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QUIMICA TOXICOLOGICA

Las personas están expuestas a una gran variedad de sustancias naturales y otras fabricadas por el
hombre. En ciertas circunstancias estas exposiciones causan efectos adversos en la salud que
varían desde cambios biológicos casi imperceptibles hasta la muerte.

Se define toxicología a la ciencia que estudia las sustancias químicas y los agentes físicos capaces
de producir alteraciones patológicas en los seres vivos, evalúa los mecanismos de producción de
tales alteraciones y los medios para contrarrestarlos, así como los procedimientos para detectar,
identificar y determinar tales agentes y valorar su grado de toxicidad.

La toxicología presenta un amplio campo de acción: investigación básica sobre el mecanismo de


acción de los agentes tóxicos y sustancias químicas empleadas en medicina diagnóstica, en la
industria de los alimentos, en la agricultura, industria química, componentes e intermediarios de
plásticos, entre otros. Además, el toxicólogo participa en la determinación de los límites de
exposición seguros, la elaboración e interpretación de pruebas para determinar las propiedades
tóxicas de los agentes. El principal objeto de la toxicología es determinar el potencial daño al
organismo y en algunos casos la extrapolación al hombre.

Es necesario mencionar ciertos términos al estudiar la toxicología:

Tóxico: Es cualquier sustancia que causa un efecto nocivo en el organismo al momento de ser
absorbido, inyectado, ingerido. Puede ser cualquier sustancia que llegando a la dosis adecuada
puede causar daño, pero no tiene la intención de causarlo.

Veneno: sustancia que se da con el fin de causar daño.

Xenobiótico: Son compuestos sintéticos que no pertenecen a la composición natural de los


organismos vivientes, (ejemplo; fármacos).

Toxina: El término “toxina” suele utilizarse cuando se habla sobre sustancias tóxicas producidas
naturalmente. Una toxina es toda sustancia venenosa de origen microbiano (bacterias u otras
plantas o animales diminutos), vegetal que reacciona con componentes celulares específicos para
matar células, alterar el crecimiento o desarrollo o destruir el organismo.

Clasificación de los tóxicos

• Por el origen: vegetal, animal, mineral y sintético.

• Por su estado físico: líquidos, sólidos, gaseoso y pulverulentos.

• Por el órgano blanco: puede ser tóxicos a cualquier órgano, pero los más atacados son el hígado,
cerebro, el riñón, la médula ósea, las células sanguíneas, etc.

Tras ser absorbidos por alguna de las vías de entrada, los tóxicos llegan a la sangre, la linfa u otros
fluidos corporales. La sangre es el principal vehículo de transporte de los tóxicos y sus metabolitos.
Algunas sustancias atraviesan las membranas celulares mediante un transporte activo. Ese
transporte se realiza con la mediación de proteínas transportadoras en un proceso análogo al de
las enzimas. El transporte activo es similar a la difusión facilitada, pero puede producirse en contra
de un gradiente de concentración. Necesita un aporte de energía, y un inhibidor metabólico puede
bloquear el proceso.

TOXICOLOGÍA FORENSE
La toxicología como rama de la medicina forense estudia los venenos en relación con un hecho
delictivo, estableciendo la relación existente entre las causas de la muerte y sus complicaciones.
Nos ayuda a determinar cuáles sustancias tóxicas están presentes, bajo que concentraciones, y
cual serían los efectos de dichas sustancias en el organismo humano de la persona lesionada o en
el cadáver. La toxicología forense involucra el uso de la toxicología para ayudar en la investigación
médica y legal de la muerte por intoxicación. Debe considerar el contexto de una investigación, no
sólo las pruebas toxicológicas por sí solas. La investigación de una muerte por intoxicación se debe
enfocar desde el punto de vista de un diagnóstico a un paciente como con cualquier otra
enfermedad. Se sugiere iniciar con historia clínica regular, recabando datos relevantes para el
estudio de la cronología de la intoxicación. Si nos encontramos frente al caso de que un paciente
falleció y se sospecha de intoxicación, se deben investigar las circunstancias.

Áreas de la toxicología forense


Toxicología post mortem: se aplica para determinar sustancias de interés toxicológico en las
muestras extraídas del cadáver, colaborando con el médico forense en el estudio de las causas de
muerte asociadas con tóxicos, donde éstas se establecen como el agente de muerte o bien inciden
de alguna manera contribuyendo a la misma.

Toxicología conductual: se aplica a la identificación y la determinación cuantitativa de drogas que


alteran la conducta del individuo, induciendo comportamientos agresivos, o bien incapacitantes de
las funciones físicas y mentales o que actúan como disociativos alterando la percepción de la
realidad o abstrayendo al individuo completamente de la misma. Sirve a la clínica forense,
especialmente cuando se trata de investigaciones de hechos de tránsito donde la valoración del
estado de ebriedad del conductor, y a veces de la víctima, es relevante, así como en la
investigación de los delitos sexuales en general y sobre todo en aquellos donde se sospecha la
sumisión química, es decir cuando se presume del uso de una sustancia psicoactiva con el objeto
de manipular la voluntad de las personas o modificar su comportamiento a favor del agresor.

