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Tesis Ensayo Vela
Tesis Ensayo Vela
LENGUA
1
Balbuciendo
Cántico espiritual, San Juan de la Cruz.
1
Si viniese un hombre al mundo, hoy
Con la barba de claridad
De los patriarcas: Él debería,
si hablase de este tiempo
debería
Solamente balbucear, balbucear
Siem siem siempre
Balbucear
Paul Celan
2
CAPÍTULO I
Si algo debe quedar claro es que, puesto que la lengua es pensamiento, nada se piensa
por fuera del lenguaje y nada se lengua escapando al pensamiento.
[Aunque sobrenadar las nadas me ha resultado dificultoso:
nominada y entonada la nada, indeterminada, se sabe casi nada,
tal vez nonada se piensa por fuera del leguaje y nonada se lengua escapando al
pensamiento]
pero siendo esa una pregunta exagerada para mi gallardía, la dejaré entre corchetes
2
Paraíso. XII, 77-78.
4
De pronto las placas tectónicas son trabalenguas de medio tiempo.
Desde luego, uno no entiende los trabalenguas como el Parkinson, mucho menos el
saxofón de Charlie Parker haciendo
be-bata-bop bata-bop chrrrr chrr,
Tampoco el corazón tartajeante,
porque
quién sabe qué lo puede poner a uno a titiritar, prácticamente, a balbucear.
Se podría pensar entonces en los trabalenguas más crueles. En el frío, por ejemplo,
que hacía temblar el cuerpo, es decir lengua, de los judíos en los campos de concentración,
quizá por eso mismo se le encomienda solamente balbucear a los hombres que hablen de
esos tiempos. Contar las trabas que deja una historia es quedarse tartamudeando siem siem
siempre.
3
“Yo, que he olvidado las palabras” Fabio Morabito
5
ַאף ֶש ַאף ֹלא ָע ף,
ִא ם ַאף ֲּכ ָב ר ָע ף
הּוא ֹלא ַע ְפ ַע ף
הּוא ַאף ָע ף
su nombre es volar.
***
Qué habría que decir sobre los inicios de las dislexias y las trabas para el habla, sobre el
farfullero y las tachaduras al aire que no tachan una pizca de nada, quiero decir, ninguna
cosa dicha es dichosa de ser borrada.
4
Trabalenguas en hebreo de la poeta Hanania Reichman. Activista del grupo Juventud Sion,
traductora, escritora de rimas, proverbios y analista de chistes.
5
La palabra es irreversible, ésa es su fatalidad. Lo que ya se ha dicho no puede recogerse, salvo
para aumentarlo: corregir, en este caso, quiere decir, cosa rara, añadir. Cuando hablo, no puedo
nunca pasar la goma, borrar, anular; lo más que puedo hacer es decir «anulo, borro, rectifico», o
sea, hablar más. Yo la llamaría «farfullar» a esta singularísima anulación por adición. El farfulleo
es un mensaje fallido por dos veces: por una parte porque se entiende mal, pero por otra, aunque
con esfuerzo, se sigue comprendiendo, sin embargo; no está realmente ni en la lengua ni fuera de
ella: es un ruido de lenguaje comparable a la serie de sacudidas con las que un m otor nos hace
entender que no está en condiciones; éste es precisamente el sentido del gatillazo, signo sonoro de
un fracaso que se perfila en el funcionamiento del objeto. El farfulleo (del motor o del individuo)
es, en suma, un temor: me temo que la marcha acabe por detenerse. (Barthes, 1994)
6
También hay quienes sospechan que los tartamudos tartamudean menos cuando susurran,
como queriendo ocultar la voz del pensamiento, por si acaso6.
Quizá lo único que se puede hacer con una lengua mal obrada es ponerle más dificultades
de las que ya tiene, así, los trabalenguas están bien dichos cuando son llamados
destrabalenguas;
— puesto aquí, se hablará tanto de sus trabas como de las mías, es decir las suyas—,
en todo caso, y para ir ahorrando semejante mal entendido, Demóstenes nos enseñó a
ponerle trabas a las trabas: ponerse piedras en la boca para obstaculizar el paso de un
obstáculo mayor, la lengua tartamuda.
6
Se han estudiado los aspectos fisiológicos relacionados con la planificación y coordinación del
habla, planteándose que pueden incidir en una escasa coordinación de los órganos
fonoarticuladores (labios, lengua, cuerdas vocales, etc.), que provocarían una asincronía en los
movimientos rápidos que se requieren para hablar. Se cree que estos elementos, de forma aislada o
en combinación con otros factores ambientales, pueden favorecer la aparición del trastorno. Esta
explicación tiene su base en el efecto que se produce de disminución del tartamudeo cuando la
persona susurra o cuando mueve sólo los labios al hablar, siendo la reducción del tartamudeo
todavía mayor si no se emiten sonidos (Riley y Riley, 1999).
