‰8`!DR$k)FhŠ 246401365004750938 En la Ciudad de San Martín, en mi carácter de Juez integrante del Tribunal en lo Criminal N° 3 del Departamento Judicial de San Martín de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Martín Klobovs, a fin de explicitar los fundamentos del veredicto adelantado en la Causa N° 5.077 seguida a Eduardo Matias Millares (argentino, con DNI 32.767.734, nacido el 2 de junio de 1987, hijo de Eduardo Orlando Millares y de Yolanda Inés Acosta, con último domicilio en la calle Uspallata n° 1402 de la localidad bonaerense de José C. Paz). A fs. 336/343 de estos actuados quedó documentada la audiencia de debate celebrada el día 18 de mayo del corriente año y a continuación se darán a conocer los fundamentos del veredicto ya adelantado, producto de la valoración de las cuestiones esenciales establecidas en el art. 371 del C.P.P., dándose tratamiento a las siguientes CUESTIONES: Primera: ¿Se encuentra probada la existencia de los hechos en su exteriorización material? Segunda: ¿Está acreditada la participación en el mismo del acusado? Tercera: ¿Existen eximentes? Cuarta: ¿Se verifican atenuantes? Quinta: ¿Concurren agravantes? A la primera y segunda cuestiones, el Dr. Martin Klobovs dijo: Tengo para mí acreditado tras el juicio los hechos motivos de acusación, esto es: que el día 31 de marzo de 2017 en el interior del domicilio sito en Avenida Central 332 de la localidad bonaerense de José León Suarez del Partido de General San Martín, el imputado Matías Eduardo Millares abusó sexualmente a Giuliana Maricel Obando (nacida el 13/8/96) al agarrarla de los pelos y taparle la boca para luego llevarla a la fuerza a su habitación arrojándola en la cama, donde le sacó el toallón que tenía puesto para nuevamente taparle la boca con su mano y accederla carnalmente con su pene en la vagina luego por el ano de la víctima, infundiéndole miedo al decirle que no dijera nada ya que no le creerían y que era un juguete del imputado que tendría él cuando quisiera. También, que el día 19 de Mayo de 2017 en el interior del domicilio sito en Avenida Central 332 de la localidad bonaerense de José León Suarez del Partido de General San Martín, el imputado Matías Eduardo Millares abusó sexualmente a Giuliana Maricel Obando (nacida el 13/8/96) al agarrarla de los pelos y las muñecas para luego taparle la boca llevándola a la fuerza a la habitación, lugar donde la accedió carnalmente con su pene en la vagina y en el ano de la víctima, infundiéndole miedo al decirle que no dijera nada ya que no le creerían y ella es un juguete de él que tendría cuando quisiera. La plataforma sobre la que apoyo mi conclusión se conforma a través de plurales elementos de prueba, producidos tanto en la etapa de instrucción como en la audiencia de debate, dotados de suficiente capacidad convictiva como para acreditar la existencia del hecho en su exteriorización material. En efecto, esta es la prueba que se desarrolló en el debate: Alina Florencia Cieri: Soy perito psicóloga del Ministerio Público Fiscal, evalué a Maricel Obando en dos oportunidades, en septiembre de 2021 y recientemente, al pasar mucho tiempo desde la primera vez y al haberse suspendido el debate y el tiempo transcurrid se la evaluó de vuelta. Tenía 25 y 26 años en las evaluaciones. Se observó que habla de su padre, su madre que tienen buena relación, hablo de sus hermanos, que vivía con su pareja hace cinco años, después hablo de los hechos y del imputado, refiere que la obligaba a tocarla en sus partes íntimas, que era un juego, que no le diga nada a nadie que no me iban a creer, que pasaba en la casa de mi tía Yolanda en una pieza, que yo era un juguete, me dolía en las partes íntimas, paso a los 10 y a los 12 y a los 19, rompió en llanto, dijo que le dolía cuando pasaba, le conto a su papa y dijo que antes de que pasen las cosas se llevaba bien con el imputado. Se observó angustia en el relato, sintió vergüenza y asco, son comunes en los casos de abusos, el miedo como una supervivencia espiritual por la aversión con el objeto, en este caso el imputado. Las emociones no se razonas, emergen. Realizo tratamiento hace cuatro años, pensó que estaba bien, pero dijo que no podía salir sola, tenía convulsiones, epilepsia, le pasaba cuando estaba sola y la encontraban tirada y la tenían que llevar al hospital. En la entrevista entro en llanto varias veces y se tuvo que interrumpir. Dijo que quiere que este preso. Cada tanto se acuerda de lo que paso, a veces me duermo pensando en esto, me afecto para tener relaciones con su pareja. Estaba orientada, con juicio de realidad conservado, con angustia, tenía un ritmo de pensamiento lento compatible con el estado depresivo, no se encontraron psicopatologías que afecten el criterio de realidad, se descarta la fabulación. Se advirtió sentimiento de vacío, no se encontraba cómodo en lo afectivo, ansiedad, percibe al mundo como hostil, la persona no puede tramitar lo que le pasa y se provoca dolor a ella misma, se angustia y llora y con la patología de base (epilepsia) no puede hablar. Se encontraron dos indicadores, inespecíficos y compatibles, Sentimientos de vacío, reducción energética, dificultad de controlar las emociones y angustia y llanto al invocar los hechos, emoción de asco, recuerdos intrusivos, problemas para mantener relaciones sexuales. Todo compatible con los hechos de abusos sexuales. No refiere que haya sufrido otros hechos de abusos sexuales. Dice que es su primo el imputado, despertó una emoción de miedo y desprotección. Esto hace que mantenga el secreto la víctima, es un síndrome de acomodación. En la segunda evaluación el 9 de mayo de 2023, no la encontré en el mismo estado psicoemocional, a los 26 años quería pasar con la madre en la entrevista, cuando entro sola comenzó a llorar, al ser preguntada con la evaluación estaba de acuerdo, pero angustiada. Repite que tiene mucha angustia todo lo que está pasando, vuelve a referir que el imputado es su primo y cuenta los hechos denunciados, espontáneamente no quería hablar de los hechos, refiere que toma medicación por la epilepsia, pero llora todo el tiempo, se siente mal, se siente como un objeto, no quiere tener hijos por lo que le paso, le recomendé que de forma urgente tiene que hacer un tratamiento terapéutico, hizo la denuncia porque su padre la presiono que ella no quería pasar por todo esto, sobre el contexto de develamiento dice que le conto a su novio debido a que no quería tener relaciones sexuales, dice que al imputado lo veía como a un hermano. En cuanto al juicio dice que siente miedo que sean hombres los que le pregunten, Todas estas emociones son compatibles con abusos sexuales. Tenía un relato entre cortado con llantos y en momentos inentendible por la angustia que tenía, tiene tendencias masoquistas, no tenía elementos que la aten a la pulsión de vida, no se le observa nada positivo con lo que quiera seguir adelante, se encontraron secuelas por los hechos sufridos. Se advirtió que si bien tiene conocimiento del juicio que viene, no puede poner en palabras lo que paso, tiene la patología de base la epilepsia, una extrema vulnerabilidad, emocionalmente no sería conveniente que preste declaración en el juicio, por las tendencias masoquistas no puedo asegurar que se conviertan en otro paso a otro acting out, como ser conductas auto lesivas tendientes a suicidio, pasaría lo mismo que cuando estaba conmigo y no podía poner en palabras lo que paso y teniendo en cuenta que en esa ocasión era dirigirse hacia una mujer. A preguntas de la Defensa, dijo: que el cuadro de epilepsia puede traer o empeorar el estado depresivo, igual el estado depresivo puede ser empeorado por otras cuestiones, el estado tiene que ver con una estructura de personalidad, depende de la estructura de base. Ella lo relaciona con los hechos que sufrió. Dijo que realizo un tiempo tratamiento psicológico, pero lo dejo porque no quiere cargar a nadie con lo que le pasa, no quiere cargar a su familia con lo que le pasó. Hay personas que no tiene los recursos para tratarse y empezar, más aún cuando tiene un estado de depresión. Conforme quedo plasmada en el acta de debate y motivado en la petición efectuada por la Fiscalía con apoyo en el resultado de la evaluación de la Licenciada Alina Florencia Cieri, es que se incorporó en forma plena para su lectura el testimonio de Giuliana Maricel Obando (conforme artículo 366 excepción 2° del CPP) el cual se dio lectura a viva voz, y a continuación se trascribe: “Que leída la denuncia de fs. 2 vta., ratifica la misma por ser fiel reflejo de lo acontecido y reconoce como suya la firma inserta al pie. Que todo empezó cuando yo tenía ocho años, mi mamá me