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Preparación del proceso

Introducción

1. Todo proceso civil de declaración comienza con la presentación de una


demanda. Pero antes de que el demandante presente la demanda se habrán
realizado ciertas actividades previas tendentes a la preparación del proceso. En el
ámbito de la justicia civil, la mayor parte de esas actividades preprocesales y
extraprocesales que los justiciables han de desplegar, o pueden desplegar, no están
reguladas por el Derecho. Se tratará de actividades, normalmente a realizar por el
abogado, consistentes en la formulación de reclamaciones extrajudiciales, el
intento de llegar a un acuerdo, el estudio y preparación del caso, la búsqueda de
fuentes de prueba, etc. La preparación del proceso civil es algo que, como regla, el
ordenamiento no regula y deja en manos de los justiciables y de sus abogados.

Ahora bien, junto a estas actividades previas al proceso que no están


jurídicamente reguladas, hay otras que sí tienen una regulación, porque se realizan
por y ante órganos públicos, judiciales o administrativos y, por tanto, esas
actividades deben estar jurídicamente reguladas. Se trata de ciertas actividades
que, según los casos, el futuro demandante puede realizar antes de presentar la
demanda. Se trata, por tanto, de actividades meramente facultativas (por ejemplo,
las diligencias preliminares y el acto de conciliación). Por otra parte, en unos
casos la finalidad de esa actividad es preparar el proceso (por ejemplo, en el caso
de las diligencias preliminares), es decir, obtener ciertos datos necesarios para
poder presentar una demanda, mientras que en otros casos su finalidad es
justamente evitar el proceso (así, la conciliación). Finalmente, entre esas
actividades regladas previas al proceso, las hay que son aplicables sólo en
determinadas materias (por ejemplo, las llamadas diligencias de comprobación de
hechos en materia de propiedad industrial) -y de las que, dado su carácter
específico, no vamos a ocuparnos ahora-, mientras que otras son aplicables con
carácter general. De éstas últimas es de las que nos vamos a ocupar: las
diligencias preliminares y la conciliación.

Es común a todas estas actividades previas al proceso que en ellas no se ejerce


jurisdicción, no son actividades propiamente jurisdiccionales. Las diligencias
preliminares y el acto de conciliación porque aunque son, con carácter general,
actividades judiciales (siempre los son las diligencias preliminares y sólo en
ciertos casos el acto de conciliación), es decir, se realizan por y ante un tribunal,
no tienen naturaleza jurisdiccional, es decir, se engloban dentro de la llamada
jurisdicción voluntaria o, lo que es lo mismo, se trata de actividades
encomendadas a los órganos judiciales donde no existe una verdadera
controversia entre partes.

Las diligencias preliminares

2. Concepto y finalidad. Reciben el nombre de diligencias preliminares una serie


de actividades previas al proceso cuya realización se puede solicitar a los
tribunales con la finalidad de preparar aquél, obteniendo datos que le son
necesarios al futuro demandante para la presentación de su demanda. Se trata de

1
una actividad judicial no jurisdiccional, facultativa y de preparación del proceso.
Mediante las diligencias preliminares quien las solicita puede averiguar hechos
relevantes a los efectos de decidir presentar o no una demanda, o de decidir frente
a quién debe dirigirse la demanda. Los hechos que se pueden averiguar a través de
las diligencias preliminares se refieren normalmente a quién tiene la legitimación
pasiva en el futuro pleito, es decir, frente a quién habrá de dirigirse la demanda,
aunque hay algunas diligencias preliminares a través de las cuales se pueden
determinar otros extremos, como la legitimación activa (v. art. 256.1.6º LEC), o
hechos fundamentales para el éxito de la demanda (art. 256.1.3º LEC). Las
diligencias preliminares no constituyen prueba anticipada, aunque en algunos
casos la frontera entre ambas instituciones sea borrosa. Mientras el fundamento de
la prueba anticipada está en el riesgo de que si se espera a la práctica de un medio
de prueba en su momento procesal normal, la misma puede ser imposible, el
fundamento de las diligencias preliminares está en la imposibilidad de que el
futuro demandante obtenga por sí mismo y sin auxilio de la autoridad judicial
ciertos datos necesarios para poder presentar una demanda.

Las diligencias preliminares se encuentran reguladas en los arts. 256-263 LEC,


que forman el Capítulo II del Título I del Libro II. Aunque la doctrina las
considera actuaciones de jurisdicción voluntaria y la jurisdicción voluntaria ha
quedado fuera del ámbito objetivo de la LEC, en este caso el legislador ha hecho
una excepción a esa regla. Probablemente, la razón de que la LEC regule las
diligencias preliminares pese a ser actos de jurisdicción voluntaria debe buscarse
en la necesidad que había de introducir cambios en su regulación para darles
mayor eficacia, lo que no debía esperar hasta la aprobación de una futura Ley de
Jurisdicción Voluntaria.

3. Clases de diligencias preliminares. Las diligencias preliminares son numerus


clausus. Son las que de forma tasada señala el art. 256.1 LEC.

