DROGAS Y DROGADICCIÓN

UNIDAD Nº 2
Clasificación
SEMANA 4

Introducción
En la unidad anterior, se revisó la taxonomía de las drogas y las vías de
administración de las mismas. Durante esta semana, se dará continuidad a esta
temática, haciendo una revisión de la tipología del consumo de sustancias. La
comprensión de estos aspectos, le permitirá seguir el camino de construcción de su
propia perspectiva del uso de drogas, pero además contribuirá a la adopción de
lenguaje disciplinar y será un insumo básico para generar procesos de evaluación e
intervención en población con problemáticas de consumo.

Como se ha revisado anteriormente, existen diferentes tipos de

consumo, se ha preguntado…
¿Qué los diferencia?
¿Qué los jerarquiza?

Al igual que en la mayoría de fenómenos sociales, en el consumo de drogas

existen diferentes maneras de ejecución, que se relacionan con las causas, pero
también con las consecuencias de dicho uso. Reconocer los tipos de consumo,
permite entender que la diversidad de este evento radica no solo en las
características de la sustancia que se consume, sino en las formas y rituales que le
acompañan.

Para ello, varios autores han descrito la tipología del consumo y, aunque se
presentan variedades y discrepancias entre las construcciones de uno y otro, se
conservan generalidades que dan la posibilidad de unificar el lenguaje disciplinar del
mundo de las drogas y de construir bases epistemológicas sólidas y objetivas. A
continuación, se presentará una amplia descripción de los tipos de consumo y su
relación con la salud, el bienestar y la vida de las personas.

Se espera entonces, contar con toda su atención y motivación, para continuar

este recorrido de descubrimiento, ciencia y reflexión.

¡Bienvenido a su semana 4 de lectura!

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 Ideas fuerza
El consumo de drogas es un fenómeno social, en el que se interrelacionan la persona,
la sustancia que consume y el contexto en que lo hace

El uso de sustancias hace referencia al consumo de drogas que, por sus

características, no ocasiona problemáticas en la vida de la persona. El consumo
experimental, ocasional y habitual, son usos no problemáticos.

El abuso de sustancias se refiere al consumo de drogas que, por sus características,

ocasiona problemáticas en la vida de la persona. Este incluye el consumo
problemático y la dependencia.

El patrón de consumo es el conjunto de características que definen la forma en que

la persona usa una sustancia: cantidad, frecuencia, tipo, motivos, edad de inicio, vía
de administración, tiempo de consumo, entre otros.

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 Desarrollo
1. TIPOS DE CONSUMO
“Ordenar para clasificar, clasificar para entender, entender para saber”
Anónimo

Con frecuencia, al escuchar palabras como consumidor, drogas o problemas

con drogas, las personas evocan en su mente, imágenes asociadas a la miseria, la
enfermedad y la locura, entonces de manera casi automática, el miedo, la rabia y el
desprecio por las drogas emergen de la mente, casi sin ningún filtro. Esta
representación social, es el resultado de un constructo que por años ha sido
malentendido y se ha fundado en imaginarios, que no son para nada agradables.
Parte de esta equivoca construcción, está directamente relacionada con la
concepción del consumo de drogas bajo una única forma, en la que no se diferencian
características y dimensiones de ningún tipo.

Para romper con estos estigmas, es necesario que los profesionales que
intervienen en el mundo de las drogas, se encarguen no solo de derribar estas
miradas, sino de construir nuevas perspectivas, fundamentadas en aspectos que
vayan más allá de la propia subjetividad. En este escenario, los tipos de sustancias
se plantean como un punto de partida, que podrían ayudar a diferenciar aspectos del
uso de drogas y a desmitificar sus concepciones.

Para cumplir este objetivo, es necesario evocar el concepto de consumo de

drogas, como un fenómeno social en el que se interrelacionan la persona, la
sustancia y el contexto y, a partir de esta dinámica se define el tipo de consumo. Es
así como el consumo de un adolescente que experimenta con el alcohol y que no se
replica, puede resultar en un uso no perjudicial, mientras que el consumo de otro
adolescente que experimenta con la misma sustancia, pero que se replica con
frecuencia en grandes cantidades acompañado de otra sustancia, puede resultar
problemático. Por tanto, situaciones de consumo que comparten ciertas
características, resultan abismalmente diferentes gracias a la relación entre
elementos claves, que dimensionan los tipos de consumo.

Recuerde que, el consumo de drogas es un fenómeno social.

