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Sobreponiéndonos a la

Ofensa
La provisión de Dios para no ser prisionero del
dolor

Por
David G. Huskey

• Todas las referencias bíblicas provienen


de la Versión Reina- Valera a no ser que el
verso especifique alguna otra.

Quiero agradecer a Linda Thaxton Hill por su


colaboración para hacer de este libro un éxito.
Estoy agradecido a Dios por su talento.

CAPITULO UNO
!1
La Definición de Ofensas

El diccionario Bíblico Vines define la palabra


ofensa como “comúnmente aquello que trae
prejuicio o hace que otros tropiecen en su trayecto”
El Griego define que ofensa es “la parte de la
trampa donde se coloca la carnada, por lo tanto es
lo que activa la trampa”. Webster lo define como
“el acto que crea un resentimiento, sentimiento de
angustia, descontento, el estar ofendido,
especialmente cuando los sentimientos han sido
heridos, resentimiento o dolor.

Jesús habló acerca de las ofensas a través de la


biblia en varias ocasiones. Lucas 17:1 Jesús dijo a
sus discípulos: “Imposible es que no vengan
tropiezos (Ofensas); mas ¡Ay de aquel por quien
vienen! Otra cita similar en Mateo 18:7 ¡Ay del
mundo por los tropiezos! porque es necesario que
vengan tropiezos (Ofensas), pero ¡Ay de aquel
hombre por quien viene el tropiezo (ofensas)!”

En estas referencias, Jesús explica que todos vamos


a tener la posibilidad de encontrarnos con la

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ofensa. Lo importante es nuestra respuesta cuando
esta viene.

Si pudieras imaginar como aquel que coloca la


trampa prepara la misma, podrías entender mejor la
idea. El coloca la carnada en el centro de la trampa,
donde está el cepo y luego asegura que esté lista
para ser activada. El deliberadamente espera
atrapar una presa que no sabe lo que le espera. La
víctima inocente ahora está a la merced de su
cazador.

Las ofensas funcionan de la misma manera. La


forma en la que la gente se ofende es porque
generalmente no sabían lo que venía. Ellos
simplemente están haciendo sus tareas diarias, sus
trabajos, cuidando de sus familias, yendo a la
iglesia, sirviendo a Dios o lo que sea, cuando de
repente se encuentran frente a una situación
ofensiva. El resentimiento puede crecer y crecer
hasta que la persona ofendida decide defenderse y
reacciona al ataque de la otra persona. Esto puede
escalar a todo tipo de odio y amarguras.
Solo recuerda, ¡las ofensas van a venir
constantemente! Cada uno de nosotros
experimentará algún tipo de situación ofensiva. Por

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lo tanto lo importante es como respondemos
cuando esto ocurra.

¡Podemos sobreponernos a la ofensa! Veamos cual


es el causante detrás de todo esto.

CAPITULO DOS

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La causa de la ofensa

Lo importante es recordar que la trampa no es la


que nos ofende, si no aquel que puso la trampa en
nuestro camino. Veamos un poco al que puso la
trampa.

La palabra de Dios nos dice en Efesios 6:10-12


“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el
Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda
la armadura de Dios, para que podáis estar firmes
contra las asechanzas del diablo. Porque no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes.” Este pasaje nos habla acerca de los
planes del Diablo. Cada vez que él trae una ofensa,
está tratando de destruirnos.

En Mateo 16: 21-23 leemos la historia de Jesús y


sus discípulos. El termina de explicarles que debe ir
a Jerusalén para sufrir, ser crucificado y al tercer
día ser resucitado. Pedro comienza a hablar con
Jesús para que cambie de parecer. Jesús observa a
Pedro y le dice: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!;

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me eres tropiezo (Ofensa) porque no pones la mira
en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Jesús sabía que Satanás es el que realmente ofende
y no Pedro. Es por ello que él se dirigía al Diablo
cuando le hablaba a sus discípulos. ¿Cómo Jesús
reaccionó a esta ofensiva situación? Jesús reprendió
al Diablo y continúo amando a Pedro. ¿Cómo
nosotros respondemos en una situación ofensiva?

1 - Reprende al Diablo

Esto causa dos cosas:


Primero usted ejercita su autoridad y esto detiene al
enemigo. Segundo te ayuda a reconocer que es el
Diablo el que ofende y no aquel que el usa para
presentar la ofensa.

