observa gran interés del gobierno por la apertura de


escuelas, colegios y casas de educación y, así mismo, la respuesta de las
poblaciones beneficiadas no se hacía esperar:

Sr. intendente — aquí tiene Us. la escuela de primeras letras de la parroquia de


Turbaná con cincuenta y cinco jóvenes, este es el día más lisonjero que puede
presentarse a la faz de un pueblo sumergido en la ignorancia por tantos años: este es
el día en que abierta la puerta de la ilustración los hombres nuevos van a penetrarse
de su libertad y de sus derechos k09 .

33
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Los particulares en buena posición social también se dieron a la tarea de abrir


escuelas; el doctor Antonio Arboleda, dueño de esclavos, estableció una escuela
de primeras letras y de música en su mina de Santa María, Cantón de Caloto en
1823 H0

Gaceta de Cartagena, núm. 175) Cartagena, 18 de diciembre de 1824, p. 2.


Gaceta de Cartagena, núm. 195, Cartagena, 7 de mayo de 1825, p. 3.
El Fósforo Popayán, 16, Popayán, 15 mayo p. 121.

de núm. de de 1823,

34
Educación pública republicana

Los antiguos maestros leccionistas que ofrecían sus servicios en las casas
de familia también abrieron escuelas de primeras letras:

El que suscribe tiene el honor de anunciar a sus arnigos y al público en general que
se propone abrir una esctlela para la instrucción de los niños de ambos sexos y que
como él ha practicado esta profesión en Charlestón y en Kingston por más de veinte
años con ventaja de sus discípulos y con satisfacción de sus padres, este mismo lo
ha animado a ofrecer sus servicios con sumisión a esta respetable comunidad, se
enseñara en dicha escuela a leer y escribir en ingles y francés y también a contar, el
precio será de un peso de entrada y un peso al fin del mes por leer, dos pesos por
escribir y tres por la

El reglamento general de policía para el gobierno de las provincias del norte


de la República de Colombia estipuló en su artículo 170 la autorización para que
cualquier individuo interesado en la apertura de una escuela o establecimiento
de enseñanza pudiera hacerlo, salvo en los casos de colegios o universidades112

Los curas párrocos fueron igualmente impulsores de la instrucción pública,


así lo señalan los reportes de la Gaceta de la Ciudad de Bogotá desde 1821: la
comunidad de franciscanos fundó una escuela en la ciudad de Tunja, bajo el
director Fray Antonio Chávez, en donde más de cien jóvenes recibieron las
primeras enseñanzas 113 Igualmente el cura párroco de San Antonio de Esmita
abrió escuela en 1823 14 el presbítero Francisco Javier de Elgueroa, cura del
pueblo de Puracé, estableció una escuela para más de sesenta niños indígenas a
quienes les dio cartillas de su propio peculio para el aprendizaje de la lectura y
la escritura y además pidió contribución a todos los vecinos blancos para pagar
el maestro de escuela en 1823 115 . El cura párroco de la parroquia del Tambo,
presbítero Matías Gutiérrez, abrió una escuela ofreciendo al maestro su mesa y
cuatro pesos pagados de las contribuciones del vecindario\ 16. El cura

Gaceta de Cartagena, núm. 190, Cartagena, 26 de marzo de 1825) p. 4.


112 Páez, José Antonio, Reglamento general de policía para el gobierno de las provincias del norte
de la República de Colombia, Imprenta dc Valentín EspinaL C,aracas, 1828, p. 35.
Gaceta de la ciudad de Bogotá capital de la República de C0101nbia, núm. 121, Bogotá, 18 de
noviembre de 1821, p. 390.

de núm.

35
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

1 14 El Fósforo de Popayán, núrn, 1 7, Popayán, 22 de mayo de 1823) p.


129. 1 15 El Fósforo de Popayán, núm. 9, Popayán, 26 de marzo de 1823, p.
68. k16 El Fósforo Popayán, 17, op.cit., pp. 128-129.
vicario de la parroquia del Trapiche, Domingo Belisario Gómez, abrió una
escuela de primeras letras con ocho niños y un maestro de aptitud y buena
conducta, en 1823 117
Además de escuelas de primeras letras también se abrieron casas de
educación públicas apoyadas económicamente por donaciones de particulares,
pero con la vigilancia y control del gobierno, como la casa de estudios de
Chiquinquirá, la cual se funda con bienes de un particular, aceptada por el
cabildo y vecinos del lugar y aprobada mediante acto oficial:

Por parte del gobierno de la República no hay inconveniente en que se cumpla en


Chiquinquirá la fundación de una casa de estudios que hizo el doctor Juan Agustín
Matallana, como albacea del doctor Paniagua en los términos y con las condiciones
que expresa la escritura pública del 8 de octubre de 1813 que se llevará a efecto li8

Otras casas de educación se abrieron con escuela de primeras letras y


cátedra de gramática, en los conventos suprimidos, según lo expresado en el
decreto de 4 de octubre de 1822 19 como el caso de Vélez en 1824. Aunque con
menor frecuencia de la apertura de escuelas para niños, también se abrieron
escuelas para niñas. De acuerdo con la Gaceta de Colombia se abrió una en 1825
en la ciudad de Pore 120 a través del gobernador, doctor Salvador Camacho, en
1834 se reporta la apertura de otra escuela de niñas en esta misma provincia 121 .
Igualmente en la villa de Chiquinquirá en este mismo añ0 122 y en Marinilla en
1838123 En el departamento de Venezuela, escenario de la guerra en 1824, se
habrían establecido una escuela con el método lancasteriano y nueve con el
método antigu0124 .

Ibíd., p. 129.

Santander, Francisco de Paula, "Decreto de Fundación dc Casa de Estudios en Chiquinquirá)',


en: Gaceta de Colombia, núm. 225, Bogotá, 5 de febrero de 1826, p 3.

Santander, Francisco de Paula, Gaceta de Colombia, núm. 146, Bogotá, I dc agosto de 1824,

Santander, Francisco de Paula, "Decreto estableciendo el Colegio de Vélez", en: Gaceta de


Colombia, núm. 187, Bogotá, 22 de mayo de 1825, p. 3.

de núm. de de 1823,

36
Educación pública republicana

"Educación primaria", en: Gaceta de la Nueva Granada, núm. 135, Bogotá, 27 de abril de 1834,
p. 4.

"Educación primaria", en: Gaceta de la Nueva Granada, núm. 141, Bogotá, 8 de junio de 1834,

Sociedad de Amigos de la Ilustración, Educación del bello secso, Imprenta de Manuel Antonio
Balcazar, Medellín, 31 dc diciembre de 1838, p. l.

"Educación Pública", en: Gaceta Colombia, 121, Bogotá, 8 febrero p. l.


En el departamento de Cundinamarca en 1823 se habían establecido 121
escuelas de primeras letras, de acuerdo con la distribución por provincia y
según el tipo de método, tal como aparece en el siguiente cuadro, que aunque
puede ser incompleto, da una idea de la tarea emprendida después de la
promulgación de las leyes de 1821.

Cuadro 5. Establecimiento de escuelas de primeras letras en


el departamento de Cundinamarca 1823125

Provincias Lancaster Antiguo Total

Provincia de Bogotá 2 45 47

Provincia de Mariquita 17 35 52

Provincia de Neiva
14

Provincia de Antioquia 8 8

Total escuelas 121

Para 1824, en el departamento de Boyacá se habrían establecido en total


131 escuelas en sus provincias, con el mayor número la provincia de Tunja, tal
como se registra en el siguiente cuadro:

Cuadro 6. Establecimiento de escuelas de primeras letras en


el departamento de Boyacá en 1824126

Provincias Lancaster Antiguo Total

18 28
Provincia de Tuna

Provincia del Socorro 3 32 35

37
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Provincia de Pamplona
21 28

Provincia de Casanare 2 19 21

Total escuelas 131

"Educación Púb}ica", en: Gaceta de Colombia, núm. 94, Bogotá, I de agosto de 1823, p. 3.
"Educación Pública", en: Gaceta de Colombia, núm. 120, Bogotá, I de febrero 1824, p. l.
127 En la suma aparecen más escuelas porque en algunas se habla de su establecimiento, pero
no se especifica el método.

de núm. de de 1823,

38
Educación pública republicana

En 1825, en el departamento de Guayaquil se habían establecido 75


escuelas, tal y como lo registra en el siguiente cuadro que incluye numero de
jóvenes en cada una de ellas, sexo, clase, renta de los maestros que las
enseñan, y ramos de que se satisface 4

Tabla 2. Establecimiento de escuelas de primeras letras en el departamento


de Guayaquil en 1825 (Cantón de Imbabura) i29
Cantón de Imbabura

Parroquias Escuelas Totales Renta Ramos de los


Blancos Indígenas
que se les
satisface
varones hembras varones hembras

2 35 35 Son pagados
por los padres
de los niños

Atuntaqui 3 49 5 3 57 Gratis

Caguasqui 70 2 13 90 Del Ramo de


Temporalidades

Cangagua 1 4 4

Carangui 2 7 6 13 Son pagados


por los padres
de los niños

Cayambe 1 51 24 9 84 Gratis

Cotacachi 2 67 10 4 98 100 De
arrendamiento
de tierras y la
otra gratis

Maldingui 14 6 9 5 34 Por patronato y


arriendo de
tierras

Son pagados
por los padres
de los niños

Continúa...

4Estado que manifiesta el número de escuelas que hay cn el Ecuador, AGN, Sección: República;
Fondo: Ministerio de Instrtlcción Pública, t. 106. folio 668r. Ibíd.

39
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Cantón de Imbabura

Parroquias Escuelas Totales Renta


Blancos Indígenas Ramos de los
que se les
varones hembras varones hembras satisface

De
arrendamiento
de tierras las
primeras, las
segundas
pagadas por
los padres y la
otra
Son pagados
por los
padres de
los niños
Salinas 2 9
3 12

San Pablo

Sn, Antonio 14 14 Son pagados


por los
padres de
los niños
Tabacundo 26 8 34 Por patronato
de los vecinos

Tocachi 10 12 29 25 Del arriendo de


unas tierras

Tulcán 3 3 12 Los paga el


Cura por
caridad
Son pagados
por los
padres de
los niños
40 de tributos,
30 por el Cura y
30 por los
censos

Son pagados
por los padres
de los niños

40
Educación pública republicana

Totales 195
107 16 887 427

Tabla 3. Establecimiento de escuelas de primeras letras en el departamento de


Guayaquil en 1825 (Cantón de
Cantón de Quito

Parroquias Escuelas Totales


Blancos Indígenas
Ramos de los
satisface
varones hembras varones hembras

Catedral 1 84 84 200 Por el maestro


de escuela Dr.
Calixto
Miranda

Catedral 1 136 136 300

municipalidad

Pagada por el
mismo convento
Domingo

La Merced 20
20

Sta. 4 4 Pagada por


Bárbara fos padres de
los niños

San Blas 1 23 5 28

41
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Magdalena 4
10 14

Chilugailo 8 3 11

Continúa...

Cantón de Quito

Parroquias Escuelas Totales Renta


Blancos Indígenas Ramos de
los que se
varones hembras varones hembras les satisface

43
Machachi 3 35 8

Sangolquir

Zamvria

Gayllabamba 4
2 13 18

Yaiqui

Turbaco

Latacunga

Totales 26 588 79 64 736 500

Tabla 4. Establecimiento de escuelas de primeras letras en el depaflamento


de Guayaquil en 1825 (Cantón de Chimborazo) 5
Cantón de
Chimborazo

5 Ibíd.

42
Educación pública republicana

Parroquias Escuelas Totales Renta


Blancos Indígenas Ramos de
tos que se
varones hembras varones hembras les satisface

San 23 9 32 Pagada
Francisco por los
padres de
los niños
San Agustín

La Merced 1 59 60 25
Pagada por el
convento

Conceptas
21 21 Gratis

P\lngalá
Pagada por
los padres
de los niños
Continúa. „

Cantón de Chimborazo

Parroquias Escuelas Totales Renta Ramos de los


Blancos Indígenas
que se les
satisface
varones hembras varones hembras

Sebadas 12
12

1 4
6 10

Cajabamba 4
14 18

San Andrés 1 12 12 A expensas


del cura

Alausí 26 4 30

Totales 14 245 89 334 25

Si bien los datos no son completos, los años que mayor n úmero de
escuelas reportan son 1823 y 1825, a pesar del estado generalizado de guerra
en el país y de la ausencia de fondos para la apertura de escuelas y pago de
maestros. El mayor obstáculo era la escasez de institutores, ya que no se

43
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

contaba con población instruida por lo menos en los rudimentos de la lectura


y la escritura. El segundo gran obstáculo fue la carencia de recursos para
sufragarlos.

3.3 Maestros republicanos


Con el surgimiento de la República también se resignificaba la figura
magisterial. Para Bolívar, el director de escuela significaba:

El hombre generoso y amante de la patria, que sacrificando su reposo y libertad


se consagra al penoso ejercicio de crearle ciudadanos al Estado que le defiendan,
le ilustren, le sacrifiquen, le embellezcan y le engendren otros tan dignos, como
él, es sin duda benemérito de la patria, merece la veneración del pueblo y el
aprecio del gobierno. Él debe alentarle y concederle distinciones honrosas 132.

El Libertador expresaba que el maestro fuese la persona a través de la cual


se formara "el corazón de los niños y los jóvenes, los principios de la virtud,

Bolívar, Simón, Obras completas, op. cit., t. 2, pp. 1291-1292.

de la moral y del honor, enseñándoles a través del ejemplo y demostraciones


sencillas" 133 Si bien este aspecto resaltaba la condición moral y virtuosa del
maestro como en los tiempos de la Colonia, también se le pedía el manejo de
un tipo de conoci_miento académico, escolar para enseñar a los niños; así lo
contempló el decreto sobre el establecimiento de escuelas públicas en 1820,
con cierta militarización de la vida escolar, como reflejo de los tiempos de
guerra que vivía la sociedad:

Los maestros deberán enseñar a los niños a leer, escribir, los principios de la
aritmética y los doglnas de la religión y de la moral cristiana. Los instruirán en los
derechos y deberes del hombre en sociedad y les enseñaran el ejercicio militar
todos los días de fiesta y los jueves en la tarde. Con este objeto los niños tendrán
fusiles de palo y se les arreglará por compañías, nombrándose por el maestro los
sargentos y cabos entre aquellos que tuvieran más edad y más disposición, el
maestro será el comandante134.

44
Educación pública republicana

Además se contempló que los maestros deberían ser examinados y obtener


aprobación de tres sujetos que deberían asistir al examen en la respectiva
ciudad que hubiere la plaza, para ello debía avisarse al público con mes y medio
de antelación para que los interesados pudieran presentarse135 , a manera de los
actuales concursos de méritos.
En la provincia de Antioquia que contaba con cincuenta escuelas en 1821
, se elaboraron "instrucciones para enseñar a leer y escribir, con el objeto de
que se formen así los maestros como los niños'
En los 43 pueblos de la provincia de Pamplona, sólo existían 30 escuelas
porque no se contaba con maestros para cumplir las plazas restantes 137, ya

',33Citado por: Prieto Figueroa, Luís B., op. cit., pp, 152-153.
134 "Decreto sobre el establecimiento de escuelas públicas en el departamento..., en: Osorio
Racines, Felipe, op. cit., p. 19.
135 Gaceta de la ciudad de Santafé capital del departamento de Cundinamarca, núm. 40,
Bogotá, de 29 de abril de 1820. En: López Domínguez, Luís Horacio, t. l, op. cit., p. 12.
136 Gaceta de la ciudad de Bogotá, capital de la República, núm. 125, 16 de noviembre de 1821,
en: López Domínguez, Luis Horacio, t. I, op. cit., p. 49.
"Progresos de la enseñanza primaria", en: La Indicación, núm. l, Bogotá, 5 de octubre de 1822,
p, 41.
que no había personas instruidas que supieran leer y escribir. En la provincia
de Tunja se tuvieron que promocionar 32 maestros en octubre de 1821 para que
atendieran las escuelas establecidas. En el siguiente cuadro se muestra este
aspecto, señalando los pueblos, los maestros, la fecha de titulación y las rentas
asignadas.

Tabla 5. Nombramiento de maestros de escuelas por el gobierno político


de la provincia de Tunja año de 1821 138

Pueblos Maestros Días en que se tituló Rentas

Gameza Y Domingo Corredor l/ de mayo Sobre 200 ps

18 de mayo Sobre 120 ps


Cyprian Flores

Sobre 180 ps
Soata y; B Mariano Goyeneche Provisional

45
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Cocuy (parroquia) 22 de mayo Sobre 120 ps


Matheo Bernal

Dr. Juan Francisco 25 de mayo Sobrantes del Colegio


Cucuy (Pueblo)
Prieto
Sobre 120 ps
Chiscas (parroquia) Eugenio Fandiño 26 de mayo

Capilla de la
Juan Bautista Sanabria 28 de mayo Sobre 120 ps
floresta
Chita La Salina Ygnacio Osuna Sobre 300 ps
21 de mayo

Guateque José Antonio González


2 de enero Sobre 200 ps

Suta Tensa José Atanasio Coftés


2 de enero Sobre 120 ps

Macanal Sobre 120 ps


Emigdio Dueñas 2 de enero

Tenza 2 de enero Sobre 120 ps


Francisco Roxas

Sobre 120
Teguas Y B josé Antonio Cortés 2 de enero

Sobre 120 ps
Somondoco Antonio Montaña 2 de enero

San Fernando Mariano Lesmez 2 de enero Sobre 120

Miraflores Pedro Ygnacio Alvarado Sobre 120 ps


2 de enero

Zetaquirá Juan josé Camargo 2 de enero Sobre 120 ps

Sobre 120 ps
Garagoa Fernando Parra 2 de enero
Continúa...

AGN, Sección: República; Fondo: Ministerio de Instrucción Pública; t. 107, folio 377 r y v.

Pueblos Maestros Días en que se tituló Rentas

Samacá Y, B Francisco Canelón Sobre 200 ps

Sobrante
Cacayta Rafael Cárdenas

Capilla de Tensa Pedro Ygnacio Díaz 2 de enero Sobre 100 ps

Sobrante
Nobsa Juan Francisco Riaño

46
Educación pública republicana

Sogamoso Y, B 10 de marzo Sobre 200 ps


Chrisostomo Salazar

Chita (parroquia) Felipe Leal 14 de agosto Sobre 200 ps

Chiquinquirá Dr. Narciso Casas 14 de agosto Sobre 300 ps

Duitama Y, B Ramón Rodríguez 15 de septiembre sobre 200 ps

José Antonio Hernández I de octubre Sobre 120 ps


Pachavita

Guacamayas Y, B Prudencio Patiño 13 de octubre Sobre 100 ps

Tibaná Y, B Julián Escobar I de octubre Sobre 200 ps

Santa Rosa Juan José de la Puesto por señor No sé qué renta tiene
Barcenas Presidente

Villa de Leyva Dr. García


Desde el congreso Con el sobrante de propios que
primario serán 60 ps

R. P Fr. josé Antonio Solo se le pagan 10 ps


Chávez mensuales de lo que producen
las cuadras*

* Nota: los pueblos que están señalados con Y B. denota que se paga la mitad por los indios con el sobrante de
Resguardos, y la otra mitad por los Blancos. Los que dice sobrante, que se paga solo por los indios. Otra: Aún
falta erigirse escuelas en los demás lugares de esta provincia, que apenas alcanzarán a diez los que quedan, y
que no he visitado por la falta de tiempo.

Este dato de número de maestros concuerda con el número de escuelas


existentes en la provincia de Tunja en 1821, "a partir de la expedición del
decreto del 6 de octubre de 1821 se han dotado y fundado completamente 32
escuelas de primeras letras en el distrito al mando del coronel Ortega" I
Como ya se ha dicho, la carencia de maestros fue quizá uno de los mayores
problemas para el desarrollo del plan educativo republicano; ello contribuyó

139 Gaceta de la ciudad de Bogotá, capital de la República de Colombia, Bogotá, 18 de noviembre


de 1821, núm. 121, p. 390.
en que se hubiera apelado al método lancasteriano para suplir esta
carencia, ya que por su estructura metodológica permitía a un solo
maestro atender un elevado número de niños y, de otra parte, el mismo

47
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

sistema contemplaba la formación previa de los maestros que ejecutarían


el método.
El plan de estudios de 1826 reafirma la condición moral de maestro pero
también la de ser un sujeto instruido:

Los maestros de primeras letras serán de conocida probidad y patriotismo y deben


tener una suficiente instrucción: para acreditarla obtendrán el magisterio
precediendo examen público y una rigurosa censura140.

En este plan, el maestro es considerado como un nuevo sujeto social, con


un estatus mayor dentro de la República:

Los maestros de primeras lefras en las concurrencias de los catedráticos de las


universidades y colegios a los actos públicos literarios, tendrán asiento después del
catedrático Inenos antiguo. El plan general de las escuelas y universidades
expresará el tiempo necesario para la jubilación de los mismos maestros, y las
demás distinciones que deben concedérseles, según su mérito y buen desempeño
en la educación de la juventud 41 .

El que quisiera desempeñar el cargo de maestro debía presentarse al jefe


general de policía o comisario respectivo para que calificaran su condición y el
estudio de su documentación. Después de ello era señalado el día para el
examen de los opositores el cual era presidido por la junta de examinadores y
el jefe general de policía o comisario, quienes decidían a quién se le entregaría
la escuela. Esta decisión no tenía ninguna posibilidad de reclamación 142 . La
selección del maestro debía ser informada al administrador general y al público
por medio de aviso impreso.
Una vez admitido el maestro mediante la aprobación del examen, se le
despachaba el título, para lo cual estaba encargado el jefe general o
comisionario de policía. esta manera podía posesionarse del carg0 143 En
adelante

"Ley 271. Sobre organización y arreglo de la instrucción pública", op. cit., t. 2, p, 230. Ibíd., t. 2, p.
231.
142 José Antonio,Reglamento general de policía para el gobierno de las provincias del norte de la
República de Colombia, Imprenta de Valentín Espinal, Caracas, 1828, p, 33.
las autoridades tenían la responsabilidad de visitar periódicamente la escuela
que se hallara bajo su inspección, verificando el cumplimiento del deber del

48
Educación pública republicana

maestro y exaltando o castigando las faltas a que hubiere lugar. Dentro de los
castigos contemplados a los maestros sancionados se encontraba el descuento
de sueld0 6 En 1 828, el horario de los maestros contemplaba la asistencia a la
escuela todos los días, exceptuando los domingos y fiestas enteras de las ocho
a las doce y de las dos a las cinco de la tarde 145 pero en 1829, el decreto 594,
expedido por Simón Bolívar, contempló en su artículo 30 que "los maestros de
escuela conducirían a los niños a la Iglesia parroquial, los domingos y días de
fiesta, a los sermones o pláticas doctrinales
En este mismo decreto también se reglamentó la inspección de las escuelas
a cargo de la Junta Curadora, en donde los curas de la parroquia tenían su lugar
por derecho propio. Dentro de las funciones de la Junta se destacaron las de
promover el establecimiento de escuelas de parroquia, vigilar que los maestros
enseñaran a los niños la religión y la moral cristiana utilizando los libros
adecuados, controlar la asistencia diaria de los maestros y el cumplimiento de
sus deberes avisando al juez respectivo de cualquier falta o abuso cometido,
motivar a los padres de familia de la parroquia para que pusieren sus hijos en
la escuela y los mantuvieran en ella, por lo menos hasta que aprendiesen a leer
y escribir y promover en cada parroquia el establecimiento de la junta curadora
de la educación primaria7 . De alguna forma esta reglamentación de 1829 era
un retroceso frente a lo que se había legislado en la materia hasta entonces.
En el catecismo de moral, utilizado en la época para la enseñanza en las
escuelas, quedó esbozado en sus rasgos fundamentales el rol del maestro
republicano:

P: ¿Debe ser escogido el maestro?


R: Con grande esmero: Porque un mal maestro o frustra con errores o
preocupaciones el beneficio de la enseñanza, o inficiona con defectos morales a
sus discípulos.
P: ¿Deben ser honrados los maestros?
R: No solo por los discípulos, sino por la autoridad pública.

6Ibíd., p. 34.
Ibíd. 146 "Decreto 594. Que adiciona al de 3 de octubre que estableció el plan de
estudios. , . op. cit.,

7
Ibíd.

49
De educación doméstica a la educación pública en Colombia
fa

P: ¿Por qué?
R: Porque a ellos se debe el que el cuerpo social tenga algún día miembros útiles.
P: ¿Es grande el merito del que educa jóvenes?
R: Si los educa bien, no hay en la tierra galardón que le premieN8.

La República depositó en las manos del maestro la función de construir


miembros útiles al cuerpo social; para ello, dicho maestro debería ser
seleccionado con esmero, respetado y honrado por todos los ciudadanos, ya que
su labor se constituía de la mayor importancia para la nación.

3.4 Fondos para la educación pública


A partir de la independencia, los fondos de la educación pública fueron
asignados a diferentes fuentes, dado que los fondos oficiales no alcanzaban a
cubrir todos los requerimientos de la educación por la situación de pobreza
generalizada y por el estado de guerra en que se encontraba el país. El decreto
sobre la educación e instrucción pública firmado por Bolívar en 1819,
contemplaba fondos particulares provenientes de una donación para el
establecimiento de un colegio, las rentas que pertenecían al convento y
comunidad de capuchinos y otras rentas provenientes del Estado que no
alcanzaren a cubrirse con los fondos expresados]"
El congreso de Cúcuta, a través de la ley 14, artículo 4, determinó los fondos
para la dotación de los colegios o casas de educación de las provincias a través
de las capellanías de los sobrantes del ramo de propios de los cabildos, de las
donaciones o suscripciones voluntarias de los vecinos pudientes e interesados en
la educación de sus hijos y de los fondos públicos cuando lo permitieren las
necesidades de la guerra y del crédito nacionaP50
A través de la ley 15 del mismo Congreso de Cúcuta, sobre el
establecimiento de escuelas de primeras letras para los niños de ambos sexos, se
contempló en el artículo segundo la aplicación de rentas de particulares
provenientes de fundaciones, tales como las escuelas pías que ahora forma-

Villanueva, Joaquín Lorenzo, Catecismo de moral, Imprenta de J. A. Cualla, Bogotá) 1840, P. 93.

50
Educación pública republicana
149 "Decreto I. Sobre la educación e instrucción públicas. 17 de septiembre de 1819... , op. cit., p.
4. "Ley 14. Sobre el establecimiento de colegios o casas de educación cn las provincias. .. ", op.
cit., t. I, pp. 25-26.
ban parte del aparato de instrucción pública y solicitaban a las autoridades su
fomento y apoy0 151 En las ciudades y villas en donde existiera el ramo de
propios, éste debería dotar a las escuelas después de haber satisfecho los gastos
comunes152
Durante los primeros años de la República es frecuente encontrar
donaciones para escuelas de primeras letras y colegios y casas de educación
provenientes o de curas párrocos153 0 de padres de familia pudientes 154• algunas
de las deudas que el Estado había contraído con particulares para la causa de la
guerra, también fueron donadas para la educación pública, como el caso del
señor Manuel Santos Escobar, dignidad maestrescuela de la catedral de Popayán,
a quien:

Estándole debiendo 1.748,1 y real de los diezmos de la provincia de Antioquia, y


considerando que con la renta de su dignidad tendría lo suficiente para mantenerse,
había resuelto que de esta cantidad se hiciesen tres partes, una para el Estado, otra
para la catedral en que sirve y otra para el Colegio de Medellín. El gobierno en
consecuencia ha aceptado tan generosa sesión, mandándole se le den las gracias y
la razón correspondiente para que tengan efecto las intenciones benéficas del señor
donante]55.

