Rodolfo Santana - Sea Usted Un Heroe

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“Sea Usted Un Héroe”

Curso de iniciación heroica en seis módulos
Rodolfo Santana
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“Sea usted un Héroe”

Curso de iniciación heroica en seis módulos.
Rodolfo Santana.
Personajes:
Itinerantes:
4 actores que interpretan al Señor Roberto Martínez
4 Actores que interpretan a Dogui, el Facilitador.
Enfermero I
Enfermero II
12 Guardias
Primer Módulo:
Luisa Lane
Clark Kent
Segundo Módulo:
Hopalong Cassidy
Superman II
Agente secreto
Tercer Módulo:
Agente secreto (El mismo del segundo módulo)
Mujer I
Mujer II
Cuarto Módulo:
Cañonero
“Manopla” Urbina
Futbolista 1
Futbolista II
Futbolista III
Quinto Módulo
10 Guardias de la Empresa “Sea usted un Héroe”
(Los mismos que figuran como itinerantes y operando
en los distintos módulos)
Sexto Módulo:
Profesor Goebbels
Jesse James
Chica del antiguo oeste I
Chica del antiguo oeste II
Chica del antiguo oeste III
Chica del antiguo oeste IV
Barman
Pianista
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“Sea usted un Héroe”

Curso de iniciación heroica en seis módulos.
Los aspirantes, repartidos en 4 grupos de 34 personas, pagan en una boletería su
derecho a recibir un curso de Iniciación heroica en la empresa “Sea usted un héroe C.A.”.
El boleto así lo indica.
Las personas que tramitan los boletos deben vestir trajes de héroes conocidos: Batman,
Superman, Spiderman, etc.
La boletería muy bien decorada con retratos o afiches de héroes: Rambo o el prodigioso
Terminator, Superman, etc.
En la entrada a las instalaciones hay un flamante anuncio sobre el dintel que señala: “Sea
usted un héroe”, con el logo de la empresa. En este punto, ya los aspirantes sienten la
presencia de los Guardias de Seguridad: visten de negro, pantalones y camisas muy
ceñidas, botas brillantes, capas oscuras, de gran cuello. Sobre el pecho de la camisa, el
logo de la empresa. Gruesos cinturones con hebilla bronceada y las cabezas cubiertas con
cascos.
El carácter de estos personajes que participan a lo largo del curso, es silencioso y
amenazante, de gestos cortos, indicadores, inapelables.
Antes de acceder a la entrada hay el típico detector de metales. Un dintel, de color negro,
por donde pasan los aspirantes. Se puede agregar, en posesión de un empleado de
seguridad, el detector manual de metales, que emite un ruido electrónico ominoso.

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Notas útiles:
1-Esta es una obra que intenta operar en un plano de vigencia política. Es por ello que
muchas preguntas y planteamientos poseen actualidad. Quiere decir que, quizá, en
tiempos futuros las contingencias sean otras, lo que implica modificar las interrogantes o
planteamientos.
2- Cuando se indican grupos de personajes con diversos textos no implica formas corales.
Simplemente, cada personaje opera con alguno(s) de los textos señalados.
3- Entre tanda y tanda de cursillistas debe procurarse un tiempo que puede cubrir los dos
primeros módulos.
Primer Módulo.
Examen de Admisión.
Los aspirantes entran en un espacio de carácter académico altamente sofisticado.
Hay 35 pupitres blancos.
Sobre los pupitres, lapiceros de color naranja atados con cadenitas y unas hojas que
contienen el examen de admisión al que son sometidos los aspirantes.
En la parte frontal del aula una breve plataforma, con un estrado de conferencista en el
sector izquierdo. En el sector derecho, una enorme pantalla de video empotrada en la
pared.
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Un banco blanco, pequeño, en el sector izquierdo.
Los guardias de seguridad animan a los aspirantes, les indican los pupitres.
El señor Martínez, que ha entrado junto a los espectadores y para todos los avatares
forma parte de ellos, se instala en un pupitre ubicado en un lateral, central.
3 GUARDIAS DE
SEGURIDAD - (Sin utilizar formas corales ) Siéntense, por favor. Pónganse
cómodos. ¡Se les agradece no leer el contenido del material que se
encuentra en los pupitres!¡No lo lean!
El señor Martínez trata de llamar la atención del Facilitador que
verifica el estrado.
SR. MARTINEZ -¡Señor!... ¡Hey, señor! (El Facilitador le presta atención) ¿Y estas
hojas?...
MONITOR -¿Usted sabe leer?
SR. MARTINEZ - Por supuesto.
MONITOR -Tenga un poco de paciencia…
SR. MARTINEZ - Apuesto que es un examen… ¡Seguro!...Tengo años sin presentar
un examen….
Los aspirantes, es obvio, observan las hojas que contienen el examen de
admisión.
La primera hoja reseña, con el logo de la empresa:

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“Sea usted un héroe”
Cuando le sea indicado, el aspirante pasará a la siguiente página, donde se encuentra el

examen de admisión:
Logo de la empresa:

Curso de iniciación heróica
Nombre: ____________________________ Apellido: __________________________

Sexo: _______________ Profesión: _________________________________________
Marque con una X su respuesta a medida que esta le sea exigida.
1- ¿Está dispuesto a fracturar su identidad? 2- ¿Interviene usted en

política?
___ ___ ___ ___

Si No Si No
3- ¿Le gusta la Coca Cola? 4- ¿Simpatiza usted con la economía de

mercado?
___ ___ ____ ____

Si No Si No
5- ¿Repudia usted el fundamentalismo 6- ¿Considera usted un héroe al “Che”

Islámico? Guevara ?
___ ___ ____ ____

Si No Si No
7- ¿Sabe usted lo que significa “Mentiras 8- ¿Cree usted que el gobierno de los
mediáticas? EE.UU derribó las Torres Gemelas en
New York?
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___ ____ ____ ____

Si No Si No
9- ¿Está de acuerdo con la invasión y 10- ¿Le gustó mucho el éxito del golpe de
ocupación de Irak? Estado en Honduras?
____ ____ _____ ____

Si No Si No
11- ¿Está dispuesto a ceder a la empresa “Sea 12- ¿Podemos condenarlo a muerte si
Usted un héroe” sus derechos de sus respuestas son inexactas?
Representación?
____ _____ ____ ____

Si No Si No
_____________________________
Firma del aspirante
______________________________________________________________________
Un personaje vistiendo traje azul marino, corbata roja, lentes y de
aspecto tímido se instala sobre la plataforma, tras el estrado de
conferencista. Lo acompaña una mujer de pelo negro vistiendo un traje
sastre, algo severo. Zapatos negros de tacón medio y un sombrerito con
malla corta que le cae sobre la frente. Son Clark Kent y Luisa Lane y
evidentemente, en lo que se refiere a moda, se han quedado en los
cincuenta.
Tras el corto diálogo con el Señor Martínez, el Facilitador se dirige a los
aspirantes.
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FACILITADOR -Bienvenidos. (Pausa corta) En este curso de iniciación heroica yo seré vuestro
Facilitador. Los acompañaré a lo largo del proceso, atendiendo las necesidades
que surjan. Respondiendo preguntas y solucionando eventuales problemas que,
espero, no asomen por ninguna parte… (Pausa corta) No nos gustan los
problemas… (Señala a Clark Kent y Luisa Lane)Les presento al señor Clark Kent y
a la señorita Luisa Lane. Ellos son los profesores encargados de esta primera
fase…
El Monitor se aparta. Clark Kent carraspea. Acomoda sus lentes.
Luisa lo ve con recriminación. Aprieta una carpeta con impaciencia.
LUISA LANE - (Por lo bajo, aunque todos escuchan) Comienza, Clark…
Pausa corta. Clark sonríe.
CLARK KENT -Buenos días…
LUISA LANE - (Corrigiendo) Es de noche, Clark.
Clark ve su reloj. Se asombra.
CLARK KENT -¡Ufff, como pasa el tiempo!... (Ve a los aspirantes) Bueno, les deseo suerte en la
prueba…
LUISA LANE - (Enfatizando) Examen de admisión.
MARTINEZ -¡Lo dije: un examen!

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Clark, Luisa y Facilitador ven a Martínez, que se apena por su exclamación.
CLARK KENT -Los exámenes le amargan la vida a cualquiera. A mí, por ejemplo, me producen
dolores de estómago y…
LUISA LANE -“Sea usted un héroe” es una Empresa seria y debe actuar con filtros rígidos. Los
errores siempre son graves cuando de héroes se trata. Por eso el examen…
CLARK KENT -Por favor, pasen la página. Escriban su nombre y apellidos… Sexo…
LUISA LANE -(Decidida) El sexo no indica ninguna actitud chauvinista. Es solo para fines
estadísticos. Dilo, Clark…
CLARK KENT -Ya te escucharon, Luisa. (Pausa corta. Ve a los aspirantes. Inicia sus palabras con
decisión, pero poco a poco se va desinflando. Ya lo hemos señalado: Clark es
tímido) “Muchos son los llamados y pocos los escogidos”, así dice la Biblia y
nuestra Empresa… Con esto quiero decir que… quizá alguno de ustedes… pues,
falle… ¡Si, falle en el examen de admisión!... No se amarguen por eso, se los
ruego… Siempre podrán contar con nuestro aprecio. ¿Verdad, Luisa?
LUISA LANE -“Sea usted un héroe” no tiene nada que ver con perdedores, Clark. (Ve a Clark)
Tú, posiblemente, por afinidad… (Se enfrenta a los aspirantes sin prestar
atención a la vergüenza de Clark) Ante ustedes un breve examen de admisión.
Son pocas preguntas, pero están diseñadas de tal manera que las respuestas nos
dan un perfil aproximado de la personalidad del aspirante… Respóndanlo a la
brevedad, en la medida que las preguntas sean enunciadas… Mientras, les

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mostraremos algunas imágenes estimulantes que poseen directas referencias a
las preguntas en cuestión…
En la pantalla:
El logo de la empresa y su nombre “Sea usted un héroe”,
VOZ POR
ALTOPARLANTE: ¿Está dispuesto a fracturar su identidad?
Sin sonido.
Rostros y acciones breves de distintos héroes contemporáneos, tanto de dibujos
animados como de la industria Hollywoodense. Red Rider, Hopalong Cassidy,
John Waine como vaquero, el Llanero Solitario y Toro, su indio. Luego, Batman y
Robin, Superman, Spiderman, Terminador, Rambo.
CLARK KENT -Lo importante es el secreto. La protección del héroe en una personalidad gris,
sin matices. El héroe, en su vida pública, es una pequeña hormiga que pasa sin
ser notada… Guarda su fuerza en una personalidad cretina que no despierta
sospechas.
LUISA LANE -Explícalo más ampliamente.
CLARK KENT -Quiero decir que… (Pausa corta) Un héroe no lo es siempre. Permanece oculto
en su identidad pública, sufriendo muchas veces el desdén de vecinos
prepotentes… (Mira a Luisa) O el desprecio de la mujer que ama…

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LUISA LANE -Sin cursilerías, Clark.
CLARK KENT -¡Hasta llegar el momento en que, adoptando su carácter de héroe, revierte la
batalla a favor de las fuerzas del bien!
En la pantalla del monitor:
Manifestaciones. Rostros iracundos. Choques con la policía. Gases lacrimógenos.
Patrullas que llegan.
VOZ POR
ALTOPARLANTE -¿Interviene usted en política?
Manifestantes Que son apaleados, arrastrados a los vehículos policiales.
Rostros desesperados. Gente que corre.
LUISA LANE -Adviérteles que deben responder las preguntas de inmediato.
CLARK KENT -Ya lo saben.
LUISA LANE -(Con gran resentimiento) Me resultas tan simpático como una patada en el culo.
No sé por qué me destinaron a este módulo.
CLARK KENT - Yo… yo lo pedí… deseaba estar contigo…
LUISA LANE - Pediré mi traslado. ¡No te soporto, siempre hueles mal!
En la pantalla:
Comercial de Coca Cola. Hombre satisfecho bebiendo una Coca Cola..
Aviso de Coca Cola en un campo vietnamita, durante la guerra.

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Escenas de playa y montaña con Coca Cola.
VOZ POR
ALTOPARLANTE -¿Consume usted cocaína?… Excusen. ¿Consume usted Coca Cola?
CLARK KENT - (Con mucho amor) Luisita, se que algún día…
LUISA LANE -¡Te morirás como una rata y dejarás de molestarme!
Jóvenes tomando Coca Cola. Felices. Escenas de playa con muchas botellas del
refresco. Aparte, se nota que algunos jóvenes aspiran cocaína.
Autos lujosos. Desfile de modas.
CLARK KENT - Te llevaré a bailar. ¿Sabes que me gusta el tango?
LUISA LANE -¡Ocúpate de los aspirantes, necio!
CLARK KENT -Ellos… están en lo suyo…
En rápida sucesión, cigarrillos, bebidas alcohólicas, compotas, toallas sanitarias,
condones, relojes, anillos, casas, lanchas, yates, avionetas,
Apartamentos lujosos, mermeladas, teléfonos celulares.
VOZ POR
ALTOPARLANTE: ¿Simpatiza usted con la economía de mercado?
Las imágenes cambian a una imagen fija, por unos momentos, de Ben Laden.
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Su larga barba, el traje tradicional…
Luego, niños palestinos en la intifada arrojan piedras contra soldados y tanques
israelíes...
VOZ POR
ALTOPARLANTE -¿Repudia usted el fundamentalismo islámico?
LUISA LANE -¡Estás perdiendo la pauta!
Clark revisa entre hojas que tiene en el estrado.
CLARK KENT -La pauta, la pauta… está por aquí, amorcito…
LUISA LANE - ¡Te voy a destruir en mi informe!
Manifestación en Palestina conduciendo el cadáver de un dirigente asesinado.
Niños árabes. .
CLARK KENT -La consigo pronto, cielo.
LUISA LANE -¡No me digas cielo, cabrón!
Clark ve a la pantalla para recobrar el hilo.
CLARK -Estamos… claro, la gente consumiendo Coca Cola y los terroristas árabes…
LUISA LANE -¡Tartamudo mental!