2 - Continúa amando aquel que presenta la ofensa

Practica el amor de Dios. Jesús continuó amando a


Pedro aun cuando este le negó tres veces. El diablo
planea en contra tuya porque eres importante para
Dios y un problema para él. El diablo te ha
estudiado y te conoce, pero su conocimiento no es
íntimo y completo como lo es el de Dios. Sabiendo
esto, que él puede diseñar carnadas específicas en

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las trampas para que funcionan mejor en contra
tuya. Las carnadas no tienen el mismo efecto en
todas las personas. Su plan ha sido específicamente
diseñado para atacar tu debilidad. Él quiere destruir
la luz de tu testimonio. Él ha tomado una misión
muy especial, la misión de desacreditarte. El aún
tratará de usarte como parte de su juego para que
seas ofensa a otros. La palabra ofensa significa
literalmente “piedra de tropiezo”.

Si dejas que la ofensa te afecte hay muchos efectos


que vienen con ello. Satanás trae esto sobre ti para
distraerte del destino que hay delante de ti. Estas
heridas hacen que te alejes de los demás por temor
a ser herido nuevamente.

El diablo usará a quien sea como carnada para su


trampa. Puede ser tu esposa, esposo, amigo,
enemigo o algún extraño. Esa es su forma de
romper relaciones. Usando gente el principalmente
trata de destruir tu relación y gozo con Dios y con
otros. Si tú has estado tratando de vivir para Dios y
ser testimonio para otros, y te ofendes, de repente
encontrarás que has perdido el gozo de compartir.

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Pero no tiene que ser de esa manera. Veamos lo que
se puede hacer.

CAPITULO TRES

Rinde cuenta a Dios

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Hay un maravilloso capítulo en la biblia que nos
habla acerca de relaciones humanas. El capítulo 14
del libro de Romanos. Allí podemos ver como
convivir con nuestro prójimo, así como también ser
más consiente acerca de nuestras acciones que las
acciones de los demás.

En el verso 12 de ese capítulo aprendemos que “De


manera que cada uno de nosotros dará a Dios
cuenta de sí” Así que debemos entender que no es
lo que nos pasa a nosotros lo que cuenta si no lo
que nosotros permitimos que pase en nosotros. En
otras palabras, somos responsables por nosotros
mismos a Dios.

¿Recuerdas la historia en Génesis 3 acerca de Adán


y Eva en el jardín del Edén? Encontrarás en los
capítulos anteriores a ese, que Dios les ordenó que
no comiesen del árbol del conocimiento del bien y
del mal. Ahora Satanás fue muy astuto y engañó a
Eva. Ya conoces la historia. Satanás convence para
que ella coma del fruto prohibido, y ella luego
convence a Adán de hacer lo mismo.

Pero mira lo que pasa cuando Dios viene a


visitarlos. Adán no pudo tomar la responsabilidad

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por sus acciones, así que trato de volver todo el
problema sobre su esposa y ¡culpó a Dios y a su
esposa! Él dijo: “La mujer que tú me diste para
estar conmigo me dio del fruto y yo comí” (Biblia
Amplificada) Dios le preguntó a Eva. Ella
respondió: “la serpiente me engaño”.

En esta historia cada uno de los participantes tiene


que responderle a Dios por sus propias acciones.
Dios trató con la serpiente concerniente a su
accionar, de la misma manera que lo hizo con Eva
acerca de sus acciones y de Adán con las de él. En
otras palabras ellos dieron cuentas por sus propias
acciones a Dios no por la de los demás. Y esta es la
forma que debe ser. Nosotros daremos cuentas a él
por lo que hacemos y como respondemos a las
ofensas que vienen en nuestra contra.

El diablo te dará razones y excusas del porqué no


deberías obedecer a Dios. Pero leemos en Romanos
14:12 “De manera que cada uno de nosotros dará a
Dios cuenta de sí”. Es naturaleza humana el querer
dar cuentas por otros a Dios. Pero al final nosotros
somos responsables de seguir a Dios sin importar lo
que los demás hagan.

