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Articulo Nº1

Revista Cubana de Pediatría


versión impresa ISSN 0034-7531

Rev Cubana Pediatr vol.84 no.4 Ciudad de la


Habana oct.-dic. 2012

ARTÍCULO DE REVISIÓN

Aspectos éticos en Pediatría, las


inmunodeficiencias primarias

Ethical aspects in Pediatrics, the primary


immunodeficiencies

MSc. Dra. Martha Leonor Paradoa Pérez


Hospital Pediátrico Docente "Juan Manuel Márquez". La Habana,
Cuba.

RESUMEN

Las inmunodeficiencias primarias son enfermedades genéticas, caracterizadas por infecciones


crónicas devastadoras que conllevan a la muerte, al desarrollo de tumores y a enfermedades
autoinmunes, y la mayoría de estas enfermedades cursan en la edad pediátrica. Desde la
última década del pasado siglo, el desarrollo de la tecnología, el surgimiento del Proyecto del
Genoma Humano y la profundización en los aspectos bioéticos, han dado lugar a
especificidades en la atención médica e investigativa del paciente pediátrico y del que
desarrolla una enfermedad inmunológica. Este trabajo recoge los aspectos bioéticos más
importantes y los dilemas éticos con los que se enfrenta el inmunólogo pediátrico en la
atención al paciente con inmunodeficiencia primaria, el cual demanda la atención de,
prácticamente, todas las especialidades pediátricas.

Palabras clave: bioética, inmunodeficiencias primarias, enfermedades autoinmunes,


consentimiento informado, diagnóstico prenatal, terapia génica.

ABSTRACT

Primary immunodeficiencies are genetic diseases characterized by devastating chronic


infections leading to death, tumor development and autoimmune diseases, and most of
diseases occur at pediatric ages. Since the last decade of the past century, the development of
technology, the emergence of the Human Genome Project and the in-depth consideration of
bioethical aspects have given rise to specificities in the medical and research care for the
pediatric patients and for those suffering immunological diseases. This paper covered the most
important bioethical aspects and the ethical dilemmas that the pediatric immunologist faces
when taking care of a primary immunodeficiency patient, who practically requires the
attention of all the pediatric specialties.

Key words: bioethics, primary immunodeficiencies, autoimmune diseases, informed consent,


prenatal diagnosis, gene therapy.
INTRODUCCIÓN

El surgimiento de la Bioética tiene lugar durante los últimos años de la década de los 60 y los
primeros años de los 70, en Estados Unidos de América. Las conductas poco éticas en la
realización de experimentos médicos con seres humanos, y los dilemas éticos derivados del
impacto de los avances tecnológicos en la esfera de la atención médica, constituyeron los
resortes principales de este proceso. El acelerado desarrollo ulterior de la Bioética en ese país,
transcurrió en dos direcciones principales: la ampliación de su objeto de estudio (extensiva a
problemas sociales vinculados con la salud, ambientales y relacionados con el bienestar de los
animales de experimentación), y su fundamentación teórica (filosófica y ética).

El desarrollo de la Bioética en América Latina, así como en otras regiones del mundo, se inicia
con casi un cuarto de siglo de retraso. Con la excepción de esfuerzos anteriores de
personalidades e instituciones aisladas en algunos países, no es hasta la presente década que
se logra vertebrar un movimiento intelectual y organizativo capaz de incentivar la reflexión y el
quehacer bioético en la región. Es en esta década también, cuando en Cuba se generan
movimientos similares de relativa importancia, pero no es hasta el año 1983 que la Resolución
Ministerial no. 72 del Minsap dispone la creación de comisiones de ética médica en las
unidades del Sistema Nacional de Salud, las que deberán ventilar las infracciones de los
principios de la ética médica, discutidos y aprobados en asambleas por los profesionales y
técnicos de la salud. A partir de entonces, esta ha sido la norma fundamental en asuntos
deontológicos en nuestro medio, por lo que requiere de un análisis más profundo a partir de
una aclaración necesaria sobre su alcance. Estos principios pautan la conducta ética de todos
los profesionales y técnicos de la salud, y de los estudiantes de las carreras respectivas.

El desarrollo científico ha puesto al alcance de la Medicina nuevas herramientas diagnósticas y


terapéuticas con el consiguiente desarrollo de la biotecnología y de la ingeniería genética, que
ha conllevando al auge de grandes empresas farmacéuticas y laboratorios que demandan una
gran actividad de ensayos clínicos y experimentaciones biológicas, que requieren un desarrollo
adecuado de normas éticas para utilizar este avance científico en bien de la sociedad y de la
humanidad. La inclusión de los principios éticos de justicia y autonomía, junto a los
tradicionales de beneficencia y no maleficencia, significaría la incorporación de la perspectiva
de la sociedad y del paciente, y con ella, de sus dimensiones cultural, humana y ética al
referido proceso.
Las inmunodeficiencias primarias (IDP) son enfermedades genéticas, caracterizadas por
infecciones crónicas devastadoras que conllevan a la muerte, al desarrollo de tumores y a
enfermedades autoinmunes. La mayoría de estas cursan en la edad pediátrica, por lo que estos
pacientes requieren de la atención de un equipo multidisciplinario en el que prácticamente
actúan todas las especialidades en Medicina, sobre todo pediátricas. El desarrollo de la
antibioticoterapia, la inmunoterapia, la transplantología 7 y la terapia génica, hace que estos
pacientes necesiten del uso de toda esta tecnología de avanzada, y por tanto, la Bioética forma
parte indisoluble, como disciplina, de este equipo de atención a los pacientes con IDP.

Precisamente el objetivo de nuestro trabajo es tratar algunos aspectos bioéticos relacionados


con la actividad médica en los pacientes con IDP, y que estas reflexiones sirvan para una mejor
atención integral de estos enfermos en nuestra sociedad.
Aspectos éticos en Pediatría

Ética y Bioética: la Ética puede definirse como la ciencia que trata de la moral, su origen y
desarrollo, y establece un sistema de opiniones, normas y evaluaciones sobre la regulación de
la conducta de los individuos entre ellos y con la sociedad. La Bioética, por su parte, se
propone el redimensionamiento ético de las relaciones humanas (interpersonales y sociales)
que tienen como objeto la salud humana y la vida en general. La bioética constituye, por tanto,
un proyecto de extensión del pensamiento médico-social a la esfera de la ética médica. La
trinidad bioética la integran:

- Enfermo: representa el principio de autonomía (que representa el consentimiento


informado).
- Médico: representa el principio de beneficencia (que representa, desde el punto de vista
diagnóstico y terapéutico, lo que favorecerá el pronóstico y la curación).
- Sociedad: representa el principio de justicia (que representa el sistema socioeconómico).

Relación médico-paciente: en la relación médico-enfermo intervienen, además de ambos, el


personal, las autoridades del hospital, la seguridad social, la familia y otros; por tanto, existen
3 actores en el contexto bioético: el médico, el enfermo y la sociedad. Cada uno es dueño de
un principio bioético: el médico trata de curar, hacer el bien, y por ello es dueño del principio
de beneficencia; el paciente defiende su derecho a la autonomía; y por último, la sociedad y el
estado, que deben proteger el bien común, son dueños de la justicia. Estas dimensiones, todas
esenciales, están presentes en la relación.