Toxicología antidopaje: se dedica a la investigación del consumo de drogas y otras sustancias que
modifican el desempeño del individuo en el deporte, tales como anabólicos y diversos fármacos,
constituyéndose como práctica fraudulenta.

Investigación de muerte por intoxicación

En la investigación de una muerte por presunta intoxicación, conviene incluir:

Historia de caso: Cuando se sospecha que la muerte fue debida a un tóxico, para el adecuado
manejo del caso, conviene que tanto los médicos forenses como los toxicólogos analistas, cuenten
con la información siguiente:
• Circunstancias de la muerte: si la víctima había manifestado su intención de envenenarse o si
existen antecedentes de intentos previos, así mismo si hubo testigos que la(o) vieron injerir el
tóxico o que observaron cuando terceros se lo administraban; si otras personas comieron los
mismos alimentos o tomaron las mismas sustancias o bebidas o estuvieron expuestas a las mismas
condiciones ambientales y estuvieron expuestas a las mismas condiciones ambientales y el grado
en que ellas fueron afectadas.

•Intervalo: se refiere al lapso entre la última ingesta y el inicio de las manifestaciones de


intoxicación y entre la aparición de estas y la muerte.

• Tratamiento médico: interesa la información acerca del lavado gástrico administración de


antídotos y otras medidas terapéuticas; se debe aclarar si la víctima estaba en tratamiento médico
por alguna enfermedad.

• Antecedentes personales: conviene establecer si la víctima era adicta al alcohol y al abuso de


drogas, especialmente cocaína, heroína y otros opiáceos, barbitúricos, anfetaminas y
tranquilizantes. Si trabajaba en industria, profesión o comercio donde estuvieran expuesta a
sustancias tóxicas o al menos tuviera fácil acceso a la misma.

Indicios por buscar

• En la escena: Recipientes de medicamentos, polvos, residuos y sustancias químicas,


instrumentos para elaborar el veneno (tubo de ensayo, vasos de precipitados, matraz de
destilación, etc.), facturas de químicos, marcas de pisadas, huellas dactilares.

• En la victima: antecedente de intento de suicidio, carta de despedida, síntomas de la persona


intoxicada, si hay residuos del elemento toxico, y realizarle análisis de sangre, jugo gástrico, orina,
heces, humor acuoso, riñones e hígado.

• En el victimario: Residuos del elemento toxico o recipientes.

Muestra para el análisis toxicológico post-mortem

Sangre: Es la muestra de elección para detectar, identificar, cuantificar e interpretar las


concentraciones de las sustancias en toxicología post mortem ya que las concentraciones
encontradas en la muestra de sangre son las que más fielmente reflejan el estado farmacológico
de la persona en el momento de la muerte y pueden ser relacionadas con los efectos.

La sangre periférica (vena femoral), que indiscutiblemente es el «gold standard» para la


interpretación en toxicología post mortem, es la idónea para los análisis químico-toxicológicos
cuantitativos en todos los casos de determinación de alcohol, intoxicaciones y en todos los casos
de muertes por causas desconocidas. Sin embargo hay veces que no puede obtenerse o se obtiene
en cantidad insuficiente, entonces el orden de preferencia es subclavia y cavidades cardiacas,
teniendo en cuenta que en estos casos existen fenómenos, especialmente de redistribución y
producción endógena post mortem, esta última fundamentalmente para el alcohol etílico. Debe
evitarse tomar muestra de sangre de cavidades libres como mediastino o cavidad peritoneal ya
que suelen estar contaminadas por microorganismos y/o contenido gástrico o intestinal,
especialmente en los traumas severos.

Orina: Sería la segunda muestra en importancia a enviar para la investigación general de las
sustancias desconocidas. Es una muestra con gran valor cualitativo y aunque pueda obtenerse
poca cantidad, se recomienda su envío ya que puede ser suficiente para ensayos orientativos
como indicador del consumo o exposición.
Las concentraciones presentes en la muestra de orina son en general más altas que en la muestra
de sangre y son detectables por períodos más largos después de la entrada en el organismo.
Dependiendo de la vida media del compuesto y de la sensibilidad de la técnica, especialmente los
metabolitos pueden ser detectados en la muestra de orina durante días o semanas después de su
incorporación en el organismo.

Análisis toxicológicos conductual

Cuando se trata de tóxico injeridos, el contenido del estómago y de los intestinos debe ser
analizados, primero por la gran cantidad de tóxicos no absorbidos que puede existir. En segundo
lugar, se analizará la orina por ser el riñón el órgano principal de excreción para la mayoría de los
tóxicos. En tercer término, conviene procesar el hígado, sitio de la biotransformación de la teoría
de las sustancias tóxicas, absorbidas por vías digestivas.

La muestra de orina se tomará en dos botellas de 50 ml. Las botellas deberán llenarse al menos en
2/3. Siempre que sea posible, deberá evitarse el uso de recipientes plásticos y tapones de goma,
ya que las drogas no polares y sus metabolitos, como los canabinoides, son muy propensos a
absorberse a algunas superficies de plástico y a la mayoría de las de goma. Si, por razones
prácticas, se emplean recipientes plásticos desechables, los laboratorios deben realizar pruebas
para garantizar que esos recipientes plásticos no alteran la composición o concentración de las
drogas o metabolitos en la orina.

