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Ray Gattinella
Director de OPDAT, asesor legal residente (2016-2021)
Barbara Llanes
Directora de OPDAT, asesora legal residente (2021)
Nicholas Durham
Director de OPDAT, asesor legal residente (2021-presente)
Kyle H. Grimes
Law enforcement assistance attaché
Edwin Hernandez
Deputy law enforcement assistance attaché
Responsables de guías
REVISORES
Jessica Yarely Flores León
IDENTIFICACIÓN HUMANA Bárbara Lizbeth García Barzola
BALÍSTICA
Revisores
MEDICINA FORENSE
Revisores
CRIMINALÍSTICA DE CAMPO
Revisores
COORDINADORES GENERALES
ISBN: 978-607-8875-16-0
Las opiniones expresadas en esta obra son responsabilidad exclusiva de los auto-
res y no necesariamente reflejan la postura del editor.
2022
Coordinación Editorial
Introducción......................................................................................................................................... 15
Identificación humana......................................................................................................................... 17
Odontología forense............................................................................................................................ 51
Psicología forense................................................................................................................................ 95
Balística................................................................................................................................................. 181
13
Uno de los más importantes objetivos del sistema de justicia, especialmente, en el contexto del proceso
penal acusatorio, es que las pruebas científicas y técnicas tengan una amplia y correcta aplicación. La res-
ponsabilidad de que así ocurra recae en las partes, al aportarlas correctamente; en el perito, al trabajar bajo
los principios científicos y técnicos aceptados; y en el juzgador, al admitir y valorar la prueba.
Sin embargo, al tratarse de la apreciación y valoración de la prueba pericial, el juzgador cuenta con limita-
das herramientas epistémicas. Un aporte para este trabajo judicial son las Guías para la valoración judicial
de la prueba pericial que ahora se publican en materia de identificación humana, odontología forense, psi-
cología forense, análisis de video digital, balística, medicina forense y criminalística de campo. La publica-
ción de estas guías es la continuidad de las ya compartidas en un primer volumen, en materia de genética,
toxicología, lofoscopía y análisis de voz.
Así, en este trabajo se han reunido de nueva cuenta la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
a través de la Licenciatura en Ciencia Forense de la Facultad de Medicina; el Consejo de la Judicatura Fe-
deral (CJF), por conducto de la Unidad para la Consolidación del Nuevo Sistema de Justicia Penal; el Poder
Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX); la Embajada Americana, a través de la Oficina Internacional
para el Desarrollo de Sistemas de Procuración de Justicia (OPDAT) y el Programa Internacional para la
Capacitación en la Investigación Criminal — México (ICITAP); la Fiscalía General de la República (FGR), a
través de la Coordinación General de Servicios Periciales de la Agencia de Investigación Criminal; y la Con-
ferencia Nacional de Procuración de Justicia.
Las guías encuentran su fundamento en una revisión sistemática de manuales, literatura técnica-científica
y protocolos, tanto nacionales como internacionales.1 Las propuestas fueron revisadas por peritos a nivel
federal y nacional, a través de las instituciones que fueron congregadas para ese efecto; por lo que cuentan
con una amplia aceptación de su contenido técnico-científico. Asimismo, fueron revisadas por personal
judicial federal y local que buscó que los textos fuesen acordes con la normativa aplicable, pero sobre todo
comprensibles y útiles para la labor judicial.
1
Las metodologías de las que deriva la integración de las guías fueron desarrolladas en el proyecto de investigación UNAM
PAPIIT IN300720 “Análisis para determinar la situación y tendencias de la valoración judicial de la prueba científica en el
sistema penal acusatorio en Ciudad de México y a nivel federal”.
15
La estructura de las guías guarda uniformidad con las anteriores: cuatro subguías en las que se descri-
ben los criterios generales que deben considerarse para la comprensión de la prueba pericial, los errores
que suelen presentarse en las distintas etapas de análisis, cómo identificarlos y su grado de tolerancia
permisible reflejado en fallas o circunstancias frecuentes para que sean estimados para su valoración. La
Subguía 1 ha sido pensada para señalar los presupuestos mínimos científicos y jurídicos estrechamen-
te vinculados, tanto para el análisis del indicio como para la integración de la prueba. Por su parte, las
Subguías 2, 3 y 4 contienen los elementos de recolección, procesamiento y análisis del indicio para cada
área científica y técnica. Finalmente, se incluye un glosario para cada guía, compuesto por dos secciones:
una general, que contiene términos comunes a la ciencia forense, y otra específica con conceptos propios
de cada área forense.
Esperamos que con la publicación de estas guías los jueces y demás actores en el proceso cuenten con
herramientas útiles para generar mejores interrogatorios y contrainterrogatorios en el desahogo de la
prueba, para aportar mejores y mayores elementos de convicción al juzgador.
Continuamos así con la labor interinstitucional de generar guías que conjuntan el saber científico forense
con el jurídico para forjar mejores prácticas en el campo judicial, tal como nuestra sociedad lo exige.
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Subguía 3.................................................................................................................................... 34
Apéndice 3.................................................................................................................................. 35
Subguía 4.................................................................................................................................... 38
Apéndice 4.................................................................................................................................. 39
Glosario................................................................................................................................................ 42
Glosario básico........................................................................................................................... 42
Glosario general......................................................................................................................... 43
Referencias........................................................................................................................................... 47
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Para facilitar su comprensión y evitar ambigüedades e interpretaciones que se alejen del objetivo del pre-
sente instrumento, se incluyen apéndices con conceptos, ideas, ejemplos y aclaraciones pertinentes que
complementan los criterios descritos en las subguías.
Los criterios técnicos que se enuncian a lo largo de la presente guía se desarrollan de forma general.
Resulta pertinente aclarar que la terminología empleada en las presentes guías no se acota a una estricta
acepción procesal. Tal es el caso de los términos “prueba” e “indicio”, que se utilizan en sentido amplio y
con diferentes matices en función del contexto de cada especialidad. De forma general, podemos asumir
que, para fines del presente documento, el término “prueba” se considera como sinónimo de peritaje o
actividad pericial; y para el término “indicio” se asume como todo objeto material sobre el que versa la
prueba.
Con respecto al término “método”, se advierte una definición amplia aplicable a las diversas especialida-
des, alcance de la presente guía, con ciertas consideraciones específicas que se precisarán en su momento.
Se adopta, entonces, el concepto de Jonker y Pennink (2010) quienes lo definen como “la secuencia de
acciones a seguir para conseguir un determinado fin, y que deben ejecutarse en un orden riguroso e inva-
riable”. Con el objetivo de completar lo anterior, y a efecto de reducir la posible confusión con el término
“técnica”, a continuación la definición que precisan los mismos autores y que corresponde a “materiales,
herramientas o instrumentos específicos con los cuales se ejecuta un método”.
Independientemente de la función específica que realice, la actuación del personal pericial oficial que in-
terviene en la investigación de los delitos debe observar en todo momento, además de los estándares téc-
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1
Numerales 266 a 303.
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H
Respecto de esta revisión de evidencia científica, se evaluó el nivel de la evidencia (calidad) según Yetley
U
(2017), estableciendo un criterio de corte razonable o moderado como mínimo. Mediante este análisis es
M
que se establece un sistema jerarquizado que da certeza de que determinado criterio aquí desarrollado tiene A
solidez o fortaleza. Para la presente guía se usó un sistema de clases de recomendaciones (intensidad) que N
van de: A, se recomienda (alta); B, es razonable (moderada); C, utilidad incierta (baja); D, no se recomienda A
(muy baja) y E, riesgo (perjuicio), lo que permite generar una referencia de color de la evidencia científica
(figura 1), dichos parámetros establecen que los criterios aquí expuestos, y que serán determinantes en el
proceso de valoración judicial de la prueba pericial, estén delimitados por un estricto grado de confiabilidad.
A • Se recomienda (alta)
B • Es razonable (moderada)
E • Riesgo (perjuicio)
Si bien existen muchos protocolos, se retomaron 17 publicaciones (tabla 1) que, según el análisis de re-
visión sistemática realizado por la presente guía, resultaron en recomendaciones de evidencia de acuer-
do con el código de colores empleado (figura 1); la tabla 1 acota cada uno de ellos. Es importante re-
saltar la correspondencia entre los niveles de evidencia y la calidad de las publicaciones según Yetley et
al. (2017). Los MBE restan importancia a la intuición, a la experiencia no sistemática y a la justificación
técnica de expertos como base suficiente para la toma de decisiones forenses y enfatiza el examen de la
evidencia de la investigación científica de la praxis forense.
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Recomendación
T Tabla 1. Clases de recomendación (intensidad) para cada protocolo
I o guía incluida en revisión sistemática de la presente guía
F
I
No. Protocolo o guía
C
1 Facial Identification Scientific Working Group (FISWG, 2018)
A
C 2 American Society of Radiologic Technologies (ASRT, 2017)
I 3 Guidelines for best practice: Imaging for age estimation in the living (Doyle et al., 2019)
Ó 4 Forensic Biometric Scientific Working Group (FBWG, 2020)
N 5 Protocolo Homologado para la Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas - Comisión Na-
cional de Búsqueda (CNB, 2020)
H 6 Organization of Scientific Areas Committees for Forensic Science (FAS-OSAC-NIST, 2020)
U 7 Scientific Working Group for Forensic Anthropology (SWGANTH, 2010a; b, 2011a; b, 2012a; b; c,
M 2013)
A
8 Guía Latinoamericana de Buenas Prácticas para la Aplicación en Antropología Forense (GLAAF, 2016)
N
9 Protocolo de Minnesota sobre la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas (ACNUDH, 2017)
A
10 Personas desaparecidas, análisis forense de ADN e identificación de restos humanos: guía sobre prácti-
cas idóneas en caso de conflicto armado y de otras situaciones de violencia armada (CICR, 2010)
11 Guía Práctica para la Recuperación y Análisis de Restos Humanos en Contextos de Violaciones a los
Derechos Humanos e Infracciones contra el Derecho Internacional Humanitario (CICR, 2017)
12 Grupo de Trabajo de Arqueología Forense de la Asociación Española de Antropología y Odontología
Forense (Polo-Cerdá et al., 2018)
13 Guide to Disaster Victim Identification (IVIC-INTERPOL, 2018)
14 Guía de Búsqueda de Personas Desaparecidas con Enfoque en la Verdad y la Justicia (GIASF, 2018)
15 Guía Forense para la Investigación, Recuperación y Análisis de Restos Óseos (EAAF, 2020)
16 Manual de Investigación y Documentación Efectiva sobre Tortura, Castigos y Tratamientos Crueles,
Inhumanos o Degradantes (ONU, 2001)
17 Protocolo para el Tratamiento e Identificación Forense y Guía de Especialidades Periciales Federales
(PGR, 2015a) y Guía de Especialidades Periciales Federales (PGR, 2015b)
En términos generales, la referencia primaria de la presente guía son los estándares de la Organización de
los Comités de Áreas Científicas de Ciencia Forense (FAS-OSAC-NIST, 2020), del Subcomité de Antropo-
logía Forense (SACs, 2020), respecto de sus documentos base del Scientific Working Group for Forensic
Anthropology (SWGANTH, 2010a; b, 2011a; b, 2012a; b; c, 2013). Además, se refuerza con artículos
científicos, manuales y guías publicados por grupos de expertos en antropología forense, como el Proto-
colo de Minnesota sobre la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas (2016), los Estándares Foren-
ses Mínimos para la Búsqueda de Personas desaparecidas y la Recuperación e Identificación de Cadáveres
(INMLCF, 2016) y la Guía Latinoamericana de buenas prácticas para la aplicación en antropología forense
(ALAF-CICR),2 entre otros. Para mayor detalle, consúltese el apartado de referencias que soportan el con-
2
Asociación Latinoamericana de Antropología Forense y el Comité Internacional de la Cruz Roja.
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Los criterios técnicos que se enuncian a lo largo de la presente guía se desarrollan de forma general para
realizar una intervención en la especialidad de antropología forense en la prueba de identificación humana,
proceso que implica reconocer si un individuo dubitado, cadáver elemento o segmento corporal, es la per-
sona que se supone o se busca, a partir de rasgos únicos. Se trata de un proceso comparativo, sistemático
y ordenado que involucra toda la información disponible aplicando métodos de identificación personal
para la evaluación de la probabilidad de identidad de una persona (GLAAF, 2016). Para tal fin, se siguen
las directrices de la guía Personal Identification del Scientific Working Group for Forensic Anthropology
(SWGANTH, 2010a). Según dicha guía o protocolo, la identificación personal o humana es: “la compara-
ción de información ante mortem y post mortem. Los antropólogos forenses deben evaluar y comparar la
información esquelética o somatológica ante mortem y post mortem de manera sistemática con el fin de
facilitar una identificación científicamente confiable utilizando técnicas apropiadas”.
En las subguías se abordará terminología técnica específica de cada etapa asociada al indicio y a la prueba.
Por ello, se han incluido apéndices en cada subguía que facilitarán la comprensión de los conceptos y/o
tecnicismos empleados, por lo que se recomienda su lectura detallada.
3
Aunque la responsabilidad primaria de la intervención con cadáveres de personas es del médico forense o patólogo forense,
el antropólogo puede coadyuvar en la determinación del intervalo post mortem, la evaluación tafonómica, la causa de muerte
y lesiones, siempre en un escenario multidisciplinar, es decir, donde el antropólogo y otras especialidades participen activa-
mente en la construcción de un dictamen integrado.
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U
M
A
N
A
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1.1.4. La cadena de custodia es el sistema de control y registro que se aplica al indicio desde su lo-
calización, descubrimiento o aportación, en el lugar de intervención, hasta que la autoridad
competente ordene su conclusión. El Registro de Cadena de Custodia (RCC) es el documento
en el que se inscriben los indicios o elementos materiales probatorios y las personas que inter-
vienen.
1.1.5. Durante la entrevista se debe explicar claramente cuál es el objetivo de la prueba a realizar, en
qué forma se va a proteger la información suministrada y dónde será depositada. Para todo
ello, se deberá obtener un consentimiento informado, ya que esta información se considera
privada.
1.1.6. En la toma de muestra, podrá estar presente una persona de confianza del examinado o el
abogado defensor —cuando se trate del imputado—, al cual se le informará de manera previa
este derecho. Tratándose de menores de edad, estará presente quien ejerza la patria potestad,
la tutela o curatela del sujeto. A falta de alguno de estos, deberá estar presente el Ministerio
Público en su calidad de representante social. En caso de personas inimputables que tengan
27
H
1.1.8. Lo delimitado en los elementos y principios de las investigaciones estipuladas en el Protocolo
U
de Minnesota.
M
A
N 1.2. Criterios mínimos de pertinencia pericial del indicio para ser procesado
A
1.2.1. Debido al desconocimiento de la praxis antropológica forense, pueden existir casos donde
se presente algún indicio y se solicite una prueba que carezca de congruencia o que adolezca
de una significancia antropológica-legal, esto es, que no tenga una relación con la práctica
antropológica o que sean indicios que no puedan ser analizados por un antropólogo forense
con un objetivo de identificación humana. Entonces, aunque existan discrepancias evidentes
dicho indicio debe ser revisado conforme al protocolo para asegurar que este cumpla con los
criterios mínimos del oficio de petición en el que se precisa el tipo de estudio a realizar, cadena
de custodia y concordancia de los datos.
1.2.2. El estado de conservación del indicio permite realizar la prueba requerida. La prevaloración no
comprende una evaluación completa, como sucede en la siguiente etapa del análisis. Única-
mente verifica la condición general del indicio, es decir, que las muestras estén en materiales
de soporte físico adecuados, que no promuevan su transformación o alteración por humedad,
calor o agentes como microorganismos (bacterias y/o hongos). De preferencia, deben estar
embaladas en bolsas de papel, ya que este material evita la condensación del agua, por lo que
previene el desarrollo de microorganismos que pudieran degradar al indicio si durante la reco-
lección no es posible secarlos. El embalaje debe estar seco, sellado y libre de hongos o algún
otro microorganismo. Además, los materiales digitales deberán tener un estándar mínimo de
calidad digital (1080 píxeles: 1920 x 1080, aunque siempre debe considerarse que existen
sistemas de mejora digital de imágenes que permiten el análisis con rangos de resolución
menores) para ser evaluados; sin embargo, para evitar evaluaciones subjetivas no científicas,
dicho criterio deberá ser determinado durante la fase inicial de análisis forense, por medio de
algunos recursos o medio digital de análisis.
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2.2.1. Dependiendo de los tipos de indicio (i.e. radiografías, fotografías, moldes dentales), deberán
ser recolectados con todas las indicaciones normativas de adquisición de imágenes; es decir,
su anonimización, encriptación y/o eliminación de metadatos en estudios médicos, como to-
mografías y radiografías.
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2.3.1. Buenas prácticas en el uso del formato de Registro de Cadena de Custodia (RCC) son conser-
var el mismo dato de fecha y hora por los dos intervinientes que realizan el cambio de custo-
dia; así como incluir en el apartado de observaciones, cuando así aplique, la asociación de los
indicios con otro tipo de pruebas para asegurar la trazabilidad de estos y la continuidad en la
realización de las diferentes pruebas técnicas y científicas.
2.3.2. Las medidas generales para la protección de indicios con embalaje, empacados o resguarda-
dos digitalmente son:
• no exponerlos al sol; las muestras pueden degradarse por el efecto de la temperatura que
genera ciclos de evaporación-desecación;
• evitar la humedad durante el traslado, ya que promueve el crecimiento de microorganis-
mos como hongos o bacterias;
• evitar el uso de embalajes de plástico, dado que estos promueven el desarrollo de hongos
o bacterias;
• colocar una etiqueta en el embalaje y
• favorecer el traslado en un periodo corto.
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H
• conservar a temperatura ambiente;
U
• mantener en un espacio ventilado;
M
• evitar humedad y la exposición directa al sol y A
• si se trata de un indicio mixto, se deberá refrigerar o congelar para prevenir su degrada- N
ción. A
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H
3.1.2. La justificación de la selección del método permitirá asegurar la imparcialidad y el agotamien-
U
to de recursos aplicables al indicio con base en los criterios mínimos que debe cumplir el ele-
M
mento durante la etapa de análisis.
A
N
Dentro del proceso de análisis debe ser clara la metodología empleada para la identificación A
personal; esta deberá ser descrita de forma detallada con la documentación fotográfica del
proceso y en este punto se podría establecer la inviabilidad de la prueba por cualquier incon-
sistencia o calidad del indicio.
En cada una de las fases del protocolo de identificación humana se debe detallar un registro
de este, siguiendo el reporte Documentation, Reporting and Testimony (SWGANTH, 2012b),
que define: “La documentación de laboratorio debe prepararse de manera sistemática y or-
ganizada que conduzca a la autenticación y verificación. La integridad y trazabilidad de notas,
informes y testimonios deben mantenerse en todo momento”.
Las políticas y procedimientos para el control de registros deben incluir disposiciones para
mantener su confidencialidad, según corresponda, y realizar copias de seguridad y proteger
los registros almacenados electrónicamente contra el acceso no autorizado o enmiendas
(SWGANTH, 2012b).
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Cuando se realizan análisis osteológicos que conllevan la toma de medidas para ser integradas
en bases de datos, se recomienda utilizar aquellas bases que contienen valores específicos
para la población mexicana. Esto no siempre es posible, pues son pocos los estudios existentes
que refieren a elementos óseos de referencia que tengan estas características específicas de la
población.
El análisis de datos estadísticos debe usarse junto con descripciones cualitativas en el trabajo
de casos. Los procedimientos, cálculos y pruebas estadísticos deben efectuarse de manera
apropiada y organizada, y deben estar documentados para permitir la interpretación, repro-
ducción y verificación a cargo de partes independientes (SWGANTH, 2012c). Las estadísticas
se utilizan en antropología forense para informar inferencias científicas a través de la reco-
pilación, organización, análisis e interpretación de datos. Como tal, estas pautas de mejores
prácticas se aplican tanto a la formulación de métodos de antropología forense (investigación
básica) como a su uso aplicado en el trabajo de casos forenses. Estas áreas aplicadas incluyen
principalmente —pero no se limitan a— la estimación de estatura y edad, clasificación de sexo
y ancestría e identificación personal.
Se recomienda el uso de dos técnicas de estadística para validar el resultado, y evitar la cues-
tión de error estadístico tipo 1 y 2. Por ejemplo, el uso de componentes principales como un
modelo de biodistancia y un análisis de conglomerado como modelo de agrupación.
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4.1.3. El proceso de identificación humana es integral y debe ser extendido a otros dictámenes dis-
ponibles para elevar la probabilidad de positividad. La presente guía reivindica la perspectiva
de informe pericial integrado, esto es, una herramienta de comunicación y formalización de
los resultados de la investigación científica producida en las distintas etapas del proceso de
investigación forense. La especificidad del informe a presentar dependerá tanto del requeri-
miento de las autoridades solicitantes como de las tareas desarrolladas por el experto forense
(GLAAF, 2016). El proceso de identificación y las investigaciones forenses se determinan en
función de las particularidades de cada caso. Se debe tener en cuenta que cuando solo se in-
terviene en algunas de las fases de la investigación, esta debe ajustarse a una teoría integral
de la resolución del caso y al proceso de identificación.
Se recomienda seguir el modelo de informe integrado que presenta la Guía práctica para la
recuperación y análisis de restos humanos en contextos de violaciones a los derechos humanos e
infracciones contra el derecho internacional humanitario (pp. 43-44) del Comité Internacional
de la Cruz Roja (CICR, 2017), el cual integra los dictámenes: 1) Informe antropológico social,
2) Informe arqueológico forense, 3) Informe de antropología forense, 4) Informe de odonto-
logía forense y 5) Protocolo de necropsia. Para el caso de antropología forense se incluye:
• antecedentes;
• objetivo;
• metodología (colocar solo los métodos que se hayan utilizado para el análisis óseo, de
manera clara y concisa);
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4.1.5. En la comparación con bases de datos masivas es probable que, si bien no haya identifica-
ciones positivas, sí pudiese reducirse el universo de búsqueda con resultados parciales. Estos
podrían reanalizarse de manera específica o contrastar otros datos para mejorar la resolución
del análisis y descartarlos o generar una nueva hipótesis de investigación.
4.2.1. Estas categorías de identificación se corresponden con las propuestas que la GLAAF (2016)
define para cada caso:
• identificación: la información preliminar disponible y los DAM y DPM coinciden con bas-
tante detalle y son suficientemente individualizantes para concluir que se trata del mismo
individuo, excluyendo cualquier otra posibilidad. Adicionalmente, la información analizada
no presenta inconsistencias inexplicables. Aquí, según la metodología, podrían tenerse
identificaciones parciales que, como se ha mencionado, deberán ser reanalizadas;
• exclusión: los DAM y DPM son claramente inconsistentes; presentan discrepancias abso-
lutas inexplicables, por lo cual se excluye, más allá de toda duda razonable, que los ele-
mentos óseos pertenezcan a la persona buscada;
• inconcluyente: la información contextual y la evidencia DAM y DPM son insuficientes en
calidad y cantidad para hacer una comparación, o los resultados de la comparación no
son lo suficientemente contundentes e individualizantes. Por lo tanto, la identidad de la
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Al ser este un proceso de suma importancia para los familiares, el proceso de identificación
y los resultados les deben ser comunicados de manera prioritaria, además de proporcionales
contención psicológica y seguimiento.
Debe procurarse la ayuda de traductores o lingüistas para realizar la notificación dentro del
proceso de investigación, los resultados y la posibilidad de restitución de elementos óseos.
Considerando siempre el punto anterior, además deben priorizarse las comunicaciones orales
y en idioma o lengua indígena.
41
H Datos ante mortem (DAM): información de relevancia forense sobre una determinada persona, obtenida
U
por entrevista a familiares o personas cercanas, que se puede comparar con los datos obtenidos de un
M
cuerpo (post mortem), generalmente a efectos de la identificación.
A
N
A Datos post mortem (DPM): información de relevancia forense que se obtienen de un cadáver de una per-
sona para su comparación con los datos obtenidos de una persona a través de quienes la conocieron
viva (datos ante mortem), generalmente con el objetivo realizar una identificación.
Error tipo 1: cuando se reporta un resultado se rechaza la hipótesis nula cuando es verdadera. Es conocido
como falso positivo.
Error tipo 2: cuando la hipótesis nula es falsa y no es rechazada, se comete un error de tipo II. Es llamado
falso negativo.
Fenotipo: se trata del conjunto de caracteres que un individuo presenta como resultado de la interacción
entre su genotipo (genética, genes) y el medio en el que se desarrolla. Pueden ser exofenotipos (ex-
ternos) como la forma del rostro, o endofenotipos, como niveles de azúcar o de toxinas en sangre.
También puede tratarse de comportamientos que sean sujetos de análisis científico.
Historia de vida o ante mortem: antes de la muerte. Término aplicado en antropología forense para catego-
rizar las alteraciones de la normalidad ósea que presentan algún tipo de reacción ósea y son indicadoras
de haber ocurrido como mínimo unos días antes de la muerte. Recientemente, la comunidad científica
ha retomado el concepto de Historia de Vida como una forma de eliminar la estigmatización de que
cualquier víctima que está desaparecida está administrativamente “muerta” por la aplicación del con-
cepto ante mortem. Además de que las directrices de búsqueda internacional priorizan una lógica de
búsqueda en vida. Finalmente, la antropología forense no solo trabaja con elementos óseos o personas
fallecidas, la identificación por medio de métodos somatológicos forenses es una rama con amplia apli-
cación.
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H
Post mortem: después de la muerte. En antropología forense se utiliza para categorizar las alteraciones
U
óseas cuyas características indican que ocurrieron cuando el hueso ya no conserva sus propiedades
M
viscoelásticas. Involucra factores tafonómicos diversos (químicos, físicos, biológicos) que pueden ser A
naturales o intencionales. N
A
Somatología forense: subrama de la antropología forense que se encarga del estudio de las personas vivas
con fines antropológicos legales.
Tafonomía: son los cambios que se presentan en el cuerpo desde el momento de la muerte. Dada la varie-
dad de contextos y sus características, las modificaciones observables son igualmente amplias.
Uniprocedencia: que tienen la misma procedencia. En los cadáveres de personas aplica cuando se requiere
saber o se ha establecido que dos segmentos corporales, que se encontraron en contextos mezclados
o dispersos, corresponden a un mismo individuo de acuerdo con sus características morfométricas y
genéticas.
Glosario general
Almacenamiento de indicios: colocar los objetos recolectados en áreas que cumplan con ciertas especifi-
caciones de acuerdo con su tipo.
Base de datos: colección o conjunto de datos y material asociado designado para proporcionar informa-
ción, almacenados en copia dura o formato electrónico y organizados bajo criterios que permiten la
búsqueda y análisis estadístico de información.
Bodega de indicios: lugar con características específicas que tiene como finalidad el resguardo de indicios
para garantizar su integridad.
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Conservación: preservar. Se refiere a mantener la integridad o estado en que permanecen los indicios y
evidencia a fin de evitar su pérdida o degradación natural.
Dictamen pericial: emisión de una opinión sobre un problema concreto que ha sido planteado por parte
de una persona experta, llegando a puntos específicos con base en las investigaciones efectuadas,
procedimientos y fundamentos técnico-científicos.
Documentación fotográfica: es la impresión o captura de una imagen sobre un medio sensible a la luz
(análoga o digital), para registrar y preservar las características de esta, con el fin de reproducirla
cuando se requiera. Existen diferentes tomas:
• Plano general. Toma que abarca una visión general del indicio dentro del lugar de la investigación.
• Plano medio. Toma que relaciona al indicio con el plano general.
• Plano de acercamiento. Toma que resalta alguna característica del indicio con referencia de un
testigo métrico.
• Gran acercamiento. Toma que abarca el detalle del indicio.
Embalaje: conjunto de materiales que envuelven, soportan y protegen al indicio o elemento material pro-
batorio con la finalidad de identificarlo, garantizar su mismidad y reconocer el acceso no autorizado
durante su traslado y almacenamiento. El embalaje constituye un refuerzo al empaque. Cuando los
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Procesamiento: conjunto de acciones para buscar, documentar, identificar, revelar, recolectar, embalar,
trasladar y registrar en el Registro de Cadena de Custodia (RCC) los indicios hallados en el lugar de
investigación.
Prueba: es todo conocimiento cierto o probable sobre un hecho, que ingresando al proceso como medio
de prueba en una audiencia y desahogada bajo los principios de inmediación y contradicción, sirve al
Tribunal de Enjuiciamiento como elemento de juicio para llegar a una conclusión cierta sobre los he-
chos materia de la acusación.
Recolección: proceso realizado por una persona capacitada en el manejo del indicio, en el que el elemento
a analizar es localizado y después trasladado de una forma apropiada para efectuar una comparación
y/o análisis.
Registro de Cadena de Custodia (RCC): documento o formato en el que se registran los indicios y las
personas que intervienen desde su localización, descubrimiento o aportación en el lugar de la inter-
vención hasta que la autoridad ordene su conclusión.
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H
Cattaneo, C. (2007). Forensic anthropology: developments of a classical discipline in the new millennium.
U
Forensic Science International 165, 2-3.
M
A
CICR. (2010). Personas desaparecidas, análisis forense de ADN e identificación de restos humanos. CICR. N
A
CICR. (2017). Guía práctica para la recuperación y análisis de restos humanos en contextos de violaciones a
los derechos humanos e infracciones contra el derecho internacional humanitario. Perú.
CNB. (2020). Protocolo Homologado para la Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas. https://
www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5601905&fecha=06/10/2020
Doyle, E., Márquez-Grant, N., Field, L., Holmes, T., Arthurs, OJ., van Rijn, RR., Hackman, L., Kasper, K.,
Lewis, J., Loomis, P., Elliott, D., Kroll, J., Viner, M., Blau, S., Brough, A., Martín de las Heras, S., Garamen-
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U
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49
Apéndice 1.................................................................................................................................. 59
F
O
Etapa de recolección y almacenamiento (procesamiento)............................................................. 61
R
E Subguía 2.................................................................................................................................... 61
N
S Criterios generales para recolección y almacenamiento de la prueba........................................... 64
E
Apéndice 2.................................................................................................................................. 64
Etapa de análisis.................................................................................................................................. 69
Subguía 3.................................................................................................................................... 69
Apéndice 3.................................................................................................................................. 71
Subguía 4.................................................................................................................................... 76
Apéndice 4.................................................................................................................................. 78
Glosario ............................................................................................................................................... 81
Glosario básico........................................................................................................................... 81
Glosario general......................................................................................................................... 86
Referencias........................................................................................................................................... 89
52
PRELUDIO GENERAL O
D
O
N
La presente guía es un instrumento de apoyo para realizar la valoración judicial de las distintas pruebas
T
periciales, en especial de aquellas consideradas científicas y técnicas; está constituida por cuatro subguías
O
en donde se describen los criterios generales que deben ser considerados para la valoración de la prueba, L
así como los errores que podrían presentarse en la prueba pericial y que pueden ser tomados en cuenta O
para su valoración; además de los criterios mínimos, es decir, los grados de tolerancia permisible asociados G
a cada etapa por la que transita la prueba y que se reflejan en fallas o circunstancias frecuentes. Í
A
La Subguía 1 ha sido pensada para señalar aquellos presupuestos mínimos, tanto para la prueba como para
el indicio, desde el punto de vista de la ciencia forense; no establece criterios completamente jurídicos, F
pero sí busca reflejar la indivisible relación entre el Derecho y la Ciencia. Por su parte, las Subguías 2, 3 y O
4 contienen los elementos de recolección, procesamiento y análisis del indicio para cada área científica y R
E
técnica. Finalmente, se ha desarrollado un glosario compuesto por dos secciones: una parte general que
N
contiene términos comunes a la ciencia forense y un segmento específico con conceptos propios de cada
S
área forense. E
Para facilitar su comprensión y evitar ambigüedades e interpretaciones que se alejen del objetivo del pre-
sente instrumento, se incluyen apéndices con conceptos, ideas, ejemplos y aclaraciones pertinentes que
complementan los criterios descritos en las subguías. Los criterios técnicos que se enuncian a lo largo de
la presente guía se desarrollan de forma general.
Resulta pertinente aclarar que la terminología empleada en las presentes guías no se acota a una estricta
acepción procesal. Tal es el caso de los términos “prueba” e “indicio”, que se utilizan en sentido amplio. De
forma general, podemos asumir que, para fines del presente documento, el término “prueba” se considera
como sinónimo de peritaje o actividad pericial; e “indicio” se asume como todo objeto material sobre el
que versa la prueba.
Con respecto al término “método”, se advierte una definición amplia aplicable a las diversas especialida-
des, alcance de la presente guía, con ciertas consideraciones específicas que se precisarán en su momento.
Se adopta, entonces, el concepto de Jonker y Pennink (2010) quienes lo definen como “la secuencia de
acciones a seguir para conseguir un determinado fin, y que deben ejecutarse en un orden riguroso e inva-
riable”. Con el objetivo de completar lo anterior, y a efecto de reducir la posible confusión con el término
“técnica”, a continuación la definición que precisan los mismos autores y que corresponde a “materiales,
herramientas o instrumentos específicos con los cuales se ejecuta un método”.
Independientemente de la función específica que realice, la actuación del personal pericial oficial que in-
terviene en la investigación de los delitos debe observar en todo momento, además de los estándares téc-
nicos que garanticen la integridad del trabajo forense, los derechos humanos de las personas involucradas.
Para esto, se debe considerar el enfoque diferenciado para la niñez, la orientación sexual, las personas con
53
O
D discapacidad, las personas adultas mayores, las personas pertenecientes a comunidades indígenas, las per-
O sonas migrantes, así como la perspectiva de género, tomando en cuenta las necesidades específicas que
N manifieste cada persona con la que deben interactuar en el ejercicio de sus funciones.
T
O En coordinación y comunicación con la Fiscalía, deben articularse con las autoridades correspondientes
L en todas las etapas del procedimiento, observando los requisitos procesales que para su función estable-
O ce el Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP) en lo que se refiere a los actos de investigación1
G y desarrollando sus intervenciones bajo los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalis-
Í mo, honradez, lealtad y respeto a los derechos humanos reconocidos en la Constitución Política de los
A Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) y en los instrumentos internacionales, en el propio Código y demás
aplicables.
F
O
R
E
N
S
E
1
Numerales 266 a 303.
54
NOTA METODOLÓGICA O
D
O
La guía tiene como sustento dos vertientes principales: a nivel nacional se apoya en guías, manuales, acuer- N
T
dos y protocolos que regulan el quehacer técnico-científico de las entidades de procuración y administra-
O
ción de justicia; en el ámbito internacional, se sustenta en los modelos basados en evidencia que refieren
L
la calidad de la información científica y clases de recomendaciones que indican la prioridad de un tipo de
O
referencias sobre otras (Cole, 2007; Evidence-Based Medicine Working Group, 1992). De acuerdo con el G
estándar de niveles de evidencia, se consideran investigaciones que van desde los metanálisis y los pro- Í
tocolos hasta las guías propuestas por comités de expertos,2 tanto nacionales como internacionales. Así, A
podemos encontrar diferentes actuaciones que toman como referencia los estándares de la Organización
de los Comités de Áreas Científicas de Ciencia Forense (OSAC, por sus siglas en inglés), de la American F
Board of Forensic Odontology (ABFO) y de los Grupos Científicos de investigación en antropología foren- O
se (Scientific Working Group for Forensic Anthropology, por sus siglas en inglés SWGANTH). R
E
Los criterios técnicos que se enuncian a lo largo de la presente guía se desarrollan de forma general para N
realizar una intervención en la especialidad de odontología forense para efectos de identificación de per- S
sonas. En esta guía, se considera como prueba pericial en materia de odontología forense aquella que E
versa sobre el análisis de indicios odontológicos para la identificación humana (muestras biológicas y no
biológicas).
Lo anterior es pertinente, en particular, para el caso de los métodos que forman parte de la Subguía 3
— Etapa de análisis, pues si bien declaran las etapas que integran dicho análisis, puede percibirse profuso
para la acción de valoración de la prueba; sin embargo, es crucial que el órgano jurisdiccional cuente con el
bagaje técnico-científico necesario a fin de evitar sesgos e interpretaciones erróneas. Es importante men-
cionar que la mayor parte del contenido de la mencionada Subguía 3 no necesariamente puede verificarse
en el dictamen, ya que son acciones que se dan al interior del laboratorio y no suelen reportarse todos los
detalles por escrito, por lo que parte del contenido de esta sección solo puede verificarse a través del desa
hogo de la prueba en juicio durante el desarrollo del interrogatorio y contrainterrogatorio.
La odontología forense es la rama de la odontología que se basa en principios científicos para el manejo,
caracterización o análisis de los indicios y evidencia dental, así como la evaluación y presentación de los
hallazgos dentales de interés para la administración de justicia (Senn et al., 2013). Los campos de acción
de esta disciplina son muy amplios, es por ello por lo que en la presente guía solo se tratarán las pericias
relacionadas con el proceso de identificación humana en personas vivas o fallecidas. Así pues, cuando
nos referimos a “identificación odontológica” deberemos tener en cuenta tres vertientes:
2
Protocolo de Minnesota sobre la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas (2016), los Estándares Forenses Mínimos para
la Búsqueda de Personas desaparecidas y la Recuperación e Identificación de Cadáveres (Colombia) y la Guía Latinoamericana
de buenas prácticas para la aplicación en antropología forense (ALAF-CICR).
55
O
D • perfil biológico: estimación de edad y, en su caso, de sexo y ancestría (en colaboración con las
O áreas antropológica y médica pueden efectuarse los análisis orientativos para acotar el universo
N de búsqueda);
T • perfil individualizante: características de unicidad para identificación de personas;
O • análisis de patrones bucodentales: huellas de mordedura, técnica de queiloscopía, técnica de ru-
L goscopía (estas únicamente como orientativas en confrontas 1:1, ya que no se consideran aún
O como evidencia científica para identificar a una persona).
G
Í
A
F
O
R
E
N
S
E
56
57
O
D ü
O 1.2. Criterios mínimos de pertinencia pericial del indicio para ser procesado
N 1 La solicitud indica claramente el análisis a realizar.
T Los indicios odontológicos cuentan con las pertinencias mínimas (cantidad y calidad)
O para cada uno de los análisis posteriores, que han sido referidos, en tres vertientes:
L • perfil biológico: se tienen las características anatómicas para las estimaciones de
O edad y, en su caso, estimación de sexo y ancestría (en colaboración con las áreas
G antropológica y médica pueden realizarse los análisis orientativos para acotar el
Í 2 universo de búsqueda);
A • perfil individualizante: se cuenta con características únicas y/o registros dentales
generados en vida, referidos como ante mortem (AM).
F • patrones bucodentales: se cuenta con los elementos morfoscópicos o morfomé-
O tricos; y en caso de rugoscopía y queiloscopía de perennidad e inmutabilidad para
R confronta 1:1.
E (a)
La solicitud debe contar con todos los elementos contemplados en los arts. 131, fracción IX, 269, 270 y 272 del Código Na-
N cional de Procedimientos Penales (CNPP).
S (b)
De acuerdo con lo señalado por los arts. 271 y 273 del CNPP.
E (c)
El o los elementos de estudio no se encuentran debidamente embalados. Se debe cuidar el indicio en aquellos casos donde las
muestras son propensas a la descomposición o putrefacción, ya sea requisándolo y/o preservándolo como lo marca el CNPP
o las guías técnicas aplicables a la legislación vigente.
(d)
Para mayor detalle revisar el Acuerdo A/009/2015 de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), publicado en
el Diario Oficial de la Federación el 12 de febrero de 2015.
(e)
La Norma Oficial Mexicana NOM-013 SSA-2015, en el Apartado 9.6, refiere al consentimiento informado con lo dispuesto en
el Apéndice B Informativo (Modelo de consentimiento informado).
(f)
En caso de que las muestras no se obtengan de manera voluntaria se solicitará previamente la autorización de un Juez de
Control, de conformidad con los arts. 252, fracciones I o IV, y 270 del CNPP. En la toma de muestra podrá estar presente una
persona de confianza del examinado o el abogado defensor, cuando se trate del imputado al cual se le informará de manera
previa este derecho. Tratándose de menores de edad estará presente quien ejerza la patria potestad, la tutela o curatela del
sujeto. A falta de alguno de estos deberá estar presente el Ministerio Público en su calidad de representante social. En caso de
personas inimputables que tengan alguna discapacidad se proveerá los apoyos necesarios para que puedan tomar la decisión
correspondiente.
58
Siguiendo las indicaciones de la Guía de Especialidades Periciales Federales (2015, p. 140) los
requisitos que debe cumplir y contener la solicitud son:
59
O
D 1.1.3. El uso de términos generales sin un detalle claro sobre la acción concreta que se requiere rea-
O lizar impide que la persona experta efectúe el análisis, por lo que puede no dar cumplimiento
N a lo que el solicitante espera obtener.