El concepto de relación médico-paciente en Pediatría, que considera como paciente al niño y a


su familia (teniendo en cuenta sus valores), conlleva la responsabilidad, por parte del pediatra,
de ofrecer a los padres información adecuada y participación en decisiones terapéuticas. En el
caso de los adolescentes deben asumir, junto a los padres, la responsabilidad del cuidado de la
salud propia, de su familia y de su grupo social. En recién nacidos y lactantes, la relación es no
verbal, y se reduce a la actitud durante el examen físico, y a las consideraciones de respeto y
prevención del dolor durante los procedimientos diagnósticos y terapéuticos. En preescolares
aparece ya alguna comunicación verbal, y el pediatra debe lograr una buena relación que evite
el miedo y establezca una forma de amistad y confianza con el niño. En escolares, es necesario
comunicar al niño el hecho de la enfermedad, las características del tratamiento y la evolución
esperada.
Tan importante como informar al paciente, es oírlo, con el propósito de conocer la magnitud y
proyección de sus angustias y dudas. Se debe añadir que en todas estas etapas, el médico debe
ser muy cuidadoso en la comunicación extra verbal, pues esta puede alarmar o confundir a los
padres.

La atención médica a los pacientes inmune deficientes ha dado a esta relación una dimensión
más allá de la asistencia clínica, para abarcar también la investigativa, por la utilización de
pruebas diagnósticas riesgosas, medicamentos inmune estimulantes por largos períodos, el
trasplante de tejidos a veces como única opción, así como la terapia génica.

Consentimiento informado: en las situaciones clínicas, autonomía significa el derecho del


paciente a dar un consentimiento informado. Esto debe entenderse como un proceso gradual
y verbal en el seno de la relación médico-paciente, en virtud del cual el paciente acepta o no
someterse a una intervención diagnóstica o terapéutica, después de la información brindada
por el médico sobre la intervención que se le va a realizar, sus riesgos y beneficios, y sus
posibles alternativas. La confidencialidad de la información del paciente es prioritaria. El
consentimiento informado es, por tanto, siempre verbal; el documento que lo refleja es solo la
prueba documental de este proceso, el cual trata de garantizar cómo la información más
relevante ha sido dada por el médico y recibida por el paciente.

Por lo general, en el caso de la Pediatría el consentimiento es otorgado por los padres, quienes
habitualmente son los representantes del paciente. No obstante, de acuerdo con sus
limitaciones, en la medida en que el niño sea capaz de tomar una decisión (por lo menos de
edad escolar en adelante), a esta habrá que darle su valor y respetarla, y el adolescente debe
asumir progresiva autonomía en las decisiones relacionadas con el cuidado de la salud.

Proporcionalidad terapéutica: se debe tener presente, cuando determinamos la


proporcionalidad de una determinada acción terapéutica, que esta no es éticamente válida si
en ella no participa la familia del paciente, y en caso de los niños, sus padres como sus
legítimos representantes. El profesor Lavados plantea que la proporcionalidad se determinará
juzgando los beneficios y las cargas que puedan esperarse en relación con los factores
siguientes: beneficio médico posible, costos económicos para la familia y la sociedad, y
sufrimiento o cargas afectivas para la familia y el equipo médico.

El tratamiento de un proceso irreversible, como ocurre en la evolución de muchas de las


inmunodeficiencias primarias, plantea a veces el problema de enfrentar la decisión de
abstenerse de continuar el tratamiento, y ello ocurre cuando, ante la muerte inevitable, este
solo podría prolongar la vida y convertiría el morir en un proceso más largo y peor atendido en
el plano humano y espiritual, al igual que no se podrían considerar ordinarios los medios
diagnósticos, aunque sean comunes, si no ofrecen ninguna o escasa esperanza de beneficio.

Investigación clínica, ciencia y ética profesional

Ciencia y ética profesional: salvo raras excepciones, durante todo el curso de la historia e
incluso desde antes de que la ciencia se independizara como tipo específico del saber y como
ocupación profesional particular, los hombres de ciencia han sido portadores de rasgos de
conducta muy peculiares y comunes en prácticamente todos ellos. Pareciera como si el acceso
directo a las fuentes primigenias del saber hubiera impregnado a estos hombres y mujeres de
un hálito especial, destinado a irradiarse a partir de ellos, y a difundirse entre lo mejor de la
humanidad primero, y a alcanzar por fin a todos los seres humanos. Los principios
fundamentales de la Ética en la experimentación en humanos, descritos en el informe Belmont
desde 1978, siguen siendo válidos hasta nuestros días:

- Autonomía: implica que los pacientes sean tratados como seres autónomos y también la
protección a aquellos que tengan su autonomía disminuida. La materialización práctica de este
principio es el consentimiento informado del paciente o representante legal, antes de ser
sometido a experimento.

- Beneficencia y no maleficencia: este principio responde al viejo precepto hipocrático de


"ayudar y al menos no hacer daño". Los principios de autonomía y beneficencia no tienen un
carácter absoluto, pues no se pueden dañar la autonomía del paciente y su decisión a
participar o no en un experimento, sobre la base de una estricta beneficencia o con la
expectativa del beneficio que el médico considera va a alcanzar.

- Justicia: una equitativa distribución de las cargas de daños y utilidades resume este principio,
conduce a un balance riesgo-beneficio y población en riesgo vs. población beneficiada. Los
principios de no maleficencia y justicia, de forma práctica, se pudieran expresar en la
concepción de establecer un experimento correctamente diseñado que lleve a resultados
válidos y, por lo tanto, a beneficios para la sociedad. La revolución científico técnica en
Medicina, y en especial en el campo de la Inmunología, ha llevado a muchas personas a creer
en la eficacia de las instrumentaciones puramente técnicas del experimento sin tomar en
cuenta el riesgo-beneficio del individuo. Deslumbrados por las conquistas de lo tangible,
muchos se han vuelto insensibles frente a los valores humanos.

Investigación clínica: en los estudios en niños se establece un dilema bien conocido, porque en
ningún caso deben utilizarse niños para investigaciones de adultos, los resultados obtenidos en
investigaciones con adultos no son extrapolables a niños y jóvenes, algunas enfermedades
importantes de la infancia son prácticamente incompatibles con la supervivencia en la edad
adulta, y los niños de corta edad son muy vulnerables a ciertas enfermedades que la población
adulta tolera mejor. Por tanto, aunque el desarrollo de la investigación de las IDP se hace cada
vez más necesario, hay algo bien establecido al respecto, y es que antes de someter el
producto a investigación en infantes, debe estar muy avanzada la comprobación de su
seguridad y eficacia en los estudios en adultos.