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En pantalla:
Diversos aspectos del Che Guevara.
VOZ POR
ALTOPARLANTE: -¿Considera usted un héroe al Che Guevara?
CLARK KENT -Es triste… ¡Muy triste!... Ser un héroe sin recursos, detestado por todos, pero…
¿Qué le vamos a hacer?... En este oficio, la vida puede ser muy dura…
En pantalla:
Rostros de Lenin. Diversas tomas de Stalin. Desfile en la plaza Roja. Misiles,
tanques de guerra. Soldados. Fidel Castro. Estaciones de televisión
famosas.Personajes de la historia contemporánea vistos a través de T.V.
Presidentes, artistas, etc.
VOZ POR
ALTOPARLANTE -¿Sabe usted lo que significa “Mentiras mediáticas”?
LUISA LANE - Los héroes eficientes obtienen fortunas por sus derechos de autor y tienen
amigos en todo el mundo. Es un punto que deben tener en cuenta los aspirantes
a este curso. Deben saber que en el socialismo, el estado les arrebata los
honorarios y royalties…
.
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En pantalla:
Los aviones chocando con las Torres Gemelas. Terror. Gente huyendo. Nubes de
polvo. Las torres desplomándose.
VOZ POR
ALTOPARLANTE -¿Cree usted que el gobierno de los Estados Unidos derribó las Torres Gemelas
en New York el 11 de septiembre?
Otras imágenes de los aviones en su choque con las torres. Las torres
derrumbándose. Enormes nubes de polvo. Gente aterrorizada, corriendo.
Bomberos. Gente cubierta de polvo.
LUISA LANE -(A Clark, que se va despojando de la corbata) ¡No te quites la corbata!
El señor Martínez eleva la mano. Clark lo ve. Desiste de quitarse la corbata.
SEÑOR MARTINEZ -¡Por favor!
CLARK KENT -¿Alguna pregunta?
SEÑOR MARTÍNEZ -Me parece… no sé, digo yo… Estas preguntas tienen, pues… algo así
como… intención política…
CLARK KENT - ¿Política?... (Rie) ¡Ahora y que política!... Olvide esa palabra, señor…
MARTINEZ - Roberto Martínez…

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CLARK KENT -Señor Martínez, el héroe no es político. Su mente comulga con las fuerzas del
bien…
MARTINEZ -¿Y cuáles son las fuerzas del bien?
LUISA LANE - ¡Las nuestras, señor Martínez!
MARTINEZ -No termino de entender.
LUISA LANE - ¡Las que mueven nuestro modo de vida y son amenazadas por ideas cargadas
de resentimiento y envidia!
En pantalla:
Bombardeos en la invasión a Irak. Derrumbe de una estatua de Saddan Hussein.
Soldados norteamericanos en tanques. Cadáveres en las calles, Explosiones.
VOZ POR
ALTOPARLANTE -¿Está de acuerdo con la invasión y ocupación de Irak?
MARTINEZ - Yo no estuve de acuerdo…
FACILITADOR -¡Concrétese al examen, señor Martínez!
LUISA LANE -(Ve a Clark que se quita la corbata) ¡Ya te dije que no te quitaras la corbata!
¡No te la quites! (Clark termina de quitarse la corbata) ¡La vas a pagar! ¡Voy a
lograr que te pongan a comer mierda en un periódico de provincia!
Luisa Lane, indignada y resuelta, sale del salón.

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Clark Kent se despoja de sus vestiduras y queda transformado en Superman.
Oculta las prendas bajo el estrado.
En pantalla:
Golpe de estado en Guatemala. Los implicados..
VOZ POR
ALTOPARLANTE -¿Lo gustó mucho el éxito del golpe de estado en Honduras??
Choques de la policía y el ejército en las calles de Tegucigalpa.
CLARK KENT ¿Por qué reventaría Kripton, mi planeta natal? La verdad, no entiendo a la
condición humana… ¡Por más que la trato siempre asoma con un enigma!
La luz baja un tanto sobre la figura de Superman. Se ve solo, derrotado.
MARTINEZ -¿Por qué no le dice que usted es Clark Kent?
SUPERMAN - No es asunto suyo, señor Martinez.
Hombre firmando un contrato ante un empleado de “Sea usted un héroe” que
tiene el logo de la empresa en el pecho.

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Tras firmar, el hombre estrecha la mano del empleado. Felices los dos.
VOZ POR
ALTOPARLANTE -¿Está dispuesto a ceder a la empresa “Sea usted un héroe sus derechos de
representación?
En pantalla::
Un hombre, con los ojos vendados, ante un pelotón de fusilamiento.
El pelotón dispara y el hombre cae muerto.
VOZ POR
ALTOPARLANTE - ¿Podemos condenarlo a muerte si sus respuestas son inexactas?
Luego, logo de la empresa y la nota: “Sea usted un héroe”
Se apaga pantalla.
MARTINEZ - Oiga… ¿No es como demasiado que lo fusilen a uno por responder mal
alguna pregunta?
FACILITADOR - Aquí se pagan las traiciones, amigo…
SUPERMAN -Firmen sus exámenes, por favor.

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Entra Luisa Lane acompañada por dos Agentes de Seguridad que se muestran
muy agresivos, con porras en la mano.
Luisa se sorprende. Se muestra cautivada por la presencia del héroe.
LUISA LANE -¡Superman!
CLARK KENT -Dime, Luisa…
LUISA LANE -¡Yo, pues, estaba!... ¿Y Clark?
CLARK KENT -Salió un momento. Creo que fue a mear….
LUISA LANE -Ese siempre sale a mear en los momentos de peligro.
CLARK KENT -Me pidió que lo reemplazara.
LUISA LANE -(A los guardias) Búsquenlo en los baños. Cada día ese tonto me altera más. Me
pone histérica.
CLARK KENT - (Busca entre los papeles que se hallan sobre el estrado) ¿Dónde estará el
contrato?
LUISA LANE - (Acercándose mucho a Clark. Amorosa) ¡Me da tanto gusto
verte! ¡Tanto! No me molesta soportar a la bestia de Clark, si al final
apareces tú.
CLARK KENT -Modérate.
LUISA LANE -Duermo tan sola todas las noches. Con la ventana abierta. Esperando,
esperando…
CLARK KENT -Nunca llegaré.

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Luisa toma un brazo de Superman. Se aferra.
El Facilitador se dedica a recoger los exámenes de los aspirantes
FACILITADOR -El examen, por favor…
LUISA LANE -¡Alguna noche, lo sé!
CLARK KENT -¡Apártate!
LUISA LANE -¡Déjame tocarte!
CLARK KENT - ¡Eres insufrible y ridícula!
LUISA LANE -¡Te lo ruego!
CLARK KENT -¿Por qué no te casas con Clark? Es tu pareja ideal…
LUISA LANE -¡Humíllame, no me importa! ¡Soy tu cosa, tu basura!
CLARK KENT -Clark es tu hombre y no lo entiendes. Desprecias al ser que te fue
destinado.
Luisa se arrodilla frente a Clark.. Evidentemente trata de actuar sobre su bajo
vientre.
LUISA LANE - Déjame divertirte un poco, papi… ¡Vas a gozar!
CLARK KENT -¡Fuera, zorra!
Clark toma a Luisa y la arroja a un lado. Luisa se derrumba sobre el
pequeño banco a un lateral del estrado. Allí queda como una muñeca
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destruida. El cuerpo descompuesto, la mirada perdida en el techo.
Clark busca en el estrado. Consigue el contrato.
CLARK KENT -Aquí, en esta Empresa, retomamos el principio original del héroe a fin de
procesarlo de acuerdo a los avances de la ciencia…
LUISA LANE -Eres hermoso… hermoso…
CLARK KENT -Sin olvidar, claro, la pasión de Aquiles, de Héctor, las proezas de
Hércules, Del Cid Campeador, del general Custer, Buffalo Bill tantos otros.
“Sea usted un héroe” retoma y promueve el surgimiento de los superhombres,
bajo los signos del mercado y la competencia, hoy amenazados por culturas
enemigas…
LUISA LANE -No me importa ser el polvo bajo tus pies… la mugre de tus uñas…
CLARK KENT - (Muestra el contrato) Si aprueban el curso deberán firmar un contrato de
exclusividad con nuestra Empresa…
LUISA LANE - El cuero de tus botas…
CLARK KENT - Donde se fija un porcentaje de 10% de participación por derechos de autor y
royalties a las personalidades heroicas que surjan de esta academia.
LUISA LANE - Quisiera morir por ti…
CLARK KENT -Los que cumplan el curso a la entera satisfacción de la Empresa Contratante,
recibirán un diploma que les garantiza impunidad y protección de las
autoridades competentes en cualquier hazaña que acometan…
LUISA LANE Doy mi vida por una noche contigo.

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CLARK KENT (En tono confidencial)… incluso aquellas que choquen con ciertas convenciones
jurídicas… o éticas…
LUISA LANE - Quiero compartir tu miedo ante la Kriptonita…
Dos guardias se hacen presentes en el aula.
El Facilitador entrega los exámenes a uno de ellos.
FACILITADOR -( A los aspirantes) Desocupen el aula, por favor. Se inicia el curso. Si alguno de
ustedes ha fallado en el examen de admisión, será desalojado de nuestras
instalaciones en cualquier momento.
Los guardias indican el camino. Es una puerta, al final del aula, cuyo dintel ahora
resplandece con luces de diversos colores.
Superman permanece tras el estrado, sin un gesto.
LUISA LANE -Nunca abrirás mi balcón. Nunca los vientos de tu capa moverán mis cortinas.
Desearte es lo único que tengo. Nada más. Fuera de eso nada existe.
Vivo para ti. El resto es un desierto con la cara de Clark Kent.
Los aspirantes, que ahora son cursillistas, salen del aula.

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Segundo Módulo.
Los viejos héroes han cambiado.
Los cursillistas se internan en un espacio amplio donde los aguardan tres héroes
instructores.
El primero es un vaquero, Hopalong Cassidy. Viste de negro, incluso guantes. Los detalles
de color se encuentran en el brillo plateado de las espuelas, la hebilla de la pistolera de
cuero que sostiene dos revólveres. Tiene un pañuelo blanco anudado en la garganta. Se
encuentra montado sobre un caballo de madera, grande, con la cabeza articulada de
forma que, con el movimiento de las bridas, pueda elevar la cabeza o desviarla a los
lados. La silla de montar es hermosa, repujada, con detalles metálicos. Hay otro caballo,
también muy hermoso.
En otro sector del espacio se localiza a Superman, en una nueva fase de su múltiple
personalidad. En efecto, este Superman es gordo, bajo, calvo y lleva lentes gruesos. El
espacio en el que actúa posee una computadora, teléfonos modernos, paneles con
aparatos de alta tecnología. Un monitor o pantalla grande.
El tercer instructor es el agente secreto, vestido de smoking y sosteniendo un maletín
ejecutivo.
HOPALONG - ¡Adelante, mis muchachos!
SUPERMAN -Abandonen la tensión. La calma es propia del héroe.
AGENTE - Hay que lograr nervios de acero.

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El Facilitador se sitúa en una pequeña plataforma.
FACILITADOR - En este módulo se imparten algunas nociones teóricas y prácticas de
heroísmo. La calidad de los maestros llena de orgullo a nuestra academia…
(Indica al vaquero) Hopalong Cassidy, de larga leyenda en el antiguo oeste…
(Hopalong saluda tocándose el sombrero.) Superman, ya conocido por ustedes…
SUPERMAN - Es un placer tenerlos aquí.
FACILITADOR - Y el Agente secreto que, por serlo, no posee una identidad precisa. Lo que
podemos garantizarles es su currículo impresionante…(El agente medio sonríe. El
facilitador se vuelve confidencial) ¿Qué tal el asesinato del “Che” Guevara?
AGENTE - (Con media sonrisa) Confidencial…
FACILITADOR - ¿Pero usted estaba por los alrededores?
AGENTE - Si le comento, tendría que matarlo luego…
FACILITADOR - ¡Que viva el secreto, entonces! (Rie, temeroso) Incontables son sus proezas en
Vietnam, Cuba, Afganistán, Irak…
AGENTE -Confidencial.
El señor Martínez observa los caballos. Observa a Hopalong que se encuentra montado
en uno de ellos.
MARTINEZ -¡Hermosos caballos!
HOPALONG - Gracias, muchacho.