Su tipología se define, por los resultados de la interrelación
entre la persona, la sustancia que consume y el contexto en
que lo hace
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 1.1. Uso de sustancias

Como se ha revisado en capítulos anteriores, el uso de sustancias podría resultar

un término bastante amplio ya que la literatura lo describe, como el uso de cualquier
sustancia, cuyas características cuantitativas y cualitativas permitan que no resulte
perjudicial para la salud y el bienestar de la persona. Es decir que una persona podría
ser consumidora de cannabis y desempeñarse de forma regular en su vida diaria, sin
presentar problemáticas sociales o de salud. Sin embargo, es importante considerar
que el uso de sustancias, aunque no es directamente perjudicial, si puede representar
riesgos para la salud y constituir un factor predisponente para el desarrollo de
consumos problemáticos.

En ese sentido, el uso de sustancias podría a su vez, incluir otros tipos de

consumo cuyo factor común es su carácter no perjudicial, pero que conservan otras
características que los convierte en conceptos diferenciados.

1.1.1. Consumo experimental

➢ Primer acercamiento a la droga

➢ Puede continuar o no
➢ No existe hábito
➢ Percepción del riesgo, depende
de la persona

Figura 1: Uso de sustancias – Consumo experimental

El uso experimental de sustancias, hace referencia al primer acercamiento que

la persona hace a una droga, intencionado por la necesidad explorar los efectos de
la misma y motivado generalmente por curiosidad, atracción por la transgresión de
límites y normas, presión social, deseos de riesgo y oferta de sustancias. Según el
Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación de Drogas y Alcohol SENDA,
el consumo experimental además “puede acompañarse de abandono de la sustancia
o continuidad de la misma, sin embargo no existe un hábito de consumo y
generalmente la sustancia no se compra, sino se comparte” (1). Este tipo de consumo

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es típico de las dinámicas sociales adolescentes, que evidencian el comportamiento
impulsivo y la necesidad de explorar lo desconocido.

1.1.2. Consumo Ocasional

➢ Periodicidad distante
➢ La sustancia no es imprescindible
➢ No existe hábito de consumo
➢ Percepción del riesgo adecuada

Figura 2: Uso de sustancias – Consumo ocasional

El consumo ocasional se define como el uso de sustancias sin periodicidad

establecida. Este consumo puede ser motivado por la función social y/o hitos
específicos en la vida de la persona. SENDA menciona entre las características
principales del consumo ocasional “el uso intermitente de la sustancia, continuidad
del uso de la sustancia sin que esta se vuelva imprescindible, uso consciente de la
sustancia, es decir que la persona consume conoce los efectos de la sustancia y, la
inexistencia de hábitos de consumo” (1).

1.1.3. Consumo Habitual

Figura 3: Uso de sustancias – Consumo habitual

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 Se entiende que el consumo habitual corresponde a un patrón frecuente de la
ingesta de una droga, es decir que la periodicidad con la que se utiliza la sustancia
es más continua. SENDA indica que “esta práctica puede conducir a otras formas de
consumo que pudieran resultar problemáticos” (1). Las razones que motivan este
consumo son diversas, sin embargo, principalmente se asocia a las necesidades de
pertenencia social, contención emocional y necesidad y búsqueda de sensaciones
placenteras.

Puede evidenciarse la existencia de una jerarquización del consumo, que

muestra la escalada que conduce a consumos problemáticos y, que se continúa
explicando en los próximos apartados.

Recuerde que, el uso de sustancias hace referencia al

consumo de drogas que por sus características, no ocasiona
problemáticas en la vida de la persona. El consumo
experimental, ocasional y habitual, son usos no
problemáticos.

1.2. Abuso de sustancias

Como su nombre lo indica, el abuso de sustancias se define como la utilización

indebida de sustancias, cuyas consecuencias representan riesgos importantes para
la salud y dificultades en las dinámicas sociales de la persona consumidora. SENDA
“ha establecido cuatro áreas donde se presentan problemáticas asociadas al abuso
de sustancias: riesgo para la salud, problemas legales, problemas sociales e
incumplimiento de roles” (1).

Al igual que el término uso de sustancias, el concepto de abuso de drogas es

amplio y diverso, puesto que no todos los abusos consideran las mismas
dimensiones, es decir que existen consumos que son más problemáticos que otros.
En consecuencia, el abuso de sustancias incluye conceptos como el consumo
problemático o perjudicial y la dependencia a sustancias.

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 1.2.1. Consumo problemático o perjudicial

➢ Aumento consumo –cantidad y

frecuencia-
➢ Problemas individuales,
familiares y sociales.