Dilemas bioéticos en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades hereditarias

Aspectos bioéticos en la terapia génica: a inicios de 1990 fue presentado al Congreso de los
Estados Unidos el Proyecto del Genoma Humano (PGH), el proyecto más ambicioso en el
campo de las ciencias biológicas del pasado siglo. El hombre conocerá las localizaciones de los
genes responsables no solo de enfermedades, sino también de las características fenotípicas
normales, y la predisposición a distintas enfermedades cuyo desarrollo puede ser favorecido
por los efectos ambientales.

En 1990, el primer protocolo de terapia génica somática (TGS) en humanos recibió la


aprobación oficial. Una niña norteamericana de cuatro años, que padecía de una
inmunodeficiencia severa a causa de un déficit de la enzima adenosín diaminasa. Otras
enfermedades, entre las cuales se encuentran las cardiovasculares y el sida, también se
estudian como beneficiarias de la TGS.

¿Qué dilemas enfrentamos? La desigualdad económica determina dilemas diferentes para los
bioeticistas del Primer y Tercer Mundos. Mientras que en el mundo desarrollado se debaten
las consecuencias no deseadas de la terapia génica, en una cifra no despreciable de los
ciudadanos del Tercer Mundo no se puede diagnosticar una enfermedad causada por un
número anormal de cromosomas, a pesar de que esto es posible desde la década de los 50. La
socialización de los servicios genéticos contribuiría a poner al servicio de los pacientes con
enfermedades genéticas los adelantos tecnológicos para el diagnóstico y tratamiento de estos
enfermos. Cuba, una excepción latinoamericana en este sentido, ha socializado servicios de
genética que garantizan una cobertura poblacional, tanto para el diagnóstico, como para lo
que es más importante, la prevención de enfermedades. Precisamente, gracias al desarrollo de
la atención genética como parte de nuestro sistema de salud, es que se puede incluir en
nuestro país, la atención del paciente inmunodeficiente primario y poner a disposición de
todos ellos los avances científicos y tecnológicos con que contamos.

Dilemas particulares del diagnóstico prenatal: el diagnóstico prenatal (DPN) cumple el


principio de beneficencia, al identificar la enfermedad con vista al mejoramiento del
pronóstico, pero además persigue dos objetivos adicionales: dar a la madre y a la familia
información sobre el embarazo, para que ellas puedan tomar decisiones autónomas sobre él; e
identificar los embarazos gravemente afectados, o sea, aquellos en que la familia puede buscar
disminuir la carga económica y comunitaria de las personas con graves minusvalías, mediante
su eliminación. Estas consideraciones generan discusiones morales, en parte, porque
desplazan los intereses del feto respecto a la familia y a la comunidad. Estos dilemas son los
más controvertidos y se dividen en tres grupos:

- Estatus moral especial del feto: el estatus moral del feto está muy relacionado con la
decisión de los padres de aceptar o no al feto enfermo, por lo que resulta muy importante que
el médico, a pesar de sus convicciones morales, no trate de influir de ninguna forma en esta
decisión paterna, aun cuando en ocasiones no la comparta.

- La interrupción del embarazo como "tratamiento": la aceptación de esta eutanasia relativa,


en el caso del feto, difiere mucho de la de un adulto, que es inaceptable, lo cual es otra prueba
de la diferencia del estatus moral del feto con relación a los seres humanos nacidos. La
embarazada debe elegir el aborto selectivo, basado no solo en la calidad de vida del feto en sí,
sino en la de ella misma, y en la calidad de vida de la familia como un todo.

- El aspecto más controvertido es que el diagnóstico prenatal puede estar seguido de aborto
de fetos, y discutirse los derechos del feto como ser humano sin que las leyes, la religión o la
ética hayan podido dar una respuesta definitiva.

Participación de la mujer en el diagnóstico prenatal: el dilema bioético está en respetar la


autonomía de la embarazada y actuar en beneficio del feto. Los principios bioéticos de respeto
por la autonomía de las personas y la no maleficencia, requieren que las parejas conozcan no
solo el propósito de las pruebas diagnósticas, sino también el procedimiento a utilizar y los
riesgos y beneficios que de este se derivan. Ningún proceder investigativo deberá practicarse
sin que esté precedido del asesoramiento adecuado y el correspondiente consentimiento de
los participantes.

En nuestro caso en particular, por la educación de nuestra población, predomina el principio


de beneficencia sobre el de autonomía, pues, culturalmente, la población tiende a acatar casi
siempre la opinión de los profesionales de la salud, y los médicos disfrutan de libertad para
ejecutar actos que les parezcan necesarios en beneficio de quienes sufren.

CONSIDERACIONES FINALES

Los problemas éticos son frecuentes en la práctica pediátrica, tanto en el hospital como en la
medicina familiar, y mantienen enorme vigencia en la relación médico-paciente-familia. La
utilización adecuada del consentimiento informado tiene una connotación especial cuando el
paciente es un niño, basado en la buena comunicación e información a los padres y al
enfermo. La Bioética constituye, por tanto, una herramienta indispensable para la verdadera
atención del paciente inmunodeficiente, que nos permite hacer una evaluación integral de él
con una proyección social. Especial sensibilidad e integridad moral y humana deben tener el
pediatra y el inmunólogo para encarar las decisiones médicas en el campo de la clínica y la
investigación, teniendo en cuenta todos los dilemas bioéticos que existen en la medicina
contemporánea, sobre todo en el tratamiento de estas enfermedades genéticas.
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Recibido: 5 de abril de 2012.


Aprobado: 29 de mayo de 2012.

Martha Leonor Paradoa Pérez. Hospital Pediátrico Docente "Juan Manuel Márquez". Avenida
31, esquina 76, municipio Marianao. La Habana, Cuba.
Conclusión

Aquí nos hablan sobre Inmunodeficiencias son enfermedades genéticas, infecciones


crónicas devastadoras que con llevan a la muerte, al desarrollo de tumores y a
enfermedades autoinmunes, y la mayoría de estas enfermedades cursan en la edad
pediátrica. El acelerado desarrollo ulterior de la Bioética en ese país, transcurrió en dos
direcciones principales, la ampliación de su objeto de estudio (extensiva a problemas
sociales vinculados con la salud, ambientales y relacionados con el bienestar de los
animales de experimentación), y su fundamentación teórica (filosófica y ética). El
desarrollo científico ha puesto al alcance de la Medicina nuevas herramientas
diagnósticas y terapéuticas con el consiguiente desarrollo de la biotecnología y de la
ingeniería genética.
Articulo Nº2

Acta bioethica

Versión On-line ISSN 1726-569X

Acta bioeth. v.14 n.1 Santiago 2008

Acta Bioethica 2008; 14(1), págs: 19-20

ORIGINALES

FUNDAMENTACIÓN DE LA ENSEÑANZA DE LA BIOÉTICA EN MEDICINA

Autores: Doctora en Medicina y Licenciada en Filosofía. Profesora Regular

Adjunta de Medicina Interna y Coordinadora de la Unidad Académica de

Bioética de la Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires,

Argentina.

