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Nuestra Prioridad
Pier Angelo Dottor
(Discurso pronunciado en la Reunión Sacramental del Barrio Palermo, en Buenos
Aires, Argentina. El Domingo 09-01-2022)

He meditado, orado y he pensado mucho en que podría compartir con ustedes que
les ayude, les nutra y sea de utilidad… pensando, pensando y a veces
preocupándome llego la inspiración y la revelación de que tema y como
compartirlo, esto es lo que les presento hoy…

“Maestro, ¿Cuál es El gran mandamiento de la ley? Y Jesús le dijo: Amarás al Señor


tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente.” (Mateo
22:36-37).

El gran mandamiento de la ley, si buscara unas analogías a estas palabras ¿cuáles


usaría? Quizás estudiando unas situaciones la podamos comprender mejor, José
comenzó un nuevo trabajo en mantenimiento industrial y estaba recibiendo su
entrenamiento, después de enseñarle todas sus actividades el Supervisor que se
encargaba de darle el entrenamiento le pregunto: ¿Cuál es tu función más
importante? El respondió: garantizar que todo el mantenimiento se planifique y se
efectué sin paralizar la producción.

Melissa estudiando los últimos años de enfermería, fue a las prácticas profesionales
al final la enfermera experimentada que la estaba capacitando le pregunto; ¿Cual
debe ser tu prioridad? “Mantener con vida al paciente, para ello debo monitorear
sus signos vitales”

La razón de ser, la prioridad, el enfoque, la brújula, la dirección, la garantía, lo mas


importante, lo indispensable, lo impostergable.
¿Cuál es nuestra razón de ser? ¿A qué hemos venido a esta tierra?, recuerdo que
hace años estaba en una colonia vacacional en la playa en Venezuela, de pronto
llego un vehículo con un letrero inmenso que bordeaba toda la parte superior de
su parabrisas delantero, el letrero decía “Yo vine para divertirme” … por un
momento pensé ¿cómo sería la vida de alguien que tuviese ese dicho por Lema de
vida, por razón de vida?
Veo algunos niños y jóvenes por acá, les pregunto han escuchado aluna vez las
siguientes palabras: “Esto es aburrido” o “Estoy aburrido” la hija menor nuestra
decía y aun dice: “Que fastidio”; nosotros como Padres nos toca enseñarles que la
diversión no es la razón de ser, pero por favor no lo hagamos de una manera
aburrida. Hijos el Evangelio no es aburrido, es maravilloso y sentirán mucho gozo y
paz al aprenderlo y aplicarlo. Les dejo esta tarea a los Padres, abuelos, tías y tíos
presentes explíquenle estas verdades a sus pequeños, pero no de una manera
aburrida por favor.

¿Qué es lo más importante en nuestra vida? ¿A que le damos prioridad? ¿En qué
nos enfocamos? Quizás la manera de determinar esto sería evaluando a que le
dedicamos nuestro tiempo, nuestra atención o nuestro esfuerzo; aquello por lo
cual nos esmeramos. A veces no es fácil verlo y menos fácil aceptarlo… Cuando el
Señor dio ese mandamiento de Amar a Dios también dio otro que lo complementa
“No tendrás Dioses ajenos delante de mi”

Una vez me enseñaron de esta manera muy clara: “A lo que le des tu atención
prioritaria, le dediques tu tiempo, a lo que busques la manera de hacer por encima
de otras cosas; eso se convierte en tu Dios; llámese esto trabajo, estudios,
deportes, política, música, hobbies, pasatiempo, dinero, posesiones, personas,
artistas, teléfono, redes sociales, aun tú mismo”

En lo referente a lo que el Señor espera de nosotros quienes deseamos ser llamados


y reconocidos como Sus discípulos, el Señor fue muy claro, luego de enseñar que la
meta de la vida no debe ser hacer tesoros en la tierra, sino en los cielos, dijo:

Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas


os serán añadidas.
Mateo 6: 32

El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que
ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí.
Mateo 10:37

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame.
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá, y todo el que pierda
su vida por causa de mí, la hallará.
Mateo 16:24-25

¿Por qué desea Nuestro Padre Celestial y Su hijo Jesucristo este tipo de
adoración y dedicación?
En su discurso “La mayor posesión” el Elder Jeffrey R. Holland, Del Cuórum
de los Doce Apóstoles, nos enseñó:

“Por supuesto, nos referimos al primer gran mandamiento dado a la


familia humana: amar a Dios incondicionalmente, sin reservas ni
concesiones, esto es, con todo nuestro corazón, alma, mente y
fuerza. Este amor por Dios es el primer gran mandamiento del
universo; pero la primera gran verdad del universo es que Dios nos
ama exactamente de esa forma, incondicionalmente, sin reservas ni
concesiones, con todo Su corazón, alma, mente y fuerza.”

