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ASIGNATURA:
HISTORIA DEL DERECHO HONDUREÑO
CATEDRÁTICO:
LIC. EDUARDO FIGUEROA
ALUMNA
MICHELL PINEDA
TRABAJO:
RESUMEN SOBRE DELITO DE VIOLACIÓN EN LA HONDURAS COLONIAL
Cada vez más, al indagar sobre este tema, es impresionante que para ser un
delito que para muchas personas les parece de menos, o hacen comentarios
tan misóginos como que porque una mujer no se defiende, o simplemente se
aleja, y terminan diciendo que si una mujer es abusada es por su culpa, por
ofrecerse, entre otros comentarios, cuando realmente no conocen nada sobre
ello.
En estos casos por ejemplo, podemos ver que ellos lo planeaban tan
sigilosamente, buscando lugares, y momentos donde ellas no tuvieran ningún
apoyo, y así las llevaban a lugares solitarios, o se apoyaban de terceros para
engañarlas y que ellas confiaran más.
Este tipo de criminales siempre han preferido a las niñas, a las menores de
edad porque siempre les han sembrado un miedo mayor hacia ellos, sus
agresores, una niña tiene miedo de hablar, por eso son mucho más
vulnerables.
Las denuncias por violación o estupro violento eran usualmente interpuestas
por un familiar cercano o por la misma víctima, si no contaba con el apoyo de
sus parientes. Conocer quién interponía la denuncia por violación permite
comprender la ofensa cometida, pues cada denunciante reclamaba cosas
diferentes. Entre los casos estudiados, tres denuncias fueron puestas por la
madre, una por el padre, una por un tío y dos por la víctima. Las denuncias
realizadas por las madres insistían, por lo general, en indicar la pérdida de la
virginidad de sus hijas y en solicitar la reparación del daño acaecido. Esto,
probablemente, porque las madres comprendían la gravedad de la pérdida de
la virginidad ante los ojos de la sociedad colonial.
Al ser una época, donde la sociedad valía más que cualquier cosa, las madres
y padres denunciaban más por limpiar su nombre, ya que el que su hija dejara
de ser virgen independientemente si era por violación o con consentimiento, lo
que les importaba era el honor, y de su imagen social, más que el hecho de
que sus hijas fueran violadas, y el daño psicológico que eso provoca, con que
dejaran de ser virgen era la ofensa, y buscaban justicia pero por el honor de la
familia. Por eso mismo, dice que había familias que nunca presentaban
ninguna demanda, evitando cualquier escándalo público.
En la época colonial el estupro violento era un proceso civil, por lo que las
condenas no eran equitativas al daño físico, psicológico y moral sufrido por las
víctimas. De los siete casos de violación incluidos en esta investigación,
solamente dos se encuentran fulminados propiamente, mientras que en otros
dos se les concedió el perdón a los acusados. Los tres casos restantes
representan las situaciones que acontecían en el proceso judicial colonial: en
un caso el reo se escapó; en otro, el expediente quedó incompleto y,
finalmente, en un caso se desestimó la denuncia.
Los juicios por violación en la Honduras colonial rara vez terminaban en castigo
para el acusado y, cuando lo hacían, las multas impuestas no eran
proporcionales al daño causado a la víctima. Los acusados se valieron de su
condición social para salir impunes de los cargos, como lo demuestra el hecho
de que los empresarios españoles pagaran a duras penas pequeñas multas, o
que los soldados se evadieran de la pena con el pretexto de defender la
provincia.
Suena terrorífico que se le creyera a un hombre adulto, que una niña menor de
diez años tenga relaciones sexuales consensuadas con él, aunque no dice que
se le creía, solo con el hecho de dejar argumentar eso. Hablamos de una niña
con toda la inocencia del mundo, donde las leyes son a quien más deben
creerle.
Que más daría para decir que todo lo que paso en la época colonial, la
violación en esta época quedo atrás, pero a ignorancia de las personas
perdura, aunque la mayoría de familias si brindarían su apoyo a sus hijas, de
igual manera hay familias que ellos mismos les ponen silencio para no
deshonrarlo, siguen dándole más importancia al honor. Lo único que ha
cambiado es que las mujeres legalmente tienen los mismos derechos que los
hombres, pero moralmente no, se da más en los lugares rurales que siguen en
el siglo 19, donde hay muchísimos casos de violación, donde las víctimas son
menores, pero ni un solo caso es denunciado.