T
O 1.1.4. La cadena de custodia es el sistema de control y registro que se aplica al indicio desde su lo-
L calización, descubrimiento o aportación, en el lugar de intervención, hasta que la autoridad
O competente ordene su conclusión.3
G
Í 1.1.5. La persona experta que efectúe el análisis odontológico debe contar con la capacitación espe-
A cífica para realizar tomas de muestra de esta naturaleza, comprobable en cualquier etapa del
procedimiento penal. Este proceso de análisis debe ejecutarse cumpliendo con los estándares
F
mínimos de manejo, preservación y traslado de restos humanos.4 Estos deben garantizar que
O
el embalaje o contenedor usado fue el adecuado para la protección de los indicios odontológi-
R
cos, de manera que se conservó y preservó el estado original que presentaba al momento de
E
N su levantamiento en campo.
S
E 1.2. Criterios mínimos de pertinencia pericial del indicio para ser procesado
1.2.1. La revisión de un indicio odontológico se lleva a cabo con el fin de asegurar la pertinencia
de realizar un análisis técnico-científico que permita la obtención de resultados útiles para
su consideración dentro de la valoración jurídica. Este tipo de prevaloración consiste en una
inspección general para asegurar que el indicio cumpla con los criterios mínimos del oficio de
petición en el que se precisa el tipo de estudio a efectuar, cadena de custodia, concordancia
de los datos y condiciones del embalaje e indicio.
3
De conformidad con el art. 227 del Código Nacional de Procedimiento Penales (CNPP).
4
Se define “restos humanos” con base en el Protocolo de Minnesota sobre la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas
(2016, p. 59), que menciona: “Restos humanos como sinónimo de persona fallecida o de cadáver, independientemente de
si la persona acaba de fallecer o de si el cadáver está en fase de descomposición o esqueletizado”. Así como los arts. 23 y 29
de la Ley General de Víctimas (LGV) en la que se define “Persona fallecida: se trata de cadáveres o restos de seres humanos”;
en este documento se refiere así en consideración a los derechos humanos.
60
61
O
D ü
O 2.3. Traslado y cadena de custodia
N Se realizó el registro completo de la totalidad de los intervinientes durante el traslado
T 1
hasta la recepción del indicio en el laboratorio, o bien en bodega temporal de indicios.(f)
O En lo posible se aplicaron las medidas de protección correspondientes al tipo de empa-
L 2 que o embalaje, durante el traslado del indicio, utilizando cuando fuera necesario una
O cadena fría.(g)
G
El traslado se realizó en el menor tiempo posible para asegurar la conservación del indi-
Í 3
cio y evitar su pérdida y/o alteración.
A
2.4. Almacenamiento
62
O
ü
D
2.6. Fallas y/o circunstancias tolerables en el procesamiento
O
El almacenaje del indicio odontológico biológico o no biológico se realizó de manera N
1
improvisada sin afectar la integridad del indicio. T
2 Ruptura de la trazabilidad del indicio durante el procesamiento y traslado.(j) O
Uso inadecuado del RCC al dejarlo incompleto, no registrar a todos los intervinientes o L
no acompañar en todo momento al indicio o que los formatos contengan tachaduras, O
3
enmendaduras o hayan utilizado líquidos correctores, así como que la información haya G
sido plasmada utilizando medios que pueden borrarse.(k) Í
(a)
Estos protocolos son los propuestos por la American Society of Radiologic Technologies (ASRT). Estos protocolos, aun cuan- A
do pueda suponerse que el experto los conoce, debe tenerlos presentes en el momento en que sea examinado o cuestionado
en un posible juicio, ya que podría ser materia del debate generando consecuencias en la valoración de la prueba.
F
(b)
Estos protocolos son los propuestos por la American Society of Radiologic Technologies (ASRT), cuyas bibliografía y enlaces
se pueden encontrar en el apartado de referencias de la presente guía. Estos protocolos, aun cuando pueda suponerse que el
O
experto los conoce, debe tenerlos presentes en el momento en que sea examinado o cuestionado en un posible juicio, ya que R
podría ser materia del debate generando consecuencias en la valoración de la prueba. E
(c)
Previo a la preapertura se deben tener en consideración los siguientes aspectos que se encuentran recogidos en el protocolo de N
la American Board of Forensic Odontology (ABFO, 2017): 1) verificación de la solicitud del tipo de estudio; 2) verificación S
de la cadena de custodia y recepción del material; 3) asignación de la codificación del caso y 4) estudio de la documentación
E
obtenida durante la investigación preliminar.
(d)
La documentación o fijación fotográfica de los indicios debe realizarse tomando en cuenta el tipo de indicio odontológico
(biológico o no biológico) ante el cual se esté presente. Las fotografías deben ir siempre acompañadas de un testigo métrico.
(e)
Las condiciones específicas del caso hacen referencia a si se está ante indicios biológicos o no biológicos. Esta naturaleza
determinará el proceso de embalaje; se desaconseja totalmente el uso de materiales plásticos cuando nos encontremos ante
indicios biológicos (esto se debe a la humedad que podría generarse en el interior del embalaje y que puede afectar a la inte-
gridad del indicio) mientras que para los indicios no biológicos se podrán utilizar empaques tanto de plástico como de cartón
o papel.
(f)
El registro de los intervinientes relacionados con un indicio se realiza mediante el formato de Registro de Cadena de Custodia
(RCC).
(g)
El uso de una cadena de frío será para aquellas muestras que requieren refrigeración; es decir, restos humanos con partes
blandas y aquellas muestras en las que subsista tejido susceptible a la degradación y/o traslados de los indicios que impliquen
grandes distancias.
(h)
Algunos ejemplos de datos que deben corresponder en el RCC son: los actores que participaron desde el inicio del RCC hasta
la entrega en bodega o laboratorio, la coincidencia entre la descripción en el RCC y la registrada en la etiqueta del embalaje
y la trazabilidad de los elementos procesados en el RCC y en físico.
(i)
Siguiendo las recomendaciones del Protocolo para el Tratamiento e Identificación Forense (2015, pp. 49-50), las temperaturas
sugeridas son:
• a menos de 20° C, para muestras de tejidos blandos, tejidos duros y sangre, que se conserven a mediano y corto plazo;
• entre -70 y -80° C, para muestras de tejidos blandos y duros que se conserven a largo plazo, y
• a 4° C, para muestras que están en tránsito para analizarse o enviarse de un laboratorio a otro.
(j)
La falta de concordancia de estos datos puede ser un error tolerable siempre y cuando no comprometa su identidad, trazabili-
dad de la evidencia, el reconocimiento de sus características originales o su eficacia para acreditar el hecho o circunstancia de
que se trate. De lo contrario, la posibilidad de descartar ese indicio será valorada y determinada por el órgano jurisdiccional.
(k)
La autoridad competente verificará si el error, falla o circunstancia afecta directamente la identidad, estado original, trazabi-
lidad o capacidad para aportar información confiable.
63
O
D CRITERIOS GENERALES PARA RECOLECCIÓN Y ALMACENAMIENTO DE LA PRUEBA
O Apéndice 2
N
T
O 2.1. Toma de muestras de referencia para confronta. Recolección de datos ante mortem (DAM)
L
O 2.1.1. Siguiendo las recomendaciones de la Guía para la Identificación de Víctimas de Catástrofes
G (IVC) publicada por la INTERPOL (2018) y los estándares publicados por la American Board
Í of Forensic Odontology (ABFO) (2020, Section IV: Standards & Guidelines Updated February
A 2018), para la recopilación de DAM en tema de odontología forense, el odontólogo forense
deberá atender las solicitudes de la autoridad competente sobre caracterización, análisis y/o
F
confronta de datos como:
O
• ejemplares originales de expedientes odontológicos que contengan fichas de trata-
R
mientos, fotografías (faciales e intraorales), negativos y rayos X (películas radiográficas
E
N dentales, ortopantomografías o cefalogramas laterales), todos en formatos análogos o
S digitales;
E • rayos X digitales (periapicales, oclusales, ortopantomografías, ficheros de datos o notas
de evolución y documentos impresos);
• moldes de yeso superior e inferior;
• férulas y registros interoclusales;
• aparatos provisionales;
• aparatos de ortodoncia, brackets, retenedores;
• prótesis provisionales y registro de implantes.
Los ejemplares originales de los expedientes clínicos odontológicos con registros dentales 2D, fo-
tografías (análogo o archivos digitales), negativos y rayos X (análogo o digital) son cruciales para
identificar a la persona desaparecida; registros actuales en 3D como modelos digitales dentales,
tomografías, etc. Si la autoridad lo requiere, se facilitan las prótesis y los aparatos que la persona
portaba en el interior de la boca, ya que podrían contener muestras de ADN. Cuando se recopilen
estos datos se deberán seguir los procedimientos aplicables a las fuentes potenciales de ADN.
En cuanto a la recopilación de fotografías, pueden ser las del expediente clínico, de lo con-
trario se deberán buscar aquellas en las que la persona aparezca sonriendo o, en todo caso,
mostrando la dentadura.
Una de las formas más comunes para obtener datos de historia de vida o DAM en materia
de odontología forense es realizar entrevistas a familiares. Debido al estrés emocional que
64
conlleva este proceso es fundamental tener en cuenta que estas entrevistas deben hacerse O
observando en todo momento los derechos humanos de las personas involucradas. Para esto, D
se debe considerar el enfoque diferenciado para la niñez, la orientación sexual, las personas O
con discapacidad, las personas adultas mayores, las personas pertenecientes a comunidades N
T
indígenas, las personas migrantes, así como la perspectiva de género, tomando en cuenta las
O
necesidades específicas que manifieste la persona, así como los requisitos procesales esta-
L
blecidos por el Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP) en lo que se refiere a los
O
actos de investigación. Otra fuente es el Protocolo Homologado para la Búsqueda de Personas G
Desaparecidas y la Investigación del Delito de Desaparición Forzada de la Comisión Nacional de Í
Búsqueda (CNB, 2020), que hace referencia al formato del Cuestionario para recopilar datos A
de personas desaparecidas/No localizadas/Víctimas de secuestro.
F
Durante la entrevista se debe explicar claramente cuál es el objetivo de la investigación, los O
alcances, instituciones involucradas, plazos y expectativas. También se debe explicar en qué R
forma se va a proteger la información suministrada y dónde será depositada. Para todo ello se E
deberá obtener un consentimiento informado, ya que esta información se considera privada. N
La Norma Oficial Mexicana NOM-013 SSA-2015 desglosa especificaciones del consentimien- S
to informado en el Apartado 9.6 y lo ejemplifica en el Apéndice B Informativo (Modelo de E
consentimiento informado).
El proceso de entrevista está descrito en la elaboración del “Cuestionario para Recolectar Da-
tos de Personas no Localizadas” (CICR, 2019), el Protocolo para el Tratamiento e Identifica-
ción Forense (PGR, 2015, pp. 68-71) y se puede complementar con la técnica de “historia de
vida”.5 Suele ser uno de los acercamientos más adecuados para tratar con las familias. Es un
procedimiento habitual en el que a través de la creación de un clima de confianza y transpa-
rencia se recaba todo tipo de información sobre el grupo familiar.
Habrá de considerarse que durante estas entrevistas las personas hablan de temas que no es-
tán estrictamente relacionados con el caso y se deberán respetar estos procesos. Este tipo de
entrevistas pueden orientar acerca de algunos aspectos individualizantes como son: conocer
si la persona tiene o había tenido algún tratamiento odontológico, si se conoce o se cuenta
con el contacto del estomatólogo, aparatologías, ausencias dentales, traumatismos, los há-
bitos de higiene oral, los hábitos alimentarios y ocupacionales, consumo de tabaco, alguna
característica bucodental, aspectos que alteran la estética de manera notable, etcétera.
2.2.1. En el proceso de valoración del indicio odontológico biológico se observan criterios como el
estado de conservación y la condición en la que se encuentra la persona fallecida. Estos se
definen de la siguiente manera:
5
La propuesta realizada desde la antropología forense mexicana por Albertina Ortega y Petra Soraya Macuilxóchitl (2019).
65
O
D • estado de conservación: se refiere a las diferentes formas en las que se pueden encontrar
O los cuerpos y las condiciones de los órganos dentales. Estos se pueden clasificar de la si-
N guiente manera (ABFO, 2020)
T • persona recién fallecida;
O • persona fallecida con el cuerpo severamente fragmentado; en esta situación se debe
L contar con el especialista de campo para la ayuda en la búsqueda, registro y levanta-
O miento de los elementos;
G • persona fallecida en descomposición (saponificación);
Í • persona fallecida quemada;
A • persona fallecida esqueletizada y
• en otras condiciones: en agua, ácido, incinerados.
F
O
• condición en la que se encuentra la persona fallecida:
R
• completa
E
N • incompleta
S • fragmentada (mandíbula, maxila, etc.)
E • quemada
• elementos aislados (órganos dentales).
2.2.2. A continuación se enuncian los pasos previos al análisis de la evidencia dental (ABFO, 2017,
pp. 7-8):
• verificación de la solicitud del tipo de estudio;
• verificación de la cadena de custodia y recepción del material;
• asignación de la codificación del caso. Idealmente se debe mantener el mismo código pro-
cedente de las etapas anteriores. Si esto no fuera posible, se debe garantizar la trazabili-
dad del material;
• estudio de la documentación obtenida durante la investigación preliminar y el proceso de
recuperación (documentos, fotografías, mapas, gráficos, etc.) Esto resulta de gran impor-
tancia en casos donde el odontólogo forense no estuviera en el campo en el momento del
levantamiento de los restos humanos;
• documentación y registro del material recibido;
• examen del estado de conservación de los restos humanos (persona recién fallecida, en
descomposición, totalmente esqueletizada);
66
Es común, en pruebas de tipo pericial, listar las diversas técnicas a ser empleadas, sin profun- F
dizar en las actividades que las conforman. En particular, se deben enunciar las medidas de O
seguridad que se tomaron para garantizar la integridad de los indicios. No obstante, ahondar R
es fundamental para buscar la concordancia con la descripción que se incluye en el dictamen. E
En caso de que la técnica forme parte de un protocolo, ambos deben estar enunciados. N
S
2.2.3. La documentación y fijación fotográfica de los indicios debe realizarse tomando en cuenta E
el tipo de indicio odontológico (biológico o no biológico) ante el cual se esté presente. Así
pues, si nos encontramos ante el caso de una persona fallecida se deberán registrar tomas
generales de la cara con y sin retracción de los labios, acercamiento de los dientes en vista an-
terior, vistas laterales de los dientes en oclusión y con la boca abierta; vistas oclusales maxilar
y mandibular y, si se requiere, alguna otra toma en particular. Estas fotografías deben estar
acompañadas siempre de un testigo métrico y, de ser necesario, de una fuente de iluminación.
2.3.1. Son buenas prácticas en el uso del formato de Registro de Cadena de Custodia (RCC) conser-
var el mismo dato de fecha y hora por los dos intervinientes que realizan el cambio de custo-
dia, así como incluir en el apartado de observaciones, cuando así aplique, la asociación de los
indicios odontológicos con otro tipo de indicios para asegurar la trazabilidad de los mismos y
la continuidad en la realización de las diferentes pruebas técnicas y científicas.
2.3.2. Las medidas generales para la protección de indicios odontológicos con embalaje o empaca-
dos dependen de cada caso particular; algunas posibilidades son:
• no exponerlos al sol;
• evitar la humedad durante el traslado;
• evitar el uso de embalajes de plástico;
• colocar una etiqueta en el embalaje;
• si así se requiere, se debe favorecer el traslado en un periodo corto y utilizando cadena
fría, si la naturaleza del indicio lo requiere;
67
O
D • evitar las vibraciones y los movimientos bruscos durante el traslado de los indicios odon-
O tológicos ya que, dependiendo de su estado de conservación, se pueden fragmentar;
N • en términos del embalaje colectivo, evitar apilar cajas y siempre poner los elementos más
T pesados debajo, de manera que no haya posibilidades de aplastamiento.
O
L 2.4. Almacenamiento
O
G 2.4.1. Es indispensable en cualquier bodega de almacenamiento de indicios, dependiendo de cada
Í caso específico —ya sea temporal, de transición o por tiempo indefinido—, se realice la co-
A rrecta clasificación para el acomodo y almacenamiento de los mismos a fin de evitar confusio-
nes posteriores, principalmente entre aquellos procesados y no procesados. Se debe evaluar
F
que los indicios se encuentren totalmente secos antes de almacenarlos, de lo contrario se
O
deben secar a temperatura ambiente.
R
E
N Para indicios odontológicos, dada la naturaleza de estos y las condiciones, las medidas de
S protección que deben ser consideradas durante el almacenamiento en bodega temporal o en
E bodega de indicios son:
• conservar a temperatura ambiente;
• mantener en un espacio ventilado;
• evitar la humedad y la exposición directa al sol;
• si se trata de un indicio mixto se deberá refrigerar o congelar para prevenir su degrada-
ción.
2.4.2. Siguiendo las recomendaciones del Protocolo para el Tratamiento e Identificación Forense
(2015, pp. 49-50),6 se deberán contar con refrigeradores especiales con diferentes tempera-
turas de conservación de acuerdo con las necesidades:
• a menos de 20° C, para muestras de tejidos blandos, tejidos duros y sangre, que se con-
serven a mediano y corto plazo;
• entre –70 y –80° C, para muestras de tejidos blandos y duros que se conserven a largo
plazo, y
• a 4° C, para muestras que están en tránsito para analizarse o enviarse de un laboratorio a
otro.
6
En lo posible, se deberá contar con varios refrigeradores especiales que manejen diferentes temperaturas de conservación de
acuerdo con las necesidades particulares. Si no se cuenta con los recursos, las muestras pueden remitirse a otro laboratorio
que los tenga. En caso de restos esqueletizados, las muestras pueden no ser congeladas inmediatamente. No es recomenda-
ble el análisis de tejidos blandos conservados en formol, ya que dicho compuesto modifica el ADN. Protocolo para el Trata-
miento e Identificación Forense (PGR, 2015, pp. 49-50).
68
ETAPA DE ANÁLISIS O
Subguía 3 D
O
ü N
T
3.1. Valoración de características del indicio para la selección del método
O
La persona experta revisó y valoró la calidad de la muestra y comprobó que los elemen-
L
tos tuvieran las características mínimas para realizar el análisis:
O
• estado de conservación,(a) ya sea biológico y la posible contaminación bacteriana
G
1 o muestra no biológica;
Í
• recepción en cadena fría cuando sea necesaria y
A
• correctamente identificada, etiquetada y embalada sin derrames que comprome-
tan la identificación de la muestra o su contaminación.
F
Para la realización de estimaciones de 1) perfil biológico: para estimación de edad los O
indicios odontológicos deben estar completos y vitales (órganos dentales que cuentan R
con cámara pulpar y conductos radiculares); y sin restauraciones. Esas características E
determinarán el método, que puede ser: cronología de erupción, análisis de la minerali- N
zación (Lamendin), método de Demirjian o método radiológico (Cameriere); así como S
2
de la técnica Zamora, que es una modificación de Lamendin, pero más aproximada a la E
población mexicana; 2) perfil de individualización: se deben evaluar las características
de unicidad adquiridas para la confronta y 3) patrones bucodentales: características o
datos de confronta para huellas de mordedura, y en caso de rugoscopía y queiloscopía
de perennidad e inmutabilidad para confronta.
La persona experta mencionó y explicó de forma clara el método a ser empleado con
3 base en los resultados obtenidos de la valoración de las características del indicio (punto
3.1.1 de esta subguía).
El proceso de análisis efectuado por la persona experta incluye la descripción clara de las
4
etapas realizadas sustentadas en video o fotográficamente.
Método cualitativo(b) (comparación 1:1)(c)
La persona experta incluye la descripción morfoscópica clara de las características ana-
5 tómicas o individualizantes para confronta, comparación o cotejo, evaluación y verifica-
ción.
Método cuantitativo(d)
En el análisis, la persona experta incluye elementos morfométricos para la confronta,
6
comparación, cotejo, evaluación y verificación.
Método mixto
La persona experta incluye métodos cualitativos y cuantitativos para confronta, compa-
7
ración o cotejo, evaluación y verificación.
69
O
D ü
O 3.2. Errores que descartan el análisis
N Los indicios odontológicos presentan condiciones que impiden realizar el análisis solici-
T tado, tales como dientes con tratamientos dentales (protésicos: coronas, prótesis par-
O 1
ciales fijas o removibles, prostodoncia), tratamiento de conductos o endodoncia (dien-
L tes sin pulpa vital), desgastados o fracturados.
O Los análisis realizados carecen de la aceptación y respaldo de la comunidad científica; es
G 2
decir, son cuestionados por la metodología usada.
Í
3.3. Fallas y/o circunstancias que descartan el análisis
A
La persona experta enuncia los pasos sin explicar cómo son aplicados durante la etapa
1 de análisis y usando algún método previamente cuestionado por la comunidad científica;
F
por ejemplo, las confrontas de huellas de mordedura para identificación de personas.(e)
O
R La persona experta utiliza una metodología que no es la adecuada para el caso en cues-
2
E tión.
N 3.4. Fallas y/ circunstancias tolerables en el análisis
S Si describe de manera general el método a realizar, pero no se enuncia un procedimiento
1
E específico, se puede considerar que la persona experta tiene dominio del mismo.
(a)
Estos indicios biológicos incluyen todos los componentes anatómicos de la cavidad bucal o aparato estomatognático (tejido
blando o mineralizado como los órganos dentales, estos se consideran vitales cuando cuentan con cámara pulpar y conduc-
tos radiculares que contienen información genética). Los indicios no biológicos son los materiales de restauración, prótesis,
implantes, etcétera.
(b)
Metodología cualitativa o morfoscópica: se refiere al análisis o estudio de comparación de características no métricas. Por
ejemplo: estimación de la ancestría por caracteres anatómicos dentales; no obstante, se requiere de una referencia estadística
basada en estándares poblacionales.
(c)
La confronta 1:1 dada por la asociación de características fenotípicas, por ejemplo: posición o ausencia dental, tratamientos
dentales, patologías o anomalías, traumatismos, modificaciones voluntarias, marcas de hábitos, etcétera, que en conjunto
permiten la individualización de una persona.
(d)
Metodología cuantitativa o morfométrica: se refiere al análisis, estudio y comparación de estructuras dentales o caracterís-
ticas que involucran parámetros métricos. Los rangos y estimaciones están basados en estándares con un análisis estadístico
previo. Por ejemplo: estimación del sexo por dimensiones dentales. Esta metodología debe estar basada en evidencias y con-
tar con amplia aceptación en la comunidad científica. Para ello se deben usar aquellos que están aceptados como estándares
internacionales, por ejemplo, los protocolos del Scientific Working Group on Forensic Anthropology (SWGANTH) o la Ameri-
can Academy of Forensic Science. Cuando se trate del uso de bases de datos de colecciones locales o indicadores específicos
estos deben estar debidamente avalados en publicaciones científicas que cuenten con revisión por pares.
(e)
Por ejemplo: Las “confrontas por huellas de mordedura” mediante un método de comparación uno a uno o asociación de
forma y posición dental no se consideran evidencia científica para identificar a una persona (Saks, J.M. et al., 2016).
70
Estas categorías no son excluyentes, es decir, es posible encontrar contextos en los cuales haya pre- F
sencia de individuos completos o incompletos, en descomposición, esqueletizados, fragmentados, O
quemados, elementos aislados, etc. Cada uno de los contextos necesitará la adecuación y el desarro- R
llo de una metodología específica para su análisis. E
N
3.1.1. La creación del perfil biológico en colaboración con antropología: son aspectos relevantes del S
individuo que conllevan la evaluación y estimación de su edad, sexo y ancestría biogeográfica E
de manera orientativa a partir de los órganos dentales y para reducir el universo de búsqueda
en procesos de identificación humana (Pretty, 2001).
71
O
D En los individuos adultos la estimación de la edad se debe hacer a través del análisis de la
O periodontitis y la transparencia radicular (Lamendin et al., 1992); método sugerido en el
N Protocolo para el tratamiento e identificación forense de la entonces Procuraduría General
T de la República (PGR, 2015, p. 42). Otro tipo de estudios a los que se puede recurrir son
O aquellos basados en métodos bioquímicos, en los cuales se analizan la racemización de los
L aminoácidos (AEAOF, 2013). También se puede evaluar la aposición de dentina secunda-
O ria, la atrición dental, la aposición de cemento y la reabsorción de la raíz (ABFO, 2017).
G
Í El odontólogo, además de realizar la estimación de edad, puede —en colaboración con el
A antropólogo forense— considerar la información disponible acerca del individuo en térmi-
nos de estimar el sexo, ancestría biogeográfica, rasgos específicos de la población, infor-
F
mación biológica y factores ambientales (ABFO, 2017).
O
R
2) Sexo: el dimorfismo sexual se expresa en el esqueleto humano y en dientes, en huesos des-
E
N pués de la pubertad y en órganos dentales en la dentición secundaria o permanente, así que
S antes de este periodo la estimación del sexo es compleja. La estimación del sexo se puede
E llevar a cabo analizando los rasgos morfológicos que presenta la mandíbula o mediante
análisis morfométricos de esta y de los dientes (SWGANTH, 2010, D. Garcovich, 2020).
Los métodos métricos se basan en las diferencias de forma y tamaño presentes en los
dientes. Para ello se deben usar aparatos de medida apropiados y en la mayoría de los ca-
sos resulta útil emplear software específico que auxilie en esta función (por ejemplo, Win
ID, software que se puede descargar directamente de manera gratuita desde la página web
de la ABFO).
La estimación del sexo debe ser reportada como “femenino”, “masculino”, “probable fe-
menino”, “probable masculino” o “indeterminado” (OSAC, 2019). En el caso de los indivi-
duos subadultos no se recomienda realizar una estimación del sexo, ya que no hay ningún
método válido publicado (SWGANTH, 2010).
72
Todas estas características deben ser tomadas con precaución, porque ante la inexisten- O
cia de un corpus extenso de trabajo publicado con respecto a este tema, el uso de estos D
rasgos dentarios debe limitarse a un diagnóstico de presunción (Recomendaciones en An- O
tropología Forense, 2013) (Hsu et al., 1997). N
T
O
Cuando se utilicen características morfológicas para la estimación de la ancestría se deben
L
tener en cuenta tres aspectos fundamentales: 1) los datos de población de referencia utiliza-
O
da deben corresponderse, en la medida de lo posible, con la población de procedencia de los
G
indicios; 2) los rasgos que se van a utilizar para el análisis deben estar bien descritos usando Í
las definiciones que sean ampliamente aceptadas por la comunidad científica y 3) se debe usar A
un método estadístico apropiado para el análisis (SWGANTH, 2013b).
F
Perfil individualizante: recaba todas las características únicas que pueden ayudar a identificar O
las particularidades del individuo. La realización del inventario y análisis de toda la evidencia R
dental es un paso básico en cualquier investigación odontológica forense (ABFO, 2017): E
N
• El análisis dental: S
• Configuración de todas las características dentales, ausencias, caries y restauraciones E
dentales (incluyendo prótesis), fracturas, anomalías o afecciones dentales como abra-
siones, atriciones, erosiones, abfracciones o cualquier otro carácter distintivo fenotí-
pico o adquirido de los dientes;
• Cuando sea posible se debe realizar la identificación de los tratamientos, materiales
usados, restauraciones dentales, elementos protésicos o implantes;
• Presencia de enfermedad periodontal, cálculo dental o pigmentaciones;
• Patrón oclusal, dientes mal posicionados, anomalías, pérdidas congénitas y dientes
supernumerarios;
• Fotografías intraorales mostrando los detalles anatómicos de los dientes, restauracio-
nes, periodonto, tipo de oclusión, lesiones, etcétera.
7
Es obligatorio el uso de la nomenclatura de la Federación Dental Internacional (FDI), aunque existen otras nomenclaturas la Nor-
ma determina el uso de FDI para llenado del odontograma e interpretación de los registros dentales (NOM-13-9.2.2.8, 2016).
73
O
D • Sistema Universal de numeración o ADA (Asociación Dental Americana): aunque
O no es comúnmente usado en México, pudiera haber algún expediente odontológico.
N En este sistema los dientes son numerados del 1 al 32. El tercer molar del maxilar
T derecho sería el #1, los incisivos dentales serían el #8 y #9, el tercer molar del maxilar
O izquierdo sería el #16, el tercer molar del cuadrante inferior izquierdo sería el #17 y
L el tercer molar del cuadrante inferior derecho sería el #32. Este sistema universal de
O numeración dental debe usarse seguido del nombre del diente al que se refiere (i.e.
G diente #3, primer molar permanente del maxilar derecho).
Í • Tipo de dentición y caras de los dientes: hace referencia a los tipos de dentición (pri-
A maria, permanente y mixta). Y las caras de los dientes son: mesial, distal, oclusal o
incisal, vestibular y lingual o palatina.
F
• Simbología de los odontogramas para referir todas y cada una de las características
O
dentales: generalmente se determina la simbología referente a ausencias, caries u ob-
R
turado. Hay otras características para las que no hay una simbología definida, tales
E
N como las anomalías y patologías, los tratamientos dentales o materiales de restaura-
S ción (restauraciones, prótesis fijas, totales o parciales, ortodoncia, retenedores, guar-
E das); así, también traumatismos y otros aspectos de individualización como piercings,
tatuajes, etcétera.
• Impresiones dentales: estas se realizan cuando haga falta examinar alguna característica bu-
codental, ya que es una reproducción de los tejidos. Pueden ser útiles para el análisis de patrón
dental (huellas de mordida) o los patrones de rugas palatinas.
8
Dentro de estas etapas se incluyen las actividades del odontólogo forense cuando está presente en campo, son nombradas
de manera amplia y se encuentran recogidas en los Estándares Forenses Mínimos para la Búsqueda de Personas Desaparecidas
y la Recuperación e Identificación de Cadáveres (ALAF, 2017, pp. 45-51).
74
3.1.3. Es recomendable que la metodología empleada esté basada en evidencia científica y se reco- O
mienda que cumpla con los requisitos conocidos como “criterios Daubert”9 para obtener la D
máxima fiabilidad en los resultados obtenidos. Estos criterios de análisis son los siguientes: O
• la teoría o técnica usada por el experto ha sido probada; N
T
• la teoría o técnica usada por el experto está publicada y ha sido sometida a revisión por
O
pares;
L
• la teoría o técnica usada por el experto tiene una tasa de error conocida y
O
• la teoría o técnica usada por el experto es ampliamente aceptada por la comunidad cien- G
tífica. Í
A
3.2. Fallas y/o circunstancias que descartan el análisis
F
3.2.1. Es frecuente que la persona experta refiera en la metodología una serie de procedimientos O
técnicos y científicos de forma general, sin realizar una selección específica de los que serán R
empleados durante el análisis. Se recomienda que la metodología empleada durante la etapa E
de análisis se ajuste a los criterios de protocolos basados en evidencia (Estándar Daubert) y a N
los niveles de evidencia de los modelos basados en evidencia (NRC, 2009). S
E
Por ejemplo: el análisis de las huellas de mordedura es uno de los más cuestionados desde
2009 por el Comité Científico de Estados Unidos, el cual hizo un llamado al fortalecimiento
de las Ciencias Forenses. En el Informe para el fortalecimiento de las ciencias forenses de EUA
(NRC, 2009, p. 174), referente a odontología forense, se enlistan los aspectos que sesgan el
análisis y la reproducibilidad de una huella sobre la piel (elástica) o cualquier otra superficie.
Esto se debe a que este tipo de análisis se relaciona con delitos violentos o sexuales que impli-
can la culpabilidad de una persona; sin embargo, el estudio puede estar sesgado por la elasti-
cidad de la piel y diversas condiciones como la temporalidad.
De tal forma que el patrón dental que se deja marcado sobre una lesión contusa, inciso-con-
tusa o corto-contusa, producida al presionar los dientes en alguna(s) parte(s) del cuerpo u
objeto no necesariamente sea suficiente para emitir una conclusión. Esto ha creado gran con-
troversia dentro de la comunidad científica, por lo que debe ser siempre tomado con reservas
y el perito especialista debe documentar los alcances y limitaciones de esta técnica. De las
diferentes publicaciones sobre esta problemática se pueden encontrar los estudios de Kieser
(2005) y otro en población mexicana, el cual reporta que el patrón dental anterior puede ser
un elemento de individualización, pero no como método de identificación mediante huella de
mordida (Jasso-Cuéllar et al., 2020). Es decir, el patrón dental, por sí mismo, sí se relaciona
con la unicidad, pero no necesariamente en la transferencia de esta huella a una superficie, ya
que los sesgos técnicos, metodológicos y de interpretación pueden conducir a errores.
9
The Federal Rules of Evidence (1973).
75
O
D ETAPA DE PRESENTACIÓN DE RESULTADOS
O Subguía 4
N
T ü
O 4.1. Resultados
L Se presentaron los resultados obtenidos para la estimación de edad en la construcción
O del 1) perfil biológico (si es el caso, estimación de sexo y ancestría en colaboración
G 1 con antropología), 2) individualizante o 3) patrones bucodentales (huellas de mordi-
Í da, queiloscopía y rugoscopía) así como la metodología utilizada durante el proceso de
A identificación.
En la comparación 1:1 se presentaron de manera completa la información y datos ante
F 2 mortem(a) (DAM) recabados durante la investigación preliminar y la metodología em-
O pleada para su obtención.
R Las características dentales analizadas en la comparación de los DAM/ post mortem
E 3
(DPM) fueron suficientes y adecuadas para justificar la objetividad de los resultados.
N
La elección del método fue correcta y se ejecutó de manera adecuada para obtener los
S 4
resultados que se presentan en el informe.
E
Los resultados de confronta indicaron una concordancia parcial, total, si el resultado fue
5
no concluyente o si se redujo el universo de búsqueda.
Los resultados indican claramente el método utilizado en cualquiera de los tres grupos
6
de análisis referidos y se justifica la objetividad de los resultados.
4.2. Presentación de resultados
Se presentó el informe integral y con base en los resultados obtenidos la conclusión
(b)
76
O
D
O
ü N
T
4.4. Fallas y/o circunstancias tolerables en los resultados
O
En la metodología empleada para estimación de edad (si es el caso, estimaciones de sexo
L
1 y ancestría), útil para construir aspectos del perfil biológico, utiliza bases de datos que
O
no son específicas de población mexicana, refiere la población que usó.
G
En el caso del perfil individualizante, detalla de forma insuficiente la naturaleza de cada Í
2
característica; es decir, señala lo relevante, pero sin detalles. A
En el caso de los patrones bucodentales, explica deficientemente y se delimita a la rela-
3 ción de confronta 1:1 (ABFO, 2019); es decir, menciona características de asociación de F
forma o posición sin profundizar en otros aspectos. O
El análisis utilizado incluye metodología cuantitativa, aunque sin reportar intervalos, R
4
desviación estándar y el rango de error del método utilizado. E
Antes de emitir el dictamen faltó la revisión técnica de un par experto siguiendo para N
5
ello los parámetros que cada entidad establezca.(d) S
Si describe de manera general el método a seguir, pero no enuncia cada procedimiento E
6
específico, se puede considerar que la persona experta tiene dominio del mismo.
(a)
Los datos que debe contener el registro ante mortem son: radiografías dentales, informes escritos, modelos
dentales y fotografías. En el caso de las radiografías se recomienda contar con las originales, ya sean análogas,
impresas o digitales (ABFO, 1994).
(b)
La Asociación Latinoamericana de Antropología Forense (ALAF) (2017, p. 66) establece que la conclusión
respecto a la identificación debe emitirse considerando las líneas de evidencia (información de contexto, perfil
biológico, características individualizantes, cotejo odontológico, cotejo genético o radiológico, prendas, perte-
nencias, etc.) de manera conjunta.
(c)
Estas categorías de identificación corresponden con las propuestas en los Estándares forenses mínimos para la
búsqueda de personas desaparecidas y la recuperación e identificación de cadáveres (ALAF, 2017, p. 67).
(d)
Esto se establece como una condición deseable a tener en cuenta antes de emitir un dictamen final para exper-
tos particulares (ABFO, 2019). Para el caso de las instituciones periciales gubernamentales se deberán tener en
cuenta sus propias normas de gestión de calidad, de las cuales dependen sus acreditaciones y certificaciones,
de ser el caso, que deben establecer esos procesos de revisión y podrían ser cuestionados si no los aplican. No
obstante, para los peritos oficiales se deberá revisar la normatividad de la institución a tener en cuenta antes de
emitir un dictamen final.
77
O
D CRITERIOS GENERALES PARA LA ETAPA DE PRESENTACIÓN DE RESULTADOS
O Apéndice 4
N
T
O Para una identificación desde el área odontológica, se deben realizar los cotejos de datos ante mortem
L (DAM) y post mortem (DPM). Algunas técnicas usadas se refieren en el Protocolo para el Tratamiento e
O Identificación Forense (2015) y en la Guía Práctica para el examen Odontológico Forense (2005, pp. 21-22).
G Se sugiere como presentación de resultados establecer o plasmar solo las características observadas. En el
Í caso de las confrontas, se informarán de manera independiente o en coherencia con las tres vertientes de
A identificación que se consideraron para efectos de esta guía, que son:
• la estimación de edad como parte del perfil biológico se referirá al método y al rango de edad;
F
• perfil de individualización: confronta de características morfológicas dentales y características
O
particulares (expediente odontológico y registros). Dependiendo del caso se realiza necropsia
R
oral y se documentan estructuras dentales, los tejidos blandos y en general todas las estructuras
E
N que conforman el sistema estomatognático, así como otras evidencias asociadas y
S • sobre patrones bucodentales: solo será orientativo para huellas de mordida, queiloscopía y rugos-
E copía.
4.1. Resultados
4.1.1. La identificación comparativa del individuo se realiza SI y SOLO SI se cuenta con toda la infor-
mación de historia de vida o DAM recuperada durante la investigación preliminar. Esta será
comparada con los denominados datos post mortem (DPM), que se refieren a los resultados
obtenidos a partir del análisis de los indicios odontológicos de la persona fallecida y la eviden-
cia asociada a los mismos.
4.1.2. Cotejo con los DAM. Se considera DAM a toda aquella información de carácter odontológico,
médico, biométrico o biológico que se pueda confrontar con aspectos relacionados al perfil
biológico que incluye sexo, edad, estatura; perfil individualizante, que se refiere a las carac-
terísticas dentales, anomalías, patologías, traumatismos o modificaciones voluntarias y, por
último, el cotejo que se pueda efectuar a partir de los patrones bucodentales. El expediente
odontológico deberá contar con las especificaciones de la Norma Oficial Mexicana para la Pre-
vención y Control de Enfermedades Bucales que en su Apartado 9 puntualiza sobre el expe-
diente clínico (NOM-013-SSA2-2015). Esta información puede ser obtenida de dos maneras:
una a través del expediente que contiene los registros del individuo (radiografías, modelos
de yeso, tomografía axial computarizada o TAC, etc.) o a través de las entrevistas realizadas
tanto a familiares como a amigos o conocidos de la persona.
4.1.3. El American Board of Forensic Odontology (1994, pp. 1252-1254) establece una lista de ca-
racterísticas dentales que deben ser tomadas en cuenta a la hora de realizar una identifica-
ción. Estas son:
78
• estado del diente: presente, ausente, impactado, sin erupcionar, pérdida ante mortem, O
post mortem, fracturado; D
• tipo de diente: primario, permanente o supernumerario; O
• posición del diente: malposición, giroversiones, presencia de diastema; N
T
• morfología de la corona: tamaño y forma de la corona, espesor del esmalte, conjunción
O
cemento-esmalte, variaciones debidas a la ancestría (dientes en pala, tubérculo de Cara-
L
belli);
O
• patología de la corona anatómica: caries, atrición, abrasión, erosión, variaciones atípicas, G
perlas del esmalte, múltiples cúspides, abscesos, etc.; Í
• morfología de la raíz: tamaño, forma, número, dilaceración, raíces divergentes u otras A
anomalías;
• patología de la raíz: fracturas, hipercementosis, resorción externa de la raíz; F
• cámara pulpar y canal radicular: calcificaciones pulpares o radiculares, tratamientos del O
canal radicular; R
• restauraciones dentales: restauraciones metálicas (amalgamas, implantes…) o no metáli- E
cas acrílicos, silicatos…), prótesis fijas o removibles, implantes, retenedores, etc.; N
• análisis de la encía o gingiva: morfología, patología, contorno, cálculo dental, etc.; S
• exostosis; E
• análisis del hueso trabecular: osteoporosis, radiodensidad;
• análisis del maxilar y la mandíbula;
• análisis de la articulación temporomandibular y
• otro tipo de proceso patológico que pueda afectar a la mandíbula.
