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UN NO SÉ QUÉ QUE SE QUEDA1 QUEBRADO EN LA

LENGUA

1
Balbuciendo
Cántico espiritual, San Juan de la Cruz.

1
Si viniese un hombre al mundo, hoy
Con la barba de claridad
De los patriarcas: Él debería,
si hablase de este tiempo
debería
Solamente balbucear, balbucear
Siem siem siempre
Balbucear
Paul Celan

2
CAPÍTULO I

De lo que aconteció desde que los Desdequeismos

Desde que los ladros perran


Y desde que los cantos gallan,
Ahora, incluso, que albando la toca
Las altas suenas campanan,

Y que los rebuznos burran,


Y que los gorjeos pájaran
Y que los silbos serenan
Y que los gruños marranan

Desde que la aurorada rosa


Los extensos doros campa,
Perlando líquidas viertas
Cual yo lágrimo derramas,

Desde que los filólogos filántropos buscan antónimos para el


desde que la picara pájara pica en la típica en la jícara
[la lenta letra que leía se lesionaba en la lengua y se trababa con un sinfín de baba]
Yo sólo podía balbucear, balbuceaba.
Esos renglones son siempre una maraña que araña la boca y el pensamiento; no se deja leer,
mucho menos entender,
no es el Finnegans Wake,
[es el trabalenguas que ni el más trabalenguado puede trabalenguar],
tanto es así, que tampoco el bajalenguas puede bajalenguar una lengua trabalenguada,
entonces la cabeza se nos lengua toda de trabas,
3
mejor dicho; las trabas nos conceden un habla trabalenguada, en fin.

Si algo debe quedar claro es que, puesto que la lengua es pensamiento, nada se piensa
por fuera del lenguaje y nada se lengua escapando al pensamiento.
[Aunque sobrenadar las nadas me ha resultado dificultoso:
nominada y entonada la nada, indeterminada, se sabe casi nada,
tal vez nonada se piensa por fuera del leguaje y nonada se lengua escapando al
pensamiento]
pero siendo esa una pregunta exagerada para mi gallardía, la dejaré entre corchetes

Continuando, se traba el lenguaje, no menos


—dándole un giro al tema estrictamente sonoro—
este no sólo concierne al habla, veamos:

Cuando Pablito clavó,


[ clavilmente],
un clavito en la calva de un calvito,
hizo temblar la calva del calvito, quizá también la del clavito, demostrando que le había
trabado la cabeza al desdichado, por ello es posible que el trabalenguas no sólo se articule
en un lenguaje articulado o uno que, por lo menos, tiene toda la buena voluntad serlo
—o de no serlo, siendo ese otro asunto—.

El trabalenguas debería articularse también en un lenguaje desarticulado, si no,


¿dónde se quedan las trabas de la sordomudez?
Imagínese la imposibilidad física de Beethoven si, además de sordo, hubiese adquirido un
raro temblor en las manos.
Dante Alighieri ya habló de esto cuando en el Paraíso compara al artista que posee su arte,
pero le tiembla la mano2 con la imperfección de la naturaleza;
¿acaso la lengua de esta también se tropieza constantemente?

2
Paraíso. XII, 77-78.

4
De pronto las placas tectónicas son trabalenguas de medio tiempo.

Que cada noche temblara


así de suave,
como oración en los huesos,

y los labios fueran libres


de no creer en nada
porque es creyente el cuerpo3

Si uno balbucea no sólo se refiere al balbucear que sale de la lengua babélica,


[eso que hay dentro de la boca],
también uno balbucea cuando al balbucear es la lengua somática la que se enreda;
[siendo el trabalenguas parte de la lengua, la lengua, parte del lenguaje y lenguaje el
mismísimo pensamiento encarnado en señas, señales, señuelos, señores ceñudos señalando
señuelos y así.]