La falta de maestros y de las dotaciones mínimas como libros para la


primera enseñanza, se evidenciaba por todas partes y aunque el gobierno proveía
rentas municipales para el auxilio de las escuelas primarias, ello no alcanzaba a
cubrir todas las necesidades 156, así se expresa en un informe de Cartagena en
1829:

Tengo la pena de no poder hacer grandes progresos en este ramo tan importante de
la felicidad pública, Sin embargo, diré a Us. que existen dos escuelas por el método

"Ley 15 del 6 de agosto de 1821. Sobre cl establecimiento de escuelas de primeras... OP. cit.,

Ibíd.

"Beneficencia", en: Gaceta de Colombia, núm. 92, Bogotá, 20 de julio de 1823, p. 2. Además:
Gaceta de la Nueva Granada, núm. 66, Bogotá, 30 de diciembre de 1832, p. 3.

51
De la educación doméstica a la educación pública Colombia

"Instrucción Primaria", en: Gaceta de la Nueva Granada, núm. 178, Bogotá, 22 de febrero de

155 "Rasgo Patriótico", en: Gaceta de Colombia, núm. 201, Bogotá, 21 de agosto de 1825, p. 4.
Restrepo, José Manuel, "Exposición que el secretario del despacho del interior hace al
Congreso", en: EZ Constitucional, núm. 74, Bogotá, 26 de enero de 1826, p. 3.
cn

lancasteriano en las parroquias de la Matris y de San Juan de Dios. Es muy sensible


seguramente que los maestros que con esmero y aptitud se dedican a la instrucción
de la juventud, no gocen completamente de la asignación que les fija el reglamento
de la materia; pero la escasez de rentas municipales apenas permite pagarles treinta
pesos mensuales, y esta misma es la razón de que estos establecimientos no estén
perfectamente montados bajo el método de su instituto, pues se carece de fondos
para suministrarles todos los utensilios necesarios k57

Santander observaba en 1833 que el más grave inconveniente que había


tenido que sortear como principal administrador de la educación pública era la
falta de fondos lS8 fue usual la apertura de escuelas colegios o cátedras que al
tiempo debían cerrarse porque no contaban con las rentas necesarias; de
diferentes lugares se informaba "sobre la deplorable situación a que se hallaban
reducidos los colegios" por la ausencia de recursosl
El gobierno intentaba la creación de n uevas fuentes de ingreso para apoyar
el establecimiento de escuelas de primeras letras, decretando impuestos a sus
habitantes, a los que también se les dificultaba el pago por su propia condición
de pobreza, como el caso del impuesto a las bogas en la parroquia de pueblo
viejo.

Por medio de la contribución de un real, que satisfarán las bogas de la misma


parroquia, del caserío denominado de la salina, y de dos reales los patronos de
aquellos lugares; unos y otros cada vez que sean pagados para conducir
embarcaciones a Mompox, o a otro punto superior al río Magdalena, e imponiendo
además con el mismo fin cuatro reales de contribución anual a los que fabrican sal
común de espuma en el referido caserío, por cada cuadro; y el segundo disponiendo
la construcción de un mucle en el puerto de Santa Marta, y estableciendo el
impuesto de un real por carga, sobre todos los efectos que se embarquen o
desembarquen por

52
Educación pública republicana

"Enseñanza Pública», en: Registro Oficial del Magdalena, núm. 139, 17 de diciembre de 1 829,
Cartagena, p. 3.

Santander, Francisco de Paula, "Mensaje del presidente del Estado al Congreso sobre el
establecimiento de una casa de enseñan'za y corrección en Bogotá', en: Gaceta de la Nueva
Granada, núnl, 104, Bogotá, 22 de septiembre de 1833, pp. 1-2.
kS9 Barrera, Manuel, "Colegio de Pasto", en: Gaceta de la Nueva Granada, núm. 74, Bogotá, 24
de febrero de 1833, p. 2.
"Ley sobre creación de fondos para la escuela de Pueblo Viejo", en: Gaceta de la Nueva Granada,
núm. 145, Bogotá) 14 dc julio dc 1833) p. l.
Por lo general, fueron los vecinos de las diferentes provincias quienes
sostenían el salario de los maestros y aunque este aspecto se abordará en el
siguiente capítulo, es necesario ilustrar esta situación en el siguiente cuadro.
Tabla 6. Estado que manifiesta las escuelas de primeras letras que se han establecido
nuevamente en el cantón del Raposolâi
Parroquias
Nombre de Número Métodos de Sueldos de
los maestros de niños enseñanza que goza
fondos

Juan F. Carrioso 12 Antiguo 122 Del Vecindario


Parroquia
Raposo

Andrés Yanguas 13
Viceparroquia
de Auchicalla

15 192
Parroquia Francisco
Caluna Moreno

Totales 40 Buenaventura a 16 de octubre de 1833.


Nicolás Caicedo

El costo del establecimiento de cátedras en los colegios debió asumirse por


los suscriptores, como en el caso del colegio de Vélez, donde se estipuló
mediante decreto, que la dotación para el catedrático sería de 350 pesos
anuales a saber: $300 que se comprometieron a pagar los suscriptores
escriturarios, y $50 que abonaría el colegi0 162 Los suscriptores eran los padres
de familia, quienes debían aportar para que se abriera la cátedra. La mayoría
de las cátedras se abrían si los padres de familia expresaban la voluntad de
asumir el costo.

53
De la educación doméstica a la educación pública Colombia
En las escuelas particulares, también los padres de familia pagaban las
cuotas para el pago de los maestros y estas escuelas se regían por las reglas
prescritas para las públicas o de dotación de la policía. En este sentido se llamó
educación pública en cuanto era administrada por el estado con algunas rentas
oficiales o mixtas, es decir, de padres de familia y del ramo de propios, esta
educación

"Escuelas de primeras letras", en: Gaceta de la Nueva Granada, núm. 119) Bogotá, 5 de enero
de 1834, p. 4.
Santander, Francisco dc "Decreto estableciendo las cátedras en el colegio dc Vélez", Gaceta de
la Nueva Granada, núm. 130, 23 de marzo de 1834, p. l.
en

era realizada fuera del espacio doméstico con maestros seleccionados por el
Estado y con la anuencia de los vecinos a través de las juntas curadoras163
Francisco de Paula Santander se destacó por ser uno de los más fervientes
contribuyentes a la causa de la Educación, como la escuela de la Villa del
Rosario de Cúcuta, que se destacaba por ser una de las mejores de la provincia;
era "sostenida y pagada de todo a todo por el presidente de la República, desde
abril de 1833; entre otras donaciones que hizo, se destacaban la de la casa de
educación de Pore en Casanare por valor de $100, la del colegio de Pasto por
$400, y otros 100 pesos para la escuela de San José de Cúcuta" 6
Como se ha podido ver, los esfuerzos que los fundadores de la República
hicieron por establecer una educación acorde con esos tiempos y los idearios de
la Independencia, fueron evidentes, demostrando la existencia de un
formidable proyecto educativo, a pesar de la carencia de recursos.

3.5 Los métodos de enseñanza


Es interesante dedicarle unas líneas a las formas de enseñar. Aunque se
desarrollará un aparte específico para analizar el método lancasteriano, es
preciso señalar aquí, que en los primeros años de la República se adoptaron
básicamente dos métodos para la educación de los niños y los jóvenes. El
antiguo, que venía desde la Colonia con algunas modificaciones, sobre todo en
el pénsum al que se agregó el conocimiento de los derechos del hombre y del
ciudadano, y el método lancasteriano o de enseñanza mutua importado de la
experiencia inglesa. El más utilizado fue el método antiguo, ya que no requería

54
Educación pública republicana
mayor inversión para su aplicación, funcionaba con un maestro, muy pocos
libros y utilizaba como herramienta pedagógica la memorización por lo cual no
requería ni de materiales, ni de espacios físicos, ni de personal especializado
como el lancasteriano.
La mayoría de reportes de establecimiento de escuelas en los primeros años
por lo menos hasta 1835, manifestaban el uso del método antiguo k65

Con fecha del corriente avisa al gobierno el juez político de Iscuandé hallarse
montada la escuela de primeras letras en la capital de aquel cantón, bajo el antiguo
método de enseñanza, y su preceptor dotado con la asignación de doscientos pesos

263 Páez, José Antonio, op. cit., p. 34.


"Educación Púbfica: "Provincia de Pamplona", en: Gaceta de la Nueva Granada, núm. 151,
Bogotá, 17 de agosto de 1834, p 4,
"Educación Pública", en: Gaceta de Colombia, núm. 94, Bogotá, I de agosto de 1823, p. 3.
anuales por este trabajo; que se le pagan la mitad por los padres de familia y la
otra mitad del producto de los réditos del principal que con este objeto fundó el
finado Raymundo Montaño. , . La escuela de Llanogrande se halla montada bajo el
método antiguo, dotada con cien pesos anuales y su maestro lo es el C. Santiago
Aparicio... La de Baga, bajo el mismo método, dotada con doscientos pesos
anuales, y la sirve el C. Agustín Cruz \66

En las siguientes tablas se observa la preponderancia del método antiguo


en dos años distintos en la misma provincia de Buenaventura, departamento
del Cauca: 1825 y 1833.
Tabla 7. Estado que manifiesta el número de escuelas que hay en la provincia de Buenaventura,
capital del departamento del Cauca, en 1825 161
Escuetas y método Sexos Totales

Cantones Parroquias
Antiguo Lancasteriano Niños Escuelas

Yscuandé Yscuandé 2 28 0 2 28
1 10 1 10

Timbiriquí 37 1 37
30 30
0
Tumaco
Tumaco 56

55
De la educación doméstica a la educación pública Colombia
Barbacoas Barbacoas 0 40 40
9 9
Raposo

Total general 10 267 o 10

Nota: Yscuandé tiene cien pesos de dotación rédito de dos mil pesos que para su instalación legó el difunto Dn. Raymundo
Montaño, y aunque no se han expuesto, el gobierno ha mandado al albacea pague los réditos para costear con ellos al
maestro de la escuela; entre tanto se concluye la testamentaria que imponen como requisitos. Barbacoas cuenta
doscientos noventa y cinco pesos cuatro reales reconocidos en los bienes de varios pa(ticulares y mil pesos redituables
ofrecidos por el gobernador mientras dure su gobierno. En el incendio de primero de junio del pasado año consumieron
las llamas la escuela de esta ciudad, y aunque se han hecho grandes esfuerzos no se ha podido concluir la que nuevamente
se fabrica motivo por que los niños se han visto en la necesidad de recurrir a varios ciudadanos a continuar su estudio,
Micay, Tomaco y Raposo no tienen renta fija, y para subvenir al pago de los maestros se ha recurrido a los medios que
dicta la ley de la materia asignando cuotas y de ellas resulta que el sueldo mensual es el de doce, a diez y seis pesos muy
poca dotación para el maestro. En esta provincia no se enseña otra facultad que ta de primeras letras, y el número de los
niños que la cursan es e! que expresa el presente estado.

"Educación Literaria", en: El Fósforo de Popayán, núm. 18, Popayán, 29 de mayo de 1 823, p.
136. "Estado que manifiesta el número de escuelas que hay en la provincia de Buenaventura,
departamento del Cauca", AGN, Sección: República; Fondo: Ministerio de Instrucción Pública;
t. 107, folio 503a ryv.

cn

Tabla 8. Escuelas de la provincia de Buenaventura montadas bajo


el método antiguo de enseñanza, en 1833168
Parroquias Sueldo de Número Número de
preceptores de niños escuelas

Iscuandé 240 pesos 30

Tierra firme 96 16 1
Barbacoas 300 27

San José 192 50 1


San Pablo

Tumaco 168 35 1
Sala Honda
120 18

92 1
12

56
Educación pública republicana
Bocagrande 108

144
24

Timbiriquí
120 18

120
23

Buenaventura o Cruces
192 18

Calima

Raposo

Cajambra

Totales 298 12

El uso más frecuente del método antiguo contradice la disposición


emanada en el Congreso de Cúcuta en la ley 15 y ratificada en 1826 mediante
el plan de estudios. En 1821 se contempló la uniformidad de método en todo
el territorio de la República; para conseguirlo, el poder ejecutivo establecía los
reglamentos necesarios para el gobierno y economía al interior de las escuelas,
quedando fijados premios y certámenes y la impresión de las cartillas, libros e
instrucciones necesarias para lograr la uniformidad y perfección de

"Educación Pública", en: Gaceta de la Nueva Granada, núm. 102, Bogotá, 8 de septiembre de
1833, p. 2.
las escuelas 169 En esta misma ley 15 de 1821, en su artículo 15, se contempló
además el establecimiento en las primeras ciudades de Colombia, de escuelas
normales del método lancasteriano o de enseñanza mutua para formar los
maestros y expandir el método a todas las provincias 8
El plan de estudios de 1826, en el artículo 50, ratificaba la necesidad de
establecer la enseñanza pública, gratuita, común y uniforme en toda Colombia 171
y para ello se contaba con el método lancasteriano, pero la realidad económica
del país obstaculizó estas medidas pedagógicas. De los treinta distritos
parroquiales en que se dividía la provincia de Neiva en 1824, en sólo once se
abrieron escuelas de varones y en tres de ellas se adoptó el método lancasteriano,

8 Ibíd.
"Ley 271. Sobre organización y arreglo de la instrucción pública", op. cit., t, 2, p. 227.

57
De la educación doméstica a la educación pública Colombia
con el apoyo de los padres de familia que aportaron recursos para la compra de
útiles y para el sueldo de los maestros 910
En 1826, el país contaba con "52 escuelas de enseñanza mutua con 3.509
niños y 434 del antiguo método con 16.200 niños"173 Aunque el gobierno
insistía en el uso del método de enseñanza mutua, fueron diversos los obstáculos
que impidieron su establecimiento, el principal de ellos, la falta de recursos, la
poca preparación de los maestros en sus fundamentos, la ausencia de recursos y
materiales que se requerían, la ausencia de instalaciones físicas y la poca
comprensión de los padres de familia a quienes además solo les alcanzaban los
recursos para apoyar maestros que utilizaran el método antiguo.
Las dificultades para la implementación del método de enseñanza mutua
llevaron a Bolívar a considerar este aspecto de la legislación y por ello en 1829,
mediante el artículo 5 0 del decreto 594, estipuló que:

En las parroquias en que haya graves inconvenientes para establecer el método de


enseñanza mutua, habrá siempre una escuela, aunque sea por cualquier otro método;
pero en ella se enseñarán los ramos prescritos por las leyes y decretos. En los
establecimientos de escuelas particulares tendrán plena libertad los maestros para
adoptar

(Ley 15 del 6 de agosto de 1821. Sobre el establecimiento dc escuelas de primeras letras",


op.

9 "Ramírez Bahamón, Jairo, La escuela en la Antigua Provincia de Neiva 1819-1860, Universidad


Surcolombiana-Fondo de Autores Huilenses, Neiva, 2000, pp. 28-30.
10 Zuluaga de Echeverri, Olga Lucía, El maestro y el saber pedagógico en Colombia 1821-1848,

Universidad de Antioquia, Medellín, 1984, p. 39.

58
Educación pública republicana

el método que mejor les acomode con tal que no enseñen principios contrarios a la
religión, a la moral, ni al gobierno de la República]7'l

De hecho esta disposición había venido dándose en pueblos y provincias


dadas las condiciones antes mencionadas, solo que con la promulgación del
decreto se normalizó una situación de hecho y se reconoció la libertad del
maestro para implementar el método que estuviera en condiciones de aplicar.

3.6 Religión y educación


El problema de lo religioso desde el comienzo de la República estuvo inmerso
en el ambiente político. Con excepciones, la iglesia y los clérigos fueron y
seguían siendo aliados del antiguo régimen y se constituían en el principal
bastión del pensamiento monárquico. La educación fue una de las fuentes de su
poder y casi un monopolio de las comunidades religiosas y de las parroquias. La
contradicción entre el nuevo Estado y las comunidades fue tratada de diferentes
maneras durante los primeros quince años de la República. En sus comienzos, se
adoptaron políticas nuevas que intentaban restarle poder, colocando al poder
religioso en posición de subordinación con respecto al Estado, las primeras
disposiciones tanto de Bolívar y Santander en 1820 y 1821 así lo manifiestan.
En 1820, Simón Bolívar firmó el decreto que estableció el patronato en los
establecimientos educativos por el gobierno, cualquiera hubiera sido su
organización, adjudicando funciones para que los vicepresidentes de los
departamentos fueran en adelante sus patronos!75 . En 1824 Santander ratificó
este derecho, demostrando que la Gran Colombia podía ejercerlo sin la autoridad
del Papa176•

174 "Decreto 594. Que adiciona al de 3 de octubre que estableció el plan de estudios», en:
Codificación Nacional, t. 4, Imprenta Nacional, 1924, p. 105.

"Decreto de 20 de jL1nio de 1820. Estableciendo el patronato en establecimientos educativos por


el Gobierno", en: Gaceta de la ciudad de Bogotá, núm. 52, 23 de junio de 1820, Tomado de: Obra
educativa de Santander, op. cit., t, l, p. 16,
Bushncll, David, Colombia: una nación apesar de sí misma, Planeta, Santafé de Bogotá, 1998,
p. 91.

59
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

El patronato no fue propiamente una reforma anticlerical, tenía tras de sí la fuerza


de la tradición, y los dirigentes políticos de la Nueva Granada casi con excepción Io
defendían, cualquiera que fueran sus ideas políticas generales y su actitud con
respecto a los demás aspectos del problema religioso'

Las medidas tomadas en 1821, en el Congreso de Cúcuta en cuanto al


establecimiento de escuelas públicas en conventos de religiosas y la ley sobre
supresión de conventos menores 178 significaron un cuestionamiento tanto de su
poder como de su posición, en donde se criticaba el tipo de vida que llevaban y
la poca utilidad que ello significaba para la sociedad; "el congreso de Cúcuta
eximió a los frailes de la obligación de establecer escuelas en sus conventos por
temor a que redujeran la educación a un estado de degradación vergonzosa,
aunque el mismo servicio era exigido a las monjas'
La respuesta del clero ante las reformas liberales de la independencia,
aunque no fue unánime ya que al interior del mismo se encontraban diferentes
fracciones, unas a favor y otras en contra, contaron con el apoyo de la población
en donde tenían plena autoridad moral. Esta tensión sobre el tratamiento de lo
religioso durante la Gran Colombia estuvo mediada por las reacciones del pueblo
que en algunos casos logró modificar decisiones tomadas por el gobierno. "El
mismo Santander declaró más de una vez que tenía que oponerse a determinada
medida no porque la considerara equivocada o i_njusta sino porque el pueblo la
podía tomar como un ataque contra la religión'
En 1826, Santander ratifica la ley sobre supresión de conventos menores,
contemplando que

Los conventos que en el día de la sanción de la ley de 28 de julio de 1821, año 11,
se hallaran en el territorio de la República hasta entonces libertado, y no tuvieran
ocho religiosos sacerdotes de continua y permanente residencia que en ellas se
exigían, quedarán suprimidos en virtud de lo dispuesto en el artículo 1 0,
exceptuando únicamente los hospitalarios i

177Bushnell, David, A régimen de Santander en la Gran Colombia..., op. cit., p. 259.


"Ley 12 sobre aplicación a la enseñanza pública de los bienes de conventos menores"... , op. cit.,
t. 1, p. 21. "Ley 13 sobre el establecimiento de escuelas de niñas en los conventos de
religiosas",
t. l, op. cit., p. 23.
179 Bushnell, David, BI régimen de Santander. op. cit., p. 246.

60
Educación pública republicana

Ibíd., p. 224.
Santander, Francisco de Paula, "Ley sobresupresión de conventos menores", en: Gaceta de
Colombia, núm. 235, Bogotá, 16 de abril de 1826, p. l.
Los colegios y casas de enseñanza fueron dotados con los bienes, rentas y
edificios de los conventos suprimidos; en 1822 se suprimieron "treinta y nueve
conventos y en 1826 doce, sin calcular el valor de los edificios, los bienes y
capitales han ascendido a 950.000 pesos que deben producir cerca de 40.000
pesos anuales de
Aunque el clero se sintió muy desanimado por las medidas tomadas en la
Gran Colombia contra sus bienes y rentas, su apoyo al establecimiento de
escuelas de primeras letras fue fundamental. Esta situación puede verse ilustrada
en las reclamaciones que elevaron para el establecimiento de escuelas en sus
respectivas parroquias; tal es el caso del cura de la parroquia de Toro en el Cauca
cuando expone que:

Como párroco que he sido de esta ciudad, interino desde mil ochocientos veinte, y
uno, y propio ahora por haber obtenido la propiedad en el concurso próximo pasado,
y persuadido de que uno de los deberes del Pastor de Almas es propender á la
educación de la juventud, e ilustración del rebaño que se le encarga: he puesto todo
mi conato en influir con mis exhortaciones, con mi dinero, y del modo que me ha
sido posible, á fin de que se lleve al cabo el importantísimo establecimiento de una
Escuela de primeras letras, montada conforme a la Ley de dos de Agosto del año
undécimo E83 .

Ya se había señalado la participación del clero en la apertura de escuelas con


la colaboración de los padres de familia, en donde aportaron desde el espacio
para el funcionamiento de la misma, hasta las rentas para el pago del maestro. En
los lugares más apartados se abrieron escuelas públicas por iniciativa de los curas
párrocos, quienes motivaron a los vecinos para que con sus contribuciones las
escuelas pudieran sostenerse.
La crisis política y el cisma entre bolivarianos y santanderinos producida
después de la Convención de Ocaña en 1826 hizo que definitivamente se
distanciaran de manera irreconciliable la posición reformista de Santander y la
posición sui géneris de Bolívar, indudablemente más conservadora y clerical.
Agudizadas las contradicciones en la crisis de 1828 que llevó a los partidarios

k82 "Exposición que el Secretario del Interior hace al Congreso", en: El Constitucional, núm. 151,
Bogotá, 19 de julio de 1827, p. 1.

61
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

"Representación hecha por el párroco de Toro (Cauca) sobre las dificultades que ha tenido para
establecer la escuela de primeras letras debido a la negligencia de algunos funcionarios",
AGN, Sección: República; Fondo: de Instrucción Pública, t. 107, tdlio 7021',
del primero a la "conspiración septembrina", Santander tuvo que marchar al
exilio, luego de que le fuera conmutada la pena de muerte. Entonces la política
educativa da un nuevo giro al tratamiento de lo religioso, por medidas tomadas
por Bolívar pretendieron restituir a la Iglesia los derechos conculcados,
apoyándose en el malestar que ellas habían causado en la vida espiritual de los
pueblos en detrimento de la instrucción general y de la formación moral de la
población] 84
Con estos argumentos "restableció los conventos suprimidos por las leyes de
6 de agosto de 1821 y 7 de abril de 1826, exceptuando aquellos cuyos edificios
sirvan actualmente de colegios y casas de educación o de hospitales"185 El
decreto contemplaba que los bienes y rentas de los conventos suprimidos que se
estuvieran aplicando a casas de educación y colegios continuarían con este
destino.
El plan de estudios de 1826 también fue reformado por Bolívar con respecto
a la doctrina cristiana y de moral. Las reformas que sugiere Bolívar se toman en
calidad de provisionalmente mientras el Consejo de Estado efectuaba las
reformas permanentes. Como elemento central consideró: "Que se ponga el
mayor cuidado en el estudio y restablecimiento de la religión y para la bella
literatura a cuyo efecto cada año de los cursos de filosofia se enseñará algún ramo
en latín, y en los colegios y universidades se tendrán actos literarios en este
idioma"186 Como segundo elemento propuso el restablecimiento de estudio de
la moral y del derecho natural en el segundo año de los estudiantes de filosofía y
como tercera medida, suspendió las cátedras de principios de legislación
universal, de derecho público político, constitución y ciencia administrativa que
habían causado el mayor conflicto por la negativa influencia del pensamiento de
Jeremías Bentham en los estudiantes de los colegios y universidades]87
En 1829 se llega a una situación aún más evidente de clericalismo: Bolívar
puso a la Iglesia en una posición privilegiada al expedir el Decreto 594,

184 Bolívar, Simón, "Decreto por el cual se restablecen los conventos suprimidos", en: Gaceta de
Colombia, núm. 362) Bogotá: 24 de julio de 1828, p. 1.

186 Bolívar, Simón, "Circular por la cual se ordena algunas variaciones al plan de estudios", en:
Gaceta de C010111bia, núm. 382, Bogotá, 30 de octubre de 1828, p. 3.

62
Educación pública republicana

asignando a los curas de las parroquias un lugar de preeminencia en las juntas


curadoras para vigilar tanto la enseñanza de la religión y la moral como el
cumplimiento de las funciones del maestro. Igualmente encargó a los arzobispos
y obispos la vigilancia sobre la enseñanza de la religión, cuidando que no se
enseñaran "máximas o se den ejemplos contrarios a la religión y la moral
En el artículo 40 de este mismo decreto previó la enseñanza del catecismo de
doctrina cristiana en todas las escuelas primarias tanto de niños como de niñas,
una vez que supiesen este catecismo se les debería enseñar el del Fleuri "a fin de
que adquieran una idea más completa de la religión que profesamos'
En las disposiciones varias de este decreto se autorizó a las universidades
para formular el reglamento que prescribiera la educación física y moral,
religiosa y social de los jóvenes, contemplando penas y castigos por las faltas
que se cometieran19
Afortunadamente muchas de estas medidas, claramente retardatarias, no se
llevaron a cabo; primero por la muerte del Libertador en 1830, y segundo, por la
disolución de la Gran Colombia. Santander regresó de su exilio en Nueva York
en 1832, luego de ser elegido presidente en ese año. Estas medidas tomadas por
Bolívar "fueron derogadas en primer lugar, en 1832 por una ley que puso en
vigencia las leyes sobre instrucción pública, dictadas el 6 de agosto de 1821, y
en segundo lugar, por la ley de 30 de mayo de 1835 que restableció el decreto de
3 de octubre de 1826" 191

3.7 El plan de estudios de 1826


El sentido de la formación del plan de estudios de 1826 partió de concebir la
educación como instrumento de progreso y fuente "inagotable de riqueza y de
poder" y además como el medio privilegiado para la difusión de la moral pública
y de «todos los conocimientos útiles que hacen prosperar a los pueblos"192

"Decreto 594. Que adiciona al de 3 de octubre que estableció el plan de estudios... ", op. cit.,

189 Ibíd., t. 4, p. 105.


Ibíd., t. 4, p. 1 15.
191 Zuluaga de Echeverri, Olga Lucía, El maestro y el saber pedagógico en Colombia,.., op. cit.,
p. 46.
"Ley 271. Sobre organización y arreglo de la instrucción pública", op. cit., t. 2, p. 226.