Cuando comprendemos lo inmenso de Su amor por nosotros y que todo lo


que El desea es bendecirnos, cuando reconocemos que Él tiene toda la
sabiduría y tiene todo el poder para beneficiarnos, protegernos, enseñarnos,
guiarnos y hacernos felices. Cuando meditemos en que Él nos ama tanto que
entrego a Su hijo Primogénito y Unigénito… Tal cual lo dice la escritura…

Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo


Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, más
tenga vida eterna.
Juan 3:16

Entonces entenderemos que amar a Dios y a Su hijo, Jesucristo, servirles y


obedecerles es la fuente de la felicidad tanto en esta vida como en la
eternidad.

Dios nuestro Padre y Su hijo Jesucristo no desean subyugarnos, esclavizarnos


o convertirnos en sus súbditos; ellos lo que desean es que triunfemos, nos
desarrollemos plenamente, explotemos todo nuestro potencial espiritual,
desean que logremos pasar esta vida probatoria, aprendamos, nos
autodominemos, aprendamos a amar el bien, nos volvamos buenos, nos
desprendamos del egoísmo y nos desarrollemos a tal punto que lleguemos a
ser puros, tal como Ellos son y así clasifiquemos para regresar a su presencia
y vivir en un estado de interminable felicidad. (Mosiah 2:41)

Sus mandamientos no son imposiciones, son instrucciones, sin embargo, se


nos advierte que habrá consecuencias negativas al violarlos; nosotros le
damos instrucciones a nuestros hijos (a veces son aburridas, ¿verdad?) y
también les advertimos… no juegues con el fuego… ten cuidado que te
puedes caer…todo esto lo hacemos por que los amamos no porque
queremos imponer nuestra voluntad.

Con estas reflexiones expuestas volvamos una de las preguntas iniciales…


¿Cuál es mi prioridad? ¿Cuál debe ser mi prioridad? ¿Qué estoy dispuesto a
dejar de hacer por seguir al Señor?, ¿Qué estoy dispuesto a cambiar?,
¿Cambiaría mi manera de hablar?, ¿Cambiaría mi manera de vestir?,
¿Cambiaría mis prioridades?, ¿Cambiaría mi apariencia?, ¿A que le dedicaría
más tiempo?... ¿Reservaría tiempo para Orar?, ¿Leer las escrituras?, ¿Asistir?

Cuando amamos a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza;
nuestra adoración hacia Él se convierte en nuestra prioridad y nos
sometemos voluntariamente a ser obediente a Sus mandamientos y
consejos. Le entregamos nuestro corazón, le entregamos nuestra voluntad.

Cuando logremos interiorizar la grandeza de Su amor por nosotros, todo lo


que nos ha dado, todas las oportunidades que tenemos, toda esta creación
majestuosa, todo este plan maravilloso, todo el amor, el dolor y el sacrificio
que ha costado llevar a cabo la Expiación, para darnos la salvación y la
exaltación; entonces descubriremos que somos eternamente deudores del
Padre y del Hijo y haremos de muy buena gana cuanto se nos mande a hacer.

Dios es nuestro Padre y nos ama con un amor que sobrepasa nuestro
entendimiento, para El nosotros somos su prioridad todas las cosas testifican
del amor de Dios por nosotros.

Que el Señor nos bendiga a todos para que logremos entender y aplicar estas
verdades y estas enseñanzas en nuestra vida y entonces cumplamos ese
Gran mandamiento Amando a Dios con todo nuestro corazón, alma mente y
fuerza.
Sé que todas estas verdades que he compartido son ciertas, así como sé que
El señor Jesucristo vive, que esta es Su iglesia y que nuestros líderes son
llamados por Dios para dirigirnos, en el nombre de Jesucristo, amen.

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