7
También uno puede reemplazar las piedras por picapiedras o quitaquiebras. Las cosas que
uno se puede poner en la boca son como un dedo rollizo e inteligente7, son como un dios o
un pezón por el cual uno aprende a querer el mundo.
Y ahí está, proviene del desarrollo de la lengua, por tanto, de su constante trabalenguar.
Veamos:
Así como una rauda en incesante procesión es afluenciada en las arterias de un aluvión, así
fluyen las ruedas de mi razón, rueda rueda la sangre rumbo al corazón.
7
Cita completa: “siguió de pie, metiéndose un dedo en la boca. Era un dedo rollizo e inteligente:
por su extremidad rosada, ella había aprendido a conocer el mundo y a quererlo. A veces sabía a
miel, a manzanas frescas, a polvo, a tomillo, a veces sabía a limón y le había enseñado a apartarse
de las cosas calientes y de la gente de piel áspera y acre” La tarde del dinosaurio de Cristina Peri
Rossi.
8
Y ojalá en mi triste ejemplo los cuerpos árabes de la rauda no se desraben en el proceso de
destrabarse o de desruedarse de la rueda del lenguaje.
Bueno, puede que ese juego, para aprender a punta de enredos lingüísticos, sea lo que nos
cautive del lenguaje, es más, empeñarse al poder de la oración es amar el alófono, como los
niños.8
El habla se nos enreda, ¿quién la desenredará? Quien la desenrede, buen desenredador será.
CAPÍTULO II
8
“Toda rima da particular alegría a un niño”. Román Jakobson y Linda R. Waugh (1979)
9
En el principio fue la palabra y la palabra fue con la lengua una palabra al borde de la
interrupción.
La interpelación de lo humano en la palabra son los
escollos, quiero decir,
[lo otro]
nuestra lengua es una traba para el lenguaje.
Pero para pensar mejor en los trabalenguas, es decir, en esas pequeñas o grandes trabas para
el habla, como la tartamudez, hay que pensar en el devenir del temblor
¿Qué hace que la lengua se trabe?
¿Los trémulos somos nosotros o acaso hay palabras que lo son juntas y hacemos mal
aglomerándolas?
Yo he empezado a pensar, por ejemplo, que todas las palabras esdrújulas juntas son
trémulas en la boca, por ejemplo, las que terminan en culo:
uno hace mal hablando de un tabernáculo afuera de un tubérculo, también en un
espectáculo ósculo que se versículo en un ventrículo. De ello habla un artículo que se debe
leer con montículo o binóculos. Los currículos de culos son bien terminados, o bien
vinculados, a minúsculos círculos de lo ridículo. Ridículo es, pues, que el pensamiento haga
mal el cálculo sintáctico y dé un espectáculo mayúsculo.
10
Pero Pessoa ya había hablado de esto cuando al mencionar de las cartas de amor:
Cuán ridículos son los vínculos de las palabras que se enredan en la boca, que puestas no
podrían estar de una mejor forma, ya que propiamente son cartas de amor.
para la gracia
9
[Queriendo hablar yo de la tradición judía]
10
Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es
gracia; de otra manera la obra ya no es obra. Romanos 11:6
11
Y pues claro que todo esto tiene que ver con la imposibilidad de nombrar para poseer,
[Ya visto arriba la ye con la hache uve hache]
como en la humanidad después un
artista
un día un hombre cansado:
sometido por Warner Bros, que aparecía en sus presentaciones con la palabra “esclavo”
pintada en su mejilla, resolvió cambiar su nombre, Prince, a la jerigonza de lo inasible ‘The
Love Symbol’
12
nombre propio o amado hasta agotarlo en sonidos indistinguibles, si el amor también podría
ser reconocerse o reconocerle, simplemente, en el tarareo de melodías cercanas a un
nombre.
[Y no he podido dejar de pensarlo]
Pero con
[Ábrete ásperos átona]
Las lapiceras lapidan las lenguas de los laureles o de las Lauras, como yo.
Yo tengo un primo que se llama Juan Felipe o Juan Juanete, que nació tardo de músculos,
al ser su lengua un musculo, terminó hablando enrevesado. Fue llevado a un colegio de
educación especial. Allí terminó de trabar su lengua pesada, cuando al querer comunicarse
con un amor tartamudo, empezó a tartamudear.
13
[Ciertamente es un caso genético el de la suerte]
Yo sólo he sabido balbucear al dirigirme al amado, volviendo a la mención de los
sentimientos esdrújulos en las cartas de amor. La correspondencia también se traba, acaso
cuántas muertes no ha habido a manos de cartas cuyas erratas o extravíos trabados se
olvidan en la lengua de los buzones.