mandaba a la casa de mi tía Yolanda Acosta, era a cuatro casas de mi casa, de la mano de enfrente. Yolanda es la hermana de mi mamá, y es la madre de Matias Eduardo Millares. Mi mamá quería saber si estaba mi tía en su casa, y yo iba y siempre salía de bañarse Matías. En ese momento Matias tenía 17 o 18 años más o menos y me decía que espere a su mamá adentro y yo entraba en el comedor de la casa de Matías, y me agarraba y me decía que vayamos a jugar adentro de la pieza. Me agarraba del brazo y Matias cerraba la pieza. Se deja constancia que en este momento debido a que la deponente sufre de epilepsia y que comienza a angustiarse requiere que para seguir su declaración se encuentre presente su progenitora de nombre Lidia Angélica Acosta, DNI 18097202., quien se encuentra presente a partir de este momento en este acto. Que continúa diciendo que: Me agarraba el brazo y me decía que fuéramos a jugar adentro de la pieza de mi tía, y Matias dormía en esa pieza también. Matías me sacaba la ropa y él se sacaba el toallón y me agarraba y me tiraba en la cama de mi tía. Matias empezaba rozar "su miembro", es decir su pene, lo rozaba contra mi vagina y mi ano. No me sacaba toda la ropa, solamente la ropa de abajo, también me sacaba la ropa interior. Solamente me decía que me callara nada más. Siempre cuando mi tío traía a mi tía en el auto, Matías agarraba me cambiaba rápido y me decía que me siente en el comedor y que no diga nada, después entraba en la pieza de nuevo y llegaba mi tía y mi tío de trabajar. Siempre pasaba lo mismo, pasó desde los ocho hasta los nueve años. Pasaba seguido. Siempre fue en la casa de Matias, y estábamos solos en la casa, no había nadie. Después a los ocho años tuve un ataque de convulsiones, y mi mamá me llevaba a la Salita porque me ardía la vagina. Me llevó a una Salita que esta al fondo de la calle de mi casa, no me acuerdo el nombre. Después de los nueve años no pasó mas nada. Hasta el 31 de marzo de este año, cerca de las 14:00 horas, mi papá Marcos Obando, mi mamá Lidia Acosta y mi hermana, Alexandra Obando de 15 años de edad se fueron a llevar a mi hermano Ángel Obando, de 24 años, al trabajo. Vivimos todos juntos. Yo me quedé sola en mi casa, me estaba bañando, y cuando salí de bañarme, yo estaba con una toalla y lo vi a Matias, no sé cómo entró a mi casa, no tiene llaves de mi casa. Tenemos una puerta corrediza para entrar el auto, esa puerta no tiene llave, y se conecta a mi casa. Creo que pudo haber entrado por esa puerta. Matías me preguntó si estaba mi mamá, y yo le dije que no estaba, que se fueron, y Matias me agarro de los pelos, me tapó la boca con su mano, y me llevó a mi pieza, Se deja constancia que la víctima comienza a llorar, pero manifiesta que desea seguir su declaración. Me llevó a mi cuarto y me tiró Matias a mi cama y me sacó el toallon. Yo no quería, yo cerraba mis piernas y Matías me quería abrir las piernas, entonces quería gritar, pero no podía porque él me tapo la boca con su mano. Entonces Matias agarro me dijo que no diga nada, que nadie me va a creer y que yo soy su juguete, que él me va a tener cuando él quiera y yo me quede inmóvil, no me podía mover, solo miraba de costado, me dio miedo. Matias agarro y me violo. Que Matias agarro y me penetró. Yo me movía para que él no pudiera, pero Matias primero me penetró con su pene en mi vagina, y él me lastimo en la vagina. Yo sentía que me ardía que me dolía. No me dejo otro tipo de marcas en el cuerpo. Después me quería darme vuelta y yo no quería, yo me movía pero me dio vuelta, quede a espaldas de Matías. Matias me penetró en el ano con su pene. Matías no "terminó adentro". Preguntada para que diga si sabe lo que es eyacular, manifiesta: no. Que "terminar" es cundo el hombre ya "acaba". Que "acabar " es cuando el hombre "tira" el semen. Después Matias, se fue rápido, no sé porque se fue rápido. No sé cuántas veces me penetró. La otra vez fue el dos de junio de este año, cerca del mediodía, a las 13 horas aproximadamente, yo estaba sentada en el comedor de mi casa sola, no había nadie en mi casa, me estaba mandando mensajes con mi novio Christian Zavaleta, de 24 años, vive en Saenz Peña, pero no me acuerdo la dirección. Somos novios con Christian hace 6 meses ya. Christian me preguntó si estaba sola en mi casa y yo le mentí le dije que estaba con mi mamá, y me dijo Christian que se quedaba más tranquilo, porque yo le conté a él lo que me había pasado primero. Que viene Matias, entró por el portón, mis perras ya lo conocen a Matias, por eso no ladran. El portón tiene una traba pero se puede abrir fácilmente. La puerta que divide de mi casa del patio estaba abierta. Entra Matías al comedor, y me ve sentada a mi en el sillón, me agarro de las muñecas, me dijo que no dijera nada, me dijo lo mismo que la otra vez, que no diga nada, que nadie me va a creer, que yo soy su juguete, que me va a tener cuando quiera y me agarro de los pelos, me tapó la boca con su mano, me llevo de nuevo a mi pieza, me tiró en mi cama y me hizo lo mismo que la otra vez, me penetró con su pene por la vagina y por el ano. Paso lo mismo, después se fue rápido de mi casa. Después no vino más Matias a mi casa, y no lo volví a ver. Recibía llamadas al teléfono de línea de mi casa y contestaba cualquiera de mi familia, nadie contestaba y yo le preguntaba a mi novio si era él el que llamaba , me decía que no era él que podía ser mi primo. Pienso que podía ser mi primo para ver si estaba sola. Preguntada para que diga a quien se lo contó, manifiesta a mi novio Christian, a mi mamá, a una amiga de nombre Johanna Landin, que vive cerca de mi casa, no se la dirección, a mi prima Cecilia Acosta, que vive en José C Paz, no me acuerdo la dirección. Cecilia me contó que Matias había intentado hacerle algo a ella. Cecilia me contó que habían ido a Tucumán, la familia de ella y Matias y que estaban durmiendo en la casa de mi abuela y ella se fue a dormir con Matias porque se lo pidió su papá, y me dijo que Matias le había tocado la pierna y que ella le dijo que se "dejara de joder" y que nunca más la toco. Que le contó a su papá, pero no le creyó. Preguntada para que diga si hace tratamiento psicológico, manifiesta que: no, nunca hice. Preguntada para que diga si se inició sexualmente, manifiesta: sí, yo tuve relaciones sexuales con mi novio, tenía 19 años, fue en diciembre del año pasado antes de lo que me pasó con Matias. Preguntado para que diga si Matias uso preservativo, manifiesta: No uso. Preguntada para que diga los datos que conozca del imputado: refiere que se llama Matias Eduardo Millares, no se el DNI, el actualmente vive en el mismo domicilio que denuncie, la mamá de él es Yolanda Acosta, el papá Eduardo Millares, creo que tiene cerca de treinta años. Explicándosela los alcances de Art 72 del CP, manifiesta que es su deseo instar la acción penal; sufrido por ella...”. Lidia Angélica Acosta: Soy la mama de Giuliana Obando, vivíamos en José León Suarez, estábamos a media cuadra de Millares, es el hijo de mi hermana, venían siempre a mi casa. Cuando Giuliana tenía 8 años iba sola a la casa de mi hermana, yo la mandaba para que vea si estaba mi hermana para que yo vaya a tomar mate a su casa. Mi hija sufre de epiléptica desde los 8 años, desde que él empezó a tocar a mi hija, yo no lo sabía, Ella me decía que le ardía abajo en la vagina, siempre tenía rojo yo la lleve al médico y me decían que era por la ropa que usaba, mi sobrino le hizo eso, le hizo pasar por la vagina y por la cara su pene, cuando paso después que la violo, el novio de Giuliana vino y nos contó todo, antes ella no nos había dicho nada, nos dijo que Giuliana estaba muy mal que se quería matar y ella nos dijo que Matias la estaba violando. Mi hermana no podía creerlo, le pregunto a Giuliana y le conto también, ahora mi hija está muy mal y por eso no pudo venir a declarar. Nos dijo que la violo dos veces, el 31 de marzo y la segunda el 19 de mayo, que nosotros el 1 de mayo estuvimos todos juntos y él se cagaba de la risa, se reía de mi hija y yo no sabía que le estaba haciendo todo eso. Mi hija me dijo que hubo una tercera vez, pero ella se escapó. Matias conocía los movimientos de mi casa, llamaba por teléfono para ver si había alguien en la casa, en la casa no tenía llave el portón, el siempre entraba como otro hijo más de la familia, teníamos un perro y lo conocía a Matias, el entraba y salía lo conocíamos todos era de la familia. Giuliana estaba muy deprimida y no nos quería decir, nada, cuando nos enteramos nos dijo que no nos quiso decir porque tenía miedo que yo me pelee con mis hermanos, él le decía que si lo contaba nadie le iba a creer, que ella era un juguete más, por esto no