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MARTINEZ -Fina estampa.
HOPALONG -¿Por qué no lo monta?
MARTINEZ - ¿Puedo?
HOPALONG - Claro.
Martínez monta sobre el otro caballo. Se ve muy feliz. Toma las bridas. Las remueve.Se
deja oír un fiero relincho.
MARTINEZ -¡Uyy, es un poco nervioso!
HOPALONG -(Dirigiéndose a los cursillistas tras arrojar una sonrisa al señor
Martínez) Lo deseable es que los caballos sean briosos. Un poco salvajes. (Acaricia el
cuello del caballo) Así es este, “Centella”, capaz de oler a un Cheyenne a un kilómetro de
distancia… El fuego siempre le brota por las narices cuando arrasamos algún poblado de
indígenas díscolos. (Se incorpora sobre el lomo del caballo) Esta es una suerte muy útil
cuando galopamos por la pradera y buscamos un objetivo perdido que, usualmente,
resulta ser un piel roja o algún grasiento mexicano…
Martínez trata de incorporarse sobre el caballo. No lo logra.
MARTINEZ -¡Muy difícil para mí!
HOPALONG - Ya lo conseguirá.
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MARTINEZ - Aunque yo no buscaría ningún piel roja.
HOPALONG -¿Acaso un mexicano?
MARTINEZ -Tampoco. Pasearía por la pradera…
Hopalong desciende del caballo tras arrojar una mirada de desprecio a Martínez.
Acaricia su montura.
HOPALONG -El caballo es parte primordial del héroe vaquero. Forman una unidad. ¿Qué es un
vaquero sin caballo? Algo lamentable. Un creyente sujeto a las emboscadas de lobos,
cheyennes, cascabeles, salamandras y mexicanos. Por eso, el héroe del oeste cuida a su
caballo con esmero y ternura… Lo ama. (Toma la cabeza del caballo y lo mira a los ojos)
Todas las mañanas lo mira a los ojos con el fin de establecer una comunicación
espiritual. Un encuentro de almas solas y plenas en la vastedad agreste del inmenso
oeste… (Pausa. Toma una soga y comienza a preparar un nudo corredizo) Con el paso de
los días les enseñaré aquellas cosas necesarias en la llanura: manejar el lazo, domar
potros salvajes, matar bisontes y desollarlos. Encontrar oro en las laderas montañosas.
Y, especialmente, darles una convicción… (Se torna casi filosófico) Muchachos, mientras
existan los Cheyennes, sioux, mexicanos, chinos, árabes, negros y otras alimañas, los
inmensos valles del oeste no podrán ser cultivados y transformados en vergeles…
MARTINEZ - Eso es racismo, señor Cassidy.
HOPALONG - (Extrañado) ¿Racismo? ¿Y qué es eso?
MARTINEZ -Pues… manifestar odio contra seres humanos de otras razas.

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HOPALONG - ¿Y usted cree que en Arizona un mexicano es un ser humano?
MARTINEZ -¡Claro que sí!
FACILITADOR - ( A Martínez) Usted está rebasando los límites.
HOPALONG - ¡Por mestizos como usted el mundo es pasto de la anarquía, la rumba, la procreación
indiscriminada y la ausencia de ciudadanía!
Hopalong se retira al fondo, ofendido.
FACILITADOR -¿Ve? ¡Lo disgustó!
MARTINEZ - Dice cosas que no me gustan.
FACILITADOR -¡Es su maestro! Debe seguir sus convicciones, de acuerdo a los términos
de esta empresa.
Superman hace gestos desde su posición.
Martínez baja del caballo.
SUPERMAN -¡Eh, por aquí!... Acérquense… ¿Líos con Hopalong?... ¡Vamos, deben entenderlo! Es su
naturaleza. ¿Qué se le puede pedir a un héroe que no ve más allá de su caballo? Hay
que ser comprensivos ante lo primitivo de su discurso. ¡Agreste, como las montañas
rocosas!... Está desfasado. El jura que la pelea es a rifle, cuchillo, horca y duelos al
atardecer. Ni se ha enterado que los pueblos indígenas fueron exterminados, al igual
que los búfalos. (Muestra su espacio) La tecnología ha transformado al hombre. ¡Hasta

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los héroes han cambiado!... Yo, por ejemplo… Estaba harto de volar, atrapando
resfriados. Usar mi súper fuerza me dejaba agotado. ¡Hasta la visión de rayos X la he
perdido y debo usar estos lentes!... (Confidencial) Luisa Lane se casó con Clark Kent…
El señor Martínez aplaude.
MARTINEZ -¡Bien!¡Al fin se encontraron!
SUPERMAN -Nada de eso. Ella aún ignora mi identidad secreta. Le amarga la vida a Clark y cree
firmemente que yo soy su amante.
MARTINEZ -¿Cómo hace?
SUPERM AN -Clark dice que va a tomar una cerveza en el bar de la esquina y luego, entro
yo volando por la ventana y hacemos el amor. Ya tenemos dos chicos, que Clark
considera suyos… (Hace un gesto como para obviar el tema) Bueno, estas son
confidencias que, espero, no salgan de esta academia…
MARTINEZ -Le guardamos el secreto. (Rie) ¡Nunca imaginé que Superman le ponía los cachos a
Clark Kent!
Superman permanece serio. El Facilitador, amenazante, se sitúa cerca de
Martínez.
FACILITADOR - Cuide sus palabras… ¡Cuídelas!
SUPERMAN -Vamos a lo nuestro….

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Superman activa un botón. En la pantalla grande que ocupa su espacio
aparece un satélite espía.
SUPERMAN - Actualmente, el héroe puede realizar sus funciones sin abandonar el refrigerado
refugio de su oficina. Tiene el mundo en la mano. (Muestra el satélite) Este es un
satélite espía situado en la órbita terrestre. (Activa botones en la computadora) Sus
excelentes dispositivos nos permiten acercarnos al planeta, de día o de noche y observar
los movimientos de las fuerzas del mal….
Los dispositivos del satélite penetran la atmósfera en un rápido acercamiento a la
tierra, hasta distinguir difusamente la calle de un pueblo. Varias personas entran en una
casa. En el techo de la casa se nota una media luna.
SUPERMAN - Esta casa, por ejemplo, es centro de reunión de un grupo terrorista….
MARTINEZ -Se ve un poco difuso…
SUPERMAN - Para nosotros es suficiente…
MARTINEZ - ¿No es esa una media luna?
SUPERMAN -¿Qué tiene que ver?
MARTINEZ -Puede ser un hospital.
SUPERMAN -¿Hospital?
MARTINEZ - Los musulmanes usan la media luna, no la cruz roja.

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SUPERMAN - ¡Fachada, pura fachada, querido amigo! Nuestras informaciones indican que esa casa
es una guarida de terroristas. ¡Y deben ser destruidos!…
Superman activa otros botones. Aparece la mira de un avión.
SUPERMAN - Para ello, contamos con aviones invisibles, dotados de bombas inteligentes.
MARTINEZ -¿Bombas inteligentes?
SUPERMAN -¡Geniales!... Dan exactamente en el blanco, sin margen de error… (Muestra la Pantalla
donde se observa la mira de un avión) Vean esta maravilla… El avión ya tiene al nido de
terroristas en su mira… se dispone a disparar… (El blanco estalla, sin sonido) ¡Bummm!
Superman se muestra feliz, como si se tratara de un juego.
MARTINEZ -Impresionante.
SUPERMAN - Súper fuerza, sin necesidad de agotar los músculos de acero. (Bebe de una Coca Cola)
Súper fuerza que puede ser administrada de acuerdo a las necesidades… Súper fuerza
limpia, ecológica, civilizada. ¡Olvídense de la vergüenza de Hiroshima! ¡Qué destrucción
tan aburrida!
MARTINEZ -¿Aburrida?
SUPERMAN -¡Claro, amigo!... Ahora contamos con la bomba neutrónica. Funciona en un radio de
diez mil metros cuadrados. Elimina cualquier asomo de vida sin destruir los bienes
muebles... ¿Qué tal? El enemigo muere y se preserva su cultura. ¡Señores, ya saltamos
sobre la barbarie! La feligresía perece y en las catedrales, luego de evacuar los
cadáveres, los vencedores celebran un Te Deum. ¿No es hermoso?

31
MARTINEZ - Yo quiero ser un héroe… no un… un exterminador…
SUPERMAN - A veces el exterminio es necesario… (Suena teléfono en el área de Superman. Lo toma)
Si, es Superman… (Escucha) Lamentable… Sí, pero la información parecía cierta… (Corta
comunicación. Ve a Martínez) Usted tenía razón, amigo… El blanco que bombardeamos
si era un hospital…
MARTINEZ -¡Pero, pero… eso es terrible!
SUPERMAN -Daños colaterales. Son cosas tristes que pasan.
MARTINEZ -¡Cosas tristes!
SUPERMAN - Hay que entender, amigo. Dios se agotó como respuesta y el genocidio, en un mundo
súper poblado, donde se agotan los recursos naturales, ha pasado a ser una filosofía.
Una razón de estado.
MARTINEZ - ¡Usted está loco!
Superman se tapa la boca con la mano, los ojos muy abiertos, asombrado.
FACILITADOR -Señor Martínez, me temo que debe reconsiderar su participación en este curso…
SUPERMAN -Déjelo. (Se acerca) Muchas veces los renuentes son los escogidos…
MARTINEZ -El héroe busca la paz.
SUPERMAN - Hay cosas más importantes que la paz. Ya lo entenderá. (Al resto de los cursillistas) Y a
ustedes, más atentos a aprender que a discrepar, solo me resta enfatizarles en esta
sesión los grandes aportes que la tecnología pone a disposición de vuestras hazañas…
(Efectúa una ligera inclinación) Buenas noches…

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Superman se sienta ante el monitor de su computadora. Activa un botón y aparecen en
pantalla imágenes de miras electrónicas de aviones sofisticados que disparan y
disparan. Explosiones.
FACILITADOR - Usted es un alumno muy problemático, señor Martínez. El más problemático que he
visto en mucho tiempo…
MARTINEZ -Tengo mis principios.
FACILITADOR -Ya veo. (Se dirige a los cursillistas) Síganme, por favor…
Los cursillistas abandonan el módulo, tras el Facilitador que los guía a una puerta muy
gruesa, parecida a las de los bancos o refugios atómicos.
Se escucha música apropiada para la intervención del Agente Secreto. Música que se
puede tomar de las películas de James Bond, el agente 007.
Tercer Módulo.
La persuasión.
Los cursillistas hacen su entrada en un espacio donde se encuentra una gran cama, con
sábanas brillantes de color púrpura. Enormes almohadones.
En Pantalla -Tras la cama, una pantalla que ofrece tomas del Agente Secreto haciendo el amor con
dos chicas que lo besan apasionadamente.
Están semi desnudos. Se escuchan jadeos, palabras de amor, chasquidos.

33
AGENTE -¡Adelante!¡Tomen asiento!
MARTINEZ -¡Vaya, cine porno!¿Quién lo diría?
Acostadas en la cama se encuentran las dos chicas que aparecen en pantalla. Visten
trajes provocativos. Elegantes. Sandalias de tacón alto que dejan ver sus pies hermosos.
Exquisitamente maquilladas.
Cerca de la cama una pequeña mesa donde se ve una botella de champagne en la
hielera.
El Agente Secreto, de Smoking, se encuentra sentado en una banqueta de metal alta,
con asiento y espaldar de cuero.
En torno a la cama, pegadas a la pared, sillas donde se sentarán los cursillistas.
El facilitador se sienta al lado del Sr. Martínez.
AGENTE - (Como para sí) Superman… ¡Hopalong Cassidy!... (A los cursillistas) ¿No los
fastidian esos imbéciles?
MARTINEZ - Me parecen héroes bastante duros en sus apreciaciones…
AGENTE -¿Héroe un gordito maligno vestido de celeste con capita roja a quien solo se le para si
entra furtivamente por las ventanas?¿Un vaquero montuno que mantiene relaciones
sexuales con su caballo?
MARTINEZ (Ríe ) No estábamos al tanto de esas intimidades.

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AGENTE -¡Un héroe es otra cosa, señores!... Mas civil, terráqueo… (Ve la pantalla donde retoza
con las dos mujeres) Que disfruta de la vida. ¡Un corazón abierto a las experiencias del
amor!
El agente saca una cigarrera de plata. Escoge un cigarrillo. Una de las mujeres, presta, se
acerca con un encendedor de oro y le enciende el cigarrillo. Tras inhalar una buena
bocanada y soltar el humo, besa a la mujer. Chasquea con una mano y sus experiencias
amatorias en pantalla se paralizan.
AGENTE -Capaz de seducir a las agentes enemigas. Amante de las cosas buenas de la vida.
Exquisitas cenas, buenos vinos. El champagne como bebida regular.
Las mejores suites en los hoteles. Jugador experto en los mejores casinos. ¡Y sobre
todo, gran amante! Practicante de todas las posiciones eróticas…
MARTINEZ -¡Qué rico!
Una de las mujeres le quita la chaqueta del Smoking. Otra, le sirve una copa de
champagne y se la entrega. Luego, las dos mujeres se sirven champagne.
AGENTE - Claro, todos los detalles gratificantes del heroísmo en el Servicio Secreto hay que
ganárselos. Se exige una condición óptima...

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En pantalla
Agente secreto, con uniforme militar, efectúa ejercicios. Se arrastra entre el barro. Salta
un muro de madera con facilidad. Asciende por una cuerda. Practica tiro al blanco. Pelea
con un instructor de kárate. Lo derrota.
AGENTE - No todos superan las pruebas físicas, hasta lograr un cuerpo preparado para matar.
Besa a una de las mujeres, mientras la otra lo acaricia y le va quitando los zapatos y las
medias…
MARTINEZ -¡Tremendos hembrones! (A Facilitador) ¿No le parece, Facilitador?
AGENTE - Si la preparación física es importante, mucho más lo es la adecuación psicológica.
No se les olvide que nosotros trabajamos en la sombra. Clandestinos, en países
enemigos, en ciudades prohibidas. Manejamos los rifles con miras telescópicas,
adecuados para el magnicidio. El secuestro y el interrogatorio del enemigo.
En pantalla
Diversas expresiones de tortura: el Agente Secreto sumerge la cabeza de un
prisionero en una tina de agua. El rostro con un gesto sádico.

