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El interrogatorio es una entrevista que comúnmente emplean los agentes del

orden, el personal militar, las agencias de inteligencia, los sindicatos del crimen
organizado y las organizaciones terroristas con el objetivo de obtener información
útil, en particular información relacionada con un presunto delito.
Existen dos tipos de interrogatorios por su forma :
Recuperación narrativa: es cuando simplemente se le pide al interrogado que
cuente los hechos tal y como le parecieron, se debe pedir que por favor recuerde
todo lo que más pueda, que se exprese sin ningún problema, que use su
lenguaje , se debe dar pena confianza para que el testimonio sea el mejor.
Recuperación Interrogativa: esta se desarrolla de una con una previa elección de
preguntas las cuales ya fueron diseñadas para el interrogado, esto puede ser de
manera explícita o implícita, en este caso los recuerdos o sucesos que se piden ya
van más encaminados específicamente a la pregunta.
OBJETIVOS DEL INTERROGATORIO
El objetivo principal del interrogatorio es extraer del testigo toda la información
indispensable para acreditar el elemento factico de nuestra teoría del caso, ante
la presencia del Juez de control o bien del Tribunal de enjuiciamiento, lo cual nos
va permitir lograr los objetivos o metas que nos hayamos propuesto según el
lado en que nos encontremos como ya lo mencionamos anteriormente, que puede
ser como asesor jurídico quien coadyuva con el fiscal para lograr sus
pretensiones, o como abogado defensor quien a su vez defiende los intereses del
imputado o acusado.
Como llevar acabo un interrogatorio
Las pautas para un buen interrogatorio:
Es el testigo quién tiene que ingresar la información.
Que el interrogatorio guarde un orden y secuencia cronológica.
El interrogatorio no debe extralimitarse en el número de preguntas, evitando
cansar al Juez o que el testigo se exceda.
Que el interrogatorio tenga un objetivo y que guarde estricta relación con el tipo
penal.
Tener en cuenta las fortalezas y debilidades del testigo, eso quiere decir que se
debe de conocer al testigo.
Adelantarse a las posibles preguntas de la defensa.
1. Control
Un interrogador tiene que controlar a su testigo muy de cerca, sin dejarle ninguna
escapatoria, como eludir las respuestas difíciles con descripciones largas,
calculadas para distraer, también tiene que controlar la dirección y el ritmo del
interrogatorio.
2. Velocidad
Un testigo que diga menos de la verdad absoluta necesita tiempo para meditar sus
respuestas y darles forma, un tiempo que no hay que permitirle. Un interrogatorio
eficiente tiene que llevarse a cabo a un ritmo casi implacable, uno que no le da al
testigo que trata de fabricar sus respuestas el tiempo suficiente para lograrlo.
3. Memoria
El interrogador debe tener la cabeza llena de una multitud de datos y de
información, obtenidos de cualquier declaración previa que haya hecho el testigo,
el testimonio que otros testigos relacionados han dado o van a dar, así como de
todos los documentos relativos y otros tipos de evidencia; además debe tener una
imagen clara de los detalles de la escena del acontecimiento si es que hubo
alguno. Sus manos tienen que estar libres la mayor parte del tiempo, y sus ojos
tienen que estar clavados en el testigo. Si necesita consultar constantemente
notas u otros materiales escritos, entonces sacrificará algo esencial: la velocidad.
4. Sintaxis
Las preguntas tienen que formularse con rapidez, pero con precaución. Tienen
que ser claras e inequívocas, estar formadas por oraciones simples y no
compuestas, de manera que no sean legalmente objetables, y estructuradas de tal
manera que requieran una respuesta afirmativa o negativa la mayor parte de las
veces.
5. Lógica
La mayor parte de las preguntas, incluso aquellas destinadas a ridiculizar, tienen
que formularse dentro de un contexto lógico. Sin embargo, pueden estar —y a
menudo están— fuera de orden, o yuxtapuestas una a otra, pero el objetivo final
es obtener las respuestas que, en su conjunto, contradicen lo que el testigo
debiera haber dicho si su relato correspondiera a la realidad.
6. Momento oportuno
Se necesita mucho tino para saber aprovechar las oportunidades que se
presenten durante el interrogatorio.
Una vez que se ha arrinconado a su testigo, el golpe en la yugular debe darse
antes de que el testigo se haya pertrechado para repeler el ataque. También, si le
es posible, antes de cualquier receso trate de dejar al auditorio en un ambiente de
duda y de suspicacia en cuanto a la veracidad del testigo, a fin de que esta
impresión penetre y se refuerce en las mentes de los jurados durante esa
interrupción.
7. Actitud
La manera en la cual un interrogador trata a un testigo tiene que ser adecuada a
las circunstancias. Uno no utiliza un tono de voz fuerte, lleno de sarcasmo,
tratándose de una persona anciana, atractiva y agradable, ni con un niño. En
cambio, es propio manifestar desdén o incluso mofa mediante las actitudes,
gestos o el tono de la voz ante un testigo que miente, y esto se hace cada vez en
forma más marcada conforme él prosigue su relato.
8. Terminación
Un interrogador debe saber cuándo retirarse de la escena en el clímax sin insistir
que se cubra todo exhaustivamente todo lo que dijo el testigo ni lo que podría ser
de su conocimiento. Según lo que aconsejara Alicia en el país de las maravillas:
“camine hasta llegar a un final, y deténgase”. Saber cuándo, dónde y cómo
suspender un interrogatorio es una de las últimas cosas que aprenden los
abogados litigantes.
Limitaciones en el interrogatorio
 Es vital recordar que, aunque el interrogatorio es una herramienta
poderosa, existen límites:

 Respeto a la dignidad: No se pueden realizar preguntas que atenten contra


la dignidad de la persona.

 Pertinencia: Las preguntas deben ser relevantes para el caso. No se


pueden hacer cuestionamientos innecesarios o que no tengan relación con
el proceso.

 No inducción: Las preguntas no deben ser sugestivas o inducir a una


respuesta específica.

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