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TABLA DE RESUMEN DE APOCALIPSIS

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Un trabajo

Presentado al

Dr. Daniel S. Steffen, PhD

Seminario Teológico de Dallas

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En cumplimiento parcial

de los requisitos de la asignatura

BE5107 Hebreos, Epístolas Generales y Apocalipsis

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por

Hugo Oscar Arcuri

Julio 2021
EXPOSICIÓN DE ROMANOS 14:10-18

La idea exegética principal del pasaje es que no debe juzgarse los unos a los otros,

más bien evitar poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. En lugar de comida y bebida, el

reino de Dios es justicia paz y gozo. El que practica esto agrada a Dios y es aprobado por los

hombres (Rom 14:10-18).

Tanto juzgar como menospreciar tienen consecuencias ante Cristo (14:10-12).

Pablo empezó una discusión de cristianos débiles y fuertes en Romanos 14. Los

débiles como los fuertes habían caído en el pecado de juzgar, de criticar, al otro. El Apóstol dice

que el amor pone la mejor interpretación en las acciones de los demás. Y debemos hablar bien de

nuestros vecinos.1

Todos compareceremos ante Cristo (10-11).

Pablo hizo dos preguntas: una, al débil: « ¿Por qué juzgas a tu hermano?»; la otra,

dirigida al fuerte: « ¿Por qué menosprecias a tu hermano?» Ya había dicho (v. 4) que es al amo

a quien compete actuar con respecto a su criado, pero después de haber declarado que Cristo es

el Señor de todos, apela al tribunal de Cristo ante el cual hemos de comparecer todos los

creyentes, porque es un tribunal (gr. bema, como en 2 Co. 5:10), del que recibiremos

recompensas o reproches (cf. 1 Co. 3:14, 15), pero no condenación (v. 8:1). No es el Gran Trono

(gr. Thrónos) Blanco, ante el que comparecerán los condenados (Ap. 20:11). Al ser Cristo el

único (v. Jn. 5:22, 27) que ha de juzgar a cada uno de sus siervos, no nos pertenece a nosotros

1
L. W. Lange, La santificación: Vivo en Cristo, ed. C. A. Jahn, trad. R. Haeuser (Milwaukee, WI:
Editorial Northwestern, 2005), 173-174.

1
2

juzgar a ningún hermano, ya que, en el tribunal del Señor, «cada uno de nosotros dará a Dios

cuenta de sí» (Gá. 6:5).2

Todos adoraremos al mismo Señor. Si esto será inevitable y gloriosamente así en el

futuro, debemos vivir en armonía con los hermanos que diferenciamos por distintos escrúpulos

de conciencia. Si hacemos esto, agrada al Señor.3

La palabra lengua mencionada por Pablo aquí se refiere a todas las personas presentes

delante de Él declararán que Jesucristo es el Señor (Fil. 2:10-11). Es necesario aclarar que el

término lengua no significa idioma sino el hecho de declarar por la boca o más específicamente

la lengua.

Cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí (12).

Debemos preocupamos en la manera como andamos en nuestra vida práctica,

sabiendo que de todos daremos cuenta al Señor. Todo aquel que dice, «yo soy el que decide», o

«hago lo que me place», es un necio. Su universalidad, «cada uno»: «Porque escrito está: Vivo

yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios». (v. 11).

Ninguna edad, ningún sexo, ninguna nación, ni dignidad, ni poder, ni posición personal podrá

servimos de excusa para no comparecer ante el Señor. Su individualidad, «de sí»; notad el hecho:

no dará cuenta de su vecino, sino de sí. 4

La expresión “Dar Cuentas”, en español, no tenemos un sustantivo que señale a la

cualidad o hecho de estar sujeto a dar cuenta de la conducta. Un hombre es un ser responsable, y

por eso debe de dar cuenta de sus hechos. Este concepto es señalado por otras palabras en la

2
Matthew Henry, Comentario bı́blico de Matthew Henry, trad. Francisco Lacueva (Terrassa,
Barcelona: Editorial CLIE, 1999), 1599.
3
J. S. Somoza, Romanos, Comentario bíblico del continente nuevo (Miami: Unilit, 1997), 234.
4
Samuel Vila, 1000 bosquejos para predicadores (Viladecavalls, Barcelona, España: CLIE, 2001),
622–624.
3
Escritura (p. ej. Ro. 1:20; 14:12; Lc. 16:2; Mt. 12:36; Heb. 4:13; 13:17; 1 P. 4:5). Romanos

14:12 es la referencia escritural clásica en cuanto a este tema. «De manera que cada uno de

nosotros dará a Dios cuenta de sí». Obviamente, este texto da a entender que hay un Gobernador

moral supremo hacia quien son finalmente responsables y sujetas a dar cuenta todas las

criaturas.5

No juzgarse los unos a los otros y evita el tropiezo de tu hermano (14:13-14).