Figura 4: Abuso de sustancias- Consumo problemático

El consumo problemático o perjudicial, considera el uso de sustancias que por

sus características genera problemas en la vida de la persona consumidora. En este
tipo de consumo, la persona utiliza la sustancia de forma de indiscriminada y hay
señales claras de abandono de los roles sociales y problemas de salud física y
mental. Este consumo es motivado por diferentes razones, sin embargo, la función
social, la búsqueda constante de placer y bienestar y, el uso de la sustancia como
mecanismo de solución a eventos traumáticos de la vida, suelen ser las más
recurrentes.

1.2.2. Consumo dependiente o adicción

➢ Pérdida de control del consumo

➢ Necesidad biológica de usar la
sustancia
➢ Perdida de roles

Figura 5: Abuso de sustancias – Consumo dependiente

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 El consumo dependiente o adicción, hace referencia al tipo de consumo más
problemático. Se caracteriza por la necesidad imperante de estar bajo los efectos del
consumo, en el que la persona pierde el control sobre el uso de la sustancia,
generada por los cambios neurobiológicos producto de la exposición prolongada a
esta. El consumo, ocasiona un impacto negativo en la funcionalidad de la persona y,
resulta en el abandono de los roles y actividades cotidianos de la persona, desde los
más básicos hasta aquellos en los que reposa su identidad y sentido de existencia,
es decir, que comprometen de forma severa todas las áreas de la vida de la persona.

Recuerde que, el abuso de sustancias se refiere al consumo

de drogas que por sus características, ocasiona
problemáticas en la vida de la persona. Este incluye el
consumo problemático y la dependencia o adicción a las
drogas.

1.3. Descripción de los tipos de consumo como condición de salud

Si existen diferentes tipos de consumo, se ha preguntado…

¿Cómo se establecen los diagnósticos sociales y de salud?

1.3.1. Trastornos por consumo de sustancias

El trastorno por sustancias se define propiamente como una condición de salud.

La Clínica Mayo por ejemplo, ha definido que el trastorno por consumo de sustancias
es “una enfermedad que afecta el cerebro y el comportamiento de una persona, y
produce incapacidad de controlar el consumo de medicamentos o drogas legales o
ilegales. Este trastorno puede incluir algunos de los siguientes síntomas:
• Sentir deseos de consumir la droga con frecuencia
• Con el tiempo, necesitar una dosis mayor para obtener el mismo efecto
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 • Gastar dinero en la droga, incluso cuando no se puede pagar
• No cumplir con las obligaciones y responsabilidades laborales, o reducir el
tiempo dedicado a ellas debido al consumo
• Continuar con el consumo a pesar de problemas, daños físicos o
psicológicos
• Hacer cosas que normalmente no haría para conseguir la droga, como robar
• Conducir o hacer otras actividades peligrosas bajo los efectos de la droga
• Fracasar en los intentos de suspender el consumo” (2)

➢ Deseos frecuentes
➢ Necesidad de dosis más altas
➢ Inversión de dinero en la sustancia
➢ Abandono de roles
➢ Trasgresión de las normas
➢ Percepción de riesgo baja
Trastorno por ➢ Dificultades para mantenerse sin
Consumo consumo
➢

Figura 6: Trastorno por consumo según descripción DSM V

Por otro lado el DSM V – Diagnostic and Stadistical Manual of Mental Disorders-
ha descrito este patrón de consumo como desadaptativo, debido a la pérdida del
control y a las problemáticas a nivel individual, familiar y social desencadenado del
mismo. El manual además considera el número de síntomas presentados para definir
el nivel de severidad del trastorno, de esta manera cumplir con 2 a 3 criterios, permite
diagnosticar un nivel de trastorno leve, 4 a 5 o criterios moderado y 6 o más criterios
severo, eliminando así de su lenguaje diagnostico los términos consumo abusivo y
perjudicial. Entre los síntomas el manual considera:

• “Tolerancia
• Abstinencia
• La sustancia es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un
período más largo de lo que inicialmente se pretendía
• Existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir
el consumo de la sustancia
• Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la
sustancia, en el consumo de la sustancia o en la recuperación de los efectos
de la sustancia

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 • Reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido
al consumo de la sustancia
• Se continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas
psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o
exacerbados por el consumo de la sustancia” (3).

