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INOCENCIA PERDIDA: EL CASO CANCINO-VERGARA

INFORME PROJUSTICIA

El delito de violación sexual constituye, sin duda, uno de los más repudiables a nivel social, en
especial cuando involucra a menores de edad. La reacción social ante estos hechos suele ser así
una de las más violentas, tanto a nivel declarativo –si consideramos que una amplia mayoría suele
opinar que los violadores de menores merecen poco menos que cadena perpetua o la muerte- como
a nivel práctico, cuando vemos que muchos casos de linchamiento popular suelen involucrar a
personas que son acusadas de cometer dicho delito, sufriendo generalmente los peores castigos.

Sin embargo, hay ocasiones en las cuales en un linchamiento personas inocentes son acusadas y
castigadas injustamente, sea por falsas acusaciones, por parecerse al verdadero delincuente e
incluso por pasar cerca del lugar de lo ocurrido. Lo cierto es que el rencor social que genera un delito
como la violación exige siempre un culpable sobre el cual volcar todo el odio que éste genera, sin
importar si es o no el verdadero criminal. Y si ello puede ser repudiable en un linchamiento, lo es
más cuando es el propio Estado, la propia justicia estatal, la que castiga a un inocente sin mayores
pruebas con el fin de calmar la ansiedad pública.

Lamentablemente estos casos no son raros, mostrando los horrores de una justicia que puede
arruinar la vida de personas inocentes por satisfacer la venganza social. La historia de Loic Sécher
es emblemática al respecto: éste pasó 7 años y medio en una prisión de Inglaterra acusado
falsamente de violar a una menor de edad, gracias a funcionarios que acosaron a la menor a decir
una “verdad” que nunca fue confrontada ni cuestionada. Paradójicamente fue la propia víctima, una
vez adulta, la que declaró finalmente lo que en realidad ocurrió, permitiendo liberar a un inocente
que perdió bienes, familia, amigos y una vida entera producto del proceso judicial al que estuvo
sometido.

En el Perú, un padecimiento similar es que el vienen atravesando JULIO ERNESTO CANCINO


SOTELO y ELISVAN VERGARA VENTURA, ambos internados actualmente en el penal de Cachiche
de la ciudad de Ica. Cancino Sotelo fue uno de los primeros en ser condenados a CADENA
PERPETUA por el delito de violación sexual a un menor de edad gracias a la Ley No. 28704,
promulgada en abril del 2006, en una decisión que entonces fue aplaudida por muchos. Sin
embargo, éste ha venido sosteniendo públicamente su inocencia, mostrando en su página web
(www.juliocancinosotelo.com) una serie de datos que, mirados con objetividad, dan cuenta que en
este caso se encuentran involucrados serias contradicciones en los testimonios de las víctimas, un
entorno familiar sospechoso, presiones mediáticas e interferencias políticas inaceptables, todo lo
cual condujo a una sentencia que, antes que encomiable, parece mostrar más bien hasta dónde son
capaces los jueces de malograr vidas ajenas con tal de salvar sus luctuosas carreras.

2
LA DENUNCIA: CÓMO PASAR DE ESTUDIANTES A VIOLADORES

JULIO CANCINO SOTELO y ELISVAN VERGARA VENTURA eran, hasta el año 2004, dos
estudiantes de administración de empresas de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica, faltándoles
apenas un año para culminar su carrera. Nacido en Parcona, Cancino Sotelo ingresó en el octavo
puesto a la universidad, esperando cumplir su sueño de convertirse en empresario para darle una
mejor vida a su madre, especialmente luego de la muerte de su padre en noviembre del 2003. Allí
conoció a Elisván Vergara, con quién forjó una amistad inquebrantable, amistad que tendría sin
embargo el sino trágico de llevarlos a ambos tras las rejas.

Este destino se inició el viernes 2 de abril del 2004, cuando la señora CARMEN ANICAMA ALLAUJA
acudió, cerca de las 9 de la noche, a la Comisaría de Mujeres de Ica para denunciar que un “sujeto
desconocido” había ingresado a su casa para golpear y violar a cuatro de sus hijos -Ubaldo de 9
años, Vanessa de 6 años, Anthony de 4 años y Cinthya de 3 años-, además de robar algunos
productos de su tienda. En esta primera denuncia, la señora Anicama agregó algunas características
que, de acuerdo a lo que le contaron sus hijos, tenía su agresor: “tez blanca, mediana estatura,
achinado con bigotes, cabello corto con un moñito en la parte de adelante, delgado, con vestimenta
pantalón jean, polo rojo con zapatos negros”. Sin embargo, en sus propias declaraciones los
menores describen a su agresor como “trigueño” y no como “blanco”.

Si bien la denuncia de la violación fue hecha de inmediato, extrañamente la señora Anicama no fue
igualmente diligente para la revisión médico-legal de sus hijos, la que hizo recién TRES DIAS
DESPUES; esto es, el lunes 5 de abril. De acuerdo a su versión, ello se debió a que se puso mal de
salud, pero ello impidió también que la justicia cuente con una prueba irrefutable para el proceso,
como es una muestra de semen del responsable. El examen médico-legal solo pudo confirmar,
entonces, la existencia de signos anales compatibles con acto contra-natura reciente en dos de los
menores: Ubaldo y Vanessa, aunque –extrañamente- sin mostrar signos de lesiones físicas1,
contradiciendo la afirmación de la madre de que habían sido golpeados durante el hecho.

El 12 de abril –esto es, 7 días después del examen y 10 días después de lo ocurrido- la señora
Anicama retornará a la comisaría para continuar con su denuncia, siendo tomada recién su
manifestación y la de sus hijos. En esta oportunidad, Anicama va a reiterar no conocer ni sospechar
quién pudo ser el agresor, solicitando solamente una “investigación profunda” de lo ocurrido. Por su
parte, el mayor de los hijos, FREDY CANALES ANICAMA, pese a no haber estado en su casa
durante la agresión, va a describir al agresor de sus hermanos como “blanco, con bigotes y un
poquito de barba, no tan alto, de color blanco y con un tatuaje en la mano, en la parte de arriba de
los dedos en forma de bola, y portaba un gorro”. Cabe precisar que, hasta esa fecha, todos los
testimonios señalaban solamente la participación de una persona, calificada además por todos como
un “desconocido”.