No se juzguen para no hacer tropezar al hermano (13).

Ahora se juntan las expresiones que antes eran distintivas. Antes se hablaba de juzgar,

por parte de uno; y menospreciar, por parte de otro. El menosprecio es también una forma de

juzgar, que tiene el sentido de “condenar” lo que el otro hace. Juzgar podría significar poner

tropiezo u ocasión de caer al hermano.6

En lugar de juzgarnos los unos a los otros, debemos hacer lo contrario. Podemos

hacer ciertas enmiendas en nosotros mismos. Debemos evitar tropiezo y ocasión de caer a los

demás. Las expresiones empleadas se usan frecuentemente para describir los dos problemas

principales que pueden surgir en una caminata: una piedra sobre la cual se puede tropezar y una

trampa que puede atrapar o hacer daño. Debemos evitar que nuestra conducta provoque la caída

o que haga daño a otras personas (13b).7

No hay nada inmundo en sí mismo (14a).

5
Autor, “Dar cuentas”, en Diccionario de Teología, ed. R. F. Boyd, E. F. Harrison, G. W. Bromiley y
C. F. H. Henry (Grand Rapids: Libros Desafío, 2006), 155.
6
Somoza, Romanos, 235.

Rafael Porter, Viviendo por la fe (Romanos parte 2), Estudios bıb́ licos ELA (Puebla, México: Las
7

Américas, 1988), 74.


4
No hay comidas inmundas, ni días inmundos, ni razas inmundas. (En Hechos 10

Pedro aprendió esta lección.) El efecto que ejerce cierta cosa sobre nuestra vida, determina si es

buena o mala. Uno puede leer ciertos libros sin que le haga daño, mientras que un creyente débil

sería tentado a pecar, leyendo los mismos. Pero el asunto no es solo: “¿Cómo me afecta a mí?”,

sino también: “¿Cómo afectará a mi hermano? ¿Lo hará tropezar? ¿Lo herirá o aun lo destruirá

por inducirlo a pecar? ¿Es justo que yo dañe a mi hermano tan solo por disfrutar alguna

comida?” ¡No!8

Para el que cree, lo es para él (14b).

Pablo declara que nada es inmundo en sí mismo. Él tiene esta seguridad porque sabe

que Dios es el Creador de todo lo que hay en el universo. Dios no hizo nada malo. Así que, las

comidas y bebidas que se están discutiendo son buenas porque Dios las hizo. Sin embargo, no

todos interpretan el asunto desde esta óptica. Para la persona que considera que algo es inmundo,

para ella lo es. En ese caso, su percepción de la situación la convierte en pecado si participa. Tal

persona no debe hacerlo (14).9

Si tu comida causa tristeza a tu hermano el amor no está en ti (14:15-16).

Tu comida puede causar la destrucción de alguien por quien Cristo murió (15).

Según Romanos 14:15a tenga esto siempre presente: Un gesto de amor tiene más

valor que cien opiniones correctas.10

8
W. W. Wiersbe, Justos en Cristo: Estudio Expositivo de la Epístola a los Romanos (Sebring, FL:
Bautista independiente, 1983), 142.
9
Porter, Viviendo, 74.
10
William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento: Romanos (Grand Rapids: Libros Desafío,
2006), 532.
5
En l Corintios 8:1–7, Pablo demuestra que no todos interpretamos los hechos desde el

mismo ángulo. Nuestra comprensión de las implicaciones de lo que hacemos determina lo que es

correcto para nosotros. Sin embargo, en sí, ésta sólo sirve para envanecer. Vale más el amor que

edifica. Así que, tenemos que preocuparnos por el punto de vista de nuestros hermanos en Cristo

y no sólo por el nuestro.

Pablo llega a la misma conclusión en Romanos: el amor hacia los demás vale más que

el uso de mi libertad. Si insisto en mis derechos y participo en actvidadades, a sabiendas que no

me hacen daño, pero hago sufrir al hermano, ya no ando conforme al amor. Es mejor sacrificar

mis prerrogativas para demostrar amor a otro (15a).11

Las cosas buenas que hacen pueden ser mal vistas (16).

