Está en la página 1de 5

Exploración Metódica: Navegando a través del Método

Cientı́fico.
Laboratorio 2 - 18/08/2023
Andrés Santiago Vega Cárdenas 2023114041 , Cristian Camilo Diaz Tovar 2023103722 , and
Yonathan Pirazan Quintero 2023102512
1,*
Escuela de Fı́sica, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.

27 de agosto de 2023

Resumen
Este resumen aborda las funciones logarı́tmicas, exponenciales y lineales desde una perspectiva matemá-
tica. Las funciones logarı́tmicas involucran la inversa de las funciones exponenciales, ampliamente utilizadas
en ciencias naturales y económicas. Las funciones exponenciales modelan tasas de crecimiento constante y
son vitales en campos como la fı́sica y la biologı́a. Por otro lado, las funciones lineales son las más simples,
representan relaciones proporcionales y son cruciales en la interpretación de datos.
Palabras Clave:Medición ; Frijoles; Campana de Gauss; Densidad.

Abstract

This summary discusses logarithmic, exponential, and linear functions from a mathematical perspective. Loga-
rithmic functions involve the inverse of exponential functions, widely used in natural sciences and economics.
Exponential functions model constant growth rates and are crucial in fields like physics and biology. On the
other hand, linear functions are the simplest, representing proportional relationships and playing a vital role
in data interpretation.
Keywords: Measurement; Beans; Gaussian distribution curve; Density.

1. Introducción
El método cientı́fico, un proceso riguroso y sistemático, es el pilar fundamental para explorar y comprender
nuestro entorno a través de la observación, experimentación y análisis de datos, con el fin de formular una serie
de hipótesis que serán confirmadas mediante la experimentación.

En este informe se abordará la aplicación práctica del método cientı́fico mediante una lista de cuatro experi-
mentos diseñados para llevar a cabo una serie de observaciones. En estos experimentos se analizarán reacciones
quı́micas y propiedades especı́ficas de sustancias que permitirán adquirir habilidades prácticas y teóricas. El
objetivo es observar y caracterizar los cambios fı́sicos y quı́micos que se producen en una vela al estar apagada
y encendida, entender cómo influye el pH al iniciar y finalizar una reacción quı́mica en intervalos de tiempo, y
estudiar las reacciones quı́micas exotérmicas y su capacidad para liberar energı́a en forma de luz. Todo esto con
el propósito general de profundizar en la comprensión de los principios fundamentales del método cientı́fico.

1
2. Marco teórico
2.1. Introducción al método cientı́fico.
El método cientı́fico es el proceso por el cual los investigadores se esfuerzan, colectivamente y a través del
tiempo, para construir una representación del mundo lo más exacta posible, es decir, que sea confiable, constante
y no arbitraria.
Reconociendo que las creencias personales y culturales influencian nuestras opiniones e interpretaciones de los
fenómenos naturales, apuntamos por el uso de procedimientos y criterios estandarizados para reducir al mı́nimo
esas influencias en el momento de desarrollar una teorı́a. Como un cientı́fico famoso dijo una vez, la “gente elegante
(como abogados elegantes) puede llegar con explicaciones muy buenas sobre puntos de vista equivocados”.
Resumiendo, el método cientı́fico procura reducir al mı́nimo la influencia de tendencias o prejuicios en el
experimentador al probar una hipótesis o una teorı́a.
El método cientı́fico tiene cuatro pasos:
1. Observación y descripción de un fenómeno o grupo de fenómenos.

2. Formulación de una hipótesis para explicar los fenómenos. En la fı́sica, la hipótesis toma a menudo la forma
de un mecanismo causal o de una relación matemática.
3. Uso de la hipótesis para predecir la existencia de otros fenómenos, o para predecir cuantitativamente los
resultados de nuevas observaciones.

4. Realización de pruebas experimentales de las predicciones por varios experimentadores independientes y


experimentos realizados correctamente.
Los pasos 3 y 4 se repiten hasta que no haya discrepancias entre la teorı́a y el experimento u observación[2].