63
De la educación doméstica a la educación pública Colombia
La formulación del plan de estudios de 1826 tuvo como antecedqntes no
sólo las disposiciones emanadas del Congreso de Cúcuta en 1821, sino además,
la formulación del Reglamento para las escuelas de la Provincia de An tioquia,
escrito por José Félix Restrepo el 6 de diciembre de 1819 193 el cual contemplaba
las funciones del maestro, las formas de seleccionarlos, el establecimiento de las
escuelas y las cátedras de gramática y latinidad, filosofía y teología.
Si bien se había establecido un primer ordenamiento de la educación
republicana a través de las leyes emanadas del congreso de Cúcuta de 1821, aún
hacía falta establecer un plan uniforme que organizara la instrucción, los
conocimientos impartidos, que ampliara el número de instituciones que
controlara el ejercicio de los maestros y que formara a la infancia y a la juventud
en los principios del nuevo hombre republicano.
Se requería una instrucción y enseñanza pública según la necesidad de ('los
diferentes ciudadanos" de adquirir un tipo específico de conocimientos útiles de
acuerdo con su "talento, inclinación y destino", por ello el plan formulaba un
tipo de conocimiento para las escuelas parroquiales, otro para las casas de
educación de provincia, y otro para la educación de las niñas, diferente a la
formación de los niños, entre otras 194.
El plan dispuso la administración de la educación a través de la "Dirección
General de Instrucción Pública y de las subdirecciones", la cual funcionaría en
la capital de la República bajo la autoridad del gobierno; estaba compuesta por
tres subdirectores y un secretario que ostentaran notoria probidad, interés por la
instrucción pública y conocimientos científicos y literarios; los primeros en
integrarla fueron José Félix Restrepo, Vicente Azuero y Estanislao Vergara 195
Dentro de las funciones de la Dirección General de Instrucción Pública y de
las subdirecciones se destacan las de dirigir, controlar y vigilar todos los
establecimientos de enseñanza pública, promover la mejora de la enseñanza,
proponer los reglamentos para la mejora de las escuelas y gobierno económico
de las mismas, así como de las casas de educación, colegios y universidades,
visitar los establecimientos de enseñanza pública, promover la formación de los
maestros, promover la formación moral y práctica de la virtud en todos

Restrepo, José Félix, ('Reglamento para las escuelas de la provincia de Antioquia", op. cit.,
p. 429.
Ibíd., t. 2, p. 227.

cn
Ibíd.,

64
Educación pública republicana
los pueblos de Colombia, recogiendo "los actos de virtud, de humanidad, de
beneficencia, de generosidad y los sacrificios notables por la patria para
consignarlos a la estimación pública y al reconocimiento de manera
similar a como lo planteara Bolívar en 1819 para el establecimiento del poder
mora1197 • además, proponía al gobierno la suspensión de los maestros que no
cumplieran con las funciones estipuladas por la Constitución y las leyes.
A la Dirección General se le adjudicaron además las funciones de promover
el establecimiento de una Academia Literaria Nacional en la capital de la
República con el objeto de fomentar en todo el país el conocimiento y perfección
de las artes, las letras, las ciencias naturales y exactas, la moral y la política.
Igualmente debía fomentar en las capitales de los departamentos,
sociedades de amigos del país para promover las artes útiles, la agricultura, el
comercio y la industria, ellas a su vez promocionarían el establecimiento de
escuelas especiales de dibujo, de teoría diseño de arquitectura, pintura y
esculturaF
La organización de la instrucción general quedó distribuida en escuelas
de enseñanza primaria y elemental, colegios o casas de educación y
universidades; cada una funcionaría en un lugar distinto; las escuelas primarias
de parroquia en todas las parroquias de cada cantón pudiéndose establecer
escuelas para niños y para niñas si se pudiere. Los conocimientos impartidos en
este primer nivel serían la religión, principios morales y de urbanidad, leer y
escribir correctamente, primeras reglas de la aritmética, gramática, ortografia del
idioma castellano y el catecismo político constitucional; en las escuelas de niñas
se enseñaba a leer, escribir, contar, educación religiosa y moral y las labores
propias de su condición femenina199
La enseñanza de los colegios o casas de educación, también llamada
segunda enseñanza elemental funcionarían en los pueblos cabeceras de cantón y
circuito y en ellos se enseñaría de manera más extensa el catecismo de religión,
gramática y ortografía de la lengua castellana, la cartilla o principios de dibujo,
elementos de aritmética y de geometría con relación a las artes mecánicas y
elementos de agricultura práctica200.

Ibíd., t. 2, p, 228.

Ver supra. Pensamiento educativo de Bolívar.

Ibíd.,

65
De la educación doméstica a la educación pública Colombia
"Ley 271 . Sobre organización y arreglo de la instrucción pública. . . ", op. cit., t. 2, p. 229.
Ibíd., t. 2, p. 23] .

La vigilancia sobre el desempeño de las escuelas primarias de parroquia era


competencia de las municipalidades, las cuales deberían intervenir en el
nombramiento de maestros y en el proceso de la formulación del plan de
escuelas y universidades20k Tanto los colegios como las casas de educación y las
escuelas cantorales debían financiarse de los fondos públicos a los cuales
contribuirían los pueblos.
Santander consideraba que aunque el plan se habría formulado teniendo
como base modelos extranjeros, era practicable y respondía a las necesidades
concretas del país. Los principales argumentos que esbozaba en defensa del plan
tenían que ver con que era

mejor que el que había hasta diciembre de 1826; que no habiendo aumentado el
tiempo que debe durar la educación de los colegios respecto del plan anterior, lejos
de presentar abiertas las puertas de Minerva solo a los ricos, ha provisto de la más
completa libertad a todos los colombianos que quieran instruirse, estableciendo los
conocimientos a todos los departamentos y ha consultado los principios sobre que
debe establecerse la educación pública de un pueblo libre y que es vano el temor de
que queden los colegios desiertos202

La promulgación del plan de estudios ocasionó descontento e


inconformismo en la población por considerar irrealizables algunos de sus
postulados; ya que no se contaba con los recursos suficientes para su
implementación, se decía que la generación presente no debía prometerse sino
reformas parciales, pues, por ejemplo, para el establecimiento de la universidad
no se contaba ni con el dinero, ni con edificio, ni con libros elementales, con
instrumentos, con anfiteatro, con jardines"203
Se pensaba que los padres de familia sacrificaban inútilmente sus haberes y
que a los jóvenes no les gustaba esta nueva organización de la educación. La
crítica general se basaba en que el plan formulaba una teoría que no se
compadecía con la realidad del país y por tanto difícil llevarlo a la práctica; el
diario el Constitucional lo decía "es llegado el tiempo que se confiese que se ha
mandado hacer muchísimo más de lo que puede ejecutarse"204

Ibíd.

Ibíd.,

66
Educación pública republicana
Santander, Francisco de Paula, "Plan de Estudios", en: Gaceta de Colombia, núm. 280, Bogotá,
25 dc febrero de 1827, p.4.
203 "Pian de estudios", en: El Constitucional, núm. 128, Bogotá, 22 de marzo de 1827, p. 4.
204

Ibíd.,

67
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Otras críticas se basaron en que el plan había sido copia de los europeos,
que no había consultado las costumbres de los pueblos y que no era procedente
la uniformidad de los cursos en todos los colegios205 Se solicitaba revisar el plan
y adecuarlo a las realidades del país.
Por el contrario, otra parte de la población consideró que los esfuerzos del
gobierno a favor de la educación eran notables, sobre todo si se comparaban
con el estado de la educación desde 1820 hasta 1827.

El año de 20 no había una sola escuela lancasteriana, y hoy no hay provincia que
no tenga algunas. Se han aumentado los colegios y casas de educación, se han
organizado los antiguos, se han creado nuevas cátedras de enseñanza pública, se
han multiplicado las universidades, en fin la ley y el gobierno han hecho avanzar
este precioso ramo de la felicidad pública con interés y actividad al través de la
guerra, de la falta de fondos, i de maestros 206.

En el siguiente cuadro se refleja la organización del sistema de educación


pública, propuesto en el plan de estudios de 1826.

Cuadro 7. Organización de los niveles educativos en Colombia (1820-1827)


Niveles educativos

Escuelas de Casas de Colegios Universidades


primeras letras educación
públicas-privadas

Escuelas por el método Clases de Bachillerato en Cátedras MayoresZ07


antiguo latinidad y letras,
gramática gramática,
latinidad y
retórica
Escuelas por el Podían abrir una Cátedra de
método escuela de primeras gramática Cátedra de Ciencias
Lancasteriano o de letras por cualquiera castellana y idiomas naturales
de los dos métodos.
enseñanza mutua latina
Cátedra de
Cátedra de jurisprudencia
medicina
Continúa„.
Educación pública republicana

"Plan de Estudios", en: Gaceta de Cartagena, núm. 307, Cartagena, 5 de agosto de 1827, p. 2.
206 "Educación de la juventud", en: El Defensor de las Libertades Colombianas, núm. 13,
Bogotá, 28 de octubre de 1827, p. 51.
207 De acuerdo con el Decreto que autorizó el establecimiento de la Universidad Central de
Bogotá, el 20 de noviembre de 1826. Artículo 7.

Niveles educativos

Escuelas de Casas de Colegios Universidades


primeras letras educación
públicasmprivadas

Se intentó la Se enseñaba lectura, Cátedra de


uniformidad del método escritura, aritmética, Cátedra de Cátedra de
filosofía
a partir del religión, moral, teología filosofía
lancasteriano, pero las derechos del hombre.
condiciones económicas Se recibían estudiantes
Bellas Artes
y culturales lo desde los 4 años Cátedra de
obstaculizaron literatura

Cátedra de
derecho civil Historia
y canónico natural
experimenta\

Química
Mineralogía y
Geografía

Cuadro 8. Sistema de educación pública y enseñanza nacional (1826)

Dirección general de instrucción pública

Nivel educativo Escuelas de Colegios y casas de Universidades Academia


educación
enseñanza Literaria
primarla y Nacional. En la
elemental capital de la
República.
Lugar de En cada parroquia En cada pueblo Departamentales Fomentar en todo
funcionamiento y cabecera de cabecera de y centrales,
el territorio las
cantón ubicadas en las
cantón y en las artes, las letras,
ciudades más
que sean de las ciencias
importantes del
provincia naturales y
exactas, la moral y
la política

69
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Método Sociedades de
Antiguo y amigos del país:
enseñanza mutua, Promover las artes
A partir de 1829 se útiles, agricultura,
establece libertad comercio e
de método industria. Los socios
serán elegidos por
los ciudadanos que
Plan de estudios Además de las Ciencias generales y deseen trabajar por
enseñanzas de las especiales: el bien del país.
escuelas Ciencias Promoverán el
parroquiales, establecimiento de
principales de la naturales:
religión, primeros catecismo extenso escuelas
de la religión,
matemáticas,
principios morales
gramática y tísica, Historia
y de urbanidad,
leer y escribir ortografía de la natural, química
correctamente,
primeras reglas experimental.
Continúa...

Dirección general de instrucción pública

Plan de estudios de la aritmética, Cursos literarios especiales de


compendio de la de francés, dibujo, teoría,
gramática y lengua castellana, la diseño de
inglés, latín y
ortogratía del cartilla o principios arquitectura
griego como
idioma castellano y del dibujo,
catecismo político requisito para
elementos de
constitucional aritmética y de seguir estudios
geometría con de
relación a las artes jurisprudencia,
mecánicas y los teología o
elementos de medicina
agricultura práctica.
Los estudiantes
debían presentar
examen de
idoneidad para
ingreso a la
universidad

3.8 "Educación Social": huérfanos, expósitos y vagos


Frente a la política educativa que imponía el modelo lancasteriano a toda la
población, vale la pena destacar el único modelo pedagógico propio, que
aunque no fue escuchado, se convirtió en una interesante propuesta alternativa.
El ideario de la educación republicana se caracterizó por ofrecer educación a
todos los sectores de la población que habían estado marginados de la
educación colonial por su condición familiar, de género o de pobreza. Así la
República, en su interés por garantizar el estatus de ciudadanía a todos los
colombianos, contempló educación para los huérfanos, expósitos, vagos,
vol. p.
Educación pública republicana

mendigos, niñas, indígenas y artesanos. Era en sí mismo un proyecto


incluyente.
Este enfoque de la educación republicana fue llamado por Simón
Rodríguez como instrucción general, la cual se asociaba a la educación social,
a la educación popular o a la escuela para todos. Para Rodríguez era clara la
diferencia entre instruir y educar. Para él, la instrucción no era sinónimo de
educación, aunque instruyendo se educara. La instrucción significaba
conocimiento, y la educación orientación, criterio o conciencia; al educar se
instruía pero solo en pequeña parte, con acumular conocimientos extraños al
arte de vivir, nada se ha hecho para formar la conducta social "208 , entendida
en el sentido de lo público, del bien común, del interés general.

Ruinuazo Gonzáles, Alfonso, "El pensanliento educador de Simón Rodríguez", en: Rodríguez,
Simón, Obras completas, op. cit., 2, 105.

246

71
Educación pública republicana

La función de un gobierno ilustrado era generalizar la instrucción «porque


las luces lo obligan a comprender la obra de la ilustración con otros y le dan
fuerzas para oponer a la resistencia que le hacen los protectores de las
costumbres viejas"209 Los principales enemigos de la instrucción general y, por
tanto, de la ilustración, son aquellos que quieren mantener las costumbres viejas,
por ejemplo la familia y la Iglesia. Era claramente la lucha por la modernidad
hasta en el lenguaje que aún propendía por la Ilustración.
la instrucción general ofrece los conocimientos sobre las obligaciones que
adquiere el hombre por hacer parte de una sociedad. Para que esta obligación se
cumpla, el gobierno debe generalizar la instrucción y él debe asumirse como
padre común en la educación2f0 . "Asuma el gobierno las funciones del padre
común en la educación. Generalice la instrucción y el arte social progresará,
como progresan todas las artes que se cultivan con esmero'
Para Rodríguez, la primera escuela era un suplente de la potestad paterna
en las funciones de instruir y de educar. A partir del momento en que se
generalizó la instrucción pública, el padre de familia fue asumido como un actor
social necesitado de educación porque era imposible, decía Simón Rodríguez,
que todos los padres fueran instruidos, que supieran y quisieran enseñar y que
tuvieran el tiempo necesario para hacerlo. En estas condiciones, el que
reemplazara a los padres de familia, ejercería las funciones de padre común y,
por consiguiente, debería tener todas las condiciones de la ilustración y saberlas
transmitir: "Todos los padres de familia no pueden enseñar. el gobierno suple
por ellos. luego el gobierno debe ser maestro"212
El momento histórico que vivía la República se sustentaba sobre la
necesidad de adopción de la condición de ciudadanía de la población, pero para
que ella fuera asumida por todos, era precisa la instrucción general que los
ilustrara sobre la manera de vivir en sociedad, difundiendo los conocimientos
sociales. Para que la instrucción general cumpliera sus objetivos, ésta debía:

Ser nacional, no estar a la elección de los discípulos, ni a la de sus padres, no darse


en desorden, ni a priesa, ni en abreviatura. Los maestros no han de enseñar por
apuesta,

209 Rodríguez, Simón, "Luces y virtudes sociales'), en: Obras


completas, op. cit., vol. 2, p. 105.

vol. p.

72
Educación pública republicana

210 Ibíd, vol. 2, p. 124. Ibíd., vol. 2, p. 120. Ibíd., 2,


121.
ni prometer maravillas. .. porque no son jugadores de manos, los discípulos no se
han de distinguir por lo que pagan, no por lo que sus padres valen, en fin, nada ha
de haber en la enseñanza, que tenga visos de farsa: las funciones de un maestro y
las de un charlatán, son tan opuestas, que no pueden compararse sin repugnancia2f3

El principal objetivo de la instrucción general era combatir la ignorancia,


pues a ella se adjudicaban todos los males de la sociedad. El primer deber de un
republicano era saber sus obligaciones sociales y su primera obligación era vivir
de una industria que no lo perjudicara ni a sí mismo ni a los otros214
La educación social era la alternativa para la construcción de la República
en la medida que formara a los ciudadanos en el sentir común de la conveniencia
general. Este sentimiento sería el logro máximo del hombre en el estado
socia121.5 Según Rodríguez, "no habría jamás verdadera sociedad, sin educación
social, ni autoridad razonable sin costumbres liberales"216 .
La educación popular para Rodríguez hacía referencia a la educación
general y aseguraba que "sin educación popular no habría verdadera sociedad.
La sociedad debe no sólo poner a la disposición de todos la instrucción sino dar
medios de adquirirla, tiempo para adquirirla y obligación de adquirirla"217.
La educación popular en la República no fue bien vista por algunos sectores
de la población que veían con malos ojos la mezcla de niños de diferentes clases
sociales en un mismo salón de clase "¿Quiere usted que el hijo de un zapatero
se eduque como el hijo de un De cualquier manera la
construcción de la nueva República necesitaba apoyarse en la educación popular
y que se generalizara la primera escuela, que se aplicara el principio de escuela
para todos.
La escuela para todos incluía toda la población, empezando por los más
pobres; al respecto decía Rodríguez:

Dénseme los muchachos pobres, o dénserne los que los hacendados dejaron libres
al nacer, o que no puedan enseñar o que abandonen por rudos, dénseme los que

Ibíd., vol. 2, p. 108.


214 Rodríguez, Simón, Sociedades americanas..., op. cit., vol. l, p. 283.

73
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

2i5 Ibíd., vol. l, p. 365.


216 Rodríguez, Simón, "Extracto sucinto de mi obra sobre la educación
republicana"..., op. cit., vol. 1, p. 283.
217 Rodríguez, Simón, Sociedades americanas..., op. cit., vol. l, p. 341, 218 Ibíd., I,
323.
la inclusa bota porque ya están grandes, porque no pueden mantenerlos o porque
son hijos ilegítimos2i9

Para ello ideó la propuesta de la primera casa de industria pública en


Bogotá, en 1823, para educar niños y jóvenes que necesitaran una profesión
lucrativa para ganarse la vida; la casa fue abierta en el mismo edificio donde
funcionaba el hospicio, pero la falta de fondos le impidieron continuar adelante
con este proyecto.
La intención pedagógica del método de Rodríguez no fue:

Llenar el país de artesanos rivales o miserables, sino instruir y acostumbrar al


trabajo, para hacer hombres útiles, asignarles tierra y auxiliarlos en su
establecimiento; era colonizar el país con sus propios habitantes. Se daba
instrucción y oficio a las mujeres para que no se prostituyeran por necesidad, ni
hicieran del matrimonio una especulación para asegurar su subsistencia 220

Para Rodríguez, el arte de educar tenía cuatro formas fundamentales:


instrucción social, para hacer una nación prudente; corporal, para hacerla fuerte;
técnica para hacerla experta, y científica, para hacerla pensadora.
Rodríguez además consideró necesario el establecimiento de una escuela de
agricultura en las capitales de provincia en donde se establecieran reglamentos
claros que controlaran el servicio del aprendizaje «para que los maestros no
hagan de sus discípulos sirvientes domésticos"221 y se formara una nueva
mentalidad con respecto al ejercicio del oficio y a las formas de comercio que
permitieran cambios equitativos.
Otro sector de la población que había sido marginado de la educación
colonial se tuvo en cuenta en la legislación educativa de la naciente República:
"10s huérfanos, expósitos o pobres a quienes la República debe sostener y
educar".
En 1819, Simón Bolívar firmó el decreto sobre la educación e instrucción
pública en donde se contempló la educación para la "multitud de niños
desgraciados, que por haber sido sus virtuosos padres inmolados en las aras de
vol. p.

74
Educación pública republicana

Ibíd., vol. l, p. 63.


220 Rumuazo González, Alfonso, op. cit., vol. 2, p. 105.
221 Rodríguez, Simón, "Extracto sucinto de mi obra la educación republicana"..., op. cit., vol. 1
)
p. 241.

75
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

la patria por la crueldad española, no tienen otro asilo, ni esperanza para su


subsistencia y educación que la República"222
Esta educación se ofrecería en el convento abandonado por los padres
capuchinos de Bogotá, en donde se instalaría el primer colegio para la educación
de los huérfanos, expósitos o pobres. La financiación de este colegio correría a
cargo del Estado.
En el decreto por el cual se estableció un colegio en Santo Tomas de
Angostura en 1824, también se contempló la educación gratuita para niños
huérfanos que perdieron a sus padres en el servicio de la patria 223 ; igualmente
fue contemplado este mismo aspecto en el establecimiento del colegio de
Cumaná en el mismo añ0224
Hacia 1826 el gobierno reconocía que la disposición de ofrecer educación a
los niños huérfanos se había estado cumpliendo:

El congreso constituyente acordó, por su decreto del 13 de octubre del año I | 0,


sobre la memoria de los que habían muerto por la patria, que los hijos de tan
beneméritos ciudadanos fueran educados gratuitamente en las escuelas y colegios
de la República. Esta disposición se ha cumplido exactamente por el ejecutivo, y
cuantos jóvenes se han presentado para estudiar en nuestros colegios, acreditando
ser hijos de los que han muerto por la patria, son educados en ellos, pagándose los
gastos de los fondos públicos. De esta manera aquellos jóvenes se harán capaces de
imitar las virtudes heroicas de sus padres 223

Para atender y educar la población de vagos y mendigos se abrió en


Pamplona un hospicio mediante decreto del 14 de marzo de 1822; la indicación
era abrir uno para hombres y otro para m ujeres226 . Esta idea se retoma
nuevamente por Santander en 1833 después de visitar casas de educación,
corrección y refugio en Europa y en los Estados Unidos su idea se basaba en:

(Decreto I. Sobre la educación e instrucción públicas", 17 dc septiembre de 1819, op. cit., t.

"Decreto por el cuai se establece un colegio en Santo Tomás de Angostura", Ibíd., t. l, p. 208.
224 Santander, Francisco de Paula, "Decreto por el cual se establece un colegio cn Cumaná") en:
Gaceta de Colombia, núm. 160, 7 de noviembre de 1824, p. l.

Restrepo, José Manuel, "Exposición que el secretario del despacho del Interior hace al Congreso",
en: El Constitucional, núm. 74, Bogotá, 26 de enero de 1826, p. 3.

76
Educación pública republicana

Santander, Francisco dc Paula, "Decreto sobre el establecimiento de un hospicio en Pamplona",


en: Gaceta de Colombia, núm. 36, 23 de junio de 1822, p. l.
Recoger la juventud de ambos sexos en una casa de corrección o enseñanza, donde
aprendiendo los principios de la religión, algún oficio útil y buena moral, salgan de
allí formados para vivir con utilidad propia y del Estado"227

La idea de Simón Rodríguez de establecer una educación que incluyera a


todos los sectores, teniendo en cuenta a los marginados, otorgando una educación
"igual al zapatero que al comerciante", era realmente una opción de construcción
de ciudadanía y de transformación republicana en una sociedad de castas y de
desheredados de la guerra.

3.9 La educación femenina


La educación femenina fue quizás una de las más descuidadas en la Colonia, las
nuevas reformas republicanas dieron un impulso significativo a la educación de
las niñas y su desarrollo fue uniforme aunque no intenso durante los primeros
quince años de la República. En esta educación fue relevante el ofrecimiento
desde entidades particulares privadas más que la apertura de escuelas o colegios
públicos.
Desde 1819 el reglamento para las escuelas de la provincia de Antioquia
preveía que cuando se contara con los fondos suficientes se podría abrir una
escuela de niñas en cada uno de los cantones, en donde se les enseñara "el
catecismo, a leer, escribir y contar medianamente y también los oficios
domésticos, que tanto influyen en el arreglo de las casas y tranquilidad de las
familias' 228 El reglamento servía de estímulo para que algún benefactor realizara
una obra de caridad fundando una escuela para niñas.
A través de las leyes emanadas del congreso de Cúcuta en 1821, se estipuló
la apertura de escuelas o casas de educación para las niñas y para las jóvenes en
los conventos de religiosas 229, se esperaba que el poder ejecutivo, en acuerdo
con obispos y arzobispos procediera al establecimiento de estas escuelas y
formulara los reglamentos para el gobierno económico de las que

Santander, Francisco de Paula, "Mensaje del presidente del Estado al Congreso sobre el
establecimiento de una casa de educación y corrección en Bogotá", en: Gaceta de la Nueva
Granada, núm. 104, Bogotá, 22 de septiembre de 1833, p. 2.

77
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

228 Restrepo, José Félix, "Reglamento para las escuelas de la provincia de Antioquia', op. cit.,
p. 441.

"Ley 13 sobre el establecimiento de escuelas de niñas, , . op. cit., t. ] , p. 23.


ya estuvieran establecidas y de las nuevas que surgirían en los conventos de
religiosas230
Estas reformas y lo concerniente a la uniformidad del método, contrariaban
el reglamento del Colegio de la Enseñanza, que presentó objeciones por
considerar que lesionaba los principios de la institución y atentaba contra la
naturaleza femenina: "La reforma de un instituto religioso solo puede efectuarse
en caso de relajación o para establecer algunas cosas que lo mejoren". Ninguno
de estos motivos se da en la forma proyectada. El método lancasteriano podía
resultar útil para los varones, pero era del todo inadaptable para las mujeres.
¿Quiénes iban a enseñar el método? "Las monjas no, porque absolutamente
lo ignoran". La entrada de maestros no era compatible con la clausura, la
observancia religiosa y las virtudes morales. Las monjas no eran mercenarias del
Estado. Ofrecían enseñanza enteramente gratuita. Por eso, no estaban obligadas
a "adoptar otro método que el prescrito por su constitución y leyes"2
Las leyes de 1821 dieron un impulso a la apertura de casas de educación
para niñas; esta tendencia se prolonga por lo menos hasta 1835, en donde señoras
de la sociedad daban apertura a una casa de estudios con la anuencia de los padres
de familia. El total de los costos lo asumían los padres y los reglamentos se
diseñaban para agradar a éstos y así garantizar que enviaran sus hijas a las casas
de educación; el pénsum que se enseñaba estaba acorde con lo estipulado por el
gobierno para este tipo de establecimientos de la segunda enseñanza.
Se recibían niñas desde los cinco años en la modalidad de internas y
externas. El costo de un año en un establecimiento de este tipo podía oscilar entre
180 y 240 pesos, lo que equivalía a una pensión mensual de 18 a 24 pesos por
niña, Las casas de educación particulares debían ceñirse a las leyes del gobierno
en cuanto a su forma de organización, pénsum, presentación de certámenes232 y
vigilancia.
Es usual encontrar en el período avisos de prensa de apertura de casas de
educación, la primera de ellas en Cartagena en 1823:

Ibíd., t. 1, p. 24.
Foz y Foz, Pilar, op. cit., pp. 243-245.