Desde luego, uno no entiende los trabalenguas como el Parkinson, mucho menos el
saxofón de Charlie Parker haciendo
be-bata-bop bata-bop chrrrr chrr,
Tampoco el corazón tartajeante,
porque
quién sabe qué lo puede poner a uno a titiritar, prácticamente, a balbucear.

Se podría pensar entonces en los trabalenguas más crueles. En el frío, por ejemplo,
que hacía temblar el cuerpo, es decir lengua, de los judíos en los campos de concentración,
quizá por eso mismo se le encomienda solamente balbucear a los hombres que hablen de
esos tiempos. Contar las trabas que deja una historia es quedarse tartamudeando siem siem
siempre.

3
“Yo, que he olvidado las palabras” Fabio Morabito

5
‫ַאף ֶש ַאף ֹלא ָע ף‬,
‫ִא ם ַאף ֲּכ ָב ר ָע ף‬
‫הּוא ֹלא ַע ְפ ַע ף‬
‫הּוא ַאף ָע ף‬

Pero de la voz trabada del sionista ‫ חנניה רייכמן‬4

Aph no voló y, si ya ha volado, se va volando aph aph aph,

su nombre es volar.

Como el sonido de las cosas que ebullen, Aphhh

***

Qué habría que decir sobre los inicios de las dislexias y las trabas para el habla, sobre el
farfullero y las tachaduras al aire que no tachan una pizca de nada, quiero decir, ninguna
cosa dicha es dichosa de ser borrada.

Barthes susurra para ahorrarse la pena de farfullar, por ejemplo5.

4
Trabalenguas en hebreo de la poeta Hanania Reichman. Activista del grupo Juventud Sion,
traductora, escritora de rimas, proverbios y analista de chistes.
5
La palabra es irreversible, ésa es su fatalidad. Lo que ya se ha dicho no puede recogerse, salvo
para aumentarlo: corregir, en este caso, quiere decir, cosa rara, añadir. Cuando hablo, no puedo
nunca pasar la goma, borrar, anular; lo más que puedo hacer es decir «anulo, borro, rectifico», o
sea, hablar más. Yo la llamaría «farfullar» a esta singularísima anulación por adición. El farfulleo
es un mensaje fallido por dos veces: por una parte porque se entiende mal, pero por otra, aunque
con esfuerzo, se sigue comprendiendo, sin embargo; no está realmente ni en la lengua ni fuera de
ella: es un ruido de lenguaje comparable a la serie de sacudidas con las que un m otor nos hace
entender que no está en condiciones; éste es precisamente el sentido del gatillazo, signo sonoro de
un fracaso que se perfila en el funcionamiento del objeto. El farfulleo (del motor o del individuo)
es, en suma, un temor: me temo que la marcha acabe por detenerse. (Barthes, 1994)

6
También hay quienes sospechan que los tartamudos tartamudean menos cuando susurran,
como queriendo ocultar la voz del pensamiento, por si acaso6.

Quizá lo único que se puede hacer con una lengua mal obrada es ponerle más dificultades
de las que ya tiene, así, los trabalenguas están bien dichos cuando son llamados
destrabalenguas;

[enredos externos pueden desenredar enredos internos]

Un trabalenguas superado es un verdadero destrabalenguas.

Y así se destraban las trabas, así trabajan bajas las babas

[esa babosa que es lengua],

una y otra vez.

Demóstenes no demoró en demostrar la cura para los trastornos de la lengua, es decir, al


menos hablando de la propia, la suya propia, no la mía propia, tampoco la de ustedes
propia, sino la de él, la lengua propia de Demóstenes, que en todo caso suele ser la nuestra
también

— puesto aquí, se hablará tanto de sus trabas como de las mías, es decir las suyas—,

en todo caso, y para ir ahorrando semejante mal entendido, Demóstenes nos enseñó a
ponerle trabas a las trabas: ponerse piedras en la boca para obstaculizar el paso de un
obstáculo mayor, la lengua tartamuda.