2.2. Prueba de una hipótesis


Como se acaba de indicar, las pruebas experimentales pueden conducir a la confirmación de la hipótesis, o
a la eliminación de la hipótesis. El método cientı́fico requiere que una hipótesis se elimine o modifique si sus
predicciones están clara y repetidamente incompatibles con las pruebas experimentales. Además, no importa qué
tan elegante sea una teorı́a, sus predicciones deben coincidir con los resultados experimentales si queremos creer
que es una descripción válida de la naturaleza. En la fı́sica, como en toda ciencia experimental, el “experimen-
to es supremo” y la verificación experimental de las predicciones hipotéticas es absolutamente necesaria. Los
experimentos pueden comprobar la teorı́a directamente (por ejemplo, la observación de una nueva partı́cula) o
pueden probar las consecuencias derivadas de la teorı́a usando las matemáticas y la lógica (la tasa de un proceso
radiactivo de decaimiento que requiere la existencia de la nueva partı́cula). Se debe observar que la necesidad del
experimento también implica que una teorı́a pueda ser comprobable. Las teorı́as que no pueden ser probadas,
porque, por ejemplo, no tienen ninguna ramificación observable (como una partı́cula cuyas caracterı́sticas la
hacen inobservable), no califican como teorı́as cientı́ficas.
Si las predicciones de una teorı́a establecida por muchos años se encuentran en desacuerdo con nuevos resul-
tados experimentales, la teorı́a se puede desechar como descripción de la realidad, pero puede continuar siendo
aplicable dentro de una gama limitada de parámetros mensurables. Por ejemplo, las leyes de la mecánica clásica
(leyes de Newton) son válidas solamente cuando las velocidades son mucho más pequeñas que la velocidad de la
luz (es decir, en forma algebraica, cuando v/c ≪ 1). Puesto que este es el dominio de una porción grande de la
experiencia humana, las leyes de la mecánica clásica se aplican extensa, provechosa y correctamente en una gama
grande de problemas tecnológicos y cientı́ficos. Sin embargo, en la naturaleza observamos un dominio en el cual
v/c no es pequeño. Los movimientos de objetos en este dominio, ası́ como el movimiento en el dominio “clásico”,
se describen exactamente con las ecuaciones de la teorı́a de Einstein de la relatividad. Creemos, debido a las
pruebas experimentales, que la teorı́a relativista proporciona una descripción más general, y por lo tanto más
exacta, de los principios que gobiernan nuestro universo, que la teorı́a “clásica” anterior. Además, encontramos
que las ecuaciones relativistas se reducen a las ecuaciones clásicas en el lı́mite v/c ≪ 1. Igualmente, la fı́sica
clásica es válida solamente en escalas mucho mayores que las distancias atómicas (x ≫ 10−8 m). Una descripción
que es válida en todas las escalas de longitud está dada por las ecuaciones de la mecánica cuántica.

2
Todos somos familiares con teorı́as que tuvieron que ser desechadas frente a la evidencia experimental. En
el campo de la astronomı́a, la descripción de las órbitas planetarias centradas en la tierra fue derrocada por el
sistema de Copérnico, en el cual el sol fue colocado en el centro de una serie de órbitas planetarias concéntricas
circulares. Más adelante, esta teorı́a fue modificada, ya que la medida del movimiento de los planetas dio órbitas
compatibles con trayectorias elı́pticas y no circulares, y aún más tarde se encontró que el movimiento planetario
se puede determinar con las leyes de Newton.
El error o incertidumbre en un experimento tiene varias fuentes. Primero hay un error intrı́nseco a los ins-
trumentos de medida. Como este tipo de error tiene igual probabilidad de producir una medida numéricamente
más alta o baja que el valor “verdadero”, se llama error aleatorio. En segundo lugar, hay un error no aleatorio
o sistemático, debido a factores que desplazan el resultado en una dirección. Ninguna medida, y, por lo tanto,
ningún experimento, puede ser perfectamente exacto[2].