A) Declaración de hechos o exhibición de documentos sobre capacidad,


representación y legitimación (art. 256.1.1º LEC). Todo juicio podrá prepararse
"por petición de que la persona a quien se dirigiría la demanda declare, bajo
juramento o promesa de decir verdad, sobre algún hecho relativo a su capacidad,
representación o legitimación, cuyo conocimiento sea necesario para el pleito, o
exhiba los documentos en los que conste dicha capacidad, representación o
legitimación".

A través de esta diligencia el solicitante puede pretender averiguar, por ejemplo, si una persona
tiene la condición de sucesor de otra, que es con la que contrató, o si una persona es el
representante legal de una persona jurídica.

B) Exhibición de cosa mueble (art. 256.1.2º LEC). Esta diligencia consiste en


solicitar a la persona "a la que se pretenda demandar que exhiba la cosa que tenga
en su poder y a la que se haya de referir el juicio".

Esta diligencia, heredera de la actio ad exhibendum romana, tiene pleno sentido para determinar a
priori si la persona requerida está en la posesión de la cosa a los efectos de ejercitar una acción
cuya estimación implique la entrega de la misma, ya se trate de una acción real o personal. En la
ALEC esta diligencia preliminar podía ir seguida de una medida cautelar de depósito de la cosa.

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Aunque la LEC no lo establezca ahora expresamente, esa posibilidad sigue existiendo con arreglo
a las normas generales de las medidas cautelares.

C) Exhibición de un acto de última voluntad (art. 256.1.3º LEC). Consiste en la


"petición del que se considere heredero, coheredero o legatario, de exhibición, por
quien lo tenga en su poder, del acto de última voluntad del causante de la herencia
o legado".

El único requisito que se ha considerado necesario para poder solicitar esta diligencia es acreditar
la muerte del causante. Sería contradictorio con el contenido de la diligencia exigir al solicitante
que acreditase su condición de heredero o legatario.

D) Exhibición de documentos y cuentas de sociedades o comunidades (art.


256.2.4º LEC). En este caso el juicio puede prepararse "por petición de un socio o
comunero para que se le exhiban los documentos y cuentas de la sociedad o
comunidad, dirigida a éstas o al consocio o condueño que los tenga en su poder".

Son muy variados con arreglo al Derecho sustantivo los supuestos de sociedades o comunidades
de bienes en que los socios y comuneros tienen derecho a conocer documentos y cuentas de una
sociedad. En este caso lo único exigible es acreditar prima facie su necesidad para poder entablar
una demanda.

E) Exhibición del contrato de seguro de responsabilidad civil (art. 256.1.5º LEC).


Se trata de la "petición del que se considere perjudicado por un hecho que pudiera
estar cubierto por seguro de responsabilidad civil, de que exhiba el contrato de
seguro por quien lo tenga en su poder".

La finalidad de esta diligencia es clara. Si existe un seguro de responsabilidad civil se puede


demandar también a la aseguradora.

F) Petición de la historia clínica (art. 256.1.5º bis LEC). El proceso podrá


prepararse mediante "petición de la historia clínica al centro sanitario o
profesional que la custodie, en las condiciones y con el contenido que establece la
Ley".

El contenido de esta diligencia ha de interpretarse de conformidad con la legislación sustantiva. En


este sentido, el art. 18 de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía
del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica,
regula el derecho de acceso a la historia clínica. Se trata de una diligencia que será útil cuando el
interesado quiera ejercitar una acción de responsabilidad civil derivada de una negligencia médica.

G) Concreción de las personas integrantes de un grupo de afectados (art. 256.1.6º


LEC). Esta diligencia preliminar consiste en la "petición de quien pretenda iniciar
un proceso para la defensa de los intereses colectivos de consumidores y usuarios
al objeto de concretar a los integrantes del grupo de afectados cuando, no estando
determinados, sean fácilmente determinables. A tal efecto el tribunal adoptará las
medidas oportunas para la averiguación de los integrantes del grupo, de acuerdo a
las circunstancias del caso y conforme a los datos suministrados por el solicitante,
incluyendo el requerimiento al demandado para que colabore en dicha
determinación".

H) Petición de información o exhibición de documentos cuando se pretenda


ejercitar una acción por infracción de un derecho de propiedad industrial o

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intelectual cometida mediante actos desarrollados a escala comercial (art.
256.1.7º y 8º LEC).

Estas diligencias fueron añadidas por la Ley 19/2006, de 5 de junio, por la que se amplían los
medios de tutela de los derechos de propiedad intelectual e industrial y se establecen normas
procesales para facilitar la aplicación de diversos reglamentos comunitarios. La Directiva
2004/48/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, prevé la adopción de
ciertas medidas que han de aplicarse a los actos que se lleven a cabo a escala comercial con el fin
de aproximar las legislaciones de los Estados y garantizar un elevado nivel de protección de los
derechos de propiedad intelectual e industrial. Se entiende por actos realizados a escala comercial
los que se dirigen a obtener un beneficio económico o comercial directo o indirecto. La Ley
19/2006 ha concretado estas medidas en dos nuevas diligencias preliminares mediante las que se
puede solicitar la obtención de datos sobre el origen y las redes de distribución de mercancías o
servicios o la exhibición de documentos bancarios, financieros, comerciales o aduaneros,
producidos en un determinado tiempo y que se presuman en poder de quien sería demandado
como responsable.