➢ Tolerancia
➢ Abstinencia
➢ Aumento de las dosis
➢ Imposibilidad de dejar el
Trastorno por
consumo
Consumo ➢ Abandono de roles
➢ Inversión de tiempo en consumo
➢ Percepción de riesgo baja
Figura 7: Trastorno por consumo según descripción CIE 10

De forma similar, el CIE 10 –Clasificación Internacional de Enfermedades-define

que los trastornos por consumo de sustancias son aquellos “cuya gravedad va desde
la intoxicación no complicada y el consumo perjudicial hasta cuadros psicóticos y de
demencia manifiestos. Todos ellos secundarios al consumo de una o más sustancias
psicotrópicas” (4).

Este manual define la complejidad del trastorno de acuerdo a ciertos criterios

clínicos y establece un código diagnostico diferente para eventos que van desde la
intoxicación aguda, el consumo perjudicial, el síndrome de dependencia, abstinencia
y abstinencia con delirium, el síndrome amnésico y el trastorno psicótico en estadios
primarios, residual y de comienzo tardío. Los primeros tres eventos codificados,
indican el nivel de severidad del trastorno, es decir que indican que tan problemático
es el consumo de la persona, siendo la intoxicación aguda un consumo excesivo de
la sustancia, asociado a la cantidad y frecuencia del consumo; el consumo perjudicial
el uso de la sustancia que ocasiona problemáticas directas en la salud; y el síndrome
de dependencia como la necesidad biológica de la sustancia evidenciada a través de
manifestaciones físicas, cognitivas o comportamentales.

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 ➢ Necesidad biológica

➢ Problemas de salud

➢ Consumo excesivo

Trastorno por
Consumo

Figura 8: Trastorno por consumo según descripción CIE 10

Es importante conocer el lenguaje desde los manuales diagnósticos que

consideran las condiciones de salud, puesto que se usa con frecuencia para
establecer el diagnóstico clínico de un usuario y su nivel de severidad, del cual en
gran medida dependerá el proceso de derivación acceso a servicios de atención en
sus diferentes estamentos de complejidad. Aunque existen diferencias significativas
en el lenguaje utilizado, el objetivo que se persigue es el mismo: orientar a los equipos
de salud a la intervención de una condición de salud especificada y definida por la
sintomatología que presenta la persona.

1.3.2. Patología dual

La patología dual, se define como una condición de salud mental, en la que se

presenta la comorbilidad entre un trastorno psiquiátrico y el uso de una o más
sustancias. Es una condición compleja, en la medida en que ambas comorbilidades
tienen un impacto bidireccional y pueden empeorarse hasta deteriorar la salud y la
función social de la persona. Otro factor que complejiza esta condición, es que es
difícil establecer el origen de cada uno de los elementos y, establecer un diagnostico
pese a que la sintomatología del trastorno psiquiátrico podría asimilarse a los del uso
de sustancias y viceversa. Varios estudios, como el de Drake en 2004, han
establecido que además, la coexistencia de estos dos fenómenos genera mayor
gravedad de la persona al ingresar a los servicios de atención en salud, menor
adherencia a los tratamientos, mayor utilización de los servicios y peores resultados
de tratamiento, lo que empeora la calidad de vida de las personas y sus familias e
incurre en mayores gastos estatales y colapsa los dispositivos de atención y a los
equipos de salud mental.

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 ➢ Mayor gravedad
➢ Baja adherencia al tratamiento
➢ Mayor utilización de servicios
➢ Peores resultados de tratamiento

Trastorno por Trastorno por

Consumo Consumo

Figura 9: Patología dual

Varios estudios han determinado que existe una fuerte relación entre los
trastornos psiquiátricos y el consumo de sustancias. En Estados Unidos
investigaciones han establecido que “cerca de un 41% de los abusadores de alcohol
y un 60% de los abusadores de drogas ha sido diagnosticado con un trastorno del
ánimo y, se ha establecido el trastorno afectivo bipolar como la comorbilidad más
frecuente en la dependencia a drogas y alcohol” (5). En Chile, los estudios realizados
por SENDA y el Ministerio de Salud –Minsal- contemplan poco la observación y
seguimiento de esta condición, lo que se suma a la dificultad de diagnóstico, por lo
que en general se incluye la patología dual de forma indiscriminada como trastorno
por consumo de sustancias en los estudios en población general.

Esta condición genera un desafío para los equipos y dispositivos de atención y,

para los estados que establecen las políticas de salud pública, ya que involucra
aspectos que requieren de atención especializada y abordajes rápidos, pese a los
pronósticos poco favorables que fueron explicados anteriormente.