4.1.4. La descripción de la lesión se refiere a aspectos como el tipo (fractura, equimosis), la forma,
el tamaño, la profundidad de lo que se está observando e igualmente establecer si se trata
de una lesión reciente o antigua. La terminología referente a la localización de la lesión debe
tener en cuenta los conceptos sobre superficies dentales y nomenclatura (Guía Práctica para
el Examen Odontológico Forense, 2005).
4.2.1. La correspondencia a partir del análisis se basa en la comparación de DAM / DPM. La conclu-
sión debe corresponderse con alguna de las siguientes opciones, según la ABFO:
• identificación positiva: la coincidencia de DAM y DPM es suficiente para establecer que se
trata del mismo individuo y no hay discrepancias irreconciliables;
• identificación presuntiva: los datos DAM y DPM tienen características consistentes, pero,
debido a la calidad de cualquiera, no es posible establecer positivamente la identificación
por odontología;
• evidencia o información insuficiente: los datos disponibles son escasos para emitir una
conclusión con respecto a la identificación y
79
O
D • exclusión: los DAM y DPM son claramente incompatibles o inconsistentes; sin embargo,
O debe entenderse que la identificación por exclusión es una técnica válida en determinadas
N circunstancias.
T
O Si es el caso, el informe debe indicar que las conclusiones están basadas en registros que su-
L puestamente representan a un individuo en particular.
O
G 4.3. Errores que descartan los resultados
Í
A 4.3.1. La metodología seleccionada no se puede aplicar debido al tipo de indicios con que se cuenta.
F
4.4. Fallas y/o circunstancias tolerables en los resultados
O
R
4.4.1. El uso de otras nomenclaturas dentales diferentes al sistema de numeración FDI, que es la
E
N internacional y estandarizada (ABFO, 2017). Estas pueden ser:
S
E Sistema Universal o ADA (Asociación Dental Americana) de numeración, en el cual los dientes
son numerados del 1 al 32. El tercer molar del maxilar derecho sería #1, los incisivos dentales
serían el #8 y #9, el tercer molar del maxilar izquierdo sería el #16, el tercer molar del cuadran-
te inferior izquierdo sería el #17 y el tercer molar del cuadrante inferior derecho sería el #32.
Este sistema universal de numeración dental debe usarse seguido del nombre del diente al que
se refiere (i.e. órgano dental “3, primer molar permanente del maxilar derecho”).
80
GLOSARIO O
D
O
Glosario básico N
T
O
Abrasión: desgaste de los dientes causado por un proceso mecánico con un objeto externo.
L
O
Abfracción: pérdida de estructura dental en el cuello del diente producida por fuerzas masticatorias. Nota: G
son lesiones no cariosas en forma de cuña localizadas en el cuello del diente, producidas por fuerzas Í
biomecánicas, lo cual las distingue de la atrición, erosión y abrasión. A
Ante mortem: antes de la muerte. En la guía se refiere a los registros o datos odontológicos generados F
durante la vida de la persona. O
R
Ancestría: distribución biogeográfica de la variación genética de las poblaciones humanas y su historia. E
N
Aposición de dentina secundaria: es la formación de una matriz orgánica en la que se deposita tejido mi- S
neralizado (dentina). E
Cálculo o sarro dental: placa dentobacteriana endurecida que se forma en las superficies expuestas.
Canal o conducto radicular: es el espacio anatómico que conduce nervios y vasos sanguíneos en la raíz de
un diente.
Cavidad pulpar: espacio del diente delimitado por la dentina y que contiene la pulpa dental. La parte de la
cavidad pulpar dentro de la porción coronal del diente es la cámara pulpar y la parte de dentro de
la raíz es el conducto pulpar o radicular.
Consentimiento informado odontología: acto por el cual se otorga autorización para efectuar un proce-
dimiento clínico odontológico firmado por el paciente y el odontólogo conforme a lo establecido en
la Norma Oficial Mexicana NOM-013 SSA-2015, Apartado 9.6, y con lo dispuesto en el Apéndice B
Informativo (Modelo de consentimiento informado).
81
O
D Contexto: conjunto de circunstancias en que se considera una situación o un hecho.
O
N Corona: parte del diente humano cubierta por esmalte.
T
O Cotejo odontológico: es la comparación de las características odontológicas ante mortem documentadas
L en el expediente clínico odontológico, modelos dentales, aparatos protésicos u ortodóncicos y placas
O radiográficas, con aquellas que se documentan en la cavidad oral de la persona fallecida; placas ra-
G diográficas que aportan elementos de alto nivel de certeza para individualizar, identificar o excluir la
Í identificación de una persona.
A
Cúspide: proyección afilada o eminencia redondeada que se eleva en, o a partir de, la superficie de masti-
F
cación de un diente.
O
R
Datos ante mortem (DAM): registros o información obtenida de una determinada persona en vida.
E
N
S Datos post mortem (DPM): registros o información que se obtienen de un cadáver para su comparación
E con los datos obtenidos de una persona viva (datos ante mortem), generalmente con el objetivo de
identificar a la persona fallecida.
Deciduo: se refiere al órgano dental de la primera dentición, la cual se conforma de veinte dientes, esta
dentición también es conocida como dentición temporal o infantil.
Diente supernumerario: diente extra erupcionado o no erupcionado además de los 32 dientes permanen-
tes o los 20 de la dentición primaria.
Enfermedad periodontal: afección inflamatoria de la encía, ligamento periodontal y hueso alveolar (perio-
donto), llamada periodontitis.
82
Esmalte: tejido más mineralizado y de mayor dureza del cuerpo humano que cubre la corona anatómica O
del diente. D
O
Estomatognático: (del griego στόμα, boca; y γνάθος, maxilares) es el conjunto de órganos dentales, tejidos N
T
mineralizados y tejidos blandos que llevan a cabo funciones fisiológicas como comer, hablar, respirar y
O
son considerados parte de la estética.
L
O
Estomatología: estudio de la cavidad bucal (tejidos y órganos duros y blandos). G
Í
Estomatólogo: especialista en estomatología. A
Exhumar: sacar a una persona o cosa del lugar en el que estaba enterrada. F
O
Exóstosis: crecimiento óseo que se proyecta desde una superficie ósea. R
E
Expediente Clínico Odontológico: documento privado obligatorio y sometido a reserva en el cual se re- N
gistran cronológicamente las condiciones de salud oral del paciente y los procedimientos ejecutados S
por el equipo de salud oral que intervienen en su atención. Dicho documento únicamente puede ser E
conocido por terceros previa autorización del paciente o en los casos previstos por la ley.
Fosa lingual: fosa que se forma en el lado lingual de los dientes anteriores y determinados dientes maxila-
res posteriores.
Identificación odontológica: es el proceso técnico que sustenta la comparación entre los datos (carac-
terísticas individualizantes de las estructuras dentales y sus elementos de soporte) ante mortem y
post mortem, correspondientes a tratamientos odontológicos, características anatómicas y pato-
logías específicas que permiten establecer que los hallazgos analizados corresponden a un mismo
individuo.
83
O
D Inmutabilidad: características que no se modifican durante el crecimiento y/o envejecimiento; tal como
O ocurre con las huellas dactilares, rugas palatinas y surcos labiales.
N
T Interoclusal: entre las superficies oclusales de los maxilares y los dientes mandibulares.
O
L Intraorales oclusales (radiografía oclusal): examen exploratorio o registro radiográfico maxilar o mandi-
O bular que toma la arcada completa.
G
Í Intraorales periapicales (radiografía periapical): examen intraoral básico que muestra todo el diente
A (máximo tres dientes) y el periodonto circundante.
F
Lesión contusa: lesión provocada por un instrumento contundente.
O
R
Lesión corto-contusa: trauma complejo que cuenta con las características de los traumas incisales.
E
N
S Lesión inciso-contusa: trauma complejo que cuenta con las características de los traumas cortantes y
E contundentes.
Mineralización dental: proceso fisiológico que permite la formación del esmalte (amelogénesis), la denti-
na (dentinogénesis) o el cemento (cementogénesis).
Número mínimo de individuos (NMI): término utilizado en antropología forense en relación con el análisis
para referirse al número mínimo de individuos recuperados.
Odontograma: representación gráfica de la boca y órganos dentales de un individuo que permite registrar
la información de manera detallada cada característica.
Ortopantomografía: radiografía extraoral que registra las estructuras orales maxilares y mandibulares.
Patrón dental anterior: se refiere a la huella de los dientes de canino a canino que comúnmente se involu-
cra en huella de mordedura.
Perennidad: características que se forman desde vida intrauterina y no cambian durante el desarrollo y
envejecimiento; por ejemplo: huellas dactilares, rugas palatinas y surcos labiales.
Perfil biológico: construcción del perfil de una persona que se integra por el sexo, la edad, la ancestría y la
estatura.
84
Periodontitis: alteraciones que se producen en el periodonto (tejidos que soportan los dientes, las encías, O
el cemento radicular, el ligamento periodontal y el hueso alveolar) con inflamación. Ver enfermedad D
periodontal. O
N
T
Perlas de esmalte: pequeñas segmentos esféricos de esmalte.
O
L
Post mortem: después de la muerte.
O
G
Protoestiloide: característica de la anatomía dental que se encuentra en los molares mandibulares, consis- Í
te en la presencia de una cúspide o tubérculo accesorio en la superficie mesiobucal o mesiovestibular. A
Es un carácter de presencia frecuente entre asiáticos e indios americanos.
F
Queiloscopía: estudio, cotejo y análisis de las huellas labiales, únicas en cada individuo, que permiten la O
individualización e identificación de cada ser humano. R
E
Raíces divergentes o laceradas: estructura radicular que presenta una curvatura en los segmentos medios N
y apicales. S
E
Rugoscopía: estudio, cotejo y análisis de las rugas palatinas que por su forma, tamaño y posición en la zona
anterior del maxilar superior son únicas en cada individuo.
Subadultos: es un término ocupado en la antropología que se relaciona con aspectos biológicos, sobre
todo para estimación de edad, que hace referencia a sujetos que no han alcanzado la madurez ósea.
De tal forma que se recurre a métodos basados en los patrones de crecimiento y desarrollo tanto de
los huesos como de los dientes para estimar la edad biológica (no legal).
Tafonomía: son los cambios que se presentan en el cuerpo desde el momento de la muerte. Dada la varie-
dad de contextos y sus características, las modificaciones observables son igualmente amplias.
Transparencia radicular: densidad reducida de la raíz de los dientes (el análisis principalmente en unirra-
diculares).
Unión cemento-esmalte: línea que separa la corona de la raíz en las piezas dentales.
Uniprocedencia: que tienen la misma procedencia. En las personas fallecidas se aplica cuando se requiere
saber o se ha establecido que dos fragmentos corporales, que se encontraron en contextos distintos,
corresponden a un mismo individuo de acuerdo con sus características morfométricas y genéticas.
85
O
D Glosario general
O
N Almacenamiento de indicios: colocar los objetos recolectados en áreas que cumplan con ciertas especifi-
T caciones de acuerdo con su tipo.
O
L Base de datos: colección o conjunto de datos y material asociado designado para proporcionar informa-
O ción, almacenado en copia dura o formato electrónico y organizado bajo criterios que permiten la
G búsqueda y análisis estadístico de información.
Í
A Bodega de indicios: lugar con características específicas que tiene como finalidad el resguardo de indicios
para garantizar su integridad.
F
O
Cadena de custodia: sistema o procedimiento de control y registro que se aplica al indicio desde la lo-
R
calización por parte de una autoridad, policía o agente de Ministerio Público, hasta que la autoridad
E
N competente ordene su conclusión. Su objetivo general es garantizar la mismidad y autenticidad de los
S indicios mediante actividades de control y elaboración de registros que demuestren la continuidad y
E trazabilidad de la cadena de custodia, con el fin de incorporarlos como medio de prueba en el proceso
penal.
Consentimiento informado: acto por el cual se otorga autorización para efectuar un procedimiento de
orden jurídico, médico o científico que implique la invasión de la persona en su cuerpo, integridad o
en su información personal. Este acto debe contemplar una fase explicativa de los procedimientos a
llevar a cabo, las opciones con las que se cuenta paralelas a la opción propuesta, los efectos secunda-
rios, entre otros; y una fase de concordancia que se expresa por medio de la firma del documento de
consentimiento informado, de las personas autorizadas para ello por la ley. Debe contener, al menos,
los siguientes datos: 1. Nombre de la institución; 2. Nombre o razón social del establecimiento; 3. Tí-
tulo del documento; 4. Lugar y fecha; 5. Acto autorizado; 6. Señalamiento de los riesgos y beneficios;
7. Autorización al personal; 8. Nombre y firma de la persona que otorga la autorización; 9. Nombre
completo y firma de quien realiza el acto autorizado.
Conservación: preservar. Se refiere a mantener la integridad o estado en que permanecen los indicios y
evidencias a fin de evitar su pérdida o degradación natural.
Cotejar / cotejo: observación de dos o más elementos para determinar la existencia de discrepancias o
similitudes.
86
Documentación fotográfica: es la impresión o captura de una imagen sobre un medio sensible a la luz O
(análoga o digital), para registrar y preservar las características de la misma, con el fin de reproducirla D
cuando se requiera. Existen diferentes tomas: O
• Plano general. Toma que abarca una visión general del indicio dentro del lugar de la investigación. N
T
• Plano medio. Toma que relaciona al indicio con el plano general.
O
• Plano de acercamiento. Toma que resalta alguna característica del indicio con referencia de un
L
testigo métrico.
O
• Gran acercamiento. Toma que abarca el detalle del indicio. G
Í
Embalaje: conjunto de materiales que envuelven, soportan y protegen al indicio o elemento material pro- A
batorio con la finalidad de identificarlo, garantizar su mismidad y reconocer el acceso no autorizado
durante su traslado y almacenamiento. El embalaje constituye un refuerzo al empaque. Cuando los F
indicios sean embalados en bolsas de plástico o de papel deben ser del tamaño adecuado para las di- O
mensiones del indicio. R
E
Empaque: todo aquel material que se utiliza para contener, proteger y/o preservar indicios. N
S
Error: conclusión obtenida que es contradictoria a lo esperado o es incorrecta. Existen diferentes tipos de E
error, en procesos de comparación se asocia al método, al proceso (error procedimental) y a la medi-
ción de los estándares de calidad (tolerancia).
Indicio: son las huellas, vestigios, signos o información localizada o vinculada con el lugar de los hechos
y/o lugar del hallazgo y que por sus características existe la probabilidad de que tenga una relación
con la investigación o el lugar de la intervención forense, por lo que deben ser analizados dependiendo
de su naturaleza, ya sea por los peritos especialistas o por la policía de investigación. En el sistema
procesal acusatorio, un “indicio” puede ser evidencia y, si es el caso, equivalente a un “dato de prueba”
y “prueba” para el Ministerio Público.
Intervención: etapa en el proceso penal donde el personal ministerial, pericial y policial investiga en el
lugar de los hechos, hallazgo o enlace. Dicho personal puede realizar acciones encaminadas a la toma
de muestras (huellas dactilares, sangre, saliva, muestras de voz, bucodentales, entre otras) a víctimas,
testigos o presuntos responsables.
Mismidad: relacionado con la autenticidad. Propiedad de ser lo que es “x” y no otra cosa.
Procesamiento: conjunto de acciones para buscar, documentar, identificar, revelar, recolectar, embalar,
trasladar y registrar en el Registro de Cadena de Custodia (RCC) los indicios hallados en el lugar de
investigación.
Prueba: se denomina así a todo conocimiento cierto o probable sobre un hecho, que ingresando al proceso
como medio de prueba en una audiencia y desahogada bajo los principios de inmediación y contradic-
87
O
D ción, sirve al tribunal de enjuiciamiento como elemento de juicio para llegar a una conclusión cierta
O sobre los hechos materia de la acusación.
N
T Recolección: proceso realizado por una persona capacitada en el manejo del indicio, en el que el elemento
O a analizar es localizado y después trasladado de una forma apropiada para efectuar una comparación
L y/o análisis.
O
G Registro de Cadena de Custodia (RCC): documento o formato en el que se registran los indicios y las
Í personas que intervienen desde su localización, descubrimiento o aportación en el lugar de la inter-
A vención hasta que la autoridad ordene su conclusión.
F
Señalización-identificación: asignación individual de un indicativo numérico, alfabético o su combinación,
O
único y consecutivo para cada indicio. Dicha asignación le corresponderá durante todo el procedimien-
R
to penal con el fin de asegurar su mismidad y trazabilidad hasta que la autoridad competente ordene
E
N la conclusión de la cadena de custodia.
S
E Solicitud de prueba: actos de investigación que se consideren pertinentes y útiles para el esclarecimiento
de los hechos, de acuerdo con los artículos 129, 131, 149, 217, 251 y 252 del Código Nacional de
Procedimientos Penales (CNPP).
Testigo métrico: material de apoyo que contiene una escala métrica. Se debe incluir durante la documen-
tación fotográfica para tener referencia de las dimensiones del indicio.
Traslado: desplazamiento o reubicación del indicio embalado del lugar de origen a otro destino que puede
ser la bodega de indicios o el laboratorio, para su análisis. Dicho desplazamiento se debe realizar bajo
las medidas de protección y condiciones para el manejo del indicio.
Trazabilidad: procedimiento que permite rastrear y dar seguimiento al flujo de actividades relacionadas
con un indicio.
88
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E
N
S
E
93
Referencias........................................................................................................................................... 143
96
P
PRELUDIO GENERAL S
I
C
O
La presente guía es un instrumento de apoyo para realizar la valoración judicial de las distintas pruebas
L
periciales, en especial de aquellas consideradas científicas y técnicas; está constituida por cuatro subguías
O
en donde se describen los criterios generales que deben ser considerados para la valoración de la prueba, G
así como los errores que podrían presentarse en la prueba pericial y que pueden ser tomados en cuenta Í
para su valoración; además de los criterios mínimos, es decir, los grados de tolerancia permisible asociados A
a cada etapa por la que transita la prueba y que se reflejan en fallas o circunstancias frecuentes.
F
La Subguía 1 ha sido pensada para señalar aquellos presupuestos mínimos, tanto para la prueba como para O
la entrevista y la evaluación psicológica, desde el punto de vista de la ciencia forense; no establece crite- R
rios completamente jurídicos, pero sí busca reflejar la indivisible relación entre el Derecho y la Ciencia. Por E
su parte, las Subguías 2, 3 y 4 contienen los elementos de entrevista forense, aplicación de instrumentos N
S
psicométricos e interpretación de los mismos, desde el área científica y técnica de la psicología forense.
E
Finalmente, se ha desarrollado un glosario compuesto por dos secciones: una parte general que contiene
términos comunes a la ciencia forense y un segmento específico con términos propios de cada área foren-
se.
Para facilitar su comprensión y evitar ambigüedades e interpretaciones que se alejen del objetivo del pre-
sente instrumento, se incluyen apéndices con conceptos, ideas, ejemplos y aclaraciones pertinentes que
complementan los criterios descritos en las subguías. Esto se hace únicamente en aquellos criterios que
requieren una mayor explicación, razón por la cual la numeración de los apéndices no es continua.
Para la fácil vinculación del apéndice con el criterio específico de la subguía, se conserva la numeración
del mismo y, cuando así aplique, se incluye como último dígito el número que antecede al criterio descrito
dentro de la subguía. Los criterios técnicos que se enuncian a lo largo de la presente guía se desarrollan de
forma general y no son limitativos para el desarrollo de otras guías especializadas dentro de la psicología
forense.
Resulta pertinente aclarar que la terminología empleada en las presentes guías no se acota a una estricta
acepción procesal. Tal es el caso de los términos “prueba” e “indicio”, que se utilizan en sentido amplio. De
forma general, podemos asumir que, para fines del presente documento, el término “prueba” se considera
como sinónimo de peritaje o actividad pericial; y para el término “indicio” se asume como todo objeto
material sobre el que versa la prueba.
Con respecto al término “método”, se advierte una definición amplia aplicable a las diversas especialida-
des, alcance de la presente guía, con ciertas consideraciones específicas que se precisarán en su momento.
Se adopta, entonces, el concepto de Jonker y Pennink (2010) quienes lo definen como “la secuencia de
acciones a seguir para conseguir un determinado fin, y que deben ejecutarse en un orden riguroso e inva-
riable”. Con el objetivo de completar lo anterior, y a efecto de reducir la posible confusión con el término
97
P
S “técnica”, a continuación la definición que precisan los mismos autores y que corresponde a “materiales,
I herramientas o instrumentos específicos con los cuales se ejecuta un método”.
C
O Independientemente de la función específica que realice, la actuación del personal pericial oficial que in-
L
terviene en la investigación de los delitos debe observar en todo momento, además de los estándares téc-
O
nicos que garanticen la integridad del trabajo forense, los derechos humanos de las personas involucradas.
G
Para esto, se debe considerar el enfoque diferenciado para la niñez, la orientación sexual, las personas con
Í
A discapacidad, las personas adultas mayores, las personas pertenecientes a comunidades indígenas, las per-
sonas migrantes, así como la perspectiva de género, tomando en cuenta las necesidades específicas que
F manifieste cada persona con la que deben interactuar en el ejercicio de sus funciones.
O
R En coordinación y comunicación con la Fiscalía, deben articularse con las autoridades correspondientes en
E todas las etapas del procedimiento, observando los requisitos procesales que para su función establece el
N Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP) en lo que se refiere a los actos de investigación,1 y
S desarrollando sus intervenciones bajo los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo,
E honradez, lealtad y respeto a los derechos humanos reconocidos en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos (CPEUM) y en los instrumentos internacionales, en el propio Código y demás aplica-
bles.
1
Numerales 266 a 303.
98
P
NOTA METODOLÓGICA S
I
C
La guía tiene como sustento dos vertientes principales: a nivel nacional se apoya en guías, manuales, códigos O
éticos, acuerdos y protocolos que regulan el quehacer técnico-científico de las entidades de procuración y L
administración de justicia; en el ámbito internacional, se refuerza con manuales de psicopatología publicados O
por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas G
en inglés); además de guías y protocolos elaborados por grupos de expertos en psicología forense, entre los Í
A
que destacan la APA, la Comisión Internacional de Test (ITC, por sus siglas en inglés), el Colegio Oficial de Psi-
cólogos del Consejo General de la Psicología de España, la Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica,
F
entre otros. Para mayor detalle, consúltese el apartado de referencias que soportan el contenido de la guía.
O
R
Los criterios técnicos que se enuncian a lo largo de la presente guía se desarrollan de forma general para
E
realizar una intervención en la especialidad de psicología forense. Debido a las particularidades de cada
N
intervención pericial en psicología, es necesario un abordaje especializado, por lo que se reitera que se
S
abordarán aspectos genéricos de la evaluación pericial psicológica, enunciando ejemplos sobre un enfoque E
especializado y diferenciador como es el caso de niñas, niños y adolescentes, víctimas de agresión sexual,
la investigación y documentación de la tortura, tratos o penas crueles, inhumanos y/o degradantes en
su aspecto psicológico, entre otros. Esta característica se pondrá de manifiesto en diversos apartados del
presente documento. Finalmente, es importante resaltar que gran parte de la información empleada para
la elaboración de evaluaciones psicológicas forenses surge de las investigaciones realizadas en las pro-
blemáticas que involucran a niños, niñas y adolescentes, así como víctimas de agresión sexual; sobre los
cuales versa la mayor parte de los protocolos de la materia pericial en psicología.
Para efectos de esta guía, se considera como prueba pericial en materia de psicología forense aquella que
versa sobre el análisis de un problema concreto por parte de una persona experta, llegando a conclusiones
específicas con base en las investigaciones efectuadas y procedimientos, que tienen como eje la entrevista
forense, la aplicación de instrumentos psicométricos y la interpretación de los resultados a partir de funda-
mentos técnico-científicos empleados en la psicología. Lo anterior es pertinente, en particular para el caso
de los métodos que forman parte de la Subguía 3 – Etapa de análisis de la entrevista forense y la evaluación
psicométrica, pues si bien declaran las etapas que integran dicho análisis, puede percibirse profuso para
la acción de valoración de la prueba. Sin embargo, es crucial que el juzgador cuente con el bagaje técnico-
científico necesario a fin de evitar sesgos e interpretaciones erróneas. Es importante mencionar que la
mayor parte del contenido de la mencionada Subguía 3 no puede verificarse en el dictamen, ya que son
acciones que se dan al momento de la entrevista y la aplicación de instrumentos psicométricos y no suelen
reportarse por escrito, por lo que parte del contenido de esta sección solo puede verificarse a través del
desahogo de la prueba en juicio durante el desarrollo del interrogatorio y contrainterrogatorio.
En las subguías se abordará terminología técnica específica de cada etapa asociada con la entrevista foren-
se, a la aplicación de instrumentos psicométricos y a la prueba, que integra la evaluación pericial psicoló-
gica en su conjunto; sin embargo, resulta pertinente ahondar en lo referente a los métodos asociados con
el análisis en materia de psicología forense, por lo que se incluyen los Apéndices 5, 6 y 7 con información
sobre las técnicas de entrevista y los instrumentos psicométricos estandarizados de uso forense, los cuales
serán de utilidad para una mejor comprensión.
99
P
S CRITERIOS GENERALES DE PERTINENCIA PERICIAL DE LA PRUEBA
I Subguía 1
C
O ü
L
1.1. Presupuestos mínimos para la realización de la prueba
O
1 La solicitud del acto de investigación es pertinente jurídicamente.(a)
G
Í 2 La solicitud del acto de investigación puede ser ejecutada materialmente.(b)
A La solicitud detalla de manera clara las acciones para las cuales fue requerida la interven-
3
ción pericial por la autoridad ministerial.
F La persona que realiza la evaluación pericial tiene la formación requerida para asegurar
4
O la calidad de esta.(c)
R 5 El consentimiento informado de la persona que será evaluada se recabó adecuadamente.(d)
E Se preservó el interés superior de la niñez(e) para aquellos casos en donde la evaluación
N 6
pericial psicológica se efectúe en niñas, niños y adolescentes.
S 1.2. Criterios mínimos de pertinencia pericial de la entrevista forense
E
1 La solicitud indica claramente el análisis a realizar.
Se determinan de forma puntual las características(f) de la persona que será objeto de la
2
evaluación pericial psicológica.
Se indica de manera puntual el número de personas presentes durante la entrevista para
3
el caso particular.
En el caso de niñas, niños y adolescentes(g) se cuenta con un registro de la entrevista
4 forense a partir de la transcripción de esta, o bien, a través de medios tecnológicos que
permitan la grabación de audio o video.
(a)
De acuerdo con lo establecido por el art. 346, fracción I, inciso b), del Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP),
contrario sensu.
(b)
La solicitud no puede ser atendida por falta de elementos para cumplir con ella; por ejemplo, si no es precisa, está mal dirigida,
no indica el objetivo de la evaluación pericial o las personas a ser evaluadas, la acción no puede ser ejecutada.
(c)
La evaluación psicométrica debe ser efectuada por un psicólogo o psicóloga con conocimientos en el área clínica o forense, de-
seablemente especializado o especializada en psicología jurídica o forense, de acompañamiento a víctimas, derechos humanos y
perspectiva de género. Es deseable que cuente con experiencia en el uso y aplicación de técnicas y protocolos de entrevista,
y esté capacitado para la aplicación y manejo de instrumentos psicométricos.
(d)
En casos que involucren niñas, niños y adolescentes o en dictaminaciones psicológicas de tortura, el consentimiento informado
debe ser entregado de forma obligatoria. Para los demás casos, en los que se realice una evaluación psicológica forense, la
entrega del consentimiento informado aún no está generalizada, pero se le considera una buena práctica a nivel internacional.
(e)
El principio de interés superior de la niñez implica que se tomen en cuenta de forma primordial todas las medidas relacionadas
con la infancia.
(f)
Algunas de las características que deben señalarse de forma puntual son: la edad, la madurez, el tipo de evento por el cual se le
entrevista, el lugar donde se realiza la entrevista, entre otros.
(g)
Consúltese el Protocolo para juzgar con perspectiva de Infancia y Adolescencia en casos que involucren niñas, niños y adolescentes
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2021, México, p. 166.
100
P
CRITERIOS GENERALES DE PERTINENCIA PERICIAL DE LA PRUEBA S
Apéndice 1 I
C
En el presente apéndice se describen los criterios generales para considerar la pertinencia científica de la O
prueba al cumplir aspectos técnicos indispensables para su aceptación, desde el punto de vista científico. L
O
1.1. Presupuestos mínimos para la realización de la prueba G
Í
A
1.1.1. La redacción clara y detallada de la solicitud evita errores de interpretación. En ocasiones
las solicitudes se redactan sin suficiente precisión respecto a la evaluación que se solicita, lo
F
que dificulta su correcta atención. Por ello, se recomienda que durante la evaluación pericial O
psicológica se confirme la pertinencia de la solicitud con respecto a las personas que serán R
entrevistadas. E
N
1.1.2. Se debe confirmar si la solicitud y el acto de investigación pueden ser ejecutados material- S
mente respecto de la persona o personas que serán entrevistadas y evaluadas. Por ejemplo, E
que el niño o niña cuente con la edad suficiente para expresarse de manera verbal y entender
cognitivamente los contenidos de la entrevista tomando en cuenta factores como la edad, la
etapa de desarrollo, el uso del lenguaje, alguna discapacidad auditiva o visual, entre otros.
1.1.3. El uso de términos generales, sin un detalle claro sobre la acción concreta que se requiere sea
efectuada, impide que la persona experta ejecute el análisis, por lo que puede no dar cumpli-
miento a lo que el solicitante espera obtener. Si se solicita una evaluación pericial psicológica
que no pueda llevarse a cabo, o bien, si la solicitud no es precisa, está mal dirigida o no indica el
tipo de evaluación psicológica a realizar (inimputabilidad, niñas, niños y adolescentes víctimas
de delito sexual, estudios de personalidad, entre otros) se obstaculiza que la persona experta
oriente la búsqueda y obtenga los resultados que el solicitante espera. Si bien es posible que
la persona experta se ponga en comunicación con el fiscal (o quien haya solicitado el análisis)
para tratar de solventar las dudas o imprecisiones que haya, es importante resaltar que esta
comunicación (o la falta de ella) no tiene trascendencia en el dictamen.
1.1.4. La persona experta que realice la evaluación pericial psicológica debe contar con los conoci-
mientos específicos —comprobables en cualquier etapa del procedimiento penal— para el uso
de técnicas y protocolos de entrevista, así como la aplicación de instrumentos psicométricos
y demás materiales de apoyo (técnicas lúdicas, materiales didácticos, entre otros). Es desea-
ble que, además de contar con cédula profesional de psicólogo o psicóloga, tenga conoci-
mientos en el área clínica, de psicología forense y de atención y acompañamiento a víctimas;
lo cual ayudará a preservar los derechos de la persona entrevistada y garantizará un enfoque
especializado y diferenciador durante toda la evaluación pericial psicológica.
101
P
S en el caso de niñas, niños y adolescentes, una entrevista forense realizada por una persona
I que no cuente con la formación adecuada puede implicar que se prejuicie sobre el contenido
C de esta, al no recibir las respuestas esperadas desde una visión adulta, demeritando el recuer-
O do o la narración del entrevistado; por otro lado, en el caso de víctimas de violencia sexual,
L
la falta de conocimiento sobre el impacto que el trauma genera en la persona en situación
O
de víctima puede sesgar la entrevista forense, concentrándose en aspectos irrelevantes, o
G
bien, emitiendo juicios sobre su relato y responsabilizándola de los acontecimientos vividos.
Í
A Finalmente, en el caso de una entrevista psicológica forense en personas víctimas de tortura,
la falta de capacitación y sensibilización sobre las implicaciones de la tortura puede llevar a
F la persona experta a demeritar la narrativa y emitir juicios de valor sobre su veracidad; por
O ejemplo, al decir que el alegato es solo una estrategia de defensa o que la inexistencia de un
R Trastorno de Estrés Postraumático indica que no hay secuelas emocionales por este delito,
E entre otros.
N
S 1.1.5. La evaluación pericial psicológica debe hacerse observando en todo momento, además de los
E estándares técnicos que garanticen la integridad de la misma, los derechos humanos de las
personas involucradas. Para esto, se debe considerar el enfoque diferenciado para la niñez, la
orientación sexual, las personas con discapacidad, las personas adultas mayores, las personas
pertenecientes a comunidades indígenas, las personas migrantes, así como la perspectiva de
género, tomando en cuenta las necesidades específicas que manifieste la persona que par-
ticipará en la evaluación pericial psicológica, así como los requisitos procesales establecidos
en el Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP) en lo que se refiere a los actos de
investigación.
1.1.6. En los juicios en los que directa o indirectamente se ven involucrados los derechos de niñas,
niños o adolescentes, el interés superior obliga al juez a resolver la controversia en materia
atendiendo a lo que es mejor para ellas y ellos, lo que en causa probatoria supone que el juez se
allegue de todo el material probatorio que tenga a su alcance e, incluso, la potestad de recabar
pruebas de oficio.
102
P
1.2. Criterios mínimos de pertinencia pericial de la entrevista forense S
I
1.2.1. La solicitud debe indicar con claridad qué tipo de evaluación se requiere por parte de la perso- C
na experta; si existen informes o documentos en la investigación que otorguen datos impor- O
L
tantes para la entrevista, se puede solicitar el acceso a los mismos.
O
G
1.2.2. La persona experta debe tener claridad sobre la persona que será evaluada para considerar
Í
un abordaje especializado y diferenciado, además de determinar la técnica o protocolo de A
entrevista definida en función de la persona a entrevistar, el contexto en el que se realiza y
la experiencia de la persona experta. Por ejemplo, en el caso de un niño o niña víctima de agre- F
sión sexual deberá considerarse la edad, su madurez, las características de la persona que los O
entrevista, el lugar donde se realiza el encuentro, el tipo de evento por el cual se le entrevista, R
entre otros. Todos estos elementos se describen dentro del dictamen, pues inciden en la valo- E
ración de la entrevista, ayudarán a la persona experta a vincularse de forma más efectiva con N
el niño o la niña y lo ayudarán en la selección de la técnica de entrevista, a fin de garantizar la S
confiabilidad en la información obtenida y evitar la revictimización. E
Dentro del dictamen deberán señalarse las medidas de apoyo empleadas y explicar su utilidad
para justificar la presencia de las personas que las realizan durante la evaluación pericial psico-
lógica.
103
P
S ETAPA DE ENTREVISTA FORENSE2 Y APLICACIÓN DE INSTRUMENTOS PSICOMÉTRICOS
I Subguía 2
C
O ü
L
2.1. Preparación de la entrevista forense
O
Se realizó una recolección previa de información del caso particular a través de la revi-
G 1
sión de la carpeta de investigación.
Í
A La entrevista forense se realizó en un ambiente físico idóneo, el cual contempla míni-
mamente las siguientes características:
F • neutro
O • privado
R 2 • seguro
E • tranquilo, ajeno a ruidos
N • simple, sin distractores
S • ventilado, iluminado y con mobiliario adecuado
E • accesible a servicios sanitarios.
En el caso de niñas, niños y adolescentes, se procurarán las condiciones adecuadas que
3
permitan la narrativa libre.
En caso de ser necesario, se detalla el uso de recursos de apoyo(a) durante la entre-
4
vista.
2.2. Realización de la entrevista forense semiestructurada(b)
1 Se realizó la preparación del lugar de la entrevista.
El entrevistador verifica la capacidad cognitiva del entrevistado para distinguir los con-
2
ceptos de verdad y falsedad.
3 El entrevistador estableció reglas básicas para el desarrollo de la entrevista forense.
La entrevista permite la narrativa libre, el interrogatorio y la clarificación. Las pregun-
4 tas podrán ser: abiertas; específicas, pero no dirigidas; cerradas que siguen de pregun-
tas abiertas y preguntas sí-no.(c)
5 La entrevista cuenta con un cierre.(d)
2
La entrevista forense se distingue de la entrevista clínica esencialmente en los objetivos que se persiguen y el contexto de
aplicación (clínico-judicial). La entrevista clínica será una herramienta para establecer un diagnóstico de psicopatología para
la determinación de la intervención terapéutica. En tanto que la entrevista forense es la herramienta empleada por la persona
experta para la obtención de información esencial sobre un hecho que se investiga, sobre las personas que intervienen en
el mismo, para explorar el estado mental de la persona entrevistada o comprender la repercusión jurídica de los trastornos
mentales, atendiendo al mandato de una autoridad ministerial o judicial para un caso concreto.
104
P
S
I
C
O
L
ü
O
2.3. Aplicación de instrumentos psicométricos G
Los instrumentos psicométricos empleados cumplen con los criterios de medición con- Í
1
sistentes en la fiabilidad y validez para su utilización e interpretación.(e) A
Las pruebas psicométricas empleadas permiten cumplir con el objetivo de la evaluación
2
pericial.(f) F
2.4. Errores que descartan la entrevista forense y la evaluación psicométrica O
El tiempo empleado en la entrevista forense y la evaluación psicométrica es muy limi- R
1 tado o bien excesivamente largo, lo que afecta la cantidad y calidad de la información E
obtenida.(g) N
Durante la entrevista se realizan preguntas sugerentes, sesgadas o no apropiadas, lo S
2 E
que minimiza la objetividad y dificulta el recuerdo libre de la persona entrevistada.
Los instrumentos de apoyo empleados en la entrevista psicológica resultan sugestivos
3
o inapropiados, pues sesgan la información obtenida con los mismos.
La entrevista indaga en información poco relevante o innecesaria que genera
4
revictimización(h) en la persona entrevistada.
2.5. Errores que descartan la evaluación psicométrica
Ausencia de criterios de validez y fiabilidad en los instrumentos psicométricos emplea-
1
dos.
Los instrumentos psicométricos empleados corresponden a versiones anteriores y, por
2
lo tanto, no se encuentran actualizados.
Falta de utilidad de los instrumentos psicométricos para cumplir con el objetivo de la
3
evaluación pericial psicológica.
105
P
S
ü
I
C 2.6. Fallas y/o circunstancias tolerables en la entrevista forense y evaluación psicométrica
O Falta de concordancia en los datos contenidos entre alguno de los siguientes elemen-
L 1 tos: oficio de petición, los datos de carpeta de investigación, nombre de las víctimas,
O indiciados, imputados o acusados, testigos y otros.(i)
G En casos que no involucren a niñas, niños y adolescentes o en la dictaminación psi-
Í 2 cológica de la tortura: ausencia de explicación y/o falta de recabación de la firma del
A consentimiento informado a las personas entrevistada, cuando sea aplicable al caso.
Se emplearon cuadernillos de aplicación y/o hojas de respuesta en copia fotostática y
F 3 no en original, sin embargo, no alteran sustancialmente el contenido del instrumento
O psicométrico y corresponden a la versión más reciente de este.
R (a)
Algunos de estos recursos de apoyo pueden ser materiales didácticos, dispositivos de videograbación, materiales lúdicos, entre
E otros.
N (b)
La entrevista semiestructurada cumple con tres aspectos esenciales: una serie de fases progresivas con objetivos específicos
S cada una, un acercamiento progresivo al tema objeto de la entrevista y una estructura flexible; estos elementos la distinguen
E de la entrevista estructurada, empleada comúnmente en el desarrollo de un interrogatorio y que se caracteriza por un conjun-
to de preguntas elaboradas con anticipación y planteadas por la persona entrevistadora con cierta rigidez y sistematización.
(c)
Dada la conformación de la entrevista semiestructurada, esta permite la selección de la técnica de entrevista por la persona
experta que realiza la evaluación.
(d)
Es decir, la entrevista tiene una conclusión, dentro de la cual puede proporcionarse información sobre las etapas que siguen en
la evaluación, se aclaran dudas del entrevistado y se da por terminada la entrevista.
(e)
Es decir, se trata de instrumentos psicométricos que se encuentran actualizados, estandarizados y, en su caso, revisados para
la población objeto del estudio. Los instrumentos adaptados a población mexicana se consideran más precisos en su medición,
por contar con datos estadísticos propios de este grupo poblacional.
(f)
El conjunto de instrumentos psicométricos seleccionados para la evaluación pericial recibe el nombre de batería psicométrica;
deben estar interrelacionados y guardar coherencia con el planteamiento de la solicitud. Por ejemplo, si se solicita se evalúe
la capacidad intelectual, deberán emplearse escalas de inteligencia e instrumentos que arrojen información sobre el funcio-
namiento neurológico; por otro lado, si se solicita se establezca la personalidad de quien sea evaluado o evaluada, deberán
emplearse instrumentos que identifiquen rasgos de personalidad y estados emocionales.