nos contaba, después de esto se separó la familia. Cuando nos enteramos hable con Matías y me dijo que yo no le hice nada, que fue su papa el que lo hizo y después me dijo que no haga nada que no lo demande porque él iba a perder todo. Hoy Giuliana sigue con convulsiones y no quiere hablar de lo que le paso, está muy mal. Hace poco estaba sola y le agarro una convulsión, se lastima ella. Giuliana viene a mi casa y me dijo que la primera vez que la violo fue en mi casa, ella salía de bañarse la agarro de los pelos y la llevo a la pieza, y la segunda fue en el comedor. Giuliana no se quiere quedar a dormir en mi casa ni quedarse por mucho tiempo porque recuerda todo y le hace mal. A preguntas de la Defensa, dijo: el portón está en la entrada, el baño y después las habitaciones. Mi hija me dijo que el que llamaba era Matias, que él llamaba para ver si atenida Giuliana, Matias sabía todo lo que pasaba en mi casa y cuando nos íbamos. Antes no llevábamos bien entre todos Matias era como un hijo en mi casa. Marcos Gustavo Obando: Soy el papa de Giuliana Obando y tío de Matias Millares. Mi cuñada Yolanda Acosta vivía a media cuadra de mi casa, lo conocía de chiquito, lo quería como a un hijo, era habitual que fuera a mi casa, mi hija iba a su casa y él venía a mi casa, éramos una familia unida. Mis hijos con la familia Millares eran primos como si fueran amigos, fueron sus primeros amigos. Giuliana iba sola a la casa de Yolanda, mi señora y mis hijas estaban mucho tiempo en la casa de Yolanda, siempre estaba Matías, crecieron juntos. Matías entraba a mi casa sin permiso porque era uno más de la familia, Me entere de lo que paso por el novio de mi hija, un día domingo hacia frio y llego a mi casa y pregunto por mí, que me quería contar algo grave, me dice que a Giuliana la violaron, la violaron acá en esta casa, en mi dormitorio. El que la violo fue Matias me dice y yo no lo podía creer le decía que ojo que estaba haciendo una acusación grave y él me decía que sí, que fue así. Yo no podía creer que estaba pasando eso en mi casa y no sabía nada, yo no podía creerlo porque yo a Matias lo adoraba como a un hijo, Vinieron los papas de Matías, y la mama de Matías la abrazo a mi hija y le dijo por qué no lo conto antes llorando. Mi hija no quería que las hermanas se peleen, no quería que se rompa el vínculo familiar. En ese momento pensé en matarlo a este hijo de puta y los papas de Matias dijeron que hagamos lo que corresponda que lo denunciemos. Ahí me entere que había pasado cuando mi hija tenía ocho años, que le sacaba el miembro y se lo pasaba por la cara a los ocho años, ahí mi hija empezó a tener problemas con ataques de pánico y epilepsia, Hoy en día mi hija no quiere vivir. En ese momento no la quería presionar a mi hija porque no la quería presionar, se la pasaba llorando ella. Cuando hable con Giuliana no quiso contarme detalles, me conto que, si la violo, no podía hablar, me decía que sí. Ella no quería comer ni levantarse de la cama desde antes que me enterara que pasaba y yo la retaba por eso, pero no sabía por qué hacía eso, no sabía lo que le había pasado. Cuando se levantaba de la cama se tomaba la parte de la vagina porque le dolía. Los médicos nos decían que a mi hija le habían hecho algo. Ahí me di cuenta que le agarro esa enfermedad. Matias estaba mucho en la puerta de su casa y lo que hacía era ver para mi casa y estudiar los movimientos para ver si nosotros nos íbamos, porque cuando nos íbamos Matías venia para mi casa. El sabio los momentos en que mi hija estaba sola en la casa. Yo creo que lo hizo una vez y como mi hija no dijo nada lo hizo otras veces, sé que hubo una vez que mi hija le cerró la puerta. Note que Matías Millares una vez en la casa del suegro de Millares, era el día de la presentación del novio de mi hija, y desaparecieron mi hija y el novio, y los veo a los dos afuera sentados en frente y era que mi hija no podía estar ahí, porque Matias se la pasaba riendo y mi hija no podía estar ahí frente a él. Entraron y al rato otra vez se fueron, y fueron a la casa de enfrente y ahí la vi muy mal a mi hija, Después hubo una fiesta de cumpleaños de Alexandra mi hija y vinieron, y no vino Matias y lo fui a buscar a su casa porque no quería venir, no quería entrar a mi casa, algo le pasaba, tenía una actitud que nunca se la vi en él y cuando entro se sentó a un costado, algo pasaba ahí algo presentía que pasaba. Además de mi hija, supe que mi sobrina Cecilia Acosta conto que Millares intento violarla, fue en Tucumán cuando estaba de vacaciones, esto fue comentado en la familia. Después que me entero de lo de mi hija hable con Cecilia y le pregunté que paso, y me dijo que Matias la toco, le metió mano y le pidió por favor que no le cuente nada a nadie. Después que paso todo esto los papas de Matias no nos hablan más. A preguntas de la Defensa, dijo: la perimetral la tenía porque cuando me entere de lo que paso con mi hija, me puse como loco, y Matias se asustó y me puso una perimetral. Sobre lo que le paso a Cecilia Acosta no recuerdo bien cuando me entere. Me entere por el chismerío de la familia. Sé que el papa de Millares fue a la casa de Cecilia para defenderlo. Yo trabajaba de remisero. El frente de mi casa tiene un portón corredizo y una puerta para entrar. La casa tiene tres piezas, cocina y baño, el portón al entrar está el baño a la izquierda y después el comedor y los dormitorios, la traba del portón se abre de afuera y de adentro, no tiene cerradura, con un pasador. Ángel Obando: Soy hermano de Guiliana y primo de Matías Millares, soy cuatro años mayor que mi hermana. Mi primo Matías vivía a dos casas de donde vivíamos, teníamos relación de primos hermanos, era el hermano mayor que nunca tuve. Lo queríamos demasiado, mi vieja era su segunda mamá. Me acuerdo que venía de trabajar y me llama mi mama que había pasado algo con mi primo, cuando llego a mi casa me encuentro con que Giuliana y mi familia estaban todos llorando, y el novio de Giuliana me cuenta lo que le paso porque mi hermana no podía ni hablar, la mama de Matias también estaba ahí. Lo primero que pensé es que era mentira porque éramos como hermanos. Mi tía Yolanda y mi tío Eduardo decían que hagamos lo que corresponda que la Justicia lo determine, también estaban mal por todo. Después me senté solos con mi hermana y me conto llorando lo que había pasado, me conto que el constante acoso y manoseo empezó cuando éramos chicos, íbamos siempre a la casa de ellos y ella desaparecía por momentos y cuando venía se quería ir, yo no sabía por qué, ella me decía que se quería ir. Cuando ella desaparecía Matías también lo hacía, siempre faltaba Matías y ella en esas situaciones, después ella me conto las cosas que le hacía, le pasaba el miembro por la cara y por la cola. Yo me puse mal porque nunca me di cuenta. Después me conto lo que le hizo en mi casa que la arrastro de los pelos hasta la pieza, y la violo, me dijo que le decía "no digas nada vos sos mi juguete yo te voy a tener las veces que yo quiera" y ella me dijo que no conto nada porque si ella hablaba la familia se rompía. Me conto también la segunda vez que salió del baño y ella estaba ahí y se lo hizo de nuevo, no quise preguntar detalles porque ella es epiléptica y se ponía mal. Yo me mantuve alejado un buen tiempo porque me había afectado mucho, empecé a recordar situaciones de mi primo, como ser que ya no se quedaba en casa como lo hacía antes, no lo veía tan seguido, todo esto pasaba antes de enterarme de lo que paso con mi hermana, me di cuenta de actitudes de mi primo, o como cuando nos juntábamos mi hermana se ponía mal o en los partido de futbol el novio de mi hermana le pegaba mucho en el partido a Matías y yo le decía porque lo hacía, y mi hermana y su novio se fueron de la fiesta. Muchas veces desde el 2017 la encontraba a mi hermana llorando en mi casa. Hoy en día Giuliana está muy mal, muy mal, le agarran ataque de epilepsia, no comía, no dormía, todo desde que conto lo que le paso, hay veces que no quiere levantarse y me dice que no está bien, sufre de depresión y ansiedad. Básicamente ella hoy está muy mal, hable con ella y me dijo que no puede declarar en el juicio y no puede estar cerca de mi primo Matías. Me entere que mi prima Cecilia Acosta también tuvo un problema en Tucumán que Matías la había manoseado, le había contado a una prima de nombre Roxana, esto había trascendido en la familia, se enteraron, pero nadie lo creía y todo quedó ahí. Lo de Cecilia fue mucho antes de lo de Giuliana. A preguntas de la Defensa, dijo: al momento de los hechos vivía con mi hermana, yo trabajaba de 2 de la tarde a 10 de la noche en Supermercados Día. Sé que mi hermana tomaba