El 6 de mayo del 2004, a poco más de un mes de la primera violación, la señora Anicama acudió
nuevamente a la Comisaría de Mujeres, denunciando esta vez que mientras ella había salido a la
calle para llamar por teléfono, “la misma persona” había ingresado a su hogar para agredir y violar
nuevamente a sus hijos Anthony (4) y Cinthya (3). La nueva denuncia traía esta vez, sin embargo,

1
Ver Certificado Médico Legal No. 001585-VLS del 05-04-2004, aplicado al menor C.A.U.A, y Certificado
Médico Legal No. 001587-VLS del 05-04-2004, aplicado a la menor C.A.V.D.C.

3
un nombre: su hijo Anthony le había dicho a su madre que había sido “JULIO” el que entró a la casa,
lo golpeó y le bajó el pantalón, lo que también le confirmaron sus otros dos hijos, sindicando a
“JULIO” como su atacante y agregando que “no era la primera vez que lo hacía”.

Extrañamente, además de dar por primera vez el nombre de su vecino, la señora Anicama agregó
que el tal JULIO había ingresado el 2 de abril “acompañado de una persona y el que lo acompañaba
estaba cubierto con un pasamontañas negro”2, el que además lo habría acompañado en sus
incursiones anteriores. Contradictoriamente, en su manifestación policial del 7 de mayo, la menor
Vanessa no hace mención al pasamontañas y señala más bien algunos rasgos físicos de este
segundo atacante: “su amigo que ingresó a mi casa con Julio Cancino en la primera vez es de color
negro, pelo corto lacio, color negro, tenía la talla más grande que Julio un poco gordo, y el segundo
amigo que también ingresó a mi casa con Julio tenía barba y bigotes, de tez trigueña, de la estatura
de Julio, delgado, no pudiendo decir o indicar más datos”3.

Como vemos, el testimonio de Vanessa no solo niega la versión de madre sino que hace referencia
a un tercer atacante, el que recién será mencionado por Carmen Anicama en su declaración ante el
Quinto Juzgado Penal de Ica el 30 de junio del 2004, donde varía expresamente sus
manifestaciones iniciales justificando que “por el temor que sentían los niños, en ningún momento
manifestaron que habían sido tres las personas que los habían ultrajado y que, de acuerdo al avance
de las investigaciones, que son tres las personas que han cometido los hechos delictuosos”.
Nuevamente, las declaraciones que hacen la madre y las víctimas van a hacer referencia a un
tatuaje en la mano, dejando de lado sin embargo la versión inicial de que el segundo agresor iba con
pasamontañas.

Como puede apreciarse, recién luego de un mes de denunciarse la primera violación de los
menores, Carmen Anicama dará el nombre de su vecino como el autor de los hechos, a pesar de
manifestar que éste acudía de manera continua a su tienda y, por tanto, tenía algún tipo de contacto
con sus hijos. De acuerdo a Cancino, durante todo ese tiempo los niños no mostraron algún tipo de
temor hacia él, como hubiera podido esperarse de alguien que ha sido víctima de una violación. A
pesar de ello, y con la sola declaración de las víctimas –cuyas referencias del agresor tampoco
concuerdan del todo con los rasgos de Cancino, especialmente el tatuaje- éste fue detenido y
encarcelado.

Peor aún, el nombre de ELISVAN VERGARA VENTURA ni siquiera aparece en la primera o en la


segunda denuncia, por lo que no fue sindicado como participante de los hechos en un primer
momento. De acuerdo a éste, incluso el día que detuvieron a su amigo se encontró con la señora
Anicama y sus hijos y les preguntó si habían visto a Julio Cancino, dado que no lo encontraba por
ninguna parte. Estos le respondieron tranquilamente que no lo habían visto, y se metieron a su casa,
actitud por demás extraña para quien luego sería reconocido “plenamente” por los menores como la
persona que acompañó a Cancino en la violación. Sin embargo, Vergara se vio envuelto pronto en
esta denuncia, convertido de un momento a otro, al igual que su amigo, en un violador de menores.

2
Manifestación policial Carmen Anicama (Mamá), del 06-05-04, pregunta No. 02, según Boletín Judicial
Justicia y Libertad, Enero-Febrero 2011, p. 04.
3
Manifestación policial Vanessa (06) del 07-05-04, pregunta No. 06, según Boletín Judicial Justicia y Libertad,
Enero-Febrero 2011, p. 10.

4
EL JUICIO CONTRA CANCINO

El 17 de mayo del 2004, Julio Cancino Sotelo fue detenido en las afueras de su casa, a primeras
horas de la mañana. Tal como nos lo contó, su detención fue a todas luces irregular: fue hecha por
policías de civil, fue trasladado a la comisaría en un taxi particular y no se le dieron los motivos de su
detención sino hasta que estuvo en la delegación policial, siendo luego trasladado al Quinto Juzgado
Penal de Ica, a cargo de la doctora ELIZABETH GARCIA CORDOVA, quién ordenó su detención
preventiva a pesar de no contar con antecedentes penales.

En su primera manifestación, Julio Cancino señaló su total sorpresa de que su vecina Carmen
Anicama, a quién apenas conocía, lo sindicara como el violador de sus hijos, afirmando
enfáticamente que él era inocente de dicho cargo. En su defensa, sostuvo que en los días en que
ocurrió la violación se encontraba en la Universidad y con su hermano George trabajando en su
negocio de espárragos, cayendo sin embargo en algunas imprecisiones que le quitaron crédito a su
versión. Sin embargo, es relevante apreciar que los rasgos físicos que el propio juzgado resalta de
Cancino Sotelo difieren de los mencionados por sus acusadores: “mide aproximadamente un metro
sesenta, pesa aproximadamente sesentitrés kilos, de tez blanca, cabellos lacios y castaños, cejas
pobladas, nariz recta, labios y boca medianos, frente mediana, contextura mediana, presenta un
lunar en el lado derecho inferior de la boca, sin señas particulares en el cuerpo”4; esto es, sin tatuaje
alguno.

A pesar de esta contradicción, el Fiscal Adjunto Provisional de la Primera Fiscalía Provincial de Ica,
GUILLERMO PEÑALOZA GIRAO, se pronunciará a favor de la apertura de la instrucción en vía
ordinaria, basado sobre todo en el simple reconocimiento hecho por los menores en la delegación
policial. Este pedido será aceptado por el Quinto Juzgado Penal el 18 de mayo del 2004 (Expediente
No. 2004-203) abriéndose instrucción contra JULIO CANCINO SOTELO y ELISVAN VERGARA
VENTURA por la comisión del delito de violación sexual en agravio de los menores C.A.V.D.C. (6
años) y C.A.U.A. (9 años), y contra JULIO CANCINO SOTELO por el delito contra el pudor en
agravio de C.A.C.B (3 años) y C.A.A.D. (4 años), dictando mandato de detención contra ambos.