1.4. Descripción del consumo como condición social

Como se ha mencionado a lo largo de las semanas, el consumo de drogas es

un fenómeno multifactorial que debe estudiarse desde diferentes perspectivas, si es
que se busca comprenderlo y abordarlo. Una perspectiva importante es aquella que
amplía la mirada del uso de drogas como un evento que se presenta dentro de un
sistema social en el que conduce a ciertas consecuencias dentro de la dinámica entre
la persona que consume drogas, sus círculos vinculantes más próximos y aquellos
más distantes.

En ese sentido, se gestan términos para designar el uso de sustancias como el

uso debido e indebido. Estos son conceptos menos clínicos, utilizados desde aristas
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relacionadas directamente con contextos sociales, culturales, económicos y políticos.
Por esta razón, se considera no solo como un término amplio, sino como uno poco
objetivo, ya que la calidad de apropiado depende de la postura bajo la que cada
persona contemple el uso de drogas.

Sin embargo, el SENDA ha establecido que la naturaleza de debido o indebido

del consumo desde una mirada social, depende de factores relevantes como la
cantidad y frecuencia, relacionado con las características cuantitativas del consumo,
directamente relacionadas con el mal uso de la misma; el status legal, que asocia a
condición de legalidad de la sustancia con lo que se considera indebido; el riesgo,
que identifica el peligro y su conexión con el uso de una sustancia determinada; las
consecuencias para la salud, asociadas a los efectos directos de la droga sobre la
salud física y mental; y finalmente las pautas sociales, vinculadas fuertemente con
los contenidos culturales de una comunidad que establecen las normas de lo debido
e indebido; y las razones que motivan el consumo, que se han revisado en apartados
anteriores. Así distingue cuatro categorías del uso indebido de drogas:

• “Uso excesivo: se refiere a la ingesta de cantidades grandes de droga en un

momento dado
• Uso inoportuno: tiene relación con el contexto de la ingestión: lugar de trabajo,
lugares públicos, escuelas y actos sociales.
• Uso por Personas no Autorizadas Socialmente: por ejemplo, niños, mujeres,
grupos religiosos y étnicos.
• Uso por Personas Especialmente Vulnerables: es decir, por personas
propensas a sufrir consecuencias adversas, por ejemplo, personas con
predisposición genética, con trastornos de la personalidad, o enfermedades
mentales propiamente tales” (1).

1.5. Discusión actual de los tipos de consumo

¿Qué se imagina usted, discuten los expertos en materia de

consumo, frente a los conceptos y tipologías vistas?

Existen discusiones actuales frente al uso de los términos que definen el tipo de
consumo, cuyo factor determinante es el grado de severidad, proveniente de la
interrelación entre diferentes características y aspectos del mismo. Varios autores
discuten que el uso de los términos es tremendamente indiscriminado en los
contextos que abordan el consumo de drogas, desde aquellos más indirectos hasta
los más cercanos. Además plantean que existen diferencias significativas entre los
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términos, según la fuente que los origina, así se puede encontrar en una fuente
determinada que el abuso de drogas podría incluir todos aquellos consumos
problemáticos y encontrar en otra, que por el contrario, el abuso de drogas podría
considerarse como un consumo problemático en el que la persona se excede en el
uso de una sustancia según la normativa social.

Ante esta problemática, muchos de los contextos de abordaje deciden

establecer el contenido de cada término y favorecer la génesis de un lenguaje propio
o, simplemente adaptan cada concepto según la necesidad que se les presenta. Esta
falta de unificación en el lenguaje podría considerarse como una de las mayores
dificultades en el estudio e investigación del consumo de drogas, que se suma a la
diversidad y complejidad del fenómeno. Ambas estarían limitando avances
significativos y estándares de acción frente al uso de las drogas.

Frente a ello, podría pensarse que los manuales diagnósticos contribuyen a la

unificación del lenguaje, pero lamentablemente su perspectiva concreta del
fenómeno únicamente como condición de salud, perpetua las miradas sesgadas del
uso de drogas. Adicionalmente, solo describen aquellos consumos que resultan
perjudiciales para la persona consumidora, dejando de lado aquellos que no tienen
relación directa con el riesgo y el peligro.

Sin embargo, ante esta situación, resulta interesante y relevante discutir los
conceptos y entenderlos a la luz de la diversidad y la complejidad del uso de drogas,
que indican que no existe una única clase de consumo y que cada una de ellas es
diferente a la anterior de acuerdo a ciertas características. Esto podría beneficiar la
concepción de la dinámica del consumo de sustancias y, aunque no logre establecer
lineamientos estandarizados sobre los tipos de consumo, si podría favorecer la
construcción de un significado y una tipología del consumo más global, que dé cuenta
de toda la magnitud de este acontecimiento y de su transición desde los primeros
consumos hasta la posibilidad de llegar a aquellos más problemáticos, toda vez que
se logre comprender que existen diferentes niveles, determinados por un sinnúmero
de factores que deben ser considerados, antes de establecer los efectos del mismo
sobre la vida de las personas consumidoras.