78
Educación pública republicana

"Educación del bello secso", en: Gaceta de Colombia, Bogotá: ll de enero de 1829, núm. 395,
Madame Cavalier tiene el honor de prevenir al respetable público de Cartagena, ha
destinado con permiso del gobierno la casa que hace esquina frente la de Santo
Domingo y la calle de la factoría para establecer una escuela de niñas de la edad de
cinco años para arriba, en que se promete enseñarles a hablar y escribir con principio
los idiomas francés y castellano, coser, marcar, bordar y tocar el piano, y la música
vocal. Los señores que quisieren enviar sus hijas pasaran a hacer sus ajustes11

Similares a este anuncio se encontrarían apertura de casas de educación


durante 182712 18281314 y 1830236 Como elemento central del plan de estudios de
estos establecimientos se encontraba la enseñanza de la religión, la moral y la
virtud, así como los conocimientos domésticos. Por lo general, los anuncios de
apertura aclaraban esta información, más los textos a utilizar dentro de los cuales
se destacaban "el catecismo de Fleuri, la moral de Villanueva, aritmética del
padre Mora, geografía general de Bardejo y la de Colombia por Acevedo,
gramática castellana por un amigo de la educación, la francesa por Chantreau,
para la traducción Las Tardes de la Granja o las Veladas de la Quinta"237
El plan de estudios de 1826 contemplaba que los reglamentos que debían
regir en las escuelas y demás establecimientos para niñas deberían tener en
cuenta la educación fisica, moral, intelectual y social de las niñas el cual sería
formulado por la Dirección General previa presentación al poder ejecutivo y al
Congreso para su aprobación238 .
Después de la expedición del plan de 1826, diferentes regiones del país
manifestaron su inconformismo por la ausencia de escuelas para niñas,
incumpliendo tanto la ley de 1821 como la de 1826:

Tenemos el sentimiento de decir que esta disposición no ha tenido efecto en la


capital del departamento del Magdalena... la falta de estos establecimientos es sobre
manera perjudicial a la buena educación y a la moral pública. Suplicamos el

11
"Aviso al público", en: Gaceta de Cartagena, núm. 93, Cartagena, 2 de julio de 1823, p. 590.
12 "Aviso al público", en: El Conductor, núm. 42, Bogotá, 25 de junio de 1827, p. 1. Además: "Aviso al
público", en: El Constitucional, núm. 159, Bogotá, 13 de septiembre de 1827, p. 2.
13 "Aviso al público", en: El amigo del pueblo, núm. 1 1, Bogotá, 24 de julio de 1828, p. 45. 236
"Educación pública", en: Gaceta de Colombia, núm. 481 , Bogotá, 12 de septiembre de
1830,
p. 3. Además: "Aviso», Gaceta de Colombia, núm. 461, Bogotá, 18 de abril de 1830, p. 6.
14"Aviso al público", en: El Constitucional, núm. 159, op. cit., p. 2,
"Ley 271. Sobre organización y arreglo de la instrucción pública... op. cit., t. 2, p. 231.

79
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

cumplimiento de esta ley en beneficio del bello sexo digno de las mayores
atenciones y toda consideración15

El periódico El Constitucional denunciaba en 1827 la poca atención


que se le había dado al establecimiento de escuelas para niñas: "son raras
las que se pagan por el público a causa de la falta de tondos y la mayor
parte de las que existen pertenecen a establecimientos privados"2d0
Dentro de las causas para el incumplimiento de la ley de 1821, señalaba el
hecho de haber dispuesto la apertura de las escuelas en los conventos de monjas,
situación que no pudo cumplirse por la ausencia de fondos para adecuar los
conventos, pero además porque las monjas no se sintieron capaces de ofrecer
educación a las niñas quienes debían formarse como futuras madres y de otra
parte las mismas monjas carecían de formación adecuada para enseñar a las
niñas. En 1823 el síndico procurador del Convento de Santa Clara hace evidente
esta situación al gobernador del departamento aduciendo:

Sor Gobernador. Luego que recibí el oficio de US. De 12 de noviembre último N O


33 con el libramiento para que percibiese de tesorería ochenta pesos destinados para
reparar y poner en estado senrible la pieza que había de destinarse para enseñanza
de niñas, en el convento de monjas dc esta ciudad pasé a dicho convento con ánimo
de acordar con la prelada la pronta ejecución de aquella orden, la que haciéndome
ver la ninguna comodidad de la pieza que iba a destinarse, el corto número de
monjas que compone hoy la comunidad, que aún no son suficientes para los destinos
de su instituto, y las más de ellas y justamente las de mayor aptitud para maestras
de educación con enfermedades habituales que les inutilizan, y obviamente el
general desagrado con que en el convento se mira aquel establecimiento para no
considerarlo como posible con las obligaciones á que por la regla se han sujetado,
y que por lo mismo han resuelto hacer cuantas reclamaciones les permita el derecho,
me puso en el caso de suspender cualquiera otra diligencia esperando que el tiempo
y la persuasión de algunos sujetos con quienes traté el asunto, vencieren estos
obstáculos por no parecerme regular más de medios violentos que agriando los
ánimos de la comunidad, podrían ceder en perjuicio de la misma enseñanza"

En 1830 se restableció una escuela para niñas en Bogotá, fundada por don
Pedro Ugarte. El gobierno ofreció los fondos para el pago de la maestra,

15"Escuelas de las niñas", en: BI Mudo Observador, núm. 4, Cartagena, 19 de julio de 1826,

80
Educación pública republicana

240 Restrepo, José Manuel, "Exposición que el secretario del despacho Interior hace al
Congrcso", en: El Consiitucional, núm. 151, Bogotá, 19 de julio de 1827, p. l.
"Carta al síndico del convento de Santa C]ara, provincia de Pamplona, solicitando explicación
de las razones por las cuales no se ha establecido la escuela para las niñas, Pamplona, 18 de
mayo de 1823'1 AGN, Sección: República; Fondo: Mñlisterio de Instrucción Pública, t. 109,
folio 468v y 469r.
asignando trescientos pesos anuales y el beneficio de habitar en el local que se
destinara para este fin1617
En 1832, bajo la presidencia del Estado encargado del poder ejecutivo, José
Ignacio de Márquez, propone la fundación de un colegio para la educación de
las niñas con el nombre de "Colegio de la Merced"243 que se sostendría con los
bienes de los conventos suprimidos y con la aplicación de los bienes que dejaron
los señores Pedro Ugarte y su mujer Josefa Franqui.
El establecimiento del Colegio de la Merced significó un apoyo importante
en la educación de las mujeres y se constituyó en el "segundo establecimiento
oficial para la enseñanza superior femenina en el continente"244 Los
conocimientos se establecieron a través de cinco cátedras: lectura, escritura y
matemáticas, gramática española y francesa, dibujo y "labor propia del sexo",
como se mencionaban las actividades propias de la condición femenina,
principios de moral y religión, urbanidad y economía doméstica y música vocal
e instrumental; además, se dejaba la opción de establecer otras cátedras como la
de geografía, historia, literatura u otras que se consideraran importantes 18 La
edad mínima para el ingreso al colegio se estableció a los cinco años; quien
pretendía ingresar al colegio debía presentar ante el gobernador una información
que acreditaba buena índole y buen comportamiento y no tener enfermedad
contagiosa192046
La educación femenina se incrementó en la capital a través del
establecimiento de "escuelas lancasterianas en los conventos de Santa Inés y

16 "Restablecimiento", en: Gaceta de C010111bia, núm. 486, Bogotá, 17 de octubre de 1830, p, 4.


17Márquez, José Ignacio, "Decreto por el cual se funda el Colegio de la Merced en Bogotá", en:
Gaceta de la Nueva Granada, núm. 38, Bogotá, } 7 de junio de 1832, p. 1. Foz
y Foz, Pilar, op. cit., p. 250.
18 Márquez, José Ignacio, "Decreto por el cual se funda el Colegio de la Merced", op. cit., núm. 38,

p. l.
19 2,16 Ibíd.
20Foz y Foz, Pilar, op. cit., p. 251.

81
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Santa Clara, y se aumen tó el número de alumnas pensionistas en los cinco


monasterios de Bogotá"247
Al establecimiento de las escuelas de primeras letras y de los colegios y
casas de educación se les adjudicó la función de inculcar la religión, la moral y
el mantenimiento del orden social. "Ihnto niñas como jóvenes debían ser
educadas dentro del concepto de la nueva civilidad.
Infundiendo respeto hacia sus superiores y particularmente a la decencia y moral
pública, inculcándoles los deberes que tienen para con la sociedad y para con los
demás hombres, que no se descuide la enseñanza y aplicación de la constitución de
la República218

Las casas de educación de niñas podrían funcionar con fondos privados, con
fondos del Estado o con fondos mixtos en donde aportaban los veci_nos y las
rentas municipales, como la casa de educación del Socorro que se abrió esta
última modalidad en 1832 para atender 45 jóvenes bajo la dirección de la señora
Maria Vargas249

3.10 Proyecto pedagógico republicano


El proyecto pedagógico de la nueva República se iba esbozando en la medida en
que el naciente Estado formulaba una política pública para el manejo de la
educación y la instrucción con miras a crear una nueva institucionalidad. Para
ampliar la base letrada sobre la cual se construiría la ciudadanía, era necesario
aumentar sustancialmente la cobertura educativa, en una sociedad donde los
letrados eran escasos. Por ello fue necesario introducir el método de la enseñanza
mutua o método lancasteriano.

La escuela lancasteriana y el método de enseñanza mutua


Desde los comienzos de la República se consideró la necesidad de construir un
sistema educativo acorde a la nueva condición de la nación, que llegara a todos
los ciudadanos y que fuese capaz de transmitir el ideario republicano. De esta
manera se tuvo en cuenta el método de enseñanza mutua como la alternativa que
podría cumplir con la expectativa planteada, pretendiendo una diferencia tajante
respecto a los métodos utilizados en la educación colonial.
El método de la enseñanza mutua tiene sus orígenes en el siglo XVIII en la
India. El misionero Andrew Bell comenzó su difusión, pero fue José Lancaster

82
Educación pública republicana

quien la redujo a sistema y la popularizó a partir de 1798, al abrir su primera


escuela para niños pobres en Londres:

248 "Circular", en: Gaceta del Istmo de Panamá, núm. 152, Panamá, 27 de noviembre de 1825,

Ylbscano,Juan Nepomuceno, "Creación de una casa de educación para niñas en El Socorro", en:
Gaceta de la Nueva Granada, núm. 63, Bogotá, 12 de septiembre de 1832, pp. 2-3.
Advirtiendo Lancaster que el número de educandos era superior a sus fuerzas,
inventó un método de instrucción más simple y menos molesto que los comunes; y
lo que es más importante, de mayor economía. Dividió la escuela en clases
colocando a la cabeza de cada una un joven de superior habilidad con el nombre de
monitor y bajo la inmediata inspección del maestro, por cuyo medio conoció que un
solo maestro puede dirigir una escuela de 500 y aún de 1000 niños con gran facilidad
y orden250

En 1813, Lancaster organizó en Inglaterra la Sociedad Escolar Inglesa y


Extranjera con el apoyo del Rey Jorge III y el patrocinio del Duque de Kent, con
el interés de difundir el método, que para este momento contaba con 95 escuelas
establecidas que impartían educación a 30.000 alumnos. En su intento por
expandir el sistema a la enseñanza superior, el método fracasa, por lo cual es
censurado por el clero anglicano y por Bell, lo que le hace tomar la decisión de
viajar a América en donde recibe especial apoyo de Simón Bolívar. En el Nuevo
Mundo popularizó el sistema en Colombia, Venezuela y Estados Unidos251
Durante todo este proceso de implementación del método, Lancaster publicó
diferentes títulos: "Mejoramiento de la enseñanza en 1803", "Carta sobre la
manera de educar y corregir en ciudadanos útiles a los pobres de Irlanda en
1805", "Voz de la justicia en la causa de diez mil niños pobres", 1807; "Silabario
para uso de las escuelas", 1808; "Noticias sobre el progreso del sistema de José
Lancaster en la educación de los niños", 1810; "Informe sobre los progresos de
José Lancaster desde 1798-1811" y "Opresión y persecución en 1816 "252
Después de la estadía en Venezuela —que no fue exitosa, pues recibió apoyo
personal y oficial de Bolívar sin resultados a la vista— viajó al Canadá. Murió
en Nueva York en 1838.

Fundamentos del método lancasteriano


José Lancaster inició su experiencia pedagógica en el instituto de Borough

83
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Road, la cual se hizo notoria por el número de alumnos que manejaba; el Du-

Lancaster, José, Origen y progresos del nuevo sistema de enseñanza mutua del señor Lancaster,
Londres, s.f. p. l .
25k Amunategui Solor, Domingo, El sistema de Lancaster en Chile y otros países sudamericanos,
Imprenta de Cervantes, Santiago de Chile, 1895, p. 21. Ibíd.
que de Bedford y Lord Sommerville se convirtieron en protectores del método
desde sus inicios; el Duque se desempeñó como presidente de la sociedad que
apoyaba este sistema educativo. Una vez que el Rey Jorge III conoció la
naturaleza de este plan educativo y comprendió la importancia del método y la
influencia que podría llegar a ejercer en la población más pobre en favor de la
moral pública y la religión, decidió aprobarlo y apoyarlo económicamente
expresando que "uno de mis más vehementes deseos es que a todo niño pobre de
mi reino se le enseñe a leer la Biblia"253 En adelante el rey, la reina, príncipes y
princesas se hicieron suscriptores anuales de la sociedad para apoyar el
denominado "método de enseñanza mutua". Hasta el fin de sus días el Rey Jorge
III envió la suscripción al instituto de Borough Road.
No obstante el apoyo real al plan, se establecieron pocas escuelas antes de
1808, momento en el cual el método recibió críticas tanto por ser muy liberal
como extenso para la educación de los pobres. Los suscriptores se retiraron
quedando solo los aportes de la familia real y dejando a Lancaster en una
situación de endeudamiento que amenazaba con el cierre de las escuelas. El
señor José Fox ofreció 2000 libras de su propio peculio para el pago de las deudas
más urgentes y se hizo fiador de las restantes con que se pudieron pagar con la
ayuda de amigos y nuevos suscriptores. Los duques reales de Kent y Sussex
fueron protectores activos y sostenedores del instituto. Personajes del
parlamento británico apoyaron siempre el método.
La Sociedad de Escuelas Británicas, cuya sede era el instituto, tenía como
objetivo la formación de

Las personas deseosas de promover la educación de los pobres en todas las partes
del mundo... ofrece toda facilidad a los extranjeros que deseen aprender el plan y
propagarlo en su propio país y mantiene un acopio de pizarras, lecciones y todo el
tren de la escuela, para el abasto de las que han de montarse por este sistema. Cierto
número de las personas que solicitan hacerse maestros y maestras son sostenidas
por el instituto y están más inmediatamente bajo el patrocinio y la inspección de la

84
Educación pública republicana

comisión. Esta es la causa principal de los gastos. A otras las sostienen sus amigos
y solo van a la escuela a aprender el plan254 .

Lancaster, José, Manual del Sistema de Enseñanza mutua aplicado a las escuelas primarias,
impreso por S.S. Fox, Bogotá, 1 826, p. 4. Ibíd., pp, 6-7.
El plan de la sociedad para las escuelas británicas
y extranjeras estaba dirigido a la educación de la
población más pobre de cualquier denominación
religiosa, excluyendo creencias o catecismo de sectas
particulares y basándose en las enseñanzas morales y
religiosas de la versión original de la Biblia, la
cual se utilizaba como texto de lectura para evitar el
choque por las creencias religiosas o el proselitismo
de cualquier secta, lo que afianzaba la confianza de
los padres garantizando la asistencia de los niños a
la escuela255
Uno de los principales fundamentos contemplaba el
respeto por las creencias religiosas de los padres de
familia, dando un lugar importante a la función de la
moral y a la asistencia al culto que se profesara. De
esta manera se evitaban contradicciones con las
creencias religiosas practicadas en las familias y se
inculcaba a los niños el respeto por el culto de los
padres y de los otros:

Educados en esta misma unión los niños cuyos padres


profesan diferentes creencias, naturalmente hacen
esperar que sentirán estimación y respeto hacia los otros
y desaparecerá así el efecto de aquella preocupación
religiosa que, en tiempos pasados, ha causado tantos
males al mundo, y se unirán todos los miembros de la
comunidad por los vínculos de la caridad cristiana256.

El principio de la educación universal de los


pobres, adoptado por la Sociedad de Escuelas
Británicas, contemplaba que "por su estado de

85
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

dependencia, los pobres son objetos dignos de cuidado


y de atención de las clases más elevadas de la
comunidad"257 En este sentido, se asumía como una
responsabilidad de las clases altas controlar o evitar
la expansión de la ignorancia y los vicios; de ahí el
surgimiento de todo tipo de sociedades con miembros
destacados de la sociedad que trabajaban por la
educación de los menos favorecidos.
Las escuelas elementales que utilizaban este método
instruían a los niños en los deberes morales y
sociales, en el conocimiento de las sagradas
escrituras, la formación de la virtud y la inculcación
de hábitos a la subordinación y al freno. Los informes
de escuelas que adoptaron este plan estaban de acuerdo
en considerar los buenos efectos de esta educación no
solo en los niños, sino también en los padres de
familia258

256 Ibíd.
257 Ibíd., pp. 8-9.

La escuela elemental insistía en la formación de nuevos hábitos a los


alumnos colocando la mayor atención en el aseo; para ello se solicitaba a los
padres de familia el esfuerzo de enviar sus hijos a la escuela con la mayor
decencia posible por considerar que de esta manera se contribuía a la formación
de nuevos sentimientos, a reformar el carácter y a elevar la estima de los niños
que por su condición de pobreza e ignorancia eran ajenos a la adquisición de este
tipo de hábitos.
El ideal de la enseñanza mutua que apoyaba la Sociedad de Escuelas
Británicas era extender la educación a la gran Inasa del pueblo, para de esta
manera disminuir el crimen y en asocio con los esfuerzos de la Sociedad Bíblica
y el sistema de bancos de ahorro para los pobres, prestar un servicio a este tipo
de población21 .
Teniendo en cuenta la cantidad de maestros de diferentes partes del mundo
que deseaban aprender este sistema, la comisión determinó publicar un man ual

21 Ibíd., p. 10.

86
Educación pública republicana

con toda la información necesaria que contribuyera a la implementación del


método en los diferentes países.
Igualmente consideraba que todas las escuelas que se formaran podían servir
de modelo para el establecimiento de otras o para la formación de maestros y
monitores escogidos entre los niños que manifestaron mayor aptitud. La
comisión central de Borough Road ofreció apoyo y asesoría para todas las
personas interesadas en el avance de la educación en su país o en cualquier parte
del mundo.
En el manual del sistema de enseñanza mutua aplicado a las escuelas
primarias, en el apéndice se consignó todo lo relacionado para la formación de
sociedades de escuelas, de tal rnanera que sirvieran de guía para su
establecimiento en cualquier parte del mundo.
El objeto de la fundación de las escuelas lancasterianas contemplaba la
educación de los niños de la clase trabajadora de cada ciudad y su vecindario
para mejorar su moral y ofrecerles una educación más propia. Quien estuviese
interesado en abrir escuelas con este mínimo interés debía adoptar el reglamento
de la sociedad de las escuelas británicas que a la letra decía:

A: que el plan de la sociedad de la escuela británica y extranjera, en razón de sus


principios liberales y de su grande sencillez y economía parece ser el mejor
adaptable a este fin; B: que con la mira de promover los objetos importantes de esta
reunión, se forme una sociedad y se denomine la sociedad... para la educación de
los niños de la clase laboriosa del pueblo y el adelantamiento de su moral. C: Que
los niños de toda clase laboriosa, o mecánica, que residen dentro de la ciudad de. y
su vecindario, son los objetos más propios de esta institución260

Con estas consideraciones la sociedad debía organizar el gobierno, los


privilegios de los suscriptores y gobernadores. Los suscriptores aportaban una
cuota determinada y a cambio podían tener un número de niños constantemente
en la escuela. La edad en que se admitían los niños era desde los seis años.
Las decisiones de la sociedad se tomaban a través de las juntas generales y
especiales; las generales se celebraban una vez al año en la cual se leían los
procedentes de la comisión, se aprobaban o se modificaban, se evaluaban los
fondos, el estado de las escuelas, los informes de los suscriptores y se tomaban
las decisiones particulares.
Las juntas especiales eran convocadas por tres miembros de la comisión
especificando el tema que debía tratarse. Estaba prohibido a los miembros de la

87
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

comisión recibir compensaciones pecuniarias por cualquier servicio o trámite de


la sociedad. La comisión nombraba al maestro de escuela y a los oficiales
inferiores de la sociedad una vez que esta decisión se aprobaba en la Junta
Genera1261
Ibdo lo relacionado con el funcionamiento de la escuela era controlado por
la comisión: el cumplimiento de las funciones del maestro, la inscripción de los
alumnos, los libros que debían leerse, los temas de las lecturas generales las
cuales debían limitarse a la Sagrada Escritura, las lecciones del silabario y los de
aritmética.
El reglamento contemplaba el procedimiento para el ingreso de los niños a
la escuela, los cuales debían ser recomendados por los suscriptores,
especificando el nombre de los padres, el lugar de alojamiento, ocupación,
salarios, culto que profesaban y el nombre y edad del niño que ingresaría a la
escuela. La lista de niños recomendados debía someterse a aprobación de la
reunión mensual de la comisión. Los niños admitidos no debían tener ningún mal

Ibíd., p. 1 12. Ibíd., p.


115.
contagioso y sus padres debían comprometerse con enviarlos aseados, bien
lavados y con el pelo corto y peinados262
El horario contemplado para la permanencia en la escuela era de las nueve
hasta las doce del día y de las dos a las cinco de la tarde, variando el horario
según la época y el clima, como indicación especial se estipulaba la asistencia
de los niños al culto todos los domingos de acuerdo con las prácticas religiosas
de las familias.
Los inspectores eran miembros de la sociedad que tenían a su cargo el
cumplimiento del reglamento en cada una de las escuelas; para ello debían asistir
dos veces por semana a la escuela y verificar el progreso de los niños en la
instrucción, la asistencia a clases, la asistencia al culto, la presentación personal;
estas observaciones eran consignadas para presentar los informes en la junta
mensual de la comisión263 .
El maestro de la escuela debía llevar una relación de los niños que asistían
al culto del domingo y de los que no lo hacían, para presentárselos al inspector
y este a su vez reportaba a la reunión de la comisión.
La sociedad debería estar vigilante en que todos los niños que tuviesen la
edad de estudiar, estuviesen inscritos en la escuela y para ello se pedía a los

88
Educación pública republicana

inspectores y maestros de escuela adelantar un registro con el número de ni_ños,


su edad, su lugar de residencia, su vecindario y el nombre de los padres para
abrir una suscripción y promover la educación de dicha población. Lo
contemplado en el reglamento igualmente era aplicado tanto a las escuelas de
niños como de niñas264

El método en la escuela lancasteriana


En las escuelas lancasterianas se había adoptado el método de la enseñanza
simultánea o mutua en donde los alumnos estudiaban de manera grupal:

A una señal que el maestro daba con el pito o la campanilla, los alumnos pasaban
de los semicírculos a las mesas, o sea de la lectura a la escritura. Era una disciplina
verdaderamente militar265 .

262 Ibíd., p. 117,


Ibíd., p. 118.

Ibíd., p. 120.

255 Amunategui Solor, Domingo, op. cit., p. 19.


P
l'odas las indicaciones estaban escritas en los reglamentos, los cuales
debían seguirse con precisión. Estas escuelas fueron comparadas con buques de
guerra. La labor académica se organizaba a través de monitores generales,
monitores especiales y monitores auxiliares.
La organización escolar para la implementación del método contemplaba
los siguientes aspectos:

Toda escuela se divide en clases de treinta y cuarenta niños cada una. Los
adelantamientos que hayan hecho los de la misma clase deben ser iguales.
A cada una de estas clases se señalará un niño adelantado, para que haga las veces
de instructor o monitor de ella, este tiene que instruir los niños de la clase y hacer
que guarden todos buen orden y que estén muy atentos a sus lecciones. En toda
clase completa ha de haber tres ayudantes, que sean los tres n_iños más adelantados
de la misma clase.
Además de los maestros y ayudantes, el maestro señalará un niño adelantado y
de mucho juicio para vigilar el cumplimiento de los monitores y demás niños.
Este se llamará monitor general.

89
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Habrá siempre dos monitores para cada clase que han de servir un día sí y otro no.
El maestro cuidará mucho de los adelantamientos de los monitores. Se debe
considerar monitor de ellos. Los que no están de servicio se formarán todos los
días en una clase bajo su inmediata instrucción22.

Este funcionamiento de la escuela era igual para niños que para niñas; la
diferencia estribaba en el amoblamiento del espacio físico, ya que para la escuela
de niñas se requería otro tipo de aditamentos como gabinetes para guardar
mantillas y gorras, aguamaniles con jabón y toalla para el lavado de las manos.
De resto el sistema de lectura, escritura y aritmética era igualmente aplicable a
los niños y a niñas. El manejo del tiempo difería en las escuelas de niñas, ya que
en ellas debía preverse el espacio distribuido para aprender a coser, bordar y otro
tipo de labores específicas23 La formulación del método lancasteriano se apartaba
de los postulados del método antiguo en sus fundamentos, reglas y prácticas.
Difusión del método lancasteriano
La expansión del método lancasteriano se da en Londres en 1808 y fue acogido
con éxito en las principales ciudades y en otras partes del reino, en donde se
establecían con maestros enviados por la escuela matriz de Londres. El éxito del
método se reportaba especialmente "en los distritos fabricantes, donde la
necesidad de brazos hacía que los niños solo pudieran dedicar poco tiempo a la
escuela"268 El sistema fue muy bien acogido por la rapidez con que los alumnos
adquirían la instrucción. La sociedad para promover la educación de los pobres
en Irlanda con el patrocinio de los duques de Kent y Sussex, fue establecido en
1811; dicha sociedad promocionó gran número de maestros y escuelas, las cuales
ascendían a 107, 62 protestantes y 45 católicas269 . En mayo de 1814, en Escocia
se consolidó la Sociedad de Escuelas Británicas y Extranjeras para apoyar el
nuevo sistema con el método Lancaster.
Los reportes señalaban que hacia 1808 existían escuelas lancasterianas en
Rusia, Alemania, Asia y África, se llevó a los pobres hijos de militares y soldados
que se encontraban en las fronteras librando batallas. Muchas veces fueron los
mismos sargentos quienes hicieron las veces de maestros en estas escuelas270 .

22Lancaster, José, Origen y progresos del nuevo sistema de enseñanza mutua... op. cit., p. l.
23 Anónimo, Manual para el "létodo de enseñar la costura en las escuelas lancasterianas de niñas de
la república del Perú, adoptado del que se usa en las escuelas elelnentales de Illglaterra, Imp.
de la Instrucción Primaria, Lima, 1827, p. 3.

90
Educación pública republicana

En 1819, el rey de España adopta el método lancasteriano, mediante la


expedición de un decreto en el cual se establecía:

Tengo la satisfacción de poner en sus manos una copia de un real decreto, que
autoriza el establecimiento de las escuelas bajo el sistema lancasteriano en todo el
reino y tengo razón para esperar que será adoptado en todas las ciudades, villas y
lugares del reino, como que muchos vienen ya a nuestra escuela central que se abrió
en mayo último y en la que se han educado 320 niños... aprovecho esta oportunidad
para asegurar a los miembros de la sociedad inglesa de mi sincero agradecimiento
por el honor que han tenido la bondad de conferirme, eligiéndome miembro
honorario de esta caritativa y patriótica institución271 .

