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EL BAUTISMO EN AGUA
Por Dennis Rokser
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”
Amén. (Mateo 28:18-20)
Hoy en día en el cristianismo, uno de los temas más controversiales y confusos es el asunto del
“bautismo en agua.” Irónicamente, no he podido encontrar ni un solo libro disponible, en mi
biblioteca a pesar de que es grande, cuando alguien me ha preguntado acerca de este tema en
particular. Es mi observación que vemos mucha doctrina errónea e ignorancia en cuanto a la Biblia
en general. Pero esto especialmente es aún más cuando tiene que ver con el tema del bautismo en
agua. Por la gracia de Dios, oro al Señor que este libreto pueda ser usado por el Espíritu Santo para
ayudar a clarificar esta confusión.
Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:18-20)
El versículo 19 nos dice claramente que el bautismo en agua es Bíblico. Los discípulos de Cristo
fueron enviados a “discipular a todas las naciones” (literalmente – discipular a todos los grupos de
gente). Esto incluiría bautizar a aquellos que han escuchado el Evangelio de Cristo y que han creído
en él. El discipulado también implicaría enseñar a estos creyentes en Cristo las verdades de la
Palabra de Dios. Estas verdades pueden cambiar la vida hacia un crecimiento espiritual hasta que los
creyentes sean transformados más y más hacia la imagen y semejanza de Cristo (1 Pedro 2:2, 2
Pedro 3:18). Sin embargo, aunque el lector casual de la Biblia reconoce que el bautismo en agua es
escritural, aquí es donde el acuerdo termina y el desacuerdo empieza. La confusión, controversia y
disensión en cuanto el bautismo en agua se centra en tres áreas principales.
¿El bautismo en agua nos pone dentro del pacto de la gracia de Dios?
Obviamente hay muchas preguntas que necesitamos contestar en cuanto al tema del bautismo en
agua. Este tema es controversial, sin embargo es Bíblico. En este libreto, he seleccionado siete
preguntas claves que han sido diseñadas para responder a los asuntos más significativos con
respecto al bautismo en agua. Pero ¿cómo es que uno puede determinar cuál es la correcta?
Mientras usted está leyendo, por favor note que la única y singular instancia para la verdad final de
Dios en estos asuntos es la Palabra de Dios – la Biblia. No es la opinión de una persona, la tradición
de una iglesia o la experiencia de un individuo. Entonces ¿qué es lo que la Biblia declara sin eximir
en cuanto a su origen, autoridad, y suficiencia?
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarguir, para corregir,
para instruir en justicia. (2 Timoteo 3:16)
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos
como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero
de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía
de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por
voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo. (2 Pedro 1:19-21)
Debido de (NO) que la Biblia no es nada menos que la inspirada, inerrante, e infalible, Palabra de
Dios, hacemos bien en prestar atención al ejemplo de la gente de Berea cuando ellos oyeron al
apóstol Pablo:
Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos,
habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los
que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando
cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos, y
mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres. (Hechos 17:10-12)
A pesar de que la gente de Berea estaba escuchando a un apóstol de Jesucristo, ni Pablo, ni tampoco
la iglesia eran las autoridades finales de la verdad. Entonces, ¿Cuál es la norma?
… escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. (Hechos 17:10-12)
Pregunta # 1
¿ES EL BAUTISMO EN AGUA
NECESARIO PARA LA SALVACIÓN ETERNA?
La primera pregunta que queremos contestar es quizás la más básica y con toda seguridad es el
asunto más importante: ¿Es el bautismo en agua necesario para la salvación eterna? No existe un
asunto más grande que no sea su salvación y su destino eterno – porque estaremos o en un Cielo
eterno o en un Infierno eterno (Mateo 7:13-14; 25:46).
Ya sea que usted se haya dado cuenta o no, muchas iglesias y organizaciones religiosas creen en el
bautismo en agua es un requisito necesario para la salvación. También dicen que el bautismo en
agua sirve como un medio para la regeneración.1
Aunque ellos creen que el bautismo en agua no garantiza completamente la salvación, creen que es
una parte necesaria para la salvación. ¿Pero es esto cierto? ¿Qué enseña la Biblia?