Correspondencia: doutomuro@fmed.uba.ar
Resumen: Al repensar el modelo de atención médica, se vuelve evidente la necesidad de
formar un médico general con una visión integral del hombre y de la medicina, capaz de
enfrentarse críticamente a los problemas que entraña la práctica cotidiana. La incorporación
de la bioética en los currículos de grado y posgrado constituye una estrategia fundamental
para mejorar la calidad de atención sanitaria y desarrollar una práctica médica en un marco
que enfatice la atención integrada sobre la especializada y que privilegie a la "persona" sobre
la enfermedad. Asimismo, deben planificarse desde la universidad estrategias tendientes a
acercar la bioética a la comunidad, facilitando el diálogo en condiciones de simetría de todos
los sectores sociales involucrados en los conflictos bioéticos.

Palabras clave: bioética, educación médica, calidad de atención médica.

Abstract: If you reconsider the medical practice's pattern, you immediately notice the need to
form a general practitioner with an integral sight of humankind and medicine, one who would
be able to criticize and judge the problems that daily practice involves. It is essential to
incorporate bioethics in all degrees' curricula; this would develop a fundamental strategy in
order to improve the quality of sanitary attention. It would also develop a medical practice
within a frame that would emphasize an integrated attention over the specialized one and it
would favour the "person" and not the illness. Arising from the university strategies should be
planned to bring bioethics close to the community, thus helping dialogue and supplying
symmetric conditions for a dialogue of all the social groups involved in bioethics' conflicts.
Introducción

Puede afirmarse que la bioética es una asignatura nueva en el currículo médico. No obstante,
su oficialización en casi todas las escuelas de medicina evidencia el compromiso de desarrollar
con responsabilidad la actividad docente y de investigación en este campo. Pone también de
manifiesto la convicción de su relevancia, tanto en la práctica de la medicina como en la
investigación que involucre a seres humanos.

Sin embargo, y precisamente por ser una disciplina nueva, tanto en sus orígenes históricos
como en su incorporación en el proceso enseñanza-aprendizaje, la experiencia docente es
magra. Asimismo, el carácter polisémico del término "bioética" deja espacio para una
vaguedad (e incluso, en algunos casos, ambigüedad) que permite la inclusión de actores,
discursos y temáticas que podrían confundir el verdadero propósito de la bioética: contribuir a
una racionalidad emancipadora en el marco de un diálogo plural, democrático y respetuoso de
las diferencias. Esa vaguedad da lugar a que, por ejemplo, se confunda moral con ética,
legalidad con legitimidad, opinión o con ciencia o episteme, o bien que se incluyan aspectos de
la realidad que, sin duda, ameritan un tratamiento ético pero no bioético

Como en muchos otros campos, asumimos el rol de consumidores de la información que nos
llega desde latitudes, las cuales no siempre comparten nuestros intereses y, en consecuencia,
no satisfacen la misma demanda. Esto es particularmente cierto en el caso de la bioética, en la
cual casi todo está por hacerse. Nuestra realidad social e idiosincrasia cultural difieren de las
de aquellas latitudes en las que surge y desde las que imparte el discurso bioético clásico. Es
necesario asumir el papel de artífices en el diseño y planificación de un discurso que está en
plena construcción.

Por esto, el tema de la enseñanza de la bioética suele estar presente en cuanto congreso y
texto exista sobre la materia. ¿Qué enseñar y cómo hacerlo? ¿Deben priorizarse los objetivos
actitudinales sobre los procedimentales y cognitivos? ¿Cuáles son los puntos de contacto y las
diferencias con otros discursos, como el religioso y el legal? La inserción de la materia en el
currículo, ¿debe ser horizontal o transversal? Todos siguen siendo tópicos que motivan arduos
y continuos debates.

Me propongo describir aquí la importancia de la enseñanza de la bioética en el ciclo de grado


de la carrera de medicina y en el posgrado como una de las estrategias para revertir la crisis
que se advierte en la calidad de atención médica.
Antecedentes filosóficos del modelo médico hegemónico

Todos hemos oído hablar acerca de la "deshumanización" de la medicina, de su reduccionismo


biológico, de la superespecialización e hipertecnificación como rasgos negativos de la práctica
médica contemporánea. Esto no es casual y, como todo fenómeno humano, tiene un
componente causal histórico. El modelo médico biologista encuentra un antecedente filosófico
en la dicotomía cuerpo-mente, inaugurada por Descartes y enfatizada por el positivismo en el
siglo XIX. Este dualismo ha marcado fuertemente desde entonces tanto la investigación
científica como la praxis médica. Del binomio cuerpo-mente se ha privilegiado lo más
fácilmente mensurable, es decir, el cuerpo. A éste se lo ha concebido como una máquina y a la
medicina como el método destinado a componer lo descompuesto. la medicina ha alcanzado
sin duda importantes logros. No obstante, en las últimas décadas comenzó a sentirse la
insatisfacción de los destinatarios de los sistemas de salud y de los propios profesionales,
quienes empezaron a advertir las limitaciones del biologismo. Las críticas se generan desde
dentro del propio MMH, buscando modificar su orientación hacia la atención primaria de la
salud. Es el caso de la propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). También proceden de posiciones expresamente
"anticientíficas", que pretenden reivindicar las medicinas alternativas, y desde posiciones
neoliberales que enfatizan en la relación costo/beneficio de las diferentes prácticas

Estrategia para el cambio: la enseñanza de las humanidades médicas


Frente a esta realidad, se propone un cambio en el estatuto epistemológico de la medicina y
de la educación médica. Tanto la práctica como la enseñanza de la medicina deben ser
integrales en su sentido más amplio. No sólo el cuerpo debe concebirse como un todo -que es
mucho más que la suma de sus partes- sino que se reclama con fuerza una concepción del
hombre desde una perspectiva que lo encuadre plenamente en la sociedad en la que le toca
vivir.
Esta nueva visión de la medicina pone el acento en lo sociocultural y advierte que, en el
mantenimiento de la salud y en la generación de la enfermedad, la mayor parte de los factores
son extra-médicos.

Las HHMM aparecen como medio idóneo para lograr un cambio en el paradigma educativo.
Hoy, prácticamente todas las escuelas de medicina del mundo tienden a incorporarlas en sus
currículos, asignándoles, en algunos países, una importante carga horaria. Debe quedar claro
que la incorporación de estos contenidos no pretende "adornar" o dar un "toque de
distinción" a los planes curriculares, preservando la primacía de los aspectos biomédicos;
tampoco suplir falencias en la cultura general del médico. Se trata de concebir una nueva
visión de la medicina y su finalidad es formativa más que informativa. La historia de la
medicina ha sido tradicionalmente la columna vertebral de las HHMM y, dentro de éstas, es la
de mayor tradición.

Perfil de la enseñanza de la bioética en una universidad pública

Es común confundir bioética con moral, religión, medicina legal, derecho positivo, ética médica
o filosofía. Si bien estos campos no son compartimentos estancos y existe cierta vinculación
entre ellos, corresponden a áreas del conocimiento distintas.