De acuerdo con los informes de la sociedad lancasteriana de Londres, para


1819 se habían establecido escuelas en todos los países de Europa, excepto
Portuga1272

268 Lancaster, José, Origen y progresos del nuevo sistema de enseñanza mutua. op. cit., p. 3.
269

Ibíd., p. 6.

Ibíd„ pp. 9-10.


En Francia el método se difunde tanto en las cárceles, como entre los
militares, los pobres, los hospicios y las clases industriosas. En un extracto del
Diario de la Educación en 1819, se informaba que se había organizado una
escuela dirigida a los criminales en la prisión de Montaigne cuyos resultados
eran muy favorables:

El orden, la disciplina y el aprovechamiento moral sc demuestran evidentemente.


En suma, el aspecto de la prisión ha cambiado enteramente, y los juegos indecentes
y las conversaciones escandalosas ya no existen: todo es orden, ocupación y
sumisión. ¿Hay un objeto más benéfico que el de restituir a la sociedad aquellos
criminales a quienes el vicio había separado de ella? Se sigue de aquí que el castigo
no es ya e} acto de justicia, y de la prudencia, sino que se requiere para su
corrección, la filantropía y la benevolencia27 .

En Francia se adopta el método en 1815 con el nombre de "Nuevo Sistema


de Educación por el conde Lasteyrie"; se promovieron las escuelas elementales

91
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

en todo el territorio, bajo el título de Sociedad para la Instrucción Elemental. La


primera escuela en París se abrió en junio de 1815, tanto para católicos como
para protestantes. El rey apoyó la causa donando 50.000 francos anuales para su
mantenimiento. En 1818 en Francia existían 900 escuelas lancasterianas.
La difusión del método lancasteriano en América se introdujo en Nueva
York en 1806 mediante la formación de las sociedades y la apertura de escuelas
en donde se encontraban inscritos 2000 niños de ambos sexos. Con este medio
de instrucción el condado de Filadelfia disminuyó sus gastos en educación de
37.104 pesos a 9.276. En las indias occidentales como Haití se crearon escuelas
elementales en enero de 1817. El Rey Enrique se refería así a la educación "la
instrucción pública es el más seguro medio para mejorar las costumbres de una
nación y formar el carácter'
En Chile también se hacían elogios al método:

Según se lee en la Gaceta Ministerial de Chile del 22 de septiembre de 1821, iLa


fundación de un colegio servía así para conmemorar la gloriosa fecha del nacimiento
de la patria! Los gobernantes de entonces creyeron que la mejor manera de arraigar

Ibíd., p. 12.
en nuestro suelo la enseñanza mutua era injertarla en el árbol poderoso y robusto
del Instituto Naciona124

La primera escuela con este método se llamó "escuela central de enseñanza


mutua según el sistema de Lancaster" y se constituyó en el primer esfuerzo a
favor de la educación popular, laica y gratuita.
Hasta 1821 existían en Chile ocho escuelas lancasterianas sostenidas por el
gobierno. Diego rllhomson, su fundador, l_levó su obra a Buenos Aires,
Montevideo, Lima y Bogotá, las escuelas de las ciudades y provincias se
organizaron a través de una "sociedad escolar", se establecieron escuelas de
niños y algunas de niñas.

24 Amunategui Solor, Domingo, op. cit., p. 78.


Ibíd., p. 25.
"Ley 15 del 6 de agosto de 1821, sobre el establecimiento de escuelas de primeras letras, .. ',
op. cit., t. 1 , p. 29.

92
Educación pública republicana

Chile fue uno de los primeros países en Suramérica adoptar el método


lancasteriano. Luego se abrieron las de Perú. En Brasil se abrieron por decreto
de I de marzo de 1823 y en México en 1822276
Las principales críticas al método lancasteriano en Chile provenían de
fanatismo religioso, uno de los adversarios del método expresaba: "Que se lile
cite un solo enemigo de la religión y de la monarquía que no sea un partidario
fanático de la enseñanza mutua y dejaré de pedir la supresión de ella". Tanto en
Chile como en Francia el método despertó controversias y fue alimentado por la
desconfianza de las nuevas ideas.

Establecimiento del método lancasteriano en Colombia


Las reformas educativas del congreso de Cúcuta consideraron la necesidad de
establecer un método uniforme en todo el territorio nacional. El artículo 14 de la
ley 15 de 1821 decía textualmente:

El método de enseñanza será uniforme en todo el territorio de la República, para


lograrlo, el poder ejecutivo hará los reglamentos necesarios para el gobierno y
economía interior de las escuelas, estableciendo en ellos premios y certámenes los
cuales reglamentos presentará al próximo congreso para su aprobación y reforma;
igualmente mandará componer e imprimir todas las cartillas, libros e instrucciones
necesarias para la uniformidad y perfección de las escuelas 277

En el artículo 15 de la misma ley se autorizaba al poder ejecutivo para que


mandara establecer en las primeras ciudades de Colombia escuelas normales del
método lancasteriano o de enseñanza mutua, para que de allí se difundieran a
todas las provincias. Su financiación estaría a cargo de los fondos públicos,
dando cuenta al Congreso.
El método lancasteriano es introducido en Colombia por el padre fray
Sebastián Mora de la orden Franciscana, quien lo había aprendido en España a
donde fue reportado por su participación en las luchas revolucionarias. A su
regreso a Colombia en 1820 fundó una escuela en la localidad de Capacho,
Venezuela. Santander lo invitó a Bogotá con el fin de que abriese una escuela
lancasteriana en la Nueva Granada, convirtiéndose así en la "primera de las tres
escuelas normales" del método lancasteriano que Santander ordenó fundar en
Bogotá, Caracas y Quito. Cada una de estas normales debía recibir por lo menos
un estudiante de las provincias vecinas, quien aprendería la nueva técnica y luego

93
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

la llevaría a su provi_ncia"278 para de esta manera difundirlo por todo el


territorio nacional.
La fascinación que causó el método en Colombia hacía referencia a la
rapidez con que los niños eran instruidos; "inmediatamente después pusieron los
niños en práctica el método en que se han instruido perfectamente en menos de
veinte días; los maestros de los cantones estaban de espectadores y continuaban
aprendiendo"279
Algunas de las escuelas abiertas en 1823, tuvieron en cuenta todos los
requerimientos que el reglamento exigía:

P
lànéis a la vista una sala espaciosa con todos los útiles necesarios para montar una
escuela según el plan del ilustre lancaster. Ningún gasto se ha omitido, todo está
cómodo, decente, arreglado y digno si puedo decirlo de las intenciones del
gobiern028D

El método de enseñanza mutua encontró gran acogida en la Gran Colombia.


Los certámenes públicos en donde se daba cuenta a los padres de familias, al
gobierno y a los vecinos en general del aprovechamiento de los niños eran
motivo de celebración en villas y ciudades:

278 Bushnell, David, El régimen de Santander. op. cit., p. 213.


"Escuelas», en: El Eco de Antioquia, núm. 36, Medellín, 26 de enero de 1823, p. 148.
280 "Señores", en: El Correo de Bogotá, núm. 189, Bogotá, 13 de marzo de 1823, p. 657.
En 1823 la sola provincia de Bogotá se vanagloriaba de tener quince escuelas
primarias lancasterianas; hacia 1827 el secretario de[ interior declaró que en el
conjunto del país existían 52 escuelas lancasterianas y 434 escuelas primarias del
viejo estilo con un total de 20.000 asistentes 281 .

Aunque la difusión del método lancasteriano contó con diversos obstáculos,


sobre todo en la falta de fondos para su establecimiento y sostenimiento y la
ausencia de maestros preparados, significó un aporte importante en la ampliación
de la población escolarizada entre 1820 y 1837.

Durante las décadas de los años veintes y treintas, el sistema de educación mutua
fue considerado como la clave para una rápida expansión educativa. En 1827 el
10.7% de la totalidad de las escuelas primarias el 18% de los estudiantes habían

94
Educación pública republicana

adoptado el método lancasteriano; en 1835 el 18.8 % de las escuelas y el 34.5% de


los estudiantes utilizaba el sistema. Mediante el empleo del método lancasteriano y
de instrucción convencional, el gobierno logró, hasta 1837, un progreso sustancial
en la difusión de la educación primaria, partiendo de la insignificante base del
período colonial, en 1837 las inscripciones primarias habían alcanzado un numero
superior a los 25.000 estudiantes, aproximadamente el 1.4% de la población
nacional y un 8.7% de la población en edad escolar282

Las ventajas del método lancasteriano estaban, pues, a la vista.

Ventajas del método lancasteriano


Dentro de las ventajas del método lancasteriano reportadas por los diferentes
países en donde fue aplicado, se señalan entre las más relevantes la propagación
de las escuelas de instrucción primaria a muy bajo costo y con un reducido
número de maestros, ya que se necesitaba solo uno por establecimiento; desplazó
el método tradicional por el del sistema de enseñanza mutua; las asociaciones
religiosas adoptaron el sistema en sus escuelas; se disminuyó el uso del castigo
corporal ya que el sistema lancasteriano lo prohibía283

Ver: Gaceta de Colombia, 3 de agosto de 1823; El Constitucional, 24 de junio de 1824 y 19 de


julio de 1827. Citado por Bushnell, David, op. cit., p. 215.
Safford, Frank, op. cit., p. 81.
Amunategui Solor, Domingo, op. cit., p. 28.
En Colombia, el método fue aceptado con algunos reparos y de diferentes
regiones del país reportaban sus ventajas durante los primeros diez años de su
aplicación. La provincia de Antioquia en 1823, manifestaba que el método de
enseñanza mutua sentaba las bases del edificio de la instrucción pública y que se
convertía en un poderoso estímulo para la formación de los ciudadanos 2526 Un
elemento positivo era la prontitud con que los niños aprendían sin causarles el
fastidio y la aversión, efectos necesarios del modo bárbaro con que se han

25 "Al Excmo. Sr. Francisco de Paula Santander, Vicepresidente de la República de Colombia", en:
Gaceta de Colombia, núm. 309, Bogotá, 16 de septiembre de 1827, p. 3.
26"Discurso del preceptor", en: El Eco de Antioquia, núm. 36, Medellín, 26 de enero de 1823,

95
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

enseñado hasta ahora, multiplicando el trabajo y disipando el más precioso


tiempo de la vida"285
Teniendo en cuenta la necesidad del país de avanzar rápidamente en la
instrucción pública generalizada, el método lancasteriano se presentaba como
herramienta más adecuada para su cumplimiento, asumiendo que un solo
maestro atendería un número elevado de niños. Ante la carencia de maestros y
de espacios físicos, en donde funcionaran las escuelas, este método se convertía
en el ideal:

Con respecto a Io países, nuevos, en que es necesario que a paso igual las ideas
políticas y las morales, la instrucción del hombre y la del ciudadano, el método de
Lancaster tiene prerrogativas de la mayor importancia. Si se considera que un buen
maestro basta para una escuela de 300 0 más discípulos, y que entre estos es casi
imposible que no descuellen muchos, llegando a ser capaces de dirigir otras tantas
escuelas, se conocerá el incalculable beneficio que resultará de su admisión en unos
pueblos que todavía gimen bajo el peso de las consecuencias de la tiranía a que han
estado sujetos27.

El método fue aplicado con éxito en las escuelas de primeras letras,


"exceptuando la parte superior de ella que requiere un ejercicio libre de la razón,
un tino que sólo puede ser efecto del gusto, o una excelencia de que todos los
individuos no pueden participar de igual grado"287 De hecho, el éxito en los
demás países en donde fue adoptado, se subscribió a su aplicación en la escuela
primaria, pero en el momento en que se quiso generalizar a la educación superior
fracasó y Lancaster tuvo que abandonar su país. Aún así, el método tuvo
aceptación en muchas naciones civilizadas, recibiendo el apoyo de diferentes
gobiernos y sociedades que trabajaron para extenderlo por diferentes países del
mund0288
El argumento que se esgrimía en Colombia hacia 1827 en defensa del
método, era que si tan importantes gobiernos y meritorias personas del mundo
lo habían apoyado, ¿por qué en nuestro país se tendría que estar en contradicción
con él? "¿No son sus brillantes resultados lo que han multiplicado a su favor
estas asociaciones? ¿No será deshonra para Colombia que ella sola deprimiese,

27"Método de enseñanza mutua», en: El Conductor, núm. 2, Bogotá, 6 de febrero de 1827, p. 7. 287
Ibíd.

96
Educación pública republicana

lo que sin contradicción se halla aplaudido en las ciudades más cultas de


Europa?289
Aunque el método antiguo se continuó utilizando claramente hasta 1834, se
puede evidenciar que el método lancasteriano alcanzó a ser mayormente
utilizado en las provincias de Bogotá y Antioquia, tal vez por las ventajas
geográficas del territorio y porque por su condición de centros políticos
importantes manejaban recursos económicos que facilitaron la apertura de
escuelas con este métod0290
Las ventajas del método se reconocían en cuanto a la facilidad que
representaba la formación de nuevos sujetos que debían alcanzar el estatus de
ciudadanía mediante el aprendizaje de la lectura y escritura. El reto de la nueva
nación se había propuesto alcanzar el mayor número de ciudadanos que supiesen
leer y escribir para 1830, momento en el cual se revisaría la constitución de 1821.
Lo que necesitaba el Estado eran buenos ciudadanos y éstos no brotaban por
naturaleza, sino que se formaban por la buena educación que lograría desterrar
la ignorancia generada en la Colonia291 . El método lancasteriano por ejecutarse
de manera acelerada facilitaba el logro de esta meta.
Uno de los principios metodológicos que mayor imprenta producía tanto a
los padres de familia como al gobierno, radicaba en el logro aparentemente fácil
y rápido de la disciplina, columna vertebral del éxito de cualquier método
pedagógico familiar o escolar: ('el silencio y el buen orden, y la uniformidad
contribuyen no poco al feliz y breve adelantamiento de los niños y el maestro".

"Enseñanza mutua", en: El Conductor, núm. 16, Bogotá, 27 de marzo de 1827, p. 63.
289 Ibíd.
290 "Al Excmo. Sr. Francisco dc Paula Santander, Vicepresidente de la República de Colombia",
en: Gaceta de Colombia, núm. 309, Bogotá, 16 de septiembre de 1827, p. 3. 291 "Discurso
del preceptor", op. cit., p, 149.
El requerimiento disciplinar para el éxito de este método era altísimo; todo estaba
diseñado para trabajar en absoluto silencio, en tiempos muy precisos y con
órdenes muy concretas que no aceptaban ningún tipo de distractores. Este
método era lo más cercano a la producción fabril o al funcionamiento de la
milicia.
Otro elemento que se consideraba como ventajoso era el hecho de que el
método requería diferentes tipos de monitores para su implementación, pues ello
significaba una oportunidad de aprendizaje de los niños que desempeñaban este
rol, porque al enseñar a otros se instruían al mismo tiempo. De ello se desprendía

97
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

la facilidad con que los estudiantes adquirían hábitos de orden, regularidad y


disciplina:

Inspirando el amor al trabajo yla afición al estudio y acostumbrando desde temprano


a la alternativa de mando y de obediencia, de superioridad y de subordinación, de
que después se hacen tantas aplicaciones en todas las transiciones y épocas de la
vida28

Durante el período se consideraba que la excelencia del método radicaba en


que éste era puramente maquinal; en este sentido, "en la niñez es tan fácil
someterse a un rutina metódica y habitual, como difícil hacer grandes esfuerzos
de inteligencia y de aplicación. Es necesario proporcionar las adquisiciones a las
facultades, y no colocar el objeto que se va conseguir más allá del alcance del
individuo. Mientras más insensible es el progreso, más seguro y menos repugna
y desanima la tarea"293 . Esta concepción del método como puramente maquinal
concuerda con las ideas que se tenían en esta época de la infancia, la cual se
consideraba como una etapa en que la niñez se asimilaba a unas tiernas plantas,
que había que ayudar a enderezar o moldear a quienes no se les adjudicaba
propiedades de raciocinio, comprensión e inteligencia sino mecanización y
memorización, que se adquirían a través de un progreso insensible. Las ventajas
más relevantes del método son descritas de forma general por José María
Triana294 de la siguiente manera:
Cuadro 9. Comparaciones entre el método antiguo y el método lancasteriano

Método antiguo Método lancasteriano

Los niños se ocupan de continuo sin fatigarse, pues se


varían agradablemente los trabajos

Los progresos en la escritura son seis veces


mayores

En el antiguo método se necesitaban tantos libros, Y ahora basta uno para toda ella, aun cuando
cuantos niños había en la escuela sea de mil niños

28"Método de enseñanza mutua", en: El Conductor, núm. 2, Bogotá, 6 de febrero de 1827, p. 7.

"Enseñanza mutua", en: BI Conductor, núm. 16, Bogotá, 27 de marzo de 1827, pp. 63-64.

98
Educación pública republicana

Más ahora todos leen, una noble emulación los


En el antiguo método de 50 niños, 49 estaban ociosos anima y no pierden un solo instante
durante la lectura, ellos fingían mirar el libro y se
entretenían en cualquier otra, cosa a pesar de las
amenazas y los castigos

Al presente son inspeccionados cada seis


En la escritura se les daban muestras que se esforzaban palabras o sílabas que escriben
a copiar pero no siendo inspeccionadas sino rara vez, lo
hacían con lentitud y negligencia

Hoy es elegante y casi igual en todos


Antes los niños adquirían una escritura desigual y
siempre mala

Hoy en día cada niño puede afilar su lápiz


Era necesario o que el maestro cortase las plumas a
cada instante

En las nuevas escuelas a cada instante halla su


En las antiguas escuelas el perezoso detenía los nivel en la ciase que es capaz de desempeñar
progresos a los demás, o el maestro se hallaba en la
necesidad de darle diferentes lecciones

Por el antiguo método un niño después de haber


pasado dos o tres años en aprender a leer se dejaba Por el nuevo él escribe rápidamente lo que lee,
entregado a sí mismo para escribir porque su escritura es un deletreo mental de lo que le
dicta su monitor: de manera que en día deletrea en su
pizarra de 156 a 160 palabras independientes de la
lectura

Ahora trabajan sin hablar


Los maestros se esforzaban y eran víctimas de su
celo

Por el nuevo no son tolerables


La ociosidad y la pereza no podían ser remediadas por
el antiguo método

Antes no se obtenía el silencio sino a tuerza de


golpes y terror Y al presente lo es por el orden de las cosas, sea para
oír lo que se dice, sea para oír el dictado, sea para leer
a su vez, corregir al primero y ocupar su lugar

Continúa...

99
Educación pública
rep ublicana

Método antiguo Método lancasteriano

No se podía descubrir si los niños estaban atentos


Ahora una ojeada hasta para observar al que
está ocioso

Antiguamente la moral solo estaba en preceptos Y hoy se halla en la práctica

El desorden era siempre el resultado del método Ahora el orden más pelfecto se inspira en todos los
vicioso de enseñanza movimientos

Concluyo, pues, que un cuadro semejante no puede menos que arrebatar la atención de los amantes de la juventud;
pero si hay otro método que pueda mejorar el de la enseñanza mutua, yo seré un panegirista; pues mi ambición se
reduce a que se mejore cada día la instrucción pública como que es la base de la felicidad de la República.

En el método lancasteriano todo se hacía de forma gradual y sin sentir,


comparado al sistema planetario

En que cada cuerpo celeste atrae al de menos volumen, y lo mantiene en los


límites fijos de su órbita. Todo se proporciona a las fuerzas respectivas. Un
paso dado adelanta la capacidad necesaria, al mismo tiempo que la armonía y
el orden del conjunto amoldan el espíritu y la imaginación y dan desde
temprano aquella exactitud de juicio que rechaza después, en todo orden de
ideas, cuanto puede contribuir a la confusión y al desorden29

Impulso a la escuela lancasteriana en Colombia


Desde 1810, Bolívar estuvo enterado de la existencia del método lancasteriano
a través de conversación personal que sostuvo con Lancaster en Londres el 26
ó 27 de septiembre. "En un encuentro en la casa de Miranda... José Lancaster
explicaba a los diplomáticos venezolanos (Bolívar, Andrés Bello y Luis López
Méndez) la esencia de su sistema pedagógico"296
Desde el congreso de Cúcuta se decretó el establecimiento de escuelas de
primeras letras con el método lancasteriano; las primeras escuelas con este
método aparecen en 1821 en Bogotá y Mariquita, en 1822 en Cota; lograron

29"Método de enseñanza mutua», en: El Conductor, núm. 2, Bogotá, 6 de febrero de 1 827, p. 7.


Salcedo Bastardo, José Luis, op. cit., p. 143.

100
Educación pública republicana
una mayor expansión en 1823 sin llegar a sobrepasar en ningún año las que se
establecían por el método antiguo.
Como se señaló, el padre Fray Sebastián Mora llegó para expandir el
método en Colombia, y junto con Pedro Comettant —quien había sido traído
desde Francia por José Revenga quien se encontraba en misión diplomática en
este país— desarrollaron un plan para la expansión de las escuelas en todo el
territorio; mientras que el padre Mora se dedicaba a la apertura de escuelas y
entrenamiento de maestros en el sur del país, especialmente Popayán y
Ecuador, en las provincias de Loja y Cuenca, el señor Pedro Comettant lo hacía
en las provincias del norte30 Así lo señala la Gaceta de Colombia en 1822:

Adquieren los conocimientos necesarios en este sistema muchos ciudadanos que


hoy presiden las escuelas de Lancaster de las provincias de Tunja y Antioquia, y
de algunas parroquias de la de Bogotá. Comettant habiendo sido destinado a
establecer, y presidir la Escuela Normal de la ciudad de Caracas, ha partido a su
destino por el Magdalena con el objeto de plantear escuelas en Cartagena y
Maracaibo, para todo Io cual ha sido auxiliado suficientemente, El padre Mora ha
sido nombrado preceptor de la Escuela Normal de Quit0298.

El fervor nacional por el método lancasteriano era total, hasta el punto de


elaborar propuestas para suprimir escuelas existentes que funcionaban con el
método antiguo y en su defecto establecerlas con el método lancasteriano. Así
lo propone Estanislao Vergara el 5 de enero de 1822 en Bogotá, en donde
solicitaba que se suprimiera una escuela antigua mal montada, a cargo de un
maestro que no tenía conocimientos útiles para impartir a sus alumnos y que
funcionaba en una pieza bastante grande que podría ser más útil a la
lancasteriana ya que:

Más vale una escuela regular que muchas imperfectas y si no se perfecciona la


enseñanza mutua, el gobierno pierde los gastos impedidos y ella se desacredita.
Me parece de suma importancia que la escuela antigua se suprima, tanto más
cuando no es solo inútil sino perjudicial por el mal método de enseñar y por la
nulidad del maestr0299

30 Bushnell, David, El régimen de Santander, op. cit., p. 213.


"Educación Pública", en: Gaceta de Colombia, núm. 48, Bogotá, 15 de septiembre de 1822,

AGN, Sección: República; Fondo: Ministerio de Instrucción Pública, t. 107, folio 342v.

101
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
La propuesta incluía además el traspaso del sueldo de este maestro por
valor de trescientos pesos que se pagaban del tesoro público del ramo de
temporalidades y se pasara_n para pagar los gastos indispensables del nuevo
establecimiento.
En mayo de 1824, el propio Lancaster se estableció en Caracas para
fomentar su sistema de enseñanza mutua en dicha ciudad. Mantuvo
correspondencia con Bolívar, que en ese momento se encontraba en el Perú y
quien había decidido apoyarlo económicamente en su empresa educativa. El
16 de marzo de 1825, Bolívar le manifestó a Lancaster: "U. parece que ha de
menester de protección para realizar sus designios benéficos, por tanto me
adelanto a ofrecer a U. veinte mil duros, para que sean empleados a favor de
la instrucción de los hijos de Caracas... serán entregados en Londres por los
agentes del Perú, contra los cuales puede U. girar esta suma dentro de tres o
cuatro meses... me será muy agradable adelantar a U. mayor suma de dinero
con el mismo fin, siempre que U. juzgue útil el empleo de otra cantidad
adicional... no tengo el menor inconveniente en promover la mejora de los
establecimientos de la educación que U. dirige con su hermoso genio... Bolívar
300
El trabajo pedagógico de Lancaster en Caracas no terminó bien, ni con
Bolívar ni con la municipalidad; la situación se agudizó cuando el Libertador
solicitó en 1827 cuentas del dinero invertido por Lancaster cuando se le
anunció que este viajaba a los Estados Unidos301 . Sin embargo, durante su
estadía en Caracas, mantuvieron correspondencia con frecuencia en donde
Lancaster le informaba a Bolívar sobre sus progresos y su trabajo pedagógico,
bien fuera él mismo como tutor o formando maestros.
El 7 de enero de 1826 le informaba Lancaster a Bolívar: "Tengo ocho
muchachos nativos de Colombia, que viven en mi casa, que comen en mi mesa,
y para quienes soy como un padre, pues la mayor parte de los que les dieron
el ser fueron cobardemente asesinados por los españoles. Están estudiando
para maestros de escuela... "302 En mayo del mismo año le confirmaba: "He
adoptado a unos doce jóvenes colombianos como si fueran mis propios hijos...
en los días festivos van a su casa y su enseñanza religiosa queda únicamente

300 "Al Señor Lancaster", en: Correo del Magdalena, núm. 19, Cartagena, 22 de septiembre de
1825, p. 3.
O'Leary, Daniel Florencio, Memorias... op. cit., t. XXV, p. 215.
302 Bolívar, Simón, Obins completas, op. cit., t. l, pp. 1307-1308.

102
Educación pública republicana
al cuidado de los padres de familia y parientes. Yo no enseño doctrina: la sana
moral y las lecturas útiles son mis únicas oraciones"303
Mientras tanto en Bogotá se expresaba en los informes oficiales total
optimismo con respecto al avance de la educación y la implementación del
método lancasteriano. El secretario del interior en 1826 consideraba que "ellas
se han extendido a todas aquellas parroquias que poseen medios para sostener
al maestro, y en la mayor parte de nuestras principales ciudades existen
escuelas por el método lancasteriano... Gracias a la magnificencia del
Libertador Presidente, en Caracas su patria debe estarse formando una escuela
por el mismo Lancaster, que podría servir de modelo a las demás, si como
esperamos, el director publica sus trabajos y sus nuevas observaciones
La vigencia del método lancasteriano se reconfirmó plenamente en el plan
de estudios de 1826, en donde quedó estipulado en el artículo 12 que en todas
las escuelas del país se observaría exclusivamente el método lancasteriano, y
para ello el gobierno se comprometía a enviar todos los materiales necesarios
para su implementación, incluyendo cartillas, pizarras, tablas, pitos, campanas
y demás.
El periódico El Constitucional reportaba en julio de 1827 que en
Colombia existían 52 escuelas por el método de enseñanza mutua y 434 del
antiguo método que se ha mandado abolir progresivamente sustituyendo el
primero conforme al reglamento orgánico de las escuelas el 3 de octubre
último 305 En este informe lo que se observa es que el método lancasteriano
ni logró suplantar el antiguo, ni se estableció en todas las provincias de
Colombia.
Aún así, el padre Mora y Pedro Comettant cumplieron su cometido de
establecer el mayor número de escuelas en un período relativamente corto
entre 1820 y 1827, tal y como aparece en el siguiente cuadro el cual se elabora
a partir de los reportes enviados al gobierno sobre establecimientos de escuelas
y publicados en la Gaceta de Colombia.