Note aquí que Cristo no envió a Pablo a bautizar. Sin embargo, esto no quiere decir que él nunca
haya bautizado a creyentes, porque si, lo hizo. Tampoco significa que el apóstol Pablo estuvo en
contra de la práctica del bautismo en agua en su lugar correcto durante la época de la iglesia. Porque
él había escrito un poco antes sobre esto:
Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, para
que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. También bauticé a la familia de
Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. (1 Corintios 1:14-16)
Sin embargo, el énfasis del ministerio de Pablo NO era bautizar a los creyentes. Y debido a la
naturaleza divisiva de la iglesia en Corinto de acuerdo a (1 Corintios 1:10-13) él estaba agradecido
por el hecho de que había tenido una participación limitada en los bautismos, “para que ninguno
diga que fuisteis bautizados en mi nombre.”2
El Evangelio se centra en el mensaje de la cruz de Cristo, ya que Jesús murió en la cruz por nuestros
pecados y resucitó de entre los muertos. El Evangelio claramente no es un rito que se administra.
Es el mensaje de las buenas nuevas de Dios a cerca de la salvación que ha de ser proclamado. En
realidad, el pasaje más definitivo (de mayor autoridad) en el Nuevo Testamento que explica el
contenido en sí del Evangelio se encuentra en este mismo libro de 1 Corintios, capítulo 15:
Siendo el único Dios-hombre Jesucristo, y habiendo nacido y vivido fuera del mercado de la
esclavitud del pecado, Él es la única persona calificada para ser nuestro Redentor. Además, porque
Jesús es deidad, nos asegura que Su obra es perfecta. Porque Jesucristo nació como hombre, él no
solamente podía revelar Dios al hombre (Juan 1:18) sino que también él podía “morir” como un
pago completo por los pecados del mundo entero.
Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de
gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios
gustase la muerte por todos. (Hebreos 2:9)
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al
diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida
sujetos a servidumbre. (Hebreos 2:14-15)
En segundo lugar, el Evangelio de la salvación se centra en una Obra Específica: … “Que Cristo
MURIÓ… y que RESUCITÓ…”
El verbo “murió” señala que la muerte de Cristo es un evento completado en el pasado, (tiempo
aoristo) que él escogió voluntariamente (voz activa). Es un hecho histórico, NO un mito religioso
(modo indicativo).
La muerte de Jesús fue necesaria para proveer la salvación a toda la humanidad, porque la pena del
pecado es “la muerte” (Génesis 2:17; Romanos 5:12; 6:23).
Por lo tanto, la vida de Cristo sin pecado, sus milagros increíbles, su ejemplo intachable, su
profunda compasión, su enseñanza divina, y su linaje real claramente indicaron que él era nada
menos que Dios manifestado en la carne y el heredero legítimo al trono de David. Sin embargo,
solamente con su muerte es que podía pagar por nuestros pecados. ¿Y cuál es la prueba de Su
muerte? “y que fue sepultado.”
En tercer lugar, el Evangelio de la salvación se centra en una ejecución específica… “Cristo murió
POR NUESTROS PECADOS…” ¿Por qué es esto significativo? Primero, porque indica un
sacrificio sustitutorio. La palabra “por” (Huper) es una de las tres preposiciones griegas que
subrayan el concepto de la substitución (huper, anti, peri). “Huper” comunica cómo Cristo murió
de parte de (por) nuestros pecados.
La segunda razón porque la frase “por nuestros pecados” es significativa, es porque nos revela la
muerte de Cristo como un sacrificio completado. Note como “por nuestros pecados” es solamente
atribuido a la muerte de Cristo. ¿Por qué? Porque cuando él gritó “CONSUMADO ES,” (Juan
19:30) los pecados de toda la humanidad de todos los tiempos fueron PAGADOS EN SU
TOTALIDAD en la cruz.