I) Otras diligencias previstas en leyes especiales (art. 256.1.9º LEC). Por último,
la LEC establece que un juicio puede prepararse "por petición de las diligencias y
averiguaciones que, para la protección de determinados derechos, prevean las
correspondientes leyes especiales". Esta previsión no contradice la afirmación
anterior de que las diligencias preliminares son numerus clausus. Lo que sucede
es que la LEC hace una remisión a otras diligencias que puedan estar
expresamente previstas en leyes especiales.

Actualmente esta remisión debe entenderse hecha a los arts. 129-132 de la Ley de Patentes, en los
que se regulan las denominadas diligencias para comprobación de hechos, que son aplicables
tanto en los litigios sobre patentes, como por remisión, en los litigios sobre marcas (v. art. 40 de la
Ley de Marcas) y sobre competencia desleal (v. art. 24 de la Ley de Competencia Desleal). Lo
cierto es que estas diligencias de comprobación de hechos exceden de la finalidad propia de las
diligencias preliminares, consistente en la preparación del proceso mediante la obtención de
ciertos datos, y se acercan más a la prueba anticipada, si bien la diferencia con ésta estriba en que
aquí no hay un riesgo de que en el futuro la prueba no se pueda practicar, sino la imposibilidad de
acceder a la fuente de la prueba.

Cabe plantearse, por último, si el carácter de numerus clausus de las diligencias preliminares es
adecuado o no. En contra de ello se puede argumentar que cabe que haya datos necesarios para
preparar un proceso que no se pueden obtener a través de ninguna de las diligencias legalmente
previstas. Pero en tal caso, además de postular, en su caso, una ampliación del art. 256 LEC,
bastaría con interpretar flexiblemente los casos tasados en la ley. La opción de convertir las
diligencias preliminares en numerus apertus tendría, sin embargo, el grave riesgo de que
desbordaran su finalidad preparatoria del juicio y se convirtieran en un arma de presión y en una
forma de anticipación injustificada de la prueba.

4. En cuanto a la tramitación de las diligencias preliminares, deben resaltarse los


siguientes puntos.

A) Competencia. Corresponde al Juzgado de Primera Instancia o de lo Mercantil


del domicilio de la persona que deba cumplir el contenido de la diligencia, es
decir, "la persona que, en su caso, hubiere de declarar, exhibir o intervenir de otro
modo en las actuaciones que se acordaren para preparar el juicio" (art. 257.1
LEC). Se trata de un fuero concebido para facilitar la práctica de la diligencia,
pero también, en su caso, la oposición de la persona que debe cumplirla. En el
caso de las diligencias previstas para la concreción de los integrantes de un grupo
de afectados, para la obtención de datos o exhibición de documentos en materia de

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propiedad intelectual e industrial o, por último, las previstas en leyes especiales
(art. 256.1.6º, 7º, 8º y 9º LEC) "será competente el tribunal ante el que haya de
presentarse la demanda determinada". También con la finalidad de facilitar la
tramitación de la diligencia, no se permite que la competencia pueda impugnarse a
instancia de parte por vía de declinatoria, aunque el tribunal debe controlar de
oficio su competencia (art. 257.2 LEC).

B) Postulación y defensa. Los arts. 23.2.3º y 31.2.2º LEC establecen que la


intervención de procurador y abogado no es preceptiva para solicitar "medidas
urgentes con anterioridad al juicio". Por tanto, sólo si se acreditara la urgencia
(por ejemplo, por próxima caducidad de la acción), se podría considerar no
preceptiva la intervención de procurador y abogado en las diligencias
preliminares.

C) Procedimiento. El procedimiento se compone de los siguientes trámites:

a) Solicitud. El procedimiento se inicia con una solicitud escrita (no se trata de


una demanda, porque no inicia un proceso propiamente) en la que "se expresarán
sus fundamentos, con referencia circunstanciada al asunto objeto del juicio que se
quiere preparar", sin que se impongan especiales requisitos formales (art. 256.2
LEC).

b) Decisión y citación para la práctica de la diligencia. Examinados los


presupuestos exigidos en cada caso, el tribunal procede a estimar o rechazar la
solicitud (art. 258.1 LEC). Esta decisión, en forma de auto, se adopta sin
audiencia previa de la persona que ha de cumplir la diligencia. Frente al auto no
cabe recurso alguno si acuerda la diligencia y cabe apelación si la deniega (art.
258.2 LEC). Si se acuerda la práctica de la diligencia, en el mismo auto el tribunal
citará y requerirá a los interesados a ese efecto.