303 Bolívar, Simón, Obras completas, op. cit., t. 2, p. 1393.


30,1 Bushnell, David, El régimen de Santander en la Gran Colombia..., op. cit., p. 213.
"Exposición que el secretario del interior hace al Congreso», El Constitucional, núm. 151,
Bogotá, 19 de julio de 1827, p. I.

103
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

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104
Educación pública republicana

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De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

106
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107
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
De acuerdo con las estadísticas del departamento del Cauca en 1827, se
estaba muy distante de la generalización del método lancasteriano en
Colombia, aun la expedición de leyes que la aprobaban durante el período.
En el siguiente cuadro se observa el número de escuelas abiertas, el método
y el número de niños y niñas en el departamento del Cauca específicamente.
Tabla 9. Escuelas de primeras letras, método y alumnos en el departamento
del Cauca en 1827 31
Provincias Niños
Alumnos

Lancasteriana Antigua Mixto Total


alumnos
en las en las
de
primeras segundas
ambos
tercera sexos

1 234
Popayán 3 31 99

Pasto 15 0 476 476

B/ventura 11 o o
310 310

Total
3 57 1 234 1925 99 2258

Nota: no se incluyen las establecidas en la provincia del Chocó por ignorarse cuántas son y, por consiguiente, el
número de niños que hay en ellas. Todas las escuelas we constan en estado a excepción de muy pocas se han
establecido en el gobierno de la República y bajo el régimen constitucional y contorme a la ley de la materia.

De 1827 a 1835 se continuó con el establecimiento de escuelas con el


método lancasteriano en Riohacha, Panamá, Guayatá, Labranzagrande, Oiba,
Bucaramanga, San José y Quibdó. Es importante resaltar en la escuela de
Guayatá la participación de la junta curadora, del cura párroco, de los vecinos
y de padres de familia, como lo registra la gaceta de la Nueva Granada en
1833.

La junta curadora del distrito parroquial de Guayatá participa al gobierno


haberse establecido allí una escuela de primeras letras, conforme al método de
Bell y Lancaster. El establecimiento ocupa una sala espaciosa y decente, posee
todas los útiles necesarios para que los alumnos puedan recibir las lecciones,

31 El Conductor, núm. 151) Bogotá, 19 de jL11io de 1827, p. I.

108
Educación pública republicana
según el indicado método, y el maestro goza de una dotación anual de $300 que
le ha sido asegurada por la generosidad de los vecinos de aquella parroquia, y
de su venerable párroco doctor Pablo Calderón. Los objetos de tal
establecimiento son constantemente sostenidos por el influjo de este párroco,
por el celo de la junta curadora, por la cooperación dcl vecindario y por los
esfuerzos reunidos de todos32

En la cita anterior se resalta el sostenimiento del maestro por los padres


de familia y por el cura párroco, situación que se analizará en el siguiente
capítulo.

Escuelas normales lancasterianas en Colombia


El artículo 15 de la ley sobre creación de escuelas de primeras letras
contemplaba la autorización al poder ejecutivo para el establecimiento de
escuelas normales del método lancasteriano o de enseñanza mutua para que
de esa manera se difundieran en todas las provincias309 . Las primeras
escuelas normales que deberían abrirse estarían en Bogotá, Caracas y Quito,
una vez que estuviera libre.
En el decreto de 26 de enero de 1822 se estipuló en su artículo segundo
que los intendentes de Cundinamarca, Boyacá, Magdalena, Cauca e Istmo de
Panamá enviaran un joven u otra persona de talento a Bogotá para que se
instruyera en el método lancasterian0310. Los maestros que fueran a instruirse
a la escuela normal recibirían el sueldo que tuvieran asignado y en caso que
éste no alcanzara se le pediría contribución a los padres de familia de la
parroquia para que contribuyeran con alguna gratificación y se pediría a los
vecinos que reemplazaran al maestro, mientras este llegaba del curs03 \ t .
La escuela normal de Bogotá se estableció en 1822 liderada por el Padre
Mora. "El domingo 8 del corriente se estrenó la nueva sala destinada para la
escuela normal de la enseñanza mutua en esta capital a cuyo acto asistió un

32 "Educación Primaria: Establecimiento de una escuela de primeras letras en Guayatá", en:


Gaceta de la Nueva Granada, núm. 110, Bogotá, 3 dc noviembre de 1833, p. 3.
"Ley 14 sobre el establecimiento de colegios o casas de educación en las provincias", op. cit.,

Santander, Francisco de Paula, "Decreto sobre el establecimiento de escuelas normales del


método lancasteriano", en: Gaceta de Colombia, núm. 27, 21 de abril de 1822, p. l. Ibíd.

109
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
lúcido concurso. El preceptor ciudadano José María Triana abrió esta función
con un pequeño discurso análogo a ella, y seguidamente se hizo trabajar a los
niños en todas las clases, y estos Io ejecutaron con destreza y propiedad
habiendo complacido satisfactoriamente al público y llenado los deseos del
gobierno'
El 23 de enero de 1823 se abrió públicamente la Escuela Normal en el
colegio de la villa de la ciudad de Medellín con asistencia del señor
gobernador y demás magistrados y jueces. Una vez abierta la Escuela Normal
se comenzaba la preparación de los maestros de los diferentes cantones en
el métod0313 . Así como se instruía a los maestros, también debía hacerse con
los alumnos que asumirían los cargos de monitores, ya que eran ellos los
directos responsables del funcionamiento de la escuela.
En 1823 el padre Mora se encontraba haciendo preparativos para el
establecimiento de la Escuela Normal de Popayán, instruyendo a veinte
monitores y adecuando el espacio físico de la capilla pública del Colegio
Seminario, que fue cedida por el obispo y el director de estudios-rector del
colegi0314 .
El 31 de enero de 1825 se estableció la Escuela Normal del método
lancasteriano en el Colegio del Istmo, "cuya obra ha sido dirigida por el señor
Comettant". Para dicha escuela se encontraban empadronados 200 niños de
las edades requeridas por la ley315 .
Según informes de la Gaceta de Colombia, el padre Fray Sebastián Mora
Berbeo "comisionado por el gobierno para el establecimiento de las escuelas
normales en los departamentos del sur, ha acreditado al poder ejecutivo los
esfuerzos que ha hecho para dejar montadas en todas las provincias dichas
escuelas y ha manifestado tener concluida su comisión, dejando en los
cantones, donde se han facilitado los recursos, para el efecto de maestros
para su propagación"316 La escuela normal de Guayaquil reportaba en 1830
los progresos de su ilustración, la cual era impartida "al noble, al plebeyo, al
soltero, al casado" sin distinción3 }7.

"Educación Pública'), en: Gaceta de Colombia, núm. 48, Bogotá del 15 de septiembre de 1
822,

"Aviso Oficial", cn: El Eco de Antioquia, núm. 35, Medellín, 19 de enero de 1823, p. 143.
"Educación Literaria", en: Gaceta de Colombia, 16 de marzo dc 1823, núm. 74, p. l.

110
Educación pública republicana
"Apertura de la EscL1ela Normal lancasteriana en el departamento del Istmo", AGN, Sección:
República; Fondo: Ministerio de Instrucción Pública, t. 106. folio 62r.
Gaceta de Colombia, 19 de noviembre de 1826, núm. 266, p. 2.
"Enseñanza Mutua", en: El Colombiano de Guayas, núm. 39, Guayaquil, 29 de abril de 1830,
Una vez abiertas las escuelas normales, la formación de los maestros
comenzó de manera inmediata. José Manuel Restrepo, en comunicación de
marzo de 1822, le solicitaba al intendente del departamento de Cundinamarca
enviar a la capital a los religiosos que obtuvieran escuelas para que se
instruyeran y aprendieran el método lancasteriano como requisito previo a la
apertura de la misma; el gobierno esperaba la colaboración de las órdenes
religiosas en la educación de la juventud318
En el mismo mes y año, el Correo de Bogotá reportaba que en la reciente
Escuela Normal se encontraban formándose los maestros de las escuelas de
Zipaquirá y Guaduas319
Uno de los impulsadores del método lancasteriano fue el señor José Rafael
Revenga, quien debió interrumpir las acciones a favor de la propagación del
método en 1822 porque fue destinado por el gobierno a una comisión fuera del
país. En el momento de su partida entregó un informe de las acciones que a
favor de la enseñanza mutua había venido adelantando: como primera medida
señalaba que había entregado al padre Mora materiales para la instalación de
la escuela normal en Bogotá, donando "600 pizarras con marcos, 400 sin ellos,
40.000 lápices de pizarras, 800 lápices de cobre, 100 tinteros de plomo, 1
docena de campanillas y I docena de pitos' 20; como segunda medida entregaba
al intendente del departamento de Cundinamarca los dineros que había
recibido producto de las donaciones de amigos y de otros interesados en las
casas de educación, así:

El señor general Dubercuis me entregó $100


El señor Manuel Santamaría me entregó $ 100
Suma . $ 200
De ellas entregué al carpintero Vicente Amaya . $10

Pintor Melchor 9
Maestro mayor Nicolás León ... 90
Y a Us. en este día . 200

Además, se han suscrito a la escuela el señor secretario del


Estado
José María Castillo. . 100

111
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
El señor José Elvers......... . 100

"Enseñanza Mutua», en: Correo de Bogotá, núm. 147, 23 de mayo de 1822, p. 488.
Ibíd., p. 487.
320 "Oficio dirigido al señor intendente del departamento de Cundinamarca'), Correo de
Bogotá, núm. 158, 8 de agosto de 1822, p. 531.
El señor Antonio Leyva, .. 100
El señor Francisco Montoya... ...
100 El señor José Antonio Leyva...
100
El Señor Juan Manuel Arrubla. 100

El señor José Revenga le solicitaba al intendente de Cundinamarca que


recogiera estos dineros para que se hicieran las inversiones tanto en el edificio
como los bancos, las mesas y demás condiciones necesarias para montar la
escuela de niños en el coro de la capilla, formar la librería y establecer los
fondos para los premios.
En 1825 la provincia de Cartagena convocaba a todas las personas
interesadas en instruirse en el método lancasteriano o en abrir alguna escuela
a que concurrieran a formarse en el nuevo método. La invitación además se
hacía a los maestros que se encontraran ejerciendo con el método antiguo para
que conociendo el nuevo método lo adoptaran en sus escuelas322

Certámenes en las escuelas lancasterianas


La instrucción pública no sólo fue el mecanismo a través del cual se construyó
la República, sino un nuevo espacio social aglutinador que convocaba al
gobierno, a los maestros, al clero, a los niños y niñas, a los padres de familia
y vecinos en general para celebrar diferentes actos educativos que asumían
como un encuentro privilegiado del pueblo tanto en el momento de abrir una
escuela o de presentar certámenes públicos, como la narración que hace el cura
de Tenza, el día en que se inauguró la escuela:

El día tres del presente se verificó la apertura de la escuela; después de haber


rendido gracias al ser supremo en el templo por la mañana... se reunieron en mi
casa los vecinos notables más venerables... y el Sr. juez político Municipal de este
cantón de Tensa, un pueblo numeroso ocupaba la plaza, los jóvenes hasta el

112
Educación pública republicana
número de 75 que se habían presentado voluntariamente para entrar a la escuela
formaba dos alas y después los padres de familia de estos, a la cabeza iba un carro
triunfal, que bajo el pabellón tricolor se dejaba ver el retrato de su Excelencia el
Libertador Presidente,

"Circular a los jueces políticos de esta provincia», en: Gaceta de Cartagena, núm. 207,
Cartagena, 30 de julio de 1825, p. 3.
tres Ninfas que representaban la victoria, la justicia y la sabiduría, le sostenían a
su contorno un repique de campanas, y juegos artificiales. El Maestro entonces
presentó los jóvenes destinados para monitores y el Sr. juez político municipal y
yo les repartimos las correspondientes marcas 323

La educación se convirtió en un nuevo escenario social en el que el pueblo


y el gobierno afianzaban y consolidaban el proyecto republicano; las escuelas,
espacios físicos que durante la guerra fueron utilizadas como teatro de la
muerte se "trocaron en loares de alegría a la religión, a la virtud, a las ciencias,
a nuestros gloriosos libertadores, a la patria"324. Los certámenes públicos se
asumieron como días de placer, de congratulaciones y de orgullo porque de
esta manera se demostraba que se estaba formando "honrados y útiles
ciudadanos".
El certamen público era la oportunidad real de demostrar mutuamente que
se estaba cumpliendo con el proyecto republicano. De una parte el gobierno
recibía toda la admiración de sus gobernados por la magnífica obra de la
educación; los curas párrocos evidenciaban su poder de convocatoria, su
liderazgo en pueblos y provincias y su autoridad moral frente a la población;
los maestros demostraban su pericia en el arte de instruir y su aprovechamiento
en los cursos tomados en la Escuela Normal para aprender el método
lancasteriano.
Los jóvenes, niños y niñas presentaban al público sus destrezas
adquiridas, sus nuevos conocimientos, desde disertaciones filosóficas hasta
orgullosas planas que presentaban los niños de la escuela elemental y los
padres de familia observaban el adelanto de sus hijos, dando fe al nuevo
método implantado y al interés del gobierno de ofrecer educación pública para
todos.
Desde 1821 comenzaron los certámenes públicos a los que se les concedía
un alto valor social; a ellos asistían las principales autoridades del país:
presidente, vicepresidente, directores, eclesiásticos, militares. Al primer
certamen de la escuela lancasteriana de Cartagena realizado en 1824 asistieron

113
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
"el señor general de división comandante general e intendente de este
departamento benemérito Carlos Soublette, con asistencia del señor provisor
gobernador

323 "Carta al secretario del interior", AGN, Sección: República; Fondo: Ministerio de Instrucción
Pública, t. 107, folio 390v. y 394r,
"Instrucción Pública", en: Gaceta de la Ciudad de Santafé, núm. 81, Bogotá, ll de febrero de
1821, p. 4.

del obispado, del Sr. asesor de la intendencia y director de estudios dr. Ignacio
Cavero, de los señores diputados de la MIM (muy ilustre municipalidad), de
algunos jefes beneméritos, de los señores D.D. Eusebio Canabal, y Dionisio
Araujo, del señor director de la enseñanza mutua Pedro Comettant y de
algunos señores que también se dignaron honrar dicho acto con su asistencia'

El objetivo de los certámenes era agradecer al gobierno su interés y


cuidado por la educación y agradar a los padres de familia como principales
benefactores de la educación pública. Esta es una constante que se manifiesta
expresamente en los reportes de los certámenes. Así Io registran algunos de
ellos: "Este resultado debe ser grato a los padres de familia como Io fue al
vicepresidente que presenció el acto'-'326 Fue un motivo de placer para los
vecinos de dicha villa, que veían en las ventajas de aquel establecimiento el
fundamento de sus más halagüeñas esperanzas y un justo premio de los
sacrificios que han hecho por la patria"327 La Universidad de Caracas ha
presentado el 8 de diciembre en dichos exámenes un día de agradable
satisfacción a los padres de familia, a los habitantes de la ciudad, al gobierno
que tanto se interesa en la propagación de las luces y en una palabra a toda la
República"328
Los certámenes daban cuenta del pénsum establecido tanto en la
legislación de 1821 como en la del plan de estudios de 1826. En 1821, la ley
contempló que los maestros deberían por lo menos enseñar a los niños a leer,
escribir, la ortografía, los principios de la aritmética, los dogmas de la religión
y de la moral cristiana y los derechos y deberes del hombre en sociedad329. Las
modificaciones que se producen en 1826 son Inuy pocas, agregando que el
maestro de la escuela primaria debería enseñar todas las anteriores más
urbanidad, compendio de la gramática y el catecismo político constituciona1330
Respecto a las enseñanzas impartidas en los colegios y casas de educación, los
certámenes debían dar cuenta a partir de 1826 del catecismo extenso de la
religión, gramática y ortografía de la lengua castellana, cartilla o principios
de dibujo, elementos

114
Educación pública republicana

"Escuela Normal", en: Gaceta de Cartagena, núm. 163, Cartagena, 25 de septiembre de


1824,

326 "Educación Pública", cn: Gaceta de Colombia, núm. 174, Bogotá, 13 de febrero de 1825,
p. 4. "Educación Pública", en: Gaceta de Colombia, núm. 217, Bogotá, l l de diciembre de
1825,

"Educación Pública", en: Gaceta de Colombia, núm. 172, 30 de septiembre de 1825, p. 4.


"Ley 15 del 6 de agosto de 1821. Sobre el establecimiento de escuelas de primeras letras. op.
cit., t. 1, p. 29.
"Ley 271. Sobre organización y arreglo de la instrucción pública", op. cit., t. 2, p. 231.
de aritmética y geometría en relación con las artes mecánicas y elementos de
agricultura práctica331 .
Los certámenes se presentaban tanto por los alumnos del colegio como
por los de la escuela elemental; así lo hicieron los alumnos del colegio de
Boyacá y su escuela lancasteriana el 26 de mayo de 1823; "apenas hace cuatro
meses que se dio principio a la enseñanza en aquellos establecimientos y en
tan poco tiempo sus alumnos han adquirido conocimientos que sorprendieron
a los circunstantes. Los filósofos manifestaron inteligencia en la traducción de
las escuelas inglesa y francesa, los gramáticos, en la latina, los discípulos de
la escuela en leer y escribir, y todos en la aritmética respondiendo además con
acierto y desembarazo a las preguntas que por diferentes personas se les
hicieron»332
No todos los colegios presentaban resultados en cuanto a la enseñanza de
la urbanidad yla buena crianza antes de 1825, después de este año se toman en
cuenta para su presentación y día de certamen. El día del certamen se llegaban
a examinar entre 150 y 600 niños y jóvenes de todas las clases de la escuela
lancasteriana "los jóvenes de la escuela lancasteriana del propio colegio (de
Boyacá) en número de 602, ofrecieron en los mismos días un certamen de
lectura, escritura, prosodia y ortografía castellana, aritmética y algunos puntos
de historia y de geografía y del catecismo político del Doctor Grau"333
El 22 de diciembre de 1826, la escuela lancasteriana de Bogotá presentó
examen público con 150 niños sobre lectura, escritura, aritmética, religión,
derechos del hombre y moral causando sorpresa dentro de los concurrentes
entre los cuales se encontraba el vicepresidente de la República, el intendente
del departamento y tres regidores diputados por la municipalidad, porque un
niño de cuatro a cinco años hijo de un artesano "respondió con viveza varias
preguntas sobre los derechos del hombre"334

115
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
Los exámenes se presentaban de acuerdo con las clases en que estaba
organizada la escuela lancasteriana, dado que por ejemplo la lectura podía
encontrarse dividida en 10 clases con un número diferente de niños según su
nivel de conocimiento y aptitud, y así para cada materia. Los alumnos de

332 "Educación Pública", en: Gaceta de Colombia, núm. 72, Bogotá, 26 de marzo de 1823) p.
2.
333 "Educación Pública", en: Gaceta de Colombia, núm. 198, 31 de julio dc 1825, p. l.
"Enseñanza Mutua", en: Gaceta de Colombia (suplemento), núm. 272, Bogotá, 3 de diciembre
de 1826, p. 2.
la casa de educación de Vélez presentaron certamen el 29 y 30 de noviembre
de 1825 por clases: "los de la primera ejercitaron en la versión de fabulas
latinas, construcción de oraciones y explicación de las reglas menores y en dar
los elementos de la gramática y la ortografía castellanas; los de la segunda se
ocuparon sobre los principios de la geografía examinando la actual división
territorial de la República en departamentos, provincias y cantonesn335
Al final del certamen se procedía a premiar a los niños que mejores
resultados presentaban. En el certamen de la escuela lancasteriana de
Cartagena el 25 de septiembre de 1824, se premió al niño Faustino Velásquez
de once años de edad, quien entró a la escuela sin ningún conocimiento y en
tan solo nueve meses adquirió los conocimientos que le permitieron presentar
examen en la octava clase distinguiéndose por su aplicación y por la calidad
de las planas que presentó; ello lo hizo acreedor a un premio de ocho pesos.
Otros niños fueron premiados con dos pesos fuertes cada uno... los monitores
de las demás clases hasta de la primera recibió cada uno un peso fuerte de
gratificación335 .
En el siguiente cuadro se señalan algunas de las ciudades donde se
realizaron certámenes de las escuelas lancasterianas entre 1821 y 1825.

El papel de las sociedades de apoyo a la


instrucción
en la difusión del método
A partir de 1825 se comienzan a organizar en el país diferentes sociedades de
apoyo a la instrucción elemental y a la implementación del método
lancasteriano, en ella participan por lo general personas prestantes de la
sociedad y altos funcionarios del gobierno que querían colaborar con la causa
de la educación. A través de ellas, diferentes regiones del país se beneficiaron

116
Educación pública republicana
con todo tipo de ayudas, adecuación de escuelas, pagos de maestros y
obtención de materiales, entre otros.
La Sociedad Filantrópica de Bogotá, creada en 1825, tomó como objeto
el fomento y adelantamiento de la agricultura, la educación pública, las artes,
los oficios y el comercio, mediante la asociación libre de varios ciudadanos
interesados en el bien común337. Mantenía comunicación con la Sociedad de

"Educación Pública", en: Gaceta de Colombia, núm. 171, Bogotá, 13 de febrero de 1825, p. 4.

"Escuela Normal", en: Gaceta de Cartagena, núm. 163, Cartagena, 25 dc septiembre de 1824,

Reglamento provisorio de la Sociedad Filantrópica de Bogotá, Impreso por EM. Stokes, Bogotá, 1825,
S.P.

117
Educaciön republicana
pübIİca

118
Educación pública republicana

119
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

120
Educación pública republicana
Instrucción Elemental de París y con ella intercambiaban ideas, adquirían
asesores, recibían apoyo logístico y mantenían correspondencia.
En comunicación de 7 de febrero de 1827, la Sociedad Filantrópica de
Bogotá informaba a la de París los alcances obtenidos en tan poco tiempo y con
tan escasos recursos a favor de la instrucción elemental:

Se dio el reglamento que tengo el honor de acompañar, con el apoyo respectivo se


puso en comunicación con el gobierno supremo, y con las autoridades locales de
los departamentos, a fin de dar una dirección conveniente a muy cerca de 80
escuelas montadas por el método de Lancaster y Bell, se consagró muy
particularmente a la perfección de las establecidas en la capital para uno y otro
sexo, y se tradujo e hizo imprimir el manual de Borough Road, para esparcirlos
con las tablas de silabarios, claves numéricas y máximas escogidas en todo el
territorio de la República. Ella, en fin, cuenta entre sus miembros a respetables
individuos de Colombia, y a los hombres ilustres de todos los países de quienes ha
recibido testimonio muy lisonjeros338

l)entro de los principales obstáculos que tuvo que superar esta sociedad se
encontraban la falta de m aestros y libros elementales propios para el uso de los
niños y de los jóvenes; por ello, en junio de este mismo año 27, presentaba con
satisfacción al público "la fiel traducción del método de enseñanza mutua por
José Lancaster y una colección de silabarios de aritmética"339. La sociedad
filantrópica lamentaba no poder ofrecer gratuitamente al público los libros, ya
que no contaba con los medios suficientes pero los ofrecía a la módica suma de
cuatro reales la traducción del método y medio real los silabarios.
En 1826 se formó la Sociedad de Amigos de la Instrucción Elemental de
Mompox, haciendo suyos los ideales del sistema político republicano en el
sentido de tomar la educación como fuente de progreso para el fomento de las
escuelas mutuas normales, la difusión de la doctrina cristiana y constitucional,
apoyo a aprendices y artesanos y escuelas de barrios, entre otros. Conformaron
la sociedad autoridades de Mompox, personalidades de la ciudad y padres de
familia, quienes se comprometieron en apoyar estos principios de la educación
liberal, "qué halagüeña es la idea que presenta un pueblo que después de haber
coadyuvado a conquistar la independencia de la nación,

338 "Al Señor presidente del Consejo", en: El Conductor, núm. 9, Bogotá, 2 de marzo de 1827,
P. 35.
339 "Aviso al público", en: El Conductor, núm. 38, Bogotá, 12 de junio de 1827, p. l.

121
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
concurre enseguida a cimentar la libertad... qué más digna recompensa que la
ilustración yla felicidad de la patria"340. Dentro de las acciones adelantadas por
esta sociedad se encuentra el financiar con recursos propios a un «maestro de
primeras letras y a un joven de los educandos de aquel colegio para que se
instruyan en el método lancasteriano o enseñanza mutua en esta ciudad"341
A partir de 1827 fue clara la cooperación de las sociedades extranjeras a las
que se estaban constituyendo en el país; así lo expresa el secretario del
despacho del interior al informar que se contaba con el auxilio de sociedades
privadas europeas que querían apoyar la educación popular en los nuevos
estados de América342 . En efecto, en el año 27 la Sociedad de Instrucción
Elemental de París y la Sociedad de Escuelas Británicas y Extranjeras
entablaron comunicación directa con el gobierno colombiano para apoyar la
educación y el impulso a la instrucción y al método de enseñanza mutua 343 .
Mediante autorización del gobierno nacional) se difundió en el país el
reglamento de la Sociedad de Instrucción Elemental establecida en París, la cual
se había fundado desde 1816 con el objetivo de "fomentar en Francia el
establecimiento de escuelas, organizadas según los métodos más perfectos de
enseñanza y de propagar y perfeccionar estos métodos>'344
El reglamento de la Sociedad Elemental de París adoptó muchos de los
postulados del reglamento de la sociedad que se constituyó inicialmente en
Londres para apoyar al sistema de enseñanza mutua. Contempló igualmente no
sólo el apoyo a la instrucción elemental en Francia, sino en los demás países del
mundo que trabajaran por el impulso a la educación; estableció corresponsalías
con el extranjero, publicó libros, adquirió materiales para las escuelas y su modo
de operar también se hacía a través de comisiones específicas.
En virtud de lo contemplado en el reglamento, el Consejo de
Administración de la Sociedad de Instrucción Elemental de París, otorgó el
título y envió diploma como miembro asociado al Sr. José Manuel Restrepo,
ministro del interior de la República de Colombia en marzo de 1827. A la letra
la comunicación decía:

'(Sociedades", en: Gaceta de Colombia, núm. 220, I de enero de 1826, p. 3.

"Otro", en: Gaceta de Cartagena, núm. 230, Cartagena, 14 de cnero de 1826) p. 4.