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En nuestro caminar diario, es importante tener
nuestras prioridades en orden. Seguir a Dios
debería ser nuestra meta en todo lo que hacemos.
Romanos 14:13 nos dice: “Así que, ya no nos
juzguemos más los unos a los otros, sino más bien
decidir no poner tropiezo u ocasión de caer al
hermano”. Si entendemos esto veremos la
importancia de mantener una conciencia limpia
haciendo todo lo que podemos para mantenernos
fuera de una situación ofensiva.

El Apóstol Pablo dice en Hechos 24:16 “Y por esto


procuro tener siempre una conciencia sin ofensa
ante Dios y ante los hombres”.

Si eres un creyente lleno del amor de Dios no hay


lugar para la ofensa en tu vida. La reacción de una
persona a una ofensa es el reflejo de su madurez
espiritual.

Por ejemplo Job rehusó hablar en contra de Dios.


Una de las cosas que Dios nos dice hacer es
guardar nuestro corazón con toda diligencia porque
de el mana la vida (Proverbios 4:23). Toda la
armadura de Dios descrita en Efesios 6 está
diseñada para protegernos. Un guardián de nuestro

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corazón es la palabra de Dios. La Biblia es donde
aprendemos a manejar las diferentes situaciones de
la vida.

¿Cómo vas a responder cuando hay una


equivocación? ¿Te vas a enojar? ¿Vas a dar cuenta
por otros a Dios? No si tú conoces y obedeces las
escrituras con la ayuda del Espíritu Santo. Nosotros
seguimos siendo responsables por nuestras acciones
como lo fueron Adán y Eva.

Como cristianos debemos ser un ejemplo al mundo.


Amabilidad, gentileza, misericordia, perdón y otras
actitudes mencionadas en las escrituras necesitan
ser nuestras características cada día. Nuestras
acciones confirman nuestras palabras al mundo, y
nuestro Padre celestial nos recompensara por
nuestro servicio en su nombre.

Nuestro rendir de cuentas a Dios dependerá en gran


manera de la forma que trates a tus amigos, vecinos
y aun tu enemigo. Si estas atrapado en una trampa
de ofensa; no permitas que esto se vuelva un
tropiezo para ti.

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Deja que Dios juzgue. Mantén tu corazón puro
hacia el prójimo y no te ofendas cuando te persigan.
Usa el ejemplo de Jesús como el perfecto perdón.
El ya venció y por causa de él también puedes
vencer.

Dios nos ha dado dirección a través de su palabra y


por medio de su hijo, entonces debemos estar
preparados para dar cuenta aun cuando hemos sido
tentado y probados.

El dar cuenta puede ser representada por uno que


trato con situaciones ofensivas con una cualidad
importante. Veamos cual es esa cualidad.

CAPITULO CUATRO

Decidir perdonar

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Hemos tenido que llegar a este punto para aprender
de este tan importante hecho. La clave para
sobreponernos a la ofensa es ¡PERDONAR! Perdón
es el elemento principal.

En Mateo 18, la lección de perdón es muy


importante. Tenemos la historia de un rey que
quiere rendir cuentas con sus servidores. Él sabía
que uno de ellos le debía 10,000 talentos alrededor
de 10 millones de dólares hoy. El siervo no podía
pagarle la deuda y su amo ordenó que el fuera
vendido, su esposa, sus hijos y todo lo que poseía
para pagar su deuda.

Su siervo de rodillas le rogó que tuviera paciencia


con él y le diera tiempo para pagar su deuda. El
corazón de su amo fue movido en compasión y el
decidió perdonar toda la deuda de su siervo.

Poco después el siervo se encontró con uno que le


debía 100 denarios que es aproximadamente 20
dólares. El tomo a hombre del cuello y le
demandaba que le pagase. El hombre cayó de
rodillas rogándole que le diera más tiempo para
poderle pagar la deuda. Pero el siervo no quiso y
decidió poner a su consiervo en la cárcel. Aquellos

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que fueron testigos de esta situación
inmediatamente llevaron esta noticia al rey.

El rey llamó a su siervo y lo corrigió con muchas


palabras. Luego dejó al siervo en manos de los
verdugos y lo encarcelaron hasta que toda la deuda
fuese pagada. El amo revocó la gracia
anteriormente aplicada por la falta de compasión de
su siervo.

El capítulo termina con estas palabras “Así también


mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis
de todo corazón cada uno a su hermano sus
ofensas”. Debemos perdonar a otros como Dios
nos ha perdonado.