c) Oposición. Acordada la práctica de la diligencia y citadas las partes para su


práctica, la parte que debe cumplirla puede bien acceder a ello, o bien formular
oposición a su práctica mediante escrito que debe presentarse en los cinco días
siguientes a la recepción de la citación (art. 260 LEC). Formulada oposición por
el requerido a la práctica de la diligencia, se cita a las partes a una vista que se
celebra en la forma establecida para el juicio verbal. Celebrada la vista, el tribunal
dicta auto estimando o desestimando la oposición. Si la desestima, contra el auto
no cabe recurso alguno y ha de condenarse en costas al requerido. Si la estima,
cabe recurso de apelación.

d) Práctica de la diligencia. La práctica de la diligencia se realizará dentro de los


diez días siguientes en la sede de la oficina judicial o en el lugar y del modo que
se consideren oportunos. Especifica la ley que cuando la diligencia consista en la
exhibición o examen de documentos, el solicitante podrá acudir, a su costa,
asesorado por un experto en la materia. También aclara la ley que, con el fin de
garantizar la confidencialidad, se podrá ordenar la práctica del interrogatorio a
puerta cerrada y declarar confidenciales los documentos exhibidos, a instancia de
cualquier interesado, si se trata de las diligencias previstas para preparar el
proceso en el que se ejerciten acciones por infracción de derechos de propiedad
intelectual o industrial (art. 259 LEC).

1
e) Negativa a llevar a cabo la diligencia. En caso de que la persona requerida no
atienda el requerimiento, los efectos varían en función de cuál sea el contenido de
la diligencia, pero en todo caso la LEC trata de dar la mayor efectividad a la
omisión a favor del solicitante. Esa efectividad pasa, según los casos (v. art. 261
LEC), o por la coerción en la práctica de la diligencia mediante medidas de
entrada o registro u otras medidas de intervención, o por tener por ciertos en el
ulterior proceso los hechos que el solicitante trataba de averiguar, sin perjuicio de
la responsabilidad penal en que se pudiera incurrir por desobediencia a la
autoridad judicial.

f) Gastos y caución. Los gastos que se ocasionaren a las personas que hubieren de
intervenir en las diligencias serán a cargo del solicitante. Aparte de ello, el
solicitante debe ofrecer, y el tribunal acordar, la prestación de una caución por los
daños y perjuicios que se pudieran ocasionar a las personas requeridas si, tras la
práctica de la diligencia, no se interpone demanda alguna. Si la caución ordenada
por el tribunal no se prestase en tres días, contados desde que se dicte el auto que
conceda las diligencias, el Letrado de la Administración de Justicia ordenará
mediante decreto el archivo definitivo de las actuaciones (v. arts. 256.3, 258.3 y
262 LEC).

El acto de conciliación

En el Título IX de la Ley 15/2015, de 2 de Julio, de la Jurisdicción


Voluntaria se regula lo que se denomina “de la conciliación”.

El acto de conciliación se encontraba antes regulado en la Ley de


Enjuiciamiento Civil de 1881, permaneciendo la vigencia de tal procedimiento
después de la entrada en vigor de la Ley 1/2000, de Enjuiciamiento Civil. Del
contenido de los artículos 460 a 480, después de la reforma de 1984, se desprendía
claramente que la conciliación no era obligatoria sino tan sólo facultativa, esto es,
no era necesario intentar una conciliación para luego interponer una demanda. Así
en el proceso civil se puede o no acudir a la conciliación previa.

1).- Ámbito de aplicación

En el artículo 139 de la Ley 15/2015, de 2 de Julio, de la Jurisdicción


Voluntaria se regula lo que se denomina “procedencia de la conciliación” y se
dispone que “1. Se podrá intentar la conciliación con arreglo a las previsiones de
este Título para alcanzar un acuerdo con el fin de evitar un pleito. La utilización
de este expediente para finalidades distintas de la prevista en el párrafo anterior
y que suponga un manifiesto abuso de derecho o entrañe fraude de ley o procesal
tendrá como consecuencia la inadmisión de plano de la petición.”

El procedimiento de conciliación judicial no cambia en exceso respecto a


la norma de la antigua Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881 que se estaba
aplicando. La nueva Ley 15/2015, sí le otorga a éste procedimiento materias
nuevas que, hasta ahora, eran objeto de ir por vía judicial, como cuestiones
relativas a las materias de sociedades (impugnación de acuerdos sociales,

1
nombramiento de liquidador, convocatoria de Junta General de Accionistas, entre
otras) abarcando también materias relativas a derechos de la persona (como
cuestiones del derecho al honor o el ejercicio de derecho de rectificación previa a
una querella por injurias), siguen estando dentro de las materias susceptibles de
conciliación previa que evite la judicialización de una cuestión que mediante éste
instrumento tenía como finalidad evitar (artículo 139 Ley 15/2015).