medicamentos por la epilepsia, pero no recuerdo cuales eran porque se las cambiaban constantemente, hizo tratamiento psicológico de grande en el Hospital Castex. Mi casa tiene un patio, un portón medio precario, un baño afuera, el comedor y las piezas junto a la cocina. El portón era bastante precario de madera si no me equivoco, se cerraba con un candado. Cristian Zavaleta Ruiz: Soy el novio de Giuliana Obando, convivimos juntos, la conocí cuando ella tenía 19 años. Cuando la conocí era muy alegre risueña, ella vivía en ese momento con sus papas. De repente cambio su forma de ser totalmente como si algo la atormentaba, cuando volví de vacaciones la note diferente, su sueño era cortado como si tuviera pesadillas, temblaba, no era habitual antes, le preguntaba que pasaba de a poco y me termino contando fragmentos de su niñez que tenía un primo que la tocaba, hasta ahí no me decía quién era, más adelante me conto quien era. De a poco fui yendo preguntando porque no quería invadir. Un día nos invitaron a una reunión familiar donde ella no quería ir, y yo le decía que teníamos que ir juntos, y una vez ahí se ponía mal, pedía no estar ahí, y nos fuimos de la fiesta y nos fuimos a una casa de un familiar cercano y me dijo quién era el primo. Me conto que Millares entro a su casa y ella se estaba bañando y al terminar entro Millares y la llevo a la pieza y la abuso. Ella mi pidió que no digiera nada porque tenía miedo que su familia se desmembrara. Después En otra ocasión fuimos al cine con su hermana y cuando volvimos en el pasillo de mi casa ella se largó a llorar y al preguntarle me dijo que había pasado otra vez lo del abuso y ahí dije que vayamos a su casa para contarle a sus papas y fuimos y pudimos contarles a sus papas de todo esto. Yo fui quien empezó a contarle y después ella lo hizo. Cuando me decía Millares después me termino diciendo que era Matias Millares. Me dijo que esta persona le decía que nadie le iba a creer y que ella iba a ser su juguetito. Me conto que hubo penetración anal y vaginal y que no uso preservativo su primo. Me dijo que Matias entraba por la reja que tenía una trabita para abrir, cuando había gente adentro cuando había uno en la casa la trabita se corría y se abría y se podía pasar. Hoy en día trata de ser fuerte, sobre lo que le paso, pero se quiebra y se apaga. Al principio teníamos relaciones sexuales normales, pero después tenia rechazo al sexo, después lo pudimos mejorar, le pregunte y me decía por lo que le pasaba. Los hechos tuvieron muchas consecuencias en la vida de Giuliana, al principio ella había perdido interés en la vida, no quería comer, había perdido mucho peso, se apagaron sus proyectos de trabajo y estudiar, ahora cada tanto se apaga Giuliana. A la casa de sus padres no podía volver, tenía rechazo al lugar porque ahí pasaron los abusos, no sufrió abusos por parte de otra persona solo por parte de Matías Millares. A preguntas de la Defensa, dijo: en la actualidad nos llevamos bien, con proyectos por parte mía y tratando que ella quiera hacerlos, por momentos está bien y por momentos está mal, esta medicada. Empecé a salir con Giuliana cuando yo tenía 23 años. Cuando volví de vacaciones me conto Giuliana lo que paso. Sobre la reunión del 1 de mayo, en ese momento sabía que el primo le había hecho algo de chica, frente a esa casa viven muchas primas como también Cecilia. Giuliana va al médico por la epilepsia. Johana Mabel Landin: Soy amiga de Giuliana Obando. Cuando la conocí era alegre, tranquila y muy buena compañera. Me conto que se sentía deprimida porque le había pasado algo y no sabía cómo contarlo, me cuenta que estaba saliendo de bañarse y esta persona la había tomado por la fuerza y la llevo a su dormitorio y la tomo por la fuerza, me dijo que la agarro del pelo la tiro a la cama y que "hizo lo que hizo", yo interprete que la toco o hizo algo que ella no quiso, algo de un contenido de abuso sexual, me dijo que la persona era Matías Millares, al cual lo conozco porque soy amiga de la familia, lo veía en los encuentros familiares en la casa de Giuliana, su primo era alguien. Giuliana me dijo que no sufrió abuso sexual por otra persona, Ahora yo la veo distinta, apagada, no es la misma de antes, ella me dice que todo lo que le pasa es por lo que le paso con su primo Matías Millares. A preguntas de la Defensa, dijo: la casa de Giuliana es grande, amplia, tiene un baño, un patio, una cocina pequeña, con dormitorios, el acceso es por la puerta de entrada el patio y la puerta de la casa. Antes de enterarme la veía bajoneada, le preguntaba si pasaba algo y no me decía nada, hasta que un día me quiso contar lo que le paso. Alejandra Ponce: Soy psicóloga, trabajo hace muchos años en el Hospital Castex, recuerdo tener como paciente a Giuliana Obando por una denuncia de la UFI 14 por un abuso sexual de parte de un familiar, tenía 20 años Giuliana, fue en Junio de hace seis años, en el 2018, ella asistía una vez por semana y después cada quince días, acudía por los padres, y después por el novio, las sesiones de terapia era de forma individual, al principio estaba bastante reticente, a ella le costaba hablar y hablaba la madre, luego se empezó a expresar, todo en un marco de angustia y ansiedad, me relato los hechos por los cuales había sido derivada que eran dos hechos en marzo y mayo de ese año y después hizo referencia a otros hechos cuando ella tenía ocho años. Me relato que el 31 de marzo estando en su casa sola había entrado el primo y por la fuerza la había sometido, no dio demasiados detalles, estaba bastante afectada y angustiada, de la misma forma con menos detalles conto el de Mayo y que fue de la misma forma estando en su caso y sola, que le dijo cosas como "no le iba a creer nadie que no lo diga que él lo iba a hacer las veces que quisiera". Me resulto un relato coherente y verosímil. No encontré indicadores de fabulación ni de inducción, ella hablo especialmente de lo que le sucedió al principio y después evitaba hablar del hecho. Siempre dijo que se trataba de la misma persona y que no había sufrido esos episodios con otras personas, nunca cito algo así. El contexto del develamiento me comento que en determinado momento estaba angustiada porque no sabía qué hacer y el novio nota que estaba mal y ella le conto a él lo que había sucedido y el la insto a que se lo cuente a los padres, que lo exprese. Ella dijo constantemente en la terapia un sentimiento de culpa porque pensaba que no haberlo dicho cuando era pequeña había provocado que pasara lo que después paso, se sentía culpable en no haberlo dicho en su momento. Ella resignifico estos hechos desde lo que ocurrió en forma posterior. Es habitual que no cuenten nada cuando ocurre en un ambiente familiar. Me refirió que el tema sexual con su novio le costaba mucho, pensarlo, hablarlo, me dijo que hacía poco había empezad a mantener relaciones. Los hechos de abusos habían ocurrido en su casa y reiteradas veces expreso angustia por no querer estar en esa casa por no sentirse cómoda en ese lugar, y por la conflictiva familiar que esto provoco, conflicto entre los padres porque tenía que ver con la familia materna, la enfermedad de un tío y su fallecimiento ella lo piensa y se siente culpable porque piensa que todos están mal por lo que le paso a ella y el haberlo dicho y que se haga visible. A preguntas de la Defensa, dijo: los conflictos familiares era situaciones de discusiones entre los padres por el tema de que era la familia materna la que estaba involucrada, no quería estar en el lugar que se hablaba del tema. La relación de Giuliana con su familia a veces se sentía sobre protegida, lo cual no le gustaba la idea porque no la dejaban salir mucho, citaba el tema de la epilepsia, se sentía encerrada. La relación con los padres era de confianza, pero por momentos tenia comportamientos de no sentirse "no entendida" por cuestiones propias de su edad, ella quería tener más libertad. Giuliana era introvertida con rasgos de no poder expresarse, era de estar mucho en la casa, yo pondría especial énfasis en su enfermedad porque al tener epilepsia de pequeña la limitó de tener otro tipo de actividades, sumado a su adolescencia y el estar un poco enojada porque había cosas que no le dejaban hacer. La relación que tenía con su familia era común de su edad, todos los chicos de esa edad se quejan de si la dejan salir o no, según ella decía que la tenían muy controlada por el tema de su enfermedad. Cecilia Acosta: Soy prima de Giuliana Obando y de Matias Millares. Me llevaba bien con los dos, yo vivía en José C. Paz. Era una familia de reunirse mucho, compartíamos cosas, nos fuimos de vacaciones a Tucumán a visitar a mi abuela, nos fuimos