342 Restrepo, José Manuel, "Exposición que el secretario del interior hace al congreso", op. cit.,
núm. 151, p. 1.

122
Educación pública republicana
('Legación de Colombia", en: El Conductor, núm. 6, Bogotá, 20 de febrero de 1827) p. 21.
344 "Reglamento de la Sociedad dc Instrucción Elemental Establecida cn París. Aviso al público",
en: El Conductor, núm. 17, Bogotá, 30 de marzo de 1827, p, 68.
Nosotros sabemos cuán deudores son en la República de Colombia a la actividad
del celo, y a la solicitud ilustrada de U. todos los establecimientos de utilidad
pública, y en particular lo que se relaciona con el grande interés de la educación
popular. Todos los amigos de la humanidad tributan a U. por ello su
reconocimiento, y hemos esperado ofrecer a Us. una débil expresión del nuestro
así como de nuestra profunda estima, dirigiendo a U. un diploma de miembro
corresponsal de nuestra sociedad. .. nosotros nos atrevemos a esperar que también
podríamos ofrecer a U. algunos tributos ya relativamente a los métodos para la
enseñanza del dibujo lineal, del cálculo y del canto que han obtenido en las escuelas
francesas una mejora especial... desearíamos que se hayan forrnado, o que a lo
menos se formen lo más pronto posible en Colombia asociaciones o comisiones
instituidas con este fin, que sirvan para propagar los buenos métodos y con los
cuales nos fuese posible ponernos en contact0345

En la reunión anual de la Sociedad de Escuelas Británicas y Extranjeras


celebrada en Londres el 15 de mayo de 1826, se hizo un especial
reconocimiento a los gobiernos y pueblos suramericanos que habían adoptado
el sistema de educación británica, entre ellos Buenos Aires, Chile, Perú,
Colombia, Guatemala y Méxic0346 . En comunicación expresa a Francisco de
Paula Santander, vicepresidente de la República, la Sociedad de Escuelas
Británicas lo reconocía como "uno de los cooperadores benéficos del género
humano en la grande empresa que ha tomado a su cargo de ilustrar la presente
generación i libertarla de la degradación i el vicio que son las consecuencias
inevitables de la ignorancia"347 . En la primera comunicación la sociedad le
expresa a Santander el deseo de seguir apoyando el impulso de la instrucción
elemental en el país.
La Sociedad Filológica de Bogotá fue fundada en 1828 por jóvenes
estudiosos de la capital, escogieron este nombre porque significaba "ciencia
compuesta y adornada de la gramática, retórica, historia, poesía, antigüedades,
interpretación de autores y generalmente de la crítica con especulación de las
demás ciencias"348 Esta sociedad trabajó por la difusión de la ilustración, el

"El Consejo de Administración", en: El Conductor, núm. 9, Bogotá, 2 de marzo de 1827,


P. 35.

346 Millar, J., "Sociedad de Escuela Británica y extranjera", en: Gaceta de Colombia, núm. 309,
16 de septiembre de 1827, p. 3.

123
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
3,17 Millar, J., "Carta a Francisco de Paula Santander, Londres 26 dc mayo de 1826", en: Gaceta
de Colombia, núm. 309, 16 de septiembre de 1827, p. 3.
"Filología", El Caduceo, núm. l, Bogotá, 25 de julio de 1830, p, l.
cultivo de las ciencias útiles al hombre en sociedad y la comunicación de estas
a las clases últimas del pueb10349 como las lecciones que ofrecían diariamente
a los artesanos que concurrían a oírlas.
Esta sociedad realmente tuvo una vida corta, ya que algunos de sus
miembros se vieron envueltos en los sucesos de la conspiración septembrina
contra Bolívar en 1828, razón por la cual muchos fueron puestos presos; otros
condenados al patíbulo, como Pedro Celestino Azuero, y otros desterrados de
la patria350. Luego del congreso constituyente de 1830, los filólogos creyeron
que podían reiniciar sus labores, que alcanzaron a realizar por un mes más, pero
los hechos desatados en agosto de ese mismo añ0351 los obligaron a declarar la
sociedad en receso.
La Sociedad Didascálica de Bogotá fue organizada a petición del
presidente de la República Simón Bolívar, en 1829; para tal efecto fueron
convocados "los directores y segundos directores de las tres casas de educación,
creadas en esta capital... y con su concurrencia y con la de otras personas se
tuvieron varias reuniones preparatorias 352. Esta sociedad se propuso como
objetivo el apoyo a la instrucción primaria, el acompañamiento a los certámenes
realizados por las casas de educación, a la entrega de premios a los estudiantes
destacados. Pretendiendo ir más allá en el cumplimiento del objetivo propuesto,
solicita al gobierno que se le adjudiquen las mismas atribuciones que la ley y el
plan general de estudios había asignado a las juntas curadoras, municipales,
jueces políticos, intendentes, subdirecciones y dirección de estudios353 No se
pudo establecer si esta solicitud fue aceptada ni el período en que permaneció
vigente la sociedad, dado el fallecimiento del Libertador en 1830.
En 1833 fue aprobada por la dirección general de estudios, la Sociedad de
Educación Primaria de Popayán con el objeto de "plantear y costear de sus

349 "Sociedad Filológica", Tareas de la Sociedad Filológica, núm. l, Bogotá, I de noviembre de

Rafael Urdaneta (1789-1845). 'l*ras obligar a dimitir al presidentc Joaquín Mosquera (1830),
Urdaneta asumió la presidencia. Ante la falta de apoyos, en 183 devolvió el poder a
Domingo Caicedo, vicepresidente de Mosqtlera

124
Educación pública republicana
"Sociedad Didascálica") El Eco del Tequendama, núm. 2, Bogotá, 18 dc octubre de 1829, P. 23.

Ibíd., p, 24.

125
republicana
Educación pública

propios fondos, nuevas escuelas y cooperar por todos los medios posibles a la
mejora y progreso de las naciones existentes "354 La sociedad de Popayán
contribuyó con el fomento de escuelas lancasterianas para niños y niñas, se
adecuaron locales y se entregaron materiales para su mejor desarrollo,
La Sociedad de Educación Primaria de Bogotá fue instalada el 8 de
diciembre de 1834, con 99 miembros fundadores dentro de los cuales se
destacan Joaquín Mosquera, Lino de Pombo, José Manuel Restrepo, Vicente
Azuero, Rufino Cuervo, José María Groot; José Ignacio París y José Duque
Gómez. En el año de su fundación se llevaron a cabo dos reuniones; en los años
siguientes hasta 1846 mantenían promedio de una reunión por añ0355
Compartían objetivos similares a las demás sociedades; propagar la educación
primaria y perfeccionar el método para lo cual se comprometían a imprimir
muestras, cuadros de lectura, libros elementales que pudieran apoyar la labor
de los maestros en la enseñanza tanto de niños como de niñas356
El día de la instalación de la sociedad se consideró que fueron pocos los
suscriptores "comparado su número con la población y con el de los padres de
familia acomodados de esta ciudad; se atribuyó justamente la falta de
concurrencia de padres a la festividad del día, a olvido de unos, a indisposición
de otros"357 . Mucho más teniendo en cuenta que sólo se pedía una cortísima
contribución de cinco pesos por la inscripción al año.
En 1835 se fundó la Sociedad de Educación Primaria de Pasto con la
participación de 24 miembros, para promover la educación primaria 358 La
provincia de Neiva también estableció su Sociedad Auxiliar de la Educación
Primaria en 1838, con sus fondos entregó catecismos de ortografía y de
gramática castellana a las escuelas de niños establecidas359

35,1 "Educación Primaria", en: Gaceta de Za Nueva Granada, núm. 119, Bogotá, 5 de enero de
1834, p, 4.
355 "Actas de la Sociedad de Educación Primaria de Bogotá y de su Consejo Administrativo",
Manuscrito Biblioteca Nacional de Colombia, MR 537.
Cámara Provincial) Estatutos de la Sociedad de Educación Primaria de Bogotá, Editorial Cualla, Bogotá,
1834, p, 3.
357 Sociedad de Educación Primaria de Bogotá, Los amigos de la buena educación, Imprcnta
de Nicomedes Lora, Bogotá, l l de diciembre de 1834, p, l .
Sociedad de Educación Primaria de Pasto, Gaceta de la Nueva Granada, núm. 183, Bogotá, 29
de marzo de 1835, p. 6.

126
Educación pública republicana
359 Calavis, José María, "Memoria que el gobernador de Neiva presenta a la Cámara de
Provincia' , Editorial Lora, Bogotá, 1838. p. 17.
Funcionamiento de la escuela lancasteriana
La escuela lancasteriana funcionaba con un reglamento específic0 360 el cual
contemplaba los principios que se deberían observar como la asistencia diaria
a la escuela en cada una de las clases, la que era tomada por los monitores; el
horario estipulado fue de 8:45 de la mañana hasta cuatro de la tarde, se
solicitaba a los padres de familia el mayor cumplimiento para evitar el
desorden; los niños que faltaban durante dos días consecutivos sin causa
legitima eran despedidos de la escuela361
Los monitores deberían registrar la asistencia al culto religioso cada
domingo y en caso de que un niño no hubiese asistido a cumplir las prácticas
de la doctrina religiosa, se citaba a los padres quienes debían explicar lo
sucedido so pena que el niño fuese retirado de la escuela, dado que para la
escuela lancasteriana era de vital importancia el cumplimiento de esta regla.
Ningún niño podía ausentarse de la escuela, excepto en caso de
enfermedad, los niños que se ausentaban con permiso del maestro debían
reponer el tiempo después de terminada la jornada escolar hasta completar el
número de horas perdidas, acompañados por el monitor.
El método utilizaba premios y castigos, "para algunos niños es un
aliciente el placer de sobrepasar a sus compañeros y de obtener la
aprobación de sus maestros; pero para promover una emulación más
general, se premia a todo niño que se distingue en saber su lección, o por
su conducta ordenada en la escuela"362, se entregaban cédulas de valor
nominal a los alumnos que Io merecían; estas cédulas se cambiaban por
un valor en dinero o por otro tipo de estímulos de acuerdo con el nivel o
situación que Io hubiera hecho ser acreedor del premio. Las recompensas
que podían recibir eran "libros, gomas, camisas, medias, cortaplumas y
artículos varios"363 Se destinaba un día para la entrega de premios
iniciando por los monitores; una vez recibidos los premios, los niños eran
llevados por sus monitores al salón de clase y allí se anunciaba en voz
alta el concepto sobre el cual habían sido premiados, se les hacían dar
varios vueltas al salón y luego se despachaban para sus casas.

Lancaster, José, Manual del Sistema de Enseñanza mutua... op. cit., pp. 85-105.

127
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia
"Enseñanza Mutua", en: Correo de Bogotá, núm. 147, 23 de mayo de 1822, p. 487.
Lancaster, José, Manual del Sistema de Enseñanza mutua, op. cit., p. 94.
363 ,

Cada escuela debería tener una librería que debía ser previamente
organizada por la comisión de la escuela a fin de controlar el tipo de libros que
se manejarían en ella, los prestamos de libros se utilizaban como un premio,
sobre todo a los monitores, quienes se lo podían llevar prestado a la casa 364
Los principales castigos utilizados era la pérdida de las cédulas y la
confinación (arresto) después de las horas de clase. La última parte de la jornada
escolar se dedicaba a premiar y castigar a los niños, "los buenos reciben un
parco de premio y vuelven a los asientos, los malos se clasifican en divisiones
correspondientes con el número de sus ofensas y se les requiere a que paguen
un parco por cada ofensa; los que así son separados y los que no tienen parco .
. .se les confina un cuarto de hora por cada ofensa que digan han cometido, los
parladores juguetones y ociosos son sentenciados a un cuarto de hora de
confinación por cada una de las ofensas arriba mencionadas. Los niños
desposeídos son sentenciados a lavarse las manos y la cara y a la confinación
de media hora, los holgazanes son reprobados o reprendidos por el maestro,
según el caso lo requiera; son confinados a razón de tres horas, por cada falta a
la escuela. En todo caso, pueden libertarse de la confinación si poseen billetes
de premio, dándoles a razón de un parco por cada detención de un cuarto de
hora. . . la desobediencia de los monitores y subalternos a los monitores
generales cuesta seis parcos, la parcialidad de los monitores o los falsos
informes, ocho parcos"365 . Todo niño tenía derecho a apelar en caso que
sintiera que el informe del monitor no se ajustaba a la verdad, para ello debía
buscar testigos en su defensa y de acuerdo con ello, el maestro presentaba su
respuesta. Si el niño tenía la razón, no se le aplicaba el castigo; de lo contrario,
el niño debía quedarse en la escuela, después de la jornada el doble de tiempo.
El horario de actividades estaba organizado de la siguiente manera.
Todos los sábados a las nueve de la mañana el maestro recibía las
solicitudes de admisión de los niños que deseaban ingresar a la escuela,
registrando el nombre y edad del niño, lugar de residencia, nombre de los padres
y religión que profesaban. Con tales datos se formaba una lista de solicitudes,
se examinaba los niños en su nivel de conocimiento para ubicarlos en la clase
correspondiente y se informaba a los padres sobre la respuesta a la solicitud; si
el niño era admitido, se entregaba a los padres una copia de las reglas que

128
Educación pública republicana
Ibíd., pp. 97-98.
365 Ibíd., pp. 98-
99.

129
De la educación doméstica a la educación pública Colombia

130
Educación pública republicana

그 0

131
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

크 늘`

estos deberían cumplir: "enviar regularmente a sus hijos a las 9 de la mañana


y a las dos de la tarde, excepto los sábados y atender a que tengan limpias las
manos y la cara, peinados y pelones. Ningún niño puede ser admitido después
de las 9 1/4 y de las 2 1/4, y los que son regulares en su concurrencia serán
premiados"367 . Ningún niño tenía autorización para retirarse de la escuela sin
permiso del maestro a no ser por enfermedad, llevar los niños regularmente al

Ibíd.,

132
Educación pública republicana

culto público e instruir a sus hijos en los rudimentos de la religión y fomentar


en los niños la obediencia a las reglas y órdenes de las escuelas368 .
La instrucción religiosa y moral de los niños ocupaba un lugar privilegiado
para los que asistían a la escuela lancasteriana, las lecciones se limitaban a la
lectura y memorización de pasajes de las sagradas escrituras. El procedimiento
que se utilizaba era a través de los interrogatorios sobre las lecciones que se
estuvieran enseñando: "a una señal del monitor general de lectura, los
monitores de sección toman en sus manos las tablas y proceden a preguntar a
los niños sobre el objeto de la lección 369
El principio de la escuela lancasteriana se basaba en el mantenimiento del
orden y de la disciplina, a través del cual los estudiantes bajo la dirección de
un maestro seguían un curso de instrucción mutua; ello significaba que la
enseñanza se daba de manera compartida entre los estudiantes que mayores
progresos tuvieran en la lectura, escritura, aritmética, compartían sus
conocimientos con los menos aprovechados y colaboraban con el maestro en
la administración de toda la escuela. De esta manera el maestro tenía la
capacidad de atender entre 500 y 1000 niños en una sola escuela 370
Diariamente los monitores eran reunidos por su maestro para organizar el
trabajo escolar, los monitores de lectura de las clases más altas debían ser
entrenados con mayor esmero en el método de interrogatorio bíblico.
Los monitores se dividían en generales o subalternos; los generales de la
escuela y los subalternos tenían a su cargo la instrucción de algunos niños. Los
monitores generales, a su vez, se subdividían en monitores generales de orden
que eran los diputados del maestro y a su vez responsables del orden de la
escuela; el monitor general de lectura a cargo de esta sección, el monitor

Ibíd.,p 86
Ibíd.,pp. 86-87.
Ibíd., PP' 48—49. p 33

133
Educación pública republicana

general de aritmética, responsables del buen orden de los niños mientras están
ocupados en ella. Dentro de los monitores subalternos se encontraban los de
escritura, aritmética, lectura y los inspectores que auxiliaban a los monitores de
las clases en el examen de la escritura371 . Para todos los monitores el
reglamento establecía los deberes que deberían cumplir en cada momento del
día.
Los monitores se dirigían a los alumnos a través de las voces de mando,
"las cuales eran particularmente inevitables en las grandes escuelas, para dirigir
los movimientos de los discípulos; estaban calculadas para conservar la
atención de los alumnos"372 Existían voces de mando para pedir la lista de los
niños buenos y malos. A cada orden del monitor, los alumnos debían ejecutar
una acción. No existía posibilidad de diálogo, de raciocinio ni de interpelación,
lo único que se esperaba era el estricto cumplimiento de las órdenes al estilo
militar si los niños se equivocaban; con la palabra vuélvanse, les hacían repetir
la acción.
Textualmente, la voz de mando para pedir la lista de los niños buenos y
malos, se expresaba así:

Niños citados — colgaderos atención — marchen — frente como al principio [los


niños llevan entonces sus manos a los cordoncitos que aseguran sus sombreros de
sus espaldas. Sombreros: unen los cordoncitos y colocan sus sombreros sobre el
atril a su frente].
Pónganse: llevan los sombreros sobre sus cabezas con ambas manos.
Sombreros y fíjenlos.
Manos abajo — atención — marchen — como antes373.

Existían voces de mando para comenzar el trabajo de la escuela: "Flbmen


pizarras.. , dejen pizarras... manos abajo"; para hacer los exámenes de escritura,
para salir a leer, para volver de la lectura, para ir a los semicírculos de
aritmética, para volver de los semicírculos.
Las voces de mando al volver de la lectura eran:

Marchen: ellos se comparten en semicírculos.


Marchen: siguen en la dirección de sus asientos y se sitúan en los pasos detrás de
las mesas, enfrente de los clavos de que cuelgan sus pizarras.

Ibíd., pp.

134
Educación pública republicana

Ibíd., p. 62.

372 Ibíd., p. 79.


82-83.
Frente: se vuelven hacia el monitor general.
Atención: como antes (el monitor hace una señal, para volver algunos niños a la
derecha o izquierda según la ubicación de sus puestos).
Siéntense: se sientan.
Manos abajo: tomen pizarras, dejen pizarras, limpien pizarras &c como al
principi03

Las palabras que se oían en el salón de clase durante el día escolar eran
atención, marchen, frente, como antes, dejen pizarras, limpien, tomen,
levántense... " A través de este mecanismo se mantenía la escuela en total orden
y obediencia y sólo así se explica el principio en que se basaba, cuando se
expresaba que los niños no tenían que pensar, pues el método era totalmente
maquinal e insensible.
Los maestros y maestras de la escuela lancasteriana se escogían dentro de
las personas de mayor conducta moral y religiosidad. Debían ser sumisos,
amantes de la verdad, la sinceridad y la honradez, capaces de ganar el amor de
los niños para así poderlos gobernar. En lo concerniente al nivel de instrucción,
sólo se exigía que el maestro de las escuelas elementales supiera "lectura,
aritmética y labor, no otra cosa se requería.absolutamente de un maestro o
maestra de tales escuelas, que un perfecto conocimiento de aquellos ramos de
instrucción; y tal es la excelencia del sistema británico, que si la organización
de la escuela se mantiene exactamente, bastaría aún un grado moderado de

Se esperaba de los maestros una actitud franca y bondadosa hacia los


padres de familia a los cuales debería hacerles visitas amistosas, cooperando
con ellos e induciendo los niños a los hábitos de aseo, diligencia y virtud. "1àl
conducta debe así mismo producir una impresión favorable en los que asistan a
la escuela y disponerlos a venir en su ayuda"376
Aunque el equipamiento de la escuela lancasteriana era totalmente descrito
en la primera parte del manual del sistema de enseñanza mutua, el periódico "El
Eco de Antioquia" lo describe en una publicación de enero de 1823: "la sala de
la escuela está situada en lo bajo e interior del colegio; tiene veinte y cinco varas
de longitud, y nueve de latitud; hay en ella diez y ocho mesas en

pp.

135
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Ibíd., p. 81.
Ibíd., pp. 83-
84. 84.
que escriben los niños, y otros tantos bancos en que se sientan: diez y ocho
semicírculos en que se forman a leer; sesenta y cinco pizarras, sesenta y ocho
lapiceros e igual número de lápices con que la generosidad del señor intenden
te del departamento ha dotado esta escuela, hay también cincuenta y ocho
silabarios, y cartillas elementales de leer, escribir y contar, y treinta escudos de
distinción para los monitores, y niños primeros de cada clase"377
Plano 1. Plano de la sala de clase de la escuela lancasteriana

Fuente: Lancaster, José. Manual del Sistema de F,nseñanza Mutua, aplicado a las escuelas primarias.
Bogotá: impreso por S.S. Fox, 1826. p, 121.

El salón de la escuela debería ser cuadrilongo como aparece en la figura,


de tal manera que facilitara la organización del mobiliario. Se sugería la
adecuación de un patio en donde los niños pudieran recrearse, el cual debería
estar protegido por un muro alto, tener disponibilidad de agua para facilitar el
lavado de caras y manos de los niños y tener protección del sol y la lluvia
mientras jugaban378
Los semicírculos debían contener entre diez y doce niños, podían hacerse
"de madera o de hierro, embutido en el suelo a nivel del pavimento o señalando
con una raya profunda, lo que será mejor. Los niños se colocan para leer sobre
estos semicírculos, el radio de cada semicírculo debe ser de cuatro pies
debiendo quedar un espacio de dos y medio pies entre cada uno de ellos"3 9

Ibíd., p.

136
Educación pública republicana

"Escuelas", en: El Eco de Antioquia, núm. 36, Medellín, 26 de enero de 1823, p. 148.
378 Lancaster, José, Manual del Sistema de Enseñanza, op. cit., p. 13.
Ibíd., 20-21.

pp.

137
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Obstáculos para el establecimiento de escuelas lancasterianas


El equipamiento de la escuela requería mucho más de lo expresado en "El Eco
de Antioquia", pero aun así la nueva República no disponía de fondos para
adquirir estos implementos y para adecuar la escuela. En muchos lugares ni
siquiera se contaba con pizarras porque en el país no las había. La mayoría de
materiales eran traídos desde Nueva York, uno de estos pedidos fue publicado en
la Gaceta de la Nueva Granada en 1834: "de la primera remesa de pizarras y
lápices para las escuelas primarias del Estado recibida de Nueva York en Santa
Marta y que se anunció en la gaceta última, se ha mandado hacer la siguiente
distribución entre las provincias litorales o más próximas a la costa"380 y se
enumeran las provincias con el número de pizarras y lápices que recibían
anunciando que más adelante se le enviaran cuadros de lectura y manuales para
su organización.
El periódico El Fósforo de Popayán criticaba en 1823 que tuvieran que
traerse las pizarras del extranjero, contando en Colombia con las materias primas
necesarias para su fabricación, "las riberas del Dagua es uno de los lugares en
donde se ven en más abundancia; hay puntos donde se encuentran las capas de
estas piedras desprendidas naturalmente de los cerros y en estado que con
poquísima preparación podrían formarse una cantidad de láminas suficiente para
proveer todas las escuelas que puedan establecerse en el Valle del Cauca"381 .
De otra parte, el país no tenía recursos, "la escasez y atraso de los fondos de
propios es el obstáculo más poderoso que encuentra la municipalidad para
establecer en esta capital la escuela de primeras letras conforme a la ley del
soberano congreso, como también para proveer otras obras que concibe de la
mayor importancia y utilidad pública"382 La esperanza de montar escuelas
quedaba puesta en el vecindario, pero éste a su vez se encontraba pobre y
aniquilado, se esperaba que la municipalidad hiciera gestiones para entregar
alguna casa de las secuestradas para que allí se estableciera la escuela de
primeras letras en 1821.
Los reportes del estado de la escuela de Maracaibo en 1824, manifestaban
que existía una escuela lancasteriana sostenida a costas de miserias y priva-

380 "Escuelas primarias", en: Gaceta de la Nueva Granada, núm. 135, Bogotá, 27 de abril de
1834)

"Educación Literaria'), en: BI Fósforo de Popayán, núm. 3, Popayán, 13 de febrero de 1823, pp.
17-18.

138
Educación pública republicana

AGN, Sección: República; Fondo: Ministerio de Instrucción Pública, t. 106. folio 20}r.
ciones "por algunas mezquinas dádivas con que le contribuyen los padres de los
niños"383 , y que aunque los maestros se habían formado en el método
lancasteriano, funciona una con el antiguo por no poder disponer de otros
recursos.
En Caracas, el mismo José Lancaster encontró dificultades para
implementar su sistema por incomprensión del método y porque "la
municipalidad no cumplió con los términos del contrato, en cuya exigencia el
libertador salvó la situación, mandando indemnizar al sabio inglés con dinero de
sus personales haberes"384
Documentos que expresan los inconvenientes para el establecimiento del
método lancasteriano en la escuela de Mérida, manifiestan que desde el año 1822
se había venido solicitando al reverendo obispo por intermedio de la
municipalidad para que estableciera la escuela, pero ello fue imposible porque
de una parte, no se contaba con fondos suficientes y de otra, porque el obispo
consideraba inútil e ineficiente el método de enseñanza mutua 385 • la fecha de
este reporte corresponde a 1827.
El otro inconveniente para la apertura de escuelas lancasterianas fue la
ausencia de maestros formados en el método, ello combinado con el hecho de
que los que se formaban podrían esperar años hasta que se destinaban fondos
para la apertura de la escuela386, como el caso del joven maestro que viajó de
Medellín a Bogotá para aprender el método y tuvo que esperar meses mientras
se recolectaba la plata entre los vecinos para adecuar la pieza destinada a la
escuela.
Los maestros formados en el método lancasteriano y que abrían la escuela
para su funcionamiento, no veían con buenos ojos el hecho de que a los tres
meses ya se les estuviera examinando, pues igual manifestaban no contar con los
haberes necesarios para impartir la instrucción: "Ojalá que los auxilios que se
me debían haber suministrado hubieran correspondido a las benéficas
disposiciones del gobierno. Ojalá que la aplicación, constancia y permanencia
de los jóvenes de esta escuela correspondiesen a los esfuerzos y sanas
intenciones

383 Ibíd.
384 Grisanti, Ángel, op. cit., p 111.

139
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

385 AGN, Sección: República; Fondo: Ministerio de Instrucción Pública, t. 106. folio 86r.
386 "Aviso Oficial", en: BI Eco de Antioquia, núm. 30, Medellín, 15 de diciembre de 1822, p.
124.
de las cuales me vi adornado desde el momento en que me encargué de esta
escuela de primeras letras"387
Hacia 1826, Riohacha no contaba con escuelas lancasterianas por no
disponer de maestros formados en dicho método, situación que obligó al
intendente a publicar aviso en la Gaceta de Cartagena para que quien estuviera
interesado en obtener el cargo se presentara a solicitar10388
En carta a José Manuel Restrepo proveniente de Cumaná (Venezuela) se
expresaban los inconvenientes por los cuales hacia 1828 no se habían establecido
escuelas en ningún cantón del departamento por el método de Bell y Lancaster:
primero porque la alteración del orden político en los dos últimos años no lo ha
permitido; segundo, por no haberse recibido en esta intendencia los modelos a
ejemplares de dicho método que debió remitir el gobierno conforme al Art. 12
del decreto orgánico o reglamento del plan de estudios, y tercero, porque sin los
modelos a que se refiere el motivo anterior no han podido formarse maestros
para la instalación de una sola escuela"389.
Los mayores obstáculos para la implementación al sistema lancasteriano
pueden resumirse en la falta de fondos para adecuar escuelas con todos los
requerimientos exigidos en cuanto a espacio y en materiales didácticos, y la
carencia de maestros formados en el método. Aunque existían algunas escuelas
normales, no se contaba con los fondos necesarios para trasladarlos a los lugares
en donde recibirían el curso; cuando podían tomar el curso, la escuela no estaba
adecuada.
Esta situación llevó a que se continuara con el uso del método antiguo, que
no requería ninguna adecuación de espacio, ni de materiales especiales, ni
formación del maestro; además, les facilitaba a los padres de familia el pago de
este maestro, quien por sus características, ganaba menos que otro formado en
el nuevo sistema.