En primer lugar, es importante diferenciar entre ética y moral, así como dejar claro que la
moral no es sólo una ni tampoco existe una sola teoría ética

La bioética es una disciplina cuyo discurso se legitima en ser dialógico, secular y procedimental.
No hay en ella, dice Lolas Stepke, lugar para "el reduccionismo creencial de aquellos que
intentan imponer sus convicciones a otros y creen su deber propagar dogmas. Es por eso
incongruente ab initio una bioética dogmática, fundamentada en un esfuerzo misionero o en el
magisterio confesional

Una propuesta pedagógica con eje en la bioética

Al planificar un programa de actividades debemos tener claro cuál será el propósito


perseguido: formar médicos generales aptos para la atención primaria y secundaria de salud,
acorde con las necesidades de la población, los recursos existentes y los conocimientos
corroborados en la medicina de nuestro tiempo. Todo ello en un contexto que enfatice la
atención integrada sobre la especializada y que privilegie a la "persona" sobre la enfermedad.
Referencias

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Bioethica 2003; 9(1): 229-238. [ Links ]

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Recibido: 17-11-2007/Aceptado: 17-12-2007.

BIBLIOGRAFIA: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S1726-
569X2008000100003&script=sci_arttext&tlng=en
Análisis críticos

Está muy bien que los estudiantes de medicina lleguen a tener dominio de los aspectos clínicos
y tecnológicos, pues eso no es suficiente, debe tener una formación axiolitica, formación en la
que tiene que ver con la persona, es decir, con sus valores, con la parte esencial del ser
humano, capacidad para juzgar lo que es bueno y lo que es malo y sean auténticos que vale
por el bien profesionales e integridad de sus pacientes
También los estudiantes deben comprender que la bioética es esencial para desenvolverse
como profesionales en la interacción con el paciente, fomentar un espíritu y ampliar su sentido
de responsabilidad en el que hacer
La bioética es una disciplina que exige la conclusión en los planes de medicinas para adoptar a
sus alumnos las competencias que les permiten manejar los conflictos de valores de una
relación clínica auténticamente democrática
El principio de la práctica profesional con respeto a la autonomía del paciente, a sus creencias
y culturas, también reconocer las propias limitaciones y la necesidad de mantener y actualizar
su competencia profesional
Articulo Nº3
Perspectiva Bioética del cuidado de Enfermería

En el presente artículo se presenta una aproximación a la perspectiva bioética del cuidado de


Enfermería, se plantean inicialmente algunos elementos de reflexión acerca de la ética y la
moral y sus aportes a la reflexión bioética; seguidamente se analizan elementos conceptuales
de la bioética: origen, concepto, rasgos característicos, áreas de estudio, tendencias de la
bioética en América latina y el Caribe y su relación con la ética del cuidado, propio de
Enfermería.

Palabras claves: Ética. Moral. Bioética. Ética del Cuidado y Enfermería

An approach to the nursing care bioethics perspective is shown in the present article, initially
reflection elements about the ethics and the moral are taking into account, together with a
bioethics reflection, followed by the analysis of bioethics conceptual elements: origin, concept,
characteristics, different study fields, Latin America and Caribbean bioethics tendencies and
the relation of the bioethics with the care ethics of nursing. Key words: Ethics. Moral.
Bioethics. Care Ethics and Nursing.

INTRODUCCIÓN

Los cambios sociales, políticos, culturales así como los avances científicos y tecnológicos han
hecho que en las últimas décadas haya cobrado un mayor interés el estudio de la ética, -más
recientemente el de la bioética– en defensa de la vida en todas sus manifestaciones y de los
derechos del ser humano. De igual manera han surgido nuevas reglamentaciones y códigos
que buscan, entre otros aspectos, salvaguardar los derechos de las personas, proteger el
medio ambiente, hacer una mejor distribución de los recursos y ampliar la cobertura de
atención a las personas menos favorecidas. Por otra parte desde el origen de Enfermería se
considera que el cuidado es el núcleo central del ser y quehacer de Enfermería y ha estado
ligado a la ética, en este sentido se habla de la ética del cuidado y tal como lo plantean
diferentes Enfermeras éste sirve como fundamento de la bioética.

Etica y moral

Usualmente los términos ética y moral tienden a confundirse, quizá por el origen etimológico
de sus raíces -de hecho para algunos autores son sinónimos- El concepto de ethos (escrito con
eta) originalmente significaba la morada, el lugar y la casa donde se habita de manera
protegida, el entorno natural del ser humano, su mundo inmediato. Posteriormente, el ethos
(escrito con épsilon y tildado), significa la intimidad misma del ser humano, su carácter, su
modo simbólico de ser y de comportarse, la manera como el hombre realiza su ser en el
mundo, apropiándose el mundo exterior para hacer simbiosis con su mundo interior y vivir
coherentemente y saludablemente. Para Cely “esta coherencia saludable no es otra cosa que
la higeia, producto de una forma virtuosa de vivir. La virtud que los griegos llamaron “areté”,
deriva su significado ético del ejercicio físico diario y exigente que los atletas tenían que hacer
para mantenerse en forma. Es así como la ética aristotélica es una ética de las virtudes, lo que
equivale a una propuesta de vida llevada higiénicamente” La raíz latina “mores” significa
costumbre, carácter; se define como el conjunto de códigos, normas o reglas de conducta que
permite establecer una distinción entre lo que es bueno y lo que no lo es, lo que uno debe y no
debe hacer; dichas normas son adquiridas por hábito y son aceptadas por la sociedad. El
sentido moral nace de la responsabilidad y de la libertad; es precisamente esta última la que
hace que los actos sean susceptibles de ser calificados como buenos o malos, pues en el
ejercicio de su libertad y luego de un análisis de conciencia, el ser humano toma la decisión de
efectuar un acto determinado La ética es el estudio de la moral; plantea cual es el valor de la
bondad de las conductas mismas, de lo que es correcto o incorrecto. Es entonces aquella parte
de la filosofía que estudia la moralidad del obrar humano; se entiende por moralidad, aquella
cualidad que se refiere a los actos humanos que se realizan libre y voluntariamente, en este
sentido la ética y la moral se relacionan como lo hace una ciencia con su objeto de estudio; es
decir, la ética no crea la moral, sino que la estudia. Al respecto Adela Cortina afirma: “La ética
da razón, mediante la reflexión filosófica, de la moral en este sentido explica, analiza, estudia,
describe y critica los comportamientos no los enjuicia…. acoge el mundo moral en su
especificidad y da reflexivamente razón de él”

BIOETICA

De acuerdo con Asnariz, no se puede negar que desde tiempos remotos los filósofos,
religiosos, hombres de ciencia y pensadores en general se han preocupado por el uso de la
ciencia y de la técnica en el desarrollo de la vida humana y por el impacto de ésta sobre él y su
entorno; sin embargo es a partir del inicio de la Bioética que dicha preocupación ha tomado la
importancia que tiene para la vida del hombre y del planeta tierra. El primero en manifestar su
preocupación por el estudio de la ética a favor del medio ambiente fue el ingeniero forestal
Aldo Leopold; pero el origen del término Bioé- tica se atribuye a Van Rensselaer Potter Potter,
bioquí- mico oncólogo quien obsesionado por la supervivencia de la vida y del medio ambiente
planteo la siguiente reflexión: “Existen dos culturas, que parece que no son capaces de
comunicarse: la científica y la humanística: Si aceptamos que esta incomunicación es una de
las razones que hacen dudar de la posibilidad de futuro de la humanidad, posiblemente
construyendo un puente entre estas dos culturas construiremos un puente hacia el futuro”