¿Qué significa todo esto? Esto quiere decir que no hay misa, no hay purgatorio, no hay
sacramentos, no hay buenas obras, ni sufrimiento personal, ni indulgencias, ni ritos religiosos
incluyendo el bautismo, etc. que puedan expiar nuestros pecados. Porque “¡CONSUMADO ES!”
Esto también indica que nuestros pecados, aunque es lo que nos convierten en dignos del juicio de
Dios, nunca más realmente nos pueden condenar en el infierno eterno. ¿Por qué? Porque Jesucristo
pagó totalmente por nuestros pecados pasados, presentes y futuros. De hecho, todos nuestros
pecados eran futuros cuando Cristo murió por nosotros. Lo que últimamente condena a un pecador ir
al infierno no son sus pecados, sino su rechazamiento de Cristo Jesús a través de su incredulidad.
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo
aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la
justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
(Romanos 1:16-17)
Estimado lector, ¿usted entiende lo que esto implica para usted? Esto significa que Jesucristo murió
como su sustituto. Él murió como su sacrificio. Él murió tomando su castigo. Él murió en lugar
suyo, pagando por sus pecados. Y Él resucitó de entre los muertos, porque la muerte, el Infierno y la
tumba no pudieron detenerlo cautivo. Él ya no está en una cruz. Él ha sido resucitado de la tumba y
vive como un Salvador que le ofrece el regalo de la salvación eterna. (No una recompensa)
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús
Señor nuestro. (Romanos 6:23)
Un dilema doctrinal
El apóstol Pablo fue enviado por Jesús Cristo en primer lugar no a bautizar, sino a evangelizar.
Como hemos observado, se trataba de predicar el mensaje del Evangelio, que no tiene nada que ver
con el bautismo en agua. Piense. ¿Cómo podría el agua física resolver un problema espiritual?
¿Cómo es que el acto del bautismo en agua pudiera hacer algo sobrenatural por usted, mientras que
un baño en la ducha no lo hace? ¿Acaso hay algo especial en el agua? ¿Hay algo especial en la
persona que lo administra? No, de ninguna manera.
“Si, es verdad que Jesucristo murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó de nuevo.
Pero los beneficios de la obra de Cristo son canalizados por medio del los sacramentos. Y es
verdad que él murió por nuestros pecados a fin de que ahora el bautismo en agua funcione
como un instrumento, un canal o el medio por el cual los beneficios de Cristo nos sean
concedidos cuando participamos en este rito.”
Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. (Romanos
3:28)
Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
(Romanos 4:5)
Debido a que hay solo un mediador entre Dios y el hombre, Jesucristo (1 Timoteo 2:5) el único
medio para recibir el regalo de la salvación es por la gracia de Dios. Lo recibimos sólo por medio
de la fe sola en Jesucristo solamente. La única base para su salvación es la obra cumplida de Cristo
en la cruz. Y cuando un pecador ha puesto su fe en Jesucristo sólo, en ese momento se realiza una
transacción invisible que acontece entre Dios y el pecador por la cual el regalo de la salvación llega
a ser suyo personalmente. Por eso, una persona puede saber que tiene la vida eterna basada en lo que
Cristo ha hecho. Esto es una garantía absoluta de las promesas de Dios que cada creyente ha
recibido por la fe sencilla como la fe de un niño. Le animo a leer cuidadosamente el testimonio de
Dios:
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que
tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he
escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida
eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. (1 Juan 5:11-13)
Hay algunos que discuten, “El bautismo no es una obra, porque Dios lo manda en la Biblia.”
Irónicamente, Romanos capítulo 4 habla de un rito en el Antiguo Testamento que fue ordenado y
que se relaciona con la salvación – el acto de la circuncisión. ¿Pero que fue lo que escribió el
Apóstol Pablo dirigido por es Espíritu Santo?
Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia
sin obras, diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos
pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.
(Romanos 4:7-8)
¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de
la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. ¿Cómo,
pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la
circuncisión, sino en la incircuncisión. Y recibió la circuncisión como señal, como sello de
la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los
creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia.