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AGENTE - La adecuación psicológica la aprendemos en diversos lugares. Entre ellos, la “Escuela
de las Américas”, una venerable institución que nos instruye sobre las formas más
eficaces de lograr que el enemigo confiese sus planes.
Una de las mujeres le quita el pantalón al Agente Secreto mientras este habla y toma
sorbos de su copa de champagne.
MARTINEZ - ¡Esas son torturas!…
FACILITADOR -¡Cállese!
Martínez queda quieto, observando con atención.
AGENTE - Nuestros enemigos poseen secretos que hay que arrancarles. La mayoría se empeñan
en el silencio. No olvidemos que un secreto que no revelemos puede significar la muerte
de muchos de los nuestros.
MARTINEZ -¡Es tortura!
AGENTE -(Señala a Martínez) Lo que usted llama tortura, nosotros lo definimos como
persuasión, prevención, amilanamiento.
MARTINEZ -¿Nos van a enseñar a torturar?

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En pantalla
El Agente secreto manipula un aparato que regula la electricidad. En una silla, atado, un
hombre semidesnudo se estremece al recibir las descargas.
FACILITADOR -(Se incorpora. Toma a Martínez por el brazo) ¡Acompáñeme!
AGENTE -¡No, no, déjelo!
El Facilitador suelta a Martínez.
AGENTE -No es fácil entender la… persuasión que utilizamos con el enemigo. He visto a muchos
renunciar a sus ambiciones heroicas, simplemente por no entender su necesidad… Este
no es un curso ligero, sopita. ¡No, señor! Y lo arduo y duro es cuando se vean en la fase
práctica, más adelante… ¡Cuando sean ustedes los que apliquen la picana!…
Una de las mujeres le quita el vestido a su compañera, con movimientos sensuales y la
deja cubierta con un conjunto de ropa interior muy seductor… Coloca el traje en el
perchero y, a su vez, es despojada del traje por las manos expertas de su amiga.
En pantalla
El Agente secreto azota a un hombre semi desnudo que cuelga de una viga.
El torturado abre la boca en un grito de dolor que no escuchamos.

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AGENTE - (Con la camisa entreabierta. Viste un boxer. La copa en la mano) Sepa, señor
Martínez…
MARTINEZ -¿Me conoce?
AGENTE -Cédula número 22.512.040. Vive en la Avenida Montevideo de los Caobos, quinta
“Luisilla”. Soltero, de profesión contador…
MARTINEZ -¡Ni yo me acuerdo del número de mi cédula!
AGENTE - Podría decirle muchas más cosas de usted, que ni conoce…
MARTINEZ -Llevo una vida simple…
AGENTE - Contador público… La misma novia, Juanita Piñango, desde hace seis años…
MARTINEZ - ¡Uyyy!... ¿Han invadido mi privacidad?
AGENTE - La vida privada ya no existe, señor Martínez… Pero ese no es nuestro
tema…
Las dos mujeres, copa en mano, se acuestan en la cama, se cubren con la sábana y
apoyan sus torsos en los almohadones. Copa en mano, se acarician el pelo, los brazos,
mientras prestan atención a las palabras del Agente Secreto… Brindan.
El Agente Secreto se mete en la cama, entre las dos mujeres. Recibe sus caricias, que en
ese momento son comedidas.
AGENTE -Lo único que aspiro grabar en vuestras conciencias es la necesidad vital de fracturar
al enemigo. Algunos compañeros lo consiguen a bordo de bombarderos, manejando
cañones o tanques. Interceptando llamadas telefónicas o paquetes en el correo.

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(Pausa corta) Lo nuestro es sacudir las mentes. Reventarlas hasta exprimir sus secretos.
Lo que llama tortura, señor Martínez, ya es una razón de estado perfectamente legal. El
terrorismo no tiene piedad con nosotros. ¿Por qué hemos de tenerla con ellos?
En pantalla
Escenas de tortura en la cárcel de Abu Ghraib. Hombres desnudos amontonados.
Rostros amenazados por perros. Una mujer, marine, sosteniendo una correa sujeta al
cuello de un prisionero. La mujer haciendo un signo de victoria encimada sobre un grupo
de hombres desnudos.
AGENTE -Nos vemos en la próxima sesión. Ya verán: la práctica, cuando uno se acostumbra,
hasta puede ser divertida….
Las mujeres acentúan sus caricias.
El Agente Secreto se dedica a disfrutar las delicias del amor.
FACILITADOR - Salgamos, señoras y señores… (Se incorpora) ¡Síganme!... (Ve a Martinez) Y usted,
señor Martínez, sepa que lo estoy observando…
MARTINEZ - (Se levanta) ¿Por qué? Solo opino…
Sube música de Agente Secreto.

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Los cursillistas siguen a Facilitador mientras la luz baja en la cama donde el agente
secreto retoza con sus amigas.
En pantalla
Nuevas imágenes de la cárcel de Abu Ghraib. Escenas de prisioneros en Guantánamo,
escoltados por marines.
La pared que enfrenta la pantalla y la cama, conformada por paneles corredizos, se
divide en dos dejando ver una entrada en cuyas paredes laterales se encuentran
dibujadas imágenes de héroes deportivos: Pelé, Babe Ruth, Nadia Comanecci, Morocho
Hernández, Vidal, Etc.
Los cursillistas abandonan el módulo.
Cuarto Módulo
Los estadios esperan
Los cursillistas se internan en una estancia recubierta de espejos. Apariencia engañosa
pues se trata de un material que se trasparenta ante la luz.
Los cursillistas se sientan en unas gradas de las utilizadas en los estadios.
Frente a las gradas, en la parte baja, se encuentra un cuadrado de madera semejando
un ring de boxeo.
En una de las esquinas se halla el boxeador “Manopla” Urbina, sentado en un taburete.
Viste short, botas, medias y sus manos calzan guantes.

41
Fuera del ring, aferrado a las sogas, notamos a “Cañonero”, un personaje con cabeza de
caballo. Las manos cubiertas con guantes semejantes a cascos. Viste una malla que
muestra una cola de caballo.
Luego del ensogado, en un plano elevado, se encuentran tres futbolistas separados del
resto del dispositivo por una cerca metálica. En ese sector hay un locker alto y delgado.
Los futbolistas miran a los cursillistas que se sientan en las gradas. Las miradas son
malignas. Con cierta perversión aferran sus manos a la cerca y señalan a los cursillistas.
Murmuran entre ellos. Cada uno aferra un balón de fútbol.
Martínez se sienta en el medio de las gradas.
Facilitador se sitúa sobre la plataforma ensogada.
FACILITADOR -Es un verdadero placer presentarles a dos grandes exponentes del heroísmo deportivo.
Cada uno, en su circunstancia, ha estremecido a millones de fanáticos…
(Cañonero se acerca a Facilitador y lo interrumpe).
CAÑONERO - (Refiriéndose al boxeador) Loco. Yo que se lo digo…
FACILITADOR - ¿Cómo?
CAÑONERO -¿Por qué no lo envían a una clínica de reposo?
MANOPLA -¿Vas?... (Se aprieta la cabeza con los guantes) ¿Vas a seguir con eso?
FACILITADOR -¿A una clínica?
CAÑONERO -Ve estrellitas, lunas y cometas.
FACILITADOR -Es un héroe. Por eso está aquí.
Boxeador se incorpora de su taburete.

42
MANOPLA -(A Cañonero) ¿Escuchaste? ¡Héroe! (Se golpea el pecho con los guantes) ¿Ves, ves?
CAÑONERO -Y lo peor es que te lo crees.
MANOPLA -(A los cursillistas) Se, se, seguro algunos de ustedes me vio cuando… (Se queda
paralizado al perder el hilo de sus pensamientos. Mira a todos lados. De nuevo
recuerda) ¡Cuando tumbé al “Chivo” García en los primeros diez segundos del primer,
mer, mer, round!
MARTINEZ - (Al descubrir algo muy importante) ¡Claro! ¡Es nada más y nada menos que el
campeón “Manopla” Urbina! (A los otros cursillistas, mientras aplaude) ¡”Manopla”
Urbina!
Boxeador da saltitos en el ring.
MANOPLA - (A Cañonero) ¡Chúpate esa, burro con sueño!
MARTINEZ -(De pie, explicando a los cursillistas) Vi la mayoría de sus peleas. ¡Qué pegada! ¡Un
gancho de izquierda demoledor!
Boxeador, para disfrutar la emoción de ser reconocido, choca sus guantes y da unos
cuantos pasos de boxeo.
FACILITADOR - (Un tanto seco) Veo que le gusta el boxeo, señor Martínez.
MARTINEZ -¿A usted no?

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FACILITADOR - Sería bueno que calmara su entusiasmo y permitiera que nuestros héroes se
expresaran.
Boxeador interviene en defensa del Señor Martínez.
BOXEADOR -¡Déjelo!... Me gusta lo que dice… (A Cañonero) ¡Muérete de envidia cochina!
MARTINEZ - El fanático de un deporte tiene que hablar, si no agoniza. ¡Y tratándose de
“Manopla”, el record mas fabuloso en nocauts del boxeo nacional!
BOXEADOR -¿Escuchas, burro con sueño? (A los cursillistas) Yo le digo burro con sueño.
¿Ver,ver, verdad que le encaja bien?... Estoy seguro que su… (Se amanera)…”delicado”
espíritu de pura sangre se le revuelve cuando le digo así…
CAÑONERO - Soy ajeno a las pasiones propias de la humana frustración.
Los futbolistas patean los balones contra la cerca metálica.
FUTBOLISTAS - (Como órdenes militares) ¡Futbol!¡Futbol!¡Futbol!
Se aquietan repentinamente. Hablan brevemente entre ellos observando a los
cursillistas. Futbolista I se aferra a la cerca.
FUTBOLISTA 1 - (Suave, ronco) Todos… terminarán… ¡En los estadios!

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Pausa.
Manopla Urbina y Cañonero no miran a los futbolistas. Parecen temerles.
MANOPLA - (Con breve risa) Lo tuyo es una torta burrera de envidia.
CAÑONERO - ¿Cómo puede envidiarte un ejemplar que, como yo, ganó el Kentucky Derby y
el Preakness Stakes?...
MARTINEZ (De pie, con asombro) ¡Cañonero! ¡Virgen del Carmen, es Cañonero!
Cañonero efectúa una agradable reverencia.
CAÑONERO - A sus órdenes, caballero.
MARTINEZ -!El mejor pura sangre venezolano!
Manopla se sienta en el taburete. Se oprime las sienes.
MANOPLA - Mi cabeza está buena, buena, buena… (Pausa corta) No tanto como las que no han
recibido golpes, pero buena…
CAÑONERO -Algo malo tienes en la sesera.
MANOPLA - Si, hay algo, burrote, pero… ¿Qué sabes tú de este zumbido de abeja adentro,
profundo, que no se va nunca?... Y la rabia, que me brinca a veces…
CAÑONERO -Te quieres morir.

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MANOPLA -¡Estás febril! Hace años no te montas a una buena yegua y te dedicas al chisme, como
las comadres insatisfechas.
CAÑONERO -No eres feliz…
Manopla Urbina se incorpora furioso. Se dirige a los cursillistas.
MANOPLA -¡A es, es, esto llegamos!... ¿Un burro hablando de felicidad!
CAÑONERO -¿Quién niega que la felicidad toque a todos los seres vivos?
MANOPLA -¡Hasta se las da de filósofo! (Se acerca a Cañonero, amenazante) No me jodas, pobre
burro miserable!
CAÑONERO -Nací en establo de oro, Manopla. Con tres veterinarios al lado de mi madre. Ve a
cualquier clínica a ver si encuentras una parturienta atendida por tres ginecólogos.
MANOPLA - ¡Burgués! ¡Eres un sucio burro burgués! (Amanerado) ¡Ay, nací en establo de oro y soy
de lo más delicadito!
Los futbolistas se muestran enfurecidos. Patean sus balones contra la cerca metálica.
FUTBOLISTAS
1, 2 Y 3 - ¡El fútbol es lo mejor!¡Lo popular!¡Lo popular!
Miran amenazantes a los cursillistas. Los señalan con el dedo.