Recuerde que, aunque existan diferentes términos para

acotar los tipos de consumo, lo importante es elegir una
perspectiva y entender en que se diferencia cada tipo.

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 2. EFECTOS DEL CONSUMO DE SUSTANCIAS
“Para millones de personas las drogas sirven hoy, como las religiones y la alta cultura ayer, para aplacar las dudas y
perplejidades sobre la condición humana, la vida, la muerte, el más allá, el sentido o sinsentido de la existencia.”
Vargas Llosa, M.

En general…
¿Cuáles se imagina usted son los efectos del consumo de
drogas sobre las personas?

Los efectos del consumo de sustancias dependen de los factores que se

asocien al momento exacto en que la persona usa la droga. Este carácter condicional
entre los efectos y las características propias de la utilización de una sustancia, nos
invita a examinar el concepto de patrón de consumo. El patrón de consumo es un
término que recoge las particularidades de la forma en que una persona ingiere una
droga, es decir que evidencia las cualidades cuantitativas y cualitativas que se
relacionan a ese consumo. Según el SENDA, el patrón de consumo “se refiere a las
pautas de uso de drogas, que incluyen los ciclos y frecuencias de consumo, la
asociación de la conducta con las motivaciones subyacentes, los contextos de
consumo, los tipos de drogas empleadas, sus combinaciones y las vías de
administración de la sustancia” (1).

El patrón resulta entonces, una herramienta útil para definir el tipo de consumo
de una persona y los posibles efectos de los que pueda ser partícipe el consumidor
y su entorno. En esa medida, es difícil definir de una forma genérica los efectos del
consumo de sustancias, ya que en estricto rigor a cada patrón de consumo le
corresponderían algunos efectos directos, no obstante, hay ciertas consecuencias de
usar drogas, que son transversales indistintamente de los patrones de consumo y las
causas de estos.

Los efectos del consumo de sustancias, podrían resumirse en aquellos que

resultan funcionales para la persona que usa la droga y aquellos que tienen un
impacto negativo para su bienestar y desarrollo humano. A su vez, estos últimos
podrían clasificarse en tres grandes grupos efectos físicos, psicológicos y sociales,
los dos primeros relacionados con los efectos a nivel individual y los terceros con el
nivel de desempeño familiar y social.

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 Recuerde que, el patrón de consumo se refiere a la forma en
que la persona consume. Reúne todas las características del
consumo: cantidad, frecuencia, tipo de sustancia, motivos,
edad de inicio, vía de administración, tiempo de consumo
entre otros.

2.1. Efectos físicos del consumo de drogas

Antes de iniciar la lectura…

¿Qué efectos físicos se imagina usted, que tiene el consumo de
drogas?

A nivel físico, se presentan diversos efectos relacionados con el uso de drogas,

que resultan perjudiciales para la persona consumidora. En el área física se
desconocen los efectos funcionales para el consumidor, sin embargo, existe una
amplia descripción de aquellos que resultan perjudiciales para la salud y el bienestar
de la persona.

Los efectos perjudiciales a nivel físico por consumo de drogas, se asocian a las
situaciones extremas a las que los diferentes sistemas corporales se ven sometidos
cuando se está bajo el efecto de la sustancias. Por ejemplo, el consumo de drogas
expone al sistema cardiovascular a alteraciones constantes, en las que puede
aumentar, disminuir o fluctuar su ritmo de trabajo de formas abruptas. También se ve
sometido a riesgo de daño directo cuando se hace uso del sistema venoso como vía
de administración de drogas. La dinámica es muy parecida en sistemas como el
respiratorio y el digestivo, donde la prolongada exposición a la sustancia genera
daños importantes por el uso como vía de administración o por mecanismos de
conducción de los componentes tóxicos de la droga. Otros sistemas como el sistema
reproductor y el inmune, se debilitan por los efectos secundarios de la droga, sobre
los mecanismos fisiológicos que los componen.