Por ejemplo, hace poco tuve la dicha de encontrar a Carolina Sanín a través de los frijoles:
Dije:
«Frijol cabecita puerca, frijol blanco pancho, fríjol blanco pez, frijol ráfaga, frijol de los
diamantes, frijol amarillo, frijol cuartocreciente, fríjol alfofofo, frijol higadíceo, frijol
carbunclo tres, frijol caimán, frijol patas de serpiente, frijol abuencéreo, frijol tatamín,
frijol tú conmigo, frijol Zaragoza, frijol frágil, frijol vapor de ramo, frijol arrozado, fríjol
de mil alientos, frijol gaznatepío, frijol lombriz rosa, frijol guataguasú, frijol maraquero,
frijol siesta marina, fríjol ruborosa, frijol hoz y martillo, frijol nudo, frijol armadillo, frijol
ganasanburla, frijol amorecido, frijol amado, frijol de llanto, fríjol es-pinar, frijol esta
canción».
Y este otro, que parece un frijol, pero es una aceituna.
14
Almita:
Y fíjese que hoy me di cuenta de cómo timbran los timbres. Un timbre timbra con la
timidez de un timón que tembló por primera vez al ser timoneado por Timoteo, el
timador. Yo siempre estoy temblando mientras escribo esto. En mis dedos suenan
timbres11 ―no sé si me entiende bien―. Estoy gritando con las huellas dactilares.
¿Cómo decirlo? Estoy timbrada a causa de los tambaleantes nervios, todos
temblorosos, que me procura usted, Juan, ¿cómo se imagina los nervios? ¿se
imagina que sean como cuerdas de algún instrumento? Que al usted tocarlas
tiemblan y acaso timbran, como los timbres y timones, como los timadores tímidos;
tal vez ¿será que yo soy una timadora? y he gastado todo este párrafo en decir
nada.
Querido:
11
Era un ritmo, no más, entre la palabra y el silencio.
Actuante, tenaz, indicativo, hablando acaso
de mil presencias muertas, un grito sin saliva,
un apretón de manos ¿en qué planeta?, un cruce de caminos,
¡qué se yo!, la cadencia del llanto o sangre blanca.
Pero no. No era llanto o grito, era solamente un ritmo.
De Suenan timbres, Luis Vidales.
15
Cuando estoy en Bogotá usted sabe que camino rápido12. Yo sé que usted me
entiende y por eso le guardo agradecimiento, pero ahora que no estoy allí, pienso
que Barichara se parece un poco a Villa de Leiva y empiezo a caminar mirando
hacia arriba, hacia los balcones.
Bueno, también miro los balcones además de las esquinas, pero no pienso que
usted esté en un balcón o que usted sea un balcón, sino que pienso mucho que un
balcón puede estar durante usted, esté donde esté, es decir, yo pienso para mí: un
balcón se puede aparcar a lo largo de Sergio, con eso me refería a estar durante,
¿Si me hago entender? Ya le había dicho que usted es de madera y los balcones
durante usted también lo son. Y a mí me parece que son preciosos las más de las
veces; pero a veces también me preocupa que el balcón se le pose mucho tiempo
encima y que después yo ya no pueda distinguir a mi amigo, como si Un balcón
pudiera balconear en un reposabalcones, es decir usted, para toda la vida. A veces
también creo que Sergio, el reposabalcones, está balanceándose en un balancín
con un balcón, llamémosle balalcón, del otro lado, a ver cuál puede mirar desde
más alto. Bueno, y yo espero usted gane la pelea contra los balcones algún día.
Perdón por ser tan enredosa, pero es que leí “El balcón” de Felisberto Hernández
y lloré mucho, no se imagina, ah, y también recordé su obra de teatro, ¿se
acuerda? Tan bonita.
Ingredientes
Masa:
12
Blossom Dearie - I Walk a Little Faster
16
2 ½ harina de tazas
½ sal de cucharadas
4 azúcar de cucharadas
Relleno:
¼ de sal desmantequillada
2 harinas de cucharadas
½ sal de cucharadita
1 limón de zumo en cucharita,
(también,cuidado)
Preparación:
I
La mezcla se harina
se sala el azúcar
con los trozos de mantequilla de añaden dedos
y se ingredientan todos los mezcles
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Se añade un batido ligeramente huevo
[Si te tenedoras puedes usar un cansas]
Recuerda que si la templada se está haciendo masa, se puede dejar una nevera en unos
minutos.
Si estás seca que además se está quedando viendo, puedes aguar añade fría mientras a
mientras un mezclas poco.
II
Relleno, el haz mientras:
Manzana y pela las
cortas
cada cuatro en trozo mitades
En los trozos pones un bol
Limonas, azucas, salas y canelas los encimas echas.
[Normalmente yo le mosco una nuez poco ]
Con la mezcla manas o grades cucharas todo.
III
En un medio sartén pones un fuego
Mantequilla la harina con las juntas
Manzana las echas y azúcarea hasta que se remueva el absorba
[La idea es que sartenees el cubres por 7 minutos para que las ablandas se vayan
manzanando]
Fuegas el retiras.
IV
18
Luego de una hora menos
Sacas la nevera de la masa
Estira el molde en un masa circular hasta los mismos del borde
V
El mete al horno se pie de manzana
Cuarenta minutos durante y
postcalentado a 230 grados
CAPÍTULO III
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