(g)
No existe un plazo determinado para la realización de la entrevista forense y la evaluación psicométrica, sin embargo, se reco-
mienda que estas se realicen en un mínimo de dos sesiones de trabajo, repartidas en dos o tres días para evaluar. Para mayor de-
talle revisar la Guía de Especialidades Periciales Federales, publicada por la entonces Procuraduría General de la República (PGR,
ahora FGR) en 2015. Además de esto, el tiempo empleado deberá atender a las particularidades de la persona evaluada; por
ejemplo, si se trata de niñas, niños y adolescentes, se busca que dure el menor tiempo posible a fin de evitar la revictimización;
en el caso de la investigación de posibles actos de tortura, el tiempo puede estar limitado por el contexto en el cual se realiza la
entrevista porque la persona evaluada puede estar privada de su libertad, o bien encontrarse en una estación migratoria cuando
se trata de personas en condición de migrantes.
(h)
De acuerdo con lo establecido por los principios de dignidad, enforque diferenciado y especializado, no criminalización y victi-
mización secundaria del art. 4 de la Ley General de Víctimas (LGV), además de las fracciones V y XXII del art. 10 y fracción VI
del art. 12 de la citada ley.
(i)
En caso de no haber concordancia se suele establecer comunicación con el solicitante para corregir el dato que no concuerde
o dejar por escrito la observación, ya que debe haber un registro de las correcciones. La falta de concordancia de estos datos
puede ser un error tolerable siempre y cuando no comprometa su identidad, el reconocimiento de sus características originales
o su eficacia para acreditar el hecho o circunstancia de que se trate. De lo contrario, la posibilidad de descartar ese indicio será
valorada y determinada por el órgano jurisdiccional.
106
P
CRITERIOS GENERALES PARA LA ENTREVISTA FORENSE Y APLICACIÓN DE INSTRUMENTOS S
PSICOMÉTRICOS I
Apéndice 2 C
O
2.1. Preparación de la entrevista forense L
O
G
2.1.1. La revisión previa de la información contenida en la carpeta de investigación es relevante para
Í
la realización de la entrevista forense, pues permite a la persona experta correlacionar infor-
A
mación con aquellos aspectos a confirmar y que pueden ser de interés para su exploración con
la persona evaluada. En el caso de niñas, niños y adolescentes, además del análisis del expe- F
diente se pueden revisar reportes médicos, registros escolares, entrevistas a miembros de la O
familia o tutores, entre otros. R
E
2.1.2. El contexto de aplicación de la entrevista forense es significativo para la obtención de infor- N
mación confiable, pues influirá en la interacción que se establezca entre la persona experta y S
la persona evaluada. En lo posible, los espacios para la entrevista forense deben ser cómodos, E
garantizar la privacidad y evitar factores estresantes o distractores.
2.1.3. En el caso de niñas, niños y adolescentes, el espacio para el desarrollo de la entrevista debe
permitir la narrativa libre; por esta razón, no debe tratarse de un espacio con muchos estímu-
los que puedan distraerle; debe ser privado, de tal forma que evite el contacto visual con per-
sonas que influyan o afecten su dicho y la presencia; el uso de instrumentos de grabación no
debe ser ocultado, por el contrario, deben mostrarse y explicarse el motivo de su utilización
(Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2014, p. 65).
2.2.1. La preparación de la entrevista tiene como finalidad establecer las condiciones que permitan
un adecuado desarrollo de la relación entre la persona experta y la persona evaluada; por lo
que deben considerarse los siguientes aspectos:
107
P
S • recolección de información previa sobre el caso y sobre la persona evaluada;
I • señalar el número de entrevistas y sesiones que la persona experta requiere;
C • el número de personas expertas que participarán en la entrevista;
O
• identificación de las personas presentes durante la entrevista, especialmente en el caso de
L
niñas, niños y adolescentes;
O
G • selección de los medios para el registro de la entrevista;
Í • elección del ambiente físico para la realización de la entrevista forense;
A • los recursos de apoyo de acuerdo con las características de la persona evaluada y
• la selección de los instrumentos psicométricos a emplear.
F
O 2.2.2. Al inicio de la entrevista forense, la persona experta introduce a la persona evaluada en temas
R generales que le permiten verificar la comprensión de los conceptos de verdad y mentira; así
E como la distinción de estos en diversas situaciones que pueden plantearse y la trascendencia
N
de estos en el contexto judicial. Para evaluar la capacidad cognitiva para distinguir la verdad y
S
la mentira, pueden plantearse preguntas directas sobre la razón de la evaluación pericial psi-
E
cológica, o bien, situaciones hipotéticas. En el caso específico de niñas, niños y adolescentes,
determinar que la persona evaluada comprende la distinción entre verdad y mentira es de alto
interés para fortalecer la fiabilidad del testimonio, pues se busca que la niña, niño o adoles-
cente relate, durante la entrevista, lo que realmente ha experimentado. No es recomendable
solicitar definiciones sobre lo que es verdad o mentira, pues esto puede resultar confuso, es-
pecialmente en niñas y niños pequeños. En todo momento, deberá disiparse el temor a ser
castigado por expresarse libremente.
Finalmente, es sustancial que la persona experta realice una revisión general de las condicio-
nes mínimas para llevar a cabo la evaluación, lo que implica una valoración rápida de las fun-
ciones psicológicas generales —orientación en tiempo, espacio y persona—, así como necesi-
dades básicas cubiertas al grado de que no interfiera negativamente al momento de recabar
la información, por ejemplo: descanso-sueño, alimentación, necesidades fisiológicas, entre
otras.
2.2.3. Las condiciones básicas de la entrevista forense, señaladas en el apartado 2.2.1. permiten a la
persona experta y a la persona evaluada establecer el marco de desarrollo para su interacción,
además de fomentar un ambiente seguro y de confianza, en el cual la persona evaluada se
sienta libre de expresar su relato. Por ejemplo, se indica la forma en la que la sesión o sesio-
nes van a desarrollarse, el motivo de la entrevista forense, la identidad del entrevistado y el
manejo que se dará a la información proporcionada; puede indicarse también la posibilidad
de cuestionar al entrevistador cuando algún concepto empleado no sea claro, o bien, cuando
alguna instrucción resulte confusa.
2.2.4. Aun cuando existen diversos protocolos y técnicas de entrevista, la finalidad dentro de la
evaluación pericial psicológica será obtener la mayor cantidad de información que la persona
108
P
evaluada pueda proporcionar respecto al objetivo de investigación, para que la persona ex- S
perta efectúe un contraste con la información de interés judicial del caso en concreto. Así, la I
entrevista forense deberá cumplir con una serie de pasos que permiten minimizar los sesgos C
O
cognitivos tanto de la persona experta como de la persona evaluada. Las etapas mínimas de
L
una entrevista son (Avalos Vásquez, 2016, p. 12):
O
G
Figura 1. Etapas de la entrevista forense Í
A
Reglas Introducción Narrativa Interrogatorio
Presentación Cierre
básicas al tema libre y clarificación F
O
R
Fuente: elaboración propia E
N
S
Por lo anterior, es importante que la entrevista forense no sea rígida y permita la interacción
E
de las partes a través de dos momentos:
• la narrativa libre, que consiste en la descripción narrativa de los hechos por el entrevistado
y
• el interrogatorio y clarificación, que consiste en la formulación de preguntas que posi-
biliten la búsqueda, identificación o profundización en la información legal relevante y
favorezcan la explicación de aquellos aspectos que sean cuestionados puntualmente por
la persona experta.
2.3.1. Uno de los elementos esenciales dentro de la metodología para la evaluación pericial psicoló-
gica es el empleo de instrumentos psicométricos para contribuir a la formulación de hipótesis,
descripción del comportamiento patológico de una persona, la estructura de la personalidad,
entre otros. La elaboración de dichos instrumentos no se encuentra libre de sesgos cognitivos,
por lo que una forma de enfrentar estos retos es garantizando, de manera científica, su vali-
dez y confiablidad.
La validez hace referencia a lo que el test mide y cómo lo hace; esto significa que “el autor
del instrumento psicométrico debe proporcionar pruebas empíricas —resultados verificados,
verificables y replicables por otros investigadores— que demuestren que, efectivamente, se
está midiendo la inteligencia y no la memoria, o la persistencia o cualquier otra variable no
identificada, diferente de la que se pretende evaluar en el propósito explícito declarado en el
manual del instrumento” (Liporace Fernández, 2015). En tanto que, se entenderá por confia-
bilidad: “la consistencia con que un instrumento es capaz de medir un determinado aspecto”
(Romero, 2011, p. 88).
109
P
S Así, la confiabilidad está relacionada con la estabilidad de las medidas cuando el proceso de
I medición se repite y, por lo tanto, con los procesos de estandarización de los resultados del
C instrumento; en tanto que la validez está vinculada a la variabilidad en los resultados arrojados
O por el instrumento, considerando un margen de error y las características de la población a la
L
que se aplica.
O
G
Debido a que en la evaluación pericial psicológica la persona experta elabora diversas infe-
Í
A rencias relacionadas con las puntuaciones obtenidas por el instrumento psicométrico y las
relaciona con la solicitud formulada por la autoridad competente, la información significativa
F obtenida de la entrevista forense y los elementos documentales revisados, es necesario que
O haga uso de instrumentos que cumplan con estos elementos cuantitativos y cualitativos,
R que permitan garantizar que la información proporcionada por los mismos satisface todos los
E criterios científicos.
N
S 2.3.2. La persona experta debe seleccionar los instrumentos psicométricos adecuados para cumplir
E con la solicitud contenida en la evaluación pericial psicológica; para seleccionarla se toma en
cuenta lo que se está buscando medir (personalidad, inteligencia, estado emocional, entre
otros), las características de la persona evaluada (si es adulto, niña, niño o adolescente; edad,
género, lenguaje, contexto, entre otros) y la formación de la persona experta, quien debe
estar calificada para la aplicación, evaluación e interpretación del instrumento empleado.
Los instrumentos psicométricos pueden dividirse en: pruebas de personalidad, test proyecti-
vos, cuestionarios y escalas para diversos aspectos, entre otros. Para más información, revisar
el contenido de los Apéndices 6 (pág. 125) y 7 (pág. 132) de esta guía.
De esta forma, la persona experta debe estimar la utilidad de los instrumentos psicométricos
y determinar si los aspectos que miden se correlacionan con las conductas pertinentes al con-
texto sobre el cual realizará sus inferencias. Por lo tanto, la evaluación pericial psicométrica no
debe entenderse como un proceso rígido y único; sino que debe tomar en consideración los
aspectos antes señalados para optimizar los recursos empleados.
110
P
Así, los instrumentos psicométricos tienden a modificarse para evitar o reducir los sesgos que S
afecten su aplicación a diversos grupos debido a su edad, género, nacionalidad, idioma, edu- I
cación, etnia, presencia de discapacidad, cultura, entre otros. C
O
L
2.6. Fallas y/o circunstancias tolerables en la entrevista forense y evaluación psicométrica
O
G
2.6.3. El uso de copias fotostáticas de los materiales, formularios de respuesta o escalas de medición
Í
no es recomendable al realizar la evaluación psicométrica, ya que algunos pueden incluir el A
uso de colores o el contenido puede no ser legible. El uso de copias fotostáticas puede influir
de forma inapropiada en el rendimiento de la persona evaluada y afectar la objetividad de los F
resultados. Se considera una buena práctica que la persona experta garantice el respeto a los O
derechos de autor y el manejo exclusivo de los instrumentos por parte de personal calificado R
para su aplicación, evaluación e interpretación. E
N
S
E
111
P
S ETAPA DE ANÁLISIS DE LA ENTREVISTA FORENSE Y LA EVALUACIÓN PSICOMÉTRICA
I Subguía 3
C
O ü
L
3.1. Valoración de la información obtenida en la entrevista forense
O
La persona experta menciona y explica de forma clara la técnica de entrevista emplea-
G 1
da en la evaluación pericial.
Í
A La persona experta constata el testimonio(a) a partir de algunos de los siguientes ele-
mentos:
F • contenidos generales
2
O • contenidos específicos
R • elementos motivacionales
E • elementos específicos relacionados con el hecho que se investiga.
N 3.2. Análisis cuantitativo de los instrumentos psicométricos aplicados
S La persona experta interpreta cada uno de los instrumentos psicométricos empleando
1
E las hojas de respuesta o formatos que corresponden a cada una de ellas.
La persona señala las puntuaciones, indicadores o rangos percentiles obtenidos en
2
cada instrumento psicométrico.
La persona experta emplea las escalas aplicables a cada uno de los instrumentos psico-
3
métricos empleados en la evaluación pericial.
3.3. Análisis cualitativo de los instrumentos psicométricos aplicados
La persona experta explica en su análisis que los instrumentos psicológicos empleados
1
son acordes y específicos para el objeto de la evaluación pericial que realiza.
La persona experta realiza la interpretación de los resultados de cada uno de los ins-
2
trumentos psicométricos aplicados.
La persona experta hace una descripción de los signos y síntomas que considera pue-
3 den estar presentes en la persona evaluada y los relaciona con los criterios de diagnós-
tico contenidos en los Manuales DSM-5-TR(b) y CIE-11(c) respectivamente.
112
P
S
I
C
O
ü
L
3.4. Errores que descartan el análisis
O
1 El análisis de la entrevista se realizó sin señalar el método de interpretación empleado. G
Las escalas de validez del instrumento psicométrico de que se trate obtienen una pun- Í
2
tuación que desecha su uso. A
Ausencia de los indicadores cuantitativos obtenidos en los instrumentos psicométri-
3
cos. F
En la interpretación de los indicadores psicológicos y conductuales se emplean crite- O
4 rios de diagnóstico que no corresponde al Manual DSM-5-TR y CIE11 respectivamen- R
te. E
N
3.5. Fallas y/o circunstancias tolerables en el análisis
S
Se emplearon formatos de evaluación o escalas en copia fotostática y no en original, E
1 sin embargo, corresponden a la versión más reciente del instrumento psicométrico
empleado.
La persona experta señala el nombre del trastorno y los criterios de diagnóstico que
2 corresponden al Manual DSM-5-TR y CIE11, aunque hay ausencia de código de clasi-
ficación.
(a)
La constatación del testimonio en esta etapa del análisis no debe confundirse con la valoración que realiza el órgano jurisdic-
cional de la prueba testimonial. Al tratarse de la narrativa que se obtiene de la entrevista forense, es posible que la persona
experta analice aquellos aspectos que la fortalecen o la debilitan, como parte de su metodología. Esta evaluación debe centrar-
se en el relato y lo que este aporta y no en la credibilidad de la persona entrevistada o su capacidad de razonamiento. Así, la
intervención en psicológica forense debe versar sobre la coherencia entre la dinámica de los hechos investigados y los hallazgos
psicológicos identificados en la persona evaluada; en el caso de víctimas deberán atenderse los principios de buena fe y no
criminalización contenidos en el art. 5 de la Ley General de Víctimas (LGV).
(b)
Asociación Americana de Psiquiatría, Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5-TR), última versión del
18 de marzo de 2022.
(c)
Organización Mundial de la Salud, Undécima versión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades y Trastornos relaciona-
dos con la Salud Mental (CIE-11), aprobada en mayo del 2019 y que entró en vigor el 1 de enero del 2022.
113
P
S CRITERIOS GENERALES PARA LA ETAPA DE ANÁLISIS
I Apéndice 3
C
O 3.1. Valoración de la información obtenida en la entrevista forense
L
O 3.1.1. Al ser la entrevista forense parte esencial de la metodología para realizar el análisis de la infor-
G
mación obtenida, es necesario que la persona experta señale de forma puntual el tipo de téc-
Í
nica empleada para la realización de esta. Por ejemplo, deberá indicar si se emplea la narrativa
A
libre, la reinstauración mental de contextos, el recuerdo de sucesos, el cambio de perspectiva,
F la narrativa a partir del juego, entre otras.
O
R 3.1.2. La credibilidad del testimonio consiste en la percepción que se tiene sobre la exactitud de un
E recuerdo en relación con un suceso o hecho. De esta forma, en la evaluación del testimonio
N obtenido a través de la entrevista forense se deben tomar en cuenta diversos factores como:
S el contexto en el cual se desarrolla la entrevista, el tipo de suceso sobre el cual se indaga, las
E características del entrevistado (si se trata de una niña, niño o adolescente, adultos, personas
de la tercera edad, entre otras) y las variables cognitivas (atención, memoria, lenguaje, entre
otras) que pueden estar presentes en el mismo.
La persona experta puede emplear diversos procedimientos para la evaluación del testimonio;
la técnica más empleada es la Evaluación de la Validez de la Declaración o Statement Validity As-
sessment (SVA), que consiste en un método semiestandarizado para la evaluación de la credibili-
dad de las declaraciones; su componente principal es el Análisis de Contenidos Basado en Criterios
o CBCA (Criteria Based Content Análisis), que consta de 19 criterios que se agrupan en 5 catego-
rías y que se aplican al contenido de la declaración, con el propósito de establecer si su calidad y
contenidos son resultado de la narración de los registros contenidos en la memoria, o bien, si son
producto de la invención, fantasía o influencia de otra persona. De acuerdo con este instrumento,
algunos elementos que sirven a la persona experta para evaluar el testimonio son los siguientes:
• contenidos generales: hace referencia a la presencia de una estructura lógica del testimo-
nio, la espontaneidad en el relato y la cantidad de detalles que este contiene sobre el
lugar, las personas, la línea temporal, las acciones, entre otras. En el caso específico de la
espontaneidad del relato, se observará una distribución de la información fragmentada
y distribuida en diversos momentos de este; de tal forma que no dé la impresión de ser
aprendido, repetitivo o elaborado;
• contenidos específicos: se centra en la información que solo es posible relatar si se ha ex-
perimentado el suceso; incorporando dos elementos que son el contexto en que ocurren
los hechos y la interacción que existe entre las personas que intervienen en los mismo.
Aunado a lo anterior, se coloca atención a la información que es posible ser reproducida
textualmente. Por ejemplo, X me dijo: “guarda silencio y camina”, es decir, la persona que
narra es capaz de recordar conversaciones exactas;
• peculiaridades del contenido: este análisis centra su atención en los detalles inusuales, las
situaciones sorpresivas que narra la persona entrevistada y la descripción de las sensa-
114
P
ciones o experiencias emocionales que pudieron estar presentes durante el evento y que S
pueden reexperimentarse al momento de elaborar el relato; I
• elementos motivacionales: se refiere a la intención del relato por parte de la persona entre- C
vistada, por lo que se indaga en las razones que motivan la narrativa y las dificultades que O
L
esta puede representar. Por ejemplo, aquí pueden observarse correcciones espontáneas
O
en el relato que lo intensifican o lo disminuyen, puede expresarse ausencia de recuerdos
G
o de parte de los eventos narrados, también es posible identificar sentimientos de culpa,
Í
desaprobación o vergüenza por lo ocurrido y una postura respecto de quien pudiese ser A
responsable por los hechos que se investigan;
• elementos específicos relacionados con el hecho que se investiga: este punto se centra en la F
narrativa de hechos o situaciones que son particulares para la realización de la conducta O
que se investiga como probable hecho delictuoso; estos aspectos pueden ser de índo- R
le criminal o psicológica y son identificables por la persona experta que está realizando E
el análisis. Por ejemplo, en el caso de niñas, niños y adolescentes que sufren agresión se- N
xual, suele ocurrir que la víctima se retracte de su primer testimonio, o bien, trate de S
disminuir su trascendencia. A este fenómeno se le llama retractación, y al ser identificable E
por la persona experta, fortalece la veracidad de la narrativa.
Es importante señalar que, para efectos de esta guía, los elementos descritos en este apartado
se están abordando de una forma general para la evaluación de la credibilidad del testimonio.
Sin embargo, existen particularidades en la narrativa de diversos hechos que hacen necesaria
una evaluación más especializada. Por mencionar algunos casos, la evaluación del testimonio
de niñas, niños y adolescentes requiere considerar aspectos propios de la persona entrevis-
tada tales como la edad, las habilidades cognitivas, el lenguaje, la relación con las personas
involucradas, entre otros. Por otro lado, lo mismo ocurre en el caso de personas víctimas de
tortura, en las que la inconsistencia del testimonio no lo desecha, sino que puede reforzar la
posibilidad de la presencia de un trauma profundo; finalmente, es probable que las víctimas
de agresión sexual experimenten dificultades al elaborar el relato, lo que puede bloquear el re-
cuerdo y dificultar la recopilación de información por parte de la persona experta. Todos estos
aspectos particulares deberán señalarse dentro del dictamen a fin de establecer el contexto a
partir del cual se realiza la evaluación de la credibilidad del testimonio.
Finalmente, es importante señalar que el procedimiento debe ceñirse a una práctica ética y a
una debida formación de quien hace uso de este (idealmente en psicología del testimonio);
además se sugiere su aplicación en casos concretos y debidamente analizados por un equipo
interdisciplinar para ser preparado, planeado y organizado de tal forma que se atiendan las
buenas prácticas para la recolección de la información con la persona entrevistada.
115
P
S 3.2. Análisis cuantitativo de los instrumentos psicométricos aplicados
I
C 3.2.1. Los instrumentos psicométricos estandarizados emplean formularios u hojas de respuesta para
O mantener su validez y confiablidad, estos contienen escalas, rangos percentiles e indicadores
L
—que son resultados normados que se generaron a partir de la aplicación de los instrumentos
O
a diferentes grupos de personas—, lo que permite generar una norma de referencia, es decir,
G
la comparativa entre el desempeño de una persona con otro grupo de personas que han rea-
Í
A lizado lo solicitado por el instrumento. En este punto es fundamental recalcar la importancia
de que la persona experta que efectúa la aplicación de estos instrumentos cuente con la capa-
F citación y los conocimientos que le autoricen aplicar e interpretar los resultados; sin embargo,
O en nuestro país no es obligatoria la certificación en esta área, pero se considera un estándar de
R confiabilidad de la prueba que la persona experta que realiza la evaluación psicométrica pueda
E acreditar esta formación especializada en uno o en diversos instrumentos psicométricos.
N
S 3.2.2. Es importante que la persona experta señale las puntuaciones, rangos percentiles o indi
E cadores obtenidos por la persona evaluada para dar soporte a la interpretación de los resulta-
dos. También es necesario que estos registros numéricos se traduzcan en información clara,
sencilla y comprensible para las personas que no son expertas en psicometría ni evaluación
psicológica forense.
3.3.2. Los resultados obtenidos en cada instrumento psicométrico deben ser interpretados de acuer-
do con los indicadores establecidos por el manual de aplicación del propio instrumento. Es
necesario que la persona experta realice el análisis por separado de cada uno de estos, con la
finalidad de identificar aspectos significativos que permitan realizar inferencias respecto del
objeto de la evaluación pericial psicológica. El análisis de cada uno de ellos puede ir fortale-
ciendo o desestimando la información obtenida a través de la entrevista psicológica forense.
Además, la persona experta deberá explicar los conceptos o teorías empleados en su análisis;
identificando las o los autores, los marcos teóricos y la bibliografía empleada, elementos que
sirven como base para sustentar la interpretación de los resultados y, por lo tanto, sus inferen-
cias dentro de la evaluación pericial psicológica.
3.3.3. Dentro de la psicología clínica existen dos manuales para el diagnóstico y clasificación de las
enfermedades mentales: la Décima versión de la Clasificación Internacional de las Enfermeda-
des y Trastornos relacionados con la Salud Mental (CIE 11), de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) y el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM5-TR), de la
116
P
Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés). Ambos manuales pueden S
ser empleados para su uso forense; sin embargo, los criterios de diagnóstico están conside- I
rados para efectos clínicos y no judiciales, por esa razón el manual no contiene tratamientos C
sugeridos. En el caso forense, ambos manuales sirven como referencia para que los órganos O
L
jurisdiccionales conozcan las consecuencias de un trastorno mental y así puedan, de ser el
O
caso, tomar una decisión; además, ayudan a reforzar la fiabilidad y la validez de la resolución
G
judicial y descartar especulaciones sobre un trastorno mental, ayudando a la comprensión de
Í
las características relevantes de los mismos. A
Sin embargo, es necesario resaltar que la existencia del diagnóstico de un trastorno mental no F
implica que un individuo con dicha afección cumpla con los criterios legales de existencia de un O
trastorno mental ni los de una norma legal concreta. Es decir, la presencia de un diagnóstico clíni- R
co no necesariamente implica que el trastorno o psicopatología tenga una relación con hechos de E
interés jurídico y, en específico, de interés forense. Por ejemplo, la existencia de un Trastorno N
de Ansiedad Generalizada resulta de importancia en un diagnóstico clínico para la atención y S
tratamiento del paciente; pero puede no ser relevante dentro del proceso judicial por no estar E
relacionado significativamente con los hechos que se investigan o sobre los cuales versa la litis.
Así, el hecho de que los impedimentos, capacidades y discapacidades varíen dentro de cada
categoría para la atribución de un diagnóstico concreto no implica necesariamente un grado
específico de desequilibrio o discapacidad y que sea posible determinar, desde el punto de
vista forense, la evolución pasada, presente o futura de un trastorno para que sustente, por sí
mismo, el sentido de una decisión judicial. En ese sentido, debe evitarse el uso de los manuales
para asignar estereotipos, realizar conductas discriminatorias o hacer análisis predictivos del
estado mental de la persona que es objeto de la evaluación pericial psicológica.
Tanto el Manual DSM-5-TR como el CIE-11 contienen criterios de diagnóstico con los dife-
rentes síntomas atribuibles a los mismos, además de emplear códigos de clasificación para
su fácil identificación; por ejemplo, F60.2 Trastorno de la personalidad antisocial. Estos códi-
gos también permiten dar un seguimiento a los cambios en la clasificación de los trastornos
mentales, los cuales se van actualizando en cada versión; al tratarse de manuales que ayudan
al diagnóstico y clasificación de la psicopatología, no son rígidos y se actualizan de acuerdo
con los avances científicos, los cambios socioculturales y demás aspectos en el contexto que
establezcan la necesidad de replantear dichas clasificaciones. Por esa razón, es indispensable
que dentro de la evaluación pericial psicológica se haga uso de las versiones más recientes de
estos instrumentos, con la intención de emplear las clasificaciones adecuadas.
3.4.2. Algunos instrumentos psicométricos cuentan con escalas o indicadores de veracidad que
permiten identificar distorsiones en las respuestas como son el engaño, el ocultamiento o la
mentira. Si se obtiene una puntuación que señale la presencia de estas distorsiones, la prueba
puede invalidarse y deberá ser descartada, o bien, se considerará repetir su aplicación.
117
P
S ETAPA DE PRESENTACIÓN DE RESULTADOS (EVALUACIÓN PERICIAL PSICOLÓGICA)
I Subguía 4
C
O ü
L
4.1. Resultados
O
La evaluación pericial psicológica se circunscribe a los elementos estrictamente necesa-
G
1 rios y adecuados para el proceso penal y evita la información que puede resultar revicti-
Í
mizante, discriminatoria o distractora de elementos esenciales a considerar en el caso.
A
La redacción de la evaluación pericial es clara y comprensible, es decir, se trata de un
2
F documento coherente, consistente y lógico.
O 4.2. Presentación de resultados de la evaluación pericial psicológica(a)
R Están claramente señalados los datos de identificación,(b) los cuales deberán contener
E como mínimo:(c)
N • nombre de la persona evaluada
S • fecha de nacimiento de la persona evaluada
E • edad de la persona evaluada
1
• motivo de la evaluación pericial
• nombre del evaluador
• lugar de la evaluación pericial
• fecha de la evaluación pericial
• las personas presentes en la evaluación pericial.
Está claramente mencionado el motivo de la evaluación pericial y la persona que la
2
solicita.
Se indican con claridad las fuentes de información para la realización de la evaluación
3 pericial, las cuales consisten en: la carpeta de investigación y los reportes, informes y
demás documentos relevantes que puedan proporcionarse sobre la persona evaluada.
4 Se enlista la metodología utilizada.
Se indican con claridad las técnicas empleadas para la realización de le evaluación peri-
cial, las cuales pueden comprender los siguientes elementos:
• protocolos o técnicas de entrevista;
5 • instrumentos para la evaluación de la credibilidad del testimonio;
• instrumentos psicométricos e
• instrumentos de apoyo en la evaluación pericial (muñecos, materiales didácticos,
juegos, entre otros).
6 La persona experta señala la actitud y conducta de la persona evaluada.
7 Se indican los antecedentes relevantes de la persona evaluada.
Se señalan los antecedentes del caso, los cuales se derivan de la revisión de la carpeta
8
de investigación.
Se explican puntualmente los resultados de los instrumentos psicométricos empleados,
9
indicando los elementos que permiten llegar a cada conclusión en específico.
118
P
S
I
C
ü O
L
Se explican puntualmente los indicadores psicológicos y conductuales que conforman
10 O
la probable sintomatología presente en la persona evaluada.
G
Las conclusiones responden de manera clara y puntual al problema planteado en el
11 Í
motivo de la evaluación pericial.
A
El dictamen está firmado por un profesional del área y se incluye su número de cédula
12
profesional. F
Los dictámenes que contienen opiniones incluyen: O
• las preguntas para responder; R
13 • las propuestas o hipótesis consideradas y E
• las limitaciones conocidas de métodos y procedimientos, así como de los resulta- N
dos, observaciones y opiniones. S
4.3. Errores que descartan los resultados E
El dictamen sobreestima en su redacción los alcances de los resultados, confundiendo la
1
evaluación pericial psicológica con la evaluación clínica psicológica.
Ausencia de indicadores, rangos o escalas al presentar los resultados de los instrumen-
2
tos psicométricos empleados.
Ausencia de indicadores psicológicos y conductuales que permitan establecer la pro-
3 bable sintomatología presente en la persona evaluada, de acuerdo con los criterios de
diagnóstico contenidos en los Manuales DSM-5-TR y CIE11.
Falta de mención de las teorías empleadas para llegar a las conclusiones contenidas en
4
el dictamen.
Ausencia de congruencia entre la metodología empleada y los resultados contenidos
5
en el dictamen.
4.4. Fallas y/o circunstancias tolerables en los resultados
Si dentro de la metodología se describe el protocolo o técnica de entrevista, pero no se
1 nombra la técnica específica, se puede considerar que la persona experta tiene dominio
de la técnica.
Variaciones en el formato de presentación de los resultados en cuanto al orden y deta-
2
lles del contenido.
(a)
En materia de evaluación pericial psicológica no existe un modelo específico de dictamen y no es deseable que así sea, pues
cada caso tiene sus propias consideraciones y necesidades; sin embargo, el dictamen de una pericial en psicología deberá
contener como mínimo los siguientes elementos: encabezado (con número de expediente y autoridad a quien va dirigido),
planteamiento del problema (motivo de la evaluación pericial psicológica), ficha de identificación, metodología empleada,
antecedentes de la persona evaluada, descripción de los hechos, conclusiones, bibliografía e identificación de quien elabora el
dictamen (nombre, firma y número de cédula profesional).
(b)
Se debe considerar en el ámbito forense que existen casos en los que, respecto a las víctimas, las niñas, niños y adolescentes o
en otros casos, la autoridad indica restringir datos como el nombre, domicilio, fecha de nacimiento, entre otros, a esto se le de-
nomina identidad resguardada, por lo que en muchos casos solo se indican las siglas o la denominación que señale la autoridad.
(c)
Los elementos aquí señalados se consideran los aspectos mínimos que deberán estar presentes en la ficha de identificación.
119
P
S CRITERIOS GENERALES PARA LA PRESENTACIÓN DE RESULTADOS
I Apéndice 4
C
O 4.1. Resultados
L
O 4.1.1. El alcance de las conclusiones debe hacerse con base en el objetivo del análisis realizado en la
G
entrevista forense y en los instrumentos psicométricos. El exceso de información y detalles
Í
de poca o nula relevancia para el objetivo de la evaluación pericial psicológica puede generar
A
distracción en la persona o personas receptoras de las conclusiones. La persona experta no
F debe aventurarse a establecer diagnósticos clínicos o sugerencias de tratamientos médicos
O o psicológicos; en el caso de estos últimos, la excepción es la solicitud expresa de autoridad
R competente, aun así, la intervención pericial solo puede limitarse a sugerir la pertinencia de un
E tratamiento terapéutico. La confusión entre el uso clínico y forense de las conclusiones puede
N conducir a errores de interpretación.
S
E 4.1.2. La redacción del dictamen deberá permitir la comprensión de su contenido por las partes in-
volucradas (órganos jurisdiccionales, fiscales, defensoras y defensores, personas en situación
de víctimas); en caso de ser necesario, deberán aclararse terminologías específicas del área
psicológica, o bien, considerar explicaciones que articulen el diálogo entre la psicología y el
derecho. El contenido del dictamen deberá estar ausente de contradicciones, tener una pro-
fundidad homogénea y sus conclusiones deben guardar relación lógica entre la información
analizada en la entrevista forense y los resultados de los instrumentos psicométricos.
4.2.1. Los datos de identificación contenidos en el dictamen pericial psicológico aportan informa-
ción significativa para que la persona experta realice la evaluación; por ejemplo, la edad y
la fecha de nacimiento son necesarias para el análisis de los resultados en los instrumentos
psicométricos, algunos de los cuales requieren el cálculo de la edad exacta para la obtención
de indicadores y puntuaciones normalizadas. El lugar y la fecha de evaluación también pro-
porcionan información significativa, pues permiten evaluar el contexto y la duración de la
evaluación en su conjunto; así, las condiciones para el desarrollo de una evaluación dentro de
un centro de detención son diferentes a las realizadas en un espacio destinado a la entrevista
dentro de un centro judicial o ministerial.
4.2.2. El dictamen señala puntualmente el objetivo de la evaluación pericial psicológica, lo que de-
termina su contenido y los límites de esta.
4.2.3. Las fuentes de información son aquellas revisadas por la persona experta para conocer el caso
y la o las personas que serán evaluadas. El conocimiento de la carpeta de investigación no
debe emplearse en las conclusiones para emitir inferencias sobre la responsabilidad penal de
la o las personas entrevistadas o sobre su carácter de situación de víctimas.
120
P
4.2.4. Dentro del dictamen pericial se debe enunciar la metodología empleada, la cual comprende: la S
revisión de fuentes de información, la entrevista forense y la técnica o técnicas empleadas, los I
instrumentos psicométricos, los instrumentos para determinar la credibilidad del testimonio C
(en caso de que se emplee), los instrumentos de apoyo utilizados en la entrevista forense y la O
L
bibliografía empleada.
O
G
4.2.6. En esta parte del dictamen pericial la persona experta indica aspectos como: la apariencia
Í
física, la facies, el lenguaje, el tono de voz, el estado anímico, la actitud que asume durante la A
entrevista y durante la aplicación de los instrumentos psicométricos, la relación establecida
con el entrevistador (rapport) durante la evaluación, entre otros. Es importante que los cam- F
bios de tono en el discurso, la expresión corporal y los cambios en el estado de ánimo queden O
descritos puntualmente. R
E
4.2.7. Los antecedentes de la persona evaluada comprenden los antecedentes de vida, como la es- N
tructura familiar (nuclear y extensa), antecedentes en el desarrollo (desde el nacimiento has- S
ta la edad actual (especialmente si la persona evaluada es niña, niño o adolescente), antece- E
dentes escolares, médicos, laborales, entre otros.
4.2.8. Por otro lado, los antecedentes del caso contemplan la información obtenida de la carpeta de
investigación y pueden centrarse en los siguientes puntos:
4.2.10. Es importante que la persona experta relacione los hallazgos psicológicos identificados en
la persona evaluada con los hechos investigados y, en su caso, señale la probable sintoma-
tología, el momento de su aparición y su clasificación de acuerdo con los criterios de diag-
nóstico contenidos en los Manuales DSM-5-TR y CIE11 y la bibliografía especializada acorde
al objetivo de investigación. Debido a las diversas corrientes de la psicología (conductismo,
gestalt, psicoanálisis, entre otras), que permiten diferentes marcos teóricos de interpreta-
ción, las inferencias realizadas y plasmadas en el dictamen deben estar respaldadas por la
bibliografía especializada seleccionada a partir de una revisión sistémica de la misma. Por
último, es necesario evitar en las conclusiones de la evaluación pericial psicológica un diag-
nóstico clínico y su posible tratamiento.
121
P
S 4.2.12. La cédula profesional es indispensable para la realización de la evaluación pericial psicoló-
I gica y para el empleo, la aplicación y la interpretación de la mayoría de los instrumentos
C psicométricos usados en el ámbito forense.
O
L
4.2.13. Las conclusiones son obtenidas mediante un proceso de inferencia de los datos obtenidos a
O
partir de la metodología aplicada; en tanto que la opinión es el juicio del examinador o per-
G
sona experta como resultado de un análisis e interpretación. En la opinión la persona experta
Í
A expone cómo los datos apoyan las proposiciones que la parte acusadora o la defensa defien-
den en el proceso, desde el punto de vista de la evidencia, o bien, sobre un caso hipotético.
F
O Se consideran como opiniones los juicios de la persona experta como resultado de un aná-
R lisis y su interpretación; esta es esencialmente relativa, por lo que no es posible asumir la
E información vertida en ella como evidencia si no se tienen en cuenta dos proposiciones:
N la de la acusación y la de la defensa. Por tanto, las personas expertas no deberán interpretar
S los datos que obtienen en sus análisis de forma parcial, sesgada o favoreciendo la postura
E de alguna de las partes del proceso, pues esto demerita el carácter técnico y científico de
su intervención. En otras palabras: no es labor de la persona experta determinar quién o
quiénes tienen la verdad jurídica dentro del proceso, esta es una facultad única y exclusiva
del órgano jurisdiccional.
4.3.1. Esta sobreestimación del alcance del resultado puede llevar a confusiones importantes en el
momento de la valoración de la prueba. Por ejemplo, inferir situaciones que pudieran constituir
estereotipos sobre la persona evaluada, proporcionar información poco relevante que con-
funda a las partes, emitir conclusiones discriminatorias relacionadas con el estado mental de
una persona o elaborar conclusiones predictivas que no se encuentran dentro del ámbito
de la psicología forense.
122
P
PROTOCOLOS DE ENTREVISTAS DE USO FORENSE S
Apéndice 5 I
C
Nombre Objetivo O
L
Obtener la declaración de un niño, considerando el
O
desarrollo infantil, una posición imparcial y búsque-
Protocolo de Michigan (Estado de Michigan EE. G
da de la verdad, de manera que apoyará la toma de
UU., 1998) Í
decisiones precisas y justas de la justicia penal y los
A
sistemas de bienestar infantil.
Minimización del trauma de la niña, niño o adoles-
F
cente, mediante el aumento de la experticia del
O
evaluador y la disminución de la necesidad de repe-
R
Entrevista paso a paso de Yuille y colaboradores tir la entrevista. Además, disminuye la contamina-
E
(1993) ción del testimonio de la niña, niño o adolescente al
N
efectuar preguntas no sugestivas y cuando resulta
S
pertinente, potencia el recuerdo mediante las téc-
E
nicas de la entrevista cognitiva.
Ayudar a los niños/as a suplir sus limitaciones evo-
lutivas de memoria y comunicación. Este método
Elaboración narrativa de Saywitz Snyder (1996) propone que las preguntas de seguimiento se cen-
tren en clarificar la información más que en confir-
mar las hipótesis o suposiciones del entrevistador.
Este protocolo cuenta con un amplio reconoci-
Protocolo de investigación para víctimas de abuso miento a nivel internacional y numerosos estudios
sexual. National Institute of Child Health and Hu- científicos han estado orientados a determinar los
man Development. Israel. (NICHD, 2000) efectos de su aplicación en las investigaciones so-
bre abuso sexual infantil.
Buenas prácticas en las entrevistas con testigos
Achieving Best Evidence (ABE, 2003). Home
vulnerables e intimidados, adultos o niñas, niños o
Office´s, United Kingdom
adolescentes.
Acercamiento al testimonio de la niña, niño o ado-
Entrevista Cognitiva Mejorada (Fisher y Geisel- lescente en el cual se haya obtenido una versión
man, 1992) acerca de lo sucedido, está basada en la declaración
espontánea y completa del hecho investigado.
Denominada entrevista de investigación, inicial,
única o forense, nombres con los cuales se ha dado
en llamar a este tipo de procedimientos con las ni-
Entrevista Investigativa
ñas, niños o adolescentes víctimas de delitos cuan-
do son entrevistados por primera vez y por perso-
nal altamente especializado.
123
P
S
Nombre Objetivo
I
Es una entrevista orientada a la reinstauración de
C Entrevista Clínico-Forense (Arce y Fariña, 2001,
contextos, no se realiza en forma de interrogatorio
O 2006)
cerrado y no es directiva.