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FUTBOLISTA 2 - (Un murmullo siniestro) Nada mejor que un Mundial de fútbol para la tranquilidad
ciudadana. Es un Lexotanil masivo que borra cualquier suceso inquietante.
Persecuciones, muertes no deseadas, manifestaciones algo sangrientas se disipan ante
un gol logrado desde la media cancha…
Golpean los balones contra el piso. Luego se aferran a la tela metálica viendo a los
cursillistas. Pausa. Manopla y Cañonero quedan expectantes.
FACILITADOR -¡(Carraspea. A Manopla y Cañonero) Si fuera posible menos discusión…
MANOPLA - Soy, soy, soy de la casta de Sonny, del Morocho Hernández, de Betulio…
CAÑONERO -No gané la Triple Corona porque no quise. Si no hubiera sido por aquella maldita yegua
que me quitó el sueño…
MANOPLA -Un poquito más de oxígeno y gano la Corona Mundial de los Welters…
MARTINEZ - A mí me encanta lo diario, lo humano y caballuno… ¿Por qué no nos hablan de sus
comienzos?
MANOPLA -(Señalando a Cañonero) ¡Este era un cochino potrillo lleno de garrapatas!
Manopla ríe. Se toma la cabeza. Camina hasta el taburete y se sienta.
CAÑONERO - Crecí en un haras, guapetón. Sin problemas. Me bañaban y cepillaban todos los días.
Los mejores odontólogos me revisaban los dientes. Expertos veterinarios eran mis
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pedicuros. Comía el mejor pasto de Suiza, zanahorias traídas de Francia y avena de
Bulgaria…
MANOPLA - (Amanerado, levantándose del taburete) ¡Ay, si, y tenía un consolador de cincuenta
centímetros, importado de Miami, que le metían por el culo todas las mañanas!
Manopla ríe de manera escandalosa.
CAÑONERO -No seas vulgar, Manopla.
De pronto cesan las risas de Manopla y cae de rodillas en el cuadrilátero. Cañonero
entra al ring y se le acerca. Lo toma por los hombros. Lo conduce al taburete.
CAÑONERO - ¡Coño, un veterinario! ¡Digo, un médico!...
Manopla se recupera. Rechaza a Cañonero.
MANOPLA - ¡Oligarca de mierda! ¡Suéltame!
Cañonero se separa. Manopla se incorpora y, con pasos inseguros, avanza hasta la soga
que enfrenta a los cursillistas. Ve al Facilitador.

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MANOPLA - (Señala a Cañonero) ¿Tiene que estar el cuadrúpedo? (Facilitador afirma. Pausa corta)
Soy del interior. De Barrancas… (Ve a Cañonero) ¡Claro, burro con sueño se preguntará
donde queda Barrancas!
CAÑONERO -Ningún comentario, Manopla. Eres mi amigo.
MANOPLA -¡Me sabe a mierda tu amistad!
CAÑONERO -No tienes que ser tan soez. Queda mal en un héroe.
Manopla realiza varios juegos boxísticos en el ring. Se detiene. Ve a los cursillistas.
MANOPLA -Era el menor de siete hermanos. Mi fortuna fue encontrarme en Barrancas con Vinicio
Altoveras, mi maestro que Dios lo tenga en su seno… un ex boxeador borracho, que se
empeñó en mostrar a los muchachos del pueblo los secretos del boxeo. El único que le
hizo caso fui yo… Yo, Manopla Urbina, al que obligaba a darle coñazos a un caucho de
tractor colgado en el galpón donde vivía, hasta que me salía la sangre por los nudillos.
Ahí me salió la pata de mula… (Ve a cañonero) ¡De que te ríes, burro sifilítico?
CAÑONERO - Te escucho seriamente.
Manopla ve a Cañonero. Refunfuña agresivo y luego prosigue.
MANOPLA - Yo, dale que dale al caucho, trotando todas las madrugadas. Sin ir a fiestas. Mi vieja y
mis hermanos no entendían. ¡Nunca me enredé con la mafafa y la curda del pueblo!
FACILITADOR -(A Cañonero) ¿Su carrera tuvo tropiezos?

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CAÑONERO - Soy triunfador innato. Hijo, nieto y biznieto de triunfadores. No hablo de mi
genealogía para no resultar pedante.
MANOPLA -¡Eres un trompudo pedante!
CAÑONERO -No me preocupé jamás por ninguna necesidad. De esas menudencias se encargaban
mis caballericeros y jinetes.
Manopla interrumpe a Cañonero.
MANOPLA - ¡Déjenme seguirles contando! (Ve a Cañonero) Primero la gente… (Pausa corta)Co, co,
como les decía… Yo, parecía un cura.. Y la ma, mano se me llenaba de rapidez y
dureza… Me fui a Caracas con mi maestro Altoveras y me instaló en el gimnasio del
Nuevo Circo… don, donde, me destaqué… Pasé mucho trabajo, viviendo en pensiones de
mala muerte, pero salí adelante. Los contendores no me duraban. (Efectúa pases con
las piernas) Mis piernas eran una máquina de tendones y acero… ¡Un baile en el un,
dos, un dos! (Lanza algunos golpes) Gané medallas en los Panamericanos y en los
Juegos Nacionales…
MARTINEZ -Lo recuerdo. ¡Todos estábamos contigo!
MANOPLA -(A Cañonero) ¿Ah, qué tal? ¡Hasta firmaba autógrafos!
Los futbolistas golpean los balones. Quedan quietos viendo a los cursillistas.
Futbolista 3 se aferra a la cerca metálica.

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FUTBOLISTA 3 - Los estadios solucionan las inquietudes deportivas y políticas… Es un placer inmenso
escuchar a las masas gritando, aullando… Eso deben aprenderlo…
Los futbolistas insisten en sus miradas asesinas sobre los cursillistas.
CAÑONERO -Gané todas mis carreras profesionales. Aquellas en que arribé segundo o tercero fue a
causa del jinete o a fuertes intereses económicos metidos en el asunto.
MANOPLA -¿También te agarró la mafia?
CAÑONERO -¿Mafia?... No confundas.
MANOPLA -¡Claro que te agarró!
CAÑONERO - El hipismo es un deporte de aristócratas y caballeros. Allí la mafia no mete sus sucias
manos, como ocurre en tu oficio…
MANOPLA - (A los cursillistas) Cuando gané la medalla en los Panamericanos, el presidente de la
República me llamo por teléfono. “Estamos orgullosos de tí”- Me dijo. Después me metí
a profesional y gané algo de plata… Y aparecieron amigos de la nada. Invitaciones a
lugares con muchas luces y gente bien vestida. Y poco a poco me, me, me acercaba a la
Corona Mundial.
CAÑONERO -Al vencer en el Kentucky Derby y en el Preakness Stakes el mundo entero contuvo el
aliento.
Los futbolistas se dirigen al locker. Lo abren y sacan uniformes militares que
comienzan a vestir. Guardan los balones en el locker.

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FUTBOLISTA 1 -¡Todos irán a los estadios!¡Por las buenas o las malas! ¡El que se resista
será pasado por las armas!
Pausa.
CAÑONERO -Los que se decían mis dueños hicieron muchas fiestas por mis triunfos. Me
mostraban a sus amigos…
MANOPLA -(Se toma la cabeza) De pronto, me duelen todos los golpes…
CAÑONERO - Te volvieron loco.
MANOPLA - (Se acerca a Cañonero, amenazante) ¡Te voy a partir la sonrisa caballuna!
CAÑONERO -No quise ofenderte.
Pausa corta. Manopla retoma el hilo
MANOPLA -Pagaban un billete en el profesional, pero mi promotor se lo agarraba casi todo. Y la
plata que me tocó la gasté en rumbas que nunca tuve y mujeres que siempre quise
tener. Menos mal que a la vieja le acomodé el rancho porque, si no, hoy me sentiría
bien mal…
CAÑONERO - Y fui a correr en el Belmont Stakes, la tercera carrera de la Triple Corona. A mi establo
llegaban científicos, artistas, banqueros y mujeres hermosas.

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MANOPLA -Apa, apa… ¡Aparecí!...en todos los periódicos de Venezuela, cuando fui a New York a
disputar la Corona Mundial. ¡Páginas enteras para mí solito! (Pausa. Respira hondo. Ve
a los futbolistas que visten los trajes militares) Yo, era la esperanza de la patria. Me
cantaban el Himno Nacional donde llegaba.
CAÑONERO - (Viendo a los futbolistas. Apresura el texto como si temiera una interrupción) ¡Por poco
me nombran embajador ante las Naciones Unidas!
MANOPLA -Un periodista escribió que yo era el país. ¡Y lo era! Encontró una gran semejanza entre
mi combate por el título y el paso de Bolívar por los Andes.
CAÑONERO - Varias universidades prestigiosas me otorgaron doctorados “Honoris Causa”…
Movilizándose por el pequeño cuadrilátero.
MANOPLA -La pelea por el título fue una carajamentazón del infierno… ¡Primer round! (Pelea )
¡Jabs corto, jabs largos. Uno, dos! ¡Ganchos de izquierda!’Clinch! Por poco tumbo al
tipo. ¡Que lo tumbo! ¡Que lo tumbo! Y… ¡Clank! ¡Que lo salva la campana maldita de las
malditas… Regreso a mi esquina, los seconds me atienden. ¡Agua, toallazos, masajes y
una frase: “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”
CAÑONERO -El hipódromo estaba lleno hasta el techo, la mayoría venezolanos que fletaron decenas
de aviones para ir contemplar mi hazaña histórica y después, contarla a sus nietos.
Los futbolistas prosiguen vistiendo los uniformes militares.
Son uniformes del ejército chileno.

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Se cubren los ojos con lentes negros.
Futbolista 1 golpea la cerca metálica con un sable.
FUTBOLISTA 1 -Nadie se imagina las repercusiones que tendrá esta súbita afición por los estadios de
fútbol. El resto de los deportes será reducido al ridículo... Se acabarán las opiniones,
especialmente las políticas. Solo la asistencia a los estadios será permitida,
promocionada y obligada. Es la única manera de afianzar un deporte.
Manopla sigue moviéndose por el ring.
MANOPLA -Para el segundo round, me dije: “Manopla”, a este peorro lo tumbas. A este lo
masacras, lo trituras y te lo comes. ¡Y jab, gancho, codazo y el tipo que no se caía! ¡No se
caía!... ¡Clanc!... Lo salva la campana otra vez. Suertudo. ¡Era un suertudo!... Y yo
mamao, chupao. Tembleque, a mí esquina. Y mi entrenador leyéndome la Declaración
de la Independencia para engordarme el alma, que se dormía y dormía…
CAÑONERO -Todos mis rivales eran buenos, pero yo era el mejor… (Duda. Con cierta vergüenza) Lo
malo… mi error, lo admito, fue enamorarme… ¿Qué se puede hacer ante eso?... Pocas
horas antes de la carrera, los dueños de un caballo rival pasearon cerca de mi establo a
“Azucar”… ”Azucar”, una yegua de belleza tal que me erizó las crines. La condenada me
vio con ojos húmedos y movió sus ancas en un ofrecimiento descarado de placeres…
¡Irresistible!… elevando la cola para que pudiera ver su gruta húmeda… ¡Que buena
estaba!...
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MANOPLA -Al tercer round salí con el páncreas en la boca, pero con un impulso patriota del
carajo… ¡Y golpe viene y golpe va!... Y mi rival enterito… (Pausa corta) De pronto, ese
hombre comenzó a pegarme con un palo cochinero… ¡Estoy seguro!... Me arrojó un
tractor encima! La luz se me perdía y lo que notaba frente a mi era un oso siberiano
empeñado en volverme carne mechada…
CAÑONERO -Yo pude ganar el Belmont Stakes. ¿Quién lo niega?... Pero me venció el amor… Perdí
toda referencia… No veía las tribunas repletas, la pista se me extravió, tampoco sentía a
mi jinete… Lo único que dominaba mis sentidos era el recuerdo de las ancas de
“Azucar”, con su colita levantada y su totona jugosa…
MANOPLA -(Avergonzado) Y caí. Largo, muy largo sobre la lona. Solo quería el reposo que sucede a
las grandes calamidades.
CAÑONERO -¿Cómo se puede correr el Belmont Stakes con la totona de una yegua en la
cabeza?... ¡Imposible!… No hubo manera… Perdí con escándalo y ni me enteré. Solo
quería retornar al establo para buscar a “Azucar”…
MANOPLA -Tras la derrota fui considerado traidor a la patria. Todos los periódicos de Venezuela
me trataron de borracho perdido, putañero y drogadicto…
CAÑONERO - A mi me nombraron burro con sueño del año y comentaron que corría como una vaca
culona…
Pausa.
MANOPLA -Luego participé en otras peleas, siempre entre rechiflas que me pulverizaron la moral…
CAÑONERO - Algunos pidieron sacrificarme para preparar hamburguesas.

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Manopla Urbina y Cañonero se ven. Se acercan y se abrazan.
En medio del abrazo de los derrotados los futbolistas, ya caracterizados como militares
chilenos, se acercan a la cerca metálica.
FUTBOLISTA 1 - ¡Ha llegado el momento de llevar al pueblo a los estadios! ¡La efervescencia por otros
juegos toca a su fin!
Comienzan a iluminarse los sectores tras los espejos.
Cuadros de horror.
En una pantalla:
Bombardeo al Palacio de la Moneda.
FUTBOLISTA 2 - ¡Todos gritarán con entusiasmo! ¡Los que se nieguen serán convencidos en los
vestidores! ¡Fútbol! ¡Solo fútbol!
Cuadros de horror. Fotos enormes mostrando rostros de torturados y desaparecidos.
Escenas del Estadio Nacional de Chile repleto de prisioneros. Rostro de Allende.
Soldados que se movilizan arrastrando prisioneros.
FACILITADOR - ¡Salgamos, señores cursillistas! ¡Salgamos!