La solución es muy simple. Entender que Satanás


es que pone la trampa y la usa gente como carnada.
Debemos reprender a Satanás, perdonar y continuar
amando al que es usado para ofendernos. Dios ha
perdonado la deuda más grande como el rey de la
historia. Y debemos perdonar a otros como él nos
ha perdonado a nosotros. Efesios 4: 31-32
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira,
gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed
benignos unos con otros, misericordiosos,

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perdonándoos unos a otros, como Dios también os
perdonó a vosotros en Cristo”.

El libro de Colosenses capítulo 3:12-15 nos brinda


mayor instrucción acerca del perdón. “Vestíos,
pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de
entrañable misericordia, de benignidad, de
humildad, de mansedumbre, de paciencia,
soportándonos unos a otros, y perdonándonos unos
a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la
manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo
vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor,
que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios
gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo
fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed
agradecidos“.

¿Quiere saber cómo cambiar completamente tu


vida? ¡Opera en el amor de Dios! Cuando operas a
través de su amor, vas a poder perdonar y vencer
por lo que te mantendrás enfocado en la dirección
correcta. Gran paz le es dada a aquellos que aman
su ley (La ley del amor) Y nada los ofenderá
(Salmos 119:165)

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¿Cuál es el tipo de amor de Dios? Primera de
Corintios 13:5 lo describe de esta manera: “No hace
nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no
guarda rancor”. Vemos que si operamos en el amor
de Dios, no seremos ofendidos.

Podemos tener paz en todo tipo de situación


ofensiva porque amamos a Dios y su ley. Las
escrituras nos muestran un atributo muy importante
acerca de nuestro creador. Mira cuidadosamente
como Él trabaja.

CAPITULO CINCO

Dios puede hacer que todo salga bien

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Romanos 8:28 nos dice: “Y sabemos que a los que
aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto
es, a los que conforme a su propósito son
llamados”.

¿Entendemos realmente que Dios puede cambiar


algo malo en bueno?

Toma por ejemplo la historia de José. Sus hermanos


le odiaban. Ahora podemos entender por qué lo
odiaban. José era el favorito de su padre, al que le
hizo un manto de diferentes colores. Es importante
recordar lo inmaduro que José era en ese tiempo. Él
se lucía en su manto en presencia de sus hermanos
y aún les contó sus sueños en el cual ellos se
arrodillaban delante de él.

Ellos acordaron matarle, pero terminaron


vendiéndole como esclavo a una caravana de
comerciantes. ¡Imagine escuchar a sus propios
hermanos hablando acerca de matarte y luego lo
venden como esclavo! ¡Hablando de ser ofendido!
José es falsamente acusado por la esposa de Potifar
y es llevado a la cárcel. ¡Otra ofensa! Mientras
estaba en la cárcel el interpreta el sueño del

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cocinero y del copero. Ambas interpretaciones
pasan como el las describe.

Cuando el copero es liberado de la cárcel, José le


pide que lo recuerde y lo mencione a su rey.
Después de dos años el copero se olvida de José,
otra oportunidad para ofenderse. Pero José
finalmente tiene la oportunidad de interpretar el
sueño del Faraón. Luego el viene a ser la mano
derecha de Faraón y el queda a cargo de todo el
reino.

¿Adivina quién viene a Egipto buscando ayuda?


Sus hermanos.

José los reconoce pero ellos no lo reconocieron a él.


Él no les guardaba rencor, les amó y mostró
compasión por ellos. Todo esto después de haber
sido rechazado, vendido, acusado por la esposa de
Potifar, enviado a la cárcel y aún siendo olvidado
por aquel que él había ayudado con su sueño.
Génesis 41:51-52 nos revela que José dijo: "Y
llamó José el nombre del primogénito, Manasés;
porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo,
y toda la casa de mi padre. Y llamó el nombre del

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segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo
fructificar en la tierra de mi aflicción”.

José puso el sufrimiento detrás y Dios cambió todo


para bien. José dijo Génesis 50:20 “Vosotros
pensásteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a
bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener
en vida a mucho pueblo”.

Nosotros también podemos salir victoriosos de toda


tentación y tribulación.

¿Cómo?