L
O La utilización de la entrevista cognitiva permite
G obtener más información que una entrevista están-
Entrevista Cognitiva (Memon y Köehnken, 1992)
Í dar, sin que ello traiga aparejado el incremento de
A información incorrecta.
Va dirigida principalmente a mujeres que refieren
F Entrevista Semiestructurada para la Exploración de haber vivido algún tipo de violencia por parte de
O la Violencia Sexual sobre las Mujeres en Relación de sus parejas y acuden a un servicio especializado de-
R su Pareja (EVS) (Alicia Martínez Sanz, Carmen Ma- mandando asesoramiento y apoyo. Además, puede
E ñas Viejo, Gemma Pons Salvador, 2016). ser utilizada en cualquier otro contexto en el que
N sea de interés clínico.
S
E
124
P
INSTRUMENTOS PSICOMÉTRICOS DE USO FORENSE MÁS COMÚN S
Apéndice 6 I
C
O
L
Nombre Autores Objetivo Población Aplicación
O
Escala de Mirna García Evalúa las Madres, padres Consta de 32 ítems
G
Funcionamiento Méndez, 2006 interacciones, y/o cuidadores y 5 intervalos de
Í
Familiar Modificado la organización respuesta que van
A
(EFFAMO) y la forma en la desde Totalmente
(Adaptación que funcionan las de acuerdo,
F
a población familias representado por 5),
O
mexicana) hasta Totalmente
R
en desacuerdo,
E
representado por 1).
N
Es autoaplicable
S
Escala de María de los Evalúa el clima Adolescentes Consta de 30 ítems E
ambiente familiar Ángeles Cruz social de las y 2 intervalos de
(Adaptación Almaza, 1994 familias basándose respuesta 1) cierto y
mexicana) en las relaciones 2) falso
interpersonales, Es autoaplicable
la estructura y la
organización de la
familia
Escala de Estrés Catalina González Evalúa los Adolescentes Consta de 20 ítems
Cotidiana Familiar Forteza, 1992 estresores y 3 intervalos de
(Adaptación psicosociales respuesta que van
a población cotidianos que desde 0) Nada hasta
mexicana) suceden en el 3) Mucho
ámbito familiar
Es autoaplicable
Escala de factores Teresita de J. Evalúa la forma en Adolescentes Consta de 49 ítems
de crianza, Saucedo Molina, la que los padres y 6 intervalos de
interacción familiar 1996 tienden a criar a sus respuesta que van
y trastornos hijos y las relaciones desde 1) Nunca a 6)
alimentarios establecidas entre Siempre
(Adaptación los miembros de
a población una familia Es autoaplicable
mexicana)
125
P
S
Nombre Autores Objetivo Población Aplicación
I
Escala de estilos Graciela Gutiérrez Evalúa la forma Adultos Consta de 20 ítems
C
de resolución Galindo, 1997 en la que la y 5 intervalos de
O
del conflicto pareja discute respuesta que van de
L
(Adaptación o pelea. Incluye 1) Nunca a 5) Más de
O
a población comportamientos una vez al mes
G
mexicana) como el ejercicio Es autoaplicable
Í
de la violencia
A
física o verbal,
la evitación y el
F
uso de posiciones
O
razonadas
R
E Escala de acoso Blanca Elba García Evalúa las Adultos Consta de 24 ítems
N sexual y García, 1998 conductas y 5 intervalos de
S explícitas que están respuesta que van
E relacionadas con desde 1) Menor
la sexualidad y que relación con el acoso
resultan ofensivas a 5) Mayor relación
Es autoaplicable
Diagnóstico de Alberto Javier Evalúa la ingestión Jóvenes y adultos Consta de 19 ítems
consumo de alcohol Córdova Alcaraz, de bebidas y 2 intervalos de
2000 alcohólicas, respuesta 1) Sí y 2)
así como su No
asociación con
condiciones sociales Es autoaplicable
Instrumento de Alberto Javier Evalúa la opinión Adolescentes, Consta de 14
percepción de Córdova Alcaraz, que tiene un jóvenes y adultos afirmaciones, con
riesgo por el 2000 individuo acerca respuestas de No es
consumo de drogas del peligro que peligroso 1) a Es
implica el hecho de muy peligroso 3)
consumir una o más Requiere de
drogas aplicación
Cuestionario María del Carmen Detecta las áreas Adolescentes Consta de 81 ítems
de tamizaje de Mariño, Catalina funcionales y 2 intervalos de
problemas de González Forteza, potencialmente respuesta que van
adolescentes Patricia Andrade problemáticas desde 0) Ausencia
(POSIT) y María Elena de la vida de los de síntoma a 1)
(Adaptación Medina Mora, adolescentes que Presencia de síntoma
a población 1998 consumen alcohol o Es autoaplicable
mexicana) drogas
126
P
S
Nombre Autores Objetivo Población Aplicación
I
Escala AUDIT María Silva Permite identificar Adolescentes, Consta de 8 ítems
C
(Alcohol Use Carreño García, a las personas jóvenes y adultos y 5 intervalos de
O
Disorders 1998 que tienen un respuesta que van
L
Identification consumo de alcohol desde 0) Nunca o no
O
Test) (Adaptación problemático a 4) Cuatro veces por
G
a población semana o casi diario
Í
mexicana) Es autoaplicable
A
Escala de Birleson Francisco de la Mide la variación Adolescentes, Consta de 18 ítems
para el trastorno Peña et al., 1996 de los efectos de la jóvenes y adultos y 3 intervalos de F
depresivo mayor depresión respuesta que van O
(Adaptación desde 0) Nunca a 2) R
a población Siempre E
mexicana) Es autoaplicable N
Escala de depresión Alberto Javier Mide la variación Adolescentes, Consta de 23 ítems S
[a] Córdoba Alcaraz, de los efectos de la jóvenes y adultos y 4 intervalos de E
2000 depresión respuesta que van
desde 1) Ningún
día a 4) 5-7 días a la
semana
Es autoaplicable
Escala de depresión Celina Inmaculada Mide la variación Adolescentes y Consta de 19 ítems
[b] (Adaptación Girardi, 1988 de los efectos de jóvenes y 5 intervalos de
a población la depresión en respuesta que van
mexicana) adolescentes desde 1) Nada
frecuente a 5)
Muy frecuente
Es autoaplicable
Escala de depresión Patricia Escalante Mide la variación Adolescentes Consta de 80 ítems
en adolescentes Castillo, 2002 de los efectos de la y 4 intervalos de
depresión respuesta que van
desde 1) Nunca a 4)
Siempre
Es autoaplicable
Cuestionario Elizabeth Zanatta Evalúa las Jóvenes y adultos Consta de 14 ítems
de ansiedad Colin, 2001 alteraciones en el y 5 intervalos de
cognoscitivo- pensamiento que respuesta que van
somática se presentan en desde 1) Nada a 5)
(Adaptación situaciones que se Bastante
a población perciben como una Es autoaplicable
mexicana) amenaza
127
P
S
Nombre Autores Objetivo Población Aplicación
I
Escala de ansiedad Miguel Ángel Evalúa las Jóvenes y adultos Consta de 24 ítems
C
Cañizales respuestas de y 5 intervalos de
O
Mendoza, 1994 nerviosismo o respuesta que van
L
agitación asociadas desde 0) Casi nunca
O
comúnmente con hasta 4)
G
un acontecimiento Siempre
Í
futuro Es autoaplicable
A
Escala de Alberto Javier Evalúa la presencia Jóvenes y adultos Consta de 22 ítems
F ocurrencia de estrés Córdoba Alcaraz, de situaciones de la y 2 intervalos de
O 2000 vida que significan respuesta siendo 1)
R daño, amenaza No y 2) Sí
E o desafío para el Es autoaplicable
N individuo
S Escala de Alberto Javier Mide la evaluación Jóvenes y adultos Consta de 22 ítems
E percepción de Córdoba Alcaraz, cognitiva de un y 4 intervalos de
eventos estresantes 2000 evento estresante respuesta que van
(Adaptación desde 1) Nada a 4)
a población Mucho
mexicana) Es autoaplicable
Escala de síntomas Jazmín Mora et al., Explora brevemente Jóvenes y adultos Consta de 27 ítems
(STR) [de malestar 1994 la presencia y 3 intervalos de
psicológico] de rasgos respuesta siendo 0)
(Adaptación psicopatológicos en Nunca, 1) Algunas
a población la práctica clínica veces y 2) A menudo
mexicana) Es autoaplicable
Inventario de Rebeca Robles et Evalúa la severidad Jóvenes y adultos Consta de 21 ítems
ansiedad de Beck al., 2001 de los síntomas de y 3 intervalos de
(BAI) (Adaptación ansiedad y los respuesta de 0) a
a población diferencia de los de 3) que indican la
mexicana) depresión severidad de síntomas
Es autoaplicable
Cuestionario de Ma. Angélica Evalúa las Niños Consta de 32 ítems
estrés [para niños] Verduzco Álvarez situaciones que y 11 intervalos de
Icaza, 2005 preocupan a los respuesta que van
niños en las áreas desde 0) Nada de
familiar, escolar, molestia a 10) Mucha
social y personal molestia
Es autoaplicable, pero
al tratarse de niños
necesitan guía
128
P
S
Nombre Autores Objetivo Población Aplicación
I
Escala de estrategia Alberto Javier Evalúa las Adolescentes y Consta de 7 ítems
C
de afrontamiento Córdova Alcaraz, respuestas jóvenes y 5 intervalos de
O
(Adaptación 2000 cognitivas o respuesta que van
L
a población emocionales del desde 1) Nunca hasta
O
mexicana) individuo que 5) Siempre.
G
buscan reducir o Es autoaplicable
Í
manejar el estrés
A
Inventario de Alberto Javier Evalúa las formas Adolescentes y Consta de 8 ítems
respuestas de Córdoba Alcaraz, diferentes de jóvenes y 5 intervalos de F
afrontamiento 2000 encaramiento respuesta que van O
(Adaptación implementadas desde 1) Nunca R
a población ante situaciones de a 5) Con mucha E
mexicana) estrés frecuencia N
Es autoaplicable S
Inventario de Claudia López Mide las estrategias Adolescentes y Consta de 66 ítems E
estrategias de Becerra et al., que utilizan las jóvenes
enfrentamiento 1998 personas para
(Adaptación enfrentar los
a población problemas
mexicana)
Escala de Cecilia Castillo Evalúa la Niños Consta de 18 ítems
autocontrol en Rentaría y María incapacidad del niño y 7 intervalos de
niños de Kendall y Guadalupe de involucrarse, respuesta que van
Wilcox (Adaptación Mendoza mantener y desde 1) Nunca/
a población Zitlalpopoca, 1994 terminar sus tareas No a 7) Siempre,
mexicana) cotidianas Frecuentemente/ Sí
Cuestionario Elvira Melgoza- Mide el grado de Adultos Consta de 16 ítems
de rasgos de la Enríquez y Rogelio flexibilidad de la y 4 intervalos de
personalidad I Díaz-Guerrero, persona, es decir, respuesta que van
1990 la capacidad para desde 1) Nada a 4)
cambiar y adaptarse Mucho
a las circunstancias Es autoaplicable
Inventario de los María Lucy Evalúa los rasgos Adolescentes, Consta de 21 ítems
cinco grandes Rodríguez de Díaz distintivos de jóvenes y adultos y 5 espacios entre
factores de la y Rogelio Díaz- cada individuo adjetivos para
personalidad Guerrero, 1997 que intervienen seleccionar el de
(Adaptación en la apreciación mayor proximidad
a población de la propia (Diferencial
mexicana) identidad y en semántico).
todas las relaciones Es autoaplicable
interpersonales
129
P
S
Nombre Autores Objetivo Población Aplicación
I
Cuestionario Elvira Melgoza- Mide el grado de Adultos Consta de 16 ítems
C
de rasgos de la Enríquez y Rogelio flexibilidad de la y 4 intervalos de
O
personalidad I Díaz-Guerrero, persona, es decir, respuesta que van
L
1990 la capacidad para desde 1) Nada a 4)
O
cambiar y adaptarse Mucho.
G
a las circunstancias Es autoaplicable
Í
A Guía de factores Ana María Peña Evalúa los rasgos Adultos Consta de 29 ítems
de personalidad Jiménez, 2004 de personalidad y 3 intervalos de
F [Conducta tipo A] que definen la respuesta 0) Falso, 0)
O (GFP) (Adaptación línea de conducta No sé y 1) Verdadero
R a población tipo A: prisa, Es autoaplicable
E mexicana) hostilidad flotante y
N competitividad
S Inventario Herramienta Adultos Consta de 338 ítems
E Multifásico de para medir la Es autoaplicable
la Personalidad personalidad
Minnesota-2 Forma más usada por
Reestructurada psicólogos clínicos
(MMPI-2) y neuropsicólogos,
(Adaptación así como en la
a población evaluación forense
mexicana) de adultos
Inventario Permite conocer las Adultos Consta de 567 ítems
Multifásico de características de la Es autoaplicable
la personalidad personalidad de los
Minnesota-2. adultos y verificar
Edición Revisada la existencia de
(MMPI-2) algún trastorno
(Adaptación emocional
a población
mexicana)
Inventario Identificar los Adolescentes Consta de 478
Multifásico de principales reactivos
la personalidad problemas y Es autoaplicable
Minnesota para psicopatología del
adolescentes adolescente
(MMPI-A)
(Adaptación
a población
mexicana)
130
P
S
Nombre Autores Objetivo Población Aplicación
I
Escala Weschler Pedro Antonio Proporcionar una Niños Consta de 4
C
de Inteligencia Sánchez Escobedo, medición confiable subpruebas,
O
para Niños (WISC- 2007 del funcionamiento 15 subtests y
L
IV) (Adaptación intelectual en niños 4 índices
O
a población de 6 a 16 años de Se requiere
G
mexicana) edad aplicación
Í
Escala de Evaluar la Niños preescolares Consta de 14 A
Inteligencia para el inteligencia de los y primaria subpruebas
nivel Preescolar y niños con edades temprana Se requiere de F
Primaria (WPPSI- de 2 años y 6 meses aplicación O
III) hasta los 7 años y 3 R
meses E
Escala de Diseñada para Jóvenes y adultos Consta de 15 N
Inteligencia para evaluar la capacidad pruebas, principales y S
Adultos (WAIS-IV) cognitiva en cinco opcionales. E
(Adaptación para adolescentes y Se requiere de
adultos) adultos con edades aplicación
de 16 a 90 años
Escala de Mirta Margarita Evalúa la Jóvenes y adultos Consta de 33 ítems
agresividad Flores Galaz, 1989 propensión a reñir y 5 intervalos de
(Adaptación o acometer contra respuesta que
a población otra persona con la van desde 1)
mexicana) intención de hacerle Completamente falso
daño a 5) Muy cierto.
Es autoaplicable
Escala de maltrato Iliana Salazar Evalúa el maltrato Adolescentes Consta de 53 ítems
al menor Reyes, 2002 al menor, entendido y 5 intervalos de
como todas respuesta que van
aquellas acciones, desde 1) Nunca a 5)
intencionales u Frecuentemente.
omitidas o cualquier Es autoaplicable
actitud pasiva o
negligente, que
lesionen o puedan
lesionar a un niño
131
P
S INSTRUMENTOS PSICOMÉTRICOS PROYECTIVOS MÁS COMÚNES EN EL ÁMBITO FORENSE
I Apéndice 7
C
O Se trata de técnicas empleadas por profesionales de la salud mental empleadas para evaluar aspectos
L emocionales, aspectos del desarrollo y aspectos de la personalidad a través de estímulos ambiguos. Estos
O tipos de instrumentos son solo una parte de las herramientas utilizadas por la persona experta para efec-
G
tuar la evaluación psicológica forense.
Í
A
Nombre Autores Objetivo Población Calificación
F Pautas formales: ítems generales
O que se observan y analizan en todos
R los test gráficos, y que se refieren
E fundamentalmente a las reglas
Casa-Árbol- Toda persona a
N John Buck Evaluar la grafológicas.
Persona partir de los 8
S (1948) personalidad Pautas de contenido: análisis
(HTP) años de edad
E detallado de las partes de los
dibujos con los significados o
interpretaciones específicas de cada
una
Analizado con base en su contenido
o características del dibujo. Se
Evaluar
utiliza una lista de cotejo creada por
Dibujo de la Karen personalidad Toda persona a
Machover (1976) con indicadores
Figura Hu- Machover y rasgos partir de los 7
específicos cuantificándose 1 para
mana (DFH) (1976) emocionales- años
la presencia y 0 para la ausencia en
sociales
los diferentes rubros de aspectos
generales
Permite evaluar Se considera una serie de indicadores
aspectos de desarrollo y también otra lista de
Dibujo de la Elizabeth emocionales, Niños, niñas y indicadores excepcionales.
Figura Hu- Koppitz así como de adolescentes, de Se considera una serie de 30
mana (DFH) (1966) la maduración 5 a 12 años indicadores emocionales. Cuando es
perceptomotora necesario se señala la edad en la cual
y cognoscitiva adquieren significación
Estudia la comprensión de la
Revelar consigna, grado de cooperación en
contenidos la prueba, exactitud de la percepción
Test de
Henry A. emocionales de cada imagen, construcción de
Apercepción Personas de 14
Murray que subyacen las historias, coherencia, concisión,
Temática años en adelante
(1943) de la conducta riqueza de detalles, grado de
(TAT)
manifiesta realidad, lenguaje (pobreza o
riqueza), aptitudes verbales y
sentido de realidad
132
P
S
I
C
O
L
O
G
Í
A
Nombre Autores Objetivo Población Calificación
Tema principal, héroe principal, F
necesidades principales del héroe, O
figuras, objetos y circunstancias R
Establecer
Children introducidas, percepción de E
Leopoldo una hipótesis Niños y niñas de
Aperception su medio, figuras vistas como, N
Bellak (1949) diagnóstica 3 a 10 años
Test (CAT) conflictos significativos, naturaleza S
psicodinámica
de las ansiedades, principales E
defensas, severidad del súper Yo e
integración del Yo
Test Ges- Debe iniciarse con la descripción
Detectar
táltico Vi- de los indicadores conductuales,
patrones de
somotor de Max Hutt observados durante la aplicación y
ejecución que
Bender (1946) y Personas de 4 gráficos, que se aprecian sobre la
se correlacionan
Métodos de Patricia Lacks años en adelante ejecución final
con rasgos
Evaluación (1984)
específicos de la
de Hutt y
personalidad
Lacks
Es importante prestar atención
Test Ges- Evaluar función tanto al desempeño del niño en la
táltico Vi- gestáltica Escala de Maduración Visomotriz,
somotor de visomotora, como a la presencia de Indicadores
Laura Bender Niños y niñas de
Bender retraso en Emocionales; e integrar estos
(1946) 5 a 11 años
Sistema de maduración, resultados con la información
Puntuación y aspectos obtenida en el resto de las pruebas
de Koppitz emocionales que conforman la batería completa
de evaluación psicológica
Examinar Se toman en cuenta líneas
Test de Ror- Hermann Personas de 5
problemas de temáticas, operaciones defensivas y
shach Rorshach años en adelante
personalidad mecanismos de defensa
Se hace referencia a cuatro planos:
Conocer las
Prueba del Niños, niñas y plano gráfico, plano de las
dificultades de
dibujo de la Louis Corman adolescentes, de estructuras formales, plano
adaptación al
familia 5 a 16 años de contenido e interpretación
medio familiar
psicoanalítica
133
P
S
Nombre Autores Objetivo Población Calificación
I
Identificar Contiene 4 escalas: CRS (conceptos
C
rasgos de abuso relacionados con la sexualidad),
O H-T-P-
infantil a través AH (agresión y hostilidad), RAC
L /D-A-P:
de la evaluación (retraimiento y accesibilidad cauta)
O Sistema de Valerie Van Niños y niñas de
integrada el y VPRC (vigilancia al peligro, recelo y
G Evaluación Hutton 7 a 11 años de
test H-T-P y falta de confianza)
Í Cuantitativa (2019) edad
el Dibujo de la
A del abuso
Figura Humana
infantil
(DAP, por sus
F
siglas en inglés)
O
R Se utiliza para Compuesto por 13 láminas, para la
E Test de denominar la estimulación visual y la producción
Herbert
N Relaciones forma en que Personas de 14 verbal
Phillipson
S Objetales un sujeto se años en adelante
1955
E (TRO) relaciona con el
mundo
134
P
GLOSARIO S
I
C
Glosario básico O
L
O
Análisis de Contenidos Basado en Criterios o CBCA (Criteria Based Content Análisis): el componente
G
principal de la técnica más empleada es la Evaluación de la Validez de la Declaración o Statement Va-
Í
lidity Assessment (SVA), con el propósito de establecer si su calidad y contenidos son resultado de la A
narración de los registros contenidos en la memoria, o bien, si son producto de la invención, fantasía
o influencia de otra persona. F
O
Angustia: estado de gran activación emocional que contiene un sentimiento de miedo o aprehensión. Clí- R
nicamente se define como una reacción de miedo ante un peligro inconcreto y desconocido. E
N
Ansiedad cognoscitivo-somática: ansiedad agrupada en dos tipos de categorías, cognoscitiva, que incluye S
pensamientos desagradables, como miedos y/o preocupaciones; y la somática, que incluye signos E
orgánicos internos, como tensión de estómago, taquicardias, palpitaciones o signos externos, como
sudoración, diarrea, temblor, etcétera.
Ansiedad: estado mental que se caracteriza por preocupación y miedos intensos, excesivos y continuos
ante situaciones cotidianas.
Batería psicométrica: una combinación de instrumentos psicológicos que tiene por objeto potenciar la
validez de la característica medida con un determinado test. Por tanto, los instrumentos psicológicos
no se reúnen en batería indiscriminadamente, sino que se seleccionan para incrementar su validez. La
selección y relación de los distintos instrumentos psicométricos que integran la batería depende de la
dimensionalidad de la característica a medir.
Cambio de perspectiva: técnica que consiste en el recuerdo desde diferente perspectiva; desde otra per-
sona o lugar.
CIE-11: sus siglas hacen referencias a la Clasificación Internacional de Enfermedades, en su undécima ver-
sión, propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sirve como instrumento funda-
mental para identificar tendencias y estadísticas de salud, incluida la salud mental, en todo el mundo.
Cognición: conjunto de funciones que permiten al organismo reunir información relativa a su ambiente, al-
macenarla, analizarla, valorarla, transformarla para después utilizarla y actuar en el mundo circuncidante.
135
P
S Conductismo: es la corriente de la psicología que estudia la conducta a través de métodos objetivos, re-
I gistrando las respuestas o reacciones motrices, musculares y glandulares del organismo a los distintos
C estímulos que le llegan. Tiene como objetivo predecir, controlar y modificar la conducta.
O
L
Confiabilidad: se refiere a la consistencia o estabilidad de una medida. Es decir, la exactitud con que un
O
G instrumento de medida mide lo que dice medir.
Í
A Daño psicológico: es toda perturbación, trastorno, enfermedad, síndrome o disfunción que, a consecuen-
cia de un hecho traumático sobre la personalidad del individuo acarrea una disminución en la capaci-
F dad de goce, que afecta su relación con el otro, sus acciones y demás aspectos de su vida.
O
R Depresión: condición que suele experimentarse como abatimiento del estado de ánimo.
E
N
Desarrollo cognitivo: crecimiento que tiene el intelecto en el curso del tiempo, la maduración de los pro-
S
cesos superiores de pensamiento desde la infancia hasta la adultez.
E
DSM-5-TR: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical Manual
of Mental Disorders) de la Asociación Psiquiátrica de los Estados Unidos, en su quinta versión, la cual
contiene una clasificación de los trastornos mentales y proporciona descripciones claras de las cate-
gorías diagnósticas con el fin de que los clínicos y los investigadores de las ciencias de la salud puedan
diagnosticar, estudiar e intercambiar información y tratar los distintos trastornos mentales. Actualiza-
do el 18 de marzo de 2022.
Entrevista psicológica forense: es la exploración psicobiográfica, el examen del estado mental actual y los
aspectos relevantes en relación con el objetivo del dictamen pericial.
Estrés: reacción del cuerpo ante un desafío o demanda, que puede producir un estado de tensión en la
persona.
Evaluación cognitiva: valoración que permite conocer a detalle de funciones cognitivas como orientación,
atención, funciones ejecutivas y memoria.
Gestalt: proviene de la palabra alemana Gestalt, que no tiene una traducción exacta al español, pero su
significado es “patrón” o “configuración”, una organización de las partes que construyen un todo. El
136
P
principio más importante de la Gestalt es que el análisis de las partes no lleva a una comprensión del S
todo, porque este consta de las partes más las interacciones e interdependencias entre ellas. I
C
O
Instrumento psicométrico: herramienta diseñada para medir en forma objetiva y confiable alguna(s)
L
característica(s) psicológica(s). O
G
Ítem: son las partes o unidades de información de que se componen las pruebas, test o cuestionarios que Í
son aplicados a personas para conocer el estado o normalidad de alguna función mental. A
Mecanismos de afrontamiento: estrategia escogida por una persona para resolver una situación
estresante.
Memoria: capacidad mental que permite fijar, conservar y evocar información de situaciones que el sujeto
percibe como pertenecientes al pasado.
Narrativa a partir del juego: técnica que consiste en relato de la experiencia vivida por niños, niñas y sus
familias generadas a partir de la metáfora del juego.
Narrativa libre: técnica narrativa donde se le pide a la persona que cuente lo que sucedió, sin limitaciones
o interrupciones.
Neuropsicológico: relacionado con la neuropsicología, una rama de la psicología que se encarga de estu-
diar la relación entre la conducta y las estructuras cerebrales.
Norma de referencia: parámetros poblacionales conocidos de pruebas estandarizadas que sirven como
patrones de comparación para cualquier individuo que realice la prueba.
Personalidad: estructura psíquica de cada individuo, la forma como se revela por su modo de pensar y ex-
presarse, en sus actitudes e intereses y en sus actos. Son patrones duraderos de percibir, relacionarse
y pensar acerca del ambiente y de uno mismo. Los rasgos de personalidad son aspectos prominentes
que se manifiestan en una amplia gama de contextos sociales y personales importantes. Los rasgos de
personalidad solo constituyen un trastorno de personalidad cuando son inflexibles y desadaptativos y
provocan malestar subjetivo o déficit funcional significativo.
137
P
S Prueba pericial psicológica: un documento científico y objetivo, firmado y fechado por un perito psicoló-
I gico que expone sus consideraciones y conclusiones sobre los hechos objeto de evaluación.
C
O Psicoanálisis: corriente psicoterapéutica para el tratamiento de trastornos psíquicos, que utiliza técnicas
L
de asociación libre y la interpretación de los sueños. Es una teoría de la personalidad basada en con-
O
ceptos como la motivación inconsciente: el yo, el ello y el súper yo.
G
Í
A Psicodinámica: es la rama de la Psicología que trata de explicar la conducta por motivaciones o impulsos.
F Psicología forense: constituye la evaluación o medición de los comportamientos que se producen en am-
O bientes judiciales. Participa en las distintas áreas de aplicación para construir la prueba psicológica
R pericial.
E
N Psicología jurídica: el ámbito de la Psicología que desarrolla sus investigaciones y metodología para mejo-
S rar el ejercicio del Derecho.
E
Psicometría: es el conjunto de métodos, técnicas y teorías implicadas en la medición de variables psicoló-
gicas; estudia las propiedades métricas exigibles en las mediciones psicológicas y establece las bases
para que dichas mediciones se realicen de forma adecuada. El objetivo de la psicometría es proporcio-
nar modelos para transformar los hechos en datos con la finalidad de asignar valores numéricos a los
sujetos, sobre la base de sus respuestas.
Rangos percentiles: son puntuaciones derivadas que permiten la posición de un individuo dentro de la
muestra de estandarización (o cualquier otra muestra especificada). Es un punto en una distribución
en o por debajo del cual caen las puntuaciones de un porcentaje dado de individuos.
Rapport: en Psicología hace referencia a la técnica empleada por la persona experta para crear una cone-
xión de empatía con otra persona, para que se comunique con menos resistencia.
Rasgos psicopatológicos: unidad de medida y análisis de las diferencias individuales presentes en una psi-
copatología. Conjunto de respuestas que no son específicas de una situación concreta, sino que pue-
den aparecer en situaciones distintas y que están catalogadas como un trastorno mental.
Recuerdo de sucesos: técnica que se centra en el acceso a información sobre un suceso, en particular
mediante técnicas en formato de recuperación narrativa o en formato de recuperación investigati-
vo.
Reglas grafológicas: son las reglas de interpretación sobre el fenómeno gráfico del constituyente del com-
portamiento expresivo, espontáneo o automático que escapa inconscientemente de la mano y la per-
sonalidad psicofísica, que une el signo gráfico con la unipersonalidad de la persona.
138
P
Reinstauración mental de contextos: técnica cognitiva donde se pide a la persona que intente recrear lo S
más completo posible el contexto que rodeaba un acontecimiento particular. I
C
Resiliencia: capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un estado perturbador o un estado o situación O
L
adversos.
O
G
Retractación: es el comportamiento de niños, niñas o adolescentes, que habiendo denunciado un acto
Í
abusivo o de maltrato en cualquiera de sus formas, cambian dicho relato al momento del levantamien- A
to de un testimonio formal. Esto puede suceder en diferentes ámbitos institucionales.
F
Revictimización: consecuencias psicológicas, sociales, jurídicas y económicas negativas que dejan las rela- O
ciones de la víctima con el sistema jurídico penal. R
E
Signo: manifestación objetiva de un estado patológico. Los signos son observados por el clínico más que N
descritos por el individuo afectado. S
E
Síntoma: manifestación subjetiva de un estado patológico. Los síntomas son descritos por el individuo
afectado más que observados por el examinador.
Tamizaje: uso de una prueba sencilla en una población saludable, para identificar a las personas que tienen
alguna patología, pero que todavía no presentan síntomas.
Técnica de entrevista: guía que proporciona las pautas para la realización de una entrevista forense para
obtener la declaración de una persona; son de especial importancia cuando se trata de niñas, niños y
adolescentes, principalmente en casos de abuso sexual y/o violación.
Técnica SVA: es la técnica de evaluación de la validez de una declaración, consta de 11 criterios incluidos
en cuatro categorías y es un procedimiento de diagnóstico global que incluye los resultados del CBCA,
así como otros datos, tales como la información biográfica de la víctima, puntuaciones de pruebas
psicométricas, indicadores conductuales, información sobre el origen de la declaración, relación entre
víctima y acusado, entre otros.
Test proyectivos: son pruebas psicológicas que emplean tareas no estructuradas, es decir, tareas que per-
miten una variedad prácticamente ilimitada de respuestas posibles. La hipótesis de fondo es que la for-
ma en que el individuo percibe e interpreta el material del instrumento o en que estructura la situación
reflejará aspectos fundamentales de su funcionamiento psicológico.
Test: se denomina así al método psicológico mediante el cual se provoca en un sujeto una forma de con-
ducta que admite una apreciación cuantitativa fundada en principios estadísticos. La objetividad, cons-
tancia, validez, comparabilidad y confianza de sus medidas constituyen sus caracteres fundamentales.
139
P
S Trastorno depresivo mayor: trastorno del estado de ánimo que tiene como características fatiga, inca-
I pacidad para concentrarse, pérdida de interés en actividades que anteriormente se disfrutaban, di-
C ficultad para realizar actividades de la vida cotidiana, sentimientos de poca valía o culpa y deseos de
O
muerte o pensamientos de suicidio.
L
O
G Trastorno emocional: es el patrón de enfermedad que deriva de un estado de ánimo alterado.
Í
A Trastorno mental: es un síndrome caracterizado por una alteración clínicamente significativa del estado
cognitivo, la regulación emocional o el comportamiento de un individuo, que refleja una disfunción
F de los procesos psicológicos, biológicos o del desarrollo que subyacen en su función mental. Habitual-
O mente los trastornos mentales van asociados a un estrés significativo o una discapacidad, ya sea social,
R laboral o de otras actividades importantes. Una respuesta predecible o culturalmente aceptable ante
E un estrés usual o una pérdida, tal como la muerte de un ser querido, no constituye un trastorno men-
N
tal. Un comportamiento socialmente anómalo (ya sea político, religioso o sexual) y los conflictos exis-
S
tentes principalmente entre el individuo y la sociedad, no son trastornos mentales salvo que la anoma-
E
lía o el conflicto sean el resultado de una disfunción del individuo, como las descritas anteriormente.
Trastorno: es una perturbación o desorden que altera el funcionamiento normal de una persona o de una
situación.
Trauma: evento que produce en la persona una experiencia que lo despoja de las herramientas que nece-
sita para no sentir que corre riesgo su integridad. Experiencia subjetiva de una persona que siente que
su integridad psicológica está en riesgo.
Visomotor/a: habilidad que permite integrar el procesamiento de la información visual con la motricidad
fina.
Glosario general
Almacenamiento de indicios: colocar los objetos recolectados en áreas que cumplan con ciertas especifi-
caciones de acuerdo con su tipo.
Base de datos: colección o conjunto de datos organizados bajo criterios que permiten la búsqueda de
información.
Bodega de indicios: lugar con características específicas que tiene como finalidad, el resguardo de indicios
para garantizar su integridad.
Consentimiento informado: acto por el cual se otorga autorización para efectuar un procedimiento de
orden jurídico, médico o científico que implique la invasión de la persona en su cuerpo, integridad o
140
P
en su información personal. Este acto debe contemplar una fase explicativa de los procedimientos a S
llevar a cabo, las opciones con las que se cuenta paralelas a la opción propuesta, los efectos secunda- I
rios, entre otros; y una fase de concordancia que se expresa por medio de la firma del documento de C
consentimiento informado, de las personas autorizadas para ello por la ley. Debe contener, al menos, O
L
los siguientes datos: 1. Nombre de la institución; 2. Nombre o razón social del establecimiento; 3. Tí-
O
tulo del documento; 4. Lugar y fecha; 5. Acto autorizado; 6. Señalamiento de los riesgos y beneficios;
G
7. Autorización al personal; 8. Nombre y firma de la persona que otorga la autorización; 9. Nombre
Í
completo y firma de quien realiza el acto autorizado. A
Conservación: se refiere al estado en que permanecen los indicios y evidencias a fin de evitar su pérdida o F
degradación natural. O
R
Cotejar: observación de dos o más elementos para determinar la existencia de discrepancias o similitudes. E
N
Dictamen pericial: es la emisión de la opinión en un problema concreto que ha sido planteado por parte de S
una persona experta, llegando a puntos específicos con base en las investigaciones efectuadas, proce- E
dimientos y fundamentos técnico-científicos.
Documentación fotográfica: es la impresión o captura de una imagen sobre un medio sensible a la luz
(análoga o digital), para registrar y preservar las características de la misma, con el fin de reproducirla
cuando se requiera. Existen diferentes tomas:
• Plano general. Toma que abarca una visión general del indicio dentro del lugar de la investigación.
• Plano medio. Toma que relaciona al indicio con el plano general.
• Plano de acercamiento. Toma que resalta alguna característica del indicio con referencia de un
testigo métrico.
• Gran acercamiento. Toma que abarca el detalle del indicio.
Embalaje: conjunto de materiales que envuelven, soportan y protegen al indicio o elemento material pro-
batorio con la finalidad de identificarlo, garantizar su mismidad y reconocer el acceso no autorizado
durante su traslado y almacenamiento. Cuando los indicios sean embalados en bolsas de plástico o de
papel deben ser del tamaño adecuado para las dimensiones del indicio.
Intervención: etapa en el proceso penal donde el personal ministerial, pericial y policial investigan en el
lugar de los hechos, hallazgo o enlace. Dicho personal puede realizar acciones encaminadas a la toma
de muestras (huellas dactilares, sangre, saliva, muestras de voz) a víctimas, testigos o presuntos res-
ponsables.
Mismidad: relacionado a la autenticidad. Describe una propiedad que debe cumplir el indicio. Se refiere a la
forma de acreditar la identidad verdadera de algo. La manera de garantizar la autenticidad del indicio
es a través del procedimiento de cadena de custodia.
141
P
S Procesamiento: conjunto de acciones para buscar, documentar, identificar, revelar, recolectar, embalar,
I trasladar y registrar en el Registro de Cadena de Custodia (RCC) los indicios hallados en el lugar de
C investigación.
O
L
Recolección: proceso realizado por una persona capacitada en el manejo del indicio, en el que el elemento
O
a analizar es localizado y después trasladado a una forma apropiada para poder realizar una compara-
G
ción y/o análisis.
Í
A
Registro de Cadena de Custodia (RCC): se refiere al procedimiento de control que se aplica al indicio
F desde la localización por parte de una autoridad, policía o agente de Ministerio Público, hasta que la
O autoridad competente ordene su conclusión. Su objetivo general es garantizar la mismidad y auten-
R ticidad de los indicios mediante actividades de control y elaboración de registros que demuestren la
E continuidad y trazabilidad de la cadena de custodia, con el fin de incorporarlos como medio de prueba
N en el proceso penal.
S
E Revictimización: consecuencias psicológicas, sociales, jurídicas y económicas negativas que dejan las rela-
ciones de la víctima con el sistema jurídico penal.
Solicitud de prueba: actos de investigación que se consideren pertinentes y útiles para el esclarecimiento
de los hechos, de acuerdo con los artículos 129, 131, 149, 217, 251 y 252 del Código Nacional de
Procedimientos Penales (CNPP).
Testigo métrico: material de apoyo que contiene una escala métrica. Se debe incluir durante la documen-
tación fotográfica para tener referencia de las dimensiones del indicio.
Traslado: envío del indicio a la bodega de indicios y/o al laboratorio para análisis. Se deben establecer las
condiciones para el manejo del indicio, destino, condiciones ambientales y el tipo de transporte que
se debe emplear.
Trazabilidad: principio con el que se garantiza el seguimiento del o los estudios realizados al indicio.
142
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145
Esquema del flujo de trabajo del análisis forense de imágenes para identificar
si un video digital es falso.......................................................................................................... 169
Referencias........................................................................................................................................... 177
148
Los criterios técnicos que se enuncian a lo largo de la presente guía se desarrollan de forma general para
realizar una intervención en la especialidad de análisis de video digital. Lo anterior es pertinente, en par-
ticular para el caso de los métodos que forman parte de la Subguía 3 – Etapa de análisis, pues si bien
declaran las etapas que integran dicho análisis, puede percibirse profuso para la acción de valoración de
la prueba. Sin embargo, es crucial que el juzgador cuente con el bagaje técnico-científico necesario a fin
de evitar sesgos e interpretaciones erróneas. Resulta pertinente aclarar que la terminología empleada en
las presentes guías no se acota a una estricta acepción procesal. Tal es el caso de los términos “prueba” e
“indicio”, que se utilizan en sentido amplio. De forma general, podemos asumir que, para fines del presen-
te documento, el término “prueba” se considera como sinónimo de peritaje o actividad pericial; y para el
término “indicio” se asume como todo objeto material sobre el que se versa la prueba.
Con respecto al término “método”, se advierte una definición amplia aplicable a las diversas especialida-
des, alcance de la presente guía, con ciertas consideraciones específicas que se precisarán en su momento.
Se adopta, entonces, el concepto de Jonker y Pennink (2010) quienes lo definen como “la secuencia de
acciones a seguir para conseguir un determinado fin, y que deben ejecutarse en un orden riguroso e inva-
riable”. Con el objetivo de completar lo anterior, y a efecto de reducir la posible confusión con el término
“técnica”, a continuación la definición que precisan los mismos autores y que corresponde a “materiales,
herramientas o instrumentos específicos con los cuales se ejecuta un método”.
149
V En coordinación y comunicación con la Fiscalía, deben articularse con las autoridades correspondientes en
I todas las etapas del procedimiento, observando los requisitos procesales que para su función establece el
D Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP) en lo que se refiere a los actos de investigación,1 y
E
desarrollando sus intervenciones bajo los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo,
O
honradez, lealtad y respeto a los derechos humanos reconocidos en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos (CPEUM) y en los instrumentos internacionales, en el propio Código y demás aplica-
D
I bles.
G
I
T
A
L
1
Numerales 266 a 303.
150
Este documento se limita al análisis de videos digitales, los cuales, debido al estado tecnológico actual, son
los que más se requieren. La examinación de las imágenes de videos para lograr la identificación de perso-
nas u objetos, o bien, el análisis de videos analógicos, quedan fuera del alcance de esta guía.
151
152
1.1.4. La Cadena de Custodia es el sistema de control e inventario aplicado al indicio desde su lo-
calización, descubrimiento o aportación, en el lugar de intervención, hasta que la autoridad
competente ordene su conclusión.2 El Registro de Cadena de Custodia (RCC) es el documento
en el que se inscriben los indicios o elementos materiales probatorios y las personas que inter-
vienen.