Posibles formas de invalidar las muestras de orina

⮚ Añadiendo diversas sustancias químicas a la muestra. La sal común, los detergentes o


algunos artículos domésticos como el hipoclorito (lejía) pueden destruir las drogas o
afectar a la muestra y producir falsos resultados negativos.
⮚ En determinadas circunstancias, añadiendo sustancias ilícitas a la orina para producir
resultados positivos.
⮚ Haciendo una pequeña perforación en el fondo del recipiente para producir una fuga del
contenido.
⮚ Utilizando una jeringa escondida debajo del brazo y provista de un tubo que llegue a la
región genital. Con la jeringa, se puede introducir en la muestra agua u otras sustancias
que la diluyan o contaminen.
⮚ Haciendo pasar como propia orina de amigos que no tomen drogas.

⮚ Echando agua del inodoro en el recipiente de la muestra para diluir la orina.

La muestra debe protegerse de la luz directa y del calor durante el traslado y el almacenamiento,
por lo que debería transportarse refrigerada, de preferencia con hielo o algún otro material de
embalaje refrigerante, en un recipiente provisto de aislamiento.

El laboratorio forense emplea una variedad de procedimientos analíticos. Primero realiza pruebas
inespecíficas que determinan la presencia o ausencia de grupos de sustancias tóxicas en las
muestras. Los resultados positivos son sometidos a un procedimiento analítico que identifica a un
tóxico específico. La segunda prueba debe basarse en principios químicos o físicos diferentes de la
primera. En la actualidad se considera que las determinaciones de cromatografía o gas (CG) y las
espectrometrías de masas (EM) proporcionan una identificación inequívoca para la mayoría de los
tóxicos.

ANALISIS DE DROGAS

Pruebas de detección y análisis de drogas


Métodos de inmunoanálisis: El inmunoanálisis es el método preferido cuando es preciso cribar un
gran número de especímenes en poco tiempo. Hay varias pruebas de inmunoanálisis en venta para
la detección de drogas de uso indebido. Los métodos más comúnmente utilizados son, entre otros,
el radioinmunoanálisis (RIA), el inmunoanálisis enzimático (IAE), el inmunoanálisis de polarización
por fluorescencia (IAPF) y la inhibición de la aglutinación con látex (IAL).

Cromatografía en capa delgada (CCD): Los métodos de CCD son económicos en cuanto al equipo y
otros gastos iniciales que requieren. Necesitan mucha mano de obra y suelen ser menos sensibles
que otras técnicas; además, por el carácter subjetivo de su interpretación, hace falta una
experiencia considerable para aplicarlos con precisión.

Una placa de CCD es una lámina de vidrio, metal o plástico recubierta con una capa delgada de un
sólido adsorbente (gel de sílice o alúmina). Se deposita una pequeña cantidad de la muestra
problema en disolución en un punto en la parte inferior de la placa. Entonces la placa se introduce
en una cubeta cromatográfica, de forma que sólo la parte inferior de la placa queda sumergida en
el líquido. Este líquido o eluyente es la fase móvil y asciende por la placa de CCF por capilaridad.
A medida que el eluyente pasa por el lugar donde está la mancha de la mezcla problema se
establece un equilibrio entre las moléculas de cada uno de los componentes en la mezcla que son
adsorbidas y las que se encuentran en disolución. Si los compuestos son coloreados se pueden
observar las manchas a simple vista. Si no es así, hay varios métodos para visualizar las manchas
correspondientes a cada componente de la mezcla.
Cromatografía en fase gaseosa y cromatografía en fase líquida de alto rendimiento: son
sumamente sensibles y específicas para la confirmación de resultados que se presuman positivos
En el análisis de detección. No obstante, el equipo necesario es relativamente costoso en
comparación con la CCD o el inmunoanálisis, y la capacitación y la experiencia en el empleo de
estos sistemas sumamente complejos son fundamentales. La cromatografía gaseosa es una técnica
muy antigua empleada para separar físicamente sustancias presentes en mezclas complejas de
compuestos fácilmente volatilizables. La muestra se volatiliza en el inyector y luego se introduce
en la columna capilar dentro del horno. La columna contiene recubrimientos en la pared que
cumple la función de la fase estacionaria. La muestra volatilizada es arrastrada por un gas llamado
“carrier” (fase gaseosa) que generalmente es He, Ar o N2.

Espectrometría de masas en combinación con cromatografía en fase gaseosa: es el método más


sensible y específico de que se dispone para confirmar la presencia de una droga en un espécimen
biológico. Exige la mayor inversión en costos de capital, capacitación y mantenimiento. Es el
método con menos probabilidades de impugnación en los tribunales y debería considerarse un
elemento necesario e importante de los programas nacionales en que el laboratorio de control sea
la fuente de confirmación definitiva de análisis cuestionados. Es una técnica analítica dedicada a la
separación, identificación y cuantificación de mezclas de sustancias volátiles y semivolátiles.

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