Si bien la norma pretende abarcar toda posible materia que trate de evitar la
interposición de un pleito (artículo 139) dentro de las materias excluidas introduce
una excepción que por muy genérica que resulte puede dar lugar a confusión:
exclusión de aquellas materias en las cuales no sea posible llegar a una
transacción o compromiso, por su posible carácter indisponible. Así, el artículo
139-2 de la Ley de Jurisdicción Voluntaria, al referirse a la procedencia de la
conciliación, establece que “2. No se admitirán a trámite las peticiones de
conciliación que se formulen en relación con: 1º Los juicios en que estén
interesados los menores y las personas con capacidad modificada judicialmente
para la libre administración de sus bienes. 2º Los juicios en que estén interesados
el Estado, las Comunidades Autónomas y las demás Administraciones públicas,
Corporaciones o Instituciones de igual naturaleza. 3º El proceso de reclamación
de responsabilidad civil contra Jueces y Magistrados. 4º En general, los que se
promuevan sobre materias no susceptibles de transacción ni compromiso.”

2).- Competencia.

Recaerá la competencia en el Juez de Paz o el Letrado de la


Administración de Justicia del Juzgado de Primera Instancia o del Juzgado de lo
Mercantil, cuando se trate de materias de su competencia, del domicilio del
requerido. Si no lo tuviera en territorio nacional, el de su última residencia en
España. No obstante lo anterior, si la cuantía de la petición fuera inferior a 6.000
euros y no se tratara de cuestiones atribuidas a los Juzgados de lo Mercantil la
competencia corresponderá, en su caso a los Jueces de Paz. Si el requerido fuere
persona jurídica, será asimismo competente el del lugar del domicilio del
solicitante, siempre que en dicho lugar tenga el requerido delegación, sucursal,
establecimiento u oficina abierta al público o representante autorizado para actuar
en nombre de la entidad, debiendo acreditar dicha circunstancia.

Concretamente el artículo 140 de la Ley de la Jurisdicción Voluntaria, al


regular la competencia, determina que: “1. Será competente para conocer de los
actos de conciliación el Juez de Paz o el Letrado de la Administración de Justicia
del Juzgado de Primera Instancia o del Juzgado de lo Mercantil, cuando se trate
de materias de su competencia, del domicilio del requerido. Si no lo tuviera en
territorio nacional, el de su última residencia en España. No obstante lo anterior,
si la cuantía de la petición fuera inferior a 6.000 euros y no se tratara de
cuestiones atribuidas a los Juzgados de lo Mercantil la competencia
corresponderá, en su caso a los Jueces de Paz. Si el requerido fuere persona
jurídica, será asimismo competente el del lugar del domicilio del solicitante,
siempre que en dicho lugar tenga el requerido delegación, sucursal,
establecimiento u oficina abierta al público o representante autorizado para
actuar en nombre de la entidad, debiendo acreditar dicha circunstancia. Si tras la
realización de las correspondientes averiguaciones sobre el domicilio o

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residencia, éstas fueran infructuosas o el requerido de conciliación fuera
localizado en otro partido judicial, el Letrado de la Administración de Justicia
dictará decreto o el Juez de Paz auto dando por terminado el expediente,
haciendo constar tal circunstancia y reservando al solicitante de la conciliación
el derecho a promover de nuevo el expediente ante el Juzgado competente. 2. Si
se suscitaren cuestiones de competencia del Juzgado o de recusación del Letrado
de la Administración de Justicia o Juez de Paz ante quien se celebre el acto de
conciliación, se tendrá por intentada la comparecencia sin más trámites.”

3).- Solicitud de conciliación.

El artículo 141 dispone que “1. El que intente la conciliación presentará


ante el órgano competente solicitud por escrito en la que se consignarán los datos
y circunstancias de identificación del solicitante y del requerido o requeridos de
conciliación, el domicilio o los domicilios en que pueden ser citados, el objeto de
la conciliación que se pretenda y la fecha, determinando con claridad y precisión
cuál es el objeto de la avenencia. El solicitante podrá igualmente formular su
solicitud de conciliación cumplimentando unos impresos normalizados que, a tal
efecto, se hallarán a su disposición en el órgano correspondiente. 2. Podrán
acompañarse a la solicitud aquellos documentos que el solicitante considere
oportunos. 3. En los expedientes de conciliación no será preceptiva la
intervención de Abogado ni Procurador.”

4).- Admisión, señalamiento, citación y efectos de la admisión.

Todos estos extremos vienen recogidos en los artículos 142 y 143 de la Ley.
El artículo 142, al referirse a la “Admisión, señalamiento y citación” dispone que
“1. El Letrado de la Administración de Justicia o Juez de Paz, en los cinco días
hábiles siguientes a aquel en que se presente la solicitud, dictará resolución sobre
su admisión y citará a los interesados, señalando el día y hora en que haya de
tener lugar el acto de conciliación. 2. Entre la citación y el acto de conciliación
deberán mediar al menos cinco días. En ningún caso podrá demorarse la
celebración del acto de conciliación más de diez días desde la admisión de la
solicitud.” Por su parte, el artículo 143 al tratar el tema de los “Efectos de la
admisión” establece que “La presentación con ulterior admisión de la solicitud de
conciliación interrumpirá la prescripción, tanto adquisitiva como extintiva, en los
términos y con los efectos establecidos en la ley, desde el momento de su
presentación. El plazo para la prescripción volverá a computarse desde que
recaiga decreto del Letrado de la Administración de Justicia o auto del Juez de
Paz poniendo término al expediente.”