1.1.5. La persona experta que efectúe el análisis de imágenes digitales debe contar con una capa-
citación específica, —comprobable en cualquier etapa del procedimiento penal—, para tratar
con el indicio electrónico-digital, analizarlo y realizar el dictamen correspondiente. Además,
debe acreditar que posee los conocimientos y habilidades para analizar imágenes digitales
2
Artículo 227 del Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP).
153
D 1.2. Criterios mínimos de pertinencia pericial del indicio para ser procesado
E
1.2.1. Los medios de almacenamiento deben contener imágenes que puedan ser extraídas para
V su análisis; entre los más comunes se encuentran los discos ópticos (por ejemplo, CD, DVD,
I Blu-ray, etc.), dispositivos de almacenamiento USB, unidades de estado sólido, tarjetas
D SD, entre otras tecnologías. Es posible que el medio de almacenamiento del video se encuen-
E
tre en un estado tal que imposibilite su análisis; como puede ser por efecto del fuego o de una
O
encriptación.
D
I 1.2.2. El concepto de “video” se describe en el documento “Definiciones, Recomendaciones y Di-
G rectrices para el Uso de Procesamiento de Video Forense en el Sistema de Justicia Penal” del
I Grupo Científico de Trabajo Sobre Tecnologías de la Imagen (SWGIT, por sus siglas en inglés).
T Así, un video se define como la representación electrónica de un conjunto de imágenes que
A muestra escenas fijas o en movimiento, abarca diversas tecnologías de grabación, procesa-
L miento, almacenamiento, transmisión de imágenes y reconstrucción por medios electrónicos
digitales o analógicos de secuencias de imágenes. La tecnología actual permite incorporar
audio al video, pero para los fines de esta guía no se considera la componente sonora.
154
1 tra de video, como pueden ser: USB, teléfono móvil, computadora portátil, compu V
tadora de escritorio, disco óptico, sitio web en Internet, entre otros. I
D
2 Se describieron los medios técnicos para obtener el video.(d)
E
Se describieron las características de la grabación en el archivo por analizar,(e) por
3 O
ejemplo, los fotogramas por segundo (frame rate).
4 Se registró quién entrego el archivo de video a la autoridad.(f) D
Se consideraron las condiciones específicas para asegurar la conservación, protección I
y la no alteración de la información contenida en el medio de almacenamiento, entre G
5
las que se encuentran el registro del nombre del archivo de interés y el HASH corres- I
pondiente (consúltese el glosario de esta guía, pág. 170). T
2.3. Traslado y cadena de custodia A
Se realizó el registro completo de todas las personas intervinientes durante el trasla- L
1 do del medio de almacenamiento que contiene el video, hasta la recepción del indicio
en el laboratorio, o bien, en bodega temporal de indicios.(g)
Durante el traslado del medio de almacenamiento del video se aplicaron las medi-
2 das de protección correspondientes al tipo de empaque-embalaje y su respectivo
inventario,(h) con la finalidad de que no se altere su fidelidad, autenticidad y contenido.
El traslado se realizó sin demora para asegurar la conservación física del medio de
3
almacenamiento del video y así evitar su pérdida o alteración.
2.4. Almacenamiento del video digital
En la recepción del indicio electrónico se verificó la correspondencia de datos en el
1 RCC,(i) en el caso de que el video digital se encuentre almacenado en un dispositivo
electrónico.
Durante el almacenamiento del indicio electrónico, en la bodega temporal o de in-
2 dicios se aplicaron las medidas de protección correspondientes, en el caso de que el
video digital se encuentre almacenado en un dispositivo electrónico.
2.5. Errores que descartan el procesamiento del video digital
El video digital se obtuvo sin considerar los criterios mínimos de calidad —como los
1 señalados en la sección 1.2.1 y 1.2.2 de la Subguía 1 (pág. 152)— para realizar su
estudio. De modo que no es posible su carga o reproducción en el sistema de análisis.
155
156
2.1.1. Se debe asegurar por medio del Registro de la Cadena de Custodia (RCC) que el video a estu- D
diar provenga del correspondiente medio de almacenamiento. Por otro lado, es posible que, E
además del video a analizar, el medio de almacenamiento cuente con muchos más archivos
digitales; por lo que se deben indicar las rutas de carpetas y el nombre específico del archivo V
de video a analizar. Se recomienda la revisión de las normas NMX-I-27037-NYCE-2015, que I
versa sobre “ingeniera del software, requisitos de calidad y evaluación de productos del soft- D
ware (SQuaRE), requisitos de calidad” y la norma NMX-I-289-NYCE-2016, que versa sobre E
O
“metodología de análisis forense de datos y guías de ejecución”, ambas publicadas en el Diario
Oficial de la Federación, con fechas del 8 enero del 2016 y 17 de junio del 2016, respectiva-
D
mente.
I
G
2.2. Recolección I
T
2.2.1. La presente se centra en el estudio de videos digitales, los cuales siempre requieren de un A
medio de almacenamiento que debe ser descrito, pues implica los alcances tecnológicos que L
debe considerar la prueba pericial. Por ejemplo, un medio obsoleto de almacenamiento puede
dificultar la tarea de extraer el video.
2.2.2. Cuando el video analizado fue obtenido de un sitio web, se deberá seguir un protocolo para el
procesamiento de evidencia digital. Por ejemplo, documentar una reconstrucción de eventos
digitales, registrando datos como la URL de donde se obtuvo el archivo, su calidad y formato,
así como la versión de la aplicación de descarga, o bien el software responsable de obtener los
archivos, entre otros (Horsman, 2020, Partes 1 y 2).
2.2.3. Es importante describir las características del video, pues implican qué datos se grabaron. Tal
vez solo se registró el movimiento de los objetos o se encuentra acelerada la sucesión de imá-
genes. Esta información es relevante, ya que afecta la etapa de análisis.
2.2.4. Debe ser clara la descripción de cómo se obtuvo el video. Es posible que el propietario lo
entregara a la autoridad, o bien, el testigo que registró el hecho, uno de los participantes del
video o el representante legal de alguna persona, institución o empresa.
2.2.5. Dependiendo de la tecnología utilizada se aplicarán diferentes medidas. En general, los dis-
positivos electrónicos deben contar con precintos que aseguren la clausura de entradas o
salidas de datos: telecomunicaciones (por ejemplo, Internet por cable o WiFi, puertos de
impresoras, USB, discos ópticos, entre otros). Además, deben embalarse en contenedores
de aislamiento de señales electromagnéticas, denominados jaulas de Faraday.
157
2.3.3. A diferencia de las muestras biológicas, el video digital no es perecedero por naturaleza; sin
embargo, es deseable que el tiempo de traslado sea corto, pues es una precaución de la inte-
gridad del video digital. De lo contrario, se puede generar suspicacia sobre una posible altera-
ción del video correspondiente.
2.4. Almacenamiento
2.4.1. Cuando la persona experta acceda al archivo de video digital, deberá generar un identificador
compuesto por caracteres (letras y números); esta cadena alfanumérica autentifica y ayuda
a la trazabilidad. Aunque existen muchos protocolos, por lo general se utiliza un protocolo
tipo SHA-256 para obtener lo que se le llama HASH.3 La verificación de la correspondencia de
datos puede incluir la correspondencia con el HASH.
3
Un HASH es el resultado de una función matemática. El HASH es un identificador único e irrepetible a partir de los datos del
archivo estudiado. El HASH es una pieza clave en la cadena de custodia del video digital.
4
Excepto en los casos que señala el art. 300 del Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP).
158
2.6.1. Es posible que el registro del hecho sea parte de un video muy extenso. Mientras más grande
sea el video más recursos puede exigir a la computadora. El análisis de archivos de video re-
quiere de un alto desempeño de la tarjeta gráfica y memoria, además de capacidad de alma-
cenamiento para guardar los resultados en el equipo. En tal caso, el video completo puede ser
cargado en el sistema de análisis (software) y luego, para optimizar el estudio, concentrar el
análisis en una sección específica. Mediante la documentación técnica y el Registro de Cadena
de Custodia (por ejemplo, utilizando los “hashes”) se puede asegurar que los datos analizados
provienen del archivo fuente. Los archivos editados (por compresión, recorte u otra acción)
tienen hashes diferentes a los del archivo fuente.
159
160
161
3.2.1. La búsqueda se debe realizar en Internet, especialmente en redes sociales. Ya que el análisis
versa sobre encontrar elementos que indiquen que el video es falso; es recomendable eje-
cutar esta exploración, incluso si se presupone la fuente del video. Por ejemplo, es posible
que un particular entregara un video a la Fiscalía, pero estas imágenes ya se encontraban en
Internet desde hace tiempo. La inconsistencia entre las imágenes de diferentes fuentes pue-
de ser un indicador de que el video cuestionado sea falso; de otro modo, la exploración en
Internet aporta información al estudio del caso. A través de herramientas digitales es posible
identificar antecedentes de publicación de tales imágenes; entre las herramientas de búsque-
da inversa de imágenes se encuentran TinEye, Google images, Shutterstock, TECXIPIO y sus
equivalentes de video: Duplichecker, Berify, entre otras.
3.2.2. Los dispositivos generadores de imágenes digitales (por ejemplo, videocámaras, scanners o
smartphones), además de producir los datos del video también pueden generar datos com-
plementarios a las imágenes (metadatos). Los metadatos pueden perderse después de una
edición del video o compresión. Así, algunos archivos de video contienen información sobre el
fabricante, el autor, elementos fotométricos (distancia focal, exposición, etc.), imágenes mi-
niatura, datos del dispositivo de generación, la fecha, la localización geográfica e incluso más
datos relevantes; sin embargo, hay archivos de video que carecen de estos. Para completar la
prueba pericial se necesita documentar el análisis de los metadatos del video.
162
3.3.2. La estructura primordial de los archivos digitales de video es binaria. Por ello se debe ga- V
rantizar la realización de al menos un estudio de muestreos locales sobre la calidad de estos I
datos. Los resultados de este estudio son matemáticos, por lo que deben presentar su incer- D
E
tidumbre.
O
3.3.3. Las tablas de cuantificación son una técnica de análisis para archivos comprimidos tanto en
D
imágenes como en videos digitales. Ejemplos y detalles de su uso se encuentran en (Korn- I
blum, 2008). En esencia, las tablas de cuantificación son tablas numéricas de varios renglo- G
nes y columnas, una imagen o video de referencia crea una tabla estándar, mientras que un I
archivo cuestionado forma una tabla de comparación. Al contrastar estos arreglos numéricos T
es posible identificar imágenes procesadas por software; además de ser un auxiliar para reco- A
nocer el tipo y modelo de cámara. L
3.3.4. Todos los sistemas de videograbación que utilizan sistemas ópticos (conjuntos de lentes) pre-
sentan cierta distorsión en la imagen, a veces imperceptible al ojo humano, pero que se revela
por medio de algoritmos. Existen más de 50 tipos diferentes de artefactos, entre los que pode-
mos mencionar píxeles que siempre son blancos y píxeles que siempre son negros, efectos de
aberración óptica, entre otros. Es posible que la mayor parte del video digital muestre ciertos
grados en los artefactos, pero en algunos segmentos se encuentren otros niveles en los arte-
factos, lo que puede ser un indicativo de alteración. Además, esta exploración de artefactos
es útil para caracterizar el medio de videograbación, lo que puede autentificar a un dispositivo
con una serie de videos o imágenes.
3.3.5. Por las siglas en inglés de Error Level Analysis, ELA es una técnica popular para identificar imá-
genes falsas por inconsistencias de compresión entre objetos y los alrededores de la imagen.
Esta técnica también se puede aplicar en fotogramas o imágenes individuales.
3.3.6. Se refiere a píxeles dañados (que siempre están en blanco o negro) que caracterizan a los sis-
temas de video. Es posible también que el video cuente con canales de píxeles ocultos, que los
editores de imágenes suelen denominar “capas”, como sucede con las imágenes de formato
tipo PNG.
163
3.3.9. Se debe tratar de calcular la hora solar y la geolocalización buscando coherencia entre los
D
I metadatos y lo observado en la imagen. Es posible que el dispositivo cuente con tales datos
G o no estén calibrados, también es posible que el video se haya grabado en ausencia de luz
I natural, situación que no invalida el video o las imágenes, pero se debe documentar.
T
A 3.3.10. Se deben documentar mediciones de objetos, personas y distancias entre puntos clave ob-
L servados en el video. La falta de coherencia entre estas mediciones realizadas en campo
puede ser clave para identificar un video falso; además de que es información útil para otras
periciales: identificación de personas, reconstrucción de hechos mecánicos, por mencionar
algunas.
3.3.11. La técnica de convolución es un algoritmo matemático que puede ser parte de un sistema
forense de análisis de imágenes. Es una técnica auxiliar para identificar imágenes y videos
falsos.
3.3.12. Se puede exponer mejor la manipulación de videos de tipo ultrafalsos (deepfake) por me-
dio de sistemas de deep learning, por lo que se requiere un software tipo red neuronal para
realizar la tarea. Los videos ultrafalsos son construcciones de redes neuronales adversa-
riales y es esta misma perspectiva la que se aprovecha para encontrar la falsedad de tales
videos.
164
165
166
4.1.3. Es recomendable mencionar, en los resultados, que se llevaron a cabo las medidas de preser-
D
vación del video. I
G
4.1.4. Se reporta en los resultados el HASH como modo de identificar el video analizado. I
T
4.1.5. Se debe realizar el reporte del formato o tipo de archivo de video, con el fin de aclarar el A
detalle de tipo de archivo digital analizado. L
4.1.6. Sin importar si se trata de un video extenso o corto, se deben reportar entre qué fotogra-
mas se han realizado estudios y en cuáles se encontró una indicación de alteración. La alte-
ración de un fotograma puede comprometer un video completo.
4.1.7. Es común que se realicen acercamientos dentro de fotogramas, por lo general requieren
que se mejore la imagen, lo que implica un procesamiento digital; por ello, es doblemente
importante su reporte. En caso de no realizarse, entonces se debe reportar la razón para no
realizarlo u otra causa para su omisión.
4.1.8. El reporte puede presentar figuras clave donde se muestre un detalle que la persona experta
desea resaltar.
4.1.9. Algunos sistemas de video alteran el aspecto, por ello se debe verificar si se sigue algún
estándar de codificación de televisión digital como el ITU-601 u otro.5 De otro modo,
se deben corregir las imágenes para que la representación impresa sea más fiel a la rea-
lidad.
5
ITU-601 es el primer estándar sobre televisión digital de la hoy llamada Unión Internacional de Telecomunicaciones, la re-
comendación se refiere al muestreo de señales de audio y video. La norma ha evolucionado, por lo que se debe conocer la
relación de aspecto (por ejemplo, 3:3 o 16:9 u otro) hasta el submuestreo de componentes de color. Se puede encontrar más
información en el documento de referencia de la Unión Internacional de Telecomunicaciones de 2020.
167
4.3.1. Existen diversas formas de reportar los resultados de un estudio de video digital, las cuales
deben ser toleradas. Es de esperar que varíe el orden al presentar datos, análisis y resulta-
dos; además de que algunos dictámenes mostrarán más imágenes o tablas comparativas
que otros. En todo caso, deben ser claros los procedimientos para que otra persona experta
repita cada etapa y alcance los mismos resultados.
168
D
E
V
I
D
E
O
D
I
G
I
T
A
L
El análisis de las imágenes con fines forenses tiene como uno de sus objetivos identificar si un video digital
es falso. El análisis de imágenes se apoya en varias técnicas informáticas, analíticas y de procesamiento que
pueden ser útiles para establecer la integridad y autenticidad de la información. El esquema muestra
que en todo momento se debe mantener la cadena de custodia.
169
D Aberración óptica: todos los sistemas de lentes producen un grado de desviación defectuosa que se plas-
E ma en la fotografía como una pérdida de nitidez o alteración. Las aberraciones más comunes son: esfé-
rica, coma, astigmatismo, curvatura de campo (de barril o cojín), distorsión y cromática. Su presencia
V puede ser útil con fines de autenticación de la imagen o identificación de la cámara.
I
D Almacenamiento: acto de preservar una imagen.
E
O
Algoritmo adversarial: consiste en dos redes neuronales, una generadora y otra discriminatoria. La prime-
ra produce una salida que es evaluada por la segunda; esta información retroalimenta a la red genera-
D
dora, por lo que cambia su siguiente salida para obtener una mejorar evaluación de la red discrimina-
I
G toria. La dinámica entre estas dos redes le permite al sistema de cómputo producir resultados de alta
I calidad.
T
A Análisis ELA: tipo de estudio que calcula el nivel de compresión entre píxeles vecinos. Los objetos so-
L brepuestos en una fotografía digital suelen contar con un nivel de compresión diferente al resto del
archivo. Para resaltar esta diferencia, se produce una imagen de salida donde el objeto sobrepuesto
presenta bordes resaltados en el color o tono.
Análisis fotogramétrico: estudio para conocer datos precisos de la forma, dimensiones y posición espacial
de un objeto utilizando mediciones realizadas en una o varias imágenes del mismo.
Artefactos: es una distorsión, adición o error que altera la calidad y fidelidad de la imagen, de modo que no
tiene correlato con el objeto real.
Codec: algoritmo codificador y decodificador (compresor y descompresor) para imágenes digitales y da-
tos en video utilizado para reducir la cantidad de datos de transmisión o almacenamiento. Si bien no es
un formato de almacenamiento, es indispensable para interpretar los datos almacenados en un video.
Compresión: un proceso para reducir el tamaño de un archivo de datos preservando el significado semán-
tico original.
170
Compresión sin pérdida: el proceso de cambiar el método de codificación para reducir el tamaño de los
datos sin pérdida de información, es decir, la información original aún se puede recuperar en su forma
original.
Deep learning: el aprendizaje profundo es un conjunto de algoritmos de aprendizaje automático que in-
tenta modelar abstracciones de alto nivel utilizando funciones matemáticas e iteración de datos.
Dictamen pericial: es la emisión de la opinión en un problema concreto que ha sido planteado por parte de
una persona experta, llegando a puntos específicos con base en las investigaciones efectuadas, proce-
dimientos y fundamentos técnico-científicos.
Disco óptico: medio de almacenamiento de datos. Consiste en un disco circular donde por medios ópticos
(por lo general un láser) se registra y se lee información que se ha grabado como surcos microscópi-
cos sobre una de las caras del medio. Entre las tecnologías de discos ópticos se encuentran las deno-
minadas: CD, DVD, Blu ray, UMD (Universal Media Disc) entre otras.
Formato de archivo: estructura con la cual se organiza un archivo de datos para ser observado en un dis-
positivo.
171
D Fotogramas: también llamado frame, es cada una de las imágenes que conforman un video. Se expresan
E en hercios (Hz) o frames per second (fps).
V Fotogrametría: es una técnica que utiliza varias fotografías o videos para obtener medidas fiables de ob-
I jetos físicos y su entorno. Esta técnica de medición de coordenadas tridimensionales utiliza imágenes
D con el fin de conseguir las dimensiones, forma y posición espacial de los objetos.
E
O
Frame rate: traducido como “fotogramas por segundo”, “tasa de fotogramas” o “cuadros por segundo”, es
la frecuencia a la cual un dispositivo despliega imágenes. Sus siglas pueden ser “fps” o f/s. El término
D
I se aplica tanto para películas, videos, gráficos por computadora u otros sistemas similares.
G
I Imagen: en este documento se utiliza como abreviatura de imagen digital.
T
A Imagen digital: datos digitales que representan una matriz de valores de brillo o color y en ocasiones me-
L tadatos.
Imagen de primera copia: la primera copia (verificada) generada por el laboratorio del material de imagen
digital enviado.
Imagen procesada: una imagen resultado de un proceso. Es la salida de realizar una serie de operaciones.
Ver “procesamiento de imágenes”.
Interfaz: se trata de la conexión física y funcional establecida entre dos aparatos, dispositivos o sistemas
que funcionan independientemente uno del otro. En este sentido, la comunicación entre un ser huma-
no y una computadora se realiza por medio de una interfaz.
HASH: función que recibe de entrada una cadena de datos (archivo) de tipo y tamaño variable y su salida
es una cadena alfanumérica de longitud fija. De modo que es una representación compacta de la cade-
na de entrada. Existen algoritmos como sha256, cuyo funcionamiento es adecuado en el área forense;
pues son sensibles a cambios de un solo bit o carácter dentro del archivo. De tal modo que, dados dos
hashes diferentes, implica que los archivos fuente son diferentes.
Medios de almacenamiento: cualquier elemento físico que permite almacenar datos digitales.
Mejora de la imagen: cualquier proceso destinado a optimizar la apariencia de un detalle específico dentro
de una imagen o video digital con respecto a un propósito y uso previstos.
172
Primera copia de video: la primera copia generada (verificada) en el laboratorio del material de video
digital enviado.
Procesamiento de imágenes: cualquier actividad que utilice imágenes digitales o datos de video (entrada,
fuente) para calcular una nueva imagen digital o datos de video (salida, resultado).
Procesamiento dentro del cuadro: cuadros de salida o resultados calculados a partir de datos extraídos del
cuadro de entrada correspondiente original.
Procesamiento entre cuadros: cuadros de salida o resultados calculados a partir de datos extraídos de
varios cuadros de entrada.
Redes neuronales: sistema computacional que consiste en módulos (llamados de “entrada”, “oculto” y
de “salida”) que se trasmiten información. Los datos de entrada atraviesan la red neuronal mediante
operaciones matemáticas ejecutadas en cada módulo, produciendo al final valores de salida. En lugar
de ser programados de modo explícito, estos sistemas se adaptan, por lo que en una etapa inicial (el
entrenamiento) son alimentados con datos predefinidos y se evalúa su salida. El entrenamiento termi-
na cuando las salidas son aceptables respecto a los datos de entrada.
173
Videos analógicos: señales de video registradas, trasmitidas y almacenadas como un voltaje de variación
continua, en lugar de como una estructura de bits como en el video digital. Por lo anterior, su análisis
es diferente al de los videos digitales, requiriendo otras herramientas y con alcances diferentes.
Video digital: datos digitales que representan una secuencia de imágenes digitales grabadas del mismo
tamaño de píxel y metadatos; puede incluir datos de audio.
Videos ultrafalsos: son videos digitales manipulados, extremadamente realistas, que se construyeron me-
diante técnicas de inteligencia artificial. También son conocidos como deepfake.
Glosario general
Almacenamiento de indicios: colocar los objetos recolectados en áreas que cumplan con ciertas especifi-
caciones de acuerdo con su tipo.
Base de datos: colección o conjunto de datos organizados bajo criterios que permiten la búsqueda de
información.
174
Intervención: etapa en el proceso penal en donde el personal ministerial, pericial y policial investiga en el
lugar de los hechos, hallazgo o enlace. Dicho personal puede realizar acciones encaminadas a la toma
de muestras (huellas dactilares, sangre, saliva, muestras de voz) a víctimas, testigos o presuntos res-
ponsables.
Mismidad: relacionado a la autenticidad. Describe una propiedad con la que debe cumplir el indicio. Se
refiere a la forma de acreditar la identidad verdadera de algo. La manera de garantizar la autenticidad
del indicio es a través del procedimiento de cadena de custodia.
175
V Registro de Cadena de Custodia (RCC): se refiere al procedimiento de control que se aplica al indicio
I desde la localización por parte de una autoridad, policía o agente de Ministerio Público, hasta que la
D autoridad competente ordene su conclusión. Su objetivo general es garantizar la mismidad y auten-
E
ticidad de los indicios mediante actividades de control y elaboración de registros que demuestren la
O
continuidad y trazabilidad de la cadena de custodia, con el fin de incorporarlos como medio de prueba
en el proceso penal.
D
I
G Señalización-identificación: asignación individual de un indicativo numérico o alfabético, o su combina-
I ción, único y consecutivo para cada indicio. Dicha asignación le corresponderá durante todo el pro-
T cedimiento penal con el fin de asegurar su mismidad y trazabilidad durante las diferentes etapas del
A proceso.
L
Solicitud de prueba: actos de investigación que se consideren pertinentes y útiles para el esclarecimiento
de los hechos, de acuerdo con los artículos 129, 131, 149, 217, 251 y 252 del Código Nacional de
Procedimientos Penales (CNPP).
Testigo métrico: material de apoyo que contiene una escala métrica. Se debe incluir durante la documen-
tación fotográfica para tener referencia de las dimensiones del indicio.
Traslado: envío del indicio a la bodega de indicios y/o al laboratorio para análisis. Se deben establecer las
condiciones para el manejo del indicio, destino, condiciones ambientales y el tipo de transporte que
se debe emplear.
Trazabilidad: principio con el que se garantiza el seguimiento del o los estudios realizados al indicio.
176
Kaur, H., & Jindal, N. (2020). Image and Video Forensics: A Critical Survey. Wireless Pers Commun, 112,
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179
Referencias........................................................................................................................................... 218
182
La Subguía 1 ha sido pensada para señalar aquellos presupuestos mínimos, tanto para la prueba como para
el indicio, desde el punto de vista de la ciencia forense; no establece criterios completamente jurídicos,
pero sí busca reflejar la indivisible relación entre el Derecho y la Ciencia. Por su parte, las Subguías 2, 3
y 4 contienen los elementos de obtención, análisis y presentación del indicio para cada área científica y
técnica. Finalmente, se ha desarrollado un glosario, compuesto por dos secciones: una parte general que
contiene términos comunes a la ciencia forense y un segmento específico con conceptos propios de cada
área forense.
Para facilitar su comprensión y evitar ambigüedades e interpretaciones que se alejen del objetivo del pre-
sente instrumento, se incluyen apéndices con conceptos, ideas, ejemplos y aclaraciones pertinentes que
complementan los criterios descritos en las subguías. Resulta pertinente aclarar que la terminología em-
pleada en las presentes guías no se acota a una estricta acepción procesal. Tal es el caso de los términos
“prueba” e “indicio”, que se utilizan en sentido amplio y con diferentes matices en función del contexto
de la especialidad. De forma general, podemos asumir que, para fines del presente documento, el término
“prueba” se considera como sinónimo de peritaje o actividad pericial; y para el término “indicio” se asume
como todo objeto material sobre el que versa la prueba.
Con respecto al término “método”, se advierte una definición amplia aplicable a las diversas especialidades
y alcance de la presente guía, con ciertas consideraciones específicas que se precisarán en su momento.
Se adopta, entonces, el concepto de Jonker y Pennink (2010), quienes lo definen como “la secuencia de
acciones a seguir para conseguir un determinado fin, y que deben ejecutarse en un orden riguroso e in-
variable”. Con el objeto de completar lo anterior, y a efecto de reducir la posible confusión con el término
“técnica”, a continuación la definición que precisan los mismos autores y que corresponde a “materiales,
herramientas o instrumentos específicos con los cuales se ejecuta un método”.
Independientemente de la función específica que realice, la actuación del personal pericial oficial que in-
terviene en la investigación de los delitos debe observar en todo momento, además de los estándares téc-
nicos que garanticen la integridad del trabajo forense, los derechos humanos de las personas involucradas.
Para esto, se debe considerar el enfoque diferenciado para la niñez, la orientación sexual, las personas con
discapacidad, las personas adultas mayores, las personas pertenecientes a comunidades indígenas, las per-
183
1
Numerales 266 a 303.
184
El Instituto de Fabricantes de Armas y Municiones Deportivas, o SAAMI, es una asociación de los princi-
pales fabricantes de armas de fuego, municiones y sus componentes en los Estados Unidos de América.
Fue fundada en 1926 por solicitud del Gobierno Federal de los Estados Unidos de América y se encargó de
la creación y publicación de estándares de la industria para seguridad, intercambiabilidad, confiabilidad y
calidad de las armas de fuego y municiones, la coordinación de datos técnicos, así como de la promoción
del uso seguro y responsable de armas de fuego.
La Organización de Comités de Áreas Científicas para Ciencia Forense del Instituto Nacional de Norma-
lización y Tecnología de los Estados Unidos de América (OSAC, por sus siglas en inglés) cuenta con el
Subcomité de Armas de Fuego y Marcas de Herramientas, el cual se centra en las normas y directrices
relacionadas con el examen de armas de fuego y marcas de herramientas. Esto incluye la comparación de
marcas de herramientas microscópicas en balas, casquillos de cartuchos y otros componentes de muni-
ción; también puede incluir pruebas de funcionamiento de armas de fuego, restauración del número de
serie, determinación de la distancia de disparo, entre otras.
La CIP establece reglas uniformes para la prueba de armas de fuego y municiones a fin de asegurar el
reconocimiento recíproco de las marcas de prueba (cuños) de los Estados miembros. Actualmente, 14
naciones son miembros de la CIP (principalmente países de la Unión Europea). Finalmente, con respecto
a información de Latinoamérica, el GITBAF, integrado por representantes de los laboratorios miembros
de la Academia Iberoamericana de Criminalística y Estudios Forenses (AICEF), ha publicado el Manual de
Buenas Prácticas en Balística Forense.
185
Es importante mencionar que la mayor parte del contenido de la mencionada Subguía 3 no necesariamen-
te puede verificarse en el dictamen, ya que son acciones que se dan al interior del laboratorio y no suelen
reportarse todos los detalles por escrito, por lo que parte del contenido de esta sección solo puede verifi-
carse a través del desahogo de la prueba en juicio durante el desarrollo del interrogatorio y contrainterro-
gatorio. En dicha subguía es pertinente realizar ciertas precisiones sobre el contexto internacional acerca
de los métodos que se emplean en el desarrollo de investigaciones científicas, las tendencias internaciona-
les del uso de dichos métodos en el ámbito de la balística forense y el contexto nacional al respecto.
En el ámbito científico son tres los métodos generales que se emplean en todo tipo de investigación: el
cualitativo, el cuantitativo, o bien, una combinación de ambos. La diferencia radica principalmente en
el tipo de variables estudiadas. La balística forense, por su parte, estudia variables cualitativas, como son
los patrones de concordancia en un estudio microcomparativo, las características técnicas que identifican
un arma de fuego, al cartucho, al casquillo en su contexto general, así como la presencia de sus marcas de
extracción, eyección, cierre de la recámara y de percusión. A la bala se le estudiará en su contexto general,
además de sus características de rayado, su número de impresiones de campos y estrías y la dirección de
estas.
El uso principal del método cuantitativo como parte del análisis en materia de balística forense proba-
blemente sea en la medición de la longitud del cañón en estudios de escopetas; adicional a eso, también
se emplea para establecer el número de líneas concordantes entre elementos problema o problema y
testigo con base a la extensión de la Consecutive Match Striae (CMS),2 así como el peso y diámetro de
las balas. En México no es común el uso de métodos cuantitativos en el contexto de la microcompara-
ción; sin embargo, la aceptación e incorporación de la teoría de la AFTE a través de la extensión CMS está
permeando en los laboratorios, por lo que se vislumbra a mediano plazo la implementación del cambio de
paradigma en la etapa de análisis en materia de balística hacia la objetividad y la confiabilidad.
2
Se refiere como parte de un método cuantitativo para verificar un número de líneas dentro de un patrón observado. La CMS
es simplemente un medio para articular la coincidencia más conocida descrita y definida por la Teoría de Identificación de
la AFTE. Association of Firearm and Tool Mark Examiners. (1985). AFTE Theory of Identification as it Relates to Toolmarks.
https://afte.org/about-us/what-is-afte/afte-theory-of-identification
186
En México cada vez más peritos se apegan a las buenas prácticas internacionales, aplican métodos y tec-
nología que respalda la veracidad de su dicho, y hay al menos 23 laboratorios acreditados bajo las Normas
ISO/IEC 17020 y 17025,5 lo cual demuestra que hay una tendencia a sustituir los resultados fundamenta-
dos solo en la experiencia y trayectoria de la persona experta por el resultado con fundamentos científicos
y la competencia técnica del personal que lo realiza, lo cual le otorga veracidad al testimonio presentado
por el experto durante el juicio.
En las subguías se abordará terminología técnica específica de cada etapa asociada al indicio y a la prueba;
sin embargo, es pertinente ahondar en lo referente a los métodos asociados al análisis en materia de balís-
tica. Por ello, se incluye un glosario de términos de balística forense con información técnica que será de
utilidad para consultar dudas sobre las recomendaciones generales en la selección de muestras y análisis
particulares.
La presente guía se enfoca en las principales pruebas efectuadas en balística forense que incluyen el exa-
men de arma de fuego, munición, casquillos, balas y fragmentos, así como estudios de base de datos, pero
excluye la totalidad de las pruebas en las que se emplean reactivos químicos, tales como la determinación
de distancia de disparo, examen de residuos de disparo, recuperación de números de serie, así como el exa-
men de trayectorias y reconstrucción del lugar de los hechos. Para mayor detalle, consúltese el apartado
de referencias que soportan el contenido de la guía.
3
La Tabla de Referencia de Armas de Fuego (FRT, por sus siglas en inglés) creada por la Real Policía Montada de Canadá
(RCMP, por sus siglas en inglés) es un estándar para la identificación de armas de fuego.
4
Cartridge of the Word es una fuente bibliográfica escrita por Frank C. Barnes y editada por Richard A. Mann que constante-
mente se actualiza.
5
Se puede consultar en https://search.anab.org/ criterios de búsqueda: “Country: Mexico”; “Forensic testing: Firearms and
Toolmarks”; “Forenisc Inspection: Firearms and Toolmarks”, fecha de consulta septiembre 23 de 2022.
187
188
1.1.1. La redacción clara y detallada de la solicitud evita errores de interpretación. En ocasiones las
solicitudes se redactan sin suficiente precisión respecto al análisis que se solicita, lo que difi-
culta la correcta atención de estas.
1.1.2. Se recomienda que durante la valoración se confirme la pertinencia de la solicitud con res-
pecto al indicio con el que se cuenta. Por ejemplo, que se cuente con los cartuchos para los
disparos de prueba. Si la solicitud no es precisa, está mal dirigida, no indica el tipo de análisis a
realizar (por ejemplo, confronta de elementos —ya sea física o en la base de datos—, funcio-
nalidad del arma, identificación de elementos) o solicita una examinación que el laboratorio
no puede llevar a cabo, esto impide que la persona experta pueda continuar con el análisis
del indicio. Si bien es posible que la persona experta se ponga en comunicación con la Fiscalía
(o quien haya solicitado el análisis) para tratar de solventar las dudas o imprecisiones que
existan, esta comunicación (o la falta de ella) no tiene incidencia alguna en la valoración de la
prueba, por tal motivo debe reformular su solicitud.
1.1.3. El uso de términos generales, sin un detalle claro sobre la acción concreta que se requiere efec-
tuar, impide que la persona experta realice el análisis, por lo que puede no dar cumplimiento a
lo que el solicitante espera obtener. Esto puede ser subsanado a través de una comunicación
del solicitante con el personal del laboratorio, quien lo podrá orientar acerca de los exámenes
disponibles para el tipo de indicios recolectados.
1.1.4. La cadena de custodia es el sistema de control y registro que se aplica al indicio desde su loca-
lización, descubrimiento o aportación, en el lugar de intervención, hasta que la autoridad com-
petente ordene su conclusión.6 El Registro de Cadena de Custodia (RCC) es el documento en el
que se inscriben los indicios o elementos materiales probatorios y las personas que intervienen.
6
Artículo 227, Cadena de custodia. Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP), 5 de marzo 2014, última reforma
publicada en febrero 19 de 2021.
189
Es sustancial considerar que todo elemento balístico que llegue al laboratorio debe ser analizado (siempre
y cuando reúna los requisitos de aceptabilidad según la petición y RCC), independientemente del estado
en que se encuentre; el resultado de la observación y análisis determinará su posibilidad de ser útil para
comparación, sobre todo para el caso de balas y de casquillos. El indicio sujeto a estudio debe ser consi-
derado siempre para estudios posteriores y en el caso extremo de que, durante el análisis, no se pueda
reproducir la prueba de disparo, por ejemplo, por ya no contar con cartuchos, se debe considerar como un
peritaje irreproducible de acuerdo con el artículo 274 del CNPP y se debe avisar a la Fiscalía.7
7
Si no es posible realizar el análisis sin consumir la muestra por completo deberá notificarse al Ministerio Público en atención
al art. 274, peritaje irreproducible. CNPP, 5 de marzo 2014, última reforma publicada en febrero 19 de 2021.
190
191
192
2.2.1. Un ejemplo ilustrativo, más no restrictivo, se enuncia a continuación para comprender los as-
pectos que deben ser considerados en la recolección de indicios balísticos para su análisis por
parte de balística forense: para la selección de la técnica de recolección se consideró el estado
físico del indicio y, si bien ni la Guía Nacional de Cadena de Custodia ni el Acuerdo A/009/15
en materia de cadena de custodia citan de manera concreta cómo debe embalarse un indicio
balístico, es preferible considerar un embalaje de cartón con ventana transparente o bolsa en
rollo de polietileno transparente de alto grosor para armas de fuego; para balas y casquillos
se sugiere el uso de bolsas de plástico; si son balas o casquillos maculados hemáticamente, de
preferencia, se recomienda embalar en bolsas o sobres de papel.
2.2.2. En la etiqueta deben estar considerados datos tan importantes como el número de folio o
equivalente, identificación del indicio, fecha y hora de recolección y tipo de indicio o elemen-
to material probatorio. Adicional a la información anterior, se sugiere incluir nombre, siglas y
firma de quien actúa. Además, debe estar perfectamente sellado (empleando medios adhesi-
vos o térmicos) y lacrado con la firma de quien recolecta para evitar su sustracción.
2.2.3. En particular, se deben considerar las medidas de seguridad para el caso de las armas de fuego
y las municiones, por ejemplo: si el embalaje del arma impide ver la orientación de su cañón,
se debe señalar la dirección de este en la superficie del embalaje.
2.3.1. Una buena práctica en el llenado del formato de Registro de Cadena de Custodia (RCC) es
registrar toda la información —de acuerdo con el formato que se esté utilizando— de ma-
nera legible, según lo establecido en la Guía Nacional de Cadena de Custodia y el Acuerdo
A/009/15 en materia de cadena de custodia, así como incluir en el apartado de observacio-
nes, cuando así aplique, la asociación de los indicios balísticos con otro tipo de pruebas para
193
2.3.3. Al trasladar el indicio de manera pronta a la bodega temporal o al laboratorio se evita el surgi-
miento de dudas sobre su mal manejo y mismidad.
2.4. Almacenamiento
2.4.1. Es muy importante que en todo proceso de entrega y recepción de indicios el receptor de
estos verifique el debido cumplimiento en el llenado del RCC; en caso de existir algún incon-
veniente debe reportarlo a la persona que entrega a la autoridad solicitante o hacer las anota-
ciones en el apartado de observaciones.
2.4.3. El Registro de Cadena de Custodia debe acompañar al indicio en todo momento durante el
almacenamiento.
2.4.4. Para indicios balísticos, las medidas de protección que deben ser consideradas durante el al-
macenamiento en bodega temporal, final o en bodega de indicios balísticos, son:
• mantener en un espacio ventilado;
• evitar la humedad y la exposición directa al sol y
• ante todo, registrar su ingreso; en el caso del laboratorio de balística, relacionarla con una
bitácora de caso, fecha de recepción, indicios recibidos, quién solicita, tipo de estudio, a
quién se designa para realizarlo, resultado, fecha de entrega y quién recibe.
194
2.6.1. Cuando en el laboratorio se detectan discrepancias, por ejemplo, entre los datos del oficio de
solicitud y el RCC, pero las diferencias pueden ser aclaradas y no afectan al indicio, se proce-
derá a la atención de la solicitud.
2.6.2. Cuando haya omisiones en el RCC, serán valoradas por el órgano jurisdiccional para determi-
nar si afectan el análisis.
2.6.3. En toda prueba efectuada por los laboratorios de balística se prioriza la seguridad de los opera-
dores, por ello, ante cualquier riesgo biológico-infeccioso se tomarán las medidas pertinentes
establecidas por el laboratorio.
195
196
197
3.1.2. Las fotografías, como una herramienta de apoyo en balística, permiten contar con registros
gráficos de los análisis, que a la vez pueden soportar e ilustrar los resultados de los dictá
menes.
198
3.1.4. Los métodos que emplea el laboratorio de balística deben tener un fundamento técnico cien-
tífico y, de preferencia, ser reconocidos por organismos nacionales o internacionales. Asimis-
mo, es deseable que el laboratorio cuente con evidencia de haber corroborado que el método
es apto para la actividad que realiza el perito.