(Romanos 4:6-11)
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
no por obras, para que nadie se gloríe. (Efesios 2:8-9)
¿Cómo es que se recibe el Espíritu Santo? ¿Por medio del bautismo en agua? No, sino por creer el
Evangelio de Jesucristo.
¿Cómo es que uno llega a ser un hijo de Dios? ¿Por medio del bautismo en agua administrado
durante la infancia o siendo un adulto? No. Porque Juan 1:12 nos da las instrucciones:
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios
De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón
de pecados por su nombre.
Estimado lector, ¿no se da cuenta de que el Infierno eterno estará lleno de gente bautizada pero que
nunca confió en el Salvador solamente para redimirlos? En realidad, cuando alguien cree que el
bautismo en agua es necesario para la salvación, esto resulta en tres errores fatales:
1. En primer lugar, viola y anula la gracia de Dios. Si usted agrega ya sea una obra humana (o
de la iglesia) a la obra completa de Jesucristo en la cruz, usted está diciendo en efecto,
“Cristo no ha hecho todo.” Estimado lector, ¿estaba Cristo mintiendo o no cuando el clamó
triunfantemente “¡Consumado es!”? (Juan 19:30).
No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió
Cristo. (Gálatas 2:21)
Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras,
ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. (Romanos11:6)
2. En segundo lugar, las personas que creen que el bautismo en agua es necesario para la
salvación demandan dos maneras o caminos para la salvación. Esta personas dicen en efecto
(sea que entienden o no) que hay solamente una manera para la salvación en el Antiguo
Testamento – por medio de la fe sola según (Romano 4:1-5). Pero también dicen que hay
otro medio en el Nuevo Testamento que involucra fe más el bautismo. Esto implicaría que
bajo la dispensación de la gracia según (Efesios 3:2) una persona necesita hacer algo más
para ser salva de lo que hacían bajo la ley. ¿Suena esto como gracia? ¿Y qué enseña la
Escritura?
Y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el
Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. (Hechos 16:30-31)
3. En tercer lugar, si afirmamos que el bautismo en agua es una parte necesaria para la
salvación, entonces necesitaríamos considerar varios versículos que hablan de la
salvación como algo incompleta. Esto significa que usted se vería obligado a poner el
bautismo en agua dentro de muchos versículos que hablan de la salvación pero que
realmente son claros y sin complicaciones. Por ejemplo, Romanos 5:1 dice:
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo.
Ahora bien, después de haber leído este versículo, usted necesita ponerse sus “lentes del
bautismo en agua,” para decir en efecto,
“Si, esto es verdad. Pero tiene que recordar que el bautismo en agua es necesario para
la salvación también.”
Consideremos los siguientes versículos en el libro de Juan que la única condición para la
vida eterna – es simplemente creer o confiar en Cristo solamente.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá
la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. (Juan 3:36)
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. (Juan 5:24)
De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. (Juan 6:47)
Con respecto a cada uno de estos versículos a lo mejor usted podrá decir, “Si, pero…”
Usted necesita ponerse sus “lentes del bautismo en agua” y cada vez que usted lee uno de
estos versículos necesita incluir “más bautismo.” Si no, será engañado. Yo le animo que
cuando la Biblia dice que es “por medio de la fe” eso es lo que significa “por medio de la fe
sola.” Cuando la Biblia solamente dice “creer,” eso es lo que significa “creer en Cristo
solamente.”
Una petición personal
Estimado lector, usted podría bautizarse en cada una de las iglesias de su ciudad y aun
todavía estar destinado a una eternidad sin Cristo en el Lago de Fuego. ¿Sabe usted con
seguridad que tiene vida eterna? Si usted aun no esta seguro que iría al cielo si muriera hoy,
¿porque no decide en resolver el asunto ahora? Puede transferir su fe de cualquier cosa en
que esta confiando para salvarse (inclusive su bautismo) y ¡poner su fe en Jesucristo
solamente quien murió por sus pecados y resucitó de nuevo!