6
Se han estudiado los aspectos fisiológicos relacionados con la planificación y coordinación del
habla, planteándose que pueden incidir en una escasa coordinación de los órganos
fonoarticuladores (labios, lengua, cuerdas vocales, etc.), que provocarían una asincronía en los
movimientos rápidos que se requieren para hablar. Se cree que estos elementos, de forma aislada o
en combinación con otros factores ambientales, pueden favorecer la aparición del trastorno. Esta
explicación tiene su base en el efecto que se produce de disminución del tartamudeo cuando la
persona susurra o cuando mueve sólo los labios al hablar, siendo la reducción del tartamudeo
todavía mayor si no se emiten sonidos (Riley y Riley, 1999).

7
También uno puede reemplazar las piedras por picapiedras o quitaquiebras. Las cosas que
uno se puede poner en la boca son como un dedo rollizo e inteligente7, son como un dios o
un pezón por el cual uno aprende a querer el mundo.

10Entonces dijo Moisés á Jehová: ¡Ay, Señor! yo no soy hombre de palabras de


ayer ni de anteayer, ni aun desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el
habla y torpe de lengua. 11Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre?
¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿no soy yo Jehová? 12Ahora
pues, ve, que yo seré en tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. (Éxodo 4:10-
12).

La vez primera que se razona y se discurre de la lengua es balbuceando: ma ma ma ma ma

— no es maleta ni maestro, mano ni maga—

ma ma ma má, aguda palabra, agudísima y aguada, llena de saliva y de lactancia cuando


intentábamos llamar a lo lejos a una señora mamá,

[la mama de la cual mamamos el idioma]

Y ahí está, proviene del desarrollo de la lengua, por tanto, de su constante trabalenguar.

Pero cómo fluye la rueda del lenguaje,

y está muy bien que la palabra razón y corazón troven,


con eso mi explicación se hará presente en la forma de la rueda.

Veamos:

Así como una rauda en incesante procesión es afluenciada en las arterias de un aluvión, así
fluyen las ruedas de mi razón, rueda rueda la sangre rumbo al corazón.

7
Cita completa: “siguió de pie, metiéndose un dedo en la boca. Era un dedo rollizo e inteligente:
por su extremidad rosada, ella había aprendido a conocer el mundo y a quererlo. A veces sabía a
miel, a manzanas frescas, a polvo, a tomillo, a veces sabía a limón y le había enseñado a apartarse
de las cosas calientes y de la gente de piel áspera y acre” La tarde del dinosaurio de Cristina Peri
Rossi.

8
Y ojalá en mi triste ejemplo los cuerpos árabes de la rauda no se desraben en el proceso de
destrabarse o de desruedarse de la rueda del lenguaje.

Bueno, puede que ese juego, para aprender a punta de enredos lingüísticos, sea lo que nos
cautive del lenguaje, es más, empeñarse al poder de la oración es amar el alófono, como los
niños.8

El habla se nos enreda, ¿quién la desenredará? Quien la desenrede, buen desenredador será.

32 Allí le llevaron un sordo y tartamudo, y le pidieron que pusiera su mano sobre


él. 33 Jesús se lo llevó a un lado, aparte de la gente, le metió los dedos en los oídos
y con saliva le tocó la lengua. 34 luego, mirando al cielo, suspiró y dijo al hombre:
«¡Efatá!» (es decir: «¡Ábrete!») 35 Al momento, los oídos del sordo se abrieron, y
se le desató la lengua y pudo hablar bien. Marcos 7:31-35

CAPÍTULO II

De lo que aconteció a unas manos olvidadas, una en la otra


(como guantes)

8
“Toda rima da particular alegría a un niño”. Román Jakobson y Linda R. Waugh (1979)

9
En el principio fue la palabra y la palabra fue con la lengua una palabra al borde de la
interrupción.
La interpelación de lo humano en la palabra son los
escollos, quiero decir,
[lo otro]
nuestra lengua es una traba para el lenguaje.

