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Una sustancia o substancia química es una clase particular de materia homogénea cuya
composición es fija y químicamente definida, por lo que los átomos que la forman solo
pueden aparecer en proporciones fijas. Se compone por las siguientes entidades: moléculas,
unidades formulares y átomos. Estas combinaciones se llevan a cabo a través de enlaces
químicos, que pueden ser iónicos o covalentes.
Se pueden diferenciar una de otra por su estado a la misma temperatura y presión, es decir,
pueden ser sólidas, líquidas o gaseosas. También se pueden caracterizar por sus propiedades
físicas, como la densidad, el punto de fusión, el punto de ebullición y solubilidad en
diferentes disolventes. Estas sustancias pueden clasificarse en dos grupos: sustancias
simples y sustancias compuestas o compuestos.
Algunos ejemplos comunes de compuestos químicos son el agua (H2O), el dióxido de
carbono (CO2) y el cloruro de sodio (NaCl). Estos compuestos desempeñan un papel
fundamental en la química, la biología y muchas otras disciplinas científicas. Además,
desempeñan un papel fundamental en la sociedad, ya que se utilizan en una amplia variedad
de industrias, como la medicina, la agricultura, la alimentación, la construcción y la
manufactura. Sin embargo, algunas sustancias químicas también pueden ser tóxicas o
peligrosas para la salud y el medio ambiente si no se manejan adecuadamente.
Es importante tener en cuenta que estas pueden interactuar entre sí y con el entorno, lo que
puede generar reacciones químicas y cambiar sus propiedades. Por esta razón, es necesario
estudiar y comprender las propiedades y los efectos de las sustancias químicas antes de
utilizarlas o manipularlas.
Sustancias quimicas:
Se entiende por sustancia química o especie química a un tipo de materia que es químicamente
homogénea y definida, o sea, que posee una composición química fija.
Tienen la característica de que sus partículas no pueden separarse mediante ningún mecanismo
físico. Sin embargo, pueden sufrir cambios físicos, químicos o físicoquímicos cuando se las somete
a las condiciones o reacciones apropiadas.
Las sustancias químicas fueron de interés para el ser humano desde que se dio a la tarea de
explorar la naturaleza de las cosas, especialmente la composición de la materia, identificando lo
que en su momento pensaba que eran las formas indivisibles o fundamentales de la materia. Sin
embargo, desde la alquimia de los antiguos griegos hasta la química moderna, se ha podido
finalmente entender cuándo algo es químicamente puro y cuándo está compuesto por varias
sustancias.
Sustancias compuestas. Se componen de dos o más elementos químicos, que forman una
estructura estable y fija. Usualmente se los conoce como “compuestos químicos”. Por ejemplo: la
molécula de agua (H2O).
Sustancias inflamables. Sustancias capaces de producir grandes cantidades de calor, es decir, que
pueden desatar incendios, una vez que se encuentren con el reactivo adecuado o bajo ciertas
condiciones de temperatura y presión. Por ejemplo: gas butano.
Sustancias corrosivas. Sustancias de pH extremo (básico o ácido) que en contacto con la materia
orgánica ocasionan reacciones exotérmicas focalizadas, y producen quemaduras químicas, o en
casos extremos desintegran la materia orgánica que toquen. También pueden afectar la materia
inorgánica. Por ejemplo: ácido sulfúrico.
Sustancias tóxicas. Sustancias que reaccionan de manera nociva con las sustancias que componen
el cuerpo humano, de los animales y las plantas, desencadenando reacciones que atentan contra la
estabilidad de la vida, o sea, provocando envenenamiento. Dependiendo de la sustancia y la
concentración, el nivel de daño puede ser focalizado o general, inmediato o paulatino, y puede
contrarrestarse mediante un antídoto, o no. Por ejemplo: arsénico.
Sustancias radiactivas. Sustancias cuyos átomos tienen núcleos inestables. Estas sustancias emiten
radiación ionizante como partículas alfa y beta, rayos gamma o neutrones libres. La radiación
ionizante altera la constitución química de las sustancias químicas que entran en contacto con ella.
Las sustancias radiactivas son capaces de contaminar a los seres vivos y de causarles no solo
quemaduras, sino mutaciones genéticas impredecibles, o incluso la muerte. Por ejemplo: uranio-
235.
Sustancias mutagénicas. Sustancias que alteran directamente el ADN de los seres vivos, desatando
mutaciones impredecibles que pueden derivar en numerosas enfermedades, e incluso transmitirse
a la descendencia. Por ejemplo: formaldehido.