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a
los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero por esto fui recibido a misericordia,
para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que
habrían de creer en él para vida eterna. (1 Timoteo 1:15-16)
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. (2 Corintios 6:2)
Pregunta # 2
La palabra griega “baptizo,” era utilizada en varios contextos por varios escritores extra-
Bíblicos. Por ejemplo, en el siglo IV a.C., Xenophon habló de los soldados espartanos que
mojaron sus lanzas en sangre de cerdos antes de entrar en una batalla. Cuando
“identificaron” sus lanzas con sangre, la naturaleza de sus lanzas cambió de uso para cazar a
una lanza de guerrero. Ellos se referían a la idea de bañar algo en sangre como “baptizo,”
que significaba “poner dentro de, identificar con, o sumergir.”
En el Siglo V, a.C., Eurípides uso la palabra “baptizo” para describir un barco que se estaba
hundiendo. Mientras se estaba hundiendo, el barco se “sumergía” o “bautizaba” e
identificaba” con el agua tanto que ya no podía flotar.
De la misma manera, mientras que la palabra “bautizar” significa “poner o colocar dentro de,
identificar con, o sumergir,” el contexto y el uso pueden variar.
Sólo después, podemos llegar a las conclusiones correctas escriturales de manera balanceada, sin
prejuicio en cualquiera tema o asunto.
Pregunta # 3
Note que la palabra “bautismo” en cada caso lleva la idea de “identificación con” o “colocar dentro
de.” El contexto determina el objeto con el que estamos identificándonos, mientras que cada
bautismo específico es único y especial uno del otro.
Cuando estudiamos la Biblia y “trazamos bien la palabra de verdad,” según (2 Timoteo 2: 15) es de
mucha importancia que prestamos atención cuidadosamente al contexto y al uso de las palabras. En
caso contrario, una persona impondrá su propio punto de vista, interpretación y teología sobre un
pasaje, en vez de sacar su significado, uso, e interpretación de su contexto y contenido. Esto ha sido
una falla grave de mucha gente en los intentos de la interpretación Bíblica. Cuando la gente
interpreta la Biblia de esta manera, no está entendiendo lo que Dios comunica por medio del autor
humano.
La proclamación pública de
El bautismo de Hechos 2:41; 8:26- Los creyentes que La identificación
la salvación y identificación
creyentes 40; 10:47-48; 18:8 son dispuestos pública con Cristo
con Cristo y otros creyentes
Pregunta # 4
La respuesta a la pregunta es ¡sí! Las Escrituras nos ofrecen al menos tres razones.
1. El bautismo en agua fue ordenado para los creyentes durante la era de la iglesia.
Después de la muerte de Cristo por nuestros pecados y su resurrección corporal de entre los muertos,
él dio las siguientes instrucciones a sus discípulos:
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
(Mateo 28:18-20)
La razón por la cual ellos “irían” era “Predicar el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15). Estos
discípulos fueron instruidos para administrar el bautismo en agua a los nuevos creyentes (después de
haber oído el evangelio y haber puesto su fe en Cristo solamente para la salvación eterna), como una
forma de dar testimonio público e identificarse con Jesucristo. En adición, darles instrucciones
Bíblicas importantes para su constante crecimiento espiritual.
Es importante reconocer que este proceso de “enseñanza” de (Mateo 28:20) tiene de fondo las
necesarias “verdades para la iglesia” que Jesucristo dio a sus discípulos en la noche antes de su
crucifixión. Esto se registra para nosotros en Juan capítulos 13-17, donde están reveladas las
verdades importantes de la dispensación de la gracia para la iglesia tales como:
No es sorpresa que el recordado Dr. Lewis Sperry Chafer, un campeón de la gracia escribió:
El discurso del aposento alto (Juan 13-17) es el génesis de las Epístolas del Nuevo
Testamento; porque en la forma embriónica del discurso, las doctrinas principales (las más
grandes) de la gracia están anunciadas. La frase “enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado” se refiere a la revelación de la gracia, porque este término habla de las
enseñanzas de la gracia mas bien que a las de la ley” (La Gracia, p. 94).