mi papa, mis tíos y mi primo Matias, yo tenía 14 o 15 años y Matias es más grande que yo, y paso que estábamos en una pieza y no había lugar y yo dormí con Matias en una cama, en un momento él pone la pierna arriba de mi pierna y me quedo como asustada y el me empezó a acariciar la pierna y le dije que se quede quieto y él se quedó quito y ahí yo no pude dormir bien y no dije nada y al otro día voy al baño y no tenía pared terminada, se escuchaba y él me dijo lesbiana, no sé por qué, yo le dije que era un resentido, me salió decirle así, de ahí que yo salgo del baño y le digo a mi papa que me quiero ir a la casa de mi tía porque me sentía incomoda, cuando vuelvo a Buenos Aires me junto con la mujer de él y le cuento a ella lo que paso, después me llama Matias y me dice "que andas hablando vos" y me decía que si yo le iba a contar a mi papa y yo lo insulte y le corte. Yo se lo conté a mi papa y mi mama se enojó mucho y mi papa dijo que iba a hablar con él, y él dijo que quizás lo hizo dormido. No se hizo la denuncia, esto lo supo toda la familia, nadie me ayudo, Me entere lo que le paso a Giuliana, me lo conto mi papa, yo la fui a ver a Giuliana a la casa, pero no quise hablar de lo que sucedió y la vi muy angustiada, muy mal, no quería hablar del tema con ella porque la vi muy mal. Hoy en día no hablamos de ese tema. A preguntas de la Defensa, dijo: vivo en José C. Paz. Sergio Bernardo Linardi: Matias trabaja conmigo hace 15 años en la metalúrgica, trabaja de 7 de la mañana hasta las 16 horas, es un excelente empleado y persona, es obediente respetuoso. En marzo del 2017 no recuerdo si faltaba, pero recuerdo A preguntas de la fiscalía, dijo: en caso de tomarse vacaciones, no influyen en el presentismo. Raúl Amilcar Gómez: Conozco a Matias hace 15 años por el trabajo, en Metalúrgica, el horario de trabajo es de 7 a 16 horas, como compañero es buena persona, no es de faltar. Si falta le quitan el presentismo. A preguntas de la Fiscalía, dijo; conozco a la familia de Matias, un tío de parte de la madre trabaja con nosotros, de nombre Bernardo Acosta, nos juntábamos en la casa del tío, no sé quién es Giuliana Obando, nunca lo vi a Millares con Giuliana. Gonzalo Nahuel Quintero: Conozco a Matías hace 15 años y trabajo hace 9 años con él, deje de ser compañero hace 6 años, en el 2017 era compañero de él hasta agosto del 2017, tenía el horario de trabajo de 8 a 17 horas, era excelente persona, no tenía ausencias, si tiene ausencias te descuentas horas. Ageda Martina Sánchez: Conozco a Matias y Giuliana de chicos. Matias es el esposo de mi sobrina. No conozco a los tíos. Matias es excelente persona, muy educado, muy respetuoso, la relación que tiene con mi sobrina es excelente. Se por qué es el juicio. De la prueba incorporada por lectura, debe citarse: * La denuncia de fs. 4/vta. realizada el 12 de junio de 2017 ante la Comisaría Cuarta de San Martin por la victima de autos Giuliana Maricel Obando, de 20 años de edad, con domicilio en la calle Central Nro. 332 del Barrio Cárcova, San Martin, quien en en lo sustancial refirió que resulta ser prima del imputado de autos. Que cuando ella tenía 8 años iba de visita a la casa de su tía, quien vive a tres casas de distancia de la deponente, donde también vivía su primo Millares. Que cuando no había nadie en la casa éste le decía “vamos a jugar” y le frotaba el pene en el ano y la vagina, que esto le provocaba lesiones. Que sucedió hasta los 9 años de la dicente. Asimismo, agregó que el día 31 de marzo del 2017 siendo las 12.00 hs aproximadamente en circunstancias que se encontraba en su domicilio sola, es que salió de bañarse envuelta con una toalla y se encontró con que Millares estaba en su casa, quien la tomó de los cabellos y la llevó hasta su habitación y con el uso de la fuerza la penetró anal y vaginalmente, no eyaculando en su interior. Que le dijo “no digas nada, sos mi juguete, nadie te va a creer y yo te voy a tener cuando tenga ganas” para luego retirarse del lugar. Que el día 19 de mayo de 2017 en momentos que se encontraba en su domicilio sola, ya que su familia había salido, que estaba en el comedor, cuando entró su primo Millares y por la fuerza la llevó hasta su habitación donde le sacó sus ropas y la penetró anal y vaginalmente, sin eyacular en su interior, para repetir sus dichos. Que las dos veces le provocó lesiones en su zona íntima, siendo que la primera vez la lesionó en su zona inguinal, por la cual sus padres la llevaron al Hospital Eva Perón Ex Castex. Que cuando ocurrió el primer episodio, la dicente ya había tenido relaciones sexuales. Que según recuerda, antes de cada episodio en su casa sonaba el teléfono de línea y que al atender nadie respondía, como si su primo estuviera verificando que se encuentre sola, que desea instar la acción penal. * Copias certificadas de documentación (fs. 10/vta.) correspondiente al DNI de Giuliana Maricel Obando, nacida el 13 de agosto de 1996 y con domicilio en la calle Av. Central n° 332 de la localidad bonaerense de José León Suarez del Partido de General San Martin; como también de su padre Marcos Gustavo Obando. * Copias de la historia clínica de Giuliana Maricel Obando del Hospital Interzonal de Agudos Eva Perón (fs. 11/14), tratándose de una ecografía abdominal realizada por el Servicio de Diagnóstico por Imágenes del Hospital Interzonal de Agudos Eva Perón a la víctima de autos con fecha 11 de mayo de 2017. Conforme el informe suscripto por el Dr. Di Bucci, la paciente presentaba hígado de forma, tamaño, ecogenenicidad y ecoestructura conservada; vía billar intra y extra hepática no dilatada; Vesícula billar de paredes finas sin litos en su interior; Bazo y páncreas de características ecográficas habituales; Ambos riñones de forma, tamaño y ecoestructura habitual, índice cortico medular conservado, no se observan elementos macrolitiasicos ni dilataciones del sistema excretor; no se observa líquido libre en cavidad abdominal al momento del estudio. * A fs. 32/58 y 90/110 obra la Historia Clínica de internación y atención medica de la víctima Giuliana Mariucel Obando en el Hospital Interzonal de Agudos Eva Perón del que surge es una paciente que padece de convulsiones en forma habitual con motivo del cuadro de epilepsia que le fue diagnosticado a los 8 años, recibiendo como tratamiento anticonvulsionante consistente en la ingesta de ácido valórico. También consta que a los 8 meses de vida fue intervenida por una tumoración inguinal derecha e izquierda (bilateral). Es asistida en ese nosocomio por el sector de neurología. Se hace constar consulta de fecha 28/06/2017, por el área de ginecología, oportunidad en la que Giuliana tenía 20 años, siendo derivada a esa especialidad por la Oficina de Legales a partir de la denuncia efectuada ante la UFI 14 Departamental por abuso sexual con acceso carnal. Respecto de esa consulta, se hace constar que el agresor es Matías Millares, primo de Giuliana. Que ya hubo episodios cuando ella tenía 8 años por el lapso de 1 año hasta sus 9 años. Que la damnificada se presenta muy angustiada, por lo cual la especialista se entrevista con la progenitora de Giuliana, Sra. Lidia Acosta. La madre les relató los hechos ocurridos. Primer episodio hacia fines de marzo y el segundo evento, hacia fines de mayo. Está en seguimiento por parte del área de psicología. * El reconocimiento médico de Giuliana Maricel Obando de fs. 15/16 con fecha 16 de junio de 2017 por la Perito Medico del Ministerio Público Fiscal Lic. Karina Verónica Musso, quien en virtud del examen realizado a la menor Giuliana Maricel Obando, concluye: padece de epilepsia, se expresa con monosílabos, deambula sin dificultad; desarrollo óseo y muscular acorde a la edad, contextura corporal mediana e higiene adecuada; desarrollo phberal estadío 5 de Tanner. Refiere como antecedentes ginecológicos que su menarca fue a los 14 años, siendo incierta la fecha de la última menstruación, en junio de 2017, es usuaria de anticonceptivos inyectables y método barrera. Cabeza y cuello sin lesiones. Al examinarla en posición ginecológica se observa: Labios mayores sin lesiones; labios menores se observan múltiples lesiones condilomatosas rosadas en región clitorídea; Horquilla vulvar, se observan múltiples lesiones condilomatosas rosadas entre entre hora 4 y hora 8; Introito o vestíbulo vaginal, se observan múltiples lesiones condilomatosas rosadas; meato uretral, sin lesiones; Himen desflorado de antigua data; Perineo, sin lesiones. Al examen de la región anal: Esfínter anal tónico; Pliegues anales conservados; periano, se observan dos lesiones condilomatosas rosadas emergiendo del orificio anal. No se observan lesiones paragenitales. El