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40 El Gozo Inagotable
40 El Gozo Inagotable
I. El gozo es acompañante de la fe
Ese gozo que todos estamos buscando sólo puede venir de una fuente.
Sólo viene cuando estamos caminando con Dios. Por ejemplo, David dice al
Señor en el Salmo 4:7: Tú has hecho que mi corazón rebose de alegría,
alegría mayor que la que tienen los que disfrutan de trigo y vino en
abundancia (NVI).
Mejor es la presencia y la bendición de Dios, dice el rey David, que todo lo
mejor que el mundo puede ofrecer. Mejor es estar bien con Dios que tener
la prosperidad mundana. Lo que tenemos que entender es que el gozo es
producto de caminar con Dios.
Así como el hombre que pensaba que la corbata era un accesorio ridículo e
innecesario, creemos que Dios es un estorbo en nuestra búsqueda por la
felicidad cuando en realidad es sólo él quien nos la puede dar.
Donde hay fe, Dios nos imparte su gozo mediante una persona que viene a
vivir dentro de nosotros.
Otro ladrón del gozo es la falta de fe. Dijimos en el principio que el gozo es
acompañante de la fe. Si permitimos que nuestra fe flaquee en vez de
alimentarla, nos daremos cuenta de que nuestro gozo también se
desvanece.
Todas estas cosas son como ladrones que vienen secretamente para
robarnos el gozo. Tenemos que protegernos contra ellos, como quien
instala chapas en las puertas y rejas en las ventanas para proteger sus
bienes. El gozo no es algo que podamos fabricar; el Espíritu Santo lo da.
Más bien, es algo que tenemos que proteger de las cosas que nos lo
quieren quitar.
Un hombre del tercer siglo después de Cristo estaba a punto de morir.
Tomó pluma en mano para escribirle estas palabras a un amigo. Es un
mundo malo, increíblemente malo. Pero en medio de este mundo, he
encontrado un pueblo tranquilo y santo que ha aprendido un gran secreto.
Ellos han hallado un gozo que es mil veces mejor que cualquier placer de
nuestra vida pecaminosa. Son despreciados y perseguidos, pero no les
importa. Son amos de sus propias almas. Han vencido al mundo. Son
cristianos - y yo soy uno de ellos.
Si ya eres creyente, pero no estás viviendo con el gozo que Dios te ofrece,
identifica el estorbo para que puedas quitarlo y disfrutar de ese gozo pleno
que Dios desea para ti.