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MARTINEZ -¡Qué cosa tan terrible! A mi no me gusta el fútbol….
FACILITADOR -¡Guárdese sus aficiones deportivas, señor Martínez!
Los cursillistas se dirigen fuera del módulo, a través de una puerta, también protegida
por tela metálica, insertada a un lado de la plataforma donde se encuentran los
futbolistas.
El corto pasillo que conduce a la salida se encuentra prácticamente forrado en tela
metálica y alambre de púas. El horror prosigue. Percusiones.
Manopla Urbina ve a los cursillistas. Les grita.
MANOPLA -¡No tengan miedo! ¡No tengan miedo! (Se toma la cabeza, el dolor lo invade. Cae de
rodillas)¡ Nun, nunca, abando…nen el com, combate!
MARTINEZ -¡Nunca lo haremos! ¡Nunca!
FACILITADOR -(A Martínez) ¡Cállese!
FUTBOLISTAS - ¡A los estadios! ¡Nadie hable! ¡Nadie camine! ¡Nadie piense!
Cañonero se inclina cerca de Manopla para prestarle atención Lo abraza.
Ambos ven con espanto los eventos que ocurren.
Los futbolistas observan la salida de los cursillistas a través del corto
pasillo forrado en tela metálica y alambre de púas

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Quinto Módulo
El miedo
Los cursillistas acceden a un recinto en el que se encuentran 35 pequeños bancos
circulares.
Sobre cada banco pende una lámpara redonda, de las usadas comúnmente en
interrogatorios. La luz se centra sobre cada banco.
Tanto la puerta de entrada, como la de salida, son enrejadas.
El recinto posee paredes oscuras.
En una de las paredes se encuentran empotrados varios aparatos de televisión que, en
ese momento, están apagados.
Mientras entran los cursillistas se escucha un violento toque de sirena.
El recinto es rastreado por luces giratorias, rojas y azules..
FACILITADOR -(Gritando a causa del ruido de la sirena. Indica los bancos) ¡Siéntense, por
favor! ¡Siéntense!
La otra reja, al final del salón, se abre y hacen su entrada diez guardianes de “Sea usted
un héroe”. Avanzan con rostros pétreos entre los cursillistas. Los animan a sentarse.
Cesa el sonido de sirena.
GUARDIAS - Tome asiento
-Póngase cómodo.
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CURSILLISTAS - (Opciones) ¿Qué es esto? ¿De qué se trata?
GUARDIAS -No se preocupe.
-Manténgase tranquilo.
-Nada que temer
MARTINEZ -( A Facilitador) No quiero sentarme….
FACILITADOR - Me lo temía, señor Martínez.
MARTINEZ -Estos bancos… estas luces…
FACILITADOR -Usted tan terco. Nada le gusta más que llevar la contraria.
El señor Martínez se sienta con rostro de preocupación.
FACILITADOR - Debemos revisar la situación en que nos encontramos. A esta altura del curso no
podemos permitirnos errores…
Cada uno de los guardias enfoca su atención en un cursillista. Si sumamos al Facilitador
que actúa en consonancia con ellos, notaremos que 11 cursillistas serán sometidos a un
discurso directo.
GUARDIAS/
FACILITADOR -¿Cómo está ese ánimo?
-¿Se encuentra bien?
-¿Cómo la está pasando?

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CURSILLISTAS - (Opción 1) Bien.
GUARDIAS/
FACILITADOR -No se le nota mucho en la cara.
-¿Seguro? ¿Y por qué lo veo nervioso?
-Me alegro… pero no es una respuesta satisfactoria.
-¿Y ese temblor en las manos?... ¿Timidez?
- Tiene la mirada evasiva… ¿Teme algo?
CURSILLISTAS - (Opción 2) Mal.
GUARDIAS/
FACILITADOR -Lo suponíamos. Ese hecho nos llama la atención.
-Tiene que existir una respuesta a ese malestar.
-“Sea usted un héroe da todo de sí y usted se encuentra mal. ¿No le parece
injusto?.
-Eso es preocupante, señor mío. ¡Altamente preocupante!
Las eventuales respuestas de los cursillistas a estas expresiones son cortadas de manera
ambigua. Los guardias, incluso, sacan pequeñas libretas y anotan.
GUARDIAS/
FACILITADOR - Ya entraremos a discutir ese tema, se lo aseguro…
-Entiendo su punto de vista. Recuérdelo para más adelante…
-Es un buen argumento, aunque podríamos examinar algunos detalles…

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- ¡Ah, interesante, una respuesta inteligente!
Inmediatamente los Guardias/Facilitador abandonan la relación con los 11
cursillistas y dirigen su atención a otros 11.
GUARDIAS/
FACILITADOR - ¿Se le ha tratado mal en este curso?
-¿Algún empleado de la empresa le ha manifestado hostilidad?
-(Tomando el hombro del cursillista) Señor. Queremos lo mejor para usted. Para todos
los cursillistas…
-Créame, deseamos llegar a lo más profundo de los sentimientos…
Se encienden los aparatos de televisión. En ellos aparece el logo de la Empresa y la
titulación “Sea usted un héroe”. Luego, surge la cara de Mister Goebbels, experto en
propaganda y guerra psicológica.
GOEBBELS - Buenas noches. Soy el profesor Goebbels y estoy aquí para instruirlos brevemente…
En esta primera sesión sobre algunas materias de suma importancia en la formación del
héroe… Me refiero a la guerra psicológica y a la propaganda…

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En Pantallas:
El rostro del profesor Goebbels desaparece y es sustituido por diversas escenas de actos
terroristas: atentados en los trenes de España. Estación de Atocha. Heridos, muertos.
Luego, escenas de terrorismo en Chechenia o Moscú. Terrorismo en Londres. Explosiones
en Bagdad.
GOEBBELS -(En off) El terrorismo circula libre, clandestino, en nuestras calles. Resulta difícil
identificarlo pues se disfraza de mil maneras. Solo se ubica tras arduos procesos de
inteligencia y vigilancia entre la población…
Prosiguen las escenas de terrorismo en las pantallas de los televisores, sin ningún sonido.
Se ven personas en aeropuertos. Les revisan las maletas. Les hacen que se despojen de
los zapatos.
Policía examinando los zapatos.
Los guardias y el Facilitador enfrentan a otros 11 cursillistas.
GUARDIAS/
FACILITADOR - ¿Qué leía usted antes de inscribirse en este curso?
- ¿En días recientes algún pariente o conocido le comunicó alguna idea política de
carácter extraño?
- ¿Ha tenido en sus manos algún pasquín de carácter subversivo?
- ¿Qué le parecen esos folletos virulentos que atacan al sistema democrático?

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- ¿Se siente usted inocente o culpable?
- ¿Se somete sin chistar a las revisiones que se realizan en busca de terroristas?
Los Guardias/ Facilitador anotan las opiniones que les puedan expresar. Observan a los
cursillistas con fijeza.
MARTINEZ -(Se levanta del banco) ¡Basta! ¡Ya basta, carajo!
Pausa larga. Guardias/Facilitador y cursillistas observan al señor Martínez.
En pantalla aparece el rostro del Profesor Goebbels.
Las luces se atenúan, salvo la que pende sobre el señor Martínez.
Si algún cursillista persiste en comentarios se le hace un gesto de silencio,
amenazante.
MARTINEZ -¿A dónde quieren conducirnos?
GOEBBELS -(En la pantalla) ¿Por qué habla en colectivo, señor Martínez?
MARTINEZ -¡Estamos siendo interrogados!
GOEBBELS - Esa es una de las razones más profundas de un curso como este. La interrogante.
MARTINEZ -¿Provocarnos miedo?
Dos guardias toman a Martínez por los brazos.
Goebbels reacciona entusiasmado ante las palabras de Martinez.

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GOEBBELS -¡Eso es, querido amigo! (Los Guardias se paralizan) Brillante deducción…
Los guardias sueltan a Martínez y se retiran un tanto.
MARTINEZ -¡No entiendo!
GOEBBELS -Claro que sí, no se haga el modesto. Ha aprendido de inmediato uno de los principales
recursos que, en estos tiempos, el héroe utiliza para enfrentar al terrorismo y a la
maldad.
MARTINEZ -¿El miedo?
GOEBBELS - ¡Aja!... No olvidemos que el miedo alerta a la gente. La previene ante los actos
terroristas… ¿Dónde se encuentra el virus maligno?... ¿En una carta de apariencia
inocente? ¿En un bolígrafo? ¿En la pizza que compramos para ver el juego de béisbol?
Nuestra sociedad debe mostrarse inquieta, atenta, vigilante siempre… ¿Dónde se
efectuará el próximo ataque terrorista? ¿En un café? ¿En una juguetería? ¿En un club de
campo? ¿En una guardería infantil?
MARTINEZ - ¡La gente no puede vivir paranoica!
GOEBBELS -¡Por supuesto que no!... Tenemos niveles, señor Martínez…
MARTINEZ -¿Niveles?
GOEBBELS -El más extremo es el rojo, cuando está a punto de ocurrir un acto terrorista o
ha sucedido y lo que sigue es la captura de los maleantes…
MARTINEZ -¿Y el nivel más bajo?

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GOEBBELS -El verde. La vida sigue su curso normal y el héroe vigila…
MARTINEZ - Es terrible la vida con miedo, señor Goebbels.
GOEBBELS -Peor es caer en manos de los terroristas. Vivir en el modo de vida que pretenden
imponernos… El miedo funciona, señor Martínez. Puedes lograr que la gente haga lo que
sea si están asustados.
MARTINEZ -¿Lo que sea?
GOEBBELS - Renuncian a sus derechos. Aprueban las leyes… “necesarias”. Vigilan al vecino.
Aumenta el patriotismo.
MARTINEZ - ¿Sabe lo que creo?
GOEBBELS - (Pausa corta) Ya me va a decir que soy un hijo de la gran puta.
MARTINEZ - Eso.
GOEBBELS - Todavía le quedan algunos resentimientos, pero ya los solucionará.
MARTINEZ - ¿Resentimientos?... (Pausa corta) Si. Los tengo. ¿Y qué? No me gusta la injusticia y
debo tragarla todos los días, en la calle. Y vengo a este curso… ¿Y qué encuentro?
GOEBBELS -Un enfoque distinto.
MARTINEZ -¿Dónde está el héroe?
GOEBBELS -En usted… (En pantalla, busca a Facilitador) Facilitador…
FACILITADOR -Diga, profesor Goebbels…
GOEBBELS -Por favor, retenga al señor Martínez…
MARTINEZ -¿Retenerme?
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Ante una orden de Facilitador, dos Guardias toman a Martínez y lo apartan hasta
llevarlo cerca de una pared.
MARTINEZ - ¡Me siento mal! ¡Quiero irme a casa!
GOEBBELS -Usted, señor Martínez, pronto se sentirá de lo mejor, ya verá.
MARTINEZ -Tengo cosas que hacer.
GOEBBELS -Amigos cursillistas, me ha encantado conocerlos. Ya verán que, en las próximas
sesiones, algunas acciones aparentemente duras, o hasta injustas, brillarán con la mejor
luz del espíritu… (Inclina la cabeza) Buenas noches…
Queda la cara del Profesor Goebbels en los aparatos de televisión.
Los guardias y el Facilitador animan a los cursillistas.
FACILITADOR - ¡Gracias, profesor Goebbels!... Por favor, señoras y señores,
prosigamos…
GUARDIAS - ¡Adelante!... La salida es por aquí, amigos….¡Caminen, por favor!
MARTINEZ - No pueden retenerme. Eso atenta contra mis derechos humanos. Quiero la
presencia de un fiscal.
Los cursillistas abandonan el recinto.
Al abandonar el módulo donde se efectuaron los interrogatorios, los cursillistas se
encuentran ante la fachada de una taberna o “Saloom” del antiguo oeste. Cerca de las
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puertas batientes dos caballos de madera- o dibujados en cartón- se encuentran atados
a un madero.
Los cursillistas son animados a entrar en la taberna en cuyo interior suena un piano y se
escuchan risas y voces.
El Facilitador y los guardias animan.
GUARDIAS/
FACILITADOR- ¡Adelante! ¡Es hora de disfrutar! ¡Pásenla bien!
Sexto Módulo
Es jodido ser héroe.
Los cursillistas penetran en la taberna…
Los guardias permanecen afuera. El Facilitador entra.
Varias mesas redondas y sillas, todo en madera y siguiendo el estilo de la época.
Barman tras una barra. Grandes mostachos. Pelo engominado. Camisa blanca con lazo y
delantal. Hay vitrinas con espejos y botellas, Un cartel anuncia el nombre del negocio:
“El descanso del héroe”
Tres chicas vestidas a la usanza, muy pintarrajeadas, reciben a los cursillistas.
Otra chica canta una canción de la época desde un escenario pequeño. La acompaña un
hombre muy delgado, con levita, que teclea sobre un piano desvencijado.
CHICA 1 -¡Que bueno! ¡Clientes a esta altura de la noche y con semejante calor!
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CHICA 2 -Se ve que el desierto no los detuvo.
CHICA 3 -¡Pasen, pasen! ¡La diversión está comenzando!
CHICA 1 .Nunca vi forasteros tan agradables.
CHICA 2 -Y miren esas bocas, tan secas.
CHICA 3 -¡Aquí servimos la cerveza más fría en cien millas a la redonda!
Instalan a los cursillistas en las mesas.
BARMAN - ¡Amigos, ofrecemos todo tipo de diversión! ¡Arriba hay cuartos muy cómodos y a las
chicas, por un precio solidario, les encanta subir las escaleras!
Barman y las chicas ríen con escándalo.
La chica 4 canta una alegre canción del viejo oeste.
El pianista arremete sobre su instrumento.
Las chicas toman jarras de cerveza- ya preparadas en el mostrador- y las llevan a las
mesas. Siguen el compás de la música. Algunas bailan y se levantan las anchas faldas
mostrando las enaguas.
Risas. Escándalo.
BARMAN -¡Para los que se animen, tenemos preservativos de tripa de cochino de muy poco uso!
¡Cartas de poker sin marcar! ¡Y a medianoche, el espectáculo de la casa! ¡Las niñas
bailarán can can sin las enaguas!