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 Sin embargo, las principales complejidades sobre el estado físico de las
personas que usan drogas, se relacionan con el abandono de las actividades de auto
cuidado y el descuido de la gestión propia de la salud, es decir, que parte del deterioro
del estado de bienestar, se asocia a que el consumo ocupa paulatinamente espacios
de la rutina que antes se dedicaban a la alimentación, la higiene y el cuidado de la
salud, lo que sin duda genera como resultado, complicaciones que van más allá del
efecto de la droga sobre un sistema corporal determinado. Un ejemplo claro de ello,
es la salud dental. Una persona consumidora de pasta base, podrá sufrir los efectos
del consumo sobre su estado de salud oral, sin embargo, el hecho de dedicar gran
parte de su rutina al uso de la droga y abandonar tareas como el cepillado de dientes,
la alimentación saludable, la actividad física y la visita regular al odontólogo, podrían
empeorar la condición al punto de enfrentar situaciones graves como infecciones
orales o la perdida de piezas dentales.

Otra de las razones por las cuales la salud física empeora en personas que
usan drogas, es porque con frecuencia evitan reconocer que su consumo es
problemático y, que uno de los problemas es el deterioro a la salud. Además esquivan
los servicios médicos, como una forma de ocultar el consumo no solo para evitar
aceptar que es un problema, sino para liberarse de las representaciones y prejuicios
sociales de los que son víctimas las personas que usan drogas.

2.2. Efectos psicológicos del consumo de sustancias

Ante de iniciar la lectura…

¿Qué efectos psicológicos se imagina usted, que tiene el
consumo de drogas?

Los efectos que produce el consumo de drogas sobre la salud mental son
diversos y amplios y, se asocian directamente a los cambios fisiológicos producto de
las alteraciones químicas que se dan gracias a los componentes de la droga.

En esta área resulta sencillo identificar aquellos efectos que resultan

momentáneamente beneficiosos para la persona que usa la sustancia. Tal vez el más
conocido de ellos, se relaciona con la sensación de placer que se gesta en el cerebro
debido a los cambios neurofisiológicos que generan los principios activos de la droga.
Estos cambios resultan agradables para quien los vivencia y se asemejan a las
sensaciones de satisfacción y complacencia que se dan a raíz de la ejecución de

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otras actividades o a la presencia de ciertos eventos como el sexo o ganar un juego.
Sin embargo, los efectos de la sustancia también resultan placenteros cuando esta
actúa como atenuante de sensaciones desagradables como la tristeza, la rabia o el
exceso de energía. La droga actúa como la solución rápida a una situación emocional
problemática, de la cual la persona quiere librarse a la brevedad.

Por otro lado, el uso de sustancias también puede tener efectos perjudiciales
sobre la salud mental de las personas. La exposición prolongada a una sustancia
puede provocar un desajuste químico que se evidencia en la pérdida de control,
desregulación emocional y el desarrollo de rasgos o trastornos psiquiátricos.
Además, el uso de sustancias puede estar asociado a la pérdida del sentido de vida,
de identidad, de eficacia personal y a la insatisfacción persona, esto sumado a las
consecuencias sociales, podrían generar alteraciones del estado de ánimo, del
pensamiento y la percepción de la realidad, además de riesgo de auto y hétero
agresión y suicidio. Así mismo, la persona consumidora podría presentar
problemáticas del sueño, evidenciadas en el aumento o la disminución de las horas
efectivas de sueño, lo que tendría un impacto directo sobre el desempeño de la
persona, puesto que el sueño reparador y el descanso, son el punto de partida para
un buen funcionamiento diario.

Finalmente, al igual que en la salud física, existe un deterioro de la salud mental

producto del descuido y confusión entre las sensaciones producto del uso de drogas
y la sintomatología de problemáticas de salud mental y, de la poca asistencia a
servicios de atención para evitar enfrentar la problemática del consumo y las
representaciones sociales negativas que le acompañan.

2.3. Efectos sociales del consumo de sustancias

Ante de iniciar la lectura…

¿Qué efectos sociales se imagina usted, que tiene el consumo
de drogas?

El uso de drogas se asocia fuertemente al funcionamiento y las demandas

sociales. Esto resulta momentáneamente beneficioso para el consumidor, quien
evidencia un aumento o desarrollo de habilidades sociales que antes del consumo,
no le permitían cumplir con las exigencias de su entorno social. Por ejemplo, una

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persona que tiene dificultades para hablar con otros en eventos sociales, bajo los
efectos del consumo, rápidamente aumentar sus capacidades y niveles de
sociabilidad. Otro efecto del uso de drogas momentáneamente funcional para el
consumidor, se relaciona con la adquisición de un rol social en un grupo determinado,
lo que le asigna identidad y un sentido de pertenencia, que con frecuencia no se tiene
y no se ha tenido anteriormente, esto al igual que el mejoramiento de las habilidades
sociales, resulta placentero para el consumidor, quien encuentra en la sustancia una
receta rápida que soluciona todas sus carencias.