Una vez culminada esta etapa, tanto la jueza GARCIA CORDOVA como el Fiscal Provincial Titular
JOSE ALBERTO TINCO LUJAN se pronunciarán a favor de la responsabilidad de los acusados y su
pase a juicio oral, enumerando las diferentes diligencias realizadas durante la etapa de instrucción.
Cabe señalar que una revisión de dichas actuaciones muestra una serie de testimonios a favor de
Cancino Sotelo, incluyendo el de su cuñada que señala no haber visto nunca una conducta irregular
de Julio, inclusive en el cuidado de sus propios hijos5. Asimismo, tanto sus ex compañeros de trabajo
como de la universidad presentaron sendos comunicados a su favor6, mientras del lado de la parte
civil solo se presentó un Memorial firmado por presuntos vecinos del lugar, memorial que hoy se
encuentra cuestionado por contener una serie de firmas falsas.

4
Declaración Instructiva de Julio Ernesto Cancino Sotelo ante el Quinto Juzgado Penal de Ica, del 18-05-
2004. Tomada de la página web: www.juliocancinosotelo.com.
5
Declaración Testimonial de Liliana Hermelinda Donayre Pasos, a fojas 369.
6
Informe Final de la Instrucción No. 04-203-QJP-SB. Diligencia No. 17: Memorial firmado por los Pequeños
Empresarios y Trabajadores del Mercado Polvos Azules y Polvos Rosados a favor del procesado Cancino
Sotelo (folio 541);

5
Sobre la base de ambos informes, la Primera Fiscalía Superior de Ica, a cargo del fiscal WILLIAM
PANDAL CAMPOS, formuló su acusación con fecha 24 de febrero del 2005 de acuerdo a la fórmula
presentada por la jueza GARCIA CORDOVA, solicitando se le imponga la pena de CADENA
PERPETUA a ambos coacusados, además de exigir una caución de 10 mil nuevos soles por
concepto de reparación civil. Ello porque, de acuerdo al fiscal, las pruebas actuadas habían logrado
“acreditar de manera fehaciente tanto la existencia del delito de violación sexual y actos contra el
pudor, así como la responsabilidad penal de los acusados”7. Sin embargo, de una lectura del
expediente ambos puntos no aparecen necesariamente conectados; esto es, si bien los exámenes
médico legales de dos de los hermanos confirman haber sido víctimas de una violación contra
natura, no existen mayores indicios que confirmen que este hecho fue llevado a cabo por Cancino y
Vergara.

El 18 de marzo del 2005, la Primera Sala Penal de Ica –conformada por los vocales superiores
RENAN QUIROZ CARDENAS, ARMANDO COAGUILA CHAVEZ y CESAR AUGUSTO SOLIS
MACEDO, reemplazado luego por ELMER SALAS MIRANDA- resolvió haber mérito para pasar a
juicio oral, quedando como vocal ponente el segundo de ellos, fijando la primera audiencia para el 10
de abril. Cabe señalar que, previamente, tanto Cancino como Vergara ofrecieron como nuevos
medios probatorios la pericia psicológica de la señora Carmen Anicama, así como dos cintas
magnetofónicas incluyendo declaraciones radiales de ésta y la abuela de los menores donde
presuntamente incurren en contradicciones sobre su denuncia; sin embargo, ambas pruebas serán
desestimadas por la Sala.

La lectura de las audiencias orales es importante porque ellas algunos puntos interesantes que
muestran la manera en que la Sala se fue formando una opinión sobre el caso. Por ejemplo, si bien
la Sala solicitó de oficio un nuevo peritaje médico legal de las víctimas -en el cual solo Ubaldo
muestra huellas de un acto contra natura anterior, este peritaje no tuvo mayor interés entre los
magistrados. Por otro lado, en la audiencia del 13 de junio y ante el pedido de la defensa de hacer
un peritaje físico a Cancino Sotelo, el fiscal PANDAL CAMPOS se opondrá aduciendo que “resulta
imposible asociar el miembro viril del acusado con las evidencias físicas halladas en los menores”8,
mostrando claramente la falta de conexión entre las huellas del hecho y la participación de los
acusados.

En tercer lugar, durante el interrogatorio a los peritos médico-legales, si bien éstos se van a ratificar
sobre sus resultados, van a señalar tres cosas importantes: primero, que los signos de actos
contranatura eran evidentes, no podía fijarse la fecha en la que ello había ocurrido, dado la demora
de 3 días con que se realizó el examen; segundo, que de acuerdo a lo apreciado la violación no se
produjo solo una vez, sino que DEBEN HABER SIDO EN CONTINUAS OCASIONES 9, dado que las
huellas mostraban heridas que se habían vuelto a abrir varias veces; y por último, que si bien no se
habían podido recoger huellas de semen tampoco había signos de defecación, lo que suele
producirse cuando se introduce un pene10.

7
Acusación No. 25-2005-1ra. FSP-ICA, folios 589.
8
Acta de continuación de audiencia privada del 13 de junio del año dos mil cinco, a folios 699.
9
Acta de continuación de audiencia privada del 17 de junio del año dos mil cinco, ratificación de informe
pericial de la Dra. Zoila Mendoza Zavala, a fojas 708.
10
Ibid., a folios 709.

6
Cabe señalar que, al finalizar el juicio oral y votar las cuestiones de hecho, los vocales incluirán dos
cuestiones que merece la pena evaluar. La primera de ellas es la cuestión de hecho quinta, donde
se preguntan si está probado que “examinados los menores A y C, solo presentaba el primero
tumefacción moderada y equimosis violácea localizada en la región derecha frontal del rostro,
ocasionada por un objeto contundente duro, es decir de borde romo, no existiendo signos de acto
contra natura ni desfloración en la segunda, como es de verse de fojas veintisiete y fojas treinta y
tres, respectivamente, exámenes que si bien no acreditan abuso sexual, pero si el maltrato físico a la
que alude el menor”, responden DE MANERA POSITIVA11. Por su parte, en la cuestión de hecho
décimo primera, señalarán que SI ESTA PROBADO “que las versiones del procesado JULIO
ERNESTO CANCINO SOTELO deviene sumamente cambiante, contradictoria e incongruente,
orientada a buscar la exculpación, con matices eminentemente defensivos”, como si les molestara
que el procesado tratara de defenderse y esperaran que se declarara culpable12.

La sentencia final de esta Sala, expedida el 4 de noviembre del 2005, muestra así una clara
incoherencia entre los hechos y datos recogidos y la convicción formada entre los magistrados.
Porque si bien en ella se absuelve a JULIO CANCINO SOTELO de los delitos contra el pudor en
agravio de Cinthya y Anthony, sí lo considera responsable de la violación sexual en agravio de
Vanessa y Ubaldo, a pesar que en el caso de la primera señalen no estar acreditado el abuso
sexual, condenándolo a la pena máxima para estos casos: la de CADENA PERPETUA.