5).- Comparecencia y celebración del acto de conciliación.

Los artículos 144 y 145 fijan los presupuestos de comparecencia y


celebración de la vista. Las partes deberán comparecer por sí mismas o por medio
de Procurador, siendo de aplicación las normas sobre representación recogidas en
el Título I del Libro I de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Hasta aquí, nada nuevo.
Por lo tanto, hay que aplicar las reglas generales de la Ley 1/2000 de
Enjuiciamiento Civil, recogidas en su artículo 24 y siguientes respecto a la
representación procesal, ni más, ni menos. Si no compareciere el solicitante ni

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alegare justa causa para no concurrir, se le tendrá por desistido y se archivará el
expediente. El requerido podrá reclamar al solicitante la indemnización de los
daños y perjuicios que su comparecencia le haya originado, si el solicitante no
acreditare que su incomparecencia se debió a justa causa. De la reclamación se
dará traslado por cinco días al solicitante, y resolverá el Letrado de la
Administración de Justicia o el Juez de Paz, sin ulterior recurso, fijando, en su
caso, la indemnización que corresponda. Si el requerido de conciliación no
compareciere ni alegare justa causa para no concurrir, se pondrá fin al acto,
teniéndose la conciliación por intentada a todos los efectos legales. Aquí la norma
no dice nada acerca de qué ocurre cuando el requerido no se persona ni alega justa
causa. Si, siendo varios los requeridos, concurriese sólo alguno de ellos, se
celebrará con él el acto y se tendrá por intentada la conciliación en cuanto a los
restantes. Si el Letrado de la Administración de Justicia o el Juez de Paz, en su
caso, considerase acreditada la justa causa alegada por el solicitante o requerido
para no concurrir, se señalará nuevo día y hora para la celebración del acto de
conciliación en el plazo de los cinco días siguientes a la decisión de suspender el
acto. Para la vista se seguiría las mismas pautas que cualquier vista oral de la ley
1/2000. Esta cuestión era algo que se prevé lógica, pues a fin de al cabo no deja de
ser un procedimiento judicial, pero solicitado motu proprio por una parte
interesada.

El artículo 144 de la Ley regula la “Comparecencia al acto de conciliación”,


estableciendo que “1. Las partes deberán comparecer por sí mismas o por medio
de Procurador, siendo de aplicación las normas sobre representación recogidas
en el Título I del Libro I de la Ley de Enjuiciamiento Civil. 2. Si no compareciere
el solicitante ni alegare justa causa para no concurrir, se le tendrá por desistido y
se archivará el expediente. El requerido podrá reclamar al solicitante la
indemnización de los daños y perjuicios que su comparecencia le haya originado,
si el solicitante no acreditare que su incomparecencia se debió a justa causa. De
la reclamación se dará traslado por cinco días al solicitante, y resolverá el
Letrado de la Administración de Justicia o el Juez de Paz, sin ulterior recurso,
fijando, en su caso, la indemnización que corresponda. 3. Si el requerido de
conciliación no compareciere ni alegare justa causa para no concurrir, se pondrá
fin al acto, teniéndose la conciliación por intentada a todos los efectos legales. Si,
siendo varios los requeridos, concurriese sólo alguno de ellos, se celebrará con él
el acto y se tendrá por intentada la conciliación en cuanto a los restantes. 4. Si el
Letrado de la Administración de Justicia o el Juez de Paz, en su caso, considerase
acreditada la justa causa alegada por el solicitante o requerido para no
concurrir, se señalará nuevo día y hora para la celebración del acto de
conciliación en el plazo de los cinco días siguientes a la decisión de suspender el
acto.

Por su parte, el artículo 145 hace alusión a la “Celebración del acto de


conciliación”, disponiendo que “1. En el acto de conciliación expondrá su
reclamación el solicitante, manifestando los fundamentos en que la apoye;
contestará el requerido lo que crea conveniente y podrán los intervinientes
exhibir o aportar cualquier documento en que funden sus alegaciones. Si no
hubiera avenencia entre los interesados, el Letrado de la Administración de
Justicia o el Juez de Paz procurará avenirlos, permitiéndoles replicar y
contrarreplicar, si quisieren y ello pudiere facilitar el acuerdo. 2. Si se alegare

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alguna cuestión que pueda impedir la válida prosecución del acto de conciliación
se dará por terminado el acto y se tendrá por intentada la conciliación sin más
trámites.3. Si hubiere conformidad entre los interesados en todo o en parte del
objeto de la conciliación, se hará constar detalladamente en un acta todo cuanto
acuerden y que el acto terminó con avenencia así como los términos de la misma,
debiendo ser firmada por los comparecientes. Si no pudiere conseguirse acuerdo
alguno, se hará constar que el acto terminó sin avenencia. 4. El desarrollo de la
comparecencia se registrará, si fuera posible, en soporte apto para la grabación
y reproducción del sonido y de la imagen, de conformidad con lo dispuesto en la
Ley de Enjuiciamiento Civil. Finalizado el acto, el Letrado de la Administración
de Justicia dictará decreto o el Juez de Paz dictará auto haciendo constar la
avenencia o, en su caso, que se intentó sin efecto o que se celebró sin avenencia,
acordándose el archivo definitivo de las actuaciones.”