Críticas al sistema lancasteriano


El manual del sistema de enseñanza mutua contemplaba que en tanto que su
escuela se proponía enseñar a leer, escribir y contar, los maestros sólo debían

140
Educación pública republicana

"Escuela Normal", en: Gaceta de Cartagena, núm. 163, Cartagena, 25 de septiembre de 1824,

388 "Aviso", en: Gaceta de Cartagena, núm. 229, Cartagena, 7 de enero de 1826) p. 4,
389 AGN, Sección: República; Fondo: Ministerio de Instrucción Pública; t. 106, folio 216 r y v.
manejar este tipo de conocimiento. Este elemento hizo que se empobreciera la
formación de los maestros y se requiriera la mínima instrucción para ejercer su
profesión y aunque la escuela lancasteriana no enseñaba la doctrina cristiana sino
que se dejaba esta formación a cargo de los padres. Si se requería el maestro, se
escogía el que tuviera todas las condiciones de la moral civil y religiosa, que
demostrara ser de buenas costumbres y, ante todo, piadoso.
El surgimiento de las escuelas normales lancasterianas de este período no
significaron un elemento importante, ni avanzaron la formación pedagógica de
los maestros, dado que el tiempo de preparación era muy corto y se debía dedicar
básicamente a que los maestros mismos aprendieran a leer y escribir
simultáneamente con los estudiantes que se desempeñarían como monitores. El
grueso de la formación se dedicaba a recibir las instrucciones de la manera como
tendrían que poner a funcionar la escuela, el trabajo de los monitores, la
organización de las clases, la organización de la biblioteca, la admisión de los
niños, la entrega de premios y castigos y la presentación de certámenes.
Las instrucciones que recibían los maestros los entrenaban más para
desempeñarse como capataz de una fábrica que para dirigir la formación
de los niños y los jóvenes. En este sentido no puede decirse que en los
inicios de la República se tuviera un maestro distinto, formado, instruido
y ante todo diferente del maestro colonial.
Con respecto a la función de los monitores, José María Triana exponía en
1824 que era "del todo imposible que un solo hombre pueda regir e instruir a un
gran número de niños como el que está a su cargo; que los monitores que se han
puesto para que le auxilien como son niños del mismo carácter de aquellos a
quienes van a gobernar; no sirven de otra cosa que para divertirse unos con otros
impunemente, protegiendo su ociosidad o encubriendo los defectos de los demás
niños que les están recomendados, y que por estos conocimientos no encuentra
otro arbitrio para facilitar la pronta educación de la juventud, sino es el de que
se pongan unos jóvenes de fuera de la escuela instruidos que sirvan de monitores
con el sueldo moderado de ocho pesos"390 Ante esta solicitud, José Manuel
Restrepo respondió que no se contaba con fondos nacionales para hacer más

141
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

aportes a la escuela y que cualquier solicitud que se hiciera al respecto debía


cursarse ante el cabildo de la ciudad, que también debía aportar a la educación.

390 AGN, Sección: República; Fondo: Ministerio de Instrucción Pública, t. 108, folio 282r.
En Chile también se hicieron críticas al sistema lancasteriano en este mismo
sentido, pues consideraban que al dejar la educación en manos de los monitores
se le restaba calidad, queda incompleta y se mal formaban los alumnos.
Consideraron insuficientes las pocas horas de instrucción que recibían los
maestros y los monitores; inadecuado el hecho de que los monitores tuvieran que
aprender y enseñar el mismo día, y sobre todo manejando un número tan elevado
de estudiantes, lo que los convertía en malos maestros y déspotas
administradores.
Asimismo, el tiempo dedicado a la enseñanza y los temas que se
desarrollaban eran reducidos, censuraron las prácticas de premiar y castigar a los
alumnos por los fracasos y adelantos que tuvieran"), mucho más si se manejaba
el concepto de premiar con dinero a los que sobresalían y castigar con arresto a
los que cometían las faltas. Por toda la escuela se exponía el motivo por el cual
eran castigados, colocándoles letreros con el nombre de la falta cometida y
haciéndolos pasearse por el salón para que los otros niños observaran.
El sistema lancasteriano no ofreció un desarrollo pedagógico en el sentido
de la formación del hombre, del nuevo ciudadano que requería la República o el
sujeto moderno de una nación libre e independiente. No. Sólo sirvió como una
forma de administrar masivamente la enseñanza de la lectura, la escritura y las
matemáticas a la población infantil de las clases pobres desde los i_nicios de la
República y hasta mediados del siglo XIX.
El método fue maquinal, insensible, fabril, en donde sólo se pronunciaban
órdenes que los niños y niñas debían obedecer, situación que no era difícil de
aprender, pues a ello se estaba acostumbrado desde la época colonial; no había
nada que pensar, nada que preguntar, nada que analizar, pues el sistema estaba
diseñado solo para obedecer. ¿Por qué se consideró que este sistema educativo
formaría al nuevo ciudadano? El proyecto de nación no tenía nada que ver con
el proyecto pedagógico que adoptó la República; más hubiera aportado a la
construcción del nuevo sujeto los postulados de educación social de Simón
Rodríguez, que esta propuesta lancasteriana.
Los padres y madres de familia y personas de la comunidad observaban que
el método no enseñaba a leer y escribir, pero ellos consideraban que era por la

142
Educación pública republicana

falta de recursos, tal como lo relata "El Conductor" en 1827: "Confesemos que
el mal viene de la escasez de recursos. Escuelas sin útiles, sin disciplina y

Amunategui, Solor, Domingo, op. cit., p. 23.


sin un competente número de silabarios jamás producirán útiles resultados; de
aquí nacen los atrasos en la lectura, de que tanto se lamentan algunos, pues
hallándose la escuela sin disciplina, los niños permanecen tan disipados como en
el antiguo método, no habiendo recompensas que los estimulen y satisfagan su
trabajo a los monitores, unos y otros descuidan de sus deberes, y finalmente no
siendo abundante el número de silabarios, no tienen dónde ejercitarse para
aprender con perfección la lectura 392
En Chile, los padres de familia también mostraron su preocupación por la
deficiente instrucción que recibían sus hijos en la escuela lancasteriana. Ello hizo
que el gobierno pusiera en consideración estas quejas, lo que ocasionó que se
tomara la decisión de dividir en dos secciones el instituto nacional en 1832: ('una
bajo el sistema antiguo, en la cual no debían admitirse sino 30 alumnos con una
pensión mensual de dos pesos, y otra gratuita, bajo el sistema lancasteriano, sin
limitaciones del número de alumnos 393
Teniendo en cuenta la decisión tomada, la junta directora de estudios
presentaba al público los siguientes argumentos, cuestionando el sistema
lancasteriano:

Por la mala organización y escasez de progresos que se observan en la escuela


gratuita a causa del método de la enseñanza mutua adoptado en ella, la junta ha visto
el resultado práctico de este sistema de enseñanza, que lejos de corresponder a las
esperanzas, no solo ha retardado el aprendizaje de los alumnos, sino que éste, al fin,
ha sido defectuoso: consecuencia natural de un método en que, abandonada la
enseñanza de un niño al escaso saber de otro mayor, contrae vicios que no se le
corrigen y en la lectura especialmente, sus progresos están restringidos por la corta
capacidad de un monitor. Así es que en el día se ve con dolor que apenas hay uno o
dos en cada clase que sepa leer correctamente. En atención a esto, la dirección de
estudios ha tenido a bien abolir en dicha escuela el método de la enseñanza mutua,
limitando a setenta el número de sus alumnos, que es el máximo a que pueden
extenderse la inmediata atención del maestr0394 .

143
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

Andrés Bello, Domingo Faustino Sarmiento y Simón Rodríguez fueron


opositores al método lancasteriano. Este último consideraba la enseñanza mutua
como un disparate, ya que el interés de Lancaster era hacer aprender la

"Enseñanza mutua", El Conductor, núm. 16, Bogotá, 27 de marzo de 1827, p. 64.


393 Amunategui Solor, Domingo, op. cit., p. 197.
394 Citado por: Amunategui Solor, Domingo, op. cit., p. 198.
Biblia de memoria. Veía inadmisible el hecho de que los estudiantes fueran a la
escuela a enseñar o a ayudar a enseñar en lugar de aprender. "Dar gritos y hacer
ringorrangos", decía, no era aprender a leer ni a escribir. Criticaba el método
memorístico, los ejercicios que hacían en la arena para entrenar la escritura y el
uso que le daban a la pizarra395 , pues todas estas técnicas no permitían el
aprendizaje de los niños.
Rodríguez consideraba que la deficiente formación que recibía un maestro
en el método lancasteriano lo hacía abandonar la profesión y volver «al oficio
que tenían, alarmados de las preguntas que les acarreaba su nuevo ejercicio"396
Llamaba a estas escuelas, "las escuelas de vapor", a las que ubicaba en la
categoría de escuelas "para la morralla — almacenes de muchachos,
enseñándose unos a otros a gritar y los maestros. (digo mal) los preceptores,
mandando (a uso de los pilotos) la maniobra: son escuelas de vapor, de la fuerza
de 100 caballos o ferrocarriles, que transportan en un soplo millares de
muchachos de la sima de la ignorancia al pináculo del saber"397
En el momento de mayor impulso a la escuela lancasteriana, ésta no logró
superar el establecimiento de las escuelas por el método antiguo, las cuales se
mantuvieron básicamente por el apoyo de los curas párrocos y los padres de
familia, sobre todo en los territorios más apartados.
Es muy posible que en la adopción del método lancasteriano en Colombia,
éste hubiese sido modificado, ya que en el Manual de Enseñanza Mutua sólo se
contemplaba leer, escribir y contar, pero de lo que dan cuenta los certámenes
públicos realizados en el país es de la enseñanza de temas diversos en la escuela
elemental partiendo de los estipulado, tanto en la legislación de 1821 como en el
plan de estudios de 1826, en donde se contemplaba la enseñanza de la religión,
la gramática la ortografía, la aritmética, la geometría, los derechos y deberes del
hombre y del ciudadano, la urbanidad, la buena crianza y el catecismo político
constitucional.

144
Educación pública republicana

395 Rodríguez, Simón, "Consejos de un amigo dados al Colegio de Latacunga: 1850", en: op. cit.,

Rodríguez, Simón, "Luces y virtudes sociales: 1840, en: op. cit., vol. 2, p. 187.
397 Rodríguez, Simón) "Extracto sucinto sobre mi obra sobre la educación republicana: 1849",
op. cit., voÍ. l, p. 247.
3.11 Cambios y desigualdades sociales en la educación
El posicionamiento que adquiere la educación en la República como instrumento
a través del cual se lograría la felicidad, el progreso y la libertad, fue
interiorizándose en la conciencia de los nuevos y futuros ciudadanos valorizando
el conocimiento y la educación. Esta valoración del saber quiso implementarse
en las escuelas inmediatamente se inició la República, lo cual se puede observar
en el reglamento para las escuelas de la provincia de Antioquia en 1819: La
división de estas clases será sensible y discretamente dispuesta en asientos de
gradas y numerados para que cada niño sepa dónde debe sentarse siempre, como
que la graduación de asientos es la única que denotará la antigüedad y
adelantamiento de cada uno'
Dicha disposición es importante si se tiene en cuenta que en el período
colonial la organización del salón de clase se daba de acuerdo con el estatus
social que tuviera cada niño, los acomodados e hijos de familias principales a un
lado y los pobres al otro, vigilando que no fueran a mezclarse y castigando a
quien hiciera alguna contraversión a la norma. En la República, esta situación es
desplazada por el "adelantamiento" o saber de los alumnos, lo que expresaba de
alguna manera un axioma moderno en cuanto a que los seres humanos se
diferencian más por lo que saben que por lo que tienen.
Sin embargo, este mismo reglamento también contemplaba uno de los
mecanismos que más daño ha causado al derecho de la educación contribuyendo
a engrosar las filas de la marginación social. En este período histórico fue usual
considerar que los niños nacían o no nacían con predisposición al estudio y para
el caso de los segundos, la mejor opción era no mantenerlos en el sistema
educativo. Así lo contemplaba dicho reglamento: "Los niños que sean
absolutamente desaplicados, o del todo ineptos, serán despedidos de las aulas en
virtud del examen anual. Este es un punto de mucho interés. Los padres
desengañados destinarán sus hijos a otra ocupación útil: la República literaria
quedará purgada de miembros inútiles y el Estado eclesiástico recobrará su
esplendor por medio de sujetos que unan la probidad a la sabiduna"399

145
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

398 Restrepo, José Félix, "Reglamento para las escuelas", op. cit., pp. 434-
435. 399 Ibíd., p. 200.
La expulsión de los niños de escuelas y colegios fue frecuente durante la
Gran Colombia. El reglamento del colegio de San Bartolomé de Bogotá también
lo contemplaba en este mismo sentido:

Avisar a los padres o recomendados de aquellos alumnos que no manifiesten


disposición para el estudio por falta de talento, a fin de que dispongan destinarlos a
otra carrera; avisar a los padres o recomendados de aquellos alumnos que
manifiesten una absoluta desaplicación, sobre los cuales no hayan hecho efecto las
correcciones y la perseverancia para inspirarles aplicación al estudio, a fin de que
sus dichos padres o recomendados los saquen del colegio y les den otro destin0 33.

Un cambio importante para hacer de la educación un privilegio de


todos fue la promulgación de la ley de 18 de abril de 1825, por la cual se
dispuso que la ilegitimidad no sería un obstáculo para obtener grados,
considerando que era un deber de la nación proteger a todos los
colombianos a quienes no podría prohibírseles cualquier género de trabajo
o de industriad01 Esta medida transformaba las costumbres coloniales que
excluía a los hijos ilegítimos de la educación, del trabajo y del derecho a
heredar. Medidas como éstas daban cuenta de la coherencia del
pensamiento republicano reflejado en la educación, ya que pensaba en la
inclusión social, aunque dichas medidas fueran desvirtuadas en los
reglamentos de algunas instituciones educativas que insistían en mantener
mecanismos de exclusión.
Una de las principales falencias de la educación republicana, sin desconocer
que fue el período histórico en que mayor impulso recibió la instrucción pública,
es el hecho de haberse pensado como un programa educativo curbano', que
dependía para su organización de escasos fondos oficiales, de la benevolencia de
los curas párrocos, de la cooperación de los padres de familia y de la beneficencia

33 Reglamento para el Colegio de San Bartolomé, Imprenta de Nicomedes Lora, Bogotá, 1837,

Santander, Francisco de Paula, "Decreto declarando que la ilegitimidad no es impedimento para


obtener grados en las universidades ni para recibirse de abogados", en: Gaceta de Colombia,
núm. 187, 15 de mayo de 1825, p. l.

146
Educación pública republicana

de las sociedades de apoyo a la instrucción. Si bien los desarrollos educativos de


la Gran Colombia contribuyeron en la alfabetización de un número
considerable de habitantes, dejó por fuera del sistema a la educación campesina,
tal como lo expresa un comunicado del Correo Semanal de Cartagena en 1831:
" ¿Por qué en el entusiasmo patriótico que tanto exalta a estas plumas
filantrópicas no se encuentra un rasgo a favor de la educación elemental de los
campesinos? ¿No merecen ellos ser contados en el número constitutivo de la
sociedad? "402
Dicho comunicado expresaba que dicha población no quería para sus hijos
colegios y más colegios, sino únicamente escuelas de primeras letras y elementos
de religión y de moral, donde pudieran conocer las primeras nociones de "la
ciencia, de los números y las artes necesarias a su profesión, la agricultura y la
veterinaria. He aquí la ambición de los campesinos403 y sea dicho con dolor ila
que más se descuida! La legislación emanada en el Congreso de Cúcuta no tuvo
efectos reales en la implementación de la educación campesina, dada la pobreza
extrema de sus habitantes: "Sin renta efectiva nunca tendrán civilización las
clases pobre y despreciada de los labradores, pescadores y jornaleros. Tampoco
habrá la esperanza en que los ricos quieran hacer el generoso sacrificio de una
parte de sus gastos superfluos para levantar el edificio de la educación de los
desgraciados montunos
De esta manera, durante la Gran Colombia la población campesina habría
quedado por fuera de la educación, ya que ni el gobierno, ni los curas párrocos,
ni los padres de familia tenían el dinero suficiente para apoyar la apertura de una
escuela de primeras letras. La esperanza para esta población estaba cifrada en la
Asamblea Constituyente para que se le designaran "fondos efectivos que
aseguren la estabilidad de las escuelas campesinas, independientemente de los
arbitrios de la contribución personal sobre individuos, en cuyas manos si rara
vez toca algún dinero es él muy escaso para su miserable alimento
Se consideraba completa la obra educativa republicana si toda la población
tenía acceso a las primeras letras, sobre todo la población más numerosa y útil a
la patria: la campesina. El periódico El Hércules ratificaba lo expuesto en el
Correo Semanal de Cartagena, considerando que la educación de la población
campesina era la más necesitada, ya que mientras todos los ciudadanos no
supiesen leer, escribir y algo de contar, no se podría alcanzar una libertad
perfecta406.

147
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

"Educación Pública", en: Correo Semanal, núm. 8, Cartagena, 12 de agosto de 1831, p. 2.


Ibíd. Ibíd.

406 "Remitido al los señores del Hércules", en: El Hércules, núm. I l, Bogotá, 24 de agosto de
1831,
Las exclusiones en el proyecto republicano venían de todas partes: de los
maestros hacia los alumnos que no sabían o no podían, del gobierno hacia la
población campesina y de los padres ricos hacia los padres pobres. Decía Simón
Rodríguez que las escuelas republicanas se dividían en dos especies: una para
niños decentes (es decir que pagaban bien) , que son enciclopédicas, para
hacer sabios a IO años, y otras, para la morralla"407 es decir, para el pueblo, para
los pobres que requerían de la educación gratuita.
De acuerdo con dicha segregación social y distinción de clase, los padres de
familia acomodados se negaron a que sus hijos compartieran las aulas con los
niños pobres. Así lo manifestó el director de la primera casa de educación en
1833 en Bogotá, cuando anunció al público en la Gaceta de la Nueva Granada:
"A los padres y tutores de aquellos niños que hasta ahora han asistido a oír las
lecciones que en dicha casa se dan, sin vivir dentro de ella, que en adelante les
será absolutamente imposible admitirlos en dicha clase. Fácil había sido al
director del establecimiento el continuar dispensando este beneficio si hubiere
obtenido el lugar apropiado que él apetecía; pero en la estrecha casa en que se
encuentra, esto le sería sobremanera embarazoso. Por otra parte, los padres de
los niños que viven dentro se oponen, y con razón, a que sus hijos se mezclen
con niños de la calle, sobre cuyas costumbres y adelantos no se puede tener la
misma vigilancia, bien porque los mismos padres no quieren tenerla, bien porque
el director no puede subdividir su cuidado y atenciones El comunicado termina
ratificando su decisión y solicitando no ser importunado por los padres que
quieran insistirle. Esta actitud de discriminación social recordaba las prácticas
similares que se mantuvieron en la Colonia con respecto a los prejuicios morales
y sociales frente a la mezcla de razas y de clases.

Síntesis
La construcción de la República necesitaba un nuevo sujeto social que fuera
capaz de interpretar los cambios políticos, sociales y culturales coherentes con
la independencia. Este sujeto se lograría a través de la educación, lo que

148
Educación pública republicana

Rodríguez Simón, "Extracto sucinto sobre mi obra sobre la educación republicana: 1849", op.
cit., vol. l, p. 247.
"Primera casa de educación de Bogotá", en: Gaceta de la Nueva Granada, núm. 98, Bogotá, ll
de agosto de 1833, p. 4.
necesariamente tenía que transformarse, primero para que llegara a toda la
población, segundo para que fuera instrumento idóneo en la formación de los
nuevos ciudadanos, y tercero para que sirviera de motor de cambio social,
económico, cultural, religioso y moral. La República necesitaba una población
instruida, capaz de sacar de la ignorancia, de la pobreza, del atraso y del
fanatismo a la patria; la libertad, la felicidad y el progreso se lograrían en la
medida en que la educación pública llegara a todos los ciudadanos.
El camino expedito para el logro de este ideal republicano se centró en la
tarea de construir y establecer escuelas de primeras letras en todo el territorio
nacional. La tarea se cumplió de la mejor manera, a pesar de continuar en guerra,
de tener una población sumida en el atraso y la ignorancia, de no tener fondos
públicos para el desarrollo social y de tener que inventarlo todo en la nueva
manera de ser libres, soberanos e independientes.
El congreso de Angostura de 1819 yla constitución de Cúcuta de 1821
sentaron las bases del primer sistema educativo republicano, dejando definida la
nueva organización de la instrucción pública que reformaba las viejas
costumbres coloniales, quitando privilegios y estableciendo igualdades en
derechos y deberes para todos los ciudadanos sin distinción de raza ni de clase.
El cambio social que ameritaba la República se centró en el establecimiento
de escuelas de primeras letras para su desarrollo, las cuales debían existir en
todas las ciudades, villas, parroquias y pueblos que tuvieran como mínimo cien
vecinos. El cumplimiento de esta meta colmó todas las acciones y esfuerzos del
gobierno, de los curas párrocos, de los padres de familia, de los vecinos y de las
sociedades de apoyo a la instrucción en los primeros quince años de la República
a partir de 1819. La gran mayoría de sectores de la población compartía el mismo
ideal con respecto al papel de la educación para el logro del progreso social.
Todos los esfuerzos durante este período se encaminaron a difundirla, ya que era
ella la que permitiría la construcción de una nación distinta.
La realidad social era precaria: escasez de escuelas, ausencia de población
instruida que pudiera desempeñarse como maestro de escuela pública,
desconocimiento de métodos modernos, ausencia de libros e insuficiencia de
recursos oficiales para sacar adelante el proyecto educativo republicano. Esta
situación fue sorteada de dos maneras: una, convocando a toda la nación para
que coadyuvara en la obra de la educación donando recursos, ofreciendo

149
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

espacios para la apertura de escuelas, pagando maestros, traduciendo libros, y


dos, adoptando el método pedagógico que permitiera avanzar la educación
partiendo de las condiciones concretas del país. El método que mejor respondía
a esta condición concreta fue el de enseñanza mutua o lancasteriano.
El proyecto pedagógico republicano adoptó el sistema de la enseñanza
mutua como mecanismo que permitiría la unificación del método. Para su
implementación se adoptó el reglamento de las escuelas británicas, las cuales
habían popularizado el método lancasteriano desde comienzos del siglo XIX. El
gobierno colombiano dispuso todas las condiciones posibles para su
establecimiento en Colombia, fomentando la apertura de escuelas, formando los
maestros, adecuando los espacios físicos de las escuelas y adquiriendo materiales
didácticos que el método requería importándolos desde el exterior. Pero esta
operatividad para la implementación del método se constituyó en el primer
obstáculo para lograr que se generalizara en el país, además de lo costoso que
resultaba y del tiempo que se invertía en una serie de trámites burocráticos. En
una República tan pobre como la Gran Colombia resultaba dificil sostener un
método pedagógico que no contaba con las materias primas básicas para su
implementación, como el hecho de tener que traer pizarras y lápices desde Nueva
York porque en el país no se producían.
En la difusión del método lancasteriano jugaron un papel muy importante
las diferentes sociedades de apoyo a la instrucción que se establecieron en el país
a partir de 1825, dado que ellas aportaron recursos valiosos para la apertura de
escuelas, el pago de los maestros, la traducción de los manuales y la entrega de
libros y premios para los niños.
Así como las sociedades contribuyeron en la difusión del método y en
el apoyo a la instrucción elemental, los curas párrocos, por su parte, junto
con los padres de familia se constituyeron en los principales actores
sociales que impulsaron y apoyaron el establecimiento de la educación
pública republicana.
El método lancasteriano se adoptó desde los inicios de la República
por considerar que para su desarrollo se requerían menos escuelas, menos
maestros y menos salarios. El objetivo de unificar el método no llegó a
cumplirse, de una parte porque no llegaron a instalarse el número de
escuelas suficientes en todo el país, y de otra, porque no todos los
maestros se formaron en el método lo que llevó a que se continuara
utilizando con mayor frecuencia el método antiguo.

150
Educación pública republicana

En la permanencia del método antiguo influyeron además otras


circunstancias: era más fácil porque cualquier persona que medianamente
supiera leer, escribir y contar podría desempeñarse como maestro siempre y
cuando acreditara su condición moral y religiosa; más barato porque por lo
general estos maestros ganaban menor salario, y porque no se requería mayor
inversión para la apertura de la escuela dado que no era necesario ningún
mobiliario especial, ni materiales específicos ni demasiados libros, ya que
bastaba con algunos catecismos que eran relativamente de fácil adquisición; y
más rápido porque los tramites para la apertura de la escuela sólo dependían de
que existiese la voluntad del cura párroco o de los padres de familia de apoyar
económicamente al maestro con el salario para que ésta se abriera. Estas
condiciones contribuyeron en la permanencia del método antiguo en las escuelas.
El plan de estudios de 1826 se constituyó en la propuesta de
organización de la educación republicana ya que a través de él se
definieron los niveles educativos desde la enseñanza elemental hasta la
educación superior, los tipos de establecimientos que se abrirían en el país
de acuerdo con la organización físico-política del territorio nacional, la
unificación del método pedagógico y el pénsum reglamentario para la
enseñanza elemental, secundaria y superior.
Este plan contempló además la organización de la Académica Literaria
Nacional para fomentar el estudio de las artes y las ciencias con el fin de difundir
los conocimientos útiles, e impulsó la creación de Sociedades de Amigos del
País, para promover las artes útiles, la agricultura, el comercio y la industria.
Los postulados de la educación republicana hicieron énfasis en lo que podría
llamarse la educación social, entendida como la educación popular o la
educación generalizada a través del establecimiento de la escuela para todos. En
este sentido, la legislación del período contempló diferentes disposiciones para
la educación de la población que durante el período colonial estuvo excluida de
ella.
Las leyes contemplaron la educación femenina, la educación para
huérfanos, hijos expósitos, vagos, mendigos e indígenas. Aunque su cobertura
no fue significativa, se sentaron las bases de una educación incluyente.
A pesar de los esfuerzos de la Gran Colombia por impulsar la educación y
de los logros significativos de este período, diferentes sectores continuaron en la
ignorancia, tal fue el caso de los campesinos a quienes no les alcanzó a llegar el
establecimiento de escuelas de primeras letras en este comienzo republicano,
dado que el primer proyecto educativo nacional estuvo particularmente centrado
151
De la educación doméstica a la educación pública en Colombia

y dirigido a los sectores urbanos, ubicados en pueblos provincias y ciudades, a


quienes les fue mucho más fácil participar y colaborar con la ejecución del
proyecto educativo republicano.

152
RUDECOIONIBIA IOAÑOS 7 89588 24 7939

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