UNA CADENA PERPETUA POLÍTICAMENTE INFLUENCIADA

Paradójicamente, la sentencia de la Primera Sala no satisfizo a ninguna de las partes, todas las
cuales presentaron recurso de nulidad ante la misma. Será en esta instancia donde el proceso dará
unos giros increíbles, dado que si en un primer momento la justicia se mostrará favorable incluso a
una revisión del proceso, dada la contradicción y debilidad de las pruebas presentadas, en un
segundo momento los jueces se volcarán nuevamente a favor de la cadena perpetua, en una
decisión digna de vergüenza por las claras influencias externas que llevaron a esta resolución.

El primero que mostrará una mayor objetividad al respecto será el Fiscal Supremo PABLO
SANCHEZ VELARDE, quien en su dictamen presentado el 30 de enero del 2006, se pronunció a
favor de la nulidad de la sentencia impugnada en el extremo que condenaba a Julio Cancino como
autor y responsable del delito de violación sexual en agravio de los menores de iniciales U y V,
proponiendo que se mantenga como única agraviada “a la menor de iniciales V”, dado que en el
juicio oral “solo se han producido actos de prueba que acreditan la responsabilidad penal de Julio
Ernesto Cancino Sotelo en la comisión del delito de violación de la libertad sexual” contra dicha
menor13, contradiciendo así lo señalado por el fiscal superior y la sala penal.

Llegado el caso a la Corte Suprema, la causa será objeto de discordias sucesivas. La primera de
ellas se producirá entre los integrantes de la Segunda Sala Penal Suprema Transitoria, la misma que

11
Cuestiones de hecho debatidas y votadas por la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Ica,
en la instrucción seguida contra Julio Ernesto Cancino Sotelo, por el delito de violación sexual en agravio de
los menores cuya identidad se mantiene en reserva, cuestión quinta, a folios 876.
12
Ibid, folios 877.
13
Dictamen Fiscal Supremo No. 147-2006-, Exp. Nulidad 4774-2005, a folios 935.

7
se dividió en dos grupos. El primer grupo, conformado por los magistrados HUGO PRINCIPE
TRUJILLO, RICARDO VINATEA MEDINA y PEDRO GUILLERMO URBINA GANVINI, va a seguir la
línea argumentativa de la Fiscalía Suprema para pronunciarse a favor de la nulidad de la sentencia
en cuanto a la responsabilidad de la violación sexual “del menor de iniciales U”, absolviendo también
a Cancino Sotelo del delito de actos contra el pudor contra los otros hermanos, pero manteniendo su
responsabilidad sobre la violación de “la menor de iniciales V”, variando la pena de cadena perpetua
por la de 25 años. Esta decisión es fundamentada, entre otras razones, por la exigencia de
requisitos de credibilidad de las declaraciones de las víctimas, las contradicciones presentadas por
Cancino Sotelo y, especialmente, en que “el resultado de la actividad probatoria constitutiva del
presente proceso, no ha descartado fehacientemente la presunción juris tantum de inocencia que le
asiste al encausado Cancino Sotelo, pues ésta se mantiene incólume, de donde surge
irremediablemente un veredicto absolutorio ya que el material probatorio incorporado al proceso no
permite construir jurídicamente su culpabilidad”14.

Por su parte, el voto en discordia presentado por los vocales ROGER SALAS GAMBOA y PASTOR
ADOLFO BARRIENTOS PEÑA el 28 de setiembre del 2006, va a fallar a favor de la NULIDAD
TOTAL de la sentencia del 4 de noviembre del 2004, ordenando se inicie un nuevo juicio oral a cargo
de otro colegiado, señalando enfáticamente que “el colegiado superior no ha efectuado una debida
apreciación de los hechos materia de imputación ni compulsado adecuadamente las pruebas de
manera integral con el fin de establecer fehacientemente la responsabilidad o irresponsabilidad de
los procesados, pues se advierte (…) marcadas y abrumadoras contradicciones que necesariamente
deben ser aclaradas en un nuevo contradictorio”15.

Los argumentos de estos magistrados recogen así la mayor parte de las contradicciones
presentadas en este informe, como las divergencias en el número de sujetos que participaron de la
violación, las discrepancias entre las características físicas de Cancino Sotelo y las manifestadas por
las víctimas o el hecho de que éste no haya fugado del lugar luego de producido el delito. Presentan
además un argumento interesante que abona a favor de la posibilidad de que haya sido alguien del
entorno familiar –argumento sostenido desde un inicio por Cancino Sotelo- como es el hecho de que,
en el informe psicológico practicado “al menor de iniciales U”, éste dijo que la persona que entró a su
casa “nos empezó a pegar a mí y mis hermanos porque no encontró los televisores”, punto que no
fue resaltado a lo largo del proceso16.

A fin de superar esta discordia, fueron llamados tres vocales para dar su voto dirimente: JOSE LUIS
LECAROS CORNEJO, JAVIER ROMAN SANTISTEBAN y el actual Presidente del Poder Judicial,
CESAR SAN MARTIN CASTRO. Paradójicamente, será la concurrencia de votos de estos vocales
dirimentes los que permitirán llegar a un veredicto final y no la decisión de los miembros de la
Segunda Sala Penal Transitoria, a pesar de que, como señaló el juez San Martín en su voto, el perfil
del vocal dirimente es el tener una “intervención residual” en el proceso y circunscribirse a completar

14
Resolución sin número de la Segunda Sala Penal Suprema Transitoria, de fecha 28 de setiembre del 2006,
a folios 947.
15
Voto en Discordia de los señores vocales supremos Roger Salas Gamboa y Pastor Adolfo Barrientos Peña,
de fecha 28 de setiembre del 2006, a folios 950.
16
Ibid., a folios 956.

8
el número suficiente de votos para hacer resolución, “a cuyo efecto razonablemente se acota su
análisis a los puntos que los jueces originarios de revisión no pudieron ponerse de acuerdo”17.