Por eso, las instrucciones de Jesús “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”
están dirigidas especialmente a las verdades del aposento alto (de la era de la iglesia), junto con “La
Gran Comisión” que incluye la práctica del bautismo en agua que aun continúa en la era de la iglesia
para los creyentes en Cristo.
Es por ello que en Hechos 10:42-43 tenemos el caso de Cornelio un Gentil que temía a Dios escuchó
el Evangelio a través del apóstol Pedro. Al responder a la verdad que él entendía, Dios le dio el
evangelio.
Y nos mandó (Jesucristo) que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios
ha puesto por Juez de vivos y muertos. De éste dan testimonio todos los profetas, que todos
los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. (Hechos 10:42-43).
Note por un momento lo que NO vemos aquí como una condición para el perdón de pecados. No
menciona nada en absoluto del bautismo en agua. La única y singular condición para recibir el
perdón de pecados es creer en Jesucristo, nada más.
Seguidamente vemos que mientras ellos estaban escuchando el evangelio, Dios les dio el Espíritu
Santo.
Versículo 44: Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre
todos los que oían el discurso.
En este versículo, mientras ellos aun estaban escuchando el evangelio, Dios les dio el Espíritu Santo.
¿Por qué? Porque ellos creyeron la verdad acerca de Jesucristo. El Espíritu Santo nunca es dado a
inconversos. Ahora bien, ¿Dónde encaja el bautismo en agua?
Versículo 45: Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron
atónitos de que también sobre los gentiles [no solamente para los judíos] se derramase el
don del Espíritu Santo.
Versículo 46-48: Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.
Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean
bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó
bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos
días.
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como
tres mil personas. (Hechos 2:41)
Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de
Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. (Hechos 8:12)
Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los
corintios, oyendo, creían y eran bautizados. (Hechos 18:8)
Hoy en día hay quienes que son ultra-dispensacionalistas o hyper-dispensacionalistas que piensan
que el bautismo en agua no es para nosotros. Sin embargo, observando el desarrollo de la iglesia, el
bautismo en agua fue practicado por los creyentes judíos (Hechos 2:41), los creyentes samaritanos
(Hechos 8:12), los creyentes gentiles (Hechos 10:48) y por los discípulos de Juan (Hechos 19:1-5), y
en los ministerios de Pedro, Felipe, y Pablo muchos años antes de la era de la iglesia. Aunque
inicialmente fue establecido en la época de la iglesia durante “La Gran Comisión” dado por nuestro
Señor, en (Mateo 28:19-20)4 el bautismo en agua llego a ser una práctica normal para los creyentes
en Cristo. Esto es apoyado en pasajes como 1 Corintios 1:14-16 y 1 Pedro 3:18-22. En ninguna
parte de la Biblia se hayan versículos que predicen la cesación del bautismo en agua (a diferencia de
1 Corintios 13:8-10 y Hebreos 2:3-4 en cuanto las dones de señales); no hay ni un solo pasaje que
anule la práctica del bautismo en agua. Y aunque el significado del bautismo en agua se ha perdido
o ha disminuido en muchos lugares del mundo debido a su uso equivocado, no hay razones Bíblicas
que nos enseñen que debemos minimizar esta ordenanza de Dios ni tampoco que debemos
descontinuar su práctica.5
El bautismo en agua ilustra excepcionalmente una de las verdades más importantes para el creyente
en la era de la iglesia. Esta es la razón por la cual yo creo que la manera del bautismo en agua es
enseñada en las Escrituras por inmersión. Cada pasaje dónde el bautismo del creyente ocurre
requiere o permite la inmersión. ¿Por qué? Porque es necesario proclamar la verdad de “la
identificación” a través de este medio.