examen se realiza a ojo desnudo y a continuación con elemento de magnificación óptica. Conclusión: himen desflorado de antigua data. Se observan múltiples lesiones condilomatosas rosadas en clítoris, introito, horquilla vulvar y periano. Las mismas impresionan ser de origen viral –HPV-, debiendo descartarse otras patologías condilomas de origen sifilíticos. * La Pericia Psicológica de Giuliana Maricel Obando a fs. 81/84 realizada el 15 de diciembre de 2017 por la Lic. Graciela María Castelló, Perito Psicológa de la Asesoría Pericial Departamental. Evaluación psíquica: La Srta. Giuliana Maricel Obandose ha presentado en la Asesoría Pericial vestida con sencillez, prolijidad y en buenas condiciones de cuidado personal. Mantuvo una actitud respetuosa al encuadre propuesto brindando un relato ordenado y claro de su acontecer vital, así como también en el abordaje de los hechos que impulsaron la presente causa. Su discurso fue en todo momento expresivo en las connotaciones afectivas que acompañaron a sus verbalizaciones, evidenciando un tono emocional difórico, con ocasionales momentos de llanto. Esta modalidad anímica se mantuvo a lo largo de las entrevistas. No se han apreciado contradicciones en sus relatos con las declraciones vertidas oportunamente y obrantes en la causa. En todo momento se mostró lúcida y globalmente orientada. No ha incurrido en fallas lógicas ni en confusiones. Las funciones psíquicas superiores – atención, concentración y memoria- se valoraron levemente lentificadas, juicio de realidad conservado, no existiendo, al momento del examen, actividad delirante y/o ideación bizarra. La entrevistada posee una organización dinámica de la personalidad que alcanza una estructuración neurótica y adaptada con ansiedad, angustia y estado de ánimo tinte depresivo. Realizando una evaluación cualitativa, su nivel intelectual se infiere dentro de una calidad media en relación al promedio general, acorde al nivel de instrucción y recibida. Posee un ritmo de pensamiento lento que condice con su estado de ánimo deprimido y su padecimiento neurológico (epilepsia). Se observan elementos que dan cuenta de angustia y tensión fóbica, con existencia de escasa energía psíquica, requiriendo apoyarse en aspectos concretos para funcionar a expensas de un pleno desarrollo intelectual, mostrándose poco deseosa de desplegar su potencial. Es sensible a los estímulos del mundo externo, no obstante ello, ofrece escasa capacidad para expresar lo que la impresiona o siente, poniendo de manifiesto un bloqueo en dicho aspecto. Cuando lo logra puede recurrir a formas intensas y hasta descontroladas. Significativa tendencia a refugiarse en su mundo interno, las emociones se encuentran disociadas con dificultades para enfrentar la vida, formando una especie de coraza defensiva que le permite permanecer fuera del circuito del intercambio afectivo. Surgen indicadores que sugieren el atravesamiento de situaciones traumáticas. Presenta sentimientos y actitud ambivalente entre la autoprotección (o defensa) y la receptabilidad (o apertura). Se muestra insegura, dubitativa, con actitud autoexigente y crítica. Elementos que ponen de manifiesto la presencia de angustia junto con intentos de alejar aquellas representaciones que la evoquen, evitando acercarse realmente a lo que se la produce. Presenta inestabilidad interior que intenta sobre compensar. Es una persona introvertida, susceptible, tensionada y cautelosa, con temor a nuevas frustraciones por haber padecido experiencias traumáticas en la que predominan los afectos disfóricos. Es vulnerable en las relaciones humanas, dispone de escasas áreas libres de conflicto y pocas defensas, aspectos que permiten inferir una situación de probable crisis. Es proclive a establecer relaciones interpersonales con características simbióticas, que alterna con una significativa inclinación al aislamiento como recurso para evitar el encuentro con otro. Presenta un monto importante de ansiedad. Muestra un reforzamiento caracterológico de las defensas ante la angustia, que da cuenta de inmovilidad y marcada rigidez defensiva. Emplea preponderantemente mecanismos de conductas evitativas, represión y anulación que, por su rigidez en su utilización, recaen en el empobrecimiento yoico. Se observan indicadores que dan cuenta de una psicosexualidad conflictiva y represión intensa. Baja autoestima, rechazo de aspectos vinculados a su propio cuerpo, sentimientos de incompletud ofreciendo, a cambio su aspecto social en la esfera emocional o en las relaciones con su entorno. Tendencia hacia la pasividad y al sometimiento. Evidencia un significativo índice de conflicto. Sobre los puntos periciales, se incluyó: Evaluar el estado psíquico de la víctima y determinar características de su personalidad: En síntesis, la examinada presenta características de personalidad neurótica con estado de ánimo depresivo y funcionamiento yoico que puede manifestarse endeble. El juicio de realidad se valoró adecuado. Los indicadores hallados no permiten descartar la posibilidad de que recurra a actuaciones autoagresivas como vía de escape de estados perturbadores no elaborados en forma reflexiva. Se observa inseguridad y temor, con inhibición de la creatividad y descenso del humor. Afectivamente se muestra controlada sin una adecuada expresividad, manifestando una conducta ambivalente entre la autoprotección y la apertura y significativa tendencia al aislamiento. Se revela un monto importante de ansiedad encubierta. Impresiona cierta fragilidad para defenderse de sus conflictos. Se muestra a la defensiva inclinándose al repliegue hacia sí misma. - Establecer si presenta indicadores de victimización por abuso sexual: Se observan indicadores conflictivos y de alta carga emocional que podrían vincularse a una situación traumática semejante al abuso sexual. Sus expresiones corporales evidenciaban el malestar generado al relatar los hechos que se investigan, apreciándose, a través de su discurso y ante la evocación de la situación denunciada como esta se tornaría intolerable, concluyendo con un desasosiego emocional general y llanto. Determinar si surgen indicadores de fabulación: A través del estudio realizado no se han hallado indicadores que permitan advertir fabulación. Establecer si presenta trastornos psicopatológicos vinculables con los hechos denunciados y en su caso, describir como repercuten en las diversas áreas de su vida: La Perito considera haber respondido este punto en el cuerpo del presente dictamen. Indicar si resulta necesario tratamiento psicológico: Se sugiere la continuación del tratamiento psicoterapeútico iniciado tendiente a la elaboración de aspectos internos que podrían generar situaciones disruptivas y/o autoagresivas. A fs. 119 obra el informe del Registro Nacional de Reincidencia del cual surge que el imputado Millares no registra antecedentes penales computables. La Pericia Psicológica llevada a cabo sobre la persona de Matías Eduardo Millares a fs. 135/138 realizada el 8 de Agosto de 2018 por la Perito Psicóloga de la Asesoría Pericial Departamental Lic. Claudia R. Echeverria y de la cual surgen los siguientes extremos: Examen psíquico y puntos de pericia: El Sr. Millares, al momento de ser examinado, se encuentra lúcido, vigil, globalmente orientado, con escasa conciencia de la situación pericial en la que está implicado. Su actitud fue colaboradora y respetó en todo momento las pautas del encuadre pericial. El pensamiento presenta curso normal, mantiene deliberadamente las pautas culturales de protocolo y cortesía. En relación a la atención se encuentra conservada. En cuanto a la sensopercepción del Sr. Millares no se valora perdida del criterio de realidad, ni se observan perturbaciones, por lo que se concluye, al efecto, que no posee ideación delirante ni un desajuste de tipo psicótico (patológico). Su vocabulario es el propio de una persona con un nivel de instrucción medio, su discurso mantiene la concatenación lógica. El Sr. Millares presenta escasos recursos cognoscitivos, posee un pensamiento de tipo lógico operatorio concreto, exhibe escasa disciplina mental, se observa inadecuación en la automatización de los procesos lógicos del pensar, propio de personas de menor edad o de escasa escolarización; siendo esta una evaluación cualitativa ya que esta surge de la valoración global de la prueba. El Sr. Millares evidencia encontrarse bajo una gran presión, por lo cual manifiesta incertidumbre e inseguridad, que lo posicionan defensivamente en función de lo que puedan provocar su comportamiento o sus respuestas en la entrevistadora. Es una persona con un altísimo monto de ansiedad, con fijación en lo materno y lo