Los amontonamientos homónimos y parónimos


[de lenguas paparpadenates con bocas papaparlantes]
que la lengua busca al enredarse son muy complicados. Las elecciones de las muy
entorpecedoras, las lenguas, son pensadas más rápido de lo que la mente puede,
véase en la explicación aristotélica sobre la tartamudez, Cuando la velocidad del
pensamiento va más rápido que la lengua.

Pero para pensar mejor en los trabalenguas, es decir, en esas pequeñas o grandes trabas para
el habla, como la tartamudez, hay que pensar en el devenir del temblor
¿Qué hace que la lengua se trabe?
¿Los trémulos somos nosotros o acaso hay palabras que lo son juntas y hacemos mal
aglomerándolas?

Quizá y hay una naturaleza temblorosa en el lenguaje.

Yo he empezado a pensar, por ejemplo, que todas las palabras esdrújulas juntas son
trémulas en la boca, por ejemplo, las que terminan en culo:
uno hace mal hablando de un tabernáculo afuera de un tubérculo, también en un
espectáculo ósculo que se versículo en un ventrículo. De ello habla un artículo que se debe
leer con montículo o binóculos. Los currículos de culos son bien terminados, o bien
vinculados, a minúsculos círculos de lo ridículo. Ridículo es, pues, que el pensamiento haga
mal el cálculo sintáctico y dé un espectáculo mayúsculo.

10
Pero Pessoa ya había hablado de esto cuando al mencionar de las cartas de amor:

(Todas las palabras esdrújulas,


como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículos).

Cuán ridículos son los vínculos de las palabras que se enredan en la boca, que puestas no
podrían estar de una mejor forma, ya que propiamente son cartas de amor.

Si uno piensa en el principio de las cosas,


cuando el lenguaje se asomaba en la boca del recitador
Aquel9,
cuyo nombre propio es distinto de lo humano,
ni siquiera un trabalenguas trabalenguado.
No se puede lenguar lo ilenguable
Amor, Amor, Amor
Esa Lengua no se lengua no se traba y no se destraba; no se nombra ni se echar por tierra.
Si yo dijera su Nombre lo conocería, pero bien aventurados somos los de lengua mortal,
porque no destruimos lo innombrable
y porque, más bien, nos enredamos mucho queriéndolo.

Que sea la luz

para la gracia

εἰ δὲ χάριτι, οὐκέτι ἐξ ἔργων, ἐπεὶ ἡ χάρις οὐκέτι γίνεται χάρις10

9
[Queriendo hablar yo de la tradición judía]
10
Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es
gracia; de otra manera la obra ya no es obra. Romanos 11:6

11
Y pues claro que todo esto tiene que ver con la imposibilidad de nombrar para poseer,
[Ya visto arriba la ye con la hache uve hache]
como en la humanidad después un
artista
un día un hombre cansado:
sometido por Warner Bros, que aparecía en sus presentaciones con la palabra “esclavo”
pintada en su mejilla, resolvió cambiar su nombre, Prince, a la jerigonza de lo inasible ‘The
Love Symbol’

Tampoco los contratos pueden asir lo que no es dicho.

Así es como el amor y las palabras se complejizan.

Una vez estaba hablando con


Sergio
seriamente, me sermoneó a propósito de cómo había encontrado el amor en la virtud de
reconocer su nombre, no a partir de leerlo sino de verlo, en su forma escrita. Yo en ese
momento me pregunté si eso también podía pasar cuando uno repetía muchas veces el

12
nombre propio o amado hasta agotarlo en sonidos indistinguibles, si el amor también podría
ser reconocerse o reconocerle, simplemente, en el tarareo de melodías cercanas a un
nombre.
[Y no he podido dejar de pensarlo]

Lalarea y tararea, esa es toda su tarea, la de Laura, al laralear y al tararear:


laralala, lerelele, lirilili, lorololo, lurululu.
Si lo logras serás un laralereliriloroluruliador.