Como respuestas a sus inquietudes Potter publica en 1971 su libro “Bioética un puente hacia el
futuro”, un puente entre dos culturas: la científica en torno a la vida y el medio ambiente y la
humanista centrada en la ética. En la mente y en los escritos de Potter la Bioética no nace
reducida al campo de la medicina ni de ninguna otra ciencia, sino que nace como una obsesión
por la supervivencia de la vida y del medio ambiente; en este sentido plantea una ética global
por la vida. Desde ese entonces la bioética se ha desarrollado en niveles teóricos, académicos,
primero norteamericanos, luego europeos y finalmente hoy se ha extendido a todo el mundo
ya que la preocupación de Potter es hoy preocupación de todos. Etimológicamente el término
bioética proviene de las raíces griegas bios: vida y ethos: ética cuyo fin es mejorar la calidad de
vida del hombre y del medio ambiente. Existen diferentes definiciones acerca de la Bioética de
acuerdo con la formación y enfoque ético de los autores. En la Enciclopedia de Bioética Reich
Warren (1995) la define como “el estudio sistemático de las dimensiones morales – incluyendo
la visión moral, decisiones, conducta y políticas de las ciencias de la vida y el cuidado de la
salud, empleando una variedad de metodologías éticas en una espacio interdisciplinario”5
Asnariz considera que la Bioética “analiza argumentativamente e intertrans disciplinaria
mente, situaciones dilemáticas, valorativas, surgidas en y desde las ciencias de la vida y de la
salud, debido a la creciente tecnificación que impacta la vida en toda su amplitud y a la
variedad de paradigmas de valores existentes. El análisis busca con responsabilidad solidaria,
llegar a consensos donde prime el respeto por la dignidad humana y la vida en general, tanto
presente como venidera” Palacios considera que la Bioética es la “disciplina encargada del
análisis de los avances y utilización de las ciencias y tecnologías, para proponer orientaciones
éticas aplicables que los armonicen con el respeto a la dignidad humana y a la protección del
medio ambiente, las especies y la naturaleza” Se resaltan como características de la Bioética
las siguientes:

• Se origina en un ambiente científico

• Tiene carácter interdisciplinar

• Utiliza el diálogo (deliberativo) como metodología

• Se apoya en la razón y el buen juicio


• Se basa en el análisis de situaciones prácticas

• Es secular (no confesional)

• Es una ciencia en evolución

• Busca humanizar el cuidado de la vida

• Es abierta (inabarcable)

La Bioética analiza situaciones o dilemas que requieren de una toma de decisiones ética y que
se agrupan en:

• Microbioética o específicos: Temas Alfa o del comienzo de la vida. Beta referidos a la


experimentación con humanos (ejemplo transplantes) Omega relacionados con el final de la
vida.

• Macrobioética o generales. Aborda temas tales como la justicia sanitaria, la asignación de


recursos en salud, el medio ambiente y la ecología social

• Profesional: Analiza temas relacionados con la ética de la práctica profesional y los


problemas éticos de la investigación. Hasta hace una década el énfasis de la Bioética se orientó
en los problemas Micro con un enfoque clínico médico, sin embargo a medida que surgen
problemas que de alguna manera afectan los derechos humanos, los derechos ecológicos y del
medio ambiente, los derechos de las colectividades y los derechos de las futuras generaciones
la Bioética como lo plantea Diego Gracia ha venido evolucionando de la “Bioética Clínica a la
Bioética Global”8 Por otra parte los participantes en el Seminario Regional Latinoamericano de
Bioética (noviembre 2004) cuyo tema central fue “Hacia una Declaración Universal de Bioética:
Un desafío Internacional” expresan su convencimiento de que la Bioética “se ocupa no solo de
los problemas éticos originados en el desarrollo científico y tecnológico; sino también de las
condiciones que hacen a un medio ambiente humano ecológicamente equilibrado en la
biodiversidad natural; y de todos los problemas éticos relativos a la atención y el cuidado de la
vida y la salud”. Entre las conclusiones plantean la necesidad de incluir referencias precisas
sobre los problemas bioéticos vinculados a aspectos concretos de la realidad que vive la
mayoría de la población mundial, más específicamente los países de América Latina y el Caribe,
sumida en la pobreza, el hambre, la enfermedad, la exclusión social y que esta afectada por el
flagelo de la guerra y la violencia. Igualmente proponen, entre otros aspectos, defender el
fundamento de la Bioética en los derechos humanos con el fin de desarrollar una ética
respetuosa de las culturas y tolerante de las diversidades. Convocan a los bioeticistas,
profesionales de la salud, científicos, miembros de la comunidad universitaria, políticos y
organizaciones sociales de América Latina y del Caribe a participar en acciones tendientes a
encarar los problemas de la salud y del medio ambiente, como temas prioritarios de la
reflexión bio- ética con miras a lograr el bienestar general, la vigencia de la justicia y de los
derechos humanos y la ratificación de una democracia pluralista, social y participativa

ÉTICA EN LA BIOÉTICA

No son la misma disciplina la ética es una disciplina filosófica que trata acerca de la moral y la
moralidad. Asnariz considera que la Bioética está incluida en la ética y en este sentido, para
algunos autores, es una ética aplicada a un campo específico de la realidad y necesariamente
se fundamenta en la reflexión ética-filosófica. La autora analiza el concepto de Bioética de
Reich y afirma que en la Bioética subyacen cuestiones básicas humanas que nos llevan a
cuestionamientos como los siguientes: ¿Qué clase de persona debo ser para realizar buenas
decisiones éticas y vivir una vida moral? ¿Cuáles son mis deberes y obligaciones hacia los otros
cuya vida y bienestar pueden ser afectados por mis acciones? ¿Qué obligaciones tengo hacia el
bien común como miembro de la sociedad? ¿Qué perspectiva (enfoque) ética ofrece más
ayuda o responde mejor a los dilemas éticos? Llano considera que en la reflexión bioética de
un problema el enfoque fundamental es la valoración ética que se hace del mismo en forma
interdisciplinaria teniendo como criterio fundamental la dignidad de la persona humana.10 Por
lo anterior puede concluirse que la Ética contribuye a la Bioética en el sentido en que coloca
como fundamento de la reflexión el comportamiento social de la persona en relación con los
avances científicos y tecnológicos que influyen en la vida de todos los seres de la naturaleza.
En una reflexión Bioética la ética que aplicó es mi propia ética, mi conciencia, mi forma de
pensar, mi forma de obrar en una palabra ejercito mi yo moral que es el nivel más alto de la
concienticidad. De acuerdo con Llano “cuando empiezo a deliberar con mi yo moral (que es
consciente) en mi esta actuando mi yo racional, mi yo intelectual, mi yo sensible y mi yo
inconsciente” El yo moral conlleva el obrar responsablemente, este nivel es práctico y
existencial; práctico en cuanto se relaciona con métodos de acción concretos y existencial en
cuanto implica el autocontrol y éste a su vez la responsabilidad por los efectos de nuestras
acciones sobre los otros y básicamente sobre sí mismo, elemento fundamental en la discusión
bioética. Todas las corrientes éticas (ética de las virtudes, ética deontológica, ética utilitarista,
ética consecuencialista, ética comunicativa) ofrecen instancias filosóficas para fundamentar la
Bioética y aunque de acuerdo con Cely “ninguna en particular satisface plenamente las
expectativas”,12 considero que la ética comunicativa (también llamada discursiva y dialógica)
aporta elementos fundamentales para la reflexión y toma de decisiones Bioéticas.
BIOÉTICA Y CUIDADO