El artículo 146, por su parte, hace referencia al “Testimonio y gastos” e


indica que “Las partes podrán solicitar testimonio del acta que ponga fin al acto
de conciliación. Los gastos que ocasionare el acto de conciliación serán de
cuenta del que lo hubiere promovido.”

6).- Ejecución de la conciliación.

A los efectos previstos en el artículo 517.2.9º de la Ley de Enjuiciamiento


Civil, el testimonio del acta junto con el del decreto del Letrado de la
Administración de Justicia o del auto del Juez de Paz haciendo constar la
avenencia de las partes en el acto de conciliación, llevará aparejada ejecución. A
otros efectos, lo convenido tendrá el valor y eficacia de un convenio consignado
en documento público y solemne. Será competente para la ejecución el mismo
Juzgado que tramitó la conciliación cuando se trate de asuntos de la competencia
del propio Juzgado. En los demás casos será competente para la ejecución el
Juzgado de Primera Instancia a quien hubiere correspondido conocer de la
demanda. La ejecución se llevará a cabo conforme a lo establecido en la Ley de
Enjuiciamiento Civil para la ejecución de sentencias y convenios judicialmente
aprobados.

Regula esta cuestión el artículo 147 de la Ley que se refiere a la


“Ejecución”, estableciendo que “1. A los efectos previstos en el artículo 517.2.9.º
de la Ley de Enjuiciamiento Civil, el testimonio del acta junto con el del decreto
del Letrado de la Administración de Justicia o del auto del Juez de Paz haciendo
constar la avenencia de las partes en el acto de conciliación, llevará aparejada
ejecución. A otros efectos, lo convenido tendrá el valor y eficacia de un convenio
consignado en documento público y solemne. 2. Será competente para la
ejecución el mismo Juzgado que tramitó la conciliación cuando se trate de
asuntos de la competencia del propio Juzgado. En los demás casos será
competente para la ejecución el Juzgado de Primera Instancia a quien hubiere
correspondido conocer de la demanda. 3. La ejecución se llevará a cabo
conforme a lo establecido en la Ley de Enjuiciamiento Civil para la ejecución de
sentencias y convenios judicialmente aprobados.”

7).- Acción de nulidad de la conciliación.

1
Por último, el artículo 148 de la Ley de la Jurisdicción Voluntaria
hace referencia a lo que denomina “Acción de nulidad” y establece
que “1. Contra lo convenido en el acto de conciliación sólo podrá
ejercitarse la acción de nulidad por las causas que invalidan los
contratos. 2. La demanda ejercitando dicha acción deberá interponerse en
un plazo de quince días desde que se celebró la conciliación ante el
tribunal competente y se sustanciará por los trámites del juicio que
corresponda a su materia o cuantía. 3. Acreditado el ejercicio de la acción
de nulidad, quedará en suspenso la ejecución de lo convenido en el acto
de conciliación hasta que se resuelva definitivamente sobre la acción
ejercitada.”

1
ESQUEMA

Regulación: Título IX de la Ley 15/2015, de 2 de Julio, de la Jurisdicción


Voluntaria

Procedencia de la Artículo 139.1 Alcanzar un acuerdo y poner fin al pleito.


conciliación

Se rechazarán de plano: manifiesto abuso de derecho y


fraude de Ley o procesal.

Se inadmitirán:

1º Los juicios en que estén interesados los menores y las


personas con capacidad modificada judicialmente para la libre
administración de sus bienes.

2º Los juicios en que estén interesados el Estado, las


Inadmisión Artículo 139.2 Comunidades Autónomas y las demás Administraciones
públicas, Corporaciones o Instituciones de igual naturaleza.

3º Responsabilidad civil contra Jueces y Magistrados.

4º Materias no susceptibles de transacción ni compromiso.

• Objetiva: Juez Paz (cuantía inferior a 6.000 y no


competencia de lo Mercantil) o Secretario Juzgado Primera
Instancia o Mercantil.

• Territorial: Personas físicas: el del domicilio del requerido. Si


no tiene el de la última residencia en España. Personas
jurídicas: también domicilio del solicitante si tiene en dicho
lugar delegación, sucursal, establecimiento o agente
Competencia Artículo 140 autorizado.

• Las averiguaciones infructuosas o que revelan que el


requerido se localiza en otro partido conllevan decreto o auto
de archivo sin perjuicio del derecho a promover de nuevo el
expediente ante el competente.

Postulación Artículo 141.3 No preceptivo abogado y procurador.

1. Solicitud escrita: datos y circunstancias del solicitante y


requerido; domicilios de ambos, objeto de conciliación, la
fecha y el objeto de la avenencia.

