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Presentado por: David Armando Osorio Arias.

Profesor: Mario Alonso Lopez Sánchez


Clase: DERECHO CONSTITUCIONAL COMPARADO 165

Why Democracy I:
En la sociedad actual, existe una percepción arraigada de que vivimos en una democracia, donde las
elecciones son consideradas una conquista del pueblo y los políticos son vistos como personas preparadas
para gobernar. Se cree que el poder recae en los ciudadanos y se valora la importancia del programa
electoral. Además, se considera que la democracia tiene sus raíces en la antigua Atenas.
Sin embargo, la realidad nos muestra una imagen distinta. A pesar de la creencia en una democracia
participativa, en la práctica, la elección del poder político está en manos de una elite, lo que plantea serias
interrogantes sobre la igualdad de oportunidades y el acceso al poder. Esta situación es alimentada por la
mediocridad que prevalece entre los gobernantes y senadores, lo que socava la confianza en el sistema.
Aunque se valora la importancia del programa electoral, la triste realidad es que muchas veces estas
promesas carecen de peso e importancia real una vez que los políticos están en el poder. Esta discrepancia
entre lo prometido y lo cumplido socava la credibilidad del proceso electoral y la confianza de los
ciudadanos.
Además, la elección de gobernadores es un asunto delicado, ya que se requiere depositar una confianza
total en ellos. Lamentablemente, esto puede conducir a situaciones en las que se cometan "barbaridades"
debido a la falta de responsabilidad y el abuso de poder.
En resumen, vivimos en un gobierno representativo que se aleja de la forma original de democracia que
tuvo lugar en Atenas. La brecha entre la percepción idealizada de la democracia y la realidad es evidente.
Existe una necesidad urgente de cerrar esta brecha y promover una mayor transparencia en el sistema
político.
Para lograrlo, es fundamental garantizar una participación ciudadana más activa y promover la rendición
de cuentas de los políticos. Asimismo, es necesario fomentar una mayor diversidad y calidad entre los
líderes políticos, para asegurar que estén verdaderamente preparados y capacitados para asumir la
responsabilidad de gobernar.
La democracia no debe ser solo una ilusión, sino una realidad tangible en la que los ciudadanos puedan
confiar plenamente. Solo así podremos superar la desfiguración del sistema y avanzar hacia una
democracia más auténtica y representativa, en la que el poder resida verdaderamente en las manos de la
ciudadanía.

Why Democracy II:


En el corazón de una verdadera democracia se encuentra la participación de todos los ciudadanos en una
asamblea, lo cual representa una victoria para cualquier pueblo. Este tipo de sistema garantiza que todas
las voces sean escuchadas y tomadas en cuenta en la toma de decisiones.
Es importante destacar que los políticos deben estar debidamente preparados para gobernar. Su formación
y experiencia son fundamentales para desempeñar su labor de manera efectiva y responsable. La
mediocridad no debería tener cabida en un sistema democrático.
El poder del pueblo se ejerce de manera adecuada cuando los ciudadanos tienen el control y la capacidad
de influir en las decisiones políticas. Esto implica una rendición de cuentas constante por parte de los
gobernantes hacia aquellos a quienes representan.
Si bien las promesas pueden ser valiosas, es fundamental que se cumplan. La confianza de los ciudadanos
se sostiene en gran medida en la capacidad de los líderes para honrar sus compromisos y trabajar en
beneficio de la comunidad.
Una propuesta interesante es la selección de líderes a través del sorteo. Esta medida puede surgir debido
a la desconfianza generalizada hacia el proceso electoral tradicional. El sorteo garantiza que las personas
elegidas sean representativas de la diversidad de la sociedad y que estén libres de intereses partidistas o
influencias corruptas.
En conclusión, una democracia verdadera se basa en la participación de todos los ciudadanos en una
asamblea. Los políticos deben estar preparados y ser responsables en su labor. El poder del pueblo se
manifiesta a través del control ciudadano. Las promesas deben ser cumplidas y el sorteo puede ser una
alternativa interesante para seleccionar líderes de manera imparcial y evitar la desconfianza. Con estos
elementos, podemos aspirar a una democracia sólida y genuina.

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