Pero con
[Ábrete ásperos átona]

Las lapiceras lapidan las lenguas de los laureles o de las Lauras, como yo.

No quiero ni sé librarme de la latitudinal lengua lástica que lastima. Lengua, yo te quiero


lavar como se lavan los lavacristales llenos de lavaza que ayer ya lavé.
Por favor,
límpiate la de la lánguida, líbrate li de la licencia de esta lengua que lapida laureles o lauras,
lejanos ya, como yo.

Cuando uno se enamora, uno tiembla,


¿verdad que sí?

Yo tengo un primo que se llama Juan Felipe o Juan Juanete, que nació tardo de músculos,
al ser su lengua un musculo, terminó hablando enrevesado. Fue llevado a un colegio de
educación especial. Allí terminó de trabar su lengua pesada, cuando al querer comunicarse
con un amor tartamudo, empezó a tartamudear.

13
[Ciertamente es un caso genético el de la suerte]
Yo sólo he sabido balbucear al dirigirme al amado, volviendo a la mención de los
sentimientos esdrújulos en las cartas de amor. La correspondencia también se traba, acaso
cuántas muertes no ha habido a manos de cartas cuyas erratas o extravíos trabados se
olvidan en la lengua de los buzones.

Con ritmo monótono en tono monotemático


suena el tema en tono de mono sin tema el mar del amor

También he cocinado y conocido en reversada el amor. Porque todo sentimiento fuerte es


retruécano y los retruécanos me gustan a modo de trabalenguas.

Por ejemplo, hace poco tuve la dicha de encontrar a Carolina Sanín a través de los frijoles:

Dije:
«Frijol cabecita puerca, frijol blanco pancho, fríjol blanco pez, frijol ráfaga, frijol de los
diamantes, frijol amarillo, frijol cuartocreciente, fríjol alfofofo, frijol higadíceo, frijol
carbunclo tres, frijol caimán, frijol patas de serpiente, frijol abuencéreo, frijol tatamín,
frijol tú conmigo, frijol Zaragoza, frijol frágil, frijol vapor de ramo, frijol arrozado, fríjol
de mil alientos, frijol gaznatepío, frijol lombriz rosa, frijol guataguasú, frijol maraquero,
frijol siesta marina, fríjol ruborosa, frijol hoz y martillo, frijol nudo, frijol armadillo, frijol
ganasanburla, frijol amorecido, frijol amado, frijol de llanto, fríjol es-pinar, frijol esta
canción».
Y este otro, que parece un frijol, pero es una aceituna.

CAPÍTULO INTERMEDIO ENTRE EL II Y EL III

De lo que van dos cartas de amor perplejas y una receta


(antitética)

14
Almita:

Y fíjese que hoy me di cuenta de cómo timbran los timbres. Un timbre timbra con la
timidez de un timón que tembló por primera vez al ser timoneado por Timoteo, el
timador. Yo siempre estoy temblando mientras escribo esto. En mis dedos suenan
timbres11 ―no sé si me entiende bien―. Estoy gritando con las huellas dactilares.
¿Cómo decirlo? Estoy timbrada a causa de los tambaleantes nervios, todos
temblorosos, que me procura usted, Juan, ¿cómo se imagina los nervios? ¿se
imagina que sean como cuerdas de algún instrumento? Que al usted tocarlas
tiemblan y acaso timbran, como los timbres y timones, como los timadores tímidos;
tal vez ¿será que yo soy una timadora? y he gastado todo este párrafo en decir
nada.

Querido:

11
Era un ritmo, no más, entre la palabra y el silencio.
Actuante, tenaz, indicativo, hablando acaso
de mil presencias muertas, un grito sin saliva,
un apretón de manos ¿en qué planeta?, un cruce de caminos,
¡qué se yo!, la cadencia del llanto o sangre blanca.
Pero no. No era llanto o grito, era solamente un ritmo.
De Suenan timbres, Luis Vidales.