Escogiendo olvidar el dolor causado por el hombre


y de recordar la bendición de Dios. Nosotros
podemos beneficiarnos de nuestras pruebas
confiando en Dios que él va a cambiar todo para
bien.

Dios cambiará toda situación si lo amas y te


mantienes en su propósito. Esto es una promesa
condicional. Asegura tu amor por Dios, mantente en
su propósito y el cambiará todo para bien. Si
funcionó para José puede funcionar para ti también.

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José nunca dejó de tener fe en Dios. ¿Sabes tú
como mantener esa confianza? Déjame mostrarte
como.

CAPITULO SEIS

Confiando que Dios juzgará fielmente

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Nosotros ya hablamos de que cada uno tendrá que
dar cuentas a Dios por sus propias acciones. ¿No es
reconfortante saber que vamos a ser juzgados por
un Dios justo? El no presta atención a las cosas
externas, él mira directo al corazón.

En el libro de Romanos capítulo 14, vemos verso a


verso como no juzgar a los demás. Solo nuestro
Señor puede juzgar al siervo. Romanos 14:4
“¿Quién eres tú para juzgar al siervo de otro? Que
se mantenga en pie, o que caiga, es asunto de su
propio señor. Y se mantendrá en pie, porque el
Señor tiene poder para sostenerlo”.

Romanos 14:17-18 “Porque el reino de Dios no es


cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz
y alegría en el Espíritu Santo. El que de esta
manera sirve a Cristo, agrada a Dios y es aprobado
por sus semejantes”.

Nosotros seremos juzgados de acuerdo a nuestro


servicio a Dios.
Romanos 12:17-21 nos dice: “No paguéis a nadie
mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los
hombres. Si es posible, en cuanto dependa de

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vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os
venguéis vosotros mismos, amados míos, sino
dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está:
Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así
que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer;
si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto,
ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No
seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el
mal”.

Hacer el bien es el antídoto divino cuando el mal


viene. Deberíamos estar ocupados haciendo lo
correcto constantemente. Dios en su tiempo y en su
poder juzgará nuestros corazones, de igual manera
que juzgará el de aquellos que nos han hecho algún
mal.

Primera de Pedro 2:23 hace referencia al hecho de


que Dios es Justo: “Quien cuando le maldecían, no
respondía con maldición; cuando padecía, no
amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga
justamente”. El confió su propia vida a aquel que
justo para juzgar. Este verso hace referencia a
nuestro Señor Jesucristo. Él fue maltratado, enviado
a la cruz, clavaron clavos en sus manos y pies,
cuando él no había hecho nada para merecerlo. El

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perdonó a los que le perseguían por lo que le
hicieron y se encomendó a Dios quien puede juzgar
toda situación y persona justamente.

Así que no te preocupes. Jesús sabía que Dios no


puede juzgar equivocadamente. Él sabía que la
pureza del Padre no permitiría que el quedara
como injusto, de la misma manera nosotros
podemos confiar en el juicio de Dios.

Dios es solo Dios. Nosotros sabemos y confiamos


que Dios juzgara situaciones y gente en forma
correcta. Por esta causa tienes la opción de
perdonar. ¿Porque?

Sabes que Dios tratará con aquellos que te han


tratado mal. Ese es un elemento de fe, un paso que
vas a tener que tomar. Si tu realmente crees que
Dios juzgará correctamente, tu puedes ser libre de
toda falta de perdón.

CAPITULO SIETE

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Exhortación

En un documental tuve la posibilidad de ver como


capturaban monos en África.

Colocaban una jaula y dentro atado a la carnada un


palo de una dimensión mayor a la de las barras de
la jaula. Los monos son animales inteligentes, por
lo que no entran en la jaula, por lo que ellos tratan
de alcanzar la carnada desde afuera de la jaula. Pero
el palo atado a la carnada es demasiado largo para
pasar por las barras de la jaula.

El mono comienza a gritar, saltar y patear pero por


ninguna causa suelta la carnada. Los cazadores
salen de su escondite y le golpean hasta que el
mono muere. A través de toda la escena el mono
solo tenía que soltar la carnada. Pero por qué no lo
hizo le costó la vida.