2.3. Errores comunes en la aplicación del método cientı́fico.


El método cientı́fico procura reducir al mı́nimo la influencia de las tendencias y prejuicios del cientı́fico en el
resultado de un experimento. Al probar una hipótesis o una teorı́a, es importante que las posibles preferencias
del cientı́fico no influyan ni en los resultados ni en su interpretación. El error más fundamental está en tomar
una hipótesis para explicar un fenómeno, sin la ejecución de pruebas experimentales. A veces el “sentido común”
y la “lógica” nos tientan a creer que no es necesario realizar pruebas. Hay ejemplos numerosos de esto que datan
desde los filósofos griegos hasta hoy.
Otro error común es omitir o eliminar datos que no apoyan la hipótesis. Idealmente, el experimentador admite
la posibilidad de que la hipótesis sea cierta o falsa. A veces, sin embargo, un cientı́fico puede tener una creencia
fuerte en que la hipótesis sea verdadera (o falsa), o sentir presiones internas o externas para conseguir un resultado
especı́fico. En ese caso, puede haber una tendencia psicológica a encontrar “algo malo” en los datos que no apoyan
sus expectativas, mientras que los datos compatibles pueden no ser comprobados cuidadosamente. La lección es
que todos los datos deben manejarse de la misma forma.
Otro error común se presenta por la falta de estimar cuantitativamente las incertidumbres sistemáticas (y to-
das las incertidumbres). Hay muchos ejemplos de descubrimientos que se pasaron por alto en datos que contenı́an
un nuevo fenómeno, porque los experimentadores los reportaron como ruido o fondo sistemático. Inversamente,
hay muchos ejemplos de anuncios de “nuevos descubrimientos” que más adelante resultaron ser debidos a incerti-
dumbres sistemáticas no analizadas y explicadas como corresponde por los “descubridores”. En un campo donde
hay experimentación activa y comunicación abierta entre los miembros de la comunidad cientı́fica, las tendencias
de individuos o grupos pueden ser canceladas, porque las pruebas experimentales son repetidas por cientı́ficos
diferentes que pueden tener tendencias diferentes. Además, diversos tipos de disposiciones experimentales tienen
diversas fuentes de incertidumbre sistemática. En un perı́odo (por lo general de varios años) por el que atra-
viesa una variedad de pruebas experimentales, se llega a un consenso en la comunidad cuando los resultados
experimentales han pasado la prueba del tiempo.
La gran ventaja del método cientı́fico es que está libre de prejuicios: uno no tiene que creer a un investigador
dado, uno puede hacer de nuevo el experimento y determinar si sus resultados son verdaderos o falsos. Las
conclusiones se sostendrán con independencia del estado mental, la persuasión religiosa, el estado de conocimiento
del investigador o del tema de investigación. La fe, definida por la Real Academia de la Lengua Española como
la creencia que se da a algo por la autoridad de quien lo dice o por la fama pública, no puede por sı́ sola
determinar si una teorı́a cientı́fica está adoptada o desechada, ya que esta no se basa sobre una prueba lógica
o evidencia material. Una teorı́a no se acepta basándose en el prestigio o el poder de convencimiento del autor,
sino en los resultados obtenidos con observaciones y/o experimentos que cualquier persona pueda reproducir.
Los resultados obtenidos usando el método cientı́fico son repetibles. De hecho, la mayorı́a de los experimentos y
de las observaciones se repite muchas veces (algunos no se repiten independientemente, sino como parte de otros
experimentos). Si los requerimientos originales no se verifican, se busca entonces el origen de tales discrepancias
y se estudian exhaustivamente para buscar una explicación.

2.4. Demarcación cientı́fica.


Mientras todo esto sucedı́a en el seno del Cı́rculo de Viena, el filósofo Karl Popper, ligado a sus miembros
aunque crı́tico con algunas de sus premisas, proponı́a tomar la falsabilidad y no la verificabilidad como criterio,

