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LA DEMOCRACIA EN LA ACTUALIDAD

Primero que es la democracia, él término “democracia” proviene del griego antiguo.


Fue acuñado en Atenas en el siglo V antes de Cristo a partir de las palabras “demos”
(pueblo, población) y “kratos” (gobierno, poder, autoridad), es decir, un gobierno del
pueblo.

Hoy entendemos a la democracia como un régimen político donde la titularidad del


poder la ejerce el pueblo a través de mecanismos institucionales. En el mundo
contemporáneo, existen una pluralidad de ideas, concepciones y usos para el
concepto de democracia. En la mayoría de los casos, la palabra “democracia” es
usada no solo como forma de gobierno, sino como sinónimo de libertad, de igualdad,
de gobierno de mayoría, de justicia social, de fraternidad, de participación, de
respeto a las minorías, etc.

¿Actualmente hay democracia? no hay democracia, vivimos en una dictadura


encubierta en todos los países, porque los ciudadanos no son libres de elegir al
presidente, a los componentes del gobierno, no votamos las leyes. No decidimos
sobre nada y las elecciones están manipuladas.

Los derechos no son iguales para todos, el dinero corrompe al sistema judicial y
Político. Las leyes solo están hechas para que las cumplan los pobres.

Existen varios factores que vulneran la democracia en los siguientes párrafos


mostraremos cuales son.

La corrupción es uno de estos. La corrupción política, la corrupción de los


gobernantes, fenómeno pernicioso que si no logra ser detenido terminará dando un
tiro de gracia a la democracia y con ello a la misma dignidad humana.

Con la corrupción la democracia queda totalmente desvirtuada, y comienza a perder


su razón de ser, ya que la ciudadanía comienza a perder confianza en ella y dejar de
apreciar sus beneficios.

Esta situación también provoca otro daño importante para la subsistencia de la


democracia: produce apatía e indiferencia. La corrupción política contamina las
decisiones estatales, y con ello se va generando en la ciudadanía la idea, o lo que es
peor la convicción de que no «vale la pena» interesarse e involucrarse en la cosa
pública porque siempre serán escuchados los mismos, aquellos que pueden influir
en las decisiones públicas. Esta apatía/indiferencia trae consigo que los ciudadanos
y ciudadanas se replieguen, transformándose en actores pasivos y renunciando con
ello a jugar su papel fundamental en el control del ejercicio del poder. Estamos
seguros que no nos equivocamos al afirmar que una ciudadanía pasiva, apática e
indiferente es el mejor escenario para el político corrupto.
También existen otros factores como la centralización de poder y la injusticia

Después de haber identificado los factores que vulneran la democracia investigamos


que podríamos hacer para fortalecerla.

Podríamos elegir conscientemente a los representantes políticos, investigar mas


sobre ellos y sus propuestas.

Participar constantemente y ser ciudadanos activos, promover y fomentar tanto la


igualdad como la integración.

En conclusión, algo se ha avanzado, pero falta mucho camino por recorrer. En otras
palabras, faltan nuevas revoluciones, nuevos cambios, para que pueda concretarse
el ideal de una sociedad justa integrada por hombres libres e iguales. La democracia
no es el problema sino quien la gobierna.

Escrito por Margareth Alvaro y Munir Taype

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