En primer lugar, en su voto del 22 de febrero del 2007, LECAROS CORNEJO va a hacer suyos los
fundamentos primero a octavo y décimo a décimo tercero del grupo de Príncipe Trujillo, Vinatéa
Medina y Urbina Ganvini, recogiendo también la mayor parte de su fallo pero manteniendo la pena
de cadena perpetua, bajo el alegato que esa era la pena fijada por ley 18. Por su parte, ROMAN
SANTISTEBAN va a pronunciarse en un sentido similar, justificando también que la pena de cadena
perpetua era sostenible no solo por su carácter legal sino por formar parte de la política criminal del
Estado19. Finalmente, en su voto del 7 de mayo del 2007, SAN MARTIN CASTRO se pronunciará
también a favor de mantener la pena de cadena perpetua, bajo el argumento de que esta pena era
“adecuada” a la “enorme envergadura del contenido del ilícito” 20, agregando que “tampoco puede
dudarse de la constitucionalidad de esta pena por lo menos para esta clase de ilícitos, en que se
tiene acceso carnal, vía anal, con un niño de seis años de edad”21.

Esta confluencia a favor de la cadena perpetua llevará, así, a una nueva situación de discordia, la
que sorpresivamente será cerrada con la adhesión del vocal ANTONIO PAJARES PAREDES al voto
de los tres vocales dirimentes. De esta manera, la corriente de flexibilidad y revisión del proceso
propuesta por la Segunda Sala Transitoria quedó en el aire, impidiendo de esta manera que el caso
contra Cancino Sotelo pueda tomar un nuevo giro, cerrando más bien toda posibilidad de revisión.

Sin embargo, existen dudas acerca de la verdadera razón que motivó la postura de los magistrados
dirimentes, debido a la presión política ejercida por la familia ANICAMA para mantener la pena de
CADENA PERPETUA. Al respecto, el 13 de marzo del 2007 –esto es, en pleno proceso de
presentación de los votos dirimentes- la congresista MERCEDES CABANILLAS, a la merced
Presidenta del Congreso del República, junto con las vicepresidentas FABIOLA MORALES Y MARIA
LUISA CUCULIZA, invocaron públicamente al Poder Judicial a que se respete la condena impuesta
a Cancino Sotelo, pidiendo de manera expresa a los magistrados supremos que ratifiquen dicho
fallo. De manera cuestionable, estas congresistas se convirtieron rápidamente en defensoras de
Anicama sin intentar oír a la otra parte, llegando incluso a afirmar que “se comprobó que se cometió
la violación y existe el agravante de que intentaron asesinar al niño de nueve años asfixiándolo”
(?)22, hecho que nunca fue mencionado en el juicio.

Cabe señalar que ya existían antecedentes de manipulación política en este proceso, dado que en la
etapa instructiva la señora Anicama logró obtener el respaldo de la entonces Presidenta de la
Comisión Especial de Estudio encargada de Investigar las Causas y Consecuencias de los Actos de
Abuso Sexual y Violencia Cotidiana contra los Niños y Adolescentes a Nivel Nacional, congresista
JULIA VALENZUELA CUELLAR, generando una clara intromisión en la independencia judicial.
El 16 de noviembre del 2004, la congresista Valenzuela remitió los Oficios No. 953 y 954-2004-JVC-
CR con carácter de URGENTE al Presidente de la Corte Superior de Justicia de Ica, VICTOR
17
Voto del señor vocal supremo San Martín Castro, de fecha 7 de mayo del 2007, a folios 969.
18
Voto del señor vocal supremo Lecaros Cornejo, de fecha 22 de febrero del 2007, a folios 958 a 960.
19
Voto del señor vocal supremo Román Santisteban. Ver fundamentos undécimo y undécimo primero, a
folios 963.
20
Ibid., folios 971.
21
Ibid., folios 971.
22
Ver declaraciones recogidas en el Diario Ojo, edición nacional, martes 13 de marzo del 2007, página 7.

9
MALPARTIDA CASTILLO, y al Presidente del Poder Judicial, HUGO SIVINA HURTADO,
respectivamente. En estas misivas, la congresista solicitó expresamente a ambas autoridades
judiciales “disponer las medidas que correspondan a fin de condenar severamente, conforme a
nuestra legislación penal, a los inculpados Julio Cancino Sotelo y Elisván Vergara Ventura”, además
de solicitarles “se digne(n) remitir a mi despacho la información que permita conocer el estado del
proceso” (sic). Increíblemente, tanto Malpartida como Sivina remitirán estos oficios al Quinto
Juzgado Penal de Ica “para que proceda conforme a sus atribuciones”, mostrando de este modo una
posición débil frente a una solicitud de tal naturaleza. Al igual que las congresistas arriba
mencionadas, Valenzuela asumirá la defensa de ANICAMA sobre la base de un simple escrito
presentado el día anterior, sin preocuparse siquiera de comprobar los hechos aludidos.

En resumen, la condena que hoy pesa sobre Julio Cancino Sotelo no ha sido, en realidad, dictada
desde el Poder Judicial, sino desde instancias externas –como el Poder Legislativo y los medios de
comunicación- que, movidas por una estrategia de victimización por parte de la señora CARMEN
ANICAMA, permitieron que se dejaran de lado las evidentes contradicciones en las declaraciones y
testimonios de las víctimas para acusar a aquél y a su amigo ELISVAN VERGARA VENTURA de un
delito del que no existen pruebas sólidas de su participación. Es claro, sin embargo, que el hecho de
la violación de por lo menos uno de los hijos de la familia ANICAMA CANALES no puede ser
negado, por lo que cabe preguntarse: ¿quién pudo ser entonces el o los verdaderos responsables de
este repudiable delito?

UN ENTORNO FAMILIAR POR DEMÁS SOSPECHOSO

Desde su detención, Julio Cancino Sotelo y posteriormente Elisván Vergara han sostenido la
hipótesis de que los verdaderos responsables de la violación de los menores Ubaldo y Vanessa
fueron parientes de éstos, señalando concretamente al hermano de Carmen Anicama y tío de las
víctimas, VICTOR ANICAMA BRAVO, quién en octubre del 2004 fue sentenciado y condenado a
CINCO AÑOS DE PRISION EFECTIVA por la misma jueza ELIZABETH GARCIA CORDOVA por la
violación sexual de un menor de edad23.

Con esta información, el 21 de enero del 2005, Cancino Sotelo solicitó la ampliación del
autoapertorio de instrucción para que se comprenda como procesado a VICTOR ANICAMA BRAVO,
señalando además que dicha persona frecuentaba la casa de su hermana. Sin embargo, de manera
increíble, el Fiscal Provincial Titular JOSE ALBERTO TINCO LUJAN se pronunciará por la
IMPROCEDENCIA de dicha solicitud, indicando que “la simple sindicación del procesado JECS de
que la persona de Víctor Anicama Bravo sería uno de los presuntos autores del delito materia de
esta instrucción, basado además en que éste tendría una condena firme por similar delito, no
constituye elemento de prueba suficiente y convincente (…) sino que ello requiere una mínima
actividad probatoria”24.