199
3.1.7. En el caso de la microcomparación de elementos balísticos, debe ser lado a lado (incluyendo
superposición), es decir, realizarse utilizando un microscopio estereoscopio de comparación
que permita visualizar simultáneamente los dos indicios (o bien a través del uso de software
de microscopio virtual); es un método cualitativo que observa variables categóricas o cuali-
tativas, como son las marcas de impresión o estriación (que dan origen a las características
de clase e individuales en los elementos testigo) con la calidad y cantidad suficiente para dar
una valoración significativa y establecer una correlación. En México no existen protocolos
homologados en cuanto a la forma o teoría aplicada para este tipo de estudios, sin embar-
go, la tendencia nacional apunta a la adopción de la Teoría de AFTE y el Consecutive Match
Striae (CMS). La Teoría de Identificación de la AFTE para marcas de herramientas permite
emitir opiniones sobre el origen común de dos marcas de herramientas cuando los contornos
de la superficie de esas dos marcas presentan “concordancia suficiente”. Este término hace
referencia al alto grado de duplicidad de las marcas aleatorias, lo cual queda de manifiesto en
la concordancia de uno o varios conjuntos de patrones sobre la superficie. La interpretación
que actualmente se hace de la identificación o individualización de las marcas es subjetiva por
naturaleza, está fundamentada en principios científicos y se basa en la experiencia y capacita-
ción del perito.
3.1.8. La comparación contra una base de datos es un método cualitativo semiautomatizado; igual
que en el cualitativo, considera variables categóricas (calidad y cantidad de características
presentes en las imágenes de casquillos, balas y/o fragmentos que son convertidos en un
valor numérico para buscar similitudes), en la observación de que la búsqueda se realiza me-
diante una preselección de las muestras que ya se encuentran adquiridas previamente en la
base de datos.
200
3.1.9. Cuando el examen incluye mediciones, se deben mencionar los instrumentos utilizados.
3.2.1. En los casos en que se examinen elementos balísticos remitidos por otro organismo y se dude
que el arma mencionada los haya disparado, o bien no se tenga certeza de que los elementos
balísticos recuperados de los sistemas de obtención (ya sea un tanque recuperador o tubo
de fibras) procedan de la misma arma de fuego. Otro supuesto es cuando se obtienen
elementos de cotejo en mal estado (por ejemplo, balas de prueba considerablemente
dañadas) derivados de una prueba de disparo inadecuada. Estas situaciones evidencian una
prueba mal controlada. Por otro lado, también puede ocurrir que los elementos balísticos,
sobre todo las balas, no tengan la calidad suficiente de características individuales para ser
útiles en una microcomparación, por lo que los resultados no serían confiables al no
ser suficiente la información contenida en las impresiones de los campos y estrías de la bala
testigo.
3.3.1. Es frecuente que la persona experta refiera en la metodología una serie de procesos de forma
general, sin especificar aquellos que serán empleados durante el análisis. Ejemplos comunes
son: “...empleando los métodos sintético, analítico, inductivo, deductivo…”, o bien “...aplican-
do el método inductivo-deductivo…”. La falta de información contenida en el dictamen con
respecto al método empleado no es impedimento para realizar el análisis, siempre y cuando
en el dictamen plasme los pasos estructurados de su procedimiento enfocado al estudio.
3.3.2. En la selección de los mejores candidatos para estudios microcomparativos de elementos pro-
blema contra testigos, siempre es de importancia considerar aquellos que reúnan las mejores
marcas para cotejo; sin embargo, existirán situaciones en las que no se atienda a esta variable,
por lo que se podrá extender a un conteo de líneas que permitan establecer una concordancia
que fundamente el resultado.
8
Forensic Technology, “IBIS Matchpoint, Guía de Formación” versión 2.3, p. 119.
201
3.3.4. Existe la posibilidad de que las balas se encuentren dañadas o deformadas, por lo que, depen-
diendo de la magnitud del daño o la deformación, no se podrá establecer su calibre específico
o no podrán ser comparadas (el daño puede hacer técnicamente imposible la comparación o
la identificación), sin embargo, se podrá tener información que oriente a la autoridad. Para
ello se deben seguir los procedimientos validados o verificados del laboratorio.
3.3.5. Es posible determinar las condiciones mecánicas de un arma de fuego, aun cuando no exis-
ta munición disponible en el laboratorio para su verificación. Lo anterior se debe a que los
cartuchos de arma de fuego son insumos regulados por la Ley Federal de Armas de Fuego y
Explosivos; esto puede dificultar que el laboratorio acceda a la diversidad de cartuchos de dife-
rentes calibres que sean necesarios para sus pruebas. En el análisis, cuando la persona experta
no cuente con los elementos para realizar disparos (falta de cartuchos, tubo recuperador con
la capacidad de detener los proyectiles del arma o fallas en la estructura del arma de fuego
que no permitan dispararla de forma segura) y pueda realizarse mediante la simulación de
sus movimientos, se podrá establecer su funcionamiento (sistema de disparo). Sin embargo,
existirán ocasiones en las que lo anterior no sea posible (por ejemplo, armas modificadas o
armas “artesanales”), por lo que siempre se tendrá más confianza en un resultado cuando sí
haya sido posible efectuar los disparos de prueba. Otro ejemplo de imposibilidad de realizar
disparos puede ser cuando las condiciones del arma representen un riesgo para el usuario al
realizar el disparo (por ejemplo, recámara fisurada o con grietas).
3.3.6. Las afectaciones en el mecanismo del arma no imposibilitan que se logre su identificación.
202
203
204
4.1.2. Los rasgos técnicos señalados en los casquillos corresponden a características de clase y per-
miten identificar la posible marca del arma de fuego que lo percutió con base en los criterios
establecidos en el compendio General Rifling Characteristics (GRC).9 El uso de colecciones de re-
ferencia física o documental para la determinación del fabricante o comercializador es deseable.
4.1.3. Las características técnicas señaladas en las balas posibilitan la identificación de una marca
del arma que la disparó con base en los criterios establecidos en el compendio GRC. El uso de
colecciones de referencia física o documentales para la determinación del calibre es deseable.
Puede ocurrir que el laboratorio no reporte todos los datos mencionados.
4.1.4. Con relación a la munición o cartuchos, además de sus datos técnicos, es deseable establecer
la marca del fabricante o comercializador y sus características de acabado o fabricación, forma
y datos de estampado en su base, sin embargo, se debe tomar en cuenta que si la cantidad
de cartuchos es grande se puede tolerar la omisión en la identificación de uno o varios de los
datos antes señalados. El uso de colecciones de referencia física o documental para la deter-
minación del fabricante o comercializador es deseable. Cuando sea solicitado, se realizará la
declaración de conformidad, de acuerdo con la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
9
Es una base de datos emitida por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) que recopila el tipo y la posi-
ción de las marcas en los casquillos y balas que producen las armas de fuego al dispararse, conforme a su tipo, marca y modelo.
205
4.1.6. La persona experta instituye los criterios de búsqueda automatizada contra la base de da-
tos para establecer una posible correspondencia o no relación con otros hechos, para lo cual
considerará hacer una buena captura de la información tanto de casquillos como de balas
problema (dubitado) o testigo (indubitado). Tomando en consideración la calidad de las imá-
genes capturadas, como resultado de una búsqueda se obtienen varias opciones denominadas
“candidatos”, la selección del candidato finalista la realiza la persona experta de forma manual,
motivo por el cual los criterios de selección y descarte deben ser técnicos, específicos y pun-
tuales a fin de evitar subjetividad en el proceso.
Una vez identificadas las imágenes que permiten hacer una asociación entre el elemento car-
gado y los candidatos de la base de datos, se reporta como tentativo. Es importante señalar
que en México la mayoría de las fiscalías cuentan con una base de datos de almacenamiento
de imágenes de casquillos y balas bajo un sistema integrado de identificación desarrollado
por Forensic Technology, cuyo nombre comercial es IBIS (Integrated Ballistics Identification
Systems), aunque no necesariamente sea el único. Hoy en día, el alcance de la base de datos
puede variar de laboratorio en laboratorio entre local y regional. Se hace énfasis en que no se
cuenta con una base de datos con este tipo de imágenes a nivel nacional que esté compartida
entre las 32 entidades federativas. En consecuencia, algunas fiscalías cuentan con bases de
datos locales o existe intercambio de información con Fiscalías de estados cercanos o con la
Fiscalía General de la República (FGR).11
10
Características de clase, individuales y de subclase son datos esenciales que se consideran fundamentales en el análisis de ele-
mentos balísticos con fines de microcomparación, las primeras son características medibles de una muestra, que indica una
fuente de grupo restringida. Resultan de factores de diseño y, por lo tanto, se determinan antes de su fabricación. Las marcas
individuales son marcas producidas al azar por las imperfecciones o irregularidades de la superficie de las herramientas y se
generan durante el proceso de fabricación, por el uso y por la corrosión; son únicas en esa herramienta y las distingue de
todas las demás. Las de subclase son las características de superficie discernibles de un objeto, son más restrictivas que las
de clase produciéndose de manera incidental en la fabricación.
11
Si algún laboratorio estatal o fiscalía requiere alguna consulta se puede solicitar mediante un oficio. Es importante aclarar que
no se da acceso a las fiscalías, sino que es la fiscalía quien hace la confronta a quien le solicita el apoyo.
206
4.2.1. La conclusión es objetiva, clara, concisa, estructurada y sin ambigüedades con base en los
resultados obtenidos en la etapa de análisis y da contestación al planteamiento del problema
de la autoridad. En el caso de la identificación técnica de las armas de fuego, cartuchos, cas-
quillos y balas, la documentación técnica debe estar basada en colecciones de referencia, ya
sean documentales o físicas. Cuando se clasifica un arma de fuego o cartuchos conforme a la
Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, se enfatiza la característica que coincide con lo
descrito en el artículo correspondiente.
4.3.1. Ningún estudio enfocado en una microcomparación debe basarse únicamente en imágenes;
de acuerdo con las buenas prácticas y las limitantes de las bases de datos, esto implica que la
microcomparación sea directa, es decir, se debe contar con elementos físicos, aunque el siste-
ma IBIS u otra base de datos nos muestren una tendencia u orientación al resultado correcto.
4.3.2. El emitir conclusiones que no tengan fundamento, ya sea a consecuencia de una apreciación
personal o mal fundamentado al usar información obsoleta, errónea o incompleta, invalida la
objetividad del resultado.
4.3.3. Un resultado que emita un falso positivo puede ocurrir por diversos motivos, por ejemplo, cuan-
do los indicios a analizar son fragmentos de bala conformados por líneas de estriación, aunque
estas tengan una alta similitud, si no se tiene la bala completa o la mayor porción de la misma,
no se puede confirmar el resultado positivo, por lo que en esos casos un resultado no concluyen-
te será más confiable que una identificación o eliminación. Lo anterior podría no ser aplicable
cuando el resultado se fundamente en la Teoría de la AFTE a través de la extensión CMS.
4.3.4. El no reportar la longitud en magnitudes del sistema métrico decimal o pulgadas del cañón de
la escopeta cuando se clasifica con la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos se conside-
raría un estudio parcial, ya que una longitud del cañón cercana a los 635 mm puede cambiar
su clasificación de acuerdo con dicha ley.
207
4.4.2. Cuando la persona experta obvia colocar detalladamente en el dictamen las coincidencias o
discrepancias de una identificación o una eliminación, no invalida el resultado toda vez que
estos detalles los podrá explicar en el momento del testimonio en juicio.
4.4.3. La variación en la medición de indicios (balas y casquillos) puede deberse a diferentes fac-
tores, sin embargo, el experto reunirá otros datos que complementen las características del
elemento dubitado y den la certeza de su identificación.
208
Los métodos recomendados a nivel internacional para análisis comparativos en el área de balística, es
decir, aquellos que se sustentan en cotejos, son los cualitativos basados en sus morfologías; y en menor
medida, pero con un auge creciente, en un método cuantitativo (descripción y cantidad de característi-
cas morfológicas). En México los más empleados son el método de comparación basado en la Teoría de
la Asociación de Examinadores de Armas de Fuego y Marcas de Herramientas (AFTE) y la extensión
de esta, Consecutive Match Striae (CMS), como parte de la etapa de análisis, la cual generalmente incluye
evaluación, comparación, conclusión y verificación que, si bien aún no es un recurso implementado en su
totalidad en el país, ya se vislumbra en varias entidades.
A continuación, se presenta una tabla informativa de los métodos comúnmente usados en balística forense:
12
El nombre puede variar dependiendo del laboratorio, por lo que se pueden encontrar pruebas equivalentes o similares con
nombres distintos.
209
210
Los sesgos cognitivos pueden afectar inadvertidamente el juicio del perito e influir en la interpretación
de los datos que haga durante los análisis. Un ejemplo del sesgo contextual sería cuando la persona
que entrega los indicios al laboratorio le refiere al experto lo que él cree que pasó en la dinámica de los
hechos en que se aseguraron los indicios objeto de examen. Esto lleva al experto a inducir los resultados
de un examen microcomparativo previo a la realización de este. Un ejemplo del sesgo de confirmación
podría ser cuando el experto, influenciado por la apariencia del probable partícipe o alguna afiliación de
este, busca durante su examen información que lleve al resultado que “demuestre” la participación del
probable partícipe en los hechos que se investigan, influenciado por su sistema de creencias y buscando
“demostrar” lo que él cree que paso, minimizando o pasando por inadvertida cualquier información que
pueda probar lo contrario.
Por otro lado, se invita al juzgador a tomar en consideración criterios adicionales como los Daubert
(Vázquez et al., 2022, p. 47), que pueden ser de utilidad al momento de la valoración de una prueba
pericial.
211
Arma de fuego: es todo artefacto, máquina o ingenio fabricado, diseñado o modificado para disparar uno
o varios proyectiles a través de su cañón, aprovechando la energía generada por la deflagración de la
pólvora.
Bala: proyectil metálico no esférico generalmente hecho de plomo, pero puede estar hecho de otros me-
tales o materiales, normalmente para uso en un cañón estriado. Las balas pueden tener un metal del-
gado encamisado, a menudo hecha de aleación de cobre.
Balística: el estudio de un proyectil en movimiento, siguiendo su trayectoria desde el encendido del fulmi-
nante, la salida del cañón, la entrada del objetivo y hasta que se detiene. A menudo confundido con la
identificación de armas de fuego.
Balística forense: es una rama auxiliar de la criminalística, la cual se encarga del estudio de las armas de
fuego y elementos balísticos (casquillos y balas) involucrados en un hecho delictivo. Para su estudio se
divide en: interior, exterior y de efectos.
Calibre: término utilizado para designar el cartucho específico con el que se abastece un arma de fuego.
En las armas de fuego, el calibre es el diámetro aproximado entre los campos de un cañón estriado,
normalmente expresados en centésimas de pulgada (calibre 38) o milímetros (calibre 9 mm). En mu-
niciones, es el nombre designado por el desarrollador del cartucho; integrado por el diámetro preciso
o aproximado de la bala y una extensión integrada por letras, números o combinación de estos que lo
identifican para su uso específico en ciertas armas de fuego.
Calibre nominal: con respecto a la munición, se refiere a un grupo de diferentes cartuchos diseñados espe-
cíficamente que solo comparten un diámetro de bala similar; con respecto al arma de fuego se refiere
únicamente a un grupo de armas de fuego que comparten el mismo diámetro del ánima, medido des-
de la parte superior de los campos.
Características de clase: son particularidades medibles de una muestra que indican una fuente de grupo
restringida. Resultan de factores de diseño y, por lo tanto, se determinan antes de la fabricación.
212
Casquillo: es el cuerpo principal de una munición que contiene los componentes. Se refiere a cartuchos
metálicos de fuego central y de percusión anular y también a cartuchos de escopeta. El casquillo se
desecha después del disparo y normalmente tendrá las marcas que dejan las piezas del arma en el
proceso de disparo.
Cartucho: consiste en una unidad autónoma que comprende el fulminante o detonador, el propulsor, y con
o sin uno o más proyectiles, todos alojados dentro de un casquillo. También se aplica a un cartucho de
escopeta.
Cierre de la recámara: parte posterior de la corredera o cerrojo que bloquea la parte trasera de la recáma-
ra; esta hace contacto contra la cabeza o base del casquillo durante el disparo.
Comparación microscópica: técnica que utiliza un microscopio de comparación para contrastar simultá-
neamente y “lado a lado” las marcas de clase e individuales impresas en la superficie de dos objetos a
través de una vista tridimensional de sus superficies.
Extractor: componente del arma de fuego el cual es diseñado para remover el casquillo o cartucho de la
recámara de un arma de fuego.
Impresiones de campos y estrías: áreas impresas en la superficie de la bala causadas por el paso de esta
sobre el estriado en el cañón de un arma de fuego.
Impresión del percutor: es la muesca o marca dejada en el fulminante (detonador) del casquillo, ya sea de
fuego central o fuego anular, causado cuando es golpeado por el percutor del arma.
213
Marcas microscópicas: estrías, patrones de líneas diminutas o surcos, o impresiones en un objeto que ge-
neralmente son más pequeñas de lo que el ojo sin ayuda puede distinguir. En la identificación de armas
de fuego y marcas de herramientas, estos patrones son característicos del objeto que las produjo y son
la base para la identificación.
Mecanismo de disparo: proceso de trabajo de un arma de fuego. La combinación del receptor o marco,
el cerrojo y las otras partes del mecanismo mediante el cual se carga, dispara y descarga un arma de
fuego.
Microscopio de comparación: esencialmente son dos microscopios conectados a un puente óptico que
permite al espectador observar dos objetos simultáneamente con el mismo grado de aumento.
Percutor: la pieza del mecanismo de un arma de fuego que golpea el fulminante, ya sea central o anular, de
un cartucho (base del casquillo) para iniciar el encendido y disparar un proyectil.
Rango de conclusiones de AFTE: se refiere a las cuatro categorías de resultados que un examen de mi-
crocomparación de balística forense o examen de marcas de herramienta puede tener conforme a la
Asociación de Examinadores de Armas de Fuego y Marcas de Herramientas, y son las siguientes:
• Identificación: concordancia de una combinación de características individuales y todas las ca-
racterísticas de clase discernibles, donde la concordancia excede lo que podemos observar en la
comparación de marcas de herramientas hechas por diferentes herramientas, y es consistente con
la concordancia demostrada por las marcas de herramientas conocidas por haber sido producidas
por la misma herramienta.
214
Glosario general
Almacenamiento de indicios: colocar los objetos recolectados en áreas que cumplan con ciertas especifi-
caciones de acuerdo con su tipo.
Base de datos: colección o conjunto de datos organizados bajo criterios que permiten la búsqueda de
información.
Bodega de indicios: lugar con características específicas que tiene como finalidad el resguardo de indicios
para garantizar su integridad.
Consentimiento informado: acto por el cual se otorga autorización para efectuar un procedimiento de
orden jurídico, médico o científico que implique la invasión de la persona en su cuerpo, integridad o
en su información personal. Este acto debe contemplar una fase explicativa de los procedimientos a
llevar a cabo, las opciones con las que se cuenta paralelas a la opción propuesta, los efectos secunda-
rios, entre otros; y una fase de concordancia que se expresa por medio de la firma del documento de
consentimiento informado de las personas autorizadas para ello por la ley. Debe contener, al menos,
los siguientes datos: 1. Nombre de la institución; 2. Nombre o razón social del establecimiento; 3. Tí-
tulo del documento; 4. Lugar y fecha; 5. Acto autorizado; 6. Señalamiento de los riesgos y beneficios;
7. Autorización al personal; 8. Nombre y firma de la persona que otorga la autorización; 9. Nombre
completo y firma de quien realiza el acto autorizado.
Conservación: se refiere al estado en que permanecen los indicios y evidencias a fin de evitar su pérdida o
degradación natural.
Cotejar: observación de dos o más elementos para determinar la existencia de discrepancias o similitudes.
215
Intervención: etapa en el proceso penal donde el personal ministerial, pericial y policial investiga en el
lugar de los hechos, del hallazgo o el enlace. Dicho personal puede realizar acciones encaminadas a la
toma de muestras (huellas dactilares, sangre, saliva, muestras de voz, entre otras) a víctimas, testigos
o probable(s) partícipe(s).
Mismidad: relacionado a la autenticidad. Describe una propiedad que debe cumplir el indicio. Se refiere a la
forma de acreditar la identidad verdadera de algo. La manera de garantizar la autenticidad del indicio
es a través del procedimiento de cadena de custodia.
Procesamiento: conjunto de acciones para buscar, documentar, identificar, revelar, recolectar, embalar,
trasladar y registrar en el Registro de Cadena de Custodia (RCC) los indicios hallados en el lugar de
investigación.
Recolección: proceso realizado por una persona capacitada en el manejo del indicio, en el que el elemento
a analizar es localizado y después trasladado de una forma apropiada para poder realizar una compa-
ración y/o análisis.
Registro de Cadena de Custodia (RCC): se refiere al procedimiento de control que se aplica al indicio
desde la localización por parte de una autoridad, policía o agente de Ministerio Público, hasta que la
autoridad competente ordene su conclusión. Su objetivo general es garantizar la mismidad y auten-
ticidad de los indicios, mediante actividades de control y elaboración de registros que demuestren la
continuidad y trazabilidad de la cadena de custodia, con el fin de incorporarlos como medio de prueba
en el proceso penal.
216
Testigo métrico: material de apoyo que contiene una escala métrica. Se debe incluir durante la documen-
tación fotográfica para tener referencia de las dimensiones del indicio.
Traslado: envío del indicio a la bodega de indicios y/o al laboratorio para análisis. Se deben establecer las
condiciones para el manejo del indicio, destino, condiciones ambientales y el tipo de transporte que
se debe emplear.
Trazabilidad: principio con el que se garantiza el seguimiento del o los estudios realizados al indicio.
217
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219
GLOSARIO............................................................................................................................................ 249
REFERENCIAS...................................................................................................................................... 257
222
Para facilitar su comprensión y evitar ambigüedades e interpretaciones que se alejen del objetivo del pre-
sente instrumento, se incluyen apéndices con conceptos, ideas, ejemplos y aclaraciones pertinentes que
complementan los criterios descritos en las subguías. Esto se hace únicamente en aquellos criterios
que requieren una mayor explicación, razón por la cual la numeración de los apéndices no es continua.
Para la fácil vinculación del apéndice con el criterio específico de la subguía, se conserva la numeración
del mismo y, cuando así aplique, se incluye como último dígito el número que antecede al criterio descrito
dentro de la subguía. Los criterios técnicos que se enuncian a lo largo de la presente guía se desarrollan de
forma general.
Resulta pertinente aclarar que la terminología empleada en las presentes guías no se acota a una estricta
acepción procesal. Tal es el caso de los términos “prueba” e “indicio”, que se utilizan en sentido amplio y
con diferentes matices en función del contexto de la especialidad. De forma general, podemos asumir que,
para fines del presente documento, el término “prueba” se considera como sinónimo de peritaje o activi-
dad pericial; e “indicio” se asume como todo objeto material sobre el que versa la prueba.
Con respecto al término “método”, se advierte una definición amplia aplicable a las diversas especialida-
des, alcance de la presente guía, con ciertas consideraciones específicas que se precisarán en su momen-
to. Se adopta, entonces, el concepto de Jonker y Pennink (2010), quienes lo definen como “la secuencia
de acciones a seguir para conseguir un determinado fin, y que deben ejecutarse en un orden riguroso e
invariable”. Con el objetivo de complementar lo anterior, y a efecto de reducir la posible confusión con el
término “técnica”, a continuación la definición que precisan los mismos autores y que corresponde a “ma-
teriales, herramientas o instrumentos específicos con los cuales se ejecuta un método”.
223
1
Numerales 266 a 303.
224
Por ello, la participación del especialista se caracteriza por la elaboración de dictámenes de mala práctica
médica, así como de hechos traumáticos en los cuales se suponen actos contra la vida o integridad psicofí
sica (como en el caso de la tortura); en el caso de delitos contra la libertad y el normal desarrollo psico
sexual, elaboran dictámenes de integridad física, edad clínica probable, ginecológicos, proctológicos y
andrológicos. También se efectúan certificaciones de lesiones de manera provisional o definitiva, estudios
clínicos del estado de ebriedad, de intoxicación aguda o de farmacodependencia, según sea el caso. Por
otro lado, la intervención del médico forense en relación con las investigaciones sobre una muerte incluye
la elaboración del acta médica del levantamiento de cadáver, exhumaciones, mecánica de lesiones y pro-
cedimientos de necropsia.
La presente guía se centra en la necropsia médico-legal o forense, la cual se realiza siguiendo las instruc-
ciones de la autoridad legal en circunstancias relacionadas con muertes sospechosas, repentinas, inespe-
radas, litigiosas o violentas, y la información que de ellas deriva se aplica con fines legales para ayudar al
curso de la justicia.
Los criterios técnicos que se enuncian a lo largo de la presente guía se desarrollan de forma general para
realizar una intervención en la especialidad de medicina forense. Las tareas de las personas expertas en
medicina forense en relación con las investigaciones sobre una muerte son las siguientes: i) proporcionar
elementos que coadyuven a la identificación del cadáver; ii) describir, en caso de contar con elementos
objetivos, las circunstancias de la muerte; y iii) realizar su labor con aptitud y habilidad. El desempeño de
esas funciones exige comprender los objetivos básicos de la necropsia; estos son: i) describir y registrar
todas las características que permitan identificar a la persona fallecida (de ser necesario); ii) describir y
225
226
227
228
1.1.2. Se debe confirmar si la solicitud y el acto de investigación pueden ser ejecutados materialmen-
te respecto del indicio con el que se cuenta. Si se solicita una intervención que no es precisa
o no indica el tipo de análisis a realizar (establecer la causa, manera o mecanismo de muerte,
identificación, intervalo post mortem, entre otros) se impide que la persona experta oriente la
búsqueda al examinar el indicio y obtener los resultados que el solicitante espera. Por ejemplo:
en el caso del cadáver, restos humanos y segmento corporal, con frecuencia se solicita realizar
la necropsia de ley, petición que de acuerdo con los objetivos de la necropsia puede incluir es-
tablecer la causa de muerte como objetivo primario, la identificación de la persona fallecida, la
determinación del intervalo post mortem, el mecanismo y manera de muerte como objetivos
secundarios.
En el caso de un segmento corporal no será posible concluir ninguno de los objetivos antes
mencionados para los cuales se solicitó el estudio de necropsia. Con la finalidad de optimizar la
comprensión del resultado de acuerdo con la intervención solicitada será necesario especificar
el objetivo que es de interés para la autoridad solicitante.
1.1.3. El uso de términos generales, sin un detalle claro sobre la acción concreta que se requiere sea
efectuada, impide que la persona experta ejecute el procesamiento, por lo que puede no dar
cumplimiento a lo que el solicitante espera obtener. Si se solicita un procedimiento que el mé-
dico forense no puede llevar a cabo, o bien, si la solicitud no es precisa, está mal dirigida o no
indica el tipo de análisis a realizar, se obstaculiza que la persona experta oriente la búsqueda
y obtenga los resultados que el solicitante espera. Si bien es posible que la persona experta
229
Por otra parte, se deberá contar con la aprobación del Consejo Mexicano de Medicina Legal y
Forense, A.C., el cual pertence al Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades
Médicas. Este último tiene el objetivo de supervisar el entrenamiento, habilidades, destrezas
y calificación de la pericia que se requiere para la certificación y recertificación de la misma en
las diferentes especialidades de la medicina reconocidas ante este comité. Es decir, lo idóneo
sería contar con la cédula de especialidad, el diploma de especialista y la aprobación del Con-
sejo Mexicano de Medicina Legal y Forense, A.C. Además de lo mencionado, debe tener co-
nocimiento y entrenamiento técnico específico en la recolección, embalaje y almacenamiento
de muestras biológicas que garantice su adecuada preservación y la conservación de sus pro-
piedades originales, evitando la contaminación y riesgos de bioseguridad.
1.1.6. La necropsia es la primera y única oportunidad para evaluar y reunir todas las pruebas relativas
de la persona fallecida con el fin de responder a los cuestionamientos que sustentan su prác-
tica, asimismo a las que puedan surgir en un futuro, es por ello por lo que, cuando el médico
lo considere necesario, solicitará a la autoridad investigadora mayor información del caso, in-
cluso fotografías del levantamiento del cadáver. El desarrollo del procedimiento de necropsia
debe efectuarse en todo momento con enfoque en derechos humanos y perspectiva de géne-
ro, tomando en cuenta las necesidades específicas del caso, así como los requisitos procesales
establecidos por el Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP) en lo que se refiere a
los actos de investigación, además de los estándares técnicos que garanticen la integridad del
procedimiento y de la toma de muestras, si fuere el caso.
230
1.2.3. El médico forense debe ser informado de todas las circunstancias pertinentes relacionadas
con la muerte a través del acta del levantamiento del cadáver, restos humanos o segmen-
to corporal, que realiza el criminalista. Esta información deberá describir la posición en que
se encontró al indicio, su relación con el estado de la ropa, con el patrón de distribución e in-
tensidad del rigor mortis y de las livideces, el estado de putrefacción, así como la relación que
este guarda con el contexto del hallazgo en superficie, inhumación legal y/o ilegal, es decir,
con el medio ambiente. Estos hallazgos se toman en cuenta para estimar el momento de la
muerte o, mejor dicho, el tiempo transcurrido desde el deceso hasta la necropsia.
1.2.4. Cuando aplique y se cuente con el acta médica, acta de inspección o reconocimiento externo
de cadáver, restos humanos o segmento corporal, elaborada por el médico adscrito a la agen-
cia del Ministerio Público, proporcionará información relacionada con la identificación del ca-
dáver, con los datos de filiación y descripción de los fenómenos cadávericos que se presentan
en ese momento; datos necesarios para estimar el intervalo post mortem; además de una pri-
mera descripción de los hallazgos encontrados en el indicio. El indicio no debe ser lavado hasta
que se hayan realizado todas las tomas de muestras necesarias; es decir, el examen preliminar
no debe interferir con el examen que se realizará durante la necropsia.
1.2.5. En el supuesto de que la persona fallecida haya recibido atención médica de tipo ambulatoria,
bastará con la información referida en las diligencias ministeriales; ya que, con frecuencia,
quienes otorgan estas maniobras básicas de reanimación son los paramédicos. Estas consisten
231
1.2.7. En el supuesto de que el cadáver, restos humanos o segmento corporal sea recibido con ropas
o pertenencias, estas se deberán describir, embalar y ajustarse a lo establecido en el procedi-
miento de cadena de custodia, lo que permitirá asegurar la autenticidad del indicio y/o evi-
dencia entregada a la autoridad ministerial; asimismo, el médico vigilará que se recabe la firma
a la entrega realizada por personal del servicio.
232
233
F 2.1.2. Además de utilizar las cámaras de refrigeración como medida de seguridad para garantizar
O la integridad de los indicios, se recomienda que se incluyan medidas de precaución contra
R los riesgos biológicos asociados con el manejo corporal. En el caso específico del cadáver y
E de segmentos corporales, esto puede asegurarse mediante el uso de bolsas mortuorias que
N
puedan ser selladas herméticamente.
S
E
2.2. Almacenamiento
2.2.1. El ingreso del cadáver a la institución será responsabilidad del personal administrativo especia-
lizado (prosectores técnicos) y del personal médico forense, corroborando previamente que
los datos en el Registro de Cadena de Custodia (RCC) y los datos en el embalaje del indicio
sean los mismos a los referidos en la orden de solicitud de necropsia otorgada por la autoridad
ministerial; de no confirmarse esto último se procederá a almacenar el cadáver, restos huma-
nos o segmentos corporales. Es pertinente mencionar que se debe especificar la razón por
la cual no se puede realizar el estudio de necropsia y, por lo tanto, el indicio deberá quedar
almacenado.
2.2.2. Los restos humanos que no han sido conservados adecuadamente resultan más difíciles de
identificar a medida que pasa el tiempo, ya que se acelera el proceso de putrefacción si están
expuestos a elevadas temperaturas, a la humedad o la lluvia; condicionando la destrucción
del indicio. En el caso específico del almacenamiento del cadáver deberá asegurarse que se
coloque en posición decúbito supino (boca arriba), en tanto se realiza la necropsia. Para to-
dos los indicios almacenados se deberá colocar una etiqueta de identificación escrita con tinta
indeleble y un código único.
234
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236
237
F 3.1.1. La persona experta realizó el registro de las características del embalaje, el cual debe incluir las
O particularidades que presenta al momento de su recepción por parte de la persona experta,
R explicando si está íntegro o presenta alteraciones; posteriormente, como parte del procesa-
E miento del indicio, una vez abierto el embalaje se debe verificar si existen elementos adiciona-
N
les al indicio. De lo antes mencionado debe quedar inscripción documental y fotográfica.
S
E
Las alteraciones del embalaje pueden incluir la ruptura de la bolsa mortuoria por el propio
peso del cadáver al momento de su manipulación o casos extremos en los que el indicio puede
ser sustraído durante su traslado al servicio médico forense, situación de la cual deberá existir
anotación en el Registro de Cadena de Custodia (RCC). No obstante, si se cumple con los cri-
terios mínimos de pertinencia pericial para recepción del indicio (cadáver, restos humanos o
segmento corporal) mencionados en la Subguía 1 en el Apartado 1.2. (pág. 227), la persona
experta en apego a sus funciones recibirá el indicio puntualizando lo antes mencionado.
3.1.2. Esta valoración de integridad es necesaria para seleccionar la técnica de disección que pueda
beneficiar a una mejor exposición del hallazgo crítico y a su vez la comprensión del resultado
derivado del estudio de necropsia. La valoración de integridad del indicio se refiere a la condi-
ción de la persona fallecida para mantener todas sus partes. En cuanto al riesgo de contagio,
se consideran indicios con esa característica cuando se acredite la presencia de enfermedades
de riesgo epidemiológico como puede ser infección por mycobacterium tuberculosis, virus de
la hepatitis B (HVB), virus de la hepatitis C (HVC), SARS-Cov2, virus de inmunodeficiencia hu-
mana (VIH), Creutzfeldt Jakob y microorganismos que generen esporas, además de cadáveres
en estado de putrefacción. Esta valoración inicial tiene como único objetivo hacer la planea-
ción de la técnica de disección y visualizar sus alcances, sin tener repercusión en la aceptación
o rechazo de la solicitud de necropsia.
3.1.3. La persona experta mencionó y explicó de forma clara la técnica de disección que se empleará
de acuerdo con los antecedentes del caso. Esta técnica puede incluir el análisis de los órganos
in situ, de la extracción de cada uno de ellos para revisarlos por separado, o realizar una evis-
ceración total. Es pertinente mencionar que la técnica puede ser mixta siempre y cuando se
dé cumplimiento a la revisión de todos los órganos.
3.1.4. El examen externo realizado por la persona experta incluyó los siguientes aspectos:
238
• Datos tanatológicos. La descripción de este apartado puede variar en relación con lo des-
crito por la persona experta en el momento de realizar el acta médica de cadáver. Por ello,
deben documentarse con base en la fase en la que se observen y fijarse fotográficamente.
Es pertinente mencionar que la descripción de estos elementos no es restrictiva a una sola
fase, pueden estar combinados. Estos pueden ser:
239
• Lesiones. Es una buena práctica que esta revisión y descripción se lleve a cabo ordenada-
mente, comenzando en la cabeza en dirección hacia los pies o agrupándola por el tipo de
lesiones. En la descripción de las lesiones deberá reportarse el tipo, características espe-
ciales, dimensiones, localización, puntos de referencia, y cuando el caso lo requiera, los
planos anatómicos que interesen (profundidad); en casos especiales (heridas producidas
por proyectil disparado por arma de fuego, por instrumentos punzocortantes, arma blan-
ca, o lesiones que demuestren diferente temporalidad) será indispensable ser aún más
descriptivos. Se debe precisar, cuando así se requiera, que las lesiones que presenta el
cadáver son producto de procedimientos terapéuticos. En caso de tratarse de un artefac-
to o artificio post mortem, conocido como lesión post mortem, será necesario describirlo
haciendo mención de los elementos que lo caracterizan.
240
La descripción de los órganos de manera general debe incluir: color, superficie, consistencia
y, en casos como el cerebro, corazón o pulmones, incluir el peso, además describir si presenta
alteraciones o no, en cuyo caso deben referirse, ya que no mencionarlas puede significar que
el hallazgo no estaba presente o que el órgano no se revisó. Ante la ausencia de algún órgano,
se debe especificar dicha condición y de ser posible describir el tejido residual. Si se cumple
con lo antes mencionado podremos afirmar que la necropsia se realizó de manera objetiva.
La descripción de los órganos del cuerpo debe incluir la evaluación de su apariencia externa,
la presencia de lesiones, hemorragias, detección de adherencias y obliteraciones, cuando se
requiera, registrar el peso del órgano. Es pertinente mencionar que el equipo con el que se
realice el peso de los órganos debe estar calibrado y debe tener trazabilidad metrológica a
patrones internacionales. Por otro lado, existen medidas de referencia del peso de los órganos
en condiciones normales, esta tabla (véase el Apéndice 6 en la pág. 248) de referencia no es
limitativa y no excluye la posibilidad de que el peso del órgano esté fuera del rango mencio-
nado.
3.1.8. En el caso del examen interno, se deberán fijar fotográficamente las cavidades, así como la su-
perficie y parénquima de los órganos (cerebro, corazón, pulmones, hígado, vesícula, estóma-
go, páncreas, bazo, riñones, vejiga y útero), realizando cuando sea necesario un acercamiento
fotográfico que sustente la causa de muerte establecida.
241
3.3.2. En casos extremos la persona experta puede abstenerse de aplicar todas las recomendaciones
antes mencionadas, sin embargo, esto se debe documentar en el dictamen de necropsia. Por
ejemplo, cadáveres provenientes de zonas con altos niveles de radiación, o portadores de en-
fermedades altamente transmisibles.
242
243
244
4.1.1. Es necesario que los datos de la persona fallecida, o del cadáver del cual se desconoce su iden- F
tidad, coincidan con la información de la solicitud de necropsia y del Registro de Cadena de O
Custodia (RCC), esto con la finalidad de asegurar que se trata del mismo indicio al cual se le R
solicitó el estudio de necropsia y del cual se está emitiendo dicho dictamen. E
N
S
4.1.2. El objetivo principal de la necropsia médico forense, ordenada por la autoridad ministerial o
E
judicial, será el establecer la causa de la muerte. Es una buena práctica realizar la determi-
nación de la causa de muerte conforme a lo establecido en el Código Internacional de En-
fermedades para Estadísticas de Mortalidad y Morbilidad vigente (CIE-11). Esto favorecerá
una mejor comprensión de la causa de muerte y evitará interpretaciones ambiguas. Para que
esto sea posible la persona experta debe efectuar un análisis integral donde se incluya una
breve descripción del mecanismo de muerte, este se refiere al proceso de muerte en el que
falla uno o más órganos vitales debido a una lesión, enfermedad o eventos naturales. Por
ejemplo, el mecanismo de muerte para muchos diabéticos es la insuficiencia renal. Otros ór-
ganos del cuerpo, como el hígado, se ven afectados negativamente por la insuficiencia renal
resultando en la muerte de la persona. La causa real de la muerte puede deberse a insuficien-
cia cardiaca o hepática, pero la diabetes fue responsable de iniciar el proceso de muerte. En
el caso de eventos de origen traumático, como el fallecimiento de una persona que recibió
un disparo de arma de fuego en la cabeza, la causa de muerte será un traumatismo craneo-
encefálico secundario provocado por el proyectil disparado por arma de fuego penetrante
del cráneo.
4.1.4. La estimación del intervalo post mortem se realizará en los cadáveres en que exista una soli-
citud escrita por parte de la autoridad signataria. Para ello, el perito médico forense deberá
contar con las diligencias del levantamiento del cadáver, las cuales deben especificar las carac-
terísticas del cadáver incluyendo su posición, descripción de la ropa, registro de la temperatu-
ra del cadáver, características del entorno, así como temperatura ambiental.
4.1.5. Se expresan los resultados en una secuencia lógica, bien estructurada y fácil de referirse en
varias secciones del informe. La persona experta que realice la necropsia deberá garantizar,
en todos los casos, que los procedimientos de necropsia sean adecuados. Esto se puede corro-
borar a través de un dictamen de necropsia completo, es decir, que exista una descripción de
todos los órganos acompañados de fijación fotográfica de cada uno de ellos, con la finalidad
de ser ilustrativos para la autoridad investigadora, principalmente en aquellos donde exista
la sospecha de tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, ejecuciones
245
F 4.3.1. Falta de observaciones y resultados que tienen un impacto significativo sobre las conclusiones
O a las cuales llegó y sobre la interpretación y la opinión presentadas. Estas observaciones y re-
R sultados no se pueden repetir ni verificar sin la presencia de la muestra o elemento probatorio,
E dando lugar a una interpretación de manera diferente.