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Risas. Jolgorio.
Un vaquero de muy mala facha hace su entrada en la taberna.
Es Jesse James. Permanece cerca de la entrada, viendo el ambiente.
Domina el terror. Las chicas dejan de bailar y se retiran cerca de la barra o tras las
mesas. Comentan.
La música cesa.
CHICAS 1, 2, 3 -¡Es Jesse James! ¡Dios, protégenos! ¡Se arruinó la noche!
JESSE JAMES- ¡En este pueblo de mierda se acabó la diversión!
Jesse James avanza hasta la barra del mostrador.
Ve al barman.
JESSE JAMES - Un whisky doble.
El barman lo sirve, con miedo. Jesse ve el trago. Pasa su mano sobre el mostrador y
agarra al barman por la pechera.
JESSE JAMES -¡Dije doble, cara de culo!
Empuja al barman que, presto, le sirve whisky hasta desbordar el vaso.

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Jesse James lo empina de un trago. Ve a Barman.
JESSE JAMES -Otro, triple.
Barman busca un vaso grande. Lo llena a rebosar. Jesse estudia el ambiente.
JESSE JAMES -¿Qué pasa con la música en este apestoso chiquero?
El pianista intenta engranar una canción. Chica 4 apenas puede cantar. Todo suena muy
desafinado. Jesse James dispara al techo.
Chica 4 se aterroriza y se oculta tras las cortinillas del escenario.
Pianista se acurruca ante el piano.
JESSE JAMES - ¡Mejor cállense!… (Ve a los cursillistas) ¿Y ustedes?... No son de estos
territorios…
FACILITADOR -Son cursillistas de la empresa “Sea usted un Héroe”
JESSE JAMES - Ya veo… ya veo… Se les nota la novatería… (Empina un trago) En esta época no
puedes disfrutar del heroísmo. Lo máximo es ir de safari al Africa a dispararle a un
elefante que se hace el muerto… ¡No puedes ser forajido, en el puto y romántico
sentido de la palabra!… Si quieres delinquir tienes que formar parte de una rosca.
Una corporación con secretarias y memorandos. Ya no puedes robar un banco con

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esa tranquilidad nerviosa de los viejos tiempos… ¡Guardias, alarmas electrónicas,
bóvedas impenetrables, un helicóptero que sobrevuela!... Y olvídense de las hermosas
fugas a caballo por las praderas… ¡Toda esta cagada está llena de autopistas! (Ve a
Barman) ¡Otro, triple, bigotazos! ¡Y lo anotas en mi cuenta!
El Barman sirve más licor en el vaso de Jesse James.
La cortinilla del escenario se abre. Vemos al señor Martínez escoltado por los dos
enfermeros.
JESSE JAMES - (Viendo a Martínez) ¿Y ese imbécil? ¿Qué? ¿Vas a cantar?
Uno de los enfermeros pugna por cerrar la cortinilla. El otro conduce al señor
Martínez al fondo.
Facilitador se acerca alarmado al pequeño escenario.
FACILITADOR -¡Cierren la cortina! (La cortinilla es cerrada. Ve a los cursillistas)
Tranquilos… Buena cerveza, ¿no?
Jesse James atrapa a Chica 1. La abraza y le toca los senos. La cintura.
JESSE JAMES -¡ Ven, preciosa!¡Qué rica estás!
CHICA 1 -¡Suéltame, apestoso!

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Jesse James insiste en acariciarla y besarla.
JESSE JAMES - ¿No te gusta el olor del desierto? ¿El aroma a mierda de búfalo?
CHICA 1 -¡Que asco! ¡Quítame las manos de encima!
JESSE JAMES -¡Nunca, vidita! ¡Tengo un montón de cochinadas en la cabeza!
CHICA 1 -¡Perro inmundo!
JESSE JAMES -¡Una semana conmigo y terminarás siendo acróbata, trapecista y tragadora
de sables!
Jesse James ríe, morboso.
Las chicas tratan de ayudar a la compañera que sufre los abusos del pistolero.
Por la puerta batiente hace su entrada el señor Martínez vestido de vaquero.
La ropa es demasiado flamante, las botas excesivamente nuevas. Igual las brillantes
revolveras que le rodean la cintura. Hay algo ridículo en su apostura.
También entran los dos enfermeros, que se mantienen a distancia.
El señor Martínez intenta actuar como un vaquero heroico. Mira a sus compañeros de
curso y parece no reconocerlos.
Estudia con ojos entrecerrados la escena que se desarrolla cerca del mostrador, donde
Jesse James casi viola a Chica 1.
CHICA 2 -¡Suéltala, pistolero apestoso!

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Jesse James ríe cochinamente. Se disfruta lo que hace.
CHICA 3 -¿Por qué no te metes con una basura de tu calaña?
JESSE JAMES -¡A ustedes también les voy a dar, niñas, no se pongan celosas! ¡No voy a
dejar culo sano en esta taberna!
MARTINEZ -(Resuelto) ¡Eh, tú, amigo… (Hay un repentino silencio. Lo ven) ¡Suelta a la
dama!
JESSE JAMES- (Asombrado) ¿Dama? (Busca) Creo que estás bastante perdido Aquí lo
que hay es un cerro de putas.
MARTINEZ - ¡He dicho que la sueltes!
JESSE JAMES -(Rie.) ¿Qué payaso han traído? ¡Se nota que acabas de llegar de la gran
ciudad, ridículo! (A Chica 1, reiniciando sus escarceos) ¡Resístete un poco más, pequeña
pervertida!
CHICA 1 -¡Quítame las zarpas, oso mugriento! (Al señor Martínez) ¡Y usted, imbécil, no tiene que
meter sus narices en este asunto!
JESSE JAMES - ¡Muy bien, linda depravada, lo has colocado en su sitio!
CHICA 1 -¡Muérdeme! ¡Pégame!
El señor Martinez se encuentra desconcertado. Chica I se besa con Jesse James.
Interviene el Facilitador. Se acerca a Jesse James y empuja a un lado a la Chica 1.
Luego toma a Chica 2 y la arroja en brazos del pistolero.

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CHICA 2 -(Se resiste) ¡No, no! ¡Ayuda!
JESSE JAMES -(A Facilitador) Gracias, compadre.(Abraza a Chica 2 que se resiste)
¡Tengo algo grueso, largo y duro para ti!
CHICA 2 -¡Qué asco! ¿Por qué he de sufrir tantas amarguras?
Facilitador se acerca al señor Martinez. Le dice algo al oído, rápido, y luego se separa.
Martínez, un tanto sonámbulo, reacciona. Ve a Jesse James.
MARTINEZ - ¡Te repito que la sueltes!
Jesse James detiene sus acciones.
JESSE JAMES - ¡Ya te pasaste de la raya, hijo de perra!
Suelta a Chica 2 que se refugia en los brazos del señor Martínez.
CHICA 2 -¡Gracias, señor, me ha salvado la honra!
MARTÍNEZ - ¿Seguro?
CHICA 2 -Gracias a usted abandonaré este vil oficio. (Se separa de Martínez. Parece
dirigirse a la puerta) Regresaré a mi hogar, donde me espera un marido venerable
y tres hijas inocentes.

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MARTINEZ - Serás feliz, buena mujer.
Martínez la sigue con la mirada. En la puerta, Chica 2 se detiene y se dirige a todos los
presentes.
CHICA 2 -¡Hagan como yo y abandonen esta vida nefanda! ¡Encuentren la luz! ¡Él la tiene!
MARTINEZ -Muy amable.
Martínez deja de observar a Chica 2 y enfoca su atención e Jesse James que se encuentra
amenazante a un lado del mostrador.
Chica 2, al notar que Martínez no la observa camina hasta la barra donde la espera el
Barman con un trago generoso. Chica 2 recibe las palmadas discretas de Chica 3
mientras empina su trago y luego se dispone a observar los acontecimientos.
Martínez se dirige a la barra. El Barman lo enfrenta.
BARMAN -¿Qué le sirvo, caballero?
MARTINEZ -Un… un vaso de leche….
JESSE JAMES -(Ríe) ¡Que espectáculo tan espantoso! (Enfatiza) ¡Un vaso de leche!
Facilitador se acerca, rápido, a Martínez. Nuevas palabras en su oreja.
Luego, Facilitador simula beber un trago y permanece cerca.

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MARTINEZ - (Al Barman) Me corrijo, amigo… Deme un whisky quíntuple….
JESSE JAMES -¿Quíntuple?
El Barman sirve en un gran vaso. Jesse James deja de sonreír mientras observa a
Martínez empinando el recipiente hasta apurar la última gota.
JESSE JAMES - Una persona que bebe de esa manera no puede ser tan necia.
MARTINEZ -El heroísmo no está separado de la diversión, señor Jesse James.
JESSE JAMES - ¿Heroísmo? (Desconfiado, toma la botella del mostrador y la acerca a su
nariz. Huele. Luego paladea un trago) ¡Si, mierda, es whisky!
MARTINEZ - (Al Barman) Otro trago, por favor…
Barman, con prudencia, toma la botella de manos de Jesse James que estudia a Martínez
con cierta sorpresa.
BARMAN -Permiso…
Jesse James suelta la botella. El barman sirve.
MARTINEZ - (Animando al Barman) Un poco más… que rebose…
BARMAN -Si, claro.
Martínez toma el vaso y bebe la mitad. Observa a Jesse James.

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MARTINEZ - La diferencia entre lo heroico y tu árida confusión, ladrón de trenes, se encuentra en
una pequeña palabra. Tan pequeña que pasa inadvertida.
JESSE JAMES -¿Palabra?
MARTINEZ -Sostiene la historia y modela al hombre.
JESSE JAMES - ¿Cuál es la recojonuda palabra?
MARTINEZ -(Se dirige a los cursillistas) Me rescaté, amigos… Fue como atravesar una pared
ayudándome con las uñas y dientes.
JESSE JAMES -¿Vas a decir de una cabrona vez cual es la palabra?
Martínez toma el vaso y bebe. Deja el vaso vacío sobre la barra.
MARTINEZ -Creo.
JESSE JAMES - ¿Creo?
MARTINEZ -No es una pregunta.
JESSE JAMES -¡Necio, eso es lo que eres! ¡Te voy a volar los sesos!
Jesse James se separa del mostrador, las manos cerca de las revolveras.
Las piernas abiertas.
Martínez se encoge un poco. Se apoya en el mostrador.

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MARTINEZ - Claro… las inyecciones te apartan las dudas… Duelen un poco, al principio… Sientes
como el líquido entra en el cerebro y borra la incertidumbre… (Uno de los enfermeros
se acerca)Las preguntas de toda la vida…
Facilitador susurra en el oído de Martínez. Barman sirve whisky en el vaso.
Enfermero saca una pastilla de un pequeño frasco y la coloca en la boca del
Señor Martínez que la apura ayudado por el whisky, tras recibir el vaso que le extiende
Facilitador.
Martínez se recupera visiblemente. Enfermero se escurre y Facilitador queda cerca,
simulando estar en sus propios pensamientos ante un vaso cargado de licor.
JESSE JAMES -¿Quiénes son esos sujetos?¿Tus compadres? ¿Por qué tienen la boca
cerrada y se mueven como sombras?
MARTINEZ -Uno, así sea un héroe oculto bajo la identidad de un contador público, no
tiene importancia. Es prescindible La muerte de todos no posee relieve si ella no es
fiel a nuestras creencias. Buenas creencias. ¿Saben lo que vuelve al mundo un
bochinche insoportable? (Pausa corta) ¡Que todo el mundo piense distinto! ¡Eso es un
peo tremendo pues cada quién se arma para defender sus ideas!
JESSE JAMES -¿Estás loco? ¿Qué droga te dieron esos tipos?
MARTINEZ -Tú no crees, por lo tanto no entiendes.
JESSE JAMES - (Al Barman) ¡Un trago, óctuple! (Barman le sirve.) ¿Eres contador
público?
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MARTINEZ - Insatisfecho. Siempre buscando la contraria. Disidente.
Jesse James bebe de su trago.
JESSE JAMES - Igual que yo.
MARTINEZ - (Sorprendido) ¿También eres contador público?
JESSE JAMES - Me refiero a que siempre veo las cosas con sospecha. Siempre le busco
cinco patas al gato.
MARTINEZ -(Recobra algo de su espíritu contrariante) Si… si… siempre hay que… dudar…
No se pueden aceptar las cosas porque sí…
Los enfermeros se acercan al señor Martínez y lo apartan un poco.
Facilitador se dirige a Jesse James.
FACILITADOR - Son sus amigos. Lo quieren y aconsejan.
JESSE JAMES -¿Amigos?... ¿Voy a tener que vérmelas con tres?... Bueno, no será la primera vez…
El señor Martínez se debate un poco entre los enfermeros. Le proporcionan otra pastilla.
Luego, Martínez, ligeramente tambaleante, se acerca al mostrador. Bebe un sorbo de
whisky. Deja el vaso sobre el mostrador.. Ve a Jesse James.
MARTINEZ - Te llegó la hora, basura de pistolero.