Gracias a las indagaciones realizadas por las familias de los acusados –las que debieron, en
realidad, ser llevadas a cabo por la justicia peruana- hoy se sabe, sin embargo, que Víctor Anicama

23
Como es evidente, ello muestra además una clara diferencia de criterios que a nuestro entender debería
ser investigado, dado que las pruebas contra dicho violador fueron más claras y contundentes.
24
Informe Final No. 002-2005-1ra. FPP-I-MP, Folio 538 (Quinientos treintaiocho), Exp. 2004-203.

10
no es el único sobre el cual pueden recaer sospechas de ser los verdaderos responsables de la
violación de los menores. De acuerdo a la documentación presentada a PROJUSTICIA, existen 3
personas más que deberían ser investigadas a profundidad para determinar si participaron o no de
tales hechos: MANUEL CACIANO ANICAMA BRAVO, padre de Carmen Anicama y abuelo de las
víctimas; OSCAR FELIX ANICAMA BRAVO, hermano de la madre, y JESUS ADOLFO MUÑANTE
DE LA CRUZ, sobrino directo del padre de las víctimas, FREDY CANALES MARTINEZ.

Con respecto a MANUEL ANICAMA BRAVO, en noviembre de 1980 éste fue acusado de violar a la
menor JESUS ISABEL SANCHEZ AYBAR en la ciudad de Puquio, cuando ejercía el cargo de
profesor. De acuerdo a la manifestación de la víctima, Anicama hostigaba continuamente a la menor
para que tenga relaciones sexuales con él, logrando su cometido. De acuerdo al examen médico-
legal practicado a la menor, ésta mostraba defloración antigua, señalando en su manifestación que
todas las veces que tuvo relaciones sexuales con éste “fue a la fuerza”. Sorprendentemente, la única
medida adoptada por la UGEL-Lucanas fue reasignarlo a otro centro educativo.

En segundo lugar, de acuerdo a los registros del INPE, OSCAR ANICAMA BRAVO cuenta con un
ingreso al penal de Cachiche a inicios de 1970 –esto es, cuando contaba con 20 años- acusado del
delito de violación sexual en agravio de TERESA TITO HUARCAYA, cuando ésta contaba con
apenas 13 años. Si bien no existen más datos al respecto, ni la Policía ni el Poder Judicial se han
preocupado tampoco de indagar más sobre los antecedentes de este familiar. Finalmente, con
relación a JESUS MUÑANTE DE LA CRUZ, éste purgó condena en el penal de Cachiche por delitos
contra la vida, el cuerpo y la salud, existiendo constancia de que visitaba con frecuencia el hogar de
los Anicama Canales, contando con características físicas que coinciden claramente con la denuncia
de los menores de edad.

Así, en la hoja de identificación penal del INPE, se describe a MUÑANTE DE LA CRUZ como un
varón de “metro sesentiocho aproximadamente, de contextura delgada, tez trigueña, cabellos negros
y lacios, frente pequeña, cejas pobladas, cara ovalada, orejas pequeñas, boca mediana, labios
regulares, ojos pardos, nariz recta, usa bigotes temporalmente y no presenta cicatrices”. A ello se
agrega un dato clave, como es la presencia de múltiples tatuajes en su cuerpo, inclusive en su
mano: “la palabra CUCHARA, con una cinta y un duende con una flauta en el dorso de la mano del
brazo izquierdo, A y M y tres puntos, en el dedo medio la cabeza de un loro”, además de otros
tatuajes en brazos, espalda y piernas.

A pesar de todas estas evidencias, la justicia peruana ha negado sistemáticamente la solicitud para
investigar a estas personas, basándose en que ellos no han sido sindicados por los menores y, por
tanto, no pueden ser considerados sospechosos. ¿No es claro, sin embargo, que muchas de las
acciones tomadas por Carmen Anicama pueden ser explicadas como una manera de ocultar la
participación de terceras personas, como pueden ser sus familiares? ¿Porqué se mantiene fuera del
proceso a estas personas, a pesar de la certeza de que éstos acudían, con mayor o menor
frecuencia, a la casa de los ANICAMA CANALES?

11
EL JUICIO CONTRA ELISVÁN VERGARA

Si la exclusión de los parientes de Carmen Anicama puede parecer inaudita, la manera en que fue
involucrado ELISVAN VERGARA VENTURA en este proceso es digna de Ripley. Como hemos
señalado arriba, Elisván no fue mencionado en la primera denuncia –donde solo se hace mención a
un agresor-, mientras que en la segunda se habla alternativamente de un hombre “con
pasamontañas” –según versión de la madre- y de una persona “trigueña, delgada y de cabello
negro”, de acuerdo a la propia declaración de Ubaldo.

En realidad, la primera mención a Elisván no será hecha por las víctimas sino por el propio Julio
Cancino, quien en su manifestación del 24 de mayo del 2004, y ante la pregunta de quiénes eran los
amigos que lo visitaban en su domicilio en forma continua, mencionó a ELISVAN VERGARA
VENTURA como uno de sus mejores amigos, agregando que éste lo visitaba en una camioneta tipo
furgón de color blanco, además de tener una moto lineal de color rojo. Asimismo, lo describió como
“una persona alta, gordo, chino y cabello bastante corto, agregando que tenía “un tatuaje en la
espalda y otro en el brazo, cerca del hombro”, descripción que no correspondía en nada a la hecha
por las víctimas.

A pesar de ello, sorpresivamente MARIA ANICAMA solicitará, el 20 de junio del 2004, la ampliación
del autoapertorio de instrucción para incluir a ELISVAN VERGARA VENTURA como presunto
responsable de la violación de sus hijos, señalando simplemente que, en una de las audiencias,
éstos habían reconocido a Elisván como el acompañante de Julio Cancino cuando ocurrieron los
hechos. Sobre esta sola base, la jueza GARCIA CORDOVA ordenó la detención de Elisván Vergara,
la que fue confirmada luego de un irregular reconocimiento de su persona por parte de los menores.

