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Cinco estrategias para mejorar el aprendizaje

El siguiente informe trata sobre “Leer y escribir en entornos académicos: cinco acciones
para docentes inclusivos” de Federico Navarro que es Doctor en Lingüística, Licenciado en
Letras y se desempeña como profesor asociado del Instituto de Ciencias de la Educación
en la Universidad de O´Higgins.

Navarro propone cinco acciones (preparar instructivos, pedir historias de literacidad, usar
ejemplos de textos como guía y revisión, desarrollar pautas de cotejo y enseñar a buscar
fuentes de confianza) que pueden ponerse en práctica en el aula para mejorar las
escrituras, lecturas y los aprendizajes.

El motivo de estas acciones es ayudar a los profesores, que no saben si los conocimientos
del lenguaje son o útiles debido a que hay textos hechos por los estudiantes que están
plegados de errores, si hay que enseñar o fomentar la lectura debido a que hay chicos que
se niegan a leer voluntariamente o que aspectos hay que focalizar de la retroalimentación.

El primer método es que los profesores produzcan instructivos con la explicación de la


tarea que esperan, con los pasos de elaboración, incluyendo ejemplos y sugerencias para
evitar problemas frecuentes.

La segunda estrategia es utilizar modelos de guía y revisión, mostrando textos bien


escritos que funcionan para los estudiantes ya que les da una idea de lo que espera el
docente, incluyendo recursos lingüísticos propios de la disciplina. Estos pueden ser
ejemplos con buena nota o comentar que fue clave para esa calificación.

Estos pueden resultar confusos o intimidantes por que no se comentan, ya que no queda
claro cuáles son las funciones esenciales u obligatorias o cuales son adicionales que puede
desarrollar pero no son obligatorias. También tienen varias ventajas debido a que
asemejan a los textos en los que están trabajando.

La experiencia en el aula muestra que los estudiantes identifica los errores que el docente
anticipó, asumiendo con naturalidad un rol crítico y experto, dando sugerencias de
reescritura a los demás.

Navarro (2020, p.9)

“El escritor maduro es aquel que logra identificar que debe modificar en su texto,
como también determinar una estrategia exitosa para hacerlo. En contraste, el
escritor inmaduro no logra identificar con facilidad que es lo que no funciona en su
texto, muchos menos cómo hacer para que mejore”
El tercer procedimiento es generar pautas de cotejo con una lista de actividades
esperadas o criterios a considerar, para que los aprendices puedan evaluar y
autoevaluarse con sus pares sobre sus escritos antes de la publicación final, asegurando
un nivel mínimo de calidad como asimismo adquiriendo las habilidades de revisión
transferibles de un escritor maduro.

Una lista del rendimiento esperado o los criterios que deben tenerse en cuenta, permite
que los alumnos puedan verificar fácilmente si su texto está listo para enviarse. De igual
manera no agota la retroalimentación orientada a la escritura de los productos como
también los criterios de evaluación del desempeño.

La cuarta técnica es solicitar historias de literacidad para que los discípulos hagan una
historia sobre ellos de acuerdo con su entorno profesional como personal. Esto les
muestra que son escritores en desarrollo del mismo modo que deben analizar su
alfabetización académica.

Esta elaboración denominada biografía permite rehacer una autobiografía de los hábitos y
capacidades de lectoescritura, además que, reconstruye como así mismo valida la
formación letrada para toda la vida.

Una estrategia es la elaboración de perfiles de escritores, aunque no son universales,


sirven para reflexionar la diversidad que existe como también las diferentes maneras de
abordar y recorrer el proceso de escritura.

* Helicóptero: el autor tiene una visión amplia y general de la escritura.

* Buzo: siente ganas de escribir y se zambulle en la redacción sin ver la estructura.

*Puzzle: tiene varios archivos sobre el tema buscando ajustarlo para que tenga sentido

*Caos: este no se regula al momento de escribir, en ocasiones lo hace espontáneamente


pero en otras le cuesta llenar la hoja.

*Ladrón serial arrepentido: “toma prestadas” ideas de otros que las vuelca en su escrito,
se da cuenta del “robo” y empieza de nuevo armando una idea propia con la conciencia
tranquila.

Otra es compartir historias de literacidad con estudiantes de años previos (Navarro 2013)
o autores profesionales que tienen problemas o usan técnicas especificas para escribir
(Romagnoli, 2018)

La quinta forma es que los profesores expliquen cómo encontrar fuentes de cada
disciplina como de igual forma determinar si es valida o no.
Un ejemplo es https://scielo.org que registra datos para elaborar índices de revistas de
calidad, con acceso gratis y en todos los idiomas según la disciplina, buscando medios de
información de los últimos años.

Criterios para una búsqueda:

*Actualidad del medio de información

*Usar búsqueda avanzada con operadores (AND, OR, AND NOT)

*Si el autor es de prestigio o que institución reconocida lo avala.

*Enseñar a diferenciarlas

*Esta debe estar impresa para revisar, verificar y citar.

Esta tarea debe estar asociada con enseñar estrategias de lectura, para que con estos
datos se puede armar tablas de comparación, siguiendo ciertos criterios como: su
propósito, cuando se hizo, nacionalidad e institución de los autores, en que disciplina se
formaron, idioma de origen del escrito para ver si la traducción está bien hecha.

En conclusión, estas acciones se comprobaron en clases para modernizar los procesos de


enseñanza atreves de la lectura y la escritura académicamente en el nivel medio y
superior. Estos no sustituyen los contenidos disciplinares si no que ofrecen métodos para
ampliarlos.

Sirven para alfabetizar en las materias disciplinares evitando memorizar textualmente


como también incentivar la participación, creatividad, motivación y la responsabilidad en
los aprendices.

Adquiriendo las competencias como también demostrando lo que sabemos atreves de


evaluaciones de textos.

Los beneficios de este proceso son mejor desempeño, mejor aprendizaje como también
mejor clima en el aula.

Con respecto a lo que propone el autor concuerdo con estas estrategias, ya que no solo
mejoran el aprendizaje como también la lectoescritura de los estudiantes que le servirán
en su integración a la universidad como también la secundaria, sino que también que
facilita el trabajo del docente al corregir las actividades como también mejora las
estrategias para enseñanza.
Cómo citar este texto: Navarro, F. (2020). Leer y escribir en entornos académicos: cinco acciones
para docentes inclusivos. En Especialización en Lectura, Escritura y Educación. Buenos Aires, Flacso
Virtual- Argentina

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