Este es un imperativo presente pasivo con la partícula negativa, lo cual significa

detener un acto ya en proceso.12 ¡La libertad puede fácilmente convertirse en libertinaje! El

«bueno» aquí se refiere a las acciones del hermano fuerte. Si un cristiano fuerte actúa en su

libertad de tal manera que los hermanos débiles se ven afectados negativamente y dañados

espiritualmente, entonces lo «bueno» se convierte ¡en una oportunidad para el maligno! Los

cristianos deben tratarse unos a otros, a posiblemente un interés por los no creyentes v. 18b. El

verbo proviene de la palabra «blasfemia» (hablada) la cual se usa habitualmente para referirse a

los no creyentes.13

Las consecuencias ante Dios y los hombres (14:17-18).

11
Porter, Viviendo, 74-75.
12
No siempre, pero puede tener esta implicación. Daniel B. Wallace y Daniel S. Steffen, Gramática
griega: Sintaxis del NT, 2a ed. (Miami: Vida, 2015), 342.
13
Bob Utley, La carta a los Romanos: El evangelio según Pablo: Romanos, ed. P. Cabral y G. Ramos,
trad. R. Gutierrez (Marshall, TX: Lecciones Bíblicas Internacional, 2015), página.
6
El reino de Dios no es comida ni bebida (17a).

¿Cómo comer y beber puede ser un problema tan importante cuando tú mismo crees

que todas las comidas son limpias? Si todas las comidas son limpias, entonces no hay realmente

nada en juego cuando se comen o no. ¿Verdad?14

Si bien el reino de Dios no es doctrina central en la enseñanza paulina como lo era

con Jesús, no obstante, ocupa un lugar prominente. El argumento de Pablo es: cada vez que los

fuertes insisten en usar su libertad para comer lo que se les antoje, aun a expensas del bienestar

de los débiles, se hacen culpables de una grave falta de desmesura. Sobreestiman la importancia

de la dieta (algo trivial) y subestiman la importancia del reino (que es central), porque el reino

de Dios no es cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo

(17).15

El reino de Dios es justicia, paz y gozo (17b).

La justicia, la paz y la alegría inspiradas por el Espíritu se entienden a veces como las

condiciones subjetivas relacionadas con ser justo, pacífico y alegre. Pero en el contexto más

amplio de Romanos es más natural tomarlas como estados objetivos, a saber, la justificación por

medio de Cristo, la paz con Dios y la alegría que produce la esperanza de la gloria de Dios

(5:1s), de lo cual el Espíritu mismo es garantía y anticipo (23).16

El que sirve a Cristo en esto agrada a Dios (18a)

14
John Piper, Colección de sermones sobre Romanos de John Piper (Minneapolis, MN: Desiring God,
2012), página.
15
Juan Stott, El mensaje de Romanos, ed. A. Powell, trad. D. Powell, 1a ed. (Barcelona; Buenos Aires;
La Paz: Ediciones Certeza Unida, 2007), 429–430.
16
Ibíd.
7
Lo eterno debe ser primero en nuestra vida: justicia, paz y gozo. ¿De dónde vienen?

De la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas (Romanos 5:1–2). Si cada creyente se rindiera al

Espíritu y se ocupara en vivir una vida piadosa, no tendríamos creyentes que pelean unos con

otros sobre asuntos pequeños. Las prioridades espirituales son esenciales en la armonía de la

iglesia.17 Lo eterno debe ser primero en nuestra vida: justicia, paz y gozo. ¿De dónde vienen? De

la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas (Romanos 5:1–2). Si cada creyente se rindiera al

Espíritu y se ocupara en vivir una vida piadosa, no tendríamos creyentes que pelean unos con

otros sobre asuntos pequeños. Las prioridades espirituales son esenciales en la armonía de la

iglesia.18

El que sirve a Cristo en esto es aprobado por los hombres (18b).

Porque el que en esto (en touto, “en estas cosas”, NVI; “de acuerdo al principio

implicado por estas virtudes”) sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres

(18). O sea, que el hombre que sirve a Cristo al ser justo y conciliatorio y caritativo hacia otros,

que no insiste egoístamente en su libertad cristiana, ese hombre agrada a Dios (cf. 1 Co. 9:1–23).