El 4 de octubre del 2004, la Primera Sala Penal de Reos en Cárcel va a modificar la orden de
detención preventiva de Elisván Vergara por la de comparecencia, al establecer que no había bases
suficientes para disponer la detención preventiva “toda vez que las descripciones que habían
alcanzado los menores agraviados no coincidían con las características de éste”. Esta decisión será
cuestionada por Carmen Anicama, quién moverá cielo y tierra para que Vergara retorne a prisión.
Será en este contexto que iniciará su estrategia de presión política, logrando el respaldo de la
congresista JULIA VALENZUELA (ver arriba).
Cabe señalar que, a diferencia de Julio Cancino, la defensa de Elisván Vergara se ha basado no
solo en las contradicciones de las víctimas sino también en el hecho de que el día de la primera
violación él estuvo en casa de su amiga LUZ ELENA CABRERA TEXEIRA celebrando su
cumpleaños, dato que ha sido confirmado por múltiples testigos que concurrieron a este evento
incluso mediante testimonios ante notario público. Asimismo, los diversos informes psicológicos y
psiquiátricos aplicados a su persona la confirman como una persona mentalmente sana, mostrando
generalmente una actitud positiva producto de su lectura constante de la Biblia, actividad que le fue
enseñada por su madre.

In embargo, ante la intensa campaña mediática que se daba en su contra, y ante la posibilidad de
retornar injustamente a la cárcel, Elisván decide viajar fuera del país con su familia, yendo a residir
a Venezuela. Cabe señalar que, para entonces, éste no contaba con orden de captura alguna, por lo
que su salida del país fue del todo regular. Incluso ello le permitió contar con una cédula de
identificación en Venezuela que tenía su foto y sus datos reales; por ello, él alega que no se

12
escondió en ningún momento, esperando más bien el momento de juntar las pruebas que le
permitieran probar su inocencia para retornar al Perú.

El 11 de agosto del 2010 –esto es, pocos menos de 6 años de residir en Venezuela- Elisván Vergara
retorna al Perú, a fin de afrontar el juicio que se le había reservado en todos esos años. Cabe
señalar que, a pesar de tener una orden de captura internacional por haber sido declarado rebelde
en el proceso, Elisván decidió retornar de manera voluntaria, ingresando al penal de Cachiche bajo
el régimen de internamiento preventivo el 13 de agosto, donde se encuentra hasta hoy.

Recién el 12 de enero del 2011, luego de cinco meses de internamiento, se dará inicio al juicio oral
contra Elisván a cargo de la Sala Penal Liquidadora de Ica, conformada por los vocales RENAN
QUIROZ CARDENAS (quién participó en el proceso contra Cancino Sotelo), ALFREDO SEDANO
NUÑEZ QUISPE Y ELCIRA FARFAN. A inicios de mayo, el juicio fue suspendido temporalmente
debido al agravamiento de la diabetes que sufre Vergara, reiniciándose a finales de mayo. Será en
esta etapa que la defensa de Elisván presentará una primera recusación contra el vocal QUIROZ
CARDENAS, solicitando se retire del juicio ante la posibilidad de violar el principio de imparcialidad
por tener ya una opinión formada sobre el caso, la que fue rechazada.

El 14 de junio del 2011, Vergara presentó 21 nuevos medios probatorios para su actuación en juicio
oral (ver cuadro siguiente, de los cuales la Sala solo aceptó once (11). Increíblemente, tanto las
declaraciones de los efectivos policiales que realizaron la captura de Vergara, como las
declaraciones testimoniales de los familiares de la madre implicados en procesos por violación
sexual a menores fueron rechazadas, así como el pedido de los testimonios y peritajes psicológicos
de ambos padres de las víctimas, CARMEN ANICAMA ALLAUJA y FREDY CANALES MARTINEZ.

PRUEBA OFRECIDA CONDICION


1 Declaración testimonial de CARMEN ROSA ANICAMA ALLAUJA No aceptada
2 Declaración testimonial de JESUS ADOLFO MUÑANTE DE LA CRUZ No aceptada
3 Declaración testimonial de FREDY OSWALDO CANALES MARTINEZ No aceptada
4 Declaración testimonial de los efectivos policiales SOT2 PNP PEDRO No aceptada
CAMPOS MARTINEZ y SOT2 PNP CESAR GOMEZ PEÑA
5 Declaración testimonial de LUZ ELENA CABRERA PESCHIERA Aceptada
6 Declaración testimonial de VICTOR MANUEL ANICAMA BRAVO, No aceptada
OSCAR FELIX ANICAMA BRAVO y MANUEL CACIANO ANICAMA
BRAVO
7 Partida de nacimiento de LUZ ELENA CABRERA PESCHIERA Aceptada
8 Partida de matrimonio de ELISVAN VERGARA VENTURA Aceptada
9 Declaración testimonial de ETHEL KARINA ZEA LAZON, esposa de Aceptada
Elisván Vergara
10 Partida de nacimiento de la menor ELISVANA CAMILA VERGARA Aceptada
ZEA
11 Informe psicológico aplicado a ELISVAN VERGARA VENTURA Aceptada
12 Ratificación del Informe Psicológico anterior aplicado por el psicólogo Aceptada
MAX SEVILLANO DIAZ
13 Informe Médico-Psiquiátrico aplicado a ELISVAN VERGARA Aceptada
VENTURA
14 Ratificación del Informe Médico-Psiquiátrico anterior aplicado por el Aceptada
médico LUIS ALFREDO NUÑEZ JOSEL

13
15 Certificado Médico aplicado a ELISVAN VERGARA para el descarte Aceptada
de tatuajes en sus manos
16 Declaraciones juradas de MARTHA EUGENIA CASMA RAMIREZ, No aceptada
ELIANA MARISEL CABRERA PESCHIERA, PATRICIA ISABEL
LENGUA CUHCO, MARTA DEL ROSARIO CARRERA CHICLLA,
MARINA PESCHIERA DE CABRERA Y BENDICTO WALTER
CABRERA ANICAMA
17 Se ordene la pericia psicológica y psiquiátrica de los menores No aceptada
agraviados UACA y VCCA
18 Se ordene la pericia psicológica y psiquiátrica de los testigos CARMEN No aceptada
ROSA ANICAMA ALLAUJA y FREDY CANALES ANICAMA
19 Documental relativo al perfil sexual de los violadores No aceptada
20 Copia legalizada de la denuncia contra CARMEN ROSA ANICAMA No aceptada
ALLAUJA y otro por la presunta comisión del delito de falsificación de
documentos y fraude procesal
21 Certificado negativo de la SUNARP, respecto al vehículo de placa QF- Aceptada
_127, de color blanco.

Otras pruebas igualmente relevantes, como la ratificación de los testimonios de los menores
agraviados y su peritaje psicológico, han sido rechazadas por la Sala, impidiendo de esta manera
que se puedan tener nuevas luces sobre lo ocurrido. Cabe señalar que hoy los menores victimados
tienen mayor edad y mayor conciencia de lo ocurrido, por lo que un nuevo testimonio de su parte
puede ser fundamental para esclarecer la situación tanto de Vergara Ventura como de Cancino
Sotelo; y si bien su rechazo puede ser justificado por el daño psicológico ocasionado, como muestra
el caso de Loic Sécher ello abre también una oportunidad para que los agraviados puedan decir su
real verdad y dar paso a la aplicación de una verdadera justicia.