Solicitud Artículo 141

2. Impresos normalizados.

Documentos Artículo 141.2 Los que se estimen oportunos.

1
Interrupción de la prescripción, tanto adquisitiva como
extintiva, en los términos y con los efectos establecidos en la
ley, desde el momento de su presentación.

El plazo para la prescripción volverá a computarse desde que


recaiga decreto del Letrado de la Administración de Justicia o
Efectos Artículo 142 auto del Juez de Paz poniendo término al expediente.

• Si no compareciere el solicitante ni alegare justa causa


para no concurrir, se le tendrá por desistido y se archivará el
expediente. El requerido podrá reclamar al solicitante la
indemnización de los daños y perjuicios que su
comparecencia le haya originado, si el solicitante no acreditare
que su incomparecencia se debió a justa causa. De la
reclamación se dará traslado por cinco días al solicitante, y
resolverá el Letrado de la Administración de Justicia o el Juez
de Paz, sin ulterior recurso, fijando, en su caso, la
indemnización que corresponda.

• Si no compareciere el requerido de conciliación ni alegare


justa causa para no concurrir, se pondrá fin al acto,
teniéndose la conciliación por intentada a todos los efectos
legales. Si, siendo varios los requeridos, concurriese sólo
alguno de ellos, se celebrará con él el acto y se tendrá por
intentada la conciliación en cuanto a los restantes. Si el
Letrado de la Administración de Justicia o el Juez de Paz, en
Comparecencia/ Artículo 144 su caso, considerase acreditada la justa causa alegada por el
solicitante o requerido para no concurrir, se señalará nuevo
incomparecencia día y hora para la celebración del acto de conciliación en el
plazo de los cinco días siguientes a la decisión de suspender
el acto.

1.- Solicitud.

2.- Citación a comparecencia.

3.- Comparecencia:

Expondrá su reclamación el solicitante, manifestando los


fundamentos en que la apoye.

Contestará el requerido lo que crea conveniente. • Podrán los


intervinientes exhibir o aportar cualquier documento en que
funden sus alegaciones. • Si no hubiera avenencia entre los
interesados, el Letrado de la Administración de Justicia o el
Juez de Paz procurará avenirlos.

Replicas y contrarrépilicas, si quisieren y ello pudiere facilitar


el acuerdo. Si se alegare alguna cuestión que pueda impedir
la válida prosecución del acto de conciliación se dará por
terminado el acto y se tendrá por intentada la conciliación sin
más trámites.

1
Artículos. 143 4.- Con conformidad Si hubiere conformidad entre los
a 145 interesados en todo o en parte del objeto de la conciliación, se
Tramitación hará constar detalladamente en un acta todo cuanto acuerden
y que el acto terminó con avenencia así como los términos de
la misma, debiendo ser firmada por los comparecientes.

5.- Sin conformidad: Si no pudiere conseguirse acuerdo


alguno, se hará constar que el acto terminó sin avenencia.

Testimonio y Artículo 146 Podrán solicitar las partes testimonio del acta.
gastos
Los gastos serán de cuenta del que lo haya promovido

Título Ejecutivo del art. 517.2.9 LEC.

Testimonio del acta +Decreto del Secretario o Auto del Juez.

A otros efectos

Eficacia de convenio en documento público y solemne.

Ejecución Artículo 147 Competencia:

El mismo Juzgado que tramitó la conciliación si es


competente.

El Juzgado de Primera Instancia que habría conocido de la


demanda.

Trámites: ejecución prevista en LEC de sentencias y


convenios judicialmente aprobados.

Causas: las que invalidan los contratos Plazo: quince días


desde la celebración conciliación.
Acción de Artículo 148
nulidad. Trámites: declarativo por materia o cuantía. Efectos:
suspende la ejecución de lo convenido.

1
MODELO DE SOLICITUD DE CONCILIACIÓN.

AL JUZGADO DECANO DE PRIMERA INSTANCIA (O AL JUZGADO DE PAZ) DE ________________.

D./Dña. ______________, mayor de edad, con domicilio en __________________, y DNI nº _____________, ante el
Juzgado comparezco y como mejor proceda en derecho, DIGO:

Que mediante el presente escrito y según permiten los artículos 139 y siguientes de Ley 15/2015, de 2 de Julio,
de la Jurisdicción Voluntaria solicito celebrar CONCILIACIÓN con D/Dña. _____________, mayor de edad, con
domicilio en __________________, y DNI n.º ______________ con objeto de que la parte requerida SE AVENGA a lo
siguiente:

PRIMERO.- A reconocer que ____________

SEGUNDO.- _______________________.

Por lo expuesto,

SUPLICO AL JUZGADO: Tenga por presentado este escrito y sus copias, se sirva admitirlo, teniendo por
promovida conciliación con D./Dña. ____________, acordando citar a las partes para la celebración de la oportuna
conciliación, con objeto de que la parte requerida se avenga a reconocer y cumplir lo que se pide en el cuerpo del
presente escrito y, una vez celebrada, se acuerda expedir y entregarme testimonio del acta con su resultado.

Es justicia. _____________, a _______________.

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