3
ya no de significación empı́rica, sino de demarcación entre lo que es ciencia y lo que no es ciencia. La ventaja está
en que aunque una generalización legal nunca puede ser completamente validada, basta con que encontremos
un contraejemplo para refutarla. Sin embargo, también la falsabilidad choca con problemas, por ejemplo, la
exclusión de hipótesis puramente existenciales como ‘Existe un abominable hombre de las nieves’, ya que esta
clase de hipótesis no pueden ser refutadas concluyentemente por un número finito de oraciones observacionales.
Es obvio que este y otros problemas pueden ser señalados a la propuesta popperiana, pero su irrupción en
el campo de la filosofı́a de la ciencia suponı́a, en cierto modo, una aire fresco contra la idea de ciencia como
asentadora de principios inmutables, es decir, una idea venerable y –aunque por otros caminos– dogmática y
teologal de ciencia. Ese ideal, en cierto modo, ha recorrido toda la historia de la filosofı́a, desde Parménides hasta
Husserl, pasando por Platón, Bacon o Descartes. Popper, contrariamente a esa búsqueda que atraviesa la historia
del conocimiento, partı́a del supuesto de que no hay método infalible, de que siempre cometeremos errores y de
que lo importante es el esfuerzo sin término por corregirlos.
”Los antiguos griegos – escribe Mosterı́n– habı́an contrapuesto la ciencia (epistéme), que constituirı́a un
saber seguro y definitivo, a la mera opinión conjetural (dóxa). Aristóteles habı́a descrito el método cientı́fico
como la deducción rigurosa a partir de verdades necesarias. Descartes habı́a creı́do encontrar el camino de la
certeza, basado en la evidencia indudable. Kant habı́a pretendido garantizar de una vez por todas la verdad
de la fı́sica newtoniana, considerando sus teoremas como juicios sintéticos a priori, necesariamente válidos en
cualquier experiencia posible. Francis Bacon y John Stuart Mill veı́an en la inducción el método infalible de la
ciencia empı́rica. Pero Popper nos ha enseñado que no hay método infalible ni ciencia segura. No hay epistéme,
sólo dóxa; no hay saber definitivo, solo conjeturas provisionales.”
Siguiendo a Einstein, Popper advertı́a que la naturaleza sólo contesta que no o que quizá a las preguntas
del cientı́fico, nunca que sı́. El progreso cientı́fico se da entonces, no a través de la imposible verificación, como
pretendı́an los miembros del Cı́rculo de Viena, sino por la falsación. De la misma manera, la ciencia no procede
por inducción, saltando de la observación de casos singulares a la formulación de una ley general. El genuino
método cientı́fico es hipotético-deductivo.
En ello veı́a además Popper el criterio de demarcación entre lo que es ciencia y lo que no lo es. Por ejemplo,
para él eran pseudociencias, supuestos saberes como la astrologı́a, la frenologı́a, el marxismo (contra el que luchó
con la misma fuerza que contra el nazismo) y el psicoanálisis. Asuntos como el de la religión, pese a la importancia
que puedan tener en la vida diaria del hombre, no pueden ser considerados dentro del ámbito de la ciencia porque
existe una imposibilidad, no ya de ser verificados, como hubiesen dicho los neopositivistas vieneses, sino porque
no pueden ser falsados ya que no se dejan incluir dentro de una lógica cientı́fica. En Dios, simplemente, se puede
o no creer individualmente, pero no hay método posible para falsar la existencia de Dios.
Esta posición supuso en su dı́a, si no un cambio de paradigma –serı́a exagerado considerarlo ası́– sı́ un cambio
de enfoque, una visión novedosa de la ciencia, que, sin embargo, hoy forma parte del saber aceptado, tópico, entre
los filósofos. Como resume Mosterı́n, su filosofı́a de la ciencia está basada en que no se debe buscar ”la seguridad
ni tener miedo del error, sino que hay que lanzarse con audacia intelectual a formular hipótesis arriesgadas,
aunque, una vez formuladas, estas han de ser sometidas al control de la crı́tica y la contrastación empı́rica[1]”

3. Materiales
4. Resultados y Análisis
5. Conclusiones
La ejecución de estos experimentos a través del uso del método cientı́fico ha fortalecido las habilidades
de observación. Mediante este enfoque, sus hipótesis fueron transformadas en un proceso de observación y
experimentación meticuloso y estructurado. La evaluación de los resultados ha validado la credibilidad de
sus suposiciones iniciales. Esto demuestra que el método cientı́fico tiene un valor significativo al proporcionar
un marco confiable que otorga una base sólida a una serie de observaciones, permitiendo que las conjeturas
se conviertan en conclusiones respaldadas gracias a una experimentación y análisis sistemáticos exitosos.
Cada uno de los experimentos ha dejado en claro que la experimentación trasciende la mera realización de
pruebas; representa un camino hacia la comprensión en profundidad. Los cambios de color, las reacciones

4
ante estı́mulos y compuestos quı́micos, junto con los intervalos de tiempo, actúan como ventanas que
permiten vislumbrar los procesos internos y las interacciones que se observan. En cada resultado, en cada
cambio observado, se ha añadido un escalón valioso a una cadena de entendimiento, conduciéndonos hacia
la revelación de la verdad de una hipótesis.

Referencias
[1] Vivina Asensi-Artiga and Antonio Parra-Pujante. El método cientı́fico y la nueva filosofı́a de la ciencia.
Anales de Documentación, 5:9–19, ene. 2002.
[2] Ardila Ángel Miguel. Fı́sica Experimental. Universidad Nacional de Colombia, 2007.

También podría gustarte