N
S
4.3.2. El dictamen es el documento que refleja los hallazgos de la necropsia; si no contiene la tota-
E
lidad de estos se considerará deficiente a pesar de que la técnica sea apegada a los criterios
nacionales e internacionales. No debe olvidarse que este documento se dirige a personal no
necesariamente médico, por lo que la descripción deberá ser clara, concisa y entendible. El
dictamen de necropsia es el registro permanente de los hallazgos y resultados del procedi-
miento y de las opiniones pertinentes que se derivan de él, por lo tanto, es fundamental que
los hallazgos descritos en el examen externo, así como los descritos en el examen interno, se
correlacionen con la causa de muerte.
246
F
O
R
E
N
S
E
Figura 1. Etapas del procedimiento de necropsia. Elaboración propia, con información obtenida de Dirección del Instituto de
Ciencias Forenses (2021). Guía técnica para la realización de necropsias. Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial de
la Ciudad de México. México: Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial de la Ciudad de México. Documento autorizado 25
de octubre de 2021
Figura 2. Elaboración del dictamen. Elaboración propia, con información obtenida de la Dirección del Instituto de Ciencias Foren-
ses (2021). Guía técnica para la realización de necropsias. Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial de la Ciudad de México.
México: Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial de la Ciudad de México. Documento autorizado 25 de octubre de 2021
247
248
Análisis: inicia con la recepción de los indicios o elementos materiales probatorios; continúa con los estu-
dios que se aplican y termina con su entrega para el traslado a otro lugar en condiciones de preserva-
ción o conservación. Para el desarrollo de estas actividades el perito deberá utilizar el equipamiento
correspondiente.
Anatomía topográfica: estudio de la localización de varios órganos y partes del cuerpo y la relación que
existe entre ellos y las superficies corporales. La anatomía topográfica o también llamada regional
considera la organización del cuerpo humano dividido en segmentos, por ejemplo: el cuerpo humano
puede estar dividido en cabeza, cuello y tronco (a su vez subdividido en tórax, abdomen, espalda,
pelvis y periné) y miembros superiores e inferiores.
Auxiliares: se refiere al personal que interviene en el procedimiento de necropsia con fines académicos y
de formación práctica (médicos en formación de especialidad en Medicina Forense y Medicina Legal).
Características individualizantes: también conocidas como señas particulares. Se refieren a las caracte-
rísticas específicas, congénitas o adquiridas a lo largo de la vida por enfermedad, ocupación, trauma-
tismos, tratamientos médicos, intervenciones quirúrgicas, tatuajes, cambios estéticos y estigmas de
consumo de estupefacientes.
249
F Cianosis: coloración azulada de la piel, de los labios y de los lechos ungueales causada por la insuficiencia
O de oxígeno en la sangre.
R
E CIE-11: Código Internacional de Enfermedades, undécima revisión (CIE-11). Es una guía de referencia que
N
tiene el propósito de permitir el registro, análisis, interpretación y comparación sistématica de los da-
S
tos de mortalidad y morbilidad recopilados en diferentes países o regiones geográficas y en diferentes
E
momentos.
Corificación: proceso conservador en el cual el cadáver adquiere un color gris amarillento, consistente y
resistente al corte, aunque con mayor flexibilidad y blandura que el momificado, con las articulaciones
móviles y adherencia de la piel al esqueleto subyacente.
Datos tanatológicos: los signos que muestran los cambios que experimenta el cuerpo humano a partir de
su muerte.
Desprendimientos dérmicos: debido a la descomposición del tejido, la piel se ve afectada con notables
cambios como el desprendimiento de epidermis y la dermis, que son las capas más superficiales.
Enfisema: hinchazón debida a la presencia anómala de aire en los tejidos o cavidades corporales.
Esclerótica: revestimiento más externo del ojo, resistente, membranoso y de color blanco que cubre la
superficie del globo ocular salvo la porción anterior, que se encuentra ocupada por la córnea (común-
mente llamada blanco del ojo).
Fagocítico mononuclear: conjunto de células derivadas de monocitos que tienen funciones comunes de
fagocitar bacterias, virus, partículas nocivas, células viejas, etc., participando así en los mecanismos de
defensa del organismo.
250
Histología: rama de la anatomía que trata de las estructuras microscópicas de los tejidos.
Histopatología: es el estudio de los tejidos enfermos a través del uso del microscopio.
Horquilla: la horquilla vulvar es el área definida como el lugar donde se mantienen unidos los labios meno-
res con los mayores justo en la entrada de la vagina.
Ictericia: pigmentación amarilla de la piel o de la esclerótica, debido a la presencia de niveles altos de bili-
burrina en la sangre.
Inspección: método de exploración física del paciente que se efectúa por medio de la vista.
Intervalo post mortem: es la estimación de un rango de tiempo aproximado desde el momento de la muer-
te hasta el estudio del cadáver o restos humanos.
Lesión: daño o detrimento corporal causado por una herida, un golpe o una enfermedad. Cuando estas
lesiones se localizan en la superficie corporal se denominan lesiones externas.
Livideces: fenómeno cadáverico en el cual aparecen manchas de color rojo violáceo debido a la acumula-
ción de la sangre en las zonas declives del cadáver.
251
F Momificación: constituye un proceso conservador del cadáver, caracterizado por la deshidratación o de-
O secación de los tejidos. Si bien en la mayor parte de los casos se produce en ambiente seco y caluroso,
R como zonas desérticas, también se ha observado en condiciones de frío extremo, en parte por la
E sequedad del aire y por la inhibición del crecimiento bacteriano, lo que demuestra que para este fenó-
N meno lo más importante es la sequedad, ayudada de la aireación.
S
E
Monocito: leucocito mononuclear de gran tamaño, generalmente de 15 a 25 µm de diámetro, con un
núcleo redondo, arriñonado o lobulado. Es la célula de mayor tamaño que se encuentra en la sangre
normal.
Necropsia: examen técnico-científico, externo e interno del cadáver, restos humanos y/o segmentos cor-
porales que tiene como finalidad primaria determinar la causa de muerte y la identificación del indivi-
duo.
Necropsia endoscópica: procedimiento de visualización interna del cadáver a través de un endoscopio que
transmite la imagen en una pantalla.
Necropsia limitada: se refiere a los procedimientos de necropsia que se centran en el estudio de la enfer-
medad que originó la muerte de la persona y que responden preguntas sobre la causa de la muerte y
las complicaciones de la enfermedad para obtención de datos estadísticos de un hospital, como con-
trol de calidad y de mortalidad.
Paragenital: es el área representada por la superficie medial de los muslos, nalgas y la parte anterior del
abdomen.
Permeabilidad: que puede ser penetrado por agua o por otro fluido, como el caso de las fosas nasales,
conductos auditivos o la uretra.
Petequias: hemorragia pequeña que se manifiesta como una pequeña mancha no elevada y rojoviolácea
en la piel o en las mucosas.
252
Putrílago: materia pultácea (consistencia blanda) producida por la necrosis de los tejidos gangrenados.
Restos humanos: para efecto de esta guía se considera el segmento anatómico de un cadáver, indepen-
dientemente de su etapa de descomposición, donde se incluyen restos óseos completos o fragmen-
tados.
Rigidez cadavérica: rigidez de los músculos de un cadáver, detectable por lo general de 2 a 4 horas des-
pués de la muerte, que alcanza la totalidad después de 6 a 12 horas y desaparece una vez transcurridas
entre 24 y 48 horas.
Glosario general
Almacenamiento de indicios: colocar los objetos recolectados en áreas que cumplan con ciertas especifi-
caciones de acuerdo con su tipo.
Base de datos: colección o conjunto de datos y material asociado, designado para proporcionar informa-
ción, almacenados en copia dura o formato electrónico y organizado bajo criterios que permiten la
búsqueda y análisis estadístico de información.
Bodega de indicios: lugar con características específicas que tiene como finalidad el resguardo de indicios
para garantizar su integridad.
253
Conservación: preservar. Se refiere a mantener la integridad o estado en que permanecen los indicios y
evidencia a fin de evitar su pérdida o degradación natural.
Cotejar / cotejo: observación de dos o más elementos para determinar la existencia de discrepancias o
similitudes.
Dictamen pericial: es la emisión de la opinión en un problema concreto que ha sido planteado por parte de
una persona experta, llegando a puntos específicos con base en las investigaciones efectuadas, proce-
dimientos y fundamentos técnico-científicos.
Documentación fotográfica: es la impresión o captura de una imagen sobre un medio sensible a la luz
(análoga o digital), para registrar y preservar las características de la misma, con el fin de reproducirla
cuando se requiera. Existen diferentes tomas:
• Plano general: Toma que abarca una visión general del indicio dentro del lugar de la investigación.
• Plano medio: Toma que relaciona al indicio con el plano general.
• Plano de acercamiento: Toma que resalta alguna característica del indicio con referencia de un
testigo métrico.
• Gran acercamiento: Toma que abarca el detalle del indicio.
Embalaje: conjunto de materiales que envuelven, soportan y protegen al indicio o elemento material pro-
batorio con la finalidad de identificarlo, garantizar su mismidad y reconocer el acceso no autorizado
durante su traslado y almacenamiento. El embalaje constituye un refuerzo al empaque. Cuando los
indicios sean embalados en bolsas de plástico o de papel estas deben ser del tamaño adecuado para las
dimensiones del indicio.
254
Indicio: son las huellas, vestigios, signos o información localizada o vinculada con el lugar de los hechos F
y/o lugar del hallazgo, y que por sus características existe la probabilidad de que tenga una relación O
con la comisión del delito que se investiga, por lo que deben ser analizados dependiendo su naturale- R
za, ya sea por los peritos especialistas o por la policía de investigación. En el nuevo sistema procesal E
N
acusatorio, un “indicio” para un perito o para el policía de investigación es el equivalente a un “dato de
S
prueba” para el Ministerio Público.
E
Intervención: etapa en el proceso penal en donde el personal ministerial, pericial y policial investiga en el
lugar de los hechos, hallazgo o enlace. Dicho personal puede realizar acciones encaminadas a la toma
de muestras (huellas dactilares, sangre, saliva, muestras de voz, entre otras) a víctimas, testigos o
probables partícipes.
Procedimiento: documento que describe la forma de realizar actividades dentro del sistema de gestión de
calidad. Puede definirse de manera genérica como un documento que establece cómo ejecutar deter-
minadas acciones que suelen efectuarse de la misma forma, con una serie común de pasos claramente
definidos que permiten ejecutar un estudio, análisis, trabajo, investigación o conjunto de actividades
mutuamente relacionadas.
Procesamiento: conjunto de acciones para buscar, documentar, identificar, revelar, recolectar, embalar,
trasladar y registrar en el RCC los indicios hallados en el lugar de investigación.
Prueba: se denomina así a todo conocimiento cierto o probable sobre un hecho que ingresando al proceso
como medio de prueba en una audiencia y desahogado bajo los principios de inmediación y contradic-
ción, sirve al tribunal de enjuiciamiento como elemento de juicio para llegar a una conclusión cierta
sobre los hechos materia de la acusación.
Recolección: proceso realizado por una persona capacitada en el manejo del indicio, en el que el elemento
a analizar es localizado y después trasladado de una forma apropiada para efectuar una comparación
y/o análisis.
255
Testigo métrico: material de apoyo que contiene una escala métrica. Se debe incluir durante la documen-
tación fotográfica para tener referencia de las dimensiones del indicio.
Traslado: desplazamiento o reubicación del indicio embalado, del lugar de origen a otro destino que puede
ser la bodega de indicios y/o al laboratorio para análisis. Dicho desplazamiento se debe realizar bajo
las medidas de protección y condiciones para el manejo del indicio.
Trazabilidad: procedimiento que permite rastrear y dar seguimiento al flujo de actividades relacionadas
con un indicio.
256
Comisión Nacional de los Derechos Humanos. (2018). Manual para la investigación y documentación efica- F
ces de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Protocolo de Estambul. https:// O
www.cndh.org.mx/sites/default/files/documentos/2019-05/Libro-Protocolo-Estambul.pdf R
E
N
Comité Internacional de la Cruz Roja. (2003). Informe del CICR: las personas desparecidas y sus familiares.
S
https://www.icrc.org/es/doc/assets/files/other/icrc_themissing_012003_es_10.pdf
E
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Fiscalía General de la República. (2015). Protocolo para el Tratamiento e Identificación Forense. https://
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unodc.org/documents/evaluation/Independent_Project_Evaluations/2018/PSEX02_Final_Inde-
pendent_Project_Evaluation_REPORT_Dec_2018.pdf
259
D
Etapa de procesamiento del lugar de la intervención...................................................................... 269
E
Subguía 2.................................................................................................................................... 269
C
A Criterios generales para la etapa de procesamiento....................................................................... 272
M
P Apéndice 2.................................................................................................................................. 272
O
Resultados en el dictamen.................................................................................................................. 276
Glosario................................................................................................................................................ 287
Referencias........................................................................................................................................... 292
262
Los criterios técnicos que se enuncian a lo largo de la presente guía se desarrollan de forma general.
Resulta pertinente aclarar que la terminología empleada en las presentes guías no se acota a una estricta
acepción procesal. Tal es el caso de los términos “prueba” e “indicio”, que se utilizan en sentido amplio y
con diferentes matices en función del contexto de la especialidad. De forma general, podemos asumir que,
para fines del presente documento, el término “prueba” se considera como sinónimo de peritaje o activi-
dad pericial; y para el término “indicio” se asume como todo objeto material sobre el que se versa la prueba.
Con respecto al término “método”, se advierte una definición amplia aplicable a las diversas especialida-
des, alcance de la presente guía, con ciertas consideraciones específicas que se precisarán en su momento.
Se adopta, entonces, el concepto de Jonker y Pennink (2010) quienes lo definen como “la secuencia de ac-
ciones a seguir para conseguir un determinado fin, y que deben ejecutarse en un orden riguroso e invaria-
ble”. Con el objetivo de complementar lo anterior, y a efecto de reducir la posible confusión con el término
“técnica”, a continuación, la definición que precisan los mismos autores y que corresponde a “materiales,
herramientas o instrumentos específicos con los cuales se ejecuta un método”.
Independientemente de la función específica que realice, la actuación del personal pericial oficial que in-
terviene en la investigación de los delitos debe observar en todo momento, además de los estándares téc-
263
1
Numerales 266 a 303.
264
La Subguía 2 — Etapa de procesamiento del lugar de la intervención describe los estándares básicos para
los procesos que se aplican al lugar de la intervención y a los indicios que ahí se encuentren. Si bien las
fuentes siempre incluyen a la preservación como primer paso del manejo del lugar, esta se omite en la pre-
sente guía, pues normalmente es realizada por la autoridad primer respondiente, es decir, por las policías.
Aun cuando la preservación haya sido realizada por el personal pericial en criminalística de campo, en esta
guía nos concentraremos en las etapas propias del trabajo pericial técnico del procesamiento del lugar
de la intervención y sus resultados. En la Subguía 3 — Resultados en el dictamen se abordan los alcances
y límites de los resultados de esta prueba pericial que se plasman en el dictamen pericial. Si bien dicho
dictamen, como documento escrito, no estará a disposición de la autoridad jurisdiccional, es ahí donde se
plasman los resultados y es el respaldo en el que estará basado el desahogo de la prueba pericial en juicio.
En las subguías se abordará terminología técnica específica de cada etapa asociada a la intervención en
materia de criminalística de campo, sin embargo, resulta pertinente ahondar en lo referente a los métodos
asociados al procesamiento del lugar y de los indicios, por lo que se incluye el Apéndice 4 con información
técnica que puede ser de utilidad para consultar dudas generales sobre estos procesos.
2
Si bien pueden variar dependiendo de la institución de que se trate, de acuerdo con la Guía de Especialidades Periciales Fede-
rales (2015) algunos ejemplos son: el establecimiento de la posición víctima-victimario, el establecimiento de la mecánica de
los hechos, la reconstrucción de los hechos y los hechos de tránsito aéreos.
265
266
1.1.3. El uso de términos generales, sin un detalle claro sobre la acción concreta que se requiere rea- C
lizar, dificulta que la persona experta pueda llevar a cabo el procesamiento. La solicitud de la A
intervención debe ser específica y detallada respecto del acto de investigación a realizar y sus M
objetivos. Si bien es posible que la persona experta se ponga en comunicación con la Fiscalía P
para tratar de solventar las dudas o imprecisiones que existan, es importante señalar que esta O
comunicación (o la falta de ella) no afecta de manera drástica al dictamen, ya que lo relevante
de este son los resultados y conclusiones a las que se llegue.
1.1.4. La cadena de custodia es el sistema de control y registro que se aplica al indicio desde su lo-
calización, descubrimiento o aportación, en el lugar de intervención, hasta que la autoridad
competente ordene su conclusión.4 El Registro de Cadena de Custodia (RCC) es el documento
en el que se inscriben los indicios o elementos materiales probatorios y las personas que inter-
vienen.
1.1.5. La persona experta que efectúe el procesamiento del lugar de la intervención debe contar
con la capacitación específica —comprobable en cualquier etapa del procedimiento penal—
3
Existen casos en los que la solicitud se hace vía verbal o telefónica y se formaliza mediante escrito posterior, en los cuales se
agregan tareas instruidas no contempladas originalmente. Esto puede generar problemas de certeza sobre el contenido de
la solicitud original, así como dificultades administrativas para el personal. Por ello, es fundamental conocer los alcances de
las solicitudes. De conformidad con el CNPP, los alcances de la solicitud pueden variar de acuerdo con las características del
evento y conforme avanza el proceso en tres etapas: 1) Originalmente (arts. 131, fraccs. III y IX, 213, 217 y 272 del CNPP)
se hace una solicitud verbal o telefónica con instrucciones genéricas, imprecisas y en ocasiones, erróneas. 2) Durante la
inspección criminalística se especifican, precisan y corrigen las instrucciones originales, dada la percepción del estado de
las cosas a través de los sentidos (arts. 43 y 267 del CNPP). 3) En la “formalización” (arts. 368 y 369 del CNPP) de la so-
licitud ocurren errores de formato, o de otra especie no identificada, que son atribuibles al solicitante. En la tercera etapa,
las acciones u omisiones de buena o mala fe del solicitante pueden comprometer los derechos de las víctimas, ofendidos o
imputados.
4
Art. 227, Cadena de Custodia. CNPP, 5 de marzo 2014, última reforma publicada en febrero de 2021.
267
C 1.2. Criterios mínimos de pertinencia pericial del lugar para ser procesado
A
M 1.2.1. Dado que la prueba en criminalística de campo que se está valorando versa específicamente
P sobre el procesamiento del lugar, es fundamental que la solicitud indique con claridad esta
O intervención, así como los datos primordiales sobre el lugar al que se debe acudir, comenzan-
do por la ubicación exacta y referencias inequívocas para su identificación, pues esto permite
evitar errores de localización; las condiciones generales en las que se encuentra, para preparar
el material y al equipo que debe acudir; la hipótesis delictiva preliminar, es decir, el probable
delito que se investiga, para la preparación estratégica previa. La ausencia de alguno de estos
datos puede ser subsanable; cuando sea pertinente, el personal pericial lo explicará en su dic-
tamen.
1.2.2. Para llevar a cabo el procesamiento, el lugar de la intervención debe ser físicamente accesible
de una forma segura que permita no solo el ingreso, sino la permanencia durante la interven-
ción, así como el acceso de materiales y herramientas necesarias para el procesamiento.
1.2.3. La seguridad del lugar implica que el equipo pericial cuente con: a) las condiciones necesa-
rias de preservación y custodia policial permanente, en caso de que se requiera por riesgo
de ataques o agresiones; b) en caso de lugares cerrados, una supervisión y valoración previa
para descartar riesgos estructurales, así como fugas de gas, riesgos químicos, explosivos o
cualquier otro que deba ser atendido; c) en lugares abiertos, una valoración sobre las carac-
terísticas físicas del lugar, la estabilidad del terreno, los riesgos de flora y fauna, así como las
condiciones climatológicas que pudieran suscitarse.
5
Véase: Romero Guerra, Ana Pamela, “Investigación criminalística con perspectiva de género”, en Los servicios periciales con
perspectiva de género, Procuraduría General de la República, Unidad de Igualdad de Género, Serie “Género y Procuración de
justicia”, 2018.
6
Para más información, consúltese http://www.oas.org/es/cidh/lgtbi/mandato/precisiones.asp
268
269
270
271
2.1.4. Las circunstancias especiales que deban tomarse en cuenta para la protección en bioseguri-
dad deben ser documentadas, explicándolas y proporcionando una justificación con sustento
en la materia.
2.2.1. El lugar de la intervención siempre debe ser documentado antes de la intervención para que
se puedan observar las características y el estado original de este, previas al procesamiento,
el cual, por su naturaleza, lo modificará. Lo más común y recomendable es la documentación
fotográfica, sin embargo, se puede complementar con video, planimetría y documentación
escrita-descriptiva.
7
En este punto es importante recordar lo que señala la nota (a) de la Subguía 2 (pág. 270) respecto de lo que se considera un
criterio técnico.
272
D
2.2.4. La documentación de los indicios, al igual que la del lugar de la intervención, puede ser foto-
E
gráfica, videográfica, escrita-descriptiva o usarse varias o todas las anteriores en forma com-
plementaria. Es importante que se haga antes y después del procesamiento de cada indicio C
para tener registradas las condiciones originales de cada uno. A
M
2.3. Recolección, embalaje, sellado y etiquetado P
O
2.3.1. Cada indicio debe ser recolectado de acuerdo con su naturaleza física, química o biológica, con
el objetivo primordial de cuidar su identidad, estado original y conservación. En algunos casos
puede hacerse manualmente, mientras que en otros debe hacerse instrumentalmente; estas
decisiones deben estar justificadas de acuerdo con los criterios técnicos8 correspondientes.
2.3.2. El embalaje es un aspecto fundamental del procesamiento de los indicios, pues permite su
protección y conservación en tanto se traslada a los laboratorios o al almacén. Al igual que en
la recolección, debe embalarse de acuerdo con la naturaleza del indicio y sus características
especiales.
2.3.3. Los contenedores deben cubrir totalmente al indicio para su total protección.
2.3.4. La etiqueta debe contener los siguientes datos: número de folio o equivalente, identificación
del indicio, fecha y hora de recolección y tipo de indicio o elemento material probatorio.
2.3.5. De acuerdo con el CNPP, el aseguramiento de los indicios encontrados en el lugar de la inter-
vención debe contar con un acta de inventario, la cual enlista y detalla todos y cada uno de
estos.
8
En este punto es importante recordar lo que señala la nota (a) de la Subguía 2 (pág. 270) respecto de lo que se considera un
criterio técnico.
273
2.4.4. De acuerdo con la Guía Nacional de Cadena de Custodia (Numeral I. Procesamiento, inciso a.,
pág. 20), con el propósito de individualizar la información relacionada con las características
de los indicios, en el lugar de la intervención se deberá llenar el RCC.
2.4.5. La trazabilidad de las personas intervinientes en el procesamiento del lugar y de los indicios es
uno de los aspectos fundamentales de la cadena de custodia.
2.5.1. La ausencia de documentación es una falta grave, pues se pierde la certeza respecto del esta-
do y condiciones originales del lugar, la identidad y estado original de los indicios, así como de
su ubicación exacta al momento de la localización.
2.5.3. Si se cometen errores técnicos que representen que el personal pericial no pueda proporcio-
nar certeza respecto del estado original, identidad y condiciones originales del lugar ni de los
indicios, el procesamiento carecerá de validez técnica.
274
2.6.4. De conformidad con las reglas de cadena de custodia establecidas en los arts. 227 y 228 del C
CNPP, cualquier alteración deberá ser verificada por la autoridad competente para determinar A
si el indicio ha perdido su capacidad para acreditar el hecho o circunstancia. M
P
2.6.5. Por su naturaleza, el procesamiento del lugar implica una alteración de este, por eso es tan O
importante la documentación previa. De igual forma, el manejo de los indicios representa
siempre un riesgo de alteración, sin embargo, el uso de las técnicas adecuadas puede minimi-
zarlo. No obstante, si el personal pericial maneja los indicios de forma tal que cambie o altere
su ubicación o estado originales, sin que exista una justificación razonable,10 se genera una
falta de certeza respecto del trabajo pericial, así como de la identidad y características que se
requieren para los resultados de la intervención y para posteriores análisis en los laboratorios,
lo cual deberá ser valorado por la autoridad correspondiente en los términos del art. 228 del
CNPP.
9
Por ejemplo, si se eligió una técnica de búsqueda de indicios, pero durante su aplicación el personal pericial se percata de que
existe otra distinta que le permite hacer un mejor trabajo, puede cambiarla en ese momento.
10
Una justificación razonable es aquella que explica con claridad la necesidad específica del caso en concreto, por ejemplo, que
las dimensiones o peso del indicio implican que su manipulación deba realizarse teniendo contacto con partes de su superfi-
cie, lo que genera el riesgo de borrado de huellas latentes, empero, no es factible realizarlo de otra forma.
275
276
3.1.2. Los resultados deben limitarse a la intervención y a la materia, así como al caso en concreto.13
3.1.3. Los resultados deben ser entendibles mediante el uso del lenguaje técnico propio de la cri-
minalística de campo. El uso de términos ambiguos, confusos u obsoletos en los resultados
11
Es pertinente aclarar que, si bien comúnmente se habla del dictamen pericial como todo documento que emana del trabajo e
intervenciones que realizan las personas expertas, en el caso del procesamiento del lugar por parte de criminalística de campo,
recientemente se comienza a utilizar el término informe pericial debido a la naturaleza y alcances que tiene. Esto se precisa por
dos razones: porque en la práctica pericial mexicana, históricamente el informe se ha considerado como aquello que resulta
de una intervención que por alguna razón no pudo realizarse, y no debemos confundirlos; y además, porque el hecho de que
se le denomine informe en criminalística de campo, en vez de dictamen, no disminuye su calidad técnica en ningún sentido.
12
Cada institución pericial tiene sus especificaciones metodológicas para el dictamen que se emite.
13
El dictamen no puede pronunciarse sobre otras áreas periciales, por ejemplo, alguna prueba en materia de química o de an-
tropología forense que se haya practicado en el mismo asunto, pero que no es parte de la pericial en criminalística de campo
para el procesamiento del lugar y de los indicios. Es un estándar básico de todo dictamen pericial que nunca puede referirse
a materias que no le corresponden o intervenciones que no se practicaron. Esto no se considera para aquellos dictámenes
multidisciplinarios o que requieren retomar resultados de otras pruebas para formular los propios, lo cual, por lo general, no
es el caso del de criminalística de campo para el procesamiento del lugar y de los indicios. Cualquier excepción a lo anterior
deberá contar con una explicación suficiente, así como estar sustentada técnica y científicamente.
277
14
El lenguaje del dictamen debe ser el adecuado para cada área pericial, en este caso, de criminalística de campo para el proce-
samiento del lugar y de los indicios. Por ejemplo, si en vez de describir técnicamente la posición del cuerpo como decúbito
dorsal (o incluso, boca arriba) refiere que “se observa planchado”, no es posible comprender en su totalidad dicha posición,
pues podría también referirse a decúbito ventral o boca abajo, y también evidencia una deficiencia teórica en su formación
técnica.
15
Los alcances de cada dictamen tienen que ver con aquellos propios del área pericial, de la naturaleza de la intervención y de
las circunstancias del caso en concreto. Esto debe observase de manera lógica y sustentada en el dictamen, así como en el
desahogo de la prueba mediante el testimonio de la persona experta. En la materia que nos ocupa, sobreestimar el resultado
de una intervención de criminalística de campo para el procesamiento del lugar y de los indicios sería, por ejemplo, afirmar
en el dictamen cuestiones relacionadas con posibles resultados de la necropsia que se le realizará al cadáver que se localizó
y levantó, o hacer estimaciones sobre resultados de pruebas en materia de balística respecto del arma que se procesó en el
lugar. También si se afirma haber localizado e identificado plenamente una sustancia química, pues eso le corresponde al la-
boratorio de química forense. Pueden hacerse pruebas presuntivas en el lugar, pero asegurar o afirmar que se trata de alguna
sustancia en específico es sobreestimar las capacidades de la materia y el alcance del dictamen.
278
D
Si bien dicho acuerdo no es de aplicación estatal, en términos generales, podemos ubicar las mismas fases
E
en la literatura criminalística y los diversos protocolos periciales. Cualquier diferencia técnica que exista en
otros protocolos no implica que sea incorrecto el trabajo pericial, sino que existen diferentes aproximacio- C
nes a la labor pericial en esta área. Una vez que se ha hecho la preservación policial y entrega del lugar al A
equipo pericial, se debe hacer una observación para el diseño de estrategia y fijación preliminar del lugar, M
para comenzar con el procesamiento, cuyas etapas son: P
O
a) Búsqueda y localización. Se debe seleccionar la técnica de búsqueda más adecuada conforme a
las condiciones, las características del lugar y las circunstancias del caso. Dicha técnica no es fija,
es decir, no existe una “ideal” para un cierto tipo de lugar, sino que cada persona experta la de-
berá elegir —incluso adaptar— conforme a las necesidades. No obstante, debe garantizar que la
búsqueda sea rigurosa, minuciosa, exhaustiva y detallada, tomando en cuenta la tridimensiona-
lidad del lugar y de los objetos, de preferencia usando luz natural o fuentes de luz alternativas
adecuadas para la mejor visibilidad. Existen diversas técnicas de búsqueda que se recomiendan,
por ejemplo, para lugares abiertos, lugares cerrados, lugares de grandes dimensiones, entre otras
características; sin embargo, estas recomendaciones no son mandatos y se pueden seleccionar
conforme a un criterio experto y la experiencia práctica. Lo importante es que la técnica haya sido
la más adecuada y esto pueda ser sustentado posteriormente.
Como referencia usaremos el Manual de buenas prácticas en la escena del crimen del Grupo Ibe-
roamericano de Trabajo en la Escena del Crimen (GITEC), debido a que recopila las técnicas y
prácticas de la región, lo cual no implica que sean limitativas, sino que se trata de estándares enun-
ciativos. Dicho manual señala como objetivos principales de esta etapa, los siguientes:16
16
Si bien el manual no lo señala, en esta etapa también se tiene como objetivo, cuando sea pertinente, realizar revisiones ex-
ploratorias a aquellos indicios recolectados para descubrir evidencia traza que pudiera estar adherida; utilizando para ello,
fuentes alternas de luz, reactivos, hisopados o lo que la persona experta considere pertinente para evitar la pérdida, degra-
dación, destrucción o alteración de dicha evidencia durante su embalaje y traslado.
279
D Respecto de las técnicas de búsqueda, el Manual de buenas prácticas GITEC señala las siguientes:
E
i) método de franjas o líneas. Consiste en hacer un rastrillaje sobre un espacio a campo abierto;
C es ideal para grandes dimensiones. Requiere de varias personas expertas formadas en línea y
A que avanzan hacia adelante en una misma dirección. De hallarse algún indicio, de inmediato
M se da aviso a la persona responsable del equipo sin tocar aquel. Esta técnica puede cubrir su-
P perficies grandes o espacios abiertos. Consiste en moverse en líneas rectas de norte a sur o de
O oeste a este, procurando mantener un frente derecho a medida que se avanza a lo largo de sus
franjas para señalizar las evidencias halladas en el lugar. Se requiere la participación de varias
personas expertas;
ii) método de la cuadrícula o rejilla. Similar al de franjas, con la diferencia de que este método
brinda una doble cobertura, de este a oeste y de sur a norte, formando un cuadriculado en el
terreno;
iii) método de zonas, sector o cuadrante.17 Este método consiste en dividir el terreno en zonas y
en asignarle una codificación o numeración a cada cuadro o zona. Una vez que se haya hecho
así, se procederá a la inspección de cada una de ellas y, en caso de que se encuentre algún in-
dicio, se hará mención del cuadro o zona que se ubicó. Se hace de la siguiente forma: 1) zona
inmediata de importancia; 2) zona contigua; 3) otras zonas. En los lugares cerrados se hace
dividiendo por habitaciones y cada una de ellas por zonas, las cuales pueden ser: pisos, muros
y techos. En este método, una sola persona experta puede realizar la búsqueda minuciosa en
una zona concreta, mientras que una más va examinando otra zona de forma simultánea;
iv) método radial. La zona por tratar es circular o tiene forma de rueda, con un punto central; el
desplazamiento se hace a lo largo de los radios de la circunferencia. La zona investigada desde
el punto central hacia el exterior se vuelve más grande a medida que avanza la búsqueda;
17
Dentro de cada zona, sector o cuadrante se debe documentar el método de búsqueda utilizado.
280
18
Como todo conocimiento técnico, algunas de las técnicas señaladas por el Manual de buenas prácticas GITEC se han ido mo-
dificando y perfeccionando, por lo cual puede ocurrir que algunas ya no se utilicen o sean nombradas de diferente forma.
281
d) Levantamiento o recolección. En esta etapa se recolectan los indicios usando la técnica más ade-
cuada de acuerdo con la naturaleza del indicio (físico, químico y biológico), sus características, las
condiciones en las que se encuentra y las medidas de seguridad personal que se requieren. Dicha
técnica de levantamiento debe garantizar que el manejo del indicio sea lo menos invasivo posible,
minimizando el intercambio y evitando cualquier situación de alteración o modificación. Se pue-
den usar herramientas cuando sean necesarias, por ejemplo, pinzas de recolección, que deberán
ser del material adecuado conforme a la naturaleza del indicio. En este paso del procesamiento es
fundamental contar con equipo básico de protección como guantes y cubrebocas, o completo, en
los casos que se requiera;
282
Para los efectos anteriores, el Manual de buenas prácticas GITEC indica la siguiente clasificación de
indicios:
19
En México, el término utilizado para “referenciar” es “identificar”.
20
Si bien el Manual de buenas prácticas GITEC no lo señala en este punto, los indicios pueden ser embalados en conjunto cuando
por su propia naturaleza o examen a practicar puedan agruparse, garantizando en todo momento su integridad.
21
Al igual que en la nota anterior, como complemento a lo señalado por el Manual de buenas prácticas GITEC, se debe procurar
que los indicios húmedos se sequen antes de su embalaje, preferentemente sin exponerlos a la radiación solar; cuando esto
no sea posible, y previa documentación, podrán embalarse en bolsas de plástico por el tiempo estrictamente necesario para
su traslado al laboratorio, en donde se podrán secar y embalar adecuadamente.
283
- bolsas de transporte
- botellas de agua, vasos, latas usadas
y otros
- pasamontañas, guantes
- colillas de tabaco, chicles, palillos de
dientes, etc.
- mochilas
- otros más
d) Indicios documentales Además, estos indicios
pueden presentarse:
Todo tipo de documentos de identi-
dad o de otro tipo, textos impresos i) de forma visible:
y manuscritos, recogidos en el lugar • modelados
del hecho, y que pertenecen a la • por sustracción
víctima o la persona responsable: • impresos o estampados.
284
- huellas de pisadas
- rodadas y señales de frenado de un
vehículo
- rastros de sangre
- rastros de pinturas
- rastros de tierra y barro
- otros más
285
C
A Preservación f) Empaque/
M c) Numeración/
(primer b) Búsqueda embalaje, sellado
identificación
P respondiente) y etiquetado
O
Procesamiento e)
a) Observación y d) Fijación/
(Servicios Levantamiento/
primera fijación documentación
Periciales) recolección
Fuente: creación a partir del Acuerdo A/009/15 y el Manual de buenas prácticas en la escena del crimen (2012)
286
Documentación: registro fidedigno de la condición que guardan lugares, personas, objetos, indicios o ele-
mentos materiales probatorios en el lugar de la intervención.
Documentación escrita: registro a través del cual se establecen las generalidades del lugar (calle principal,
número del domicilio, fachada, material, dimensiones y colindancias del lugar, entradas y salidas, etc.),
se especifica el sitio exacto del suceso y los indicios localizados (posición y orientación), a través de
elementos deductivos, completos, cronológicos y específicos.
Documentación fotográfica: registro en el que se capta y muestra el estado original del lugar, ofreciendo
constancias tangibles y corroborativas de forma objetiva, imparcial y exacta, para la validez de los
indicios.
Elemento material probatorio: evidencia física, objeto, instrumento o producto relacionado con un hecho
delictivo que puede constituirse como prueba.
Embalaje: conjunto de materiales que envuelven, soportan, contienen y protegen al indicio o elemento
material probatorio, con la finalidad de identificarlo, garantizar su mismidad y reconocer el acceso no
autorizado durante su traslado y almacenamiento. El embalaje constituye un refuerzo del empaque y,
en algunos casos, podrá fungir como empaque del indicio o elemento material probatorio.
287
D
Estado en el que se encuentra: es la descripción del lugar o indicio en la posición, ubicación, orientación y
E
características en que la persona experta las halla, sin constarle si corresponde o no al estado original.
C También se encuentra en la literatura como “estado inicial”.
A
M Estado original: son las condiciones particulares y únicas de un lugar o indicio, como la posición, ubicación,
P orientación y características naturales en las que queda después del hecho delictivo. Estado original,
O en el contexto de la cadena de custodia, se refiere a demostrar que es el mismo indicio que se docu-
mentó en el lugar y que se ha mantenido inalterado.
Etiquetado: acción de adherir al embalaje la etiqueta tomando en consideración los siguientes datos:
número de folio o equivalente, identificación del indicio, fecha y hora de recolección y tipo de indicio
o elemento material probatorio.
Identificación: término utilizado para asignar un número, letra o una combinación de ambos, a los indicios
o elementos materiales probatorios en el momento de su localización, descubrimiento o aportación,
hasta que la autoridad competente ordene la conclusión de la cadena de custodia.
Indicio: término genérico empleado para referirse a huellas, vestigios, señales, localizados, descubiertos o
aportados, que pudieran o no estar relacionados con un hecho probablemente delictivo y, en su caso,
constituirse en un elemento material probatorio.
Lugar conexo: el sitio secundario que tiene relación con el hecho que se investiga, incluida la ubicación
donde se encuentran los indicios, evidencias, objetos, instrumentos o productos del hecho delictivo
en las áreas circundantes.
288
Recolección: acción de levantar los indicios o elementos materiales probatorios, mediante métodos y
técnicas que garanticen su integridad.
Registro de Cadena de Custodia (RCC): documento en el que se registran los indicios o elementos mate-
riales probatorios y las personas que intervienen, desde su localización, descubrimiento o aportación
en el lugar de intervención, hasta que la autoridad ordene su conclusión.
Ruta única de entrada y salida: es la que se traza con el fin de aplicar las técnicas de búsqueda de indicios
adecuadas, para realizar el procesamiento.
Sellado: consiste en cerrar el embalaje empleando medios adhesivos o térmicos que dejen rastros visibles
cuando sea abierto indebidamente o sin autorización.
Simbología: representación de los indicios en el croquis general y a detalle a través de letras, números o
símbolos.
289
Conservación: se refiere al estado en que permanecen los indicios y evidencias a fin de evitar su pérdida o
degradación natural.
Cotejar: observación de dos o más elementos para determinar la existencia de discrepancias o similitudes.
Dictamen pericial: es la emisión de la opinión en un problema concreto que ha sido planteado por parte de
una persona experta, llegando a puntos específicos con base en las investigaciones efectuadas, proce-
dimientos y fundamentos técnico-científicos.
Documentación fotográfica: es la impresión o captura de una imagen sobre un medio sensible a la luz
(análoga o digital), para registrar y preservar las características de la misma, con el fin de reproducirla
cuando se requiera. Existen diferentes tomas:
• Plano general. Toma que abarca una visión general del indicio dentro del lugar de la investigación.
• Plano medio. Toma que relaciona al indicio con el plano general.
• Plano de acercamiento. Toma que resalta alguna característica del indicio con referencia de un
testigo métrico.
• Gran acercamiento. Toma que abarca el detalle del indicio.
290
Testigo métrico: material de apoyo que contiene una escala métrica. Se debe incluir durante la documen-
tación fotográfica para tener referencia de las dimensiones del indicio.
Traslado técnico: envío del indicio a la bodega de indicios y/o al laboratorio para análisis. Se deben esta-
blecer las condiciones para el manejo del indicio, destino, condiciones ambientales y el tipo de trans-
porte que se debe emplear.
Trazabilidad: principio con el que se garantiza el seguimiento del o los estudios realizados al indicio.
291
Procuraduría General de la República. (12 de febrero 2015). Acuerdo A/009/15, por el que se establecen
las directrices que deberán observar los servidores públicos que intervengan en materia de cadena de
custodia.
Protocolos de Cadena de Custodia. Dos grandes etapas: preservación y procesamiento (segunda edición).
(2012). INACIPE, PGR.
Robinson, E. M. Crime Scene Photography (second edition). (2010). Elsevier Academic Press.
Romero Guerra, A.P. (2018). Investigación criminalística con perspectiva de género. En Los servicios peri-
ciales con perspectiva de género. PGR. Unidad de Igualdad de Género.
292