Además, hay una palabra en el griego, “rhantizo,” traducida en la Biblia “rociando,” que el Espíritu
Santo hubiera podido usar si el bautismo fuera entendido como rociando. Sin embargo, “rhantizo”
no fue utilizada porque la palabra inmersión cumple mejor el símbolo de la verdad de la
identificación. Cuando hablo de la verdad de la identificación o la verdad posicional, me refiero al
concepto Bíblico de la unión con Cristo del creyente, que ocurre cuando una persona confía en
Cristo. Considere los siguientes versículos que hablan de esta realidad espiritual:
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo. (Efesios 1:3)
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que
ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí. (Gálatas 2:20)
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado
a la diestra de Dios. (Colosenses 3:1)
Pregunta # 5
En primer lugar, permítame explicar lo que el bautismo en agua no hace. El bautismo en agua no
puede salvar, regenerar, dar perdón de los pecados, ni puede dar el Espíritu Santo a los perdidos. Ni
puede santificar, hacer espiritual, o calificar a los salvos a servir al Señor, porque no hay ninguna
obra o rito puede hacer esto (Gálatas 3:2-3). El caminar piadoso y el crecimiento espiritual es
totalmente por la gracia de Dios consignado por medio de la fe en Jesucristo y el poder del Espíritu
Santo (Colosenses 2:6-7; Gálatas 2:20; 3:3). Además, el bautismo en agua no es necesario para ser
miembro de una iglesia. (Esto no se encuentra en la Biblia). Francamente, ¡es más difícil llegar a
ser miembro de algunas iglesias que ir al Cielo!
Entonces, ¿qué es lo que el bautismo en agua proclama? El bautismo en agua es una ilustración de
nuestra identificación con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección. Cuando los creyentes son
sumergidos en el agua, simbólicamente están ilustrando el hecho de que han muerto con Cristo;
ellos han sido sepultados con Cristo; han resucitado con Cristo; y ahora son una nueva creación en
Cristo; y han creído que Cristo murió por sus pecados, fue sepultado, y resucitó de nuevo.
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el
bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en
la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección. (Romanos 6:3-
5)
Romanos 6:3-5 expone la realidad de la unión de cada creyente en Cristo que es ilustrada por medio
del bautismo en agua. Romanos 6 no trata con el agua, sino que con el bautismo por medio del
Espíritu Santo. ¡Note que estos creyentes en Roma habían sido “bautizados en Cristo,” no en agua!
Este bautismo espiritual en unión con Cristo también era verdad en los creyentes de Galacia.
Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido
bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo
ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si
vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
(Gálatas 3:26-29)
1 Corintios 12:13 nos enseña que la obra bautizadora del Espíritu Santo en unión con Cristo es una
verdad para todo creyente.
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos,
sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. (1 Corintios
12:13)
El Bautismo del Espíritu Santo es una de las siete bendiciones que todos los creyentes tenemos en
común.
Por medio del bautismo en agua, un creyente en Cristo públicamente proclama su fe e identificación
con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección. Además, según 1 Pedro 3:18-21 indica que “El
bautismo que corresponde a esto” (el bautismo en agua) permite al creyente la oportunidad de
proclamar públicamente que tiene una “buena conciencia” hacia Dios. Esto es porque ellos han sido
perdonados debido a la muerte de Cristo por sus pecados.
Estas extraordinarias verdades de “la identificación” son las que el bautismo en agua proclama e
ilustra. Este rito Bíblico no hace algo por usted. En realidad, es un símbolo visible de la unión
invisible del creyente con Cristo, y de lo que él ha hecho por nosotros. Esta es la razón por la cual
cuando bautizamos a los creyentes en la iglesia local, nosotros los sumergimos en el agua y después
nosotros mismos los levantamos fuera del agua. ¿Quién es el que hace toda la obra? Naturalmente
nosotros lo hacemos; aquellos que son bautizados simplemente confían en nosotros para hacerlo.
¿No es esto exactamente lo que Dios hace por nosotros en la salvación? ¡Que maravillosa
ilustración!
Por esa razón, el bautismo en agua de acuerdo la Biblia solamente es realizado una sola vez para
creyentes genuinos. ¿Por qué? Porque cada creyente es colocado en Cristo e identificado en unión
con él ¿cuántas veces? ¡Una sola vez!