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JESSE JAMES - ¿Por qué no sigues llevando registros contables?
MARTINEZ -Saca tu revolver.
Las Chicas se hacen a un lado. Barman se medio oculta tras el mostrador.
Martínez se cuadra al estilo del viejo Oeste, un poco desmañado.
Pistolero saca un pañuelo rojo, con lunares blancos y lo pasa por su cara.
JESSE JAMES - (A los cursillistas) ¿Le busqué camorra a este tipo? Uno puede armar un
poco de escándalo de vez en cuando, ¿no? (Camina entre las mesas) Yo
era cursillista, igual que ustedes…
MARTINEZ -(Confuso) ¿Cursillista?
JESSE JAMES - En realidad no tengo ni pizca de héroe.
MARTINEZ -¿No eres Jesse James?
JESSE JAMES - Mi nombre es Eduardo Pérez y soy carpintero. Tengo mujer y cuatro hijos.
MARTINEZ -¡Patrañas! ¡Desenfunda!
JESSE JAMES - ¡Sé que tengo mal carácter! Protesto por cualquier cosa. Es una maldita manía. El
Facilitador echaba chispas conmigo. Me burlé de Superman, le dije maricón a Hopalong,
le toqué el culo a una de las mujeres del Agente Secreto. Me cagué en el alma del
profesor Goebbels…
MARTINEZ -¡Eres un pobre matón cobarde!
JESSE JAMES - “Es un caso perdido”- Opinaron los médicos. ¿Yo? ¿Caso perdido por no tener
televisión en casa?
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Pausa corta.
MARTINEZ -¿Carpintero?
JESSE JAMES - De muebles rústicos. Los diseño y los construyo. (Busca una tarjeta en su
bolsillo) Aquí está mi tarjeta…
Jesse James se acerca a Martínez con la mano extendida agarrando la tarjeta. Martínez
saca su revólver. Breve pausa. Martínez le dispara. Jesse James cae al suelo.
Los enfermeros se acercan, al igual que las chicas y el Barman
CHICA 2 - (Inclinada sobre Jesse James) ¡Le acertó en el corazón!
MARTINEZ -(Amenaza a la concurrencia) ¿Hay otro que piense distinto?
Los enfermeros desarman y atrapan al señor Martínez. Lo sacan de la
taberna por las puertas batientes.
El Barman y dos de las chicas siguen cargando el cuerpo de Jesse James.
Las luces disminuyen sobre el área del mostrador.
El pianista distrae la situación con una música vibrante.
Las luces permanecen, atenuadas, en el sector de las mesas. Y sobre el Facilitador que se
encuentra frente a ellas, atento a los cursillistas.
Hay percusiones espaciadas.

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Facilitador sonríe.
FACILITADOR -Tengo varios años trabajando en “Sea usted un héroe” y nunca… ¡Nunca!...tuve
unos cursillistas tan aplicados… (Alarga la mano a un cursillista) Deme su mano, por
favor… (La estrecha) Lo felicito… (Pasea su mirada entre los cursillistas) Las
felicitaciones van para todos… Han sido disciplinados. Serenos ante las dificultades…
Mientras Facilitador se dirige a los cursillistas, el espacio-merced a la actividad de
guardias diligentes- sufre una serie de transformaciones. La parte tras el mostrador que
muestra botellas y espejos de la taberna es cubierta por un panel que tiene en su
centro, arriba, el logo enorme de “Sea usted un héroe”. El mostrador es dividido en dos
secciones que son ubicadas a ambos lados. Tras darles vuelta, se muestran como mesas
académicas. Sobre estas mesas son ordenados un grupo de diplomas.
En el centro, bajo el gran logo, es colocado un estrado de conferencista. A los lados del
estrado, grupos de banderas sin definición de naciones. Son banderas para prestar un
ambiente solemne al espacio. Una escalerilla es situada al pie del pequeño escenario.
FACILITADOR - (Circulando entre los cursillistas y estrechando sus manos) Espero verlos
en los nuevos cursos, hasta que completen su formación… ¡Ah! ¿Se
imaginan mi alegría cuando los vea actuando en las calles? ¡Destrozando el
terror islámico, el narcoterrorismo y las democracias falsas! (Queda
extasiado) Me diré… ¡Yo los conocí cuando eran apenas unos estudiantes!... (Los ve)
82
Ese será mi orgullo…¡Y, por supuesto, guardaré el secreto de vuestras identidades!
Se escucha música de circunstancias. Algo así como el tema de la película Rocky.
El sector académico se ilumina y por ambos laterales asoman personajes vestidos con
togas. Solemnes, se ubican tras las mesas.
En realidad se trata de Chica 1, 2, 3 y 4, Barman, el pianista y algún que otro Guardia.
Surge el profesor Goebbels, con toga flamante, que se instala en el estrado entre los
aplausos de sus colegas.
Baja música.
BARMAN - (Anuncia) Palabras del profesor Goebbels…
Pausa.
GOEBBELS - Buenas noches…
Es muy emocionante para mí presidir este acto, donde una nueva hornada de
futuros héroes culmina el curso inicial. La intensa labor que han desarrollado
será retribuida con un diploma que, esperamos, los lleven a nuevas
ambiciones… ”Sea usted un héroe” les ofrece becas gratuitas en la Escuela
de las Américas”, pasantías de campo en Afganistán, Irak, Líbano y Palestina.
Igualmente, para aquellos que posean talante científico, ofrecemos cursos de post
grado en nuestros laboratorios de bacteriología, ingeniería genética, manejo climático y

83
guerra psicológica… (Pausa corta) En todo caso, deben saber, honorables cursillistas,
que “Sea usted un héroe” funciona igualmente en el devenir cotidiano… Usted puede
llegar a ser un héroe viendo, simplemente, la televisión… También les participamos (Se
vuelve confidencial) y este es un dato secreto que son muchas las universidades y
centros de formación locales que practican nuestras metodologías y conocimientos…
No es difícil, pues, ser un héroe. Solo falta un poco de constancia… Gracias…
Aplausos
Música.
Por uno de los laterales aparece el señor Martínez, con su ropa de civil. Viene
acompañado por los dos enfermeros vistiendo togas.
Lo sueltan y Martínez, con desconcierto, parece no saber a dónde ir.
El profesor Goebbels baja del estrado y toma el diploma que le alarga una de
las chicas. Goebbels abre los brazos y Martínez lo ve con sorpresa.
Baja música e interviene el Barman.
BARMAN - Entrega de diploma al señor Roberto Martínez…
Música.
Martínez reacciona ante las palabras del Barman. Muestra una sonrisa congelada y
estrecha al profesor Goebbels. Aplausos.

84
Se separan y Goebbels le entrega el diploma enrollado. Martínez parece no saber de
que se trata.
Baja música.
BARMAN -Palabras del señor Martínez a nombre de los cursillistas….
Aplausos. Sube música.
Martínez mantiene la sonrisa congelada.
No sabe que hacer.
Enfrenta a sus compañeros de curso. Baja música.
MARTINEZ -Nunca… he hablado en público… y, y… estoy un poco mareado… agradecido
por… Tanto esmero en formarme… (Ve el diploma) Diploma… Es jodido ser héroe…
Aplausos. Los enfermeros se acercan a Martínez y, tras simular abrazos de felicitación,
lo conducen a la salida que se encuentra atravesando el pequeño escenario que se
muestra muy iluminado. Los enfermeros permanecen al pie del escenario. Martínez sale
lentamente por el pasillo que conduce a la salida, girando la cabeza. No sabe que
destino lo espera afuera.
BARMAN - Entrega de diplomas a los cursillistas y fin del acto.

85
Sube la música triunfal.
Las Chicas 1, 2, 3 y 4, Barman,pianista, Facilitador- que se ha provisto de una toga- y el
Profesor Goebbels toman diplomas y- con actitud plena de ceremonia-se acercan a las
mesas donde se encuentran los cursillistas.
Les entregan los diplomas.
CHICAS 1, 2, 3 Y 4/
FACILITADOR/
GOEBBELS/
BARMAN/
PIANISTA - (Entregando los diplomas) Felicitaciones.
-Lo ha hecho usted muy bien.
-Esperamos verlo de nuevo por aquí
- ¡Ha hecho un gran trabajo!
- Ha estado genial. ¡Genial!
- Me siento muy orgulloso por usted.
Baja intensidad de la luz en el sector académico y en las mesas.
Solo queda iluminada la salida en el pequeño escenario que lleva a un pasillo
fuertemente iluminado. Luces de colores.
Chicas 1, 2,3 y 4, Barman, Pianista, Facilitador y Goebbels, indican la salida.

86
CHICAS 1, 2, 3, 4/
FACILITADOR/
GOEBBELS/
BARMAN/
PIANISTA - Por aquí, por favor… El combate espera…
- Salgan… el curso ha terminado y se inicia la batalla…
- Cualquier problema y nos llaman. Tenemos excelentes abogados.
- Manténganse atentos afuera, el mal acecha.
- Al salir, cuiden sus espaldas… especialmente de hombres barbudos y con turbantes.
- En el exterior, la pelea es entre civilizaciones, recuérdelo.
- Allá fuera, no confíen en los indiferentes, son peligrosos.
La música triunfal prosigue hasta que el último cursillista sale por el pasillo iluminado.
Los despiden con sonrisas, gestos de la mano, palmadas en las espaldas.
El diploma, con las filigranas tradicionales, tiene el logo de la empresa
“Sea usted un héroe” en la parte superior.
Luego: Curso de iniciación heroica.
“El presente diploma certifica que su portador ha cumplido satisfactoriamente con los
requisitos, obligaciones y trabajos planteados en el curso de Inicación Heroica dictado
por la empresa “Sea usted un héroe”. Agradecemos a las autoridades policiales,
judiciales y militares la máxima colaboración, si esta le es exigida”
Sello de la Empresa
87
Firma de Joseph Goebbels.
Oscuro. Los cursillistas se enfrentan a la realidad exterior.
El curso ha terminado.
Fin.

Curso de iniciación heroica.
Rodolfo Santana

Rodolfo Santana - Sea Usted Un Heroe

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1

“Sea Usted Un Héroe”

“Sea usted un Héroe”

“Sea usted un Héroe”

Los aspirantes, repartidos en 4 grupos de 34 personas, pagan en una boletería su

El boleto así lo indica.

Superman, Spiderman, etc.

Terminator, Superman, etc.

presencia de los Guardias de Seguridad: visten de negro, pantalones y camisas muy

El carácter de estos personajes que participan a lo largo del curso, es silencioso y

amenazante, de gestos cortos, indicadores, inapelables.

por donde pasan los aspirantes. Se puede agregar, en posesión de un empleado de

seguridad, el detector manual de metales, que emite un ruido electrónico ominoso.

muchas preguntas y planteamientos poseen actualidad. Quiere decir que, quizá, en

Simplemente, cada personaje opera con alguno(s) de los textos señalados.

Los aspirantes entran en un espacio de carácter académico altamente sofisticado.

Hay 35 pupitres blancos.

contienen el examen de admisión al que son sometidos los aspirantes.

sector izquierdo. En el sector derecho, una enorme pantalla de video empotrada en la

Un banco blanco, pequeño, en el sector izquierdo.

forma parte de ellos, se instala en un pupitre ubicado en un lateral, central.

SEGURIDAD - (Sin utilizar formas corales ) Siéntense, por favor. Pónganse

cómodos. ¡Se les agradece no leer el contenido del material que se

encuentra en los pupitres!¡No lo lean!

El señor Martínez trata de llamar la atención del Facilitador que

MONITOR -¿Usted sabe leer?

SR. MARTINEZ - Por supuesto.

MONITOR -Tenga un poco de paciencia…

SR. MARTINEZ - Apuesto que es un examen… ¡Seguro!...Tengo años sin presentar

Los aspirantes, es obvio, observan las hojas que contienen el examen de

La primera hoja reseña, con el logo de la empresa:

“Sea usted un héroe”

Cuando le sea indicado, el aspirante pasará a la siguiente página, donde se encuentra el

“Sea usted un héroe”

Nombre: ____________________________ Apellido: __________________________

Marque con una X su respuesta a medida que esta le sea exigida.

1- ¿Está dispuesto a fracturar su identidad? 2- ¿Interviene usted en

___ ___ ___ ___

3- ¿Le gusta la Coca Cola? 4- ¿Simpatiza usted con la economía de

___ ___ ____ ____

5- ¿Repudia usted el fundamentalismo 6- ¿Considera usted un héroe al “Che”

___ ___ ____ ____

___ ____ ____ ____

____ ____ _____ ____

____ _____ ____ ____

Un personaje vistiendo traje azul marino, corbata roja, lentes y de

aspecto tímido se instala sobre la plataforma, tras el estrado de

conferencista. Lo acompaña una mujer de pelo negro vistiendo un traje

sastre, algo severo. Zapatos negros de tacón medio y un sombrerito con

evidentemente, en lo que se refiere a moda, se han quedado en los

Tras el corto diálogo con el Señor Martínez, el Facilitador se dirige a los

Facilitador. Los acompañaré a lo largo del proceso, atendiendo las necesidades

que surjan. Respondiendo preguntas y solucionando eventuales problemas que,

El Monitor se aparta. Clark Kent carraspea. Acomoda sus lentes.

Luisa lo ve con recriminación. Aprieta una carpeta con impaciencia.

LUISA LANE - (Por lo bajo, aunque todos escuchan) Comienza, Clark…

Pausa corta. Clark sonríe.

CLARK KENT -Buenos días…

LUISA LANE - (Corrigiendo) Es de noche, Clark.

Clark ve su reloj. Se asombra.

LUISA LANE - (Enfatizando) Examen de admisión.

MARTINEZ -¡Lo dije: un examen!

Clark, Luisa y Facilitador ven a Martínez, que se apena por su exclamación.

Nombre: __ Apellido:

_ _ _ _

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