En la actualidad, el proceso contra Elisván Vergara parece estar encaminado nuevamente a la


aplicación de una sentencia mediática antes que propiamente judicial, cuando no a la aplicación de
una sentencia corrupta. Expresión de ello es la presencia de la ex magistrada NORKA MONZON,
recientemente investigada por la OCMA por el caso Sánchez Alayo, quién abría intentado “negociar”
con la defensa de Vergara su libertad a cambio de un pago, de acuerdo a los audios grabados por la
familia de éste. Por otro lado, la defensa cuenta también con audios grabados en los que interviene
la señora CARMEN ANICAMA ofreciendo al interno SAMUEL ARROYO BACA dinero a cambio de
denunciar a Vergara Ventura y Cancino Sotelo de haberlo violado en su celda, hecho por el cual se
viene preparando una denuncia contra dicha persona.

Ambos puntos van mostrando, de esta manera, la escasa credibilidad que tiene la denuncia inicial y
la necesidad de recurrir a las redes de corrupción para sostener un proceso que no tiene mayor
asidero real. Por ello, y ante la extraña insistencia del vocal QUIROZ CARDENAS de mantenerse al
frente del juicio, la defensa de Elisván Vergara ha visto conveniente solicitar se traslade el proceso a
otra sede judicial, a fin de que los hechos puedan ser analizados con mayor objetividad –como
ocurrió inicialmente en la Corte Suprema- y evitar que éste sea condenado injustamente a CADENA
PERPETUA, como ya ocurrió con su amigo JULIO CANCINO.

14
EPÍLOGO: POR UNA RECUPERACIÓN DE LA INOCENCIA PERDIDA

Como padres, el saber que cualquiera de nuestros hijos es objeto de tocamiento o violencia sexual
provoca sin duda nuestro más profundo rechazo, esperando que el responsable de ello termine su
vida encerrado en la cárcel o incluso sea condenado a muerte. Sin embargo, este sentimiento
natural no puede llevarnos, como seres humanos, a culpabilizar a una persona cuando no existen
pruebas sólidas contra ésta. Y si bien el testimonio de un menor víctima de la violencia no puede ser
dejado de lado, debe tenerse en cuenta también que, de acuerdo a la doctrina vigente al respecto,
dicho testimonio requiere un mínimo grado de credibilidad y confiabilidad para que éste sea
considerado como válido.

¿Qué hacer, sin embargo, cuando existen visibles contradicciones en el testimonio de los menores
víctimas sobre los rasgos físicos de sus atacantes? ¿Cómo creer en la imputación que se hace a
una persona a un mes de ocurrida la violación, y de otra a los dos meses, a pesar de vivir al lado?
¿Porqué se deja de lado el entorno familiar de las víctimas, cuando la mayor parte de violaciones a
menores de edad son realizadas por familiares cercanos? ¿Porqué la madre fue diligente para
denunciar pero no para que se compruebe la violación, si no hay algo que quiera ocultar? Lo cierto
es que el caso contra Cancino y Vergara despierta más preguntas que certezas, y el problema es
que no parece haber voluntad de la justicia por obtener las respuestas a dichas preguntas.

En un contexto como el actual, en el cual la ciudadanía exige sanciones más duras contra los
delincuentes, pedir una mayor reflexión y cuidado en el manejo de las pruebas, penas más
proporcionadas al delito o incluso apelar a la figura del indulto puede sonar algo descabellado, algo
así como una herejía. Sin embargo, casos como el presentado permite apreciar cuáles pueden ser
las consecuencias de una política criminal basada en una “mano dura” y en la venganza social,
abriendo el campo para que la parte presuntamente afectada pueda aprovecharse del sentimiento
público para debilitar la independencia y objetividad de la justicia.

En este marco, la justificación que puede esperarse de los jueces –tal como lo hicieron los vocales
supremos dirimentes- es que ellos solo se limitan a “aplicar la ley”, por lo que debería hacerse es
cambiar la ley y no quejarse de los jueces. Sin embargo, esto es solo parcialmente cierto: a nuestro
entender, en aras de la justicia los jueces no solo pueden recurrir a la ley sino también a principios
constitucionalmente relevantes, como el principio de proporcionalidad, el de presunción de inocencia
y el de respeto a la dignidad humana, para justificar sus decisiones, tal como lo intentaron los
vocales Príncipe Trujillo, Vinatéa Medina y Urbina Ganvini. Como señala Pérez Perdomo, la
responsabilidad de los jueces no se reduce a una aplicación estricta de la ley, sino a mantener la paz
social y restablecer las relaciones humanas, especialmente en países como el nuestro.

Peor aún, la responsabilidad social de los jueces se quiebra y diluye cuando éstos se muestran
débiles ante la opinión pública y el poder político, orientando sus decisiones por lo que estos
sectores exigen y no por lo que las pruebas demuestran. Lamentablemente, esta es una realidad de
nuestro sistema judicial, especialmente ante la amenaza de no pasar un proceso de ratificación por
la sola denuncia de los medios. Por ello, muchos jueces prefieren mandar o mantener a la cárcel a
personas inocentes antes que ser acusados de débiles y perder sus puestos.

En tal sentido, lo que podemos hacer como ciudadanos es no echarles a los jueces la culpa de la
inseguridad ciudadana o de la violencia social, por lo menos hasta el extremo de debilitar su

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independencia y objetividad judicial. Lo que se requiere de los jueces es más bien que sean
responsables frente a la verdad y a las pruebas, de manera tal que los verdaderos responsables
reciban la sanción que merecen y las personas inocentes puedan seguir desarrollando sus vidas de
manera normal.

Finalmente, esperamos que los jueces que hoy tienen en sus manos el proceso contra Elisván
Vergara Ventura muestren la objetividad y responsabilidad que no se tuvo frente a Julio Cancino
Sotelo, quien hoy purga condena sin mayores esperanzas en el penal de Cachiche, sufriendo una
pena similar a la dada a uno de los peores asesinos de nuestra historia: Abimael Guzmán. Y así
como no tenemos dudas de que el líder de Sendero Luminoso tiene la pena que se merece, sería
bueno que, como sociedad, no tuviéramos las grandes dudas que hoy tenemos sobre el castigo
dado a un joven sobre la base de una denuncia que hoy se cae pedazos, como la conciencia de
quienes lo condenaron.

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