Es así, de como el bautismo en agua ilustra la identificación del creyente con Cristo. Es un medio
para proclamar que uno ya ha sido salvo por medio de la gracia de Dios y que tiene una conciencia
libre de culpabilidad ante Dios porque sus pecados han sido perdonados por medio de la fe sola en
Cristo solamente.
Lo que el bautismo en agua ilustra y proclama
Pregunta # 6
Condición # 1 Usted necesita ser un creyente genuino en Jesucristo quién ha sido salvo por la
gracia de Dios.
Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los
corintios, oyendo, creían y eran bautizados.
Condición #1 es esto – Usted necesita ser un creyente en Jesucristo. Usted necesita ser salvo
genuinamente. El rito sin la realidad no significa nada.
Porque esta es la verdad, no es extraño que la Biblia no mencione ejemplos del bautismo de bebés
en ningún lugar en las Escrituras. ¿Por qué? Porque los bebes no pueden creer en Jesucristo. He
susurrado Juan 3:16 en los oídos de mis 3 niños cuando fueron bebes, pero ninguno de ellos
respondió “AMEN.”
Una segunda condición relacionada con el bautismo en agua es que usted necesita entender lo que
está haciendo. De lo contrario, sería un rito vacío, que no tiene significado para usted o cualquier
otra persona. El bautismo en agua es un privilegio diseñado divinamente para identificarnos
públicamente con Jesucristo. Y si un creyente no entiende el propósito y la ilustración del bautismo
en agua, sería necio e insensato de su parte en participar. Por eso, en la iglesia local la cual tengo el
privilegio a pastorear, nunca trato de presionar a la gente para sean bautizados en agua.
En cambio, animo a los nuevos y viejos creyentes a permitan que el Espíritu Santo transforme su
manera de pensar por medio del aprendizaje de la Palabra de Dios según (2 Corintios 3:17-18). Ni
tampoco enseño que un creyente sea carnal si todavía no han sido bautizados. Es verdad que cuando
he hablado con creyentes que aun no tienen claridad en cuanto el bautismo, les he animado a que
esperen.
Pero cuando cada creyente en cualquiera etapa del crecimiento espiritual llega a entender la Biblia
en cuanto al bautismo en agua, este creyente está dispuesto a responder por fe a la luz de la gracia de
Dios, hacía el Señor (Romanos 12:1-2; Colosenses 3:23). De lo contrario, la conformidad, su
ignorancia o una manera legalista de pensar resultarán en un rendimiento ritualista; en contraste con
una obediencia gozosa en Jesucristo por medio de la fe, guiada por el Espíritu Santo.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. (Hebreos 11:6)
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Romanos 10:17)
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos
en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis
a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para
que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12:1-2)
Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis para salvación. (1 Pedro 2:2)
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.
(Colosenses 3:23)
Pregunta # 7
Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que
desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió
que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre
todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y
leyendo al profeta Isaías.
Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía
al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no
me enseñare?
Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. El pasaje de la Escritura que leía era este:
Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así
no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la
contará? Porque fue quitada de la tierra su vida.
Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta
esto; de sí mismo, o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde
esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta
agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? (Hechos 8:26-36)
El eunuco de etiopia probablemente hizo esta pregunta porque él había estado en Jerusalén y había
visto a creyentes siendo bautizados en agua. Felipe le explicó que Isaías 53 (el pasaje que el eunuco
estaba leyendo) había sido cumplido con la muerte sustitutoria y la resurrección corporal de
Jesucristo, entonces el eunuco preguntó:
Versículo 37, “Entonces Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes.”
En otras palabras, no hay ningún impedimento si crees. Entonces ¿qué respondió el eunuco?
“Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.”
Entonces, habiendo cumplido las condiciones para la salvación (porque el eunuco puso su fe en
Jesucristo como Salvador), el pasaje dice:
Entonces querido creyente en Cristo, quizás se este preguntando la misma pregunta que el eunuco
hizo, ¿qué impide que yo sea bautizado?”
“Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.” (Juan 13:17)