Nosotros podemos hacer exactamente lo que el


mono hizo, quedamos atrapados por la trampa que
el diablo ha usado (gente), rehusamos soltar la
carnada y perdonar al que nos ofendió. Mas bien,
preferimos mantenernos ofendidos, rehusamos
perdonar y dejar todo en las manos de Dios.

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Dios tiene solo una cosa en mente darte vida y
dártela abundantemente.

Algunos caminan en depresión. Entiende que esta


es una decisión que debes tomar. Puedes estar en
el lugar correcto donde Dios quiere que estés.
¡Tienes todo lo que necesitas dentro de ti, eres más
que un vencedor! ¿Por qué Dios nos llama más que
vencedor? Debe ser porque en esta vida hay cosas
que vas a tener que vencer.

Ya sabes que una manera de sobreponerte a la


ofensa es manteniéndote enfocado. Eso es
enfocándote en Dios y en lo que dice su palabra.
Hay dos reinos allí este el reino de las tinieblas y el
reino de la luz. El reino de las tinieblas (el reino del
diablo) tiene como misión herirte, destruirte,
romper la unidad de la familia, la iglesia y la
comunidad donde vives.

El reino de la luz (El reino de Dios) tiene como


misión mantenerte en alto y ayudarte. Juan 10:10
nos dice: “El ladrón no viene sino para hurtar y
matar y destruir; yo he venido para que tengan vida,
y para que la tengan en abundancia”.

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Cada uno de nosotros deberíamos apoyarnos unos a
otros, si realmente queremos unidad debemos ser
espirituales. Nosotros debemos mantenernos
cercanos a Dios y su Palabra. Gran confianza viene
cuando diligentemente buscas a Dios. Satanás
pondrá muchas trampas en tu camino, sé cuidadoso
de no tropezar en alguna de ellas. Sé valiente y
elige mantenerte libre de sus trampas. Mantén tu
corazón puro hacia tu prójimo y no te ofendas
cuando te persigan.

Recuerda que ante cualquier situación de ofensa tu


voluntad se ve envuelta, y tienes que tomar la
decisión de cómo tratar con ello.

Aquí hay algunos pasos que puedes tomar para


sobreponerte a una ofensa.

Arrepentimiento

Es importante que primero te arrepientas a Dios.


Hazle saber que diligentemente buscas su perdón
por tus pecados y por las ofensas que hayas
permitido en tu vida. (Al final del libro hay una
oración en caso que nunca hayas reconocido a Dios

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como tu Señor y Salvador, abre tu corazón y pídele
que entre en tu corazón, haz esta oración con todo
tu corazón).

Perdona

Elige perdonar el dolor causado por el hombre y


haz memoria de la bendición de Dios. Recuerda que
Dios te perdonó la deuda más grande, tus pecados.
Porque ahora puedes perdonar las deudas de otros.
Perdón generalmente es un proceso que requiere
mucho trabajo. No significa que no te hicieron mal,
significa que no buscas revancha.

Ama

En orden de obedecer la ley de Dios debes amar a


tu prójimo. El tipo de amor de Dios ÁGAPE es de
lo que la biblia habla y tiene las siguientes
características:
A: Proviene del corazón
B: Es incondicional
C: Es voluntariamente entregado
El amor ágape se encuentra cuando decides ni
siquiera pensar en la ofensa cometida en tu contra.
Viene cuando te deleitas en el Señor y en su palabra

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recordando que Dios es amor. Romanos 8:31 nos
dice: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por
nosotros, ¿quién contra nosotros?” y en el verso 37
nos dice: “Antes, en todas estas cosas somos más
que vencedores por medio de aquel que nos amó”.
El amor que Dios derramo sobre nosotros es como
una lámpara así que tómala y camina en esa luz.

Encontrarás que tu corazón crece y que el gozo


comienza a volver a tu vida. Ahí es cuando viene el
tiempo de darle gracias a Dios. Levanta tus manos
y alábale. La biblia nos dice que el mora en medio
de la alabanza de su pueblo.

Cuando le alabas sentirás su presencia allí junto a


ti.

Vuelve a tu iglesia y a la comunión con tus


hermanos. La fortaleza y la fe necesitan
mantenernos yendo constantemente a escuchar la
palabra y a tener comunión con otros creyentes. Te
proveerá protección sobre futuras ofensas que van a
venir en tu contra.
Además acabas de aprender un valioso secreto,
como sobreponerte presentando la situación a Dios
y perdonando aquellos que te han hecho mal.