El cuidado, como parte de la existencia misma, se da en la cotidianidad y en todos los espacios


en que la persona vive y se desarrolla; es una característica esencial de la condición humana,
por lo tanto es tan antiguo como la especie humana y en este sentido toda persona tiene la
capacidad de cuidar. Asnariz se refiere a la dimensión social de la Bioética y enfatiza que si
queremos cuidar responsablemente es necesario tener clara la interdependencia de la vida
humana, animal y vegetal y el contexto de competencia entre todos los seres vivos. La praxis
de cuidar difiere de un lugar a otro y de un tiempo a otro, porque el cuidar como toda
actividad humana se ejecuta siempre en el seno de una determinada cultura y de una
sociedad. Al respecto Torralba plantea: “las formas concretas de articular el cuidado difieren
substancialmente de un lugar a otro, pero la necesidad de ser cuidado y, por lo tanto el deber
de cuidar pueden calificarse, desde el plano de lo antropológico, de universales y de
absolutos…. por tanto el cuidar es fundamentalmente un deber ético para quienes tienen en
sus manos la noble y nada fácil tarea de cuidar” En este sentido el cuidar se constituye en una
experiencia ética que se relaciona directamente con la experiencia del deber (Kant) y con la
experiencia de la felicidad (Aristóteles) pero ambas se comprenden en el marco de la
experiencia de la alteridad (E. Lévinas). Dado que la ética trata de los deberes que los humanos
tenemos con los otros y con la naturaleza, el ejercicio de cuidar puede considerarse un deber
ético fundamental pues resulta ser la condictio sine quanon del desarrollo humano, social y
natural; en este sentido se habla de la ética del cuidado.

Ante la pregunta ¿Cuál es la relación entre la Bioética y la Ética del Cuidado? Torralba
responde: ”Si la bioética etimológicamente, es la ética aplicada a la vida y por otro lado, la
ética del cuidar, se refiere directamente al ejercicio de cuidar uno podría llegar a pensar que
no tienen relación alguna. Sin embargo, el ejercicio del cuidar es requisito indispensable para
el desarrollo, el crecimiento y la madurez de cualquier vida humana… para poder vivirla con
dignidad. En este sentido la ética del cuidar forma parte de la Bioética” Ahora bien de acuerdo
con Daza de Caballero, el cuidado ha sido reconocido por la profesión de Enfermería como
rasgo esencial de la definición de su campo de acción y como el núcleo central del quehacer y
el saber de la Enfermería. Este ha sido motivo de reflexión de diversas escuelas de
pensamiento, logrando avances en su proceso de conceptualización que se ha evidenciado en
los modelos y teorías que sustentan el cuidado como rasgo esencial de la profesión. Podría
decirse entonces, como lo han manifestado algunos autores, que la Ética del Cuidado -con
unos rasgos específicos- se constituye en el fundamento de la Enfermería; entre dichos rasgos
se destacan los siguientes: La práctica de la acogida del otro, del otro enfermo, del otro
vulnerable. La pre-ocupación por el otro, no solo ocuparse de él ahora y aquí, sino anticipar
esta ocupación, pensar en él, prever sus insuficiencias, ocuparse con antelación, esto es
preocuparse. Acompañar al otro en la vivencia y experiencia de la enfermedad. Actuar como
abogado del sujeto de cuidado en pro del respeto a su dignidad y a sus derechos y Demostrar
una actitud solicita ante la(s) persona(s) que se cuida(n). En cuanto a la relación entre Bioética
y Enfermería aunque son pocas las publicaciones que se encuentran al respecto se ha
identificado que en la última década ha sido clara la motivación de las enfermeras por
prepararse académicamente en ésta área con el interés de contribuir al análisis de situaciones
y dilemas éticos que afectan de alguna manera la dignidad de la persona, sus derechos y al
medio ambiente en general. Así mismo algunas de las Declaraciones del Consejo Internacional
de Enfermería hacen referencia a la participación de la enfermeras en temas que
corresponden al estudio de la Bioética, entre estas: la conservación de medio ambiente (1992),
en la defensa de los derechos humanos (1998), clonación y salud humana (1998), en el
conflicto armado (1999), el cuidado al paciente moribundo y su familia (2000) adopción de
decisiones y de políticas en los servicios de salud (2000) en la atención a las personas en
condición de migrantes, refugiados y desplazados (2000). Barrio Cantalejo, Enfermera chilena,
considera que la ética del cuidado, propia de Enfermería, le aporta a la bioética no temas
exclusivos sino “una voz diferente” en el análisis de los problemas que ella se plantea. Las
Enfermeras en su práctica profesional se enfrentan cotidianamente a dilemas éticos y su forma
de abordarlos suele ser distinta a la de otros profesionales; ellas se preocupan por el contexto
que genera el dilema, por todas las dimensiones de la(s) persona(s) involucradas en él, por el
significado que tienen para ellas el dilema y los principios y valores en conflicto y por el
restablecimiento de las relaciones humanas rotas “o sufrientes”…. “Esto sitúa a la ética del
cuidado de la Enfermera dentro de complejo mundo de la Bioética, y no yuxtapuesta a ella, y
sabiendo que su función fundamental no es tanto aportar temas exclusivos, sino su
insustituible y personal enfoque, esto es su voz diferente”. Por otra parte la colega Alejandrina
Arratia, doctorada en filosofía de Enfermería, considera que es necesario profundizar en los
principios bioéticos que guían las intervenciones de Enfermería con el propósito de contribuir
a que el cuidado sea humanizado, responsable, digno y solidario. A nivel nacional se encuentra
un buen número de Enfermeras con postgrado, a nivel de especialización y de maestría, que
han profundizado sobre la relación entre la profesión y la Bioética; entre ellas se destacan los
aportes de Beatriz Peña quien afirma que la Enfermería, desde la ética del cuidado, sirve como
uno de los fundamento de la Bioética. Para la autora la ética del cuidado no se reduce a los
problemas propios de la profesión, sino también a las problemáticas propias de la Bioética que
van desde la pobreza misma hasta las intervenciones del hombre en el espacio extraterrestre,
es decir, problemas que atañen al inadecuado manejo de la vida y del medio ambiente. María
Eugenia Molina por su parte, plantea que la Bioética como disciplina retoma los principios
éticos los cuales proporcionan elementos de juicio para analizar situaciones de la vida diaria o
del ejercicio profesional y tomar decisiones tendientes al respeto de las personas. Edy Salazar
analiza la Bioética en el quehacer de la Enfermera y plantea que el cuidado de Enfermería es
un proceso Bioético que tiende a enaltecer el sentido y la calidad de vida de la persona, a partir
del reconocimiento del otro mediante acciones dialógicas. Agrega que “La Bioética llena de
sentido el actuar humano y conduce el quehacer de la Enfermera hacia el establecimiento de
compromisos de calidad de vida del individuo consigo mismo y con los demás”. Plantea que el
desempeño de la Enfermera implica, entre otros aspectos, “Reconocer la relación de la
persona con la persona, de la persona con la naturaleza y de la persona con el medio ambiente
en general, como unidad en constante interacción y cambio.” Por otra parte y teniendo como
referencia las conclusiones y recomendaciones de la mesa de trabajo sobre la enseñanza de la
Ética y de la Bioética en Enfermería, coordinada por Nelly Garzón, la cual formo parte de la VII
Conferencia Iberoamericana de Educación en Enfermería (ALADEFE Medellín octubre 6,7,8 de
2003) me permito resaltar lo siguiente:

• Es necesario continuar el fortalecimiento de la fundamentación y conceptualización en ética


y bioética con el fin de avanzar en su aplicación en el cuidado de sí mismo, en el cuidado de los
otros y en el cuidado de la naturaleza y del ambiente.

• Reflexionar acerca de los principios éticos que guían el desempeño de la Enfermera y que se
encuentran en la legislación que la reglamenta y en el código de ética profesional. En Colombia
están consignados en la Ley 266 de 1996 por la cual se reglamenta el ejercicio de Enfermería
en Colombia: individualidad, integralidad, dialogicidad, continuidad, calidad y oportunidad y en
la Ley 911 de 2004 referente a la responsabilidad deontológica para el ejercicio de la
profesión: respeto a la vida, la dignidad del ser humano y sus derechos, autonomía,
beneficencia, no maleficencia, justicia, veracidad, solidaridad, lealtad y fidelidad.

• Hacer evidente la relación entre la ética del cuidado de Enfermería y la atención de salud con
calidad ética y científica como un derecho de las personas y de los colectivos.

• Desarrollar habilidades en la identificación y análisis de dilemas éticos y en la toma de


decisiones éticas, para lo cual se requiere habilidad en la capacidad analítica y argumentativa.
• Fortalecer la enseñanza de la ética y de la bioética en grupos unidisciplinarios e
interdisciplinarios.
 Es importante analizar situaciones sociales que presentan problemas de falta de
justicia social tales como: la pobreza, el desplazamiento, la violencia, la exclusión
social, la inequidad en la prestación de los servicios de salud y otros problemas sociales
que tienen vigencia prioritaria en nuestro medio.
 La enseñanza de la ética y de la bioética deben estar presentes en la formación del
estudiante y del profesional de Enfermería e incluirlas como elementos
transcurriculares; además de relacionarlas en las diferentes áreas de formación
profesional con situaciones y dilemas que se presentan en la cotidianidad de la
práctica.

CONCLUSIONES

A manera de síntesis se puede decir que la Bioética es una disciplina en permanente evolución
que busca establecer un puente o dialogo entre los saberes científicos en torno a la vida en
todas sus manifestaciones y los saberes humanísticos centrados en la ética. Abarca no solo las
implicaciones de la tecnociencia en el campo de la salud, sino también en lo social y lo
ambiental; en este sentido ha evolucionado de una Bioética clínica a una Bioética Global. Así
mismo y de acuerdo con lo planteado por diferentes Enfermeras la Ética del Cuidado, con sus
rasgos específicos, se constituye en uno de los referentes éticos para la reflexión Bioética de
las situaciones que afectan la vida y dignidad de la persona, sus derechos y su medio ambiente
social, cultural y natural. Para finalizar la siguiente reflexión: La razón de ser de Enfermería son
las personas y al recibir el titulo la Enfermera asume el compromiso ético de proporcionarles
cuidado con calidad humana, científica, tecnológica y ética. Dicho compromiso nos exige
capacitación permanente, sensibilidad ética y capacidad de razonamiento moral para la
adecuada toma de decisiones éticas.
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Bioética. Bogotá D. C. Editorial JAVEGRAF. 2004, p 123.

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8 Palacuos, Marcelo.”Bioética práctica para el siglo XXI” citado por Cely Galindo, Gilberto S. J.
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2004, p 4 – 5

10 UNESCO – Seminario Regional Gobierno de Argentina, “Hacia una Declaración Universal de


Bioética: Un desafío Internacional”. Conclusiones finales y Carta de Buenos Aires sobre Bioética
y Derechos Humanos .Buenos Aires, noviembre 4 y 5 de 2004. NOTA: En este evento
participaron expertos en Bioética, profesionales de la salud, de las ciencias humanas y sociales,
de organismos gubernamentales y no gubernamentales de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia,
Cuba, Chile, República Dominicana, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

11 Llano Escobar, Alfonso S. J. Funciones del Bioeticista. Bioética Selecciones Nº 2, Universidad


Javeriana. Instituto de Bioética – CENALBE, agosto de 2002, p 23.
12 Llano Escobar, Alfonso. S. J. Introducción a la Ética. Apuntes conferencia Especialización en
Bioética. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá. Colombia, abril 21 de 2001.

13 Cely Galindo, Gilberto. S. J. El horizonte Bioético de las Ciencias Op. cit. p. 45.

14 Torralba Rosello, Francesc. Labor Hospitalaria. Instituto Borja de Bioética. Volumen XXXI.
Año 51. Nº 253. Julio – Agosto – Septiembre 1999 p 136.

15 Ibid. Página 139 16 Daza de Caballero. Rosa Leticia. La magia del cuidado: Una
aproximación desde la analítica Heideggeriana. Revista Enfermería Humanismo. Ciencia y
Tecnología. Universidad de Cartagena. Facultad de Enfermería. Nº 11. 2003, p 26.

16 Barrio Cantalejo, Inés María. Ética de Enfermería y transplante de órganos. Revista de


Estudios Médicos Humanísticos. Pontificia Universidad Católica de Chile. Vol. 3 Nº 3. 2001, p
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17 Peña, Beatriz. ¿Cuál es el aporte principal de la práctica de Enfermería a las Problemáticas


bioéticas? Revista Avances en Enfermería. Universidad Nacional. Facultad de Enfermería. Vol
XXI Nº 1, enero – junio 2003. p 5.

18 Peña, Beatriz. El ethos del Cuidado: La responsabilidad como fundamento de solución a las
problemáticas bioéticas. Ponencia presentada enla Cátedra Manuel Ancizar. Universidad
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