Sin embargo, la exposición prolongada a una sustancia, puede acaparar el

tiempo destinado a otras actividades y terminar en el abandono de todos los roles
que socialmente están establecidos, de esta forma es muy fácil abandonar los
estudios, el trabajo, las tareas domésticas y el cuidado de la familia. Este abandono,
conduce a problemáticas económicas, que sugieren el aislamiento social o el ejercicio
de actividades que trasgreden la norma para poder subsistir y sostener el consumo,
lo que podría vincularse a la ruptura de la relación entre la persona y las entidades
legales de su contexto. Igualmente, las alteraciones químicas del cerebro, pueden
ocasionar comportamientos socialmente desadaptados como la agresividad, el
aplanamiento afectivo o la irritabilidad. Estos componentes, pueden ser el punto de
partida de la desviación del sistema social, donde la persona que usa drogas
adquiere de forma casi inmediata un rol que se considera inapropiado en la
convivencia con otros.

En el sistema familiar, los efectos son considerables, ya que a la perdida de

roles familiares, le acompañan eventos conflictivos que generalmente encuentran su
origen en el consumo de la persona y desatan dinámicas relacionales inapropiadas
donde es frecuente la presencia de agresiones verbales, físicas y psicológicas que
gestan la violencia de género, intrafamiliar e infantil.

Para finalizar, los efectos del uso de una sustancia podrían reunirse en aquellos
que ocasionan un impacto directo sobre el individuo y aquellos que impactar sus
sistemas sociales más directos e indirectos, entendiendo que la persona y el
ambiente en el que se desarrolla, guardan una relación de afectación bidireccional.
Existen efectos que resultan beneficiosos para por momentos determinados y, otros
que representan riesgo y peligro para su salud y para su vida. Es relevante
conocerlos, para posteriormente lograr establecer a profundidad la relación consumo-
efecto que se verá en la siguiente unidad.

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 Hasta aquí…
¿Cuál considera usted, es la importancia de conocer los
diferentes tipos de consumo?

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 Conclusiones
En la cuarta semana, se profundizó acerca de la tipología del consumo de
sustancias y de los efectos del uso de drogas en la salud física, mental y las
relaciones sociales del consumidor. Como todas las temáticas revisadas a lo largo
de las unidades de esta asignatura, se espera que los conocimientos adquiridos le
permitan al estudiante asumir los desafíos que le impone su labor como futuro
Técnico en Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de Sustancias, bajo las
premisas del conocimiento del uso de drogas, como un fenómeno social intervenido
por factores que se ubican dentro y fuera de la persona que utiliza las sustancias.

En ese sentido, la lectura de la semana complementa de forma perfecta y cierra

todos aquellos aspectos que se asocian a la taxonomía del consumo y las sustancias,
permitiéndole al estudiante conocer y enriquecerse con la diversidad que plantea el
uso de sustancias. Además abre el siguiente tema, mostrando de forma general los
efectos del consumo de sustancias, a partir de una mirada amplia luego de la cual
podrá profundizar en las siguientes semanas.

Con una confianza absoluta, se destina esta como la última semana cuyos
temas y desarrollo de actividades, posibilitan las bases teóricas de lo que significa el
uso de drogas, no solo desde la concepción, sino desde su clasificación y factores
asociados, que constituirán un excelente punto de partida para el progreso en la
génesis de habilidades profesionales relacionadas con el pensamiento crítico y
analítico, el razonamiento clínico y la capacidad de flexibilidad ante las situaciones
que se enfrenten y, en las cuales se deban tomar decisiones frente al uso de drogas.

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 Referencias
Material Bibliográfico

1. Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas

y Alcohol. (2019). Glosario de términos. enero 4, 2019, de Servicio Nacional
para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol Sitio
web: http://www.senda.gob.cl/prevencion/informacion-sobre-drogas/glosario-
de-terminos/
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enero 9, 2019, de Clínica Mayo Sitio web: https://www.mayoclinic.org/es-
es/diseases-conditions/drug-addiction/symptoms-causes/syc-20365112
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Enfermedades. enero 9, 2019, de Organización Mundial de la Salud Sitio web:
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5. Stinson, F, et al. (NIAAA) Comorbidity between DSM-IV alcohol and specific
drug use disordes in the United States: Results from the National
Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions. Drug and Alcohol
Dependence 2005 80:105-106

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