MANIPULACIÓN ADECUADA
Identifique los productos a manipular. Preste atención a los que por su clasificación, pueden
suponer un riesgo especial:
Cancerígenos, mutagenos, teratógenos, etc. Manipulelos cuidadosamente, no los lleve en los
bolsillos, no los toque o pruebe y no pipetee con la boca. Utilice siempre la
Espátula, las pinzas u otros utensilios adecuados,Evite que el contaminante llegue a difundirse en
el ambiente: Tape los envases una vez utilizados.Centralice todos los transvases en una zona
determinada que sea un área de escaso movimiento de personal. Emplee técnicas adecuadas
como una bomba o un sifón para trasvases de gran volumen, Asegúrese una buena ventilación.
Siempre que sea posible y operativo, trabaje en las vitrinas.Conozca los aspectos del plan de
trabajo en tareas que impliquen sintesis o manipulación de productos y/o sustancias peligrosas.
Señalice y delimice las áreas en los procesos que se prevean trabajar con productos quimicos
peligrosos
Utilice los equipos de protección individual indicados en la ficha de datos de seguridad (en la
manipulación de productos quimicos como minimo utilice guantes).
Compruebe que los productos y materiales presentan garantias de hallarse en buen estado.
No llene los tubos de ensayo más de 2 o 3 cm., Han de tomarse con los dedos, nunca con la mano.
Calientelos de lado, utilizando pinzas y emplee soportes adecuados (gradillas) para guardarios o
para sujetar el material,
Antes de iniciar el proceso prepare los reactivos necesarios para neutralizar los posibles derrames,
salpicaduras o proyecciones, asi como el material necesario para absorber los gases o vapores
liberados.
Mantenga los productos químicos lejos de los puntos de ignición y focos de calor, Reduzca al
máximo la utilización de llamas vivas. Para el encendido de los mecheros Bunsen emplee
preferentemente encendedores piezoelectricos.
ALMACENAMIENTO CONTROLADO
Separe los productos inflamables y corrosivos del resto y entre si, especialmente si existe la
posibilidad de la generación de vapores.
Lavese las manos tras la manipulación de productos químicos. Hágalo preferiblemente. Con un
liquido detergente y abundante agua. Evite la utilización de disolventes orgánicos (ej: acetona), ya
que favorecen la penetración del tóxico a través de la piel. Cuando manipule productos quimicos
tenga especial cuidado en no tocarse la cara con las manos, rascarse, etc. No trabaje separado de
la mesa.
Lleve en todo momento las batas y ropa de trabajo abrochadas y los cabellos recogidos, evitando
colgantes o mangas anchas. Utilice camisas de manga larga para evitar salpicaduras a la piel.
No fume ni ingiera alimentos durante la manipulación de quimicos. No masque chicle. Evite el uso
de cosméticos.
⚫Evite el uso de lentes de contacto si se detecta una constante irritación de los ojos y sobretodo si
no se emplean gafas de seguridad De manera obligatoria. Es preferible el uso de gafas de seguridad
graduadas o que permitan llevar las gafas graduadas debajo de ellas. Protéjase las heridas abiertas
ya que favorecen la penetración de los tóxicos. Atienda a la señalización. sea consciente del tipo de
riesgo que conllevan los productos quimicos y respete el trabajo de sus compañeros. Si está
embaraza o pueda estarlo consulte con Salud Laboral.
OTRAS MEDIDAS
Recoja inmediatamente todos los vertidos que ocurran, por pequeños que sean. Airee la zona,
elimine los posibles puntos de ignición, evite respirar los vapores.
Asegúrese de la desconexión de los equipos eléctricos, aparatos de gas, etc. Que no se estén
utilizando,
Mantenga orden y limpieza.
CONCLUSION
Las sustancias químicas son componentes esenciales de nuestra vida diaria y están presentes en
todos los aspectos de nuestra sociedad. Desde los medicamentos que tomamos para tratar
enfermedades, hasta los productos de limpieza que utilizamos en nuestro hogar, éstas
desempeñan un papel fundamental en nuestro bienestar y comodidad.
Sin embargo, también debemos ser conscientes de los posibles riesgos y efectos negativos que
algunas de ellas pueden tener en nuestra salud y el medio ambiente. La exposición a sustancias
tóxicas o peligrosas puede tener efectos dañinos, como enfermedades graves, trastornos
hormonales o daño ambiental.
Es por ello que es fundamental promover y adoptar prácticas de gestión responsable de estas
respectivas sustancias . Esto implica la evaluación adecuada de los riesgos, la implementación de
medidas de control y prevención, así como la promoción de alternativas más seguras.
Juegan un papel fundamental en nuestra sociedad, pero es vital abordar su gestión de manera
responsable y segura. Esto implica la evaluación adecuada de los riesgos, la promoción de
alternativas más seguras y la educación sobre su uso responsable. Solo a través de estos esfuerzos
podemos aumentar los beneficios de las sustancias químicas mientras se minimizan los posibles
riesgos y efectos negativos.