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CAPITULO OCHO

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Jesús está ungido para ayudarte ahora

Jesús esta ungido para sanar a los de corazón


quebrantado. Lucas 4:18 “El Espíritu del Señor está
sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los
cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a
los oprimidos”.

Este maravilloso verso en Hebreos 13:8 nos dice:


"Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los
siglos". ¡Esto significa que si el sanó a los de
corazón quebrantado ayer lo hará también hoy!

Hoy es ahora. Jesús está dispuesto a darte la unción


para sanar tu corazón quebrantado. Esto es lo que
puedes hacer ahora mismo.

Junta tus manos y cierra tus ojos. Ahora piensa en


la persona o personas que te han hecho mal y han
herido tu corazón, pon esta persona en tus manos.
Cuando estés listo para perdonar sus ofensas porque
confías que Dios es justo para juzgar
correctamente, levanta tus manos al cielo y
sepáralas. En ese momento decide perdonar y

!31
déjalo en las manos de Dios, que él se haga cargo.
Y con las manos levantadas recibe la unción de
Dios que te sana ahora mismo.

Mi Oración Por Ti

Señor yo oro que aquellos que han sido lastimados


y heridos por una ofensa, yo oro que tu unción sea
soltada sobre sus corazones ahora mismo. Señor
Jesús alcánzalos y suelta tu amor sobre ellos, sana
toda dolencia, cada herida y lo recibimos por fe en
el nombre de Jesús.

Recuerden amigos que aun cuando has decidido


perdonar, debes seguir tratando con tus emociones.
Pero la unción está trabajando con ello. Las
emociones necesitan alinearse con la sanidad,
liberación y victoria obtenida por el poder de la
unción. Esa es la promesa de Dios hacia ti. Así que
confía que el Espíritu Santo te ayudará.

Tu testimonio hacia otros será obvio, y nuestro Dios


que es justo y conoce todas las cosas estará
agradado.

¡Abre tu corazón hoy!

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Ora para recibir a Jesucristo como tu Señor y
Salvador.

La biblia dice en Juan 1:12 “Mas a todos los que le


recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios”.

La forma de obtener vida eterna no se basa en lo


que hacemos por nosotros solos, sino por la justicia
que nos ha sido entregada. Nosotros la recibimos
cuando creemos que Jesús tomó nuestros pecados
en sí mismo y pago por ellos con su muerte en la
cruz.

2 Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado,


por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él”.

Dios en su gran soberanía permitió que el destino


del hombre estuviera en sus propias manos. Así que
esto es lo más importante para tu vida.

Primero arrepiéntete y vuélvete de tu pecado hacia


Dios.

!33
Segundo, haz esta oración y recibe a Cristo como tu
Salvador.

Querido Padre Celestial,


Vengo a ti en el nombre de Jesús, tu palabra dice
que todo aquel que invocare el nombre del Señor,
será salvo. (Romanos 10:13) Yo invoco tu nombre
tu palabra también dice que si confiesas con tu boca
que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que
Dios lo *levantó de entre los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para ser *justificado,
pero con la boca se confiesa para ser salvo.
(Romanos 10:9-10)

Creo con todo mi corazón que Jesús es el hijo de


Dios. Creo que él fue levantado de los muertos para
mi justificación y lo confieso ahora como mi Señor.
De acuerdo con la Palabra de Dios ahora soy salvo,
Gracias Señor. Amen.

!34
D a v i d Huskey es un
dinámico maestro y
predicador usado por
Dios y quien conoce el
mover del Espíritu. Su
habilidad para enseñar
revelación práctica de la
palabra de Dios imparte
fe, entendimiento, conocimiento y sanidad a miles
en diferentes naciones. Pastoreó por más de 10 años
y ha ministrado a través de la radio, televisión y
periódicos. David también sirvió como instructor en
la Escuela Bíblica en Pensacola, Florida.
Actualmente él viaja dentro y fuera de los Estados
Unidos en iglesias enseñando acerca del mandato
de Dios y del poder para sobreponernos a las
ofensas y como descubrir nuestro destino en Cristo.

!35
Ministerios David Huskey
PO Box 678
Sweetwater, TN 37874

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