15
Cuando estoy en Bogotá usted sabe que camino rápido12. Yo sé que usted me
entiende y por eso le guardo agradecimiento, pero ahora que no estoy allí, pienso
que Barichara se parece un poco a Villa de Leiva y empiezo a caminar mirando
hacia arriba, hacia los balcones.

Bueno, también miro los balcones además de las esquinas, pero no pienso que
usted esté en un balcón o que usted sea un balcón, sino que pienso mucho que un
balcón puede estar durante usted, esté donde esté, es decir, yo pienso para mí: un
balcón se puede aparcar a lo largo de Sergio, con eso me refería a estar durante,
¿Si me hago entender? Ya le había dicho que usted es de madera y los balcones
durante usted también lo son. Y a mí me parece que son preciosos las más de las
veces; pero a veces también me preocupa que el balcón se le pose mucho tiempo
encima y que después yo ya no pueda distinguir a mi amigo, como si Un balcón
pudiera balconear en un reposabalcones, es decir usted, para toda la vida. A veces
también creo que Sergio, el reposabalcones, está balanceándose en un balancín
con un balcón, llamémosle balalcón, del otro lado, a ver cuál puede mirar desde
más alto. Bueno, y yo espero usted gane la pelea contra los balcones algún día.
Perdón por ser tan enredosa, pero es que leí “El balcón” de Felisberto Hernández
y lloré mucho, no se imagina, ah, y también recordé su obra de teatro, ¿se
acuerda? Tan bonita.

¿Cómo manzanar de pie un hacer?

Ingredientes

Masa:

12
Blossom Dearie - I Walk a Little Faster

16
2 ½ harina de tazas

½ sal de cucharadas

4 azúcar de cucharadas

225 gr de mantequilla de trozos

1 huevo (que es un huevo siempre)

2 aguas de cucharadas frías

Relleno:

6-8 manzanas (que son manzanas siempre)

¾ azúcar de una taza

¼ de sal desmantequillada

2 harinas de cucharadas

2 canelas de cucharitas (váyaseme a perder)

½ sal de cucharadita
1 limón de zumo en cucharita,
(también,cuidado)

Preparación:

I
La mezcla se harina
se sala el azúcar
con los trozos de mantequilla de añaden dedos
y se ingredientan todos los mezcles

17
Se añade un batido ligeramente huevo
[Si te tenedoras puedes usar un cansas]
Recuerda que si la templada se está haciendo masa, se puede dejar una nevera en unos
minutos.
Si estás seca que además se está quedando viendo, puedes aguar añade fría mientras a
mientras un mezclas poco.

No los golpes de todo viertas, porque la pegajosa te puede quedar masa


Ahora mezclada en dos divide y la plásticas con un envuelves y la neveras en la introduces
por una hora menos.

II
Relleno, el haz mientras:
Manzana y pela las
cortas
cada cuatro en trozo mitades
En los trozos pones un bol
Limonas, azucas, salas y canelas los encimas echas.
[Normalmente yo le mosco una nuez poco ]
Con la mezcla manas o grades cucharas todo.

III
En un medio sartén pones un fuego
Mantequilla la harina con las juntas
Manzana las echas y azúcarea hasta que se remueva el absorba
[La idea es que sartenees el cubres por 7 minutos para que las ablandas se vayan
manzanando]
Fuegas el retiras.

IV

18
Luego de una hora menos
Sacas la nevera de la masa
Estira el molde en un masa circular hasta los mismos del borde

Después manzanas, cubres las encimas y, por último,


se masan los tiras en los cortes que nos quedaban y
se tejen los cubres.

V
El mete al horno se pie de manzana
Cuarenta minutos durante y
postcalentado a 230 grados

Luego saca el horno del pie

Pero por ultísimo,


sólo no enfríes deja
cuando te comas el horno.

CAPÍTULO III

De los que van los trabalenguas en mi


lengua, la de las jitanjáforas.

19

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