relativo a su pasado, este retroceso y refugio en sí hace que, en vez de hacer frente a los problemas o dificultades, busque un resguardo contra ellos, indicando un estado de regresión al servicio del Yo, un retorno a etapas anteriores donde él se ha sentido comprendido y protegido y no ha tenido que enfrentarse con ningún conflicto o fracaso, por lo cual siente impotencia e incapacidad de logro de satisfacción en el ambiente que lo impulsa a huir de lo desagradable. Cuando la insatisfacción lo desborda se vuelca sobre el ambiente en forma hostil. Luego de un exhaustivo análisis intra e inter test se observan convergencias y recurrencias que permiten indicar que el Sr. Millares no es una persona espontánea, cuida su imagen y filtra todo lo que va a exteriorizar, evita dar a conocer todo aquello que no desea que se sepa, o deja las cosas a medio decir y manipula las relaciones interpersonales de acuerdo con sus necesidades, mostrando solamente una parte de sí mismo, según lo que supone podría ser de su convivencia. Interpreta la realidad sin solidez en sus juicios, dejando traslucir que el procesamiento del pensamiento presenta inadecuación en la reflexión selectiva, rigidez, obstinación y una sublimación impropia, por lo cual se siente en inferioridad de condiciones, resultando como forma compensatoria de afrontar la realidad que el Sr. Millares pone en acción su parte emotiva, sin poder evitar la contaminación de sus pensamientos con aspectos inapropiados –centrados en la fantasía-, por las que busca ejercer el poder. Dicho de otro modo, el Sr. Millares es una persona que presenta inestabilidad, demostrando ambición de imponerse sobre los demás, manifestando deseo de independencia y evidenciando falta de coordinación permite afirmar que el Sr. Millares no posee los recursos suficientes para simbolizar, por lo que los estímulos internos quedan sobrepasados por las emociones, llevándolo a la acción consciente, con imposibilidad de discriminar el límite entre él y los otros o por decirlo de otro modo actúa por impulsos y sin pensar las consecuencias de sus comportamientos. El Sr. Millares es un sujeto que al momento de ser evaluado se encontraba compensado psíquicamente bajo su estructura de personalidad de base neurótica, dependiendo su procesamiento a factores constitutivos, a su historia vital y a su contexto socio-cultural. Se evidencia una envidia o rivalidad por el amor que podrían recibir los otros y que no es depositado en él. El Sr. Millares utiliza las defensas infantiles de tipo proyectivo y de renegación, por lo cual ostenta rasgos de personalidad paranoides y perversos. Al efecto, se informa que es un rasgo de personalidad es un constructo, una característica dentro de la estructura, no es una patología. En el caso que nos ocupa, expone que posee rasgos paranoides indica resaltar una cualidad de comportamiento, caracterizada por una excesiva suspicacia y recelo hacia las intenciones ajenas y los rasgos perversos lo impulsan a reconocer las necesidades del otro en forma utilitaria, en la medida que sirvan a su propio beneficio. Respondió a la labor abstracta que se le propuso, sosteniendo una actitud omnipotente, autoritaria, pedante, escasamente empática, rígida y narcisista, orientada a la satisfacción de sus propias necesidades. Evidencia componentes precarios de su afectividad y conflictos en su identidad sexual y psicosexualidad infantil encubiertos bajo su modalidad evitativa. El Sr. Millares es un sujeto rígido con apego a sus propias rutinas, deja traslucir vínculos simbióticos y dependientes. Posee un alto monto de oposicionismo, ansiedad encubierta, rasgos de hostilidad, irritabilidad e impulsividad que lo llevan a sensibilizarse en exceso frente a las contrariedades. Se evalúa una marcada imposibilidad de generar vínculos tiernos, cálidos y mutuamente gratificantes e indicadores de desafectivización, reforzando la problemática que surge en su indiferenciación en la identificación sexual, deja traslucir mal manejo de las emociones e impulsos y presenta una modalidad vincular desadaptada. En cuanto a los indicadores de simulación, en el ámbito forense es esperable que los entrevistados deseen mejorar su imagen frente a la situación de peritación, no siendo este caso una excepción. El Sr. Millares es evasivo y al proyectar su mundo interior, poblado de fantasías, utiliza la evitación como modalidad defensiva inconsciente, sostiene una visión pueril de las situaciones vividas e intenta disimular con conductas irreflexivas en las que no se implica subjetivamente, por lo cual no se descarta que sus dichos no concuerden con los sucesos acaecidos. Ahora bien, después de haber tomado conocimiento directo con la totalidad de la prueba que se reprodujo en el debate, comenzaré con la conclusión que –a mi parecer y bajo mi impresión- fue la que se resalta de las demás; y ello es la credibilidad que le doy al relato brindado por la víctima y que es coherente con el resto de las pruebas colectadas. En primer término, corresponde mencionar que nos encontramos ante un delito que en el cual medió violencia de género, y de acuerdo a la definición de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer "Convención de Belem Do Pará", en su artículo 2do. define que "Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica: b. que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar”. Sabido es el compromiso asumido por el Estado Argentino de actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer, y establecer procedimientos legales justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violencia, que incluyan, entre otros, medidas de protección, un juicio oportuno y el acceso efectivo a tales procedimientos (arts. 4, inciso “g”, 7 incisos “b” y “f”, y 9, Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer -“Convención de Belem do Pará”- aprobada por la ley 24.632, conf. CSJN “SANZ, Alfredo Rafael y otro s/Estafa s/ juicio s/ casación”, sent. De 27-II-2020, por remisión al dictamen procurador. El juzgar con perspectiva de género propende a garantizar el ejercicio de los derechos de las mujeres, la igualdad de género y una tutela judicial efectiva, bajo la mirada de los instrumentos internacionales con jerarquía constitucional tales como la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, la ley destinada a la protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y la Ley Provincial 12.569. Dicho ello, y bajo la luz de las particulares características del hecho ventilado en el juicio, cabe destacar también que el valor probatorio y credibilidad que se le otorga a los dichos aportados por Giuliana Obando, no se encuentran aislados, sino que están apuntalados con los testimonios de los peritos y profesionales de la salud que dieron cuenta no solo de la ausencia de fabulación o inducción, sino que han puesto en claro los problemas personales que debe atravesar aún hasta el día de hoy, los que son característicos en estos casos y que fueron, no solo corroborados por las profesionales de la salud –Peritos y psicóloga tratante- sino por los testimonios escuchados por la totalidad de su familia quienes dieron la misma visión sobre los problemas de salud psicofísicos que sufrió la víctima, desde los 8 años y hasta la actualidad, lo cual motivó su ausencia física en el debate. Al contar con un testimonio único y presencial y el obstáculo que se presenta en forma generalizada en la especie de delitos de índole sexual, en los cuales poseen como característica común que se llevan a cabo “a puertas cerrada” sin posibilidad de contar con testigos que dieran un relato sobre lo ocurrido. Aquí nos encontramos ante un procedimento penal que tiene base fundamental en un testimonio único –no aislado de otros elementos que lo apuntalan- y las críticas respecto del modo en que es concebida la prueba por parte de los Jueces. Doctrinariamente y haciendo docencia, Maier dijo: “aún con las limitaciones, el procedimiento penal es, desde cierto punto de vista, un método regulado jurídicamente para averiguar la verdad acerca de una imputación” (Maier, Derecho procesal penal, 2º Edición, T1, p. 858). El devenir histórico de los métodos para averiguar la verdad en un proceso penal paso del sistema de prueba legal o tasada al actual, de la libre valoración con la libre convicción razonada del Juez para decidir sobre el peso que se le da a cada elemento probatorio. En tal carril se expidió el Tribunal de Casación de la Provincia de Buenos Aires, al decir que: “Para dar por acreditados los extremos de la imputación el a quo no debe atender necesariamente a la cantidad de elementos de prueba producidos, sino a la entidad probatoria de la