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Había Una vez …

Mariana y su gata
Por: Mariana Ruiz Pasaje
Mariana vivía en Bogotá,
Colombia, en una animada
ciudad rodeada de montañas
verdes. A pesar de tener
muchas comodidades en la
ciudad, siempre había sentido
que algo le faltaba en su vida,
algo que solo podía encontrar
en la naturaleza.

Un día, Mariana tuvo la


oportunidad de ir de viaje a la
finca de sus abuelos, que
estaba ubicada en medio del
campo, rodeada de colinas y
campos verdes. Mariana
estaba emocionada por la
aventura que le esperaba en la
finca y por la oportunidad de
pasar tiempo con sus primas.
Mientras Mariana estaba
jugando con sus primas en el
amplio jardín de la finca,
escuchó un fuerte y misterioso
maullido que resonó en el
aire, como el rugido de un
feroz gato carey. Intrigada, se
acercó a un arbusto cercano y
vio una gata misteriosa,
hermosa y peluda, escondida
entre las hojas. La gata tenía
un pelaje negro , colorido y
largo que parecía una cascada
de seda, pero sus ojos eran
misteriosos y profundos.
Mariana sintió una conexión
instantánea con la gata y
decidió acercarse con cuidado.
La gata parecía asustada, pero
Mariana le habló en voz suave
y le ofreció caricias y comida.
La llamó Michi, inspirada en el
misterio de su maullido y la
belleza de su pelaje.

Los primeros días en la finca,


Michi seguía siendo gruñona y
gruñía cuando Mariana se
acercaba. Se escondía en los
rincones más oscuros de la
casa de campo y solo salía en
busca de comida cuando
pensaba que nadie la estaba
observando. Pero Mariana no
se dio por vencida. Sabía que
Michi necesitaba tiempo y
paciencia.

Mariana pasó días


investigando cómo ganarse la
confianza de Michi. Le hablaba
con dulzura, le ofrecía
golosinas y juguetes, y se
quedaba quieta mientras la
gata exploraba su entorno.
Poco a poco, Michi comenzó a
asomarse tímidamente y a
aceptar las caricias de
Mariana. Mariana notó que
Michi tenía un pelaje suave y
hermoso, y se dio cuenta de
que podía cuidarla y hacer que
se sintiera amada.
Con el tiempo, Michi se a casa
con mariana se volvió menos
gruñona y más cariñosa.
Mariana y Michi compartieron
momentos felices juntas en
casa ,. Michi se convirtió en
una gata domestica y la
compañera constante de
Mariana

La relación entre Mariana y


Michi se convirtió en un
ejemplo de amor y paciencia.
Mariana había transformado a
la misteriosa y gruñona Michi
en una gata cariñosa y
amorosa. Juntas, vivien
muchas aventuras juntas ,
disfrutando de su amorosa
compañía día tras día.

No importaba cuán misteriosa


o gruñona pudiera ser al
principio; el amor y la
dedicación de Mariana habían
transformado a Michi en una
gata amistosa y cariñosa. Así,
Mariana y Michi vivieron
felices juntas en su hogar ,
demostrando que el amor y la
paciencia pueden cambiar
incluso a los corazones más
gruñones y misteriosos,
Mariana y Michi compartieron
momentos inolvidables su
historia constancia, paciencia,
amistad y cariño llegara a

todos los niños y niñas q


lean y escuchen su historia

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