Este hombre dice con Pablo: “Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos

para ganar a mayor número” (1 Co. 9:19).19

Conclusión

El creyente, sin importar cuál es su madurez espiritual, estará siempre en situaciones

que le provocarán hacer más de una pausa para analizar el contexto de lo que está viviendo. Los

débiles juzgan el comportamiento y la actitud de sus hermanos; y los fuertes menosprecian la

17
Wiersbe, Justos en Cristo, 143.
18
Ibid.
19
W. M. Greathouse, “La Epístola a los Romanos”, en Comentario Bíblico Beacon: Romanos hasta 2
Corintios, tomo 8 (Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones, 2010), 280.
8
ignorancia de sus hermanos. Según el comentario de la Biblia de estudio de la Nueva Versión

Internacional, “no hay nada impuro en sí mismo. Para más datos acerca de este asunto, 1 Ti. 4:4;

Tit. 1:15. Si alguno es impuro, lo es solamente para quien así lo considera. Esto no debe

generalizarse para dar a entender que el pecado es cuestión de opinión subjetiva o de

conciencia.20 Es cierto que el cristiano tiene libertad para hacer lo que la Biblia no prohíbe, pero

el cristiano maduro debe ejercitar su libertad de igual manera para dejar de hacer cosa que le

conduzca a ofender al hermano débil. De acuerdo a Evis L. Carballosa, he aquí los criterios

bíblicos que deben seguirse: (1) Comprensión y compasión hacia el hermano débil en la fe; (2)

no juzgar al hermano sino procurar edificarle; (3) mantener una relación clara entre cuestiones

primarias y secundarias; (4) hacer todo con el fin de glorificar a Dios; y (5) practicar siempre el

principio del amor.21

20
Luciano Jaramillo, Biblia de Estudio NVI (Miami: Editorial Vida, 2002), 1813.
21
Evis L. Carballosa, Romanos, Una exposición expositiva y práctica (Grand Rapids: Editorial
Portavoz, 1994), 276-277.
9

Aplicación

Para ejecutar todas estas enseñanzas, he de evitar que mi libertad cause molestia a mis

hermanos. Debo hacer uso de ese privilegio a la luz de las Escrituras para la edificación de otros.

Sabiendo que cuando la Biblia no dice nada sobre algún asunto o tema particular es la conciencia

que dicta la decisión a tomar. Con la salvedad que cualquier otro hermano pueda diferir con mi

subjetiva decisión, debo actuar con amor que es el vínculo perfecto.


BIBLIOGRAFÍA

Boyd, R. F. “Dar cuentas”. En Diccionario de Teología. Editado por E. F. Harrison, G. W.


Bromiley y C. F. H. Henry. Páginas. Grand Rapids: Libros Desafío, 2006.

Carballosa, Evis L. Romanos, Una exposición expositiva y práctica. Grand Rapids: Editorial
Portavoz, 1994.

Greathouse, W. M. “La Epístola a los Romanos”. En Comentario Bíblico Beacon: Romanos


hasta 2 Corintios. Tomo 8, páginas (Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones,
2010).

Hendriksen, William. Comentario al Nuevo Testamento: Romanos. Grand Rapids: Libros


Desafío, 2006.

Henry, Matthew. Comentario bíblico de Matthew Henry. Traducido por Francisco Lacueva.
Terrass, Barcelona: Editorial CLIE, 1999.

Jaramillo, Luciano. “Artículo”. En Biblia de Estudio NVI. Páginas. Miami: Editorial Vida, 2002.

Lange, L. W. La Santificación: Vivo en Cristo. Editado por C. A. Jahn. Traducido por R.


Haeuser. Milwaukee, WI: Editorial Northwestern, 2005.

Piper, John. Colección de sermones sobre Romanos de John Piper. Minneapolis: Desiring God,
2012.

Porter, Rafael. Viviendo por la fe (Romanos parte 2). Estudios bíblicos ELA. Puebla, México:
Ediciones las Américas, 1988.

Somoza J. S. Romanos. Comentario bíblico del continente nuevo. Miami: Editorial Unilit, 1997.

Stott, Juan. El mensaje de Romanos. Editado por A. Powell. Traducido por D. Powell. 1a ed.
Barcelona; Buenos Aires; La Paz: Ediciones Certeza Unida, 2007.

Utley, Bob. La Carta a los Romanos: El evangelio según Pablo: Romanos. Editado por P. Cabral
y G. Ramos. Traducido por R. Gutierrez. Marshall, TX: Lecciones Bíblicas Internacional,
2015.

Vila, Samuel. 1000 bosquejos para predicadores. Viladecavalls, Barcelona, España: Editorial
CLIE, 2001.

Wiersbe, W. W. Justos en Cristo: Estudio expositivo de la Epístola a los Romanos. Sebring, FL:
Editorial Bautista Independiente, 1983.

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