que se hallen dotados y a la convicción que pos sí estos generen. Lo anterior se desprende directamente del principio de libertad probatoria adoptado por el Código de forma de esta provincia, en virtud del cual todos los hechos y circunstancias relacionadas con el objeto del proceso pueden ser acreditados por cualquiera de los medios de prueba previstos en el ritual (…) la circunstancia de resultar un único testimonio, por sí sola, no es óbice para sustentar en esa base probatoria y en consonancia con otros elementos, tanto en la acreditación material del ilícito como la participación que le cupo al sujeto activo (art.209, CPP)” (TCPBA, Sala III, 3/12/09, “Estigarribia, Emiliano Miguel s/recurso de casación, causa 10.563, voto de los jueces Carral, Violini y Borinsky). Los restantes testimonios recibidos dieron coherencia a la versión de Giuliana Obando en cuanto a su cambio en la salud desde la edad de 8 años y su actual desajuste emocional, encontrándole encerrada en su mundo sin saber el motivo de su cierre social con el resto de las personas, hasta que ocurrió el develamiento. Y esto fue gracias a la valiosa intervención de su novio –Cristian Zavaleta Ruiz- quien luego de una paciente contención al verla mal emocionalmente (véase el episodio ocurrido enla fiesta del 1 de mayo donde la nombrada cambia de actitud al verlo al imputado) y al enterarse por ella sobre los motivos, toma la correcta decisión de contarle a la familia de Giuliana a los fines de dar intervención policial. Luego de ello, ocurre que Giuliana va contando por separado y hasta en partes los eventos sufridos a cada uno de los integrantes de su familia y amigas, y todos ellos al pasar por el debate, relataron en modo análogo todo lo que Giuliana guardaba. Todos los testimonios dan cuenta de las mismas situaciones y el modo en que ocurrieron los hechos. Todos los relatos corroboran desde su perspectiva y vivencia junto a Giuliana, el modo y desde que fecha la víctima había empezado a dar cuentas sobre su cambio emocional y físico. Ahora, quiero detenerme en una frase que el imputado usaba como prólogo de sus ataques abusivos, y reafirmo el término “ataque” toda vez que así fueron el modo de iniciar su acción. Relató la víctima en su testimonio –y también fue parte de lo que su entorno escucho por parte de aquella al develar lo que venía sufriendo- que Millares “me dijo que no diga nada, que nadie me va a creer y que yo soy su juguete, que él me va a tener cuando él quiera”; y así fue. En los dos hechos objeto del debate, el imputado entro en silencio y sigilosamente al domicilio por el portón –el cual quedo bien claro en el juicio que no se trababa cuando alguien quedaba en la casa y el paso era con solo correr un pasador- y al encontrarla sola a Giuliana, en uno de los hechos le arranca el toallón y de los pelos la lleva al cuarto para cometer los abusos –en modo anal y vaginal-, y en el otro hecho, también entra a la finca de la misma forma y la encuentra a Giuliana sentada en la mesa, a quien Millares la toma fuerte de las manos y repitiendo una vez más la misma frase, volviendo a ejecutar los mismos abusos. El apetito sexual de Millares era deliberado y con un único objetivo, Giuliana Obando y para concretarlo su plan era aprovechar la confianza depositada por su familia y así, lograr ingresar al domicilio. En cuanto a lo alegado por la Defensa, entiendo que aparece algo desajustado a lo acontecido, en tanto sin perjuicio de las valoraciones que cada parte puede darle a un testimonio o prueba en particular, cierto es que lo referido en cuanto al portón de ingreso y la ausencia de descripción del mismo, sí se ha demostrado en el juicio por la totalidad de testigos que el mismo era precario, con un pasador y que solo se cerraba cuando no había nadie en la casa. La defensa alegó como fundamento de la autoría que en el lugar de los hechos no se llevó a cabo el secuestro de preservativos; solo resta responder que los abusos sexuales fueron cometidos por su defendido Millares sin el uso de los mismos. Intentó sin éxito la Defensa contraponer una pericia llevada a cabo por una profesional en la materia con unos pocos compañeros de trabajo de Millares, quienes estos últimos vinieron al juicio a contar que el imputado es un excelente compañero de trabajo y que no faltaba nunca. También contaron que al tomarse vacaciones, continúan cobrando el presentismo. En efecto, quiero resaltar algunas de las conclusiones dadas por la Perito Psicóloga de la Asesoría Pericial Departamental Lic. Claudia R. Echeverria en relación a Millares: “…no es una persona espontánea, cuida su imagen y filtra todo lo que va a exteriorizar, evita dar a conocer todo aquello que no desea que se sepa, o deja las cosas a medio decir y manipula las relaciones interpersonales de acuerdo con sus necesidades, mostrando solamente una parte de sí mismo, según lo que supone podría ser de su convivencia… el Sr. Millares pone en acción su parte emotiva, sin poder evitar la contaminación de sus pensamientos con aspectos inapropiados –centrados en la fantasía-, por las que busca ejercer el poder… actúa por impulsos y sin pensar las consecuencias de sus comportamientos…ostenta rasgos de personalidad paranoides y perversos… sosteniendo una actitud omnipotente, autoritaria, pedante, escasamente empática, rígida y narcisista, orientada a la satisfacción de sus propias necesidades…” Así, sobre la base de la complementación de la prueba rendida en el debate, es que entiendo probada la materialidad infraccionaria descripta al inicio de este voto, como también la autoría del acusado Eduardo Matías Millares en los hechos acreditados, por lo que a esta primera cuestión, voto por la afirmativa, por ser ello mi sincera y razonada convicción (arts. 45, C.P. y 210, 371 inc. 1 y 2 y 373 del C.P.P.). En relación a la tercera cuestión, el Dr. Martín Klobovs dijo: No se han alegado causas de justificación u otras eximentes y tampoco las advierto en el caso, por lo que Eduardo Matías Millares resulta ser autor criminalmente responsable en orden a los hechos antijurídicos por los que viene acusado. Y como tal, pasible del correspondiente reproche por su culpabilidad. Así, voto por la negativa, por ser ello mi sincera y razonada convicción (arts. 210, 371 inc. 3 y 373, C.P.P.). En orden a la cuarta cuestión, el Dr. Martín Klobovs dijo: Si bien no se han propuesto atenuantes, entiendo que la ausencia de antecedentes penales actúa como tal, y así habré de valorarlo, empero a ello lo colocaré de mínima incidencia teniendo en consideración la entidad de los hechos enrostrados. Motivo por el cual, a esta cuarta cuestión voto por la afirmativa, por ser ello mi sincera y razonada convicción (arts. 210, 371 inc. 4°y 373, C.P.P.). Con relación a la quinta cuestión, el Dr. Martín Klobovs dijo: En cuanto a los agravantes indicados por la Fiscalía, coincido con todos los invocados: la preparación para llegar a los actos de consumación al haber iniciado el hostigamiento en una niña de 8 años menoscabando su seguridad personal y en sí misma; la introducción de las mismas frases amenazadoras desde esa edad hasta que concretó los abusos; el procurar colocar a la víctima en estado de indefensión acechando como un chacal a la víctima cuando no había nadie y no podía pedir ayuda y calculando el tiempo para concretar los abusos, colocándola en una indefensión total; la extensión del daño psicológico causado y que hasta el día de hoy subsisten y en un gravísima entidad y sumado al resignificar lo vivido lo transforma en un trauma generador no solo de conflictos internos sino también lo han sido con su pareja actual y el núcleo familiar y social; la falta de uso de preservativo por exponerla a la víctima de ese modo a la posible transmisión de enfermedades (véase en el presente caso que la damnificada ha tenido HPV y el solo certificado aportado por el imputado a fs. 331 sin respaldo de laboratorio, no varía que fuera del tiempo en el cual fue examinado, no fuera portador del virus) y el desmembramiento familiar que provoco, el cual también salió a flote en el curso del debate. Así, a la quinta cuestión, voto por la afirmativa en forma parcial, por ser ello mi sincera y razonada convicción (arts. 210, 371 inc. 5° y 373, C.P.P.). Resueltas así las cuestiones planteadas, el Juez Dr. Martín Klobovs: RESUELVE: Estar al veredicto condenatorio respecto de Eduardo Matías Millares - DNI N° 32.767.734- en orden a los hechos materia de acusación (Artículos 371 y 374 del CPP). Regístrese, notifíquese y pase al acuerdo para el dictado de la sentencia respectiva.
Ante mí:
REFERENCIAS:
Funcionario Firmante: 23/05/2023 12:34:04 - KLOBOVS Martin Esteban -